Las personas > 65 años que frecuentemente experimentan
múltiples necesidades fisiológicas, psicológicas y sociales, son grandes usuarios de los Servicios de Urgencias.
Sin embargo el entorno de estos servicios
no siempre es óptimo para para recibir respuesta a sus necesidades de atención fundamentales: • Hidratación • Nutrición • Eliminación • Termorregulación • Manejo del dolor Los largos periodos de espera para ser atendidos en mobiliario diseñado para estancias cortas, altos niveles de ruido y largos periodos de separación de cuidadores y familiares pueden tener un impacto negativo significativo en los pacientes mayores.
Garantizar un entorno físico seguro y
cómodo, así como la prevención del deterioro en la salud y calidad de vida en la personas mayores, ha sido descrito como un aspecto importante en el desarrollo de cuidados de calidad. Los Servicios de Urgencias requieren de profesionales formados e informados sobre cuáles son las intervenciones y modelos de atención más beneficiosos para los pacientes mayores. OBJETIVO
Presentar la mejor evidencia disponible en relación con las
intervenciones de enfermería adaptadas a las personas mayores para su manejo durante su estancia en el Servicio de Urgencias (SU). TIPOS DE INTERVENCIÓN
Se consideraron las intervenciones de enfermería específicamente
dirigidas a la mejora de: • Comodidad. • Nutrición. • Hidratación. • Vigilancia de zonas de presión. • Control del dolor. • La comunicación de las personas durante su estancia en el SU. INTERVENCIONES DE ENFERMERÍA • Proporcionar áreas separadas y tranquilas que respeten su dignidad y privacidad y que contengan o proporcionen acceso, siempre que sea posible: • Sillas reclinables • Camas con colchones antiescaras • Grandes relojes de pared • Calendarios • Iluminación suave • Cortinas que mantengan privacidad • Botón de llamada, • Bandejas de fácil manejo, • Inodoros elevados, • Temperatura ambiental para mantener el entorno confortable • Proporcionar mantas para las personas que tengan frío o inconfort (salvo contraindicación).
• Llevar a cabo una evaluación nutricional en casos de
desnutrición y remitir al Servicio de Nutrición si fuera necesario.
• Proporcionar y ayudar con alimentos y bebidas (Salvo
contraindicación).
• Evaluar el dolor en distintas etapas (a menos de una
hora de la llegada, a las 6 horas y antes del alta). • Comunicar al paciente y sus cuidadores la importancia de manifestar dolor y recibir alivio efectivo del mismo.
• Comenzar el tratamiento del dolor en caso de dolor moderado
a grave (puntación mayor o igual a 4 en escala 0-10) o registrar por qué no se inició el tratamiento.
• Proporcionar dieta que facilite el tránsito intestinal a
pacientes que hayan recibido analgesia opioide.
• Evaluar el riesgo de úlceras por presión e implementar
estrategias de gestión de las zonas de riesgo.
• Movilización de las personas mayores al
aseo. • Cambiar la ropa sucia y lavarla si es necesario.
• Asegurar cambios posturales cada 2 horas de los
pacientes encamados (salvo contraindicación).
• Mantener la cabecera elevada a 30 grados o más y
movilizar los miembros inferiores (salvo contraindicación).
• Aplicar cremas hidratantes en la piel.
• Eliminar el exceso de ropa de cama debajo del paciente.
• Comunicar abiertamente y proporcionar información de manera sencilla y coherente.
• Optimizar la información para facilitar la
accesibilidad a todos los servicios sanitarios.
• Proporcionar información oportuna a los profesionales de
la salud que prestan atención directa a las personas mayores en la Comunidad. Los pacientes de edad avanzada presentan desafíos importantes para los profesionales de los Servicios de Urgencias.
Es importante que los profesionales se
interesen por conocer la situación social del paciente y derivar a otros profesionales (trabajadores sociales) para hacer frente a este tipo de necesidades cuando sea necesario, durante su estancia en los Servicios de Urgencias. Así pues dado el estado actual del conocimiento, se hace necesaria más investigación de calidad para identificar las intervenciones más eficaces para hacer frente a las complejas necesidades de las personas mayores en los Servicios de Urgencias, primer paso para alcanzar la excelencia en el cuidado de la población geriátrica en estos entornos de atención.