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Historia
Masonería en España
Análisis doctrinal
Definición y finalidad
Masonería regular e irregular
Doctrina
Moral masónica
Punto de vista filosófico
Declaraciones de la Santa Sede
La masonería actual
Origen
Doctrina
Relación con la Doctrina católica
Organización.
Historia.
Aunque se ha querido ver siempre una activa participación política en los designios de
las logias, a las que se atribuyen la casi totalidad de las revoluciones burguesas del siglo
XIX, lo cierto es que, en principio, la masonería no tomó parte trascendente en ellas.
Hoy día está en entredicho la relación que pudo tener con la Revolución francesa, a
pesar de la coincidencia de lemas de las mismas en el epígrafe de "libertad, igualdad y
fraternidad". Pero mientras que en la masonería anglosajona pervive el espíritu estático
y religioso inicial, la francesa se convierte, pasado el Terror y bajo el Imperio, en
paladín de las nuevas tendencias liberales. Masón y liberal serán términos coincidentes
en algunos países europeos; durante el siglo XIX, la burguesía mercantil, intelectual o
militar, desplaza al aristocratismo y al afán de perfectibilidad humana que la dominaban
al nacer.
En la actualidad las logias masónicas más florecientes están en los E.U.A., que poseen
cuatro de los cinco millones de masones regulares que se calcula hay en el mundo; le
siguen los de Inglaterra con medio millón. Fieles a sus antecedentes liberales, las
sociedades masónicas son inconformistas de todo régimen político autoritario y están
inscritas como una corriente más del pensamiento contemporáneo. Se declaran
propugnadoras de una vaga espiritualidad deísta y de un humanismo trascendente. En
1960, el gran maestre de la Chaine d'Union declaraba que "los jalones permanentes de
nuestra obra y justificación de nuestra existencia" estaban marcados por: el sentimiento
de la fraternidad, el sentido cívico a escala universal y la protección del hombre y de los
valores que representa y que le caracterizan esencialmente, a saber: aquiescencia a la
razón, a los valores morales permanentes y a la libertad.
Masonería en España.
El tipo de masonería estudiado hasta ahora no fue exactamente el que arraigó en los
países latinos, concretamente en Italia y España, en los que la masonería se ha
considerado siempre como sociedad secreta con fines más secretos aún, claramente
anticatólica y muy vinculada a la actividad política; además, por ser la masonería
sociedad internacional se han señalado a los masones como traidores a la patria.
Los hombres que acceden al poder durante el llamado trienio constitucional (1820-23)
procedían del Gran Oriente español; un grupo discrepante sale de las logias y, aceptando
de estas sólo el ritual y los símbolos, constituyen una sociedad típica española, los
Comuneros, donde se sustituye la doctrina masónica por un especial ideal
revolucionario, burgués y liberal, aplicado a España. Es este el momento de más fuerte
influjo político de la masonería española, particularmente en 1822. En este mismo año
se funden masones y parte de los comuneros (el ala izquierda de los comuneros pasa al
carbonarismo), bajo la dirección de Pérez de Tudela, terminando así por desvirtuarse lo
que quedara en las logias de primitivo espíritu masónico.
Los reyes españoles de la casa de Borbón, que nunca aceptaron grados de la masonería,
al menos hasta 1874, la prohibieron a medida que lo hacía la Iglesia Católica.
A raíz de la Bula prohibitiva de Clemente XII, en 1738, lo hizo Felipe V; después
Fernando VI, Fernando VII, etc. Actualmente, la masonería está prohibida por Ley del
1º de marzo de 1940, sobre delitos de masonería y comunismo.
Análisis doctrinal.
1. Definición y finalidad.
Según los ritos ingles y escocés, la masonería es "un hermoso sistema de moral
revestido de alegoría e ilustrado por símbolos". El artículo 1º de los Estatutos del Gran
Oriente de Bélgica es algo más concreto: "una institución cosmopolita y en proceso
incesante, que tiene por objeto la investigación de la verdad y el perfeccionamiento de
la humanidad. Se funda sobre la libertad y la tolerancia, no formula dogma alguno, ni
descansa en él. Uno de sus adeptos precisa más sus objetivos y la define así: "La
francmasonería es una asociación universal, filantrópica, filosófica y progresiva, que
procura inculcar en sus adeptos el amor a la verdad, el estudio de la moral universal, de
las ciencias y de las artes, los sentimientos de abnegación y filantropía y la tolerancia
religiosa: que tiende a extinguir los odios de raza, los antagonismos de nacionalidad, de
opiniones, de creencias y de intereses, uniendo a todos los hombres por los lazos de la
solidaridad y confundiéndolos en mutuo afecto de tierna correspondencia".
El paso definitivo de esta ruptura lo dio el Gran Oriente de Francia en 1877 al borrar de
sus estatutos la obligación, hasta entonces exigida, de la creencia en el Ser Supremo al
que dan el nombre de Gran Arquitecto del Universo. De resultas de esta actitud se
siguió la condena de la Gran Logia de Inglaterra contra el Gran Oriente francés. La
posición adoptada por la masonería francesa era consecuente con la actitud anticlerical,
laicista y racionalista que sus miembros propugnaban. El paso francés fue secundado
por muchos Orientes y Logias, tanto europeos como hispanoamericanos, que no
admitieron "como primera condición para ser miembros de la masonería la creencia en
el Ser Supremo, condición ante la que no cabe ningún compromiso".
Doctrina.
Las verdades religiosas cognoscibles con la luz natural de la razón y que son como los
fundamentos de la fe - existencia de Dios, espiritualidad e inmortalidad del alma,
distinción entre el bien y el mal, recompensa y castigos eternos, etc. - se convierte
pronto para los masones en producto de la superstición y del fanatismo. Aunque suelen
hablar, ejemplo: de un Ser Supremo con el nombre de Gran Arquitecto del Universo,
este resulta bien distinto del Dios de la revelación cristiana, trascendente al mundo,
providente, personal. Para la masonería, Dios viene a ser una palabra del vocabulario de
los pueblos infantiles, que se repudia cuando se alcanza la madurez de la civilización.
Tal madurez supone la emancipación de la humanidad de cualquier tipo de "esclavitud",
civil, religiosa y moral.
Así sea tolerancia inicial con las diversas nociones de Dios va cambiando según se
progresa en la escala jerárquica de la masonería. En el Rito Escocés Antiguo y
Venerado, uno de los más difundidos, en el momento de recibir el grado 13, el Gran
Maestro recuerda al candidato: "cuando fuiste iniciado en nuestra orden manifestasteis
la idea de Dios según vuestro criterio y en armonía con vuestras creencias religiosas.
Aunque aprobado nosotros vuestra manera de pensar sobre este importante asunto,
deseamos que os sirváis amplificar aquellas primeras opiniones acerca de la existencia
de Dios, y decirnos si habéis establecido alguna modificación a cuanto entonces
expresasteis, como consecuencia de los estudios masónicos o de los dictados de vuestra
conciencia. Los francmasones no pueden fomentar la existencia de Dios en el concepto
sometido al efecto por las religiones positivas, porque en este caso tendrían que
mostrarse partidarios de una u otra creencia religiosa, y bien sabéis que esto se opondría
al principio de máxima libertad consignado en sus estatutos".
Moral masónica
Desde el punto de vista filosófico: la masonería acepta y patrocina todas las teorías que
no pretendan para sí la exclusividad de la verdad. Es un sistema ecléctico en el que,
rechazando toda apertura a lo sobrenatural, caben tanto el ateísmo como el panteísmo, el
iluminismo o el espiritismo, las doctrinas maniqueas como el politeísmo. De un modo
más o menos oficial, los escritores masones han presentado la filosofía del siglo XVIII,
y el deísmo como su propia enseñanza, si bien no decisiva. En la masonería caven todos
los sistemas filosóficos con tal que no tengan un contenido católico. Su religión es la de
la Humanidad; su Evangelio, la Ciencia; su Dios, la Razón; filosóficamente podría
calificarse como un escepticismo y relativismo de tipo práctico, y poco especulativo.
Posteriores condenas son las de Pío VII, con la Constitución Ecclesiam a Jesu Christo,
de 12 sept 1821; León XII, con la Bula Quo graviora, de 13 marzo 1825; Pío VIII, con
la Encíclica Traditi, de 21 de mayo 1829; Gregorio XVI, con la Encíclica Mirari vos de
15 agosto 1832; Pío IX, con la Encíclica Qui pluribus de 9 noviembre 1846 y Quanta
cura de 8 diciembre 1864; y el mismo Pío IX en la Bula Apostolicae Sedis de 12
octubre 1869 resume así las sanciones contra la masonería: "declaramos sometidos a la
excomunión latae sententiae reservada al Soberano Pontífice a todos los que dan su
nombre a las sectas de los masones o carbonarios, o bien a las asociaciones del mismo
genero que conspiran, ya públicamente, ya en secreto, contra la Iglesia o las legítimas
potestades; y a quienes favorecen esas sociedades, de la manera que sea; y también a
quienes no denuncien a sus jefes y directores, hasta que los denuncien".
La disciplina vigente está recogida en los cánones 684, 2335 y 2336 del CIC. En el
primero se prohibe a los fieles dar el nombre de asociaciones secretas, condenadas,
sediciosas, sospechosas o que procuran sustraerse a la legítima vigilancia de la Iglesia.
En el segundo, se indica que los que dan el nombre a la secta masónica incurren ipso
facto en excomunión. En el tercero recoge las penas impuestas a los clérigos que dan su
nombre a la secta masónica.
La masonería actual.
Es siempre un gran riesgo -en muchas circunstancias, pero en concreto por lo que se
refiere al diálogo con la masonería- la abdicación de la fe en nombre de un humanismo
radical sin Dios. En aras de unos valores que se presentarían como unos ideales o
superiores, al menos desde un punto de vista práctico e inmediato, invocando una
fraternidad filantrópica, se prescinde fácilmente, primero, de Dios como autor del orden
sobrenatural y de la Redención, y se excluye, por tanto, toda religión revelada. Al
recluir la fe a un mero plano de convicciones de conciencia se termina por eliminar a
Dios de la vida de los hombres, reduciéndolo a una mística expresión de la Humanidad,
del Universo, etc. Y de esta forma se destruye el orden moral, privado ya de
fundamento.
Origen.
Los masones definen que ellos no son una secta, sino un pensamiento filosófico. Sin
embargo, la mayoría de los autores que escriben sobre sectas, los incluyen como una
más. La masonería tiene afinidad con los movimientos esotéricos, es pseudo-espiritual y
pseudo-religiosa. Varias de las sectas que hemos tratado han estado relacionadas de una
forma u otra con la masonería. La Teosofía, el Espiritismo de Allam Kardec, los
Rosacruces.
Como vemos:
Después de 1815 una parte de la masonería toma otro sentido político y religioso
especialmente en Francia, Italia y otros países latinoamericanos; algunos se unieron a
los que eran adversarios del orden religioso y monárquico; en Italia quisieron conseguir
el fin del papado y de la Iglesia; en Francia defendieron las leyes anticlericales de la
tercera república; en España defendieron la república que terminó en 1936. A esta línea
de masonería se le llamaba "irregular". Era más intelectual, humanista y racionalista. La
logia del "Gran Oriente de Francia" prohibió ya en 1877 hablar del "gran Arquitecto del
Universo", es decir, de Dios. La de Inglaterra no siguió este camino y defendió incluso
principios como "la fe en la gran voluntad revelada". La masonería ha sido prohibida en
varios países por razones políticas y religiosas.
Por eso, en muchos casos, nos hemos encontrado con masones deistas, anticlericales,
racionalistas y defensores de la libertad absoluta de conciencia. No hubo demasiados
deseos de entendimiento con la Iglesia Católica. Cuando se dieron contactos fue más
bien a un nivel personal. Claro que después del Concilio Vaticano II se dio un ambiente
diferente e intentos de cambios. Pero como veremos posteriormente los logros no son
tantos.
Doctrina.
No se puede hablar de principios universales que sean válidos para todos los masones,
ya que hay diferencia entre ello. Sin embargo podemos decir que destaca el siguiente
pensamiento.
La existencia de Dios.
La libertad.
Teóricamente los masones defienden el derecho a pensar libremente, a creer lo que cada
uno desee. Pero ya hemos visto que a algunos masones les imponen normas y
juramentos que les quitan la libertad. Cuando a uno le dirigen el pensamiento y le
exigen no decir nada de los secretos que encuentre no le conceden una absoluta libertad
de conciencia. Los masones no pueden fomentar la idea de Dios de una religión, porque
irían contra su principio de máxima libertad.
Importancia de la razón.
Los masones le conceden toda la fuerza a la razón y a la conciencia, dicen que la razón
es autónoma. Para los católicos la razón tiene importancia; pero la verdad se encuentra
entre la adecuada relación entre la razón y la fe, entre razón y comprensión de la
revelación divina. Así evita uno ser un "racionalista". Los masones basan su verdad en
la razón y la ciencia.
Tolerancia e indiferencia.
La mayoría de los masones dicen que ellos son tolerantes con todos, que no imponen
dogmas y que solo admiten lo que se discute racionalmente. Sin embargo el hecho de
considerar todas las religiones iguales y no optar por ninguna es un indiferentismo
religioso. Para el cristiano la revelación de Dios es garantía de verdad; en la Biblia
explicitada por la Iglesia asistida por el Espíritu Santo está toda la verdad sobre Dios, el
hombre y el mundo. No obstante la tolerancia, no se permite discutir los principios
masónicos, cambiarlos.
La enseñanza laicista.
Los masones al tratar de mantenerse públicamente indiferentes ante la religión concreta
han defendido los estados y la enseñanza laica o sin religión. Por eso han defendido
tanto la separación entre Iglesia y Estado. También han luchado por escuelas públicas
sin las clases de religión. Muchas veces su actitud privada ha sido deferente, ya que han
enviado sus hijos a colegios católicos. Ciertamente Dios y la religión no estorban al
hombre, sino que le ayudan. Los masones, al defender teóricamente la libertad de
conciencia para no caer en el fanatismo, violencia e injusticia, terminan en la
neutralidad. El mismo Estado tiene que ser indiferente y neutro respecto de las
religiones concretas. Pero ya hemos señalado que no son neutros respecto de sus
principios, doctrinas, rituales y normas. En el fondo se cae en un agnosticismo.
Además de esta religión común a todos, se deja a cada uno sus creencias individuales.
Pero también existen críticas a la religión católica y sus prácticas. La masonería aparece
como una sociedad secreta de fines filantrópicos y humanitarios. Su filosofía es
religiosa, muy parecida al deísmo. (Deísmo = Palabra en extremo compleja. Se trata de
un sistema que, si bien admite a un Dios personal, rechaza algunos de sus atributos
positivos o, cuando menos, su acción reveladora. Es exactamente ese aspecto negativo
que ya señaló Bossuet, calificándolo de "ateísmo disfrazado". Hacia la mitad del siglo
XVI aparecen unos adversarios del cristianismo ostentando por vez primera el nombre
de "deístas". Sin embargo, en Inglaterra es donde, en la segunda mitad del mismo siglo,
se consolida dicha doctrina. Voltaire, Rousseau y los enciclopedistas fueron los que
contribuyeron a su desarrollo en Francia. Gran parte de los errores propugnados por este
sistema están solemnemente condenados por el Concilio Vaticano).
En 1717 fue fundada la Gran Logia de Londres, por el reverendo anglicano James
Anderson y por el hugonote refugiado Jean Theophile Desaguliers. Sus principios
fundamentales, al inicio fueron: tolerancia religiosa; fe en el progreso de la humanidad;
fe en Dios; cierto racionalismo que excluye las formas exteriores de la religión
organizada como iglesia; aversión contra el sacerdocio oficial, contra la fe en los
milagros y otros".
Organización.
Está organizado en ritos que se dividen en grados. Unos grupos tienen más grados que
otros. Así el de York tiene 10 y el escocés 33.
Los juramentos: Para cada grado de la masonería hay un juramento específico con las
promesas evangélicas. La realidad es que el masón jura no revelar cosas que todavía no
conoce.
El ritual de iniciación: Para el primer grado (aprendiz) se le pone una venda en los ojos,
y con vestimentas especiales se le conduce a la puerta del templo, donde él afirma que
es un profano que se está allegando a la luz de la masonería. Y así, en forma semejante,
se suceden los rituales para cada grado.
Los símbolos: Se usan mucho los instrumentos del albañil y del arquitecto, así como los
que usaban los sacerdotes del Antiguo Testamento. El delta -triángulo que tiene en el
centro un ojo que representa todos los atributos de la divinidad- se encuentra encima del
trono del venerable Maestro, entre el sol y la luna, que representan las fuerzas del sumo
Creador. La escuadra representa la mortalidad; el nivel, la igualdad y la plomada, la
rectitud
El culto: El segundo código masónico dice que el verdadero culto a Dios consiste en las
buenas obras. En el ritual empleado para el candidato a Maestro Masón (grado 3), el
venerable abre y cierra el trabajo en nombre de Dios y de un patrono, digamos, "San
Juan de Escocia". El absurdo es evidente.
Las oraciones: Hacen oraciones; con todo, no las hacen en el nombre de Jesús, como lo
enseña la Biblia, ni tampoco lo mencionan a Él.
Ceremonias fúnebres: En los funerales hay una ceremonia en la logia, sin la presencia
del cuerpo del fallecido; otra en una iglesia o en una residencia; y otra en el cementerio.
En todas ellas se enfatiza la salvación por las obras y se afirma que el fallecido está
pasando de la logia terrestre a la logia celestial. Lógicamente, esta manera de hablar se
fundamenta en que la masonería cree que su adepto está salvo: una salvación sin Cristo
y sin su sangre expiatoria.
En cuanto al funcionamiento concreto nos encontramos con una logia que es una
agrupación de masones, presidida por un maestro. Una obediencia o Gran Logia que es
una federación de logias presidida por un Gran Maestro; estas son nacionales.
Igualmente se llaman logias "a los templos o locales donde se reúnen o trabajan;
también se llaman escuelas, talleres, templos o santuarios". El delantal es el símbolo del
trabajo y de la jerarquía tradicional de aprendices, compañeros y maestros.
MASONERÍA
Incluye: Breve historia, Cartas al Editor
Declaración de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la Masonería, 1983.
Orígenes
La masonería toma su nombre del antiguo gremio de los masones. Éstos eran los
artesanos que trabajaban la piedra en la construcción de grandes obras. Con el
declive de la construcción de las grandes catedrales en Europa y la propagación del
protestantismo, los gremios de masones comenzaron a decaer y para sobrevivir
comenzaron a recibir miembros que no eran masones de oficio. Con el tiempo,
estos últimos se hicieron mayoría y los gremios perdieron su propósito original.
Pasaron a ser fraternidades con el fin de hacer contactos de negocios y discutir las
nuevas ideas que se propagaban en Europa.
Según don Ricardo de la Cierva: "Hay que tener claro que, para su finalidad
principal, necesitan el poder. Yo hoy, lo que veo innegable es una conexión entre la
masonería y la Internacional socialista. En el libro de Jacques Mitterrand, primo
hermano del ex-Presidente Mitterrand, masón y alto cargo del partido socialista de
Francia, titulado "La política de los francmasones", publicado en 1975, decía que,
"así como en el siglo XVIII la masonería equivalía a la igualdad, en el siglo XIX a la
libertad, en el siglo XX la masonería equivale al socialismo de raíz marxista". Este
libro desapareció de la venta a las pocas semanas" -ABC, Suplemento "Alfa y
Omega".
Conceptos Masónicos
Dios
Dios es le "Gran Arquitecto" que aparece como un concepto y no como persona. De
hecho, en 1887 la logia masónica del "Gran Oriente" (de la que se inspira por lo
general la Masonería en América Latina) formalmente eliminó la necesidad de que
sus miembros crean en Dios o en la inmortalidad del alma. Los símbolos cristianos
de la cultura recibieron una interpretación secular. Así, la cruz pasó a ser un mero
símbolo de la naturaleza sin mayor trascendencia. Las letras "INRI" sobre la cruz de
Jesús, pasaron a significar "Igne Natura Renovatur Integra" (el fuego de la
naturaleza lo renueva todo), lo cual es un absurdo. (su verdadero significado es:
"Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum", Jesús de Nazaret Rey de los Judíos).
Jesús
Se refiere a Jesucristo como el apóstol mayor de la humanidad, por haber superado
el fanatismo de los romanos y de los sacerdotes. Jesús es "el Gran Maestro", pero,
para no ofender a otras religiones, el nombre de Jesús quedó prohibido en la logia.
El secretismo y los ritos de iniciación. La masonería cela a los miembros en los
ritos de iniciación. Los candidatos deben hacer juramentos de no revelar en
absoluto los "secretos" de la masonería. Cada masón desconoce lo que enseñan y
hacen en los grados superiores. Por esa razón muchos masones de grados
inferiores no saben la verdadera naturaleza de la masonería.
Luz
Como el cristianismo, la masonería expresa el deseo de buscar "luz", pero en la
masonería la luz no es Cristo. Mas bien asegura a los iniciados que recibirán la luz
de la instrucción espiritual (masónica) y que tendrán descanso eterno en la "logia
celestial" si viven y mueren según los principios masónicos.
Gabriel López de Rojas, quien fuera iniciado a la masonería en los mas altos grados
del Rito Escocés Antiguo y es fundador de la organización paramasónica Orden
Illuminati asegura que la leyenda masónica de Hiram Abiff, asociada al tercer grado
masónico es claramente luciferina.
Los masones se consideran librepensadores para opinar sin contar con la Biblia o
la Iglesia (a la que consideran una tiranía) y sin embargo están atados a la logia.
El antiguo Código de Ley Canónica (ley oficial de la Iglesia) del año 1917,
condena la Masonería explícitamente.
Canon 1374: "Quien se inscribe en una asociación que maquina contra la Iglesia
debe ser castigado con una pena justa; quien promueve o dirige esa asociación, ha
de ser castigado con entredicho".
Por todo esto nos arrepentimos Señor y con tu perdón te rogamos nos hagas sentir
que un compás sobre un nuevo altar puede significar tanto como nuestros viejos
crucifijos. Amén.
La Masonería es producto del alejamiento de Dios en que los hombres han caído.
Su influencia sobre los hispanos es favorecida por el machismo que considera la
práctica cristiana como propia solo de las mujeres. La participación en la logia
masónica se ha presentado como una alternativa para los hombres, donde, en vez
de someterse a Dios, hablan de negocios y hacen contactos según sus intereses.
Esto ha profundizado la crisis de falsa identidad masculina. Las consecuencias han
sido graves tanto para la familia como para la sociedad.
Del sincretismo a la ceguera espiritual. Hay que tener en cuenta que muchos
entran en la masonería buscando favorecerse de su poderosa red de contactos e
influencias. Es una gran tentación el percibir las oportunidades que se abren en los
negocios y trabajos para los miembros de la logia. Los masones suelen ayudarse
entre ellos y tienen algunas obras benéficas. Está también el atractivo para los
hombres en creerse que entran en un grupo elite de librepensadores.
Sin duda, muchos están confundidos y creen que pueden ser católicos y masones.
Quedan sinceramente consternados al conocer la posición de la Iglesia contra la
Masonería. Cuando se les explican las razones no lo pueden creer. Dicen que su
logia no es así. Es cierto que algunas logias ya no tienen la agresividad tradicional
contra la Iglesia, pero la filosofía sigue siendo la misma. Hay además que tomar en
cuenta que los miembros de bajo rango no saben la realidad oscura de la
masonería porque se les esconde hasta que suban de grado y estén más
influenciados y comprometidos.
Un masón que se llama católico escribió un artículo asegurando que los grados de
la Masonería son complementarios con las creencias de "cualquier religión que crea
en Dios". No podía comprender el "fanatismo" de "algunos" en la Iglesia que
condenan la Masonería (el "algunos" al que se refiere son en realidad todos los
papas desde el año 1738). Más adelante, en el mismo artículo se lee: "la Masonería
me ha inspirado a ser tolerante y aprender de las otras religiones. He leído con
gran interés la Kabala, el Korán... todos los masones adoran al mismo Dios."
Parece por este escrito que en su logia no atacan directamente a la Iglesia católica,
pero ocurrió algo que a veces es peor: lograron confundirle de tal modo que no ve
la diferencia entre leer la Biblia y la Kabala (escritos del ocultismo). Busca ambas
lecturas "con gran interés". Ha confundido la tolerancia (respeto a las creencias
ajenas) con el sincretismo (mezcla de creencias uniendo la verdad y el error).
La masonería dice no ser religión pero da culto al Gran Arquitecto del Universo, ha
formulado sus propias doctrinas religiosas, tiene templos, altares, oraciones
propias, un código moral, vestimentas rituales, días festivos, la promesa de
retribución después de la muerte, jerarquía, ritos de iniciación y ritos fúnebres
propios. Todos esos elementos unidos reflejan una religión.
.-.Resumen del artículo publicado por Massimo Introvigne en la revista "CHRISTUS" año 4,
Nº8, 2/1994.-.
Contenido:
1. El origen "sociológico".
2. El origen histórico.
a. En general.
Sobre la pista del origen "sincretista y esotérico", las investigaciones históricas
nos llevan a la leyenda de los "Rosacruces", se trata de una confraternidad,
fundada por un tal Christian Rosenkreutz (o Cristiano Rosacruz) que poseía el
"núcleo secreto" común denominador de todas las religiones. Esta sabiduría se
encontraba escondida en su tumba, la cual se supone que estaba escondida en
un bosque alemán. La publicación de la leyenda apareció entre 1614-16 en tres
libros titulados "Fama freternitatis", "Confessio" y las "Bodas químicas de
Christian Rosenkreutz".
Durante el siglo XVI y XVII los rosacruces y su sabiduría fueron buscados. Uno
de los lugares donde se buscaba con mayor interés era en las "corporaciones
de artes y oficios" de Inglaterra y Escocia, las cuales contaban con un
abundante bagaje de técnicas y simbolismos ("misteres" esta palabra
originalmente tenía el significado latino de la palabra italiana "mestiere", esto es
oficio .-. trabajo, pero por la influencia esotérica se interpretó como "mystery",
misterio), estas corporaciones eran denominadas "free masons" en inglés,
"franc maçons" en francés y "frammassoni" en italiano, "masones" en español.
La "historia nueva larga", por su parte se remonta a antes del diluvio a un tal
"Jabal" constructor contratado por Caín y Enoch, que habría transmitido el arte
de la construcción en laminas de oro, pero en forma secreta. Sucesivamente
estos conocimientos fueron revelados a Abraham, el cual habría tenido a
Euclides como discípulo y este a su vez los enseñó a los egipcios; de los
egipcios este arte habría sido retransmitido nuevamente a los judíos y alcanzó
su culmen en la construcción del templo de Salomón. Tras la destrucción del
templo de Salomón el arte pasó a los cristianos. Depositarios de estos secretos
habrían sido los "cuatro santos coronados" (constructores) y San Albano en
Inglaterra, el cual con la ayuda del rey Athelstan los habría codificado.
II. UN MAPA
1. Las obediencias.
Sus textos principales son "Basic Principles for Grand Lodge Recognition"
(Principios para el reconocimiento de la Gran Logia) y "Aims and Relationships
of the Craft" (Fines y Relaciones del Arte). Estos escritos determinan los
criterios de "regularidad" masónica de la Gran Logia, los cuales son tres:
- regularidad de origen (Sólo una Gran Logia puede fundar una logia regular, o
tres logias regulares conjuntamente)
- la regularidad de territorio (Solo se puede reconocer una Gran Logia por país).
- regularidad de doctrina
Reúne desde 1971, los grandes Orientes de Francia, Bélgica y Alemania y las
grandes logias de Holanda, Dinamarca e Italia. Estas "obediencias" denuncian
el "dogmatismo" y conservadurismo de las logias anglosajones, y admiten en
sus filas ateos, agnósticos y mujeres y no renuncian a una acción política en
favor de los derechos del hombre y de la democracia. Aunque los logias de
lengua española no adhieren formalmente al CLIPSAS, por lo general se
encuentran en posiciones similares.
c. La masonería de "franja".
d. La masonería "irregular".
La principal logia "irregular" es "el orden mixto Le Droit Humain" fundada por la
feminista María Deraismes en 1893 en Francia.
Una mención aparte se debe hacer de las logias "de adopción", las cuales son
simple auxiliares que organizan a las hijas y esposas de los masones, sin
considerarlas propiamente miembros de la orden.
2. Los ritos.
*. En este rito cada grado tiene jerarquías propias. En algunos lugares tiene
"grados complementarios" como el grado del "Arco Real" grado
complementario del "maestro" o el grado "Mark Master" que complementa el de
"peón".
Un famoso masón francés, Alain Gérard se expresaba así: "la masonería del
Gran Oriente de Francia, no es una religión, ni una filosofía, solamente "un
método".
Aquí está la raíz del problema con las comunidades cristianas y en especial
con la Iglesia católica, ya que ella enseña verdades "no negociables", en
cuanto que no se consideran de origen humano sino divino y por ello no se
pueden "poner en discusión" con una perspectiva revisionista o de eventual
abandono.
Para comprender esta forma de proceder hay que tener en cuenta el origen
sociológico de la masonería, el método masónico hace frente al pluralismo
ideológico, proponiendo como clave de comprensión el "relativismo".
Aunque los masones rechazan esta expresión, en cuanto que ellos no rechazan la
adhesión a la verdad. Sin embargo es lo que ocurre de forma implícita. El escéptico
piensa que no existe la verdad y el escético práctico piensa que no es importante, a
diferencia de ellos el relativista se adhiere a alguna verdad, pero considera la verdad
como algo que depende de una variante independiente, que en cuanto tal, la determina.
Esta variante independiente puede ser la razón humana.
Ya desde el 1700 y sobre todo el siglo pasado, la masonería latina ha elaborado una
serie de posiciones doctrinales más precisas, promoviendo el anticlericalismo, el
licismo, el naturalismo en todos los sectores. Batallas como la laicisación de las
escuelas, el divorcio, y más tarde el aborto han sido promovidas por obediencias
masónicas latinas, cuyo anticlericalismo ha llego a tonos virulentos. La masonería
"regular" ha precisado que se trata de obediencias separadas de la Gran Logia Unida de
Londres, que han violado la prohibición de tomar partido en cuestiones religiosas y
políticas.
No obstante hay que afirmar que el uso del método es común a toda la masonería.
El Rev. Joseph Fort Newton, publicó en 1914 la obra "The Builders" donde admite la
centralidad del método masónico y explica que su principio se encuentra en "la filosofía
masónica", la cual tiene su punto clave en la idea de que el alma humana es "afin" a
Dios y por ello dotada de poderes a los que nadie puede fijar un límite, esto es un hecho
y por ello su libertad debe ser un derecho, en torno a ello se postula la libertad de
conciencia y de intelecto y la igualdad de todos los hombres ante Dios y la ley.
Desde el punto de vista "filosófico" el horizonte del método masónico .-.sin el cual
el método mismo sería ininteligible o impracticable.-. comprende:
Estos presupuestos son los más largamente aceptados, aunque habría que decir que en
las diversas obediencias se marcan los acentos más en algunos aspectos que en otros,
dando como consecuencia que se podrían distinguir corrientes filosóficas diversas en las
diversas obediencias.
2. Una tipología de los "antimasones".
a. El antimasonismo laico.
Con frecuencia estas críticas han surgido de ambientes comunistas en occidente. Ellos
acusan a la masonería de incubar, relaciones con la mafia, de corrupción política... Por
lo demás la consideran una organización "poco laica", conservadora en cuanto
vinculada a formas de espiritualismo y esoterismo, y aunque liberales en lo político, se
trata de un liberalismo individualista de tipo burgués que ha pactado con es estatismo.
a. Argumentos prácticos.
- La cuestión del secreto. El secreto viola la libertad del masón pues el iniciado
desconoce en lo que se mete, quedando después condicionado e instrumentalizado en
función de estrategias que el ignora.
Al límite no permite al iniciado saber hasta que punto esta entrando en una logia
masónica regular o en alguna organización parecida o pseudo.-.masónica, las cuales en
muchas ocasiones son de carácter ilegal, así llamadas "obediencia salvajes".
Algunas conclusiones.
a. Hay que distinguir entra la masonería y las masonerías. Una cosa son los
principios teóricos y otra las realidades concretas y particulares.
b. Hay que distinguir entre el método masón y sus resultados. No obstante que el
método es común los resultados pueden variar de rito a rito, de obediencia a
obediencia...
e. Hay que distinguir entre masonería y los nuevos movimientos religiosos o nueva
religiosidad
f. El peligro. La práctica habitual del método masónico, se manifiesta hoy como algo
particularmente insidioso ya que coincide y corresponde plenamente con ciertas
convicciones que prevalecen en la mentalidad contemporánea, sobre todo con la
convicción de que la verdad no pueda llegar a conocerse, característica típica de nuestra
época y al mismo tiempo elemento esencial de la crisis que padece la cultura occidental.
I. Carta apostólica "In eminenti apostolatus specula" del Papa Clemente XII, del 28
de abril de 1738. En ella se pone en guardia contra la naciente masonería y su papel
substitutivo de un auténtico ecumenismo.
B. Del 1903 al 1962: Desde San Pio X hasta la apertura del Concilio Vaticano II.
Emblemático es lo que aparece sobre el tema en el Codex Iuris Cononici del Papa
Benedicto XV de 1917, ahí el canon 2335, art. 247 condenaba la masonería. Luego la
ulterior confirmación de este canon por Juan XXIII en 1960.
A. Relativismo religioso.
En su primera codificación, a tenor del can. 2335 venían excomulgados ipso facto
aquello que dan su nombre a una secta masónica o a asociaciones del mismo género...
En abril de 1848, cuando era evidente que la masonería internacional fomentaba atentados,
revoluciones y desórdenes contra el Papado y las naciones tradicionalmente católicas, Pío IX
tomó distancia de las facciones más radicales de los patriotas italianos. A raiz del
desencadenamiento de motines insurreccionales en Roma, se trasladó a Gaeta, mientras que
en la ciudad eterna se proclamaba poco después, en 1849, la República Romana por parte de
Giuseppe Mazzini, Carlo Armellini e Aurelio Saffi. Las iglesias fueron saqueadas mientras
Mazzini se incautaba de obras de arte, propiedad de la Iglesia, para pagar a la masonería
británica que había anticipado el dinero necesario para tomar Roma.
Gracias a la intervención de las tropas francesas, la República romana cayó y el Papa pudo
volver a la capital en 1850. Desde entonces, el Pontífice puso en marcha una política de
intransigencia («Non possumus») hacia las exigencias del poder laico, convirtiéndose en el
adversario más acérrimo del ala anticlerical de la masonería.
En esta situación de beligerancia contínua, Pío IX no perdió el ánimo y siguió su trabajo para
compactar la Iglesia en torno a un principio de unidad. Atribuyó gran importancia a la
espiritualidad popular, a la relación con los santos, especialmente a María a través del
reconocimiento de las apariciones de La Salette y de Lourdes. Dió impulso a procesiones,
peregrinaciones y todas las formas de piedad popular. En 1870, inauguró un nuevo modo de
elección de obispos y prelados, elegidos no ya preferentemente entre los notables sino entre
los sacerdotes comunes, allí donde se manifestasen los méritos pastorales. Su popularidad
creció enormemente. Fue obstinado en no aceptar ningún arreglo con el Estado italiano. Murió
el 7 de febrero de 1878, pero la masonería trató de perseguirlo encarnizadamente incluso tras
la muerte. En la noche del 12 al 13 de julio de 1881, su féretro fue trasladado del Vaticano al
cementerio del Verano. La masonería organizó una manifestación irreverente, con lanzamiento
de piedras, imprecaciones, blasfemias, y canciones vulgares y obscenas, contra el cortejo
fúnebre, que a su vez respondía con la recitación del rosario, los salmos, el oficio de difuntos y
pías jaculatorias.
El culmen de la agresión tuvo lugar cuando el cortejo fúnebre pasó por el puente Sant'Angelo.
Al grito de «¡muerte al Papa, muerte a los curas!», un grupo de desalmados trató de arrojar el
cadáver de Pío IX al Tíber. Pero los católicos apretaron las filas en torno a los restos mortales
del pontífice y rechazaron el ataque. A la luz de estos acontecimientos, el reconocimiento de la
virtud heroica del nuevo beato hace justicia a una persona de gran espesor humano y a un gran
Papa.
El decreto sobre el ejercicio heroico de las virtudes teologales y cardinales fue promulgado por
la Congregación para las Causas de los Santos, el 6 de julio de 1985, y aprobado por Juan
Pablo II. Entre las virtudes del Pontífice, figuran el amor sin reservas por la iglesia, la caridad y
la gran estima por el sacerdocio y los misioneros. El milagro atribuido a Pío IX, verificado por la
Consulta de médicos el 15 de enero de 1986, es la curación inexplicable de una religiosa
francesa.
La campaña contra el Papa Pio IX (1792-1878), alcanzó su colmo con la protesta del gobierno
israelita que expresó a la Santa Sede su más profundo descontento por la beatificación de Pío
IX ("Jerusalem Post", 3 de septiembre 2000). En relidad como lo recordó Mons. Carlo Liberati,
de la Congregación para las Causas de los Santos, en dos entrevistas acordadas a los diarios
italianos "Corriere della Sera" y "Avvenire", Pío IX fue "el promotor de la liberación de los judíos
del ghetto. Hizo suprimir las labores indignas y humillantes que estaban asignadas a los judíos.
Declaró que no eran 'extranjeros' y ordenó colocar patrullas encargadas de protegerlos contra
una rebelión popular que explotó efectivamente contra esta emancipación del ghetto".
En lo que concierne al caso de Edgardo Mortara, el niño judío que, a la edad de dos años en
riesgo de morir fue bautizado por una doméstica católica y fue luego educado por la Iglesia
contra el parecer de sus padres, Mons. Liberati declaró que "lo que nadie nunca ha querido
recordar, es que cuando Edgardo Mortara llegó a la edad de la adolescencia, se le dejó libre de
regresar a su casa. Pasó un mes con sus padres pero en seguida decidió quedarse en Roma y
hacerse sacerdote. Una vez sacerdote se reconcilió con sus padres. Edgardo Montara fue uno
de los primeros testigos que se pronunciaron a favor de la beatificación de Pío IX, haciendo una
declaración en el proceso canónico".
"Pío IX - escribió Mons. Carlo Liberati - conservado casi perfectamente desde el último
reconocimiento, hecho bajo Pío XII, del 25 de octubre al 24 de noviembre de 1956, apareció en
toda la serenidad de su humanidad tal como se recuerda en la documentación fotográfica, en la
iconografía tradicional y establecida por la descripción hecha de los textos en las actas de
procedimiento. Si es permitido referirnos a los análisis de autores y agiógrafos modernos de
gran valor, como el inolvidable Piero Bargellini y el P. Domenico Mondrone s.j., hechas para
educar e invitar a la santidad, podremos definirlo como un hombre dotado de una gran
humanidad y de una impresionante dignidad, hecha aún más significativa por la serenidad del
rostro intacto en la majestad silenciosa de la muerte" (Mons. Carlo Liberati, La ricognizione dei
resti mortali del venerabile Papa Pio IX en "L'Ossevatore Romano", 9 de abril 2000, p. 4).
Ullate que ha publicado libros en varios idiomas, entre ellos «La verdad del Código Da
Vinci», ha investigado las críticas y alabanzas que esta sociedad oculta ha recibido a lo
largo del tiempo.
--¿Pero, no estaba ya todo dicho sobre la masonería?
--José Antonio Ullate: Exacto. Hay muchos libros que tocan el tema de la masonería,
pero casi todos están centrados en la organización masónica y muy pocos -ninguno
disponible para el público en lengua española-, se dedican a profundizar en los
principios de la masonería. Es decir, a responder a la pregunta que se hace la mayoría de
los lectores: «¿Pero qué es la masonería? ¿Qué tipo de ideología hay detrás de la
masonería?».
--José Antonio Ullate: Las teorías de la conspiración están más difundidas de lo que
pensamos. En el caso de la masonería son el resultado del secretismo con el que actúan
estas organizaciones y de la decadencia del pensamiento crítico, racional. Pensar que
hay grupos que lo controlan todo es una falsa reacción de defensa, porque está basada
en una información insuficiente y conduce a una pasividad, a no hacer nada, «porque las
cosas no van a cambiar». En el caso de la masonería muchas personas han creído y aún
creen que la masonería tiene un poder casi ilimitado para controlar los resortes del
poder. Como diría Belloc (Hilaire), es poco inteligente negar que existen
conspiraciones, pero es una locura atribuirles un poder exagerado. Por otra parte, la
«conspiración» no es un factor privativo de la masonería ni de ninguna organización
secreta. Aunque ha adquirido un matiz peyorativo, «conspirar» quiere decir ponerse de
acuerdo con otras personas para lograr algo. La sociedad debería ser una vasta
conspiración para lograr el bien común.
--Habitualmente se afirma que hay una masonería visible y otra invisible, formada
por los «superiores desconocidos», cuya identidad es ignorada por los mismos
masones y que coordinan la acción de los masones, ¿es eso cierto?
--José Antonio Ullate: Sí, pero si se les pregunta se ven obligados a admitir que son
compatibles con una forma «no dogmática» de catolicismo, lo cual no es más que un
juego de palabras: son compatibles con un catolicismo que no se tome en serio la fe. En
este sentido, muchos Grandes Maestros de la masonería han tenido que admitir que en
muchas ocasiones los masones tienen muy poco conocimiento de las exigencias
doctrinales de la masonería, lo que en algún caso puede conducir a que una persona, por
ignorancia, crea posible ser masón y católico a la vez, pero en sí mismo son doctrinas
que se repugnan mutuamente.
--En pocas palabras, ¿por qué recomendaría usted la lectura de «El Secreto
masónico desvelado»?
BURGOS, martes, 2 abril 2007 (ZENIT.org).-¿Es cierto que existe una conspiración
masónica? ¿Católico y masón, compatible? ¿El Parlamento Europeo está dominado por
masones? Son preguntas que el profesor Manuel Guerra, autor de veinticinco libros
sobre sectas y otras cuestiones, se ha formulado y intenta responder en las 444 páginas
de «La trama masónica», de Styria Ediciones.
--Guerra: Hay que distinguir entre masonería y masones. La masonería en cuanto tal y
en teoría no aspira a poseer el poder o, al menos, a tenerlo al servicio de sus principios e
intereses.
Pero, de hecho, los masones están presentes en casi todos los organismos
internacionales decisorios y en las multinacionales de poder económico y político.
Es lógico que traten de hacer presentes sus principios ideológicos (relativismo, laicismo,
gnosis) dondequiera que se hallen y desde sus puestos hacia fuera por irradiación.
Así ocurre cuando el rey es el Gran Maestro de la Gran Logia Unida de Inglaterra
(GLUI) y de las más de 150 Grandes Logias (una en cada nación, en EE-UU una en
cada Estado). En el año 1995, la GLUI contaba con 750.000 miembros en 8.000 logias
de todo el mundo.
Además, como impera el secreto, no hay modo de precisar dónde actúan y hasta dónde
llega su influjo directo, mucho menos el indirecto.
--Guerra: Este porcentaje o uno similar es el asignado por Josep Corominas, Gran
Maestro de la Gran Logia de España (GLE) hasta marzo del 2006. El 9 de febrero de
2007 ha abandonado la GLE aunque afirma seguir siendo masón y desea ser
considerado como tal.
Además conviene tener en cuenta la realidad y las consecuencias del secreto masónico.
¿Cómo dialogar con alguien que está enmascarado? No obstante, puede dialogarse en
asuntos socio-culturales. Las religiones y las ideologías terminan por formar y
conformar su respectiva cultura, si bien siempre hay una base común.
Pero, hasta en este terreno, el diálogo con la masonería encuentra serias dificultades,
pues el laicismo masónico, abierta o solapadamente, pretende arrinconar lo
específicamente religioso, lo que no sea común a todas las religiones y éticas,
encerrándolo como en «arresto domiciliario» en el foro de la conciencia individual y
dentro de los templos.
Por eso, procura borrar las huellas socio-culturales cristianas en los países
tradicionalmente cristianos, por ejemplo los «belenes» o representaciones del misterio
navideño y su simbología (estrellas con o sin figuras de los Magos, incensarios) en las
calles durante la Navidad, etc.).
--Guerra: La masonería, en sintonía con uno de sus productos: New Age o Nueva Era,
prefiere usar «espiritualidad», término de resonancias más subjetivistas, en vez de
«religión».
Los masones, sobre todo si se dicen cristianos, niegan que la masonería sea religión. Si
lo afirmaran, reconocerían su pertenencia a dos religiones: la católica y la masónica.
Pero, de hecho, al menos para muchos, especialmente para los masones agnósticos,
deístas, es un substituto de la religión. Más aún, la masonería es llamada «religión» e
incluso «la religión» en escritos masónicos y de los masones.
--Guerra: He dedicado muchas horas a estudiar las constituciones, los reglamentos y los
rituales de las distintas Obediencias o federaciones de logias masónicas, así como a
conversar con masones y ex-masones en España y en México, también a leer libros
sobre masonería escritos por masones y por no masones.
En México, hace unos diez años, permanecí dos veranos hablando diariamente, sobre
masonería, con profesores de sus universidades, masones y no masones. Dedicaba las
tardes a visitar centros de diferentes sectas, algunas paramasónicas, que solían hallarse
en la periferia urbana.
Precisamente la etimología griega de esta palabra designa el «camino» (gr. odós) que
debe recorrerse para llegar «más allá» (gr. met´), o sea, a la meta. En la masonería, su
método alcanza la máxima categoría y eficacia, pues, de hecho, se ha convertido en uno
de sus «principios», tal vez el básico y configurador de los demás.
Alain Gérard, uno de los dirigentes del Gran Oriente de Francia, reconoce que «la
masonería es solamente un método». Según él, un masón puede tener «opiniones», o
sea, creencias propias de una religión determinada, pero el método masónico le obliga a
«poner en cuestión» sus opiniones y a aceptar la posibilidad de que sean declaradas
falsas si son superadas en una síntesis de razones más sólidas y con el apoyo de la
mayoría.
«No existe una verdadera puesta en discusión si previamente se declara que, sea cual
sea el resultado de la discusión, hay puntos en los cuales uno estará siempre convencido
de tener razón», afirma.
De ahí también que los masones tienden a considerar la democracia como una obra de la
masonería y al método democrático (aprobación por mayoría de votos) como algo
connatural con lo masónico que lo extiende a todas las realidades, también a la verdad,
al bien, etc.
Precisamente, el actual Gran Maestre del Gran Oriente de Francia, Jean Michel
Quilardet, en unas declaraciones a «La Voz de Asturias» (20, enero, 2007,
Oviedo/España) reconoce: «Se puede pensar que existe una democracia no laica (= no
laicista, no masónica), pero a mi forma de ver y según mi pensamiento, el laicismo es
un avance en la democracia». Consiguientemente los demócratas, que no son laicistas o
masones, si son demócratas, lo son como de segunda categoría.
Cuando hace pocos años Juan Pablo II llamaba a los Movimientos eclesiales
«florecimiento primaveral», «nuevo Pentecostés», «don particular del Espíritu Santo a
la Iglesia en nuestro momento histórico», inicialmente lo atribuía a su gran bondad.
Cuando tuve que realizar un estudio: «Los movimientos eclesiales en España» (Real
Academia de Doctores de España, «El estado de España», 2005, páginas. 80-94) y
descubrí la realidad, quedé impresionado. ¡Qué creatividad la de los hijos de la Iglesia,
movidos e inspirados por el Espíritu Santo, en nuestros días!
El texto afirma que los principios de la masonería «siempre han sido considerados
inconciliables con la doctrina de la Iglesia; en consecuencia, la afiliación a las mismas
sigue prohibida por la Iglesia».