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DERECHO SOCIETARIO
Tomo I
Tercera edición
EDITORIAL TEMIS S. A.
Bogotá - Colombia
2016
)
Sumario: 1. Nociones generales. 2. Clasificación de los aportes. A) Aportes
de capital. B) Aportes de industria. 3. Pago o entrega de los aportes. 4. Mora
en el pago de los aportes. 5. Aumento o reposición del aporte. 6. Restitución
del aporte. 7. Reembolso de los aportes.
1. N o c io n e s gener a l es
1 “ L a c re a c ió n d e u n p a tr im o n io c o n s titu y e la c o n s e c u e n c ia p r im a r ia d e la o b lig a c ió n le g a l d e
a p o rta r, q u e es e l in s tr u m e n to a tra v é s d e l c u a l lo s s o c io s p ro m u e v e n la re a liz a c ió n d e l f in y c o n fi
g u ra n la c o n v e rg e n c ia d e p re s ta c io n e s ” (E f r a ín H ugo R ic har d , Las relaciones de organización...,
c it., p á g . 1 3 1 ).
332 DERECHO SOCIETARIO
3En este mismo sentido, J o s é I g n a c i o N a r v á e z afirma que el aporte “es toda prestación de algo
que tenga valor de uso y valor de cambio, dado o hecho por los asociados a favor de la compañía”
(ibidem, pág. 125).
4 En concepto de la Superintendencia de Sociedades, “si se registra incumplimiento en el pago
de los aportes, corresponde al representante legal de la sociedad adelantar las gestiones necesarias
para su pago o en su defecto, tomar otras medidas tendientes a equilibrar las relaciones y obligaciones
que los socios tienen con la sociedad” (Oficio 220-042552 de 30 de abril de 2013).
5 Es evidente que la obligación de no competir podría tener objeto ilícito a la luz de las dispo
siciones vigentes en materia de competencia económica (decr. 2155 de 1992, ley 1340 de 2009).
6E n r iq u e G a v ir considera que es posible pactar aportes de no hacer. En palabras de
ia Gut ié r r e z
este autor, “el silencio del Código a este respecto, es decir, la ausencia de una regulación específica
APORTES 333
2. C l a s i f i c a c i ó n d e l o s a p o r t e s
de los mismos, no debe ser interpretada como prohibición, ya que las restricciones han de provenir
siempre de normas claras, expresas y directas”. (Las sociedades..., cit., pág. 151). Así mismo, la
Superintendencia de Sociedades considera que los aportes en especie pueden ser obligaciones de
dar, hacer o no hacer (Oficio 220-13294 de l 9 de julio de 1994). En contra de este análisis podría
aducirse, sin embargo, el argumento formalista relativo a la redacción del art. 98 del C. de Co., en
el que sólo se hace referencia a obligaciones de hacer y de dar.
7Al respecto, vale la pena traer a colación el art. 1518 del C. C , en cuyo texto se determinan las
cosas y hechos que pueden ser objeto de una declaración de voluntad. Al tenor de este precepto, “No
solo las cosas que existen pueden ser objeto de una declaración de voluntad, sino las que se espera
que existan; pero es menester que las unas y las otras sean comerciales y que estén determinadas,
a lo menos, respecto a su género.
X a cantidad puede ser incierta, con tal que el acto o contrato fije las reglas o contenga datos
que sirvan para determinarla.
"Si el objeto es un hecho, es necesario que sea física y moralmente posible. Es físicamente
imposible el que es contrario a la naturaleza, y moralmente imposible el prohibido por las leyes, o
contrario a las buenas costumbres o al orden público”.
8 C. de Co., art. 902.
334 DERECHO SOCIETARIO
integración del capital social. Este sistema jurídico obedece también a la concep
ción subyacente de permitir la creación de nuevas sociedades mediante la contri
bución de los asociados representada en modalidades de aportación de índole diver
sa. Claro que es relevante el análisis de la clasificación de los aportes, pues cada
uno de ellos ostenta características específicas y se somete a reglas individuales
que versan sobre asuntos tales como su pago, la forma de efectuar su valoración,
la redención de participaciones de capital, entre otras. Como se indicó en el aparte
anterior, la contribución a la sociedad puede darse a partir de una prestación de
dar, de hacer o de no hacer. En la primera de las categorías señaladas, se habla
de aportes de capital; en la segunda, de aportes industriales, porque se trata de
cualquier prestación que implique el trabajo personal del asociado. A su vez, las
contribuciones de capital se subdividen en aportes en dinero y en especie, y las de
industria, en aportes con estimación anticipada de su valor y sin que tal estimación
se efectúe, de conformidad con el régimen que se verá más adelante.
Pero antes de analizar todas esas modalidades, es conveniente estudiar la distin
ción entre los llamados aportes en propiedad y los que se hacen en usufructo. En
el primer caso, como su propia denominación lo insinúa, se transfiere la propiedad
del aportante a la sociedad. Así, una vez hecha la tradición, la sociedad adquiere el
derecho de dominio sobre el bien con todos sus atributos, de manera que quedará
facultada para ejercer las prerrogativas que de él se derivan, sin limitación alguna9.
En cambio, cuando se trata de la aportación del derecho real de usufructo, las pre
rrogativas que la sociedad adquiere se limitan a usar y disfrutar del bien durante
el tiempo previsto en el pacto respectivo. Claro que esta modalidad de aportación
también configura un elemento activo que debe reconocerse contablemente, según
la cuantificación que se haya realizado al momento de la aportación. Este derecho,
como lo señala el artículo 823 del Código Civil, “consiste en la facultad de gozar
de una cosa con cargo de conservar su forma y sustancia, y de restituirla a su due
ño, si la cosa no es fungible; o con cargo de devolver igual cantidad y calidad del
mismo género, o de pagar su valor, si la cosa es fungible”. En este caso, el aso
ciado transfiere el derecho de uso y de goce a la sociedad, y conserva en su pa
trimonio la nuda propiedad10. A diferencia de la transferencia en propiedad o en
usufructo, en principio no es posible realizar un aporte del derecho de uso, pues
la ley civil establece que este no puede cederse a ningún título11.
9De acuerdo con la tradicional definición del Derecho Civil, se mencionan los derechos de uso,
goce y disposición (C. C., art. 669).
10Cabe preguntarse qué sucede en caso de no especificarse en qué calidad se transfiere el bien
a la sociedad. J o s é I g n a c io N a r v á e z concluye que en esta hipótesis ha de entenderse que la trans
ferencia se ha efectuado en propiedad, “o sea, que la sociedad adquiere el bien aportado con todos
los atributos de dominio pleno” (Teoría general..., cit., pág. 126).
11 Cfr. C. C., art. 878. La Superintendencia de Sociedades ha puesto de presente que es viable
el aporte del derecho de uso de un bien dado en comodato a un accionista. En este caso, el pago del
aporte se efectuará mediante la cesión del derecho (Oficio 220-127542 de 4 de noviembre de 2011).
APORTES 335
A) Aportes de capital
Los aportes de capital constituyen una prestación de dar que el asociado asu
me respecto de la sociedad, bien en dinero o en especie. Claro que siempre será
necesario que se especifiqué cuál ha de ser la naturaleza de la prestación a cargo
del socio o accionista, así como la cuantía que los asociados le atribuyen al apor
te, con el propósito de determinar, previa sumatoria de todas las contribuciones
efectuadas aT fondo social, el monto a que asciende el capital de la sociedad.
Por este motivo, siempre es indispensable que la prestación que asume cada
uno de los asociados sea susceptible de apreciarse en dinero. Como contrapres
tación, el socio o accionista recibirá acciones, cuotas o partes de interés en el
capital social. La ley determina el porcentaje del aporte que debe ingresar en el ha
ber social al momento de constituirse la sociedad. Para este efecto, se tiene en
cuenta el tipo de sociedad de que se trate, cuyo régimen jurídico en esta materia
dependerá del mayor o menor interés legislativo en mantener desde el comienzo
un patrimonio que sirva de garantía ante terceros. El capital social reflejará las
contribuciones realizadas por los asociados, sin incluirlos aportes industriales sin
estimación anticipada de su valor, pues, como se verá más adelante, no redimen
participaciones de capital12.
a) Aportes en dinero. Por obvias razones, los aportes en dinero son muy fre
cuentes tanto en la constitución de sociedades como en los aumentos de capital.
Se trata, como es natural, del compromiso de realizar una prestación de dar, con
sistente en pagar cierta suma de dinero. La obligación se perfecciona con la en
trega material del dinero a la sociedad en la fecha convenida. En principio, la
prestación se pacta y se paga en moneda de curso legal en Colombia, salvo que
13Conforme al criterio del Banco de la República, “se entiende por «tasa de cambio representa
tiva del mercado» (TRM) el promedio aritmético simple de las tasas ponderadas de las operaciones
de compra y de venta de divisas efectuadas por bancos comerciales, corporaciones financieras,
sociedades comisionistas de bolsa, compañías de financiamiento comercial, la Financiera Energética
Nacional —FEN— y el Banco de Comercio Exterior de Colombia — BANCOLDEX—, pactadas
para el cumplimiento en ambas monedas el mismo día de su negociación”.
”La TRM vigente para cada día será calculada y certificada por la Superintendencia Bancaria,
conforme a esta metodología con las operaciones del día anterior. Para el cálculo de la TRM se de
berán incluir, por lo menos, las operaciones realizadas en las ciudades de Bogotá D.C., Barranquilla,
Cali y Medellin y se deberán excluir las operaciones de ventanilla y las de derivados sobre divisas”.
Circular Reglamentaria Externa DODM-146 de 21 de septiembre de 2004, asunto 8.
14Según la Corte Suprema de Justicia, “si la prestación a cargo del deudor es dineraria, lo debido
será dinero. De modo que sólo entregando la cantidad de signos monetarios que, con referencia a
determinada unidad de cuenta, constituyan el objeto de la prestación, el deudor quedará liberado
de la obligación” (sent, de 18 de noviembre de 1991).También serán aplicables, como es obvio, las
normas civiles y comerciales relativas a los intereses. Sobre el particular, vid. Oficio 220-68940 de
27 de octubre de 1999 (CD-72).
15 Por lo demás, no existe restricción en la aportación de cheques por razón del tipo de socie
dad de que se trate. Tal precisión ha sido formulada por la Superintendencia de Sociedades, como
puede apreciarse en el Oficio OA-00533, de 18 de enero de 1974.
16Los títulos valores son, por su parte, bienes mercantiles, regulados en el Título m del Libro
Tercero del Código de Comercio. Respecto al pago de aportes con cheque y con otros instrumentos,
la Superintendencia de Sociedades ha precisado lo siguiente: “Con respecto a estos títulos deben,
sin embargo, hacerse tres salvedades: en primer lugar, que el cheque, por estar considerado como un
APORTES 337
medio de pago, puede aportarse a toda clase de sociedades; en segundo término, que los bonos, que
pertenecen también a los denominados títulos de inversión, requieren de avalúo previo, conforme
a las normas pertinentes del Código de Comercio, precisamente por ser la ‘mercabilidad’ su carac
terística, y finalmente, que el aporte de títulos-valores de contenido crediticio, distintos del cheque,
debe hacerse con respeto a las normas legales mercantiles que exigen el pago de determinada suma
a cuenta del capital que se suscriba, como en las sociedades por acciones, según lo preceptuado en
los artículos 345 y 376 del Código de Comercio. La razón estriba en que, como lo tiene previsto el
citado artículo 129 de dicho estatuto, ‘el aporte de un crédito solamente será abonado en cuenta del
socio cuando haya ingresado efectivamente a la caja social’” (Oficio 220-122260 de 6 de octubre
de 2009).
17Las facultades conferidas a la Junta Directiva del Banco de la República para proferir el de
creto mencionado derivan de lo previsto en el art. 15 de la ley 9a de 1991 y de lo señalado en el art.
59 de la ley 31 de 1992.
18 El art. 2- del decreto 1735 de 1993 define las personas que habrán de considerarse residen
tes, para efectos de determinar, a contrario sensu, quiénes están sujetos a las obligaciones cambia
rías. Al tenor de esa disposición, son ellos las personas naturales que habiten en el territorio, las enti
dades de derecho público, las personas jurídicas que tengan domicilio en Colombia y las sucursales
de sociedades extranjeras establecidas en el país. Sobre el régimen aplicable a las inversiones de capital
del exterior en Colombia, véase el Oficio 220-048209 de 16 de noviembre de 2001 (CD-73), en el
cual se señala lo siguiente: “Se consideran como no residentes las personas naturales que no habitan
dentro del territorio nacional, y las personas jurídicas, incluidas las entidades sin ánimo de lucro que
no tengan domicilio dentro del territorio nacional. Tampoco se consideran residentes los extranjeros
cuya permanencia en el territorio nacional no exceda de seis meses continuos o discontinuos en
un período de doce meses”. Sobre la prueba de la calidad de no residente, vid. Oficio 220-013408
de 26 de febrero de 2003 (CD-74). Conviene precisar, por último, que si el aporte corresponde a
una inversión procedente de la Comunidad Andina y ha sido efectuado por nacionales de alguno
de los países que la forman, tal aportación podrá acceder al régimen de inversión nacional, si así
se le solicita a la autoridad competente (decr. 2080 de 2000, art. 13). El Ministerio de Comercio,
Industria y Turismo de Colombia, tiene la atribución de certificar como de inversionistas naciona
les, “las inversiones de origen subregional cuyos titulares sean inversionistas nacionales de países
miembros del Acuerdo de Cartagena” (cff. Superintendencia de Sociedades, Oficio 220-18129 de
4 de mayo de 2001) (CD-75).
338 DERECHO SOCIETARIO
25 La Corte Suprema de Justicia se refiere a las obligaciones de género y especifica: “En len
guaje jurídico se llama género una cosa que se determina únicamente por la clase a que pertenece,
y también significa la clase de cosas. Por el término cantidad se entiende ordinariamente cosas
determinadas, de clase determinada que se designan por su número, peso o medida. De suerte que
en el lenguaje de los jurisconsultos y de nuestro código, género es lo que los filósofos llaman es
pecie', por ejemplo un caballo, un vestido; y especie, es para los jurisconsultos y nuestro Código lo
que los filósofos llaman individuo, por ejemplo, el vestido negro, el caballo blanco. Cantidad, en
el lenguaje de nuestro código, viene a ser el género señalado por un número, como diez vacas. De
modo que no habría objeto en un contrato si el deudor se obligase a entregar una cosa señalada por
el género, limitación que debe ser precisa, porque así, aun cuando el deudor tiene cierta amplitud
para el cumplimiento de su obligación, existen sin embargo ciertas reglas legales que permiten la
determinación. Pero además de la fijación del género es indispensable saber la cantidad para que
haya objeto del contrato: las cosas indeterminadas de clase determinada deben asignarse por su
número, peso o medida. Así, la obligación carecería de objeto si se dice que el deudor debe caba
llos, sin determinar su cantidad, sin fijar reglas para determinarla. Todo lo dicho está en armonía
con el principio general consignado en el art. 1518 del C. C.”. (“G. J.”, t. xun, pág. 277, citado por
J o s é I g n a c io N a r v á e z , Teoría general..., cit., pág. 132).
26 La Corte Suprema de Justicia ha señalado sobre este particular que “la diferente noción que
presentan las obligaciones de especie o cuerpo cierto y las obligaciones de género, trae aparejada
igualmente diferencias notorias, entre las cuales cabe destacar las siguientes: a) En las de especie
o cuerpo cierto, el deudor, además de la obligación de entregar la cosa debidamente singularizada,
contrae la de conservarla hasta la entrega (C. C., art. 1606); en la obligación de género, en principio,
el deudor no tiene la de conservarlas cosas (C. C , art. 1567); b) Las obligaciones de especie o cuerpo
cierto se extinguen por la pérdida de la cosa que se debe; en cambio, las obligaciones de género
no se extinguen, con motivo de que el género no perece (C. C., art. 1267); c) En las obligaciones
de especie o cuerpo cierto el deudor únicamente se libera entregando a su acreedor la cosa debida;
en las de género se libera entregando una cosa del género determinado o del género limitado (C.
C., art. 1566)”. (Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, sent, de 28 de junio de 1979).
27 C. de Co., art. 127.
APORTES 341
tiempo que dure la aportación. Otro método consistiría en considerar el costo que implicaría para
la sociedad adquirir el activo que se entregará en usufructo, junto con los costos de depreciación
y amortizaciones.
33La Corte Suprema de Justicia, en sentencia de la Sala de Casación Civil de 7 de julio de 1971,
ha señalado que el usufructuario es un mero tenedor del bien. “Si bien es cierto que el usufructo
constituye un derecho real cuya titularidad corresponde al usufructuario (C. C., arts. 665 y 670) y
que éste puede promover acciones posesorias en defensa de su derecho (C. C., art. 978), no es menos
cierto que dicho usufructuario no tiene la calidad de dueño del bien o bienes sobre el que recae el
usufructo y que, en beneficio de la coexistencia de este derecho con el de nuda propiedad, la ley
considera al mismo usufructuario como mero tenedor frente al nudo propietario y atribuye a éste la
posesión de los bienes mencionados (C. C., arts. 775 y 776). De manera que el nudo propietario es
el poseedor de las cosas dadas en usufructo y ejerce esa posesión por conducto del usufructuario”.
34 C. C„ art. 823.
35 C. C., art. 826.
APORTES 343
artículo 129 del Código de Comercio dispone que “el aporte de un crédito sola
mente será abonado en cuenta del socio cuando haya ingresado efectivamente a
la caja social”. Por ello, la transferencia del aporte está sometida a la condición
suspensiva de que se produzca el pago respectivo36. Este sistema jurídico atiende
a la necesidad de que el capital sea en verdad integrado mediante la configura
ción de un activo monetario representado por el importe del crédito que ha sido
efectivamente pagado. Por tanto, la norma citada se ocupa en precisar que el
aportante responderá de la existencia del crédito, “de la legitimidad del título y
de la solvencia del deudor”37. Por lo demás, la ley exige como requisito para esta
modalidad de aportación, que el crédito sea exigible dentro del año siguiente a la fe
cha del aporte. Este término resulta homogéneo con el plazo máximo previsto
para el pago del capital en las sociedades por acciones38, salvo en lo relativo a la
sociedad por acciones simplificada, puesto que la ley 1258 de 2008 amplió el plazo
para el pago de las acciones suscritas a dos años.
Las reglas indicadas permiten colegir que esta clase de aporte no resulta
viable en las sociedades de responsabilidad limitada. Ello obedece al hecho de
que en estas formas asociativas el capital social debe pagarse en su totalidad al
constituirse la compañía o al efectuarse cualquier aumento de capital39. Sobre
este particular también debe estarse a lo previsto en el artículo 129 del Código de
Comercio, según el cual, si la sociedad no recibe el pago del crédito en el término
máximo previsto en la ley, “el aportante deberá pagar a la sociedad su valor o el
faltante, según el caso, dentro de los treinta días siguientes al vencimiento, con los
intereses corrientes del monto insoluto y los gastos causados en la cobranza”. El
incumplimiento de esta obligación dará lugar a que se apliquen los denominados
arbitrios de indemnización previstos en el artículo 125 del estatuto mercantil40.
No sobra precisar que existe amplia libertad legal para aportar toda clase de
créditos, sin importar la forma como éstos se materialicen, siempre que se cumplan
las condiciones establecidas por el artículo 129 citado41. Incluso, se ha establecido
el lado pasivo, pues del contrato surgen como efecto, obligaciones y derechos para las partes y la
cesión de la posición contractual de una de ellas, coloca al tercero cesionario en su lugar en las
mismas circunstancias frente al otro contratante” (Contratos..., 1.1, cit., pág. 146).
44 C. de Co., art. 890.
43 La Superintendencia de Sociedades ha sostenido que es factible el aporte de contratos de
obra púbüca (Oficio 220-23807 de 21 de mayo de 2002).
46 La Superintendencia de Sociedades ha aceptado la posibilidad de efectuar aportes de sucur
sales, debido a su naturaleza jurídica de establecimientos de comercio (cfr. Oficio 220-46129 de 24
de julio de 2000). Por lo demás, la misma entidad ha precisado que una sucursal puede ser aportada
parcialmeáte o en su totalidad a una sociedad (mediante transferencia en bloque de establecimiento
de comercio). Sobre el procedimiento para aportar sucursales de sociedades extranjeras, puede
verse el Oficio 220-76232 de 26 de diciembre de 2000 (CD-78). El aporte de una sucursal cambia
su titularidad. Sin embargo, no es viable el aporte de una sucursal a otra sucursal; ello obedece a
que la sucursal no es persona jurídica, de modo que no tiene las condiciones para emitir títulos de
participación a cambio del aporte (cfr. Oficio 220-42041 de 28 de junio de 2000).
346 DERECHO SOCIETARIO
47C. de Co., art. 516. Se discute en la doctrina colombiana si los bienes inmuebles forman parte
del establecimiento de comercio. La omisión de su señalamiento en el art. 516 del C. de Co. ha hecho
pensar que los bienes raíces son ajenos a la concepción del establecimiento. Para otra opinión, con
la cual nos identificamos, la falta de especificación de los bienes inmuebles en la enumeración de
elementos que forman parte presunta del establecimiento, no es óbice para que convencionalmente
se incluyan dentro de él. Claro que si tal cláusula se pacta en su enajenación, la transferencia del
establecimiento deberá hacerse por escritura pública, conforme a las normas generales contenidas
en el régimen civil de los bienes.
48 C. de Co., art. 525.
49 C. de Co., art. 526. ¡
50 C. de Co., art. 527.
51 C. de Co., art. 528.
52 Ibidem.
APORTES 347
53 Cfr. C. de Co., art. 529. La necesidad de probar la buena fe exenta de culpa, que en este
caso no se presume, fue declarada exequible por la Corte Constitucional en sent. C-963 del Is de
diciembre de 1999.
54 La protección de las invenciones se cumple por medio del otorgamiento de patentes de
invención. Como es sabido, para que una invención pueda patentarse, es necesario que sea nueva,
que tenga altura inventiva y que sea susceptible de aplicación industrial (Decisión 486 de 2000 de
la Comisión de la Comunidad Andina, art. 14).
53 El art. 81 de la Decisión 486 de 2000 de la Comisión de la Comunidad Andina, dispone que
“Se considera modelo de utilidad, a toda nueva forma, configuración o disposición de elementos,
de algún artefacto, herramienta, instrumento, mecanismo u otro objeto o de alguna parte del mismo,
que permita un mejor o diferente funcionamiento, utilización o fabricación del objeto que le incorpo
re o que le proporcione alguna utilidad, ventaja o efecto técnico que antes no tenía”. Además, se
aclara que “los modelos de utilidad se protegerán mediante patentes”.
56 Los esquemas de trazado de circuitos integrados están definidos en el art. 86 de la Decisión
486 de 2000 de la Comisión de la Comunidad Andina. Esta norma preceptúa lo siguiente: “se en
tenderá por: a) Circuito integrado: un producto, en su forma final o intermedia, cuyos elementos,
de los cuales a lo menos uno es un elemento activo y alguna o todas las interconexiones, forman
parte integrante del cuerpo o de la superficie de una pieza de material, y que esté destinado a rea
lizar una función electrónica; y, b) Esquema de trazado: la disposición tridimensional, expresada
en cualquier forma, de los elementos, siendo a lo menos uno de éstos activo, e interconexiones de
un circuito integrado, así como esa disposición tridimensional preparada para un circuito integra
do destinado a ser fabricado”.
57El diseño industrial se refiere a la forma externa del producto, “que resulte de cualquier reunión
de líneas o combinación de colores, o de cualquier forma externa bidimensional o tridimensional,
línea, contorno, configuración, textura o material, sin que cambie el destino o finalidad de dicho
producto” (Decisión 486 de 2000 de la Comisión de la Comunidad Andina, art. 113). A la luz de la
definición transcrita, puede inferirse que la protección se restringe de manera exclusiva a la forma
externa del producto.
38 Se entiende que una marca es “cualquier signo que sea apto para distinguir productos o ser
vicios en el mercado” (Decisión 486 de 2000 de la Comisión de la Comunidad Andina, art. 134).
348 DERECHO SOCIETARIO
d9 El art. 190 de la antedicha decisión define el nombre comercial como “cualquier signo que
identifique a una actividad económica, a una empresa, o un establecimiento mercantil”.
60Según el art. 200 de la Decisión 486 de 2000, “la protección y depósito de los rótulos o ense
ñas se regirá por las disposiciones relativas al nombre comercial, conforme a las normas nacionales
de cada país miembro”.
61 Cfr. Cap. vi, supra.
62 No debe desestimarse en este punto lo resuelto por la doctrina de la Superintendencia de
Sociedades, según la cual, las sucursales de sociedades extranjeras carecen de aptitud jurídica para
ser titulares de participaciones de capital en sociedades. Así pues, la inversión efectuada por so
ciedades domiciliadas en el exterior, debe siempre realizarse de modo directo por tales compañías
(cfr. Oficio 220-21506 de 29 de mayo de 2001 y cap. ni, supra).
APORTES 349
del objeto social la expresión genérica relativa a “cualquier actividad lícita”. Esta
nueva postulación normativa implica el abandono de la teoría de la especialidad
en las sociedades mercantiles, así como la atenuación de la tesis de ultra vires. En
efecto, al indeterminarse el objeto, solo podrá impetrarse la nulidad de aquellos
actos en que participe la sociedad que adolezcan de alguna de las causales legales
aplicables, de modo general, a los negocios jurídicos.
De otra parte, no debe olvidarse que la aportación de partes de interés de una
sociedad colectiva, está sujeta a la aprobación unánime impartida por los asocia
dos en la asamblea o junta de socios de la compañía receptora63. Ello obedece al
hecho de que la aportación expone a un riesgo irrestricto a la sociedad que recibe
el aporte, por razón del sistema de responsabilidad solidaria e ilimitada de aquélla
forma asociativa. El incumplimiento del requisito que acaba de señalarse, dará
lugar a la nuüdad de la aportación.
Aportes de ventajas y otros derechos en sociedades de economía mixta. Las
normas vigentes le permiten al Estado participar en la formación de sociedades
mediante la aportación de toda clase de bienes. De manera específica, el legis
lador prevé la posibilidad de que las entidades estatales que se propongan hacer
contribuciones de capital en sociedades de economía mixta, lo hagan por medio
de aportaciones de ciertos intangibles a los que tales entidades tienen acceso.
Se trata, entre otros aportes en especie, de ventajas financieras o fiscales, ga
rantías de las obligaciones de la sociedad, suscripción de bonos emitidos por
la sociedad y auxilios especiales64. Claro que el Estado podrá, por su posición
muchas veces privilegiada en los negocios efectuados con particulares, realizar
aportaciones de otros bienes, tales como las concesiones públicas que dan derecho
a la explotación de un determinado bien o servicio65. Ello se debe a que la enu
meración contenida en la norma precitada no tiene carácter taxativo, de suerte que
la posibilidad de aportación estatal no tendrá más límites que los indicados de la
licitud del aporte, viabilidad, determinación y posibilidad de valoración económica.
63 C. de Co. art. 295. Salvo que la sociedad receptora sea anónima, en cuyo caso bastará la
mayoría absoluta de las acciones presentes (ley 222 de 1995, art. 68).
64 En palabras de J o s é I g n a c io N a r v á e z , “las modalidades enunciadas en ese precepto pueden
consistir en: “Ventajas financieras, como el descuento total o parcial de su cartera en un estable
cimiento de crédito oficial; el redescuento de ciertos títulos-valores en el banco emisor; cupos de
crédito generales o específicos; etc. Ventajas fiscales, como exenciones de derechos arancelarios,
descuentos tributarios, asignaciones de contribuciones especiales, etc. Garantía de las obligaciones
a cargo de la sociedad, las cuales pueden revestir carácter general o específico, según que amparen
la totalidad de las obligaciones sociales o tan sólo algunas concretamente determinadas. Suscrip
ción de bonos que emita la sociedad, sea que abarque la totalidad o sólo una parte de los emitidos
en el decurso de la vida social” (Teoría general..., cit., pág. 139).
65 Ibidem, pág. 139.
350 DERECHO SOCIETARIO
Según lo previsto en el artículo 100 de la ley 489 de 1998, estos aportes deberán
computarse como parte integrante del capital social, “a partir del momento en que
se realicen de manera efectiva o se contabilicen en los respectivos balances los
ingresos representativos”.
ü) Valoración de los aportes en especie. Como lo precisa el artículo 126 del
estatuto mercantil, para que los aportes en especie puedan efectuarse, deben ser
“estimados en un valor comercial determinado”. El precepto citado es, además,
concordante con la previsión normativa contenida en el artículo 98, ibidem, se
gún el cual, los aportes pueden hacerse “en dinero, en trabajo, o en otros bienes
apreciables en dinero” (se resalta). Mediante la valoración indicada se pretende
que los aportes reflejen, en la medida de lo posible, el valor fidedigno y real que
los bienes tengan en el comercio. Esta exigencia de orden permite, entre otras,
cosas, que se fije el monto exacto a que asciende el capital social. La precisa
cuantificación de este último corresponde a una condición legal derivada del
principio de determinación del capital. Esta afirmación es tanto más importante
cuanto que se relaciona con el límite del riesgo asumido por los asociados en las
denominadas sociedades de capitales. Otro efecto, no menos importante, se re
laciona con la definición del porcentaje de utilidades que cada socio o accionista
percibirá y con el número de votos que le corresponde a cada uno. Por esta razón,
las hipótesis de sobreavalúo de aportes en especie constituyen, como se afirmaba
antes, motivo de especial preocupación para el legislador. En estos casos, como
es obvio, el asociado aportante en especie gozará de prerrogativas que en justicia
no deberían corresponderle. Por lo demás, los avalúos errados también pueden
ocasionar graves consecuencias respecto de terceros, a causa de la percepción
también errónea que estos pueden tener sobre la cuantía verdadera del patrimonio
social. Si al capital se lo ha sobrestimado, los terceros pueden llamarse a engaño
sobre la capacidad financiera de la sociedad. El mayor valor registrado en forma
ficticia en el activo social, dará la impresión errónea de una robustez económica
de la prenda general de los acreedores.
Por lo anterior, las normas vigentes prevén diversos mecanismos de control
que propenden a que el avalúo de los aportes en especie se ajuste a la realidad
económica de la operación. Además, se establecen sanciones y controles para
asegurar, hasta donde las circunstancias lo permitan, que no se abuse de esta im
portante modalidad de aportación.
Dentro de las sanciones previstas, debe resaltarse la relativa a la responsabili
dad sohdaria prevista en el artículo 135 del Código de Comercio. En esta norma
se determina que “los asociados: responderán solidariamente por el valor atribuido
a los aportes en especie, a la fecha de la aportación, sea que se hayan efectuado al
constituirse la sociedad o posteriormente”. La hipótesis planteada permite frac
turar el principio de separación patrimonial entre la persona jurídica-sociedad y
APORTES 351
nente recordar que para el caso de las sociedades anónimas, la facultad que tiene
la asamblea general de fijar los avalúos de los aportes en especie puede delegarse
en la junta directiva (C. de Co. art. 398).
Cuando los avalúos se hubieren cumplido con anterioridad a la constitución
de la sociedad, deberán protocolizarse en la escritura pública correspondiente. Si,
por el contrario, se trata de avalúos realizados con posterioridad a ese momento,
se insertarán en la escritura de reforma, cuando fuere el caso. La disposición que
establece este requisito, parte de la base errónea de que para todo aumento de
capital efectuado en cualquier sociedad se requiere una reforma estatutaria. Es
claro, sin embargo, que en el caso de las especies asociativas por acciones, basta
con la simple emisión y suscripción del monto de capital que se pretende colocar,
para cuyo efecto no se requiere una modificación del contrato social71.
B) Aportes de industria
71 Respecto de los mecanismos de aumento de capital en toda clase de sociedades puede verse
el cap. vm, infra.
72Joseph A. M cC ah ery se refiere a los orígenes de la commenda y su importancia en la combi
nación de recursos de capital e industria en el Medioevo (cff. Corporate Governance and Innovation,
Venture Capital, Joint Venture, and Family Businesses, Amsterdam Center for Law and Economics,
University of Amsterdam, 2006, págs. 8-9).
354 DERECHO SOCIETARIO
81 En efecto, el último inciso del art. 137 del C. de Co., expresamente prevé que “Habiéndose
producido pérdidas, el socio industrial no recibirá retribución en el respectivo ejercicio”.
82G abino Pinzón se refiere a este problema y advierte que ciertas legislaciones, como la francesa,
prohíben el aporte industrial para ciertos tipos de sociedades. En su opinión: ‘Tor ser la industria o
servicio personal un bien meramente incorporal que no representa algo que pueda ser perseguido
por los acreedores de la sociedad, la doctrina ha sido hostil contra el aporte de industria en las so
ciedades de capitales y así es, por ejemplo, como en la ley francesa de 1966 ha sido prohibida en
las sociedades de responsabilidad limitada, como se hizo desde 1928 en la ley que reguló esa misma
clase de sociedades” (Sociedades comerciales..., vol. i, cit., pág. 135).
83La Superintendencia de Sociedades se ha referido a las dos modalidades de aporte en industria
(Cfr., entre otros, los oficios 220-23629 de 29 de marzo de 2000, 220-44680 de 13 de septiembre
de 2007 y 220-139454 de 9 de octubre de 2013).
APORTES 357
84 El legislador prevé que la amortización del aporte en industria se haga con cargo a pérdidas
y ganancias, para que el capital social no se disminuya. G a v ir ia G u t ié r r e z proporciona un ejemplo
en el que es palmaria la dificultad a que dan lugar los aportes industriales con estimación anticipada
de su valor. Debido a que estos aportes son incorporales y en razón de su vigencia efímera, la ley
prevé una ficción contable para que el aporte del socio industrial con estimación anticipada pueda
integrar el capital social. “Supongamos, por ejemplo, que una persona aporta su capital durante dos
años, recibiendo a cambio $ 500.000 en acciones que con el servicio suyo libera; al fin del bienio
existirá, pues, medio millón de pesos en acciones ya suscritas y pagadas, a las cuales no corresponde
ninguna porción de los recursos sociales, pues la contraprestación ha sido el trabajo humano que se
consume y desaparece a medida que se presta; pues bien, para evitar esta situación, esta desarmonía
entre el valor que expresa el capital suscrito y pagado y los bienes reales que a él corresponden, con
los consiguientes peligros para los acreedores sociales, la ley ordena cargar a la cuenta de pérdidas
y ganancias los $ 500.000, es decir, el valor en que ha sido estimado el trabajo, o sea, que ha de
formarse una provisión resultante de esta amortización forzosa, que permita a la sociedad reservar
y disponer de recursos monetarios reales de cuantía igual al avalúo en dinero del trabajo aportado”
(Las sociedades..., cit., pág. 162).
85Según Luis C a r l o s N e i r a , “El fenómeno contable es muy sencillo: cuando la industria aporta
da no se compensa con una participación en el capital, las utilidades se producen sin que sean afec
tadas por ningún costo por razón de dicha industria; en cambio, cuando se retribuye con capital, las
utilidades van a ser afectadas con la amortización que señala la ley. Entonces el reconocimiento del
valor del aporte debe ser anterior a su prestación, para que en esta forma se amortice en la medida
en que se cumpla la industria o trabajo en los ejercicios posteriores. Se trata de la creación de un
activo diferido, aporte de industria pagado por anticipado, que se amortiza a medida que se vaya
cumpliendo el aporte”. (Apuntaciones..., cit., págs. 64-65).
358 DERECHO SOCIETARIO
88 En lo relativo a los derechos del aportante de industria sin estimación anticipada de su valor,
la Superintendencia de Sociedades ha precisado que “en atención a que su aporte no puede formar
parte del capital de la compañía, entre las prerrogativas de que goza en su calidad de socio indus
trial está el derecho a tener voz en las reuniones que celebre el máximo órgano social, pero nunca
el derecho al voto, pues dicho socio ha sido colocado por el Código en un plano de inferioridad
respecto de los capitalistas” (Oficio SL-25051 de 5 de diciembre de 1989).
DERECHO SOCIETARIO
360
3, P a g o o e n t r e g a d e l o s a po r t e s
89 Para un análisis relativo al modus operandi de este precepto supletorio, puede verse el cap.
xi, infra.
90Debe recordarse que en los términos de los arts. 345 y 376 del C. de Co., tanto en el momen
to de constitución de las sociedades anónimas y en comandita por acciones, como en cada aumento
de capital suscrito que se realice, debe procederse al pago de por lo menos la tercera parte del valor
de cada acción. Así mismo, cuando se pacta el pago de acciones suscritas mediante el estableci
miento de plazos, el término máximo para cubrir el saldo no pagado como cuota inicial, no podrá
exceder de un año. Sin embargo, este plazo puede ser mayor respecto de la suscripción de acciones
de sociedades inscritas en bolsa (ley 964 de 2005, art. 41 parg. I9) y en lo relativo a los aumentos de
capital de sociedades anónimas con acuerdos de reestructuración en curso (art. 42 de la ley 1116
APORTES 361
Por el contrario, no es viable convenir términos de pago para las cuotas sociales
en la sociedad de responsabilidad limitada, a causa de la restricción legal prevista
en el artículo 354 del estatuto mercantil, según la cual, “el capital social se pagará
íntegramente al constituirse la compañía”91.
No hay norma legal específica que limite la libertad de estipulación de los so
cios en esta materia respecto de sociedades colectivas y en comandita simple.
De ahí que pueda concluirse, como es lógico, que en el caso específico de estas
dos especies asociativas, los socios podrán estipular libremente el lugar, forma
y época de pago o entrega del aporte. Esta conclusión no está exenta de debate
en relación con la sociedad comanditaria simple, debido al principio de remisión
contenido en el artículo 341 del estatuto mercantil, por cuyo efecto los asuntos
relativos a los socios comanditarios que no estuvieren previstos en el régimen
de esta forma asociativa, se resuelven bajo las normas propias de la sociedad de
responsabilidad limitada. Si tal principio se adoptara en forma exegética, se con
cluiría que el capital social de la compañía requeriría integración efectiva en el
momento de constituirse ésta.
Parece evidente que esta conclusión no es acertada, en especial, por la diversa
finalidad de protección que cumple el capital social en las dos especies asociativas
señaladas. Mientras que en la sociedad de responsabilidad limitada no existe, como
regla general, intercomunicación patrimonial entre la compañía y los socios, en
las comanditarias tal extensión de responsabilidad es viable para los socios ges
tores, quienes actúan como garantes subsidiarios por las obligaciones sociales. A
favor de la misma tesis que se ha esbozado, se encuentra el autorizado criterio de
G a b in o P in zó n , quien niega la obligación de pago íntegro del capital social en la
sociedad comanditaria simple. En su opinión, es claro “que no puede deducirse
del artículo 341 del Código la exigencia de que en las sociedades en comandita
simple se haga el pago de todo el capital al momento de su constitución, pues
de 2006). Respecto de las sociedades por acciones simplificadas debe hacerse referencia a lo previsto
en el art. 99 de la ley 1258 de 2008, conforme al cual es factible acordar condiciones, proporciones
y plazos distintos para la suscripción y pago de las acciones suscritas diferentes de aquellos pre
vistos para las sociedades anónimas. Con todo, ha de tenerse en cuenta que en la precitada norma
se dispone enfáticamente que el plazo para el pago de la acciones no podrá exceder de dos años.
Cfr. cap. vm, infra.
91 El art. 355 del C. de Co., prevé las sanciones aplicables para aquellos casos en que no se
hubiere pagado la totalidad del capital social al constituirse la sociedad de responsabilidad limitada:
“Cuando se compruebe que los aportes no han sido pagados íntegramente, la Superintendencia deberá
exigir, bajo apremio de multas, que tales aportes se cubran u ordenar la disolución de la sociedad,
sin perjuicio de que la responsabilidad de los socios se deduzca como en la sociedad colectiva”
(cfr. Superintendencia de Sociedades, Oficio 220-112513 de 16 de diciembre de 1999) (CD-79).
362 DERECHO SOCIETARIO
4. M o r a e n e l pa g o d e l o s a po r t e s
El carácter plurilateral del contrato social trae como consecuencia que en los
casos de incumplimiento parcial o total no rija la exceptio non adimpleti contractus,
propia de los contratos de contraprestación. En estos últimos es viable, además,
pedir la resolución del contrato junto con la indemnización de peijuicios95. El
tratamiento de las hipótesis de incumplimiento para el contrato social se aparta
de modo significativo del régimen general reseñado para los contratos de contra
prestación. El hecho de no entregar los aportes prometidos de manera oportuna,
a lo sumo, traerá como efecto el rompimiento del vínculo respecto del socio o
accionista incumplido. En los casos excepcionales en que el aporte cuya entrega
se incumple, sea de vital importancia para la sociedad, se producirá la imposibi-
podrá efectuar la disminución del capital social, cuando los acreedores de la sociedad consientan en
ella de manera expresa y por escrito. En todo caso, se requerirá autorización de la Superintendencia
de Sociedades y también la del Ministerio del Trabajo, en caso de existir pasivos laborales (cfr.
Superintendencia de Sociedades, Oficio 220-53255 de 18 de diciembre de 2001) (CD-81). Sobre
el trámite de reducción de capital bajo las pautas del art. 145 del C. de Co., cfr., cap. vm, infra.
100 La mora se rige, además, por las disposiciones contenidas en los arts. 1608 y siguientes del
C. C. Según las mismas reglas generales, no existirá mora cuando se presente una situación de caso
fortuito o fuerza mayor. En este punto, también debe citarse la disposición contenida en el art. 10
de la ley 986 de 2005, por cuya virtud el secuestro de personas se tiene como caso fortuito o fuerza
mayor, sin que sea necesario demostrar que tal hecho deplorable es imprevisto e imposible de resistir.
La misma norma dispone que se interrumpirán para el deudor en esta situación, “los términos de
vencimiento de todas sus obligaciones dinerarias, tanto civiles como comerciales, que no estén en
mora al momento de la ocurrencia del secuestro” (art. 11).
APORTES 365
Si las multas resultaren ineficaces para apremiar el pago de los aportes adeu
dados, la Superintendencia de Sociedades procederá a ordenar la disolución de la
sociedad. Las anteriores sanciones no son óbice para que la responsabilidad de los
socios pase a ser solidaria e ilimitada por las obligaciones en que hubiere incurrido
la sociedad, vale decir, idéntica a la que se asume en las sociedades colectivas.
En el caso del socio industrial, las consecuencias de la mora estarán determi
nadas, en principio, por lo que se haya establecido en el contrato social. A falta de
estipulación contractual al respecto, éstas deberán analizarse a la luz de lo previsto
en el Código Civil en materia de obligaciones de hacer, conforme a la remisión
normativa prevista en el artículo 138 del Código de Comercio. Así mismo, debe
recordarse que el artículo 1610 del Código Civil prevé para estos casos los siguientes
arbitrios que implicarán para el acreedor la posibilidad de solicitar “junto con la
indemnización de la mora, cualquiera de estas tres cosas, a elección suya: 1. Que
se apremie al deudor para la ejecución del hecho convenido. 2. Que se le autorice
a él mismo para hacerlo ejecutar por un tercero a expensas del deudor. 3. Que el
deudor le indemnice de los perjuicios resultantes de la infracción del contrato” 105.
5. A u m e n t o o r e po s ic ió n d e l a po r t e
imponer sanciones hasta por valor de doscientos salarios mínimos legales mensuales. El monto de
estas sanciones puede resultar irrisorio si se considera el crecimiento de la economía colombia
na y de las sociedades constituidas en el país. Es por ello por lo que en el proyecto de ley 70 de
2015, se propone un aumento sustancial de las sanciones que la Superintendencia de Sociedades
podría imponer (vid. Cap. xiv infra).
105 N a rv á e z advierte acertadamente que en las hipótesis de mora del socio industrial no podrá
aplicarse el arbitrio que le permite al acreedor contratar a un tercero a expensas del deudor para que
ejecute la tarea. En su criterio, esta solución se opone a la naturaleza del vínculo del socio industrial,
pues “el elemento intuitus personae excluye la sustitución por un tercero en la prestación del aporte
prometido” (Teoría general..., cit., pág. 143). Sobre los arbitrio de indemnización en la sociedad
anónima, vid. Oficio 220-73743 de 4 de diciembre de 2000, emitido por la Superintendencia de
Sociedades (CD-83).
APORTES 367
6. R e s titu c ió n d e l a p o rte
titular del animus dominus puede solicitar su devolución. Es bueno aclarar que
la restitución de la cosa fructuaria es de la esencia del usufructo, de acuerdo con
las normas del Código Civil. Por ello es acertado afirmar que aun cuando no se
hubiere pactado en el contrato, la restitución del respectivo bien será procedente
al término del usufructo.
La segunda hipótesis de que trata el artículo 143, in fine, se refiere a la resti
tución que ocurre como consecuencia del proceso liquidatorio, una vez pagado el
pasivo extemo. En este caso se trata de satisfacer la cuota social de liquidación
sin proceder a un reembolso efectivo de la participación del asociado. Para que
esta restitución sea eficaz, se requiere, bien que se hubiere pactado tal cosa en los
estatutos sociales (art. 110, ord. 10, ibidem), o que lo haya decidido la asamblea
o junta de socios con la mayoría que fuere pertinente.
Además, será indispensable que el bien aportado en propiedad forme parte
del activo social (por no haberse enajenado antes del pago del pasivo intemo)
y que los demás bienes de la compañía hayan sido suficientes para satisfacer el
pasivo extemo y cubrir la parte proporcional del remanente de los activos sociales
que les correspondería a los demás asociados. Una última circunstancia de res
titución del aporte se origina en aquellos casos en que se declare nulo el contrato
social respecto del asociado que solicita la restitución, siempre que la nulidad no
provenga de objeto o causa ilícitos.
7. R e e m b o l s o d e l o s a po r t e s
110La Superintendencia de Sociedades ha recalcado que, en virtud del art. 144 del C. de Co.,
no es posible que los asociados soliciten el reembolso de sus aportes antes de que se haya pagado
el pasivo externo. “El sentido del artículo 144 del Código de Comercio es el que, una vez disuelta
una sociedad y, por consiguiente, en estado de liquidación, los asociados de la misma no pueden
pedir, ni lógicamente ella ordenar el reembolso del valor total, ni siquiera parcial, de sus acciones,
cuotas o partes de interés, antes de que se haya cancelado el pasivo extemo [...].
”No es, pues, que si la sociedad carece de pasivo extemo pueda hacerse a través de una reduc
ción del capital un reembolso total a alguno o algunos de los asociados, o que pueda entregársele a
todos solo una parte de lo que realmente les corresponda en los resultados que arroje la liquidación,
pues ello sería contrario a las disposiciones legales vigentes, en especial el artículo 247 del Códi
go de Comercio, según el cual, pagado el pasivo extemo de la sociedad en liquidación, la obligación
de quien ejerza las funciones de liquidador es proceder a distribuir el remanente de los activos so
ciales entre los asociados, cumplido lo cual culmina materialmente el proceso liquidator»” (Oficio
OA/0436, 15 de enero de 1973).
111 Cff. Oficio 220-100908 de 21 de noviembre de 2012, proferido por la Superintendencia de
Sociedades.
1,2 Debe precisarse que el art. 145 del C. de Co., también es aplicable respecto de la sociedad
por acciones simplificada. En lo relativo a la disminución de capital con reembolso de aportes, la
Superintendencia de Sociedades ha expresado que, “toda sociedad, sucursal de sociedad extranjera
o empresa unipersonal no sometida a la vigilancia de la Superintendencia Financiera que pretenda
llevar a cabo una reforma estatutaria consistente en la disminución de su capital social con efectivo
370 DERECHO SOCIETARIO