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cómo mejorar la calidad de vida de las familias de niños con discapacidad intelectual: algunas propuestas

cómo mejorar la calidad de vida de

las familias de niños con discapaci­


dad intelectual: algunas propuestas

[Improving Quality of Life of Children with Disabilities’ families:


some proposals]

Marta Gràcia y Rosa Vilaseca ■ ■ ■

Universidad de Barcelona
Revista Española sobre Discapacidad Intelectual
Vol 39 (2), Núm. 226, 2008 Pág. 44 a pág. 62

resumen

El artículo se inicia con una reflexión en torno al hecho de que las inter­
venciones centradas en las familias de niños con discapacidad intelectual
pueden ser consideradas como una contribución a su calidad de vida. A
partir de aquí se revisa brevemente el concepto de calidad de vida, su
evolución y su aplicación en el ámbito de las familias de personas con dis­
SIGLOCERO

capacidad intelectual. Se presenta una revisión de investigaciones en el


ámbito de la intervención naturalista en la comunicación y el lenguaje,
basadas en teorías funcionales e interactivas del desarrollo, tanto centra­
das en el trabajo directo con el niño como centradas en la familia. Se presentan
resultados de intervenciones naturalistas llevadas a cabo en nuestro país cen­
tradas tanto en niños con discapacidad intelectual como en sus familias.
Finalmente, se defiende que para conseguir una mayor calidad de vida de los
niños con discapacidad intelectual y sus familias, debemos optar por una nueva
metodología que suponga un trabajo coordinado y compartido, desde el inicio,
entre todos los profesionales e instituciones implicados en el proceso.
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Palabras clave: Discapacidad intelectual, comunicación y lenguaje, calidad de


vida familiar, colaboración profesionales-familia, intervención naturalista
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Marta Gràcia y Rosa Vilaseca

summary

The article begins with a reflection on the fact that the interventions
centred on the families of children with intellectual disability can be con­
sidered as a contribution to their quality of life. From that point onwards,
the concept of quality of life is revised briefly, its evolution and its appli­
cation on the field of families of people with intellectual disability. A revi­
sion of researches on the field of naturalistic intervention on communi­
cation and language is presented, based on functional and interactive
theories of development, centred on direct work with the child as on the
family. Results of naturalistic interventions carried out in our country centred on
children with intellectual disability as on their families are presented. Finally, it
is stated that to achieve a better quality of life for children with intellectual dis­
ability and their families, we have to opt for a new methodology, which implies
a coordinated and shared work, from the beginning between all the profes­
sionals and institutions involved in the process.

Key words: Intellectual disability, communication and language, quality of


life, professionals-family collaboration, naturalistic intervention

introducción ■ ■ ■ capacidad o como simples seguidoras de


órdenes o consejos de los profesionales, a
considerarlas como un miembro más del

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Cuando hace diez o quince años algu­
equipo multidisciplinar que atiende al
nos investigadores de este país reivindi­

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niños, ha significado un avance funda­
cábamos la necesidad de asesorar a las
mental en el ámbito de la educación de
madres de niños con discapacidad inte­
los niños con discapacidad intelectual.
lectual con el fin de mejorar el desarrollo
de las capacidades de los niños, todavía
Más adelante argumentaremos que
no teníamos muy claro que en el fondo lo
entender la función de los padres de esta
que estábamos intentando era mejorar la
calidad de vida de las familias de estos manera a menudo supone una determi­
niños. En el presente artículo nos propo­ nada forma de considerar el desarrollo
nemos revisar, en primer lugar, el concep­ humano, y la importancia de la interac­
to de calidad de vida, así como su concre­ ción en el desarrollo de las personas, en
ción en las familias de niños con discapa­ general, y en el ámbito de la comunica­
SIGLOCERO
cidad intelectual. ción y el lenguaje, en particular. En este
trabajo defenderemos que cuando traba­
En segundo lugar, presentaremos una jamos con familias de niños con discapa­
determinada manera de entender la fun­ cidad intelectual no podemos dejar de
ción de los padres en la educación de los considerar que el desarrollo tiene lugar
niños con discapacidad intelectual, remi­ en un contexto social con otras personas
tiéndonos a conceptos como collaborati­ y gracias a otras personas que desde el
ve partnership o partnership education inicio interactúan con el niño, que le
(Turnbull, Blue-Banning, Turbiville y Park, enseñan el mundo en el que ha nacido.
1999). Como ya hemos señalado en otros De la interacción entre estos elementos y
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trabajos (Giné, Vilaseca, Gràcia y García- el propio bagaje genético que el niño
Dié, 2004) el paso de entender la función trae consigo se derivan una serie de avan­
de las familias como causantes de la dis­ ces concretos, a veces más lentos, a veces
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más rápidos, en ocasiones más parecidos entre objetivos, coordinación entre pro­
a los de la población general y en otras fesionales, y por encima de todo una
con características más específicas. visión de conjunto de las personas, de las
familias y de los niños. La experiencia nos
A continuación presentaremos algunos ha demostrado que los resultados de una
resultados de investigaciones centradas intervención educativa no dependen úni­
en el trabajo con niños y sus familias en el camente de la calidad interna de la pro­
área de la comunicación y el lenguaje puesta, ni de su planificación y desarro­
desde una perspectiva naturalista. llo, sino de hasta qué punto se inserta
Fundamentalmente presentaremos los adecuadamente en el entramado de pro­
resultados de dos investigaciones que se puestas que desde diferentes instancias
llevaron a cabo de manera consecutiva se ofrece a la familia.
en el tiempo de forma que las conclusio­
nes a las que se llegó en la primera se
convirtieron en los objetivos de la segun­ calidad de vida de las familias de
da. Así, en un primer estudio (Vilaseca y niños con discapacidad intelectual
del Rio, 1997) se trabajó con niños con ■■■
síndrome de Down utilizando una meto­
dología naturalista. Paralelamente se Durante los últimos años el concepto
llevó a cabo un seguimiento de las inte­ de calidad de vida ha sido objeto de
racciones que los niños llevaban a cabo numerosos estudios y publicaciones.
con sus madres. Las conclusiones pusie­ Como señala Cummins (1997), existen
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ron de manifiesto la necesidad de aseso­ más de cien definiciones del concepto y


rar también a las madres. El objetivo del
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numerosos instrumentos que se han pro­


segundo estudio (Gràcia, 2001, 2002) se puesto medir diferentes aspectos de la
centró en el trabajo con las madres con el calidad de vida. Con el fin de que la
fin de mejorar la calidad de las interac­ comunidad científica pudiera compartir
ciones comunicativas y lingüísticas entre una misma manera de entender este con­
ellas y sus hijos. cepto en el campo de la discapacidad
intelectual, la Internacional Society for
Finalmente, dedicaremos un breve the Scientific Study of Intellectual
apartado a presentar algunas conclusio­ Disability (IASSID) hace unos años tomó
nes a las que nos ha llevado la reflexión la iniciativa de crear un grupo de investi­
sobre la necesidad de que este tipo de gación especialmente centrado en la cali­
intervenciones no se diseñen de manera dad de vida, que elaboró una propuesta
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aislada, sino integradas en todo el entra­ de consenso (Schalock, Brown, Brown,


mado de ayudas que las familias de los Cummins, Felce, Matikka, Keith y
niños necesitan para seguir adelante en Parmenter, 2002).
su educación. Siguiendo con la filosofía
que impregna la investigación llevada a Como recordarán los lectores de esta
cabo en relación a la calidad de vida de revista, en el trabajo de Schalock y otros
las familias de niños con discapacidad (2002) se define la calidad de vida como
intelectual, defenderemos que los profe­ un concepto subjetivo sobre el grado de
sionales deberían tender a planificar las satisfacción que la persona experimenta
ayudas que necesitan las propias familias en relación con el nivel de cobertura de
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y los niños de manera coordinada, no sus necesidades en el entorno que le


perdiendo de vista en ningún momento rodea: el hogar, la escuela, el trabajo y,
la necesidad de que exista coherencia en definitiva, la comunidad. Sin embar­
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go, a pesar de tratarse de un concepto características y el estado actual en el que


subjetivo, claramente remite a condicio­ se encuentra la calidad de vida de estas
nes objetivas de vida que, por lo general, personas en nuestro entorno, lo cual
no habrían de ser muy diferentes en el siempre contribuye a la validez de los
caso de las personas con discapacidad en resultados.
relación al resto de la población. En el
mismo trabajo se ratifican las ocho Recientemente han aparecido numero­
dimensiones que Schalock había identifi­ sas publicaciones que se centran en la
cado en sus primeros trabajos (Schalock, elaboración de instrumentos para medir
1996), a saber: bienestar emocional, rela­ la calidad de vida de las personas con dis­
ciones interpersonales, bienestar mate­ capacidad intelectual (Verdugo, Schalock,
rial, desarrollo personal, bienestar físico, Keith y Starcliffe, 2005). Cabe señalar
autodeterminación, inclusión social y especialmente los trabajos llevados a
derechos. Respecto a la especificidad del cabo por los investigadores del Beach
concepto en relación con el que se utiliza Center on Disability. Kansas University
para referirse a las personas sin discapaci­ (Poston, Turnbull, Park, Mannan, Marquis
dad, se señala que la calidad de vida de y Wang, 2003; Summers, Poston,
las personas con discapacidad intelectual Turnbull, Marquis, Hoffman, Mannan y
se compone de los mismos factores que Wang, 2005). Uno de los motivos que ha
son importantes para las personas sin dis­ llevado a estos investigadores a avanzar
capacidad. Asimismo, se señala que se en la línea señalada anteriormente, es
experimenta calidad de vida cuando la que consideran que una de las maneras

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persona es capaz de satisfacer sus deseos de demostrar la necesidad de que se
y necesidades y cuando se tiene la opor­ incrementen los recursos públicos para el

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tunidad de promover el desarrollo en los trabajo con las familias y con los niños
principales ámbitos de la vida. Cabe des­ que presentan discapacidad intelectual,
tacar también el hecho de que en este consiste en analizar su percepción de cali­
concepto se reconocen componentes dad de vida. Si las familias, como parece
objetivos y subjetivos, pero la percepción que es el caso, señalan que hay numero­
del individuo es fundamental. sos puntos débiles en su calidad de vida ­
Finalmente, se subraya que la calidad de en cuanto a la posibilidad de contar con
vida se basa en las elecciones y el control especialistas, con asesoramiento, con gru­
individual, y se afirma que se trata de un pos de padres con los que poder contac­
constructo multidimensional influido por tar para organizar actividades adecuadas
factores personales y ambientales. para sus hijos, con centros de respiro en
SIGLOCERO
los que poder depositar la confianza y
Con posterioridad a los trabajos que dejar a sus hijos durante algunas horas o
acabamos de revisar, Schalock ha conti­ fines de semana, etc..- es posible que las
nuado trabajando en relación a la calidad autoridades sean más sensibles a la hora
de vida de las personas con discapacidad de destinar más recursos a esta cuestión.
intelectual en colaboración con otros Esta reflexión también se la han hecho
autores (Schalock y Verdugo, 2002) de investigadores de otros países como
nuestro país que también han llevado a Colombia, que, en este caso, han adapta­
cabo aportaciones fundamentales en éste do y validado uno de los cuestionarios a
ámbito (Verdugo y Jordán de Urríes, los que nos hemos referido a población
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2001; Verdugo, 2006). Cabe destacar de colombiana (Verdugo, Córdoba y Gómez,


estos trabajos el hecho de que se acercan 2005). A pesar de que las necesidades que
al problema teniendo en cuenta las puedan estar o no cubiertas en este país
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pueden ser diferentes de las del nuestro, gran esfuerzo a plantear el trabajo con
cabe destacar que este trabajo supone la familias en los términos a los que acaba­
posibilidad de tener la escala traducida a mos de referirnos (collaborative partners­
nuestra lengua. Sin duda, es un primer hip) y que al mismo tiempo dediquen
paso para llevar a cabo adaptaciones de también grandes esfuerzos a confeccio­
esta escala a nuestra población, objetivo nar una escala para medir la calidad de
que algunos investigadores ya se han vida de las familias de personas con dis­
planteado (Giné, 2007a; Giné, Gràcia, capacidad intelectual. En el fondo, parte
Vilaseca y Balcells, 2007). de esta explicación se encuentra en que
comparten una determinada forma de
Si bien dedicaremos un espacio en este entender el desarrollo humano y la
artículo a revisar aportaciones que se han influencia de las personas que nos rode­
llevado a cabo en los últimos años en an en este proceso, cuestión que aborda­
relación al trabajo de asesoramiento a mos en el siguiente apartado.
familias de niños pequeños con discapaci­
dad intelectual o con retraso en el desa­
rrollo, cabe señalar que el grupo de teorías funcionales e interactivas del
investigadores de la universidad de desarrollo ■ ■ ■
Kansas a los que acabamos de referirnos
han planteado en numerosas ocasiones la Numerosos estudios coinciden en reco­
cuestión de las diferentes funciones que nocer la naturaleza social y cultural del
históricamente han tenido las familias en desarrollo humano (Bruner, 1977; 1997;
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el proceso de intervención. Así, señalan Wertsch, 1979, 1988, 1993;


que en un primer momento los padres
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Bronfenbrenner, 1987, Bronfenbrenner y


eran considerados como fuente o causa Morris, 2000, Rogoff 1993; 1998; Cole,
de la discapacidad, más adelante empe­ 1999; Tomasello, 1999, Tomasello y
zaron a formar parte de organizaciones y Slobin, 2005, entre otros). Entender el
progresivamente han formado parte de desarrollo humano como una actividad
servicios, en algunos casos se les ha otor­ social y cultural en la que los niños parti­
gado una función de maestros o incluso cipan de forma activa de acuerdo con sus
de profesionales, e incluso de defensores competencias y con la ayuda de los adul­
políticos en determinados contextos. El tos o de compañeros más expertos, fue
concepto que estos investigadores acu­ una idea introducida por Vygotsky en
ñan actualmente para referirse a la rela­ 1978 y divulgada años después por auto­
ción entre profesionales y familias, es el res como Lock (1980), Wertsch (1988),
SIGLOCERO

de collaborative partnership. Padres y Bruner (1983), Kaye (1985) o Rogoff


profesionales deberían tener el mismo (1993). Vygotsky se interesó también por
peso en la planificación de los programas los niños con necesidades educativas
educativos, aportando cada uno de ellos especiales resaltando la necesidad de su
sus conocimientos y su experiencia. La integración en la sociedad. Este punto de
confianza mutua y el compartir objetivos vista, sin duda adelantado a su época, es
consensuados se convierten en elementos coherente hoy con un enfoque funcional
clave para conseguir la mejor educación y contextual de la atención educativa a
para los niños (Turnbull, Turnbull, Edwin las personas con discapacidad.
y Soodak, 2006). Como intentaremos
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argumentar a lo largo del artículo, no nos Siguiendo a Vygotsky, una concepción


parece casual el hecho de que un mismo del desarrollo de naturaleza interactiva y
grupo de investigadores dediquen un social es aplicable a los niños con disca­
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Marta Gràcia y Rosa Vilaseca

pacidad, otorgando al contexto y a la de sus hijos (Booth y Nelly 1998). Como


familia un papel decisivo a la hora de consecuencia, los patrones de desarrollo
determinar la dirección y las posibilida­ y aprendizaje de los niños con discapaci­
des de desarrollo y aprendizaje de estos dad intelectual pueden verse fuertemen­
niños (Gallimore, Weisner, Bernheimer, te comprometidos. Si estamos de acuerdo
Guthrie y Nihira, 1993; Bernheimer y en que son las interacciones conjuntas y
Keogh, 1995; Guralnick 1997a, 1997b; las actividades que realizan los niños y
2001). Entender que el desarrollo tiene niñas en su cotidianidad, en sus rutinas
una naturaleza social e interactiva, impli­ diarias, las que les brindan oportunida­
ca atribuir a la familia, como contexto des para generar y optimizar procesos de
básico en el que la interacción tiene desarrollo y aprendizaje, es decisivo ofre­
lugar, una responsabilidad decisiva en el cer apoyo en los entornos naturales en
desarrollo de todos los niños sin excep­ los que el niño vive y se desarrolla.
ción (Guralnick, 2005c). Una perspectiva
centrada en la familia (Turnbull, Blue- Como hemos señalado, la perspectiva
Banning, Turnville y Park, 1999; Feldman, sociohistórica ha servido para describir y
Sparks y Case, 2004) asume que los sobre todo explicar el desarrollo en gene­
padres juegan un papel clave en el pro­ ral y algunas de las áreas en particular.
ceso de desarrollo y aprendizaje de sus Este es el caso del ámbito de la comuni­
hijos. cación y el lenguaje. En el siguiente apar­
tado presentamos brevemente algunas
Argumentos como los que acabamos de de las principales aportaciones en este
sentido, que más adelante nos serán úti­

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presentar han llevado a numerosos auto­
res a adoptar un modelo de intervención les para justificar determinadas propues­

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que otorga prioridad a la capacitación de tas o modelos de intervención en el área
las familias (“empowerment”), mediante de la comunicación y el lenguaje.
formas de apoyo oportunas (asesora­
miento, formación) para que puedan
enfrentarse en mejores condiciones a las la interacción y el desarrollo de la
exigencias educativas derivadas de las comunicación y el lenguaje ■ ■ ■
necesidades particulares de sus hijos. Esta
necesidad de formar a las familias tiene Gran número de estudios sobre el desa­
su origen en los resultados de numerosos rrollo de la comunicación y el lenguaje
estudios que han puesto de relieve la difi­ infantil otorgan un valor fundamental a
cultad de las familias con hijos con disca­ la interacción social como factor explica­
SIGLOCERO
pacidad de promover prácticas educati­ tivo (French y McLure, 1981; Bruner, 1983,
vas adecuadas y ajustadas a las caracterís­ Rondal, 1985, 1996; Moerk, 1977, 1983,
ticas del desarrollo de sus hijos. Por ejem­ 1986). Si es cierto que los niños aprenden
plo, se ha puesto de manifiesto en nume­ y desarrollan lenguaje en los primeros
rosos trabajos la dificultad de las madres años gracias, en parte, a los intercambios
para establecer rutinas de atención con­ interpersonales que mantienen con el
junta (Gràcia, 2002; Vilaseca, 2006), los cuidador, también lo es que estas interac­
desajustes formales en el input lingüísti­ ciones socioafectivas conllevan intercam­
co (Vilaseca, 2004), la asimetría de turnos bios lingüísticos. La calidad y cantidad de
en el diálogo (Del Rio, Vilaseca y Gràcia, interacción lingüística es determinante
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2006), así como la dificultad que supone para explicar el desarrollo del lenguaje,
seleccionar y organizar experiencias que tanto en el caso de niños que presentan
promuevan efectivamente el desarrollo un desarrollo normal como en el de todos
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aquellos que presentan retraso en el vención en el área de la comunicación y


desarrollo del lenguaje (Vilaseca, 2006). el lenguaje denominadas naturalistas,
Más concretamente, determinadas estra­ que siguen un modelo interactivo
tegias interactivas, de ajuste lingüístico y (Tannock y Girolametto, 1992). Tales pro­
control de la conversación empleadas de puestas distinguen dos tipos de interven­
forma natural e implícita por los interlo­ ción, la directa y la mediada (Vilaseca,
cutores cotidianos del niño tienen, efecti­ 2002). La primera es aquella en la que el
vamente, carácter educativo y son pro­ niño es el sujeto directo de la interven­
motoras y optimizadoras del desarrollo ción, sobre el cual se interviene, y la
del lenguaje infantil. segunda consiste en el asesoramiento a
las personas significativas que rodean al
Algunos autores han intentado respon­ niño, especialmente los padres y los edu­
der a la pregunta de cuáles son los meca­ cadores y maestros.
nismos responsables de los procesos de
enseñanza y aprendizaje en los que se La intervención naturalista directa con el
implican los niños y los adultos cuando niño
interactúan entre ellos. Lo han hecho lle­
vando a cabo estudios utilizando una Las propuestas de intervención natura­
metodología experimental, correlacional lista parten de las descripciones de los
o longitudinal (Snow, 1972; Dale y procesos naturales interactivos que se
Ingram, 1981; Nelson y otros, 1983; dan entre niños y sus madres en contexto
French y Mclure, 1981; Moerk, 1983, natural. En los años setenta y ochenta
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1985; Rondal, 1980, 1984). En conjunto, aparecieron en Estados Unidos una serie
los resultados indican que el lenguaje de programas en los que la intervención
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usado por los interlocutores habituales en el área del lenguaje se llevaba a cabo
del niño es un lenguaje correcto desde el en el contexto natural del niño, a través
punto de vista formal además de ser de actividades conversacionales, utilizan­
redundante, claro y con una simplicidad do una metodología que enfatizaba
léxica, semántica y morfosintáctica que seguir la iniciativa del niño y el uso de
facilita los procesos de adquisición por consecuencias funcionales y lingüísticas.
parte del niño y que éste se acomoda y Algunas de las propuestas fueron el inci­
cambia a medida que progresa el desa­ dental teaching o milieu language tea­
rrollo lingüístico del niño. Asimismo ching (Kaiser, Alpert, 1988), la enseñanza
demuestran que el desarrollo del lengua­ de lenguaje en contexto (Hart y Rogers-
je infantil va íntimamente ligado al len­ Warren, 1978), el pragmatic teaching
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guaje que los padres le dirigen. (Conant y otros, 1984), el functional tea­
ching (Hart, 1985), o la enseñanza inte­
ractiva (MacDonald, 1985). Todas ellas
intervención naturalista con niños coincidían en la importancia de las ruti­
con discapacidad intelectual y sus nas conversacionales en las interacciones
con el niño para la adquisición del len­
madres en el área de la comunica­ guaje y, por otro lado, ponían de mani­
ción y el lenguaje ■ ■ ■ fiesto las limitaciones que tenía, para los
niños con discapacidad, intervenir fuera
Influidos por las teorías sociointeracti­ de su contexto habitual.
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vas y funcionales que acabamos de


comentar, a partir de los años ochenta A partir de la revisión de trabajos como
surgen una serie de propuestas de inter­ los que acabamos de señalar, nos propu­
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simos diseñar y desarrollar una interven­ en ninguna de las tres fases.


ción con tres niños con síndrome de
Down de edades comprendidas entre los Los principales resultados del estudio
4 años 6 meses y los 5 años 11 meses. Al indican que tanto el porcentaje de enun­
inicio de la investigación la mayoría de ciados con verbo de dos o más palabras,
los enunciados de los tres niños eran de como la Longitud Media de los
una sola palabra, la mayor parte sustanti­ Enunciados con verbo (LMEv) se incre­
vos. Las uniones de dos palabras eran mentaron durante la intervención en los
escasas y apenas usaban verbos. Así, nos tres casos, a diferencia de la primera fase
propusimos llevar a cabo una interven­ de observación con las madres donde el
ción dirigida, en líneas generales, a nivel de lenguaje de los niños se había
fomentar la comunicación y el uso del mantenido estable durante los cuatro
lenguaje oral a través de la interacción y, meses. Esta mejora puede relacionarse
más específicamente, a que usaran con el uso de estrategias educativas por
estructuras morfosintácticas de dos o más parte de la terapeuta. Es decir, parece
palabras con la inclusión del verbo. La que existe una relación entre el uso explí­
hipótesis de partida era que el empleo cito de determinadas estrategias educati­
explícito de determinadas estrategias vas en los patrones de interacción adulto-
naturalistas durante la intervención adul­ niño y la adquisición de determinados
to-niño encaminadas a favorecer la incor­ aspectos formales del lenguaje en este
poración del verbo en los enunciados de trabajo empírico. En cuanto a las graba­
dos o más palabras emitidas por los ciones realizadas en los domicilios de los

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niños, favorecería la adquisición de niños interactuando con sus madres, los
dichos aspectos. La intervención se llevó a

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resultados muestran que los tres niños
cabo en la escuela de los niños, con una presentan un nivel de lenguaje más ela­
frecuencia de tres días por semana con borado cuando interactúan con la tera­
cada niño, durante cuatro meses. peuta que cuando lo hacen con las
madres. En la tercera fase, a pesar de que
El diseño de este trabajo incluyó una el nivel de lenguaje que presentan los
primera fase en la que únicamente se niños es mejor que en la primera, se pro­
observó y grabó a los niños interactuan­ duce un decremento en el porcentaje de
do con sus madres en casa. Esta primera enunciados con verbo de dos o más pala­
fase de cuatro meses sirvió para estable­ bras en relación a la segunda fase.
cer con precisión el nivel de competencia Nuestros resultados indican que para los
lingüística de los niños en su contexto niños con discapacidad intelectual con
SIGLOCERO
natural en referencia a la variable sobre retraso en el área del lenguaje, además
la que íbamos a intervenir. Seguidamente de una intervención directa con el niño es
se desarrolló la fase de intervención con necesaria una intervención paralela con
una duración también de cuatro meses. la familia, de manera que los padres
Durante el tratamiento se seguía graban­ incorporen patrones interactivos que
do también en casa a los niños interac­ mantengan y potencien los logros conse­
tuando con sus madres. Finalmente, se guidos en el tratamiento directo.
realizó una tercera fase de cuatro meses
de duración similar a la primera fase, sin La intervención naturalista con las fami­
intervención y con observación en casa. lias
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Las madres no recibieron en ningún


momento orientaciones tendentes a Si bien los resultados obtenidos en las
modificar sus propias pautas interactivas, intervenciones centradas en el niño
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cómo mejorar la calidad de vida de las familias de niños con discapacidad intelectual: algunas propuestas

siguiendo una metodología naturalista, las habilidades comunicativas y lingüísti­


como los que acabamos de presentar, han cas de los niños a través del trabajo de
sido en general satisfactorios, desde el asesoramiento a las madres y otros miem­
primer momento los investigadores y los bros de la familia, así como a los educa­
profesionales se plantearon la necesidad dores (Manolson, 1979, 1992, 1994;
de complementar el trabajo directo con Girolametto, 1998; Dickinson y Tabors,
el niño, con el asesoramiento a las fami­ 2001).
lias y a otros profesionales, como los edu­
cadores. Los trabajos más recientes de investiga­
dores que han colaborado tradicional­
En este apartado, como ya hemos seña­ mente con Manolson en la universidad
lado con anterioridad, revisaremos breve­ de Toronto o en universidades italianas
mente algunas de las aportaciones fun­ (Girolametto, Bonifacio, Visini,
damentales en este ámbito y posterior­ Weitzman, Zocconi y Steig Pearce, 2002)
mente presentaremos algunos resultados se dirigen a niños que únicamente pre­
de un trabajo propio de asesoramiento a sentan retraso en el desarrollo del len­
madres de niños con síndrome de Down guaje. Sin embargo, como ha ocurrido a
en el área de la comunicación y el len­ lo largo de estos años, defienden que las
guaje. propuestas que realizan en relación al
trabajo de las familias no se ciñen a un
Son numerosos los trabajos que se pue­ tipo específico de dificultad o discapaci­
den citar en relación al ámbito del traba­ dad. Se trata de propuestas que en gene­
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jo del asesoramiento a las familias de ral podríamos agrupar bajo la etiqueta


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niños con discapacidad intelectual. de modelo interactivo (Tannock y


Algunos de los más clásicos se remontan Girolametto, 1992), como ya se ha seña­
a los años 70 y 80, como es el caso del lado con anterioridad, que comparten
Portage Project (Shearer y Shearer, 1976), una misma forma de entender el desarro­
o el Mother Child Home Program, publi­ llo humano, la intervención temprana, el
cado en el mismo año por Levenstein. papel de los cuidadores, las familias y los
Uno de los autores que más ha destacado propios educadores en las escuelas. Cabe
en el ámbito de la elaboración de pro­ señalar que uno de los puntos clave de
gramas dirigidos a las madres de niños los trabajos de estos autores se centra en
pequeños para mejorar las habilidades la importancia de aumentar la responvi­
comunicativas y lingüísticas fue veness, la sensibilidad de las madres hacia
SIGLOCERO

McDonald (McDonald y otros, 1974; las diferencias que presentan sus hijos,
McDonald, 1989). Otros trabajos clásicos hacia sus características específicas, hacia
son los elaborados por Manolson y sus la forma como se comunican, etc. En este
colaboradores, desde finales de los años sentido, consideramos realmente intere­
70 hasta la actualidad. La autora ha ido sante la propuesta híbrida entre la res­
elaborando programas para familias ponsivity education, basada en los traba­
intentando adaptarse a los cambios que jos que acabamos de citar, y el prelinguis­
se han ido produciendo en la sociedad tic milieu teaching, al cual ya nos hemos
norteamericana y canadiense, de manera referido con anterioridad, denominada
que ha tenido en cuenta las diferentes RE/PMT, que Warren y sus colaboradores
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comunidades culturales que la integran, en la Kansas University y en la Vanderbilt


las diferentes discapacidades, etc., siem­ University, han dado a conocer reciente­
pre teniendo como objetivo la mejora de mente (para más detalle ver Fey, Warren,
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Marta Gràcia y Rosa Vilaseca

Brady, Finestack, Bredin-Oja, Fairchild, sus casas, mientras realizaban actividades


Sokol y Yoder, 2006). diversas (jugar, conversar, recoger la cola­
da, poner la mesa, mirar la televisión…).
Esta sensibilidad, ajuste y adaptación a A partir de las informaciones que las
las diferencias y características que pre­ familias aportaron en las entrevistas ini­
sentan los niños y sus familias a la que ciales, de los resultados de las pruebas
acabamos de referirnos, no deja de ser un administradas a los niños, así como de los
punto común que encontramos en una análisis de las primeras grabaciones, se
gran parte de las propuestas que actual­ inició el diseño de un programa de aseso­
mente se defienden en el ámbito de la ramiento. Este programa consistió en la
atención temprana, donde cada vez son realización de una serie de entrevistas
más las voces que reivindican un modelo con las madres en sus respectivos domici­
centrado en la familia (Guralnick, 2001, lios (aproximadamente una al mes duran­
2005a, 2005b; Giné, Vilaseca, Gràcia y te seis meses) con el fin de darles algunas
García-Dié, 2004; Vilaseca, Gràcia, Giné y orientaciones encaminadas a mejorar la
García-Dié, 2004; Giné, García-Dié, Gràcia calidad de las interacciones comunicati­
y Vilaseca, 2003, 2005; Dunst, Bruder, vas entre ellas y sus hijos. Nuestra hipóte­
Trivette y Hamby, 2006). Desde esta pers­ sis era que esta mejora contribuiría, a su
pectiva se entiende que la familia, desde vez, a mejorar las habilidades comunica­
el primer momento, forma parte del pro­ tivas y lingüísticas de los niños. Si bien las
ceso de intervención como un miembro primeras observaciones nos sirvieron para
más del equipo. Así pues, la familia parti­ iniciar el asesoramiento, a lo largo de los

Revista Española sobre Discapacidad Intelectual


cipa en todas las fases, desde el cribaje y seis meses se continuaron realizando

Vol 39 (2), Núm. 226, 2008 Pág. 44 a pág. 62


la derivación, hasta la planificación de la observaciones semanales de las interac­
transición, pasando por la evaluación de ciones entre las madres y sus hijos, con el
los factores estresantes o la elaboración fin de saber hasta qué punto las madres
del plan de intervención (Giné, Gràcia, ponían en práctica las orientaciones, si les
Vilaseca y García-Dié, 2006). resultaba sencillo y si los resultados en
cuanto a las reacciones de los niños eran
La revisión de algunos de estos trabajos los esperados, etc. De esta manera tenía­
de asesoramiento a familias, junto con mos un feedback permanente que nos
los resultados de la investigación que permitía ir reorientando la intervención
acabamos de presentar (Vilaseca y del con el fin de conseguir los objetivos espe­
Río, 2004) nos llevó a diseñar una inter­ rados.
SIGLOCERO
vención centrada en madres de niños con
síndrome de Down (Gràcia, 2001, 2002, En la siguiente tabla (ver Tabla 1) se
2007). Los niños que participaron en la presentan las orientaciones proporciona­
investigación tenían unas edades com­ das a las madres durante la intervención,
prendidas entre los 3 y los 7 años al inicio agrupadas en cuanto a la función que
de la investigación. éstas cumplían en la interacción.
Teniendo en cuenta las características de
Antes de llevar a cabo el diseño del ase­ la díada éstas se sugirieron en momentos
soramiento con las madres, los niños fue­ determinados de la intervención y se
ron evaluados con instrumentos stan­ adaptaron al máximo a estas característi­
53

dard, así como con instrumentos de regis­ cas, así como al nivel de desarrollo comu­
tro. Se llevaron a cabo grabaciones de los nicativo y lingüístico que presentaba el
niños interactuando con sus madres en niño.
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cómo mejorar la calidad de vida de las familias de niños con discapacidad intelectual: algunas propuestas

Tabla I
Orientaciones proporcionadas a las madres durante la intervención
(Adaptado de Gràcia, 2001)

I. Orientaciones generales: creación de rutinas interactivas


Jugar unos minutos cada día
Encontrar momentos dedicados exclusivamente al niño
Implicarse en actividades en las que el niño lleve la iniciativa
Implicarse en actividades en las que la madre siga la iniciativa del niño
Encontrar momentos en los que les apetezca jugar a los dos
Otras

II. Orientaciones generales: adecuación del entorno


Jugar en un espacio iluminado, tranquilo y cómodo
Colocar los juguetes o materiales al alcance del niño
Encontrar una posición cómoda
No preocuparse por el desorden de juguetes o materiales
Otras

III. Orientaciones específicas: Optimización de la calidad de la interacción


comunicativa y lingüística

III.1. Estrategias de gestión de la comunicación y la conversación


Revista Española sobre Discapacidad Intelectual

Observar y escuchar cómo se comunica el niño


Vol 39 (2), Núm. 226, 2008 Pág. 44 a pág. 62

Respetar el silencio
Seguir la iniciativa del niño
Imitar los actos del niño
Interpretar los actos del niño
Tomar turnos alternativamente
Alargar las secuencias comunicativas
Otras

III.2. Estrategias de adaptación y ajuste del input


Utilizar un vocabulario adecuado al nivel del niño
Utilizar frases cortas, ajustadas al nivel del niño
SIGLOCERO

Hablar despacio y pronunciar claramente


Utilizar una entonación agradable y un tono dulce
Hacer uso de exclamaciones onomatopeyas, risas…
Otra

III.3. Estrategias educativas


Expandir los enunciados del niño
Corregir implícitamente los enunciados del niño
Valorar positivamente los actos comunicativos de los niños
Formular preguntas de elección al niño
Formular preguntas en general
54

Otras
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Marta Gràcia y Rosa Vilaseca

Durante el periodo de asesoramiento familia a la hora de diseñar cualquier tipo


se llevaron a cabo entrevistas con las pro­ de intervención. A continuación intenta­
fesionales que atendían a dos de los mos señalar brevemente las conclusiones
niños en el Centro de Atención Temprana principales a las que nos ha llevado esta
y en el centro donde una de las niñas reflexión.
recibía tratamiento logopédico, así como
con los maestros y maestras de las escue­
las de los niños. conclusiones ■ ■ ■
Una vez finalizado el periodo de aseso­ Como señalábamos al inicio de este
ramiento se llevó a cabo una entrevista artículo, las propuestas de intervención
con los padres de cada niño en la que se naturalista como las que hemos presenta­
valoraron los resultados de la interven­ do en el último apartado, y cuyos resulta­
ción. En todos los casos la valoración por dos son claramente satisfactorios, no se
parte de los padres -especialmente de las elaboran al margen de una determinada
madres- fue positiva, tanto en relación al forma de entender el desarrollo en gene­
nivel de desarrollo comunicativo y lin­ ral y el desarrollo de la comunicación y el
güístico alcanzado por los niños (en rela­ lenguaje en particular. Si bien esta es una
ción al cual no se había trabajado direc­ idea compartida entre los investigadores
tamente), como respecto a las habilida­ y profesionales que han trabajado en
des que habían adquirido las madres esta línea, otros aspectos quizá no estén
para interactuar con sus hijos de una tan incorporados.

Revista Española sobre Discapacidad Intelectual


manera más rica, más fluida y menos
angustiante. Estas valoraciones realiza­

Vol 39 (2), Núm. 226, 2008 Pág. 44 a pág. 62


Nos estamos refiriendo a la vinculación
das con los padres fueron confirmadas que debería existir entre el trabajo direc­
más adelante cuando se llevaron a cabo to con los niños, los adolescentes o los
los análisis de las grabaciones, tanto en adultos y el que se lleva a cabo con sus
relación el nivel de desarrollo comunica­ familias, sus educadores, los asistentes
tivo y lingüístico alcanzado por los niños, sociales, trabajadores sociales, maestros,
como en relación al uso que las madres fisioterapeutas, médicos, enfermeras,
habían aprendido a hacer de las estrate­ entre otros. En algunas sociedades desa­
gias, un uso mucho más ajustado a las rrolladas, como la norteamericana, en las
características de cada momento y a las que cada vez hay una sensibilidad mayor,
producciones de los niños (para más y más recursos, hacia las personas que
detalle ver Gràcia y Galván, 1999; Gràcia, presentan discapacidad intelectual -así
SIGLOCERO
2001, 2002). como otros tipos de discapacidad-, y que
en algunos estados cuentan con apoyos
Como ya hemos señalado al inicio de que provienen de numerosos centros e
este artículo, a pesar de los resultados instituciones, cada vez está más asumida
satisfactorios obtenidos en las dos inves­ la idea de que el trabajo que realizan
tigaciones que hemos presentado en este estos profesionales en su totalidad debe
apartado, la revisión de trabajos recien­ ser un trabajo compartido, coordinado,
tes así como la discusión con investigado­ con objetivos comunes, de manera que
res de otros países, nos han llevado a no sólo dé lugar a una mayor calidad de
reflexionar sobre la importancia de tener vida de la persona con discapacidad inte­
55

en cuenta todo el entramado familiar, el lectual, sino que también signifique una
conjunto de los servicios que recibe un mayor calidad de vida de su familia. Y no
niño con discapacidad intelectual y su sólo eso, sino que además también com-
siglo cero 226 3/10/08 09:33 Página 56

cómo mejorar la calidad de vida de las familias de niños con discapacidad intelectual: algunas propuestas

parten la idea de que si los recursos que traspaso de información entre servicios,
se destinan a cada una de estas interven­ la transición entre servicios o los recursos
ciones de gestionan de forma más interre­ existentes, lo cual obliga a cada familia,
lacionada, posiblemente podrán añadirse en algunas ocasiones, a repetir procesos
otros servicios que actualmente son esca­ en los que ya ha participado y que han
sos o inexistentes (Poston, 2007). sido costosos a nivel psicológico. Algunas
de estas reflexiones fueron puestas de
Sin duda, en la propia sociedad nortea­ manifiesto por numerosas familias, pro­
mericana o en otros países desarrollados fesionales e investigadores en el congre­
y sensibilizados hacia la problemática so internacional “Familias, discapacidad y
que nos ocupa, existen diferencias impor­ calidad de vida” celebrado en Barcelona
tantes en el grado en el que estas cues­ recientemente (ver Giné, 2007b).
tiones están asumidas. No todos los esta­
dos ni todas las instituciones están igual­ Es en este punto donde actualmente
mente comprometidas en este sentido. nos situamos como investigadoras y en el
Sin embargo, la brecha está abierta, lo que entendemos que también deberían
cual posibilita que se siga trabajando en hacerlo no sólo los profesionales y las
esta dirección. propias familias, sino especialmente las
instituciones públicas y privadas con las
Centrándonos en nuestro entorno,
que toman contacto las familias desde el
entendemos que el trabajo con los niños
primer momento. La información sobre
es importante, en los servicios de aten­
los recursos que la administración y las
Revista Española sobre Discapacidad Intelectual

ción temprana, en las escuelas -ordinarias


instituciones privadas ofrecen actualmen­
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y especiales-, en los centros de recursos,


te a estas familias, debería estar a su
en los centros de terapia (logopedia, psi­
comotricidad, reeducación..) -la mayoría alcance desde el primer momento.
de ellos de carácter privado-, y el trabajo Posiblemente deberíamos tomar como
de asesoramiento a las familias y a los referente prácticas como las que se llevan
maestros -todavía demasiado poco gene­ a cabo en algunos países, en los que
ralizado desde nuestro punto de vista- desde el momento en el que se conoce el
también lo es. Pero posiblemente, si diagnóstico, la familia cuenta con un ser­
todos estos servicios se ofreciesen de una vicio que le orienta (oficina de asesora­
forma más coordinada, si las familias no miento familiar) y le ayuda a valorar las
tuviesen que ir trazando de forma solita­ diferentes necesidades del niño y las
ria el camino que otras familias ya han suyas propias, así como a obtener los
SIGLOCERO

trazado con anterioridad una y otra vez, recursos que necesitará a lo largo de su
los recursos podrían distribuirse de una ciclo vital, lo que se ha denominado plan
manera más sensata, más coherente y de capacitación individual (Hesselberg,
sobre todo más beneficiosa para la cali­ 2001). Sin duda, para poder alcanzar este
dad de vida de los niños -que pronto objetivo, es imprescindible no sólo contar
serán jóvenes y adultos- y de sus familias. con mayores recursos, sino conseguir que
De hecho, algunas investigaciones (Giné, la coordinación no sólo sea una tarea a
2003) han señalado puntos débiles en el realizar sino una metodología de trabajo.
56
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