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2. Una vez asadas, apagamos el horno y dejamos reposar dentro, durante dos
horas más. Para que las hortalizas suden y suelten todo su jugo
3. Pasado el tiempo, las pelamos. Los pimientos y el tomate son muy fáciles de
pelar. Con los mismos dedos podremos retirar su cáscara a tiras. La cebolla ya
está pelada y la carne de la berenjena la separaremos de su cáscara, que es
más dura, con ayuda de una cuchara. El caldo que hayan podido soltar las
hortalizas, lo guardamos. Lo necesitaremos para después.
5. Una vez la hayamos obtenido, añadimos una pizca de sal y de pimienta negra
recién molida. Y si la mezcla ha quedado muy gruesa que, será lo más
probable, añadimos también un poco de bebida de avena (o de soja) o de leche
entera o desnatada.
6. Mezclamos bien y servimos en una copa. Puedes decorar con unas rodajas de
aceitunas negras y con una hoja de hierbabuena.