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LA TRADICIÓN DRUÍDICA

LA CULTURA CELTA

Celtas es el término utilizado por lingüistas e historiadores para describir, en un sentido amplio, al
pueblo o conjunto de pueblos de la Edad de Hierro que hablaban lenguas celtas, una de las ramas de
las lenguas indoeuropeas. Fueron un grupo de sociedades tribales de Europa, que compartieron una
cultura material iniciada en la primera Edad de Hierro (1200-400 a. C.), y que fueron así llamados
por los geógrafos griegos y latinos. En este grupo se adscriben los celtas continentales de la Galia,
norte de Italia, los celtíberos de la Peninsula Íberica, y los celtas del norte, en toda Inglaterra,
Escocia e Irlanda.
Hoy, el término "celta" se utiliza a menudo para describir a la gente, las culturas y lenguas de
muchos grupos étnicos de las islas británicas, El uso del término celta para referirse a gente de
Irlanda y Gran Bretaña surge en el siglo XVIII.
En tiempos antiguos los celtas que llegaron a lo largo del primer milenio, hacia el 1200 a. C.
a Europa y hacia el 900 a. C. en la península ibérica, eran un cierto número de pueblos
interrelacionados entre ellos que habitaban en Europa Central; todos estos pueblos hablaban lenguas
indoeuropeas, indicativo de un origen común. Se piensa que parte de los hablantes de esta familia
lingüística, procedentes de Anatolia o de las estepas entre el mar Negro y el mar Caspio, emigraron
rumbo a Europa, mientras otras ramas se desplazaron hacia Irán y la India.
Los griegos los llamaron primeramente "hiperbóreos"; después fueron llamados keltoi o gente
oculta, de donde proviene la palabra “celta”.
No se puede hablar de un Estado propiamente celta, ya que cada zona tenía su líder, y siendo los
celtas un pueblo guerrero como eran, siempre había rivalidades entre ellos. Vivían en pueblos
amurallados. Atribución de ciertas virtudes y características a los celtas como es la independencia,
el heroísmo, la arrogancia… Los clásicos les darán estas virtudes características a través de sus
textos

LOS DRUIDAS

Desde el siglo IV a. C.,   se construyen importantes villas fortificadas (lat. oppida), que sirven de


centros comerciales y políticos. Es también en este período cuando el druidismo se extiende entre
los celtas.
El culto estaba a cargo de los druidas, sacerdotes que a la vez eran los educadores de la juventud.
Los monumentos llamados "Piedras Druídicas", anteriores a la llegada de los celtas al oeste de
Europa, parecen no haber representado ningún papel en la religión de los antiguos galos. El error de
asociar la cultura megalítica atlántica (presente en las islas británicas, Francia y España) con
Stonehenge está muy extendido entre la gente por ser un invento del romanticismo del siglo XVIII.
Como ejemplo: los celtas ibéricos no conocieron el fenómeno druídico, pero en España hay muchos
restos megalíticos.
Durante mucho tiempo sólo existieron cultos locales especialmente relacionados con las montañas,
los bosques y las aguas, a quienes se invocaba bajo diferentes nombres. Hallamos el dios Vosgos, la
diosa Ardenas, el dios Dumias; las divinidades de las fuentes o de los ríos: Sequana (la fuente del
Sena), Nemausis (la fuente de Nimes).
Más tarde se estableció el culto de las grandes divinidades, más o menos común a toda la Galia, y
que en la época galorromana se fueron identificando con las divinidades de Roma: Teutates, especie
de Mercurio con algo de Júpiter y de Marte; Taranis, relacionado con el rayo, pero carente del poder
supremo de Júpiter; Esus, dios de la guerra y del ganado, asimilado de Marte o de Silvano; Belenus,
dios de las artes, relacionado con el sol y comparado con Apolo; Cernumnos, dios del sueño y de la
muerte, como Plutón.
Junto a ellos figuraban diosas, como: Rosmerla, asociada a Teutates; Belisma, diosa de las artes del
fuego, asimilada de Minerva; Epona, diosa de la abundancia agrícola, asimilada a Ceres.
Los galos tuvieron también divinidades abstractas o genios de las ciudades.
Entre las prácticas de la creencia popular es famosa la recolección, de acuerdo con prescripciones
fijas, del muérdago, al que se consideraba dotado de virtudes extraordinarias. Asimismo, el roble se
consideraba un árbol sagrado.

CERNUNNOS

Cernunnos es un nombre dado a la deificación de un macho cornudo en la mitología celta,


relacionado con la fertilidad, la regeneración y divinidad de la abundancia. Asimismo, sería el amo
de los animales salvajes. Su rasgo más particular son los cuernos de ciervo. La representación que
se conserva en el llamado «pilar de los navegantes» con este nombre es de un humanoide anciano,
con orejas y cuernos de ciervo, portando un torque al cuello y en la mano. Esta simbiosis simboliza
fertilidad y renacimiento. En la tradición gaélica, este tipo de figuras representan también virilidad y
renovación.
Cernunnos aparece comúnmente como amo de los animales salvajes, terrestres y acuáticos.
Manifiesta la fuerza, el poder y la perennidad (simbolizada por el ramaje). Se le representa como el
donador de un altar con un cesto de vituallas, pasteles y monedas.
En España se ha encontrado una estela con la representación de este dios en el Valle de Alcudia
(Ciudad Real) relacionada con la migración celta oretana, así como en un vaso encontrado
en Numancia.
El único rastro arqueológico que atestigua el nombre «Cernunnos» es el "Pilar de los navegantes",
encontrado en lo que fuera el territorio galo-romano conocido como Lutecia, actualmente París, en
donde se puede apreciar solamente lo que resta de un relieve del dios, un busto en el cual aparece
viejo, calvo y barbado, con orejas animales y con un par de cuernos en su cabeza de los cuales
penden sendos torques.
Tales características hacen distinguible al dios celta: astas en su cabeza, ordinariamente
identificadas con las de un ciervo; sedente con las piernas cruzadas; la presencia de collares o
torques y acompañado de animales, el más común de los cuales es la serpiente.
La imagen frecuente de la serpiente con cuernos de carnero que acompaña al dios celta lo asocia
con la fertilidad y la regeneración ctónica, así como con la virilidad, prosperidad y abundancia.6
Otros animales que le acompañan en su rol de «señor de las bestias» también reafirman dicho
simbolismo.
Hallazgos arqueológicos demuestran que fue venerado en las costas al sur de Bretaña y en las
Galias Transalpina y Cisalpina. Es asociado en Irlanda con la deidad Derg Corra. 

El Caldero de Gundestrup es un recipiente ritual Se trata de la mayor pieza arqueológica en plata de


la Edad del Hierro europea, por este motivo ha despertado el interés de numerosos estudiosos;
El dios cornudo del Caldero de Gundestrup muestra una figura de serpiente con cabeza de carnero o
simplemente, con cuernos.
El caldero está cubierto con numerosos motivos ornamentales basados en la mitología celta, como
por ejemplo una representación de Cernunnos, otra de Taranis, u otras más del
dios Dagda sumergiendo a los guerreros muertos en un caldero para efectuar su resurrección. En la
mitología celta, el caldero mágico puede, según afirman las leyendas, alimentar a un millar de
hombres, como es el caso del caldero de la abundancia de Dagda, u otorgar el saber universal a
quien ingiera su contenido, o incluso tiene a veces el poder de resucitar a los muertos. Esos poderes
deben ser puestos en relación con circunstancias similares predicadas de determinados manantiales
o fuentes dotados de poderes especiales. El Grial de las leyendas medievales sería, para algunos
investigadores, una representación cristianizada del mismo caldero mágico evocado por esta pieza
arqueológica.

LOS TUATHA DE DANNAN & SUS CUATRO SÍMBOLOS SAGRADOS


El mundo celta irlandés tiene en su mitología a unos seres muy particulares, quiénes además son
señalados como los verdaderos maestros constructores de los monolitos que son marca registrada en
el paisaje europeo, hablamos de los Tuatha de Danaan (los hijos de Danu, la Diosa Madre).
En la épica Irlandesa aparecen episodios de lucha entre los hijos de Domnu, representantes de la
oscuridad y la maldad, y los hijos de Danu, que simbolizan la luz y el bien. Según la mitología
irlandesa, los Tuatha de Danaan invaden Irlanda y vencen a los Fomoré, sus obscuros habitantes
originales, trayendo la luz y la vida. Se dice que ellos introdujeron el culto druida en Irlanda. Como
la mayoría de religiones del mundo, la religión druida no fue una excepción y su mitología contiene
restos de una Diosa Madre.

Se dice que cuando los hijos de Danu llegaron a Irlanda llevaban unos tesoros especiales con los
que vencieron a los fomoré:
- La Lia Fail o “Piedra del Destino”, que emitía un sonido telúrico cuando un rey legitimo la tocaba.
También llamada Piedra de la Prosperidad.
- La Espada del rey Nuada , antepasada de Excalibur, de la que nadie podía escapar o esconderse,
porque encontraba a sus enemigos.
- La Lanza de Lugh, o Lanza de la Victoria, con la que venció al Ojo Maligno de Balor. Despide
llamas y brilla.
- El Caldero de la Abundancia de El Dagda, de Murias.
Además en esas ciudades habían cuatro druidas que enseñaban a los hijos de Danu capacidades,
conocimiento y sabiduría perfecta.
Dagda es el padre de prácticamente todos los dioses Irlandeses y se le conoce como Eochaidh
Ollathair (Padre de todos), como Aedh (fuego) y como Ruadh Rofessa (Señor del Gran
Conocimiento), lo que hace de él una tríada divina. Dagda aparece como patrón del druidismo
Irlandes. Posee un garrote que va arrastrado por ruedas; un extremo de su garrote puede sanar y el
otro puede matar. Posee también un caballo negro llamado Acéin u Ocean y su Caldero, llamado
Undri, es uno de los mayores tesoros de los Tuatha De Danaan, traído desde la ciudad fabulosa de
Murias. Es un Caldero de la abundancia que más tarde los celtas cristianos convirtieron en el santo
grial del mito artúrico. El Dagda tiene también un Arpa mágica.
El Dagda también se equipara a Cernunnos, cuyo culto se encentra en Britania y Galia.
Representaciones de Cernunnos lo muestran con su garrote igual que el Dagda, y a veces se sienta
en la característica postura de Buda. Se cree que la figura de Cerne Abbas, al sudoeste de Inglaterra,
que es también una replica cercana de la talla celta encontrada en Cambridge, Northumberland,
representa a Cernunnos. Pero Cernunnos aparece normalmente con cuernos de ciervo y sosteniendo
una serpiente con cabeza de carnero; así aparece en el caldero de Gunderstrup. Esta figura parece
también en una moneda de plata de los belgas Recios. En estas imágenes esta rodeado de animales,
por lo que se le denomina "Señor de los Animales".

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