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Cognición motora y simulación mental

1. Naturaleza de la cognición motora

Puede que nunca hayamos pensado mucho sobre cómo planificamos y controlamos nuestros
movimientos, pero incluso un momento de reflexión nos hará conscientes de que nuestras
acciones habitualmente no son reflejas, disparadas por un estímulo externo (como ocurre
cuando retiramos la mano rápidamente de una estufa caliente), sino que más bien son
manifestaciones visibles de una serie de procesos mentales. Una idea clave es que estos
mismos procesos mentales se pueden utilizar en la cognición, incluso cuando no resulten en un
movimiento específico. Para ver cómo los procesos acostumbran a planificar y guiar el
movimiento, lo que se puede utilizar también en el razonamiento y la solución de los
problemas, debemos comenzar mediante la consideración de la naturaleza del procesamiento
motor.

Bajo este enfoque, un movimiento se considera que es un desplazamiento voluntario de una


parte del cuerpo en un espacio físico, mientras que una acción es una serie de movimientos
que se deben realizar para alcanzar un objetivo.

1.1. Ciclos de percepción y acción

Una clave para entender la naturaleza de la cognición motora es el concepto del ciclo de
percepción y acción, que es la transformación de las pautas percibidas en modelos
coordinados de movimientos. Hablando de forma evolutiva, la percepción existe no sólo para
reconocer los acontecimientos y los objetos, sino también, para proporcionar guía y
retroalimentación a los muchos movimientos que hacen los animales, de modo que en un
momento dado se es eficiente y se tiene éxito en la intención.

La percepción y la acción están mutuamente entrelazadas y son interdependientes y la


cognición motora descansa en el corazón del cómo interaccionan las dos. Planificamos de
forma que podamos alcanzar un objetivo de acción y lo que percibimos nos permite saber si
estamos más cerca de conseguir ese objetivo o nos encontramos en el camino equivocado.

1.2. Naturaleza del procesamiento motor en el cerebro

Hemos recalcado que la cognición motora se basa en los sistemas utilizados para controlar el
movimiento. Un hecho fundamental es que diferentes áreas del cerebro apoyan procesos
mentales diferentes. Nos centraremos en tres áreas motoras; 1) es el área motora de «nivel
más bajo»; las neuronas de esta área controlan los movimientos motores finos y envían fibras
desde el cerebro a los propios músculos. El Área Premotora (APM) se relaciona con la puesta a
punto de programas para secuencias específicas de acciones (y envía señales aferentes a M1);
el Área Motora Suplementaria (AMS) se relaciona con la puesta a punto y ejecución de planes
de acción. Así pues, suele considerarse que estas áreas forman una jerarquía, con M1 en el
nivel más bajo y el AMS en el más alto.

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