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Primer y Segundo Gobierno de Juan

Manuel de Rosas
En diciembre de 1829 la Legislatura porteña eligió como gobernador de Buenos Aires a Juan Manuel
de Rosas, otorgándole facultades extraordinarias, es decir el ejercicio del poder legislativo además del
ejecutivo con el título el Restaurador de las leyes. Esta medida buscaba restablecer el orden dentro de la
provincia y hacer frente a la continua guerra civil contra los unitarios. El general José María Paz, aliado de
Lavalle había tomado el poder en Córdoba y enfrentaba con éxito a las fuerzas federales, controlando desde
allí a las provincias del noroeste y cuyo.
Rosas era un representante de los sectores terratenientes de Buenos Aires, era un estanciero dueño
de saladeros que consideraba innecesario el reparto de las rentas aduaneras con el resto de las provincias y
sostenía que no estaban dadas las condiciones para convocar a un congreso constituyente y el
establecimiento de un gobierno central. De esta manera pudo ejercer influencia económica y política sobre
las demás provincias.
Además, este político tenía gran influencia sobre los sectores populares urbanos y rurales por lo que
la élite porteña lo consideraban capaz de imponer el orden en la provincia.

En 1830 los representantes de Catamarca, Córdoba, La Rioja, Mendoza y San Luis crearon la Liga del
Interior a la que se sumaron luego Salta, San Juan Santiago del Estero y Tucumán, otorgándole a Paz el
supremo poder militar en estas provincias.
Para enfrentarla, al año siguiente los representantes de Santa fe y Entre Ríos firmaron el Pacto
Federal, al que luego adhirió Corrientes. Se trataba de una alianza militar y política para organizar al país
bajo un sistema federal. Poco a poco estas fuerzas fueron derrotando a las unitarias y para 1832 todas las
provincias estarían adheridas al Pacto Federal pero esto no significó la convocatoria a un congreso
constituyente; Buenos Aires se oponía.
(Por favor desestimar el nombre Argentina que aparece en el mapa, podemos usar este nombre luego de 1853)

Al finalizar el primer mandato como gobernador, Rosas fue reelecto pero sin las facultades
extraordinarias por lo que Rosas rechazó el cargo. Emprendió una campaña, la Campaña del Desierto, para
extender y asegurar la explotación ganadera en el sur de la provincia de Buenos Aires que se encontraba en
manos de los indígenas. Logró incorporar por medio de pactos y por la fuerza 75.000km cuadrados de
territorio lo que le valió un gran prestigio y respaldo político.
Mientras Rosas se encontraba en la campaña, la situación en la ciudad era de gran inestabilidad: las
dos facciones del federalismo bonaerense, los apostólicos, seguidores de Rosas y los doctrinarios, que se
negaban a otorgarle las facultades extraordinarias se encontraban en pugna.
Los apostólicos, dirigidos por la esposa de Rosas, Encarnación de Ezcurra, aprovecharon un juicio que
el gobierno inició contra el periódico El Restaurador de las Leyes, para promover un levantamiento conocido
como la Revolución de los Restauradores. Ni el gobernador ni quienes o sucedieron pudieron conseguir el
orden en la provincia.
Los partidarios de Rosas crearon la Sociedad Popular Restauradora, que disponía de una fuerza de
choque, La Mazorca para perseguir y denunciar a los opositores.
A principios de 1835, el caudillo riojano Facundo Quiroga fue asesinado en Córdoba, lo que hizo
temer una guerra civil generalizada, lo que llevó a la Legislatura porteña a reelegir como gobernador a Rosas
con la suma del poder público es decir con atribuciones del poder ejecutivo, legislativo y judicial, iniciándose
su segundo mandato que se extendería hasta 1852.
Cuando Rosas regresó al poder destituyó a todos los magistrados, funcionarios civiles y militares en
los que no confiaba plenamente, ya fueran unitarios o federales. Este grupo pasó a integrar las filas de sus
opositores y se exiliaron a Montevideo. A ellos se sumó un grupo de jóvenes intelectuales porteños y los
estancieros que se vieron perjudicados por el cobro de la enfiteusis y la élite del interior y del litoral que
estaba descontenta con el predominio económico porteño. Todo este grupo diverso fue denominado
“salvajes unitarios” por el rosismo a pesar de la diversidad de ideas políticas e intereses que lo conformaban.
Aplicó el uso del lema Federación o muerte en los documentos oficiales y el uso de la divisa punzó
(cinta roja) como manifestación de adhesión y lealtad.
El predominio porteño en las provincias se basaba en el control del puerto y la aduana de Buenos
Aires: todo el tráfico internacional se centraba en Buenos Aires ya que regía una prohibición sobre la libre
navegación de los ríos Paraná y Uruguay.
Rosas promulgó la Ley de aduanas que protegía a los productos que pudieran ser producidos en la
Confederación con altos gravámenes, pero paulatinamente esos aranceles comenzaron a ser reducidos.
Hacia 1834 Francia buscaba lograr un acuerdo comercial ventajoso con las provincias y que sus
ciudadanos residentes en el país fuesen exceptuados del servicio militar obligatorio, trato similar al que
contaban los ingleses residentes. Ante la negativa de Rosas, una fuerza naval francesa declaró el bloqueo de
los puertos a la Confederación que duró hasta 1840. Esta acción francesa promovió el aglutinamiento de la
oposición política a Rosas con movilizaciones militares y la caída del comercio y los ingresos de la aduana. El
general Lavalle, organizó una fuerza con emigrados en Montevideo que desembarcó en Baradero con la
esperanza de una insurrección porteña que no se produjo por lo que marchó hacia el norte en donde unió
sus fuerzas a la Coalición del Norte formada por Tucumán, Salta, Jujuy y Catamarca u liderada por Lamadrid.
Rosas envió a sus tropas con el apoyo de los federales de Entre Ríos, Santiago del Estero y Cuyo y
reforzó la represión en Buenos Aires. La derrota de la Coalición del Norte consolidó a los caudillos federales
aliados a Rosas en las provincias del interior.
Ante los perjuicios económicos derivados del bloqueo Rosas negoció con los franceses y finalmente
acordó ventajas similares a las concedidas a los ingleses a cambio de finalizar el bloqueo y devolver la isla
Martín García.
El líder político de Montevideo, Fructuoso Rivera había participado en la coalición contra Rosas y con
el apoyo francés y de los emigrados antirosistasforzó el alejamiento del presidente Oribe. Cuando la
coalición antirosista fue derrotada, Rosas apoyó a Oribe en un gran sitio a Montevideo que se encontraba en
manos de Rivera que se inició en 1843 y se prolongó hasta 1851.
Como reacción al sitio de Montevideo se formó una nueva coalición internacional formada por
emigrados, fuerzas orientales que respondían a Rivera, fuerzas de la provincia de Corrientes, Gran Bretaña y
Francia. Los representantes de estas últimas potencias querían poner fin al enfrentamiento civil que
perjudicaba sus intereses económicos. En 1845 iniciaron un bloqueo conjunto a los puertos de la
Confederación. Una escuadra se internó en el río Paraná para llevar mercaderías hasta Asunción. Los
gobernadores de Buenos Aires, Santa fe y Entre Ríos intentaron cortarle el paso en un angosto recodo del
río, la Vuelta de Obligado: unieron 24 embarcaciones con cadenas atravesando el curso del Paraná. Aunque
se trató de una derrota táctica el hecho tuvo gran repercusión en América Latina.

Durante la década de 1840 Rosas mantuvo el control de la Confederación pero su poder en el Litoral
y en el interior dependía de la fidelidad de los gobernadores aliados. Las diferencias entre la política de
Rosas y los intereses litoraleños se profundizaron. El predominio del puerto y la Aduana de Buenos Aires
perjudicaba en especial a Entre Ríos, donde la producción de lana venía en aumento, favorecida por la
creciente demanda de Europa. Por otra parte, los argumentos de Rosas para retrasar la organización del
congreso constituyente perdían peso frente a las constantes demandas de las provincias.
En 1851, Urquiza redactó un pronunciamiento en el que reasumía la representación de las relaciones
internacionales de su provincia, hasta ahora delegada a Buenos Aires. Además reclamaba la convocatoria a
un congreso constituyente. Rosas la rechazó enérgicamente y Urquiza respondió con la conformación del
Ejército Grande (alianza entre Brasil, el gobierno de Montevideo, y los exiliados antirosistas) que invadió el
territorio bonaerense que finalmente obtuvieron la victoria en la batalla de Caseros. Rosas renunció a la
gobernación y se exilió a Inglaterra.
Urquiza convocó a los gobernadores a una reunión en San Nicolás de los Arroyos donde se decidió la
convocatoria a un congreso general constituyente y se nombró como director provisorio de la Confederación
a Urquiza.
La legislatura porteña rechazó el Acuerdo de San Nicolás, que incluía la nacionalización de la aduana
y a libre navegación de los ríos. Estalló un levantamiento en Buenos Aires que se separó de la Confederación
hasta 1861.

Actividades:
Expliquen qué sectores se oponían a Rosas y por qué
Realicen un análisis comparativo entre la primera y la segunda coalición antirosista.
¿Por qué Buenos Aires rechazó el Acuerdo de San Nicolás?

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