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Los aborigenes

El actual territorio entrerriano estaba habitado, antes de la llegada de los


conquistadores españoles, por poblaciones aborígenes que desarrollaron
culturas particulares y definidas: Guaraníes, Chanás y Charrúas, divididos, a
su vez, en subgrupos culturales.
Los primeros se caracterizaron por ser cazadores, agricultores, pescadores y
fabricantes de armas (arcos y puntas de flecha), así como diestros en la
fabricación de canoas, instrumentos musicales y la utilización de la madera
y la cestería. Se ubicaron en la región sur de la provincia donde
conformaron una cultura homogénea de tipo sedentario. Vivían en casas
agrupadas en aldeas de tipo rectangular o redonda de barro y paja, con un
espacio central donde había una plaza.

La cultura chaná se subdividía en: Mocoretáes, Timbúes y Beguaes, y


ocuparon la región oeste de la provincia. Se dedicaron a la caza, pesca,
recolección y el cultivo de la tierra. Poseyeron una industria de cerámica
decorada. Eran seminómades y sus casas eran ranchos comunales. Su
organización a través de cacicazgos hereditarios, contaba con asambleas
para resolver asuntos comunitarios muy importantes. Sus creencias
religiosas eran expresadas a través de rituales populares.

Los charrúas (cuyo nombre en guaraní significa revoltoso, antojadizo) se


subdividían en Yaros, Minuanes, Martidanes y Guenoas, que compartían la
particularidad de ser extremadamente belicosos y resistente a todo cambio,
a tal punto, que fue el último grupo en desaparecer. La guerra fue su
principal actividad, pero también se dedicaron a la caza, la pesca, la
recolección y el trabajo en piedra, con la cual realizaban puntas de flecha,
arma que era complementada con el uso de boleadoras. Se ubicaron en la
región central de la provincia, aunque eran nómades. Sus casas estaban
realizadas de esteras armadas sobre postes, en campamentos próximos a
arroyos. Estaban organizados en cacicazgos, consejo de ancianos y
guerreros, encargados de resolver los asuntos de gravedad del pueblo.

Colonización.
Por orden del gobernador de Asunción del Paraguay, Martín Suárez de
Toledo, Juan de Garay fundó la ciudad de Santa Fe el 15 de noviembre de
1573. El acta de fundación señala que los límites de su jurisdicción
abarcaban el territorio entrerriano:

A excepción del extremo sur en el delta del Paraná, todo el resto del
territorio entrerriano quedó comprendido dentro de las 50 leguas que a
contar desde el río Paraná, fueron adjudicadas como territorio de
jurisdicción del cabildo de Santa Fe, quedando el extremo sur
indeterminado y dependiente del cabildo de Buenos Aires. Por el norte la
jurisdicción santafesina alcanzaba el río Santa Lucía (cabo de los
Anegadizos) desde el cual comenzaba la del cabildo de Corrientes, a partir
de la fundación de esa ciudad el 3 de abril de 1588. El 9 de junio de 1675 se
colocó un mojón al sur de la desembocadura del río Santa Lucía, y luego
otro al norte de la desembocadura del arroyo Batel en el río Corrientes.
Ambas ciudades contaron con un teniente de gobernador como
comandante militar y político durante todo el período colonial, por lo que
Entre Ríos dependía de la tenencia de gobierno de Santa Fe.

Proveniente de la antigua Santa Fe ubicada en Cayastá, la corriente


colonizadora entró a Entre Ríos por el Paso Viejo, que por aquel entonces se
conocía como Paso de los Caballos, entre la desembocadura del arroyo
Feliciano y la punta Yeso. Los primeros pobladores del territorio se
asentaron en el actual departamento La Paz, a orillas del río Paraná a fines
del siglo XVI.

Hasta 1730 el cabildo de Santa Fe dividió inorgánicamente su jurisdicción


efectiva sobre Entre Ríos en dos pagos sin que designara autoridades en
ellos:
Pago de Feliciano (desde la frontera con el territorio del cabildo de
Corrientes hasta un punto en el departamento La Paz);

Pago de La Bajada (desde ese punto hasta punta Gorda en Diamante).

Ese año procedió a dividir el área en: pagos, distritos, lugares de estancias y
chacras. La nueva jurisdicción de La Bajada quedó establecida por el río
Paraná desde el arroyo Paracao hasta el arroyo las Tunas, circunvalando
tres leguas por el arroyo Saucesito hasta el Paracao.

En 1777 fue nombrado por el cabildo de Buenos Aires como comandante


de los partidos de Gualeguaychú, Gualeguay y Arroyo de la China, Justo
Esteban García de Zúñiga, quien construyó un fortín en Gualeguaychú. La
zona dependía del cabildo de Santa Fe, que no designaba autoridades para
ella. En 1778 el territorio comprendido entre el río Paraná, el arroyo
Nogoyá, el arroyo Raíces, el río Gualeguay, el arroyo Yeruá y el río Uruguay
pasó formalmente a depender del cabildo de Buenos Aires

En el informe que el capitán de Dragones Tomás de Rocamora envió al


virrey Juan José de Vértiz y Salcedo el 11 de agosto de 1782 señaló que el
territorio de Entre Ríos (excepto las áreas dependientes de Misiones)
estaba dividido en forma natural en 4 partidos: Paraná (entre el río Paraná y
el arroyo Nogoyá), Gualeguay (entre el arroyo Nogoyá y el río Gualeguay),
Gualeguaychú (entre los ríos Gualeguay y Gualeguaychú) y Uruguay (entre
los ríos Gualeguaychú y Uruguay). No consideró partido a Nogoyá, territorio
dividido por el arroyo Nogoyá entre los partidos de Paraná y Gualeguay, y
que se separaba de este último por el arroyo Clé, pero lo consignó aparte.

El 4 de septiembre de 1782 el virrey Vértiz aprobó las propuestas de


Rocamora y reunió en un solo mando las jurisdicciones de Gualeguay,
Gualeguaychú y Arroyo de la China, junto con el comando de las milicias de
los 3 partidos y las de Nogoyá y La Bajada, con un jefe residente en
Gualeguay, quedando constituido el partido general de Entre Ríos.
El 2 de noviembre el virrey comisionó a Rocamora para que fundase una
población en cada uno de los cinco partidos, enviándole agrimensores y
sujetando a su autoridad "por ahora" a los jueces comisionados de los
partidos de Nogoyá y Paraná dependientes de Santa Fe.

El 20 de marzo de 1783 Rocamora fundó la Villa de San Antonio de


Gualeguay Grande con 150 vecinos. Luego se dirigió al Partido del Arroyo de
la China en donde fundó la Villa de Nuestra Señora de la Concepción del
Uruguay el 25 de junio, aprobado por el virrey el 12 de julio. Pasó luego al
Partido de Gualeguaychú, en donde el 20 de octubre fundó la Villa de San
José de Gualeguaychú. En las tres villas quedaron instalados los respectivos
cabildos con sus alcaldes, finalizando su dependencia del cabildo de Buenos
Aires.

En 1784 el cabildo de Concepción del Uruguay fijó su jurisdicción entre los


ríos Uruguay y Gualeguaychú, el arroyo Gená, el río Gualeguay, el arroyo
Lucas y el arroyo Yeruá hasta el río Uruguay.

La creación formal de la provincia de Entre Ríos en 1814, se produjo en


pleno proceso de configuración política de lo que hoy conocemos como
República Argentina, y su organización federal y republicana se debe en
gran parte a la lucha de los entrerrianos en defensa del principio de
autonomía provincial.

Para 1814, José Gervasio Artigas, militar y estadista rioplatense destacado


por ser el mensajero del federalismo, había logrado proyectar su influencia
en el litoral. Su ideario federal y republicano provocó tensiones y conflictos
con el gobierno de Buenos Aires. En este complejo escenario se produce la
creación de nuestra provincia.

Artigas y el Gobierno de Buenos Aires


En 1813 comenzó a sesionar la Asamblea General Constituyente, que se
proclamó representante de las Provincias Unidas del Río de la Plata,
teniendo como objetivo declarar la independencia y sancionar una
constitución, pero la preeminencia de un sector reaccionario, encabezado
por Carlos María de Alvear frustró estos objetivos.

Entre Ríos no fue invitada a enviar un diputado a la Asamblea y para el


“continente de Entre Ríos” vaga expresión geográfica que comprendía los
territorios de Entre Ríos, Corrientes y Misiones, figuró como diputado el
porteño Ramón de Anchoris. Esta designación arbitraria provocó malestar
en los entrerrianos.

Artigas, por su parte, encomendó a sus diputados exigir en la Asamblea la


inmediata declaración de la independencia, y la sanción de una constitución
republicana y federal. Sin embargo Alvear logró rechazar los delegados
artiguistas y postergar la declaración de la independencia.

Además la Asamblea, creó una figura que contribuyó a la concentración del


poder, estableciendo un poder ejecutivo unipersonal: el Directorio, cargo
que asumió José Posadas, tío de Alvear.

El rechazo de los diputados orientales terminó por provocar la ruptura de


Artigas con el gobierno porteño. Posadas lo declaró “Traidor a la Patria; y
los territorios de Entre Ríos, Corrientes y Misiones se convirtieron en el
campo de batalla entre Artigas y el Gobierno de Buenos Aires.

El 22 de febrero de 1814 las fuerzas antigüistas al mando de Otorgués y


Esusebio Hereñú, vencen a las tropas del Directorio porteño en la Batalla
del Espinillo, estableciendo de hecho la autonomía de Entre Ríos.

El 23 de abril de 1814, José Artigas junto con el enviado del Supremo


Director de las Provincias Unidas del Río de la Plata Gervasio Antonio de
Posadas y el comandante del Regimiento de Cívicos de Santa Fe Francisco
Antonio Candioti, convinienen en declarar la independencia de Entre Ríos.

Creación de la Provincia de Entre Ríos


En 1814 el Director Supremo de las Provincias Unidas del Sur, Gervasio
Posadas, creó la provincia de Entre Ríos, separando su territorio de
Corrientes. Con ello, Buenos Aires se arrogaba la atribución de elegir
autoridades para la flamante provincia.

El 10 de Septiembre de 1814 el Director Posadas decretó:

“el territorio de Entre Ríos, con todos sus pueblos, formará desde hoy en adelante
una provincia del Estado con la denominación de provincia del Entre-Ríos”, y
estableció que “los límites de esta provincia, serán al Norte la línea que entre los
ríos Paraná y Uruguay forma el río de Corrientes en su confluencia con aquel, hasta
la del arroyo Aguarachay y este mismo arroyo con el Curuzu-Cuatiá, hasta su
confluencia con el Miriñay, en las inmediaciones del Uruguay; al Este el Uruguay, y
al Sud y Oeste, el Paraná”.

La disposición separó a la provincia de la intendencia de Buenos Aires y


determinó que el gobernador “tendría las mismas facultades, derechos,
prerrogativas y dependencia, que las demás provincias del Estado”. En el
edicto, también estableció la Villa de la Concepción del Uruguay, como sede
Capital de la provincia.

El gobierno de Buenos Aires envió, sucesivamente, tres gobernadores


intendentes para Entre Ríos entre 1814 y 1815: Blas José Pico, Juan José
Viamonte y Eusebio Valdenegro quienes se abocaron a perseguir a los
seguidores de Artigas en la región. Sin embargo ninguno de ellos pudo
ejercer acto gubernativo alguno, y su nombramiento fue sólo formal ya que
los entrerrianos en general desconocieron y resistieron dichas
designaciones.

El Coronel Pico, en su parte sobre la situación en Entre Ríos le escribió a


Posadas: “para reducir a los entrerrianos y sofocar la resistencia es
necesario desterrar de la provincia a quinientas familias y fusilar a todos los
rebeldes que se tomaran prisioneros.” Reemplazado por Juan José
Viamonte, éste también confesó su impotencia al frente de un
“desagraciado gobierno”.
El Directorio resolvió retirar sus fuerzas de Entre Ríos, y Artigas afirmado en
su provincia nativa, y en Corrientes y Entre Ríos, fue en camino de extender
su dominio hacia Santa Fe y Córdoba.

Glosario:

Autonomía: Facultad o poder de una entidad territorial, integrada en otra


superior, para gobernarse de acuerdo con sus propias leyes y organismos.

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