Debes poner especial atención en la ventilación de la tristeza, el
enfado, el miedo y el dolor. Además del odio y el resentimiento. El objetivo es que sientas que alguien está escuchando lo que tú quieres contar. El escuchante será una hoja de papel, un lienzo en el que pintar, un espejo al que hables, una silla, la naturaleza, el universo… y podrás aligerar tu peso emocional. Sigue estas claves:
Puedes planear un tiempo para el desahogo de estos sentimientos
periódicamente. Ritualiza este momento para que todo tu cuerpo esté en este instante. Enciende una vela, pon incienso. Haz una especie de altar porque lo que vas a hacer es “algo sagrado” y una muestra de amor hacia ti. Ejercicio para expulsar la pena y rabia contra alguien: o Coge una silla vacía y una toalla. o Golpea la toalla sobre la silla durante 10 minutos. o Habla a esa persona y golpea. Cuéntale todo lo que te dolió mientras sacas la rabia y la pena. o Y acaba diciendo “Yo quería ser amada, cuidada, respetada, valorada…. por ti”. o Después una ducha reparadora, un baño de sales para eliminar toxinas, y a hacerte una comida especial, ver tu serie favorita, o de risa… una recompensa por sacado el dolor fuera. o Repítelo tantas veces como sea necesario. Otras formas: escribir cartas al ofensor/a, arte-terapia (expresar lo que sientes a través del arte, manualidades, artesanía…), hablar al espejo, ver películas de llorar, cantar a voz en grito, bailar como una posesa, pintar, esculpir sintiendo lo que quieres desahogar… Escritura: Puedes poner música y escribirle una carta a esa persona. Después lee en voz alta la carta y deja que salgan las emociones. Quema el papel. Apaga la vela y agradece. Ducha y premio. Tareas de esfuerzo físico: Salir a caminar, dar largos paseos. Despacio si estás triste. O rápido si estás enfadada. Puedes usar cascos de música para acompañar tu estado emocional.
Y hacer LIMPIEZAS en la casa, en tus armarios, etc. Sobre todo, de todo
aquello que te ancla al pasado y te trae esos recuerdos negativos. Crea un hogar que te recargue de energía y te dé paz, no que te traiga malos recuerdos y emociones enquistadas. Puedes usar el feng-shui. Cada vez que traigas a casa algo nuevo, saca algo. Pon fotos y cuadros estimulantes, flores, elementos que te conecten a la Madre Tierra… Cambia poco a poco tu forma de vestir y busca la forma en la que se viste una persona que quiere recibir la alegría en su vida y cerrar las heridas del pasado. ¿Cómo se vestiría? Y cambia la alimentación de la misma manera.
Hazlo durante un tiempo y observa la mejoría física y emocional.
Puede ser que algunos dolores o síntomas físicos que tienes desde hace tiempo desaparezcan.
No pongas límites a tus emociones
Deja que se expresen en ti tal cual vienen. Cuanto más crítica y exigente eres contigo (herida de la injusticia, rechazo, traición…) más posibilidades hay de que limites la expresión de tus emociones.