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Artiguismo: un proyecto distinto de

independencia
Además de romper los lazos con España, Artigas
buscaba que las provincias pudieran autogobernarse y
formar una confederación. Se enfrentó a los intereses
centralistas del gobierno de Buenos Aires.
José Gervasio Artigas fue un militar y político rioplatense que buscaba la independencia de
España, pero además perseguía una segunda independencia que dotaba a las provincias de
la capacidad de autogobernarse.

Una de sus propuestas fue confiscarles tierras a los enemigos de la revolución para
repartirlas entre los menos privilegiados. Su postura fue inadmisible para el gobierno de
Buenos Aires y en 1814 fue considerado como traidor.

La historiadora uruguaya Ana Frega dio detalles sobre la vida y visión política de uno
de los precursores del federalismo. “Artigas nació en 1764. Pertenecía a una de las

familias fundadoras de Montevideo y hab Proyecto de Artigas


Artigas: un proyecto de cambio social

        La fuerza militar organizada por Artigas había vencido a los realistas de Montevideo en 1810, y junto con tropas
llegadas desde Buenos Aires sitiaban la ciudad. Pero una hermana de Fernando VII —la princesa Carlota Joaquina—
reinaba en Brasil y se dispuso a intervenir en el conflicto. Ante la superioridad militar de los portugueses, el Triunvirato
pactó con el jefe realista de Elío. Acordó que éste detuviera a las tropas portuguesas que avanzaban hacia el Río de la
Plata, y a cambio reconoció que el gobierno realista de Montevideo recuperaba el control sobre la Banda Oriental y una
parte de Entre Ríos.

Los habitantes de la Banda Oriental que habían defendido su territorio se comprometieron a seguir la lucha y, reunid
en una asamblea espontánea, eligieron a Artigas como su general en jefe. Las tropas de Artigas se retiraron del sitio de
Montevideo y dejaron la ciudad, según lo acordado, en poder de los realistas. Pero detrás de las milicias marchó el pue
oriental. Más de 850 familias dejaron sus casas y campos y se dirigieron hacia el otro lado del río Uruguay.

El éxodo de los orientales fue la primera manifestación de la tendencia autonomista del jefe y del pueblo de una de l
provincias que no estaban de acuerdo con la dirección de la Revolución, centralizada por el gobierno establecido en
Buenos Aires. Frente a la centralización ejercida por los gobiernos porteños, Artigas comenzó a sentar las bases de
un proyecto federal. Para el jefe de los orientales debía declararse inmediatamente la independencia de España y, lueg
las Provincias Unidas debían establecer un pacto de unión; no obstante cada provincia debía organizar en forma
autónoma su gobierno.

Artigas contó con un fuerte apoyo entre la población de las zonas rurales —compuesta mayoritariamente por indios,
mulatos y zambos—. Este apoyo le permitió impulsar un proyecto de cambio social, basado en el reparto de tierras entr
los pobladores del campo que carecían de propiedades. Esto provocó el temor de los dueños de tierras —tanto españo

como criollos—, que veían a Artigas como el promotor de una peligrosa protesta social.

Además, Artigas planteaba que la Revolución debía decidir la independencia inmediata del continente americano.
Estas posiciones —más radicalizadas que las de los revolucionarios porteños— hicieron que las autoridades de Buenos
Aires consideraran a Artigas como enemigo y traidor y una amenaza para los terratenientes y comerciantes acaudalado
del Río de la Plata. El 29 de junio de 1815, en el Congreso de la Liga de los Pueblos Libres reunido en la actual
Concepción del Uruguay, en el que participaron representantes de Santa Fe, Entre Ríos, la Banda Oriental y Corrientes
declaró la primera independencia en nuestro territorio. Buenos Aires le inició una guerra a fondo a Artigas pero no pudo
con él. El Directorio acordó con Portugal la invasión de la Banda Oriental para liquidar a Artigas. Tras una larga lucha
contra fuerzas muy superiores, Artigas fue finalmente derrotado en 1820 en la batalla de Tacuarembó. Unos días despu
su lugarteniente Francisco Ramírez derrotaba al Director Supremo Rondeau pero no comprometía a Buenos Aires a luc
contra la invasión portuguesa. Traicionado y derrotado por Ramírez, Artigas se refugia en Paraguay hasta su muerte.

ía ingresado como militar en el cuerpo de Blandengues de la Frontera”, comenzó a explicar.

Cuando se inicia la revolución en 1810, él fue capitán del ejército leal a Fernando VII en
Montevideo. Pero en 1811, cuando Javier de Elío se instala como virrey del Río de la Plata
y le declara la guerra a la Junta de Buenos Aires, Artigas se retira y se pone a disposición
del gobierno porteño.

“Para el gobierno español la deserción de Artigas fue vista como un problema, porque
hablaban de él como el ídolo de la campaña”, recordó Frega, y detalló que el militar tenía
conexiones en un espectro social muy alto: pertenecía a las familias patricias y tenía buena
relación con los hacendados.

“Pero además, como tuvo un pasado como traficante de cueros en la frontera y vivió en las
tolderías con grupos amerindios, tenía diálogo con estos grupos étnicos”, remarcó. Por esta
razón, el gobierno español le ofreció cargos para que los siguiera defendiendo, pero él los
rechazó.

En la segunda mitad de 1811, la revolución atravesaba por algunas dificultades ya que el


ejército realista en el norte había derrotado a las tropas de Castelli.

“En ese contexto, se produce un acontecimiento que va a definir grupos separados entre los
artiguistas y la orientación del gobierno de Buenos Aires”, contó la historiadora, y detalló
que en secreto el gobierno de Buenos Aires firmó un armisticio con el gobierno de
Montevideo, en manos de Elío, reconociendo su autoridad en todos los territorios al este del
río Uruguay y toda la zona hoy conocida como Concepción del Uruguay.
“Esto genera una fractura ya que era inadmisible para él la idea de quedar al mando del
gobierno español”, aseguró.

Así fue que Artigas se retiró hacia Entre Ríos y fue seguido por gran cantidad de gente, lo
que aumentó su liderazgo. “Él apuntaba a la recuperación de todos los pueblos de sus
derechos soberanos para establecer un mecanismo de unión sobre la base de la igualdad”,
detalló Frega.

Distintas miradas

Recuperado el vínculo con Buenos Aires en 1813, Artigas envía diputados para formar
parte de la Asamblea General Constituyente, también conocida como la Asamblea del Año
XIII, con claras instrucciones: “Que se declare la independencia absoluta de estas colonias
frente a España y la familia de los Borbones, pero a su vez que se proclame otra
independencia, que en palabras de hoy estableciera la autonomía de las provincias, es decir,
que fueran libres, tuvieran derechos plenos para tener su ejército y manejar su autonomía y
que éstas a su vez establecieran lazos entre sí para formar una confederación”, explicó la
académica.

Ante estos planteos, los diputados representantes de la provincia oriental no fueron


aceptados en la asamblea. De hecho, Buenos Aires sostenía que la única manera de
consolidar una nueva unidad política era a través del centralismo.

“Entonces el artiguismo comienza a buscar aliados fuera del territorio de la provincia


oriental”, indicó. A comienzos de 1814, las tropas artiguistas abandonan el sitio de
Montevideo y van hacia el litoral de los ríos Uruguay y Paraná. “Esto va a ser visto como
una traición, por lo que Artigas es definido como traidor por el Director Supremo Gervasio
Posadas”, recalcó Frega.

Apogeo del artiguismo

En 1815, Artigas logra apoyos más allá del río Paraná con adhesiones de Santa Fe y
Córdoba. También se le suman Entre Ríos, Corrientes, Misiones, con quienes forma la Liga
de los Pueblos Libres.

“Va a ser el momento de mayor expansión en las ideas artiguistas”, remarcó la mujer, y
señaló que en paralelo hay replanteo del camino a recorrer por la revolución y el artiguismo
se presenta como un camino alternativo.

“En Buenos Aires, hay ciertos movimientos que muestran que la postura centralista no es
unánime, el grupo que la lleva adelante -con Alvear a la cabeza- no se sostiene en el
poder”, precisó.

Además, durante ese año, el artiguismo había logrado derrotar al directorio en la provincia
oriental. “En 1815, se aplican las ideas del proyecto artiguista, que no era sólo político, sino
social”, subrayó.
Algunas de estas ideas se ven reflejadas en la habilitación de los puertos de todas las
provincias para que los comerciantes pudieran remontar el río Uruguay y Paraná.

También se plantean aranceles comuneros en las provincias que formaban parte de la Liga
y se aprueba el llamado Reglamento de Tierras.

“Se basaba en confiscaciones de tierras a los enemigos de la revolución, para repartirlas


entre los menos privilegiados, a quienes llama infelices. Se refiere a los negros libres, los
zambos libres, los criollos pobres”, precisó la experta.

Conspiración en su contra

Precisamente ese año, según mencionó Frega, se empieza a organizar una alianza bastante
heterogénea -que incluye españoles europeos, exiliados tras la caída de Alvear, los que
ocuparon el lugar dejado por Alvear, portugueses y orientales, que ven a la aplicación del
proyecto artiguista como sinónimo de un desorden social o anarquía- que va a confluir en el
apoyo a la invasión de los portugueses a la provincia oriental.

Ante la convocatoria al Congreso en Tucumán la Liga de los Pueblos Libres no manda


diputados por las provincias, salvo Córdoba, que se separa. En 1816, cuando Artigas recibe
la noticia de la declaratoria de la Independencia sobre fines del mes de julio dio una
respuesta considerada lacónica.

“Dice que hace más de un año, estas tropas juraron el pabellón tricolor rojo, azul y blanco.
Hace referencia a comienzo de 1815, cuando luego de derrotar a las tropas del directorio,
ordenan a los distintos pueblos que levanten un pabellón similar donde ese color rojo hace
referencia no sólo a la sangre derramada, sino a la república que se quiere establecer”,
precisó la mujer.

Para apoyar a los orientales contra los portugueses, Buenos Aires pone como condición que
ellos acepten la Declaración de la Independencia tanto como al gobierno central. “Había
que justificar que el gobierno de Buenos Aires no interviniera, pero en los años sucesivos
(1816, 1817, 1818 y 1820) se demuestra que efectivamente había acuerdos con los
portugueses”, destacó Frega.

Corroborada esta sospecha, sumada a otros factores como la declaración de la Constitución


centralista de 1819, las tropas de Entre Ríos, comandadas por Francisco Ramírez, y las de
Santa Fe, por Estanislao López, se lanzaron contra las tropas del directorio en Buenos
Aires.

“Resultan victoriosos por lo que cae Pueyrredon -Director Supremo- y en su lugar se


nombra a Rondeau en el verano de 1820”, detalló.

Paralelamente, se producen las derrotas de los orientales contra los portugueses. “Si bien
hay focos de resistencia, prácticamente toda la provincia oriental está en poder de los
portugueses”, relató.
En 1820, se termina desmoronando el proyecto de los Pueblos Libres. “Artigas ingresa a
Paraguay en 1820 y allí se queda hasta su muerte en 1850”, cerró.

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