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INTRODUCCIÓN

Los tumores neuroendocrinos pancreáticos son un grupo de cánceres que pueden


ocurrir en las células productoras de hormonas del páncreas. Los tumores
neuroendocrinos pancreáticos, también conocidos como cánceres de células de
los islotes, son muy raros.

Se originan en pequeñas células productoras de hormonas (células de los islotes)


que normalmente se encuentran en el páncreas.

Las células de algunos tumores neuroendocrinos pancreáticos continúan


secretando hormonas (tumores funcionales), lo que genera una cantidad excesiva
de una determinada hormona en el cuerpo. Ejemplos de estos tipos incluyen el
gastrinoma y el glucagonoma.

Muchas veces estos tumores no secretan una cantidad excesiva de estas


hormonas (tumores no funcionales).

Los tumores neuroendocrinos del páncreas se originan en las células de


los islotes de Langerhans y secretan diversas hormonas. El tumor
endocrino más común es el insulinoma, seguido por el gastrinoma y los
tumores no funcionales. Los islotes de Langerhans constituyen 1% del
tejido pancreático y poseen cuatro tipos de células que desarrollan cuatro
variedades de tumor específicas: las células A, glucagonoma; las B,
insulinoma; las D, somatostatinoma, y las F, tumor productor de
polipéptido pancreático (PP). A diferencia de estas variedades, los
gastrinomas se originan en las células neuroendocrinas pluripotenciales.1

Los tumores endocrinos se clasifican en dos grupos según su ubicación


anatómica: en el grupo 1 figuran los localizados hacia la derecha de la
arteria mesentérica superior (cabeza del páncreas, duodeno y región
pericefálica), como el gastrinoma, el tumor secretor de PP y el
somatostatinoma; el grupo 2 incluye los tumores localizados a la
izquierda de la arteria mesentérica superior (cuerpo y cola del páncreas),
como el insulinoma y el glucagonoma.2
DEFINICIONES:
El páncreas es un órgano en el abdomen. El páncreas produce muchas enzimas y
hormonas, incluso la hormona insulina. El trabajo de la insulina es reducir el nivel de
azúcar (glucosa) en la sangre, ayudando a que el azúcar llegue hasta las células.
La mayoría de las veces, cuando el nivel de azúcar en la sangre disminuye, el páncreas
deja de producir insulina para asegurar que el azúcar en la sangre permanezca en el
rango normal. Los tumores del páncreas que producen demasiada insulina se llaman
insulinomas. Estos tumores seguirán produciendo insulina y pueden hacer que el nivel de
azúcar en sangre sea demasiado bajo (hipoglucemia).

Un alto nivel de insulina en la sangre ocasiona bajos niveles de azúcar sanguíneo


(hipoglucemia). La hipoglucemia puede ser leve, lo que lleva a que se presenten síntomas
como la ansiedad y el hambre. O puede ser grave, lo que lleva a que se presenten
convulsiones, coma e incluso la muerte.
Los insulinomas son tumores muy poco comunes. Generalmente ocurren como tumores
únicos y pequeños. Pero también puede haber muchos tumores pequeños.

La mayoría de los insulinomas no son tumores cancerosos (benignos). Las personas con
síndromes genéticos específicos, como la neoplasia endocrina múltiple (NEM) tipo I están
en mayor riesgo de presentar insulinomas.

El gastrinoma es un tumor raro que toma su origen en las células ß de los islotes
pancreáticos y que secreta gastrina. Es considerada como la causa de entre 0,1-1% de casos de
enfermedad péptica ulcerosa.

El glucagón es una hormona secretada normalmente por el páncreas cuando los niveles
de glucosa en sangre disminuyen. El glucagón simula la glucogenólisis en el hígado y, por lo
tanto, aumenta la glucosa en sangre. Los glucagonomas son un tipo de tumor pancreático
endocrino que se origina en las células alfa del páncreas. Los glucagonomas son muy raros
pero similares a otros tumores de las células de los islotes en los que las lesiones primarias
y metastásicas son de bajo grado: es frecuente la supervivencia a los 15 años. El 80% de
los glucagonomas son malignos. La edad promedio en el momento de aparición de los
síntomas es de 50 años; el 80% de los casos afectan a mujeres. Unos pocos pacientes
tienen neoplasia endocrina múltiple  tipo 1.

Un vipoma es un tumor de células no beta de los islotes pancreáticos, que


secreta péptido intestinal vasoactivo (VIP), lo que causa un síndrome de diarrea
acuosa, hipopotasemia y aclorhidria
EPIDEMIOLOGIA:
Los tumores neuroendocrinos pancreáticos son infrecuentes y representan alrededor del
7% de todos los cánceres que se producen en el páncreas. La Sociedad Mexicana de la
lucha Contra El Cáncer calcula que alrededor de 4,300 personas en México fueron
diagnosticadas con tumores neuroendocrinos pancreáticos en el 2020.

Tal parece que la incidencia de tumores neuroendocrinos pancreáticos ha ido


aumentando con el pasar de los años. Se cree que esto se debe en parte a que con más
frecuencia estos tumores se descubren por casualidad cuando se realizan estudios por
imágenes (como radriografías, tomografías computarizadas etc), para estudiar otras
afecciones. Además, ha mejorado la capacidad de distinguir estos tumores de otros tipos
de cáncer en el laboratorio. 

La mayoría de las personas con tumores neuroendocrinos pancreáticos es de edad


avanzada. La edad promedio de diagnóstico es de 60 años. Estos tumores son
ligeramente más comunes en los hombres que en las mujeres.

Las personas con tumores neuroendocrinos pancreáticos que son grado 1 o 2 suelen vivir
más tiempo que aquellos con tumores de grado 3. Para obtener más estadísticas
relacionadas con la supervivencia.

ETIOLOGIA:

No está claro qué causa la mayoría de los tumores neuroendocrinos pancreáticos.


¿Qué causa el tumor
neuroendocrino
pancreático?
No se sabe exactamente cuáles son las causas de la mayoría de los
tumores neuroendocrinos pancreáticos, pero éstos han encontrado
varios factores de riesgo que pueden hacer más probable que una
persona padezca esta enfermedad. Algunos de estos factores de riesgo
afectan el ADN de las células en el sistema neuroendocrino del
páncreas, lo que puede ocasionar el crecimiento anormal de las células y
originar la formación de tumores.

El ADN es el químico en nuestras células que porta nuestros genes, y


que controla cómo funcionan nuestras células. Sin embargo, el ADN
afecta algo más que sólo nuestra apariencia.

Algunos genes controlan cuándo crecen nuestras células, cuándo se


dividen para formar nuevas células, y cuándo mueren:

 A los genes que ayudan a las células a crecer, dividirse y a


mantenerse vivas se les denominan oncogenes.
 Los genes que ayudan a mantener el control de la división celular,
reparar los errores en el ADN, o que provocan que las células
mueran en el momento oportuno se llaman genes supresores de
tumores.
Los cambios en el ADN (mutaciones) que activan los oncogenes o
desactivan los genes supresores de tumores pueden causar los
cánceres.
Mutaciones genéticas hereditarias
Aunque el 90% de los tumores neuroendocrinos pancreáticos son
esporádicos (aleatorios), algunas personas heredan cambios genéticos
de sus padres que aumentan el riesgo de un tumor neuroendocrino
pancreático. A veces estos cambios genéticos son parte de síndromes
que conllevan también mayores riesgos de otros problemas de salud.

Los síndromes relacionados con cambios en tres genes supresores de


tumores son responsables de muchos casos de tumores
neuroendocrinos pancreáticos hereditarios:

 Síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 1 (MEN1): la


mayoría de los casos de tumores neuroendocrinos pancreáticos
hereditarios se deben a cambios en el gen MEN1. Este síndrome
puede causar cáncer en el páncreas, las glándulas paratiroideas y
las glándulas pituitarias. Estos tumores generalmente ocurren en
edades más jóvenes y tienden a ser no funcionales. Las pruebas
de detección en las personas con el gen MEN1 o a sus familiares
pueden a veces ayudar a encontrar un tumor neuroendocrino
pancreático antes de que aparezcan los síntomas.
 Síndrome de von Hippel-Lindau (VHL): los cambios en el
gen VHL causan un pequeño número de tumores neuroendocrinos
pancreáticos, generalmente desarrollándose en edades más
tempranas (a veces incluso en jóvenes de 20 a 29 años). Estos
tumores tienden a ser de crecimiento lento y no funcionales.
 Síndrome de neurofibromatosis tipo 1 (NF1): un pequeño
número de tumores neuroendocrinos pancreáticos (generalmente
somatostatinomas) es causado por cambios en el gen NF1. Otros
tipos de cáncer también se asocian a este síndrome, incluyendo
algunos tumores del encéfalo y unos tumores benignos que se
forman en los nervios debajo de la piel (neurofibromas).
El tratamiento de un tumor neuroendocrino pancreático que es causado
por un síndrome genético podría ser ligeramente diferente al tratamiento
de un tumor neuroendocrino pancreático de una persona sin una
mutación genética.

Mutaciones genéticas adquiridas


La mayoría de las mutaciones genéticas relacionadas con tumores
neuroendocrinos de páncreas es causada por cambios aleatorios. Estas
mutaciones aleatorias se denominan adquiridas si ocurren después del
nacimiento (no son heredadas). En ocasiones, estas mutaciones
genéticas adquiridas resultan de la exposición a químicos que causan
cáncer (como los que se encuentran en el humo del tabaco). No
obstante, a menudo se desconoce qué causa estos cambios.

CLASIFICACION:

Los TNEp pueden clasificarse en funcionantes (TNEp-F) y no funcionantes (TNEp-


NF), basados en los síntomas clínicos causados por secreción hormonal. Pueden
producir más de una hormona, aunque clínicamente predomine una. Pueden ser
no funcionantes, aunque caracterizables por métodos inmunohistoquímicos.
Puede existir aumento de secreción hormonal (niveles hormonales por debajo del
nivel de umbral de expresión clínica) sin existir síndrome clínico asociado. Dentro
de los TNEp-F, los insulinomas son los más frecuentes y muestran una evolución
generalmente benigna, mientras que gastrinomas, glucagonomas,
somatostatinomas y VIPomas se asocian con conducta clínica agresiva. Aunque la
mayoría de los TNEp ocurren de forma esporádica, algunos se asocian con
síndromes genéticos como la neoplasia endocrina múltiple de tipo 1 (MEN1), el
síndrome de von Hippel Lindau (VHL), la neurofibromatosis de tipo 1 (NF1) y la
esclerosis tuberosa. Un alto porcentaje de los TNEp-NF se diagnostican de forma
incidental, pero más de la mitad de los casos presentan enfermedad metastásica
al diagnóstico, lo que condiciona en gran medida el pronóstico de la enfermedad.
La estrategia terapéutica viene condicionada por múltiples factores, incluidos
factores clínicos (situación funcional del paciente y sus comorbilidades, síntomas
derivados del tumor y presencia o no de síndrome hormonal funcionante),
características histopatológicas del tumor (diferenciación, índice proliferativo,
expresión de receptores de somatostatina), extensión de la enfermedad y
resecabilidad tanto del tumor primario como de sus metástasis.

 Los tumores no funcionantes no secretan hormonas y no son


cancerosos. Estos tumores pueden causar síntomas cuando provocan
una obstrucción de las vías biliares o del intestino delgado, si sangran
hacia el interior del tracto gastrointestinal, o al dar lugar a una masa en
el abdomen.
Los tumores funcionantes secretan grandes cantidades de una
hormona particular, causando varios síndromes. Algunos de los tumores
funcionantes son cancerosos. Las hormonas que pueden ser secretadas
y su tipo correspondiente de tumor son
 Insulina (insulinoma)
 Gastrina (gastrinoma )
 Glucagón (glucagonoma )
 Péptido intestinal vasoactivo (vipoma)
El exceso de secreción de estas hormonas también puede ocurrir en un
síndrome llamado neoplasia endocrina múltiple .

Subtipos y localizaciones
Como ya se ha mencionado con anterioridad los tumores neuroendocrinos pueden
aparecer en diferentes localizaciones del organismo.

Dentro de los tumores neuroendocrinos gastroenteropancreáticos encontramos:

1. Tumores neuroendocrinos bien diferenciados extrapancreáticos


Su localización más frecuente es el tracto gastrointestinal, seguida de la localización
broncopulmonar.
 TNE gástricos: La mayoría son no funcionantes, sin metástasis. Aunque existe un
subgrupo dentro de los mismos con un comportamiento más agresivo. 

 TNE del intestino delgado: Son los tumores neuroendocrinos no pancreáticos más


frecuentes, representando aproximadamente el 25%. Son más frecuentes en varones. En
el momento del diagnóstico, más de la mitad de los casos presenta enfermedad no
localizada. Se localizan más frecuentemente en el íleon distal y suelen ser multicéntricos.
Son los que presentan con más frecuencia síndrome carcinoide.

 TNE apendiculares: Suelen ser diagnosticados de forma incidental tras procedimientos


quirúrgicos por otros motivos (apendicitis, cirugías ginecológicas).  Se caracterizan por
tener un comportamiento poco agresivo.

 TNE de colon: La mayoría presentan metástasis al diagnóstico y suelen tener un


comportamiento más agresivo.

 TNE de recto:  Tienen menor tendencia a metastatizar que los colónicos. En algunos


casos son localizados de forma precoz gracias a técnicas como la rectoscopia de rutina
tras la presentación de clínica de heces con sangre, dolor o estreñimiento. 

 TNE bronquiopulmonares: Dos tercios se encuentran localizados al diagnóstico. 

2. Tumores Pancreáticos Endocrinos


Se clasifican en función de la célula endocrina pancreática de la que derivan y el tipo de
hormona que secretan:

 Gastrinoma: Son tumores funcionalmente activos que origina un síndrome de secreción


inadecuada de gastrina llamado síndrome de Zollinger-Ellison. Un 20% son familiares,
formando parte de MEN1.
Se localizan habitualmente en páncreas o en duodeno (principalmente en la primera y
segunda porción duodenal). Algunos presentan metástasis en el momento del
diagnóstico.

 Insulinoma: Son tumores habitualmente benignos, que producen insulina, lo que


condiciona la aparición de hipoglucemia. Sólo una décima parte son malignos.
Un 5% se asocian con el síndrome MEN1.

 Glucagonoma: Es un tumor funcionalmente activo que secreta glucagón.


Un porcentaje elevado de los glucagonomas presentan metástasis en el momento del
diagnóstico.

 Somatostatinoma: Tumor muy infrecuente habitualmente funcionante, secretor de


somatostatina, de comportamiento maligno. Se localiza con la misma frecuencia en
páncreas que en intestino delgado. Puede aparecer asociado con los síndromes
neurofibromatosis tipo 1, MEN 1 y Von Hippel-Lindau.
 VIPoma: Tumores funcionalmente activos y con frecuencia malignos, que segregan
polipéptido intestinal vasoactivo (VIP, por sus siglas en inglés) originando un síndrome de
diarrea acuosa característico (Síndrome de Verner-Morrison). Suelen ser tumores
solitarios, de gran tamaño que se localizan en la cola del páncreas.
La mitad son malignos, con metástasis en el momento del diagnóstico.

 Tumores endocrinos pancreáticos no funcionantes: Se caracterizan por no producir


ningún síndrome derivado de la hiperproducción hormonal.
La localización más habitual es la cabeza de páncreas, y originan síntomas derivados del
crecimiento local, como dolor e ictericia (coloración amarillenta de la piel y mucosas por
ascenso de la bilirrubina en sangre). Son relativamente agresivos, y en más de la mitad de
los casos presentan comportamiento maligno, con invasión local o metástasis. El análisis
de mutaciones en el DNA de estos tumores mediante secuenciación masiva ha
demostrado la presencia de alteraciones en MEN-1, ATRX/DAXX y mTOR. Diferentes
fármacos se están ensayando para frenar estas vías de proliferación tumoral.

Otros tumores neuroendocrinos:

3. Carcinomas pobremente diferenciados 

Tienen un comportamiento más agresivo, suelen tener metástasis en el momento del


diagnóstico.

4. Carcinoma medular de tiroides

Representa entre el 3-5% de los carcinomas de tiroides. El 80% son esporádicos y el 20%
hereditarios. En la mayoría de los pacientes la enfermedad se encuentra diseminada en el
momento del diagnóstico. Secreta calcitonina entre otras hormonas, responsables de
síntomas clínicos como la diarrea y flushing faciales.

5. Carcinomas de la glándula suprarrenal

Es un tumor muy infrecuente. En algunos casos puede presentarse dentro de síndromes


hereditarios como el Síndrome de Li-Fraumeni, entre otros.

6. Feocromocitomas y paragangliomas

Los feocromocitomas derivan también de la glándula suprarrenal y pueden secretar unas


hormonas llamadas catecolaminas. Entre un 15-20% aparecen fuera de la glándula
suprarrenal recibiendo entonces el nombre de paragangliomas. Pueden ser esporádicos o
englobarse dentro de síndromes hereditarios. 

ESTUDIOS DIAGNÓSTICOS
Ante la sospecha de un tumor neuroendocrino se debe realizar:

 Analítica general - Estudio hormonal inicial en plasma y/u orina: La hormona estudiada


dependerá del tumor neuroendocrino que se sospeche clínicamente. En los TEGEP debe
realizarse la determinación de Cromogranina A sérica en ayunas y en los casos en que se
sospecha el diagnóstico de un tumor carcinoide clásico un examen en orina de 24

 .

 Gammagrafía con MIBG 131: Es la técnica más sensible y específica para el diagnóstico de
feocromocitomas y paragangliomas.

 TAC (tomografía xomputarizada) de alta definición: Puede ser útil como prueba principal
en los casos con gammagrafías negativas, y como estudio complementario en los casos con
gammagrafías positivas al proporcionar imágenes mucho más precisas anatómicamente. El
TAC es esencial para el seguimiento de la enfermedad metastásica y para seguir la respuesta
a los tratamientos. Debido a las características especiales de los TNE-GEP el TAC debe ser
trifásico para obtener las mejores imágenes posibles.

 Resonancia magnética nuclear (RMN): Presenta una gran sensibilidad para la detección de


metástasis hepáticas. También es muy útil en la detección de otros tumores neuroendocrinos
como el de tiroides o los de hipófisis.

 Estudio anatomopatológico: Debe realizarse una biopsia tumoral en todos los casos. Un


estudio anatomopatológico reglado es esencial para realizar un correcto diagnóstico del tumor
y una correcta clasificación.  
TRATAMIENTOS

El tratamiento para un tumor neuroendocrino pancreático varía según los tipos de


células implicadas en el cáncer, la extensión y características del cáncer, tus
preferencias y tu salud en general.

Las opciones comprenden:

 Cirugía. Si el tumor neuroendocrino pancreático está confinado al páncreas,


el tratamiento suele incluir cirugía. Para los cánceres que se presentan en la
cola del páncreas, la cirugía puede consistir en extirpar la cola del páncreas
(pancreatectomía distal), y dejar intacta la porción de la cabeza.

Los cánceres que afectan la cabeza del páncreas pueden requerir un


procedimiento de Whipple (pancreatoduodenectomía), que consiste en
extirpar el cáncer y parte o la mayor parte del páncreas.

 Terapia de radionúclidos con receptores peptídicos (PRRT). La terapia


de radionúclidos con receptores peptídicos (PRRT, por sus siglas en inglés)
combina un medicamento que se dirige a las células cancerosas con una
pequeña cantidad de una sustancia radioactiva que se inyecta en una vena.
El medicamento se adhiere a las células del tumor neuroendocrino
pancreático que se esconden en el cuerpo. Durante días o semanas, el
medicamento envía radiación directamente a las células cancerosas, y causa
la muerte de estas.

Una terapia de radionúclidos con receptores peptídicosse usa para tratar


cánceres avanzados.

 Terapia con diana específica. La terapia con diana específica utiliza


medicamentos que atacan las vulnerabilidades de las células cancerosas. La
terapia con diana específica se utiliza para tratar ciertos tumores
neuroendocrinos pancreáticos avanzados o recurrentes.

 Ablación por radiofrecuencia. La ablación por radiofrecuencia consiste en


aplicar ondas de energía a las células cancerosas, lo que hace que se
calienten y mueran.
 Tratamiento para el cáncer que se disemina al hígado. Los tumores
neuroendocrinos pancreáticos a menudo se diseminan hacia el hígado y
existen varios tratamientos para ello. Las opciones incluyen tratamiento para
bloquear el flujo sanguíneo a los tumores hepáticos (oclusión de la arteria
hepática), tratamiento para administrar quimioterapia directamente al hígado
(quimioembolización), tratamiento para administrar radiación directamente al
hígado (radioembolización) y trasplante de hígado.

 Quimioterapia. En ciertas situaciones, tu médico puede recomendar


quimioterapia. Este tratamiento farmacológico utiliza productos químicos para
destruir las células cancerosas.

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