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1. ENTRENAMIENTO EN RESPIRACIÓN:
2. RELAJACIÓN MUSCULAR:
Manos y Brazos:
Puños: cierre y apriete, vea la sensación de tensión, relaje el doble de tiempo y
observe la diferencia.
Parte anterior de los brazos: doble los brazos por los codos para tensar los
músculos del antebrazo. Para relajar deje colgar los brazos por su cuerpo.
Parte posterior de los brazos: extienda los brazos todo lo rígidamente que
pueda, tense como si tiraran de ellos. Para relajar deje colgar los brazos por su
cuerpo.
Hombros y Nuca:
Hombros: Encoja los hombros tirándolos hacia la nuca, 5 segundos y relaje.
Frente y cuero cabelludo: Eleve las cejas todo lo que pueda, mantenga 5
segundos y luego relaje.
Ojos y entrecejo: Cierre los ojos con fuerza (en caso de usar lentillas hágalo
con cuidado), mantenga esa posición 5 segundos y luego relájese, vea la
diferencia.
Cuello y labios:
Mandíbula: Apriete los dientes durante 5 segundos y luego relaje. Separe los
dientes y sienta el alivio.
Una vez que ha terminado con los ejercicios, durante un par de minutos, concéntrese en
esa sensación de relajación que emana por todo su cuerpo… piense en una palabra que
describa sus sensaciones como “Calma”, “Tranquilidad” o visualice alguna imagen que
se corresponda con esas sensaciones (playa, algún recuerdo positivo…) y póngale una
etiqueta a la foto. Mantenga esta imagen mental varios segundos, con la práctica
conseguirá con esta imagen aumentar su sensación de bienestar y relajación.
3. RELAJACIÓN MENTAL:
Ahora quiero que pienses en el sol, que lo veas lo más claramente posible, ves el sol
brillante y piensa solo en eso. Ve el sol ahora y ve el sol como se mueve y va
entrando dentro de ti. Mira como esta ahora en tu corazón, mira esa bella luz y como
irradia claridad en todas direcciones, iluminándolo todo, haciendo que desaparezcan
los lugares oscuros... ves fácilmente esa bola de luz completamente redonda,
completamente perfecta. Queremos que esta luz llegue a todas las partes de tu
cuerpo, sedando todos tus nervios, todos tus huesos, todos los tejidos de tu cuerpo.
Vamos a hacer un viaje de luz, de calma, de relax por tu cuerpo.
Vamos ahora hacia abajo, hacia tus tobillos, centra tu atención en tus tobillos,
mira como la bola de luz se sitúa ahí, esta dentro de tus tobillos iluminándolos,
centra tu atención en ver esa luz, en sentir el calor de esa luz, la llegada de la luz ha
hecho que se genere ese calor que ahora sientes en tus tobillos, están relajados,
pesados, y calientes, la luz ha llevado ese calor placentero a tus tobillos. Siéntelos,
experiméntalo. Siente como toda la tensión de tu cuerpo desaparece y todo es calma
y calor.
Vamos a los pies. Tus pies están calientes, iluminados y radiantes. Los
ves calientes y relajados. Toda la tensión ha desaparecido con la luz, tus pies
experimentan la calma que les ha traído la bola de luz. Ahora esta bola de luz, sube
y sube hacia la pierna, penetra en las piernas y sigue subiendo hacia las rodillas,
todo es luz, todo es calma, todo es relax. Toda esa parte esta caliente y pesada.
Puedes sentir la luz en tus articulaciones, en tus músculos, radiando luz cálida a tus
nervios, radiando una energía que lo calma todo.
Ahora la bola de luz se vuelve a mover. Va subiendo por tu columna
vertebral, está al comienzo de tu columna vertebral, irradia luz y calma hacia arriba
por toda la columna, sientes la luz placentera, la gran sensación agradable y
placentera que se mueve hacia arriba, haciendo que desaparezcan todas las
tensiones. Sientes la sensación de calma, calor y relax placentero que desde la
columna vertebral se expande a todos los órganos internos: abdomen, intestinos,
estómago..., la luz se va expandiendo y va a ser mayor cada vez, su radio de acción
se amplia siempre moviéndose hacia arriba, así puedes notar perfectamente el ritmo
de tu corazón que late suave y armónicamente.
La luz esta justo en el centro de tu corazón, las irradiaciones relajantes
van en todas direcciones desde aquí, desde su centro. A calma va hacia delante,
hacia detrás, hacia la derecha, hacia la izquierda. Cuando la bola de luz llega, no
puede permanecer ninguna tensión, todo está cálido, relajado, en armonía.
Ahora ves como la bola de luz se vuelve a mover hacia arriba, penetra en
tu garganta con ese efecto positivo, de calma, de relax, de calor tranquilizador. No
hay otro tipo de puntos en ti, sólo puntos de calma, de vida, de luz, de sol irradiando
su luz en todas direcciones.
La bola de luz baja por los brazos, experimenta como se expande la luz
por tus brazos y como su irradiación se hace mayor. No hay más que luz hasta en la
punta de tus de dedos, la luz se separa en pequeñas bolas de luz en cada dedo. Una
cálida energía que está presente en todas las partes de tus brazos, tus nervios están
muy relajados, muy calmados. Si todavía sientes tensión, crispación o dolor, puedes
llevar la bola de luz viendo claramente como penetra en la zona tensa y la relaja, la
calma, la hace pesada, caliente, relajada.
Ahora la bola de luz se sitúa en tu cara, mírala en tu boca, en tu lengua, está en
la punta de tu lengua, y eso hace que ésta sea más pesada, relajada, caliente dentro
de tu boca. Siente como la luz se mueve por tus labios, por el labio superior y ahora
por el inferior. La luz se expande por tus mejillas, por tus mandíbulas, por tus ojos,
tus ojos se sienten iluminados. Siente la luz de tus ojos. La luz está dando en tus
ojos cerrados, es un toque de luz suave, un sol de atardecer suave y cálido. Ese rayo
de luz se centra en tus cejas, es como un haz de luz y calor que se abre, se abre justo
entre tus dos cejas, irradiando luz, calma, calor y una gran relajación en toda tu
frente y mente.
La bola de luz va tocado cada uno de los nervios de tu cerebro,
relajándolo, relajándolo placenteramente, haciendo salir de él hasta la más pequeña
tensión. Tu cerebro está liberado de tensión, esta tranquilo, libre, relajado, joven y
en condiciones para pensar con claridad, sin trabas
La luz ahora va hacia abajo mostrando tu espina dorsal, haciéndole ver claro
como tu espalda está relajada, como todo está desbloqueado de tensiones y el relax
se extiende sin dificultad por todo tu cuerpo. Toda esta claro sin bloqueos, sin
tensiones, sin obstáculos, desde el final de tu columna, hasta tu cuello, tu cerebro, tu
mente. Todo centellea de luz, de vida.
Abre lo ojos lentamente, observa tu alrededor, sigue respirando, observa tu
calma, tu relax…