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La prosperidad que habla la Biblia es la del alma, porque cuando primero buscas
el
Reino de Dios, prosperará primeramente tu alma y después también prosperará tu
casa,
alimentos, dinero…
2 PEDRO 1: 11
Tenemos que echar de nosotros la naturaleza pecaminosa, para poder recibir los
frutos del Espíritu, el vino nuevo, y que empiecen a entrar en nuestra vida, pueden
tardar
muchos años, o poco tiempo, el amor la fe y la paciencia tienen que ir siempre unidos,
el
amor no tiene límites, por eso cuanto más tengas mejor.
SALMO 132: 15
Si Dios te quiere elevar, tiene que quemar todas las impurezas, ¡ya Cristo viene! Si no
tienes el fuego que es la Palabra no subes.
Somos transformados por la misma Gloria, por la Palabra, Dios usa el ministerio y
los
dones para que venga Gloria, porque sin gloria no nos podemos transformar a la
imagen
de Jesús. Todo esto es esfuerzo, sufrir y padecer.
La prueba lo que hace es que podamos transformarnos. Sin tribulación no hay gloria.
Es necesario que a través de muchas
tribulaciones entremos al Reino, persecuciones, aflicciones… lo que vale es la
permanencia, la fe.
APOCALIPSIS 1:1-3
Cuando el Señor venga en el Rapto, se llevará a los que tengan luz, a los que no
tengan luz no se los llevará.
Estamos viviendo en el último tiempo, nadie tendría que perder el favor de Jehová,
Dios te quiere sostener, no seas ciego y le
apartes la mano, y ten cuidado con tu boca. Para mover el corazón de Dios tienes que
crecer y madurar.
1 CORINTIOS 1:10-17
Si sacamos al viejo hombre natural, Dios nos traerá añadidura de los frutos, tantos
años llevas y te vas sin frutos…
Hay que cuidar la mente porque el miedo es lo peor, es una enfermedad, no le habrás
la puerta al miedo, huye de los que te traen
falso testimonio, porque satanás sabe que con el miedo te puede hacer mucho daño,
es algo muy fuerte, cuida tu mente y la mente
de tus hijos.