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JURISPRUDENCIA DE DECOMISO

CASACION 540-2015, PUNO:

La Sala Penal Permanente de la Corte Suprema, mediante la ejecutoria recaída en la Casación N° 540-
2015-Puno, estableció que, por regla general, el decomiso es una consecuencia accesoria de las sentencias
condenatorias, y solo por excepción pueden ordenarse en sentencias absolutorias, siempre que la
materialidad del delito está confirmada, mas no la responsabilidad penal del imputado, y, solo sobre
bienes previamente incautados de carácter intrínsecamente delictivos.

Sumilla:El recurso de casación de oficio regulado en el inciso uno del artículo cuatrocientos treinta y dos,
faculta a este Supremo Tribunal a casar ciertas resoluciones que pueden devenir en inadmisibles. En el
presente caso, la Sala de Mérito, pese a que absolvió al procesado por delito de lavado de activos, dispuso
el decomiso definitivo del dinero incautado, sin que medie alguna fundamentación de dicha decisión;
infringiéndose la garantía constitucional a. la debida motivación, relacionado al principio de legalidad.
Asimismo, el Tribunal de mérito se apartó de la doctrina jurisprudencial establecida en este Tribunal, esto
es, el Acuerdo Plenario N° 5-2010-CJ-l 16 que estableció que el decomiso es una consecuencia directa de
una sentencia condenatoria.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

SALA PENAL PERMANENTE

Casación N° 540-2015, Puno

Auto de calificación

Lima, trece de noviembre de dos mil quince. -

AUTOS Y VISTOS; el recurso de casación interpuesto por Juan Carlos Huanca Mamani -Primera
Fiscalía Superior Penal de Puno- contra la sentencia de vista del Quince de junio de dos mil quince- fojas
setenta y uno. Interviene como ponente el señor juez Supremo PARIONA PASTRANA; y

CONSIDERANDO:

1. Agravios postulados por el recurrente

Primero: El recurrente fundamentó su recurso de casación -fojas noventa y ocho-, invocando;

Causal 3 del artículo 429 del Código Procesal Penal, sosteniendo que existió una errónea interpretación
del artículo 3 del decreto legislativo N° 1106, pues en la sentencia recurrida se concluye que el transportar
dinero pese a tener conocimiento de su origen ¡lícito, se torna atípico por el hecho de no haberse
especificado su finalidad que es evitar su identificación.

Causal 5 del artículo 429 del citado Código: en diversos pasajes de la sentencia recurrida se señala “…al
no haberse acreditado…”, “…no se acreditó…”, fijando como criterio de la Sala que el origen ilegal del
dinero debe estar acreditado, y probado, es decir, la sentencia requiere que exista otra sentencia que de
manera clara determine el origen ilegal del dinero. Dicho razonamiento contradice lo establecido por la
doctrina nacional mediante el fundamento 32 del Acuerdo Plenario N° 3-2010/CJ-l 16.

Causal 4 del artículo 429 del Código Adjetivo: La sentencia recurrida se limita a indicar los elementos de
pruebas actuados, sin señalar por qué estos sustentarían su decisión. Asimismo, en la parte final del
fundamento jurídico 2.5 de la resolución impugnada se precisó que el acusado no acreditó de forma
suficiente la totalidad de la procedencia del dinero incautado, resultando contradictorio con la decisión de
absolver.
2. Fundamentos jurídicos

Segundo: El recurso de casación es un recurso extraordinario y limitado porque su procedencia debe ser
verificada por las causales taxativamente previstas en la ley, cuyo ámbito de aplicación comprende la
correcta aplicación del derecho material, la observancia de las normas del debido proceso y la producción
de doctrina jurisprudencial que unifique los criterios de los Tribunales de justicia.

Tercero: En ese sentido, los supuestos de procedencia del recurso de casación están regulados en el
artículo 427 del Código Procesal Penal, teniéndose que la procedencia ordinaria del recurso de casación
está sujeta a lo señalado en el numeral 1 del citado artículo: “El recurso de casación procede contra
sentencias definitivas, los autos de sobreseimiento, y los autos que pongan fin al procedimiento, extingan
la acción penal sin embargo, ello está sujeto a lo previsto en el inciso 2 del mismo artículo, que señala:
“La procedencia del recurso de casación, en los supuestos indicados en el numeral primero, está sujeta a
las siguientes limitaciones: (…) b) Si se trata de sentencias, cuando el delito más grave a que se refiere la
acusación escrita del Fiscal tenga señalado en la Ley, en su extremo mínimo, una pena privativa de
libertad mayor a seis años’’.

3. Análisis del caso concreto

Cuarto: El recurso de casación planteado por el representante del ministerio Público contra la sentencia de
vista del quince de junio de dos mil quince -fojas setenta y uno- que revocó la sentencia del veintiocho de
enero de dos mil quince que condenó a José Condori Canaza, por tanto, se trata de una resolución
recurrible vía casación -artículo 427, numeral 1, del Código Adjetivo-; conforme a ello, se tiene que el
delito materia de acusación fiscal es de Lavado de Activos, en su modalidad de transporte por territorio
nacional de dinero de origen ¡lícito -presuntamente de Tráfico ilícito de drogas-, sancionado en el artículo
3, concordado con el artículo 4 del decreto legislativo N° 1106, advirtiéndose que el delito imputado en
su extremo mínimo supera los seis años de pena privativa de libertad; en consecuencia, el recurso
planteado cumple con el criterio establecido en la norma procesal; lo que implicaría prima facie su
admisión.

Quinto: Aunado a ello, debe verificarse que el recurso de casación cumpla con los demás requisitos
formales que exige la norma procesal para su admisión. Así, el inciso 1 del artículo 430 del Código
(Procesal Penal prescribe que los agravios señalados por el recurrente se encuentren enmarcados en las
causales del artículo 429 del citado Código; asimismo, dichas causales deberán ser motivadas con
argumentos de hecho y de derecho.

Sexto: Conforme a lo señalado, se puede afirmar que en estricto el recurrente busca una revaloración
probatoria al no estar conforme con la decisión adoptada, es decir, busca con la interposición de su
recurso de casación una suerte de tercera instancia, la misma que está proscrita en razón de la naturaleza
jurídica del recurso de casación. El recurrente cuestiona la aparente errónea interpretación la Sala Penal
de Apelaciones respecto al artículo 3 del D.L. N° 106; sin embargo, se advierte que la sentencia señala
claramente que en el caso concreto no concurre la finalidad de evitar la identificación del origen ilícito; y
mucho menos la justificación de que dinero incautado tenga procedencia ¡lícita -véase a fojas setenta y
siete-, por tanto se entiende que la sentencia absolutoria se dio por no encontrarse la configuración de los
elementos objetivos del tipo penal.

Sétimo: Asimismo, se cuestiona un apartamiento de doctrina, pues se afirma que la sentencia recurrida
señala que para la acreditación de la procedencia ilícita se necesita una sentencia condenatoria del delito
precedente; sin embargo de la lectura de autos no se advierte ello, pues solo se señala que a consideración
de la Sala Penal de Apelaciones, como fruto de la valoración probatoria realizada por éstos, no encuentran
elementos de convicción que señalen que el dinero incautado tenga procedencia ilícita, manteniéndose
incólume la presunción de inocencia.

Octavo: Por último, se señala que la sentencia recurrida incurre en una deficiente motivación al presentar
los agravios señalados anteriormente; asimismo, el recurrente afirma que ésta es contradictoria, pues
termina señalando que no se acreditó en su totalidad la procedencia del dinero incautado. Al respecto,
debemos señalar que la no acreditación (total) del dinero que se incautó, no es medio de prueba suficiente
para acreditar que éste es de procedencia ilícita, sobre todo si quien debe acreditar suficientemente la
imputación es el Ministerio Público, y no el imputado. Por tanto, dicho argumento resulta inviable. Por lo
señalado, conforme al literal “a” del inciso I, del artículo 428 del Código Procesal Penal, el recurso de
casación debe desestimarse.
IV. Casación de oficio

Noveno: La recurrida presenta contradicciones entre sus premisas, al señalar, en la parte considerativa,
que no se acreditó que el dinero incautado sea de procedencia ¡lícita, menos aún que el procesado
Condori Canaza haya presumido la ilicitud del mismo; no obstante, en la parte resolutiva, pese a que
declaró absuelto a dicho procesado, dispuso el decomiso definitivo del dinero incautado por la suma
ascendente de $10,240 dólares americanos; advirtiéndose que dicha decisión no solo infringe la garantía
constitucional a la debida motivación de resoluciones judiciales, sino también el principio de legalidad,
pues según lo previsto en el artículo 102° del Código Penal, el decomiso es una consecuencia accesoria de
la pena. De igual forma, el Tribunal de Mérito se apartó de la doctrina jurisprudencial establecida en este
Tribunal, esto es, el Acuerdo Plenario N° 5-2010-CJ- 116, que estableció que el decomiso es una
consecuencia directa de una sentencia condenatoria.

Décimo: Por tanto, esta Suprema Sala en el uso de las facultades dadas por la norma mediante el inciso
uno del artículo cuatrocientos treinta y dos del Código Procesal Penal, que señala: “El recurso atribuye a
la Sala Penal de la Corte Suprema el conocimiento proceso (…) sin perjuicio de las cuestiones que sean
declaradas e oficio en cualquier estado y grado del proceso”, declara casación de oficio, por advertir la
configuración de las causales 1,4 y 5 del artículo 429 del Código Procesal Penal.

Decisión: Por estos considerandos declaran:

I. INADMISIBLE el recurso de casación interpuesto por Juan Carlos Huanca Mamani -Primera Fiscalía
Superior Penal de Puno- contra la sentencia de vista del quince de junio de dos mil quince —fojas setenta
y uno-.

II. BIEN CONCEDIDO DE OFICIO el recurso de casación por las causales 1, 4 y 5 establecidas en el
artículo 429° del Código Procesal Penal.

III. DISPUSIERON que la causa permanezca en Secretaría a disposición de las partes por el plazo de
diez días, y vencido el mismo se dé cuenta para fijar fecha para la audiencia de casación.

IV. MANDARON se notifique a las partes la presente Ejecutoria.

Sumilla: Por regla general, el decomiso es una consecuencia accesoria de las sentencias condenatorias; y
solo por excepción pueden figurar en sentencias de carácter absolutorio siempre que la materialidad del
delito está confirmada, mas no la responsabilidad penal del imputado; y, solo sobre bienes previamente
incautados de carácter intrínsecamente delictivos.

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