Está en la página 1de 90

EXISTE UN ÍNDICE DE ESTE PDF

EN LA ÚLTIMA PÁGINA

BRITOMARTIS DE CRETA, DIOSA PROTECTORA; ANTECESORA DE


MEDUSA. (De "Lo invisible en la mitología": Los bueyes de Gerión
en el tesoro de El Carambolo. Parte LVII).
Publicado por Angel Gómez-Morán Santafé
en TARTESSOS Y LO INVISIBLE EN EL ARTE (30/06/2012)

Esta entrada es continuación de las anteriores. Recomendándose la lectura previa de aquellas que le
preceden, para una comprensión plena de cuanto exponemos en ella.

AL LADO: Interior del arqueológico de Chania ( -en español


Canea de Creta-) al que agradecemos nos permita divulgar la imágen de su precioso museo, que se ubica
en una iglesia del casco antiguo de la urbe. En esta ciudad nació Britomartis; diciéndose que fue en
las cercanías del edificio en la foto -muy próximo al puerto-; donde se encontraba uno de los
templos principales de esta diosa cuyo gran centro sagrado estaba en las montañas, a pocos
kilómetros de allí (conforme narran los autores clásicos). Hemos de pensar que la relevancia de Chania
(Canea) en su veneración a Britomartis, se debiera no solo a ser un importante baluarte defensivo y
comercial, sinó también a situarse junto a pronunciados acantilados que rodean toda su bahía
(denominada costa de Soudá), cuya riqueza en fauna y flora es prodigiosa. Pues como hemos dicho, el
culto de aquella diosa se basaba en la sublimación de la Naturaleza, los animales y los metales. Con una
leyenda que narraba cómo la ninfa prefirió saltar al mar -desde las montañas- antes que romper su
castidad y caer en manos del rey cretense (Minos). De tal manera, el mito de Britomartis enseñaba que
tras huir la doncella del monarca (escondiéndose en los bosques y montes de Creta durante nueve
meses ), fué descubierta; tomando la decisión de tirarse desde un cortado para permanecer casta,
al no desear sucumbir a los deseos de Minos. Pero al arrojarse al vacío cayó sobre la red de unos
pescadores, quienes la rescataron sana y salva; tras lo que fue transportada y refugiada en Egina,
donde se transformó en diosa por haber logrado conservar con tal proeza su virginidad.

ABAJO: Acantilados de las costas de Aptami junto a Chania (Canea de Creta), donde algunos creyeron
se situaba el salto de Britomartis. Pese a ello, el mito dice claramente que aquella ninfa se arrojó al
mar desde los montes Dikteos, que se hallan en el lado opuesto de la isla (a unos ciento cincuenta
kilómetros de distancia de este punto). La confusión del lugar legendario desde el cual saltó la doncella
muy probablemente surge al decirnos su mito que huyó y se refugió en los bosques de las prominentes
montañas de la cordillera de Canea (Chania). Picos antes denominados de Cidonia y hoy llamados de
Lefka; que contiene algunas de las cumbres más altas de la isla (como el Paknes y el Kastro con más de
2400 y 2200 metros). -PARA MÁS INFORMACIÓN, VER LOS MAPAS QUE MÁS ABAJO PUBLICAMOS-. Aunque los
textos antiguos mencionan que aquella Britomartis encontró refugio durante nueve meses en esta
zona Oeste de Creta -junto a Chania o Canea-, cuya vegetación y montes la hacen en ocasiones
inexpugnable (conteniendo cimas con nieves semiperpetuas). Tras lo que fue hasta la cordillera situada
en el lado opuesto de la isla y desde la que finalmente saltó al mar hacia la red que la llevó hasta
Egina... .

Continuamos hoy con nuestra exposición sobre los orígenes y significado de la diosa apotropaica por
antonomasia: Medusa -que con su mirada mataba y petrificaba-. Pero siguiendo en esta ocasión nuestro
estudio, analizando aquellas deidades o mitos que la precedieron; tales como lo fueron las Señoras de
las Fieras -Potnias Theron-; entre las que como vimos destacaba Britomartis (la diosa cretense de los
animales). De tal manera, ya dijimos que esta Artemisa minoica se acompañaba en sus representaciones
y en sus ritos, de animales muy relacionados con los que lucía o se rodeaba La Gorgona (como las
sierpes que vemos en las esculturas de las oficiantes o de la propia ninfa cretense, quienes las llevan
entre sus brazos y en las coronas).

Pero los atributos y rasgos de Britomartis, al igual que los de aquellas domadoras de fieras minoicas
(Señoras de los Animales, similares y antecesoras de Medusa), tenían un halo nefasto o siniestro, muy
cercano a la brujería -tal como sucedía con la diosa Hécate, tán próxima a ellas-. Concediéndose a todas
estas divinidades poderes terribles, lo que les daría una imágen que las acercaba a la hechiceras más
peligrosas. Por todo cuanto narramos y por todo lo que unía y compartían Artemisa, Hécate o Medusa. Su
magia y tétricos poderes suponían en gran parte el recuerdo de antiguas religiones y mitos más
antiguos, entre los que destacaban los cretenses en los que las mujeres oficiaban ritos neolíticos
(comúnmente ofreciendo vidas y normalmente "jugando" con los daimones o animales de gran peligro,
como la sierpe y el toro).

Unos cultos de la Edad del Bronce, procedentes de épocas y civilizaciones que les eran tan ajenas a
los helenos, como lejanas y horribles. Griegos que rememoraban los rituales y costumbres minoicas con
más temor que amor y con mayor cautela que veracidad. Narrando en sus mitos e Historias una realidad
que en ocasiones estaba muy deformada y condicionada. Al haber sido la Hélade Clásica, una sociedad
nacida de la patriarcal y en gran parte ajena a los cultos primitivos de la diosa madre. Por lo que
tomaban la mayoría de estas religiones ancestrales procedentes de civilizaciones más antiguas (o
antecesoras), como creencias sobre la "oscuridad" y la muerte. Practicándo sus veneraciónes con
mucha cautela y bastante temor. Algo que realmente se manifestaba en cómo nunca los griegos otorgaron
una gran confianza a las sacerdotisas ni a los fieles y oficiantes de aquellos ritos preolímpicos; quienes les
provocaban más miedo que respeto.
Pese a ello, diosas como Artemisa y Deméter o Perséfone, tuvieron un papel preponderante en la
Mitología helena; aunque siempre guardando un cierto carácter de deidades "bárbaras", lo que les
concedía un toque de "siniestras y ajenas" al mundo clásico. Algo que las convertía -en cierto modo- en
divinidades incomprensibles o en generadoras de rituales y conceptos religiosos, cuyo sentido a veces los
griegos no acertaban a discernir (ni en su origen, ni menos en su significado). Este era el caso de la
"Diana cazadora" de Creta, denominada Britomartis y representada comúnmente como una Potnia
Therón (junto a animales, que sujeta o amaestra). Una ninfa reverenciada en Grecia con el nombre de
Diktina -tanto como en su isla de origen-, donde se le rendía culto al menos desde el siglo XX a.C. como
Señora de la Naturaleza. Adoración que si lugar a dudas fué el principio de la posterior
Artemisa helena (1), compartiendo igualmente una gran parte de los atributos y poderes con Hécate (2) .

Su historia ya analizada por nosotros en la anterior entrada, la narran varios autores, contándonos que
aquella hija de Zeus fue perseguida por el rey de Creta; escondiéndose durante nueve meses en los
montes y bosques de la isla. Finalmente, para no ser tomada por el monarca decidió saltar al mar
desde las montañas que se llamaron de Dikte -cuyo significado es red-, por haberse salvado al caer la
doncella sobre el aparejo que unos pescadores tendían bajo aquel lugar desde el que se arrojó al
vacio. Ello le dió el epíteto de Diktina (la red), sobrenombre común con el que era conocida en toda
Grecia y Creta, Britomartis (3) . Por su parte, algunos como Diodoro Sículo afirman que tal diosa nació en
la mencionada ciudad cretense de Canea (Chania=), habiendo sido sus padres Zeus y Carme (la
señora de las cosechas, hermana de Eobulos, e hija de Deméter). Quienes engendraron a esta "Dama de
los Animales", de la que también se dice que posteriormente era llamada Diktina por ser la inventora las
redes (de pesca y de caza); pasando aquella tanto tiempo junto a Artemisa en la ciudad de Gortina, que
ambas llegaron a ser confundidas (4) .

Cuanto antes hemos resumido se completa con el testimonio de algunos autores clásicos, quienes tras
recoger de un modo casi igual la leyenda narrada; añaden que por haber saltado y desaparecido en el mar
(o al ser llevada a Egina, para ser convertida en diosa), Britomartis también fue titulada como Afaia.
Nombre de Aphea que afirman procedía del griego "afanea" (), cuyo significado es el de
"invisible" (5) . Aunque personalmente pienso que este epíteto prodece de "afaireo" (), cuya
traducción es "sustraer" o "robar" y también "botín" y "captura". Ello a mi parecer porque la ninfa
Britomartis protegía a los cazadores y sobre todo a los pescadores, a la vez que tenía un sentido
unificado a "expolio", tanto que seguramente era la patrona de los piratas (no olvidemos que
antiguamente fue común que los barcos de pesca, actuaran como corsarios, atacando y hundiendo naves
extranjeras o ajenas a su Ciudad o Estado).

Por ello, pese a que Pausanias aclara y escribe que los cretenses la adoraban como Diktina y los Egeos
como Aphaia (la invisible) (6) , otros autores le dan también a Britomartis el epíteto de "Lafria", que
significa la "que expolia". Voz que en mi opinión procede del griego "lafuron" (), que significa
"despojo", "botín", "presa" y que creo hace referencia posiblemente a un culto a esta diosa muy
relacionado con el Hermes más antiguo (patrón de los ladrones, comerciantes, viajantes y
estafadores...). Por ser este el que protegía en el viaje y el comercio, guardando la mercancía; pero
también el divo de los piratas y quien ayudaba a los salteadores y ladrones. Un dato de gran importancia
para comprender que la deidad Britomartis se relacionaba y era antecesora de los Mercurios más
antiguos; dios del mercado que ya vimos nace en Grecia en época muy tardía (sobre el siglo VIII a.C.),
heredando los atributos de otras divinidades de la prosperidad y la fertilidad. Adorado en la figura de los
postes y montones de piedras que se situaban en los cruces de caminos en ocasiones con sentido ritual,
pero a veces solo para no perderse. Mojones que se denominaban Herma -de donde toma su nombre
Hermes- y que mucho tenían que ver con las primeras representaciones de Britomartis, de las que ya
dijimos eran un tosco "xoana" (escultura de madera cilíndrica y con sentido fálico, seguramente nacidas en
cultos hacia esta diosa venerada entre las estalagmitas o estalactitas de las cavernas sagradas de
Creta) (6-b: "Cita sobre entradas").

AL LADO: Lugar de la isla de Elounda, donde se hallaba la ciudad de


fundación minoica, Oulus y la griega de Phokas (a una y otra orilla de aquel islote). Al fondo, en la foto
vemos los montes Dikteos y la sombra de las costas de Agia Nikolaus, actualmente la gran capital de
la bahía. Ciudad que apenas dista unos siete kilómetros de las ruinas de otra urbe griega
denominada Lato (forma doria del nombre de Leto, esposa de Zeus y madre de Britomartis). Agia
Nikolaus (San Nicolás) era el puerto de aquella Lato, polis que se sabe era de fundación doria (posterior
al siglo XI a.C.), , mucho más tardía que el mito y lugares de Britomartis. Anque se extiende y halla en
las colinas de Lasiti también llamadas Dikteas, camino de la cueva de Zeus; de lo que se
deduce hubo de ser un lugar sagrado y muy relacionado con la Ninfa. Por lo que el nombre de la
ciudad y del monte sobre el que se levanta, nos recuerda al de la progenitora de Britomartis
(Leto, divinidad que parió a Apolo y Artemisa) e indica su unión a los cultos y mitos de aquella doncella a
la que denominaron igualmente "la red". Montañas a las que indistintamente se dice Dikteas o de Lasiti;
voces que también nos indican cómo la cordillera pude ser la personificación de la madre de la ninfa.
Debido a que Leto y Lato, pronunciadas en dialectos griegos, pudo derivar hasta "Lasto" o "Lasiti".

ABAJO: Vista de los picos de Canea (Chania, en Creta), con la iglesia y villa de Agios Nikitas en
primer término. En esos Montes Lektaon es donde narra la historia que tuvo su mayor santuario
Britomartis; siendo a nuestro juicio muy probable que los lugares de peregrinaje y los templos que
proliferan hoy en esas inmediaciones tan cercanas a la población de Vamos ( ), tengan su origen
sagrado en aquella veneración a la mencionada diosa cretense. No debiéndonos extrañar que la
reverencia a este emplazamiento, donde se situaron varios monasterios ortodoxos; se debiera a la
herencia de su sacralización hace cuatro mil años, en el culto a Britomartis. Al ser estas las montañas
donde se supone huyó la ninfa durante nueve meses, para ocultarse del rey de Creta.

AL LADO: Mapa de Creta de 1688, editado como


cartel por el patronato de turismo de Vamos () a cuya oficina agradecemos nos haya facilitado
el presente grabado veneciano del siglo XVII (en especial a la Srta. Klio). En este, podemos observar la
isla tal como la concocían los italianos en aquella época, teniendo la gran particularidad de presentar los
nombres de las antiguas poblaciones y de los lugares. Situándolos donde por aquel entonces se
consideraba se encontraban determinadas ruinas y restos de la Antigüedad. De tal manera y si lo
ampliamos, veremos cómo en el lado NorOeste de la isla (bajo las letras que inscriben sobre el mar
CRETIUM MARE, NUNC MARE) se halla Cidonia. Allí, en la costa y en la desembocadura del rio se
encuentra la ciudad que recoge y confunde con la de Chania, donde pone "Minoa Polichnia" (que
corresponde realmente a la Polirrenia minóica, que se situaría mucho más al Oeste). Habiendo
invertido los carteles y estando Polirrenia donde pone Cidonia; mientras la actual Chania ( ,
Canea en español) se halla donde marca la Polichnia Minóica, junto a la bahía de Souda.

Siguiendo la cordillera bajo aquella urbe, hacia el interior y al lado del rio, se halla el cartel
de "Diktinae Templum" (a la derecha y bajo las montañas). Marcando el lugar exacto donde se
consideraba estuvo el templo más importante de Britomartis de toda Creta antigua, situado en esas
estribaciones de la provincia de Cidonia. Por lo demás y en diferentes imágenes posteriores veremos y
analizaremos más sobre este interesante mapa, que describe los lugares sagrados y antiguos del
archipiélago (en especial los dedicados a esta Diktina ).
ABAJO: Fotografía tomada desde la población de Bamos () que recoge el lugar exacto anterior
marcado como TEMPLO DE DIKTINA por la imágen superior (siguiendo las coordenadas y menciones de
los autores clásicos principales). Sitio privilegiado y cuyas montañas Cidonias se levantan a pocos
kilómetros del mar, alcanzando cimas como la el Pacnes, de 2452 metros de altura. Sus nieves son
semiperpetuas (la foto corresponde a meses de verano) y la flora y fauna del lugar es prodigiosa,
contando con el desfiladero-cañon de mayor longitud de Europa. Por su parte, la cercanía al
Mediterráneo de sus picos, hace que navegando o desde la costa, se observen estas moles montañosas
como colosos. Algo que atemorizaría a todo extraño e imaginamos fue la mayor defensa de Creta; ya
que muy difícil debió resultar en la Antigüedad conquistar una isla tan extensa, rodeada de cordilleras
y cuyas fértiles llanuras se sitúan su mayoría en el interior. Arropadas por cimas de gran altura, que
actúan como una muralla montañosa protegiendo y cerrando el paso por todo su archipiélago.

Este debió ser uno de los motivos que hizo de la diosa de la Montaña (Britomartis) la deidad más
venerada entre los minoícos; habida cuenta de que esos picos permitirían no solo la vigilancia, sinó
además la huida y lucha a los cretenses en caso de invasión. Por lo demás, las cordilleras de la
isla están plenas de flora y fauna, destacando la riqueza forestal y agrícola que producen
(siendo riquísimas en agua que envían desde sus cimas -diez meses nevadas- a la gran mayoría del área
costera). Viendo estas imágenes no es difícil entender porqué la divinidad del monte (junto al cielo)
era la más importante del Egeo. Deidad que en principio fue esta Diktea (Señora de los Animales)
pero que más tarde y al llegar el patriarcado (con la Edad del Hierro), se sustituyó por Zeus -nacido
en los montes Dikteos y luego rey del Olimpo, quien vigilaba Atenas desde su alto urbano:
Akrópolis-.

Sobre el culto y templos de la "Dama de la Fieras" que estudiamos, muy importantes son los datos que nos
presentará Estrabón (7) ; quien tras haber dicho que se llamaba Diktea, comenta que este nombre le fue
impuesto por los cidonios (que sabemos son los habitantes de la actual Chania=Canea donde nació la
diosa). Siendo este geógrafo griego, el que dice que en la mencionada cordillera de Cidonia, se hallaba
el templo de mayor culto a Britomartis; aunque aclara que aquellos picos eran los que él llama Tytiros
(y actualmente se denominan Lektaon -recogidos en la foto superior-). Explicando Estrabón que las
citadas cimas de Cidonia, en verdad no se correspondían con las montañas Dikteas, que se encuentran
en el otro lado de la isla. Terminando con la afirmación de que en esos otros picos Dikteos es desde
donde se arroja Britomartis, estándo en el Este de Creta (aunque los confunden los cidonios con los
suyos propios, pese a que se sabe la ninfa no saltó desde esas colinas a las que llama Tytiros -hoy
Lektaon-). Continúa narrando Strabo que aquellos lugares de los Tytiros, se hallaban los Polirrenios (de la
Polichnia antes vista), quienes adoraban a Britomartis en el templo mayor de esta deidad existente,
que fue construido en los límites fronterizos de Chania (Canea) y en la ciudad de Liktos (8) -todo que
para nosotros sin lugar a dudas se identifica con lo antes visto en imágenes; que se corresponde con las
faldas de los montes Lektaon; situándose el templo de Diktea muy probablemente en un emplazamiento
cercano a Agia Nikitas, aunque más al NorOeste (justo el punto que recogemos en las diversas fotos que en
este artículo comentamos)-.

Además de otras menciones a Britomartis citadas por los clásicos, quienes comentan con asombro y
descripción detallada los lugares donde se adoraba en Grecia a esta diosa (9). Es de destacar algunos de
los datos que debemos a Pausanias, quien relata cómo en Creta, entre los dos "xoana" más antiguos
hechos por Dédalos, se encontraba el de Diktea, en la ciudad de Oulos (que ya sabemos se halló frente
a las playas de la actual Eluonda -ver fotos-) (10) . Estas dos últimas referencias son fundamentales y más
adelante las estudiaremos en su relación con Hermes y otros dioses. Puesto que cuanto vamos conociendo
nos explica ya el origen del culto de esta diosa, tan relacionado con la montaña y los mares, pero a su
vez con el metal y el trabajo. Al ser aquella una benefactora de la pesca y de la caza, pero sobre todo
una deidad relacionada con la fertilidad; todo lo que haría identificar a la ninfa con la bahía riquísima de
la antigua Oulos, (hoy Eluonda, junto a Agia Kilolaus). Tanto como se entiende con ello la cercanía de los
ritos de Britomartis a los de Hermes, lo que explica su carácter benefactor relacionado con la
economía, algo que se expresa en la veneración de la diva unida a la del Labrys (hacha doble que
simbolizaba el metal, las armas y el progreso). Al igual que su representación en un "xoana" o cipo muy
simple de madera (con reminiscencias de las estatuas en forma de falo que simbolizaban la buena
cosecha) (11) .

Finalmente sobre lo que nos dicen los clásicos de aquella ninfa, añadiremos una extraña historia narrada
por Filostrato en su "Vida de Apolonio de Tiana" (12); quien cuenta cómo aquel santón y filósofo fue
hasta Creta (donde se cree que murió). Allí se acercó una noche cerrada hasta el templo de Diktina,
recinto que guardaban perros fieros; pero al aproximarse hasta los canes conocidos por su
agresividad, aquellos dejaron de ladrar y se aproximaron a Apolonio de forma amigable y cariñosa. Tan
extrañados quedaron los encargados del templo -quienes temían tanto a los perros que a pesar de
conocerlos no se atrevían a darles el trato ni a aproximarse a ellos, como lo hizo Apolonio-, que creyeron
que el filósofo pitagórico los había drogado o hechizado. De tal modo ordenaron apresarle, pero
curiosamente las cadenas que le pusieron se abrieron; tras lo que el santón volvió a acercarse al lugar
de Diktina, cuyas puertas entonces se abrieron solas permitiéndole la entrada a ese emplazamiento
sagrado de Britomartis. Llegando así Apolonio hasta el interior de su recinto, donde estaba un coro de
virgenes cantando un himno celestial.
AL LADO: "Lago" o albufera marina de Eluonda. En la imágen
podemos ver al fondo este pequeño pueblo que desciende del antiguo Oulos y sobre él, el último pico de
los montes Dikteos: El Lasiti de Eluonda de unos 760 metros de altura y junto al mar. Tras ese punto y
siguiendo en linea recta a unos cinco kilómetros -del otro lado de la montaña- se encuentra
Driros población donde se hallaron algunas de las esculturas en bronce más importantes de Grecia. Nos
referimos a la llamada Triada de Driros, un conjunto de piezas vaciadas de las que hablaremos en otras
entradas; que demuestran la importancia sagrada del promontorio que observamos en la foto donde se
hallaba un lugar importantísimo de Britomartis. Por su parte y siguiendo en recto por esta cordillera, a
unos setenta kilómetros, se halla el monte donde la leyenda afirma que nació Zeus. En la cueva
denominada hoy Antro Dikteo (en el pueblo de Psijro), que dedicaba su culto al dios del Olimpo
quien en un principio también se llamó "dios de las redes" (Zeus Dikteo, como las estribaciones
montañosas). Caverna que fue excavada por varios arqueólogos (entre ellos Arthur Evans a fines del
siglo XIX), quienes descubrieron que inicialmente fué una gruta donde se reverenciaba a la diosa
madre, aunque al llegar los dorios y a fines del periodo minóico (hacia el siglo XI a.C.), cambió su
religión por la de este Zeus Dikteo, cuyo mito narra que allí nació y que posteriormente fué escondido en
otra gruta sagrada de la isla, para que su padre Cronos no lo devorase -en el monte más alto y central de
toda Creta (el Ida)-.

ABAJO: Vista general de la bahía donde se hallaba Oulus; actualmente su población se llama
Eluonda. Al frente en la foto, observamos "la isla", que era el lugar donde se ubicaba aquella urbe en la
que se adoró con veneración a Britomartis. Esta ciudad embarcadero hoy perdida, se encontraba justo
en la zona central de la imagen, en el pequeño tramo que une la islita y la tierra. Allí y en el medio
(donde se enlaza el islote a Eluonda por un puentecito y se aprecian dos partes de terreno) se levantó la
mencionada Oulos, hoy desaparecida casi en su totalidad bajo las aguas. Las excavaciones llevadas a
cabo en el siglo XIX por la "escuela italiana" dieron como fruto el hallazgo de gran parte de sus
ruinas y la confirmación de su orígen minoico (al menos hacia el siglo XV a.C.). Posteriormente, en
1960 el profesor Nikolau Platonos descubrió su gran templo, junto a otros numerosos hallazgos de
importancia.

Observemos en la fotografía cómo esta bahía conforma una gran albufera cerrada, que en su lado
interno -el de Eluonda- es de poca profundidad. En ella claramente se pudo pescar con facilidad, tanta
como para quizás lograr hacerlo con la mano o por medio de cercados y muretes levantados en piedra y
maderas. Un sistema milenario denominado almadraba, que precedió a las redes y que se sabe era el
medio más antiguo de pescar. Siendo nuestra teoría propia que el culto a Britomartis como señora de
las redes y la montaña, quizás nace en esta zona de Creta, donde gracias al cierre y formas de la
cordillera, no se precisaba de ayuda alguna para conseguir peces. Bastando con levantar un muro en
el agua y esperar la subida de la marea, para luego cerrarlo y tomar de allí las capturas. Algo que pudo
originar la adoración a una señora de los animales, o a una patrona de la pesca, en un lugar que
"regalaba" los peces o que facilitaba enormemente capturarlos. Como dato que puede corroborar
cuanto decimos, añadiremos que actualmete en el emplazamiento de la hundida Oulus se hallan las
salinas de la ciudad; sobre metros de muretes que claramente nos recuerdan a almadrabas (cercados
que antiguamente pudieron tener este uso de redes naturales).

Antes de entrar en profundidad sobre el análisis y significado de la diosa de las redes y de la pesca
(Diktea), desearíamos tratar acerca de historia anteriormente descrita; en la que se narraba como el
"santón" (o filósofo) pitagórico Apolonio de Tiana obró ciertos milagros en su templo. Recinto sagrado
que como narra Filostrato se cuidaba con perros, lo cual nos proporciona determinados datos, que no
solo relacionan a Britomartis (Diktea) con Artemisa, sinó que explicarían la aparición de algunos tipos
y figuras mitológicas de origen cretense en la Historia (hasta hoy apenas tratados en relación a la diosa
de los animales). Nos referimos a los Telquines, daimones procedentes de Creta, inventores de la
metalurgia y que poblaron Rodas (entre otras islas del Egeo) quienes tenían cabeza de perro. Brujos que
participaron en el inicio de los tiempos, tanto que forjaron la hoz de Cronos y el arpón tridente de
Posidón. Metalurgios de los que la mitología habla denominándolos "difamadores"; por ser esta una palabra
que al parecer en griego se dice de forma similar a "teljines" (), pese a lo que ya dijimos que para
nosotros el nombre de aquellos más nos parece derivar de las voces "tele"+"kines", que significarían
"movimiento a distancia". Recordando su nombre las virtudes y prodigios que obraban, logrando los
terremotos y los cambios meteorológicos -Concretamente consideramos que su denominación viene de
"teleo" () y "kines" (), cuyo significado sería el de "los que realizan el movimiento"; en el sentido
de magos o de gentes relacionadas con los seismos y cambios meteorológicos-.

De tal modo, su leyenda recoge que estos a quienes se les denomina "sabuesos de Artemisa", fueron los
primeros pobladores de Creta y Rodas, tanto como los inventores de la metalurgia. Sus orígenes están
llenos de extraños hechos que les llevan a ser considerados demonios, tanto que Zeus decide
castigarlos, para lo que envía un terrible diluvio que hunde sus islas y carga de nubes negras el cielo y de
azufre el aire (13) . La anterior descripción de cataclismo sin duda alguna creemos que responde a lo
que sufrió el Imperio Minoico en su destrucción: La explosión del Tera-Santorino. Isla situada a unas
cincuenta millas al Norte de Creta y que sobre el año 1650 a.C. "nació" como volcán, llevando al caos a
toda la parte oriental mediterránea. Un desastre que al parecer fué varias veces superior a la erupción del
Krakatoa y que extendería una noche de cenizas durante meses -o quizás más de un año- por toda la zona
egea. Área del Tera, que fue devastada primero por la explosión del volcán y tras ello, por el
maremoto que arrasó las islas colindantes. Después se sabe que vendría la lluvia de meteoros
disparados por el cráter (que incendiarían y dañarían el entorno), para finalmente generar una nube de
cenizas con gases, que contaminaría la zona e impediría siquiera tener verano durante meses, o el cultivo
normal de cosechas durante algunos años en sus proximidades (a causa de las lavas y dela falta de luz).

Estos hechos que acabaron con la Creta Minoica y con el Imperio de Minos hacia el 1650 a.C., creemos
que son los que describe el recuerdo de los Telquines; a quienes se tiene por los primeros moradores
de Creta, Chipre y Rodas, siendo los iniciadores del metal y unos magos con terribles poderes. Su aspecto
con cabeza de perro, mucho nos recuerda a lo que narra el relato antes mencionado de Filostrato -en
la vida de Apolonio de Tiana-; en el que cuenta que el templo de Britomartis de Creta estaba vigilado
por canes. De un igual modo los Telquines pueden habernos descrito perfectamente los ceremoniales
sagrados de los sacerdotes de Díktina, con sus extraños ritos como diosa de los animales. Cultos en los que
se rendía pleitesía a las fuerzas de la naturaleza, siendo oficiados principalmente por sacerdotisas
enmascaradas en ocasiones con caretas zoomorfas. Por todo cuanto la relación entre Britomartis y los
Telquines nos resulta a nosotros plena, tanto que ya dijimos como a estos se les denominaba "los
sabuesos de Artemis", considerando Robert Graves (14) que eran a su vez "emanaciones de la diosa Luna
Danae".

AL LADO: Vista de la Bahía de Agia Nikolaus (en español San Nicolás


de Creta). En la foto podemos observar al fondo la ciudad con su puerto (donde algunos consideran llegó
Europa cuando fue raptada por el toro, llevándola hasta Creta). Al fondo en la imagen, de nuevo los
montes Dikteos; mientras a la derecha de Agia Nikolaus, se halla el camino hacia Lato. Las ruinas de
la antigua ciudad perdida doria, situada a unos siete kilómetros en el interior y que lleva el nombre
de la madre de Britomartis: Leto (Lato, en dialecto dorio).

ABAJO: Otra fotografía reciente de lo que queda de la ciudad de Oulos (en gran parte bajo las aguas)
que se levanta en un pico final de los Dicteos, junto al mar. Es este el lugar exacto donde en mi opiniòn
debiéramos situar el llamado "salto de Britomartis"; pues como ya dijimos en la imagen anterior
(donde igualmente veíamos este monte), la sacralización de esa colina se demuestra por los importantes
hallazgos habidos en sus faldas. Ya que del lado opuesto al que vemos y a unos cinco kilómetros de la
costa, se encontraba un templo que guardaba la llamada Triada de Driros. Conjunto escultórico del
siglo VII a.C. encontrado en esa población (Driros), compuesto por tres piezas, que representan a
Britomartis y su "familia" (Leto y quizás Apolo). Esculturas que se consideran los modelos "vaciados"
más antiguos de toda Grecia. Todo lo que demuestra el culto a esta diosa en la colina, tanto como la
condición sagrada de la montaña que vemos.

Cuanto vamos analizando, concuerda con mi teoría de que esa Diktina "Señora de los Animales" pudo
ser venerada como deidad de las almadrabas en la bahía de Eluonda (junto las faldas de esta
cordillera "redil"). Ello, porque como sabemos, estos montes Dikteos se traducen del griego por "las
redes" y en efecto actuan como si fueran redes de pesca, cerrando una albufera y creando una bahía
cercada por sus colinas. Cordillera que genera un "Mar Menor" en cuyo fondo bastaría con poner
pequeños muretes para conseguir grandes capturas de peces. En nuestra Península Ibérica se sabe
que este sistema de pesca -que aún se lleva a cabo en ciertas zonas del Soroeste-, cuenta con
construcciónes que tienen más de tres mil años de antigüedad (en especial en las costas de Cádiz y
Huelva, donde sus almadrabas son milenarias). Un arte en la pesca que curiosamente se practicó desde
tiempos inmemoriales; precisamente en los mismos lugares donde llegaron los primeros metalurgios
a nuestra tierra, venidos desde el oriente mediterráneo (hace ya casi cinco mil años y en busca de
nuestro estaño y cobre).

En nada nos debiera extrañar que esta cultura del metal cretense que se desarrolló en el Bronce
dominando el Egeo y que construía almadrabas (entre las albuferas). Fuera la misma que se instaló en
las costas cercanas a las minas de Rio Tinto y en las desembocaduras fluviales ibéricas (plenas de oro y
plata por entonces, como las del Darro o del Guadalquivir). Gentes que vinieron a explotar nuestros
yacimientos desde el III milenio a.C. y que igualmente importarían otras técnicas y formas de
vida (entre ellas seguramente las almadrabas, que se saben milenarias en el Sur Peninsular). Siendo esta
diosa Britomartis la que se adoraba como señora de las redes (Diktea); cuya forma de capturar peces
pudo perfectamente relacionarse con esta cordillera que formaba grandes albuferas. Así, adorada
como diosa de la montaña, Britomartis era patrona de la caza, la pesca y diosa de los animales;
aunque también del metal. Algo que se comprende por ser el bronce (o el hierro) imprescindible para
cazar y pescar, pero sobre todo para navegar y hacer barcos. Todo lo que constituía la fuente industrial
y económica de la que nació el reino de Minos y la cultura cretochipriota (que se cimentaba en la
navegación, para la que es fundamental la metalurgia). Una civilización basada en el bronce, lo que se
simbolizada en el hacha doble, junto a la cual se representaba comunmente a esta señora de la montaña:
Britomartis.
Por su parte y continuando con los Telquines, su número de nueve los relaciona con tres triadas (3 x 3),
lo que vuelve a llevarnos a las religiones cretenses -en parte, de gran influencia egipcia- y a rituales del
mar (habida cuenta que los moradores de la Barca de Ra eran igualmente nueve). Siendo también de gran
importancia el dato que nos aporta Graves sobre el significado de su nombre, relacionado Telquines con
Tirrenios. Considerando este investigador y escritor, que aquellos monstruos que eran una combinación de
pez con perro y mujer, tenían relación con los mascarones de proa tirrenios, en cuyos barcos figuraba este
tipo de quimeras (o engendros antropomorfos, mitad pez y culebras, con cabeza de can). Escribiendo
textualmente sobre aquellas Telquines que pertenecían "a un primitivo pueblo matriarcal de Grecia,
Creta, Lidia y las Islas Egeas, al que persiguieron los patriarcales helenos invasores; absolviéndolos
y obligándolos a emigrar hacia el Oeste"; tras haber mencionado que estos son el posible origen de
los Tirrenios o Tirsenios (ver 14) (a lo que añadiremos que estos son quienes entre otros mundos, iniciaron
el etrusco y seguramente el tartessio).

El mismo autor, en otra parte de su estudio las identifica con las adoradoras de la Luna, escribiendo:
"Las tres Danaides conocidas también como las Telquines o magas, que dieron nombre a las principales
islas de Rodas, eran la triple diosa lunar Danae" (15) -a lo que habría que añadir que tal unión de
nuevo nos lleva hasta Artemisa, a Hécate y Britomartis, todas divinidades lunares-. Siendo por lo demás
esos Telquines, seres mitad pez y cola serpiente, con cuerpo mujer y cabeza de perro; algo que nos
recuerda mucho a los cultos de Artemisa-Britomartis. Estando su leyenda muy unida a los comienzos
de la metalurgia, e incluso a la de la Atlántida. De tal manera, se piensa que su mito describe una
civilización perdida y de grandes habilidades con el cobre y que vivió en el Egeo durante la Edad del
Bronce. Expulsadas más tarde de esta zona por los dioses (entiéndase por las inclemencias o los
cataclismos) en tiempos cercanos a la aparición de los griegos (hacia el siglo XI a.C.). Todo que
perfectamente se corresponde con la civilización minoica, destruida por el volcán Tera-Santorino
(tanto como con su heredera la micénica, que pervive hasta el siglo XI a.C. en el Egeo).

Hemos de unir a los datos anteriormente comentados, el lugar de origen de los Telquines, que era
Creta -según la mayoría de autores clásicos-. Tanto como su labor de expansión, fundación y conquistas,
que se debió a sus habilidades con el metal (y a la magia). Generando con sus prodigios que nunca
revelaban, las primeras estatuas de los dioses, al igual que múltiples ingenios y armas -lo que les concedió
gran fuerza-. Un poder que comienza en el referido archipiélago minóico y siguió hacia la de Chipre,
desde donde pasan a Rodas, tanto como a otras islas del Egeo; conquistando finalmente parte Lidia, de
Anatolia y algunas zonas de Grecia Continental. Un relato que como decimos se corresponde
perfectamente con lo que realizaron los minoicos, desde los siglos XX al XVII a.C., y después los
micénicos del XVI al XI a.C.. Por lo demás y como dato curiosísimo, hemos visto que las primeras y más
antiguas estatuas de bronce vaciado fueron halladas en Driros, población que está a muy pocos kilómetros
de Eluonda - en la ladera opuesta del monte fotografiado en imágenes superiores (ver pié de fotos)-. Ello
hace suponer que la técnica del bronce en Creta era la más avanzada del Mediterráneo (algo que
demuestra toda su toréutica) y de nuevo encaja con la descripción mítica de las Telquines.

Por su parte, los atributos y aspecto de esas Telquines se corresponden en gran parte los de las
Gorgonas, no solo por su número de tres y su cuerpo serpentiforme -con rostro horrible, o canino-, sinó
también porque igualmente eran capaces de matar con la mirada. E incluso, tal como venimos
explicando, se relacionarían plenamente con el significado que damos a Medusa; mito que
consideramos como símbolo y sublimación de los metales (en especial del bronce, que se usaba para
hacer corazas, en las que se esculpían estas cabezas gorgoneas). Ello porque el sentido mítico de la
Gorgona -para mí- comenzaría precisamente desde unas leyendas nacidas en etapa micenia, con el fin
de idealizar la obtención, el trabajo y el uso del cobre (como protector en la guerra). Algo que uniría la
historia de la Gorgona con la de los Telquines, quienes fueron los primeros metalúrgicos y creadores de
esas armas; tanto como los que expandieron este saber por el Mediterráneo. Daimones que muchos
equiparan con los Curetas, iniciales moradores de Creta y quienes igualmente inventaron las armas y
escudos de metal.

Dicha identificación entre Telquines (los Dáctilos o Coribantes), y los Curetas que criaron a Zeus en el
monte Ida de Creta, ya la menciona Estrabón (16). Siendo en mi forma de comprender el mito (tal como
muchos consideran) aquellos "dioses curetes" igualmente la mitificación de los minóicos; civilización
cretense desaparecida con el Tera que se sabe expande el bronce por el Mediterráneo. Por su parte y
en lo que se refiere a la unión entre Creta y Cureta, hasta el propio nombre de "Curete" se correspondería
con el de la isla. Ya que Creta y Chipre, en mi teoría son voces que nacen del indoeuropeo "urre", cuya
traducción es "rojizo". Términos que darían como resultado las palabras "cupre", "cobre" o "cooper"; tanto
como las propias de Creta, Chipre y Cureta, que solo significarían -en mi opinión-: Cobre (Bronce).

Regresando a los Telquines, Según Ovidio (17), Zeus no los perdonó al haber manipulado los fenómenos
atmosféricos, por lo que inundó Rodas y los destruyó convirtiéndoles en rocas. Aunque otras fuentes
advierten de que pudieron huir de sus islas antes de que estas fueran aniquiladas, al haberles advertido
Artemisa. La narración anterior de nuevo ratifica lo que en mi opinión simbolizan las mencionadas
Telquines: El recuerdo mítico de la civilizaciòn minoica y su sacerdocio de Britomartis;
cultura destruida hacia el 1650 a.C. por el Tera. Significando el hecho recogido por el que Artemisa les
advierte (logrando huir de la isla antes de ser aniquilada), que posiblemente, por medio de la lectura de
fenómenos atmosféricos -o del comportamiento de los animales-, sus sacerdotes de esta Diktina
lograron que una parte de los habitantes de Creta se marcharan de la isla antes de que fuera
completamente arrasada por el volcán (hechos que ratifica la arqueología que da muestras de la huida
de los residentes en los palacios minoicos en estos momentos del siglo XVII a.C.; tras los que aquellos
edificios fueron en gran parte incendiados y sepultados por cenizas candentes del Tera).
AL LADO: Detalle aumentado del mapa anterior (lado Este de
Creta), en grabado del siglo XVII que nos ha facilitado la Oficina de Turismo de Vamos () a la
que agradecemos su atención -en especial a Miss Klio-. En este plano de 1688 que invitamos a observar
con detenimiento, podemos observar la bahía de Agia Nikolaus y Eluonda, dibujada tal como la
entendían los venecianos hace más de trescientos años . Ampliemos la imagen y veamos el golfo que
denomina de Chersonesos y que aparece en el centro. Esta zona es de la que hablamos en nuestros
comentarios anteriores (hoy llamado de Merambellou) y donde se hallan las poblaciones de Agia Nikolaus
o Eluonda, que venimos estudiando. El mapa, equivocadamente sitúa la ciudad perdida de Olous
(marcada con una isla en azul) en el extremo derecho del cabo -al Este del golfo, donde hoy está Moni
Feneromenis-. Aunque la arqueología moderna ha demostrado que Olous se hallaba en el lado opuesto
(punto que encontraremos a la izquierda de la bahía y en donde se escribe la letra "CH" de
"Chersonesos").

Por su parte, la actual Agia Nikolaus es marcada en el plano con una pequeña edificación al Oeste del
Golfo (que significa "población") y a su lado un poco más al Sur, sitúa EL LABERINTO DE CRETA. Este
punto que podemos ver claramente con la marca "Labyrinthus", es donde en realidad se halla la
ciudad doria de Lato (que dijimos se llama Leto, por la madre de Britomartis -Artemisa-). Urbe helena y
no minoica (como las de los Laberintos) cuyo puerto era Agia Nikolaus, desde el que se iniciaba el camino
hacia la zona sagrada de Creta: La gruta de Zeus en los Montes Dikteos. Así en este mapa, a la izquierda
de aquel Laberinto, se halla dibujada la mencionada cordillera Diktea en cuyo centro podemos ver
los nombres de Piranto (Pyrantus) y Gortina. Este último punto es el que en mi opinión es actualmente
Agius Georginas, palabra que recuerda a la anterior aunque no se corresponde con la ciudad que
menciona. Puesto que Gortina, sabemos gracias a la arqueología moderna que está mucho más al
Oeste, cercana a Faistos y bajo la actual Agii Deka (donde se hallan las ruinas de esta ciudad fundada
en el II milenio a.C. por micenios y que fuera capital de Creta en periodos como el romano).

Más lo importante del plano que venimos comentando es que sitúa Gortina precisamente donde se halla
la gruta de Zeus. Caverna en la cual el mito dice que nació el rey del Olimpo, en plenos montes de
Lasiti (junto a Lato) y donde en la más remota antigüedad se veneraba a un dios padre bajo el nombre
de "el de las redes" (). Aunque tal como los arqueólogos han confirmado, parece que en un
principio el culto rendido en esa gruta fue el de una diosa madre (al menos hasta fines del II milenio
a.C.). Deidad que mucho concuerda con Dikte (Britomartis) y que podría explicar por qué situaban los
venecianos en el siglo XVII la ciudad de Gortina en ese lugar, junto a la caverna de Zeus. Habida cuenta
de que el mito narraba que la ninfa Dikte había amado y vivido a Artemisa en Gortina, antes de ser
perseguida por Minos. Todo lo que les haría creer que la diosa habitó junto gruta que su padre y en los
montes que llevaban su nombre; por lo que seguramente en ese lugar marcaron la mencionada ciudad
que fue capital de Creta y donde vivió Britomartis.

ABAJO: Tímpano o escudo-gong ritual hallado dentro de la cueva del Ida, montaña donde fué
escondido Zeus para no ser hallado por su padre (Cronos), tras nacer en la gruta de los picos
Dikteos. Es una pieza creto-orientalizante, de bronce y fechada en el siglo VIII a.C. (propiedad del Museo
Heracleion, al que agradecemos nos permita divulgar su imágen). Se trata de un "tambor" o escudo
procesional de gran influencia asiria, en el que se representa la escena de Zeus y los Curetas
-correspondiendo iconográficamente con la mitología anatólica o mesopotámica, en la que el dios
figura sobre un toro y luchando contra un león, mientras sus protectores son "demonios" alados-.

Pertenece esta pieza al último periodo en el que existieron cultos en la caverna del Monte Ida (el
más alto de Creta); gruta que ya era sagrada al menos en el Neolítico y que durante la época minoica
fue usada como centro de devoción a una diosa madre (seguramente la posterior Britomartis). Como
era común, tras la llegada de los helenos a Creta, cambió la veneración de las deidades desde el
antiguo culto a la maternidad, hacia el del padre del Olimpo. Un Zeus que narra el mito fue ocultado
en la caverna de este monte (el más alto de Creta), donde se halló el tímpano de bronce que vemos.
Lugar donde también recoge la leyenda que los Curetas continuadamente realizaban ruidos con sus
armas, entrechocando sus escudos, saltando y danzando con fuerza; para evitar así que Cronos
oyera el llanto de su hijo y lo descubriera. Tal como sabemos, estos Curetas que fueron las los
cuidadores de la infancia de Zeus, se identifican con los Telquines, quienes a nuestro juicio simbolizan
o recuerdan mitologicamente las oficiantes o sacerdotisas de Britomartis.

Para terminar esta primera parte acerca de Britomartis añadiremos como decíamos en el pie de foto, que
las Telquines son consideradas por varios investigadores de mitología unos mismos "daimones" que los
Curetas (con los que compartían varias atribuciones y hasta el dón del sortilegio, la profecía y la magia).
Curetas también llamados Coribantes; cuyo número variaba y que igualmente poblaron el reino de Minos
en épocas acestrales. Del mismo modo, ambas figuras mitológicas tenían un carácter relacionado con la
metalurgia. Lo que en los Curetas no solo se manifestaba en las armas y escudos de cobre (que fabricaban
y llevaban, chocándolos, para ocultar a Zeus con su ruido); sino que además aquellos eran hijos de Calcis
-o Combe-. Diosa esta del cobre (en griego "kalkos" = ) y quien inventó las armas de bronce.
Aunque sobre la relación entre Britomartis y los Curetas, tanto como de sus cultos y su significado
unido al de otras deidades como Medusa, continuaremos hablando en nuestro próximo artículo.

CITAS:

(1): Britomartis identificada con Artemisa en: Eurípides; Hipólito 145; Ifigenia en Táuride 126 y 127 // Diodoro Sículo Biblioteca de la
Historia; V.76 // Como hija de Leto, antecesora de Artemis aparece entre otros en: Calímaco; Hymno a Diana 189 // Pausanias; II, 30 -
3 // Aristófanes Las Ranas 1402 y 1358. Hablando indistintamente de Artemisa, Diktina y Britomartis entre otros: Aristófanes, Las
Avispas, 367 ss y en Las ranas, 1358 y ss // Apuleiyo, El Asno de Oro, 11. 5 y ss.

(2): Britomartis, identificada con Hécate en: Eurípides, Hipólito 141

(3): Relato recogido entre otros por: Servio; A Eneida, III, 171. // Calímaco; Himno III a Artemisa; 188 ss; quien a su vez añade que
la llamaron Diktina entre los Cidonios (zona de la actual provincia-ciudad de Canea = Chania) // Diodoro Sículo; Bibli. de la H. V.76;
da el mimo origen a la denominación de Diktina (ninfa de la Red) y a los montes de igual nombre como veremos en siguiente cita //
De forma casi igual habla de ello Estrabón, afirmando que los Cidonios (caneos) fueron los que la denominarion Diktina: Geografía,
X. 4. 12 //

(4): Diodoro Sículo, Biblioteca de la Historia; V. 76. 3. // como hemos visto antes algo muy similar dice Estrabón (Geog. X, 4.12)
relatando que el nombre de Dictina le fué puesto en la ciudad de Cidonia (hoy Chania) // Igualmente menciona este nombre de
Diktina Virgilio; Ciris, 305.

(5): Pausanias, Descripción de Grecia; II. 20. 3 // Antonino Liberalis menciona estos mismos hechos, tanto como menciona que la
estatua de Britomartis (como Afaea) estaba en el templo de Artemis, en Aegina donde la denominaban "la invisible". Antoninus
Liberalis; Metamorfosis; 40.

(6): Pausanias, Descripción de Grecia II. 30. 3

(6-b: Cita sobre entradas): SOBRE EL TEMA DE HERMES Y SUS PRIMERAS REPRESENTACIONES VER ENTRADAS DE ESTE BLOG PULSANDO
LUNEA AZUL:

62ª- Dioses del comercio y la prosperidad, venidos del cielo. (de Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El
Carambolo. Parte XXXIII). -PROCEDENCIA DIVINA DE LOS METALES Y SENTIDO SAGRADO DE LAS JOYAS-
VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/01/1-6.html

63ª- Mercurio dios del comercio y la prosperidad. (de Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo.
Parte XXXIV). -LOS DIOSES QUE ENVÍAN EL ORO Y LA PROSPERIDAD, RELACIÓN DE LA JOYERÍA CON LOS ASTROS-
VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/01/1-9.html
(7): Estrabón; Geografía, X. 4. 12

(8): Estrabón; Geografía, X. 4. 13

(9): Pausanias, Descripción de Grecia II. 30. 3; tanto como Antoninus Liberalis, en Metamorfosis 40; hablan del templo de
Britomartis en Aegina, llamando a la diosa "Aphea". Igualmente Pausanias, Op. Cit. III. 14. 2; menciona el templo de Britomartis en
Esparta diciendo que denominan a esta Artemisa cretense "LA SEÑORA DEL LAGO" (Limnaia".

(10): Pausanias Descripción de Grecia; IX. 39. 3

(11): Otra de las identificaciones que no debemos olvidar es la de Britomartis con la Luna. Ello hasta el punto de que Robert Graves se
expresa así en LOS MITOS GRIEGOS (89, 2) : "La diosa Luna era llamada Britomartis en la parte Oriental de Creta". Importante
afirmación que nos lleva a deducir no solo el posible origen de aquel culto al satélite de la Tierra, como figura de diosa marina
protectora de la pesca. Sinó al hecho de que su veneración quizás naciera en esta zona plenamente del Egeo, más próxima a Anatolia
y a Oriente Medio. Lo que explicaría no solo que aquella Britomartis era una forma de Isis, unida a la Señora de los Animales; sino que
además llega hasta Creta por influencia de Oriente Medio, teniendo por ello su origen en el lado Este de la Isla.

(12): Filostrato; VIDA DE APOLONIO DE TIANA VIII, 30.

(13): Sobre los hechos relatados, recogemos las siguientes fuentes históricas donde se narran: Ovidio, Metamorfosis; VIII, 365 y ss //
Servio, "Sobre la Eneida de Virgilio"; IV, 377 // Diodoro Sículo III, 55, 2-3.

(14): Robert Graves, LOS MITOS GRIEGOS (54, 1)

(15): Robert Graves, LOS MITOS GRIEGOS (60, 2)

(16): Estrabón. XIV, 601.

(17): Ovidio, Metamorfosis VII, 367


TELQUINES Y CURETAS (Dáctilos y Coribantes), "SERVIDORES" DE
BRITOMARTIS Y ANTECESORES DE MEDUSA. (De "Lo invisible en la
mitología": Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo.
Parte LVIII).
Publicado por Angel Gómez-Morán Santafé
en TARTESSOS Y LO INVISIBLE EN EL ARTE (04/07/2012)

Esta entrada es continuación de las anteriores. Recomendándose la lectura previa de aquellas que le preceden, para una
comprensión plena de cuanto exponemos en ella.

AL LADO: Nuevamente traemos la última pieza que veíamos en el


anterior artículo (esta vez tratada en b/n y mejorada en resaltados). con el fin de poder observar y
analizar los detalles. Como ya vimos, se trata de un "tambor de bronce" de tipo creto-orientalizante,
hallado en la Cueva del Ida (fechado en el siglo VIII a.C., y perteneciente al Museo Herakleion -al que
agradecemos nos permita divulgar su imagen-). Recordamos que esta caverna del monte más alto de
Creta era adorada al menos desde época minoica, por ser allí donde fue ocultado Zeus para que su
padre no lo descubriera. En la Antigüedad, periódicamente iba el rey de Creta (Minos) a consultar a la
gruta del Ida, considerada uno de los lugares más sagrados; centro de peregrinación dónde el dios
manifestaba al monarca y a sus sacerdotes las leyes que habían de cumplirse. Los objetos hallados
por los arqueólogos en el interior de esa cueva, concuerdan con los rituales y hechos que narra la
referida leyenda.

Un mito que enseñaba cómo los Curetes protegieron allí al niño Zeus danzando y chocando sus armas
con los escudos, con el fin de que el estruendo de sus bailes y el ruido de su armamento tapara el llanto
del recién nacido. Neonato que vino al mundo en una gruta sita en la otra cordillera de la isla (la del
lado Este, que ya vimos se denominaba Diktea o de Lasiti) donde le fue entregado a la Ninfa Ida (o
Adrastea) quien junto a esos Curetas (o Coribantes) cuidaron de el dios hasta su edad adulta. Observemos
la escena que representa este "plato-tímpano" ritual, en el que vemos en su centro la figura de Zeus
venciendo a un felino y elevado sobre un toro, con los atributos del dios solar hitita o hurrita (de
influencia asirio-caldea y en una imagen orientalizante). A ambos lados, baten los tambores unos
daimones alados representados igualmente con rasgos hititas o mesopotámicos -cercanos a Enlil o a
Ishtar-. Quienes si duda son los mencionados Curetas (Coribantes), tal como los verían o imaginaban
los griegos en el siglo VIII a.C.; momento del que data la pieza de bronce sobre la que plasmaron un
ritual de danza conmemorativo del Zeus salvado por los súbditos de Minos (y ya adulto).

ABAJO: Foto del monte Ida visto desde Festos (Phaistos); palacio minoico del cual dista unas decenas
de kilómetros, separado por la llanura de Gortina (lugar donde Britomartis amó a Artemisa). Domina la
cordillera del Ida la ladera norte de Mesara; valle sobre el cual se asientan los yacimientos de Festos y
Agia Triada -entre otros-. Observemos la impresionante imágen de esta montaña sagrada -ya desde el
IV milenio a.C.-, que arranca a pocos kilómetros del mar, alcanzando los 2456 metros en su
cima (que permanece gran parte del año nevada). Viendo su fotografía nos viene a la memoria un curioso
hecho que siempre me he planteado: Desde que comencé mis estudios sobre Creta Antigua (hace ya mas
de tres décadas), planteamos al íntimo amigo del profesor Vasos Karageorgis (llamado Petros Paskalis)
la cuestión del cómo podían medir los montes cuatro mil años atrás, con esa precisión. No pudiéndome
contestar, le expuse que los tres picos más altos de aquella isla fueron tenidos por sagrados ya en el
III milenio a.C. y que además su grado de santificación se correspondía con el de sus alturas. Siendo
estos, por orden de menor a mayor: El DiKte (situado al Este) de 2148 metros; el Pacnes (situado al
Oeste) de 2452 metros; y mencionado Ida, que se halla en el centro de la isla y del que hemos dicho que
se eleva hasta los 2456.

El orden de sacralización parece que fué el que sus alturas marcan; estando como ya sabemos
dedicado el Dicte al nacimiento de Zeus. Mientras el Pacnes era adorado en honor de su hija
(Britomartis), cuyo mito enseñaba que vino al Mundo en el lado opuesto al Dicte y en la provincia de
Canea. Nacida en la cordillera de Cidonea, donde en su pico más alto (el antes mencionado Pacnes) se
situaba el templo más importante de aquella ninfa. Por último, la más sagrada de todas las cimas
minoicas era la del Ida, que tiene con el Pacnes tan solo una diferencia de cuatro metros (y con el
Dicte, de trescientos ocho). Siendo increíblemente extraño cómo los minoicos sabían que era este Ida
la más alta de todas las cimas cretenses; tanto que aquella cumbre cumplía las funciones de
peregrinación y culto principal, en su religión adoradora de las cordilleras (tal como Evans ya advirió a
fines del siglo XIX).

Dejamos de este modo y al comienzo de nuestra entrada la pregunta que hoy proponemos,
cuestionándonos: ¿Cómo pueden llegar a medirse los montes con tal precisión en el III milenio a.C.?.
Tanta como para lograr saber que estos tres mencionados eran los de mayor tamaño en un
archipiélago de las proporciones de Creta. Máxime cuando se hallan algunos a distancias superiores a
cien kilómetros, e inmersos en cordilleras que a veces apenas dejan ver cual de todos es el pico más
alto. Habiendo llegado a conocer en la era de Minos, incluso que el Pacnes es menor que el Ida; un
hecho manifiesto al ser el último el centro de adoración de toda Creta -pese a que tan solo se
diferencian en cuatro metros, sobre un total de 2456-. La respuesta a nuestra cuestión está
evidentemente en la trigonometría esférica, tanto como en la astronomía y en el conocimiento de
mediciones en el mar o en el desierto (hechas con procedimientos de aliradas, luces y sombras
-realizadas en la noche y durante el día-). Enigma cuya solución de seguro se halla en las
civilizaciones que construyeron los zigurats y las pirámides (a comienzos de este III milenio a.C.);
cuyos "misioneros" o emisarios colonizarían por entonces tierras como la de Creta, con el fin
primordial de obtener y explotar sus riquezas (en especial la de sus metales).

En el artículo anterior habíamos estudiado el mito de Britomartis, diosa madre minoica y Señora de los
Animales. Vimos entonces cómo culto e historia confunden o asocian plenamente algunos personajes
míticos de carácter semejante y también procedentes de Creta. Nos referimos a los Telquines y a los
Curetas, quienes eran parecidos en sus atribuciones y funciones a esta divinidad femenina; pudiendo
tratarse los segundos de un recuerdo legendario de los adoradores y seguidores de aquella deidad
zoolátrica (Britomartis; quien vimos también era llamada Díktea, e identificada con Artemisa por los
griegos). Todo lo que ampliamente ya fuimos tratando anteriormente, incluso explicando el significado de
los Telquines, relacionado con los cultos a la diosa; pese a lo que no llegamos hasta los orígenes de la
leyenda "britomartica". Un mito y ritos que antenceden o proceden de otros unidos a los de su padre
-Zeus-, dios del Olimpo cuyo nacimiento se produce en Creta. Por cuanto exponemos, necesitaríamos
analizar en profundidad los comienzos y la venida al Mundo de Zeus, para comprender bien el sentido de
Britomartis (tanto como el de los Curetas, o el de los Telquines y otros daimones cercanos). Todo ello, nos
obliga hoy a indagar en el comienzo de esta historia, que se incia con el nacimiento de Zeus, en la
gruta del monte Dicte:

De tal modo, narra la Historia que el hijo de Cronos hubo de ser parido por su Madre Rea a escondidas,
en la caverna de aquellas cumbres a las que los cretenses denominaban "de las redes" () (1) .
Allí, fue entregado por su madre a una ninfa, hija un rey de Creta -que comunmente se
denomina Ida (como el monte)-, quien lo llevó hasta otro lugar de igual nombre a ella, donde el niño
fue ocultado para que Cronos no lo devorase. Habiendo sido en la gruta del Ida cuidado por ella y su
hermana Adrastea (2) , princesas cretenses cuyos padres se llamaban Meliseo y Amaltae (en la mayoría
de textos cásicos); confundidos estos monarcas con aquellas que fueron nodrizas del dios: La cabra Aix (o
Amaltea) y la abeja Melisa (Melisea) -quienes dieron su leche y su miel para el bebé divino- (3) . Allí, en
esa caverna, cuidaron del niño dios hasta que llegó a su edad adulta los Curetes o Coribantes;
daimones que bailaban alrededor de aquel para que el ruido o su llanto no fuera escuchado por el
padre Cronos (que engullía a su prole y había devorado una piedra creyendo que era su hijo Zeus).
Aquellos danzantes protectores del que más tarde sería dios del Olimpo -tras haber vencido a su
progenitor-, son sin lugar a dudas para mí la memoria mítica de la civilización minoica, de sus cultos y
de su religión (adoradora de una diosa madre Señora de los Animales). Tanto que como ya hemos dicho,
su nombre de Curetes o Curetas, nos recuerdan sobremanera al de Creta; voz que creemos desciende
al igual que Chipre del término indoeuropeo (y protoindoariano) "URRE", cuya traducción es
"rojizo". Palabra de la que nacieron vocablos europeos como el de "URO" que describe al "toro salvaje y de
tono rojo"; pero también los de "cobre", "cooper" o "cupre". Términos todos que vemos relacionados
plenamente con el nombre de Chipre y Creta (islas o civilizaciones del cobre), tanto como con el
mencionado de Curetas -nombre que pudo derivar hacia voces que dieron otras como "cupreta" que en
latín sigificaría "del cobre" y en griego "amarronados"; aunque en mi opinión la traducción más idónea de
"Curetes" sería la de "cretenses"- (4) .

Por lo demás, no hay que olvidar la existencia en la Historia de la civilización Hurrita, procedente de
una amalgama entre Estados y culturas como fueron Mitani, la Hitita y Mesopotamia. Hurritas
asentados en Oriente Medio (entre la actual Turquía, Irak y Siria), en zonas que pudieron tener gran
influencia sobre Chipre y Creta a fines del III y principios del II milenio a.C.. Por lo que el término
Cureta o "cretense" (tanto como "chipriota") quizás naciera de esta voz "hurre" o URRE, que
denominaba al tono "rojo" y a los Hurritas. Llamados los "hombres bermellones", al estar asentados junto
a las minas cúpricas de Asia Menor, siendo famosos por la explotación y el trabajo del cobre. Una forma de
llamar a estos semitas famosos por su apego al bronce y por el tono rojizo de cabellos, que quizás
derivó un milenio después y en la Edad del Hierro, hacia el de Fenicios (herederos en cierto modo de la
franja de poder de los Hurritas, cuyo nombre procede igualmente del griego "phoenix" = rojizo). Siendo
tan conocida la unión e identificación entre este tono broncíneo y ciertos pueblos asentados en Canaan y
Oriente Medio, que el mismo nombre de Esaú (el hermano de Jacob) significa "el rojizo" -entendido en mi
forma de analizar la leyenda bíblica, como la rama Hurrita de pueblos fronterizos y emparentados con los
de Israel y Judá-.

AL LADO: Vista del palacio de Festos (Phaistos), construido en el


siglo XX a.C. y derruido en el XVIII; nuevamente levantado poco después, fue uno de los principales
centros minoicos hasta el 1450 a.C. (posteriormente, en épocas micenia y doria, también fue un
importante emplazamiento). Al fondo observamos la llanura de Mesara que desemboca en el mar en
unos diez kilómetros al sur, terminando en el puerto de la actual Matala (embarcadero natural de los
palacios minoicos como Festos o Agia Triada). Frente a nosotros, las montañas donde se halla la
gruta de Kamares, otra de las cuevas sagradas cretenses donde los reyes de Festos y Agia Triada
realizaron numerosas ofrendas (halladas a fines del siglo XIX y actualmente en el Museo de Heraclion). El
culto a la caverna identificado con la diosa madre es común en gran parte del Mediterráneo, pero
parece que en la Creta de Minos tuvo una especial relevancia. Relacionando la montaña que nos
envía el agua desde sus cumbres, con la gruta; como si aquella caverna fuera la entrada a la diosa
tierra. Unas cuervas que se unieron en culto a la "divinidad madre" al identificarse con el útero de la
montaña; tanto como su refugio y aguas interiores, al de la matriz y el líquido que protege y "nace"
antes del niño.

ABAJO: Otra vista del Monte Ida, esta vez tomada desde las proximidades de Agia Triada (muy
cercana a Festos). Al fondo, las cumbres nevadas -incluso en verano- de la montaña sagrada
minoica. Bajo estas, el fértil valle de Gortina; donde se halló esta ciudad que fuera capital de Creta
y donde dice el mito que se amaron Britomartis y Artemisa (tanto como para que ambas diosas fueran
confundidas en una sola).

Continuando con los Curetes, narra la leyenda que eran un número de tres, cinco o nueve; inventores
de los instrumentos de metal, de la pesca, la caza y hasta de la música y de los objetos con los que se
crean las artes. También nos dicen los clásicos que fueron valientes guerreros, tanto como danzantes y
músicos que instituyeron los ritos órficos y hasta los juegos olímpicos (5). Confundidos con los Dáctilos,
en su número y funciones (que es también el de los dedos, algo que se refiere al nombre de esos
geniecillos llamados de manera tan similar a "dactil"). Han sido igualmente identificados con los
Coribantes y los Telquines (y hasta con los Dioscuros), con quienes comparten muchas de sus funciones y
mitos (6) . Nacidos de la lluvia o de Gea (7) , se les hace los protectores y cuidadores de Zeus hasta que
el dios llegó a su edad adulta (8) . Sobre sus origenes, por lo común y en todos los textos clásicos los
hacen cretenses, pese a que algunos afirman que proceden de Frigia y con ello hemos de entender
que son "daimones" del mundo neohitita (aunque los que realmente los de origen anatólico fueron los
Coribantes, quienes eran sacertodes de la diosa frigia Cibeles) (9).

El significado histórico de estos genios, cuyo nacimiento probablemente sea orientalizante y responda
a deidades muy antiguas (de la Edad del Cobre); llegados como figuras mitológicas hasta Creta en el II
milenio a.C., procedentes de zonas hurritas o hititas (siendo exportados casi mil años después a Grecia).
En mi opinión personal está claramente unido a la aparición del metal en estas tierras creto-chipriotas y
al culto del bronce y del cobre; principalmente durante la época en que esos materiales sirvieron para
crear armas, escudos y corazas. Siendo unas formas de Hefaistos-Vucanos muy primitivos, entendidos
como "dioses Baal" de la fundición (señores del metal), adorados en Oriente Medio entre los milenios
III y II a.C.. Deidades protectoras del hombre, quienes regalaban a la humanidad las armas y el poder,
comunmente asociados con el fuego y los movimientos telúricos -identificados con las fumarolas de los
volcanes y los terremotos, a la vez que con los hornos de fundición- (10) . Por cuanto se representaban
comunmente con el hacha en la mano, relacionándose con los dioses de la luz y el rayo (simbolizando
la chispa o la brasa), al igual que con la tormenta. Fórmulas que comparten entre otros el famoso Teshub
de los Hurritas, que entre los Hititas se llamó posteriormente Taru (o Tarhan, de donde proceden con
seguridad nuestras voces "trueno" o "tormenta" por ser aquel el dios de ellas, tanto como lo sería el
posterior Taranos y Thor -de nombres tan parecidos al Taru hitita-).

Por lo expuesto, vamos comprendiendo cómo gran parte de la mitología y religiones creto-chipriotas
durante el II milenio a.C., eran de gran influencia orientalizante; es más, habría de decirse que en su
mayoría tenían un origen asirio-caldeo e hitita-hurrita. Cuatro civilizacines entrelazadas que comparando
y estudiando en referencia a la de Minos, nos darían las claves para hallar los comienzos de Creta y de
Chipre. Tanto es así que una gran parte de las deidades y rituales minoicos, que se nos hacen a veces
incomprensibles al carecer de escritos o documentaciòn que las describa. Pudiéramos llegar a
comprenderlas comparándolas con las de Asia Menor, Anatolia o Canaán; al tener Creta unos arraigos
tan profundos en el Oriente Medio de Assur, de Hatti o de Mitani. De tal modo y para mostrarlo,
tomaremos como ejemplo una fotografía que hace unos días divulgábamos en nuestras entradas, en la que
veíamos un héroe-dios luchando con una sierpe, a la que degollaba con un Labrys (o hacha doble).

Iconografía que aparece en un oinochoe chipriota fechado hacia el 650 a.C. y que es exacta a
las representaciones del dios hitita Kumarbi, el padre del panteón de esta civilización y que se
corresponde con Cronos. Narrando su mito cómo consigue vencer a su progenitor (Anu) arrancándole el
sexo (castrándolo o mutilándole de un picotazo). Pene y testículos que al caer sobre la tierra la
semillan, generando tres divinidades, entre ellas el dios del tiempo que en sí mismo era el propio
Kumargi. Un Cronos hitita cuyo mito y ritos han llegado intactos hasta los griegos, permaneciendo aún en
formas muy cercanas a sus orígenes hasta épocas tardias romanas. Tanto que las famosas figuras
del Cronos en cultos mitráicos halladas en los templos de esa religión (como los de Emérita
Augusta), tienen relación con la historia que recogemos. Estatuas, donde vemos al tiempo
(representado en una gran sierpe), devorando o rodeando al hombre. Ofidio de gran tamaño, que se
relaciona claramente con las deidades del mal orientales y del II milenio a.C.; dragones y culebras
terribles, como lo es la Leviatán de los judíos o la Tiamat mesopotámica. Antecesotras todas de Pitón
(asociada a Tifón); demonios de las tormentas, de las calamidades climatológicas, de la galerna en el mar
y fundamentalmente, de la inundación y el desastre. Dioses meléficos que se asimilaban de algún modo al
sexo y al ofidio, por la similitud entre el reptil y el pene. Por todo ello, las divinidades que luchaban
contra este daimón o dragón que enviaba las lluvias y los cataclismos terribles (Tifón, Pitón, Tiamat,
Leviatan etc), eran representados matando la culebra.
AL LADO: De nuevo traemos a imagen esta cerámica Chipre, fechada hacia
el año 650 a. C. y del museo de Nicosia (al que agradecemos nos permita divulgar su imágen). En ella
se representa a KUMARBI padre de los dioses Hurritas (igualmente del panteón hitita), quien como
Cronos castró a su progenitor. Curiosamente la escena de la mutilación del sexo paterno, se
representó modernamente como un hombre matando una serpiente con su hacha doble (sagrada entre
los minoicos, los hititas y otros pueblos anatólicos). Algo que lo identifica plenamente con Apolo
matando a Pitón y sobre todo a Zeus acabando con Tifón. Montruos ambos análogos, asimilados a los
desastres naturales y a los que el dios del bien tiene que dar muerte para liberar al Mundo de la
calamidad y la desgracia. Todos ellos descendientes quizás de la primigenia Tiamat a la que mata
Marduk en Mesopotamia, para traer el bien al mundo. Dragones terribles similares a Leviatan
israelita, o Illuyanka que derrota el Teshub hitita (cuya simbología se asocia con el invierno y sus
inclemencias, que son finalmente batidos por el Sol que trae el clima cálido y la bonanza).

ABAJO: Estatua de Cronos androcéfalo, procedente del Mitreo de Emérita Augusta, fechado en el siglo
II d.C., perteneciente al Museo Romano de Mérida (al que agradecemos nos permita divulgar su imágen).
En esta escultura vemos al jóven "devorado" o rodeado por el tiempo, que es simbolizado por los
giros de la serpiente. Monstruo que en sí mismo se entiende por el paso de los años significando la
espiral de los planetas; por lo que a su lado hay un carnero, cuya simbología es el Aries (primera
constelación anual). Aludiendo a su vez ese Aries a la sustitución en sacrificio del cabrito, por el ser
humano ofrecido en el templo (al igual que sucede con el cordero en el caso de Abraham e Isaac). Siendo
en esta iconografía Cronos (el tiempo) quien intenta devorar a su hijo; un joven atrapado por la gran
serpiente cronológica, que sin duda nos habla de Zeus, pero también alude al problema del paso de los
años que a todos mata y envejece. A su lado, la cabra espera para ser puesta en el lugar del hombre,
hablándonos el mito del momento en el que se sustituyen los sacrificios humanos por los de
animales. Algo que sucede y parece se impone comunmente en la Edad del Bronce (durante el II milenio
a.C.), para ser costumbre entre los pueblos del hierro ofrecer una res o un ave, en vez de un hombre,
mujer o niño. Todo cuanto recuerda también el mito de Zeus salvado en Creta y llevado a la gruta
del Monte Ida, donde los Curetes le protegen hasta que puede vencer a su padre Cronos.
AL LADO: Bajorrelieve procedente de Hadatu, fechado en el siglo VIII a.C. que representa
al dios ADAD (se halla en Arslan Tash, Hadatu; a cuyas autoridades agradecemos nos permitan divulgar su
imagen). La deidad que vemos se acerca mucho al Teshub de los hurritas (igualmente subido a un toro
y portando armas); figura asimilada al mismo dios de las tormentas entre los hititas, llamado
posteriormente Taru (o Tarhan -ya mencionado-). Observemos nuevamente la imagen del principio de esta
entrada, donde veíamos a Zeus rodeado de Curetes (tímpano de bronce hallado en la gruta del monte
Ida); semejante a esta figura de dios ADAD que vemos en el arte asirio. Todo lo que ratifica el origen
oriental de las deidades griegas, cuyos ancestros más cercanos hemos de buscarlos en las divinidades
hititas, hurritas y asirio-caldeas (entre otras).
AL LADO: Estatua del héroe dios mesopotámico GILGAMESH; fechada en el siglo VIII a.C. y
hallada en Jorsabad -en el palacio del rey Sargón II-, sito junto a la acutal Mosul (perteneciente al Museo
del Louvre, al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Traemos esta foto del dios más famoso
entre los babilonios, para que observemos cómo muchos de los atributos y representaciones se asocian
también con los de Zeus del Monte Ida. Un dios que sujeta entre sus manos el leopardo o la pantera,
venciéndola y que en mucho nos recuerda a las deidades orientales victoriosas sobre el toro y el felino
salvaje (tal como lo fue Gilgamesh; rey legendario de Mesopotamia que doblegó al toro terrible de la
tempestad). Atributos que comparte con este Zeus del Ida, que vemos en el centro del tímpano o tambor
de bronce, mientras los Curetas baten sus címbalos en su honor.

ABAJO: Bajorrelieve neo-hitita y procedente de Tel Al Halaf, fechado a comienzos del I milenio,
perteneciente a la Baltimore Walters art gallery (a la que agradecemos nos permita divulgar su imagen).
En ella vemos un genio alado, de los que acompañaban o protegían a los dioses en toda la mitologia
asiria, babilonia, hurrita y parte de la hitita. Su origen en verdad se halla en representaciones de la
Ishtar Mesopotámica (inicialmente, mujer de Gilgamesh) de la cual procede la Astarté posterior de
Fenicia y de la que surge un tipo de Afrodita-Luxiferos griega, que habría de asimilarse a una Artemisa o
Britomartis (daimón). Genios alados y protectores de las divinidades o de los hombres, que pueblan
toda la mitología asiria o persa. Entre los que destaca Enlil, que fue interpretado por los hititas como
su dios Elell, divinidad alada del clima y las tempestades. Todas ellas representadas de forma muy
semejante a estos Curetes que rodean al Zeus de la gruta del Ida.
Tras haber visto las analogías del mito y figura del Zeus cretense, con otras divinidades orientales, nos
quedaría el análisis de paralelismos y significado de su leyenda. Refiriéndonos al momento de su
nacimiento, cuando narra cómo fue salvado de ser engullido por su padre, al entregarlo su madre a las
ninfas hijas del rey de Creta (Ida y Adrastrea). Algo que claramente nos habla del hecho conocido y
común en las civilizaciones prehistóricas y antiguas, por el cual el padre tenía el derecho de "exponer"
al neonato. Un recién nacido que de no ser admitido por el progenitor, solía ser dejado a su suerte (en el
bosque o lugar sagrado); o de lo contrario, enviado a sacrificar en el altar del dios al que correspondiera
la infortunada criatura. La Historia y la leyenda está plena de mitos y referencia a esta terrible
costumbre, que era tan común en la Antigüedad como lo fue el "expósito" de orfelinato en la Era Moderna.
Pudiendo referirse el caso de Cronos que devoraba a sus hijos, al hecho cierto que por entonces era
común en las Sociedades patriarcales, en las que los monarcas comunmente ofrecían sus vástagos a los
templos de daimones, donde se inmolaban criaturas humanas en los peores rituales y en efigie del
monarca (o del padre que lo entregaba).

Este era el caso de los famosos "Baal" mesopotámicos, dios representativo del "señor de la ciudad" y al
que se había de sacrificarse ciudadanos en señal de respeto y veneración. Tanto como el
conocido Moloch de los fenicios, al que se ofrecía el primogénito, cuyo culto y terribles ceremonias
llegaron a épocas históricas. Deidades neolíticas y que durante la Edad del Bronce debieron ser de
algún modo "superadas" por otras religiones que cambiaban la víctima propiciatoria, por un animal.
Hecho este que hemos estudiado en parte en nuestra entrada Número 26, que aconsejamos consultar
para quienes deseen comprender mejor la importancia de la "reforma" religiosa llevada a cabo en El
Bronce (en especial a comienzos del II milenio a.C.) y que se expresa en La Biblia en la figura de Abraham
(VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/05/lo-invisible-en-la-mitologia-el.html ). Narrando la Sagradas
Escrituras que pueblos como los semitas seguidores de Abraham, cambiaron los terribles usos
neolíticos, por costumbres tan humanas como la de ofrecer un cordero -en lugar de un
hombre-. Modificando la ancestral obligación de imitar al monarca o señor, quien entregaba
comúnmente el primogénito; por otra que simplemente marcaba el llamado "rescate", a través del cual
el hijo se simbolizaba en un animal que se llevaba al templo en su lugar.

Regresando a Zeus, comprendemos en el mito que su nacimiento, tanto como en el de sus


hermanos (antes devorados por el progenitor), que la historia habla de estos usos de los reyes en la
Antigüedad. Quienes de común -y sobre todo durante su juventud- sacrificaban a sus hijos, para que
no les destronasen, ni acabaran con ellos al crecer. Dándo a entender que en Creta aquel poder del
patriarca no debió ser tan fuerte y la religión pudo ser muy diferente; tanto que las princesas de la
isla pudieron salvar al hijo de Cronos y ocultarle de la mirada del terrible padre. Todo ello claramente
indica que este archipiélago se hallaba bajo cultos matriarcales y de dominio de la mujer, algo
perfectamente comprensible al ser una Sociedad dependiente de la pesca y la navegación. Isla que por
su tamaño y condición de montañosa, seguramente se hacía inexpugnable; más aún en épocas como el II
milenio a.C., cuando los barcos aún eran pequeños y sería imposible tener una flota con miles de hombres
capaz de asaltar o tomar Creta. Todo lo que implica que apenas necesitasen de guerras ni ejèrcitos (más
que el imprescindible dedicado a la defensa de costas); todo lo de se demuestra en la carencia de
murallas en las ciudades minoicas. Siendo estas características lo que crearía una civilización capaz de
generar una sociedad matriarcal, donde los padres se dedicasen a navegar y a pescar, cuidando de que
ningún extranjero se acercara a las costas; mientras las mujeres serían las dueñas de la tierra, las
labores, la familia y el hogar.

Todo ello, crearía dioses como Britomartis y cultos como los ya mencionados de la serpiente o del
toro; donde las sacerdotisas practicarían religiones con una iniciación que amedrentaría hasta al más
valiente de los hombres (con el fin de "mantenerles bien atados") . Nos referimos a rituales como los
de la tauromaquia o la doma de fieras y culebras, que se ven representados en muchos de los objetos
minoicos. Salto sobre bovinos o amaestramiento de ofidios, que de seguro servían para que ningún hombre
se sintiera superior a las mujeres en la isla; perteneciendo los cultos de estas oficiantes a los telúricos y
zoolátricos más peligrosos, y en especial a los de la montaña y la culebra (al del mar y del bóvido). Por
medio de los cuales se pudo representar el acto sexual en la serpiente entrando en su cueva inexpugnable,
o la navegación a través del toro que embiste y que como la ola hace saltar por los aires al que se topa
con él.

Deidades que vemos en los rituales de sacerdotisas minóicas, de los que apenas algunos han llegado
hasta nuestros días, pero que en su conjunto hubieron de der una verdadera "escuela" de valientes
mujeres, con el fin de dominar la isla. Algo que desaparecería con la venida de los dorios, habida
cuenta de que esa organización matriarcal atentaría contra la Sociedad patriarcal que tras la llegada
del Hierro se impuso en el Egeo. Una civilización que después del hallazgo del nuevo metal
cambió, suponiendo ello un gran atraso desde el punto de vista humano y espiritual. Principalmente
motivada porque el hierro era fácil de obtener y más fácil de trabajar; tanto como abundante en todo
el Mediterráneo. Mientras el cobre y el estaño, habían sido durante milenios difíciles en su hallazgo y
muy escasos; obligando a quienes lo trabajaban a viajar por todos los mares, buscando minas de uno y
otro metal seminoble (tanto como a estudiar minuciosamente sus aleaciones y la perfección en la
fundición). Algo que llevó a las civilizaciones de la Edad del Bronce al refinamiento y al conocimiento
que obliga la necesidad vivida de trasladarse y comerciar, para conseguir el bronce; ya que desde el II
milenio se había agotado en las costas de Creta y Chipre (haciéndose imprescindible para obtener
nuevas minas: La navegación de altura, conocer los astros para guiarse y hasta un medio de colonizar
aquellos lugares lejanos, con yacimientos de cobre y estaño). Unas Sociedades del Bronce como la
minoica, muy diferentes a las de hierro y que ignoramos -pese a que tan ampliamente conocemos las
férreas (a ser la que nos dieron nuestros orígenes, con Grecia y Roma ). Pero que en sí mismas guardaban
secretos y enigmas tan poderosos, que llegaron a colonizar a las civilizaciónes posterior.es Tanto que
Zeus, el dios de los griegos, nació entre los de Minos y fue salvado gracias a estas ninfas, diosas o
sacerdotisas de Creta (de las cuales seguiremos hablando en nuestra siguiente entrada).
AL LADO: De nuevo, diosa de las serpientes procedente de Cnosos, fechada hacia
el 1600 a.C. (perteneciente al Museo de Herakleion, al que agradecemos nos permita divulgar su
imagen). Esta que consideramos una sacerdotisa de Britomartis (Señora de las fieras), sería como venimos
repitiendo una oficiante de ritos mistéricos relacionados con el cobre, las armas, el valor y el
dominio de la naturaleza. Diosas como esta, se representan comunmente junto al Labrys (hacha
doble) y la escultura que vemos se halló en el salón del Labrys o del Tesoro -llamado "Santuario
Tripartito"- del palacio cretense. Su significado creemos que enlaza con los misterios de la vida,
relacionando el sexo masculino simbolizado en la serpiente, con la feminidad que lo domina y en la
maternidad (expuesta en sus pechos que descubre). Por su parte, los secretos de la doma de bestias o
seres terribles, unirían el valor (para la guerra o para la defensa) a la inteligencia de la mujer,
capaz de doblegar con la intuición animales tan primigenios como el reptil. Todo un ritual que
conformaría la religión del Bronce en Creta, dominada por una diosa madre, Señora de los Animales y
por sacerdotisas que gobernarían la isla sometida a un matriarcado capaz de robar a Cronos su
trono. Lo que quizás significa que en verdad fueron capaces de vencer al tiempo (Cronos) y de mantener
su civilización para la eternidad.

ARRIBA: Cabeza de Gorgona fenicia sobre colgante apotropaico de oro, fechado en el siglo V a.C.;
perteneciente al Museo Nacional de Beirut (al que agradecemos nos permita divulgar su imagen). En
nuestra opinión, el origen de esta Medusa capaz de proteger con su rostro al que lo portara, está en
los ritos del culto al cobre y al bronce. Religiones basadas en una Potnia Theron, Señora de los
Animales, que como Britomartis enseñaba las virtudes del valor femenino, para las que es
posible dominar con la inteligencia el Mundo (no con la brutalidad como lo hizo el hombre en la
guerra). Algo que se consigue en el III y II milenio cuando los más capacitados obtienen la aleación de
cobre y estaño perfecta (al 8%). Unos milenios en los que tan solo las culturas más inteligentes consiguen
llegar hasta las minas de estos metales (que se agotaban por aquel entonces en el Mediterraneo).
Marchando con sus barcos hasta el Cáucaso o hasta nuestras tierras (la Península Ibérica) en busca de
yacimientos cúpreos o de casiterita. Lo que logró colonizar y civilizar gran parte del Mundo Antiguo en
estos siglos que vivieron civilizaciones como la minoica, la egipcia o las mesopotámicas.

CITAS:

(1): Sobre el nacimiento de Zeus en la caverna del Dikte, su ocultación en el Ida, las nodrizas que le cuidaron y los Curetes
danzantes, entre otros nos hablan los textos clásicos de: Apolodoro (Biblioteca, 1. 1. al 6) y Calímaco (Himno a Júpiter. 47) que
narran su venida al mundo y entrega a las nodrizas Ida y Adrastea. Apolodoro (Biblioteca; 1. 4 - 5), narra la historia completa,
contando cómo nace en el Dikte, es entregado a las ninfas Ida y Adrastea, llevado a la caverna del otro monte, alimentado por
Melisa y Amaltea y cuidado por los curetes, que bailaban alrededor del niño. Siendo muy similar el relato que incluye Calímaco
(Himno I a Zeus, 42). Menciona a las mismas nodrizas en igual cueva del Ida Diodoro Sículo (Biblioteca de la Historia 5, 70. 1).

(2): Sobre la ninfas o princesas Ida y su hermana llamada Adrastea, hijas ambas del los reyes de Creta, Meliseo y
Amaltea; Apolodoro (I. 1. al 6) y Calímaco (Himno a Júpiter. 47), narran que habiendo nacido Zeus en el Dikte, fue entregado a las
hijas del rey de Creta (Meliso y Amaltea), quienes eran las hermanas Ida y Adrastea. Higinio (Fábula 182) curiosamente hace
hijas de Océanos a Ida y Adrastea; pese a que comunmente en la mitología lo son de los referidos monarcas de Creta. Ovidio (en
Fastos V. 111 ss. y IV, 575 ss.) narra unos mismos hechos referidos, contando como la cabra Amaltea y la abeja Melisea alimentaron a
Zeus. Una misma leyenda la contiene Apolodoro (Biblioteca 1. 4- 5), tanto como Diodoro Sículo (Biblioteca de la Historia, 5. 70. 1).

El nombre de Adrastea según algunos etimólogos, procedería del griego "Adraestos" (), que significa "no fugarse", "no
huir"; quizás haciendo referencia a que no eludió la misión de cuidar del niño, pese a que su padre (Cronos) hubiera acabado con
quienes lo ocultaban. Pese a ello, considero que pudiera venir de "adrotes" (), cuya traducción es "vigor", "fuerza", "crecer
con vigor"; refiriéndose a que cuidó a Zeus dándole ese vigor o fuerza. Todo lo que se relacionaría con el cuerno de la abundancia y
la leche de Amaltea, la cabra que da su leche al dios, cuyo nombre era igual al de la mare de Adrastea e Ida (la reina de Creta con
"denominación caprina"). Por mi parte, considero que la voz "IDA" o "IDAIA" que nombra a la otra ninfa, no es otro más que un
radical de la palabra protoindoeropea "ATAIR"; que como Max Müller demostró hace tiempo, es el origen de los términos: "Pitar",
"pater", "mater", "padre", "madre", "father", "mother". Voces que en su origen y en mi opinión personal estarían muy relacionadas
con "ATANA" o "ATENEA", cuyo sentido primigenio pudo ser el de "la madre" (aunque posteriormente se comprendiera más como "la
Señora").

(3): Sobre las nodrizas Amaltea y Melisea Mencionadas por Ovidio (Fastos V 111 ss. y IV, 575), narra como la cabra y la abeja
alimentaron a Zeus en la cueva. Apolodoro (Biblioteca 1. 4- 5) recoge la misma historia. Diodoro Sículo (Biblioteca de la Historia, 5.
70. 1) igualmente nos habla de como el dios fue alimentado con leche de Amaltea y miel de Melisa.

(4): Otras etimologías se dan comunmente a CURETAS () (o Curetes), partiendo de la base de que su nombre se origina
desde Kóros griego () "chico, jóven" interpretando que significan "los muchachos", "los jóvenes". No podemos admitir este
origen del nombre, no solo por no corresponderse con la palabra exactamente, sinó también por carecer de unión en radicales
(puesto que se nos hace difícil acceder desde "korós" hasta llegar a "kouretes"). Muy por el contrario, la vemos unida a voces griegas
cercanas al armamento y al poder, tal como es la de "kuriotes" () que significa "los que tienen poder", "los poderosos".
Palabra que se relaciona con "kuros" (), que significa "autoridad soberana" y con "kurou" (), cuyo sentido es "fuerza de
ley", "sancionar legislativamente". Por cuanto en el término KOURETA, se unirían los radicales del metal tales como el que dió
"cobre" en griego (Chalcos= o "cupre" en latín; cercano en su sentido al poder, la soberanía y la guerra. Pudiéndose traducir
su nombre por: "Los soberanos", "los poderosos" o "los que mandan y legislan"; lo que en definitiva eran "los dueños del cobre" en la
Antigüedad.

Otras palabras cercanas a KOURETAS, comprenden igualmente términos relacionados con el armamento, el poder y el cobre. Ellos
son el caso de "kurisso" o "kuritto" (), cuya traducción en "herir", "cornear"; palabras relacionadas con la voz cuerno
en protoindoeuropeo (keros, kuros; que generarían "cornus", "horn" o "corneo"); cuya raiz procede lógicamente al equipararse las
armas con las astas del toro o del bovino que ataca. De igual modo, la voz griega "kourukos" (), que significa "bolsa de
cuero" o "saco de piel", tiene un sentido muy relacionado con las "corazas" y el cuero que se usaba para protegerse en la guerra.
Uniendo los términos de piel a los del metal, ello porque ambos se utilizaban para construir armas y las dos cosas (pellejos y
metales) eran los ponderales o medidas del dinero y el poder (en la Antigüedad la fuerza de un Estado residia en sus metales y
cabezas de ganado). Por último, una extraña palabra helena, denomina a los aparejos de pesca de una forma muy similar a
"Curetas"; ella es "kurtos" () que significa "artes para capturar peces", cuyo origen es sin duda la de otra palabra igual
() cuyo sentido es el de "encorvado" -que seguramente se refiere al anzuelo, que en principio y tras utilizar huesos, se
hicieron de cobre-.

Por lo demás, la etimología que une "Cureta" a la palabra griega "koros" (joven) creemos que es una confusiòn nacida de la
identificación entre estos y los Coribantes. Ya que ha de aplicarse a los Coribantes su denominación como "kouros" = "chicos jóvenes"
que bailaban para Cibeles; pero no a los Curetas.

(5): Curetes creadores de las armas y música, guerreros que instituyen los ritos órficos, nos hablan entre otros: Diodoro Sículo
(Biblioteca de la Historia 5. 65. 1), narrando como aquellos que cuidan de Zeus, instituyen las danzas y crean las armas e
instrumentos de música. Igualmente mencionados en Estrabón como demonios que crearon los instrumentos musicales y las
armas (Geografía, 10. 3. 11). Como inventores del trabajo del cobre y las danzas Pírricas los menciona Plinio el Viejo (Historia
Natural, 7. 204). Igualmente dice que lo hicieron Calímaco (Fragmento 105). Platón (Leyes 796b), habla de las danzas de los curetes
en Creta y de las de los Dioscuros en Grecia.

(6): Confundidos con los Dáctilos, Coribantes y Telquines; por ejemplo Apolonio de Rodas (Argonautica I, 1122) afirma que estos
dáctilos nacieron en la cueva del DIKTE, de ello su nombre de "diktalon", relacionado a su vez con el de los dedos. O bien Estrabón
(Geografía, X, 3. 19), cita el hecho de que sean los mismos que los Telquines y nos dice que indistintamente se les llama Koribantes,
haciendoles hijos a estos de Cronos (al igual que hace Hesiodo con los Curetes, poniéndoles a este por padre -ver cita (7)- ). Diodoro
Siculo (Biblioteca de la Historia, 5. 64. 3 - 5), tambien los confunde con los Dáctilos, advirtiendo que su nombre viene de dedos y
añadiendo que fueron estos los que instituyeron los juegos olímpicos. Platón (Leyes 796b), compara las danzas de los curetes en
Creta y de las de los Dioscuros en Grecia, comentando que las figuras de amnbos genios legendarios se confundian.

(7): Sobre el origen de los Curetes, entre otros: Nacidos de la lluvia según Ovidio (Metamorfosis 4. 282) . Diodoro Sículo (Biblioteca
de la Historia, 5. 65), dice que eran hijos de Gea. Y por su parte los hace descender del propio Cronos (como hermanos de
Zeus) Hesiodo (Teogonia 176).

(8): Sobre los Curetes protegiendo a Zeus, entre otros nos hablan: Eurípides (Bacantes 120 ss.); quien narra cómo los Curetes
danzaban alrededor de Zeus, tañendo sus intrumentos, golpeando sus escudos y tocando sus flautas frigias. Apolodoro (Biblioteca 1.
4- 5) narra la misma leyenda sobre el monte Dikte y su cuidado al cargo de Amaltea, Meliseo, Ida, Adrasta y los Curetas. Apolonio de
Rodas (Argonáutica 2. 1231 ss.), menciona el hecho de que aquellos genios cuidaron del dios en el monte Ida. También recogido
en Diodoro Sículo (Biblioteca de la Historia, 5. 70. 1), tanto como en Estrabón (Geografía, 10. 3. 11). Ovidio (Fastos, 4. 207 ss.), y
Virgilio (Georgicas 4. 149), menciona hechos muy similares a los antes referidos.

(9): Acerca del lugar de procedencia de los Curetes: Diodoro Siculo (Biblioteca de la Historia 5. 65. 1 - 66. 1) afirma que son
cretenses, llegados desde Caria. Aunque el mismo autir, en Biblioteca de la Historia (5. 48. 2) escribe que los Coribantes, esposos de
Cibeles, venían de Frigia. Por su pate Estrabón habla en su Geografía de la danza de los Curetes de Creta y de los Coribantes de
Frigia (10. 3. 11 y 10. 3. 12 ; respectivamente).

(10): Sobre cuanto narramos, ver nuestra entrada Número 26 del presente blog pulsando sobre linea azul en:
VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/05/lo-invisible-en-la-mitologia-el.html .

En esta artículo se trata en profundidad sobre el significado de estas deidades de la fragua y el metal, que muchos mitógrafos
denominan como "Schmied goods" o "dioses herreros". Deidades adoradas fundamentalmente en el II milenio a.C., predecesores de
Vulcanos, pero sobre todo del fenicio Melkarte, quien es un antecesor de Heracles unido a Mercurio (dios civilizador, del comercio y
los viajes; tanto como dominador de los fuegos, las tormentas y las guerras).
BRITOMARTIS DE CRETA Y LOS GENIOS INICIÁTICOS DEL METAL:
DÁCTILOS O DIKTEOS; CORIBANTES, CABIROS Y CURETAS. (De "Lo
invisible en la mitología": Los bueyes de Gerión en el tesoro de
El Carambolo. Parte LVIII).
Publicado por Angel Gómez-Morán Santafé
en TARTESSOS Y LO INVISIBLE EN EL ARTE (08/07/2012)

Esta entrada es continuación de las anteriores. Recomendándose la lectura previa de aquellas que le preceden, para una
comprensión plena de cuanto exponemos en ella.

AL LADO: Dos "talentos" de cobre cretenses, procedentes de la zona


central y Este de la isla, fechados entre el 1650 y el 1450 a.C. (propiedad del Museo de Heraclion -tal
como los exponen en su reforma actual- al que agradecemos nos permita divulgar su imagen).
Observemos su parecido con el hacha doble (1) , lo que se debió en nuestra teoría a que el "patrón" del
mercado por entonces hubo de ser la "hoja de arma" con un diseño muy similar al que vemos en el
lingote. Bipennas con las que se vendría comerciando ya desde el neolítico y que tras la llegada del
bronce generarían una verdadera red de trueque con un valor establecido en esas hachas, conforme
a su tamaño, calidad y formas (de manera muy similar a lo que se conoce como "patrón monetario").

El diseño y peso de esos "talentos" (cercano a los veinticinco kilos), es casi igual al que tuvieron los que
más tarde proliferan por todo el mundo cretochipriota. Lingotes de cobre que en el Egeo y el
Mediterráneo Este, desde el siglo XIV al XII a.C. se utilizaron con una forma y medidas muy
similares a las cretenses (que vemos en la imagen). Siendo Cerdeña y Chipre las islas que más
comerciaban con esos pondrales que poco después irían adoptando la forma de una "piel de
toro". Adaptándose la tipología de esa "mina" del bronce en Creta -que en un principio se pareció al
hacha doble-, hasta un modelo muy similar pero que tenía "patitas" o asideros. Recordando esos
posteriores "talentos" al pellejo de un bóvido. Cueros que como sabemos, también eran otra "medida"
económica" -como patrón cabeza de ganado- y que dieron nombre a los lingotes cretochipriotas y sardos
(de los siglos XIV al XII a.C.), a los que se denomina "piel de buey".

ABAJO: Curiosa foto que hemos tratado en brillos-b/n y que contiene los dos pectorales del Tesoro de
El Carambolo con su collar (en el centro). Ajuar tartessio del Periodo Orientalizante (hacia el siglo VII
a.C.) cuyos pectorales contienen el mismo símbolo sagrado creto-chipriota: El Labrys. Motivo de
adoración principal en algunas civilizaciones y que durante todo el Minoico Medio se representó en la
bipenna -o hacha doble-. Aunque más tarde y en el peiodo Tardío -cuando desaprarece el reino de
Minos- su forma fue asimilándose más al de una piel bovina. Ello sucede durante los siglos en los
que las armas cambiaron su tipología, dejando de usarse las hachas del modelo "Bronce Bajo" (en
linea doble y como las del Labrys). Debido a esta modificación en el armamento y al final del Imperio
Minóico (desde los siglos XIV al XII a.C.), los lingotes de cobre en Creta, Chipre o Cerdeña, debieron
modificarse. Naciendo así en nuestra opinión aquellos otros con el diseño conocido como "piel de
buey" (igual al que presentan los dos pectorales de El Carambolo). Objetos sacros y apotropaicos que
contenían la forma más sagrada para las culturas metalurgias y marineras del Mediterráneo.
Cuya marca de la protección y de la prosperidad sería este talento cúpreo que imitaba el pellejo del
buey; pero que en su origen había sido el hacha (como imagen del arma y del metal; de donde partían
las riquezas, la seguridad y la protección en el Mundo Antiguo).

En el presente artículo trataremos sobre el significado de los "divos ctónicos" originados entre otros
motivos, desde la adoración al metal. Genios de la oscuridad y del pasado más ancestral mitológico de
Grecia, entre los que destacan los Curetas o Dáctilos. De los que investigaremos no solo su significado
mistérico y su relación con los cultos a la cueva, la minería y la forja. Sinó también su relación con otro
de los secretos legendarios de Tartessos narrado por Marco Juniano Justino (hacia el siglo III d.C.;
recogiendo un texto del historiador Pompeyo Trogo -unos doscietos años anterior-). En el que Justino
escribe como los Curetas poblaron el Sur Peninsular Ibérico, en las tierras que luego gobernó
Geriones (que claramente refieren a las tartessias). Habiendo sido sus reyes en época ancestral y en los
comienzos de su civilización: Gargoris y Habis. Mito curiosísimo y que recoge la coincidencia del reinado
en tierras de los Curetas de este Gárgoris -sobre el que ya dijimos que varios autores lo identificamos
con la Gorgona-. Curetas ibéricos que recuerdan claramente al los genios cretenses iniciadores del
metal; sobre cuyo culto e historia venimos considerando se fraguó la figura misma y la leyenda de la
Gorgona. Mito del Gorgoneo que a su vez creemos pudo generarse sobre el recuerdo de los fieros
gobernantes de tierras lejanas, muy ricas en yacimientos; en especial las del Occidente del
Mediterráneo (nuestra Península). Por lo que no es extraño que uno de los más antiguos monarcas
ibéricos conocidos tenga este nombre de Gárgoris, del que se dice gobernó en tierras que poblaban los
Curetes (seguramente rememorando la llegada de colonizaciones cretochipriotas hasta Iberia).
En anteriores entradas hemos visto el significado de las deidades cretenses, muchas de ellas unidas a la
sublimación del metal y de las técnicas para su fundición. Unos dioses y genios, que como los Telquines o
los Curetas (los Coribantes y Dáctilos), comúnmente los escritores antiguos confunden y mezclan,
dándoles una procedencia y simbología antiquísima. Genios del cobre que guardaron del Zeus niño y que
las fuentes clásicas normalmente describen como originarios de Creta (destacando sus poderes y sus artes
en la metalurgia, la danza o la magia). "Daimones" o "jóvenes hechiceros", a los que se conceden
virtudes misteriosas y hasta peligrosas; que la mitología siempre asocia con la ocultación de su prole a
Cronos, para evitar que la devorase. Unos "magos", "gigantes" o seres supraterrenales, que protegieron al
dios del Olimpo en el Monte Ida cretense -como ya vimos- denominados por las fuentes
clásicas indistintamente como: Curetas, Dáctilos y Coribantes; confundidos en ocasiones con los
Cabiros y Telquines (e incluso con los Dioscuros). Siendo común a todos ellos -en cada una de las ciudades
o zonas donde eran adorados-, figurar como los iniciadores en los Misterios religiosos. Al igual que eran
considerados los inventores de la forja y fundición, de las que divulgaron algunos de sus secretos;
fabricando para los hombres diversos objetos con poderes tan maravillosos como los que se concedían a
los instrumentos musicales.

Para que brevemente comprendamos por qué tan diferentes genios legendarios pueden tener las
mismas atribuciones y funciones; llegando a confundirse unos con otros -tanto como para denominar las
fuentes clásicas a los Curetes, Dactilos o Coribantes de manera indistinta-. Diremos que aquellas figuras
míticas son la memoria idealizada de la llegada del bronce y el hierro hasta el Mediterránero.
Rememorando simbolicamente ese acontecimiento histórico en magos o guerreros a los que inicialmente
se adoró en una forma que los arqueólogos denominan "smith gods" (o "dioses herreros"). Deidades
normalmente de carácter cnótico (telúrico y cercano al infernal), al relacionarse con el mundo de las
armas y del "inframundo" cercano al Hades, representado en las minas. Divos, cuyos orígenes se
remontan a la Edad del Bronce; aunque volverían a ser muy venerados y reviviría su memoria, cuando se
produce el cambio y transformación hacia la del Hierro. Tiempos en que los metales fueron divulgándose y
enseñándose por determinadas castas o pueblos, quienes colonizaban áreas que hasta entonces carecían
de civilización y medios para fabricar objetos en esos materiales. Siendo idealizados aquellos en los dioses
herreros, que se identificaban con el bien y el mal, la protección y la destrucción, o la guerra y la paz.

Todo cuanto anotamos, se produce debido a que las culturas metalúrgicas comunmente se ven en la
necesidad de viajar hasta lugares muy lejanos, para hallar nuevos yacimientos. Lo que obligaba
a enseñar parte de sus artes a aquellos pobladores de estas zonas desconocidas y ricas en metales
donde llegaban; con el fin de poder entablar relaciones mercantiles y obtener los minerales y riquezas de
su subsuelo. Siendo así como quedó el recuerdo ancestral de aquellos que civilizaron a los antepasados;
enseñando primero el uso del cobre o bronce y más tarde la tecnología del hierro. Unos seres como
decimos, deificados en esos "smith gods", quienes principalmente en las zonas muy ricas en yacimientos (o
en las culturas que se basaron en la metalurgia) quedaron como dioses-cnóticos muy venerados.
Gigantes, magos, daimones, sabios o genios, quienes habían llevado hasta el lugar uno de los bienes
más preciados: El secreto de la fundición. Secretos interpretados como "mancias del crisol", entregadas
por esos dioses tan benéficos; todo lo que les concedía la categoría de ser los iniciadores de los Grandes
Misterios.
Conocimientos religiosos, mágicos, filosóficos -o sobre la vida-, que se dice eran el tesoro que
celosamente guardaban aquellos a los que llamaban Curetas, Coribantes o Dáctilos (Telquines y
Cabiros). Iniciaciones y sabiduría que en la mayoría de los casos tuvo su origen en las del neolítico (o
muy arcaicas), en cuya esencia se hallaba el principio y fin de las cosas más sencillas y complejas: La
esencia o procedencia de Los Elementos (como el fuego, el aire o el agua -imprescindibles en una
fragua-). Y junto a todo ello, se irían añadiendo "las verdades reveladas", de las que esos genios o magos
herreros eran guardianes; conocimientos del cobre o el hierro, que dominaban al igual que de los dioses.
Por todo lo expuesto, quienes adoraban o emulaban a estos "divos ctónicos" (llamados comunmente
Curetas o Dáctilos), se manifestaban y organizaban en fiestas iniciáticas tan duras y orgiásticas como
antiguas; o en ceremonias tan oscuras y secretas como temibles. Celebraciones tales como las de
Cibeles frigia -que en Grecia celebraba ritos tan inexplicables como libidinosos-; o las del Zeus Dikteo que
aludía al nacimiento, salvación y rapto del niño, cuyo padre deseaba devorarlo (progenitor que no era otro
más que el tiempo -Cronos- quien a todos nos engulle poco a poco, con su paso y con su avance...).

AL LADO: Hacha doble ritual perteneciente al Museo de Herakleion (al que


agradecemos nos permita divulgar su imágen); procedente de Agia Triada y fechada hacia 1600 1450
a.C.. Se halla expuesta sobre un vástago de madera con similares medidas a las que tuvo en su templo de
Agia Triada (unos dos metros de altura) -siendo el tamaño del hacha doble unos setenta centímetros de
longitud-. Estas Labrys se adoraban por sacerdotisas minoicas, tal como puede verse en las
múltiples representaciones pintadas en cerámicas y frescos. Su sentido está unido a la prosperidad
y la seguridad; simbolizando la riqueza que proporciona la metalurgia y las armas que con ella se
fabrican. Aunque el hecho de que las oficiantes de su religión fueran mujeres significa claramente
que los misterios del crisol y de la fundición habían sido instituidos por féminas en la isla de Creta.
Una religión matriarcal que identificaría la matriz del metal con las de la madre que concibe un hijo;
tanto como la metalurgia con un arte para la creación de objetos benéficos y que principalmente
servían para fines agrarios. Arados, hoces o plantadores, usados para semillar y recolectar la tierra; que
se identificaban con el pene que fecundaba la mujer o con los objetos que se utilizaban para facilitar el
parto y para el cuidado del neonato.
ABAJO: Parte superior de un sarcófago minóico en cerámica, del Museo de Rethymnos (al que
agradecemos nos permita divulgar su imágen). Tumba fechada hacia el siglo XVI a.C., procedente de los
yacimientos próximos a esta ciudad portuaria cretense. El sarcófago presenta como formas decorativas,
los cuernos sagrados o votivos que recuerdan a los del bovino y eran comunes en muchos de los
templos orientales del II mileno a.C.. Unas formas que nos recuerdan a los que podemos ver en
santuarios de otros pueblos coetáneos al minoico (como los hurritas o hititas) y que sin lugar a dudas
aluden al carácter mágico de las astas del toro. Pitones cuya identificación con las armas de guerra
debía ser absoluta, puesto que el bovino aún siendo rumiante, ataca tan solo para defender su
territorio o a sus hembras (mientras otros animales lo hacen por supervivencia o para alimentarse). De
tal manera nos será ya muy fácil comprender por qué en su centro -entre los cuernos divinos- aparece
el símbolo sagrado de los minoicos: El hacha doble. Labrys cuyo aspecto en verdad mucho nos
recuerda al de los lingotes cretenses (que podemos ver en la imagen primera de esta entrada) y cuyo
significado místico vamos comprediendo en este análisis sobre LOS BUEYES DE GERIÓN EN EL TESORO DE
EL CARAMBOLO (tesoro cuyos pectorales contienen igualmente esta forma de Labrys o lingote
cretochipriota al que muchos llaman "Keftiu")..

Cómo consiguieron los helenos que Cronos (el tiempo) no devorase a Zeus (la luz del día y su
dios), creemos que puede explicarse a través de su cultura, su civilizacion y su arte. Tres maravillosos
pilares en los que aquellos griegos cimentaron su razón de ser, de existir y de vivir; algo que
realmente consiguió que Zeus nunca fuera engullido por el paso de los años. Tanto que hoy en día
quizás Grecia vive más en su pasado -generado por aquellos dioses olímpicos- que en el futuro (un mañana
que tristemente, los "nuevos dioses" les han augurado tan penoso como duro...). Sea como fuere, la
función mistérica de los Curetes y de estos Dáctilos, fue conseguida; puesto que jamás logró el tiempo
poder hacer olvidar al mundo a Zeus y a su corte olímpica. Algo que se debió a la protección que
aquellos jóvenes iniciados -o genios del Dikte- dieron al niño dios, en la cueva del Ida. Lugar del que
hablan todas las fuentes clásicas como la gruta que salvó al hijo de Rea (2) , pese a que no dan un mismo
nombre a quienes rodearon y cuidaron de aquella criatura perseguida. Denominándolos
indistintamente y como hemos dicho: Dactilos, Coribantes y Curetas; llegándolos a confundir en otras
ocasiones con los Cabiros y hasta otros genios como los Dioscuros (3) .

Sobre los Dáctilos (), los autores antiguos narran comúnmente que eran oficiantes que
procedían de los ritos frigios de Cibeles o de Rea (4) . Mencionando las fuentes cómo igual que a los
Curetas, esta diosa les entregó su hijo, para que lo custodiasen en el Monte Ida (aunque en el caso de
los Dactilos y de los Coribantes hay quienes consideran que se refiere del Ida de Anatolia, situado en
Turquía, junto a Troya). Siendo ellos también considerados los dioses de la montaña, del pastoreo, de la
pesca y de la caza, tanto como de los animales. Compartiendo también con los Curetas el ser
considerados los inventores de las armas y del metal, al igual que de todas las artes -principalmente la
danza y la música- (5) . Aunque en el caso de los Dáctilos, hay una curiosa peculiaridad, que consiste en
que figuran normalmente como cinco; al ser identificados con los dedos, habida cuenta de su nombre
(= dedo); refiriéndose a la utilidad de aquellos para ejercer o fabricar los objetos (artísticos,
metálicos o los instrumentos de uso común, a quienes también se les atribuían) (6) .

Su anterior interpretación, les concedía un origen relacionado con la mano de Cronos o la de Era;
escribiendo los clásicos que vinieron al Mundo al derramarse sangre desde algunos dedos de este dios,
tras castrar a su padre. O bien al limpiarse Cronos en la arena, germinando allí la semilla que al fín
haría nacer a los que simbolizaban los dedos: Los Dáctilos. Otras fuentes refieren sus orígenes
relacionados con Era, quien al parir a Zeus clavó sus dedos en la tierra (para mitigar su dolor), de cuyos
surcos y marcas germinarían estos (7) . Consecuentemente y por su simbolismo unido a las manos, se
decía que tenían otras cinco hermanas a las que llaman las fuentes: Hecatérides (lo que en mi opinión
es una clara alusión que une el culto de estos genios, a los de Hécate; la diosa de la brujería y de las
sombras). Finalmente cada uno de los Dáctilos se casó con una Hecatéride, significando estos "enlaces" la
unión o entrechoque de manos en la amistad, tanto como el buen hacer del trabajo y las artes, a través de
los diez dedos (8) .

En algunas versiones clásicas, de la unión de aquellos con sus hermanas, surgen los
Curetes; quienes se dan hasta un número de cien, marchando a vivir a Creta y casándose allí con las
Meliai (mieleras), formando con su prole los primeros pobladores de esta isla. Por su parte todos
ellos (Dáctilos y Curetes) se confunden, al igual que sucede con con los Coribantes (9); auque estos
últimos tienen como diferencia estar más identificados con los jóvenes que oficiaban el culto a
Cibeles (y su cercanía a los rituales pírricos). Todo lo que relacionaba a unos y otros con los sátiros de las
celebraciones orgiásticas, sin poder distinguirlos plenamente de otras figura mitológicas como los ya
mencionados Telquines, Cabiros, Selienos y Pírricos (entre otros) (10) . Siendo la característica común
a todos, el establecimiento de los Misterios y la praxis de las religiones cnóticas (11) . Cultos
antiquísismos, procedentes de la veneración arcaica a la "madre tierra" como origen de la vida y
alimentadora de los hombres. Ritos que al unirse con las religiones de veneración al metal -nacido de los
minerales que también "regala" la tierra-, contrastan y subliman hechos como la guerra y la herida,
identificándolos con la siembra y la fecundación. Conceptos que en principio pudieran parecernos
antagónicos, pero que en los Misterios helenos (o más antiguos) se comprenden muy unidos.

Tanto que la espada o la flecha, que hiere y mata -modificando la vida-, se entiende como el pene que
penetra y fecunda, iniciando la gestación. Al igual que ambos "iniciadores" o "destructores" de la vida se
identifican con el arado; que se hunde en la tierra, para que el agricultor la semille. Llegando luego la
lluvia que fertilizará la herida del surco terreno, como si fuera sangre del cielo; todo lo que de algún se
podía relacionar con cuanto mana al mutilarse un ser humano, o al unirse en la cópula. Cuerpo que
pasaría a otra vida al ser penetrado por el sexo o por la espada, al igual que sucedía con la semilla
arrancada y plantada. Semilla o semen que se "elevaba" hacia una reencarnación nueva, germinando
gracias a las manos del campesino. Tal como el fallecido por manos de una arma enemiga, sufría la
metempsicosis, trasformándose en otro ser -filosofías metempsicóticas tan "traidas y llevadas" por estos
pueblos guerreros, y tan divulgadas e inculcadas en Los Misterios-. Ceremonias cuyo valor principal era
no solo el dominio de la población, sino sobre todo intentar que aquella perdiera compleamente el
miedo a la muerte, pero que temiera al sacerdocio que le había iniciado. Teniendo por seguro aquellos
asistentes a esos cultos cnóticos, que iban a reencarnarse; sobre todo si morían en un acto de gloria, o
cumpliendo el deber "para con" los dioses o con su Ciudad o Estado.

AL LADO: Famoso dios del lingote hallado en Enkomi, que se encuentra en el museo
Nacional de Nicosia -Chipre- (al que agradecemos nos permita divulgar su imagen-. Esta extraña
estatuilla que se levanta sobre una base con forma de talento cretochipriota -tipo "piel de toro"-, es
considerada una deidad del metal. En mi opinión personal se relacionaría con los Curetas o Dáctilos y
con los cultos mistéricos; que unían la metalurgia a la agricultura y ambas al sentido de la vida y de la
muerte. En la imágen vemos un gerrero-dios con casco astado, en actitud beligerante sobre el
lingote de cobre. Habiendo sido esta figura objeto de estudio por parte de infinidad de investigadores en
España; entre otros, la analizó Mari Cruz Marín Ceballos (de la Universidad de Sevilla). Quien llegó a
la conclusión de que se trata de una deidad Egea antiquísima ligada al bronce (12) . Fechándola en el
siglo XVII a.C., explica que tiene paralelismos con otras esculturas muy semejantes encontradas
también en Chipre, y que igualmente fueron escondidas de un modo similar, enterradas en un lugar
sagrado (abandonadas u ocultas en la tierra, con un ritual común).

Añadiendo la profesora Marín Ceballos: Que en las inmediaciones del santuario del cual procede la
estatuilla, también se han encontrado restos de sacrificios de bovidos, así como talleres
metalúrgicos. A su vez, en el mismo recinto sagrado se hallaron pequeños lingotes votivos (muy
similares a los grandes "pieles de buey" de los que venimos hablando). Piezas de tamaño muy reducido y
cargados de inscripciones, que los investigadores consideran, se tratan de ofrendas o regalos al
santuario. Exvotos metalúrgicos en la forma de imitaciones en miniatura del gran "talento"
cretochipriota -"keftiu"-, del que ya dijimos pesaba unos 26 kilos y guardaba una forma igual al hacha
doble (siendo esta la misma de los pectorales del Tesoro de El Carambolo). Por lo demás y en referencia a
lo antes expuesto, en mi opinión podemos afirmar que el "dios del lingote" es una divinidad cercana a
los Curetas, ligado a la veneración del cobre como dador de protección riquezas y armas. Todo lo
que nos hace poder afirmar que frente a nosotros tendríamos un divo cuyas propiedades y atributos
míticos mucho le acercaría a los Dáctilos, Coribantes, Curetas o Cabiros (entre otros seres parecidos).

ABAJO: Talento del tipo egeo, llamados "keftiu" o "piel de buey"; fechado a fines del II milenio a.C. y
procedente de Serra Ilixi (Nuragus) Cerdeña (agradecemos al Museo Arqueológico de Calgiari nos
permita divulgar la imagen de esta pieza de su archivo). En las serranías de la isla sarda se han hallado
numerosísimos "talentos" de este tipo, en los que se ponderaba y fundía el bronce, para comerciarlo
por el Mediterráneo (principalmente desde los siglos XIV al XII a.C.). Igualmente han
sido numerosísimas las "minas" "piel de buey" procedentes de Cerdeña halladas en los fondos
submarinos; destacando algunos pecios egeos y cercanos a Turquía, donde se han podido encontrar por
decenas (con miles de kilos de cobre almacenado en esos "talentos keftius").

Todo ello obliga a suponer que los sardos hubieron de extraer o comprar el cobre en otros puntos
ajenos a su isla, habida cuenta que sus minas y yacimientos apenas podían cubrir una parte del
mercado oriental mediterráneo (en plena Edad del Bronce). Lo que se demuestra en el hecho de que
junto a los cargamentos de lingotes de este tipo, se han hallado metales procedentes de zonas
lejanísimas (como estaño de Zimbawe, de Centro Europa o británico); al igual que objetos hechos en
marfil y huevos de avestruz. Lo que significa necesariamente que gran parte de los minerales y objetos
que comerciaban los sardos, procedían de tierras africanas o muy cercanas a ese Continente. Siendo
evidente que para obtener cobre y estaño en abundancia y con gran facilidad -durante los siglos a los
que nos referimos- el lugar más próximo a Cerdeña, era el litoral peninsular ibérico. Habida cuenta
que junto a las costas atlánticas de nuestras tierras, se extendían grandes zonas plenas en
yacimientos de oro, plata, plomo y cobre (por entonces apenas sin explotar) -hablamos de los siglos
XV al XII a.C., cuando aún Tartessos no había nacido, ni mucho menos los fenicios habían aparecido por
nuestras costas-.

Lo antes expuesto nos invita a plantearnos si no serían -en gran parte- esos sardos y sus aliados
orientales, aquellos que explotaban nuestros yacimientos metalúrgicos, en esas épocas anteriores a
las primeras colonizaciones ibéricas (durante el Bajo Bronce). Siglos en los que zonas como las de Rio
Tinto o Almería, ya eran trabajadas; conteniendo una minería bastante organizada. Organización que
probablemente se debiera a gentes cercanas a estos sardos y a los cretochipriotas; quienes
monopolizaban la mayor parte del comercio de los metales en época Micenica. Todo lo que nos
debiera hacernos plantear la unión entre Micenas y Cerdeña, tanto como la coincidencia cronológica
entre la caída de Micenas (y de la Cerdeña nurágica) y la aparición de Tartessos.

Una nueva civilización peninsular que probablemente surgió como reflejo de la invasión de los
dorios en el Egeo. Puesto que la Tarshis bíblica va emergiendo a la vez que comienza el dominio de los
nuevos dueños del área griega y anatólica: Los dorios; quienes crearían la Hélade pero acabarían con
Micenas (heredera de la Creta minóica). Todo ello debido en gran parte a la aparición del hierro -lo que
igualmente motivó la eclosión de Fenicia-. Muriendo definitivamente en ese tránsito entre el segundo
y el primer milenio a.C., el mundo del Bronce. Una civilización que había sido capitaneada
comercialmente por las culturas cretochipriotas y más tarde por la sarda (a fines del II milenio a.C.).

Tras ello, en nuestras tierras nace Tartessos, posiblemente surgido por efecto "espejo" de lo que
sucedía en el Egeo -como decimos-. Viniendo quizás por entonces hasta Occidente, los huidos desde
Creta y Chipre; buscando refugio o migrando hacia el Occidente extremo, aquellos que hasta entonces
gobernaron en Egeo y el mercado del cobre y el estaño. Gentes que al comienzo de la Edad del Hierro,
hubieron de escapar del Egeo y que seguramente trajeron hasta nuestras tierras sus
costumbres; entre ellas -con seguridad- algunas como la sacralización del lingote "piel de toro". Aquel
ponderal venerado entre los minócos como un hacha doble y que más tarde y entre los micenios, se
convirtió en un pellejo del buey adorado. Talento que había medido la riqueza y la felicidad de la
cultura cretochipriota; tal como igualmente debió simbolizar la prosperidad, la riqueza y la
divinidad en el nuevo reino de Tartessos. Por todo cuanto hubo de figurar aquella "piel de toro" (o
lingote sagrado), en los tesoros de algunos de sus reyes (como los que lucieron los pectorales de El
Carambolo).

Continuando con los Dáktilos, añadiremos que en mi opinión personal su nombre se origina inicialmente
en el Dikte, que como dijimos era la cueva cretense donde nace Zeus (desde la que es "raptado" por los
Curetas o Dáctilos, quienes lo esconden en la del Ida). Denominación que sería más tarde identificada
con la del "dedo" (en griego "dáctylo"); pero cuyo sentido verdadero fue el de "la red". Habida cuenta
de que como ya sabemos, esta cordillera tomaba su nombre de la voz helena Dikteos ( ) cuyo
significado era esa (red). Posteriormente aquellos "Dikteos", con nombre igual al del dios nacido en su
caverna (Zeus Dikteo); pudieron pasar a llamarse "Dáktilos", al identificarse las labores de los pescadores y
de los artesanos, con el trabajo minucioso de los dedos. Manos y dedos que quizás simbolizarían redes o
artes de pesca. Aparejos para capturar animales que dieron nombre a la cordillera Diktea. Que en
nuestra opinión -e intuición- se llamó así, porque aquellos montes forman en el Golfo de
Merambellou (el antiguo llamado de Chersonessos) unos promontorios y brazos marinos, que
cierran albuferas. Un hecho geográfico que pudo facilitar, se hicieran en estos "mares menores",
almadrabas; actuando los montes como "redes" (siendo extremadamente fácil pescar en las playas de sus
faldas). Entendiéndose así como un regalo de los dioses, aquellas estribaciones montañosas que no solo
permitían vigilar desde lejos y otear el mar; sino que incluso llegaban a actuar como rediles; permitiendo
entre sus promontorios y entrantes, grandes capturas de pescado.
Más regresando al origen del mito de Zeus, habríamos de indagar en su profundo significado. De tal
manera y atendiendo a la iconografía vista en la anterior entrada, en la que veíamos un padre de este
dios, convertido en ofidio gigante que devora un hombre. Comprenderemos con ella a Cronos como el
Tiempo, representado en una sierpe cuyos anillos se cierran sobre nosotros (tal como imaginaban los
antiguos). Siendo aquel progenitor de Zeus, un gran reptil que nos atrapa, enrocándose sobre sus hijos.
Imágen cuya interpretación ha de ser, el paso de los años -o de los días-, simbolizando todo ello el giro
de los planetas -o del cielo-. Ideas con las que en alguna forma podemos entender la importancia de
esa "red" (diktea) que conseguía atrapar al ser marino (o a la culebra); un habitante de las aguas y del
inframundo, entre los que figuraban los reptiles (tan cercano al pez o a la anguila).

Consecuentemente y por lo expresado, Cronos, puede identificarse con el gran ofidio que nos mata
enroscándose entorno a nosotros, en la forma de El Espacio que gira -Espacio cuya medida y
comprensión de su movimiento, generará el Tiempo: (E · V = T) -. Tiempo que en griego se dice ,
del que nos será ya fácil entender por qué es hijo de un Urano castrado. Progenitor quien no es otro más
que el Cosmos en sus giros; ciclos que controlará o regulará su vástago cortándolos. Universo -Urano o
Varuna entre los indoarianos-, al que su descendiente vence amputándole sexo con una hoz.
Cosmogonía que debemos interpretar como la medición -o corte- del Cosmos en su movimiento, a través
del creciente lunar (la hoz). Lunas que permitieron conocer el Tiempo, naciendo de este modo el reino
del Cronos (el calendario) y su relación con el ciclo solar. Comprendiendo desde entonces la
Humanidad los años y con ello cuando había de semillar y recolectar (con su hoz). Herramienta sagrada
forjada por los Telquines, que cosmogónicamente sublimaba el creciente y el ciclo anual sagrado; pero
cuyo sentido igualmente era el del final de la vida salvaje (en tribus o en cavernas). Ya que la compresión
del tiempo (el calendario), inició las Sociedades agrarias y con ello, la civilización organizada. Por todo
cuanto aquella hoz de Cronos que amputaba el Universo (cortando o midiendo el centro del Uranos: El
Sol), además ha de interpretarse como el comienzo de las culturas. Todo ello en un concepto que unifica
la siega y la recolección, con la muerte necesaria para volver a nacer. Reencarnación de la espiga que
procede de las semillas que el campesino corta (con la hoz) y guarda para sembrar en el siguiente
ciclo anual (cuando el calendario=Cronos, manda hacerlo)-.

AL LADO: Adoradoras del Labrys,


representadas en el sepulcro de Agia Triada (fechado hacia el 1300 a.C. y propiedad del Museo de
Heraclion, al que agradecemos nos permita divulgar su imágen). El mito narra en diversas fuentes, como
la hoz de Cronos fue forjada por los Telquines -quienes en varias versiones han sido confundidos con
los Curetas y Coribantes-. Con ese arma, "el tiempo" mutila y vence a su padre (el Espacio); lo que
cosmogónicamente nos habla del inicio del calendario a través de la Luna (la hoz), donde fueron
leyéndose los ciclos; pudiéndose concebir así los meses (de "mensis" = Lunas). Sin lugar a duda todo ello
enlaza con la categoría de Selienos (adoradores "lunáticos") que se da a los Telquines, Curetas y
habitantes de las cuevas del Ida, o del Dikteo. Pero sobre todo, aquella "hoz" forjada por los magos y
genios cretenses, creemos que se relaciona con el Labrys -o hacha doble-. Bipenna centro de la
religión minoica y que -como sabemos- hubo de ser venerada en un culto que uniría la metalurgia y
las riquezas, a la agricultura . Conformando ritos de fertilidad que sublimaban la obtención y trabajo
del metal, con la de los cereales y vegetales, que -al igual que los minerales- germinaban de la madre
tierra.

Sobre los rituales de adoración al Labrys, seguramente destacaron entre los minoicos los que
relacionaban el hacha con la navegación. Navegación para cuyo ejercicio era imprescindible el
metal (pues muy difícil o casi imposible es construir barcos sin herramientas ni objetos metalúrgicos).
Siendo además necesario para poder obtener y comerciar el cobre y el estaño, hacer largas travesías (ya
que en el Mediterráneo escaseaban sus yacimientos). Puesto que el oro, la plata o los minerales del
bronce; comúnmente los conseguían las gentes minóicas a miles de millas de distancia. Todo ello
explicaría el viaje del Laberinthos, que no sería otro más que el necesario para lograr llegar hasta
las minas donde se obtendrían las materias primas, con las que luego se fabricaban las armas (en
especial las hachas dobles). Bipennas que se llaman igual a este trayecto de resultado impredecible;
donde lo importante era orientarse y saber llegar o regresar a destino. Alcanzar el centro
del Laberinthos; que en Cnosos era una habitación o templo de palacio, donde se rendía culto al
Labrys. Lugar sobre el cual existía el mito de ser allí dónde habitaba el Minotauro -mitad hombre y
mitad toro-; monstruo contra el que había que luchar para poder alcanzar el arma sagrada (el Labrys),
librándose así de aquel terrible enigma o viaje -sin entradas, salidas, ni retorno-.

Dejando al margen posibles ritos iniciáticos, en los que a modo de tauromaquia se reverenciara el
hacha doble y se rindiera culto al bovino bravo (como dios de la guerra). Ceremonias, que sin lugar a
dudas se llevaron a cabo en Creta y en Cnosos -tal como muestran infinidad de estatuillas o frescos-. El
Laberinto hace referencia fundamentalmente a las travesías marinas; donde -en mi opinión- el toro
simboliza el mar, por ser un totem acuático (tanto que fue regalado por Poseidón). Olas y aguas que hay
que cruzar con valor, ingenio e inteligencia; culminando de ese modo el viaje laberíntico. Para todo ello,
la orientación era fundamental, de lo que consideramos su símbolo, el ave que vemos sobre los
Labrys (en la imagen y encima de las hachas). Significando los pájaros sobre las bipennas esta veneración
a la navegación bien orientada (tal como saben hacer los pájaros y comó Ícaro llegó a emular). Travesías
en las que antiguamente se valían de palomas y cuervos, soltándolas desde los barcos para
seguirlas y de este modo poder lograr guiarse hacia tierra (o al punto donde el animal estuviera
adiestrado a regresar).
ABAJO: Abajo, sepulcro en cerámica de periodo "minoico medio pospalacial", fechado sobre el 1300
a.C., hallado en los cementerios de Rethymnos (propiedad del Museo Arqueológico de Rethymnos al
que agradecemos nos permita divulgar su imagen). En la imagen podemos observar el lateral de dicho
sarcófago, con unas Labrys que emergen entre lo que parecen "flores de lirio" o ramas. No siedo muy
común esta representación, en verdad los adornos que acompañan en los lados al hacha doble del
sarcófago, son cuernos. Astas sagradas que normalmente son como las que figuran en la imagen cuarta
de la presente entrada (ver foto arriba, entre el dios lingote y bajo el Labrys del Museo de Heraclion).
Por lo demás, estos pitones sacros que suelen "envolver" a las bipennas, también recuerdan en cierto
modo olas marinas; aunque realmente suelen imitar o llevar adornos florales (presentando una
veneración identificada con la agricultura).

En ambos casos (en las imágenes comentadas), la bipenna surge de un entorno floreado, haciendo ver
que aquel vástago con el hacha en su medio, es "un árbol de la vida". Todo lo que relaciona
plenamente este Labrys con una figura o diseño de carácter sexual, muy cercana a lo que en Egipto era
la flor de loto y más tarde fué la flor del lis. Un lirio de tres hojas, cuyos inicios y orígenes -en su
diseño-, son el rayo de Zeus y más concretamente en las armas del Teshub hurrita (Tarhan hitita).
Ráfaga y luz simbolizados en un semi-tridente, cuyo sentido unía la luminosidad, el fuego, la visión y
la inteligencia; a la fertilidad y la riqueza. Identificando las armas y la intuición militar, con la
buena cosecha y el buen gobierno. Ello porque el fuego era tan imprescindible para el metal, como la
luz para la agricultura; al igual que los yacimientos metalúrgicos eran necesitados por el ejército,
tanto como una buena tierra bien sembrada, por los campesinos. De lo que en estas Labrys vemos las
hachas dobles naciendo a modo de árbol, en un diseño que (al igual que la flor de lis) nos recuerdan al
sexo. Todo lo que identificaría el mito que analizamos de Cronos y la mutilación de Uranos a la hoz
de los Telquines, forjada en Creta. Cultos de la metalurgia y de la Luna, de la tierra y del metal, que
claramente pertenecen al panteón minoico y a la leyenda del nacimiento de Zeus.
Lo anteriormente expuesto puede hacernos comprender la complejidad cosmogónica, filosófica y
simbólica del mito de Uranos junto a Cronos y la sucesión por su trono -que finalmente lograría
Zeus-. Un díos cuyo nombre nos indica que simboliza la "Luz"; luminosidad o fuego a la que aún decimos
"día" o "day"; voces que tanto se acercan a las palabras "deidad" o "divo", cuyos radicales y significados
son tan cercanos a los de Zeus. Un dios de la luz (del dia) que finalmente triunfaría sobre su padre; ya
que mientras el primero vence a Uranos "acotando" el cielo sirviéndose de una hoz (cortándole el
sexo); este fue destronado gracias de la luz o la inteligencia de Zeus. Quien le obliga a tomar un
bebedizo por el cual vomita a todos los hijos que había engullido; hermanos del dios que salen del
cuerpo de Cronos y que capitaneados por Zeus le destronan. Todo lo que explicitamente constata que
Cronos era una deidad arcaica, tanto que sacrificaba y comía a sus vástagos (una costumbre neolítica
que se siguió practicando entre pueblos muy primitivos). Pero sobre todo nos indica que pertenece a
épocas en las que el Tiempo tan solo se medía en Lunas; no pudiendo llegar a comprenderse el ciclo
anual (lunisolar). Mientras Zeus simbolizaría aquellas civilizaciones más avanzadas que dominaban el
firmamento de dia y de noche, conociendo la duración del año y por lo tanto el ciclo de la luz ("diayus"
en indoeuropeo, "zeus" en griego).

Siendo Zeus -de tal modo- un dios solar, aunque mejor sería decir "lunisolar", debido a que los helenos
tenían un calendario basado en Lunas, que ajustaban periódicamente al Sol. Mito que mucho nos
recuerda al de otras adoraciones semejantes de tipo celestiales, unidas a la fuerza de la luminosidad
-como la japonesa Amaterasu-Omi-Kami, que representa el reflejo lunisolar y de quien narra la leyenda
cómo se oculta en una cueva, hasta que logran que salga de ella el resto de los dioses, que también la
custodiaban-. Por cuanto decimos, pudiera interpretarse a este Zeus como la luz del Sol y su proyección
sobre la Luna. "Astro rey" que todas las tardes se esconde "bajo la tierra" por el Oeste, pasando la
noche en el "internos" (infierno, inframundo o interior-nuestro), para nacer en el lado opuesto. Quizas
significando su venida al Mundo en el monte Dikteo, la puesta del Sol; mientras su traslado a la otra
caverna del Ida, simbolizaría el necesario viaje del astro "bajo la tierra", para emerger o renacer por el
punto opuesto (en el amanecer).

Consecuentemente, el parto de Zeus y la estancia en las cavernas de Creta hasta su edad adulta,
simbolizaría la noche. Por todo lo que Britomartis -o las diosas que le cuidaron- significarían la Luna;
mientras los Curetas, Dáctilos o Coribantes serían las estrellas y el firmamento nocturno. Pudiéndose
interpretar ese niño dios, como la luz del brillo que "se guarda" durante la noche, en el lado opuesto a
nosotros. Un Sol que está en estas horas "bajo la tierra", reflejando su resplandor en la cara de
nuestro satélite. Secreto del origen de la luz lunar, que ha de saber todo aquel que desee guiarse o
regular un calendario lunisolar (como el que heredaron los griegos de Mesopotamia). Ya que sus ciclos
contienen una gran dificultad, al ser muy complejo comprender y alternar los periodos de la Luna, junto a
los del Sol. Por todo lo cual creemos que el mito -sin duda alguna- nos habla de un niño Zeus escondido
en las montañas, tal como el Astro rey se oculta cada noche, preparándose para madurar y salir al
Mundo en el amanecer. Nocturnidad durante la que su luminosidad solo podemos verla en la Luna. "Luces
y sombras" que de comprenderse perfectamente -en sus ciclos y alternancias- haría a los helenos
entender de un modo profundo el Cosmos y sus periodos. Dominando con ello, el Universo y el
Tiempo: Uranos y Cronos (que de este modo quedarían destronados por Zeus, la inteligencia: La
comprensión del Espacio y el Tiempo).
AL LADO: Reproducimos literalmente el mito de Gárgoris y Habis, narrado por
Justino; tal como lo recoge y traduce el profesor Fernando Gascó en su publicación "Gárgoris y Habis,
la leyenda de los orígenes de Tartesos" (Fernando Gascó, REVISTA DE ESTUDIOS ANDALUCES, n.7,
1986 -Pags. 127 a 146-). Agradecediendo al propietario de los derechos nos permita recoger y exponer
las páginas, tal como se hallan redactadas en el estudio del profesor de la Universidad de Sevilla.
Deseamos traerla como imágen ya que en ella puede leerse el mito de Gárgoris y Habis integramente.

Por su parte, el mismo profesor que nos lo traduce, opina con gran certeza que el texto no debe ser
retocado, como se hizo desde el siglo XIX; cuando consideraron que lo escrito seguramente era "cunetes"
o "cynetes", en vez de "Curetes". Tras ello, ha sido muy común cambiar esta palabra del original,
pensando que Justino habla de los Cynetes, en vez de los Curetes. Aunque profesores de la talla de
Fernando Gascó ven en ello un claro error, advirtiendo que ha de respetarse el texto original. Por
todo lo que podemos hablar de unos Curetes ibéricos, localizados en tierras de Tartessos y
gobernados por un rey cuyo nombre mucho nos recuerda a la Gorgona (Gárgoris). Monarca que a su
vez era apicultor; al igual que el rey de Creta que acogió y protegió a Zeus en el Ida. Todo lo que
une no solo la Península Ibérica con las civilizaciones cretochipriotas del Bronce; sinó asimismo el
mito de Medusa al de los Curetes (tal como venimos demostrando).

ABAJO: Signos comparados: Ibéricos, cretenses y chipriotas (entre otros). En nuestro Blog "SOBRE LOS
TEXTOS IBÉRICOS DE MARIO GÓMEZ-MORÁN", hemos ido mostrando y demostrando cómo el origen del
alfabeto ibero, en su gran mayoría, se halla en el Egeo. Más concretamente entre los signos de los
alfa-silabarios cretenses y chipriotas. Culturas que escribieron en estos silábicos hasta el siglo IV a.C.
(en que Alejandro Magno invade Chipre). Dichos signos cretochipriotas son los que en su mayoría
conformaron los alfasilabarios ibéricos (junto a algunos egeos arcaicos). Todo ello demuestra que la
cultura y la colonización más temprana de nuestra Península procede de este área (tan cercana a
Fenicia). Islas de Creta y de Chipre, cuya civilización fue metalúrgica y marinera, lo que obliga a
entender que pudieran ser algunos de los primeros colonos de nuestras tierras (en busca de oro, plata,
cobre y estaño).

Cuanto apuntamos, pudo localizar a los Curetas (o cretenses) en tierras de Tartessos, tal como
narra Justino. Unos genios cuya reverencia se debe a los cultos del metal; del mismo modo que en
nuestra opinión la Gorgona procede de estas tradiciones metalúrgicas (Gorgona, que como muchos
autores apuntan se debe asimilar a Gárgoris, el rey tartessio de los Curetas). Cobre y estaño que se
agotó durante el II milenio en el Mediteráneo, por lo que los cretochiprotas y quienes comerciaban el
bronce, hubieron de venir hasta el litoral atlántico ibérico para obtenerlo. Ello conformaría los mitos
metalúrgicos del Occidente, entre los que se halla el de los bueyes de Gerión; que en mi opiniòn
simbolizan esos lingotes piel de toro (antiguos), que los griegos llevaban hasta sus tierras. Igualmente la
Gorgona procede de la garganta del Mediterráneo (Gibraltar) junto a la cual se hallaba el paraiso
de la minería. Cobre y estaño con el que se recubrían las corazas y de ello que la égida siempre
llevara la "cabeza de la Gorgona", cuya mirada cegaba. Como símbolo del temor que presagiaba
enfrentarse a ejércitos armados con petos y escudos recubiertos de ese bronce (principalmente obtenido
entonces en la Península Ibèrica).

Tras el análisis del mito de Zeus, regresamos a los Curetes, deseando terminar nuestro artículo con
aquellos "otros" genios del mismo nombre, que se citan junto a Tartessos. Siendo este el caso de los
Curetes que Marco Juniano Justino recoge; quien hacia el siglo III d.C. nos legó un comentario a la
historia escrita por Pompeyo Trogo (escrito a su vez, algo más de dos siglos antes). En su resumen sobre
Trogo se expresa del siguiente modo (textualmente): "Las zonas boscosas de los tartessios, donde se
cuenta que los titanes hicieron la guerra contra los dioses, la habitaron los Curetes, cuyo
antiquísimo rey Gárgoris descubrió la forma de recoger la miel". Evidentemente en mi opinión, el
texto no deja dudas a la identificación del mito relatado con las leyendas cretochipriotas (más
concretamente con las de los Curetes de Creta, que venimos analizando). Algo que nos atrevemos a
aseverar por varios motivos, entre los que destacaría en primer lugar que sitúa temporalmente los
hechos en época de la lucha de Titanes (tiempos en los que sucede igualmente la leyenda de los
Curetes micénios -o minoicos-).

En un segundo término, al decirnos Justino que su rey era Gárgoris; menciona un nombre que ya
innumerables mitógrafos han identificado con la Gorgona -recomendamos a nuestros lectores ver
detenidamente cita (13) -. Por todo, al considerar nosotros que la Gorgona es una forma de Potnia
Theron (Señora de los Animales) muy cercana a Britomartis; cuanto nos narra la fábula de los Curetes
de Tartessos (el reino de la metalurgia) se uniría a los cultos del Ida cretense. Pues como sobradamente
sabemos, en mi opinión la Gorgona supone una sublimación legendaria de la obtención y uso de los
metales -occidentales-; cobre y estaño utilizado para protegerse en guerra. Y para que las corazas y
escudos tuvieran un mayor poder apotropaico, sobre ellas se labraron estas caras
monstruosas (gorgoneias), en base a su leyenda. Por cuanto podemos concluir que este Gárgoris sería el
mismo que la Gorgona; monarca o poseedor de las tierras del mineral del bronce en el lejano
Occidente (islas o lugares que después fueron Tartessos -tal como dice Justino en su fábula-).

Consecuentemente, el mito Gorgóneo y el de Gárgoris, relataría imaginadamente la historia de los


primeros reyes de una Iberia, por entonces aún no colonizada plenamente por mediterráneos.
Leyenda que procedía de las dificultades y temores que hubieron de pasar los habitantes del Egeo
durante el II milenio a.C., para alcanzar nuestras tierras, pactar con las gentes que aquí vivían y llegar
a comerciar con nuestros metales. Cobre imprescindible por entonces y ya agotado en las minas
Orientales mediterráneas y riqueza que les protegía cual la cabeza Gorgonea (o de Gárgoris). Narrando los
mitos micénios que hemos analizado, en qué modo lograron hallar y trabajar los Curetas los metales;
llegando a tener tal fuerza a tavés de ellos, como para ser capaces de obrar el destronamiento de
Cronos (promoviendo la Hélade, que es lo mismo a la caida de Cronos, pero tratado de un modo
fabuloso). Súbditos del rey cretense que difundieron el cobre y el bronce; quienes aparecen citados
por Justino igualmente en el reino de Tartessos y en épocas anteriores a la fundación de ese reino del
Sur hispano (por lo que la época de los Titanes que refiere Justino, es un tiempo previo a la Edad del
Hierro).

Consecuentemente, nos desea indicar la fábula de Gárgoris, que aquellos cretochiprotas a los que
representan los Curetas del Ida -de origen egeo-; habían colonizado de algún modo o vivían en el Sur
de Iberia. Aculturación que hubo de llevarse a cabo en diversas migraciones, de las que ya hemos
repetido hubo durante el II milenio a.C.. Mil años en los que múltiples invasiones, cambios de Era y
cataclismos, obligaron a huir de sus tierras a los habitantes de estas islas y costas egeas. Por lo
demás, Gárgoris era un monaca apicultor, al igual que el rey de Creta (Meliseo). El padre de Adrastea e
Ida, ninfas quienes recogieron a Zeus junto a los Curetas; para guardarlo en las cavernas y conseguir
destronar a Cronos. Sobre el sentido de la "melisocracia" o "gobierno del mielero", trataremos en otros
artículos futuros; pero nos queda añadir que el triunfo de Zeus conseguido por los Curetas y el
monarca de la miel, supone vencer a Cronos (el tiempo). Lo que -como hemos dicho- resulta
una sublimación mítica de la victoria frente a la Historia y del paso a la eternidad de la civilización
griega (derrotando al tiempo, como verdaderamente logró).

La leyenda que continúa narrando Justino es de suma importancia, no solo porque de algún modo Gárgoris
es un monstruo (como la Gorgona), sinó porque sus descendietes serán los mismos; tanto que en
ambos casos, el tercer sucesor a su trono, es Gerión: El rey de Tartessos. Aunque en el mito de
Gárgoris, su monstruosidad se reconoce por el salvajismo de sus costumbres; tanta como para intentar
matar a su nieto de sucesivas formas distintas (a cual más cruel). Sin lograr acabar con su
descendiente, ya que el niño fue devuelto por el mar y más tarde amamantado y cuidado por
animales. Lo que recuerda en verdad a otros fundadores de civilizaciones -como Rómulo y Remo-, pero
sobre todo nos trae esta vez a la memoria a Cronos, acabando con sus hijos, para no ser destronado.
Hechos que relacionan el mito de Gárgoris y Habis con épocas muy arcaicas, en que la exposición y el
sacrificio de infantes era común (sobre todo entre las clases reales, tal como testifican las religiones y la
Historia Antigua). Por lo demás en lo que se refiere al significado del mito y sus paralelismos con otras
fábulas fundacionales, recomendamos leer el trabajo antes mencionado de Fernando Gascó (14) .
BAJO ESTAS LÍNEAS: Arte Rodhio -o imitación estrusca-, procede de Vulci y se fecha en el siglo VI
a.C. (actualmente en el British Museum, al que agradecemos nos permita divulgar su
imágen). Representa a la Gorgona teniendo en sus brazos a su hijo Pegaso que surge del cuerpo o de
su cuello, al cortarle la cabeza Perseo. En el lado derecho hubo de situarse su otro hijo, Crisaor;
nacido al tiempo y del mismo modo; quien fue rey de tierras de Tartessos, antes que su vástago
Geriones. Siendo este último, el dueño de los bueyes que roba Heracles; un Gerión al que el héroe griego
vence, acabando con su vida de un flechazo. Todos estos ciclos mitolológicos, como hemos analizado, en
mi opinión narran en dos periodos diferentes el "robo de los metales" o la exportación del bronce de
Occidente, hasta el Egeo (inicialmente por los micenios y luego por los griegos).

Cuanto narramos, se expresaría y analizaría mitológicamente del siguiente modo: Primero la llegada
hasta nuestras tierras de los micenios (Perseo) quien vence a Medusa e impone una dinastía ligada a
él (la de Crisaor). Significando el logro de llevar los metales desde el Occidente Mediterráneo hasta el
Oriente, colonizando en parte la Península (vencer a la Gorgona o tener su poder convertido en escudos,
petos y armas). Estableciendo entonces en la Península lazos comerciales y dinastías de algún modo
ligadas a Micenas (o interesadas en pactar mercantilmente con el Egeo). Tras ello, el ciclo de Heracles
contendría en mi opinión la segunda venida de los "verdaderos griegos" -los dorios, en la Edad del
Hierro-, simbolizados en el héroe de Tebas. Quien roba los bueyes de Gerión (lleva los lingotes a la
Hélade) y más tarde mata a ese rey de Tartessos. Quedaría por añadir que Gorgona y Gárgoris serían
los mismos monarcas de periodos iberos previos a las primeras colonizaciones; antes de la legada de los
micenios en el siglo XIV a.C... Por su parte, hemos dicho que los hijos de ellos -Crisaor y Habis (padres
de Geriones)- serían también unos mismos personaje míticos que hemos de situar temporalmente en
el siguiente periodo de cierta aculturación oriental (entre el siglo XIV y el X a.C.) . Finalmente
diremos que la hermandad entre Pegaso y Crisaor, no solo narraría los maravillosos caballos que la
Península Ibérica tenía en estas épocas (famosos por todo el Mediterráneo). Sino a su vez puede indicar
que los jinetes y el ejército ecuestre ibero pudo ser de una gran fortaleza en estos años que se supone
gobierna Crisaor -que como decimos sería la etapa prácticamente correspondiente a Micenas. Ver cita
(13)-
Para finalizar esta entrada, desearíamos añadir algo sobre la figura de Habis (anotación que creemos no
se ha expuesto anteriormente). Puesto que aunque bien sabido es que este rey fue el civilizador de la
primera Iberia, por lo que se compara con Rómulo y Ciro en el mismo mito de Justino (y algunos
autores -entre ellos Fernando Gascó- lo relacionan con Moisés). Creemos no ha sido estudiado Habis
en sus similitudes con Zeus Dikteo (el dios niño nacido en Creta). De tal manera -a mi parecer-, el
nombre de Habis procedería del vocablo proto-indoeuropeo "ABAS", palabra de la que surgen más tarde
las indoeuropeas de "ATAIR" o "HATES". Voces estas que dieron origen a "Father", "Mother", "Madre",
"Padre", "Mater" o "Pater". Pero que a su vez son el radical del cual procede "JU-PITER" (padre de la Unión),
"TEUT-ATES" (padre de todos) o "HADES" (del rey de los infiernos cuyo significado común sabemos, es "el
padre"). De lo que en mi consideración HABIS sería en sí mismo "Habas" en protoindoerupeo, o "Hades"
en griego; cuya traducción sería la de "el padre" (refiriéndose al primer rey o civilizador de nuestras
tierras) (15) .

Por cuanto este "primer padre" o Jupiter ibérico, puede asimilarse plenamente con el Zeus cretense,
del que sabemos también su progenitor intentó deshacerse de él; aunque en el caso de Habis, le
pretendió eliminar su abuelo. Un rey Gárgoris, del que narra la leyenda, no aceptaba al nieto por haber
sido concebido de manera deshonrosa. Deshonra que interpretamos como una lucha de poderes, entre
las dinastías autóctonas y otras nuevas surgidas en el II milenio a.C. -mezcladas seguramente con
extranjeros llegados de Oriente buscando metales-. Representando Habis a un pueblo o estirpe real
procedente desde una colonización -o que había pactado y comerciado con ajenos al poder
establecido-. Mientras Gárgoris simbolizaría los habitantes antiguos y autóctonos de la Península; sin
contacto con llegados de tierras lejanas. De tal modo, el vástago de la hija de Gárgoris no aceptado
por ese rey, en mi opinión significaría el momento en que algunos habitantes ibéricos no desean
mezclarse con gentes venidas del Mediterráneo. Colonizadores que emigran en su mayor parte desde el
Egeo y a los que hemos de suponer cretochipriotas. Al ser estos los únicos que tenían una flota capaz
de alcanzar nuestras tierras en épocas del principio del Minoico Medio Primero (primera mitad del II
milenio a.C.). Gentes que por entonces necesitaban los metales peninsulares y que verían o describirían
como seres precarios y monstruosos (Gorgoneos) a aquellos que les atacaban, cuando pretendieron
comerciar y establecerse en la Península Ibérica.

Los hechos de la Historia y de la búsqueda del bronce ibero, en plena Edad de ese metal; que
consideramos se contienen en la fábula que analizamos. Narran en mi opinión el choque cultural entre
colonizadores y colonizados en diferentes periodos del II milenio a.C., expresado en los conflictos entre
"un abuelo y un nieto": Gárgoris y Habis. Simbolizando Habis como decimos a esas primeras gentes
venidas desde Oriente, que se unieron a las de la Península; logrando crear grupos o tribus de algún
modo híbridas y colaboradoras con los colonos (el descendiente deshonroso de los de Gárgoris). Gentes de
las que entiende en el mito, fueron en un principio agredidos y expulsados; tanto que habrían de huir
hasta zonas allende los mares -o regresar a sus tierras por algún tiempo-. Siendo ello lo que Habis
representa en los diferentes intentos del abuelo por acabar con él y en la última exposición (o
expulsión) al mar.
Pese a lo que nuevamente volverían estos mezclados con los colonos en sus naves (simbolizado en el
barco que salva a Habis en el Océano, retornándolo a tierra). Un regreso logrado quizás al apoyo de
población y sobre todo a las embarcaciones colonizadoras; tras lo que aquellos partidarios de los
extranjeros se establecerían en lugares ocultos. Zonas fuera del alcance de los de Gárgoris, desde los
que poder seguir manteniendo contacto con aquellos, comerciando el metal ibérico (sublimado estos
hechos en el Habis devuelto por las aguas y alimentado por animales salvajes, viviendo en los
bosques). Hasta que finalmente, esos colaboradores con los extraños y gentes mezcladas con los venidos
por mar -que ocultamente seguían comerciando-, serán admitidos por quienes hasta entonces los
rechazaban (lo que se enseñaba en el reconocimiento del abuelo, cuando Habis es atrapado en las
montañas; tras lo que Gárgoris le nombra su sucesor). Naciendo de todos estos procesos de
aculturación y contactos con el Oriente Mediterráneo, la civilización tartessia; cuyo rey Gerión, es
finalmente el hijo de Habis.

Una vez comprendido el mito, seguiremos el estudio comparativo con el de Zeus Cretense, ya que
también este "sufrido" monarca de nuestras tierras fué ayudado y ocultado por numerosas nodrizas
similares a las del Ida . Que en el caso de Habis eran animales sus cuidadores, al igual que lo fueron en
el Zeus Dikteo, ya que fué adoptado por animales en los más antiguos mitos; siendo sus cuidadores una
abeja y una cabra. Quienes más tarde se convierten por las fuentes clásicas en los reyes de la isla
minoica, a los que se les da el nombre de Melisseo (el apicultor, "el mielero") y Aix (la cabra, después
convertida en la reina Almatea); padres ambos de las ninfas Ida y Adrastea. Siendo muy interesante
el paralelismo tan cercano entre el Júpiter de Iberia (Habis) y el de Creta (Dikteo); hablándonos sus
mitos de los Curetas siempre junto -o cercanos- al niño; que en una leyenda figuran como habitantes
del reino de su padre y en otra como principales cuidadores del dios rey. Curetas que toda la mitología
reconoce como los iniciadores del metal.

Finalmente diremos que narra la fábula de Justino como tras civilizar aquellas tierras Habis, fueron
heredadas por Geriones; rey del que sabemos era el nieto de la Gorgona (hijo de Crisaor -según otras
fuentes clásicas-). De todo cuanto puede deducirse que si consideramos a Gárgoris una personificación de
la Gorgona; sabiendo que los hijos de Medusa eran: Pegaso (el caballo alado) y Crisaor (el rey de la espada
de oro). Conociendo que Crisaor es a su vez padre de Geriones (16) . Todo ello hace entender que Habís
(el monarca anterior a Gerión) sería la misma persona mítica que Crisaor. Rey este del que ya vimos su
nombre significa espada de oro (en griego ); quien simboliza sin duda los tiempos ibéricos en
los que los Egeos "nos visitaban", y logran colonizarnos de algún modo, en busca de nuestro oro y
plata (la espada de oro).

Algo que sucede principalmente durante la segunda mitad del II milenio a.C.; periodo en el que se dan
civilizaciones peninsulares metalúrgicas, tras la caida de El Argar. Culturas iberas emergidas entre el
siglo XV y el XI a.C.; que se agrupan en el tipo "Cogotas" y que hubieron de ser "fomentadas" o "inducidas"
por gentes venidas desde Oriente (seguramente micenios del Egeo). Momentos estos en los que la joyería
en oro y plata de nuestras tierras, conseguiría realizar unas obras que tan solo pudieron superarse por
las de Egipto. Siendo aquella etapa del final del Bronce, cuando en mi opinión la más bella orfebrería
antigua se creó en la Península. Cuyos tesoros hallados (como el de Villena), contienen kilos del más puro
oro, trabajado con el mayor refinamiento. Maravillosa época metalúrgica, que considero debiéramos
denominar "el reino de Crisaor" (el monarca de la espada de oro).

BAJO ESTAS LINEAS: Torques collar en oro puro, hallado en las cercanías de la bella ciudad portuguesa
de Sintra (hoy en el British Museum, al que agradecemos nos permita divulgar su imagen). Fechado en el
Bronce Final (hacia el siglo X a.C.) es una de las múltiples muestras de lo que es la orfebrería
ibérica a fines del II milenio a.C.. Habiéndose fabricado en esta etapa de nuestra Historia, joyas con
un refinamiento, una calidad de metal y un trabajo en oro, que muy pocos pueblos han llegado a
conseguir. Vaya como ejemplo de ellas y de esta etapa maravillosa de la orfebrería prerromana, este
torques portugués; muy similar a los que se han hallado en Extremadura y en muchas de las zonas
cercanas a las dolménicas de España. Piezas de joyería con más de tres mil años de antigüedad y sin
parangón en muchas otras civilizaciones. Nacidas de seguro durante el "reinado de Crisaor" (o de
Habis...) .

CITAS:

(1): En la entrada Número cuarenta y cuatro del presente blog, analizábamos el significado del lingote y su relación con el patrón
oro-cabezas de ganado. Piezas fundidas de cobre con forma de pieles de estos bueyes y que siglos antes de la Edad del Hierro fueron
tenidas por un patrón ciertamente común en gran parte del Mediterráneo oriental. PARA MÁS INFORMACIÓN, VER PULSANDO SOBRE
LINEA AZUL: 44ª- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo (Parte XV: El patrón oro y el valor
mágico-místico de las joyas en La Antigüedad). -SIGNIFICADO DEL LINGOTE COMO PATRÓN Y MODELO DE VIDA ECONÓMICA, SU
RELACIÓN CON EL TESORO Y EL PECTORAL- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/07/1-6-7.html
(2): Zeus protegido en el Ida y entregado por su madre a las ninfas cretenses, junto a los daimones de las cuevas, entre otros
en: Apolodoro (Biblioteca 1. 6 y 2, 5-9); Diodoro Sículo (Bibliot. de la Hist. 5. 70) y en 5. 65. 1, habla de que eran titanes que vivían
junto a Cnosos, a los que Rea encarga el cuidado del niño. Ovidio en Fastos (V. 115.), igualmente lo expresa Euripides (Las Bacantes
120 ss.); Apollonio de Rhodas (Argonautica 2. 1231 ss) menciona igualmente a Zeus llevado hasta el Ida y su caverna. Lo mismo
dice Pausanias (Descripción de Grecia 5. 7. 6), que narra la historia afirmando que indistíntamente puede llamarse Dáctilos y
Curetas a los protectores de Zeus. Nonno de Panópolis (Dionisiaca 14. 23 ss) indistintamente les denomina Coribantes y Dáctilos,
cuando menciona su proeza defendiendo a Zeus en el Ida.

(3): Dáctilos, Coribantes, Curetes y Cabiros, confundidos y entremezclado su significado en fuentes clásicas: Estrabón
(Geografia10; 3. 22), narra como estos Curetes son hijos de los Dáctilos, y ambos se tratan de demonios cretenses pertenecientes a
la edad de plata citada por Hesiodo; añadiendo qu su número es de cien e indistintamente se denominan Dáktilos (daimones) u
hombres Curetas. Indistintamente denominados, aunque se considera a los Dáctilos padres de los Coribantes y Cabiros en algunos
autores antes citados junto a Servio (Comentario a Virgilio Georg. IV; 153.) . Nonno de Panópolis (Dionisiaca 14. 23
ss) indistintamente les denomina Coribantes y Dáctilos, cuando menciona su proeza defendiendo a Zeus en el Ida. Por su parte,
Diodoro Sículo (Blib. Hist. V; 64), dice que la patria de los Dáctilos es Samotracia y los confunde con los Coribantes y Cabiros. Por su
parte, Pausanias (Descripción de Grecia 5. 7. 6) afirma que son categóriamente iguales Dáktilos y Curetas. Ovidio en (Fastos 4. 207
ss) comenta el hecho de que los címbalos e instrumentos que había en el Monte Ida, proceden del sonido del armamento de los
curetas.

(4): Los Dáctilos, como oficiantes de Cibeles unidos a Frigia citados en: Estrabon (Geografia; 10. 3. 7) habla de todos ellos,
confundiendo: Telquines, Coribantes, Dáctilos, Curetas, Sátiros, Cabiros, Silenios y Bacantes (al ser todos los que instituyen las
orgias). Afirmando que Coribantes, Telquines y Dáctilos son lo mismo que Curetas; quienes habían establecido los misterios que
tanto terror producían. Diodoro Sículo (Bibliot. de la Hi. V; 64). Algunos historiadores afirman que estos Dícteos son originarios solo
de Frigia y del monte Ida de esta zona -hoy Turquia-, por ejemplo: Diodoro Sículo (Biblio. Hist.. XVII. 7) o Apolonio de Rodas en
(Escolios; I, 1126). Aunque Apolonio de Rodas (Argonautica 1. 1122 ss) expone claramente que estos genios dicteos, comenzaron
todos los ritos y sacrificios; en especial los de la diosa madre (Cibeles) en recuerdo de los de Frigia (denominando a la Madre del
Ida, Cibeles-Rea). Los Curetes se citan en numerosos casos como los iniciadores de las danzas mistéricas, por ejemplo en Estrabón
(Geografía 10. 9. 12); donde las separa en bailes frigios, cretenses y orgiásticos. Aunque más determinante y curiosa en la mención
que de ellos hace Diodoro (Bibl. Hist. 5; 65. 1) quien se refiere a los Curetes como los creadores de las armas, de los cascos y de los
escudos; e inventores de las danzas. Ovidio en (Fastos 4. 207 ss) comenta el hecho de que los címbalos e instrumentos que había en
el Monte Ida, proceden del sonido del armamento de los curetas. Plinio el Viejo (Historia Natural 7. 204) igualmente les atribuye a
los Curetas los ritmos y las fietas pírricas.

(5): Como dioses de la montaña, pesca, caza, música y artes; creadores del metal. Citados así en fuentes clásicas: Como
descubridores del hierro en Diodoro Sículo (Biblioteca de la His. V; 64), aunque en (5. 65.1) se refiere a los Curetes como los
creadores de las armas, de los cascos y de los escudos; e inventores de las danzas. Por su parte Cicerón (Nat. de los dioses III.
16.) afirma que estos descubrieron el hierro en el monte Berecintus, procedían de Frigia y fueron los primeros habitantes de
Creta. Plinio el Viejo (Historia Natural 7. 204) igualmente les atribuye a los Curetas los ritmos y las fiestas pírricas. Aunque mucho
más interesante es lo que escribe Plinio en Historia Natural (7. 56, 197)diciendo que según Hesiodo los Coribantes (Curetas) fueron
los introductores del hierro y sus inventores; llevándolo hasta Creta. Clemente de Alejandría (I. p. 360.), dice algo muy similar,
atribuyendo a los Curetas y Dactilos la creación de las artes y el descubrimiento del hierro. Similar opinión tiene Plutarco, que les
describe como los hacedores de todo lo mágico y artificial. Ovidio en (Fastos 4. 207 ss) comenta el hecho de que los címbalos e
instrumentos que había en el Monte Ida, proceden del sonido del armamento de los curetas; siendo muy de destacar la mención que
hace relacionando los sonidos del ritmo frigio con estos golpes del metal de los Curetas. Por su parte, Estrabón (Geografía 10. 3. 14
- 15) les atribuye la invención de las artes y los objetos de música.

(6): Dactilos; cinco, identificados con los dedos casados con sus hermanas; mencionados en: Estrabon (F.G. X p. 473); Diodoro
Sículo (Bibliot. de la Hi. V; 64 3-5) habla muy especialmente de que los genios del Ida, Dactilos se llaman así por ser identificados
con los dedos.

(7): Sobre los orígenes de estos genios, las fuentes clásicas más comunes nos hablan que fueron sus padres o nacieron del
siguiente modo: Los Curetas: Hijos entre otros de la sangre de Uranos o de los dedos de Gea Hesiodo(Teogonía 176); nacidos
directamente de la tierra (Gea) en Estrabón (Geografía 10.3.9), Diodoro Siculus (5.65.1), tanto como Nonno de Panópolis (en
Dionisiacas, 13;135 y 14, 23), engendrados por la Lluvia en Ovidio (Metamorfosis 2, 282). Hijos de los Dáctilos y las Hecatérides en
Estrabón (Geografía 10, 3; 19-22) e hijos de los Dáctilos en Diodoro Sículo (5,65, 1). Estrabón también afirma que nacen de Cronos,
tras castrar a su padre (Geografía 10, 3, 9). Los Dáctilos: Padres de los Daktilos, engendrados por Gea al meter sus dedos en la
tierra, según Nonno (Dionisiacas; 14,23) mientras dictan que son hijos de Anchiale, Apolonio de Rodas (Argonautica 1.1122), quien
por su parte cree que es la misma Rea. Aunque otros comentan que su padre sería Hecatero, tal como lo hace Estrabón (Geog. 10;
3.7). Otras citas más concretas son: Hesiodo (Theogonía 176); Narra como dijimos que nacieron de la mano de Cronos manchada
de sangre metida en la tierra y procediendo asi de Gea los gigantes (Curetes) y la ninfa Melisea. Varios textos griegos cantos líricos
de los siglos V a.C., afirman que los Telkines nacieron igualmente de la sangre de la castración de Uranos, caida sobre la tierra.

(8): Hecatérides, casadas con los Dáctilos. Hijos de los Dáctilos y de los Curetas: Curetas nacen de los Dáctilos Ideos, aunque
muchos afirman que los engendra Gea; en palabras de Diodoro Sículo (Biblioteca de la Historia V, 65, 1). v

(9): Etimología de Coribantes y Curetes: En la entrada anterior noe hemos extendido ampliamente en estos conceptos.
Determinando que Cureta es una voz que procedería del radical que en idiomas indoeuropeos daría palabras como: "Cobre", "cupre"
"cooper". Dicha raiz es "URRE" cuyo significado es "rojizo", del cual procederían términos históricos como Hurrita, que define a una
civilización que basó su economía en el bronce y cuyos territorios eran conocidos por este color bermejo. Igualmente del
protoindoeuropeo "URRE" nacerían los términos "Chipre" y "Creta", significando tierras del cobre (o simplemente "cobre"). Todo ello
creemos que en la mitología se halla simbolizado en estos "Curetas" cuya traducción habría de ser la de "cupretas" (por ser los
hacedores del cobre) o "chipriotas y cretenses", por tenerse por los primeros pobladores de esas islas. Cuanto decimos se puede
mostrar en los múltiples textos que hablan de que los primeros habitantes de Creta fueron aquellos Curetas, al igual que se
entiende en citas como la siguiente de Estrabón (Geografía 10. 3. 19); en la que el historiador nos expresa que los Curetas son
también llamados de Creta; aunque tomaron su nombre de Kalkis, que el griego significa cobre; por venir de Eubea donde su capital
es Calcis, y allí los Curetas inventaron las primeras armas de este metal.

Pese a ello, Estrabón (Geografia 10. 3. 8), dice firmemente que su etimología procede de "kouros" como jovencitos que parecían
chicas. Origen de la palabra que reconocemos en Coribantes, más no en Curetas (cuya etimología la unimos a Creta y bronce, como
puede intuirse en numerosos textos donde se hace alusión a los Curetas como cretenses u hombres del cobre).

(10): Otras confusiones e identificaciònes entre estos genios: Pausanias (Descripción de Grecia 5. 7. 6) afirma que son
categóriamente iguales Dáktilos y Curetas. Nonno de Panópolis (Dionisiaca 14. 23 ss) indistintamente les denomina Coribantes y
Dáctilos, cuando menciona su proeza defendiendo a Zeus en el Ida. Muy curiosa es la institución por parte de los Dáctilos de los
Juegos Olímpicos, que otros atribuyen a los Curetas; citada por ejemplo en Diodoro Sículo (Bib. de Histo. 5. 64. 3); Estrabón
(Geografia 8. 3. 30) o Pausanias (Descripcíón de Grecia 5. 7. 6 - 10 y 8. 2. 2).Como decimos Estrabón (Geografia; 10. 3. 7) habla de
todos ellos, confundiendo: Telquines, Coribantes, Dáctilos, Curetas, Sátiros, Cabiros, Silenios y Bacantes (al ser todos los que
instituyen las ogias). Afirmando que Coribantes, Telquines y Dáctilos son lo mismo que Curetas; quienes habían establecido los
misterios que tanto terror producían. Se refieren tan solo a los Coribantes, comparándolos con Curetas y Dáctilos las fuentes
en: Diodoro Siculo (Bibli. Histo. 5. 48. 2); Estrabón (Geografia; 10. 3. 20-22) y (Geografía 7, Fragmento 50).

(11): Religiones y misterios establecidos por estos genios: Diodoro Sículo (Biblio. Hist. V; 64) afirma que fueron los iniciadores de
diversos ritos y mitos, procedentes de Samotracia y Frigia. Siendo los que instituyen los misterios. El mismo autor en (5. 65. 1) se
refiere a los Curetes como los creadores de las armas, de los cascos y de los escudos; e inventores de las danzas.También Didoro s.
(Bibl. Hist. 5. 48. 2) habla de los Coribantes, originarios de Frigia y descendientes de Cibeles en cuyo honor establecieron los
misterios. Según Plutarco, habían establecido los encantamientos y las palabras mágicas (usadas en todo misterio). Diversos autores
(por no decie casi todos los que hablan de ellos) les atribuyen las danzas mistéricas, orgiasticas o pírricas. Entre ellos destaca la
mención de Nonno (Dionisiaca 28. 252 ss) quien les atibuye concretamente las danzas pírricas que procederían concretamente del
sonido de los escudos de estos Coribantes del Ida.

(12): DE DIOSES, PIELES Y LINGOTES por la prof. de la Universidad de Sevilla: Mari Cruz Marín Ceballos (Revista Habis, 2006; 35-
56). En las páginas 43 y 44 (9 y 10) recoge este dios del lingote, junto a sus paralelos. Entre los que destaca la estatua en bronce de
una figura de mujer también levantada sobre un "piel de buey", que se halla en el Ashmolean Museum of Oxford; cuyo carácter es
indudablemente el de una deidad metalúrgica. Sobre estas figuras y sus significados trataremos en diferentes ocasiones (habida
cuenta la relevancia de su simbolismo y de su importante iconografía que eleva sobre el lingote a una deidad).

(13): En un principio, pensamos que la idea de identificar Gorgona con Gárgoris era solo nuestra. Más tarde nos encontramos la
misma identificación en textos como los de Luis García Moreno, citada y admitida por Ana Ma. Váquez Hoys (entre otros). Pese a
ello, el mencionado autor, igualmente relaciona a Geriones con Gárgoris y Gorgona, argumentando que proceden de un mismo
radical lingüistico, sindo la misma figura legendaria. Como veremos no puedo admitir la identificación de Gerión con Gongón y
Gárgoris en base solo al "sonido" o etimología por radicales. Habida cuenta de que el mito narra cómo Gerión es en el primer caso,
nieto de Gorgona; mientras en el de Justino será el biznieto de Gárgoris. Cumpliendo en ambos casos la función de rey de
Tartessos, descendiente del civilizador (Crisaor o Habis) y tercero en sucesión al trono de Tartessos (tras Gárgoris o Gorgona, Crisaor
o Habis). Un Gerión que sabemos, fue destronado por Heracles; el también biznieto de Perseo. Consecuentemente, sabiendo que
Perseo es el fundador de Micenas y que su descendiente -el héroe tebano- representa la sublimación de los actos heróicos de los
primeros griegos; nos será fácil comprender estos mitos cronológicamente. Lo que en nuestra teoría es:

1ª GENERACIÓN: Gorogona y Gárgoris. Simbolizarían a reyes o gentes del Bronce en la Península Ibérica, que gobernaron el
Sur y el litoral muy rico en metales. Su datación, entre el XVIII y el XIV a.C.; en pleno Argar y antes de la expansión de
Micenas.

2ª GENERACIÓN: Crisaor (rey de Iberia e hijo de la Gorgona, nacido al cortar su cabeza Perseo) y Habis (rey civilizador,
siguiente en el trono a Gárgoris). Su datación en época micenia, sobre todo en Creta; desde el siglo XIV al X a.C.;
simbolizarían las gentes ya aculturadas por micenios llegados desde el Egeo (Perseo) hasta nuestras tierras.

3ª GENERACIÓN: Gerión (rey de Tartessos); hombre de tres cuerpos y el más fuerte del Mundo entonces, rico en rebaños y
habitante del fin delde la Tierra, al Este -junto al infierno-. Todo ello simbolizaría las tres culturas que componían Tartessos
(fenicia, egea e ibera) = los tres cuerpos de este rey. Su fortaleza se debería a la riqueza de metales, algo que se sublima en
los bueyes de Geriones. Su datación en periodo tartessio: Del siglo X a mediados del VI a.C.. Y su situación al final del Mundo
es la que entonces se daba a Tartessos, lugar donde terminaba la tierra conocida y comenzaban las profundidades del Averno
(el infierno; un sitio terrible pero en el que a su vez emergían del suelo los metales; que entonces se tenian por un regalo del
padre Hades -el dios de las profundidades-)

(14): Tal como expresamos, en lo que se refiere al significado del mito, recomentamos leer el trabajo antes mencionado
de Fernando Gascó ("Gárgoris y Habis, la leyenda de los orígenes de Tartesos", REVISTA DE ESTUDIOS ANDALUCES, n.7, 1986
-Pags. 127 a 146-); que se halla liberado en la red y donde se realiza un profundo análisis, recopilando lo que otros autores -desde
el siglo XVIII- han ido escribiendo sobre este texto de Justino.

(15): Muchos interpretan esta nombre de Habis desde radicales indoeuropeos relacionados con el agua ("abas"), por lo que su
traducción para ellos es "nacido de las aguas". De tal manera comparan a Habis con Mosisés, nombre que para algunos autores
significaría lo mismo en lenguas semíticas (nacido del agua). Muy por el contrario, en mi opinión se trata de una palabra indoariana
que significa "padre", cuyos radicales son los mismos que los de Hades y Jupiter.

(16): Hesiodo (Teogonía, 270 y ss); Eurípides (Ión, 989 y ss); Ovidio (Metamorfosis, IV, 792 y ss); esc. Sobre. Apolonio de Rodas (IV,
1399); Apolodoro (II,4,3); Higinio (Fábula 151); Diodoro Sículo (IV, 17 ss).
LAS CAVERNAS DE CRETA, SUS SACERDOTISAS Y EL NACIMIENTO
DE CULTOS A LA NATURALEZA DEL METAL (De "Lo invisible en la
mitología": Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo.
Parte LIX).
Publicado por Angel Gómez-Morán Santafé
en TARTESSOS Y LO INVISIBLE EN EL ARTE (29/07/2012)

(DEDICADO A CRISTINA CARO; ESTUDIOSA DE MICENAS, ADMIRADORA DE SU FUNDADOR -PERSEO-


Y ENAMORADA DE LA HEREDERA ISLA QUE AÚN CONSERVA SU "APELLIDO": MYKONOS)
-
Esta entrada es continuación de las anteriores. Recomendándose la lectura previa de aquellas que le preceden, para una
comprensión plena de cuanto exponemos en ella.

AL LADO: Entrada a la Gruta del Monte Ida de


Creta, donde la Historia narra fue llevado Zeus recién nacido para ser escondido y protegido por los
reyes de la isla .junto a sus hijas y a los genios del metal-. Guerreros comunmente conocidos por
Curetas -también llamados Coribantes o Dáctilos- que como vimos en la anterior entrada, simbolizaron
los soldados y sacerdotes minoicos, convertidos en divos telúricos. Genios protectores de Zeus,
quienes danzaban junto al niño dios para guardarlo (evitando con su escandaloso baile y sus golpes sobre
las armas, que el padre del pequeño -Cronos- oyera el llanto y acudiera a devorarlo). El mito del
nacimiento e infancia de Zeus, que llega a la edad adulta por haber sido ocultado en los montes de
Creta; esconde diversos secretos iniciáticos de las religiones más primitivas del Egeo. Misterios que
intentaremos descubrir y desvelar -en parte- durante las siguientes entradas.

ABAJO: Foto frente al exterior de la cueva del Ida, tomada en 1983 y en la que vemos a
los arqueólogos que este año tuvieron como misión realizar las últimas excavaciones en el interior de
la caverna (grupo del Museo de Herakeion, liderado por el profesor Yannis Sakellarakis). Los primeros
hallazgos en ese santuario del monte más alto de Creta fueron realizados y estudiados en 1885, por el
especialista en Historia minóica Federico Halbner. Italiano que igualmente excavó Gortina y al que
debemos el famoso "escudo" o tímpano ritual de bronce (Zeus junto los Curetas), procedente de la
Cueva del Ida datado entre los siglos VIII al VII a.C.. Las siguientes prospecciones en la Gruta llamada
Ideón Ántron () fueron hechas en por Stephanos Xanthoudides en 1917 y por Spyridon
Marinatos, en 1956. Finalmente, en 1982, el profesor de la Universidad de Atenas (Director del Museo de
Herakleion) Yannis Sakellarakis comenzó las nuevas excavaciones de las que recogemos foto bajo
estas lineas cuando las terminaron en 1986 (completando el estudio sobre la caverna) -agradecemos al
grupo de arqueólogos del Museo Herakleion nos permita divulgar la divertida imágen-.

Cuantos trabajos se han hecho, pudieron determinar que la cueva sagrada de unas
dimensiones cercanas a los 800 metros cuadrados, dividida en cuatro grandes cámaras; ha sido
lugar de culto al menos desde el Neolítico. Perdurando en su uso como emplazamiento sacro hasta los
tiempos romanos. Se hallaron objetos datados del 4000 al 2000 a.C., muy similares a otros de Siria y
Egipto (en especial votivos, hechos en marfil y en piedras semipreciosas). Sobre los enseres encontrados
del II milenio a.C., destacan refinadísimos ejemplos del Minoico Medio (protopalacial I y II) fechados
entre el 2000 y el 1700 a.C.. Al margen de la importancia del monte en que se halla; la caverna sacra
guarda el pleno aspecto de un templo desde su propia entrada. Habida cuenta de que tras bajar las
escaleras -que vemos en la fotografía sobre estas lineas-, nos hallaremos en una gran sala pétrea
semicuadrángular (de unos 50 x 40 metros cuadrados). Habitáculo cargado de misterio, cuya imágen
inevitablemente nos rememora un lugar secreto e iniciático prehistórico de culto telútrico; entrañas
de las cumbres en las que se veneraba al útero materno, como imagen de la tierra madre (que
protegía y daba vida).

Por su parte, esta gruta que guardó al Zeus niño, se halla aproximadamente a media montaña y a una
altura de 1500 metros -de los 2456 que tiene el Ida, en cuya cúspide aún existe una pequeña ermita
sagrada, dónde se oficia al menos una vez al año-. La sacralización de aquella cumbre procede desde
los tiempos más remotos, en los que se afirmaba que era el lugar del Mundo desde el cual se
vislumbraba antes el Sol (en su ocaso y en el amanecer). Aunque tal leyenda no fuera cierta, sì lo es
que desde esa cima se goza del privilegio de ver toda la isla de Creta; tanto como se llega a observar
-en dias claros- gran parte de las Cícladas, alcanzando la vista hasta los picos del
Peloponeso (concretamente al monte Taygetus). Por su parte, el Ida pertenece a la cordillera Psilóritis,
que se extiende por el centro de Creta, situándose a pocos kilómetros de Faistos y Agia Triada (entre
otros yacimientos de importancia); muy cerca también de la cueva sagrada de estos palacios
minoicos, denominada de Kamares (caverna cuyo simbolismo y uso durante el periodo protopalacial,
debió ser muy semejante a las del Ida y del Dikte).
Comenzamos nuestro artículo de hoy tratando de nuevo sobre los montes y las grutas sagradas de Creta;
aunque en los presentes estudios vamos a intentar descubrir qué ritos pudieron celebrarse en esas
cavernas. Ceremonias y festejos que tuvieron como celebración los mitos y leyendas relacionados con el
nacimiento, rapto y protección de Zeus. Algo que ya definimos cosmogónicamente, relacionándolo con
un hecho comentado en entradas anteriores; donde explicábamos que la situación de aquella cima del
Ida -donde se podía ver antes que desde ningún otro punto, el amanecer y la "desaparición" del Sol-, unía
el orto y el ocaso y de la luz, con el mito de las cavernas cretenses. Un astro rey que sin duda se
identifica con Zeus -el dios luminoso-, salvado en las altas cumbres como deidad suprema y cuyo nombre
procedía del radical "Diayus", que en indoariano significa "la luz" ("el día" y por ende: El Sol). Por todo ello
creemos que la denominación de la montaña donde fue escondido Zeus, se identificaría a su vez con el de
la tierra madre que guardó y parió en su gruta a un hijo, escondiéndolo del tiempo (Cronos). Una madre
que se llamaría en este caso "Ida"; vocablo que podemos observar como radical de progenitor/a en la
mayoría de lenguas indoeuropeas (e incluso en las protoindoeropeas), donde comúnmente se expresa
con voces cercanas a "ATE", "ITA", la paternidad o la maternidad.

Aunque la palabra "IDA" en griego clásico () pasó a significar "la montaña" (en sentido genérico);
creemos que en un principio hubo de tener como sentido "el dios padre de la cumbre" -divinidad de los
cielos- (1) . Ello porque está muy unida al radical del que antes hablábamos y que siempre se traduce por
"madre" o "padre". Una raiz antiquísima que tan solo ha pervivido hasta hoy sin alteración, en un idioma
vivo (de cuantos aún se hablan). Siendo el vascuence el que aún conserva este ancestral término de
"AITA"; vocablo protoindoeropeo del cual -sin duda- surgieron posteriormente voces indoeuropeas
como la de "Ates" ("el padre" entre los celtas). Progenitor de los galos y los centroeuropeos que según
confirma Julio César (2) era adorado por estos como común ancestro. Hecho por el cual se le añadía un
sobrenombre que significaba "de todos", formando así la voz Teut-Ates. Deidad cuya traducción es
"padre común", pero que sin lugar a dudas lingüisticamente se corresponde mucho con el "padre de la
unión" que adoraban los romanos en la forma de un"Iu-Pitar" (Júpiter).

Más volviendo al monte del cual tratamos, consideramos que su denominación en sus más remotos
orígenes sería equivalente de algún modo a la de "Hades". Nombre del dios-padre de todos en la
Antigüedad (dios de los infiernos en mitología clásica) que en griego se escribe de forma muy parecida a
"Ida": Aides =. Pero aún más considero seguro que aquel nombre de la cima y de la cueva santa,
se relacionase con el de la "diosa madre"; deidad que entre los micenios se llamaba "ATANA" (tal como
varias tablillas minoicas -Lineal B- muestran) (3) . Una diosa adorada como "la Señora" y que pervivió o
sobrevivió hasta tiempos helenos en la forma y denominación posterior de ATENEA. Diva que sin lugar
a dudas hemos de identificar en su nombre y en sus funciones con las antes mencionadas (del monte Ida y
la Atana cretense), entendida seguramente como una madre común, similar a "Hades" y Teut-Ates"
galo. Aunque en su caso gracias a unos ancestros y arraigos más antiguos, procedentes de sociedades
protoindoeuropeas y por lo tanto matriarcales; fue concebida como una maternidad sagrada, cuyo
nombre podemos asimilarlo con las voces vascas "AITA" y "AITOR".
AL LADO: Junto a estas lineas, detalle de una de las paredes de la
gruta del Monte Dikte, donde la leyenda menciona que fue parido Zeus, para ser entregado por su madre
(Rea) a los divos cretenses, quienes le escondieron en la del Ida (distante a unos sesenta kilómetros en
linea recta y sita en diferente cordillera). Esta caverna de los montes Dikteos -actualmente visitada
por miles de turistas y que tiene el nombre de "Zeus Antros", o "Dikteos Ántron"-, debió ser dedicada
desde los tiempos más remotos a los cultos telúricos femeninos relacionados con el
parto. Rituales procedentes de una diosa cercana a Cibeles-Rea, divinidad muy adorada en
Frigia (Anatolia) donde sus sacerdotes eran igualmente llamados Curetas, Coribantes o Dáctilos.

Entre las ceremonias de estas Cibeles (diosa-madre "civilizadora") se hallaba todo tipo de cultos
ctónicos, que relacionaban el parto y la fecundación de la mujer, con la siembra y recolección de la
tierra. Uniendo a su vez ese concepto de fertilidad, con el de la riqueza y proliferación de los
metales; entendiendo los yacimientos como zonas donde había caido una estrella fugaz (o meteorito)
semillando y fecundando el terreno de su "mineral santo". Al comprenderse la aparición de vetas
metalúrgicas, como obra de aerolitos que hundidos en el terreno, lo fecundaban de oro, plata o
cobre (procediendo estos de los diferentes planetas: El oro del Sol, la plata de la Luna, el cobre de
Venus, el mercurio de Mercurio y etc). En la imagen podemos ver las "misteriosas" formas que las paredes
contienen y que sin duda en mucho se parecen a las de los fondos marinos; asemejándose en este caso a
medusas, algo que identificaría aún más los cultos de las cuevas con los de las aguas y las divinidades
terribles del mar.

ABAJO: De nuevo una de las paredes de la Cueva del Ida. Las estalagtitas y estalagmitas de esas caveras
(siempre plenas de aguas), nos facilitan comprender por qué se relacionaban con los más variados ritos
de fertilidad -donde se reverenciaba al sexo femenino y al falo-. No solo las formas de aquellas piedras
y la semejanza de una cueva a la madriguera y la vulva, identificaban las grutas con las ceremonia
de la concepción. Sinó además, la aparición de rios o manantiales interiores en las grandes cavernas,
convertirían los oficios allí realizados, en veneraciones sobre la fecundidad, del útero terrestre y
del materno protector. A todo ello había que adherirle la conocida utilidad de las cuevas como refugio y
hogar en la antigüedad; lo que conformaba el valor sagrado que a aquellas salas pétreas se les
concedía. Oficiando en ellas las celebraciones de los secretos de la maternidad, fundados en el
principio del nacimiento y la concepción, como fuente de fertilidad y riqueza de la civilización
(Cibeles): Primero cazadora, más tarde agro-pecuaria y finalmente metalúrgica (conforme la
Sociedad fue avanzando).

En anteriores entradas habíamos tratado sobre la otra famosa caverna cretense en la que el mito dice
nació Zeus y de la que dijimos repetidas veces se llamaba del Dikteo, cuya traducción es de "la red".
Un nombre que considerábamos tenía su origen en la adoración neolítica a los animales y sobre todo en
las diosas "Potnias": Las señoras cazadoras, pescadoras o domadoras de las bestias. Antecesoras estas de
la propia Cibeles, que fuera deidad de la maternidad, la agricultura, los metales y la civilización (como su
propio nombre indica). Las "Potnias" que le precedieron, de origen neolítico se asimilaban a los cultos
más primitivos y ancestrales, relacionados con la captura de animales. Ellas fueron adoradas en las
cuevas y en los recintos donde los dioses regalaban protección y alimento, en los tiempos más remotos.
Todo cuanto explica que los montes y el lugar sagrado donde nace Zeus se llamara "Dikte", "las redes" (de
caza y pesca); en honor a estas diosas protectoras del dios y de los hombres, que posiblemente fueron las
más antiguas en la Historia (tanto como para poder relacionarse con las pinturas y religiones de Altamira o
de Lascaux).

Siendo estas "señoras de las bestias" deidades de la época de las cavernas, que dieron ese nombre a las
cumbres y gruta del Este de Creta, por estar esos parajes dedicados a la captura de animales;
actividad que en la Antigüedad se hacía valiéndose de redes (en griego ). Artilugio cuyo invento y
manufacturación sin lugar a dudas se debe a las mujeres; quienes mientras tejían sus vestimentas
debieron pensar y crear este ingenioso método para atrapar bestias. Un simple trenzado de cuerdas que
permitía obtener peces y animales, logrando fácilmente el alimento necesario. Todo lo que debió
conceder a esas féminas que en la Creta más antigua hacían las redes, el tratamiento de seres
venerables. Y por cuanto fuimos explicando en anteriores artículos, aquellos montes cretenses donde
proliferaba la pesca, tanto como la cueva donde nació el dios, fueron denominados de la red (Dikteo).
Algo que como dijimos -en mi opinión- pudo deberse a que en sus faldas se forman albuferas y entradas
de mar, que permitirían pescar aprovechando las subidas y bajadas de mareas. A modo de
almadrabas y actuando como si fueran rediles, creados gracias a estos entrantes sobre el mar y a las
prominencias montañosas así llamados (4) .

De tal modo, a mitad de estos montes Dikteos, bajo el tercer pico más alto de Creta y bastante alejada
del mar, se sitúa la caverna donde parieron a Zeus. La gruta fue tenida por la segunda más sagrada en
la antigüedad minoica; al ser donde situaba el mito a Rea ocultando al recién nacido, que puso en manos
de los reyes cretenses (y de sus hijas), para que lo salvaguardaran en la otra gruta del Ida. Tras ello, narra
la leyenda como la madre envolvió una piedra que dió a comer al progenitor de la criatura (Cronos).
Quien la engulle confundido y creyendo que tragaba a su hijo Zeus recién nacido; habida cuenta que
devoraba a sus vástagos al venir al Mundo, para no ser por ellos destronado (5) . Como decimos, todo este
mito procede de conocimientos y ritos iniciáticos antiquísimos, que se relacionan con la maternidad y
el derrocamiento del monarca que no admitía sucesión. Una religión que procedía de cultos del parto
y de la protección en secreto del niño, que era posteriormente tutelado por ajenos a la familia, para
regresar a ella y destronar al padre que lo había "expuesto" (o enviado a sacrificio). Habida cuenta
que fue común en la Antigüedad, que el pater familias pudiera no admitir al neonato y ordenar su
abandono, o su sacrificio (hechos que se reflejan en multitud de religiones y ceremonias antiguas que
narran o muestran estas inmolaciones de infantes).

Pero antes de internarnos a intentar descubrir qué misterios y ceremonias se conservaron y celebraban
dentro de las cuevas minoicas, citaremos otro lugar muy unido a los anteriores, de gran importancia
también en los cultos telúricos. Una tercera gruta que se halla a pocos kilómetros de Faistos, entre este
palacio y el Monte Ida: La cueva de Kamares; donde los nobles de época proropalacial (entre el año
2000 y el 1650 a.C.) depositaron numerosas ofrendas - yacimiento que ya estudiábamos en anteriores
artículos-. Pese a ello, el ciclo mitológico de Zeus no menciona este lugar, a menos que lo
relacionásemos con el emplazamiento donde cayó o se perdió el cordón umbilical del
dios. Considerando que fuera Kamares el sitio citado por Diodoro Sículo, cuando narra que al ser
trasladado el niño por los Curetes (desde el Dikteo hasta el Monte Ida), en un lugar cercano al rio Tritón se
perdió su cordón umbilical. Y que allí donde el mecionado trozo de ombligo cayó, fue denominado con el
nombre sagrado de "Omphalleion" (Onfaleión); solar marcado como de culto sagrado, entre los
cretenses (6) .

AL LADO: Nuevamente, imagen del Monte


Ida (tomada desde las proximidades de Faistos). En el centro, el valle de Gortina y al fondo el
mencionado pico más alto de Creta; a nuestra derecha y junto a esta alta cima, las cumbres donde se
halla la gruta de Kamares.
BAJO ESTAS LINEAS: Detalle del mapa veneciano de 1688, recogido y editado por la Oficina de Turismo
de Vamos (), Creta -institución a la que agradecemos nos haya facilitado la fotografía y nos
permitan divulgarlo-. Representa como sabemos, Creta, sus poblaciones y topografía tanto como sus
lugares sagrados en el siglo XVII. En este plano y en la zona central, a nuestra izquierda, podemos ver
los montes Psiloriti ("psilotry" o sin vegetación) en cuyo centro figura el Ida (marcado como "IDA
MONS"). Bajo este se halla un punto donde está la gruta de Kamares, que es en donde leemos las
palabras "PYMA COLHI". Por su parte, Faistos y Agia Triada se situarían un poco más al Sur y en el
lugar que escibe "ETEOCRETE" (concretamente en donde está su última letra "E", "solitaria"). En el
mismo valle allí marcado, es en el que se encontró Gortina hace poco más de cien años (a unos pocos
kilómetros hacia el Noreste de Faistos); ciudad que observamos claramente en el mapa y con
bastante perfección. Pudiénsose leer en la zona que pone "PYTHION" y más adelante
"GORTINA" (señaladas a su vez con una casita o templo que indica zona antigua -o ruinas de
importancia-).

Sobre aquellas ciudades antiguas están ya los montes Dikteos (a los que no da este nombre)
situando encima de las montañas una marca de templo; siendo esta -a nuestro parecer- la de la cueva
de Zeus, o caverna del Dikte, lugar de nacimiento del dios. Allí precisamente escribe un largo cartel
que dicta (más o menos): "ELEUTERE AORUS ET SACRUS TRIASINO; NYMA. STEPH". Cuya traducción
puede ser (aproximadamente): "Montes del nacido libre, de la sagrada trinidad. Monast. Esteban" .
Indicando que en este punto existe un culto a la trinidad y al nacimiento libre (de Zeus), venerándose
posteriormente a San Esteban. Emplazamiento del mapa que sin lugar a dudas identificamos con la
Gruta del Dikte. A su derecha marca un laberínto y escribe su marca como "LABYRINTHUS"; en la
zona aproximada donde se sitúa la ciudad doria de Lato. Urbe griega, nacida en el siglo IX a.C., que
como dijimos es la continuadora y heredera de las minoicas de Oulos o Phokas, situadas muy cerca de
aquella en la bahía de la actual Agia Nikolaus.

Finalmente, bajo este laberinto (que como hoy sabemos no se hallaba allí sino en Cnossos -tal como
Evans lo descubre en el último tercio del siglo XIX-); también marca el "Omfalos", poniendo
"OMPHALIUM" junto a una indicación de templo sito al lado del rio "THENE", que se debe identificar con
el mítico rio Tritón (donde cayó el cordón umbililical de Zeus). Pese a ello, no estamos de acuerdo
tampoco con esta ubicación del "Omfalon", que posiblemente hubiera de localizarse en el valle de
Gortina, al Sureste de la gruta de Kamares y al Noreste de Faistos. No siendo muy desacertado también
llegar a pensar que el lugar del "OMPHALEION" pudo ser la mencionada caverna de Kamares, de camino
entre la del Ida y la del Dikte; situada junto al rio y valle de Gortina (uno de los principales de Creta).
Por todo lo expuesto anteriormente, no creemos que en verdad el "famoso" Omphalleion se situara en
esta caverna, sino mucho más al Este; cercano a Gortina e incluso en los montes del Dikte (ver mapa
que incluimos en imagen superior). Aunque también habríamos de tener muy en cuenta que Kamares es
un emplazamiento "intermedio", entre los palacios del Sur (Agia Triada o Faistos) y la del el pico del
Ida. Situado a media distancia; al estar cercana de aquellos baluartes minoicos, a una altura de montaña
que la nieve no cubriría durante la mayor parte del año; pudo convertirse en un "templo" de culto
cotidiano y más común que la del Dikte o la del Ida (por ser Kamares accesible, no como las otras dos
que se hallan a unos 1500 metros de altitud).

Sobre la más famosa del Ideo, el mito narra que Minos la visitaba cada nueve años, ya que en su
interior recibía las normas que Zeus dictaba para los cretenses -mientras allí vivió el dios hasta su edad
adulta-. Esos "consejos" convirtieron al famoso rey fundador del Imperio Minoico, en el gran legislador y
el monarca civilizador; gracias a las leyes que desde el Ida eran ordenadas por el divo cada esas nueve
anualidades (7) . Rito que nos desvela además del carácter de legislador del rey Minos (8) ;
posiblemente la dificultad de poder realizar grandes celebraciones en la caverna del Ida (debido a las
condiciones climatológicas o a la lejanía y altura en que se halla). Indicando que tan solo cada nueve
años podían subir hasta ella los grandes dignatarios de la Isla; llevando a cabo el resto de rituales
cotidianos, en templos de más fácil acceso (situados en las cercanías de los palacios). De ello,
consideramos que Kamares pudo servir de santuario para celebraciones menos importantes y más
frecuentes; todo lo que quizás la relacionaría con el mito del Omphallos (como templo de conexión entre
la caverna inaccesible de la montaña y los valles habitados por las gentes). Por lo demás, su nombre
ciertamente recuerda a la importancia y teatralidad de su cavidad, habida cuenta que Kamares ( )
en griego significa lo mismo que en castellano: Gran habitáculo ("cámara", "gran sala").

AL LADO: Uno de los múltiples sarcófagos minoicos que exhibe el


Museo de Chania (), al que agradecemos nos permita divulgar su imagen. Pertenece a hallazgos
aparecidos en las montañas de Cidonia, y se fecha en el Minoico Trdrío (Micénico, entre el 1400 y el 1200
a.C.). En estas montañas de los Cidonios, han de esconderse aún miles de piezas como esta que vemos en
la foto -en santuarios y cuevas-templos, aún sin descubrir-.
BAJO ESTAS LINEAS: Imagen de los montes Cidonios, donde vemos el pico Pacnes -con nieves aún en
pleno verano- fotografiado desde la población de Vamos (). En esta ladera es precisamente donde
marcan los mapas antiguos estaría el santuario principal de Britomartis (también llamada Diktina).
Ello me hace suponer que aquí hubo de estar una de las cuevas más sagradas de la Creta Minoica, aún sin
excavar (o hallarse). Santuario principalmente protopalacial (como Kamares) que se ubicaría en la
montaña y la falda que vemos, a media altura y antes de coronar la cima. Lugar actualmente llamado
Fres, a los pies del Pacnes y donde ha de existir alguna caverna sagrada de gran tamaño e
importancia, que pudo cegarse o cerrarse con los diferentes cataclismos sucedidos en los siglos XVII
o XV a.C. (el Tera Santorino sucedido en 1650, y los terremotos del 1450 a.C.). Al ser en ese punto y
sobre la población de Fres, donde marcan los planos el santuario principal de Britomartis, al haber nacido
allí esta diosa -denominada Diktina ("la de las redes")-; ninfa del monte de igual nombre, situado al otro
lado de la isla- . Para facilitar más datos sobre el tema, en nuestra siguiente imagen recogemos
detalles del mismo mapa del siglo XVII, donde se contiene especificado el lugar del templo de
Diktina en esta montaña.
Tal como decíamos, entre los montes y emplazamientos más sagrados de la antigua Creta; mucho se
desconoce sobre uno de ellos. Cumbre cidonea que -en mi opinión- tuvo de ser el segundo lugar más
importante de la religión Minoica al ser la más alta de la isla, después del Ida. Es el llamado Pacnes; sobre
el que apenas se ha estudiado nada desde el punto de vista mitológico e histórico. Aunque
frecuentemente hemos tratado acerca de la posibilidad de la existencia en su interior de un templo aún
no hallado; santuario que debió haber en la cordillera Cidonea o de Canea. Siendo este Pacnes (con solo
cuatro metros menos de altura que el Ida -2452 mts.-) en el que más probablemente pudo situarse. Su
cima está al Oeste de Creta y junto a la capital de Cidonea (Canea) (); a poco menos de unos treinta
kilómetros de distancia de esa importantísima ciudad de origen minóico. Allí sabemos que la religión
cretense situaba el nacimiento de su diosa más importante: Britomartis. Pese a ello y tal como hemos
comentado -en el pie de foto anterior-, desconocemos todo sobre la cueva donde la leyenda marca vino
al Mundo esta ninfa, hija de Zeus. Diva que se consideraba la principal del panteón minoico, tanto que
en verdad es la personificación de los montes Dikteos (donde repetidamente hemos dicho, nació su
padre). Habiendo de ser por ello Britomartis-Diktina la deidad de la caverna que escondió el parto de
Zeus; dios al que posteriormente la leyenda griega haría su progenitor, pero que realmente tuvo que
ser el hijo de aquella diva de las grutas (muy similar a Rea) -pues la presencia de Britomartis en Creta
fue muy anterior a la de toda divinidad Olímpica (en miles de años)-.

Por cuanto no sería nada desacertado considerar que aquella ninfa cretense, a la que más tarde se tuvo
por hija de Zeus; verdaderamente representa las nodrizas que cuidaron de este dios (incluso, como
hemos dicho, una forma primitiva de la misma Rea -madre olímpica del dios-). Pero tal divinidad
femenina y tan importante diosa de Creta (como lo fue Britomartis, asociada a las cuevas y a los
poderes telúricos), hubo de transformarse en época doria -griega-. Logrando hacerla pasar a un
segundo plano, que la asociaría a los genios ctónicos, oscuros y de las grutas; deidades de la Antigüedad,
más temidos que adorados por los helenos. Divinidades que en el caso de Britomartis-Diktina se
relacionaría finalmente con Artemisa (tal como vimos en anteriores entradas),"rebajando" en gan parte
su "poder" e importancia. Por todo ello, los cultos de esta diosa terminaron unificados al de una Potnia o
"señora de los animales" neolítica; modificándose plenamente tras el siglo XII a.C. todo su significado y
panteón. Tanto que incluso pudo perderse u olvidarse su cueva y santuario, mientras se derogaban o
cambiaban sus ritos, tan matriarcales como temibles para los nuevos dueños de Creta (en la Edad del
Hierro). Celebraciones ctónicas que -pese a todo- los griegos poco a poco fueron adoptando; tanto que en
época clásica se habían introducido en la mayoría de las principales ciudades helenas. Obligando a los
ciudadanos de aquellas importantes urbes a cumplir y seguir con carácter mistérico esas religiones de
los "secretos telúricos" (que al principio les fueron tan ajenas como "odiosas" -debido a su carácter
matriarcal-).

Ritos que como decimos, en gran parte fueron heredados desde la religión minoica y frigia (muy
relacionadas) y que serían paulatinamente aceptados en la Hélade. Pese a que en Grecia se modificaron
sus personajes, tanto como hubieron de cambiar la interpretación y el significado de sus
ceremonias. Síncresis que sin lugar a dudas se hizo en las grutas del Ida y en las del Dikteo, al llegar
los griegos a la isla; periodo en el que centro del "Mundo Nuevo" para los helenos fue aquel dónde se
marca el nacimiento del Zeus Olímpico (su "nuevo dios"). Venido a la Tierra entre los misterios mas
antiguos y bajo la protección de los dioses más ancestrales: Los de la gruta. Parido a escondidas y
protegido por mujeres; luego el niño fue literalmente "raptado" por quienes lo han de salvar de las
garras de su padre. Seres que a su vez son cuasi "daimones", relacionados con la sepiente y los ritos
del metal más temprano. Todo lo que hace ver en esta síncresis llevada a cabo en Creta hacia el siglo
XI a.C., la lucha entre las religiones y sociedades patriarcales (del Hierro), frente a las antiguas y
matriarcales (como la minoica, que procedía del Bronce). Sociedades del "Pater" nacidas del pastoreo,
que a fines del II milenio a.C. se hicieron dueñas del Egeo y de Anatolia (tanto como posteriormente de
gran parte de Europa); fundamentalmente gracias al descubrimiento del Hierro y al tamaño de sus
hombres -de gran altura y complexión, por beber a diario leche y comer carnes-. Gentes en un principio
bárbaras (como lo fueron los dorios en Creta), pero que poco a poco asimilaron parte de los ritos y
costumbres de las civilizaciones precedentes a la suya y de los lugares de los que fueron apoderandóse
poco después de la Guerra de Troya.

Por cuanto tras la invasión helena y el fin del Mundo Minóico, el verdadero sentido y los santuarios de
Britomartis pudo quedar muy modificado; tanto como para que aquella diosa pasara a un "segundo plano",
haciéndose hija del propio Zeus. Algo ciertamente relacionado con el deber de asimilar su veneración a la
de otros "seres" comprensibles para los griegos; por lo que sería unida a Artemisa, "obligando" a situar
sus santuarios en las ciudades o en las poblaciones. Dejando de rendirse culto a Diktea, en pleno
bosque y en las cuevas -como lo hicieron los cretenses-; en las formas de adoración que llamaban los
griegos de "daimones" (no de los divos). Todo cuanto se ajusta a lo que relatan las crónicas de los autores
clásicos, en los primeros siglos antes de Cristo. Narrando que ya entonces los templos de Artemisa-
Britomartis de Creta, se hallaban en los puertos y dentro de las urbes, o en recintos muy cercanos al mar
(por ejemplo, en la ciudad de Chania en Cidonia; o en la de Oulus, junto a Eluonda -en las cercanías de
Agia Nicolaus-). Lo que nos hace suponer que aquellos santuarios fueron bajados a los valles y a las zonas
habitadas. Un hecho que puede explicar la existencia aún de una cueva o templo de Britomartis, sin
hallar; santuario cerrado o enterrado desde hace milenios y por descubrir (situado posiblemente en la
subida al monte Pacnes) -lo que en imágenes continuas exponemos de forma más detallada-.

BAJO ESTAS LINEAS: Detalle del mapa veneciano de 1688, recogido y editado por la Oficina de Turismo
de Vamos (), Creta -institución a la que agradecemos nos haya facilitado la fotografía y nos
permitan divulgarlo-. A nuestra izquierda podemos leer claramente "CYDONES", nombre de la cordillera
junto a Chania, a la que nos estamos refiriendo en referencia al templo de Britomartis. Sobre la "ES" del
anterior cartel de "CYDONES", veremos que se marca el templo de Dictina (DYCTYNIEUM TEMPLUM) que
es el referido lugar de veneración más importante de Britomartis de Creta y que pudo ser una gran
cueva que aún no se ha hallado. El emplazamiento de este, se corresponde con la foto arriba recogida
(en la población de Fres); imagen que está tomada desde el lugar en el que en el mapa nos pone "N.SUDA"
(y que actualmente corresponde a la circunscripción de Vamos). Por último, en el mismo mapa y
totalmente a nuestra derecha, veremos el monte Ida (marcado como "IDA MONS").
No es fácil saber cuales fueron las ceremonias que se realizaban en estas cuevas de Kamares, en la del Ida
o en la del Dikteo. Aunque lo que sí es seguro es que sus cultos comenzaron en el Paleolítico; se
desarrollan plenamente en el Neolítíco y durante toda la Edad del Bronce. Para
modificarse (terminando en parte) a comienzos del I milenio a.C. con la aparición de los Hombres del
Hierro (griegos), desapareciendo finalmente hacia el siglo I de nuestra Era. Por todo ello, es evidente
que en su etapa más temprana en aquellas grutas se hubo de adorar a la diosa madre y protectora: La
caverna vista como el útero materno y hogar, que nos permite refugio. Posteriormente su ritual se
transformaría en cultos de la caza y de la pesca, actividades de las que vivían y subsitieron los hombres
que allí habitaron en el Neolìtico. Luego, al bajar sus habitantes a los valles y comenzar a cultivar, ya se
convertirían las cavernas plenamente en santuarios, no viviendo en estas más que los sacerdotes o sus
cuidadores, quienes las convertirían en templos. Decorándolas entonces y preparándolas para sus
ceremonias, que ya serían de la fecundidad y la maternidad (como cultos agrarios), unidos a los
antiguos de la caza y de la pesca. Siendo en este momento cuando se asociarían los instrumentos
agrarios o los aparejos para cazar o pescar, con las deidades que aportaban el bien. Unas diosas, como
Britomartis, que permitían la fecundación, el buen cultivo, la proliferación de animales y la gran
captura de mamíferos o de peces.

Finalmente, tras la aparición de los metales se identificaría la caverna con la mina y la riqueza; tanto
como la metalurgia con los trabajos femeninos -la cocina o la cerámica- y la matriz del crisol con el
propio útero (a la vez que este con la cueva santa). Uniendo la fecundidad de la mujer a la de la
tierra; concibiendo las buenas cosechas y la caza abundante, como hechos unidos a terrenos cargados de
mineral metalúrgico. Todo lo que conformaría los complejos ritos y cultos ctónicos; en los que se
adoraba a la tierra madre en estas fases descritas: Como dadora de protección y de hogar, como madre
fecundada, como la que otorga los alimentos (y por lo tanto la cosecha, la caza y la pesca) y como la que
aporta el metal. Diosas y dioses que generaron los ritos extraños, cuyo culto derivó hacia el de las
armas (entre ellos el del hacha doble o Labrys cretense); naciendo de ese modo las complejas
religiones telúricas de estos pueblos que habitaron Anatolia, el Egeo, Creta o Chipre, durante la Edad
del Bronce. Creencias, cuyas ceremonias eran presididas por valientes mujeres, que simbolizaban el
poder de la tierra, el de las armas y el de la madre suprema; protectora y dadora de vida (como lo fue Rea
junto sus ayudantes, pariendo a Zeus en las grutas minoicas).

AL LADO: Escultura en bronce perteneciente al Museo de Herakleion, al que agradecemos


nos permita divulgar su imagen. Es una de las primeras del Mediterráneo realizada con la técnica de
vaciado y se fecha en el siglo VII a.C. . Representa a Artemisa-Britomartis y fue allada en Dridos, lugar
muy próximo a la cueva del Dikte. Por su parte esta ciudad donde se encontró el conjunto
escultórico ya dijimos que se encuentra junto a la actual Elounda, la antigua Oulos minóica y donde
hemos repetido se hallan las almadrabas formadas "entre las faldas" de los montes llamados seguramente
por ello de "la red" (hoy usadas como salinas).

ABAJO: Preciosa crátera de estilo "cueva de Kamares", fechada hacia el 1700 a.C. y hallada en
Faistos (propiedad del Museo de Herakleion al que agradecemos de nuevo nos permita divulgar la imagen
-tal como actualmente se muestra-). Este llamativo estilo de loza se denomina de Kamares, por haberse
encontrado en el interior de esa cueva numerosas piezas cerámicas hechas con ese diseño (tan
moderno). Siendo comunemnete los recipientes que se debieron usar para depositar las numerosas
ofrendas a los dioses de esa gruta cercana al Ida.
CITAS:

(1): La palabra "Ida" (en griego jonio escrito con "eta" = ) terminó significando en griego "monte" o "cordillera". Pese a ello,
creemos que su origen está en el nombre de los montes Ida (de Creta y el de Troya), cuya denominación procedería en mi opinión
desde las voces protoindoeuropeas que significan "padre" o "madre". Cuyo radical protoindoeropeo sería el "Aita" del
vascuence; relacionado con el "P-ita" de igual significado en lenguas indoarianas e idiomas persas; que llega hasta nuestros
días como "F-ather" en inglés o como P-adre en castellano; procedentes de "P-ater" (de Roma) o del Hades (de Grecia Antigua).

(2): Julio César, en "La guerra de las Galias" (VII), comenta que todos los celtas adoran a un padre común, dios de los infiernos.
Comentando que se trata de una figura similar a "Hades"..

(3): John Chadwik, en EL ENIGMA MICÉNICO, EL DESCIFRAMIENTO DE LA ESCRITURA LINEAL B (Ed. Taurus; Madrid, 1987).
En este libro que expone la teoría de Michael Ventris para desciframiento de la escritura minoica, se contiene en su capítulo VII (pag
125 y ss) la explicación de la vida cotidiana relacionada con las tablillas halladas. Entre otras aparece la diosa "A-TA-NA", que luego
se ha sabido era adorada en Cnossos entre los cultos del olivo. Deidad que sin duda alguna es el precedente de Atenea y que
a mi juicio significa originariamente "la madre". Por cuanto la historia de esta divinidad que da nombre a Atenas se relacionaba con
la concepción en virginidad; tanto como con la guarda y custodia del niño que nace de la tierra, buscado por el padre para acabar con
él. Un nacido telúrico y por ello relacionado con la serpiente; hijo de aquella "Atana" que lo concebía como el olivo, desde el esqueje y
por lo tanto sin "fecundación" (en situación de maternidad virgen). Diosa minoica que la relacionamos con los cultos ctónicos del
Ida, cuyo nombre creemos que es igual originariamente al del monte (significando Madre o Padre) tanto como con las voces
protoindoeuropeas "Habas" y "Aita" (formas hitita-hurrita y vascuence de llamar al padre-madre y al dios más ancestral).

(4): La etimología de los montes Dikteos y de la cueva, entendida por el hecho de que aquella cordillera forma albuferas, que pueden
actuar de redes; es teoría propia. Pese a ello, cualquiera que observe la bahía que va desde Spinalonga hasta Agia Nikolaus -plena de
entrantes, mares menores y lagos de mar salada-, puede entender que estos montes que las rodean actuan como verdaderas redes
facilitando la pesca en almadrabas.

(5): ENTRE OTROS NARRAN O REFIEREN DE ESTE MODO EL NACIMIETO DE ZEUS: Ovidio; Fastos (4. 197 ss) // Nonno de
Panópolis; Dionisiacas (8. 110 ss) y (13, 291) y (25, 553) y (28, 312) y (41, 65) // Hesiodo; Teogonía (453 ss) y (617) //
Homero; Iliada (15; 187 ss) // Calímaco; Himno I a Zeus // Diodoro Sículo, Biblioteca de la Historia (5. 68. 1) y (70. 1).

(6): Diodoro Sículo, Biblioteca de la Historia (V, 70, 1)

(7): Acerca de los nueve años, ya hemos tratado en varias de nuestra publicaciones. Explicando que este
periodo correspondería a un ciclo calendárico, para ajustar las sombras con el día y su fecha correctas. Puesto
que antiguamente no se conocía el "bisiesto" como tal, sinó simplemente se calculaba el día cada determinado tiempo.
Corrigiendo la datación en fecha de sombras, con el fin de que el Sol "naciera o muriera" siempre en esos primeros de año
(festivos). Ello, debido no solo a que del calendario perfecto dependían las cosechas y la agricultura, sinó también a que de ello pendía
el prestigio de las castas dominadoras (sobre todo la sacerdotal). Por lo que este se regulaba simplemente por el estudio de luces
sobre un pedestal o gnomon y al ver que en 365 x 4 días la sombra había atrasado una jornada (cada cuatro años, como hoy todos
sabemos); se recuperaba o reajustaba el ciclo. Todo lo que se expresaba luego en un calendario sacralizado que se marcaba
conforme las leyes, religión o ritos de cada civilización quisiera (normalmente ocultando los secretos, para evitar que el Pueblo pudiera
conocerlos y hasta orientarse en el desierto o en el mar, al saber la fecha y calcularse facilmente la hora).
De ello, este ritual de los nueve años minoicos, indica en mi opinión que ajustaban el "bisiesto" cada este número de
anualidades. Debiendo para ello intercalar dos días, cada nueve años. Con este sistema se llegaría a un periodo de 99 años en
los que se habrían interpuesto 22 "bisiestos"; bastando en la siguiente anualidad (el año cien) añadir dos jornadas más, y
tener así las sombras perfectamente reguladas a cada principio de año. Para conocer este método de cálculo del ciclo anual de
manera perfecta, no hace falta conocimiento astronómico alguno. Bastando como decimos, con el estudio de sombras sobre un reloj
solar o en un simple mojón de piedra. Viendo así que cada cuatro años hay que intercalar casi 24 horas. Ello debió generar el sistema
minoico en el que cada nueve anualidadas se añadirían dos jornadas; lo que nos da un total de veintidós en noventa y nueve años,
bastando al siguiente poner otros dos dias bisiestos, para dejar el calendario como el Gregoriano (cuyo origen y rectificaciónes
exactamente esta: La medición de sombras -principalmente observadas por los sacerdotes y gentes en los campanarios-)

(8): Sobre este carácter de rey legislador que cada nueve años recibía el mandato divino en el Ida; compartiendo Minos con sus
hermanos (Radamantis y Eaco) la revelación de leyes para aplicar a los vivos y a los muertos. Ver: Estrabón (Geog. X, 4, 8) //
Diodoro Sículo (op. cit. IV, 60 y V, 79)
SOBRE RITOS Y CULTOS ANCESTRALES CELEBRADOS EN LAS
SAGRADAS GRUTAS DEL EGEO (De "Lo invisible en la mitología":
Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte LX).
Publicado por Angel Gómez-Morán Santafé
en TARTESSOS Y LO INVISIBLE EN EL ARTE (09/08/2012)

Esta entrada es continuación de las anteriores. Recomendándose la lectura previa de aquellas que le
preceden, para una comprensión plena de cuanto exponemos en ella.

AL LADO: Portada de EL CAMINO DE ELEUSIS, uno de los libros más curiosos e


interesantes sobre la religiosidad en la Antigüedad, publicado sucesivamente por Fondo de Cultura
Económica. Redactado por tres autores: Un químico especialista en enteógenos (Albert Hofmann), un
etnobotánico de la Universidad de Boston (C.A.P. Ruck) y un periodista del Herald Tribune
llamado Gordon Wasson -este último, íntimo amigo de Robert Graves que desde 1956 investigaba sobre
el culto a los psicotrópicos y enteógenos en la América Precolombina-. El planteamiento de "El camino de
Eleusis" formuló una nueva tesis que resultó "extraña e incómoda" cuando se publicó por vez primera
(durante los años setenta). Afirmando que la "popularidad excesiva" y el éxito de los ritos ctónicos en
el Mundo Antiguo, se debían en gran parte a la ingesta de enteógenos en sus celebraciones. Rituales
en los que los oficiantes literalmente drogaban a los asistentes, sin el conocimiento de aquellos,
quienes sufrían alucinaciones en el transcurso de los llamados "Misterios". Quedando convencidos los
concelebrantes -debido a su estado-, de poder contactar con el "Más Allá", al asistir y compartir los
secretos de aquellos "festivales mistéricos" (como los de Eleuisis). Lugares donde se llevaban a cabo
ritos telúricos o ctónicos, en los que se explicaba el origen y el final de la vida, relacionándolos con
las actividades cotidianas (como la agricultura). Enseñando (por ejemplo) que el cuerpo era semilla de
unos próximos seres, quienes lo habitarían en otras dimensiones -o en un futuro-. "Simientes" que
necesitaban ser un día recogidas y segadas. Imponiendo -o explicando- la obligación para algunos de
morir por mano de la hoz o el cuchillo; cosecha que alimentaría a la Humanidad (naciendo gracias a ello
las nuevas vidas venideras...) .

ABAJO: Fotografía de una estalagmita, en la que podemos observar cómo no hay que ser muy
"imaginativo" para identificar estas formaciones pétreas del techo y el suelo de las cavernas, con
símbolos sexuales. Por su parte, las cuevas se unieron desde lo más antiguo a los cultos de la
maternidad, al ser entendidas como un útero de madre que daba protección y refugio a sus "hijos" allí
establecidos. Algo que se hacía más evidente al existir en ellas humedades y aguas, naciendo
comúnmente en su interior rios o lagos. Todo lo que supuso el lugar ideal para celebrar rituales
telúricos, en los que el iniciado entraría en la gruta para "ser concebido" de nuevo -dentro de ellas-,
y salir tras el "oficio" como nacido en una nueva vida. Cultos de metempsicosis, resurección o
mistéricos, de los que se sabe se escenificaban en lugares tan especiales como esas cavernas
sagradas. "Templos naturales" plenos de secretos, donde el neófito podía comprender el sentido de la
concepción -por ejemplo- como el de la plantación de semillas. Al igual que entender la guerra -o la
muerte no natural- relacionada con la necesaria mano del hombre para recolectar y segar una cosecha
(imprescindible para que la Humanidad progresara y se alimentase).

Mucho nos hemos preguntado sobre los rituales que hubieron de celebrarse en el interior de aquellas
cuevas sagradas -como las de Creta-, sobre los que venimos escribiendo y analizando (ver las entradas
anteriores). Cámaras interiores de la montaña, como las minóicas, de las que sabemos fueron objeto y
lugar de veneración al menos desde hace unos seis mil años. Templos pétreos egéos, que al menos entre
el siglo XX y el XII a.C. eran los recintos más adorados por los cretenses. Tanto que ya vimos como la
mitología narraba que en la cueva del monte Dikte, nació Zeus; dios que tras ser parido en una gruta
fue raptado y escondido en otra más apartada (la del Ida). Famosa esta útima no solo por proteger al
niño dios hasta su edad adulta, sino también por haber sido visitada cada nueve años por el rey Minos.
Monarca de la isla que recibía en el "útero" del Monte Ida las leyes y ordenanzas reveladas
directamente aquel que luego llegó a rey del Olimpo.

Pero todas estas leyendas y ritos -que vamos analizando- contienen diversos secretos iniciáticos, de los
que en parte intentaremos descubrir su verdadero significado. Misterios que como sabemos nacen de
esa extraña historia "del niño" parido en la caverna, que gracias a sus nodrizas y protectores (Amaltea,
Melisa o los Curetas) llega a edad adulta y pudo destronar a Cronos. "Raptores", cuidadores del neonato
dios, quienes no solo evitaron que "El Tiempo" lo hiciera desaparecer (que Cronos, su porgenitor lo
engullera); sinó que posteriormente lograron llegara a edad nubil y le arrabatara el trono. Sacando Zeus
-tras todo ello- a los demás hermanos del interior de su padre, a quienes este "tiempo" (crono) había
tragado, estableciendo así el reinado del Olimpo. Deidades que sobreviven y triunfan gracias a los
mencionados "habitantes" de las cuevas de Creta; todo lo que nos recuerda no solo el comienzo de la
religión helena, sinó además unos "misterios" que revolucionaron al mundo en la Edad del Bronce: El
culto al niño, sustituyendo a la veneración por el padre.
Religión matriarcal y benéfica que por aquel entonces debió hacer progresar y avanzar a los pueblos
del Egeo (en especial del minoico). Pueblos mediterráneos entre los que se observan unos cultos muy
diferentes (por no decir contrarios) a las comunes creencias patriarcales por entonces extendidas: Las
ancestrales y terribles, que exigían la inmolación de la criatura. Formas típicas del Neolítico y del
Bronce, en las que la veneración al "dios" obligaba entregar el hijo -al templo- para ser sacrificado o
"expuesto". Ritual de muerte de infantes, que sabemos se llevaba a cabo entre diversas Sociedades,
fundamentalmente durante La Edad del Bronce (aunque llegó a ser muy común hasta el final del Hierro).
En las que se "imitaba" la acción real, por la que el monarca entregaba periódicamente a uno de sus
hijos para que este fuera sacrificado en efigie propia -algo que incluso debía ser realizado por la mano
del padre, para que no le destronara-. Hechos estos que se recogen en los textos antiguos y sagrados de
Oriente Medio, en los que la inmolación del primogénito era parte imprescindible para ser admitido en
una Sociedad de esas características. Grupos y organizaciones antiguas, que debieron estructurarse
conforme a terribles costumbres de ese carácter, promulgando el sacrificio de niños en los altares, con
el fin primero de endurecer tremendamente a sus conciudadanos. Pero a su vez, esta triste "ceremonia
religiosa" debió de servir sobre todo para corromper a los súbditos; quienes una vez admitieran y
realizaran esas aberraciones, serían fácilmente gobernables (aunque tan solo fuera por el temor de
sufrir un destino similar al de sus vástagos en los templos, si no obedecían).

Por cuanto vemos, "aquella leyenda" del niño dios, parido en la cueva y escondido para ser salvado de
una muerte tan horrible como segura (tanta que el padre lo tragaba; como obligaban algunos ritos
ancestrales donde era compartida la víctima en un "banquete infernal") (1) . Es un complejo mito, que
esconde numerosos secretos. Misterios que en parte hemos intentado ir desvelando en los anteriores
artículos y sobre los que hoy también trataremos (habida cuenta su profundo y complejo
significado). Secretos religiosos de la Antigüedad, que nos hacen plantearnos y preguntarnos: ¿Qué
ritos y celebraciones pudieron hacerse dentro de estas cavernas, en memoria de aquellas leyendas y
cosmogonias?.

Cuestión que nos hacemos debido a que gran parte del significado mítico de Zeus hubo de representarse
y reverenciarse en festivales y misterios de las cavernas del Egeo. Cuanto expresamos es ratificado por
los numerosos hallazgos habidos en la del Ida -del Dikte o en la de Kamares- (2); demostrando
que aquellas grutas fueron entre los siglos XX al VI a.C., los recintos sagrados de máxima importancia
para los cretenses. Templos naturales "creados por la tierra", donde los príncipes y nobles minóicos
(primero), y más tarde los micénicos y los dorios (griegos); llevaron sus ofrendas, realizando allí sus
"fiestas". Celebraciones de las que casi nada se dice -o prácticamente todo se oculta-, en los textos
clásicos; algo lógico puesto que se trataban de ceremonias mistéricas, que castigaban con la pena
capital la revelación de sus secretos. Pese a ello, aún han quedado evidencias a través de las que
podemos llegar a intuir su ceremonial y el sentido de su religiosidad. Ello, partiendo de sus rasgos míticos
(antes mencionados) uniéndolo a lo que sobre aquellas se narra, en algunos fragmentos de la Antigüedad
-como es el Himno Homérico a Demeter-. Pudiendo deducirse a traves de la religión helena (heredera
directa de la minóica) qué tipo de ceremonias se llevarían a cabo en las cavernas de Creta.
AL LADO: Escultura en granito fechada entorno al siglo X a.C., perteneciente al
Museo de Ankara (al que agradecemos nos permita divulgar su imagen). Representa la diosa infernal
hitita denominada Lelwani; adorada principalmente en los cementerios y junto a las tumbas. Divinidad
que se figuraba como una matrona tocada y enjoyada, estuvo muy relacionada con las posteriores
Cibeles; la "mater Kybele" de los frigios, diosa ctónica por antonomasia. Estas "madres de la
civilización" tienen en mi opinión sus orígenes en los ritos del metal; relacionando la matriz de
fundición con la femenina y confundiendo el parto del hijo con la creación y forja en el crisol. A ello,
se unen otros cultos más antiguos (de origen paleolítico y neolítico) sobre veneración a la alimentación,
a través de la caza o la agricultura. Aunando además el fervor por la fecundación de la tierra, lo
que se expresaba en celebracones orgiásticas, que procuraban la fertilidad de la mujer -
identificando la captura de animales a "apresar la pareja" para copular-. A todo lo antes expuesto, hay
que añadirle la adoración a los instrumentos que logran hacer posible el cultivo, o la caza; tanto
como el de las armas que nos protegen. Entendiendo así el simbolismo y significado de estas madres
de la civilización; siempre unidas a la agricultura, la alimentación, la pesca, la caza y la guerra.
Dedidades ctónicas entre las que destacó Cibeles.

ABAJO: Preciosa esculturita en terracota que representa a una Isis coronada enseñando el
sexo (perteneciente al Museo de la Universidad de Leipzig, al que agradecemos nos permita divulgar la
imagen). De época ptolemaica, esta Isis contiene "un gesto" que llama la atención por su sensualidad;
tratándose curiosamente de una "pose muy egipcia". Pues tal como describe Heródoto, en las
procesiones de aquella diosa Isis, las mujeres se levantaban las faldas de un modo escandaloso, para
atraer a los hombres y llevarlos hasta el templo (3). Celebraciones que eran llamadas "faleforias" o
misterios de Isis y que ya hemos estudiado en algunas de nuestras entradas (4) -donde al parecer era
normal que las asistentes realizaran gestos obscenos entre bailes y movimientos rítmicos-.

En todo ello había un "trasfondo misterioso" o iniciático, habida cuenta que las procesiones
celebraban la concepción virginal de Horus, tras morir su padre (Osiris), quien fue engendrado por
medio de un pene artificial. Rituales que recuerdan de alguna forma a la gestación del ganado a
través de "pajuela" o bien a la plantación e introducción de la semilla en la tierra (realizada por la
mano del hombre, que se simbolizaría en el "pene artificial" del díos significando el arado o la
azada). Por todo cuanto podemos comprender, esos rituales ctónicos llevados a cabo en el templo de la
diosa tenían mucho en común con los misterios griegos. Tanto que en el recinto sagrado -al cual solo
podían acceder mujeres-, se situaba un gran falo presidiendo las ceremonias destacando muchos autores
clásicos que las bacanales, orgías mistéricas, o celebraciones de la fertilidad helenas, se relacionaban con
aquellas.

Otro caso de gestos obscenos del mismo tipo y con carácter religioso en Egipto, es citado Diodoro Sículo
(I. 85), cuando menciona que tras matar el Buey Apis, las mujeres acudían a enseñar su sexo al nuevo
toro sagrado. Una costumbre que también se relacionaría con la veneración a la muerte, la gestación y
el nacimiento, unido al sacrificio del buey. Lo que incluso y en cierto modo, puede tener paralelismos
con el sentido y sentimiento de la tauromaquia (cargada de sensualidad). Finalmente señalaremos
que este tipo de cultos que nos parecen tan ajenos y lejanos, se mantuvieron en cierto modo
sincretizados por el Cristianismo, llegando casi hasta época Moderna. Baste con ello citar a la
"famosa británica" Sheela-Na-Gig, cuya escultura enseñando la vulva se esculpía hasta el siglo XV en
el exterior de todo edificio importante (principalmente los sagrados). Figura muy similar a las
centenares que pueblan nuestra imaginería románica y gótica, en las que podemos ver numerosos
personajes abiertos de piernas y mostrando el sexo. Un gesto que mucho tuvo que ver con el sentido de lo
ctónico y lo telúrico; tanto como con las diosas madres de las cavernas, protegiendo con su útero abierto
a quien entraba en su cláustro. Todo lo que se relacionaba con la mirada que "se distrae"
irremediablemente al ver un sexo.

Consecuentemente y sabiendo que los cultos de las cuevas de la isla minóica tuvieron como
protagonista al niño dios escondido en aquellas; protegido allí por los Curetes (guerreros minoicos)
-danzando y batiendo sus armas para que el llanto de Zeus no fuera escuchado por el padre-. Se hace
evidente que cuanto narra la leyenda, se corresponde directamente con las celebraciones de los
misterios ctónicos. Religiones antiquísimas, que como dijimos fueron principalmente introducidas en
Grecia por medio de la influencia de las ancestrales culturas de Frigia y de Creta. Siendo la primera de
origen hitito-siria, asentada en Anatolia -tierra de Midas (junto a la actual Ankara)-; tuvo un amplísimo
área influencia mítico-religioso. Civilización antiquísima a la que los griegos dejaron de llamar Frigia, para
denominarla Lidia (tras conquistarla a comienzos del siglo VIII a.C.), divulgó e impuso importantísimos
rituales en la Hélade. Entre ellos, los referidos telúricos; en los que se unían los conceptos agrarios
con los secretos del metal, junto al sentido de la guerra, la vida y la resurección. Habiendo aportado
los frigios al panteón griego figuras tan importantes como su diosa Cibeles, junto a las diversas
ceremonias de peregrinación y exatación a través de festivales y orgías (tal como se realizaba para
venerarla).

El segundo área de influencia en esos cultos mistérios y de las cuevas (que llega a Grecia), es el
minóico; generando un "mundo ctónico mediterráneo" que se irradia desde la Creta más antigua. Madre
directa de las culturas Egeo y donde se fraguó cuanto posteriormente convergió en área continental,
dando lugar a la cultura clásica que conocemos. Siendo la frigia y la cretense, dos civilizaciones
ancestrales y desde las que partieron determinados cultos y ritos que tuvieron enorme influencia en
todo el mundo religioso grecolatino. Pudiendo decirse que las creencias procedentes de Lidia y de las
antiguas cavernas cercanas a Cnossos, terminaron dominando el panteón heleno -e incluso el romano,
por influencia griega-. Habiéndose generado así a mi juicio los famosos ritos mistéricos y ctónicos, tan
secretos como interesates; cuyo origen creemos estuvo en la veneración a las grutas del monte Ida
-en Frigia (cercano a Troya)- y de la montaña del mismo nombre en Creta (próxima a Faistos y al
Laberinto del Minotauro, en Cnossos).

Pero además de la frigia y la cretense, hubo una tercera vía de entrada y expansión por el Mediterráneo
Oriental de esas "extrañas religiones", cargadas de misterios y secretos. Irradiadas desde el área
situada en los territorios de Oriente Medio y en especial desde las costas de la actual Siria y Jordania
(donde nació Fenicia). Zona que aculturó en gran parte la Jonia helena, e influyó enormemente en las
creencias griegas. Todo lo que sucede desde la memoria de Biblos, ciudad asentada en este litoral que
luego fue púnica, pero que antes era de algún modo "colonia" de Egipto -desde los tiempos más remotos-.
Puesto que esa urbe que dió nombre al libro, era desde comienzos del III milenio a.C. un puerto comercial
en pleno contacto con el Nilo. Baluarte tan unido al mundo faraónico que la leyenda de Isis y Osiris
concluye en Biblos; donde se dice que la diosa fue a buscar el sarcófago de su marido. El dios Osiris,
muerto y troceado, al que arrojaron sus asesinos al Nilo dentro de su ataud. "Cenotafio" flotante que
alcanzó la desembocadura, saliendo al mar por el delta, arribando como una nave al puerto bibliota
(donde quedó varado). Una ciudad de enorme influencia egipcia, tanta como para ser allí donde la viuda
Isis acude y encuentra el cuerpo sin vida de su marido, convirtiéndose en nodriza real para acompañarle
en su destino, ya que los reyes de Biblos lo habían transformado en una viga de su palacio (Plutarco, ISIS Y
OSIRIS, 15 y ss).

Mitos, tradiciones y leyendas que heredaron los fenicios de los bibliotas y que estos transmitieron a
los helenos; quienes conformarían una curiosísima religión (aunando las creencias egiptofenicias con
las frigias y mezclándolas con las minoico-micenias). Todo lo que mezclado a las tradiciones propiamente
griegas dieron como fruto su panteón, tanto como sus diversos cultos y rituales (en parte indoeuropeos,
pero en mayor medida orientales y muy emparentados con los más antiguos de Egipto, Frigia y
Creta). Llamando la atención entre todos ellos, los denominados "telúricos" y más concretamente
"ctónicos mistéricos"; que -como ya dijimos- tienen como objeto principal la veneración de fuerzas
interiores de la tierra, relacionadas con la vida y con la muerte. Adoración de deidades, que
propiamente son tratadas como daimones; demonios del mal y del bien, a los cuales se les pide que
intercedan para protegernos o para no causarnos daños.
Por todo cuanto las celebraciones secretas de las que hablamos, tuvieron mucho de rituales del
inframundo o de culto a los seres infernales; divos que se identificaron con las más terribles fuerzas
telúricas -entre las que destacaba el fuego (como magma y como lava del volcán, que emerge cuando la
propia tierra tiembla)-. Un fuego de algún modo muy emparentado con "el dia" y el bien; que regalaba no
solo la luz y el calor en invierno, sinó también objetos de tanta utilidad como lo eran la cerámica y el
metal. Por cuanto los ritos ctónicos mucho tuvieron que ver con la cocina, la alimentación sagrada y la
metalurgia; todo lo que daba prioridad a la mujer en sus celebraciones. Mujeres que eran adoradas
como madres supremas, que protegían y querían al niño sagrado y que al igual que Rea (la Tierra) lo
concebían a escondidas, pariéndolo en las cuevas y ocultándolo del padre. Madres que igualmente
eran divas por inventar la cerámica la metalurgia y la agricultura. Cultivo que aprendieron aplicando sus
vivencias personales sobre la tierra -sembrándola y germinándola para que a su imagen y semejanza
"parieran" vegetales-. Tanto como crearon ellas la cerámica y la metalurgia, mientras en sus fuegos y
sus hornos cocinaban. Todo lo que generó un culto a la diosa de la caverna, diva de la alimentación, del
fuego, del metal y la cocción de arcilla; deidad que finalmente se identificó con la civilización (así
llamada, como Mater Cybeles en frigia).

AL LADO: Imágenes de la famosa escultura que prolifera en las


fachadas de iglesias y edificios importantes de las Islas Británicas, llamada Sheela-Na-Gig. Su
procedencia y significado es desconocido, aunque se sabe se ponía sobre las entradas y exteriores con
fines curativos y apotropaicos (esculpiéndose en las paredes de los castillos y en los edificios sagrados;
principalmente durante la Edad Media). Uno de los primeros en estudiarlas con relación a los cultos de
la Antigüedad fue Richard Payne Knight, sabio ilustrado del cual hemos tratado en numerosas entradas
del presente blog y que recoge del modo en que vemos en la lámina, las estatuas de esta Sheela en
Inglaterra (de su obra "El culto a Príapo... "; imagen tomada de la publicación de Madrid, 1980; ed.
Trescatorce). Como podemos observar, muy poca diferencia tiene la Isis levantando sus faldas de la
foto anterior, con esta Sheela-Na-Gig, que se halla en los canecillos y entradas de las iglesias
románicas y góticas anglo-irlandesas -tanto como en muchas de las continentales; pese a que no se
haya estudiado el tema suficientemente (5) -. Puesto que ambas son deidades que llaman a la
generación a traves de poderes telúricos o ctónicos (superiores al hombre). Diosas del instinto y de la
fecundidad, que tienen como misión proteger de los males a quienes miran su sexo; todo cuanto se
relaciona con esta facultad misteriosa de "crear desde la nada" que la mujer tiene, y de la que venimos
hablando.

ABAJO: Famosa copa cerámica del pintor de Brygos, fechada en el 480 a.C. y propiedad del Museum of
Fine Arts of Boston (al que agradecemos nos permita divulgar su imagen). En ella se representa
una escena de orgía, en la que su obscenidad se completa al observar que incluso los "oficiantes" tienen
puesto preservativos. No sabemos si ampliándola podran verlo nuestros lectores, pero en el original se
aprecia perfectamente como el personaje masculino de la derecha lleva claramente colgando una
cuerda, que sujeta la vejiga de pez o la tripa animal (con la que se hacían los profilácticos
entonces). Ello es curioso, pues demuestra que no se trata de una orgía mística ni ritual, sino una
simple bacanal, en la que participan ajenos al templo. Algo que decimos porque los sacerdotes
principales dedicados a esas divinidades femeninas ctónicas, tenían por costumbre castrarse y
ofrecer sus testículos a la "madre tierra" (enterrándolos, como si fueran semillas). Estos y otros eran
los cultos que se suponía habían establecido los Curetas, Dáctilos o Coribantes; adoradores de
Cibeles en Frigia y de las diosas de las cavernas en Creta. Divas telúricas a las que -repetimos- se
adoraba en de orgías, danzas y bacanales; muchas de las que hubieron de celebrarse originariamente
en las grutas. Lugar ancestral y templo primigenio, donde en mi opinión dieron comienzo esos
festivales de carácter paleolítico, donde se divinizaba a la madre de la cueva y por ende, a la creadora
de la primera civilización (Mater Cybeles).

AL LADO: Canecillo de la iglesia románica de San Pedro de Cervatos de la Cueza


(Cantabria). En esta esculturita podemos observar dos personas copulando, con una postura e imágen
absolutamente obscena y lógicamente impropia en lo que pudiera parecer el Mundo Cristiano. Aunque en
nuestra opinión ello es un recuerdo de los rituales orgiásticos y ctónicos que consigueron sincretizar
en la Edad Media. Ceremonias de fecundidad y sexo que el pueblo acostumbraba a seguir desde
época grecorromana y que permanecieron arraigadísimas en el mundo pagano (hasta épocas muy
tardías). Tanto, que el cristianismo no consigue reconvertirlas más que transportando estos ritos telúricos
hacia las iglesias. Festivales que seguramente se llevaban a cabo en las cavernas de las montañas y
que el sacerdocio va transformando en romerías, festividades de patrones y "simples jolgorios" de
danza y borrachera. Motivo por el cual seguramente durante la Edad Media se esculpen sobre las
fachadas de los templos estas imágenes de mujeres y hombres enseñando el sexo o
copulando. Mostrando con ello la Iglesia, una permisibilidad en las celebraciones y fiestas, gracias a
la que se llegaría a la síncresis llevada a cabo entre los siglos V al X d.C.; en los que se lograría
acabar con los cultos de las cuevas (que pasan a considerarse de brujería). Convirtiéndose por
entonces también en templos cristianos gran parte de las antiguas cavernas sagradas. Un hecho que
prolifera igualmente en las zonas de Cantabria, donde se produce el denominado Románico rupestre:
Construcciones de pequeñas ermitas excavadas en la roca (o en el interior de las grutas), que traen a la
memoria rituales y cultos ancestrales reconvertidos en la Edad Media.

ABAJO: Oinokoe fechado hacia el 1500 a.C.; hallado en Milo y en mi opinión minoico (pertenece al Museo
nacional de Atenas, al que agradecemos nos permita divulgar su imágen). Observemos sus
carácterísticas típicas del arte creto-chipriota de la primera mitad del II milenio a.C. (en tonos
rojizos sobre blanco de cochura). Llamando la atención las "flores" y plantas figuradas en la
cerámica, que a mi juicio considero se trata de adormideras (opio o algunas de sus variedades). En el
artículo de hoy -como sabemos-, tratamos sobre los ritos ancestrales de las cuevas, principalmente
oficiados por sacerdotisas. Ceremonias en las que queda por desvelar qué función iniciática
se realizaba a través de anestésicos y enteógenos. Plantas del cáñamo, setas alucinógenas y
fermentos de cereales (como los cardenillos), que se sabe eran comúnmente utilizados con fines
terapéuticos (anestésicos o para evitar dolores). Pero que en los festivales místicos de la
Antigüedad pudieron cumplir una función secreta y muy diferente; drogando a los asistentes sin su
conocimiento, para hacerles llegar a un éxtasis en el que creyeran habían contactado con el Mas
Allá (tesis que con mucha razón defendieron los creadores del libro arriba referido: "El camino de
Eleusis").

Mucho hemos reflexionado sobre los cultos y ritos que pudieron llevarse a cabo en las cavernas
cretenses, llegando finalmente a la conclusión de que debieron ser muy similares a los mistéricos de
Grecia. Celebraciones de las que poco o nada se sabe, al ser secretas; aunque gracias a la popularidad de
sus santuarios, se han logrado definir y conocer -en cierto modo- algunos de aquellos
"Misterios". Ceremoniales entre los que destacó el ya mencionado de Eleúsis, lugar sagrado muy próximo a
Atenas y al que asistían de común los ciudadanos de aquella ciudad (estando vetado internarse en ellos a
todo extranjero o ajeno a la urbe -hoy capital de Grecia-). Parte de cuanto sucedía en el interior de
aquel lugar mistérico ha podido conocerse gracias a uno de los poemas atribuidos a Homero y que hoy se
catalogan como anónimos, fechado en el siglo VII a.C.. Siendo concretamente en el "Himno Homérico a
Demeter"; donde se pueden seguir las pautas de lo que en el templo eleusino se celebraba, verenaba y
cantaba. Igualmente, las excavaciones llevadas a cabo en este santuario han permitido desvelar
muchos de sus secretos -tan guardados en la antigua Hélade, como para penar su divulgación con la
muerte-. Todo ello, unido a infinidad de estudios arqueológicos, junto a diversas hipótesis acerca de
las ceremonias -como las referidas antes de Gordon Wasson, Hofman y Ruck (en El camino de
Eleusis)-; han logrado en gran parte desvelar qué extraños y místicos ritos hicieron de esta "gruta-
templo" tan cercano a Atenas -uno de los centros principales de la religiosidad y creencias helenas-.

Como decíamos, la fábula del "Himno Homérico a Demeter" situaba en el lugar de Eleusis el episodio
del rapto de Kore, la hija de esta "diosa Madre" por antonomasia (Dea-Mater= ) (6) . Secuestro
que lleva a cabo el dios infernal Hades, quien roba a "la niña" Perséfone-Proserpina (comunmente
nombrada como "la doncella"= Kore). Tras ello, aquella hija de Deméter, pasa a reinar en el Averno;
mientras su madre -desesperada- recorre las tierras buscándola. Tal es su tristeza que el Mundo queda
paralizado, tanto que cesó la germinación en los vegetales y se produjo una terrible hambruna a
consecuencia de aquella infructuosa búsqueda (que algunos clásicos cifran en nueve días y nueve
noches, durante los que la madre ni comió ni durmió) (7) . En la décima jornada se llegó la pobre errante
hasta Eleusis, donde el rey Céleo le ofreció su casa, dándole trabajo como nodriza del príncipe
Demofonte (segundo de sus hijos y entonces recién nacido). Allí intentaron consolarla la hija del
monarca -Yambe-, quien era coja y le cantaba versos procaces, junto a una de las viejas sirvientas del
palacio de Eleusis. Anciana denominada Baubo y que le entregó un cazo con agua de cebada para que
se alegrase y lo bebiera. Deméter se negó a ingerirlo, pero tras enseñarle la vieja Baubo su vulva,
curiosamente accedió a tragar tan extraño líquido. La consecuencia inmediata fue que la diosa se
pusiera de parto y dando gritos trajo al mundo a su segundo hijo (Yaco); quien rápidamente emergió
entre sus piernas y se sentó en el regazo de "la madre" (Dea-máter).

Sobre lo que acontece en el palacio de Céleo, seguiremos en epígrafes más abajo, ya que previamente
deseamos tratar acerca de la "devolución" de Kore a su progenitora. De tal modo, Zeus al ver la horrible
pena que sufría Deméter no pudo soportarlo, tanto que no se atrevía a visitarla en Eleusis. Así,
avergonzado por no ser capaz de recuperar "la niña" (Kore), manda a Hermes (o a Hécate -varía en los
texto clásicos-) que la rescatara, convenciendo al rey de los infiernos que la dejara libre. Pero
Hades, antes de entregar a su amada y devolverla al reino de los vivos -donde la esperaba su madre, junto
a la entrada de "la gruta" de Eleusis-, hace ingerir a Perséfone (Kore) seis pepitas de granada; lo que la
obligaría a regresar junto a él todos los años este mismo número de meses. Retorno al infierno de
media anualidad, según las versiones más comunes y que en otras se consideraba de cuatro meses (al ser
para muchos cuatro las pepitas que había tragado aquella en el reino de los muertos). De tal
manera, mientras madre e hija estaban unidas, en el Mundo reinaba la alegría y la floración; pero
cuando "la doncella" (Kore) retornaba junto a Hades, volvía el frio y la hambruna (por falta de
germinación) (8) .
Acerca del significado cosmogónico del mito, muchos autores explican que los seis meses infernales de
Kore, son los casi cinco que de verano tiene el Egeo, donde las islas de Grecia se convertían en un
erial -de ello que algunas versiones den como número de pepitas ingeridas, cuatro-. Mientras el medio
año de felicidad y floración, simbolizaría el otoño, el invierno y la primavera; con abundantes lluvias y
clima benévolo. Por nuestra parte, creemos que el mito esconde un sentido más cosmogónico y la
estancia de "la niña" (Perséfone) junto a su madre se refiere concretamente a los Equinocios (de otoño
y primavera) donde se recogía la vid, la fruta y era sembrado el cereal. Mientras los seis meses en el
Hades simbolizan los Solsticios (de verano e invierno) que realmente llegaban a ser duros en la
Hélade y faltos de alimentos nacidos de la tierra -debido al calor y al frío-.

Ello identificaría el mito de Peséfone con los cultos solares, relacionándolos con las celebraciones del
día con más luz del año (23 de junio) y con la noche más larga (24 de diciembre). Fiestas que se
corresponden con el verano y el invierno (los solsticios) y que en todas las culturas -comúnmente- se
celebran con ritos del fuego (como veneración del astro rey, que desde aquellas fechas comienza a nacer o
a morir -en su luz-). Épocas estas en las que comenzaría la hambruna entre las gentes del campo, a
menos que "matasen"; puesto que gran parte de los alimentos durante el invierno y el verano han de
obtenerse de recursos animales: De la pesca, la caza y, sobre todo, del ganado. Ello, confiere (a mi
juicio) el primer paso para comprender el misterio de Deméter -y por lo tanto los de Eleusis-; cuyo
inicial concepto religioso era la unión entre la siega y la cosecha con los sacrificios
cruentos. Inmolación (en el caso eleusino del cerdito) que se llevaría a cabo explicando que aquella vida
cercenada era igual a la que se cortaba del cereal o de la vid, cuando arrancamos su fruto a la tierra, para
que el hombre pueda comer. Vegetales que morían para darnos la vida, del mismo modo que el animal
sacrificado entregaba su sangre con el fin de alimentar a la Humanidad. Cruenta entrega, necesaria
igualmente entre los hombres, habida cuenta que algunos habían de ir al Hades por un periodo de
tiempo (o para siempre), hecho este que debió comprenderse como la marcha a la guerra o la muerte
para defender al grupo. Habiendo llegado a ser tan "ejemplar"y dura esta enseñanza en el Mundo Antiguo,
que se llegó a practicar el sacrificio humano en los altares, por sorteo, y entre todos los ciudadanos (como
por ejemplo sucedía en las celebraciones de la Artemisa de Esparta).

ARRIBA: Exvoto ibérico procedente de Collado de los Jardines (Jaén) fechado hacia el siglo VI a.C. y
propiedad del Museo Arqueológico Nacional -al que agradecemos nos permita divulgar la imágen-.
Podemos ver en la esculturita de bronce, una mujer (o deidad) que muestra una posición de saludo (o
veneración) mientras enseña su sexo y ombligo -que figuran destacados de forma extraña entre las
ropas-. El significado de tales exvotos se desconoce, al igual que nada -o muy poco- se sabe sobre
los rituales que se llevarían a cabo con aquellos. Aunque en mi opinión estuvieron plenamente
unidos a los dioses ctónicos y telúricos; en especial a los de las montañas y las cuevas. Algo que se
demuestra debido a que el "templo principal" de los exvotos iberos estuvo en Despeñaperros;
concretamente junto a las zonas más altas de Sierra Morena, muy cerca de la actual población Santa
Elena. Nombre que con toda seguridad se corresponde con los continuos hallazgos de estas estatuillas
iberas, que desde el siglo XVII eran conocidas en la zona como "muñecos" -tanto que se usaban
comunmente por los pastores como proyectiles de honda (llevando en ocasiones colgados del cinto
decenas de ellos)-. Así y del mismo modo que muchos otros lugares donde aparecían esculturas y restos,
se denominaban "cabezo del griego" (hoy Segóbriga) o "cerro de los santos" (en Yecla), debieron llamar
"Santa Elena" a la población en cuyos alrededores no dejaban de salir estos bronces con figuritas
parecidas a "santos helenizantes".

Sobre el uso y ritos que asignaron a estos exvotos, me atrevo a afirmar que se relacionan con el
mundo que narramos (de las cuevas, los ríos y la montaña). Algo que podría corroborarse con una
historia ya recogida en alguna de nuestras entradas anteriores; cuando escribía que de niño pude oir el
relato de algunos cazadores que mencionaban como en los años cuarenta (1940) hallaron una cueva
en Despeñaperros, en cuyo interior había una cascada. Allí, según comentaron, había ciertas
pinturas en sus paredes y bajo el suelo del riachuelo -que manaba desde la pequeña gruta-,
encontraron decenas de exvotos iberos. Como decimos, nunca pude verificar la autenticidad de estos
hechos, aunque por la vía que me fueron narrados, considero que no tenía ninguna intención de engaño,
ni de contar algo no sucedido. Puesto que me fue relatada casi en mi adolescencia y por un sobrino de
uno de estos cazadores, quienes decían habían encontrado las estatuillas (cuyo paradero desconozco;
tanto como si se excavó con conocimiento de las autoridades).

Todo ello me hizo considerar desde muy joven que estos que se denominaban "muñecos" en Santa Elena,
pudieron haber sido utilizados como ofrendas de las deidades telúricas; concretamente para las
diosas de la montaña (y la caverna). Habiendo constituido quizás, las bellísimas estribaciones de
Despeñaperros un lugar similar a lo que el Parnassos, o los montes del Ida y del Dikte, fueron para
los cretenses y los helenos: El emplazamiento sagrado cercano al cielo y donde se peregrinaba para
rogar y ofrendar a los dioses más antiguos (las deidades de la tierra). Ello explicaría la infinidad de
esculturitas de mujeres que se hallaron en este paso de Sierra Morena, muchas de ellas mostrando
muy pronunciados los rasgos de su sexo. Como esta que recogemos y que enseña claramente la vulva y
el ombligo, marcando los pechos entre un curioso ropaje. Todo lo que nos acerca al mundo ctónico, al de
la mujer, a la sensualidad junto a la concepción y a los cultos de la gruta. Lo que unido a una zona
montañosa y plena de cuevas -como Despeñaperros-, deja claro en mi opinión, que los exvotos iberos
-muy parecidos a los que había en Grecia-, pertenecen a una religión muy cercana a la que hablamos
(de Deméter, Britomartis o, incluso a rituales próximos a los eleusinos).
ABAJO: Exvoto muy similar al anterior, también procedente de Collado de los Jardines (Jaén), fechado
hacia el siglo VI a.C. y propiedad del Museo Arqueológico Nacional -al que agradecemos nos permita
divulgar la imagen-. Representa un guerrero ibero, que enseña sus armas y a la vez muestra su sexo
(semi-itifálico). Su postura "gimnástica" (por cuanto "gymnes" en griego es desnudo) es una clara
alusión al armamento bélico, como símbolo del sexual. Debido a que en todas las culturas antiguas se
concebía el pene como una espada (o un venablo), capaz de cortar o engendrar la vida con su
penetración. La figurita que muestra escudo y falcata ibérica, está también tonsurada -tal como los
guerreros de nuestra Península acostumbraban hacer-.

Si la escultura de mujer -que veíamos en la anterior imagen- podía ser identificada con algún tipo de
Dea Mater (o Afrodita de la montaña); esta otra quizás fuera un dios bélico (Ares), representado en
efigie de algún noble o reyezuelo de la zona. Por cuanto decimos y en opinión propia, los cultos que se
llevarían a cabo en estas cumbres sagradas ibéricas (actualmente Despeñaperros), pudieron ser muy
cercanos a los que se hicieron en el monte Ida (de Frigia o de Creta). Creyendo que no es aventurado
afirmar que en mucho pudieron parecerse a los "misterios griegos", a los festivales helenos, o a las
celebraciones y ritos que se realizaban en santuarios como El Templo de Apolo de Delfos. -La
mayoría cumplimentados por adivinas y oficiantes femeniles en sus funciones principalmente de
oferentes o vaticinadoras; junto a los sacerdotes, que con rango máximo y semidivino, tenían carácter
hereditario-.

Continuando con el mito eleusino -que es el que nos ocupa principalmente en este artículo-, habíamos
dejado sin completar aquel momento en que Deméter -tras vagar por el Mundo con gran pena y en
búsqueda de su hija-, llegó al décimo día a la ciudad ática de Eleusis. Allí -como dijimos- el rey Céleo le
ofreció su hospitalidad, pasando la diosa a vivir en su palacio, cuidando como nodriza al hijo menor del
monarca (Demofonte). Mientras realizaba estos trabajos, su compañera -la vieja Baubo- le entregó una
copa con "elixir" de agua de cebada. Deméter la ingirió oponiendo alguna resistencia, concibiendo y
pariendo a Yaco inmediatamente -gracias a este bebedizo-, un niño que emergió de las piernas y nada
más nacer se sentó junto a su madre. Deseó entonces la diosa hacer un gran regalo a aquella familia que
tantos bienes le había dado, otorgando la inmortalidad a Demofonte, el hijo del rey del cual cuidaba.
Para ello existía el hechizo de quemar durante las noches en el fuego del carbón al niño, sin que sus
padres lo supieran. Aunque en una de las ocasiones en las que realizaba esa ceremonia, la madre
contempló la escena y comenzó a gritar con horror al ver a Demofonte entre las llamas. Lo que según
unas versiones impidió que el niño fuera convertido en inmortal; aunque otras hablan de que la criatura
pereció en el carbón incandescente.

Tristes y desesperados también los reyes de Eleusis, de nuevo Deméter quiso beneficiar a la familia del
monarca eleusino que le había acogido, por lo que enseño al otro de sus vásagos la siembra y el
cultivo. Actividad que Triptólemo -el príncipe- transmitió por toda Grecia, vagando en su carro con el
que dinfundió fundamentalmente la recolección del cereal. Tras todo aquello, Zeus accedió a enviar a
Hermes hasta el infierno y como sabemos, Hades devolvió a "la niña "(Kore); aunque aquella fue
acusada de comer alimentos de los muertos. Tres, cuatro o seis pepitas de granada, que la obligaban a
regresar un igual número de meses al inframundo. Finalmente, Deméter consintió el pacto con Hades
y antes de marchar de Eleusis para regresar al Olimpo, instituyó allí los Misterios. Secretos y
ceremonias en las que instruyó a Triptólemo y a su padre Céleo (9) .

Tras la exposición del extenso mito eleusino, intentaremos analizarlo; aunque ello supone un segundo
artículo, donde completaríamos los significados de tan compleja fábula. Pese a ello, ya podemos definir
algunos rasgos muy significativos como lo es la historia que presenta a la diosa quemando a Demofonte
durante las noches, para concederle la inmortalidad. Imagen que claramente que corresponde a "los
misterios de Isis", puesto que una idéntica historia nos narra Plutarco (en "Isis y Osiris", 16). Cuando
recoge que tras ir la viuda egipcia hasta Biblos -en búsqueda del cuerpo de su difunto marido, que
había sido arrastrado por las corrientes dentro de su ataud-; lo encontró dentro de una columna del
palacio real. Tras ello y para acompañarle, entró a trabajar como nodriza del monarca de Biblos
(Melacandro) que tenía un hijo enfermo; donde posteriormente a curarle y con la intención de otorgar
la inmortalidad al príncipe del cual cuidaba, diariamente lo quemada en un brasero. Viendo aquella
escena la madre del pequeño (la reina Astarté), sufrió un ataque de histéria y aquellos gritos quebraron
el hechizo. No pudiendo alcanzar el infante que Isis cuidaba la inmortalidad, pronunciando enfadada
aquella diosa la frase que recoge Plutarco (Isis y Osiris, 16) (tan parecida a la que dice Deméter en su
misma situación):
"Tú, ¡Madre imprudente! ¿Por qué has cogido al niño?. Sólo en unos días más y todas las partes mortales de
tu hijo habrían sido destruidas por el fuego y como los dioses, habría sido inmortal y joven por siempre".

De cuanto decimos, habría que ver y estudiar si aquellos que llamamos los misterios de Eleusis (voz
que se pronunciaba en griego "Eleysis"), no nos está hablando de las ceremonias de una "helena-
Isis". Siendo realmente las celebraciones mistéricas griegas que va descubriéndo la arqueología
moderna muy "familiares" y parecidas a otras más antiguas. Resultando practicamente traducidas desde
la mitología egipcio-bibliota o bien creto-chipriota. Culturas todas ellas (la de Biblos, la cretense y la
de Chipre) muy enlazadas, completamente unidas, presididas y dirigidas por su ancestral "madre
faraónica". Debido a ello, nos atrevemos a afirmar que aquellos mitos y ritos que se celebraban en las
cuevas de Creta, debieron estar muy influenciados por los festivales y misterios egipcios (igualmente
herméticos). Tanto como todos aquellos (los de Creta y Egipto) fueron sin lugar a dudas el origen y
fundamento de los ceremoniales secretos griegos. Consecuentemente no es extraño que los textos
clásicos mencionen repetidamente que Deméter era de origen cretense, tanto que su "Himno Homérico"
narre cómo desembarca aquella diosa en el Ática (junto a Eleusis) al llegar desde la isla de Minos (10) .

Un hecho que destaca Robert Graves (11) , recogiendo diversas fuentes que hacen a Deméter una diva
llegada de Creta. Mencionando cómo Diodoro Sículo afirmaba que los rituales eleusinos procedían de
otros festivales muy similares minoicos; a la vez que en Cnossos se celebraban misterios muy
parecidos a los helenos (a los que cualquier habitante de Creta podía asistir). Habiendo sido los
ceremoniales cretenses los antecesores de todo ritual de iniciación que se llevaba a cabo en
Grecia (12) . A este respecto muy importantes son las aportaciones de las tablillas de Lineal B, leidas por
Chadwik y Ventris; en las que podemos observar una diosa minóica de nombre DA-MA-TE (fechada con
anterioridad al siglo XV a.C.). Deidad que hoy en día todos reconocen como el antecedente directro de
Deméter y que a nuestro parecer tiene el mismo nombre en idioma "proto-indoeuropeo": DEa MATEr -la
diosa madre, que entre los Frigios se llamó Cibeles y entre los egipcios, Isis-.

Una diva a la que se le asignaba la amapola como atributo -tal como menciona Teócrito- (13) . Algo
que igualmente destacan otros clásicos como Ovidio, hechos estos que tambien estudió Robert Graves
observando que incluso algunas estatuas de esta diosa van coronadas con adormideras; como es el
caso de la hallada en Gazi (Creta, de la que recogemos en imagen abajo); junto a otras minoicas, entre
las que destaca la de Palaiokastro. El mismo Robert Graves observa que en el anillo de oro del tesoro del
Acróplis de Micenas igualmente aparece Deméter, entregando un ramo de adormideras a Kore (14) .
Finalmente otros invstigadores más modernos han estudiado esta relación entre la diosa de la agricultura
y la amapola o el cáñamo (que aparece continuamente entre sus atributos), llegando a la conclusión de
que entre los ritos importados desde Creta se halla la introducción del consumo de narcóticos
(enteógenos) en sus ceremonias. Tesis que defendieron los autores ya mencionados (Gordon Wasson,
Hofman y Ruck) en su obra: El camino de Eleusis -libro con cuya portada iniciábamos este artículo-. Pero
para conocer nuestra nuevas teorías sobre el verdadero uso y utilidades que dieron a estos enteógenos en
las ceremonias sagradas (como las de Eleusis); tanto como por qué lograron unir los ritos de agricultura a
tan extraños narcóticos, deberemos leer el siguiente artículo (que presentaremos en nuestra próxima
entrada).

JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Al lado, lateral del sarcófago minoico de


Hagia Triada, fechado en el 1500 a.C. y propiedad del Museo de Herakion (al que agradecemos nos
permita divulgar la imagen, tal como se expone en la actual remodelación de sus instalaciones).
Abajo tenemos en detalle su fresco en el que vemos dos mujeres sobre un carro. Ceremonial que
figura entre las pinturas de la citada tumba que representan procesiones en las que diversas
sacerdotisas entregan ofrendas (principalmente frutas y cereales). Considerando -en mi opinión
personal- que estas dos mujeres sobre la carroza son: Una Demeter minoica (que sabemos se llamaba
DE-MA-TE) al lado de su hija, Kore; diosas a las que los minoicos llamaban "las dos divas" (DUO-
TEA). Figura que se corresponde plenamente con la iconografía griega, en la que se representaba a
Deméter sobre un carro, junto a su hija Perséfone, rodeadas de frutas o cereales (como ofrendas de
esas divinidades agrarias).

JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Al lado diosas minoicas halladas en Gazi y


fechadas en periodo "postpalacial" (hacia el 1200 a.C.), tal como las expone actualmente el Museo de
Heraklion (al que agradecemos nos permita divulgar la imágen) . Una de ellas luce una corona con la
paloma, totem cretense y que como hemos dicho en diversas publicaciones, se debió considerar ave
sagrada al ayudar en la navegación. Ya que los marineros en la Antigüedad, al perder el rumbo
durante las travesías (en alta mar), soltaban una paloma con la que podían conocer dónde se
hallaba el horizonte, tanto como saber la dirección hacia el lugar de origen -ya que estas aves se
orientan en pocos metros tras su suelta-. Por su parte, la deidad de al lado -llamada diosa de las
adormideras de Gazi-, lleva coronada la cabeza con flores del opio. Diosa que los investigadores han
identificado con una "Deméter" eleusina (como hemos visto en los epígrafes anteriores). Bajo estas
lineas, se encuentra la misma deidad en detalle (agradecemos al Museo de Heraklion nos permita
divulgar la foto). En próximas entradas conoceremos las utilidades y el significado bajo nuestras
teorías, de la adormidera en los cultos de Deméter.

CITAS:

(1): Cuanto mencionamos acerca de los monarcas y dioses que mataban a sus hijos en un ritual de proclamación, que incluso les
obligaba a tragarlos; basta ver los innumerables casos y ejemplos existentes a lo largo de toda la Historia de las religiones. Siendo
común hasta bien entrada la Edad del Hierro la representación del "banquete infernal", por el cual divinidades "daimones" sacrifican
a humanos (principalmente niños), para luego trocearlos y comerlos. Consultar sobre ello el análisis icononográfico de la Tumba de
Pozo Moro que en un magnífico estudio hizo Fernando López Pardo (prof. de la Universidad Complutense) -Trabajo publicado
por: Archivo Español de Arqueología 2009, 82, págs. 31-68: NERGAL Y LA DEIDAD DEL FRISO DEL «BANQUETE INFERNAL» DE
POZO MORO-. Restos de estos horribles ritos llegaron hasta la Edad del Hierro, en especial en cultos de Moloc (el Melkarte fenicio), e
incluso del Zeus Meilichios entre los pueblos helenos. Narrando precisamente el sacrificio de Isaac ese cambio de religiones (la alianza
con el verdadero Dios), llevada a cabo por algunos pueblos a comienzos del II milenio a.C., que sustituyen la víctima humana por un
bóvido o un carnero (la narración sobre Abraham puede fecharse entorno al siglo XVIII a.C.).

(2): En diversas entradas anteriores a esta hemos analizado los numerosos hallazgos encontrados en las cuevas del Monte Ida, en el
Dikte y en la de Kamares (muy próxima a la primera, tanto como al palacio de Faistos). Siendo aquellas en su mayor parte ofrendas y
artículos de celebración. Destacando el famoso "címbalo" de la gruta idea, con la figura de Zeus y los curetas (fechada en el siglo VIII
a.C.) o el estilo cerámico de Kamares, con piezas estilizadísimas y muy decoradas que datan del Minoico Medio (entre los siglos XVIII
al XV a.C.). Para más información ver las dos entradas anteriores a esta.

(3): Varios autores han comentado estos hechos que recogen textos clásicos como los de Diodoro Sículo (I, 85) y Herótodo (II, 60).
Entre ellos, Ana Ma. Vazquez Hoys y Javier Calleja del Hoyo quienes consideran que este gesto de levantarse las faldas tenía un
carácter apotropaico - teoría expuesta en: Espacio, Tiempo y Forma, Serie II, Hf Antigua, t. 3, 1990, págs. 117-182, "La Gorgona y
su triple poder mágico (Aproximación a la magia, la brujería y la superstición. II) ANA MARÍA VÁZQUEZ HOYS y JAVIER DEL HOYO
CALLEJA-. Llamando la atención que consideren un gesto apotropaico enseñar la vulva al nuevo buey Apis, tras ser sacrificado el
anterior (tal como señala Diodoro, arriba ref.). Rito o costumbre que más bien consideramos ctónico y relacionado con la veneración
infernal a la muerte. Algo que estaría en algún modo ligado al significado de la tauromaquia, la inmolación del toro en el mitraismo y
hasta a la sensualidad de toreo (en la cultura ibérica). Donde el matador se considera la hembra del bovino -debido a su debilidad
frente a la bestia- hasta que lo penetra con el estoque, llevándolo a morir de un modo y con un sentido estético que todos relacionan
de forma muy directa con la penetración fálica. Finalmente y como decimos, este gesto de levantar las vestiduras y enseñar el sexo
ha conservado hasta la Edad Media días el carácter apotropaico; pudiendo verse en las fachadas de las iglesias romanicas figuras que
realizan ese acto; entre las que destaca la irlandesa o británica: Shela-Na-Gig.

(4): Con el fin de comprender de algún modo el significado de los cultos ctónicos y su relación con los dioses de la fertilidad y
los metales, ver entre otras entradas:

61ª- Dioses de la fertilidad, de la luz, del Sol y del oro; diosas del agua, de la Luna y la plata. (de Lo invisible en la mitología: Los
bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXXII). -MÁS SOBRE EL SIGNIFICADO DE LA SEXUALIDAD Y LA LUZ, TODO
ELLO UNIDO A LOS TALISMANES Y JOYAS QUE ALEJABAN EL MAL DE LAS TINIEBLAS; EL AOJO-
VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/12/1-6.html

62ª- Dioses del comercio y la prosperidad, venidos del cielo. (de Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El
Carambolo. Parte XXXIII). -PROCEDENCIA DIVINA DE LOS METALES Y SENTIDO SAGRADO DE LAS JOYAS-
VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/01/1-6.html

63ª- Mercurio dios del comercio y la prosperidad. (de Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo.
Parte XXXIV). -LOS DIOSES QUE ENVÍAN EL ORO Y LA PROSPERIDAD, RELACIÓN DE LA JOYERÍA CON LOS ASTROS-
VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/01/1-9.html

64ª- DE MELKARTE A MERCURIO Y DEL CADUCEO A LA VARA DE OLIVO. (De: Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión
en el tesoro de El Carambolo. Parte XXXV). -EL DIOS DEL COMERCIO DEIDAD DEL ACEITE Y DE LA SIERPE QUE CURA; LA
MEDICINA RELACIONADA CON LOS METALES- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/01/1-8.html

65ª- FIESTAS DE LA LUZ, LA TIERRA Y EL AGUA. (De: Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El
Carambolo. Parte XXXVI). -DEIDADES DE LA FECUNDIDAD RELACIONADAS CON EL BIEN Y LA PROSPERIDAD; SU
REPERSENTACIÓN A TRAVÉS DE LOS METALES PRECIOSOS; LA CELEBRACIÓN DE SUS FIETAS-
VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/01/1-8_30.html

66ª- EL DIÓS OJO, QUE TODO LO CURA (De: Lo invisible en la mitología, Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte
XXXVII).-SENTIDO CURATIVO VENÉREO DE LA JOYERÍA; TALISMANES QUE PROTEGEN CONTRA EL MAL DE OJO Y LAS
ENFERMEDADES- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/02/1-8.html

67ª- EL DIÓS DEL OJO DE LA TIERRA (De: Lo invisible en la mitología, Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte
XXXVIII). -ORIGEN DE LAS RIQUEZAS NACIDAS DEL HADES; EL INTERIOR DE LA TIERRA DADOR DE LA SEMILLA QUE NACE
Y LOS METALES QUE RIGEN EL COMERCIO- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/02/1-9.html

(5): Numerosísimas son las esculturas de individuos mostrando el sexo que podemos ver en la estatuaria románica española.
Principalmente en zonas del Norte cercanas al Camino de Santiago desde Inglaterra (que desembarcaba en Cantabria), se pueden
encontrar varias de estas figuras de Sheela-Na-Gig -de las que apenas hay referencia ni documentación estudiada, que las defina
como tal personaje anglo-irlandés "aparecido en tierras iberas"-. Entre ellas son famosas las que podemos ver en la iglesia de
Cervatos, en cuyas ventanas existe una magnífica estatua de mujer que levanta las piernas y enseña la vulva.

(6): Himno Homérico a Deméter; XVII.

(7): Diodoro Sículo, V, 3 // Teogonía de Hesiodo, 914 // Pausanias; I, 38, 5 ; y VI, 21, 1 // Higinio Fábula 146.
(8): Himno Homérico a Demeter 231-274 // Pausanias, I, 14, 2; y I, 37, 2 // Apolodoro, I, 5, 2 // Ovidio, Metamorfosis V, 450-563 //
Higinio, Fábula 146

(9): Pausanias, VIII, 15, 1 ; y 1, 37, 3 // Himno Homérico a Demeter, 231 y ss.; 398 y ss; 445 y ss. // Apolodoro, I, 5, 1-3; y I, 5, 12 //
Higinio, Fábula 146 // Ovidio, Fastos, IV, 614.

(10): Himno Homérico a Deméter, 123

(11): Robert Graves, LOS MITOS GRIEGOS; XXIV-14 (Naturaleza y hechos de Deméter) SIC: "Se dice que Deméter llegó a Grecia
desde Creta y que desembarco en Toricos (...) Además, Eleusis es un emplazamiento micénico y Diodoro Sículo dice que ritos
similares a los Eleusinos se realizaban en Cnosos, para todos los que querían asistir y que según los cretenses todos los ritos
de iniciación habían sido inventados por sus antecesores".

(12): Diodoro Sículo, IV, 84.

(13): Teócrito; Idilio VIII, 157.

(14): Robert Graves, LOS MITOS GRIEGOS, 24.15

INDICE DE CAPÍTULOS EN ESTE PDF


Recogidos de
TARTESSOS Y LO INVISIBLE EN EL ARTE
(artículos número: 86º, 87º, 88º, 89º, 90º)
Pag. 1 ......... BRITOMARTIS DE CRETA, DIOSA PROTECTORA; ANTECESORA DE MEDUSA. (De "Lo invisible en la
mitología": Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte LVII).
Pag. 18 ......... TELQUINES Y CURETAS (Dáctilos y Coribantes), "SERVIDORES" DE BRITOMARTIS Y ANTECESORES DE
MEDUSA. (De "Lo invisible en la
mitología": Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte LVIII).
Pag. 33 ....... BRITOMARTIS DE CRETA Y LOS GENIOS INICIÁTICOS DEL METAL: DÁCTILOS O DIKTEOS; CORIBANTES,
CABIROS Y CURETAS. (De "Lo
invisible en la mitología": Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte LVIII).
Pag. 57 ....... LAS CAVERNAS DE CRETA, SUS SACERDOTISAS Y EL NACIMIENTO DE CULTOS A LA NATURALEZA DEL
METAL (De "Lo invisible en la
mitología": Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte LIX).
Pag. 72 ....... SOBRE RITOS Y CULTOS ANCESTRALES CELEBRADOS EN LAS SAGRADAS GRUTAS DEL EGEO (De "Lo
invisible en la mitología": Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte LX).

También podría gustarte