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Soy director del área de ventas en una empresa del sector alimenticio. El año pasado obtuvimos por primera
vez el distintivo de Empresa Socialmente Responsable (ESR) que otorga el Centro Mexicano para la
Filantropía. Uno de los requisitos consistió en redactar una declaratoria de que nuestras acciones se adecúan
a sus solicitudes y entregamos diversas evidencias al respecto.
Para obtenerlo por segunda ocasión la institución demanda mayores datos, por ejemplo, ya no basta
mencionar que se les paga a tiempo a los proveedores, ahora se puede solicitar una confirmación por escrito.
No es que no la podamos conseguir por nuestros propios méritos, sin embargo, hay proveedores que no
están del todo satisfechos con nuestro sistema de pago, que en ocasiones presenta retrasos. El director
general nos ha exhortado a conservar la condecoración al costo que sea, sugirió invitar a comer, enviar
regalos, etcétera, para «sobornar» a los proveedores con los que hemos tenido roces. Algunos miembros del
consejo y yo notamos que el interés de la Dirección General no es mantener una reputación, sino trabajar por
una especie de marketing social y aprovechar incluso el fondeo de un organismo internacional. Me preocupa
que se pierda el distintivo y que, si lo conservamos, se le dé un mal uso. Por otro lado, me parece excelente
que al interior de la organización permee la idea de que somos una ESR. ¿Cómo debo enfrentar la situación?
2. Melón o sandia?
Me contactó un head hunter para la posición de director general de una empresa de servicio; sin embargo, me
entrevisté con el dueño y mi perfil le interesó para la dirección del proyecto de una SOFOM, misma que
acepté. Días después de mi ingreso me contactó el head hunter para dar seguimiento a mi caso. Le comenté
que entré a la empresa de su cliente en una posición diferente a la inicial, me preguntó las condiciones y me
deseó suerte.
Al día siguiente el dueño de la organización me llamó en tono impulsivo para pedirme que me pusiera en
contacto con el head hunter y le explicara que sólo entré por un proyecto, pues no piensa pagarle un peso por
mi contratación, afirma que el asunto quedó saldado en su momento por la posición del director general de la
empresa de servicios. Estoy en medio de un conflicto económico. Desconozco los términos del contrato entre
el head hunter y mi jefe.
Me entusiasma el proyecto que estoy por empezar y no me gustaría perder mi empleo, aunque también me
incomoda trabajar en una empresa que no le cumple a sus proveedores. ¿Qué debo hacer?, ¿hay lealtad en
esta clase de situaciones? Si es así, ¿con quién debo estar?, ¿con el head hunter, quien, aunque tiene
derecho a cobrar yo no lo contraté ni soy el que le paga? ¿o con mi jefe, quien, en mi opinión no tiene la
razón, sin embargo, me contrató?
Soy dueño de una empresa que media la importación de productos alimenticios en un pequeño país
emergente. 90% de los ingresos no provienen de compraventa sino de comisiones. Nuestro excelente servicio
nos ha permitido ganar la confianza de grandes cadenas y obtener la exclusividad de varios proveedores.
Recientemente tuve un altercado personal con el director de la empresa transportista más grande del país
especializada en alimentos congelados y desde entonces tomó represalias. Los que más lo padecen son mis
proveedores porque sus productos van tarde y con algunas fallas, generando disgusto entre los clientes. En el
corto plazo no me afecta en comisiones, pero sí en servicio y esto a la larga repercutirá en mi negocio.
No se me ocurre cómo zanjar la situación. Intenté hablar con el director de la empresa y resolverlo, pero tiene
poco respeto e intención de cambio, por otro lado no puedo enfrentarlo por la vía legal porque en principio no
hay un delito grave para perseguir. Me parece que en este escenario sólo tengo dos opciones: dejar a mis
proveedores morir solos y buscar nuevas alternativas en otros países emergentes o jugar el mismo juego
sucio y caer en el sabotaje y la extorsión, al asumir la diferencia en costes de transporte y amenazar a mis
proveedores con dejar de vender su producto si utilizan los servicios de este transportista. ¿Cuál será la
solución más honrosa?
Recientemente me incorporé como director comercial en una empresa del sector inmobiliario. Es un puesto
nuevo, pues antes se encargaba de mis funciones el director de negocios.
Al ingresar, me llamó la atención lo relajado del ambiente entre los ejecutivos de ventas, quienes no trabajan
en equipo, sino en dos bandos: uno leal al director de negocios (al que le reportan más que a mí) y otro
dispuesto a trabajar conmigo.
Por otro lado, el sueldo de los vendedores es bajo y su ingreso fuerte proviene de las comisiones. Poco a
poco he descubierto algunas irregularidades, encontré que la empresa tiene retrasos de más de un año en el
pago de las mismas, incluso hay trabajadores que ni siquiera pasan las facturas para cobrar. También existe
un arreglo off the record con el director de negocios para cobrar las comisiones directamente a los clientes,
siempre y cuando los precios de venta estén arriba del mínimo autorizado por él y se le brinde un porcentaje
de la comisión.
Acudí al director general para comentar tales anomalías y, aunque se mostró sorprendido, mencionó que no
lo considera un problema grave pues con tales prácticas se evitan gastos a la empresa, que el director de
negocios gana poco, no tiene bonos y que esto puede funcionar para completar su ingreso. Estoy extrañado y
desanimado, sin embargo me parece que pensar en cambiarme de trabajo es una salida fácil, pues una vez
que te has topado con la corrupción, tu deber como persona y ciudadano es combatirla. ¿Qué hacer ante este
panorama?
Recientemente he experimentado algunos roces con el director de operación, quien me exige invertir en
empresas específicas, algunas con una tasa menor a la del mercado. En cada ocasión le presento mejores
opciones que siempre rechaza bajo el argumento de que no le generan confianza. Cada vez es más evidente
su «predilección» por ciertas compañías que al final del día sólo ofrecen 0.05% menos que el mercado, no
obstante, esas 0.05 centésimas de punto perdido, en inversiones a mediano y largo plazo, pueden afectar de
manera importante el capital de nuestros clientes y la productividad e imagen de la empresa.
Aunque no lo puedo comprobar, es muy probable que el director de operación estreche algún acuerdo
monetario con los involucrados en la operación de las empresas en las que me pide invertir. ¿Me corresponde
inquirir en el asunto? Y si mis sospechas son correctas, ¿qué hacer con los hallazgos?
16. Discriminación
Eres el jefe en un entorno predominantemente masculino. La presencia de una empleada nueva suscita
conflictos porque tu empresa no ha tenido la oportunidad de llevar a cabo un entrenamiento en sensibilidad.
Algunos de tus empleados varones hacen comentarios inapropiados a tu nueva empleada. Ella se queja
contigo; en respuesta, sancionas a los responsables de la conducta. También te preguntas si sería
conveniente mover tu nueva empleada a otra posición en la que sería menos probable que llame la atención.
El tratamiento hacia tu empleada de forma diferente debido a su género o en respuesta a una queja de acoso
puede ser considerado una conducta discriminatoria y poco ética.
17. Negocios secundarios
Eres un gerente de negocios con un contrato de trabajo. El contrato requiere que trabajes exclusivamente
para tu empresa y que utilices tus talentos para atraer nuevos clientes a tu empresa. Si comienzas a atraer
más clientes de los que crees que tu empleador razonablemente puede manejar, puedes preguntarte si no
sería un problema ético que desviaras el exceso de negocio en otra parte y tomes la comisión. Si como
mínimo, no revelas la idea a tu empleador, probablemente estarás incumpliendo tus obligaciones
contractuales y éticas.
18. Socios
Eres socio en un negocio y ves una gran rentabilidad en el horizonte. No crees que tu socio merece
beneficiarse del éxito futuro de la empresa, porque no te gusta su personalidad. Puedes preguntarte si
simplemente puedes quitar su nombre de las cuentas bancarias, cambiar las cerraduras y continuar sin él. Si
continúas con esta línea de acción, probablemente estarías en violación de tu obligación ética y legal de
actuar de buena fe con respecto a tu socio. El mejor curso de acción puede ser comprar su parte de interés
en el negocio.
19. Negligencia grave
Estás en el consejo de administración de una sociedad anónima que cotiza en bolsa. Tú y tus compañeros de
la junta, con la esperanza de retirarse antes de tiempo por las fiestas, se apresuran a través del proceso de
investigación relacionado con una fusión muy esperada. Como miembro del consejo, tienes el deber de
ejercer el máximo cuidado con respecto a las decisiones que afectan a la sociedad y sus accionistas. No
investigar adecuadamente un asunto que afecte tus intereses podría ser visto como una negligencia grave
que supone el incumplimiento de tu deber ético y jurídico de cuidado.
Tomado de: https://istmo.mx/seccion/dilemas_eticos_y_empresariale