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1
Ernesto Maeder, Historia económica de Corrientes en el período virreinal, Buenos Aires, Academia
Nacional de la Historia, 1981, cap. III
Enrique Schaller. El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo 7
revolucionario (1810-1824
habitantes. De todas formas siempre existió un frágil equilibrio entre los recursos y
el crecimiento demográfico. Por otra parte este sistema sólo era viable mientras las
comunidades permanecieran en el aislamiento y no tuvieran que competir por los
recursos con las poblaciones hispano-criollas.
La administración secular que sucedió a la jesuítica, con objetivos contradicto-
rios y administradores sin experiencia o venales, produjo en poco tiempo confu-
sión y desorden social que desorganizaron las actividades productivas. La
manifestación más evidente de la crisis interna de los pueblos fue la disminución
del número de habitantes por la emigración y el aumento de la mortalidad. Para
1803 la población misionera se había reducido a poco más de 38.000 individuos.
El debilitamiento de las comunidades las hacía particularmente vulnerables a las
amenazas externas que desde la segunda mitad del siglo XVIII afectaban a su juris-
dicción. El territorio de los pueblos sobre la Banda Oriental del río Uruguay se
encontraba en la zona de conflicto fronterizo entre España y Portugal. Por otra parte
la región en rioplatense se producía un vertiginoso proceso de poblamiento rural
impulsado por la actividad ganadera que avanzaba sobre las tierras de misioneras.
Entre fines del siglo XVIII y principios del XIX los pueblos perdieron práctica-
mente todo el territorio de la Banda Oriental. En la banda occidental del Uruguay,
el avance del frente ganadero correntino generó disputas con los pueblos misione-
ros por la posesión de tierras en la zona del Paiubre y de la cuenca del Iberá. 4
La organización de las Misiones de la etapa post-jesuítica experimentó nume-
rosas modificaciones que reflejaban la incertidumbre de las autoridades españolas
para encontrar un sistema que detuviera la rápida decadencia de los pueblos. En
1770 se creó una gobernación de Misiones subordinada a Buenos Aires. A partir de
1774 Misiones quedó dividida en cinco departamentos. De esta manera los pueblos
de las Misiones del Paraguay integraban el departamento de Santiago (cinco pue-
blos) y parte del de Candelaria (tres pueblos al norte del Paraná); los de las Misio-
nes Occidentales constituían una parte del departamento de Candelaria (cinco
pueblos al sur Paraná) y los departamentos de Concepción (siete pueblos) y Yapeyú
(tres pueblos); por último los siete pueblos de las Misiones Orientales formaban el
departamento San Miguel. 5
En 1784 con la aplicación de la ordenanza de intendentes los departamentos de
Santiago y Candelaria (trece pueblos) quedaron bajo la jurisdicción del Paraguay y
los departamentos de Concepción, Yapeyú y San Miguel (diecisiete pueblos) en la
de Buenos Aires. En 1801 los portugueses ocuparon los pueblos del departamento
4
Ernesto Maeder, Misiones del Paraguay,… pp. 122-140
5
La agrupación de los pueblos por departamento era la siguiente: Departamento de Santiago: Nuestra
Señora de la Fe, Santa Rosa, San Ignacio Guazú, Santiago, San Cosme. Departamento de Candela-
ria: Jesús, Trinidad, Itapúa, Corpus, San Ignacio Miní, Loreto, Santa Ana, Candelaria. Departamen-
to de Concepción: Mártires, San Javier, Santa María Mayor, Concepción, Apóstoles, San José, San
Carlos; Departamento de Yapeyú: Santo Tomé, La Cruz, Yapeyú. Departamento de San Miguel:
San Borja, San Nicolás, San Luís, San Lorenzo, San Miguel, San Juan Bautista, Santo Ángel.
Enrique Schaller. El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo 9
revolucionario (1810-1824
6
Ernesto Maeder, Misiones del Paraguay… cap. I.
7
Ernesto Maeder, Misiones del Paraguay… pp. 242-248; Edgar Poenitz y Alfredo Poenitz, Misiones,
provincia guaranítica. Defensa y disolución (1768-1830), Posadas, Editorial universitaria, 1993,
cap. IV.
8
Hernán Félix Gómez, Historia de la provincia de Corrientes. Desde la Revolución de Mayo al Trata-
do del Cuadrilátero, Corrientes, 1928, caps. III-V; Hernán Gómez, Artigas y los hombres de Co-
rrientes, Corrientes, 1929, pp. 25-39; Manuel Florencio Mantilla, Crónica histórica de la
provincial de Corrientes, Corrientes, 1928, tomo I, cap. V; Edgar Poenitz y Alfredo Poenitz, Mi-
siones, provincia guaranítica…, caps. IV-VI.
10 Enrique Schaller., El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo re-
volucionario (1810-1824)
ejército sitiador de Montevideo. Durante las operaciones los oficiales de esas tropas
entraron contacto con Gervasio de Artigas quien se había puesto al frente del
movimiento rural contra las autoridades montevideanas.
Poco tiempo después el panorama bélico de la región se complicó con la inter-
vención militar portuguesa solicitada por las autoridades montevideanas (julio de
1811). Esta fuerza efectuó incursiones depredadoras en el sur del territorio corren-
tino y asaltos a los pueblos misioneros de la costa del río Uruguay.
La fuerza política que había alcanzado Artigas quedó manifiesta tras la firma
del acuerdo provisorio celebrado entre Buenos Aires y Montevideo el 20 de octubre
de 1812. En el convenio, Buenos Aires reconocía a las autoridades montevideanas
la jurisdicción sobre la Banda Oriental y la costa occidental del Uruguay a cambio
del cese de las hostilidades. Artigas se opuso al acuerdo y prefirió abandonar la
zona de control realista. Gran parte de la población de la campaña acompañó en su
retirada a las milicias del jefe oriental. Éstas acamparon en la banda occidental del
Uruguay en la jurisdicción del pueblo misionero de Yapeyú
El tratado del 20 de octubre tuvo muy poca duración y nuevamente se reanudó
el sitio de Montevideo. Artigas se unió al mismo con sus milicias y la mayor parte
de los pobladores del éxodo retornaron a la Banda Oriental. Sin embargo, la tirante
relación entre el gobierno de Buenos Aires y el caudillo derivó pronto en un en-
frentamiento abierto. La ruptura definitiva se produjo a principios de 1814 cuando
Artigas se retiró del sitio de Montevideo. A partir de ese momento su dominio se
extendió rápidamente por todo el Litoral rioplatense.
En Corrientes la campaña ganadera del sur se plegó a la causa del caudillo y
quedó fuera del control de la ciudad cabecera. Una asonada protagonizada por la
reducida fuerza veterana destituyó al teniente de gobernador (10 de marzo
de.1814). En una sesión del 20 de abril de 1814, el Cabildo proclamó la “indepen-
dencia [autonomía] bajo el sistema federativo” y al general Artigas como Protec-
tor. Más tarde, un Congreso reunido el 11 de junio legalizó el nuevo orden político
y adoptó varias disposiciones para organizar la nueva provincia. 9
También, tras una etapa de luchas, el artiguismo se impuso en los pueblos de
Misiones subordinados a Buenos Aires. En febrero de 1815 se designó Comandan-
te Militar de Misiones al jefe guaraní Andrés Guacurary Artigas, conocido también
como Andresito. 10
9
La obra básica para los acontecimientos políticos de Corrientes en esta etapa sigue siendo la de Her-
nán Gómez, Historia de la provincia…. Alguna información adicional sobre el Congreso de de 1814
y sus protagonistas en Wenceslao Néstor Domínguez, El artiguismo en Corrientes, Buenos Aires,
1973.
10
La figura de Andrés Artigas ha sido revalorizada recientemente por la historiografía regional. Salva-
dor Cabral, Andresito Artigas en la emancipación americana, Buenos Aires, 1980; Juan Luis Sa-
voini, Andrés Guacuary y Artigas. La destrucción de las Misiones Occidentales, Santo Tomé
(Corrientes), 1990; José Francisco Machón y Oscar Daniel Cantero, Andrés Guacurarí y Artigas,
Posadas, 2006.
Enrique Schaller. El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo 11
revolucionario (1810-1824
14
La bibliografía sobre las campañas de Andresito y las represalias portuguesas contra las Misiones es
abundante. Sobre la expedición portuguesa a las Misiones Occidentales nuevos detalles basados
en la documentación del archivo de Corrientes en José F. Machón, “Las invasiones portuguesas de
1817 y 1818”, Décimo Cuarto Encuentro de Geohistoria Regional, Resistencia, IIGHI, 1994, pp.
245-266.
Enrique Schaller. El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo 13
revolucionario (1810-1824
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Ernesto Maeder, Historia económica de Corrientes… pp. 97-102
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Ernesto Maeder, Misiones del Paraguay… pp. 128-140
Enrique Schaller. El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo 15
revolucionario (1810-1824
por los jefes guaraníes de las Misiones y desde fines de la década de 1820, tras la
desaparición de los pueblos misioneros, por la provincia de Corrientes. 18
También desde la etapa colonial Corrientes y Misiones tuvieron litigios pues la
progresión correntina hacia el Este y el Sur avanzó sobre los campos de los pue-
blos guaraníes. Las controversias continuaron en el período revolucionario. La
provincia de Corrientes, a diferencia del Paraguay, reconocía la autonomía de Mi-
siones por lo que entre ambos distritos existieron continuos reclamos y negocia-
ciones por la definición de los límites
En la cuenca del Iberá los correntinos disputaron el dominio de campos de
pastoreo con los pueblos de Santa Ana, San Ignacio Miní, Corpus y Trinidad, per-
tenecientes al departamento de Candelaria. En 1817 los pueblos de Candelaria
fueron destruidos por las incursiones de los paraguayos y los portugueses. Los
habitantes de estos centros se refugiaron en la zona del Iberá y conformaron los
pueblos de San Miguel y Loreto. Estas nuevas localidades se asentaban precisa-
mente en las estancias que habían pertenecido a los pueblos destruidos. Durante un
tiempo San Miguel y Loreto formaron parte de Misiones. Sin embargo, al entrar
ésta en la fase final de su disolución los dirigentes locales optaron por negociar la
incorporación a la jurisdicción correntina. 19
Otro litigio mucho más complejo se generó en las últimas décadas del siglo
XVIII en la zona del Paiubre en torno a la localidad de Curuzú Cuatiá. La perte-
nencia correntina de esta población y sus tierras adyacentes fue discutida por el
pueblo misionero de Yapeyú. La disputa entre Corrientes y Yapeyú constituía en
realidad un episodio del proceso de ocupación de una vasta franja de la banda
occidental del río Uruguay comprendida entre el río Miriñay, al Norte y el Yeruá, al
Sur. En esta zona confluyeron tres frentes que se desarrollaron a fines de la etapa
colonial: 1) el poblamiento misionero del pueblo de Yapeyú, a partir del río Miri-
ñay con dirección Norte-Sur para establecer estancias y un punto de embarque de
frutos ganaderos sobre el río Uruguay. Como resultado del mismo se formaron las
localidades de Salto Chico y Mandisovi; 2) este avance confluyó con el poblamien-
to hispano-criollo que en dirección contraria se realizaba por la costa occidental del
río Uruguay a partir de la localidad de Concepción del Uruguay. La concurrencia
de estos dos frentes creó una zona de indefinición jurisdiccional entre los ríos
Yeruá y Mocoretá, hasta que a principios de la década de 1820 fue incorporada a la
nueva provincia de Entre Ríos; 3) en la franja ubicada entre el Mocoretá al Sur y el
18
Los conflictos de límites de Corrientes y Misiones en el curso superior del río Paraná se desarrollan
con más detalle en la sección dedicada al Paraguay.
19
Archivo Histórico de la Provincia de Corrientes, Documentación histórica 1821-1822, Corrientes,
1928; Ramón Contreras, Lisandro Segovia, Juan Valenzuela y José Alsina, Colección de datos y
documentos referidos a Misiones como parte integrante del territorio de Corrientes, Corrientes,
1877; José Francisco Machón, Misiones después de Andresito, p. 133-137; Ernesto Maeder; “Los
últimos pueblos de guaraníes: Loreto y San Miguel”, Anais do Simposio de Estudos Missioneiros,
Santa Rosa (RGS), 1983, pp.156-172.
16 Enrique Schaller., El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo re-
volucionario (1810-1824)
20
Ernesto Maeder, Historia económica de Corrientes…, pp. 90-97; Alfredo Poenitz, El proceso de
ocupación espacial y poblamiento al sur del río Miriñay (1769-1869), Resistencia, 1986, Cuaderno
de Geeohistoria Regional nº 18.
21
Hernán Gómez, Historia de la provincia…, tomo I, caps., VIII, XVIII y XXIV; José F. Machón,
Misiones después…, pp. 49-60; Juan Luis Savoini, Paso de los Libres 4, El fin de las Misiones Oc-
cidentales y Orientales, Paso de los Libres, 2002, cap. II.
Enrique Schaller. El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo 17
revolucionario (1810-1824
Evolución demográfica 22
Población de Corrientes
22
Sobre la evolución demográfica de Corrientes y las Misiones en el contexto rioplatense, ver la sección
correspondiente a la república del Paraguay.
18 Enrique Schaller., El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo re-
volucionario (1810-1824)
*Datos incompletos.
Fuentes: Ernesto Maeder, “Demografía y potencial humano de Corrientes. El censo provincial de
1814, Nordeste, nº 3, Resistencia, 1963; Ernesto Maeder “Estructura demográfica y ocu-
pacional de Corrientes y Entre Ríos en 1820”, Cuadernos de Historia, Serie I, nº 4, Co-
rrientes, Archivo General de Corrientes y Registro Oficial, 1969.
mucho por el creciente desorden administrativo. Las Garzas fue destruido durante
las guerras civiles (1818). Una vez recuperado el orden interno, los dos centros que
subsistían perdieron su condición de pueblos de indios. Una ley del 14 de Febrero
de 1825 suprimió el régimen de comunidad de Itatí y determinó la venta en remate
de las tierras del pueblo. Una medida similar se aplicó a Santa Lucía por ley del 28
de septiembre de 1828. 24
Con respecto a la distribución de los pobladores en la provincia, desde la se-
gunda mitad del siglo XVIII el avance de la frontera ganadera produjo un paulatino
desplazamiento de la población desde la zona de ocupación inicial en el Noroeste
hacia el Sur y el Sureste.
1814 1820
Distrito
Habitantes % total Densidad Habitantes % del total Densidad
por km2 por km2
Capital 4.771 15,8 5.308 14,5
24
Raúl Labougle, “La reducción franciscana de Itatí”, Investigaciones y Ensayos, Nº 3, Buenos Aires,
1967, pp. 131-143; Raúl Labougle, “La reducción de Santa Lucía de los Astos”, Investigaciones y
Ensayos, Nº 5, Buenos Aires, 1968, pp.281-323.
Enrique Schaller. El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo 21
revolucionario (1810-1824
cuenta con excelentes tierras de pastoreo. El puerto de Goya sobre el Paraná expe-
rimentó en ese lapso una actividad excepcional con el auge de las exportaciones de
cueros.
Finalmente, al sur del río Corrientes, la extensa comarca del Paiubre, abarcaba
casi la mitad del territorio pero albergaba menos del 10% de los habitantes. Esta
zona constituía la frontera de la ocupación correntina donde el control fiscal y judi-
cial de la ciudad cabecera era débil.
La población de Misiones
Al producirse la expulsión de los jesuitas en el año 1768, los treinta pueblos de
Misiones reunían un total de 88.828 habitantes. Constituía una de las concentra-
ciones humanas más importantes de la cuenca del Plata. Desde el punto de vista
étnico la población de Misiones era homogénea pues salvo una ínfima minoría
estaba compuesta exclusivamente por indios guaraníes. Asimismo en contraste con
la ocupación dispersa de los distritos hispano-criollos los habitantes se concentra-
ban en los pueblos. Fuera de los mismos sólo existían algunos puestos de estancia
o postas.
pación más importante de Misiones. Para 1820 se calcula que tenía alrededor de
3.000 habitantes que en su mayoría provenían de Yapeyú. Más que un centro
urbano era un campamento organizado en torno a las milicias comandadas por los
jefes guaraníes. Por un tiempo fue asiento de la autoridad reconocida de Misiones.
También sobre el Miriñay, pero en su orilla izquierda, se formó San Roquito nú-
cleo que hacia de 1820 reunía unos 350 guaraníes. Otro grupo integrado por
indios de los departamentos de Candelaria y Concepción se dirigieron al Oeste y se
instalaron en una zona muy aislada entre los esteros del Iberá. Allí formaron los
pueblos de San Miguel y Loreto, los que de acuerdo con un padrón de 1822 reunían
1.300 misioneros. A estas agrupaciones más menos organizadas se sumaban nú-
cleos de pobladores que volvieron a asentarse en los pueblos en ruinas. Finalmente
también debe mencionarse la emigración de misioneros hacia el Norte a lo largo
de la costa del alto Uruguay sobre las sierras que dominaban el pueblo de San Ja-
vier. 25
Los últimos jefes guaraníes, Siti y Aripí, en los años 1821 y 1822, intentaron
repoblar de la zona de Candelaria y Concepción mediante el traslado de una parte
de los habitantes de Asunción del Cambay. Estas tentativas motivaron las represa-
lias de Francisco Ramírez y de Gaspar Rodríguez de Francia que no deseaban la
reconstrucción de un poder autónomo en Misiones. Estos ataques produjeron un
nuevo éxodo de unos 1.500 guaraníes hacia las Misiones Orientales. Asunción del
Cambay terminó por dispersarse. San Roquito fue por un breve tiempo (1822) capi-
tal de la “provincia” de Misiones. Finalmente durante la guerra contra el Brasil
(1825-1828) la expedición organizada por Fructuoso Rivera para reconquistar las
Misiones Orientales consiguió arrastrar la mayor parte de la población de la banda
occidental. En el territorio de los antiguos quince pueblos sólo quedaron algunos
grupos dispersos. De los asentamientos formados luego del éxodo de 1817 sólo
subsistieron San Miguel y Loreto que en 1827 se incorporaron definitivamente a la
provincia de Corrientes.
Por su parte los siete pueblos de las Misiones Orientales, como se ha dicho,
desde 1801 estaban bajo el control de los portugueses. El cambio de dominio no
implicó reformas en la organización preexistente pero tampoco una mejora en la
condición de los pueblos. La disminución del número de habitantes continuó. Esta
declinación se atribuía a la acción de los administradores y aventureros que enaje-
naban el patrimonio de los guaraníes y a la autorización que tenían los guaraníes
para emigrar de las comunidades Se intentaron algunas reformas pero las mismas
no detuvieron el proceso. Asimismo, también los pueblos de este distrito se vieron
involucrados en el proceso de militarización. Se conformó una milicia guaraní que
25
Ernesto Maeder; “Los últimos pueblos de guaraníes…” pp.156-172; Juan Luis Savoini, Paso de los
Libres 4…primera parte, caps. II y VI, segunda parte, cap. V; tercera parte, cap II y cuarta parte;
Jorge F. Machón, Misiones después de Andresito… pp. 127-146.
24 Enrique Schaller., El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo re-
volucionario (1810-1824)
combatió del lado portugués contra sus hermanos de raza de la banda occidental
que seguían a Artigas.
Aún cuando las Misiones Orientales recibieron importantes aportes de emi-
grantes guaraníes de la zona occidental a principios de 1820 el número de habitan-
tes en los pueblos era una pequeña fracción del que habían tenido en 1801. En los
centros, ya en plena decadencia, sólo permanecían los niños, mujeres, ancianos y
enfermos. La disolución definitiva también está ligada a la expedición de Rivera.
Éste con los habitantes que le siguieron formó la localidad de Bella Unión, en el
actual territorio del Uruguay. El intento también fracasó y con él cesó todo vestigio
de la antigua organización de los guaraníes misioneros.
En Paraguay la integración de los guaraníes a la sociedad nacional fue menos
traumática. Durante la dictadura de Francia la organización de los pueblos se man-
tuvo sin cambios. Además con la política aislacionista y la reorientación hacia una
economía de subsistencia también disminuyó el incentivo para emigrar de las co-
munidades. Itapúa adquirió una mayor importancia estratégica como punto habili-
tado al comercio con el Brasil y centro de vigilancia de la frontera de Misiones. En
general en el gobierno de Francia la población de los distritos donde se ubicaban
los pueblos creció pero al mismo tiempo disminuía el componente indígena por el
rápido proceso de mestizaje. La organización de los pueblos heredada de la colonia
recién fue abolida definitivamente durante el gobierno de Carlos Antonio López
por una resolución del 7 de octubre de 1848. 26
La organización político-administrativa.
La provincia de Corrientes
26
Thomas Whigham, “De indios a ciudadanos: sobrevivencia y adaptación de en los pueblos de indios
del Paraguay”, Jerry Cooney y Thomas Whigham, El Paraguay bajo el doctor Francia: Ensayos
sobre la Sociedad patrimonial (1814-1840), Asunción, 1996, pp. 103-140.
Enrique Schaller. El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo 25
revolucionario (1810-1824
tes, al igual que las otras provincias argentinas, constituía una entidad estatal de
naturaleza particular. Su denominación de provincia suponía la pertenencia a una
organización mayor que la contenía pero esta entidad no existió institucionalmente
hasta la creación del gobierno nacional en 1853. Por eso la provincia ejerció atribu-
ciones propias de un Estado soberano en lo que se refiere a la administración
interior y el manejo de las relaciones exteriores. 27
Durante la etapa de subordinación a Buenos Aires (mayo de 1810 a marzo de
1814), no se produjeron cambios significativos en la organización institucional.
Hasta 1814 el distrito fue administrado por un Teniente de Gobernador bajo la
dependencia directa de Buenos Aires. La designación de representantes locales
ante el gobierno porteño estuvo a cargo de la Cabildo de la ciudad en donde sólo
tenía participación una reducida élite de vecinos.
A partir de la proclamación de la autonomía el mando fue ejercido por un Go-
bernador Intendente. El gobernador contaba con amplias atribuciones pero en el
período 1814-1820 su poder efectivo quedaba muy limitado por la necesidad de
permanecer al frente de las milicias y la ingerencia de los comandantes rurales y
lugartenientes que tenían una comunicación directa con Artigas. Además como
mandatario de una provincia integrante de la “Liga de los Pueblos libres”, el mane-
jo de las relaciones con otros Estados y la conducción de la guerra se delegaba al
Protector, José Gervasio Artigas. 28
La participación política se amplió considerablemente con la incorporación de
los habitantes de las zonas rurales. Éstos intervenían en la elección de los diputados
de los sucesivos Congresos que se convocaron durante la etapa artiguista
(1814,1815, 1816 y 1820). En el primer Congreso los diputados (uno por partido
rural y dos por la ciudad de Corrientes) se designaron mediante elecciones de se-
gundo grado. Los ciudadanos convocados en cada distrito elegían una comisión de
cinco miembros los que se encargaban por de elegir al diputado. En las siguientes
se optó por la designación por sufragio popular. 29
De todas formas La puesta en práctica del principio de la soberanía popular a
través de estas asambleas y el afianzamiento del poder del gobernador no disminu-
yeron el papel del Cabildo. Pese a que este organismo ya no encajaba en el modelo
republicano de representación ciudadana la institución cumplió un papel relevante
en el lapso de 1814 a 1820 porque daba continuidad a la administración en una
etapa de inestabilidad política. En la práctica se produjo una división de funciones
27
José Carlos Chiaramonte, “El federalismo argentino en la primera mitad del siglo XIX”; Marcelo
Carmagnani (coordinador), Federalismos latinoamericanos; México/Brasil/Argentina, México,
Fondo de Cultura Económica, pp. 81-134.
28
Hernán F. Gómez, Instituciones de la provincia de Corrientes, Corrientes, 1923, pp. 20-21, 202-204.
29
Hernán Gómez, Historia de la provincia…, tomo 2, pp.107-110
26 Enrique Schaller., El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo re-
volucionario (1810-1824)
30
Hernán Gómez, Historia de la provincia… tomo 2, passim; Tulio Halperin Donghi, Revolución y
Guerra… pp. 316-322.
Enrique Schaller. El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo 27
revolucionario (1810-1824
31
Hernán Gómez, Instituciones de la provincia … pp. 21-34 y 148-152. En cuanto al Legislativo se
determinaba que se reuniría un Congreso General para elegir al gobernador y dictar leyes. Una vez
concluido su cometido el mismo se “concentraba” en un cuerpo de cinco miembros, el Congreso
Permanente, que sesionaría mientras durara el mandato del gobernador.
32
Dentro del grupo dirigente correntino existía interés por organizar las instancias superiores del Poder
judicial en base a Tribunales permanentes pero, al igual que otras provincias, un obstáculo era la fal-
ta de letrados. Hernán F. Gómez, Instituciones…, pp.353-355; José C. Chiaramonte, Mercaderes del
Litoral…pp. 147-159
33
Enrique C. Schaller, “El gobierno de los centros urbanos y los distritos rurales de la provincia de
Corrientes en la primera mitad del siglo XIX”, Nordeste, Segunda época. serie Investigación y En-
sayos, nº 9, Resistencia, 1998, pp. 4-62.
28 Enrique Schaller., El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo re-
volucionario (1810-1824)
superó los 300 efectivos. En caso de necesidad la fuerza podía ampliarse con una
movilización extraordinaria de las milicias. 34
En lo que respecta a la organización religiosa Corrientes, pertenecía al Obispa-
do de Buenos Aires. Al convertirse en provincia separada de Buenos Aires tam-
bién se quebró la dependencia del Obispado lo cual planteó problemas con las
designaciones que sólo comenzaron a tener un principio de solución en la década
de 1830. El primer Congreso provincial legisló sobre aranceles eclesiásticos. Tam-
bién desde 1816 la recaudación del diezmo pasó a integrar las rentas generales.
Asimismo la constitución de 1821 incluía dentro de las atribuciones del P.E. la de
dar aprobación a todo los nombramientos eclesiásticos realizados por el obispado
de Buenos aires. 35
34
Registro Oficial de la provincia de Corrientes, Años 1821-1825, Corrientes, 1929, pp 106-109 y 128-
131; José C. Chiaramonte, Mercaderes del Litoral…, pp. 177-183; Raúl E. Pimienta, “Orden social
y reclutamiento. Las tropas de línea correntinas entre 1821 y 1828”, XXVII Encuentro de Geohisto-
ria Regional, Asunción, agosto de 2007 (en CD)
35
Hernán Gómez, Instituciones…, pp. 236-259.
36
Ernesto J. A. Maeder, Historia económica de Corrientes… cap. IX
Enrique Schaller. El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo 29
revolucionario (1810-1824
tante en esta época recibió subsidios especiales de las autoridades porteñas para
solventar los gastos militares. La principal reforma fue la supresión de la Adminis-
tración del Estanco del Tabaco.
Con la proclamación de la autonomía la Caja correntina pasó a constituir la
Tesorería de la provincia. El sistema rentístico de la provincia quedó definido por
el Reglamento Provisorio del 9 de septiembre de 1815 dictado por Artigas para
todos los territorios pertenecientes a la Liga. En él se establecían los diferentes
ingresos de la provincia, en particular los derechos al comercio exterior. Con esta
reforma la alcabala colonial fue reemplazada por un conjunto de impuestos de
aduana mucho más elevados. Además de la aduana del puerto de Corrientes co-
menzaron a funcionar las receptorías de Goya y Esquina. La recaudación del diez-
mo, por su parte, quedaba incorporada en su totalidad a la Tesorería.
Estas reformas produjeron un aumento considerable de la recaudación. En el
quinquenio 1815-1819 el ingreso anual promedio de la Tesorería fue de cerca de
$26.000, es decir, cuatro veces y media más que en el lustro anterior. La ventaja
que significaba la mayor disponibilidad de recursos fue en gran medida anulada por
el aumento del gasto militar y por la anarquía en la administración. Asimismo las
fuerzas en campaña acostumbraban a sustentarse en base contribuciones forzosas
en ganado y dinero. Estos aportes irregulares afectaron a la economía local y dis-
minuyeron la capacidad contributiva de la población. 37
37
Enrique C. Schaller “Las finanzas públicas de la provincia de Corrientes durante la organización
nacional (1810-1861), Temas de historia argentina y americana, nº 5, Buenos Aires, 2004, pp. 161-
202.
30 Enrique Schaller., El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo re-
volucionario (1810-1824)
* Promedio anual
Fuentes: 1) Período 1791-1810: Ernesto J.A. Maeder: Historia económica de Corrientes durante la
etapa virreinal, Buenos Aires, 1981, pp. 326-337 2) Período 1810-1820: Archivo General
de la Provincia de Corrientes: Libros de Caja nº 55 al 66; 3) Período 1822-25: José Car-
los Chiaramonte: Mercaderes del Litoral. Economía y sociedad en la provincia de Co-
rrientes. Primera mitad del siglo XIX, Buenos Aires, FCE, 1991;
Enrique Schaller. El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo 31
revolucionario (1810-1824
Tras las la asonada de 1821 la clase dirigente decidió corregir los abusos de las
etapas anteriores. La élite buscó fomentar el intercambio comercial y estimular la
producción de aquellos bienes que tenían mayor demanda en el mercado exterior.
De esta forma se buscaba que el progreso económico asegurara ingresos a través
de los derechos aduaneros. La coyuntura era favorable porque el tráfico fluvial se
había regularizado tras la derrota de Francisco Ramírez. Para promover el inter-
cambio el Reglamento Provisorio de 1822 redujo los derechos de aduana. A pesar
de la rebaja la recaudación entre 1822 y 1824 alcanzó un promedio anual de
$38.000, monto superior a la de la etapa artiguista. Este aumento también se logró
por una percepción regular de los impuestos del diezmo, sellados y patentes. A
partir de 1824 también se obtuvieron entradas adicionales con la venta de tierras
De todas formas los recursos eran limitados. La organización provincial implicó
el aumento del personal que percibía salarios y el crecimiento del gasto militar
por la creación de una fuerza veterana. Durante la década de 1820 aún cuando la
provincia no se vio involucrada en conflictos prolongados los gastos destinados a la
defensa representaron entre el 50 y el 60% de las erogaciones. Se intentó mantener
el equilibrio de ingresos y gastos y de no gravar al sector productivo ya fuertemente
afectado por las prácticas arbitrarias de años anteriores. El Estado trató de abonar
escrupulosamente a los acreedores del Estado, en particular por el ganado consu-
mido por las tropas. 38
La organización de Misiones
38
José C. Chiaramonte, Mercaderes del Litoral…, pp. 147-165.
39
Ernesto J:A. Maeder, Misiones del Paraguay…, cap. 1
32 Enrique Schaller., El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo re-
volucionario (1810-1824)
40
José F. Machón, Misiones después de Andresito…, pp. 13-28 y 127-162; Edgar Poenitz y Alfredo
Poenitz, Misiones provincia guaranítica… pp.152-154 y 193-198; Juan Luis Savoini, Paso de los
Libres 4… pp. 28-36, 57-63, 141-150 y 188195.
34 Enrique Schaller., El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo re-
volucionario (1810-1824)
ron por su cuenta de incorporarse a las provincias vecinas para recibir ayuda y
protección.
Producción y comercio
41
La descripción geográfica se basa en; Enrique Bruniard, “Bases fisiogeográficas para una división
regional de la provincia de Corrientes”, Nordeste nº 8, Resistencia, 1966, pp.7-80; Ernesto Maeder y
Ramón Gutiérrez, Atlas Histórico del Nordeste, pp.20-27; Erich L.W. Poenitz, “La cuenca del río
Uruguay: su función geopolítica”, Randle (ed.) La Geografía y la Historia en la unidad nacional,
Buenos Aires, OIKOS, 1982, tomo II, pp 97-129
Enrique Schaller. El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo 35
revolucionario (1810-1824
42
Edgard Poenitz, “La ruta oriental de la yerba. Navegación y comercio en el Alto río Uruguay”, Cua-
dernos de Estudios Regionales, 1, Concordia, 1981, pp. 25-59.
36 Enrique Schaller., El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo re-
volucionario (1810-1824)
fuera del distrito. Ésta recibía muy poco en crédito y bienes en relación por los
frutos que remitía. La situación variará sustancialmente durante el ciclo revolucio-
nario por la afluencia de mercancías y comerciantes y el mayor poder de las autori-
dades locales para controlar el tráfico y apropiarse de una parte de los beneficios
del flujo comercial. 48
La transferencia de riqueza en favor de los intermediarios alcanzó niveles ex-
tremos en las Misiones. La administración temporal que reemplazó a los jesuitas
abandonó la política de aislamiento impuesta por los padres y buscó integrar a los
pueblos guaraníes a la sociedad colonial. Se promovió la producción de bienes
exportables para que los pueblos pudieran solventar los gastos de una estructura
administrativa mucho más compleja que en la etapa jesuítica. La comercialización
de los frutos remitidos a Buenos Aires quedaba a cargo de una Administración
General. Del producto de esas ventas este organismo pagaba los sueldos y tributos
y adquiriría los bienes requeridos por los pueblos. Además del comercio controla-
do por la Administración General los pueblos podían efectuar intercambios por su
cuenta con los comerciantes de los distritos vecinos de Corrientes y Paraguay. Este
tráfico fue estrictamente reglamentado para evitar abusos 49
Debido a la presión de la Administración General y de los funcionarios
encargados de los pueblos, las exportaciones misioneras experimentaron un creci-
miento extraordinario sobre todo en las décadas de 1780 y 1790. Pero este aumen-
to se efectuó a costa de una sobreexplotación de los recursos comunitarios.
Además la mayor parte de los ingresos provenientes del tráfico se disipó en el pago
fletes, comisiones y salarios y por el enriquecimiento ilegal de los funcionarios.
Pese a que se remitía un mayor volumen de frutos crecía la pobreza de los pueblos
lo cual terminó por afectar seriamente la producción comunitaria. Para principios
del siglo XIX las remesas para la administración General habían disminuido drás-
ticamente y el comercio de Misiones cada vez se circunscribía más a los intercam-
bios locales de los pueblos entre sí y con los distritos vecinos. De esta manera la
comarca dejó de cumplir un papel relevante en el comercio rioplatense. 50
48
Tulio Halperin Donghi, Revolución y guerra… pp. 44-45; Juan Carlos Garavaglia, “El Río de la Plata
en sus relaciones atlánticas: una balanza comercial (1779-1784)”, Economía, sociedad y regiones,
Buenos Aires, La Flor, 1987, pp. 65-119..
49
Ernesto Maeder, Misiones del Paraguay, cap. IV
50
Clauda Wentzel “El comercio del Litoral de los ríos…” IEHS 3, p.200 y 210.
Enrique Schaller. El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo 39
revolucionario (1810-1824
por el río Paraná experimentó violentas fluctuaciones y finalmente una fuerte de-
clinación entre los años 1818 y 1821.
Fuentes: Exportaciones: 1805-1812 y 1814-1815: Claudia Wentzel “El comercio del Litoral de los
Ríos”, p. 206; 1813: Archivo General de la Provincia de Corrientes. Correspondencia
Oficial. Libro de la Recaudación del Ramo Patriótico perteneciente al año 1813, t. 6, fls.
77-83; 1816-1825: Archivo General de la provincia de Corrientes: Comprobantes Libros
de Caja y Expedientes Administrativos; Importaciones: Archivo General de la Provincia
de Corrientes: Libros de Caja y guías en la serie Comprobantes Libros de Caja y Expe-
dientes Administrativos
que afectaron a los pueblos de Misiones en la costa del Uruguay y a la zona meri-
dional de Corrientes. 51
Las exportaciones correntinas sufrieron una profunda retracción y este estan-
camiento se prolongó aún después de la rendición de Montevideo (junio de 1814).
La desaparición de la amenaza realista no resultó en una reactivación inmediata
del comercio correntino por la crisis política y los desórdenes internos que acom-
pañaron el triunfo del artiguismo y la formación de la provincia autónoma.
Entre 1815 y 1820 el comercio de Corrientes con otras comarcas estuvo fuerte-
mente condicionado por las alternativas de la lucha entre la “Liga de los Pueblos
Libres” de Artigas y Buenos Aires. El enfrentamiento político se trasladó ámbito
comercial mediante la aplicación de medidas arancelarias discriminatorias.
El comercio exterior de los distritos integrantes de la Liga dirigida por Artigas
estuvo regido a partir del 9 de septiembre de 1815 por el “Reglamento General
Provisional”. Por el mismo los productos importados de ultramar estaban sujetos a
un gravamen del 25% ad valorem. Además se determinaban derechos más elevados
para aquellos bienes extranjeros que pudieran competir con la producción local.
Por su parte los denominados “frutos de América”, es decir producciones propias
de las comarcas del antiguo virreinato, sólo pagaban el tradicional impuesto del
4%, así como también los frutos de exportación. El “Reglamento” tenía una orien-
tación proteccionista y estaba claramente dirigido contra Buenos Aires de donde
provenían la mayor parte de los productos de ultramar. El impuesto del 25% enca-
recía enormemente las mercancías pues las mismas estaban sujetas al pago de un
derecho similar en el momento de introducirse en la plaza porteña. En caso de que
el producto ingresara por Montevideo, el gravamen sólo debía abonarse una sola
vez. Se buscaba así reorientar el tráfico y sustituir a Buenos Aires como principal
proveedor de artículos importados. 52
Sin embargo, el obstáculo principal para el tráfico no fueron las trabas arance-
larias sino las luchas. El conflicto se desarrolló en forma intermitente. Los acuerdos
provisorios que permitían la regularización del tráfico tenían corta duración y eran
seguidos por nuevas rupturas. Éstas implicaban el cierre de los puertos, la autoriza-
ción para ejercer la guerra de corso y el decomiso del cargamento de aquellos
buques que navegaban con el pabellón enemigo. En varias oportunidades los co-
merciantes que realizaban la carrera del Paraná se vieron atrapados en medio de
estos cambios repentinos de la situación política.
Tras el largo período de estancamiento la salida de frutos locales experimentó
un fuerte crecimiento entre 1815 y 1817. Sin embargo, este aumento fue breve
porque la anarquía política, el desorden social y las exacciones de los jefes militares
51
Hernán Gómez, Historia de la provincia, pp. 70-83, Claudia Wentzel, “El comercio del litoral de los
ríos…”, IEHS 3, pp. 166-179
52
El texto del Reglamento de Artigas en Hernán Gómez, El general Artigas y los hombres de Corrien-
tes, pp.98-100; Enrique C. Schaller “La legislación sobre derechos aduaneros de la provincia de Co-
rrientes (1810-1855”, Folia Histórica del Nordeste, nº 13, Resistencia, 1997, pp. 143-196.
Enrique Schaller. El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo 41
revolucionario (1810-1824
53
Tulio Halperin Donghi, Revolución y guerra, pp. 97-126.
54
Enrique C. Schaller, “El comercio de la provincia de Corrientes durante la primera mitad del siglo
XIX. Un panorama de su evolución”, Folia Histórica del Nordeste, nº 17, Resistencia, 2008, pp.
137-160.
55
En general sobre el comercio de las provincias del Litoral argentino en la primera mitad del siglo XIX
cfr. Roberto Schmit y Miguel A. Rosal, “De la colonia la independencia. El comercio del Litoral
argentino a Buenos Aires entre 1783 y 1850”, Cuadernos del Instituto Ravignani, nº 9, Buenos ai-
res, 1995, pp. 91-118.
42 Enrique Schaller., El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo re-
volucionario (1810-1824)
cerca del cual se instaló la guardia fronteriza brasileña de Itaquí. A cambio del
ganado la provincia importaba yerba, tabaco y aguardiente aunque que en algunos
casos también ingresaban manufacturas europeas. En esta zona fronteriza el control
estatal era muy débil por lo que proliferaba el contrabando. De todas formas, la
vinculación mercantil con Brasil en la zona del Uruguay sólo tenía para Corrientes
una significación marginal si se la compara con la decisiva ruta del Paraná 58 .
58
En 1825 el 2,8% del valor total de las exportaciones registradas salieron por Curuzú Cuatiá, el resto
se extrajo de los puertos de Corrientes (55,3%), Goya (36,8%), Esquina (1,7%) y Bella Vista
(3,4%), sobre el río Paraná.
44 Enrique Schaller., El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo re-
volucionario (1810-1824)
Fuentes: Elaboración propia en base a la siguiente documentación del Archivo General de la provincia
de Corrientes, año 1813: Correspondencia Oficial Libro de la Recaudación del Ramo Pa-
triótico perteneciente al año 1813, t. 6, fls 77-83; 1805-1809 y 1816-1824: Comprobantes
Libros de Caja y Expedientes Administrativos; 1825: José Carlos Chiaramonte, Mercade-
res del Litoral, p. 211. 1810-1812 y 1814-1815: Claudia Wentzel “El comercio del Litoral
de los Ríos”, IEHS 3, p. 206
59
Ernesto Maeder, Historia Económica, pp. 246-250, 257-262 y 268-276 y ; Enrique Schaller, “El
comercio de la provincia de Corrientes…”, Folia Histórica, nº 17, pp. 154-155.
60
Claudia Wentzel, El comercio del Litoral de los Ríos”, IEHS 3, 176-177 y 207-210; Archivo General
de la Provincia de Corrientes, Correspondencia Oficial Libro de la Recaudación del Ramo Patrióti-
co perteneciente al año 1813, t. 6, fls 77-83.
46 Enrique Schaller., El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo re-
volucionario (1810-1824)
de Artigas contra Buenos Aires en los años 1813 y 1814, la entrada de milicias
artiguistas para sofocar rebeliones locales en 1815 y 1818 y el arribo de las fuerzas
guaraníes de los pueblos destruidos por los portugueses en 1817 y 1818.
El consumo de hacienda que realizaban las partidas armadas era difícil de con-
trolar por los jefes militares y a veces constituían robos encubiertos. Por otra parte
el reclutamiento del personal de los establecimientos rurales desorganizaba las
actividades productivas. Finalmente el cuadro se completaba con la proliferación
desertores y dispersos que subsistían del pillaje. 61
En estas condiciones los productores preferían liquidar las existencias pecuarias
para comercializarlas cuando las condiciones lo permitían. Este consumo destructi-
vo produjo una considerable disminución del stock vacuno. Se calcula que al finali-
zar el período colonial las existencias de ganado vacuno en la provincia superaban
las 400.000 cabezas. Para 1827 de acuerdo con un registro efectuado por las auto-
ridades de la provincia el total era de unos 220.000. Hay que tener en cuenta que
para ese momento la ganadería correntina ya llevaba varios años de recupera-
ción. 62
Por ese motivo si bien la cantidad de piezas exportadas se mantuvo elevada, el
valor monetario de las remesas comenzó disminuir porque un porcentaje cada vez
más importante de las extracciones estaba integrado por cueros equinos. Este cre-
cimiento muestra otro aspecto de la crisis como es la proliferación de manadas de
potros y yeguas silvestres considerados una plaga en tiempos regulares pero que
abundaban en esa época por el descuido de los rodeos.
Esta desorganización no era, por supuesto, un problema exclusivo de Corrien-
tes sino que afectaba a toda la región ganadera del Litoral y la Banda Oriental. Por
ello, las autoridades locales, Artigas y Francisco Ramírez adoptaron disposiciones
para frenar dilapidación de los recursos pecuarios. 63 .
La desorganización productiva también afectó a otras actividades. La exporta-
ción de suelas experimentó una importante caída en relación a los años finales de
61
Ricardo D. Salvatore, “The breakdown of Social discipline in the Banda Oriental and the Litoral,
1790-1820”, Mark D. Szuchman and Jonathan C. Brown, Revolution and Restoration. The
Rearrangement of Power in Argentina, 1776-1860, Lincoln, University of Nebraska Press, 1995,
pp. 74-102.
62
José Carlos Chiaramonte, Mercaderes del Litoral…, p. 220; Ernesto Maeder “La riqueza ganadera en
la época de la Confederación (1827-1854), Res Gesta, nº 27-28, Rosario, 1990, pp. 177-197
63
Con el fin de garantizar el procreo del ganado se buscó limitar el faenamiento de las vacas y sus crías.
Así, por ejemplo, en el reglamento del 25 de abril de1816, posiblemente atendiendo a reclamos lo-
cales se prohibió la exportación de cueros de vaca. Más tarde cuando la provincia fue incorporada a
la “República Entrerriana”, Francisco Ramírez en un Bando del 29 de septiembre 1820, dictado
poco tiempo después de afirmarse en el poder, prohibió la matanza de vacas, becerros y yeguas, y
estableció fuertes penas (pérdida de bienes) para los transgresores. Sin embargo, el caudillo entre-
rriano contribuyó al saqueo pues se afirma que al iniciar su campaña contra Santa Fe y Buenos ai-
res, sacó de la provincia 20.000 caballos y 70.000 vacunos, Hernán Gómez, Corrientes y la
República Entrerriana, Corrientes, 1929, pp. 184-188; Tulio Halperin Donghi, Revolución y gue-
rra…, pp. 313-314
Enrique Schaller. El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo 47
revolucionario (1810-1824
64
José Carlos Chiaramonte, Mercaderes del Litoral…, pp. 176-194
48 Enrique Schaller., El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo re-
volucionario (1810-1824)
vinculada con el gobierno pero significó liberar a la explotación terrenos mal apro-
vechados por la decadencia de las comunidades. 65
A principios de la década de 1820 con el restablecimiento del orden interno y la
prosperidad del comercio exterior se inició una etapa favorable para las produccio-
nes locales. Las exportaciones se ampliaron con la incorporación de nuevos bienes,
los principales frutos tendieron a valorizarse y, aparentemente, se abrieron amplias
posibilidades para algunos cultivos de la provincia.
Una prioridad de las autoridades fue la recuperación de las disminuidas existen-
cias pecuarias. En diciembre de 1822 se prohibió la exportación de cueros de vaca
y de terneros. Se trató también de limitar el faenamiento de yeguas. Pese a la crisis
pecuaria durante 1822 y 1823 el número de piezas exportadas fue similar al de los
años de comercio regular aunque cerca del 70% eran cueros equinos. Recién a
partir de 1824 comienza una fuerte reducción de las salidas debido al agotamiento
del ganado alzado y las restricciones del gobierno. Esta caída tuvo una larga dura-
ción pues hasta la década de 1840 no se alcanzarían las cantidades similares de
cueros exportados a las de la etapa colonial o el período artiguista. Esta disminu-
ción se vio compensada por un fuerte incremento del precio 66
La regularización de los vínculos con Buenos Aires significó una nueva etapa
propicia para la actividad de las curtiembres. De acuerdo con el censo de 1820
existían seis establecimientos. Las suelas correntinas eran muy apreciadas en el
mercado porteño y su valor también experimentó un importante incremento en
concordancia con la valorización de la materia prima y la mayor demanda. 67
La retirada voluntaria del Paraguay del mercado rioplatense favoreció a la
agricultura de la provincia la cual estaba en condiciones de aportar productos simi-
lares aunque en un volumen mucho más reducido. Una de las novedades del co-
mercio de frutos correntino en este período fue la incorporación del tabaco. La
eliminación de las restricciones al cultivo tras la supresión del Estanco en 1811
posiblemente favoreció la producción local pero en lo inmediato no tuvo un efecto
perceptible en el comercio exterior. El auge de las ventas de tabaco correntino se
inició en 1822 tras la disminución de exportaciones paraguayas. En esa etapa los
precios eran muy favorables. La cotización del producto saltó de alrededor de $3 la
arroba hacia 1818 a valores que oscilaban entre $5 y $8 entre 1822 y 1824. En el
quinquenio de 1822 a 1826 Corrientes exportaba unas 3.000 arrobas anuales. De
65
Enrique C. Schaller Distribución de la tierra y poblamiento en la provincia de Corrientes (1821-
1860), Resistencia, 1995, pp. 105-109. y 120-131.
66
Señalaba el cónsul británico en Buenos Aires que desde la apertura comercial del Río de la Plata, el
cuero se había valorizado en forma constante, pero que ese momento (1824) el precio del producto
estaba más allá de su "valor natural" y atribuía este fenómeno a la fuerte disminución de los envíos
desde la Banda Oriental y la Mesopotamia. Humphreys, R.A. British Consular Reports on the Trade
and Politics of Latin America, London, 1940, p.42.
67
José Carlos Chiaramonte, Mercaderes del Litoral, pp. 123-133.
Enrique Schaller. El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo 49
revolucionario (1810-1824
esta manera las extracciones de tabaco pasaron a ocupar el tercer lugar en el valor
total de las exportaciones correntinas luego de los cueros secos y las suelas. 68
Aunque de mucho menor trascendencia desde el punto de vista económico
también en la década del 1820 prosperaron la producción y el tráfico de naranjas,
miel de caña y maní. En contraste se produjo la desaparición del algodón. El ocaso
definitivo de este rubro tradicional del comercio refleja el avance de las importa-
ciones de ultramar que provocaron la ruina del tejido doméstico en el Litoral.
En los inicios de la organización provincial tuvo lugar además un incremento de
las exportaciones de madera las cuales alcanzaron una participación muy superior a
la que había tenido en la etapa colonial. Los avances en la actividad forestal fueron
promovidos por el aumento de la demanda de los mercados del Sur y por la pacifi-
cación de la frontera del Chaco que permitió un mejor aprovechamiento de los
bosques ribereños en la región.
El crecimiento de la participación de los frutos agrícolas y forestales y el mayor
valor de los productos compensaron en gran medida la declinación temporaria de la
venta de cueros secos. La composición del flujo exportador se diversificó y au-
mentó el valor del tráfico exterior.
La apertura comercial, sin embargo, trajo aparejado también un fuerte creci-
miento de las importaciones. A partir de 1823 la balanza comercial correntina fue
casi permanentemente deficitaria. El arribo masivo de importaciones preocupó a la
dirigencia local porque muchos de los efectos importados competían con la produc-
ción local. Además el déficit podía implicar una salida constante de moneda metá-
lica. Para evitar la fuga del circulante, como en otras regiones, se prohibió la
exportación de oro y plata. También a partir de 1825 se aumentaron los derechos de
introducción para algunos productos y se avanzó más tarde hacia la prohibición de
su ingreso. Las medidas proteccionistas sirvieron para equilibrar la balanza pero
no hicieron desaparecer el déficit. 69
De todas formas, el crecimiento de la actividad mercantil favoreció la circula-
ción monetaria. El déficit comercial era compensado en gran medida por inversio-
nes en tierras y viviendas que efectuaron de mercaderes y propietarios de otras
provincias así como también por el pago de de fletes y comisiones. El gobierno
también contribuyó a la difusión de la moneda porque sus ingresos crecieron con
los impuestos del comercio. Los montos recaudados por la tesorería local, muy
superiores a los de la etapa colonial, se distribuían luego mediante salarios y adqui-
siciones a comerciantes y productores. El Estado provincial correntino, a diferencia
del paraguayo no buscó autoabastecerse y dependía de los proveedores particulares
para el equipamiento de las fuerzas militares, la realización de obras públicas y las
necesidades de la administración.
68
José Carlos Chiaramonte, Mercaderes del Litoral…, pp. 72-73; Roberto Schmit y Miguel A. Rosal,
“De la colonia a la indepedencia…”, Cuadernos del Instituto Ravignani, nº 9, pp. 94-97; Enrique
Schaller “El comercio de la provincia de Corrientes…”, Folia Histórica nº 17, pp. 154-159.
69
José Carlos Chiaramonte, Mercaderes del Litoral…, pp. 159-164.
50 Enrique Schaller., El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo re-
volucionario (1810-1824)
70
Ernesto Maeder, Misiones del Paraguay…, pp. 266-260; Thomas Whigham, “De indios a ciudada-
nos…” pp. 126-131.
Enrique Schaller. El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo 51
revolucionario (1810-1824
71
Ernesto Maeder, Misiones del Paraguay…, pp. 269-276; Juan Luis Savoini, Paso de los Libres 4. El
fin de las Misiones… pp. 287-316.
72
Cuando Belgrano atravesó las tierras de Yapeyú al frente de la expedición contra el Paraguay pro-
mulgó un reglamento (30 de diciembre de 1810) destinado a regir la vida de los pueblos. Las dispo-
siciones apuntaban a promover la integración con la sociedad criolla. Allí se proclamaban los
derechos fundamentales de libertad y propiedad, exención de tributos, comercio libre e igualdad an-
te los empleos. Otras disposiciones adoptadas por el gobierno de Buenos Aires fueron la abolición
del tributo (1º de noviembre de 1811) y la supresión del servicio personal proclamada por la Asam-
blea Constituyente (12 de febrero de 1813).
73
Jorge F. Machón, Misiones después de Andresito, pp. 16-28; Ernesto Maeder, Misiones del Paraguay,
pp. 244-252; Edgar y Alfredo Poenitz, Misiones, Provincia guaranítica, pp. 111-139.
52 Enrique Schaller., El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo re-
volucionario (1810-1824)
74
La ocupación de Corrientes por Andresito ha generado mucha controversia entre los historiadores
sobre la actuación del jefe guaraní. Las fuentes básicas son los relatos testimoniales de Fermín Félix
Pampín, “Memorias sobre la degradante humillación que Corrientes y su provincia sufrió del ejér-
cito de guaranís y Tapes, al mando de su general Dn. Andrés Artigas”, y el de Jane y Anne Posth-
letwhite incluido en la obra de Juan y Guillermo Parish Robertson, Cartas de Sudamérica, carta
LVI; cfr. El comentario de Tulio Halperin Donghi, Revolución y guerra, pp. 319-320.
75
Sobre los intentos guaraníes por repoblar el Norte de las Misiones occidentales los trabajos más
completos son los de Jorge F. Machón, Misiones después Andresito, pp. 165-210, Jorge Machón, El
viaje de Amado Bompland a Misiones en 1821 , pp. 7-38; Juan Luis Savoini, Paso de los Libres 4.
… pp.87-175
Enrique Schaller. El Nordeste Argentino: Corrientes y las Misiones Guaraníes durante el ciclo 53
revolucionario (1810-1824
76
En 1824 se enajenaron a José Urquiza y a su socio Juan Baranao 75.000 ha del denominado “Rincón
de San Gregorio” entre los ríos Mocoretá y Uruguay. Posteriormente entre 1825 y 1826 en sucesi-
vas operaciones se enajenaron 890.000 ha al comerciante Blas Despouys a cambio de efectos pro-
vistos al gobierno misionero. Parte de esta inmensa extensión se ubicaba al norte del río Aguapey
en áreas controladas por el Paraguay. A partir de 1830 lo que restaba del territorio de las Misiones
Occidentales fue incorporado a Corrientes. El gobierno de esta provincia consideró nulas las ventas
efectuadas a Despuoys y comenzó a adjudicar las tierras en enfiteusis. Por el contrario, por una ley
del año 1848 ratificó la propiedad de Urquiza. Cfr. Beatriz Bosch, Urquiza y su tiempo, Buenos
Aires, Eudeba, 1980, p. 19; Raimundo Fernández Ramos, Apuntes históricos sobre Misiones. Posa-
das, Territorio de Misiones, Madrid, 1929, pp.197-204; Juan Luis Savoini, Paso de los Libres
4…pp. 218-223.