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El contrato de comodato puede extinguirse por (1) expiración del plazo establecido, (2) muerte del comodatario a menos que se haya pactado lo contrario, (3) voluntad del comodante si tiene necesidad urgente de la cosa o está en peligro, o (4) destrucción o pérdida de la cosa prestada.
El contrato de comodato puede extinguirse por (1) expiración del plazo establecido, (2) muerte del comodatario a menos que se haya pactado lo contrario, (3) voluntad del comodante si tiene necesidad urgente de la cosa o está en peligro, o (4) destrucción o pérdida de la cosa prestada.
El contrato de comodato puede extinguirse por (1) expiración del plazo establecido, (2) muerte del comodatario a menos que se haya pactado lo contrario, (3) voluntad del comodante si tiene necesidad urgente de la cosa o está en peligro, o (4) destrucción o pérdida de la cosa prestada.
Por expiración del término estipulado o después del uso determinado en
el contrato.
Artículo 1964, inciso 4° del Código Civil.
Esta es la principal causa de extinción del contrato de comodato y es el modo normal con que se termina, pues habiéndose llenado su finalidad, es natural que se extinga. Por muerte del comodatario Por ser el comodato un contrato que se da en consideración a la persona del comodatario, termina, por la muerte de éste, salvo pacto en contrario. Es decir, que para que los herederos puedan seguir usando la cosa, debe existir en el contrato una cláusula en que se indique que el comodato no se da sólo en consideración a la persona del comodatario y que este puede transferirlo a tercero. De lo contrario el comodato se entiende conferido en atención a la persona, y por lo tanto se extingue con la muerte del beneficiado y los herederos no podrán seguir disfrutando del bien dado al causante. Artículo 1961 del Código Civil. Por voluntad del comodante Este motivo de extinción del comodato, se da en los casos en que la ley autoriza al comodante para reclamar la cosa dada en comodato. Ya vimos que esto sucede cuando el comodante tiene urgente necesidad imprevista de la cosa, o cuando ésta se encuentra en peligro de perecer. Artículo 1963 del Código Civil.
Por realización de una condición resolutoria, cuando se ha estipulado
expresamente esta modalidad. Si el contrato se celebró condicionado a que si ocurrido un hecho futuro e incierto terminaría, llegado el momento de ocurrir tal hecho, el contrato tendrá que terminar. Por ejemplo: si yo le presto mi carro a un amigo bajo la condición de que si el adquiere un carro, ya sea por compra, donación o cualquier otra causa, me tendrá que devolver el mío, llegado ese momento el contrato se extingue.
Por destrucción o perecimiento de la cosa
Siendo una cosa específica y determinada la que se da en comodato. y siendo además, ésta la que se ha de devolver, es natural que el comodato termine cuando ésta se destruye o perece. Claro que en esto hay que tener en cuenta si la cosa pereció por culpa o dolo del comodatario, porque en este caso, tendrá que devolver otra de la misma especie y calidad o el precio a elección del comodante, o definitivamente el precio cuando la cosa haya sido valorado al constituirse el comodato. En el primer caso deberá pagar además, los daños y perjuicios ocasionados al comodante. Si la cosa se destruye o perece sin culpa del comodatario la obligación termina sin ninguna responsabilidad para éste y el comodante no podrá hacerle ninguna reclamación, salvo el caso de que la cosa haya sido valorada al constituirse el contrato, en cuyo caso, el comodatario responde aun por caso fortuito.
En cualquier momento si no se estipuló término para devolver la
cosa, o no se señaló un uso determinado Nuestra ley no contempla este caso, pero tampoco lo prohíbe, y en virtud de la autonomía de la voluntad, consideramos que puede celebrarse un contrato de esta naturaleza, como ya lo hemos visto anteriormente. En cualquier momento si no se estipuló término para devolver la cosa, o no se señaló un uso determinado Nuestra ley no contempla este caso, pero tampoco lo prohíbe, y en virtud de la autonomía de la voluntad, consideramos que puede celebrarse un contrato de esta naturaleza, como ya lo hemos visto anteriormente.