nació en La Haye, el 31 de marzo de 1596, en una familia de la baja nobleza,
y desde muy pequeño fue un niño curioso, hasta tal punto que convirtió la búsqueda de la certeza en la base de su carrera como filósofo. Descartes utilizó la duda como método: sometía a duda todo tipo de conocimiento para lograr una verdad que superara el escepticismo reinante en la época. Así confirmó primero su existencia y creyó probar después la de Dios, en quien el filósofo creía firmemente. “No hay nada repartido de modo más equitativo en el mundo que la razón: todo el mundo está convencido de tener suficiente”, afirmó una vez Descartes. “Vivir sin filosofar es, propiamente, tener los ojos cerrados, sin tratar de abrirlos jamás”, declaró el famoso pensador en otro momento de su vida. René Descartes murió el 11 de febrero de 1650 en la capital de Suecia, en Estocolmo, como consecuencia de una neumonía.
Fenómenos influyentes en su pensamiento.
En 1618, Descartes se alistó en el ejercito del príncipe Maurice de Nassau (posteriormente príncipe de Orange) como caballero voluntario. Fue enviado a la guarnición de Breda, en Holanda, en donde había una tregua entre las fuerzas francoholandesas y las españolas, bajo cuyo dominio se hallaban sometidos los Países Bajos. En ese período sus intereses fueron los que corresponden a un oficial del ejército: la balística, la acústica, la perspectiva, la ingeniería militar y la navegación. En Breda, un 10 de noviembre de 1618, se encontró con un grupo de gente ante un cartel que se hallaba expuesto en la calle. Estaba escrito en flamenco y Descartes, dirigiéndose a una de las personas del grupo, le pidió que se lo tradujera al latín o al francés. El cartel era un desafío que instaba a los que lo leían a resolver el problema matemático que en él se proponía. La persona a la que Descartes se dirigió para que se lo tradujera era Isaac Beeckman, uno de los matemáticos más famosos del país. Descartes resolvió el problema y presentó su solución a Beeckman, quien reconoció al instante su genio matemático y se propuso reavivar el interés del joven por los problemas matemáticos. Debemos al diario de Beeckman, descubierto en 1905, el haber arrojado luz sobre este período de la vida de Descartes. Fue un período de donde la mente del joven pasaba con gran celeridad de unas cuestiones a otras. Y fue precisamente en esta época cuando Descartes dio con la pista del método con el cual intentar unificar el conocimiento humano en base a un conjunto central de premisas. El 26 de marzo de 1619 Descartes informó a Beeckman “acerca de una ciencia, enteramente nueva, que le iba a permitir resolver todos los problemas que se pueden proponer acerca de cualquier clase de cantidades, continuas o discontinuas, cada una de acuerdo con su naturaleza…, de forma que, en Geometría, casi nada quedaría ya por descubrir”. De esta manera Descartes anunciaba el descubrimiento de la Geometría Analítica.
Descartes es considerado como el "padre de la filosofía moderna" y también "fundador
del idealismo moderno". No hay duda de que su pensamiento influyó grandemente, no solamente dentro de la tendencia llamada "cartecianismo", sino también en muchos autores que se han opuesto a ella, pero que de algún modo debe a Descartes sus principales incitaciones filosóficas. La filosofía de Descartes no puede reducirse, como a veces se ha hecho, a metodología. Tal filosofía es un conjunto muy complejo de diversos elementos: método, metafísica, antropología filosófica, desarrollos científicos (especialmente matemáticos), preocupaciones religiosas y teológicas, etc. Todas estas razones explicadas a lo largo de su vida fueron determinantes en sus conclusiones, a comparación de otros autores.