Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
TLAXCALA
MATRICULA:
3675
GRUPO:
MATERIA:
DERECHO PENAL II
DOCENTE:
ACTIVIDAD 1.
Introducción Pág. 3
Capítulo I
Causalismo Pág. 4
Capítulo II
Finalismo Pág. 6
Capítulo II
Funcionalismo Pág. 8
Conclusiones Pág. 9
Bibliografía Pág. 10
2
INTRODUCCIÓN
En un inicio, el derecho penal no era considerado una ciencia, y las disciplinas que
se desprendían de ésta pretendieron establecer de porqué el hombre delinquía, en
un momento se llego a pensar que el hombre nacía delincuente y se defendió la
teoría del delincuente nato, es por ello, que el derecho penal estableció un camino
de evolución en dónde enseñaba por qué el hombre llegaba al delito; pero en esa
conclusión no había más que indagar o averiguar, ya que se decía que el ser
humano estaba predestinado genéticamente a ser delincuente. (Cabarcas, 2014,
p.36). No fue sino hasta que el derecho penal fue considerado como ciencia, y en
esta se elaboraron teorías en donde se trataba de explicar al delito, pero con esto
fueron surgiendo diversas controversias ideológicas entre las diversas escuelas de
derecho penal de esa época.
Actualmente las diversas teorías pueden diferenciarse y no solo por los autores
quienes defendieron su propio concepto sobre el delito, sino por su metodología,
lo que permite distinguir muy fácilmente las teorías causalistas, finalistas y
funcionalistas del delito, siendo éstas temas de formación para el estudio de los
elementos del delito.
Para Welzel, la acción en el delito siempre será una finalidad determinada por el
actuar consciente del autor del delito, esto en búsqueda de un resultado propuesto
voluntariamente por él mismo. Así pues, al tratarse de una acción (tendiente a un
fin), recaerá sobre el legislador el deber de ubicar los elementos en el tipo, así
como prever todas aquellas acciones provistas de finalidad. (Welzel, 2003, p. 150)
Al haber concebido el delito bajo esta teoría finalista, aparecieron por vez primera
figuras tales como el error del tipo, error de prohibición, entre otros relacionados
con los elementos del tipo penal; tema que también forma parte de la teoría del
delito y que será desarrollado en un siguiente artículo.
3
CAPÍTULO I
CAUSALISMO
Para Von Liszt el delito es la acción producida por el movimiento corporal que
modifica el mundo exterior, perteneciendo esto último al plano de lo objetivo.
(Larenz, 1994, p.57).
4
además de forma material según el daño que causara a la sociedad, de donde se
abre la posibilidad de graduar el injusto de acuerdo con la gravedad del daño
causado y de establecer nuevas causas de justificación. Por lo que respecta a la
culpabilidad se considera como un juicio de reproche al autor del delito y no
solamente desde el punto de vista psicológico.
El concepto natural de acción es creación de Von Liszt y Beling, quienes son los
fundadores del “sistema clásico del delito”. Von Liszt define el concepto de acción
como una conducta voluntaria hacia el mundo exterior; más exactamente:
modificación, es decir, causación o no evitación de una modificación (de un
resultado) del mundo exterior mediante una conducta voluntaria.
5
Existe acción si objetivamente alguien a emprendido cualquier movimiento o no
movimiento, subjetivamente tendrá que comprobarse si en ese movimiento o no,
existió una voluntad.
CAPITULO II
FINALISMO
6
La acción es entonces la acción final, con un claro contenido subjetivo con lo cual
se produce una importante consecuencia en el injusto, que es realmente lo más
importante del finalismo, pues con la subjetivización de la acción y su inclusión
dentro de lo injusto, adquiere su carácter ético-valorativo.
a) Acción interna: comprende la elección del fin y de los medios, así como la
consideración de efectos concomitantes.
b) Tipo subjetivo: incluye el dolo, pero entendido como la simple intención sin que
haya lugar a valoración alguna, es decir, se reduce a un elemento cognoscitivo
referido sólo a los hechos, y a un elemento volitivo. La conciencia de
antijuridicidad pasará a formar parte de la culpabilidad.
Entonces se puede decir que el derecho penal para el finalismo, protege los
valores ético-sociales, en tanto que los destinatarios de las normas deben
introyectar sus contenidos, y de allí que la norma penal se entienda como norma
subjetiva de determinación, y el injusto se entienda como prevalentemente
subjetivo, siendo el objetivo un elemento del mismo.
7
La acción es ejercicio de actividad final, que comprende: la anticipación mental del
fin perseguido; la selección de medios adecuados y la consideración de los
efectos concomitantes a los medios elegidos.
CAPITULO III
FUNCIONALISMO
Reconoce los elementos del delito propuestos por el finalismo, pero los orienta en
un sentido político-criminal, apuesta por la punibilidad como presupuesto orientado
a perseguir los fines de la pena en el derecho penal, por tanto, establece su
objetivo en el deber de resolver los problemas del sistema social. Por ello, el
legislador penal debe imaginarse todos los casos posibles, hipotéticos y
eventuales y tratar de incrustarlos en una norma positiva penal, sin que ninguna
arista del comportamiento humano quede por fuera. Sin duda es una tarea
mayúscula. El intérprete y aplicador de la norma penal debe tomar el hecho
humano, el factor humano y armonizarlo y compatibilizarlo con la norma que le ha
sido entregada y de la cual, a su vez, también es destinatario. (Ibidem)
CONCLUSIONES
Es así que aparece Jakobs y Roxin con la teoría funcionalista a recoger lo mejor
de las escuelas doctrinarias hasta ese momento, resuelve los cuestionamientos
sobre los delitos culposos y desarrolla otras figuras que usamos hoy en día. Le
encarga al legislador la responsabilidad de redactar la ley penal no solo ubicando
los elementos del tipo penal, sino conforme a una política criminal que realmente
resuelva los problemas de la sociedad, valiéndose de la punibilidad para alcanzar
los fines de la pena. La acción es considerada siempre con una finalidad
determinada de actuar conscientemente en función de un resultado propuesto
voluntariamente. La acción, el dolo y la culpa se ubican en el tipo, pues al ser la
acción algo final (tendiente a un fin), el legislador no puede sino prever acciones
provistas de finalidad (dolo, culpa y elementos subjetivos específicos del injusto).
Distingue entre error del tipo (excluye al dolo y a la punibilidad) y el error de
prohibición (elimina la conciencia de antijuridicidad, al ser invencible elimina la
punibilidad, y si es vencible, subsiste en distinto grado)
10
paradigma alguno frente a sus antecesores, que igualmente partían de una
formulación similar.
BIBLIOGRAFÍA
11
12