Está en la página 1de 35

Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

BOLILLA N° 2: La Empresa. La unificación en el CCYCN.


Introducción
El Código de Comercio fue derogado y el nuevo Código Civil y Comercial no regula ni al comerciante ni a los
actos de comercio, no hay más registro público “de comercio” ni sociedades “comerciales”, ni el nuevo Código
tiene un capítulo especial para el derecho comercial, para el empresario ni para la empresa. Ello crea la
apariencia de que el nuevo Código Civil y Comercial, no mantendría al “derecho comercial” como categoría
diferenciada del “derecho civil”, con sus propias normas delimitativas y normas preceptivas, sino que prevería
una misma regulación en materia de obligaciones y contratos para todas las personas humanas y para todas las
personas jurídicas sin atender a la índole de sus actividades u operaciones. Tal situación sería contraria a la
directiva constitucional que exige una legislación diferenciada entre la materia civil y la comercial, sea en textos
separados o unificados (art. 75 inc.12 de la C.N.).
Sin embargo, a nuestro juicio, la realidad es totalmente distinta. Es que, como ya hemos tenido ocasión de
señalar2  el Derecho Comercial subsiste en el nuevo Código con soluciones similares a las anteriores pero bajo
otros presupuestos, a saber:
-El “comerciante” fue reemplazado por el “empresario” (o el cuasi empresario).
-El “acto de comercio” fue desplazado por la “actividad económica organizada”.
-El nuevo eje del derecho comercial es “la empresa”, sin la cual no hay sociedad, y cuya continuación se
procura mediante los mecanismos de tolerancia de la unipersonalidad sobreviniente, efecto no liquidatorio de
las nulidades y posibilidad de reactivación societaria si existe viabilidad económica y social de la subsistencia de
la actividad (art.100 LGS).
-El derecho mercantil se expande en tanto:
 a) En los contratos unificados, la regla es aplicar la solución comercial y la excepción la solución civil,
invirtiéndose el sistema anterior, con lo cual se “comercializa” al derecho civil aplicando soluciones mercantiles
específicas tendientes a la celeridad de los negocios, la seguridad y la limitación de riesgos.
 b) Se expanden las posibilidades del “arbitraje”, la obligación de rendición de cuentas y la representación
negocial, que son instituciones mercantiles típicas.
 c) La exigencia de contabilidad obligatoria, propia del derecho mercantil, se extiende a otros sujetos sin fin de
lucro y donde no existe recurrencia habitual al crédito.
 d) La exigencia de registración mercantil, se extiende a las asociaciones civiles.
 -El Derecho mercantil se mantiene incólumne en las leyes complementarias del código de comercio que
continúan como leyes complementarias del Código Civil y Comercial de la Nación, entre las que se cuenta la ley
de concursos y quiebras que solo registra un impacto indirecto.
-No existe ningún óbice legal para el mantenimiento de la justicia comercial diferenciada tal como la establecen
las leyes locales actuales.
Finalmente, también debe tenerse presente que en el derecho del consumidor existen diferentes derechos y
obligaciones para el “productor” respecto del “consumidor” en los contratos y relaciones de consumo (art.1092
y stes.), lo que también implica un tratamiento diferenciado. En definitiva, la materia comercial subsiste y se
expande en el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, aun cuando sin una clara definición conceptual, lo
que exige un esfuerzo especial del intérprete.

Punto 1
Concepto económico de empresa:
El Diccionario de la Real Academia española define al vocablo “empresa” de distintas maneras, de las cuales se
señalar aquella que dice: “Entidad integrada por el capital y el trabajo, como factores de la producción y
dedicada a actividades industriales, mercantiles o de prestación de servicios con fines lucrativos y con la
consiguiente responsabilidad”. Esta acepción se refiere al criterio económico.
El esquema conceptual es de este siglo aunque la palabra empresa ya se utilizaba en muchas lesgislaciones del
siglo pasado. A partir de Vivante, Asquini y Mossa, mucho se ha escrito sobre empresa y especialmente sobre
la empresa mercantil. Los primeros intentos de identificar el derecho comercial con la empresa se
manifestaron en Alemania; pero fue en Italia donde la escuela Mossa lo llevó a sus últimas consecuencias.

Página 1 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

En economía, el perfil de la empresa toma en cuenta que se trata de una unidad económica, administrativa y
contable. Todo ello se logra mediante una organización de bienes o servicios para la producción o el
intercambio de bienes o servicios. Generalmente se persigue un fin económico, especulativo o de lucro. Es en
el siglo XIX cuando la empresa comienza a presentarse como un fenómeno real frente al orden jurídico y, a
partir de la idea económica, aparece la organización empresarial en el derecho. Así, podrá haber una empresa
estatal, una empresa civil, una mercantil.
Legislación en Argentina: En nuestra legislación, la noción de empresa se presenta, no como unidad, sino en
posición parcial y sugerente de ciertas modalidades y de ciertos efectos jurídicos. Sin embargo, la empresa no
tiene ningún concepto jurídico en nuestro derecho, no hay un concepto específico univoco de empresa pero si
hay distintas ramas que hacen referencia a la empresa:
+ La tradicional regla que menciona a la empresa en el derecho comercial se encontraba en el art. 8, inc 5, del
Código de Comercio ya derogado: Art. 8 “la ley declara actos de comercio en general: …Inc 5: Las empresas de
fábrica, comisiones, mandatos comerciales, depósitos, o transportes de mercaderías o personas por agua o por
tierra”.
Vemos que hace una referencia a la empresa, la empresa en sentido general podemos decir que tiene
determinados elementos que la define, que son propios de la empresa, tenemos la Organización,
primordialmente, que es una característica elemental de la empresa, a los fines de la producción e intercambio
de bienes y servicios. Esa empresa por lo general está liderada por un empresario ( acá vamos a aclarar esta
evolución del concepto de acto de comercio, de comerciante de esta área, hay como una evolución de estos
conceptos hasta llegar hoy a la noción de empresa. ¿Por qué? Porque el comerciante al que hace referencia el
código en los distintos artículos, no es el empresarios de hoy, hay una evolución del concepto de comerciante,
hay una evolución del concepto de acto de comercio que va a finalizar en lo que actualmente conocemos
como una empresa, una empresa es una noción mucho más abarcativa de la noción de comerciante de la
noción de actos de comercio, porque la noción de comerciante tiene un tinte subjetivo, hace referencia a la
persona, mientras que nosotros al hablar de empresa estamos haciendo referencia a algo más que a la
persona, una persona que organiza bienes y servicios con fines de lucro) Entonces este elemento de la
organización es muy importante y es el elemento que va a facilitar esta evolución que mencionamos, desde
comerciante hasta la empresa, por eso es que Echeverri, en uno de los puntos habla de la profesionalidad a la
organización, de la perfeccionalidad del comerciante, este comerciante aludido en el código de comercio que
se caracterizaba por su profesionalidad, era lo más destacado del comerciante, pero hoy ya ese concepto de
comerciante ha sido superado por el concepto de empresa, por la evolución propia del derecho comercial y
podemos hablar que la empresa se caracteriza por la organización. Esto es a lo que hace referencia Echeverri
en este párrafo “de la profesionalidad a la organización”, de la profesionalidad del comerciante a este concepto
más abarcativo que es la organización de la empresa.
+ En el derecho laboral se define a la empresa pero haciendo referencia a los fines que tiene en esa materia
laboral la empresa que la encontramos en el artículo 5 de la Ley de Contratos de Trabajo: “A los fines de esta
ley (en la primera parte de la definición de empresa el articulo aclara a los fines de esta ley, de la ley de
contratos de trabajo, vemos entonces que se confirma esto de que no hay un concepto totalizador de la
empresa) se entiende como empresa la organización instrumental de medios personales, materiales e
inmateriales, ordenados bajo una dirección para el logro de fines económicos o benéficos.” Esta es una noción
que la ley de contratos de trabajo nos da de la empresa. Etcheverry agrega su opinión explicando que esta
definición se enfoca solo desde el punto de vista del factor trabajo, buscando el mejor desarrollo de los
derechos que reconoce esta rama a todos los asalariados. Por ello es inaplicable a una concepción jurídica
general de empresa mercantil; la ley misma lo indica, cuando dice “a los fines de esta ley”, pero, aun desde el
punto de vista laboral, esta conceptuación es deficiente.
+En la Constitución Nacional, el art 14 bis consagra el derecho de participación de los trabajadores en las
ganancias de las empresas con control de la producción y colaboración en la dirección. En este artículo, no está
definiendo a la empresa, simplemente hace referencia al derecho de la participación del trabajador en las
ganancias y pérdidas de la empresa.

Página 2 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

+La ley de sociedades comerciales 19.550 lleva consigo, en el art. 1°, la noción de empresa. El texto es el
siguiente: "Habrá sociedad comercial cuando dos o más personas en forma organizada, conforme a uno de los
tipos previstos en esta ley, se obliguen a realizar aportes para aplicarlos a la producción o intercambio de
bienes o servicios participando de los beneficios y soportando las pérdidas". Pero aquí la ley ha pretendido
definir la sociedad, no la empresa, como lo reconocen diversos autores, sirviendo la mención únicamente para
categorizar la organización que debe poseer toda sociedad, empleando un criterio económico, no jurídico,
mediante este elemento de la organización con la finalidad de la producción de bienes y servicios.
+Para terminar estas referencias diremos que aparentemente la empresa podría aparecer subjetivizada en la
reforma de la ley de sociedades por la ley 22.903, de 1983, al regularse los contratos de colaboración
empresaria. En los arts. 367 y 377 se mencionan dos clases de sujetos: las sociedades y los empresarios
individua les. Pero esta mención no legisla sobre la empresa como sujeto ni como objeto, sino que alude al
empresario individual, que no es otro que el que nuestro viejo Código llamó "comerciante".
No hay posibilidad, pues, de admitir que se haya legislado en forma directa algún concepto moderno y
dinámico de empresa. Sin embargo, podemos concluir que un concepto económico aproximado de empresa
hace referencia a una actividad desplegada por el empresario con el fin de producir o intercambiar bienes y
servicios. En el concepto de empresa se pone énfasis en la finalidad de lucro que tiene la empresa: actividad
organizada destinada a la producción o intercambio de bienes y servicios.
Concepto jurídico: la empresa es este quid inmaterial y algo abstracto consistente en la actividad de
organización. Junto a ella se encuentra lo que modernamente se denomina “la hacienda”, que es el conjunto
de los bienes organizados para explotación de la empresa. Está constituido por cosas corporales (dinero,
mercaderías, local o establecimiento, instalaciones) derechos (nombre comercial, enseña, marcas de fábrica,
patentes de invención) créditos y deudas, y las relaciones jurídicas de diverso orden constituidas con el
personal y la clientela, y esa especial aptitud de la hacienda para producir utilidades, conocidas con el nombre
de avivamiento.
El C. de Comercio se ocupa no tanto de regular el fenómeno económico de la empresa como de disciplinar la
actividad del sujeto empresario y la entidad jurídica hacienda que va anexa a aquella actividad. Pero de todos
modos interesa señalar que toda esa actividad compleja de organización es considerada comercio. Según tal
concepción, la noción jurídica de empresa es más amplia que comprende os actos de empresa aislados que no
crean ningún organismo productivo y en cuanto no abarca ciertos organismos productivos que no realizan
actividades de intermediación con fines especulativos.

Teoría de la Empresa. Justificación económica.


Doctrina Argentina: Siriburu: Planteándose el significado de la palabra empresa, trata de localizarlo
acercándose a la ciencia económica y recordando los tres factores de la producción, naturaleza, capital y
trabajo, que organizados forman el concepto. Recuerda también que no hay organización sin un pensamiento
director, que señala a cada elemento la función que ha de cumplir: es el empresario, persona que preside y
ordena los factores de la producción. A ello le agrega las ideas de riesgo y retribución incierta, directamente
vinculadas al empresario.
Garósubjetiviza la noción de empresa, distinguiendo las industriales de las comerciales. Dice que desde el
punto de vista económico hay que entender por empresa, en general, toda entidad que reúna en su seno un
conjunto de bienes utilizados por su dueño, quien también, por lo común, la dirige, persiguiendo una finalidad
económica.
Satanowsky un concepto jurídico de la empresa: es actividad del comerciante o de sociedades anónimas o de
responsabilidad limitada. Para él, el art. 8°, inc. 5° del viejo código, incluye un concepto económico de empresa.
Zavala Rodríguez dice que el concepto de empresa ha sufrido una transformación total en los últimos años.
Según la nueva orientación, la empresa no representa un aspecto parcial o aislado del derecho comercial, sino
que atañe a su esencia y a la profesión de comerciante. Afirma el jurista que con el concepto de empresa se
subjetiviza nuevamente el derecho mercantil, como en sus comienzos, y cita a Pinzi: el comercio, en su esencia
actual, es algo distinto de la función intermediaria: es un fenómeno de organización. El comercio no es

Página 3 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

solamente el intercambio; es la organización para realizar ese intercambio. No hay verdadero comercio donde
falte la empresa.
Halperin la noción de empresa como "la organización de bienes y servicios para la producción de bienes y
servicios", y vincula el concepto al art. 1° de la ley 19.550; rechaza las teorías del patrimonio de afectación, de
la institución y otras subjetivistas. Parece admitir, en cierto modo, que la empresa es un objeto de derecho.
Fontanarrosa, es "ese quid inmaterial y algo abstracto consistente en la actividad de organización". Junto a ella
está el término de "hacienda", que es el conjunto de bienes organizados para la explotación de la empresa
(cosas corporales, derechos, créditos, deudas y relaciones jurídicas de diverso orden).
Para Zaldívar, la empresa es una universalidad institucional, es decir, una creación opuesta a la contractual,
formada por una serie de elementos, algunos de los cuales escapan al control de las partes; la actividad de
todos estos elementos, más que tender a la utilidad del propietario de la empresa, procura el beneficio de la
colectividad.

La estructura básica de la empresa y un análisis contractual de la misma:


De acuerdo con lo que llevamos dicho, la noción de empresa no se puede considerar acogida por nuestro
derecho, ni en su aspecto subjetivo ni en su enfoque objetivo (teorías que están en el punto 2).
Dada la circunstancia que un comerciante o industrial piense en la explotación de una actividad
organizadamente, con un fin de lucro o económico, es posible utilizar la noción de empresa, pero sólo en un
sentido que indique cierta comodidad verbal o una mera simplificación de ideas de uso corriente.
Dice Herschel, citado por Brunetti, que "si la empresa pertenece a una sociedad comercial, se cometerá, con
frecuencia, el error de designar la sociedad por empresa. Esta práctica es inexacta. Del mismo modo que una
persona física no puede ser una empresa sino un empresario, puede decirse que en las sociedades mercantiles
la persona jurídica es simplemente empresaria, y, como tal, titular de la empresa, o sea, la propia empresa".
La noción de empresa se torna vaga, porque está fundada sobre diversas acepciones que indican a su vez otras
tantas realidades distintas; a esto hay que agregarle los criterios, cargados de subjetividad, que también
añaden otros matices al concepto. Por ello, distinguese la empresa, la que a su vez puede ser económica o no,
pública o privada, con o sin estructura que la acompañe.
En nuestro derecho no es posible aceptar que la empresa responda a una norma o a un sistema íntegro de
normas.
Opina Ascarelli que a partir de la noción económica debe darse la elaboración doctrinaria; sólo después surgiría
la regulación jurídica integral.
A partir del criterio económico (no interesa la visión de una posible empresa no económica a los fines de esta
obra), veremos la manifestación material de esta unidad organizada de producción de bienes o servicios o
intercambio de los primeros, respecto del orden jurídico argentino.
Es útil recordar que para la concepción subjetivista, de la que participan Mossa, Garriguus (aunque hubo
algunos cambios en su opinión), y en nuestro medio Zavala Rodríguez, Iturraspe y, aunque con variantes,
Varangot, el empresario estará siempre "dentro" de la empresa, o se confundirá con ella, lo cual la hace
"sujeto". En cambio, en el criterio objetivo el empresario es el sujeto y la empresa el objeto complejo que aquel
organiza, controla y dinamiza.
Siempre a partir de la definición económica podemos estudiar las manifestaciones jurídicas de la empresa en
sus grandes rasgos y principales enfoques. Dentro del esquema damos también un lugar al empresario, aunque
la empresa, encarada con visión objetiva, no podría darle cabida como integrante de ella.
En el siguiente cuadro provisional de trabajo, se expone no solamente la noción espacial, sino también la
noción temporal: La "organización dinámica" que va hacia el "fin", expresa el accionar constante, el
movimiento, de la empresa.
El trazo que encierra los elementos de la empresa, expresa la organización y la complejidad de la combinación
de los factores de la producción. El objeto de la empresa económica será intermediar en bienes (Comercio,
producirlos (industria) o realizar una tercera actividad distinta de las anteriores, que es la prestación de
servicios; es decir, respecto del servicio no puede haber producción ni intermediación. El servicio se presta.

Página 4 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

El fin distinguirá la empresa existente en diversas ramas del derecho. El empresario podrá estar parcialmente
"dentro" del círculo de la empresa (objetivamente señalada), si presta un trabajo adicional concreto, además
de su labor empresarial. Pero en la concepción objetiva y al ser él mismo sujeto de derecho, siempre estará
fuera de la empresa, como titular de ella: el empresario es propietario, titular de dominio de la empresa.

Punto 2:
Evolución en la historia de la forma de organización empresarial:
En Alemania, a principios de este siglo, se abandona la concepción del acto de comercio objetivo, impuesta
durante cien años por el Código de Comercio francés. Se crea una nueva dogmática: la de la empresa. Así, la
materia comercial se vincula directamente a una actividad profesional, a la organización de una empresa.
Resulta claro el tránsito operado: de la figura del comerciante, se pasa al acto de comercio; de él, a la empresa
mercantil. A su vez la doctrina de la empresa seguirá varios caminos: a) una idea subjetiva favorecida por la
ideología corporativista; b) una concepción objetiva; c) un criterio jurídico que categoriza a la empresa como
actividad. A ello puede agregarse una cuarta posición, (que es la que se adhiere Echeverry) y es la negatoria de
la empresa como categoría jurídica, que algunos autores han llamado "atomista".
Con Heck se advierte la diversidad de criterios respecto de la contratación civil y comercial. Esta última
contiene una vocación masiva de contratar; de ahí a la necesidad de una organización empresarial que haga
posible el tráfico repetido, en masa, hay sólo un paso.
En Italia, a comienzos de este siglo, se siguen y desarrollan las ideas alemanas. Sobre la organización
empresarial se impregna la idea corporativa. Así, Mossa relata la preeminencia de la Carta del lavoro sobre la
de empresa, y en 1943, ante el flamante Código Civil italiano de 1942, Asquini estudia en su célebre Perfiles de
la empresa, toda la estructura empresarial desde el punto de vista corporativo.
Entonces, también en Alemania se admitía la concepción subjetiva de la empresa, la existencia del
Führerprimip y la subordinación de todas las empresas al Estado.
El derecho actual italiano suprimió la Carta del lavoro, pero mantuvo en líneas generales el Código Civil de
1942. De ahí surge también el concepto de empresa con estos caracteres: empresa sería toda organización de
trabajo y de capital con finalidad de producción de bienes o servicios para el cambio (Asquini).
Debemos notar la ausencia de las nociones de lucro, lucratividad, especulación, provecho, fin económico u
otras parecidas.
Pero la diferencia se explica también desde otro punto de vista: la empresa que se insinúa en el Código a través
de la figura del empresario, tiene que abarcar tanto organizaciones mercantiles como civiles.
En el sistema italiano todavía vigente parece ser subjetiva la noción de empresario ("quien ejerce") y objetiva la
de empresa, aunque la ley no define ni regula el concepto.

Página 5 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

La actividad debe ser económica y organizada: es decir que el empresario organiza capital (propio y/o ajeno) y
trabajo (propio y/o ajena), y con un objeto concreto (actividad específica) enfrenta el riesgo de la empresa,
poniendo en marcha un mecanismo complejo y dinámico.
La empresa podrá ser grande, mediana o pequeña; el empresario la dirigirá e impulsará, siendo el principal
afectado (de una u otra forma) con el resultado de la explotación.
En síntesis, para el sistema italiano interesará que un empresario organice capital y trabajo con fines
productivos o de intercambio (de bienes o servicios), sin importar si se obtienen beneficios o no (directos o
indirectos). Así, sería empresa una asociación, una sociedad civil, una asociación artesanal, una cooperativa o
mutual, etcétera. Y empresario quien profesionalmente la organice, dinamice y dirija.

Punto 3:
Teorías sobre la naturaleza jurídica de la empresa:
A. Teoría Subjetiva:
La empresa como persona jurídica: subjetivizan el concepto de empresa, adjudicándole la facultad de adquirir
derechos y contraer obligaciones. Así, el empresario sería la figura principal del factor trabajo, pero la
personalidad se atribuiría al ente, que trascendería a las personas que la integran (aun a los fundadores o los
propietarios jurídicos del activo, etcétera).
En el lenguaje común es a veces normal decir "las obligaciones de la empresa", "demanda contra la empresa",
"trabajar para una empresa", forma de expresarse que no es ajena a algunas leyes.
Crítica: como bien lo hace notar Le Pera, esta concepción subjetivista de la empresa no es clara en los autores y
parece referirse al patrimonio afectado a los fines de la empresa o fondo de comercio; el mismo autor señala
las grandes dificultades y poca acogida que tendría el intento de convertir en ley positiva esta concepción.
Como patrimonio autónomo: doctrina soviética: persona jurídica tipificada como aquella organización que
posee un patrimonio separado con facultad para adquirir derechos patrimoniales y derechos personales no
patrimoniales y asumir obligaciones, como actuar e juicio, rigiendo la norma general, la reciproca
irresponsabilidad del estado y de las propias organizaciones económicas
Como institución: Surgió en Francia. La doctrina la define como un organismo dotado de propósitos y de
medios de acciones superiores en poder y en duración a aquellos de los individuos que lo componen. Para esta
teoría la empresa tiene un interés autónomo institucional.
Echeverry expresa que todas las concepciones subjetivas son inaplicables en nuestro derecho porque no existe
un sujeto jurídico identificable como empresa. Ni el Código Civil se enumera a la empresa como sujeto, ni existe
alguna otra ley especial que, delimitando a un sujeto "empresa", le otorgue capacidad para adquirir derechos o
contraer obligaciones.
B. Teoría objetiva:
Empresa como unidad económica:La empresa, objetivamente considerada, se caracteriza por un conjunto
patrimonial de bienes cuya titularidad o propiedad pertenece a una o más personas. Es el empresario o el
titular de la empresa quien contrata o realiza en general diversos actos jurídicos de administración y
disposición sobre la empresa, sea en su totalidad o en partes de ella (p.ej., alquila toda la explotación a un
tercero, vende una maquinaria por obsoleta, etcétera).
La empresa, así objetivada, tendrá como organizador al empresario, que será su titular y quien asumirá el
riesgo propio de la actividad empresarial. Sin ésta, que es propia del empresario, la empresa sería un conjunto
de bienes estáticos, sin acción ni vida (este concepto se asemeja al que después propugna Halperin para “fondo
de comercio”)
Empresa como organización: es un concepto dinámico, que sostiene que el elemento fundamental de la
empresa es su organización, o sea, el ordenamiento de los factores reales y personales que la constituyen.
Considera la empresa como una organización de elementos destinada a un fin, que es la producción y
distribución de bienes y servicios. Esta teoría se diferencia de aquellas que perciben a la empresa como una
simple aglomeración de elementos estáticos. No hace énfasis en el sujeto del derecho sino en los bienes que
constituyen la empresa. Es decir, una empresa podrá realizar su actividad a través de uno o más

Página 6 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

establecimientos de comercio. Se entiende por establecimiento el conjunto de bienes organizados por el


empresario para realizar los fines de la empresa.
Echeverry tampoco comparte esta postura porque dice que no hay una noción jurídica univoca de empresa , ya
que no es solo un conjunto de bienes patrimoniales (materiales e inmateriales) sino que comprende otros
elementos.
C. Teoría atomista:
La empresa, para Echeverri, no es una categoría jurídica. No ha sido recibida como tal por el ordenamiento. Se
critica esta concepción, llamándola "atomista", porque cada elemento de la empresa estaría regido por la ley
que le es propia; y esto, en nuestro derecho, es así, dado que la empresa no es sujeto, ni objeto, ni puede
asimilarse al concepto jurídico de actividad.
Si la empresa posee bienes registrables, trabajadores, impuestos que pagar, inmuebles, derechos inmateriales,
cada categoría deberá regirse jurídicamente por el régimen legal que corresponda.
La única unidad -muy relativa- está dada por la ley de transferencia de fondos de comercio, que sólo establece
un procedimiento especial en casos específicos. En el conjunto que la economía política denomina "empresa",
hay bienes, derechos y hasta personas: el empresario y todos los trabajadores de la empresa.
La empresa no es tampoco una universalidad de derecho ni de hecho, posición esta última que no dice mucho
en términos jurídicos, porque en su complejidad no podrían incluirse, por ejemplo, los derechos o el factor
humano.
Tampoco es aceptable la posición de Rosario Nicoló, que estima que la empresa es una categoría nueva: el
derecho que se ejerce sobre una pluralidad de elementos organizados para la producción de bienes o servicios.
Y es así porque el orden jurídico no ha unificado la noción de empresa, no le ha dado cabida aún como
concepción de derecho nuevo y particular. Echeverry se añade a esta postura.
D. Unitaristas:
• Universalidad de hecho: ven a la empresa como el conjunto de bienes que conforman.
• Universalidad de derecho: la universalidad comprende bienes muebles inmuebles, corporales e incorporales,
cosas y relaciones jurídicas unidas por la capacidad de creación del titular de tales bienes y derechos.
• Sui generis: no se asemeja a nada, resulta de un una situación de factor provocada por la Voluntad del
hombre.

Algunas proyecciones de las distintas teorías de la empresa


Pese a que Etcheverry ha adoptado la opinión negatoria, cree una obligación de honestidad intelectual, señalar
que no parece haberse logrado consenso alguno sobre la empresa.
La doctrina en general coincide en que hay una empresa, definible en el plano económico; así: la "unidad de
producción" o la "unidad intermediadora o productora de bienes y servicios". Ésta es una realidad
comprobable dentro del campo económico.
No se puede afirmar que las posiciones atomista, objetivista o subjetivista, tienen, alguna de ellas, mayoría
suficiente para imponer criterio. También han fracasado nuevas vías de reforma, que ven a la empresa como
comunidad de intereses.
La empresa es un concepto económico, extrajurídico. Es en realidad, una noción económico-política. Sólo
adquiere significación jurídica el concepto de empresario (individual o colectiva), o ciertos aspectos o perfiles
de la empresa económica.
La sociedad comercial es una estructura jurídica destinada a regular algunos aspectos de ciertas empresas. No
puede hoy discutirse la distinción entre empresa y sociedad.
Pese a las recomendaciones hechas por los prestigiosos juristas asistentes al III Congreso de Derecho
Comercial, aún no se ha logrado la regulación jurídica de la empresa, cuestión también propuesta en Italia
mediante un proyecto concreto.
La empresa es actualmente como la aporía de Aristóteles. En el futuro, puede llegar a constituir un verdadero
concepto jurídico basado en la idea estructural de una comunidad laboral de producción o intermediación, tal
vez inscripta en el marco del moderno derecho económico, el cual, como visión diagonal de los fenómenos
económicos permite enfocar con novedad viejas y nuevas cuestiones de derecho.

Página 7 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

Tratamiento de la empresa en el Código Civil y Comercial de las distintas teorías de la empresa


Antes de la sanción del Código Civil y Comercial de la Nación, cuando nos referíamos al tema de empresa
siempre de destacaba que no había una definición general de lo que es la empresa y luego de su sanción se
permanece en la misma situación, ya que no incluyó una definición general de lo q es una empresa válida para
todos los tipos de empresas.
Si hay en el nuevo ordenamiento referencias a la empresa, por ejemplo, en el art. 320 que se refiere en forma
expresa a ella para legislar su contabilidad mercantil. Otra cuestión referida a la empresa en el nuevo código es
lo relativo a la familia, que después de la sanción del nuevo código, hay toda una regulación novedosa en
materia de empresas familiares, por ejemplo se admite el pacto de herencia futura, el cual en el código de
Vélez estaba prohibido. También respecto a los protocolos familiares y la forma de planearlos. Estos son la
forma en se debe fijar la actividad de una empresa familiar, como van a acceder los hijos a esa empresa, es
decir, con que porcentajes iban a acceder a esa empresa familiar. Hay modificaciones con respecto a esta
cuestión, sobre todo con respecto al pacto de herencia futura que antes no existía.
Aunque el nuevo código no da una definición genérica y válida sobre que es “empresa”, si ha hecho referencias
precisas sobre la misma. Por ejemplo en materia de contabilidad mercantil (art. 320) y en materia de empresa
familiar. Por lo tanto, se puede dar una definición que nos permite tener una idea de lo que es la empresa. Esta
definición está contenida en el art. 5 y 6 de la ley 20.744 (Ley de Contrato de Trabajo). El art. 5 da un concepto
de lo que es empresa, pero a los fines de la remuneración de los trabajadores, es decir que no es válido para
todo tipo de empresa, solo es válido para el ámbito laboral ya que la definición está contenida en dicha ley.

Ley 20.744- Art. 5° — Empresa-Empresario.


A los fines de esta ley, se entiende como "empresa" la organización instrumental de medios personales,
materiales e inmateriales, ordenados bajo una dirección para el logro de fines económicos o benéficos.
A los mismos fines, se llama "empresario" a quien dirige la empresa por sí, o por medio de otras personas, y
con el cual se relacionan jerárquicamente los trabajadores, cualquiera sea la participación que las leyes asignen
a éstos en la gestión y dirección de la "empresa".
Con respecto a esto, se debe hacer una distinción con respecto a los fines de una organización empresaria. La
empresa siempre implica organización de bienes y servicios, es decir que el elemento de la organización es
fundamental en la reunión de esos bienes materiales, personales, etc. Para realizar una actividad de lucro que
se denomina actividad empresaria u organización empresaria. Por lo tanto, la organización siempre es un
elemento importante y determinante para la existencia de una empresa la organización de bienes y servicios
para la concreción de fines lucrativos.
En materia de fines esto está cambiando. A nivel mundial hay toda una concientización respecto de la finalidad
social que tienen que tener las organizaciones empresariales: así hablamos hoy, de responsabilidad social
empresaria, responsabilidad social para las instituciones públicas, economía social y empresaria. Dichas
expresiones están íntimamente vinculadas, porque los fines de la empresa que hoy no son solo económicos, ya
que está reconocido a nivel mundial que las empresas debe tener un fin social; por eso se habla de las
empresas de beneficencia, Etcheverry habla sobre el tema del fin social que deben tener las empresas.
Si la empresa es de fines de lucro,¿cómo se puede tener también un fin social?, ¿hay un espacio para que
pueda realizarse un bien social si la finalidad de la empresa es de lucro? Sí, es posible, por ejemplo una
organización puede dedicarse a la explotación agropecuaria y el fin social que cumpliría seria el cuidado del
medio ambiente, estableciendo reglas internas en la empresa tendientes al cuidado del medio ambiente (por
ejemplo prohibir el uso de algún producto químico en la explotación ) y también la organización empresaria
podría someterse a controles externos, además de los controles internos, que determinen que efectivamente
la empresa genera un beneficio social. Es decir que en el caso del ejemplo, la explotación no está dirigida solo a
cumplir el fin lucrativo, sino además que exige que se deba cumplir el fin social.
Otro ejemplo seria que una empresa que persigue fines de lucro, la cual tiene una planta permanente de
personal y el fin social seria determinar un porcentaje de ingresos del personal para que beneficie a las
personas con discapacidad, es decir que la empresa determina un porcentaje de cargos para el ingreso de
personas con discapacidad (inserción en el campo laboral de personas con discapacidades).

Página 8 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

También hay organizaciones empresarias que no tienen fines de lucro por ejemplo el Poder Judicial de
Tucumán, su fin es la prestación de servicios de justicia para todos los ciudadanos pero también cumple fines
sociales que están ínsitos en el funcionamiento del Poder Judicial, por ejemplo acordadas que establecen el
reciclado de papel y con ese reciclaje se pueden hacer donaciones a determinados organismos (Fundación
León).
Actualmente, si bien no hay una ley sobre responsabilidad social empresaria, hay proyectos a nivel nacional
que están en tratamiento, como así también a nivel provincial. Santa Fe tiene bastante adelantado el tema de
responsabilidad social de las empresas. Así mismo, hay concreciones en la realidad sobre este tipo de
responsabilidad.
Por otro lado, por medio de la ley de defensa al consumidor, los consumidores están controlando la actividad
empresarial, por ejemplo pueden hacer denuncias.
Las empresas por más que persigan una finalidad lucrativa, deben cuidar el beneficio social.

Nociones Derivadas del Art. 320 del CCyCN


Conforme al art. 320 del Código Civil y Comercial se somete entre otros sujetos y entes, a ciertas personas
humanas a una obligación especial: la de llevar contabilidad si las mismas “realizan una actividad económica
organizada o son titulares de una empresa o establecimiento comercial, industrial o de servicios”.
De ello se sigue que se admiten dos categorías de personas humanas, una general y otra especial.
La especial está compuesta por dos clases de personas humanas:
1. Las que realizan una actividad económica organizada;
2. Las que son “empresarios”, en el sentido de ser titulares de una empresa o de un establecimiento
comercial, industrial o de servicios.
De ambas resulta, que no solo los empresarios integran esta categoría especial de personas humanas, sino
también quienes no siéndolo, realizan una actividad económica organizada que no llega a configurar una
empresa, a los que denominaremos cuasi- empresarios.

 Sujetos con actividad económica organizada – cuasi empresarios


Integran esta clase:
1).El antiguo comerciante individual: si bien desaparece la figura del comerciante, mantienen ahora tal calidad
aquellos que realizan una actividad económica organizada, manteniendo la obligación de llevar contabilidad,
sean o no titulares de una empresa o establecimiento.
Esta clase comprende a quien realiza una interposición en los cambios asumiendo riesgos, actuando por cuenta
propia en forma “profesional, habitual y con fines de lucro” (comprende al comerciante que no llega a ser
empresario).
Comerciante: es quien realiza una actividad de intermediación en el cambio de bienes y servicios.
Empresarios: es el titular de una empresa, entendiendo por tal la actividad organizada de los factores de la
producción para producir bienes y servicios destinados al mercado.
Si bien todo empresario cumple alguna función de interposición y todo comerciante organiza de algún modo os
factores de la producción, lo cierto es que ni todo comerciante es titular de una empresa, ni todo empresario
intermedia en bienes.
2).Sujetos individuales no considerados comerciantes: dada la derogación de la figura de comerciante y
considerando que el concepto de actividad económica organizada excede la noción del art. 1° del derogado
código, entendemos que hay sujetos “no comerciantes” que ahora se encuentran obligados (ej. Los
prestadores de servicios que no se interponen en el comercio de bienes pero que despliegan una actividad
económica organizada, el fiduciario).

 Titularidad de una empresa:


En esta categoría se ubican las personas humanas que son empresarios, o sea que explotan una empresa sin
exigirse que posean un establecimiento.

Página 9 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

Empresa: organización en la cual se coordinan el capital y el trabajo y que, valiéndose del proceso
administrativo, produce y comercializa bienes y servicios en un marco de riesgo. Además, busca armonizar los
intereses de sus miembros y tiene por finalidad crear, mantener y distribuir riqueza entre ellos.
A nivel jurídico la empresa no tiene un estatuto propio, por lo que debe atenderse al régimen legal de sus
diversos elementos descriptos: el empresario será su elemento subjetivo, sea persona individual o jurídica,
como el sujeto que es titular de todas las relaciones jurídicas y responsable de ella en tanto la organiza, dirige,
explota y percibe sus resultados. Por su lado, los trabajadores, estarán regidos por las normas laborales,
previsionales y sindicales. Por todo ello, el término “empresa” se utiliza en derecho en forma ambigua ya que,
designará un establecimiento comercial o industrial, o se referirá al empresario titular y responsable de su
acontecer.
Por su parte el concepto empresario, ha evolucionado en el mundo capitalista, como promotor, propietario y
administrador, a una concepción de empresario profesional, tomador de decisiones dentro de la estructura
empresarial.
Ahora bien, cuando las funciones descriptas están fragmentadas ¿Qué es lo que define al empresario? Lo que
lo define es “ser el centro” de una serie de contratos mediante los cuales la empresa adquiere su
configuración. Por su parte para el derecho laboral es la “dirección y organización de la empresa”, agregando
que se le reconoce al empresario la facultad de organizar económica y técnicamente la empresa. En este
ámbito, no hay que asimilar, empleador con empresario, ya que no siempre el empleador reviste tal calidad.
Podemos distinguir entonces diversas categorías o roles que pueden o no coincidir en una misma persona:
a) Empresario de título: sujeto titular de la empresa y responsable por sus obligaciones;
b) Empresario de gestión: que es quien dirige la empresa;
c) Empresario de riesgo: que es el accionista o socio de la sociedad.
d) Empresario indirecto: es el caso de la persona física controlante de la sociedad titular de la empresa, sujeto
a las responsabilidades societarias y concursales.
La obligación de llevar contabilidad comprende solo al “empresario de título”.

Punto 4:
Empresario y actividad. La actividad como noción diferenciada del acto jurídico.
Una parte de la doctrina italiana identifica empresa con actividad del empresario.
Así surge a través y a partir del concepto de empresario, definido por el Código Civil italiano (art. 2082) y el de
hacienda (art. 2555).
En el derecho español Rodrigo Uría dice que la empresa es pura forma o modo de actividad del empresario.
Para Le Pera, al igual que Guidini, la categoría "actividad no existe en nuestro derecho". Anaya, siguiendo a
Ascarelli, encuentra que la actividad es un hecho descompuesto en actos; varios actos tendientes a una
finalidad común, manifestados exteriormente por la realización de un mismo sujeto.
Para Anaya, el derecho comercial es un derecho de actividades, no de actos, y la actividad produce efectos
jurídicos; da como ejemplos el seguro, la calidad de comerciante, la diferencia entre acto y actividad del art. 9°
del Cód. de Comercio.
El art. 25 del Cód. de Comercio de Colombia define en estos términos la empresa: "se entenderá por empresa
toda actividad económica organizada, para la producción, transformación, circulación, administración o
custodia de bienes o para la prestación de servicios. Dicha actividad se realizará a través de uno o más
establecimientos". Los establecimientos son bienes organizados por el empresario (Libro III, Título I, art. 515 y
ss. del Código de Colombia) y la empresa es una actividad. Junto a este régimen, en el art. 20 se determinan
una serie de dieciocho actos de comercio, lista abierta o enunciativa.
Echeverry no concuerda con la idea de que la empresa sea la actividad del empresario, ya que ésta constituye
un concepto jurídico situable dentro del sistema legal. No es posible decir lo mismo de la empresa.
Dice Garrigues que sostener que la empresa es actividad importa volver al punto de partida y desconocer lo
que se quiere definir, porque es precisamente la actividad del empresario y de sus colaboradores la que ha
creado la empresa como cosa distinta de esa actividad. La actividad crea la empresa, pero no es la empresa

Página 10 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

misma. La empresa - para este jurista- es la organización de la actividad, y además, un conjunto de elementos
de naturaleza variada. La actividad del empresario no puede separarse de su persona.

Empresa y sociedad:
La empresa es “la organización para la producción y circulación de los bienes y servicios para obtener
beneficios”. Para ello es indispensable que se estructure jurídicamente y que se constituya un mecanismo con
el fin de lograr esa producción o circulación de las mercaderías.
La sociedad está organizada por la empresa, pero aquella tiene personería jurídica, la sociedad es la persona
jurídica que es dueña de la actividad empresarial que se caracteriza por su organización.El artículo 141 del
ccycn define a las personas jurídicas como entes a los cuales el ordenamiento les confiere aptitud de adquirir
derechos y contraer obligaciones y esta es la principal diferencia que tiene con la empresa. La sociedad
responde a una estructura legal, esto no se advierte en la empresa. Con el nuevo código, se modifica la Ley de
sociedades comerciales n°19.550 permitiendo la constitución de sociedades anónimas (es decir, sin la
necesidad de que existan dos o más socios.).
La definición de Sociedad se encuentra en el ART 1º de la ley n°19.550 — ¨Habrá sociedad si una o más
personas en forma organizada conforme a uno de los tipos previstos en esta ley, se obligan a realizar aportes
para aplicarlos a la producción o intercambio de bienes o servicios, participando de los beneficios y soportando
las pérdidas.
La sociedad unipersonal sólo se podrá constituir como sociedad anónima. La sociedad unipersonal no puede
constituirse por una sociedad unipersonal.¨
Entonces, la empresa es la organización de los bienes y servicios que lleva a cabo una sociedad (persona
jurídica). En sentido estricto empresa y sociedad responden a conceptos diferentes como se ve, aunque
cotidianamente se los utilice como sinónimos.
La sociedad es persona jurídica; la empresa es actividad organizada, y este concepto surge del art. 5 de la Ley
de Contrato de Trabajo (20.744). También dicha ley además de definir a la empresa como organización
lucrativa y de definir al empresario que es quien está al frente de esa empresa en relación con los
subordinados, también define al establecimiento comercial (art. 6) que es la unidad técnica o de ejecución
destinada al logro de los fines de la empresa, a través de una o más explotaciones. Las explotaciones pueden
hacer referencia ya sea, a la sucursal o a la filial.
¿Es lo mismo una sucursal que una filial? No es lo mismo, porque la filial es otra empresa creada por una
empresa matriz, a los fines que tenga autonomía de funcionamiento; la particularidad es que la empresa que la
crea conserva su mayoría accionaria en la filial, por lo general es el 51 % 52% ó 53%. Otra particularidad de la
filial es la ley que se le va a aplicar, si se la establece en un país distinto de donde se encuentra la casa matriz
tiene que regirse tanto su funcionamiento como también todo lo relativo a su objeto por las leyes de ese país
donde la filial está establecida.
Por su parte, la sucursal es un desdoblamiento administrativo de la casa matriz, no es una sociedad distinta o
empresa distinta, la sucursal es otra organización que está desmembrada administrativamente de la casa
matriz, no tiene una personalidad distinta de aquella. La sucursal se va a regir, aun cuando estuviera en otro
país por las leyes del país donde se encuentra la casa matriz, y esto es así porque no tiene una personalidad
jurídica distinta. Por ejemplo, una empresa de seguros tiene su casa matriz en Salta y una sucursal en otra
provincia. Si contrato un seguro en la sucursal, debo saber que si quiero que el seguro cubra, tengo que pedir
los papeles administrativos, pólizas y todo lo relativo a la contratación de seguros a la casa matriz en salta, ya
que ésta es la que tiene personería jurídica.
Por su parte la franquicia es un contrato, por el cual se autoriza el uso o explotación de una marca, se concede
el uso de marca, pero con la condición de que la franquicia debe cumplir con el protocolo que se le establece
por parte de la sociedad que da dicha franquicia, ya que la marca tiene un valor económico.
Resumiendo, no puede confundirse empresa con sociedad, porque aunque prácticamente donde hay una
sociedad hay casi siempre una empresa, puede haber una sociedad que se proponga el ejercicio de una
empresa y una empresa sin que exista sociedad.

Página 11 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

Empresa y fondo de comercio:


La empresa es la organización económica jurídica –social que actúa o se manifiesta por el Fondo de Comercio,
que también es una organización.
El Fondo de Comercio es el conjunto de bienes organizados para el ejercicio de la empresa.
Por lo tanto, el fondo de comercio debe ser diferenciado en sentido estricto de lo que es la empresa y la
sociedad.
La empresa es la organización de bienes y de servicios para la obtención de un fin de lucro.
La sociedad es la persona jurídica que lleva a cabo la actividad organizada para obtener fines de lucro en miras
de dar también beneficios sociales.
El fondo de comercio es todo el conjunto de bienes materiales e inmateriales que son organizados en forma
empresarial por la sociedad que es una persona jurídica.
De manera que la sociedad es dueña de la empresa, y lo que se organiza en forma empresarial es el fondo de
comercio.
En la ley 11.867 (Transmisión de establecimientos comerciales e industriales –Ver ley completa en el Punto 7-)
se encuentra la definición de fondo de comercio:
“ARTICULO 1º-Declárase elementos constitutivos de un establecimiento comercial o fondo de comercio, a los
efectos de su transmisión por cualquier título: las instalaciones, existencias en mercaderías, nombre y enseña
comercial, la clientela, el derecho al local, las patentes de invención, las marcas de fábrica, los dibujos y
modelos industriales, las distinciones honoríficas y todos los demás derechos derivados de la propiedad
comercial e industrial o artística.”
Parte de la doctrina (carnelutti, mossa y pasarelli) tienden a identificar ambos conceptos, es erróneo porque
implica una concepción estática de la empresa. Otros entienden que el fondo de comercio seria el sustrato
material de la empresa, los bienes integrantes excluyendo al empresario y su actividad jurídica( empresa en
estado estático) desde el punto de vista económico es el conjunto de bienes y cosas que un empresario posee
en forma de unidad de producción. La ley solo prevé la transferencia en bloque, con el objeto de permitir la
continuación de la actividad sin los perjuicios que provocaría el cierre y una nueva apertura.

Los elementos de la empresa:


El empresario organiza y combina bienes, materiales o inmateriales. Dentro de estos últimos se halla todo lo
que hoy se designa como "derecho tecnológico". En derecho civil se estudia la estructura de los bienes, los
cuales se dividen en cosas, es decir: objetos materiales o corporales y bienes inmateriales. Todos deben ser
susceptibles de tener un valor; el conjunto de bienes constituye el patrimonio de una persona.
Así, el capital de la empresa económica estará constituido por cosas (maquinarias, rodados, muebles en
general, herramientas, mercaderías, inmuebles, etc.) y por bienes inmateriales (patentes, marcas, ciertos
elementos del fondo de comercio, etcétera). Desde otro punto de vista, habrá bienes que son de uso y bienes
de cambio.
 Objetos materiales
Las cosas organizadas por el empresario siguen su régimen jurídico especial respecto de los derechos a ellas y
sobre ellas. Así, en lo que se refiere al dominio, por ejemplo, será distinto el sistema de transferencia para los
muebles, los muebles registrales y los inmuebles.
Generalmente el empresario deberá contar con cosas propias o con dinero para adquirirlas y así fundar su
empresa económica.
Si realiza una tarea industrial o de producción, necesitará maquinarias; instalaciones adecuadas si la actividad
es de intermediación, y los elementos de apoyo necesarios si presta servicios.
Las cosas de que el empresario dispone para cumplir el objeto que se ha fijado, pueden también ser obtenidas
en préstamo, locación, usufructo, etc.; ello implicará, para el titular de la empresa, contraer una serie de
obligaciones que influirán en el desarrollo de la tarea. No podrá el empresario hacer uso de cosas "fuera de
comercio".
El conjunto de cosas dispuestas de un especial modo por el empresario constituye el negocio o "fondo de
comercio", del cual forman parte también los bienes inmateriales.

Página 12 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

Las cosas que el empresario destina al giro de su actividad, son las que responden ante los acreedores; pero,
salvo los casos de limitación de la responsabilidad, todo el patrimonio personal del comerciante o industrial
responderá por sus deudas, excepción hecha de los bienes inembargables.
 Bienes inmateriales:
Son bienes patrimoniales intangibles. Algunosde ellos se los consideraatributos del fondo de comercio:
clientela, valor llave; otros se los engloba en ese grupo especial de derechos que forman lo que unos autores
denominan "derecho industrial" y otros "tecnología".
La tecnología es parte del patrimonio del comerciante o industrial.
Puede ser propia o ajena: cuando es ajena, el empresario la emplea pagando una suma en cambio, que se
llama regalía o royalty.
También la tecnología (patentes de invención, marcas, etc.), tiene gran repercusión social; las empresas de
países en desarrollo colocan a su país en posición de deudor de divisas si compran licencias o asistencia
tecnológica; la tecnología adquirida plantea un problema de dependencia económica para la empresa
licenciataria, problema que se agrava si es grande el conjunto de empresas que depende de esos bienes
provenientes del extranjero.
En toda la cuestión de la transferencia de tecnología, hay un sinnúmero de detalles que directa o
indirectamente repercuten en toda la sociedad. Tiene también una gran repercusión social, los hallazgos,
diseños, dibujos, modelos de utilidad son el resultado de costosos estudios de laboratorio que realizan las
empresas industriales de los países desarrollados, de ahí que la brecha tecnológica se agrande.
Los bienes inmateriales forman parte de la propiedad industrial, no se definen por su objeto sino por su
contenido, es decir el conjunto de facultades que el derecho concede a su titular, no el objeto sobre el que
recaen. La protección se funda en promover el progreso cultural y tecnológico.

Aviamiento, clientela, créditos:


Halperin identifica el aviamiento con el término “valor llave”. Constituye un concepto abstracto que no posee
existencia independiente del establecimiento que lo origina. Será la expresión, en términos económicos, de lo
que el comercio ha evidenciado hasta el momento en que se calcula: la aptitud para producir ganancias.Es un
valor mensurable que forma parte del precio en caso de venta.
Es un bien inmaterial que, a diferencia de otros, no es trasferible con independencia del conjunto de bienes
que forman el fondo de comercio, por eso algunos autores hablan de “cualidad” de fondo. Está compuesto por
varios elementos: habilidad del empresario, prestigio comercial, preparación técnica, clientela, créditos, etc.
El crédito es imprescindible para un eficiente desarrollo industrial, no se da únicamente por las condiciones
materiales o la solvencia del peticionante, tiene preponderancia su personalidad, su actuación y su conducta
La clientela es una habitualidad de un determinado número de personas en la concurrencia a cierto lugar.
Tiene doble motivación: el factor personal del principal y la ubicación, estética, y funcionalidad del local,
oportunidad de su inauguración, calidad, marca, necesidad y novedad de los productos.

La propiedad comercial (En todas partes encontré identificados los términos “propiedad comercial” con
“propiedad industrial” y “propiedad intelectual)
Da lugar a la formación de parte de los llamados bienes inmateriales. Se refiere a toda creación de la mente
humana. Los derechos de propiedad intelectual protegen los intereses de los creadores al ofrecerles
prerrogativas en relación con sus creaciones.
La propiedad intelectual tiene que ver con las creaciones de la mente: los inventos, las obras literarias y
artísticas, los símbolos, los nombres, las imágenes, los dibujos y modelos utilizados en el comercio.
La ley protege esta clase de propiedad tanto en un sentido positivo, para permitir a su autor disfrutar de ella,
como en un sentido negativo, al impedir que otros utilicen el dibujo, el modelo, la marca, el invento. Se
establece así la obligación de abstención para los demás miembros de la comunidad.
Como bien inmaterial, la propiedad industrial es transferible; su destino natural, dice Ascarelli, acogiendo ideas
francesas, es concentrarse en manos de los empresarios.

Página 13 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

Según lo especifica Guglielmetti, estos derechos intelectuales o inmateriales no se definen por su objeto, sino
por su contenido, es decir el conjunto de facultades que el derecho concede a su titular, no el objeto sobre el
cual recaen esos poderes jurídicos. Son los empresarios los que pueden sacar un provecho económico de la
propiedad industrial, pues ellos la utilizan en su labor combinándola con los demás factores de la producción.
Las leyes específicas regulan el tiempo y las condiciones de su ejercicio. Por un lado, hay que proteger al
inventor o creador, para compensar su esfuerzo e instarlo a que lo siga cumpliendo. Por otro hay que limitar su
derecho a la utilización exclusiva, de modo que no haya perjuicio para la comunidad. La ley tratará de evitar un
monopolio.
El orden jurídico también tiene que dirimir un posible conflicto entre dos o más creadores independientes que
trabajen en una misma idea o ideas similares o complementarias.
Otro límite legal impuesto es que no todo invento o "idea" es patentable, así como no toda marca es
registrable como tal. El invento, la marca, el dibujo, no suministran por sí, utilidad alguna; no se prohibe
tampoco que el propio inventor o un tercero utilicen la creación sólo para su uso personal.
El creador de un derecho intelectual no sólo puede utilizarlo por sí mismo, sino que puede impedir que los
terceros lo usen sin su consentimiento. Lo que la ley tutela mediante ciertos mecanismos es el derecho a
obtener por la creación un beneficio económico concreto.
El invento, el modelo, la marca, adquirirán un valor económico en tanto se exterioricen en la fabricación o
intermediación de mercaderías; en tanto se los pueda aplicar al proceso industrial, comercial o de servicios.
Las creaciones del llamado derecho industrial sólo toman su verdadera dimensión, cuando son utilizadas por el
empresario que se inserta en el mercado. La registración de un invento no produce una ganancia directa al
inventor, aunque su idea sea genial. Si ella no es utilizada industrialmente, ese derecho de propiedad será
económicamente neutro.
Otra cuestión importante es la dependencia que impone la adquisición de la tecnología extranjera. El diverso
desarrollo de los países del mundo hace que no sea igualitario el intercambio tecnológico. Los menos
desarrollados tienen que acudir frecuentemente a la adquisición de medios y productos tecnológicamente más
avanzados.
Cuando las empresas públicas o privadas de los países en desarrollo necesitan métodos más modernos de
producción o comercialización, adquieren tecnología ajena, y deben pagar regalías por ella. Por esta razón los
países en desarrollo implantan regímenes especiales de transferencia de tecnología que regulan las
condiciones de su adquisición.
La ley argentina 17.011, del 10/11/66, aprobó el llamado Convenio de París de 1883, para la protección de la
propiedad industrial. Este convenio tuvo diversas revisiones: la de Bruselas en 1900, Washington en 1911, La
Haya en 1925, Londres en 1934, Lisboa (Acta de Lisboa) en 1958, Estocolmo en 1967 y Ginebra en 1975.
Nuestro país se ha adherido hasta el Acta de Lisboa; no está obligado por la revisión de Estocolmo. En el mundo
existe, en virtud de esa Convención, una Unión de países que se han adheridoa ella parcial o totalmente.
Aun de este modo imperfecto, se ha avanzado hacia la integración del derecho en este importante campo.
El Convenio de París, no sólo abarca las patentes de invención, sino que regula también modelos y diseños
industriales, marcas y el nombre comercial. Este Convenio es ley para la Argentina, pero son notorios los
desajustes con nuestro sistema, para entender que está él en pleno funcionamiento.
No obstante, en general, la Convención de París, por medio de la ley 17.011, rige en el territorio nacional,
siempre que se presente operatividad para ello, y teniendo en cuenta las normas y reglas de derecho interno
que son su complemento o permiten su aplicación.
De modo más general, mediante la ley 23.313, que aprueba el Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales, y Civiles y Políticos, se establece en su art. 15, el derecho de toda persona a "beneficiarse
de la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones
científicas, literarias o artísticas de que sea autora". Este derecho, según el art. 4° de la ley deberá estar sujeto
al principio establecido en el art. 18 de nuestra Constitución Nacional.

Punto 5:

Página 14 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

Formas Jurídicas de organización empresarial


Las siguientes son las formas jurídicas que puede adoptar una empresa en la República Argentina:
A) EMPRESARIO (sociedad) INDIVIDUAL: Constituyendo una sociedad individual.
- Persona humana que realiza la actividad empresarial o profesional en nombre y por cuenta propia.
- Se considera empresario individual a quien reúne las condiciones de capacidad legal - mayor de edad o menor
emancipado y de libre disposición de sus bienes-, habitualidad y actuación en nombre y por cuenta propia.
- Realiza la actividad propia de su giro comercial, el relativo a su empresa, respondiendo ante sus acreedores
con todos sus bienes presentes y futuros. No existe limitación de responsabilidad, es decir su responsabilidad
es ilimitada. No existe diferencia entre su patrimonio personal y su patrimonio comercial. El empresario
individual es titular de un único patrimonio.
- Puede inscribirse como comerciante en el Registro Público de Comercio. Este trámite es voluntario.
- Al comienzo de su actividad empresarial debe inscribirse en la Administración Federal de Impuestos Públicos -
AFIP (delegación correspondiente a su domicilio).
- Debe inscribirse en el Organismo Impositivo Provincial correspondiente a su domicilio comercial.
- Realizadas las inscripciones anteriores, debe inscribirse en la Municipalidad correspondiente al domicilio
donde realizará el giro comercial.
- Las personas humanas tributan a través del Impuesto al Valor Agregado (IVA), que se calcula en base al
resultado obtenido. En otro orden, tributan el Impuesto a las Ganancias, teniendo en cuenta los ingresos y los
gastos relacionados a la actividad e ingresos, gastos y situación patrimonial personal y de la empresa.
- Las personas humanas pueden inscribirse al Monotributo cuando son pequeños contribuyentes.
- A nivel provincial, tributan el Impuesto a los Ingresos Brutos y a nivel municipal el D’ a Registro e Inspección.
En gral, ambos impuestos son un porcentaje que se aplica sobre el monto de la base imponible (ventas).
- La elección de esta forma jurídica puede estar justificada por motivos fiscales - y por razones de tipo personal
tales como la necesidad de comenzar con el emprendimiento y afianzarse en él.
- Debe destacarse que el empresario individual asume por él mismo íntegramente el riesgo del
emprendimiento y que su responsabilidad es ilimitada.
- La normativa propia del empresario individual es la del Código de Comercio y la del Registro Público de
Comercio.
- Sin limitación de responsabilidad. No están previstas ni la empresa individual de responsabilidad limitada ni
las sociedades unipersonales. Estas últimas han sido incluidas en los proyectos de reformas de la Ley de
Sociedades Comerciales.
B) FORMAS ASOCIATIVAS: por ejemplo: Una SRL que me pueda dejar asociar con otras personas para gozar los
beneficios que me da la ley de Sociedades (Beneficios de la limitación de mi responsabilidad al capital social):
1. Civiles:
A- Sociedad Civil: Se configura cuando dos o más partes mutuamente se obligan a una prestación con el fin de
obtener alguna utilidad apreciable en dinero que habrán de distribuir entre los socios.
B- Asociación.
C- Fundación.
2. Comerciales: Una sociedad comercial existe cuando dos o más personas en forma organizada, conforme a
uno de los tipos previstos en la ley se obliguen a realizar aportes para aplicarlos a la producción o intercambio
de bienes o servicios, participando de los beneficios y soportando las pérdidas, (art.1. Ley 19.550).
A- Societarias: tipos previstos en la Ley 19550 t.o. 1984 sociedades regulares: inscriptas en el Registro Público
de Comercio y Sociedades no Constituidas Regularmente en sus dos modalidades: Sociedades Irregulares y de
Hecho.
B- Contractuales: reguladas en la Ley de Sociedades Comerciales (LSC): Uniones Transitorias de Empresas,
Agrupaciones de Colaboración Empresaria, otros.
C- Solidarias.
D- Cooperativas reguladas por Ley 20337 /73.
E- Mutuales. Reguladas por Ley 20321.
Pluralidad de Establecimientos:

Página 15 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

Cuestión semántica de la palabra Establecimiento:


Cuestiones de semántica han dividido por largo tiempo a los juristas. Convendrá, pues, tratar de aclarar
conceptos, y el de establecimiento importa una dualidad especial.
Por un lado se lo define como "unidad económica o técnica de producción"; así, se asimila el establecimiento al
lugar donde, por ejemplo, una industria elabora sus productos. Otros autores lo identifican con sede.
La ley 11.867 lo usa indistintamente al tratar de todo lo referente al fondo de comercio.
Conceptualmente, la acepción conveniente es la que hace la ley 11.867, siempre que se uniformara la
legislación con el fin de suprimir la palabra "fondo" (respecto de los fondos de Comercio y se generalizara el
uso comprensivo de la actividad comercial e industrial.
Así como para el comerciante y el industrial surge el concepto sintetizador de "empresario", también para
fondos de comercio o fábricas puede proponerse el nombre de "establecimientos industriales o comerciales"
Articulo 6 Ley 20744:
Art 6- Establecimiento: Se entiende por "establecimiento" la unidad técnica o de ejecución destinada al logro de
los fines de la empresa, a través de una o más explotaciones.
Cada empresario, pues, podrá tener varios establecimientos (industriales o comerciales, según el caso), que
manejará y transmitirá como unidades independientes. Se entiende que no constituirá el establecimiento un
"patrimonio separado", sino un conjunto patrimonial con autonomía dinámica. Pero si se establece la
diferencia entre "empresa" y "establecimiento" (v.gr., art. 132, antiguo Cód. de Comercio) la unidad de
explotación pareciera ser la segunda.
Con estas simples contraposiciones, queda demostrada la verdadera anarquía de nombres que una reforma
legislativa debe resolver.

Descentralización:
Sucursal:
Las unidades de producción, intermediación o prestación de servicios, tengan o no forma societaria, cuando
crecen, necesitan descentralizar sus operaciones. Vemos aquí la organización del empresario que, en su
dinámica, se expande, necesitando crear nuevos puntos de apoyo -nuevos centros de actividad- en diversos
lugares dentro del país.
Por lo común en el comercio y menos frecuentemente en la industria se da esta noción. Son dos
establecimientos distintos (casa matriz y sucursal), pero que tienen un solo patrimonio y una misma
administración; únicamente se desenvuelven en ámbitos espaciales distintos por razones de descentralización.
Sus características:
- Al frente de la sucursal estará un factor (gerente) de comercio, que deberá inscribir sus poderes para que
sean oponibles ante terceros las limitaciones que ellos contengan.
- La contabilidad de la sucursal forma parte de la contabilidad central, con cierta descentralización
momentánea, que después se vuelca en un total.
- No tiene la sucursal patrimonio ni personalidad propios;
- lleva el nombre de la empresa principal;
- Tiene un domicilio especial a causa de la necesidad de descentralización que la creó.

En cuanto a las sucursales, dice el art. 90, inc. 4°, del Cód. Civil de Vélez:
"Las compañías que tengan muchos establecimientos o sucursales, tienen su domicilio especial en el lugar de
dichos establecimientos, para sólo la ejecución de las obligaciones allí contraídas por los agentes locales de la
sociedad".
Esta regla, aplicable a las sucursales, incluye por error los establecimientos, que no son entes jurídicamente
descentralizados como ellas.
En el CCYCN: Art. 152.- Domicilio y sede social. ¨El domicilio de la persona jurídica es el fijado en sus estatutos o
en la autorización que se le dio para funcionar. La persona jurídica que posee muchos establecimientos o
sucursales tiene su domicilio especial en el lugar de dichos establecimientos sólo para la ejecución de las

Página 16 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

obligaciones allí contraídas. El cambio de domicilio requiere modificación del estatuto. El cambio de sede, si no
forma parte del estatuto, puede ser resuelto por el órgano de administración.¨
Filial:
Tenemos que aproximarnos a una idea de filial, aunque ella sea utilizada preferentemente en el sistema
societario.
A diferencia de la sucursal, se trata de una organización jurídicamente distinta, con distinta personalidad,
medios propios y conducción diferenciada.
La empresa unipersonal no puede crear una filial que no sea una sucursal de ella.
Dice Halperin que la filial es una especie dentro del género "sociedades controladas" (aunque puntualiza que
"sociedad controlada" no tiene una definición doctrinaria). Zaldívar enseña que las filiales por lazos económicos
o de control, se pueden considerar ligadas a la sociedad principal.
Algunos caracteres:
- La filial tiene un patrimonio y una organización propios;
- posee nombre, domicilio y personalidad independientes de la sociedad principal. Pero de alguna manera
esa independencia es sólo formal, ya que por un mecanismo societario u otro la filial está controlada por la
casa central o matriz (pueden usarse también diversos pactos de dominación de naturaleza contractual).
Las obligaciones que contrae la filial, dicen Zaldívar le son propias; pero en algunas situaciones concúrsales se
puede llegar a la extensión de la responsabilidad hasta la casa matriz.

Pequeños comerciantes individuales y Entes colectivos:


El concepto de comerciante debe aplicarse a la persona individual que se sitúa en el caso que menciona el art.
1° del Cód. de Comercio *derogado*. (La ley declara comerciantes a todos los individuos que, teniendo
capacidad legal para contratar, ejercen de cuenta propia actos de comercio, haciendo de ello profesión
habitual.)
Las sociedades pueden ser comerciales o civiles, pero no son, ni es necesario que lo sean, "comerciantes",
porque tienen un estatuto propio.
Cuando el comerciante individual aumenta el volumen de su empresa, se torna ella compleja.
Puede en tal caso necesitar más capitales disponibles y acudir a la estructura societaria, formando un ente
regular de diverso tamaño legal (desde la colectiva hasta la anónima).
La sociedad mercantil, desde este punto de vista, es una estructura jurídica que permite el funcionamiento de
una administración y titularidad compartidas (a veces por muchos socios), que se exterioriza en derecho con el
nombre de sujeto de derecho (art. 2°, ley 19.550).
La contrafigura de beneficios que ofrece una sociedad mercantil frente a la actuación individual del mercader o
empresario individual, tiene muchos puntos de apoyo:
1) El empresario o comerciante individual tiene que estar preparado mentalmente para formar una sociedad
regular; máxime si es anónima, donde la organización es muy compleja.
2) Las ventajas que otorgan la limitación de la responsabilidad y el menor pago del impuesto a las ganancias y
otros, ceden a veces ante el cúmulo de gastos que impone la constitución de una anónima: llevar la
contabilidad, conseguir un asesoramiento permanente (porque se supone la dificultad de manejar la estructura
jurídica societaria), el pago de sindicatura titular y suplente.
3) Para el comerciante individual, formar sociedad supone buscar un socio que indudablemente importe una
negociación colectiva; las dificultades de adaptarse a otra persona, después de una larga negociación singular,
son fácilmente imaginables.
Por esa razón la empresa individual nunca debiera ser sustituida por sociedades sino cuando la realidad
mercantil así lo exigiere. Y dada la estructura para la cual se ha ideado la sociedad anónima, es preferible
revertir la corriente en nuestro país, en donde se constituye esa clase de sociedades en mayor número que el
que la realidad comercial necesita.
Hemos dicho que las sociedades no son "comerciantes"; se ha discutido en doctrina, pero a nuestro parecer
esta cuestión ya no es actual.

Página 17 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

Si bien se puede pensar en un comerciante individual y en otro colectivo, este segundo no lo es en el sentido
del art. 1° del Cód. de Comercio y de todo el estatuto que el Código le aplica.
Cuando hablamos de sujetos, preferimos unificarlos dentro del término "empresarios", y no del de
"comerciantes".
Así, serán empresarios, el comerciante individual (comerciante o industrial), los auxiliares de comercio y las
sociedades comercia- les. El empresario colectivo, la sociedad mercantil, tiene su propio estatuto, sus reglas de
actuación y control y sus normas de disolución y liquidación particulares.
Para estos nuevos sujetos del derecho mercantil (nuevos en importancia actual), no operan casi los actos de
comercio; tienen sus propias reglas de contabilidad; su especial inscripción en el Registro Público de Comercio;
sus normas de responsabilidad y representación; su privilegiada posición de sujetos de derecho.

El concepto de Empresa Familiar: Características Tipificantes y problemas.


Concepto: Hay “empresa familiar”, cuando los integrantes de una familia dirigen, controlan y son propietarios
de una empresa, la que constituye su medio de vida, y tienen la intención de mantener tal situación en el
tiempo y con marcada identificación entre la suerte de la familia y de la empresa.
Características Tipificantes:
La empresa familiar tiene una identidad similar a cualquier empresa pero tiene como diferencia que el grupo
familiar influye directamente en la gestión y dirección de la sociedad. Algunos requisitos para que la empresa
se considere como familiar:
o Propiedad accionarial: La mayoría de las acciones pertenecen a los fundadores o miembros de la familia o
tienen el capital social de la empresa.
o Control: obtener la mayoría de votos.
o Gobierno: alguna parte de la familia pertenece en la gestión de la empresa familiar.
o Derecho de voto: El Instituto de la Empresa Familiar dice: “Compañías cotizadas se les aplica la definición de
empresa familiar si la persona que fundó o adquirió la compañía (su capital social), o sus familiares o
descendientes poseen el 25% de los derechos de voto a los que da derecho el capital social”.
Estas características de la empresa familiar dejan en manos del núcleo las decisiones más importantes del
negocio. Podemos mencionar también como características de las empresas de familia a las siguientes:
1) Comunicación vertical fluida y horizontal prácticamente inexistente.
2) Sistema de información interno limitado y externo inexistente.
3) Principales puestos ocupados por miembros de la familia.
4) Se valora la confianza, y esta se gana con la antigüedad.
5) Proceso de análisis intuitivo y muchas veces expectante de lo que hacen los demás.
6) Enfoque de trabajo hacia lo operativo antes que lo estratégico.
7) Dueño emprendedor y motorizador de las acciones.
8) Las personas que trabajan en estas organizaciones perciben la presencia de distintos grupos de poder, e
incluso llegan a recibir órdenes de distintas personas, con lo que se rompe el principio de unidad de mando.
9) La ausencia de límites claros con la familia.

Problemas:
La empresa familiar tiene enorme importancia económica, social y moral reconocida en todo el mundo y
presenta grandes fortalezas que las hace más exitosas que las no familiares cuando están debidamente
organizadas. Cuando ello no ocurre, presentan debilidades derivadas, principalmente de su informalidad, de la
falta de profesionalización, de la falta de planeamiento de la sucesión, de la inexistencia de canales idóneos de
comunicación  y, fundamentalmente, de la confusión de límites, de fondos y de roles entre la familia y la
empresa. Todo ello crea la necesidad de acudir a procedimientos y herramientas que permitan brindarle una
debida sustentabilidad de modo de posibilitar su continuación y evitar las altas tasas de mortalidad,
principalmente al pasar a manos de las siguientes generaciones.
Uno de los conflictos que afrontan estas empresas está constituido porque existen en ellas sistemas de
creencias diferentes.

Página 18 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

Por una parte tenemos las creencias del líder que se ve como el único poseedor de la verdad el diagramador
del futuro.
Por su parte los jóvenes sobrinos tienen su propio sistema de creencias, basado en sus conocimientos técnicos,
recursos informativos.
Vemos entonces que una manera de evitar una de las grandes divergencias es tratar de unificar el sistema de
creencias de las dos generaciones.
Generalmente se requiere adoptar cambios, deben forzosamente ser ellos quienes cambien su sistema de
creencias.
Esta no es una tarea fácil, aun cuando existiera una predisposición a escuchar las nuevas alternativas, ya que en
ambos grupos existe una muy diferente manera de pensar.
Como las nuevas generaciones poseen una apertura mental mayor aprenden con mayor rapidez todo lo
novedoso y moderno y se adhieren sin reservas a ello.
La distancia existente entre las dos generaciones, es lo que demuestra que la primera generación ha estado
excesivamente ocupada en hacer, en trabajar y ha dedicado muy poco tiempo o ninguno a adquirir nuevos
conocimientos o capacitarse en nuevas disciplinas.
Ante este contexto generacional descrito los principales conflictos surgen cuando se quiere dar respuesta a los
siguientes interrogantes:
1) ¿Qué hacer, en qué diversificar? ¿Qué posición adoptar frente a un problema coyuntural?
2) ¿Quién presidirá la empresa, quién se hará cargo de una nueva actividad?.
3) ¿Cuándo? Evaluación de la oportunidad en que deba hacerse un cambio de política, de planeamiento de
dirección o de actividad.
4) ¿Cuánto? Decisión acerca de la magnitud de un riesgo a asumir; una inversión, un dividendo.
5) ¿Cómo? Definición de los procedimientos y las tácticas a poner en juego en el marco de la estrategia
seleccionada para dar respuesta al primer interrogante.
Cada uno de estos interrogantes puede plantear un conflicto entre la organización familiar y la empresaria, ya
que implica actuar sobre los hombres, sobre sus aspiraciones y criterios, poniendo en juego la dualidad de la
prevalescencia de los aspectos afectivos por sobre los racionales.
La pregunta acerca de que hacer se evalúa normalmente en términos de costo de oportunidad, sobre la base
de que sacrificio, en términos de ingresos familiares anuales, hay que realizar para comenzar una nueva
actividad; por lo tanto las preguntas acerca de que hacer se identifican con aquellas de cuánto cuesta. Cuando
el vínculo que prevalece es primordialmente económico, aparece la oposición entre invertir (hoy) o percibir
(también hoy) por vía de dividendos, honorarios u otras retribuciones.
La preg. acerca de cuándo (hacer o comenzar) se vincula también a la oportunidad en que deben reasignarse
ingresos individuales para aplicar al desarrollo de un objetivo empresario.
La preg. de cómo se actúa a efectos de poder alcanzar el objetivo definido también se evalúa en términos de
costo de oportunidad, y éste, en función de las posiciones personales y no de la organización en su totalidad.
Este aspecto de la discordancia entre motivaciones y objetivos personales de quien lidera la empresa y los
objetivos que esta como tal debería perseguir es otro de los rasgos salientes de este tipo de organización.
En consecuencia, el primer cambio se evidencia al discutir los “quien”, discusión en la que estará subyacente el
deseo o no de conservar y desarrollar la empresa como tal y no como el “fondo de pensión heredado”.
Un estudio de las empresas de familia en la Argentina de 1985 definía que en todas ellas se podían encontrar
las siguientes características:
Excesiva rigidez en su manejo que se traducía como consecuencia en una suerte de inercia organizacional.
a) Marcado estilo autocrático de dirección.
b) Exacerbación del valor de la experiencia frente a la capacidad.
c) No cuestionamiento del poder del líder, con respecto a sus decisiones.
d) Falta de evaluación objetiva de la gestión de los subordinados por parte del líder y de la actuación de este
por parte de los accionistas o socios.
e) Dilución de las responsabilidades.
f) Conceptos y pautas de gestión obsoletos.

Página 19 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

Pese a haber transcurrido desde entonces más de diez años, no podemos evitar reconocer la vigencia de este
tipo de características en casi todas las empresas familiares medianas conocidas.
Vemos, entonces, que los aspectos que producen una crisis en determinados momentos de la vida de una
empresa de familia tienen su origen en:
a) Características de la personalidad y motivaciones individuales del caudillo de la familia ( y de la
organización).
b) Un estilo de empresa, caracterizado por ciertas pautas que se van enraizando con el tiempo y que crean
un escudo defensivo de los familiares contra los ajenos, privilegiando la pertinencia al círculo áulico por
encima de la capacidad, y la experiencia propia del líder a sus allegados por encima de la técnica o los
conocimientos de los otros (especialmente si no son familiares o bien, siéndolo, no pertenecen a su propio
reducto intimo).

Punto 6
Forma de organización interna de la Empresa y del Empresario.
Forma de organización interna del empresario: Lo que lo define es ser “el centro” de una serie de contratos
mediante los cuales la empresa adquiere su configuración.
Por su parte, para el derecho laboral lo que define al empresario es la “dirección y organización de la
empresa”. Al respecto dice la ley que es “quien dirige la empresa por sí, o por intermedio de otras personas, y
con el cual se relacionan jerárquicamente los trabajadores, cualquiera sea la participación que las leyes asignen
a éstos en la gestión y dirección de la empresa” (art. 5º, segunda parte, LCT). También la ley laboral reconoce al
empresario la facultad de organizar económica y técnicamente la empresa (art. 64 LCT), lo que implica las
siguientes potestades: a) de organización; b) de dirección; c) disciplinaria; d) de variar unilateralmente ciertas
modalidades del trabajo; y e) de denunciar sin causa el contrato de trabajo. Sin embargo, téngase en cuenta
que en derecho laboral no siempre la noción de “empleador” se identifica con la de “empresario” ya que hay
empleadores que no revisten tal calidad.
Sentado ello, el concepto de “empresario” permite distinguir diversas categorías o roles que pueden o no
coincidir en una misma persona: a) el empresario “de título”, que es el sujeto titular de la empresa y
responsable por sus obligaciones; b) el empresario “de gestión” que es quien dirige la empresa; y c) el
empresario “de riesgo” que es el accionista o socio de la sociedad.  Además, debe tenerse presente la
existencia de un empresario “indirecto”, como es el caso de la persona física controlante de la sociedad titular
de la empresa, sujeto a las responsabilidades societarias (art.54 ley 19.550) y concursales (art.161 inc.2º ley
24.522) pertinentes. Sin embargo, no hay dudas que esta categoría de obligados a llevar contabilidad
comprende solo al “empresario de título”.

Forma de organización interna de la empresa:

Página 20 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

Agentes auxiliares: Subordinados (Factores, Viajantes) y Autónomo (Corredores, rematadores)


El antiguo Código de Comercio en el Título IV (art. 87 y ss.), expone los estatutos de quienes llama "agentes
auxiliares del comercio". Son empresarios particularmente dedicados a una rama concreta del quehacer
mercantil. No practican actos de comercio en general, sino que ejercen una parte de las tareas del mercado,
con dedicación que a veces es exclusiva.
El art. 87 del antiguo Código Comercial dice así: "Son considerados agentes auxiliares del comercio, y, como
tales, sujetos a las leyes comerciales, con respecto a las operaciones que ejercen en esa calidad:
1°) Los corredores.
2°) Los rematadores o martilleros.
3°) Los barraqueros y administradores de casas de depósito.
4°) Los factores o encargados, y los dependientes de comercio.
5°) Los acarreadores, porteadores o empresarios de transporte". En el art. 87, idéntico al art. 88 del Cód. de
Comercio, sólo se detalla una lista que incluye a quienes trabajan bajo relación de dependencia (factores,
dependientes), junto a tradicionales auxiliares autónomos (martilleros, corredores) y a verdaderos empresarios
dedicados por completo al giro mercantil que dirigen (transporte, depósito o barraqueros).
Pero la lista no es ni completa ni actual, porque hay diversos empresarios con o sin estatuto específico, que
tienen igual o mayor importancia que aquéllos: agentes de bolsa, despachantes de aduana, productores
asesores de seguros, banqueros.
Otras figuras han sido señaladas por el derecho laboral, ya que se les ha reconocido su relación dependiente;
un ejemplo de ello es el viajante de comercio.
La razón de que existan esos estatutos es que el ejercicio del comercio no se agota con la realización de actos
como los descriptos en el art. 8°, incs. 1° y 2°, del Código. Existen tareas especiales que se llevan a cabo
mediante empresarios especializados.
Todo ello hay que vincularlo a la teoría general de la representación, la que explica en qué condiciones y con
qué alcance se da la colaboración o la sustitución jurídica.
Una cuestión que se plantea es saber si esos "auxiliares" lo son del comerciante o del comercio. Las
necesidades del moderno tráfico son más amplias; podemos sintetizarlas en las siguientes:
a) Cooperación; b) intermediación; c) sustitución; d) especialidad.
Todas ellas se cumplen en el mercado, entre comerciantes o entre comerciantes y consumidores. Así el
comisionista –regulado en el antiguo Código a través del contrato y no mediante un estatuto cumple- la
función de cooperación. Otros ejemplos en el campo dependiente, son el factor y el viajante de comercio.
Intermediación es función particular de martilleros y corredores. El mandatario generalmente sustituye al
mandante. Son especiales las labores de los agentes de bolsa, productores asesores de seguros, banqueros,
despachantes de aduana.
Parece que el nombre de auxiliares queda ahora fuera de toda realidad. Son comerciantes independientes, que
tienen un estatuto especial, explícito o implícito. En algunos casos, la figura aún no ha encontrado sus líneas
definitivas (v.gr., los agentes de Comercio.
Corresponde preguntarse si son ellos comerciantes. Creemos que lo son, porque de un modo u otro realizan
tareas mercantiles.
Es verdad que algunos estatutos tienen expresa regulación dentro del Código (martilleros, corredores); otros se
manejan con leyes especiales: ley de productores asesores de seguros, Código Aduanero. Algunos son
legislados por el sistema mercantil a través del contrato que habitualmente concluyen (mandatarios,
comisionistas).
Ya no interesa la calidad de comerciante respecto del sistema concursal, habida cuenta de la definitiva
unificación de 1983. Sí es importante que se apliquen a sus relaciones el Código de Comercio, las leyes
complementarias y el sistema de principios informantes que integra la materia mercantil. En ese sentido,
tenemos que considerarlos comerciantes.
Quienes trabajan en relación de dependencia, verán su estatuto regulado por el derecho comercial y en
concurrencia por el derecho del trabajo (factores, viajantes, productores de seguros dependientes).

Página 21 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

Subordinados (Factores, Viajantes)


Factores y dependientes:
Factor: Concepto: (Se llama factor a un mandatario del comerciante, encargado de administrar la empresa o un
establecimiento de ésta, representándolo en forma permanente y obligándolo en la medida de sus facultades
debidamente inscriptas.)
En nuestro derecho se definía al factor en el art. 132 del Cód. de Comercio, que dice: "Se llama factor, la
persona a quien un comerciante encarga la administración de sus negocios, o la de un establecimiento
particular".
El factor -cuyo nombre proviene de los estatutos medievales- administra el comercio o la empresa bajo la
supervisión del comerciante titular del negocio. En la moderna organización de la empresa, muchas veces se
designa a los factores con el nombre de gerentes o gerentes generales, pero nunca son órganos sociales; a
pesar de ello, tienen amplias facultades.
- No hay que confundir el órgano de administración societaria, en donde opera la teoría orgánica y no la
del mandato, con la calidad de factor, el cual es un encargado dependiente, que administra una
empresa o establecimiento por delegación del principal (que puede ser un empresario unipersonal o
un órgano administrador de una sociedad comercial). Dicho órgano administrador, que puede ser
desempeñado por un socio o tercero, no es mandatario de la sociedad, sino que es expresión de la
sociedad misma en acción.
El mandato del factor, es un poder amplio de administración, por el cual aquél se inviste con la cualidad de
representante voluntario.
Es decir: se le confiere poder y se le determina el contenido concreto y los límites de dicho poder; es
mandatario y también administrador.
El factor actúa en relación de dependencia; como ocurre con cualquier empleado en esa subordinación jurídica,
le corresponden los beneficios, derechos y obligaciones del derecho laboral (la regulación íntegra del contrato
de trabajo en relación de dependencia y leyes complementarias).
El factor puede figurar como gerente, gerente general, administrador, encargado o cualquier otro título: lo que
nos indicará que estamos ante un factor de comercio (denominación en desuso actualmente en nuestro país),
será el ámbito jurídico de poder que posea y su status jurídico con relación a la empresa que administra.
Poderes:
El poder del factor se asimila a un poder amplio de administración, pero no en el sentido del Código Civil, sino
de acuerdo con el derecho empresario comercial; es decir, el "acto de administración" que autoriza el poder no
tendrá su contrapartida en lo que civilmente se conoce como "acto de disposición" (p.ej., transmisión de
inmuebles). Así, el factor llevará a cabo todos los actos que sean útiles y se encaminen al cumplimiento del
objeto de la empresa comercial y será ése el enmarcamiento de sus facultades.
Hay, por tanto, un mandato representativo para administrar por otro una empresa económica o parte de ella,
mandato que se extiende en forma general y permanente, aunque es, naturalmente, revocable. Este mandato
puede ser expreso o tácito.
El convenio con terceros que el factor suscriba tendrá como efecto inmediato obligar al principal como si
hubiese celebrado él personalmente el contrato; es decir, se produce la traslación de obligaciones típica de la
representación.
Sólo los factores están eximidos de la necesidad de poder especial para firmar letras de cambio o pagarés en
nombre de sus principales (art. 9°, decr. 5965/63 – ¨El que pone su firma en una letra de cambio invocando la
representación de otro debe hallarse autorizado con mandato especial; el mandato general no hace presumir
la facultad de obligarse cambiariamente.¨). Las restricciones a este respecto tienen que ser hechas conocer a
los terceros, o inscribirse en el Registro Público de Comercio.
- Inscripción: La autorización o poder del principal hacia el factor debe inscribirse en el Registro Público de
Comercio de la jurisdicción, a fin de que surta efectos ante terceros; la jurisprudencia ha atenuado la
exigencia del art. 133 basada en la doctrina de la apariencia.

Página 22 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

Entre el principal y el factor de comercio, el otorgamiento del poder, que puede ser incluso una cuestión
fáctica, no escrita, tiene efectos desde que el contrato queda concluido, es decir, desde que comienza a
cumplirse la función administradora del representante.
Basta, pues, la capacidad de los contratantes y el comienzo de las operaciones, para que se dé la investidura
factorial ante el principal y ante terceros.
- Sin inscripción: El poder no inscripto también es invocable por terceros en virtud de la doctrina de la
apariencia; con esta orientación doctrinaria es congruente el art. 58 de la ley 19.550 de sociedades.
En cambio, la falta de inscripción de ciertas limitaciones que desee imponer el principal al factor, de acuerdo
con necesidades o conveniencias, produce efectos con relación a terceros: esas limitaciones no le serán
oponibles, salvo que los terceros conocieran el contenido contractual de tales restricciones que unen al
principal con su administrador general.
Los contratos firmados por el factor, dentro de los límites de su mandato, obligan al principal sin necesidad de
ratificación, ni expresa ni tácita, por parte de éste, del negocio jurídico concluido.
Desde otro punto de vista, la obligación pactada recae sobre la totalidad del patrimonio del empresario y
nunca sobre los bienes personales del factor, salvo el caso de inconducta civil o penal.

Extensión y límites de los Poderes:


Dijimos que el poder se presume general y amplio para la administración de una unidad económica o parte de
ella (p.ej., uno o más establecimientos). Ello obtiene certeza si se otorga poder escrito con cláusulas generales.
Pero genéricamente los contratos suscriptos por el factor se presumirán realizados en nombre del empresario
individual o colectivo propietario del establecimiento. Sus poderes comprenden:
- Los actos normales que exijan la dirección del establecimiento administrado.
- Los actos anormales, a los que la actividad mercantil pueda dar ocasión.
Estas reglas cuidan precisamente la posición del tercero de buena fe.
El exceso del poder estaría pautado por el objeto de la empresa económica, en general, y los actos de
administración necesarios para cumplir ese objeto, en especial.
El factor incurrirá en responsabilidad personal si contrata fuera del mandato general, o de los límites del poder
inscripto, o si contrata en nombre propio (art. 139, antiguo Cód. de Comercio - Fuera de los casos prevenidos
en el artículo precedente, todo contrato celebrado por un factor en nombre propio, le obliga directamente
hacia la persona con quien contratare. Sin embargo, si la negociación se hubiera hecho por cuenta del
comitente del factor, y el otro contratante lo probare, tendrá opción de dirigir su acción contra el factor o
contra su principal; pero no contra ambos.).
En este último caso: El tercero podrá probar que la negociación se hizo por cuenta del comitente; la ley,
entonces, reconoce opción para demandar el cumplimiento ante el factor o ante el comitente (el primero en
forma personal), pero no contra ambos. Es una solución congruente, pues o se obliga el factor por sí y para sí, o
queda obligado el principal; nunca puede entenderse solidaria esa obligación, salvo expresa disposición
convencional al respecto.

Prohibición:
La regla general es la intransmisibilidad del poder, según lo dispone el antiguo art. 161 del Cód. de Comercio.(¨
Ni los factores ni los dependientes de comercio pueden delegar en otros, sin autorización por escrito de los
principales, cualesquiera órdenes o encargos que de éstos recibieren, y caso de verificarlo en otra forma,
responderán directamente de los actos de los sustitutos y de las obligaciones que hubieren contraído.¨) Así, el
factor es personalmente responsable por el cumplimiento de su obligación genérica de administración de la
unidad económica o establecimiento al frente del cual se encuentra.
Pero no por ello debe realizar personal y materialmente todas y cada una de las tareas del giro, ya que podrá a
su vez contar con otros dependientes que lo ayuden; pero todos deberán obtener la aprobación del principal,
que será su empleador único.
Si delega algún acto, éste no se invalida, sino que es el factor quien carga directamente con la responsabilidad
consiguiente.

Página 23 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

Responsabilidad:
Podemos señalar algunos caracteres de ella:
- se la ejerce en forma permanente en un lugar determinado previamente por el principal al suscribir o pactar
verbalmente el contrato institorio;
- su prestación es onerosa y nunca se presume gratuita;
- el factor representa al comerciante individual o al colectivo y trata y realiza las operaciones del giro en su
nombre;
- lleva la contabilidad (art. 145, Cód. de Comercio) y los papeles exigidos por la ley;
- controla a los demás empleados u operarios que trabajan en la empresa;
- generalmente es beneficiado con habilitación, es decir, con una participación en las ganancias, en atención
al alto cargo que desempeña.
- Si el empresario posee varios establecimientos (comerciales o industriales), podrá tener un factor a cargo de
cada uno de ellos.
La labor del factor debe relacionarse con el concepto de empresario. El empresario tiene que combinar los
factores de la producción, naturaleza, capital y tecnología, con recursos humanos: técnicos o especialistas,
empleados, obreros; todos los estamentos humanos así reunidos actúan en relación de dependencia respecto
del empresario: cumplen horario de trabajo, órdenes e indicaciones, y deben permanecer a disposición del
empleador en función de la labor contratada. En el primer puesto jerárquico del elemento humano de la
empresa, siguiendo inmediatamente al empresario, estará el factor de comercio. Y él actuará obligando al
principal mediante contratos con terceros, en los cuales señala por cuenta de quién contrata, no siendo
indispensable que agregue poder o constancia alguna para la validez del acto.

Derechos y Obligaciones del Factor:


La ley de contrato de trabajo 20.744, se aplica tanto al factor como a los demás empleados en relación de
dependencia respecto de un empresario o sociedad comercial. Dicha ley prevé:
- Derechos (remuneración, seguridad, ocupación, igualdad de trato, ascensos, vacaciones y licencias, etc.)
- Deberes de los trabajadores (facultad de dirección del empresario, organización de la empresa, fidelidad,
responsabilidad por daños, justificación de ausencias, etc.)
Cabe señalar que es pasible de aplicación de todo el sistema tuitivo laboral cualquier persona que desarrolle
una actividad en beneficio de la empresa, sea factor, administrador, gerente o director.
Una ley especial, la 16.593, dispone que las personas que, integrando una sociedad, le prestan toda su
actividad, o una parte principal de ella, en forma habitual o personal, con sujeción a instrucciones o directivas
que se impartan, serán consideradas como trabajadores dependientes de la sociedad a los efectos de la
aplicación de las leyes protectoras laborales. Se exceptúan las sociedades de familia entre padres e hijos.

Viajantes:
Ellos no son auxiliares autónomos del comercio: Los viajantes, si bien gozan de cierta autonomía y
prerrogativas, no por ello dejan de estar en relación de dependencia.
Los regula la ley 14.546 (Ver última página), que es especial para ellos y en la cual se consagran varias ventajas
sobre otras formas de labor (p.ej., indemnización por clientela).
Si bien es verdad que el viajante no posee clientela propia -sino que ella es del principal o del empresario que
lo contrata-, su labor consiste en ofrecer los productos o servicios del comercio que representa (sean pequeñas
o grandes cosas), sobre cuyas ventas cobra su salario; sin perjuicio de ello, podrá ser beneficiario de un salario
básico mínimo. Es similar la tarea del vendedor a comisión, y muchas veces ambas figuras se confunden.

Autónomo (Corredores, rematadores)


Corredores: El corredor es un intermediario en el negocio que desean celebrar dos partes el acto jurídico
intentado por ellas, que puede ser de naturaleza civil o mercantil. El contrato que las partes pretenden concluir
no lo hace el corredor, ya que no es gestor de negocios. El corredor, no sólo no es gestor ni mandatario, sino
que actúa en función propia y autónoma.

Página 24 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

Puede realizar pericias y tasaciones conexas con su labor central.


Existen, pues, dos actos jurídicos de diversa naturaleza:
- a) el trabajo del corredor, el corretaje, que consiste en acercar a las partes para que lleguen a un
acuerdo y concluyan un determinado negocio, y;
- b) el acto jurídico o contrato que las partes pretenden realizar utilizando el trabajo de mediación del
corredor.
Comercialidad del corretaje:
El corredor tiene derecho a cobrar una comisión por su tarea: de ambas partes o de su comitente, si interviene
un corredor por cada parte (antiguo art. 111, Cód. de Comercio). Si el contrato no se concluye por culpa de
alguno de los contratantes, la comisión debe pagarse lo mismo. También hay que abonarla si, comenzada la
negociación por un corredor, se lo sustituye arbitrariamente o sin causa, o el comitente la concluye por sí
mismo.
LEY 25028:
Artículo 31. — Sin perjuicio de las disposiciones del Código Civil y de la legislación local, es aplicable al ejercicio
del corretaje lo dispuesto en esta ley respecto de los martilleros, en todo lo que resulte pertinente y no se
encuentre modificado en los artículos siguientes.
Condiciones habilitantes
Artículo 32. — Para ser corredor se requieren las siguientes condiciones habilitantes:
a) Ser mayor de edad y no estar comprendido en ninguna de las inhabilidades del artículo 2º;
b) Poseer título universitario expedido o revalidado en la República, con arreglo a las reglamentaciones
vigentes y que al efecto se dicten.
Matriculación: Requisitos
Artículo 33. — Quien pretenda ejercer la actividad de corredor deberá inscribirse en la matrícula de la
jurisdicción correspondiente. Para ello, deberá cumplir los siguientes requisitos:
a) Acreditar mayoría de edad y buena conducta;
b) Poseer el título previsto en el inciso b) del artículo 32.
c) Acreditar hallarse domiciliado por más de un año en el lugar donde pretende ejercer como corredor.
d) Constituir la garantía prevista en el artículo 3º inciso d), con los alcances que determina el artículo 6º;
e) Cumplir los demás requisitos que exija la reglamentación local.
Los que sin cumplir estas condiciones sin tener las calidades exigidas ejercen el corretaje, no tendrán acción
para cobrar la remuneración prevista en el artículo 37, ni retribución de ninguna especie.
Facultades:
Artículo 34. — En el ejercicio de su profesión el corredor está facultado para:
a) Poner en relación a dos o más partes para la conclusión de negocios sin estar ligado a ninguna de ellas por
relaciones de colaboración, subordinación o representación. No obstante una de las partes podrá
encomendarles que la represente en los actos de ejecución del contrato mediado.
b) Informar sobre el valor venal o de mercado de los bienes que pueden ser objeto de actos jurídicos.
c) Recabar directamente de las oficinas públicas, bancos y entidades oficiales y particulares, los informes y
certificados necesarios para el cumplimiento de sus deberes.
d)  Prestar fianza por una de las partes.

Derechos y Obligaciones:
A- Obligaciones:
Artículo 36. — Son obligaciones del corredor:
a) Llevar el libro que establece el artículo 35. (Artículo 35. — Los corredores deben llevar asiento exacto y
cronológico de todas las operaciones concluidas con su intervención, transcribiendo sus datos esenciales en un
libro de registro, rubricado por el Registro Público de Comercio o por el órgano a cargo del gobierno de la
matrícula en la jurisdicción.)
b) Comprobar la identidad de las personas entre quienes se tratan los negocios en los que interviene y su
capacidad legal para celebrarlos.

Página 25 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

c) Deberá comprobar, además, la existencia de los instrumentos de los que resulte el título invocado por el
enajenante; cuando se trate de bienes registrables, recabará la certificación del Registro Público
correspondiente sobre la inscripción del dominio, gravámenes, embargos, restricciones y anotaciones que
reconozcan aquéllos, así como las inhibiciones o interdicciones que afecten al transmitente.
d) Convenir por escrito con el legitimado para disponer del bien los gastos y la forma de satisfacerlos, las
condiciones de la operación en la que intervendrá y demás instrucciones relativas al negocio; se deberá dejar
expresa constancia en los casos en que el corredor quede autorizado para suscribir el instrumento que
documenta la operación o realizar otros actos de ejecución del contrato en nombre de aquél.
e) Proponer los negocios con la exactitud, precisión y claridad necesarias para la formación del acuerdo de
voluntades, comunicando a las partes las circunstancias conocidas por él que puedan influir sobre la conclusión
de la operación en particular, las relativas al objeto y al precio de mercado;
f) Guardar secreto de lo concerniente a las operaciones en las que intervenga: sólo en virtud del mandato de
autoridad competente, podrá atestiguar sobre las mismas.
g) Asistir la entrega de los bienes transmitidos con su intervención, si alguna de las partes lo exigiere.
h) En las negociaciones de mercaderías hechas sobre muestras, deberá identificarlas y conservarlas hasta el
momento de la entrega o mientras subsista la posibilidad de discusión, sobre la calidad de las mercaderías.
i) Entregar a las partes una lista firmada, con la identificación de los papeles en cuya negociación intervenga.
j) En los contratos otorgados por escrito, en instrumento privado, debe hallarse presente en el momento de la
firma y dejar en su texto constancia firmada de su intervención, recogiendo un ejemplar que conservará bajo
su responsabilidad. En los que no requieran la forma escrita, deberá entregar a las partes una minuta de la
operación, según las constancias del Libro de Registro.
k) Respetar las prohibiciones del artículo 19 en lo que resulten aplicables.
l) Cumplir las demás obligaciones que impongan las leyes especiales y la reglamentación local.
B- Derechos
Artículo 37. El corredor tiene derecho a:
a) Cobrar una remuneración por los negocios en los que intervenga, conforme a los aranceles aplicables en la
jurisdicción; a falta de ellos, de acuerdo de partes o de uso, se le determinará judicialmente; salvo pacto
contrario, surge el derecho a su percepción desde que las partes concluyan el negocio mediado.
La remuneración se debe aunque la operación no se realice por culpa de una de las partes, o cuando iniciada la
negociación por el corredor, el comitente encargare la conclusión a otra persona o la concluyere por sí mismo.
Interviniendo un solo corredor, éste tendrá derecho a percibir retribución de cada una de las partes; si
interviene más de un corredor, cada uno sólo tendrá derecho a exigir remuneración a su comitente; la
compartirán quienes intervengan por una misma parte;
b) Percibir del comitente el reintegro de los gastos convenidos y realizados, salvo pacto o uso contrario.
Responsabilidad y Sanciones:
Artículo 38. — El corredor por cuya culpa se anulare o resolviera un contrato o se frustrare una operación,
perderá el derecho a la remuneración y a que se le reintegren los gastos, sin perjuicio de las demás
responsabilidades a las que hubiere lugar.

Rematadores o Martilleros:
Definición:
Art. 1°— Para ser martillero se requieren las siguientes condiciones habilitantes:
a) Ser mayor de edad y no estar comprendido en ninguna de las inhabilidades del artículo 2º;
b) Poseer título universitario expedido o revalidado en la República, con arreglo a las reglamentaciones
vigentes y las que al efecto se dicten.
Condiciones habilitante:
Art. 2° – Están inhabilitados para ser martilleros:
a) Quienes no pueden ejercer el comercio;
b) Los fallidos y concursados cuya conducta haya sido calificada como fraudulenta o culpable, hasta cinco (5)
años después de su rehabilitación;

Página 26 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

c) Los inhibidos para disponer de sus bienes;


d) Los condenados con accesoria de inhabilitación para ejercer cargos públicos, y los condenados por hurto,
robo, extorsión, estafas y otras defraudaciones, usura, cohecho, malversación de caudales públicos y delitos
contra la fe pública, hasta después de diez (10) años de cumplida la condena;
e) Los excluidos temporaria o definitivamente del ejercicio de la actividad por sanción disciplinaria;
f) Los comprendidos en el artículo 152 bis del Código Civil.
Matricula:
Art. 3° — Quien pretenda ejercer la actividad de martillero deberá inscribirse en la matrícula de la jurisdicción
correspondiente. Para ello deberá cumplir los siguientes requisitos:
a) poseer el título previsto en el inciso b) del artículo 1º;
b) Acreditar mayoría de edad y buena conducta;
c) Constituir domicilio en la jurisdicción que corresponda a su inscripción.
d) Constituir una garantía real o personal y la orden del organismo que tiene a su cargo el control de la
matrícula, cuya clase y monto serán determinados por éste con carácter general;
Cumplir los demás requisitos que establezca la reglamentación local.
Facultades:
Art. 8° – Son facultades de los martilleros:
a) Efectuar ventas en remate público de cualquier clase de bienes, excepto las limitaciones resultantes de leyes
especiales;
Tasaciones
b) Informar sobre el valor venal o de mercado de los bienes para cuyo remate los faculta esta ley;
Informes
c) Recabar directamente de las oficinas públicas y bancos oficiales y particulares, los informes o certificados
necesarios para el cumplimiento de las obligaciones previstas en el artículo 9°;
Medidas de garantía
d) Solicitar de las autoridades competentes las medidas necesarias para garantizar el normal desarrollo del acto
de remate.

Obligaciones y Derechos:
Art. 9° – Son obligaciones de los martilleros:
Libros.
a) Llevar los libros que se establecen en el Capítulo VIII;
Títulos.
b) Comprobar la existencia de los títulos invocados por el legitimado para disponer del bien a rematar. En el
caso de remate de inmuebles, deberán también constatar las condiciones de dominio de los mismos;
Convenio con el legitimado.
c) Convenir por escrito con el legitimado para disponer del bien, los gastos del remate y la forma de
satisfacerlos, condiciones de venta, lugar de remate, modalidades del pago del precio y demás instrucciones
relativas al acto, debiéndose dejar expresa constancia en los casos en que el martillero queda autorizado para
suscribir el instrumento que documenta la venta en nombre de aquél;
Publicidad.
d) Anunciar los remates con la publicidad necesaria, debiendo indicar en todos los casos su nombre, domicilio
especial y matrícula, fecha, hora y lugar del remate y descripción y estado del bien y sus condiciones de
dominio.
En caso de remates realizados por sociedades, deberán indicarse además los datos de inscripción en el Registro
Público de Comercio.
Remate de lotes.
Cuando se trate de remates de lotes en cuotas o ubicados en pueblos en formación, los planos deberán tener
constancia de su mensura por autoridad competente y de la distancia existente entre la fracción a rematar y las

Página 27 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

estaciones ferroviarias y rutas nacionales o provinciales, más próximas. Se indicará el tipo de pavimento, obras
de desagüe y saneamiento y servicios públicos, si existieran;
Acto de remate.
e) Realizar el remate en la fecha, hora y lugar señalados, colocando en lugar visible una bandera con su nombre
y, en su caso, el nombre, denominación o razón social de la sociedad a que pertenezcan;
f) Explicar en voz alta, antes de comenzar el remate, en idioma nacional y con precisión y claridad los
caracteres, condiciones legales, cualidades del bien y gravámenes que pesaren sobre el mismo;
Posturas.
g) Aceptar la postura solamente cuando se efectuare de viva voz; de lo contrario la misma será ineficaz;
Instrumento de venta.
h) Suscribir con los contratantes y previa comprobación de identidad, el instrumento que documenta la venta,
en el que constarán los derechos y obligaciones de las partes. El instrumento se redactará en tres (3)
ejemplares y deberá ser debidamente sellado, quedando uno de ellos en poder del martillero.
Bienes muebles.
Cuando se trate de bienes muebles cuya posesión sea dada al comprador en el mismo acto, y ésta fuera
suficiente para la transmisión de la propiedad, bastará el recibo respectivo;
Precio.
i) Exigir y percibir del adquirente, en dinero efectivo, el importe de la seña o cuenta del precio, en la proporción
fijada en la publicidad, y otorgar los recibos correspondientes;
Rendición de cuentas.
j) Efectuar la rendición de cuentas documentada y entregar el saldo resultante dentro del plazo de cinco (5)
días, salvo convención en contrario, incurriendo en pérdida de la comisión en caso de no hacerlo;
Deber de conservación.
k) Conservar, si correspondiere, las muestras, certificados e informes relativos a los bienes que remate hasta el
momento de la transmisión definitiva del dominio;
Otros deberes.
l) En general, cumplimentar las demás obligaciones establecidas por las leyes y reglamentaciones vigentes.
Remate en ausencia del dueño.
Art. 10. – Sin perjuicio de las obligaciones establecidas en la presente ley, cuando los martilleros ejerciten su
actividad no hallándose presente el dueño de los efectos que hubieren de venderse, serán reputados en cuanto
a sus derechos y obligaciones, consignatarios sujetos a las disposiciones de los artículos 232 y siguientes del
Código de Comercio.
Comisión:
Art. 11. – El martillero tiene derecho a:
a) Cobrar una comisión conforme a los aranceles aplicables en la jurisdicción, salvo los martilleros
dependientes, contratados o adscriptos a empresas de remate o consignaciones que perciban por sus servicios
las sumas que se convengan, pudiendo estipularse también la comisión de garantía en los términos del artículo
256 del Código de Comercio.
Reintegro de gastos.
c) Percibir del vendedor el reintegro de los gastos del remate, convenidos y realizados.
Suspensión del remate.
Art. 12. – En los casos en que iniciada la tramitación del remate, el martillero no lo llevare a cabo por causas
que no le fueren imputables, tendrá derecho a percibir la comisión que determine el juez de acuerdo con la
importancia del trabajo realizado y los gastos que hubiere efectuado. Igual derecho tendrá si el remate
fracasare por falta de postores.
Determinación de la comisión.
Art. 13. – La comisión se determinará sobre la base del precio efectivamente obtenido. Si la venta no se llevare
a cabo, la comisión se determinará sobre la base del bien a rematar, salvo que hubiere convenio con el
vendedor, en cuyo caso se estará a éste. A falta de base se estará al valor de plaza en la época prevista para el
remate.

Página 28 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

Anulación del remate.


Art. 14. – Si el remate se anulare por causas no imputables al martillero, éste tiene derecho al pago de la
comisión que le corresponda, que estará a cargo de la parte que causó la nulidad.
Sociedades.
Art. 15. – Los martilleros pueden constituir sociedades de cualesquiera de los tipos previstos en el Código de
Comercio, excepto cooperativas, con el objeto de realizar exclusivamente actos de remate. En este caso cada
uno de los integrantes de la sociedad deberá constituir la garantía especificada en el artículo 3°, inciso d).
Sociedades para actos de remate.
Art. 16. – En las sociedades que tengan por objeto la realización de actos de remate, el martillero que lo lleve a
cabo y los administradores o miembros del directorio de la sociedad, serán responsables ilimitada, solidaria y
conjuntamente con ésta por los daños y perjuicios que pudieren ocasionarse como consecuencia del acto de
remate. Estas sociedades deben efectuar los remates por intermedio de martilleros matriculados, e inscribirse
en registros especiales que llevará el organismo que tenga a su cargo la matrícula.
Libros
Art. 17. – Los martilleros y las sociedades a que se refiere el artículo 15 deben llevar los siguientes libros,
rubricados por el Registro Público de Comercio de la jurisdicción:
Diario de entradas.
a) Diario de entradas, donde asentarán los bienes que recibieren para su venta, con indicación de las
especificaciones necesarias para su debida identificación: el nombre y apellido de quien confiere el encargo,
por cuenta de quién han de ser vendidos y las condiciones de su enajenación;
Diario de salidas.
b) Diario de salidas, en el que se mencionarán día por día las ventas, indicando por cuenta de quién se han
efectuado, quién ha resultado comprador, precio y condiciones de pago y demás especificaciones que se
estimen necesarias;
De cuentas de gestión.
c) De cuentas de gestión, que documente las realizadas entre el martillero y cada uno de sus comitentes.
El presente artículo no es aplicable a los martilleros dependientes, contratados o adscriptos a empresas de
remates o consignaciones.

Archivo de documentos.
Art. 18. – Los martilleros deben archivar por orden cronológico un ejemplar de los documentos que se
extiendan con su intervención, en las operaciones que se realicen por su intermedio.
Prohibiciones:
Art. 19. – Se prohibe a los martilleros:
Descuentos y bonificaciones.
a) Practicar descuentos, bonificaciones o reducción de comisiones arancelarias;
Participación en el precio.
b) Tener participación en el precio que se obtenga en el remate a su cargo, no pudiendo celebrar convenios por
diferencias a su favor, o de terceras personas;
Cesión de bandera.
c) Ceder, alquilar o facilitar su bandera, ni delegar o permitir que bajo su nombre o el de la sociedad a que
pertenezca, se efectúen remates por personas no matriculadas.
Delegación del remate.
En caso de ausencia, enfermedad o impedimento grave del martillero, debidamente comprobados ante la
autoridad que tenga a su cargo la matrícula, aquél podrá delegar el remate en otro matriculado, sin previo
aviso;
Compra por cuenta de terceros.
d) Comprar por cuenta de terceros, directa o indirectamente, los bienes cuya venta se les hubiere
encomendado;

Página 29 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

Compra para sí de los bienes a rematar.


e) Comprar para sí los mismos bienes, o adjudicarlos o aceptar posturas sobre ellos, respecto de su cónyuge o
parientes dentro del segundo grado, socios, habilitados o empleados;
Suscripción instrumento de venta sin autorización.
f) Suscribir el instrumento que documenta la venta, sin autorización expresa del legitimado para disponer del
bien a rematar;
Retención del precio.
g) Retener el precio recibido o parte del él, en lo que exceda del monto de los gastos convenidos y de la
comisión que le corresponda;
Deber de veracidad.
h) Utilizar en cualquier forma las palabras "judicial", "oficial", o "municipal", cuando el remate no tuviera tal
carácter, o cualquier otro término o expresión que induzca a engaño o confusión;
Ofertas bajo sobre.
i) Aceptar ofertas bajo sobre y mencionar su admisión en la publicidad, salvo el caso de leyes que así lo
autoricen;
Suspensión del remate.
j) Suspender los remates existiendo posturas, salvo que habiéndose fijado base, la misma no se alcance.

Responsabilidades y Sanciones:
Sanciones:
Apelabilidad.
Art. 20. – El incumplimiento de las obligaciones establecidas en el Capítulo VI y la realización de los actos
prohibidos en el Capítulo IX hacen pasible al martillero de sanciones que podrán ser multa de hasta $ 5000
(pesos cinco mil), suspensión de la matrícula de hasta dos (2) años y su cancelación. La determinación,
aplicación y graduación de estas sanciones, estarán a cargo de la autoridad que tenga a su cargo la matrícula en
cada jurisdicción, y serán apelables por ante el tribunal de comercio que corresponda.

Anotación.
Art. 21. – Las sanciones que se apliquen serán anotadas en el legajo individual del martillero previsto en el
artículo 5°.
Pérdida de la comisión.
Art. 22. – El martillero por cuya culpa se suspendiere o anulare un remate, perderá su derecho a cobrar la
comisión y a que se le reintegren los gastos, y responderá por los daños y perjuicios ocasionados.
Remates por personas no matriculadas.
Art. 23. – Ninguna persona podrá anunciar o realizar remates sin estar matriculada en las condiciones previstas
en el artículo 3°. Quienes infrinjan esta norma serán reprimidos por el organismo que tenga a su cargo la
matrícula, con multa de hasta $ 10.000 (pesos diez mil), y además se dispondrá la clausura del local u oficina
respectiva; todo ello sin perjuicio de la responsabilidad penal que pudiera corresponder. El organismo que
tenga a su cargo la matrícula, de oficio o por denuncia de terceros, procederá a allanar con auxilio de la fuerza
pública los domicilios donde se presuma que se cometen las infracciones antes mencionadas y, comprobadas
que ellas sean, aplicará las sanciones previstas, sin perjuicio de las denuncias de carácter penal, si
correspondieran. La orden de allanamiento y de clausura de locales deberán emanar de la autoridad judicial
competente. En todos los casos, las sanciones de multa y clausura serán apelables para ante el tribunal de
comercio que corresponda.

Responsabilidades:
Actualización de la inscripción.
Art. 24. – Los martilleros que a la fecha de vigencia de esta ley estuvieran matriculados, continuarán en el
ejercicio de su actividad, cumpliendo con los requisitos enunciados por los incisos b), c) y d) del artículo 3°.

Página 30 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

Remates oficiales.
Art. 25. – El Estado Nacional, las provincias y municipalidades, cuando actúen como personas de derecho
privado, así como las entidades autárquicas, bancos o empresas del Estado Nacional, de las provincias o
municipalidades, podrán realizar las operaciones de remate a que los autorizan leyes especiales, por
intermedio de dependientes que sean martilleros matriculados.
Matricula de jurisdicción nacional.
Art. 26. – Hasta tanto se determine el organismo profesional o judicial que tendrá a su cargo la matrícula de
martilleros en la Capital Federal y en el Territorio Nacional de la Tierra del Fuego, Antártida Argentina e Islas del
Atlántico Sur, la misma corresponderá al juez del cual dependa el Registro Público de Comercio.
Subastas judiciales.
Art. 27. – Las subastas públicas dispuestas por autoridad judicial se rigen por las disposiciones de las leyes
procesales pertinentes y, en lo que no se oponga a ellas, por la presente ley.

Ámbito de aplicación.
Art. 28. – Esta ley se aplicará en todo el territorio de la República y su texto queda incorporado al Código de
Comercio.
Vigencia
Art. 29. – La presente entrará en vigencia a los noventa (90) días de su publicación.
Art. 30. – Deróganse los artículos 113 a 122 del Código de Comercio.

Punto 7:
LEY 11.867. Transferencia de Fondo de comercio:
Hoy en día es muy común pasar por la puerta de una farmacia, restaurante, kiosco o confitería, y encontrarnos
con un cartel que dice: “Cambio de firma” ó “Nuevos dueños”, y sin embargo el nombre, los productos y hasta
la decoración son las mismas que habíamos visto días atrás.
¿A qué se debe esto? A la existencia de un procedimiento conocido como “Transferencia de Fondo de
Comercio”.

Ley de Transferencia de Fondo de Comercio:


El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina, reunidos en Congreso, etc., sancionan con fuerza de
Ley:
ARTICULO 1º-Declárase elementos constitutivos de un establecimiento comercial o fondo de comercio, a los
efectos de su transmisión por cualquier título: las instalaciones, existencias en mercaderías, nombre y enseña
comercial, la clientela, el derecho al local, las patentes de invención, las marcas de fábrica, los dibujos y
modelos industriales, las distinciones honoríficas y todos los demás derechos derivados de la propiedad
comercial e industrial o artística. 
ARTICULO 2º-Toda transmisión por venta o cualquier otro título oneroso o gratuito de un establecimiento
comercial o industrial, bien se trate de enajenación directa y privada, o en público remate, sólo podrá
efectuarse válidamente con relación a terceros, previo anuncio durante cinco días en el Boletín Oficial de la
Capital Federal o provincia respectiva y en uno o más diarios o periódicos del lugar en que funcione el
establecimiento, debiendo indicarse la clase y ubicación del negocio, nombre y domicilio del vendedor y del
comprador, y en caso que interviniesen, el del rematador y el del escribano con cuya actuación se realizará el
acto.
ARTICULO 3º-El enajenante entregará en todos los casos al presunto adquirente una nota firmada, enunciativa
de los créditos adeudados, con nombres y domicilios de los acreedores, monto de los créditos y fechas de
vencimientos si las hay, créditos por los que se podrá solicitar de inmediato las medidas autorizadas por el
artículo 4º, a pesar de los plazos a que puedan estar subordinados, salvo el caso de la conformidad de los
acreedores en la negociación. 
ARTICULO 4°-El documento de transmisión sólo podrá firmarse después de transcurridos diez días desde la
última publicación, y hasta ese momento, los acreedores afectados por la transferencia, podrán notificar su

Página 31 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

oposición al comprador en el domicilio denunciado en la publicación, o al rematador o escribano que


intervengan en el acto reclamando la retención del importe de sus respectivos créditos y el depósito, en cuenta
especial en el Banco correspondiente, de las sumas necesarias para el pago.
Este derecho podrá ser ejercitado tanto por los acreedores reconocidos en la nota a que se refiere el artículo
anterior, como por los omitidos en ella que presentaren los títulos de sus créditos o acreditaren la existencia de
ellos por asientos hechos en los libros llevados con arreglo a las prescripciones del Código de Comercio. Pasado
el término señalado por el artículo 5º, sin efectuarse embargo, las sumas depositadas podrán ser retiradas por
el depositante.
ARTICULO 5º-El comprador, rematador o escribano deberán efectuar esa retención y el depósito y mantenerla
por el término de veinte días, a fin de que los presuntos acreedores puedan obtener el embargo judicial.
ARTICULO 6º-En los casos en que el crédito del oponente fuera cuestionable, el anterior propietario podrá
pedir al juez que se le autorice para recibir el precio del adquirente, ofreciendo caución bastante para
responder a ese o esos créditos.
ARTICULO 7º-Transcurrido el plazo que señala el artículo 4º, sin mediar oposición, o cumpliéndose, si se
hubiera producido, la disposición del artículo 5º, podrá otorgarse válidamente el documento de venta, el que,
para producir efecto con relación a terceros, deberá extenderse por escrito e inscribirse dentro de diez días en
el Registro Público de Comercio o en un registro especial creado al efecto.
ARTICULO 8º- (Este es el artículo que se debe dar si se pregunta sobre nulidad de transferencia) ¨No podrá
efectuarse ninguna enajenación de un establecimiento comercial o industrial por un precio inferior al de los
créditos constitutivos del pasivo confesado por el vendedor, más el importe de los créditos no confesados por
el vendedor, pero cuyos titulares hubieran hecho la oposición autorizada por el artículo 4º, salvo el caso de
conformidad de la totalidad de los acreedores.
Estos créditos deben proceder de mercaderías u otros efectos suministrados al negocio o de los gastos
generales del mismo¨.
En otras palabras, el art dice que no se va a poder transferir el establecimiento cuando la suma de la venta sea
inferior al valor de los créditos declarados en la nota que el transmitente entrega al comprador como aquellos
que no han sido declarados, porque se presume que esto sería una manera fraudulenta del transmitente para
defraudar a los acreedores. Hace una salvedad, salvo que exista una conformidad de todos los acreedores. (por
ej. Que se le garantice el cobro, a todos los acreedores, de sus créditos. Esto es un arreglo entre el transmitente
y los acreedores.)
ARTICULO 9º-A los efectos determinados en el artículo anterior, se presumen simuladas juris et de jure las
entregas que aparezcan efectuadas a cuenta o como seña que hubiere hecho el comprador al vendedor y en
tanto cuanto ellas puedan perjudicar a los acreedores.
ARTICULO 10.-En los casos en que la enajenación se realice bajo la forma de ventas en block o fraccionadas de
las existencias, en remate público, el martillero deberá levantar previamente inventario y anunciar el remate
en la forma establecida por el artículo 2º, ajustándose a las obligaciones señaladas en los artículos 4º y 5º en el
caso de notificársele oposición. 
En caso de que el producto del remate no alcance a cubrir la suma a retener, el rematador depositará en el
Banco destinado a recibir los depósitos judiciales, en cuenta especial, el producto total de la subasta, previa
deducción de la comisión y gastos, que no podrán exceder del 15% de ese producto.
Si habiendo oposición, el rematador hiciera pagos o entregas al vendedor, quedará obligado solidariamente
con éste respecto de los acreedores, hasta el importe de las sumas que hubiera aplicado a tales objetos.
ARTICULO 11.-Las omisiones o transgresiones a lo establecido en esta ley, harán responsables solidariamente
al comprador, vendedor, martillero o escribano que las hubieran cometido, por el importe de los créditos que
resulten impagos, como consecuencia de aquéllas y hasta el monto del precio de lo vendido. 
ARTICULO 12.-El Registro Público de Comercio o el especial que se organice, llevará los libros correspondientes
para la inscripción de las transmisiones de establecimientos comerciales e industriales, cobrando a ese efecto
los derechos que determinen las leyes de impuestos.
ARTICULO 13.-Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Página 32 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

Anexo:
LEY 14.546: VIAJANTES – Régimen jurídico
ARTICULO 1° – Quedan comprendidos en la presente ley los viajantes, exclusivos o no, que haciendo de ésa su
actividad habitual y en representación de uno o más comerciantes y/o industriales, concierten negocios
relativos al comercio o industria de su o sus representados, mediante una remuneración. El viajante, salvo
convenio escrito en contrario con su o sus empleadores, está autorizado a concertar negocios por cuenta de
varios comerciantes y/o industriales, siempre que los mismos no comprendan mercaderías de idéntica calidad
y características.
ARTICULO 2° – Dentro de la especificación genérica de viajante a que se refiere el artículo 1°, se encuentran
comprendidos los distintos nombres con que se acostumbra a llamarlos, como ser: viajantes, viajantes de plaza,
placistas, corredores, viajantes o corredores de industria, corredores de plaza o interior, agentes,
representantes, corredores domiciliarios o cualquier otra denominación que se les diera o pretendiera
imponérseles para su calificación.
Se entenderá que existe relación de dependencia con su o sus empleadores, cuando se acredite alguno o
algunos de los siguientes requisitos:
a) Que venda a nombre o por cuenta de su o sus representados o empleadores;
b) Que venda a los precios y condiciones de venta fijados por las casas que representa;
c) Que perciba como retribución: sueldo, viático, comisión o cualquier otro tipo de remuneración;
d) Que desempeñe habitual y personalmente su actividad de viajante;
e) Que realice su prestación de servicios dentro de zona o radio determinado o de posible determinación;
f) Que el riesgo de las operaciones esté a cargo del empleador.
ARTICULO 3° – Rigen respecto a los viajantes las disposiciones de los artículos 154 a 160 inclusive del Código de
Comercio, en tanto no se opongan a la presente ley, como asimismo las de la ley 9.688 y sus modificatorias,
gozando sus remuneraciones y demás beneficios que en ésta se consagran, del privilegio que establece el
inciso 3 del artículo 129 de la ley 11.719. Las convenciones colectivas que en el futuro se celebraren
comprendiendo a las categorías mencionadas en el artículo 1°, deberán efectuarse por intermedio de los
organismos sindicales que gocen de personería gremial conforme a la ley 14.455 y que fueren representativos
exclusivamente de la actividad de viajante a que se refiere esta ley, sin perjuicio de los mejores derechos que
les otorguen otros convenios.
ARTICULO 4° – La presente ley es de orden público y será nula toda convención o acto jurídico por el cual el
viajante renuncie a los beneficios consagrados en la misma o tiendan a su reducción. Las acciones emergentes
de esta ley prescribirán a los cinco años, salvo las derivadas de la aplicación de otras leyes a las cuales se remite
la presente, en cuyo caso el término será el que aquéllas determinen.
ARTICULO 5° – La remuneración se liquidará de acuerdo a las siguientes bases:
a) Sobre toda nota de venta o pedido aceptado por los comerciantes o industriales sin deducciones por
bonificaciones, notas de crédito o descuentos de alguna otra índole que no hubieran sido previstos en la nota
de venta por el propio viajante;
b) Se considerará aceptada toda nota de venta que no fuere expresamente rechazada, por acto escrito, dentro
de los quince días de haber sido recibida, cuando el viajante opera en la misma zona, radio o localidad donde
tenga su domicilio el empleador, o de treinta días en los demás casos. El empleador deberá fundar e informar
al viajante de los motivos que determinaron el rechazo de las notas de venta, dentro de los plazos antes
señalados;
c) La inejecución de la nota de venta por voluntad o impedimento del comerciante o industrial, no hará perder
al viajante el derecho de percibir la comisión;
d) El viajante que reemplace definitivamente a otro en su puesto, percibirá el mismo porcentaje de comisión y
viático que su antecesor. Se pagarán las comisiones correspondientes aunque el pedido aceptado fuese
cumplido con posterioridad al desempeño de la función del viajante, ya sea por habérsele trasladado de
localidad, radio o zona, o por haber cesado en su cargo. Dichas comisiones se liquidarán en el acto de despido,
si se refiere a una operación de venta ya aceptada, o en caso contrario, dentro del tercer día de su aceptación.
Las liquidaciones de las comisiones deberán hacerse efectivas mensualmente.

Página 33 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

ARTICULO 6° – Si la operación no fuese concertada por intermedio del viajante, éste tendrá derecho a la
comisión siempre que se trate de una operación con un cliente de la zona atribuida al viajante y durante el
tiempo de su desempeño, o con un cliente de la nómina a su cargo, y en ambos casos, haya o no concertado
operaciones anteriores con ese cliente por intermedio del mismo viajante. La tasa o por ciento de la comisión
indirecta será igual a la directa.
ARTICULO 7° – La remuneración del viajante estará constituida, en todo o en parte, en base a comisión a
porcentaje sobre el importe de las ventas efectuadas. Sin perjuicio de ello se considerarán integrando la
retribución: los viáticos, gastos de movilidad, hospedaje, comida y compensaciones por gastos de vehículos.
A partir de la vigencia de esta ley prohíbese la estipulación, por cualquier medio que fuere, de comisiones por
bultos, unidades, kilogramos, que no sea la proporcional sobre el precio de metros, litros o cualquier otra
forma o medida venta de los artículos o mercaderías. Las comisiones que hasta la fecha se pagaban en esas
condiciones, deberán establecerse para lo sucesivo a porcentaje sobre el valor de la mercadería.
ARTICULO 8° – Los viajantes que al margen de su función específica realizan subsidiariamente la tarea de
cobranza a la clientela de su zona, percibirán de su o sus empleadores, una comisión a porcentaje convenida,
que integrará la remuneración de aquél. Bajo ningún concepto podrá exigirse al viajante que realice
exclusivamente tareas de cobranza u otras ajenas a su función específica. Los comerciantes o industriales no
podrán exigir a sus viajantes la venta de ninguna clase de artículos por los que no se perciba comisión. En el
caso de incorporar otros nuevos, abonarán como mínimo el mismo porcentaje de comisión que los que abonan
sobre artículos similares.
ARTICULO 9° – Los comerciantes o industriales deberán requerir la conformidad expresa del viajante en el caso
de que desearen cambiarlo o trasladarlo de zona. En estos casos deberá asegurársele al viajante el mismo
volumen de remuneraciones y el pago de los gastos de traslado. La garantía del volumen remuneratorio deberá
asegurarse igualmente en los casos de reducción de zona, lista o nómina de clientes.
ARTICULO 10. – Los comerciantes o industriales llevarán un libro especial registrado y rubricado en las mismas
condiciones que se exigen para los libros principales de comercio, en el cual se harán las siguientes
anotaciones:
a) Nombre, apellido y fecha de ingreso del viajante;
b) Sueldo, viático y porciento en concepto de comisión y toda otra remuneración;
c) Determinación precisa e individualizada de la zona o lugar asignado para el ejercicio de sus operaciones;
d) Inscripción por orden de fecha y sucesivamente de las notas de venta entregadas o remitidas, estableciendo
el monto de la comisión devengada y de las notas y comisiones que correspondan a operaciones indirectas. De
las mismas efectuarán liquidación detallada, que entregarán o remitirán al viajante conjuntamente con las
copias de facturas;
e) Naturaleza de la mercadería a vender.
ARTICULO 11. – Incumbirá al comerciante o industrial la prueba en contrario si el viajante o sus
derechohabientes prestan declaración jurada sobre los hechos que debieron consignarse en el libro a que se
refiere el artículo anterior. En los casos en que se controvierta el monto o cobro de remuneraciones del
viajante, la prueba contraria a la reclamación corresponderá a la parte patronal. En todo caso, los comerciantes
o industriales deberán conservar las notas de venta remitidas o elevadas por los viajantes no siéndoles
admitida su destrucción hasta transcurridos los plazos establecidos en el artículo 4°.
ARTICULO 12. – No será responsable el viajante, salvo caso de dolo o culpa grave de su parte, por la insolvencia
del cliente.
ARTICULO 13. – Todo viajante que actúe fuera de la plaza de su principal, al finalizar cada gira gozará de un
período de descanso en una proporción de un día y medio por cada semana de viaje realizado, sin perjuicio de
las licencias y vacaciones establecidas en el artículo 156 del Código de Comercio.
ARTICULO 14. – En el caso de disolución del contrato individual de trabajo, una vez transcurrido un año de
vigencia del mismo, todo viajante tendrá derecho a una indemnización por clientela, cuyo monto estará
representado por el veinticinco por ciento de lo que le hubiere correspondido en caso de despido intempestivo
e injustificado. Esta indemnización que percibirá el viajante o sus causahabientes, cualquiera sea el motivo

Página 34 de 35
Bolilla Nº 2 – Derecho Comercial

determinante de la disolución del contrato, no excluye las que les correspondieran de acuerdo a los artículos
154 a 160 del Código de Comercio para los casos allí previstos.
ARTICULO 15. – Créase la Comisión Paritaria Nacional de Viajantes, que estará compuesta por seis
representantes obreros de la categoría y seis representantes patronales del comercio y la industria. Dicha
comisión será presidida por un funcionario del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y tendrá las facultades
que otorgan los artículos 15, 16 y concordantes de la ley 14.250.
ARTICULO 16. – Los despidos producidos a partir del 18 de junio de 1958 están comprendidos en el régimen de
la presente ley.
ARTICULO 17. – Quedan incorporadas las disposiciones de esta ley al Código de Comercio.
ARTICULO 18. – Derógase toda disposición que se oponga a la presente ley.
ARTICULO 19. – Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Página 35 de 35

También podría gustarte