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"LOS MISTERIOS", ORÍGENES Y SIGNIFICADOS (De "Lo invisible en


la mitología": Los bueyes de Gerión en el tesoro de El
Carambolo. Parte LXI).
Publicado por Angel Gómez-Morán Santafé
en TARTESSOS Y LO INVISIBLE EN EL ARTE (17/08/2021))

Esta entrada es continuación de las anteriores. Recomendándose la lectura previa de aquellas que le preceden, para una
comprensión plena de cuanto exponemos en ella.

AL LADO: De nuevo, la diosa cretense de las adormideras imagen que


cerraba nuestro anterior artículo. Deidad hecha en una pieza de terracota, de unos cincuenta
centímetros en su totalidad, fue hallada en Gazi y fechada hacia el 1200 a.C. -se expone actualmente
en la forma que vemos en el Museo de Heraklion (al que agradecemos nos permita divulgar la
imagen)-. Sobre la corona de esta "sacerdotisa-diosa" se observan claramente tres flores de opio, lo
que de nuevo nos introduce en el comienzo de una nueva entrada, en la que trataremos sobre los
enteógenos y su uso en ceremonias sagradas de la Antigüedad. Analizando especialmente el
significado y la utilización de estos narcóticos en las celebraciones telúricas. En concreto en aquellas
que tuvieron su origen en las cavernas y que siglos -o milenios- más tarde se recordaron en Los Misterios
griegos (especialmente en los de Eleusis).

ABAJO: Contraportada del interesante libro LA LUJURIA EN LA ICONOGRAFÍA ROMÁNICA, de Jesús


Herrero Marcos (Cálamo; Palencia 2009). En la fotografía vemos una mujer abierta de piernas
mostrando su vagina; detalle de un capitel exterior perteneciente una de las ventanas del ábside de la
colegiata de San Pedro de Cervatos (Cantabria). Se trata sin duda alguna de una representación de
Sheela-Na-Gig (1), cuyo significado y orígenes hemos intentado ir descubriendo en varios artículos
previos del presente Blog. La escultura de la foto se fecha en el siglo XII (d.C.) y es uno de los muchos
ejemplos nacionales del románico mal llamado "erótico". Lo que decimos, al considerar que estas
figuras con hombres y mujeres mostrando el sexo (o en actitudes lascivas y fornicadoras) hubiera de
denominarse "románico ctónico o telúrico". Ello porque en mi opinión, la función que ejercieron fue la
de atraer en estos siglos del medieovo, las celebraciones paganas hasta las iglesias. Permitiendo
por aquel entonces, realizar ritos en el interior (o frente a los templos) de origen y uso telúrico,
muy arraigados en el pueblo. Festivales ctónicos, heredados desde la Antigüedad y consistentes en
muchos casos en orgías o en ceremonias animistas, al considerar las religiones primitivas el cuerpo
humano como una parte de la tierra (que ha de "sembrarse" en primavera y con la ayuda de todos).

De ello nacerían fiestas como las de San Juan, con sus hogueras y sus fogatas nocturnas (bendecidas y
encendidas junto a la iglesia); culto que todos sabemos era de adoración y tradición solar. Síncresis que
se produce durante estos siglos (del V al XI, d.C.) de conversión a la nueva fe y en que las
autoridades eclesiásticas consentirían que cada pueblo o lugar, se divirtiera de un modo parecido a
como lo habían hecho antes de la llegada del cristianismo -en las fechas marcadas por sus costumbres
ancestrales-. Habiendo sido una de las formas antiguas más comunes de veneración "alegre" a las
divinidades de la tierra, celebrar procesiones y festivales de tipo orgiástico. Todo lo que sin duda
obligó a la Iglesia a admitir estas fiestas -o consentirlas-, con el fin de sincretizar y evangelizar
pacificamente. Para aquellos que tuvieran dudas sobre nuestra teoría acerca del origen telúrico del
románico "llamado erótico"; les invitamos a reflexionar cómo hoy en día igualmente se acepta, en las
fiestas patronales, que los mozos corran toros y realicen todo tipo de ritos ancestrales. En cuanto a
la "incorporación" o asimilación de costumbres modernas (en los días de veneración a los Santos); es
absolutamente común que en ellos también se baile y se beba, "más y peor" que en las discotecas.

Muy semejante y muy relacionada con la función sincrética que hemos explicado, hubo de ser la
utilidad religiosa que tuvieron esas esculturitas eróticas. Figuras obscenas que principalmente
podemos hallar en España en zonas de montaña; algo que seguramente se debió a que con estas se
pretendía atraer hacia los templos cristianos a quienes en las cavernas -o en los bosques-
celebraban estos rituales de veneración al sexo y a la fecundidad. Festivales que no debemos
considerar ni ajenos, ni lejanos a nuestra civilización, puesto que los Carnavales son el último ejemplo de
aquellos restos de "paganismo" cierto y antiquísimo, adorador de la fertilidad. Fiestas en la llegada de la
primavera que se realizan hoy de un modo similar al que guardaron hace miles de años, aunque
"dulcificadas". No siendo ya iguales a los Misterios y Orgias con los que en la Antigüedad se celebraba
a los dioses ctónicos y telúricos. Fuerzas de la procreación y de la sexualidad que desde hace
milenios eran concebidos en relación con la caverna, con el útero materno, con la semilla que se
introduce en la tierra y hasta con el metal -que nace del terreno, tras haber sido este fecundado por
los planetas (que enviaban sus aerolitos, "preñando" a traves de su semilla meteórica la Tierra, haciendo
nacer el oro o la plata)-. En la presente entrada intentaremos seguir descubriendo el significado de
estas deidades telúricas; en especial las de Eleusis y su relación con los narcóticos.
1) LOS MISTERIOS DE ISIS Y ELEUSIS

En nuestra entrada anterior relatábamos casi por completo (de forma resumida) el mito eleusino de
Deméter, explicando algunos de sus rasgos. Exponiendo -entre otras cosas- la similitud de aquella fábula
con algunos de los ritos de Isis; tan cercanas ambas, que nos hacían pensar que la etimología de aquel
lugar sagrado cercano a Atenas, estuviera relacionada con la diva egipcia. Ello, porque Eleusis (=
Eleysis) tiene demasiadas conotaciones con la voz "Isis"; tantas como para plantearnos si el origen de
esa palabra pudiera significar una "Isis Helena" (en griego: ). Además, el nombre de aquel
santuario carece de otro sentido en el idioma de Homero, siendo la denominación de el templo mistérico
y un vocablo que se traduce por: "Venir" , "llegar". Todo lo que supone que al decir "Eleysis" (),
los griegos se refirieran a aquellos que habían "llegado" o "alcanzado" la iniciación (quizás en los
secretos de la madre egipcia). Por todo cuanto fuimos exponiendo, la etimología de aquel lugar tan
sagrado cercano a Atenas, desde la voz "Isis"; idea que no sabemos si otros autores habrán expresado,
pero que no nos parece nada extraña (sinó muy por el contrario muy certera) -para aquellos a los que
resultase raro el origen que damos al apelativo del templo principal del Ática, les invitamos que
reflexionen sobre la traducción de otros nombres; por ejemplo, el de Isidro o Isidoro. Tan cristianos como
comunes y tan bendecidos en la Edad Media, como usados entre los iniciados en la Antigüedad. Por cuando
aquellas palabras indicaban a los "adoradores de Isis" o "la victoria de Isis" (en latín "Isis-adoro"; "Isis-
adro"), divinidad que por antonomasia presidía los misterios.

Cuanto exponemos nos hizo ver mucho de aquella diva egipcia en la Deméter eleusina; tanto que uno
de los episodios de los "Misterios de Eleusis" es exactamente igual al que narra Plutarco en los de "Isis
y Osiris" (2) . Contando Plutarco cómo la diosa del Nilo -tras enviudar-, se encamina a Biblos, donde
había arribado el sarcófago de Osiris (flotando). Allí, el féretro se confundió con las raíces de un árbol,
tronco que cortaron para elevar una columna en el palacio del rey bibliota Melcandro. Deseando Isis estar
junto a su difunto amado, entró como nodriza en la corte de aquel monarca, habida cuenta que tenía
un hijo enfermo. Tras curar al pequeño príncipe, comenzó a realizar un ritual para conseguir que el
niño sanado llegara a ser inmortal; hechizo que consistía en quemarle cada noche una parte de su
cuerpo (que consideraba enferma y mortal). Más cuando iba a lograrlo, apareció la madre del pequeño
(la reina Astarté), quien al verlo entre llamas comenzó a gritar, rompiendo el hechizo y la posibilidad
de conseguir que su hijo llegara a la inmortalidad. Tras ello, Isis, se enfureció y se dio a conocer como
diosa, advirtiendo a la reina que por su osadía y por gritar ante tal ceremonia, los monarcas de Biblos no
habían logrado que su hijo llegara a deificarse.

El relato que arriba hemos vuelto a recoger, ya vimos que es casi exacto al que de la fábula eleusina
de Deméter. Que narra cómo tras haber sido secuestrada su hija Kore, la diosa vaga por el mundo sin
rumbo (provocando la terrible hambruna), hasta que llega a Eleusis, donde en palacio le dan
hospitalidad, entrando a trabajar como nodriza para los reyes de aquella ciudad. Allí, el monarca Céleo
y su mujer Metarina le encargan cuidar de su hijo segundo (Demofonte), al que Deméter deseando
convertir en inmortal quemaba en secreto todas las noches. Viendo la madre que el neonato crecía de
forma desmesurada deseo entender qué hacía su nodriza para conseguirlo; observando como lo echaba
diariamente al carbón incandescente. Aterrorizada la reina Metarina comenzó a gritar ante tal escena,
momento en que Deméter revela su verdadera personalidad -como diosa y esposa de Zeus-, enfurecida
por haberse roto el hechizo que podía llegar a convertir en inmortal a Demofonte (de quien se dice murió
entre las llamas o quedó maltrecho tras este episodio) (3) .

Como vemos, ambas fábulas son casi exactas, aunque en la primera y original, Isis vagaba buscando a
su difunto esposo (llegando a Biblos), mientras que en la segunda, la diosa griega seguía los pasas de
su raptada hija hasta llegar a Eleusis. Ciudad y centro religioso, cuya escena inicial y mistérica referida
creemos pudo hacerla llamarse "Ele(ne)Isis" ()-. Desconozco si algún otro estudio ha realizado
el paralelismo antes referido, entre le leyenda de Deméter eleusina y la de Isis en Biblos, aunque
autores como Robert Graves simpemente reconocen sobre el relato sus raices míticas unidas al sacrificio
de infantes y a las reinas-brujas. De tal modo se expresa Graves escribiendo (sic): "El intento de hacer
inmortal a Demofonte se relaciona con los mitos de Medea y Tetis y que en parte se refiere a la
extendida costumbre de `inmunizar´ a los niños contra los malos espíritus rodeándolos de fuego
sagrado en el momento de nacer (...) y en parte a la costumbre de quemar niños hasta morir como
sacrificio sustitutivo del rey sagrado, dándoles así la inmortalidad" (3-b) .

AL LADO: Exvoto apotropaico en forma de falo romano del siglo I d.C., perteneciente
al Museo de Jaén (al que agradecemos nos permita divulgar su imágen). Recogemos su foto para que se
observe su representación igual a la de un puñal o daga; siendo casi idéntica a la que lleva en su
mano izquierda la deidad ctónica que más abajo estudiamos. La identicación entre el falo y la espada
es común en todas las civilizaciones, y como repetidamente hemos dicho, se debe a la veneración del
poder para modificar la vida que tienen las armas (cercenarla), relacionándolo con los del pene y del
sexo (capaces de engendrarla). Los llamados "Misterios" de la Antigüedad, basaban sus rituales en la
identificación y unión de estos conceptos, generando deidades que aunaban Eros y Tánatos, en un
"mundo daimónico" que tenía carácter telúrico: Los divos de la tierra, las cuevas, la muerte, el amor y
el dolor (unidos). Presididos por totems como la serpiente o los animales terriblemente fieros y
representados junto las más bellas mujeres (sacerdotisas ctónicas), que portaban armas o domaban
aquellas fieras.

ABAJO: Deidad Ctónica votiva en bronce; procedente de Siria -quizás Ugarit-, su fecha es anterior al
siglo XVII a.C. (se halla en el Museo Louvre, al que agradecemos nos permita divulgar su imagen). La
representación no deja lugar a dudas de que se trata de una diosa o sacerdotisa telúrica: Un tipo de
Cibeles frigia, antes llamada Kubaba entre los hititas; o bien una Demeter helena, denominada
anteriormente DEa MATEr, por los minóicos. En su mano derecha sostiene precisamente un hacha doble
-o Labrys- y en su izquierda, un puñal o daga ritual, que mucho nos recuerda a la figura de un pene (ver
fotografía y pie en foto sobre estas lineas). Va tocada con una mitra típicamente hitita, aunque por su
forma cónica se trata de una mitra masculina. Pues las diosas y mujeres anatólicas de esa época lucen
gorros y tocados redondos, raramente acabados en punta; mientras la apariencia y corona de esta diva es
casi igual a la de Teshub (el dios supremo y de la tormenta, entre los hititas).
.
Todo lo hace pensar que no se trata una deidad de esta cultura de Hattusa sinó de una divinidad Egea
o cretochipriota. Algo que se ratifica por los cuernos que nacen de la referida mitra, junto a un tercer
asta o prominencia, que parte desde la frente y que en mucho nos recuerda a la serpiente de la corona
faraónica. Observándose un claro parecido entre esta diosa y su tocado, con las Isis-Athóridas (incluso
en su peinado). Aunque al llevar armas, debe identificarse con las divinidades de la guerra y no solo con
las del amor, por lo que ha de considerarse una diva ctónica. Ello explica las múltiples espadas que luce,
entre las que vemos cuelga una serpiente que baja desde su hombro hasta aquellos puñales que porta
atados en su regazo. Por último, el hacha doble de su mano derecha claramente nos habla de una
diosa ligada al mundo minóico y su espada en forma de pene en la izquierda, de un "genio" del metal.
Siendo sin lugar a dudas esta representación la de una Demeter (Dea Mater) cretense; equivalente en
cierto modo a la Mater Kubaba hitita, pero sobre todo unida a los misterios que venimos tratando.
Secretos iniciáticos presididos por los llamados "smith god" o divinidades herreras, entre los que ya vimos y
estudiamos el famoso dios lingote chipriota, tan relaconado con el pectoral del tesoro de El Carambolo y
que más abajo recogemos de nuevo en imágen (para los interesados en "los genios del metal" y el
significado de los "dioses herreros", ver: . http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/07/1-0-0-8-0-0-0-0-o-0-
9-0-0.html y http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/07/1-0-8-0-8-0-9-9-0-9.html
2) DEMOFONTE Y LOS RITOS MISTÉRICOS DE INMORTALIDAD (la inmolación de niños)

Se refiere Graves en la frase anteriormente recogida, a las ceremonias de inmolación de niños, muy
comunes entre pueblos canaanitas y precisamente entre los cercanos a Biblos -no habiendo manifiesta
referencia de la existencia de estos, entre los egipcios-. Pese a ello y al consistir en rituales mistéricos, no
debemos dejar de pensar que pudieron darse esas costumbres en el Nilo, celebrándose quizás en lugares
secretos y siendo reservados solo para la clase más alta. Pero volviendo al relato de Eleusis, nos llama
igualmente la atención el nombre del pobre infante abrasado (Demofonte), que en mi opinión procede
de dos voces griegas que han de traducirse como "matar al pueblo" (). Indicando ello
seguramente lo que significaban estos sacrificios de infantes para los súbditos de aquellos reyes que
los practicaban: La muerte del poder popular y el establecimiento de las peores tiranías, regidas por
castas de monstruos (capaces de quemar a sus propios hijos en el pebetero de un templo). Ceremonias y
rituales, muy comunes entre los caananitas -principalmente en el II milenio a.C.- y que, según se
desprende del relato de Plutarco, probablemente se dieran entre algunas clases faraónicas (o en
épocas lejanas del Egipto desconocido). Siendo normalmente la víctima inmolada, el primogénito; que
obligadamente se entegaba por el padre -al menos entre los fenicios-, para su sacrifico en las llamas.
Hechos tan aberrantes que llegaban a generar costumbres como la de la compra del primogénito (al que
adoptaban con ese fin) o la necesidad de que las mujeres antes de casarse sirvieran como prostitutas en el
templo sagrado (en especial al de la diosa púnica Astarté). Lugar donde concebían su primer hijo desde un
extraño -y principalmente de extranjeros-, para luego darles este terrible fin ritual (ya mencionado).

Ceremonias tan horribles como históricamente reales y que inspiraron relatos tales como el
de Abrahám, que señala el tiempo en que ciertos pueblos decidieron sustituir al infortunado
primogénito, por un ovino. Tras lo que se sabe fijaron unos precios y modos de "rescatar" a los
familiares, "sacándolos" del poder ejercido por aquel templo -o monarca- donde habían matado al
carnero en efigie del hijo. Puesto que -al parecer- quedaban "presos" los allí inmolados en la figura del
animal, hasta que no se pagara el precio de su libertad (un coste equivalente a determinadas reses,
trabajos o dineros; de los que el Antiguo Testamento refiere claramente). Sobre estos sacrificios de hijos,
hemos mencionado el caso de la "liberación de Isaac" -tras la alianza con Dios-; pero igualmente debieron
inspirar esas ceremonias mistéricas y horribles, los hechos que narra la historia de Moisés. Cuando
describe cómo el faraón, por no acceder a la voluntad de su "mesíanico hermano", sufre la décima plaga:
La del "angel exterminador", por la cual todos pierden su primogénito.

3) LOS MISTERIOS EN LA FIGURA HISTÓRICA DE MOISÉS:

Su historia -seguramente- nos habla de aquellas costumbres mistéricas y secretas de inmolar a los
infantes, enviados a sacrificio por el propio padre (entre los nobles egipcios). No debiendo extrañarnos
que uno de estos niños adoptados para ese fin hubiera sido el referido Moisés; figura legendaria que
puede encarnar la de aquellos pequeños comprados por la nobleza -o por el faraón-, para quemar en
pebeteros (secretamente). Algo que nos aventuramos a afirmar, dado que Moisés estaba impedido y no
podía hablar correctamente, habida cuenta que a muy corta edad le introdujeron un carbón
incasdescente en la boca. Ceremonia o hecho extrañísimo y que siempre nos ha llevado a pensar que se
relaciona con los ritos de los que hablamos. Narrándose primero, cómo fue recogido de niño en las aguas
del Nilo, siendo adoptado por la familia real. Quizás impidiendo con ello que allí lo ahogaran, en un
sacrificio de inmolación de infantes a las aguas (como era habitual en los casos de adulterio o de
gestación con esclavas). Tras lo que una vez salvado, sería quemado en sustitución del hijo del faraón;
hecho este que posiblemente le confiere el grado de hermano o "hijo" (adoptado) del rey. Pues tal
como expresa Plutarco en Isis y Osiris, parece que la religión egipcia no abrasaba al niño en un
pebetero, sinó que le marcaba o hería en las llamas una parte de su cuerpo -ver lo anteriormente
relatado en Biblos (Isis y Osiris, 16)-.

Ello pudo ser lo que habrían hecho con Moisés, cuando se narra que en una ocasión, de niño y cuando
tenía apenas tres años; tras ceñirse sobre la cabeza la corona del faraón, uno de los sacerdotes que vio
ese gesto, expresó que aquello era un profecía sobre su posible accesión al trono de Egipto. Por lo
que para ver si aquel pequeño era ciertamente inteligente, los clérigos del Nilo prepararon un carbón
ardiendo, junto a un diamante. Tras aquello, los acercaron a Moisés quien tomó el trozo de mineral
incandescente y lo tragó; quedando inválido para hablar bien (4) . Hechos que nos hacen suponer que
la figura del libertador de los judíos está plenamente inspirada en los sacrificios de infantes -tal como
explicamos ampliamente en nuestra cita (4) VER- . Todo que afirmamos porque la narración choca con
varios problemas, entre los que destaca como ningún niño puede tomar por su mano un carbón
incandescente y ponerlo dentro de su propia boca (ya que antes de llegar a ingerirlo, se quemaría las
manos). En un segundo término, se observa que la historia narrada es extraña y sin comprensión, a
menos que la intentemos ver desde un punto de vista simbólico y mistérico.

Por todo ello, creemos personalmente (e interpreto de forma intuitiva), que Moisés simbolizaría a uno los
visires y sumos sacerdotes (Schati) de origen extranjero que Egipto tuvo repetidamente. En
especial durante la dinastía XVIII y más concretamente a los venidos desde Mitani y zonas de
Canaán; significando su "minusvalía en el habla" quizás el acento de que hubieron de tener aquellos
"primeros ministros del faraón", nacidos a miles de kilómetros del Nilo. Por lo demás, la ceremonia que
narra, interpretamos que se trata posiblemente de un punto de inflexión religiosa impuesto por uno
de estos visires (Schati) venidos de lejos, quien se negaría a admitir los sacrificios de niños.
Prefiriendo tomar el carbón sobre el que se inmolaban las criaturas, al dinero o el prestigio
(simbolizado en el diamante) que le ofrecerían a cambio de participar en estas ceremonias. Tras ello,
se produciría el problema de la "adaptación" religiosa del destacadísimo niño adoptado por el faraón
(el visir), quien llegaría a reconocerse parte de un pueblo esclavizado en Egipto. Esclavos (o súbditos de
segunda categoría), que quizás lo eran por no entregar o aceptar que sus hijos estuvieran incluidos en
"la pirámide" de sacrificios rituales o se entregaran así al templo faraónico. Población que sin duda
pudo corresponderse con la que seguía los cultos de Abraham y que no admitía la "normal" inmolación
del primogénito. Gentes que incluso pudieron estar quizás emparentadas con el lugar de procedencia de
aquellos extranjeros que gobernaba Egipto, en especial durante la dinastía XVIII. Un Moisés, cuyo nombre
y problemas religiosos se identifican con el Ra-Moses hermano y sumo sacerdote de Akhenatón
(Amenofos III). Historia bíblica que creemos narra la crisis de fe producida en Egipto tras la expansión
en Oriente Medio de los pueblos y cultos abrahámicos, que impedían la inmolación de hijos y
permitían el "rescate" del primogénito.

Consecuentemente, el rito mistérico e inciático del que tratamos, recogido en Isis y Osiris (tanto como
en Eleusis), creemos que es clave en la figura legendaria del libertador de los judíos. Cuyos
conocimientos sobre aquellas ceremonias secretas de Isis, se intuyen desde su nacimiento a su
impedimento y se expresarían en las contínuas advertencias al faraón para que cesara en sus
costumbres y liberase a quienes no sacrificaban humanos. Advirtiendo a "su hermano" sobre
las religiones de la Antigüedad en que mataban de este modo a los inocentes (por entrega de sus
progenitores); conformando una pirámide de inmolaciones, que al final terminaba por llegar a su
último escalón: Debiendo llevar a igual fin el rey y por su propia mano, a uno de sus más importantes (o
queridos) hijos. Todo lo que seguramente significa el extraño pasaje del "angel exterminador"; en el
que se narraría el problema del encadenamiento de inmolaciones humanas, por el que todos pierden
finalmente un hijo: Animales y hombres. Hecho este que se debe a que la cadena de muertes rituales
comienza en los templos donde se sacrifica una bestia, en efigie del ser humano ( ya que en otros lugares
sagrados -y de forma secreta-, se mataba al inocente al mismo tiempo). Relato del "angel exterminador"
que nos lleva en gran parte a comprender ese extraño hecho que Plutarco recoge en Isis y Osiris y que
en Eleusis se narraba. Enseñando estas deidades ctónicas el terrible secreto para convertir en
inmortales a los hijos de los monarcas, quemándolos por partes durante las noches. Todo lo que
constituye una clara alusión a los pebeteros sagrados, donde se inmolaban infantes y además da a
entender que estas ceremonias concedían tal fuerza a los reyes y nobles que las cumplimentaban, que
los convertían en dioses ante su pueblo.
AL LADO: Mapa de los lugares en que se hallan las
principales esculturas de románico erótico en España. Lo tomamos del interesantísimo y magnífico
trabajo realizado por investigadores angloirlandeses y que se encuentra liberado en la Red con el
nombre de SATAN IN THE GROIN ; Mapa de España, con esculturas de románico erótico http://www.beyond-the-
pale.org.uk/list.htm . Recomendamos a todos los estudiosos del tema, la consulta de este "portal" en el
que se halla un profundo, minucioso y extremádamente generoso trabajo (ya que es una aportación
abierta y desinteresada). Donde podremos conocer la importancia y proliferación de esta estatuaria
que considero mal catalogada como "erótica"; ya que en mi opinión es telúrica o ctónica (no
precisamente sexual, ni orgiástica). Habiendo servido para sincretizar y atraer al cristianismo durante la
Edad Media, a gentes que conservaban otras religiones y costumbres; fundamentalmente las denominadas
como paganas (en el sentido pleno de "pago" = campo).

Para finalizar y agradeciendo de nuevo la documentación que nos aporta la página citada, diremos que
curiosamente en España se dan esas representaciones "obscenas", en las áreas de pleno
cristianismo. Pues, tal como se osbserva en el mapa, en las zonas de influencia árabe, tan solo Jaén
contiene este tipo de figuras. Por cuanto quedan exentas de aquellas figuras "obscenas": Andalucía
(menos la mencionada Jaén), Badajoz, Ciudad Real, Guadalajara y Murcia. Algo que nos habla de
fronteras entre el mundo islámico y el cristiano, manifestando plenamente que el paganismo (como
religión de campo que contenía cultos ctónicos y orgiásticos) había sido erradicado tras el dominio
árabe de la Península. Quienes tolerarían en sus territorios las prácticas puramente cristianas -a los
mozárabes-, pero parece evidente que no hicieron lo mismo con otros ritos ajenos a esta religión (en
especial con los sexuales o de fertilidad, que conservaba el pueblo como tradición greco-romana).

En cuanto a la aparición de estatuaria "erótico románica" en Jaén, creemos que se debe


probablemente a la conocida proliferación de templos iberos y romanos en la zona. En especial -
quizás- a los cultos de las cuevas y montañas, que ya vimos se llevaron a cabo en sus santuarios de
Despeñaperros. Lugar que al menos desde el siglo VI a.C. fue templo de peregrinación y veneración,
recibiendo la advocación de miles de habitantes que entregaron allí sus estatuillas (exvotos que
hemos recogido y estudiado en diversos artículos, presentado la teoría de que debieron ser utilizados
para la adoración telúrica de aguas, montes y grutas -ver anterior artículo-).
ABAJO: Reproducción de las pinturas de la cueva de Santimamiñe (en Kortezubi) que el Museo
Arqueológico de Bilbao expone (agradecemos a la institución nos permita divulgar su imágen). Estas y
otras cavernas de las montañas vasco-narravarras, fueron las últimas grutas en las que se
conservarían los rituales de los que hablamos. Llegando hasta la Edad Media convertidos en lo que se
denominaron Akelarres. Cuyos orígenes estuvieron sin duda en los llamados "Misterios" (palabra cuya
traducción del griego es "orgía"), que más tarde fueron degradados en Roma, hasta llegar a convertirse en
las bacanales. Estas fiestas, muy similares las grecorromanas, fueron conservadas por el pueblo en
diversas ceremonias que "los paganos" (gentes los de los pagos) llevaban a cabo en ciertas fechas,
rindiendo culto a los bosques o a grutas sagradas. Incluso los megalitos fueron en ocasiones utilizados
para esas celebraciones que en un principio tuvieron carácter iniciático, pero que desde Roma se
degradaron hasta unas burdas bacanales y orgías del peor gusto y donde el crimen afloraba con toda
libertad (cuyo sentido llegó a ser simplemente sexual y depravado). Uno de los investigadores más
geniales que dió nuestra cultura (Don Julio Caro Baroja), dedicó parte de su vida al estudio de esos
cultos ancestrales, arraigadísimos en la tierra que le vió nacer.

Los orígenes de aquellos "misterios" celebrados en cuevas sagradas -como la que vemos en
imagen-, hay que buscarlos en el Paleolítico, cuando ya se celebraban las ceremonias de "iniciación"
o "religión", sin duda alguna con carácter totémico y animista. Tras aquel tiempo y cuando el hombre
bajó a los valles para habitarlos o cultivarlos, la gruta quedaría como templo sacro y como memoria de
la "madre" de la cual había salido ya la Humanidad. Maternidad de la caverna que pasó a ser
recordada como una diosa de la caza, la pesca y la domesticación de los animales. Función que
debieron realizar fundamentalmente las mujeres desde el final del Paleolítico hasta comienzos del
Neolítico. Tras todo ello, y una vez establecido el sistema agrario, la doma de las bestias y los medios de
captura o caza de animales (por medio de redes, trampas, anzuelos...), Serían deificadas las mujeres
que en gran parte habrían conseguido estas labores (gracias a la virtud femenina de la inteligencia, la
paciencia, la observación y el saber atraer hacia sí mismas lo que desean). Naciendo así las Potnias
Theron, o señoras de los animales; diosas que en Egipto fueron representadas en Athor-Isis, en
Frigia por Cibeles y en Grecia o Roma con Artemisa-Diana.

Antiguas deidades de las cavernas, trasladadas a la ciudad y a las que se les asignaron los cultos
femeniles. Ritos "secretos" que correspondieron a la veneración del cultivo, los animales, la caza y
pesca, la alimentación, la cocina, la cerámica y los metales. Todos relacionados en gran parte con
el fuego, la maternidad y el agua; que -como ya sabemos- pasaron a llamarse Misterios (orgias).
Celebraciones que en lugares como nuestra Península, se mezclaron con otras religiones
indoeuropeas, llegando hasta la Edad Media, en gran parte muy "deformados" y plenos de síncresis
con el mundo Celta y el pastoril. Un medioevo en que esos ritos similares a los Misterios se celebraban
igualmente en cavernas y bosques, oficiados por las más antiguas sacerdotisas y sus ayudantes. Aquellos a
quienes determinaron denominar brujos y brujas, cuando hacia el siglo XIV d.C., la Iglesia se
propone acabar definitivamente con todos estos cultos ancestrales. Época en la que se comenzó a
prohibir esculpir figuras obscenas, falos y vulvas en los templos o fachadas cristianas. Erradicando
la estatuaria "erótica" y comenzando una campaña de acoso y derribo de todo culto arcaico o que
recordase a los dioses antiguos (no admitiendo desde entonces las síncresis, algo que hasta estos
siglos del final de la Edad Media se habían consentido).
Una imagen que deja muy lejos del autoritarismo religioso en esta etapa de la Historia (la
medieval), que tristemente tanto se desprecia. Donde vemos que los musulmanes consintieron
abiertamente la pervivencia de cristianos entre ellos y los católicos hispanos hicieron lo mismo con
los mudéjares. Hasta que reyes como Felipe III (con su anodina inteligencia y ya en el siglo
XVII) decidieron expulsar a los moriscos de nuestras tierras -a imagen y semejanza de lo que sus
tatarabuelos habían hecho-. Una triste situación que dió comienzo desde el momento en que la
Inquisición empezó a sembrar el pánico religioso -en mi opinión- debido a la creación del Estado
Moderno. Naciones que utilizaron ya la religión subyugada al mando político y como arma de control
(bajo la disculpa de una unificación); no como un medio filosófico de enseñanza y de unidad en la
evangelización. Así y debido a lo anteriormente expuesto, se deduce que la Edad Media no fueron tan
"medievales". Tanto que hubo reyes como Fernando III que proclamaban la existencia de tres
religiones unidas y paralelas (la cristiana, la musulmana y la judía); inscribiendo en su sepulcro -hoy
en la Catedral de Sevilla- esa máxima como indiscutible y en sus tres idiomas (el castellano-latín, el
árabe y el hebreo). Al igual que los representante de la casa de Borgoña -incluyendo a su último
monarca, el cultísimo rey D. Pedro I-, hablaban o estudiaban estas tres lenguas, a más del
castellano y las que por entonces en Europa se daban.

4) LOS MISTERIOS Y MELKARTE (MEILICHIOS O MOLOCH) "la matanza de inocentes".

Por cuanto hemos escrito sobre las inmolaciones de niños, fácil es entender que el nombre de
Demofontes -el hijo del rey de Eleusis quemado por Deméter- consideramos
es  (asesinato del pueblo); simboliza lo que se lograba con los mencionados ritos, que
obligaban a los padres a entregar a su primogénito al fuego. Culto ctónico y telúrico, en cuanto se
interprete al hijo como el metal, que ha de pasar por un crisol para fundirse y convertirse en
arma. "Armamento social" consistente en la propia obligación de quemar al niño, lo que sin duda se
utilizaba para aplastar a todos, mostrando la miseria de cuantos súbditos poblaban el reino. Siendo el
hecho de consentir y pasar por aquellos ritos, una forma obligada para ser aceptados en unas
Sociedades, ciudades y sobre todo, entre una casta (de nobles, guerreros, o de cercanos al monarca).
Quemando durante las noches a un infante en efigie del rey, algo que se hizo fundamentalmente con el fin
de que el Sol saliera a diario por el horizonte (para que el monarca despertara y siguiera
reinando). Celebraciones que parece no se admitieron en Eleusis ni en Biblos, tal como narra la
historia, cuando recoge que las madres y reinas del lugar, quedaron horrorizadas al presenciarlos,
gritando y rompiendo el hechizo de inmortalidad. Llanto o lamento materno que anulaba los efectos de
inmortalidad en la ceremonia de cremación de hijos; algo que cuadra con lo relatado por historiadores
como premisas a cumplir entre los adoradores de estas divinidades. Quienes escriben que si el padre o la
madre que presenciaba la celebración de entrega del infante, lloraba o gemía; aquella perdía los
efectos sagrados y el poder que ello confería a los familiares (quienes llevaban al niño al templo con
este fin -hechos que se narran principalmente sobre las ceremonias del Melkarte fenicio, llamado por
muchos Moloch-) (5) .

Todas estas terribles costumbres enlazan con conceptos ctónicos ya referidos, por los cuales el
hombre -al igual que el vegetal- era semillado y cultivado por su padre (el agricultor), quien cuando
necesitaba recolectar para alimentar al grupo, debía cosecharlo (entregando su hijo en sacrificio).
Aunque aquellos cultos tan comunes en la zona de Asia Menor durante el neolítico, fueron cambiando a
comienzos del II milenio a.C.. Apareciendo nuevas Sociedades que se negaron a cumplimentarlos,
generando religiones que "rescatan" al hijo de la inmolación impuesta por el padre -gracias a una alianza
con Dios, o a través de la aparición de divos telúricos que lo salvan (como es el caso de Zeus)-. Pese a ello,
el mantenimiento de los ceremoniales de muerte de infantes existió hasta épocas históricas, de lo que
no solo hay testimonios en el mundo fenicio, sino en El Nuevo Testamento encontraríamos una narración
que con seguridad trata sobre aquellos. Hablamos de la "matanza de los inocentes" que se lleva a cabo
justo tres días después de nacer el Sol y tres días antes de que terminara en Calendario Juliano (el 28 de
diciembre y en plenas Saturnales, cuando Roma permitía la celebración de todo tipo de tropelías y
atrocidades) (6) .

Siendo demasiado "llamativo" el hecho trasmitido y recordado, por el cual al no entregarse un


primogénito, se llevó a cabo la matanza de todos los neonatos. Lo que seguramente narra una
imposición mistérica y secreta por parte de Herodes, quien posiblemente volvería a estos rituales
antiguos que se sabe, se llevaban a cabo por aquel entonces en Canaan. Retornando aquel rey de Judá a
sistemas sociales y religiosos (incluso anteriores a Abraham), que obligaban a la entrega y muerte del
primogénito. Regresión y "reforma" que el rey impuesto por Roma pudo llevar a cabo con el fin de
destruir la esencia del pueblo sobre el que reinaba -de forma abominable-. Todo cuanto encaja con el
hecho de que tal "Matanza de Inocentes" se produce en el momento de empadronarse, cuando podía
comprobarse que un primogénito nacido en aquellos días no había sido llevado al templo, ni apuntado
en un registro (para "sacrificios rituales"). Siendo debida la "matanza de inocentes" seguramente a
la negativa de los esenios (o de los judíos que querían conservar su religión abrahámica); quienes
sabiendo que parte de aquellos niños se llevaban o relacionaban con las inmolaciones en los templos
de Moloch, se negarían a realizar la entrega e inscripción de primogénitos. Por conocer que
secretamente seguían sacrificando infantes al Sol, especialmente en esos días de las Saturnales, cuando
moría el astro rey y debía renacer el rey (Herodes) -justo entre el 25 y el 31 de diciembre, un 28 de este
més que tras la reforma juliana, marca el centro entre el solsticio y el comienzo del año romano- (7) .
AL LADO: Estatuilla en bronce representando posiblemente al dios
Melkarte (perteneciente al Museo de Cádiz, al que agradecemos nos permita divulgar la imágen). Esta
figura votiva hallada en la antigua ciudad de Gadir y que se fecha en al siglo VII a.C., es en algún modo
coetánea a los primeros restos de fundación de esta urbe, por los fenicios. De quienes se sabe llegan
a la Península Ibérica a fines del II milenio a.C. (cuando se data oficialmente el origen de
Cádiz), pero de los que también se conoce que hasta los siglos IX y VIII a.C. no se habían establecido de
un modo "civil" -sinó más bien mercantil-. Al menos, hasta el comienzo pleno del I milenio a.C., carecían
de infraestructuras suficientes como para generar en nuestro litoral verdaderas ciudadelas amuralladas,
con puertos y categoría de urbe-colonia, similar a una ciudad-estado. El dios gaditano que vemos
representado en esta figurita es seguramente Melkarte; deidad de la que muy poco se sabe,
seguramente por ser sus cultos mistéricos y ctónicos (tanto como terribles, conforme narraron los
romanos). Entre cuyos rituales sabemos existía como principal, el sacrificio de infantes; que tras
ser degollados frente a sus padres, eran arrojados a la pira sagrada de fuego.

Altar del terrible dios, en el que "dicen" figuraba su escultura de brazos abiertos semialzados y donde
en su pecho se hallaba la abertura al horno que ardía en su torax. De tal manera, el sacerdote, tras
degollar a la pobre criatura la dejaba en las manos abiertas del Moloch esculpido (o Melkart) y el
infortunado rodaba a través de los brazos, hasta entrar por la abertura del pecho en el fuego central.
Posteriormente, los padres recogían los restos del primogénito y los enterraban comunmente en el
cementerio del templo. Lugar donde las excavaciones han podido confirmar la existencia de lo
narrado por los romanos, al encontrar en estos recintos centenares (o miles) de tumbas de
pequeños, conteniendo restos óseos de niños -normalmente, entre los cinco y diez años-. Ritos
y costumbres como las descritas, nos explican la importancia del cambio de los cultos ctónicos,
llevado a cabo a comienzos del II milenio a.C.; por religiones como las "abrahamicas", en las que se
sustituyó al primogénito por un carnero.

Igualmente, en la mitología helena vemos un carácter similar o cercano al abrahámico, cuando nos
habla de cómo Rea (Gea) huye de Cronos y pare a su hijo en una cueva de Creta, para que el padre
no lo devore. Tras ello, aquel niño destronaría al tiempo (su progenitor, Cronos). Ritos y mitos griegos
claramente heredados desde los minóicos. Civilización antiquísima, e imperio floreciente entre los
siglos XX al XVIII a.C., y en contacto pleno con Oriente Medio. Fecha y lugares en los que se
considera se realiza la reforma abrahámica, de rescate o sustitución del hijo, por un animal. Por
todo lo que explicamos, en los rituales cnóticos que tratamos (los helenos), se había sustituido al
infante por una víctima zoológica, que en Eleusis era un cerdito pequeño -lo que unifica estas creencias
que analizamos a las que hemos denominado "abrahámicas", alejándolas de los cultos de Melkarte o
Moloch-. Algo que claramente se describle en el pasaje antes estudiado (de Isis y Osiris), cuando la reina
de Biblos se niega a que su hijo fuera quemado; una historia que se repite en la Deméter de Eleuisis, con
Demofonte y su madre. Pese a ello, el sacrificio de criaturas no fué totalmente erradicado en la
Hélade, tal como demuestran varios de sus mitos (entre ellos el más famoso de Frixo y
Helene). Inmolándose pequeños fundamentalmente en áreas de influencia fenicia y bajo la
advocación de un dios de nombre cercano al púnico Melkarte, en griego quizás: Meilichios o
Melicertes.

ABAJO: Colgante de oro puro, que representa una Hathor-Isis mostrando su sexo (pieza del Museo del
Cairo, al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Fechada a comienzos del I milenio, esta
deidad impúdica es un claro ejemplo de lo que vimos en la entrada anterior y que citaban autores
como Diodoro Sículo y Heródoto (8) ; mencionando que las egipcias levantaban sus faldas en las
peregrinaciones al templo de Isis o ante el buey Apis. Aunque en verdad, esconde otros "misterios":
Los referentes a la concepción y -sobre todo- el parto. Pues bien es sabido que aquella diosa Hathor,
era la patrona y protectora de las parturientas; tanto como de la sexualidad y del erotismo (que
llevaba a concebir y procrear) -lo que estudiaremos en los epígrafes siguientes-.

Por ello, su normal situación de impudicia, expone o explica con claridad que el sexo es el principio de la
existencia, tanto como necesario para la convivencia y permanencia de una Sociedad. Concediendo un
"misterio" especial a la vulva, como origen de la vida, en el que incluso su forma triangular
relacionaría la matemática con el sexo. Ello, porque como sabemos, el "espacio" en álgebra se origina
desde el triángulo, tanto como la trigonometría y todo sistema de medidas celestes (o geodésicas) se
basaba entonces en tomar tres puntos de referencia (hacer un triángulo). Todo lo que concedía un
extraño misterio a esta zona de la mujer, cuyo atractivo para el hombre es inevitable y que
conformaba cultos que se pueden ver en los ritos de Isis-Hathórida (con esculturitas como la que hay
bajo lineas). Algo que también se recordaba en los cultos y mitos de Eleusis, sobre los que a
continuación tratamos.
Una vez analizado el pasaje eleusino en el que Deméter era recriminada por la madre de Demofonte, al
poner el niño en el fuego para hacerle inmortal. Trataremos de otra extraña fábula que se contiene en
los misterios de esta leyenda. Aquella es la de la concepción, parto o aparición de de Yaco (o Iako),
segundo hijo de la diosa y que en un momento dado se cita en el mito que tratamos. De tal manera, en la
anterior entrada ya hablábamos de este extraño vástago del que se dice, Deméter lo parió tras ingerir un
brebaje o bien con el que fue hasta Eleusis y al que los textos clásicos mencionan cuando alguien (la
madre u otra nodriza del palacio) dio a beber a Deméter agua de cebada y por no querer tomarlo, le
enseñó su sexo. Extrañísima narración que varía según las fuentes, habiendo diferentes versiones por lo
que la figura de Yaco tiene dos funciones en Eleusis (principalmente), entre las que habíamos citado una
de ellas, cuando en nuestro anterior artículo decíamos en dos párrafos diferentes lo siguiente (sic):

5) EL NACIMIENTO DE YACO (Baco)

"Deméter -tras vagar por el Mundo con gran pena y en búsqueda de su hija-, llegó al décimo día a la
ciudad ática de Eleusis. Allí -como dijimos- el rey Celeo le ofreció su hospitalidad, pasando la diosa a
vivir en su palacio, cuidadando como nodriza al hijo menor del monarca (Demofonte). Mientras
realizaba estos trabajos, su compañera -la vieja Baubo- le entregó una copa con "elixir" de agua de
cebada. Deméter la ingirió opiniendo alguna resistencia, concibiendo y pariendo inmediatamente -
gracias a este bebedizo- a Yaco, un niño que emergió de las piernas y nada más nacer se sentó junto a
su madre" (...) Ello ocurrió cuando "el rey Céleo le ofreció su casa, dándole trabajo como nodriza del
principe Demofonte (segundo de sus hijos y entonces recién nacido). Allí intentaron consolarla la hija
del monarca -Yambe-, quien era coja, alegre y le cantaba versos procaces, junto a una de las viejas
sirvientas del palacio de Eleusis. Anciana denominada Baubo y que le entregó un cazo con agua de
cebada para que lo bebiera. Deméter se negó a ingerirlo, pero tras enseñarle la vieja Baubo su
vulva, curiosamente accedió a tragar el brebaje. La consecuencia inmediata fue que la diosa se
pusiera de parto y dando gritos trajo al mundo a su segundo hijo (Yaco); quien rápidamente emergió
entre sus piernas y se sentó en el regazo de Démeter" (9).

Esta extraña cocepción y venida al mundo de Yaco, no es precisamente la que relatan otras versiones,
entre las que Robert Graves explica textualmente (resumiendo fuentes clásicas): "Yambe, también trató
de consolar a Deméter con versos cómicos y procaces; y el ama seca, la vieja Baubo, la convenció con
bromas de que bebiera agua de cebada. De repente, se puso a gritar como si estuviera de parto e
inesperadamente la vieja sacó de debajo de las faldas de Deméter al hijo de esta, Yaco, que saltó a los
brazos de su madre y la besó." (...) "¡Con qué ansiedad bebes!. Exclamó Abante, hijo mayor de Céleo,
mientras Démeter bebía de un trago todo un jarro de agua de cebada enriquecida con aroma de
menta. Deméter le lanzó una mirada severa y lo convirtió en lagarto. Sintiéndose un poco avergonzada
después, decidió hacerle un favor a Céleo, concediendo la inmortalidad a su otro hijo
Demofonte" (10). Aunque la mitología acepta como más generalizada la historia de este que Yaco
siendo niño e hijo de Demeter (11) , la acompaña en su desconsolada búsqueda de la hija y hermana
raptada. Llegando ambos al palacio de Céleo, donde fueron muy amablemente tratados por una viaje
sirvienta, llamada Baubo (12) . Quien para reconfortar a la diosa le ofrece una bebida, que la madre
en su dolor no quiso tomar. Después -se dice- que la pobre vieja Baubo, para alegrarla (o no se sabe
por qué motivo), levantó sus faldas enseñando su sexo, tras lo que Yaco echó a reir y Deméter
divertida bebió el brebaje (13) .

AL LADO: Candelabro en bronce, chipriota; procede Angolemi periodo arcaico S VIII


a.C. (perteneciente al museo de Nikosia, al que agradecemos nos permita divulgar su imágen). En algunas
ocasiones hemos publicado la foto de la pieza (en otros estudios ajenos al blog), puesto que como ya han
observado diferentes expertos, su parecido y paralelo con otras tartessias es asombroso. Bronces del
Sudeste peninsular y de igual época, cuyo diseño es casi exacto a los de Chipre o Creta, tal como
han estudiado expertos en toréutica de la talla de Javier Jiménez Ávila (entre otros, en su libro
publicado por la Academia de Bellas Artes de San Fernando TORÉUTICA ORIENTALIZANTE DE LA
PENÍNSULA IBÉRICA). Pese a ello y al increíble estudio de investigadores como el antes mencionado,
creemos que aún se pudiera hacer una observación nueva sobre el adorno que rodea al candelabro y
que normalmente se denomina "Gallola engallonada". Puesto que en mi opinión se trataría de flores
de adormidera (o opio); lo que determinaría que el uso de tales candeleros (o pebeteros) estaría
relacionado plenamente con los cultos de Deméter (y por lo tanto con los ctónicos). A continuación
veremos la relación entre la flor de adormidera y la diosa de Eleusis.

ABAJO: Pebetero o lampadario -tartessio orientalizante- procedente de necrópolis de la Joya


(Huelva), fechado en el siglo VII a.C. (propiedad del museo arqueológico Onubense, al que agradecemos
nos permita divulgar su imágen). Como podemos ver, sus adornos son muy similares a los que veíamos en
el anterior candelabro chipriota (coetáneo) y consideramos que esas "gallolas" son en realidad flores
de opio, que se utilizaban en los ritos ctónicos. A continuación explicamos algunos de los usos que
pudieron dar los helenos (y otros pueblos antiguos) a los narcóticos y enteógenos, con los que es
sabido celebraban muchos de sus rituales (principalmente los iniciáticos y mistéricos).

Tal como decimos estas gallolas, son exactamente iguales a otros adornos, que consideramos flores de
opio. Ello explicaría que este quemador de inciensos hubiera sido utilizado en los ritos de Deméter e
incluso que fuese usado para quemar en él hojas o semillas narcóticas; con el fin de generar un
ambiente de éxtasis entre los asistentes a las ceremonias. Por cuanto decimos, estos objetos de bronce
casi iguales a los que se dan en en Egeo (en Chipre o Creta, concretamente) y que aparecen en la
Península en época coetánea a aquellos del otro lado del Mediterráneo; tendrían una función
mistérica. Fiestas que se celebrarían con la adormidera "presidiendo", tal como se sabe se hacía en
Grecia y en Creta (recordemos la diosa, que al principio de este artículo volvíamos a traer en imagen).

Tras la exposición del extraño "nacimiento" o aparición de Yaco en Eleusis; saliendo de las faldas
maternas, cuando Deméter ante la visión de una vulva, ingiere un líquido y comienza a gritar como si
estuviera de parto. Historia que en otras versiones se narra como un niño que fue así alumbrado en la
ciudad de los Misterios, tras ingerir su madre un cazo de agua de cebada con menta, por verle el sexo a
Baubo. Hemos de plantearnos el significado de tres hechos rarísimos que esta fábula contiene: En
primer lugar, la "aparición" -propiamente- de Yaco, quien salta de las faldas o nace, al poco que
aquella bebe. En segundo término, el valor o significado del agua de cebada con menta. Finalmente, el
hecho de que la vieja compañera o sirvienta Baubo, enseñara la vulva (intentado contentar o expresar
"algo" a Deméter).

Las respuestas a este mito, pueden hallarse muy relacionadas con las tesis que presentaban Gordon,
Hoffman y Ruck en su libro ya comentado: "EL CAMINO DE ELEUSIS". Investigadores que llegaron a tener
la más absoluta certeza de que en los Misterios eleusiacos se suministraba a los asistentes (de forma
secreta) cornezuelo de centeno -o de cebada-. Un preparado que generaban con el "hongo" de cereal
denominado "cornezuelo claviceps" y que en la Antigüedad se conocía con el nombre de "purpurea de
centeno" (o de cebeda). Famoso enteógeno que producía los llamados "fuegos de San Antón", habida
cuenta que los sacerdotes de esta órden tenían por misión guardar a los afectados por la enfermedad
crónica que producía su consumo continuado -un hecho que sucedía al comer comúnmente pan fabricado
con cereales putrefactos (o en mal estado), y que por lo tanto contenían el mencionado "hongo"- (14) .

Pese a ello, este peligroso fermento del centeno o de la cebada, se usaba también como anestésico o
inductor del parto. Algo que recogen claramente Gordon, Hoffman y Ruck en la obra antes
mencionada (ver cita 14), donde se expone cómo ya en 1582, el médico alemán Adam Lonizer escribe
que las matronas utilizaban desde la más remota antigüedad este llamado cardenillo de cereal.
Usándolo como un agente uteronógico, fundamentalmente para provocar el alumbramiento. Algo que
pudo demostrase en el siglo XIX, cuando tras estudiar químicamente el cornezuelo se llegó a la conclusión
que era el mejor inhibidor de la hemorragia post parto (y no tanto un inductor de aquel). Siendo un
hecho probado y cierto, que desde tiempos remotísimos, se tomaba un bebedizo realizado con este
enteógeno en el momento de dar a luz. Fermento de cereal que podía recogerse directamente en los
pastos y posteriormente -tras ser convertido en polvo- diluirse en cualquier bebida. Siendo ese
cornezuelo denominado "paspalum" tan sencillo de obtener, como peligroso en sus efectos; habida
cuenta que generaba un estado de embriaguez sumo y descontrolado (15) .

De tal manera, en el párrafo anterior quizás podemos encontrar la solución a la "enigmática" aparición
(o alumbramiento) de Yaco, en Eleusis. Ya que si relacionamos estos hechos al bebedizo de agua de
cebada que previamente ingiere la madre, toda la escena nos sugiere "un misterio" relacionado con
los partos. Secretos y enigmas que se representarían en relación con la Dea-Mater (Deméter), deidad
de la agricultura y principalmente del cereal; pero también de la "suma maternidad". Tanto que la
búsqueda de su hija raptada y la tristeza de su ausencia, produjo la gran hambruna y el desastres en el
Mundo. Consecuentemente, si pensamos que aquello que ofrece Baubo a la desesperada madre -que no
encontraba a su pequeña- era un enteógeno (llamados en Grecia "euforizantes"). Comprendemos
cómo Deméter se da cuenta del contenido del brebaje al ver el gesto que realiza la vieja,
levantándose el peplo y enseñando la vulva. Pasando a entender la diosa que el bebedizo era un " fuerte
análgesico" o anestésico, relacionado con aquella parte del cuerpo.

Por su parte, la explicación que damos relacionando a las matronas de parto con Baubo, parece más
cierta aún si vemos lo que significa aquel nombre de la vieja sirvienta (). Cuya raiz puede estar en
dos voces griegas: La primera sería "baubaoo" (), cuya traducción es "dormirse",
"adormecerse". La segunda es, "buobon" () que significa "ingle", "verruga" y (por derivación)
"sexo viril" -relacionándose esta voz con la nuestra de "bubón"-. Cuanto exponemos, acerca el gesto
sexual hecho por la comadre de Deméter a levantarse las faldas; con los enteógenos, anestésicos o
adormecedores (usados en los alumbramientos). Todo lo que explica "la alegría" de beberlo a toda
prisa y con gran "ansia", tal como describía el príncipe de Eleusis. Quien le recrimina la velocidad con la
que está ingiriendo el líquido a Deméter; hecho este que muestra cómo aquel agua de cebada con menta,
(o vino diluido y mezclado), era un brebaje fuerte. Lo que explica la ofensa de la diosa, al oir que lo
tomara más lentamente, quien se siente insultada (como "borracha" o "drogadicta"), por la insinuación
de otro hijo de Céleo, a quien por aquellas palabras convierte en lagarto. Por su parte, y sobre
el bebedizo, la mitología comunmente considera era cebada con menta, tanto como -de seguro- fue
muy similar a los que se ofrecían a los asistentes en los misterios eleusinos. Aguas de cereal que sin
duda debieron mezclarse con el cornezuelo de centeno (o cebada), lo que provocaría un estado de
éxtasis y de agitación en aquellos que lo ingerían. Tanto como para que muchos estuvieran
convencidos de que durante los Misterios, contactaban y veían el Mas Allá.

Sobre los hechos que hacen creer a la mayoría de los investigadores modernos, que durante la
celebración de aquellas secretas ceremonias, los iniciados eran drogados (por voluntad propia o
desconociendo que les entregaban bebedizos conteniendo enteógenos). Siendo muchos y muy variados los
motivos y estudios que así lo determinan, sabiéndose que por los efectos de lo que se describe acerca de
las visiones y situaciones vividas durante las mistéricas fiestas, lo más probable es que ingiriesen el
mencionado cornezuelo, diluido en alguna bebida. Por lo demás, ello cuadra de nuevo con la figura
de Demér, diosa a la que se le asignaban tres plantas: El cereal (como patrona de la agricultura), la
amapola (o la adormidera) y la menta. Y aunque sobradamente es sabido que aquella diva se representa
con el ramillete de cebada -o de trigo-; no tan conocido es que sus otros atributos fueran la amapola
(adormidera) o la hoja de menta.

6) FLORES Y PLANTAS DE DEMÉTER (cereal, amapola y adormidera, menta)

Primeramente y al margen de los cereales y tratando propiamente de la cebada, es muy importante


que uno de los atributos de aquella diva fuera su agua. Líquido que fermentado realmente mucho se
acercaría a la cerveza, aunque sería un bebedizo de gran "espesor" y muy amargo (lo que explica que
hubiera de mezclarse con especias). Consistiendo esta en la bebida oficial de Egipto y ofrenda principal a
sus dioses, en Grecia no podía tomarse ni en abundancia, ni menos de igual forma (por falta de lúpulo al
carecer la Hélade de aguas y de buen terreno). Así y debiendo haber llegado esa bebida desde el Nilo,
via el Egeo; nada tiene de raro que la llamada "cebadilla" (agua de cebada -fermentada o no-), al igual
que su grano, en idioma de Homero se dijera "krita" (o bien,); indicando seguramente el
origen cretense de aquella. Acerca de la tercera planta dedicada a Deméter (la menta o yerbabuena),
denominada de forma casi igual en Grecia (). Su voz parece que recuerda a la de los perfumes
persas -así nombrados por los griegos-; aunque quizás mejor sería identificarla igualmente con un
producto o hierba minóica (de --) y por lo tanto de Creta. Por otro lado, la palabra "minta" se
relaciona con verbos helenos que significan "diluir" y "manchar", por lo que puede que se mezclara en las
bebidas tan solo para "enmascararlas", o simplemente para proporcionarles su sabor (denominándose a
la yerbabuena "amizcle"). Tanto es así que en el Himno Homérico a Demeter, habla de que la reina de
Eleusis ofreció una copa de vino dulce tinto a la diosa, quien lo rechazó por no poder tomar alimentos de
ese color. Tras ello, la princesa pasó a diluirlo en agua y a mezclarlo con especias, echando en el "caldo"
mentas, con lo que consiguió que Deméter lo bebiera (16) . Todo lo que indica que realmente, la menta
era un simple saborizante que servía para quitar malos sabores y olores (en las ceremonias de esta
diva de la agricultura, donde sabemos se introducían "euforízantes" en las bebidas).

Finalmente, sobre la adormidera nos dirá Calímaco que las sacerdotisas y sirvientes de Deméter
llevarán esta flor, que es la llave de su templo (17) . Apreciación extraña, pero que creemos indica el
valor de los enteógenos y anestésicos en las ceremonias de aquella deidad del cultivo, de los
alumbramientos, la fecundidad y hasta del metal (como fruto de la tierra). Igualmente, Virgilio
en las Geórgicas, habla sobre las amapolas escribiendo que cuando Libra (la balanza) marca las horas
iguales y el mundo cae en el otoño, llega el momento de plantar el lino y las amapolas de Ceres -Deméter-
(lo que se supone, refiere a los barbechos, que se dejaban con estas semillas, para mejorar la
tierra) (18) . Todo lo que hace evidente que tanto la amapola como la adormidera (de opio) se le
atribuían a la diosa, por ser la primera, benéfica en el descanso de los terrenos y por utilizarse la
segunda en sus ceremonias (como narcótico o excitante). Además, sobre Deméter existen varias
leyendas que exponen que aquella diva tenía el don de quitar dolores, entre ellos el de estómago -tal
como hace con Erisictón- (18) ; lo que claramente la identifica con los narcóticos y anestesiantes (entre
ellos los que lógicamente se suministrarìa a la parturienta).

AL LADO: De nuevo, la imagen del dios del lingote (tal como lo muestra en
reprodución, el Museo Arqueológico de Sevilla, al que agradecemos nos permita divulgar la imagen).
Esta estatuilla chipriota en bronce se fecha por algunos en el siglo XVI a.C., mientras otros
consideran que debe ser del 1200 a.C.. Su gran importancia estriba en que bajo aquel guerrero, se
halla un lingote de cobre cretochipriota, símbolo de la riqueza y metalurgia en el Egeo, que
repetidamente hemos estudiado y que tenían forma de piel de toro (igual a los pectorales de El
Carambolo). Todo lo que muestra en la estatua que vemos una deidad ctónica, con carácter de "divo
herrero" (llamados comúnmente "smith god", de los que hemos hablado en anteriores entradas).
Volvemos a traerlo en imagen, al considerar que esta figura se trata de un "genio" muy cercano a los
Curetas; luchadores cretenses que protegieron con el ruido de su danza y del batir de sus escudos,
al niño Zeus. Ya que -como sabemos- gracias a ese estruendo de metal y a sus bailes con saltos, el padre
(Cronos) no descubrió a la criatura escondida en la cueva del monte Ida. También dijimos que este
pasaje de la mitología griega -heredado de la cretense- enseñaba que el hijo no devorado por el
tiempo y protegido por los Curetas y algunas nodrizas, destronaba al padre que lo había intentado
tragar.

Un episodio que claramente nos habla del cambio habido en Oriente Próximo entre los siglos XX y el
XVIII a.C., por el cual se superaron algunos cultos ancestrales, en los que el padre entregaba al
primogénito al templo (para que lo sacrificaran). Hechos que se superan en esta época por algunos
pueblos, quienes sustituyen al hijo, por una res. Siendo este fundamento -seguramente generado entre
los seguidores de Abraham-, la base de todas las nuevas religiones justas y benévolas nacidas por
aquel entonces. Sistemas que salvaban o rescataban a los niños que hasta entonces se entregaban,
como impuestos o en calidad de garantía y pago a un rey (o a una Sociedad). Recordemos así, que el
mismo rey Minos, exigía como tributo a los súbditos de otras zonas por él dominadas, el pago anual
de un determinado número de adolescentes para entregarlos al minotauro. Muy por el
contrario, otros genios (como los Curetas) protegían a los hijos de otros (en concreto a Zeus) de
aquellos sacrificios. Deidades de los que se dice instituyeron los Misterios y los cultos ctónicos,
habiendo sido los primeros en celebrarlos. Festividades cuyo sentido primigenio parece pudo ser el
intento (o el logro) de sustituir la víctima inocente y humana, por un simple animal. Y que así, en
aquellos "festivales" de sangre fuera sacrificado un carnero, un cerdo o una res, en sustitución de la
pobres criaturas.
7) EL "MEKON" y su importancia en Grecia.

En referencia al la importancia de esta flor de "adormidera" en la religiosidad griega, vemos como


primeramente se nombra allí como "mekon" (). Palabra que también significa "vejiga de pez";
concretamente las que se usaban como profilácticos. Preservativos fabricados con ellas y que en la antigua Grecia -se
sabe- eran utilizados sobre todo para evitar las enfermedades de contagio sexual (entre aquellas, el tracoma, que era mal
endémico de algunas zonas mediterráneas). Todo lo que nos lleva a relacionar el nombre de esta narcótica planta
(adormidera o ), con el del profiláctico realizado con vejijas. Objetos que fueron fundamentales en las
orgías religiosas, fiestas cuyo nombre en griego es el de "misterios". Voz que aunque muchos consideran deriva
desde "orjis" (), cuya traducción es "testículo" y produce "orjeo" (), que significa danza. Realmente nace de
"orgia" (), que tiene por significado "celebración religiosa mistérica". Voz que se relaciona con "órgano"
() -que se interpreta al castellano de forma igual (órgano, o instrumento)- y con "orgas" (), que en
idioma de la Hélade tanto significa "tierra fértil", como "orgasmo".

Todo lo que une los conceptos mistéricos a la música, la danza, la agricultura y la sexualidad. Relacionando
-además- a los profilácticos con estas plantas narcóticas (mekoon); sabiéndose incluso que el zumo de adormidera se
decía "mekonio" () -lo que curiosamente también significa en español y en griego, la primera deyección
del neonato-. Voces que se unen a la de "Mykenes" (), Micenas; cuya etimología muchos la ven ligada a
"mykes" (); que se traduce por "hongo" y "miembro viril". Algo que nos llevaría a relacionar plenamente
las palabras "mekon" (adormidera) con "mykes" (seta), bajo la idea de que ambas expresan formas de obtener
drogas en la antigüedad. La primera a través de los opiácieos y la segunda, por medio de los hongos alucinógenos, entre
los que se sabe los griegos usaban el mencionado cornezuelo de grano y -posiblemente- la amanita muscaria.

Las voces antes analizadas, nos van enseñando cuan extraño y hasta depravados -en ocasiones- debieron ser aquellos
ritos mistéricos, en los que se hace evidente se participaba a través de enteógenos (con el consentimiento o sin
conocimiento del iniciado). "Euforizantes" que se sabe por fuentes clásicas, se mezclaban en ocasiones con vino;
habida cuenta que los textos más antiguos mencionan aquellas "recetas" en las que los griegos añadían al "caldo"
diluido, lo que llamaban "revitalizantes". Que -según los investigadores del tema- consistiría en algunos polvillos
o ungüentos que se unían a la copa de vino disminuido. Agua que rebajaba el alcohol para que no fuera tan fuerte la
mezcla ni los efectos de aquella bebida, que iba pasando de mano en mano y con la que en pocos minutos parece que
los asistentes al banquete quedaban embriagados. Algo que como menciona el libro EL CAMINO DE ELEUSIS era
difícil, ya que un "caldo" mezclado con agua y especias, poco o nada podía emborrachar (a menos que se le
incluyeran verdaderos narcóticos).

Debido a cuanto hemos ido narrando creemos que cobra sentido pleno el momento que nos narra la fábula de
Deméter, que la diosa -tras beber el agua de cebada- comienza a dar alaridos y a proferir gritos como si estuviera
de parto. Brebaje que ingiere solo al ver el gesto de la otra mujer (Baubo) quien le había invitado a beber del kilix al
enseñarle el sexo. Todo lo que inevitablemente nos trae a la mente los enteógenos y anestesiantes que debieron usar
en los partos. Entre los que sabemos se hallaba el cornezuelo de cereal, por lo que aquel agua de cebada (mezclada
con menta) que ingerían los iniciados antes de entrar en la caverna de Eleusis, sería muy semejante a la que bebe
la diosa (y -quizás- la misma que se daba a las parturientas durante el alumbramiento). Hecho este que reconocería
Deméter al ver el gesto referido de su compañera Baubo; demostrándose además, toda nuestra teoría e idea sobre la
fábula de la aparición de Yaco, en el final de la historia. Cuando esta nos narra cómo tras beber y proferir los
gritos, nació (o salió de entre las faldas) el mencionado niño. Lo que expresa seguramente unos conocimientos
mistéricos y unos rituales muy relacionados con los que se enseñarían en la cueva-templo de Eleusis.

De tal manera y por cuanto hemos narrado nos internamos ya en los primeros misterios eleusinos, que vemos
trataban del alumbramiento y la ayuda entre comadres. Guardando algunas de ellas el secreto de la pócima que se
ingería también en las celebraciones; aquel fermento de centeno o cebada, cuyos poderes como agente uteronógico son
indiscutibles (tanto que hasta hace no mucho aún se suministraba en los partos). Siendo muy curioso que también la
primera deyección del recién nacido se exprese en lengua griega de igual forma que el zumo de
adormideras (mekoneo), todo lo que nos lleva a pensar en anestésicos a la hora de parir en la Hélade; narcóticos de
opio que posiblemente se usarían para operar o para restar dolores (y en los alumbramientos). Pero más curioso
aún es ver que nuestra palabra "mugir" procede de una misma raiz griega totalmente unida a las anteriores
(), que además de significar "seta", se traduce por el "bramido" o "mugido"; gesto que puede relacionarse
con el dolor, pero que sobre todo, se sabe típico de las celebraciones mistéricas, que se caracterizaban porque sus
asistentes rugían o bramaban cual animales enfervorizados.

Entendiéndose de este modo, mucho mejor aquellos gritos del parto que profiere la diosa al beber con ansia su
brebaje. Un bebedizo que le lleva al éxtasis y que al parecer es similar al que expresaban los concelebrantes de
orgías en honor a esa diosa, profiriendo alaridos. De tal modo, fue el sobrenombre de Dionisos el de "el
bramador, "el que muge"; que en griego se expresaba como "brujma" () -voz cuya cercanía a nuestra palabra
"bramar" es mucha-. Epíteto que se se le da al dios del vino y las orgías, porque en sus fiestas los asistentes gritaban
como bueyes o leones. Un Dionisos que en realidad era el mismo que aquel que en Eleusis decían Yaco y al que
los romanos derivaron hasta el nombre de Baco (Baco=Iacho). El "mugiente" o el "bramante", cuyo epíteto en los
dos casos tiene otro sentido más, significado "el que está bajo tierra" o "el profundo". Algo que en griego se
decía "brujios" () y también se relaciona con la voz "myketias" () -tan cercana a Mikenes o a la
seta Mikes ()-; que entre los helenos significaba "ruido bajo tierra" y por ende, "terremoto", "bramido
terrestre". Todo lo que nos indica que el fin de aquellos misterios se relacionaba con el conocimiento de las
profundidades, el abismo interior de la Tierra y de lo más hondo e interno de la Naturaleza. Relacionando todo
ello con el fuego, la fertilidad y el sexo. Tanto que entre los helenos "lascivo" o "libidinoso", se decía "miklos"
(); vocablo que sin lugar a dudas unía el micelio (lo que bajo tierra está), con el hongo o las setas alucinógenas,
y a estas con las orgías o el estado de "celo".

Desconocemos si la etimología de "brujo" o "bruja", procede de estas voces helenas analizadas anteriormente
(o ), que significan "el que brama" o "el que está bajo tierra" y que se unía al concepto del temblor
terrestre y el "rugido" de la tierra, cuando se producen esos movimientos telúricos. Pese a todo, sí es seguro que las
palabras con radical "myke" () que vimos significaban tanto "adormidera", como "seta" y "sexo
masculino" (estar "bajo tierra" o "mugir"); se relacionan plenamente con otros como "bryjma" () que
ya vimos era "bramar", "gritar", que también cuyo concepto era igual al de mugir (). De tal modo
sabiendo que este era "Bryjma" el sobrenombre de Dionisos (el que brama), consideramos asimismo que de ese
vocablo pudo surgir el de Britomartis. La diosa cretense a la que ya traducíamos en otras entradas como
"BRIJO-MATER", es decir: "la madre que brama". Simbolizando quizás aquel nombre de La Maternidad
cretense -por antonomasia- a la mujer que se pone de parto y grita, o a aquella que pierde a la hija y profiere
alaridos de plañidera (ambas relacionadas con la Deméter eleusina). Tanto como a las concelebrantes de los
misterios, que tras ingerir los enteógenos o vinos sufrirían la transformación, profiriendo todo tipo de bramidos y
adoptado posturas o deseos lascivos. Cuanto exponemos une unas cosas a otras; tanto que sabiendo que Yaco era el
mismo que Baco, veremos que aquel niño que emerge de las faldas de la madre cuando esta empieza a bramar
(tras tomar una pócima) y ponerse de parto; no es más que el símbolo de los múltiples misterios relacionados con
el alumbramiento -junto a los diferentes narcóticos (alcoholes o anestésicos) que existían en aquellas celebraciones
de Grecia-.

AL LADO: Placa de bronce fechada hacia el 550 a.C. perteneciente


al Museo de Olimpia (al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Representa la cara de la
Gorgona sacando la lengua, un gesto y rostro con el que se adornaban comúnmente los
clípeos (escudos redondos de los hoplitas griegos). Ello por considerarse protectoras o apotropaicas,
estas facciones de fealdad y su gesto de aspecto horrible; algo que se relaciona con lo que
previamente a la batalla muchos pueblos antiguos solían realizar: El denominado en Grecia, Gorgoneo.
Consistente en aullar, gritar, poner muecas y batir las armas en un estado de exaltación y para
amedrentar al enemigo. Comportamientos documentados y estudiados en otras muchas culturas,
quienes -hasta no hace tanto- antes del combate realizaban estas danzas o ritos de guerra, saltando,
golpeando los escudos, e incluso enseñando las "partes pudendas" a modo despectivo. Cotumbre que
sin lugar a dudas puede relacionarse con el mencionado"baile de los Curetes" o las danzas
orgiásticas, que tendrían un sentido muy unido a todo ello.

Forma de amedrentar al enemigo muy relacionada con las llamadas "pinturas y bailes bélicos"
amerindios o de los pueblos gaélicos, y con las estéticas precolombinas. En las que los hombres
decoraban su cuerpo con dilataciones, tatuajes o colgantes -que lo traspasaban-, demostrando que
carecían de miedo al dolor (llegando incluso a afilarse los dientes, para ser semejantes a la serpiente en
su aspecto y atemorizar más al contrario). Respondiendo todo ello al intento de dar miedo con aquella
actitud y danza de guerra, por la que se demostraba carecer de temor y despreciar al otro, imitando
los gritos de dolor que en unos momentos les iban a producir. Por todo ello, algunos
autores (19) consideran que mostrar el sexo era un gesto similar al de sacar la lengua, que se
realizaba para despreciar al que se tenía delante y por motivos apotropaicos (para hacer huir el
"mal fario"). De todo ello y de mucho más, tanto como de su relación con las Gorgonas, hablaremos en
nuevas entradas.

ABAJO: De nuevo traemos la imagen de la portada del libro de Catherine Johns, SEX OR
SYMBOL (publicado repetidamente por el British Museum, primera ed. Londres 1982), en la que podemos
ver un detalle de la crátera del pintor de Hasselmann, cuya escena es llamada "la buena
jardinera". En esta pieza fechada hacia el 430 a.C., observamos una mujer o sacerdotisa plantando
falos para un festival mistérico. Rito que claramente relaciona la semilla con la concepción, tanto
como la agricultura con el sexo. Todo lo que venimos exponiendo como cultos ctónicos o de la tierra,
cuyos "secretos" se celebraban y enseñaban en santuarios como los de Eleusis. Tal como dijimos -en
nuestra opinión- estos y los ritos que se hicieron en las cuevas de Creta hubieron de ser muy
similares. Siendo los minoicos sus antecesores más directos; tanto que se considera que Deméter
desembarca en las cercanías de Eleusis y procedente de aquella isla, para implantar esos festivales junto
a Atenas.

Finalmente, nos gustaría destacar de nuevo un hecho que ya habíamos estudiado, sobre la imágen de la
crátera. Ello consiste en que el pintor -muy lejos de recrear una escena erótica- recoge un motivo
iniciático. Imagen en la que vemos como la "jardinera" siembra dos penes erectos (a la derecha) junto a
otros dos que llevan profiláctico (los del lado izquierdo). Algo que habla de rituales "secretos" entre
mujeres y matronas, que permitirían hacer concebir a aquellas que lo desearan, aun cuando el marido -o
la pareja- fuera estéril o bien sin necesitar practicar el sexo (fecundadas a través de la semilla dejada en
el "preservativo"). Simiente que como tal, aparece en un misterio que envuelve cuatro falos
erectos; como si todo ello, de matrimonios entrelazados se tratase, en los que no se pudiera saber
realmente nunca quien es el padre de cada hijo. Todo lo que lleva a un obligado pluralismo, sin precisarse
practicar sexo con alguien, para concebir un hijo de aquel hombre (o mijer). Un uso muy común entre los
ganaderos, quienes sabemos fecundan de continuo a las hembras de sus rebaños en este modo, evitando
así que se desperdicie el celo y la "semilla" del mejor macho (que por ende se denomina "semental").

Todo lo expuesto unido a los "Misterios" que en Grecia se denominaban "orgías" () -festivales en
los que públicamente era normal copular-: nos abre ya la primera puerta hacia qué cultos y rituales
pudieron llevarse a cabo en los interiores de la tierra. En aquellas cuevas como las de Creta, o Eleusis,
en las que se rendía veneración a lo mas profundo de la tierra: Su secreto de germinación, su poder
de alimentación, e incuso su mugido y bramido -el movimiento telúrico y los volcanes, principio del
fuego y por lo tanto de la metalurgia; una actividad que igualmente a los Misterios, se llevaba a cabo
en cavernas en horadadas en la tierra-. De todo aquello y de mucho más, trataremos en siguientes
entradas.
Como conclusión a cuanto hemos estudiado hasta este momento, diremos que ya hemos dado los pasos
previos para conocer que el origen de aquellos misterios estuvo en las religiones más antiguas (las
paleolóticas) y en los templos más ancestrales (las cavernas). Creencias que en parte de Oriente Medio
y en el Egeo se sustituyen hacia el siglo XVIII a.C., tras lo que llamamos, "la reforma abrahámica" y
cuando nace la religión del rescate (impidiendo que fuera entregado el hijo en sacrificio). Todo lo que
pudo llevar a transformaciones como las del culto a Zeus, que es parido a escondidas y cuidado en las
grutas de Creta, para ser finalmente el victorioso dios de la nueva luz (del "día"; "diayus" en indoeurpoeo,
de donde procede su nombre, Zeus). Por su parte, a esta nueva mitolgía nacida entre el mundo minóico
y Micenas, se le sumaron diversos rituales conservados desde lo más antiguo y de origen al menos
neolítico. Celebraciones relacionadas con el mundo de los anestésicos y narcóticos utilizados para curar o
para embriagar; o con las fiestas marciales, e incluso con las danzas previas a la batalla. Naciendo así a
mediados del II milenio en la Frigia (aún hitita) y en la Creta Minoica aquellas ceremonias mistéricas,
que parece tuvieron su centro en dos montes de igual nombre (el Ida -de Anatolia o de la referida
isla-) . Cultos secretos, que de un modo ancestral, conservaron en ocasiones costumbres tan aberrantes
como paleolíticas y tan interesantes como comunes a todos los pueblos. Todo lo que iremos estudiando en
las siguientes entradas.

...................................................

CITAS:

(1): Apenas se ha estudiado la estatuaria románica "erótica" de España comparativamente con la Inglesa o Irlandesa. En especial con
el significado de Sheela-Na-Gig o con el de los grandes penes y vulvas que esculpían los británicos durante la Edad Media, en las
entradas de los templos cristianos (y de los castillos). Estatuas de mujeres enseñando el sexo, o de falos y vaginas perfectamente
figuradas, colocados sobre las paredes de las iglesias, conventos y murallas; cuya finalidad sabemos que era de protección y
apotropaica. Todo ello procede nuestra opinión del mundo ctónico y del culto a la fertilidad unido a la agricultura y a la guerra.
Donde la semilla que se siembra es similar al pene que fecunda, cuyo concepto se une al del venablo -o la espada- que penetra,
modificando la existencia. Ideas que de un modo iniciático se transmitían en unos rituales de fecundidad que en casi todas las
culturas tenían unas pautas muy similares: De adoración a miembro viril y al útero materno. Ceremonias cuyo origen más antiguo
-como venimos explicando- se hallaría en las cavernas; grutas que se decorarían con pinturas y múltiples adornos, con el fin de
venerar en aquellas a la madre tierra y al padre Sol. La primera representada en la gruta y en sus aguas, mientras el padre sería
simbolizado en las estalagmitas, estalactitas y en el fuego -sagrados- que en el interior de aquellas cuevas en tinieblas se hacían
imprecindibles (para defenderse, alumbrarse, calentarse y hasta concinar). Sobre Sheela-Na-Gig ver el interesantísimo trabajo
publicado en: http://www.beyond-the-pale.org.uk/sheela2.htm . Trabajo de altísima calidad en investigación y aportaciones que se intitula SATAN
IN THE GROIN.

(2): Tal como ya vimos en el anterior artículo, Putarco en su libro sobre religión egipcia -ISIS Y OSIRIS-, relata en los pasajes XV y
XVI como habiendo enviudado Isis fué tras el sarcófago de Osiris que había llegado hasta Biblos (flotando). Allí, se había confundido
con las raices de un árbol, tronco que cortaron para elevar una columna en el palacio del rey bibliota Melcandro. Deseando estár
junto a su amado, Isis entró de nodriza en esta corte, donde sucedieron los relatos que arriba recogemos.
(3): Sobre este episodio, fuentes clásicas: Higinio, Fábula 147 // Himno Homérico a Deméter, 231-275 // Servio a Virgilio, Georgicas;
I, 19, y 163 // Apolodoro Biblioteca de la. H. 1, 5, 1 // Ovidio, Fastos; IV 550-562.

(3-b): Robert Graves; LOS MITOS GRIEGOS; XXIV, 10.

(4): Sobre el nombre de Moisés, como "nacido de las aguas", parece que es esta su traducción desde el egipcio clásico. De tal
manera narra La Biblia en Éxodo 2:10 : "Y cuando el niño creció, ella lo trajo a la hija del faraón, la cual lo prohijó y le puso por
nombre Moisés, diciendo, `Porque de las aguas lo saqué´". Ello nos hace pensar que en principio el niño personifica a un hijo de
esclava y noble, de los que en ocasiones se inmolaban en el Nilo, para evitar que tras su desarrollo pudieran resultar
"problemáticos" para la Sociedad egipcia. Pese a todo, la historia que recoge LA TORÁ, advirtiendo que aquel Moisés fue puesto
a prueba, tras adoptarlo el faraón; colocando frente a él un carbón incandescente y un diamante, tragando el mineral en
llamas y no el brillante. Indica claramente una ceremonia de iniciación del tipo que estudiamos, en las que un pequeño era
quemado en parte y en efigie del rey (o del príncipe).

Comprendiendo el entorno y el momento en que se nos narra aquella prueba mosaica, pudiera llegar a deducirse que la forma
de convertirse en Visir (Schati) -al menos viniendo desde el extranjero-, pudo ser la de salvar a uno de estos niños -hijos de
faraón y esclava- consagrados a ser inmolados (en el agua). "Primer Ministro" egipcio que llegaría a serlo al interceder por la
vida del pequeño, evitando que le ahogaran y ofreciéndose él a cambio; tras lo que -de ser indultado el sacrificio por el rey-, el
pequeño sería adoptado y el que había conseguido su salvación, nombrado consejero principal del monarca. Pese a ello, se
intuye o parece que hay un segundo problema, cuando este Visir (de nombre quizás RaMoses) tampoco acepta los ritos de
"marcar" o quemar parte del cuerpo de los infantes. Algo que se advierte cuando nos dice que Moisés prefiere tomar el
carbón incandescente, al diamante. Lo que quizás expone que tampoco dejaría que el pequeño que había salvado de las aguas,
fuera "marcado" al fuego en un pebetero (por el carbón) sustituyendo al príncipe heredero.

Todo lo que provocaría una crisis religiosa, al no aceptar los misterios de Isis un hombre con el rango del Schati (como cabeza de la
Iglesia, que era). Quizás así, la historia de Moisés narra como uno de estos visires extranjeros llega a identificarse en su moral
con la población esclavizada (egipcia o extranjera) que tampoco se subyugaba a entegar a sus hijos en sacrificio. Generando
una gran crisis de fe y hasta la mencionada huida de parte de la población egipcia. Aunque la hipótesis más sencilla es pensar que
aquellos habitantes de Canaan, simplemente se librarían del dominio faraónico, liderados o liberados por un primer ministro
que lo consintiera; debido a que los territorios egipcios por aquel entonces llegaban hasta la actual Jordania. Sobre la época
en que aquello pudo suceder, creemos que habría de fecharse entre los siglos en los que se extienden las religiones de Abraham
(después del XVIII a.C.) y antes de la llegada de la XIX dinastía. Inclinándonos a pensar que la crisis religiosa de la que hablamos,
está muy relacionada con los conflictos de Tell-Amarna (Akhenatón).

Sobre Moisés en la Biblia, ver: En el Sinaí y Decálogo: Deuteronomio, 9;9-10 y Éxodo 31;18 // Éxodo, 2; 10 sobre su salvación de las
aguas. // Otros, plagas y huida: Éxodo 16; Números 14; Deuteronomio 1, 1-3 y 2, 7 y 8, 2

(5): Acerca de lo relatado sobre los cultos de Melkarte y sacrificio de infantes, ver en ROBERT GRAVES "Los mitos griegos" : 70, 5 //
77, 2 // 92, 7 // 110, 2 // 156, 2 // 170, 3 //

(6): Ver: Mateo: 2,16-18.


(7): Sobre los cultos a los que nos referimos, ver: Reyes I; XI, 7 y Reyes II; XXIII, 10 // Levítico XVIII, 21 y XX, 2 // Jeremías, XXXII,
35. Acerca de las deidades a las que se celebraba quemando niños en los pebeteros sagrados, ver por ejemplo los nombres de:
Melkarte, Melkart; Moloch (entre los fenicios), Melicertes y Meilichios (entre los helenos).

(8): Repetimos la cita recogida en la entrada anterior como (3), resumiéndola y comentándola por la importancia de ella en lo que
vamos a estudiar a continuación: "(3): Varios autores han comentado estos hechos que recogen textos clásicos como los de Diodoro
Sículo (I, 85) y Herótodo (II, 60). Entre ellos, Ana Ma. Vazquez Hoys y Javier Calleja del Hoyo quienes consideran que este gesto de
levantarse las faldas tenía un carácter apotropaico - teoría expuesta en: Espacio, Tiempo y Forma, Serie II, Hf Antigua, t. 3, 1990,
págs. 117-182, "La Gorgona y su triple poder mágico (Aproximación a la magia, la brujería y la superstición. II) ANA MARÍA
VÁZQUEZ HOYS y JAVIER DEL HOYO CALLEJA-. Llamando la atención que consideren un gesto apotropaico enseñar la vulva al
nuevo buey Apis, tras ser sacrificado el anterior (tal como señala Diodoro, arriba ref.). Rito o costumbre que más bien consideramos
ctónico y relacionado con la veneración infernal a la muerte. Algo que estaría en algún modo ligado al significado de la tauromaquia, la
inmolación del toro en el mitraismo y hasta a la sensualidad de toreo (en la cultura ibérica) (...) Finalmente y como decimos, este gesto
de levantar las vestiduras y enseñar el sexo ha conservado hasta la Edad Media, el carácter apotropaico; pudiendo verse en las
fachadas de las iglesias romanicas figuras que realizan ese acto; entre las que destaca la irlandesa o británica: Shela-Na-Gig."

Por nuestra parte, quedaría añadir a lo antes expuesto, que posiblemente el "gesto" obsceno se relacione igualmente con
ritos del parto y de la concepción. Tal como veremos en los siguientes epígrafes.

(9): Entre otros en: Himno Homérico a Demeter 121 y ss // Pausanias; I, 37, 4; y VIII, 37, 5 // Aristófanes; Las Ranas 324 // Heródoto,
VIII, 65 // Diodoro Sículo; III, 64 // Estrabón; Geografía, X, 3, 10 // Proclo; Comentario al Timeo, 200 (d) // Nonno de Panópolis;
Dionisiacas 48, 870 y ss // Servio a Virgilio; Geórgicas, I, 166 .

(10): Recogido de esta forma por Robert Graves, en LOS MITOS GRIEGOS; 24 (d y e).

(11): Unas versiones hacen de Yaco el hijo de Deméter, aunque incluso algunas lo convierten en su esposo (quizás confundiéndolo
con el cretenseYaso). Por lo demás, en muchas otras ocasiones se considera a Yaco como nieto de Deméter y por lo tanto hijo de
Kore (Perséfone, la raptada por Hades) e incluso se confunde con Zagreo, el vástago de aquella diosa del infierno, (Proserpina-
Perséfone) que convertido en toro fue descuartizado.

(12): En algunas versiones se hace a Baubo, junto a su marido Disaules, padres de Triptólemo. Aquel al que Deméter enseño el arte
del cultivo y que lo difundió por toda Grecia.

(13): Entre otros en: Himno Homérico a Demeter 121 y ss // Diodoro Sículo; III, 64 // Pausanias; I, 14, 2 // Arnobio; Adversus Nationes
V, 25 // Clemente de Alejandría; Prop. página 17 //

(14): En el libro EL CAMINO DE ELEUSIS de los autores mencionados Gordon, Hoffman y Ruck (Fondo de Cultura Económica, México
1985); en sus páginas 38 y 39, expone claramente el uso histórico que tuvo este fermento de cereal. Entre los que destaca el de
haber sido suministrado a las parturientas para provocar el alumbramiento y aminorarles el dolor.

(15): Op. cit. en (14), pag 52.


(16a): Himno Homérico a Deméter; II , 205 y ss.

(16): Calímaco; Himno VI a Deméter; 42 y ss (trans. Mair)

(17): Virgilio; Geórgicas 1. 208 y ss.

(18): Deméter concede a Erisictón, tras castigarle al hambre, el don de que nunca sufriera dolor de estómago. En: Higinio; Fábula
250 //Servio sobre Eneida a Virg. III, 167 // Calímaco; Himno a Deméter 34 y ss.

(19): Ver cita (8) en la que se dice: Ana Ma. Vazquez Hoys y Javier Calleja del Hoyo quienes consideran que este gesto de levantarse
las faldas tenía un carácter apotropaico . Teoría expuesta en: Espacio, Tiempo y Forma, Serie II, Hf Antigua, t. 3, 1990, págs. 117-182,
"La Gorgona y su triple poder mágico (Aproximación a la magia, la brujería y la superstición. II) ANA MARÍA VÁZQUEZ HOYS y
JAVIER DEL HOYO CALLEJA-. Sobre la que en diferentes artículos hemos tratado y de la que volveremos a hablar y analizar, en
siguientes entradas.

 
LOS MISTERIOS DE ELEUSIS: SU RITUAL (De "Lo invisible en la
mitología": Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo.
Parte LXII).
Publicado por Angel Gómez-Morán Santafé
en TARTESSOS Y LO INVISIBLE EN EL ARTE (08/09/2012)

El presente artículo que trata de la vaccea urbe de Pintia, está dedicado a Sylvia Brias Westendorp, con el
deseo de que siga pintando. Y aunque el nombre de aquella ciudad ibera, nada -o muy poco- tiene que ver con
la pintura, sí desearíamos que nuestra amiga Sylvia inspirase sus cuadros en la arqueología.

Esta entrada es continuación de las anteriores. Recomendándose la lectura previa de aquellas que le preceden, para
una comprensión plena de cuanto exponemos en ella.

AL LADO: De nuevo publicamos el Jano Bifronte de Pintia; esta vez


mostrado entre las manos de su descubridor: El profesor Carlos Sanz Mínguez, director del
centro de Estudios Vacceos (a quien agradecemos nos permita divulgar la imágen) . Es una pieza en
pasta vítrea, de tipo púnico y fechada a comienzos del siglo I a.C. -procedente de una tumba de
mujer (N.144) de la necrópolis pintiana de Padilla de Duero-. En mi opinión personal se trata de
un caso claro de síncresis cultural y religiosa, donde podríamos hablar hasta de un
"renacimiento" de modas muy anteriores. Ello porque es tipológicamente fenicio-cartaginesa,
aunque durante los años en los fue llevada por su propietaria, el mundo púnico había
desaparecido. Ya que se fecha en el 75 a.C., de siete décadas después de la destrución de
Cartago, civilización que sucumbe junto a todo vestigio de su cultura. A ello se debe -con toda
seguridad- que el dios representado en este adorno vítreo de tipología tan cartaginesa, aún siendo
casi igual a un Bes fenicio (o "deidad ojo") fuera reconvertido en un Jano romano -contiene una
segunda cara por el otro lado; rostro que no se aprecia en la foto, pero que se halla en la parte
opuesta a la que vemos-.

Por su parte, ese divo latino bifronte debió tener unos similares poderes mágicos que la antigua
deidad púnica Bes (a la que tanto se parece en su aspecto, en el broche que comentamos). Deidad
fenicia de rostro blanquecino y añil con carácter apotropaico, que en mi opinión es el antecesor
del famoso abalorio aún utilizado llamado "ojo azul". Pupila del "Nazar" fabricada con un dije
azulado, usada aún hoy contra el Mal de Ojo (fundamentalmente en los paises árabes y en la zona
de Grecia). Adorno protector que mucho se parece a los abalorios fenicios y al mencionado Bes,
tanto como al Jano del colgante de Pintia. Pese a que este último tiene unas carácterísticas
típicamente ibéricas, siendo su calidad más similar a la de las cuentas de pasta vítrea
peninsulares. Algo que nos atrevemos a decir, pueda deberse a que el vidrio púnico-hispano fuera
de una facturación más imperfecta y porosa. Seguramente por estar fabricado a menos temperatura
que la pasta vítrea de Fenicia; restando esa baja cocción a los dijes y ungüentarios hechos en
Occidente, el brillo característico de los cristales de Cartago, de Tiro, o de Sidón.

Finalmente añadiremos que el dios representado en este colgante de tipo cartaginés, es típicamente
romano: Jano, el símbolo de la iniciación y por ello, un divo que contiene dos caras. Significando su
doble faz el final y el comienzo de año, o el principio y final de la vida; tanto como la puerta o el
umbral hacia "algo". Por todo cuanto lleva dos rostros opuestos, mirando frontalmente a cada lado,
siendo ese de "Jano" incluso el nombre del mes en que comenzaba la anualidad (Enero=Ianuarius).
Por lo que al verlo representado sobre un abalorio vítreo de esas características nos indica que
se trata de un objeto y deidad púnica, romanizada. De lo que quizás debiera deducirse que la
propietaria de aquel colgante hubo de ser una noble o equestre vaccea, que tuviera un
contacto pleno con zonas peninsulares antiguamente fenicias -en su época ya dominadas por los
romanos (quizás las islas Baleares, o bien la bahía de Cádiz, las costas malagueñas etc)-. Llegando a
poder determinarse un intercambio entre el mundo vacceo y estas áreas del Sur de
Iberia (mediterráneas o turdetanas), de las cuales quizás procedía la mujer a la que perteneció el
mencionado Jano de pasta vítrea. La inhumada en la "Tumba N.144" del yacimiento de Pintia, quien
pudo ser a una "dama" de alta alcurnia venida desde el Sur (o el Levante peninsular), para vivir o
casarse en la actual Padilla de Duero.

ABAJO: De nuevo detalle de un fresco lateral del Sepulcro de Hagia Triada; hallado en este palacio
de Creta (sito junto a Festos) y que se fecha hacia el 1300 a.C. -perteneciente al Museo de
Heraklion al que agradecemos nos permita divulgar su imagen-. En esta tumba decorada por sus
cuatro costados figuran varias escenas donde sacerdotisas minoicas portan sus ofrendas ante
diversos altares -o frente el Labrys (bipenna sagrada)-. Venimos analizando la religión de la Creta
del II milenio a.C., de la que podemos afirmar era de tipo agraria y ctónica; lo que se deduce
entre otras cosas de los rituales escenificados y en sus vestigios. Como los de este sepulcro, donde
vemos varias damas oferentes pintadas, llevando a lugar sagrado libaciones, animales y frutos
en formas de veneración a la mujer, al cultivo y el metal (oficiantes que incluso aparecen junto
a un carro que interpretábamos como el de Deméter y de su hija -Perséfone-).

Podemos plantearnos qué relación tienen estos cultos cretenses correspondientes a la mitad del
II milenio a.C., con el Jano Bifronte (arriba analizado). A lo que habríamos de responder que
"mucha", tanto que en mi opinión ese dios de dos caras es la idelización posterior del
Labrys. Hacha de doble filo adorada en Creta desde tiempos inmemoriales y que como hemos
visto fue deificada por representar el metal, la pecunia, la riqueza, la protección y los
bienes. Una prosperidad que regalaban las bipennas cúpreas a quienes las forjaban en los pueblos
que conocían los secretos de los metales durante la Edad del Bronce. Años en los que en Creta se
veneró este arma con doble filo, que daba nombre a la zona más importante del palacio de
Cnosos (El Laberyntos). Lugar dónde se rendía culto a los divos cnóticos más extraños, entre los
que destacaba la sacralización del bovino por medio de la tauromaquia. Una lucha con el astado
realizada principalmente por sacerdotisas y como idealización de la guerra y el valor. Uniendo
seguramente el significado de la doble cornamenta que usa el toro para combatrir con la de
estas hachas bipenna (como la que vemos en el fresco de la imagen).

Finalmente, la escena que analizamos se completa con la sacerdotisa que ofrece una jarra al
Labrys (probablemente de vino) y frutos; lo que hace comprender que se trata de un ceremonial
agrario. Ritual que al unirse con el del metal -el hacha adorada y sobre la que figura un ave
(córvido o paloma)-, explica que la religión cretense veneraba con igual carácter la obtención
del bronce y la de los cultivos. Algo que se comprende plenamente en el concepto de que la
tierra nos regala desde sus entrañas el metal (nacido como su "hijo"), proporcionando de un
modo muy similar los alimentos vegetales (cultivados). Todo lo que se identificaba a su vez con las
rutas y el modo de conseguir el cobre o el estaño, navegando allende los mares; algo que se
hacía en épocas ajenas a las agrarias. Puesto que en el mundo Creto-Micenio y minóico, durante
las épocas de lluvia y frio era cuando se realizaban las labores del campo, aunque en ese tiempo
apenas salían en barco y menos a realizar largas travesías (por temor a los temporales y al mal
tiempo). Mientras en los días que la tierra quedaba yerma debido al calor (durante los cuatro meses
sin lluvias y de verano), se podía navegar y pescar; e incluso hacer singladuras que permitían
alcanzar las rutas del cobre y del estaño -que se situaban en el Mar Negro y en nuestras tierras, al
Oeste pleno y a varias semanas de navegación desde el Egeo-.

En la foto del fresco que comentamos de Hagia Triada también podemos ver un cuervo sobre el
hacha doble; todo lo que implica un ritual solar marino y funerario, debido a que ese era el astro
que representaba al córvido -tanto como los usos y ceremoniales a los que se dedicaban
comúnmente esas aves-. Siendo este negro picudo el símbolo del Sol y de la muerte, no solo por su
inteligencia y su capacidad de domesticación, sino además porque los caidos en combate se solían
dejar a las aves y animales carroñeros, para que aquellos los devorasen y así fueran transportados
hasta "los cielos" -hecho este que se identificaba con la capacidad de hablar que los cuervos tienen,
pensándose que en su interior pervivían las almas de los guerreros que habían comido-. Por su
parte, la inteligencia de estas aves las unía al Sol, tanto como la gran utilidad que tenían en la
navegación para guiar barcos. Soltando córvidos (o palomas) cuando el piloto desconocía el
modo de llegar a tierra o perdía el rumbo en alta mar (bastado con seguirlos, para
orientarse) (1) . Todo lo que nos explica por qué se sitúa sobre el hacha de bronce el ave sacra;
metal que conseguían los cretenses de esta época atravesando los mares y viniendo hasta puntos tan
lejanos como nuestra Península.
Todo ello es lo que de algún modo narraban o recogían los mitos ctónicos, para los que la tierra
era la "gran madre" que regalaba sus frutos, sus bienes, los metales y hasta la vida. Una diosa
de la maternidad a la que se adoraba desde los tiempos más remotos en las grutas, como símbolo
del útero terráqueo. Cavernas en las que -como hemos visto- nacieron los ritos telúricos, que se
pierden en la "noche de los tiempos", pero que al parecer fueron impuestos, enseñados (o
importados) hasta Grecia por los cretenses. Naciendo aquellos en la isla de Minos (conforme la
mitología narra) y siendo transportados primeramente hasta el santuario de Eleusis. Templo
cercano a Atenas, donde Deméter (dea-mater) logró hallar a su hija raptada en los infiernos.
Aquella niña Perséfone que -como la semilla- estaba obligada a pasar medio año bajo tierra (con su
marido Hades). Tiempo que marcaba la época de cosechas y de seguro los meses en los que
egeos y helenos se veían abocados a navegar; para pescar, para realizar conquistas o para
llegar hasta los metales. Mitos metalúrgicos, religiones telúricas y símbolos de la riqueza y del
calendario que relacionan este Labrys (hacha doble) al Jano Bifronte. Uno de los dioses más
antiguos, tenido por el primer rey civilizador de Roma y divinizado como deidad del comercio,
del metal y de la navegación.

1) Las celebraciones eleusinas.

Nos vamos a centrar hoy en las celebraciones de Eleusis, templo muy cercano a Atenas, donde se
desarrolló la fábula de Deméter, que ya hemos detallado en anteriores entradas. Considerandose
este el lugar en el que aquella diosa había llegado en búsqueda y encuentro de su raptada hija -la
jóven (Kore, Perséfone)- a la que al final halló en la famosa gruta eleusina. Como decíamos, en
artículos previos a este explicamos y exponíamos los pormenores y significados del mencionado mito
de Deméter y Kore, conocido como una sublimación de las Estaciones y de las labores del
campo (la siembra y la floración). Sobre el que hoy vamos a exponer con cierta minuciosidad los
pormenores de los festivales que en este templo de Eleusis se llevaban a cabo (en memoria de la
fábula que recordaba el encuentro entre madre e hija).
De tal modo, para asistir a Los Grandes Misterios eleusinos se precisaban unos seis meses de
preparación, considerándose la iniciación una faceta o culminación de una parte de la vida. Pese
a ello, había quien anualmente los profesaba, al igual que hubo un segundo tipo de ritos menos
importantes, debido a lo que aquellos Misterios se dividían en "Mayores" y "Menores". Pudiéndose
iniciar tan solo extranjeros (bárbaros) en los segundos y sin estar permitida la entrada de ajenos a la
ciudad de Atenas en los Grandes "Mystas". Llevándose a cabo los "Pequeños" en la primavera, donde
se recordaba el regreso de Kore (Perséfone) a los infiernos, como símbolo de la plantación.
Mientras que los importantes se realizaban en el otoño con una duración de doce días y en ellos
se obtenían grados de iniciación; para lo que se requería comunmente una asistencia repetida
-concediéndose por ese medio la veteranía y graduación de cada concelebrante-.

El modo de integrarse en sus grandes ceremonias, a más de la necesaria ciudadanía ateniense;


exigía prepararse durante los seis meses previos. Tras ello, debían pagar el estipendio por valor
del sueldo mensual de un sacerdote del templo, tanto como el cerdito que en favor de cada
asistente se sacrificaba en esos festivales. Los tres primeros días eran públicos, pudiendo ver las
ceremonias los ajenos y los familiares de los iniciados; dividiéndose sus rituales en: Purificación,
celebración y sacrificios. Comenzando por purificarse, que consistía en bañar a los concelebrantes
en el mar (junto a las playas del Pireo). Entrando en las aguas cada uno portando en sus brazos al
cerdito que inmolarían el día siguiente y al que en esta jornada de "depuración" habían de lavar
concienzudamente. Tras ello y en al tercero, se sacrificaba al cochinillo místico. El dia cuarto era
de ofrenda a Dionisos, dedicada al vino y a sus "libaciones", mientras en el quinto se rendía culto a
Esculapio (dios que curaba y resucitaba, relacionado con Iaco). Después, en la jornada sexta se
llevaba a cabo la procesión de Iaco, reverenciándose la escultura de este hijo de Deméter;
mientras las dos siguientes se dedicaban al sacrificio común de una cabra, un toro y un carnero que
se dedicaban respectivamente a la tierra (Gea-kourotrotos), a Hermes, Artemisa y Triptólemo;
inmolando finalmente un cerdo más en memoria y veneraciòn de Iaco.

En lo que se refiere a los misterios celebrados en el interior del templo-caverna, parece que los
sacerdotes y sacerdotisas representaban la fábula de Deméter por medio de la mímica teatral y
sin palabras. Para ello iban presididos por el "dáduco", que era el oficiante segundo quien portaba
la antorcha con la que se daba la primera luz a la caverna (que se pasaba a cada uno de los
iniciados). Al parecer y por lo que las últimas excavaciones han ido hallando en el interior de aquel
recinto sagrado, para toda esta sucesión teatral se valían de sistemas mecánicos. A través de los
que eran capaces de jugar con luces y valerse de grandes engranajes, en "escenarios" que
permitirían la aparición y desaparición de personas u objetos, provocando juegos de sombras,
brillos y sonidos. Siendo en Eleusis fundamental el efecto teatral mímico, que se acompañaba con
el continuado golpe de címbalos junto al de otros instrumentos de percusión como los sistros.
Todo lo que relaciona estos misterios con los de Creta y Egipto, siempre adornados de aquella
música de idiófonos metálicos; lo que significa sucintamente el conocimiento ctónico que unía el
oro, la plata o el bronce con dones regalados por la madre Tierra. Algo que ya apuntaba Diodoro
Sículo quien afirma como estos rituales helenos habían sido importados desde Cnosos, donde se
llevaban a cabo de una manera muy similar -aunque se diferenciaban de los antiguos misterios
cretenses que eran más antiguos, públicos y abiertos- (2).

El ritual hasta ahora descrito en Eleusis, si lo transportamos a los recintos minóicos, explicaría y
encaja con muchas de las esculturas y mitos que quedaron sin solución en la Creta del II milenio
a.C.. Destacando -por ejemplo- la figura del mencionado "Dáduco" (portador de la antorcha), quien
se tenía como segundo sacerdote eleusino y cuya extraña función -además de llevar el haz de luz-
era la de extender las pieles de los animales allí matados. Ello, porque se consideraba que la
purificación llegaba cuando los asistentes se situaban sobre el pellejo del cerdito que se había
sacrificado en su honor durante el cuarto día, o bien cuando estos pisaban los de las otras bestias
inmoladas durante el misterio. Por su parte, aquel Dáduco representaba durante las ceremonias el
papel del Sol; teniendo esa función en el drama místico mientras su antorcha estaba dedicada a
Deméter (pudiendo ocupar su puesto una sacerdotisa).

AL LADO: Bronce en forma discoidal, dedicado a los Curetas


(fechado hacia el 530 a.C.) -propiedad del Museo Británico al que agradecemos nos permita
divulgar su imágen-. Contiene dos versos del "Himno Homérico a Demeter", famoso canto en donde
se rapsodiaba a la diosa ctónica y a sus poderes telúricos (obra anónima a través de la que se ha
conseguido descifrar en gran parte "los misterios" de Grecia). Su transcripción
es: Que viene
a ser: "Ejsoidas me dedico para los hijos míticos del dios (Zeus); este (su) bronce que victorioso
(da) a los magnánimos de Cefalonia". Los "hijos míticos de Zeus" a que se refiere el bronce eran los
cuidadores del dios en su infancia, que como repetidamente hemos dicho salvaron en la cueva
cretense del Ida al futuro rey del Olimpo. Ello gracias al sonido de metales que realizaban los
Curetes entrechocando sus armas y escudos al danzar junto al niño divino; todo lo que confiere
a estos protectores de Zeus el don ctónico del bronce, la guerra, las riquezas, las artes y el
baile (tanto que se dice, instituyeron los ritos mistéricos por toda la Hélade).

La identificación entre los Curetas y este Dáduco es inmediata. Ello porque ese sacerdote
segundo de Eleusis quien portaba la antorcha iniciática en la cueva-templo, cumplía igualmente
una función telúrica y astral. Representando al Sol y ocupándose de situar bajo los pies de los
asistentes las pieles de los animales inmolados durante la ceremonia. Todo lo que en mi
opinión tiene un significado ctónico relacionado con el fuego, uniendo a su vez la pecunia, la
riqueza, el metal y los bienes de la Naturaleza. Habida cuenta que el "dinero" primitivamente se
medía en pellejos o cabezas de ganado, pasando luego a ponderarse en metales (que se trabajan al
fuego -hijo del Sol-). Por lo que, como sabemos sobradamente, los primeros lingotes en Creta y
Chipre tuvieron forma de pellejos de ganado. Consecuentemente y en mi consideración este
Dáduco que "daba luz" a los iniciados al poner bajo ellos las pieles, tenía por función expresar
un rito que unía los alimentos regalados y nacidos de la madre tierra, con las riqueza de
metales y la abundancia de animales. Ello porque los vegetales surgían del interior del terreno al
igual que las vetas de oro, plata o cobre; del mismo modo que desde el útero materno
(representado en la cueva) procedía el ganado que igualmente otorgaba el alimento y las riquezas.

ABAJO: De nuevo traemos a imagen el címbalo creto-orientalizante hallado en la caverna


sagrada del Monte Ida (de Creta). Tímpano de bronce fechado en el siglo VIII a.C., perteneciente al
Museo Heraclion (expuesto hoy en remodelación, en sus vitrinas centrales últimas; agradeciendo al
mencionado museo nos permita divulgar su imágen). Muy importantes son los datos arriba
recogidos para conocer cómo pudieron ser las ceremonias de las grutas minóicas; pues tal como
afirma Diodoro Sículo (o Porfirio) los Misterios de Creta dieron origen a los griegos. Siendo los
primeros ancestrales, documentados arqueológicamente al menos a comienzos del II milenio
a.C.; parece que eran muy similares a sus réplicas posteriores helenas, pese a que en la isla de
Minos se celebraban de forma abierta y con libre asistencia de cuantos desearan iniciarse. En
todos los Misterios (griegos o minóicos) jugaba un papel importantísimo el sonido de
instrumentos metálicos, que recordarían a los Curetas y el simbolismo de las armas como un don
regalado por la tierra y el conocimiento. Habiendo sido con seguridad presididos por el golpe de
címbalos (como el que vemos en imagen) y el sonar del sistro. Gracias a lo que podemos imaginar
qué papel pudieron jugar estos grandes discos acústicos cuyo golpe de gong debía retumbar en
todo el templo; llegando quizás a atemorizar a los asistentes de esas ceremonias celebradas a
veces dentro de cavernas.

Si observamos con detenimiento la escena del tímpano del Ida, veremos a Zeus franqueado por
dos Curetas alados, que golpean escudos o tambores -que se han de suponer de bronce-. Como
sabemos, gracias a este ruido metálico hecho por los protectores del dios en la cueva, Cronos
no pudo oir el llanto del Zeus niño, salvándose así en su escondite del Ida sin ser comido por su
progenitor. Esos mitos, ritos y danzas debieron formar parte de los Misterios (primeros minóicos
y más tarde griegos), en los que el timbal de bronce hubo de tener una función primordial. Un
hecho similar se ha mantenido en gran parte de los rituales orientales (refiriéndonos a Asia), que
conservan el sentido sagrado del golpe de gong y que en Occidente quizás se ha trasladado a la
campana. Siendo la acústica del tambor de bronce cercana a la de nuestros platillos de orquesta,
que por su llamativo sonido Ramón Gómez de la Serna decía eran: "El Sol de la orquesta"
(refiriéndose al astro y a la quinta nota musical). Por cuanto comentamos, no es difícil imaginar el
efectismo de una ceremonia de iniciación, llevada a cabo en el interior de una cueva donde se
dan grandes golpes de címbalo o gong. Pretendiendo unir su estremecedor ruido al entrechocar
de las armas y escudos, símbolo de la guerra o de la danza de los guerreros previa a enfrentase
(Curetes) como recuerdo del dios Zeus salvado gracias a aquellos. Siendo fácil entender el
concepto de los soldados y forjadores que baten el cobre, como idea de protección de los más
indefensos del grupo; ello relacionado con el culto a la maternidad y a la cueva, al dios recién
nacido y a las madres y niños que se refugian en el interior de la caverna. Un escondite en la
tierra, símbolo del útero de la madre Gea, quien proporciona los alimentos (agrarios y
cultivados), los metales que nacen en la mina y la guardia segura en caso de guerra (3) .

AL LADO: Sistro fechado en periodo tardio -Ptolomaico- que representa a la diosa


Hathor junto dos cobras coronadas (perteneciente al Museo egipcio de El Cairo, al que
agradecemos nos permita divulgar su imagen). Este instrumento era símbolo de la diosa Isis y de
Hathor, divas cuya identificación es indiscutible. Presente en todas las ceremonias de aquellas
divinidades, al parecer su origen y significado se relacionaba con la serpiente, al ser su sonido
"sistreante" similar al de la culebra. De hecho, en este ejemplar vemos Hathor rodeada de cobras
y protegida por el llamado "Ureus" (las sierpes reales del Nilo). El sentido mistérico de los
idiófonos se ha conservado hasta nuestros días, tanto que las ceremonias sagradas de las
principales religiones comúnmente se acompañan con campañillas o con acústica de idio-
percusión metálica. Golpes de palmadas, cascabeles, gongs o campanas, cuyo sentido sacro se
relaciona con la intención de espantar o ahuyentar al maligno. Algo que al parecer lograban este
tipo de instrumentos con poderes apotropaicos; muy relacionados con los que en Egipto y en Grecia
se utilizaron en las ceremonias mistéricas. Para más información sobre el uso de idiófonos, ver
nuestros artículos: 74ª- HATHOR: EL SONIDO DE LA MANO QUE PROTEGE
pulsar http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/04/1-8.html y 75ª- LA PROTECCIÓN CON
SONIDO: IDIÓFONOS Y COLLARES COMO SUS INSTRUMENTOS
pulsar: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/04/1-1.html

ABAJO: Curiosísima sonaja hecha en barro impreso exciso, de unos cuatro centímetros de
tamaño y con bolitas en su interior. Hallada en Pintia (Padilla de Duero -Valladolid-) y fechada
entre los siglos IV al II a.C., apareció como otros muchos idiófonos de este tipo, en el interior de
una tumba vaccea de aquel yacimiento -agradecemos director de excavaciones de este
yacimiento (Profesor Carlos Sanz Mínguez) la gentileza de habernos mostrado las piezas de últimas
campañas, dejándonos tomar fotografias de las mismas y divulgarlas-. Como decimos, el poder de
los idiófonos y su importancia simbólica era tanta en todo el Mediterráneo y en el Occidente
Antiguo, que se introducían en el interior de las urnas funerarias entre los celtíberos. Su
significado está claramente ligado al valor religioso de estos instrumentos cuyo origen
ancestral pudiéramos encontrarlo en las primeras sonajas cerámicas fabricadas en Egipto
(entre el V y IV milenio a.C.). Sabiéndose que en el Nilo hace seis mil años se les otorgaba
poderes mágicos a estas cajitas similares a cascabeles de arcilla, cuyo valor sin duda debe
tener relación con la admiración y atracción que provocan en el recién nacido.

Como repetidamente hemos expuesto, el sonido de la maraca, la campanilla o el sistro, están


presentes en gran parte de las ceremonias iniciáticas (mágicas y religiosas) en todas las culturas. Por
lo que podríamos llegar a deducir que las sonajas celtíberas de Pintia -como la que vemos en
imagen bajo estas líneas- quizás son una copia en miniatura de algunos instrumentos mayores
usados por los vacceos, con los que celebraran sus rituales y funerales. Ello porque una gran
parte de los objetos que se hallan en las tumbas de este yacimiento "pintiano", son piezas
fabricadas en barro a tamaño minúsculo imitando modelos de objetos reales (utilizados en vida
entre los celtíberos). De este modo encontramos, joyas, vasos o bucinas hechas en cerámica y de tan
solo tres o cuatro de centímetros de longitud. Lo que nos lleva a pensar que estos sonajeros
fabricadas en barro imitando la talla incisa en madera, pudieran tratarse de una réplica enana
de algún tambor o caja acústica que durante su existencia usaban los enterrados en la
necrópolis de Pintia
AL LADO: Portada del estudio de Ascensión González Serrano "LOS
CASCABELEROS DE PLATA DEL MUSEO NACIONAL DE ARTES DECORATIVAS DE MADRID" (Madrid 1985).
En el que la investigadora publica diferentes idiófonos que el citado museo tiene entre sus fondos,
exponiendo las aplicaciones o utilidades que estos instrumentos tenían. De tal modo, en su página
26 nos dice textualmente: "usados por personas o colocados a los animales, cascabeles y
campanillas poseen esta doble función, bien mediatizada a través de su condición
sematológica, o de señal, o bien directa". Explicando que en el primer caso significan una señal de
presencia, como ocurría con el leproso que debía tocar la campanilla para dar aviso de su presencia
-o con los animales y niños a los que se cuelgan sonajas y cencerros para localizarlos-. Mientras en el
segundo caso, el sonido del cascabel o el idiófono realizaría "una función apotropaica o
disuasoria de los espíritus del mal. Esta función ha sido reconocida en los metales desde su
descubrimiento en la Edad del Bronce y aparece cristianizada, como decimos, en el rito de las
campanas" (SIC, pag. 26).

ABAJO: Figuras que presenta el mencionado estudio de Asunción González Serrano (antes
referido), donde podemos ver algunos cascabeleros de los siglos XVII y XVIII, del Museo de Artes
Decorativas madrileño. Observemos como tienen forma de sirena -o dragón quimera-, de
campanita, de jarrón y los hay igualmente con diseños de corona; sin faltar nunca las formas
semejantes a conchas, cuernecitos, manijas, altarcillos o angelitos. Estos colgantes, que hoy nos
pudieran parecer extraños; hasta bien entrado el siglo XIX eran imprescindibles; pendiendo del
cinto de los niñitos menores de cinco años para evitar la mortandad infantil. Ello, porque se
suponía que ahuyentaba a los malos espíritus y en especial al Mal de Ojo. Para más información
sobre el tema referido, consultar nuestros estudios: 53ª- DE FALOS, JOYAS Y OTRAS... "BOLLAS"
pulsar: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/09/1-8-9.html ; 54ª
pulsar: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/09/1-7.html y 55ª-
pulsar: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/09/1-8.html

AL LADO: Finalmente y en relación con Los Misterios, traemos de nuevo la imagen


del dios del lingote de Enkomi (Chipre) en reproducción que exhibe el Museo Arqueológico de
Sevilla -al que agradecemos nos permita divulgar la imagen-. Esta deidad extraña y de carácter
ctónica, se fecha por algunos en el 1600 a.C., mientras que otros investigadores prefieren
atrasar su datación al 1300 a.C.. Sea como fuere es idudablemente creto-
chipriota, perteneciente a la cultura minóica o micénica y por lo tanto coetanea al mito,
cultura y ritos del Zeus nacido en Creta y protegido por los Curetas en la cueva del
Ida. Presenta como curiosidad un lingote bajo sus pies del tipo piel de buey. Además se toca con
un casco de estilo Anatolio y con cuernos, tanto como un escudo corto y redondo (todo lo que
nos hace recordar al modo de vestir y armarse del Pueblo del Mar llamado Sardana, que parece
pudo ser el iniciador de los "sardos"). En anteriores artículos (precedentes a este) ya hemos
expuesto que su representación y simbolismo nos habla del carácter guerrero y telúrico de la
divinidad.

La esculturita fue hallada junto a forjas o talleres del bronce chipriotas, lo que definitivamente
le hizo ser catalogado como un divo del metal o un "schmied god". No solo por sus armas y casco,
sino sobre todo porque está elevado sobre uno de estos lingotes con forma de piel de toro (ver
ese detalle bajo los pies del idolillo). Talentos cúpreos semejantes a los pellejos que
curiosamente se comercializaban de forma preferente y a gran escala entre Chipre y la isla de
Cerdeña, entre los siglos XV y el XII a.C.. Ello llevaría a pensar que nuestra identificación como
un dios sardo-chipriota puede ser cierta. Por lo demás, su significación la habíamos comprendido
unida con la de los Curetas, e igualmente su simbología trasladada a los Misterios de Eleusis,
puede hacer ver que el sacerdote portador de la antorcha (Dáduco) está plenamente
relacionado con esta figura. No solo por su significado cercano al de los Dáktilos (Curetes o
Coribantes) sino también porque los asistentes para llegar a alcanzar la purficación, debían
recibir de ese Dáduco las pieles del animal sacrificado durante las ceremonias (que ponían bajo
ellos). Ritual que en el pie de foto siguiente tratamos de explicar.

ABAJO: De nuevo los dos Pectorales del Tesoro de El Carambolo (periodo orientalizante, hacia el
siglo VII a.C.; Tartessos), pero esta vez en fotografía del THE ILUSTRATED LONDON NEWS, tal
como lo publicó este diario londinense al poco de su hallazgo (en 1961) -imágenes tomadas del
Museo Arqueológico de Sevilla, al que agradecemos nos permita divulgarlas-. Ambas piezas de oro
puro ya hemos visto que guardan la forma sagrada creto-chipriota del lingote
cúpreo. Forma derivada en nuestra opinion primeramente desde el Labrys, que se transforma
en el siglo XIV a.C, en un diseño que concebía el metal como la pecunia: La riqueza; medida en
pellejos o cabezas de ganado. Muy curioso es que uno de los ceremoniales de purificación en Los
Misterios de Eleusis era situarse sobre la piel del animal sacrificado; ritual que oficiaba el
sacerdote de la antorcha (Dáduco). Ello pudiera relacionarse perfectamente con la simbología
del anterior dios del lingote de Enkomi, que se eleva sobre el talento en forma de pellejo, armado
y en posición de combatir. Siendo quizás esta actitud del idolillo un modo de demostrar el dominio
sobre el dinero, el metal y la pecunia (los animales, la riqueza y las armas); mostrando
que aquellos que las merecen son los que luchaban -o protegían- a la comunidad.

Pudiendo interpretarse esa posición del dios sobre el lingote piel de toro, como un intento
de mostrar que el fiero divo guerrero era por ello el dueño de las riquezas y de los metales. No
debiendo de extrañarnos que la ceremonia de iniciación eleusina en la que el Dáduco ponía las
pieles bajo los asistentes, tuviera una relación plena con este significado telúrico-bélico. Por lo
demás, que los reyes (o gobernantes) turdetanos (tartessios) tuvieran como broches estas piezas
de oro con la forma del talento creto-chipriota "piel de buey", refleja claramente dos cosas:
Primeramente la unión indicutible del Periodo Orientalizante al eje sardo egeo y al mundo
minoico-micenio. Una civilización nacida en el II milenio a.C. en Creta, "exportada" desde el siglo
XVI a.C. a Chipre y que pervivíó hasta el siglo IV a.C. en esta última isla. Habiendo logrado
expandir o dominar el comercio del bronce en el Egeo, que se transportaba en estos lingotes
cúpreos, primero hechos con forma de hachas y más tarde de pellejos. Un cobre que junto al
estaño occidental se llevaba a través de Cerdeña, exportándolos hasta el Oriente Mediteraneo
durante los siglos XIV al XI a.C.. ; procedente fundamentalmente del Atlántico (o de nuestra
Península). En segundo lugar, la aparición en Turdetania de estas formas sagradas relacionadas
con el Labrys y el lingote "piel de buey", idealizadas en un tesoro; indica claramente la unión y
comprensión por los tartessios del mundo ctónico y mistérico, relacionado con los metales que
venimos explicando.

2) El sacerdocio eleusino y comparación de sus rituales con los de otros templos (Efira):

Hemos realizado un "inciso" introduciendo varias imágenes, porque como el dicho bien expresa, más
se comprende en ellas que con mil palabras. De tal modo, creemos que ya podemos comenzar a
entender cómo eran estos rituales mistéricos, de los que nada o muy poco pudo transcender y
escribirse en su época (logrando hoy en día descubrirse, gracias a las excavaciones llevadas a
cabo en sus santuarios). Así pues y siguiendo el rastro que algunos arqueólogos e investigadores
han conseguido abrir entorno a esas secretas ceremonias, intentaremos explicarlas mejor.
Misterios que en Eleusis estaban guiados y oficiados por un sacerdote supremo denominado
Eumolpo, cuyo cargo era hereditario y que parece se mantuvo siempre en una misma linea.
Familia que afirmaba ser de origen divino y tracio, habiendo dirigido Eleusis desde sus comienzos
hasta su supresión tras la conversión romana al Cristianismo. Periodo que hubo de perdurar unos
mil años (comenzando hacia el siglo VIII a.C.), aunque sus "hierofantes" problamaban que llevaban
en el cargo antes del XVIII a.C.. Dictando desde allí el "secreto" compartido y jamás sin revelar por
aquellos asistentes milenarios, a los que por su silencio se les denominaba "mystaes" ( ) -
cuya etimología creemos procede de myjos () que significa "hondo, oculto, profundo", voz que a
su vez nacería de "muuo" () cuyo significado es "cerrar" y en especial "la boca" (de donde pudiera
prodecer el dicho de "no decir ni mu")-.

Consecuentemente, nadie podía divulgar lo que dentro de aquellos santuarios místicos se veía,
escuchaba o experimentaba; so pena de muerte. Pues todos los iniciados "sabían", en aquel
"telesterion" se veían y producían hechos sobrehumanos. Pudiendo contactarse allí con los
muertos invocados, teniéndose por seguro que espectros y fantasmas se aparecían a los
asistentes. Pese a ello, se produjo un terrible escándalo en el año 415 a.C., cuando en Atenas se
revelaron o violaron los secretos eleuisinos, llegando a celebrarse misterios en las villas y
banquetes privados. Condenando finalmente a muerte a estos ricos atenienses que habían roto el
pacto de silencio, y que habían "profanado" el santuario hasta el grado de realizar fuera del templo
sus rituales (por lo que nunca más volverían a divulgarse libremente los misterios) (4) .

Describe Carl A.P. Ruck estas apariciones y ritos que se representaban bajo tierra del siguiente
modo: "De pronto la cámara interior era abierta y los espíritus luminosos entraban en la
habitación -luces suaves al parecer no cargadas-; entre ellos el espíritu de Perséfone con su hijo
recién nacido, de regreso del Hades. La diosa llegaba al tiempo que el hierofante y alzaba su voz
en vetustas modulaciones reservadas para el misterio: -La reina terrible ha dado a luz a un hijo
terrible-. Este nacimiento del Señor del inframundo era acompañado por el bramido de un
instrumento semejante a un gong que para la estética audiencia sobrepasaba el sonido del trueno
más violento y procedía de las entrañas de la tierra" (5). De tal manera nos narra uno de los
autores del interesante libro EL CAMINO DE ELEUSIS, cómo culminaban los doce días de ceremonias;
jornadas que habían comenzado en el mar con el baño purificador junto al cerdito y que dos días
después daban paso a la entrada en la cueva. Internamiento en la caverna -o pozo dorado donde
Deméter perdió a su hija-, que se precedía de bailes donde se administraban bebedizos diversos,
que llevaban al éxtasis de los asistentes. Quienes parece llegaban eufóricos a la primera cámara de
iniciación donde desde su entrada hasta su salida continuaban ingiriendo el "blechon" -brebaje que
allí tomó Deméter para calmar sus ansias de encontrar a Perséfone-.

AL LADO: Denario en plata romano, de época republicana y


acuñado entre los años 225-210 a.C.. Representa un Jano Bifronte, dios que al principio de el
presente artículo decíamos se identificaba con la iniciación, el comercio, los metales, el
calendario, la vigilancia y la puerta hacia otros mundos (de allí su doble rostro). Su carácter por
lo tanto es puramente ctónico y telúrico, relacionándose de algún modo con una evolución de un
Hermes-Mercurio, unido a los poderes de los divos del metal, la agricultura y a los lares
domésticos. Pese a todo, en mi opinión personal este dios tan latino es una evolución de la bifaz
o del labrys, procediendo desde una forma idealizada del talento en diseño de hacha doble (o
del lingote piel de buey) como sacralización del ponderal pecuniario. Ello explica que al divo Jano
se le represente junto al barco (atributo del mercado y el transporte) y que figure en las monedas
romanas más antiguas. Comprendiéndose como una deidad derivada desde el "lingote pellejo de
bóvido" y de la bipenna, por lo que es el patrón más vinculado al cobre (tal como figura en los
ases acuñados en el Lacio).
ABAJO: Hachas de la Edad del Bronce halladas en Cangas de Onís, tal como se exponen en el
Museo Arqueológico de Oviedo (al que agradecemos nos permita divulgar su imagen). Estas serían
las primeras monedas o el patrón básico inicial con el que se comerciaría durante los milenios
transcurridos desde el Calcolítico hasta el comienzo de la Edad del Hierro (al menos en gran
parte del Mundo Mediterráneo). Un "patrón" basado en hachas que habría sido heredado desde el
Neolítico e incluso en el Paleolítico, donde en algunas zonas hubo un comercio bastante
organizado de esas bipennas (talladas o pulimentadas). Tras ello, Creta debió tomar esta
"medida" monetaria como fórmula de intercambio para el cobre y el bronce -que lograban
manufacturar o importar desde tierras lejanas-; imponiendo una religión en la que se veneraban
en la forma del Labrys (o bifaz).

En la segunda imagen de esta entrada veíamos un fresco pintado sobre el Sepulcro de Hagia
Triada (fechado hacia el siglo XIV a.C.) donde se observaba a una sacerdotisa adorando al
hacha doble, en cuyo extremo se situaba el ave sagrada de Creta. Escena que deja claro el
sentido pleno de la adoración de estas armas y totems, en un rito unido a la agricultura (ya que le
ofrecen libaciones y frutos). Todo lo que conforma y confirma el valor ctónico, telúrico o
místico y mistérico de la bipenna; relacionado con la maternidad y la tierra. A continuación
veremos que el laberinto (cuyo nombre procede de este hacha Labrys) también jugaba un papel
primordial en las iniciaciones y en los Misterios que estudiamos.

Concluiremos con algunos datos sobre diferentes templos que guardaron secretos similares a los
eleusinos y que han sido recientemente descubiertos, gracias a los arqueólogos que los excavaron a
fines del siglo XX. Pudiendo deducirse algunos de los ritos y puestas en escena de Eleusis, de lo
que hallaron por ejemplo en el Oráculo de Efira. Recinto sagrado situado a poca distancia de
Dodona (entre Itaca y Corfú) y que fuera estudiado durante los años setenta y ochenta por el
profesor heleno Sotiris Dakaris. Investigador que contaba con la amistad de Philipp
Vandenberg, escritor que recogió algunas de las principales conclusiones a las que llegó el
arqueólogo griego, resumiéndolas en la preciosa obra "El secreto de los oráculos" (6). Libro que relata
multiplicidad de anécdotas históricas, aportando interesantísimos datos sobre lo que fueron los
templos de vaticinio y misterios, en el Mundo Antiguo. Entre los que debemos hacer especial
mención al de Efira, por cuanto algunas de sus ceremonias mucho se parecían a las de Eleusis.

De tal manera, narra Vandemberg cómo su amigo Dakaris, tras llevar a cabo las excavaciones de
aquel recinto oracular comprendió que sus ceremonias se realizaban durante un periodo de
veintinueve días. Cuadro semanas y una jornada (ciclo igual a la duración del lunisolar) en la que el
iniciado era sometido a todo tipo de "tratamientos". "Terapias" o preparación entre las que
destacaban los baños helados y de sauna alternados, junto a la administración de bebedizos y
plantas que llevaban al neófito hasta el éxtasis (o el llamado sueño ritual). Escribiendo
textualmente: "Los negruzcos pedazos de hachís de los que Dakaris encontró montones, no dejan
lugar a dudas de que los consultantes del oráculo recibían `lo necesario´ para entrar en un
estado que favoreciera una especie de sueño oratorio. Aquí, bajo la tiera y cerca de los muertos,
el contacto con las fuerzas divinas les había de permitir tener sueños y revelaciones" (7). Cuanto
acabamos de leer es un proceso ceremonial muy semejante al que hubo de existir en Eleusis,
templo-caverna donde de un modo igual a Efira se adoraba a Perséfone y en el que también se
pretendía contactar con los difuntos por unos procedimientos que debieron ser muy
semejantes a lo que describe Vandemberg en sus anteriores frases.

Por su parte, Dakaris pudo argumentar que en este templo del que hablamos (tan cercano a la isla de
Ulises), se sometía durante las cuatro semanas al iniciado a baños calientes y gélidos en un
proceso de duermevela que se acompañaba con cánticos continuados, repetitivos y monótonos de
los sacerdotes que oficiaban las ceremonias. Tras ello y en el estado de éxtasis final producido por
la falta de luz, las duchas, el agotamiento, las "hierbas" y la alimentación; se le tomaba por un
brazo para llevarle hasta el infierno (el Hades). Camino que se recorría ayudado por los del
templo, quienes introducían al neófito en un laberinto excavado en el interior de la tierra, donde
decenas de pasillos y habitaciones, iban perdiendo al iniciado en su trayecto. Finalmente, agotado
y tras haber pasado más de un centenar de puertas, llegaba el asistente a un pozo o boquete
abierto en esta "mina"; lugar donde debía arrojar la sangre del animal que anteriormente habían
sacrificado en su honor y que portaban en una jarra. Allí, en este agujero del Hades se suponía
que el líquido derramado por la víctima propiciatoria llegaba hasta los dioses infernales (por lo
que con sumo cuidado se vertia en esa "boca del Averno").

La excavaciones mencionadas, pudieron llegar a abrir aquella habitación denominada "Hades" en la


que los oficiantes depositaban la sangre de los animales inmolados, hallando una cisterna formada
por una gran cámara de varios metros de altura y con techo en forma de cúpula. Guardando esta
"cisterna" interior, toneladas de mantillo correspondiente a restos secos allí depositados durante
siglos. Un vertido sanguinolento que tras ser enviado por este conducto al infierno, lograba que
los iniciados pudieran pasar a otra gran habitación donde contactaban con el Más Allá. Momento
en el que reunidos todos los concelebrantes, se producían juegos de sombras, luces y humos,
junto a la aparición en escena de un enorme caldero (que se supone estaba humeante o
hirviendo). Olla gigante que "flotaba" a través de un procedimiento mecánico en medio de la sala
y de la cual aparecían primero las manos, luego la cabeza y finalmente salía el cuerpo del
fantasma, que hablaba de forma terrible.
En este momento de pánico general, los cánticos y los sonidos de instrumentos diversos se
mezclaban con las luces y humos movidos por los oficiantes (para lograr impresionar a los
asistentes). Entonces los iniciados comenzaban a tener visiones, contactando con amigos o
familiares fallecidos. Instante en el que el profesor Dakaris cree que "un sacerdote cogía al
consutante del brazo y lo llevaba a través del laberinto hacia el largo corredor inaccesible (...) en
cuyo extremo se hallaba un cuarto pequeño destinado al último tratamiento" (sic) (8) . Siendo
esta habitación la de purificación que al parecer se debía practicar con azufre (dada las
cantidades de este mineral halladas en esta última sala). Después y una vez lavado en aguas
azufradas el asistente sería arrojado al exterior por los sacerdotes y a través de la puerta situada
detrás de aquella última sala. Quedando así, al aire libre, aterrorizado y cegado por la luz; trás
más de cuatro semanas de vivencias bajo tierra, en las que tan solo se había iluminado con
antorchas y en las que apenas había comido, ni dormido.

Por cuanto hemos ido relatando podemos comprender cual era el carácter y la función de estos
misterios, en ocasiones oraculares, en otras orgiásticos y las más rituales. Puesto que los Mystas se
dividían en Teletay que simplemente se referían a los ritos que debían cumplimentarse; en las Orgias
que suponían el transporte hacia el éxtasis de Dionisos y finalmente en los descritos, que eran
puramente Mistéricos (como el analizado de Eleusis, cuyo fundamento consistía en conocer los más
profundos secretos que no podían desvelarse). Pese a que para entender plenamente por qué
aquellas celebraciones como las de Efira y las eleusinas eran tan secretas, deberemos ampliar
más nuestro estudio. Algo que realizaremos en próximas entradas, donde analizaremos en
profundidad las razones que llevaban al secretismo en aquellas celebraciones, en las que se
pensaba los asistente bajaban hasta el Hades.

AL LADO: Sistro minóico fechado en la primera mitad II milenio


a.C., reproducción del Museo de Chania -- (al que agradecemos nos permita divulgar su
imagen). Estos instrumentos rituales realizados en barro y aparecidos en las tumbas cretenses con
más de tresmil quinientos años de antigüedad, son de algún modo parecidos a los idiófonos que
rituales que existen en todas las culturas. Incluso a las sonajas votivas que veíamos en las
urnas de la necrópolis de Pintia. Sin desear compararlos desde el punto de vista arqueológico, no
cabe duda que desde el antropològico o religioso mucho pueden relacionarse, ya que se trata de
un sonajero ritual cuyo valor se relaciona comúnmente en la mayor parte de las civilizaciones
con el nacimiento y la maternidad. Concretamente este sistro minóico debió ser muy similar a los
usados en los ritos de la Creta del II milenio a.C.; misterios que precedieron a los helenos que
hemos ido analizando.

ABAJO: Pintura de Hidria, detalle Nereidas que se lamentan junto a Aquiles muerto; el héroe en
su enterramiento por Tetis Hidria, cerámica de figuras negras fechada entre el 560–550 a.
C. (perteneciente al Museo del Louvre de Paris al que agradecemos nos permita divulgar su imagen).
Treamos esta preciosa pintura corintia para observar el dibujo del escudo hoplita griego en el que
aparece comúnmente el "Gorgoneo" (rostro horrible que deriva de la Gorgona). Faz cuya
fealdad era protectora y que en mi opinión es la personificación de la defensa por medio del
metal y por ende de lo apotropaico en la guerra. Algo que se relaciona con el ritual "gorgoneo"
que consistía en una danza o preliminar que los hoplitas griegos realizaban antes de luchar,
lanzando terribles gritos que simulaban la muerte o el dolor; poniendo los peores gestos, con el
fin de atemorizar al contrincante.

Por su parte, ese Gorgoneo igualmente estaría unido a la danza de los Curetas, quienes con el
entrechocar de sus armas y escudos consiguieron salvar a Zeus de Cronos. O lo que es lo mismo:
Lograr que la civilizavión helena (Zeus) perviviera al tiempo (Cronos) sin ser destruida por otras que
la invadieran. Algo que se consigue en parte gracias a su férreo armanento y a sus protecciones
fabricadas en el mejor bronce; cobre y estaño que traían principalmente del extremo Occidente
(Iberia), lugar habitado por la Gorgona. De lo cual se puede deducir que este figura mítica que
termina llamándose Medusa y con la que se crea la égida (coraza) de Atenea; es una fábula que
refiere a la protección en la guerra (bien sea apotropaica o por medio de escudos y armaduras
hechos con bronce atlántico). Todo lo que definitivamente une el mundo de la metalurgia con la
leyenda de la Gorgona y esta con el mundo ctónico, presidido por Deméter, la madre que
entrega o regala los frutos de la tierra. Riquezas entre las que se hallan esos metales; metales
que configuran el rostro de la Gorgona; Gorgona que representa el ritual o los medios de protegerse
en la guerra; guerra en la que los griegos realizaban su danza gorgoneia para amedrentar al
contrario, y amedrentamiento que aún hoy se procura por unos iguales medios (entre otros sirva
como ejemplo de Gorgoneo el famoso baile denominado "la Haka" neozelandesa: VER Haka maorí de
Nueva Zelanda http://es.wikipedia.org/wiki/Haka

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CITAS:

(1): Acerca de este hecho, conocido desde la más remota Antigüedad, he escrito varias veces. Tanto que en mi libro
"JUEGO DE LA OCA" (Fundación Joaquín Díaz, Valladolid 2005) denominé esa forma de navegación guiada por pájaros:
Ornitonáutica. Un método para orientarse que a todo ser humano se le ocurriría, bastanto transpotar palomas
mensajeras en el barco para poder saber dónde está el punto de retorno; habida cuenta que estas aves se dirigen al
lugar de partida en pocos metros desde su suelta. Del mismo modo, los córvidos -de una gran inteligencia y capaces
de alimentarse de la carroña marina durante una singladura larga-, una vez amaestrados para este fin y al ser
soltados en alta mar, parece que tienen la capacidad de salir del barco cuando saben que hay tierra próxima.
Regresando a la nave tras haber volado hasta las costas en muchas ocasiones, lo que da capacidad de orientar al
piloto (a estos hechos se refiere La Biblia cuando narra que Noé soltó palomas y un cuervo para saber si había
acabado El Diluvio).

(2): Diodoro Sículo (Biblioteca de la Historia); V, 77.

(3):
Importante es recordar al respecto que incluso en las últimas guerras del siglo XX, la población civil se refugiaba en
las cavernas de los montes. En el caso de Creta, muy famosa es la gruta de Melidoni donde en 1823 durante el
ataque de los otomanos a la isla, subieron a esta cueva 370 mujeres y niños huidos de varias ciudades. Finalmente
y ante la resistencia de los allí parapetados, los otomanos no pudiendo entrar, decidieron hacer fuego durante días en
su entrada; hasta que por ese procedimiento consiguieron acabar con todos los que en su interior se habían hecho
fuertes durante semanas.
(4):
Carl A.P. Ruck. EL CAMINO DE ELEUSIS, página 78 y ss. (F.C.E. México 1985).

(5): Parte del libro antes citado; capítulos redactados por Carl A.P. Ruck. EL CAMINO DE ELEUSIS, desde la página 78
y ss. (F.C.E. México 1985).

(6): EL SECRETO DE LOS ORÁCULOS, Philipp Vandemberg (Ed. Destino, Barcelona 1991)

(7): Op. cit. (6), pag 22

(8): Op. cit. (6), pag 27


LOS MISTERIOS ELEUSINOS: Métodos y significados de la
iniciación (De "Lo invisible en la mitología": Los bueyes de
Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte LXIII).
Publicado por Angel Gómez-Morán Santafé
en TARTESSOS Y LO INVISIBLE EN EL ARTE (24/08/2012)

A JOAQUÍN DIAZ, GRANDE DE LA ETNOGRAFÍA; QUE AMÓ, CUIDÓ Y HA MEJORADO A SU PUEBLO


(Urueña, Castilla y León), TANTO O MÁS DE LO QUE PUDO HACER EL MISMO DEMÓFILO -Demófilo (el
amante del pueblo): Antonio Machado padre, uno de los primeros estudiosos de las costumbres populares, al que
tanto admiraba mi bisabuelo y a quien tuvo el honor de relevar en su trabajo-.

Esta entrada es continuación de las anteriores. Recomendándose la lectura previa de aquellas que le preceden, para una
comprensión plena de cuanto exponemos en ella.

AL LADO: Comenzábamos nuestro anterior artículo hablando sobre la figura


de este Jano Brifronte hallado hace algunos años en Pintia -Padilla de Duero- por los profesores Carlos
Sanz Mínguez y Fernando Romero Carnicero (agradecemos a la Revista Vaccea y al Centro de estudios
Federico Wattenberg, nos permitan divulgar la imagen de esta pieza en pasta vítrea fechada hacia el 75
a.C.). Llegando a la conclusión de que se trataba de un claro ejemplo de síncresis religiosa y también
afirmando que el dios Jano como divinidad -en nuestra opinión- tenía su origen en el hacha doble
sagrada. Bifaz que en la Creta minoica fue el símbolo máximo de adoración, venerada conforme la
interpretamos por su relación con el fuego, la protección y la riqueza. Conceptos ligados a los metales
que significaban por entonces: La defensa y el dinero (tanto como la luz y el calor, al ser trabajado el
bronce a través del fuego y la inteligencia).

Ideas que concedieron unos cultos telúricos, agrarios y místicos a estas armas relacionadas con la
Diosa Madre (Dea Mater = Deméter) y que en Creta se vinculaban solo a figuras de mujer; en la forma
de deidades femeninas o de sus sacerdotisas. Pese a todo, el origen de este símbolo estuvo con
seguridad en la minería y la metalurgia, habida cuenta que significaban el cobre o el estaño que
proporcionaban la defensa, pero a su vez recordaban los martillos de mina -esenciales para el trabajo
en galerías y la obtención de mineral-. De la importancia de estas Labrys minóicas y de su
transformación a lo largo de los siglos, dedujimos que pudo nacer el dios romano Jano como una
personificación de aquellas (de ello, que fuera "bifaz"). Deidad que de seguro mucho hubo de relacionarse
con el llamado Júpiter Lápidus y que podríamos traducir desde el "latín" ancestral como: "La piedra,
Padre de la Unión" (Iu-Pater, lapis). Forma de adoración a una de las más antiguas divinidades
romanas que se representaba en una bipenna. Hacha pétrea sobre la que se juraban los cargos en El
Capitolio; probablemente de época neolítica y conservada ancestralmente de forma hereditaria entre las
familias más antiguas latinas (quizás desde tiempos en los que aún se usaban para las labores del campo
o para la guerra).

Consecuentemente, ese Júpiter Lápidos que sin lugar a dudas es un hacha doble (o Labrys lítea) y
que a mi modo de ver es el antecesor del bifaz Jano; igualmente consideramos se relacionaba
plenamente con el Zeus Labraunda. Un Zeus de origen lidio-cretense, adorado entre los
helenos, representado con el hacha doble en una de sus manos y una flor de loto en la otra (en lugar
de su característico rayo). Ideas que nos introducen en el tema que en la presente entrada trataremos y
que pretenderemos desarrollar con cierta erudición, para poder llegar a comprender lo que fueron los
cultos ctónicos y su relación con la simbología de los orígenes de Eleusis -que como sabemos se esconden
en los "Misterios" de Creta-.

ABAJO: Entrada de una mina en la Antigüedad, tal como se reproduce en el Museo Arqueológico de
Oviedo (al que agradecemos nos permita divulgar su imagen). Observando esta fotografía nos será muy
fácil comprender como aquellas galerías excavadas se identificaban con la entrada del infierno, o
con las cavernas naturales donde habitaban los dioses. Cuevas que sabemos fueron utilizadas como
viviendas en los tiempos más remotos, pero que más tarde se usaron como templos. Lugar de culto
que se manifiesta en el Magdaleniense (pintando o grabando sus paredes con símbolos, figuras y
animales), aunque su significado sagrado ha permanecido a lo largo de toda la Historia. Puesto que el uso
más importante que siempre tuvieron las grutas fue el de refugio para la población, ocultándose en
ellas los lugareños al verse asediados. Todo lo que concedió a las cuevas el carácter de
emplazamiento venerado, vinculado comunemente a victorias o a guerras en las que aquellos refugios
de la montaña tuvieron una importancia primordial.

Un similar uso hemos de suponer que igualmente debió darse a las minas, que a modo de
catacumbas serían el mejor lugar para guarecerse o huir. Siendo en la Antigüedad casi indispensable
situar las urbes o las grandes ciudades en un emplazamiento cercano a unas cuevas (artificiales o
naturales), con el fin de poder ocultar allí a la población civil y salvarla de los asaltantes. Todo lo que
identificaría claramente las cavernas o las grutas excavadas, con el bien y la protección. Un hecho
que cobraría mayor sentido en la Edad de los Metales, época en que se precisó crear galerías
artificiales y excavadas para obtenerlos. Todo lo que reafirmaría los cultos ancestrales de la cueva con
el de la madre que protege; veneración que ya vimos en el Paleolítico y Neolítico, al identificar la gruta
con el útero materno y el hogar. Generándose al menos desde la Edad del Bronce, ritos celebrados en
cavernas que se definirían con un pleno sentido ctónico o telúrico, conectando los poderes de la
Madre Tierra con los de la agricultura, las riquezas, el bien o el refugio.
Lo que unía -como hemos visto- la minería con el cultivo, tanto como los astros con el calendario
agrario, a la vez que asimilaría el trabajo para la plantación con la obtención del metal en la
tierra. Condediendo a muchos de los objetos imprescindibles para la minería, un sentido
religioso que sincretizaba el bien con el mal, bajo la idea de que las armas servían tanto para matar
como para proteger; para esclavizar y para gobernar; a la vez que podían usarse para liberar y para
subyugar. Todo cuanto pudo representarse en el hacha de doble filo (bifaz) que en sí misma recuerda
al martillo de minero. Mazas pétreas de gran tamaño con las que antiguamente los hombres que
trabajaban los yacimientos, golpealdo el terreno para abrirlo y excavar galerías. Hechos que
identificarían esas grandes armas de dos caras (o filos) con el mundo subterráneo y el poder de los
metales. Símbolo que consideramos fue conformado en el Labrys de Creta, que luego paso a ser el
hacha de los dioses del metal y hasta el martillo de Thor, cuyo sentido mistérico pudo ser similar al
nuestra "maceta de cantero". Diseño de un mazo doble que increíblemente llegó hasta los tiempos
modernos con un igual secretismo iniciático, relacionando el trabajo de la piedra (o de la mina) con las
labores espirituales más complejas y duras.

En nuestros anteriores artículos hemos ido exponiendo y analizando aquello que pudieron ser los Misterios
helenos -fundamentalmente los eleusinos-, tanto como algunos de sus orígenes y significados. Pese todo
aún nos quedarán muchas dudas acerca de su hermetismo y el absoluto mantenimiento en secreto de sus
ceremonias (sin revelar durante casi un milenio). Diez siglos, en los que de aquellas mistéricas religiones
celebraron sus festivales y en los que apenas hubo unos pocos que pudieron desvelar algo sobre su
contenido. Recordándose de ello, que tan solo hacia el año 415 a.C. un puñado de ricos atenienses
quebrantaron la obligación de no hablar acerca de lo visto y oído en el interior del templo de Eleusis;
llegando a transmitirlos e incluso a celebrarlos en sus domicilios. Hechos estos, que costaron la pena
capital a los quebrantadores del "mistas" y la ruina a sus familias. Algo que nos obliga a plantearnos
por qué y cómo hubo tal secretismo en los Misterios helenos; tanto que se llegaba a castigar con la
muerte a quienes los que los descubrieran. Logrando mantenerlos "herméticos" desde el siglo VII a.C. -en
que se tiene constancia que comenzaron-, hasta su erradicación (con la conversión al Cristianismo del
Imperio, que prohibe la celebración de estos rituales).

Evidentemente todo ello constituye uno de los problemas sin resolver por la Historia, siendo un tema
quizás similar al que plantean muchos de los conocimientos transmitidos secretamente, que no podían
escribirse ni divulgarse (por ser "propiedad y patente" de un templo, de una casta o de un familia). Aunque
en el caso de aquella sabiduría enseñada a unos elegidos, cuya transmisión libre o redacción no se
permitía, nos es muy fácil entender las razones de su secretismo: Pues la lógica explica que si a todos se
hace partícipe de los Secretos de Estado, la Sociedad queda indefensa. Como ejemplo de ello en la
Antigüedad, diremos que eran celosamente guardados: El modo de obtener las armas más perfectas o
del lugar donde estaban los yacimientos del metal que las hacían. Evitándose dar a conocer las rutas
comerciales o el modo de alcanzar las mejores minas, tanto como las fórmulas del la fragua y la forja.
Ello porque de divulgarse libremente, la Sociedad quedaría en un evidente peligro. De tal manera, nos
es sencillo comprender porqué en Egipto los conocimientos matemáticos y astronómicos eran el feudo de
una casta (principalmente sacerdotal), no permitiendo escribirse gran parte de aquellos. Habida cuenta
que el arte de guiarse por el desierto, de hallar allí agua, de interpretar y crear mapas o de encontrar las
ciudades y lugares habitados en medio de las arenas; debía estar tan solo en manos de aquellos que no los
vendieran o facilitaran al enemigo.

Pese lo que exponemos en el párrafo anterior, ello no resuelve ni explica el caso de los
Misterios. Puesto que no es lo mismo prohibir la divulgación de los secretos de astronomía, con el fin
de impedir que personas ajenas "al grupo" crucen por sí mismas el desierto (o que lleguen a nuestras
poblaciones ciudadanos de países enemigos). Que obligar a permanecer en silencio sobre lo que se hace
en unas simples ceremonias religiosas en la que se pretendía contactar con los difuntos. Rituales a los
que además asistía gran número de personas y que incluso se celebraban en "masa", siendo casi
obligatorio ir a ellos para integrarse en la Sociedad (en la ateniense, entre otras). Por todo lo que en
nuestro artículo de hoy nos planteamos: Qué enseñanzas o vivencias tan místericas hubieron de
divulgarse en el interior de templos -como el de Eleusis-. Y si pudieron aquellos festivales ser tan
importantes o fundamentales para el grupo (las ciudades-estado helenas), como para llegar a castigar
con la pena capital su revelación a ajenos.

Algo que para resolver o entender mejor, nos obliga a regresar de nuevo al libro repetidamente citado y
que trata sobre los misterios eleusinos (EL CAMINO DE ELEUSIS) (1) . Estudio donde podemos hallar
algunas claves que desvelen la importancia de lo que se celebraba en aquella galería excavada en
forma de templo. Trabajo que mantiene la tesis de que los asistentes llegaban al éxtasis, al ingerir en
los ritos mistéricos un bebedizo producido con cebada que contenía cornezuelo de cereal
fermentado. Cornezuelo que se produce en la naturaleza, pero que también puede lograrse por efecto de
"oxidación", llegando a generar el llamado "claviceps purpúrea" (muy común en el centeno). Unos
"hongos" que nacen en la espiga de la cebada y de otros cereales -al humedecerlo-, que al ser ingeridos
en una cantidad suficiente provocan alucinaciones o estados de exaltación. Siendo común su aparición
en toda plantación y recolección de trigo, cebada o centeno, en las que no se cuide bien su secado (o no
se discriminen las espigas "enfermas").

Debido a ello, es sobradamente conocido como hasta no hace mucho, la Orden monacal de San Antonio
tenía por misión cuidar de quienes habían comido panes en mal estado durante un largo periodo de
tiempo. Ingesta de harinas con cornezuelo que provocaba una enfermedad conocida como "fuegos de
San Antón" (por aquellos mojes que la trataban) y que consistía en fiebres y dolencias
permanentes. Ergotismo que por entonces era incurable y que llevaba a la mayoría de los afectados
hasta muerte, tras unas terribles dolencias en las que el que la sufría sentía que le ardían partes del
cuerpo -miembros que llegaban a secarse y desprenderse del tronco, por efecto del envenenamiento con
aquel cornezuelo-. Hablando de esta enfermedad con uno de los mejores especialistas en etnografía
(Joaquín Diaz), no solo me expuso el gran índice de intoxicación por ella que hubo en la España anterior
al siglo XIX, sinó que fue explicándome muchos de los terribles síntomas que se producían. Temiéndose
aquellos fuegos de San Antón de forma especial entre las clases más pobres, que los sufrían por no
limpiar las espigas afectadas del cornezuelo (ya que hasta hace apenas ciento cincuenta años no fue
descrito y determinado por la medicina su origen en ese claviceps) (2) .

Pero dejando al margen la enfermedad adquirida por la toma continuada de el cornezuelo, narra Ruck en
el libro antes citado (ver 1) que este "enteógeno" era el que se administraba a la parturientas hasta el
siglo XIX. Tanto que el tratado médico del doctor alemán Lonitzer habla en 1582 de que se suminstraba el
"claviceps púpurea" a las mujeres que daban a luz, con el fin de provocarles el parto, reducir la
hemorragia y evitar los dolores (3) . Un "hongo" o "droga" que la ciencia ha demostrado recientemente,
sirve para reducir la hemorragia postparto y que sobre todo actúa como alucinógeno de ingerirse en
una cantidad suficiente (4) . Todo lo que nos obliga a plantear, si tendrían un "segundo secreto"
aquellos Misterios griegos, en los que miles de personas entraban en éxtasis tras haber bebido
determinados "caldos" y llevar varios días en un templo bajo tierra.

Celebraciones herméticas que se basaron en unir los "brebajes" y sacrificios rituales, a semanas de vida
iniciática encerrados en cuevas o galerías excavadas; donse se sometía al neófito a sesiones de baños
fríos y calientes, con saunas y aguas gélidas a la vez. Todo ello, "oficiado" en grutas o templos sin luz,
iluminándose solo con velas y acompañádose el "festival" con músicas, cánticos, teatro de sombras,
juegos fantasmagóricos y supuestas apariciones de las ánimas. Realizando los sacerdotes estos oráculos
o misterios, durante semanas en las que apenas se comía, ni se podía ver la luz; obligando a los
asistentes a realizar continuos sacrificios de animales, en los que la sangre de la víctima inmolada
tenía una función iniciática fundamental. Haciendo creer al neófito que gracias aquel líquido derramado
por la víctima propiciatoria, se lograba revivir a los muertos (sacrificando normalmente cerdos, ovinos o
bovinos, a los que llamaban PHARMAKON, como si de un "medicamento" espiritual se tratara). Por todo lo
que durante esas celebraciones, los fieles pensaban que entraban en el mismo infierno; lugar en el
que serían capaces de contactar con los difuntos -a quienes la gran mayoría de los iniciados aseguraban
haber visto, tras salir del mistérico trance-.
AL LADO: Pieza de bronce de un lampadario o quemaperfumes que el Museo
Arqueológico de Sevilla describe como "de tipología Chipriota" (agradecemos a este museo, nos permita
divulgar la imagen). De procedencia desconocida, se fecha en el siglo VII a.C. ; en el Periodo
Orientalizante o Tartessio Algo que explica la tan acertada catalogación de "tipología chipriota"; pues la
cultura turdetana nace fundamentalmente por influencia cretochipriota -al menos en mi opinión-.

Lo que decimos y referido a este bronce, puede comprobarse en los magníficos estudios de profesores
como Javier Jiménez Ávila; uno de los mejores especialistas en toréutica occidental. Quien escribe
que este tipo de remaches y adornos con forma de lo que denomina "gallolas engallonadas" son de
influencia chipriota. Fabricándose casi de forma igual en aquella isla entre los siglos IX al VI a.C.,
que en el Tartessos del siglo VII y VI a.C.. Bronces con "gallolas" que se han hallado en los yacimientos
de Tartessos y de Chipre, aunque también podemos encontrar ejemplares casi idénticos y de una misma
época, en Cerdeña -al igual que en algunas zonas de Italia y de Grecia continental-.

En lo que se refiere al adorno representado, denominado gallolas engallonadas; creemos firmemente


que se trata de la flor del opio. Decoración que ya hemos visto en varios objetos micénicos y en
especial en la famosa "diosa de las adormideras" de Creta (consultar entradas previas a esta); tanto
como en diversos vasos y cerámicas pertenecientas a culturas cercanas a la minóica. Todo lo que nos
hace afirmar que aquellas que lucen las deidades -o sacerdotisas- cretenses, y las de estos bronces
tartessios o chipriotas; son sublimaciones de esa planta con poderes narcóticos. Flores del cáñamo
adoradas en la Antigüedad debido a sus propiedades como anestésico y enteógeno. Ya que por medio
de su igesta o inhalación, podrían operar al enfermo o conseguir que superase grandes crisis de
dolor, tanto como servirían para entrar en trance durante ciertas ceremonias.

En la presente entrada tratamos sobre estas plantas narcóticas y su veneración, a la vez que nos
planteamos sus usos médicos. En referencia a Tartessos y ante este bronce (que seguramente es
parte de un quemapefumes decorado con formas de adormidera); todo nos obliga a plantearnos que
aquellos cultos de origen cretochipriota habían llegado a nuestras tierras en el siglo VII a.C.. Siendo
practicados y bien conocios en la Turdetania, los rituales de iniciación ctónica de tipo minóica o lidia (tan
similares a los de Eleusis). Religiones que hubieron de llegar y divulgarse gracias a los metalúrgios
venidos del Egeo; quienes con toda seguridad traerían a Tartessos sus deidades y sus celebraciones.
Por ser todo ello indispensable para crear una ciudadanía con valores afines, con la que lograr comerciar.
Comprendiéndose así que aquellas religiones importadas desde el Egeo y Oriente Medio, hasta Occidente;
sirvieron para llegar a civilizar y lograr en común una cultura, que les permitiera: Primero comerciar y
luego establecerse.

ABAJO: Extraña figura representada sobre una ménsula del claustro de la Catedral de Oviedo (a la que
agradecemos nos permita divulgar su imagen), En ella vemos un hombre semidesnudo, con las piernas
abiertas y que sujeta un pez gigante. Curiosamente, observándolo detenidamente veremos que entre
lo que parecen sus calzones, figura claramente esculpido el sexo con el pene erecto. Si
preguntásemos a un especialista en iconografía sobre su significado, probablemente nos diría que se
trata de una metáfora de "la lujuria", que en tiempos del románico y del gótico temprano se
representaba como la persona unida a serpientes, bactracios y peces. El simbolismo de la sierpe
relacionada con el falo nos es muy fácil comprederlo (tanto que la psicología "freudiana" así lo explica).
De igual modo es sencillo entender que los excesos en lujuria se representaran como hombres y mujeres
desnudos junto a sapos y lagartos; al considerar aquel comportamiento igual de indigno (o asqueroso) que
el contacto corporal con un bactracio -o un reptil-. Por último, el pez se unía ancestralmente a los
anteriores animales de simbología acuática y sexual; tanto que ya desde el Antiguo Egipto sus sacerdotes
no comían pescado del Nilo, por haber engullido estos el pene del dios Osiris (concretamente el
Oxirrinco).

Pese a ello, muchos otros expertos en iconografía podrían decirnos que el abajo representado es una
figura mítica o más bien un Jonás, cargando con con el gran "ictio" que lo tragó. Escultura que nos
"explicaría" cómo aquel lamentable trance de ser comido y devuelto en el mar, se debió a una culpa
lujuriosa, y de allí su erección (aunque realmente, Jonás fue "castigado" por no ir a Nínive y encaminarse
hacia Tarshis). Por último una explicación más "mistica" buscaría argumenar que se trata de una
representación calendárica de "Piscis"; mes zodiacal en el que acababa el año agrario y comenzaba la
época de cosechar. Y la itifalia del que sujeta al "ictio" se debe a que durante aquel tiempo del pez (que
hoy se corresponde con febrero-marzo) se celebraban las fiestas dedicadas a la fecundidad y al
cultivo. Fechas que hoy se recuerdan tan solo en el Carnaval, pero que en época greco-romana
comprendía los festivales más libidinosos y orgiásticos de cuantos había. Celebrándose esas bacanales en
días cercanos a los Idus de Marzo; destacando entre sus fiestas por ejemplo, las Liberalias, el Páter
Líbero o las Tesmoforias.

No quisiéramos dejar de exponer un posible último significado, que también nos viene a la mente (al
ver esta esculturita del claustro principal de Oviedo). Ella es la posibilidad de que el pene levantado
hubiera sido labrado posteriormente (como parece) y consistiera en un chiste o un chascarrillo, para
ser enseñado como una adivinanza de las representaciones de la lujuria. Preguntando a quienes la
observaran, el motivo de la itifalia y siendo su respuesta la de que el hombre está agarrando un
"pezón" (un gran pez...) y de allí su erección. Ello, porque antiguamente la risa y la sonrisa servía
para filosofar o pensar y no solo para divertir -como hoy en día sucede-. Siendo una verdadera
tristeza y una gran pérdida cultural que el hecho de reir haya quedado tan solo como un mero acto de
entretenimiento. Puesto que cientos -o miles- de años atrás, esa capacidad de hacer sonreír se
identificaba con la transmisión de la felicidad junto a la cultura, y por ende con el mensaje del bien y de
la sabiduría (aunque hoy tan solo se utilice para "pasar el rato").

Tristemente algo muy parecido le ha sucedido a la Música y las celebraciones de danza y "jolgorio",
que antaño se utilizaban para alegrar, pero también con el fin de cultivar, hacer pensar y
filosofar. Unos sonidos que en nuestros días han quedado tan solo como un "chunda-chunda" usado
comúnmente para "menear el esqueleto" (lo que tan solo ejercita el cuerpo, eliminando toda gimnasia
mental, secreto o enigma, de este arte temporal). En el presente artículo, venimos tratando sobre
"Los Misterios" eleusinos, entre lo que se hallaban algunos que descubrieron en su libro "EL CAMINO
DE ELEUSIS" Gordon, Ruck y Hofmann. Quienes llegaron a la conclusión del uso de alucilógenos (bajo
la disculpa de "fines místicos") en estas reuniones secretas, en las que los asistentes sufrían
transformaciones y creían haber visitado el Más Allá.

Unos misterios y festivales que no difieren tanto de la forma moderna de diversión, en el que
muchos utilizan alucinógenos para entretenerse cuando se hallan en un ambiente parecido al
mistérico antiguo. En el que a través de luces y fuertes músicas (acompañadas de bailes rítmicos)
logran lo que hace miles de años se consideraba un éxtasis. Aunque hoy se sabe que este es un
proceso psicotrópico, totalmente artificial, ajeno a todo lo místico y sin ninguna relación con procesos
intelectuales ni menos espirituales. Una "filfa" o un timo que pretende ser una evasión y tan solo
constituye una cárcel de la que el hombre parece no poder (o no querer) salir.
Pero continuando con estas ceremonias helenas secretas, de origen micenio o lidio y de las que
apenas conocemos lo que en ellas sucedía. Tan solo sabemos sobre aquellas lo que nos ha llegado a
través de unos pocos himnos o cánticos (como el "Homérico a Deméter" -que nos ha proporcionado algunos
datos sobre sus rituales-) y lo que la arqueología encontró. Oficios y celebraciones, que sobre todo
gracias a las nuevas excavaciones, hemos podido ir ampliando y deduciendo. Resultando en todo
ello de gran importancia, llegar explicar el "porqué" del sentido secreto y hasta divino de aquellos
narcóticos que se suministraban y consumían en los Misterios (con o sin conocimiento de los
asistentes). Razones que consideran muchos expertos en chamanismo y antiguas religiones, se debe a
la necesidad de llevar al iniciado hasta el estado de trance, para provocarle una situación de
insconsciencia psíquica en el cual pudiera contactar con su interior. Un éxtasis llamado "inter-nos"
("dentro de nos"), cuyo sentido se tenía realmente por el "infier-nos", habida cuenta que las voces que
designan este mundo de la ánimas proceden de la etimología que significa simplemente "el interior
nuestro". Un concepto de "averno" como "interior" al hombre y que nada tiene que ver con el infernal
castigo de las almas en pena, que posteriormente el cristianismo explica. Ya que en la Antigüedad se
consideraba que el Hades (o Averno ) era simplemente la morada de los muertos, a la que
curiosamente podía accederse a través de interiorizar nuestro estado... . Como si el moderno
psicoanálisis, o la auto-reflexión y el estudio de uno mismo, pudiera llegar a ser para los antiguos algo tan
importante que le llegara a contactar con el Mas Allá, sacando al aire lo terrible, demoniaco e infernal
que lleva el hombre en sus entrañas...

Debido a todo lo que el sacerdocio de Eleusis y su iniciación se relacionaba necesariamente con la


ninfa Pharmaceia; cuyo nombre evoca el medicamento, pero sobre todo estaba relacionado con el
sacrificio propiciatorio, que se denominaba de forma igual. Como si aquella inmolación fuera una
medicina espiritual; "pharmacopea" que a su vez tuvo para los helenos un significado relacionado con
las pócimas narcóticas -habida cuenta de que en la Antigüedad droga y farmacopea eran una misma
palabra-. Acerca de ello Jose Alfredo González Celdrán en su interesante libro "HOMBRES DIOSES Y
HONGOS" (5) relata el mito de Hércules y su bajada a los infiernos; explicando los motivos que tenía el
héroe para iniciarse antes de encaminarse hacia Hades. Recogiendo que cuando Euristeo obliga a
Herakles a atrapar al can Cerbero que guardaba la entrada del reino de los muertos, este tuvo que ir
previamente a Eleusis (6) . Allí se llegó ante Eumolpo, al que se supone el creador o primer sacerdote
de aquellos misterios eleusinos; y donde cree el autor del libro, que el héroe solicitó una droga al
templo. Enteógeno que considera González Celdrán, se corresponde con el cornezuelo de cebada, que
afirmaban Hofmann, Ruck y Gordon Wasson (en su libro ya citado) era suministrado como alucinógeno en
las celebraciones de Eleusis.

Un brevaje que en griego se decía "kikeón" () cuyo nombre nos recuerda mucho a otras dos
palabras helenas como son "kikus" () cuyo significado es "fuerza" y a "kikjano" (), que se
traduce por "alcanzar". Por todo lo que nos parece -dado su origen y etimología-, que esta "mezcla" o
"brevaje" llamada "kikeón" era -a mi entender- lo que podemos interpretar como una "poción mágica",
o una droga que hacía invencible a los guerreros. Hecho este por el cual se explica -a mi modo de ver-
que debiera ir Heracles a Eleusis a tomarla, antes de encaminarse hacia los infiernos. Ya hemos dicho
que en opinión de los autores antes mencionados (J.A. González Cedrán, siguendo a Hofmann, Ruck y
Gordon) aquel mistérico líquido que se ingería en las ceremonias de Deméter, fue principalmente
cornezuelo de cereal -mezclado con agua de cebada y menta-. Algo en lo que en parte estoy de
acuerdo, aunque esta conclusión no resuelve del todo el misterio; puesto que de nada sirve caer en el
trance del "claviceps purpúrea" para realmente tener el poder de llegar a los infiernos y hacerse con
el temidísimo Cancerbero. Un trabajo de enorme dificultad y útimo del tebano, ya que debe luchar
contra aquel sin armas. Misión para la que Herakles se prepara en Eleusis; de lo que hemos de deducir
en aquel templo se contenía el secreto de otros "productos farmacopeos" mucho más útiles para un
guererro... (al menos, esta es mi teoría).

AL LADO: Quemaperfumes procedente de necrópolis de la Joya y perteneciente al


Museo de Huelva -al que agradecemos nos permita divulgar su imágen-, fechado en el siglo VII a.C.
(tartessio) -para quienes "se oponen" a Tartesos (o Tartessos) y nos "les gusta" este nombre (que
tristemente abundan) diremos que es "del Periodo turdetano Orientalizante" y que para el caso es lo
mismo-. Lleva en su centro lo que comúnmente se llama "gallolas" y que yo identifico con la flor del
opio. Sin lugar a dudas y en mi opinión, este que vemos se trataría de un objeto usado para rituales
ctónicos sirviendo como incensario. Celebraciones en las que probablemente se quemaran las hojas
o resinas del cáñamo (similares a las aparecen en muchos de los santuarios griegos). No se han hallado
estas bolas de ceniza de hachís -presentes en los oráculos helenos-, entre los templos y recintos
sagrados tartessios; lo que hace deducir que no usaron de manera igual estas drogas, teniendo otros
modos de "euforizar" sus celeraciones (quizás a través del humo de la flor de la adormidera o
quemando el extracto de sus resinas).

ABAJO: Jarra con las llamadas "gallolas engallonadas", procedente de necrópolis de la Joya y
perteneciente al Museo de Huelva (al que agradecemos nos permita divulgar su imágen). Se fecha en el
siglo VII a.C. y es puramente tartessia (u orientalizante). Como decimos y en mi opinión, estos
adornos son flores de adormideras; diseño que podemos comparar perfectamente con diosas del opio
cretense o las jarras micénias donde se representa esta planta anestesiante. Ello implica que el
utensilio sirvió o estaba ligado a los cultos ctónicos, de la madre tierra; pero sobre todo a los
narcoticos como sistema de iniciación. Pues aúnque a Orfeo, a Baco y a Dionisos se les relaciona
fundamentalmente con el vino; los cultos órficos, báquico-dionisiacos (y sobre todo los telúricos), se
unían a unos estados de mayor insconsciencia, más propios de la ingesta de otros euforizantes o
"medicamentos" (que sin lugar a duda eran drogas).

Referido a ello, la arqueología ha hallado en estos grandes santuarios mistéricos -como el de Efira-
grandes bolas de cannabis quemado (principalmente hachís) (7) . Algo que ya sí nos explica un posible
uso para la guerra de las drogas (como anestésico o euforizante). Tanto como se correspondería con
las decoraciones que mencionábamos arriba, de los muchos quemaperfumes y en las diosas o
cerámicas cretochipriotas (tanto como en Tartessos); donde vemos repetidamente representadas
flores de adormideras. Unos adornos cuya forma recuerda totalmente al opio y que
curiosamente desaparecen en época griega. Este es un hecho extraño y que posiblemente se deba a ya
entre los helenos se escondiera el verdadero origen de aquellas secretas pócimas (que podían dar gran
euforia a los soldados en batalla, ayudar a curar heridas o a no sentirlas).

Todo lo que personalmente me lleva a pensar que la droga femenina (usada para los partos), fuera el
mencionado cornezuelo y que por ello se suministraba en los cultos de la diosa madre (Dea Mater =
Deméter). Pese a lo que hubo de existir algunas otras pócimas mucho más útiles para los ejércitos;
siendo aquellas también ocultadas al tenerse por verdaderos "secretos militares" (o de la ciudad-
estado). Lo que narramos podría explicar la imposibilidad de asistir entre los extranjeros a los Grandes
Misterios, habida cuenta que pudiera transcender a los ajenos al grupo la esencia de aquellos brebajes que
hacían perder el miedo, tanto como la consciencia. Siendo mi teoría, que "el misterio" consistía en
suministrar drogas al asistente, con o sin conocimiento de él y quienes por ello se dividirían en:
Creyentes (aquellos que pensarían, habían contactado con el más allá) y "agnósticos" (los conocedores de
que el éxtasis era debido a un alucinógeno, pero admitían toda la ceremonia debido a que era necesaria
para la transformación social).

Ya que los rituales llevaban al grupo a un estado de hermanamiento y unión; cohesión que se basaba
en que unos se mantenían fieles a sus creencias y otros al conocimiento sobre la verdad de
aquellas. Latiendo en el fondo de todas estas extrañas celebraciones, el hecho de que gracias a aquellos
"brevajes" e iniciaciones, se podían erradicar socialmente muchos de los miedos y de los dolores. Todo lo
que verdaderamente era entonces importante y útil; ya que para combatir en la guerra era
imprescindible no temerla. De lo que considero personalmente tuvieron muchos otros enteógenos, a
más del mencionado cornezuelo; refiriéndonos -por ejemplo- a los opiáceos y analgésicos, que podían
suministrarse antes de duros enfrentamientos, con el fin de "euforizar" al hoplita en las batallas. De
igual modo, los soldados precisaban de brebajes o "kikeon", como medicamentos anestesiantes cuando
caían heridos; pues de lo contrario un simple corte o flechazo, podía parar la actividad de cualquier
guerrero.

De cuanto deducimos, los lampadarios y quemaperfumes que vemos decorados con flores de opio,
pertenecen a civilizaciones ajenas a la griega (en su mayoría a las anteriores y predesesoras, como la
micénica). Lo que nos hablarían de estos misterios ctónicos celebrados sin grandes secretos antes del
helenismo. Unos ritos basados en las adormideras y sus poderes de anestesia, que en época minóica, o
entre los cretochipriotas y tartessios, no tendrían reparo de representar abiertamente. Pero que
después, los griegos ocultarían celosamente; seguramente al considerarlos secretos militares. Ya
que por cuanto se lee y se deduce arqueológicamente, aquellas celebraciones mistéricas estaban
basadas en extrañas pócimas, cuyo uso médico y para la guerra parece evidente. Unas serían
derivados del cornezuelo (para las mujeres), pero las más contendrían alcaloides, opiaceos o
anestesiantes, muy útiles para los guerreros (como los que se hallan en las excavaciones de los
oráculos). Todo lo que permitiría el buen parto, no temer las enfermedades; tanto como entrar en batalla
sin temor (y hasta con alegría).

AL LADO: Bronce sardo fechado en el siglo VII a.C., perteneciente a San


Utrachi- S.Vero Mili (museo al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Se trata de un objeto
decorativo de Cerdeña casi igual en época y forma al que veíamos más arriba -del Museo de Sevilla
y catalogado como tartessio-. Sin lugar a dudas, este remate también pertenece a una pieza de
lampadario o quemaperfumes. Lleva igualmente las tres "gallolas", que en mi opinión serían flores de
adormidera, indicando que es un candelabro de uso para ceremoniales del tipo que estudiamos.
ABAJO: Candelabro chipriota en marfil, hallado en Salamina y fechado en el siglo VIII a.C. (propiedad
del Museo de Nikosia, al que agradecemos nos permita divulgar su imagen). Se trata de una famosísima
pieza, que se considera "madre" o idéntica a otras muchas halladas en Tartessos y en Cerdeña (tanto
como en las zonas de infuencia cretochipriota de Italia y Grecia continental). Es un modelo repetido de
manera muy similar por todo Chipre durante esta época, que también se fabricaba en bronce; lo que
claramente indica el lugar de procedencia de estos diseños que luego vemos en Tartessos, o en Italia
y Cerdeña. Unos adornos que consideramos representan la adormidera y que de nuevo repetimos
que para nosotros significarían un culto a esa flor narcótica. Reverencia o veneración que se pudo
extender a través de estos pueblos herederos del minoico (los de Creta y Chipre de los siglos XI al VII
a.C.), como adoración a un anestésico o euforizante, imprescindible en las intervenciones
quirúrjicas, los partos y sobre todo, para la guerra.

Pero continuemos con lo referido en el libro de González Celdrán, quien manifestaba que Hércules
había ido hasta Eleusis en busca de la droga o el medicamento que le lograse llevar hasta el infierno,
con el fín de atrapar allí a Cerbero. En las citas (6) y (8) hemos recogido los textos que hablan de el
héroe tebano en el templo junto a Atenas; fuentes en las que no se menciona nada de drogas y solo se dán
los nombres de los sacerdotes, tanto como la iniciación llevada en el mencionado templo cercano a
Atenas. Exponiendo particularmente Apolodoro que por su situación de extranjero, Hércules no pudo
asistir a la ceremonia mistérica y se hubo de iniciar de modo individual (8) . De algún modo la segunda
versión de Diodoro Sículo narra algo similar al hablar de que el sacerdote de Eleusis (que nombra como
Museo, hijo de Orfeo), fue el que inicia a Herakles; dejando evidentemente claro que se trataba de un
rito privado y no un misterio público. Ello quizás experse la idea de que a algunos guerreros no
atenienses (al menos, los de gran importancia) les estaba reservado el privilegio de conocer los
Misterios de forma individual y sin tener que asistir al culto general. Dándose a enteder que el
sacerdote supremo, cumplía la función de iniciar o purificar a grandes generales o príncipes (bárbaros
a la ciudad), de manera particular y siempre que aquellos lo necesitaran.
Sobre el nombre que los textos dan al clérigo supremo de Eleusis, llama la atención que Apolodoro
mencione a Eumolpo, un hijo de Posidón (o de Museo) del que se dice fue rey de Tracia y que en el
momento de la lucha entre atenienses y eleusinos, fue llamado por los de Eleusis para que les ayudara.
Acudió en socorro de aquellos, pero murió en batalla contra los atenienses, capitaneados por Erecteo.
Se le atribuyó instituir los misterios y a su hijo Cerix se le dió el cargo de Heraldo de Eleusis; siendo
aquel el tronco común de la familia sacerdotal que desde sus comienzo hasta el fin del templo, lo gobernó
(la de esos eumólpidas -que aseveraban ser descendientes de este-) (9) . Por lo demás, el nombre de
aquel (eu-molpos ) significa "el del buen canto", "el de bella voz"; lo que indica que estos
misterios se acompañaban con cánticos de voz que por sus características y lugar debemos asociar con
el llamado "canto bizantino", de origen greco-judío (tan cercano al nuestro mozárabe, o al gregoriano).
Llamando asimismo la atención en el texto que referimos, como destaca que gracias a la iniciación de
Heracles, el héroe queda libre de haber causado el mal con la matanza de los Centauros. Lo que nos da
idea de que aquellas ceremonias serían de carácter purificador, en las que el oficiante tenía poder de
librar al neófito de cuantas penas o cargas hubieran merecido en su vida o en los terribles actos de la
guerra.

De forma diferente a Apolodoro, Diodoro Sículo nombra como sacerdote de Eleusis a Museo ();
quien sin lugar a dudas es el que aparece como padre de Eumolpo en muchos textos. Amigo o maestro de
Orfeo -según unas tradiciones-; Musaio es en otras funtes hasta su hijo (o el de Eumolpo), quien en
realidad no sería más que su réplica eleusina, considerándose a ambos -Orfeo y Museo- como una
misma figura. Su nombre se relacionaría con las Musas y por sus hijos o familiares, vemos que todo lo
eleuisino se refiere al canto y a la música (10) . Siendo Museo el gran místico de la poesía y la melodía,
capaz de curar con su sonido y de adivinar gracias a su sensibilidad. Reflejando claramente el mito que
lo relaciona con la creación de los misterios, cómo aquellos rituales de Eleusis estarían acompañados de
grandes "orquestaciones" y ceremoniales cargados de melodías, sonidos (y hasta de fanfarrias tocadas
en la cueva). Ello explicaría que entre algunos sacerdotes de los ritos ctónicos (como los de la Cibeles
frigia, tan cercanos a estos de Deméter en Atenas) sus sacerdotes se castraran, entregando los testículos
a la tierra -cual semillas-. Costumbre que tendría más un carácter "musical" que un sentido telúrico o
de sacrificio, habida cuenta de que con esta "ceremonia" probablemente se formaran coros de "castrati"
(algo que por muy horrible que nos pueda parecer, ha sido muy común en los coros y cantantes de
Occidente -hasta hace apenas doscientos años-).

Por su parte, Robert Graves en LOS MITOS GRIEGOS (11) , recopila todas las fuentes y resume así la
estancia de Heracles en Eleusis, tanto como su iniciación: "Solicitó que le permitiesen celebrar los
misterios y llevar la corona de Mirto (12) (...) en la época de Heracles solo se admitía a los
atenienses, por lo que Teseo sugirió que lo admitiese un cierto Plitio (...) cuando Heracles quedó
purificado de la matanza de los centauros, porque nadie podía asistir a los Misterios con las manos
manchadas de sangre, fue debidamente iniciado por Museo, el hijo de Orfeo y actuando Teseo como
su padrino (13) . Pero Eumolpo, el fundador de los misterios mayores, había ordenado que no se
admitiese a ningún extranjero y en consecuencia los eleusinos (...) establecieron los Misterios
Menores, para favorecerle. Otros dicen que la misma Deméter le favoreció, instaurando con ese
motivo los Misterios Menores para favorecerle" (a) (...) "Todos los años se celebran dos series de
Misterios: Los Mayores en honor a Deméter y Core y los menores en honor a Core solamente. Los
menores son el recuerdo del dramático destino de Dioniso, que realizaban los eleusinos en Agra,
junto al rio Iliso. Los principales ritos son: El sacrificio de una cerda, que los iniciados lavan
primeramente y su subsiguiente purificación por un sacerdote que lleva el nombre de Hidrano
(14) (....) Luego tienen que esperar por lo menos un año antes de poder participar en los Misterios
Mayores (...) y además deben jurar ante el mistagogo que guardarán secreto antes de ser
preparados para ello. Miestras tanto se les niega la entrada al templo de Demeter" (b) (ver cita:
11) .

En todo este relato que venimos tratando existe un hecho de gran importancia y que ha pasado
ciertamente desapercibido, consistente en que cuando atrapa Heracles a Cerbero, al traerlo junto a la
cueva de Acone, el perro babea y ladra. Cayendo allí saliva de este mosntruo, de ella nacería el acónito;
planta venenosa cuyo extracto era usado en las ceremonias de Hécate (15) . Explicando Robert
Graves que aquel acónito fue un "veneno, paralizante; utilizado por las hechiceras para preparar un
ungüento que les hacía volar, entumeciéndoles los pies y las manos, dando la sensaciòn de que se
elevaban por encima del suelo" (16) . Evidentemente, el relato que expresa cómo el acónito nació de las
babas de Cerbero, tiene más relación con el uso de este alcaloide como veneno que como alucinógeno.
Puesto que es sabido que desde la más remota antigüedad, las puntas de flechas (sobre todo entre los
bárbaros) se envenenaban bañándolas en su extracto. Tanto es así, que la común etimología de acónito es
la que considera que procede de "dardo, flecha", que en griego se dice "acontion" ( ).

AL LADO: Portada del magnífico libro de Javier Jiménez Ávila,


publicado por la Real Academia de la Historia: LA TORÉUTICA ORIENTALIZANTE DE LA PENÍNSULA
IBÉRICA. Donde el autor -uno de los mayores especialistas en Historia Antigua de la Turtetania-, analiza
prácticamente todos los bronces de comienzos de la Edad de Hierro, hallados en la Península. Piezas
cercanas en datación a este periodo llamado Orientalizante (o tartessio) y que los compara con otros
similares existentes en el Egeo, Cerdeña, Italia o Grecia Continental. Menciona Javier Jiménez Ávila
comúnmente las "gallolas engallonadas", que son las bolas con formas de pétalos, de las que venimos
hablando y que se observan bajo el pebetero de la foto de esta misma portada (justamente donde se
halla el letrero de la Real Academia de la Historia). Siendo aquellos adornos, en mi opinión personal,
decoraciones iguales a las que vemos en deidades y objetos micénicos y cretochipriotas, que
representan adormideras. Atraviéndome a afirmar que este maravilloso quemaperfumes que presenta
el libro en su primera página (denominado Timaterio de Villagarcía de la Torre, que se halla en el Museo
de Badajoz), es sin duda alguna un incensario para quemar este tipo de plantas narcóticas, utilizadas en
las ceremonias telúricas o de Deméter (la Dea Mater) . Facilitamos algunos enlaces donde el lector
podrá encontrar referencias y artículos de Javier Jiménez
Ávila ( http://independent.academia.edu/JavierJIM%C3%89NEZ
%C3%81VILA/Papers/1089229/Timiaterios_chipriotas_de_bronce._Centros_de_produccion_Occidentales ) .
( De los Bronces Tartésicos a la Toréutica Orientalizante. La broncística del Hierro Antiguo en el
Mediodía peninsular Javier JIMÉNEZ ÁVILA )

ABAJO: Detalle de una crátera del llamado Pintor de las Hidrias, que representa a Heracles levando
ante Euristeo al can-Cerbero (perteneciente al Museo del Louvre de París, al que agradecemos nos
permita divulgar su imagen). En esta preciosa escena vemos al guardián de los infiernos figurado como
un perro de tres cabezas y con serpientes en su piel, apresado por el héroe tebano y quien lo lleva
ante su primo, el rey que le encargó este último trabajo. Monarca que al ver al monstruo cercano se
introdujo en una jarra (o tinaja) para protegerse. Tras ello, Heracles sin saber qué hacer, decide
devolver a Cerbero a los infiernos, dándoselo de nuevo a su dueño Hades. Este mito que hemos
recogido en algunas de sus fuentes, esconde muchos de los secretos iniciáticos griegos, que se
relacionan sobre todo con la metalurgia y la guerra. No olvidemos que la morada del Cerbero, tanto
como la entrada a los infiernos, se situaba en tierras del lejano Occidente y concretamente junto a
Tartessos. Todo cuanto analizaremos y de lo que hablaremos en nuestras sucesivas entradas... .
Siguiendo con el "acónito", nacido de Cerbero, diremos que aunque la llamada aconitina ingerida es muy
tóxica (bastando un miligramo para matar a un ser humano de unos ochenta kilos), su uso tópico es
recomendado para algunas enfermedades. Así y solo por vía externa actúa sobre las terminaciones
nerviosas; generando una gran excitación con calor al principio y luego una parálisis, que llega al estado
de anestesia. De tal manera, bien suministrado y en las dosis correspondiente con tratamientos
adecuados, goza de un gran efecto como analgésico e incluso como antiinflamatorio -usándose en el
caso de grandes hematomas, de reumatismo, de ciática o de problemas de cefaleas y del
trigémino-. Por su parte el extracto de esta planta, en su estado puro es hipotensor, pero después de
sometido al calor, es hipertensor. Todos estas facultades del acónito y el hecho referido de que fuera
utilizado como pomada o brevaje en las ceremonias de Hécate, explican que se conocían sus
propiedades. Dado que su uso tópico se relacionaba no solo con esta diosa de la brujería, sinó que
también era conocido como remedio antiguo para evitar los dolores. Ello porque aquella crema que define
Graves como "un ungüento que les hacía volar, entumeciéndoles los pies y las manos, dando la
sensaciòn de que se elevaban por encima del suelo"; no era más que un analgésico potentísimo, que
bien suministrado llegaba a anestesiar. Siendo tan usado el acónicto, que en China es fundamental en
todas sus recetas médicas; algo que se comprende porque varias de sus subespecies tienen efecto
antibacteriano y antiviral (además de actuar contra los tumores).

Por cuanto vamos expresando y al analizar los brebajes, pócimas, drogas, o el herbolário que pudo
usarse en ceremonias de iniciación (como las de Eleusis); no nos cabe duda de que hay todavía muchos
secretos sin desvelar. Misterios que sobre todo se refieren a la iniciación del soldado antes de partir
para los infiernos, o hacia la guerra (como lo hicieron con Heracles). Puesto que aunque en nada
podemos contradecir la teoría y tesis de EL CAMINO DE ELEUSIS, en la que presentaban al cornezuelo de
cereal como enteógeno principal de aquellas celebraciones. Nos queda la duda de si este "parásito" de
la espiga (usado como medicamento para las parturientas), tiene alguna utilidad en militar. Es decir, si
el "claviceps purpúrea" pudo utilizarse como medicamento de los ejércitos antiguos; cuya farmacopea
precisaba de drogas que fueran fundamentalmente, anestésicas, desinfectantes, analgésicas y -sobre
todo- "euforizantes".

Pensaran algunos que nuestra teoría carece de base científica; ya que nada hace falta para motivar en la
lucha a un soldado... . Pese a ello, es sobradamente conocido el uso de todo tipo de drogas y opiáceos
en los momentos de la dura batalla; llegando a ser fundamental para la guerra, los
anestesicos. Máxime en una época en la que el enfrentamiento solía hacerse en un cuerpo a cuerpo y el
miedo podía dejar paralizado a chicos de corta edad, que de no ser "euforizados" seguramente huirían en
sentido contrario al enemigo. De todo ello y sabiendo que hasta en las Guerras Mundiales del siglo XX,
una gran baza militar consistía en suministrar centraminas y drogas entre la tropa; hemos de pensar
que toda lucha encarnizada tristemente suele ir acompañada de alcohol y sobre todo, de
"euforizantes" mayores.

Como expresamos, todo este terrible planteamiento de drogar (o "animar" con farmacopea) a los soldados
-con o sin el conocimiento de aquellos-, puede resultar una hipótesis no probada. Pese a lo que sin ello no
se puede explicar la existencia de los innumerables "kikeón" (pócimas de la fuerza) que hay en los
mitos y leyendas antiguas, ni comprederse bien figuras como la del famoso Aquiles, quien bañado en
el agua de la laguna Estigia tomó poderes sobrenaturales. Siendo numerosísimos los casos en los que
héroes y guerreros helenos eran regalados o ungidos con la pócima de la victoria (entregada por
magas, sacerdotes o incluso por los dioses); o con antídotos de la muerte y del veneno -como lo fueron las
hojas del Baly o la hierba Moly-. Pese a ello, nada se habla de "euforizantes" y anestésicos en la
Historia, aunque sin aquellas "drogas" es muy poco explicable cómo se llegaban a reclutar y a mover
los ejércitos en la Antigüedad. Ya que no se trataba de una lucha a distancia en la que la pericia o la
puntería contaba principalmente, sino fueron enfrentamientos cuerpo a cuerpo, en los que la agresividad
y el estar fuera de sí era imprescindible para el soldado. Todo lo que explica que con seguridad, además
de las consabidas borracheras con las que algunos generales regalaban a la tropa (antes de entrar en
batalla), los médicos o curanderos de los ejércitos pudieran añadir "eufotrizantes" en las bebidas (para
evitar los dolores, y sobre todo para que aquellos hombres no se vinieran abajo en el momento del duro
encuentro con el enemigo).

Cuanto decimos en el párrafo anterior, será una evidencia para cualquiera que haya estudiado
técnicas militares; a la vez que igualmente comprenderá que los secretos del ejército nunca
transcienden, siendo guardados con el mayor celo. Lo que explica que si entre los griegos existían unos
"euforizantes" y anestésicos suficientemente potentes y tan bien manejados -como para poder obtener los
éxitos de Alejandro-, se mantendrían siempre fuera del alcance de extraños. Aquel sería uno de los
mayores secretos y mejor guardados, puesto que de ello dependía la victoria en la guerra y la
seguridad de las Ciudades-Estado. Debido a cuanto decimos y sabiendo que en las celebraciones
mistéricas se suministraban enteógenos, se puede comprender por qué quizás se obligaba en Grecia a no
desvelar nada de lo visto en ellas (para que constituyeran un "secreto" común). Es decir, que aquello
conformaba "el misterio" que simplemente consistía en dos opciones: O bien en creer que los
sacerdotes lograban contactarnos con Más Allá, consiguiendo quitar todo estado de consciencia y de
dolor. O bien en saber que todo ello era fruto del "kikeon", comprendiendo que por medio de las
drogas se llegaba a un estado de euforia y tranquilidad por el que no debía temerse ni al parto, ni a los
dolores y ni siquiera a las guerras. Siendo así tenidos los dioses Eros y Tánatos como principio activo de la
cultura helena; una civilización que sin miedo a los dolores, se enfrentaría a las batallas y los amores,
sin problema alguno.

AL LADO: Detalle de la diosa micenia de las adormideras, hallada en Gazi


(Creta) y fechada en el 1200 a.C. -propiedad del Museo de Heraklion, al que agradecemos nos permita
divulgar su imágen-. Observemos en la corona de esta sacerdotisa (o divinidad) la hilera de flores de
opio perfectamente representadas, en un diseño que mucho nos recuerda a todas los demás adornos
que hemos visto arriba. Sin lugar a duda y en mi teoría, esta escultura refiere el principio de los ritos
ctónicos nacidos en Micenas y que fueron llevados siglos más tarde hasta Grecia. Diciéndo la leyenda
que los de Eleusis fueron establecidos por una diosa madre (quizás Deméter a la que los minóicos
llamaban Britomartis) o por una sacerdotisa venida desde Creta para este fin.

Por lo demás, esta figura que luce en su diadema lo que hoy entendemos como una droga, no debe
ser interpretada como una divinidad que representa los ritos órficos, ni el estado de embriaguez.
Ello, porque aquella flor del opio era fundamentalmente imprescindible para anestesiar y evitar los
dolores (de los enfermos y sobre todo de los soldados). Es decir, que en mi opinión se trata de una
deidad unida a la medicina y a la farmacopea, en sus cultos ctónicos que reverenciaban al
nacimiento y a la muerte como una necesidad impuesta por la vida. Un necesario ciclo que obligaría al
hombre a la fecundación o a la siembra (uniendo el sexo y la cópula, con la agricultura), tanto como a la
recolección (representada en el fallecimiento). Todo lo que aunaba Eros y Tánatos bajo los conceptos
de fertilidad, crecimiento y recolección; siendo la siega interpretada igual al sacrificio del
animal (necesario para alimentar); tanto como a la muerte del soldado (necesaria para proteger a su
grupo).

ABAJO: Detalle de un jarro propiedad del Museo nacional de Atenas (al que agradecemos nos permita
divulgar la imagen). Se trata de una crátera de época minóica hallada en Milo (arte cicládico), y
fechada hacia 1500 a.C.. En ella vemos claramente de nuevo las hojas de la adormidera
representadas en una época en la que Micenas comenzaba a existir. Pese a que los objetos que
contienen decoración con opio y sus flores son principalmente micenios (o cretochipriotas), creemos
que el conocimiento de esta planta y de sus usos medicinales fue transmitido a Micenas, a través de
la herencia de Egipto a sobre todo desde la Creta Minóica. Cultura esta última, antecesora de Micenas
que entre los siglos XX y el XVII a.C. logró formar una magnífica civilización, que influyó en todo el Egeo
y donde se experimentaría medicamento con estas plantas de propiedades anestesiantes.
Por cuanto explicamos, y sin desdecir la tesis de Hofmann, Ruck y Gordon en el mencionado libro -ni
tampoco lo que expresa sobre el mismo tema González Celdrán-; creemos que sobre el tema que
tratamos se deberían ampliar algunos conceptos. Ello, porque los Misterios (como celebraciones) se
dividían principalmente en tres tipos: Teletai, Orgias y Mysteri -propiamente dichos-. Siendo el "teletai"
un simple cumplimiento de rituales, tanto como la conocida "orgia", un transporte hacia el éxtasis de
Dionisos. Mientras los "myteri" fueron ceremonias secretas donde lo fundamental consistía en no
desvelar lo visto en ellas (de allí su nombre, que procede de la voz "cerrar la boca" -en griego-). Por lo
que decimos, es sabido y explicable que para realizar los festivales de orgías, se buscaran drogas o
sistemas de embriagarse a base euforizantes (siendo el más común y conocido, el vino de Dionisos-
Baco). Pero en estas otras reuniones "místicas", cuyo secreto era común a todos los asistentes,
tuvieron que existir otras drogas cuyo motivo era parte del enigma a eseñar. Unos principos más
relacionados con la muerte y la resurección, que con el placer; debido a lo que las drogas en estos
Misterios no tendrían sentido iniciático, si no fueron suministradas de forma inducida (o sin el
consentimiento pleno del que las tomase) y solo para llevar al neófito hacia el trance. Tras ello, el
asistente podía tomar dos opciones: Creer que había visitado los infiernos y hablado con las ánimas; o
pensar que había sido todo fruto del poder y conocimientos de la Sociedad en la que vivía. Puesto que
gracias a aquel estado de éxtasis que los concelebrantes sufrían, pronto comprenderían los sistemas en
poder de su ciudad (en el caso de Eleusis, Atenas). No solo con la capacidad de alcanzar el más allá y el
contacto con las almas, sinó para enseñar a sus súbditos por qué no debía temerse a la guerra, ni al dolor.

Este pudo ser -entonces- el secreto de Micenas, cuya fundación y nombre se dice se debe a los
hongos, tal como explica el mismo Pausanias en su "Descripción de Grecia" (17) . Habida cuenta que en la
tesis de todos cuantos han estudiado el tema (principalmente los mencionados antes: Ruck, Gordon,
Hofmann, G.Celdrán y etc) es que aquellos hongos que dieron su denominación a Micenas, se deben
relacionar con las setas de poderes alucinógenos. Hongos usados como enteógenos, que suponen se
ingerían o mezclaban con otras bebidas, para llegar al éxtasis y celebrar determinadas
ceremonias (principalmente de iniciación). Debido a ello, creen los autores antes citados, que así se
entiende la leyenda de la fundación de Micenas, como un lugar donde se celebraban misterios a través de
estas pócimas. Comprendiendo así lo que sobre ellas nos dice Pausanias, quien literalmente escribe
que Perseo (tras regresar de Argos): "convencería a Megapentes de que intercambiaran sus reinos. Allí
fue donde llegó y construyó Micenas, porque en esta tierra se le cayó la contera (punta de la funda)
de su espada, considerando aquello un signo de los dioses para que allí fundara. Aunque también he
escuchado sobre ello, que una vez estando sediento (Perseo) tomó unas setas del terreno. Bebió con
gran alegría el agua que salía de ellas, por lo que la llamó Micenas" - se corresponde con el texto de
la cita (17)-.

Para G.Celdrán, quien recoge también literalmente lo redactado por Pausanias (18), este fragmento se
relacionaría con los cultos hacia la amanita muscaria; seta que desde los tiempos inmemoriales ha sido
usada con fines enteógenos . Llegando a afirmar el autor que aquella amanita era en verdad gran parte
de lo que se narraba sobre las "manzanas" de las Hespérides; conformando el poder de la muscaria y
su búsqueda, el significado de esos legendarios frutos que debió robar Heracles, habida cuenta que la
seta muscaria nace bajo los árboles (19) . Por su parte, los artífices de "El Camino de Eleusis" van más
lejos y consideran que incluso la cabeza de la Gorgona era la representación del micelio muscario. Y
de ello, que tal como expresa Apolodoro, Atenea da una hoz a Perseo para que este héroe cerecene la
"geta" de Medusa. Herramienta que no es espada del guerero, sinó un "cuchillo de religión" y el símbolo de
aquellos que recogían hierbas y hongos con poderes mágicos (20) . Por nuestra parte no podemos estar
muy de acuerdo con las teorías presentadas, aunque sí es verdad que todos los elementos que han
propuesto se relacionan plenamente: Heracles con Perseo, tanto como las "manzanas de oro", con la
cabeza de la Gorgona. Al ser todas ellas (en mi opinión) parte de ciclos que se refieren a la búsqueda de
los metales. Proeza que consistía en llegar hasta los confines de la Tierra (la Península Ibérica), traspasar
las Colunmas (Gibraltar) y alcanzar las civilizaciones del Océano; logranso así comerciar los metales que
entonces había en abundancia en las minas de cobre y estaño del Atlántico peninsular.

AL LADO: Detalle de una crátera que representa a Perseo camino de la


Gorgona (en propiedad del Boston Fine Arts Museum, al que agradecemos nos permita divulgar la
imagen). En esta pintura fechada hacia siglo V a.C., observamos al héroe con la famosa hoz que
ciertamente parece una herramienta de recolección de cereal, o para cortar ramas. Aunque estas
hoces igualmente podemos identinficarlas con un arma de guerra (doru-drepanon
= ), consistente en un asta de toro puesta sobre un mástil, que se usaba como guadaña
durante los abordajes en el mar. Sea como fuere, la identificación "seta-hoz" no la creemos muy
justificada, aunque sí entendemos que tratando de ver momentos iniciáticos relacionados con la
amanita muscaria, en el relato de Perseo algunos autoires identifiquen su hoz con la recolección de
la seta.

ABAJO: Parte de un bajorelieve de Medinat Habu, en el que se recogen las victorias de Ramsés
III (agradecemos a las autoridades del templo situado junto a Valle de los Reyes, nos permitan divulgar la
imágen). En la escena se representa a Amón Ra (con un arma en la mano) recibiendo los honores de
Ramses III, que se dispone a ejecutar a extranjeros vencidos (al que no vemos y se encuentra al lado del
dios). Aquí, podemos ver a Amón ofreciendo su espada al faraón y si la estudiamos detenidamente
veremos la forma que tenían estas armas de bronce, a fines del II milenio a.C. (Medinet Habu se
fecha hacia el 1170 a.C.). Observando que eran de una pieza, con el mango unido a la hoja y en forma
de media luna. Diseño de la hoja de daga egipcia que de seguro procede de las hoces para la recogida
de cereal y cuyo recuerdo seguramente inspiró el relato que narra como Atenea entregó una hoz a
Perseo. Habida cuenta que el héroe era micenio, civilización que desaparece con la Edad del
Bronce (hacia el siglo XII a.C., en el Egeo) y cuyos guerreros lucharon con este tipo de armas.
Ya que las espadas fabricadas en bronce, eran ciertamente más propensas a partirse con los golpes,
por lo que probablemente al darles una curvatura descargarían tensión en los choques y sufrirían
menos roturas. Otras muchas culturas han guerreado con armas (cortas o largas) en forma de hoz, entre
las que destaca la ibérica, que usaba la falcata. Tanto como casi todos los pueblos del desierto, que han
optado más por la daga y el alfanje, que por las hojas y empuñaduras rectas. Ello quizás se debe al modo
de guerrear o a la posibilidad de que aquellos que usan estas espadas curvadas, en las horas que no se
ejercitan como soldados, lo hicieran como agricultores. Adiestrando y tomando la fuerza del golpe de
hoja, desde las hoces, machetes y guadañas; lo que quizás les lleve luego a un uso más cómodo en armas
en curvatura.

Tal como en los pies de foto anteriores exponemos, en nuestra opinión, la hoz de Perseo nada tendría
que ver con las setas, sino con el propio origen micénico del héroe. Dado que Micenas nace y muere en
plena Edad del Bronce, periodo en el cual las armas -en una gran mayoría- tenían formas "falcadas"
(curvadas), tal como se recoge en el mismo mito de Cronos, que castra con una hoz a su padre
-Uranos-. Pese a ello, el mito de la creación de Micenas, está indiscutiblemente unido a las setas, ya
que Apolodoro explica que la nueva civilización se llamó así (), porque allí encontró su
fundador unos hongos (en griego "mykes" = ) o bien porque allí se le cayó a Perseo la vaina de la
espada (concretamente "la contera", que se dice igualmente "mykes" = ). Ambas leyendas citadas
como origen de la voz Micenas, nos llevan a pensar que aquellas setas tendrían un sentido o relación
muy estrecho con los estuches de armas y con las espadas, puesto que "contera" y "hongo" en idioma
heleno son una misma palabra... .

De cuanto exponemos, nos surge una idea que enlazaría con los hechos antes explicados, por los
cuales aquellos alucinógenos o drogas (usadas por los griegos en las ceremonias y seguramente en la
guerra) tendrían un sentido iniciático relacionado con el arma. Ello, porque si Micenas se llamó así,
aseverándose que fue creada en honor de las setas que allí nacían, evidentemente la historia se
refiere a las del tipo amanita muscaria, cuyo uso entre los guerreros está documentado, debido a que
sus poderes como droga son muy potentes (tal como Ruck, Gordon, Hofmann y G.Celdrán defienden).
Pero en todo ello nos quedaría resolver el porqué de la importancia de aquellos hongos alucinógenos,
cuyo uso pudo ser militar y no tanto como una forma de evadirse (tal como comunmente se piensa).
Puesto que la función de estas setas, podía ser similar a la de la vaina o contera de una
espada (llamada igualmente ). Es decir, que al igual que la funda del arma, los hongos sirvieran de
algún modo para impedir que la hoja nos cortase o para evitar el daño, protegiendo al que la lleva allí
envainada. De lo que pudiéramos deducir que el modo iniciático en Micenas (y luego en Grecia) para
lograr que los soldados perdieran el miedo a la guerra, pudo ser el de ofrecereles este caldo (quizás
de amanita muscaria, en forma de un kikeon) y tras ello abrir un arma e ir cortándoles, para que así
experimentaran que no sentían dolor. Tras ello, sin darles la fórmula de la "pocima sagrada", aquellos
guerreros sabrían que no estaban abandonados a su suerte cuando debían enfrentarse al enemigo.

La teoría propia que arriba exponemos, explicaría la relación de estas dos voces griegas iguales
("mykes"), y que significan tanto "hongo" como "contera" o "vaina de espada". Debido a que gracias a
los hongos, a los claviceps púrpura o bien a las adormideras, aquellos sacerdotes o magos micenios,
conseguían que sus soldados fueran con la mayor furia y con mucha seguridad a la batalla (haciendo
huir al enemigo, tan solo con la forma de avanzar o por la apariencia de locura que les profesaba su
estado de "euforia"). Una exaltación bien provocada por amanitas o bien por otros medios, que con
toda seguridad pudo dar el nombre de Micenas a una civilización cuyos ejércitos se basaron en la
fuerza que esa "poción mágica" les ofrecía. Del mismo modo, partiendo de esta idea también se entiende
porqué Heracles fue hasta Eleusis para iniciarse, antes de partir para los infiernos y luchar contra el
Cancerbero. Ya que en aquel templo le darían el brevaje () para hacerle inmune a los
dolores y del que se obtenía el conocimiento para llegar hasta el reino de Hades. Un infierno que
-como dijimos- se identificaba con el "inter-nos" y que para nada debiera extrañarnos fuera en el que
vivían aquellos soldados o guerreros que por exceso de tomas de el "elixir de la fuerza" hubieran
quedado "enganchados" a aquellas drogas.

Habida cuenta que la identificación del reino de los muertos con el de los que están en un estado de
trance, conseguido a través de una pócima -a mi modo de ver-, quizás habla mucho de la drogadicción
o alcoholismo que posiblemente sufrían estos que desde jóvenes vivían en las guerras (obligados a
abusar de opiáceos, hongos u otros medios de combatir el miedo y los dolores). Algo que es indudable en
figuras como la de Alejandro Magno, del que se dice murió de alcoholismo a muy temprana edad; pese a
que el vino no mata del modo que su biografía nos narra. De lo que habríamos de pensar que en aquellos
caldos, se echaba el llamado "euforizante", del que muchas fuentes hablan (entre ellas la Odisea de
Homero). Unas drogas que controlaba el que iba sirviendo las copas en toda reunión o simposium, persona
que no bebía y cuyo cometido era mezclar lo que los asistentes iban consumiendo. Ya que los vinos
apenas se ingerían en estado puro (algo considerado bárbaro o escita) y se les añadía una gran parte
de agua, unida a diversas especias. Aderezos que sabemos conformaban una bebida similar al vermouth
(con canela, miel, menta y etc), pero cuyos componentes no se narran exactamente en ningún
recetario -algo extraño, pues multitud de fórmulas de la cocina helena han llegado hasta nuestros días-.
AL LADO: Hoz y podón de hierro, procedentes de Coca, fechados hacia siglo
III a.C. (del yacimiento ibero romano de Cauca, piezas del Museo Arqueológico de Segovia, al que
agradecemos nos permita divulgar su imagen). En este observamos lo que es la hoz de segador y a su
lado un podón o cuchillo de ramas; hozuela que se usaba para ramonear, quitar los muérdagos y para
funciones de limpieza similares. Siendo esta pequeña la que se podía utilizar para tomar ciertas
setas o parásitos de los árboles. Incluso los famosos muérdagos que los druidas cortaban en ciertas
ocasiones con hoz de oro y sobre dos toros blancos. Ceremonias y rituales, tras las que los
sacerdotes o magos de la Antigüedad preparaban ciertos brevajes, de los que sin duda alguna,
muchos tenían como misión conceder poderes sobrehumanos a sus soldados. Siendo para ello
indispensable la mezcla en el "blechon o kikeon" de plantas o setas con poderes farmacológicos muy
potentes.

ABAJO: Escena recogida en la tapa de un vaso cerámico que representa la Muerte de Príamo y
Astaniax (pieza del Museo Nacional de Nápoles, al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). En
ella vemos el típico escudo de hoplita con el "Gorgoneo" en su frente. Cabeza que se decía era de la
Medusa, cuyo rostro de una tremenda fealdad expresaba el deseo de asustar al enemigo con el fin
de proteger al que lo llevaba. Como hemos dicho, este Gorgoneo tiene su etimología en la "garganta",
ya que así se denominaba al griterío y alboroto que los soldados griegos proferían antes de
enfrentarse al enemigo. Seguramente con el fin de asustarles, comenzaban a dar terribles sonidos
guturales (gorgóneos), semejantes a los que se producían al morir, en un ritual muy parecido al que otros
muchos pueblos guerreros siguieron y con igual intención intimidatoria (como actualmente se conserva
en la Hakka neozelandesa).

Ceremonial que consideramos muy unido en la Hélade, a la posible ingensta anterior de un "kikeón"
o poción mágica. Brebaje que seguramente llevaba alcohol (como se suele dar a todo soldado antes de
combatir), pero que en el caso heleno pudo estar mezclado con otras sustancias. Considerando como
hipótesis para comprender todo lo que significaba el "gorgoneo" y su sentido bélico-potector, que
estuviera apoyado por verdaderos alucinógenos o bien con anestésicos, que hicieran al hoplita de
algún modo, inmune al dolor (pero sobre todo, inerte al temor). Un miedo que podía ser superado con
algún eufórizante, que hiciera que aquellos soldados helenos realizaran estos ritos de "Gorgoneo", con
bailes, gritos y movimientos muy violentos, provocando el pánico de quienes los vieran fuera de
sí. Todo ello une el concepto de la Gorgona (Medusa) al de la protección y del brebaje, como ayuda
indispensable para el soldado. De tal manera, ya hemos explicado ampliamente que esta cabeza de
Medusa simbolizaba fundamentalmente el cobre y el bronce con el que se recubrían escudos y
armaduras (metales que servían para protegerse y que eran obtenidos en tierras atlánticas de Iberia).
Por todo lo que llega a la conclusión de que el kikeón (pocíon mágica), el gorgoneo (como ceremonia
apotropaica), y la cabeza de Gorgona, como símbolo del metal venido de Tartessos (el bronce que
componía la egida o coraza); se relacionan plenamente.

Algo muy similar al "kikeon" debió de ser el famoso "blechon" (), bebedizo que suministraban
antes de entar en la cueva de Eleusis, después de que los asistentes al misterio hubieran bailado
alrededor del pozo en el que comenzaba el reino de Hades. Allí y previamente a ingresar en la llamada
cámara de iniciación (entrada del infierno), todos eran sentados e invitados a beber aquel brevaje, cuyo
nombre recuerda al del poleo en griego. Ya que "blechon" (blejon) es como se denomina a esta planta
de la menta, pero también a cualquier pócima medicinal; lo que nos indica que claramente los allí
iniciados, tomaban algo que incluía componentes de farmacopea. Tras ello, se dirigían al interior de la
caverna, donde se representaban los misterios de las ánimas, y donde los neófitos terminarían
contactando con los difuntos. Sobre la extrañeza que pueden producirnos estos rituales, hemos de
reflexionar acerca de las teorías filosóficas que conocemos. Pensamientos tan comunes y admitidos
como el platónico de "la caverna donde vivimos encadenados y donde las sombras de aquello visto en
la vida anterior -reflejado en las paredes de la gruta- van provocando el recuerdo, que es la
idea" (principio filosófico que tanto éxito tuvo en el Renacimiento, llegando a promover el
Neoplatonismo). Incluso debemos pensar la relación de Eleusis con los métodos pitagóricos, ya que
sabemos cómo gran parte del platonismo no es más que un préstamo intelectual del pitagorismo -sinó
sería mejor calificarlo en parte de "un pequeño robo intelectual" hecho por el aristócrata Platón, quien
compró y copió los libros escritos por los alumnos de Pitágoras, a los que olvidó citar...-.

Ello, unido a que las teorías de Pitágoras sabemos que fueron aprendidas y tomadas de Egipto y
Mesopotamia (donde el sabio vivió recluido en sus templos durante decenios), nos puede enseñar que
algunos modos de iniciación -como los de Eleusis-, eran los más comunes rituales religiosos de la
Antigüedad. Celebraciones que seguramente fueron iguales o muy parecidas a las que llevaban a cabo
en el Mundo Minoico (que se tenía por el antecesor de aquellos Misterios) o en la Micenas de
Perseo. Héroe que fundó una nueva civilización sobre aquella tierra donde cayó la funda de su
espada, y donde encontró unos hongos que saciaron su sed. Extraña leyenda que si la explicamos en
relación a la ayuda que para los guerreros pudieron ser aquellas setas o fármacos anestésicos
(evitándoles dolores y terrores) puede que logremos entender. Ya que el mito, en sí mismo es absurdo,
a menos que lo relacionemos con la función primordial que la farmacopea hubo de tener en toda la
estructura del ejército en las civilizaciones antiguas.

Por lo demás, aquellas setas que se denominan "mykes" en griego (igual que la vaina de espada), tienen
un nombre cuya voz se relaciona enormemente con la palabra que indica en idioma heleno "el
mugido". Debido a que el verbo "mugir" es "mukaomai" () y su sustantivo "mukethmos"
(), cuya traducción es exactamente "mugido". Pero a su vez "bleche" (bleje = ), tan
cercano al bebedizo "blechon" significa en idioma de Homero "balar" y "dar vagidos", tanto como el
verbo "blejodon" () es "estar tonto", "atontado"; origen de la expresión "beodo". Lo que
podría relacionar la ingesta de setas (alucinógenas) o de bebedizos, con el sonido que provoca el toro
o el carnero antes de atacar; todo lo que se identificaría con el ritual "gorgoneante" del que soldado
previo a la lucha, que mugiría para asustar al enemigo o para demostrar de su estado de euforia. Lo que
pudiera unir aquellos "kikeones" (o brevajes que concedían poderes), claramente con los ritos previos a
las batallas y con los de los misterios y orgías. Pues no hay que olvidar hasta que el nombre de Príapo
significa: "El que brama" ("bryobios" -del griego  = "rugir, "bramar", "gritar de
dolor"- ). Contactando seguramente estos Misterios helenos a la población civil con el Gorgoneo;
entendiendo el ceremonial que como ya sabemos realizaban antes de entrar en batalla los soldados
griegos, quienes comenzaban a proferir gritos y sonidos terribles guturales, con el fin de asustar al
enemigo. Costumbre que si unimos a la posible ingesta anterior de un antídoto del dolor -o bien de un
euforizante-, hace comprender por qué podía producir terror en el enemigo, observando fuera de sí a
los hombres a quienes debían enfrentarse (sin saber el grado de inmunidad al dolor o a la realidad que
estos tenían, tras tomar su pócima).

Por cuanto explicamos y exponemos, creemos firmemente que esos Misterios (como los de Eleusis) se
enseñaban los poderes de aquellas mezclas que la farmacopea griega poseía. Ofreciendo al asistente
unos "blechon" o bebedizos a través de los cuales llegaría al éxtasis; por medio del cual podía pensar
que había contactado con el Mas Allá (si era creyente). O si en nada creía, conocería el neófito que a
través de estos "kikeon" le sería posible enfrentarse a cualquier situación. Comprendiendo así los
hombres que no debían temer por enrolarse en los ejércitos, ni las mujeres tener miedo al dolor del
parto o compadecerse por los soldados que eran enviados a la guerra (tras comprobar en estas
ceremonias mistéricas que iban al parto o a la lucha, bajo los efectos de verdaderos anestésicos).
Unos brevajes y pócimas absolutamente secretos, cuyas fórmulas no podían caer en manos de los
enemigos, por lo que se hace comprensible que estuvieran en Atenas y durante al menos un milenio, en
poder de una sola familia. Los "eumolpos", sacerdotes de Eleuisis que se decían descendiente del rey de
Tracia del mismo nombre, llegados a esta ciudad en época de la fundación de Atenas. Todo lo que
concuerda con hechos históricos como el de que los tracios (que eran griegos bárbaros), abusaban de
las amanitas muscarias y de otros dopantes antes de guerrear -como lo pudo ser el cornezuelo de
centeno-. Pero de todo ello y de mucho más, continuaremos hablando en nuestras siguientes entradas...
BAJO ESTAS LINEAS: Vaina de una espada ibera, hallada en la necrópolis de La Osera fechada hacia el
siglo III a.C. (damasquinado reconstuido en el M.A.N. por M. E. Cabré; a quienes agradecemos nos
permitan divulgar la imagen). Este diseño era el común para toda funda de espada celtibérica y en él
se observa en su contera (punta de vaina) una forma muy cercana al labrys -o hacha doble-. Todo
lo que nos deja inmersos en el pensamiento de si aquellas formas semejantes a los pectorales del
tesoro de El Carambolo, tendrían también para los celtíberos un carácter apotropaico. De todo ello
y de mucho más, hablaremos en nuestra próxima entrada....

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CITAS:

(1): EL CAMINO DE ELEUSIS, de Gordon Wasson, Hofmann y C.A.P.Ruck. Fondo de Cultura Económica, México 1985.

(2): Charlando hace algún tiempo con Joaquín Díaz (http://www.funjdiaz.net/index.cfm ) sobre los famosos misterios griegos
y la posibilidad de que en ellos se ingiriese cornezuelo de centeno -tal como mantienen los autores en Op. cit. (1), pag.
38.-. Este especialista en etnografía me habló extensamente acerca de la enfermedad llamada Fuegos de San Antón, y de sus
consecuencias. Tanto como de lo extendida que estaba en algunas zonas de España esta intoxicación hasta el siglo XIX (en
que fue descubierto que lo producía el mencionado parásito de la espiga del cereal: Claviceps purpúrea). El hecho cierto es
que comentando sobre aquello, pudimos llegar a la conclusión de que si los helenos utilizaban el cornezuelo de centeno como
medicamento (o droga) es muy posible que conocieran que el origen del ergotismo estuviera en el "hongo" de la cebada o del
trigo. Ello porque siempre habría gentes que cometieran excesos con aquel bebedizo hecho con cereales (aguas de cebada
fermentadas) y que al parecer se ingería en Los Misterios. Por lo cual es de suponer, que en los casi más de mil años de
existencia de Eleusis, muy pronto pudieron comprobar que las cosecuencias de ingerir aquel parásito de las espigas en
exceso, sería contraer el ergotismo. Hecho este al que quizás se deba que no aparezcan datos en la Antigüedad de lo que más
tarde llamamos "fuegos de San Antón".

(3): Op. cit. (1), pag. 39

(4): El cornezuelo como "claviceps purpurea" es un alucinógeno de poderes terribles; tanto que es uno de los componenetes
principales de la peligrosísima droga LSD, cuyo creador fue el químico Hofmann, uno de los que redactaron el libro antes citado.
(5):
HOMBRES DIOSES Y HONGOS Jose Alfredo González Cedrán, Madrid 2002 (Edaf)

(6):
El mencionado libro de González Cebrián, en su página 131 expone que Apolodoro (II, 5, 12), relata cómo Heracles va hasta Eleusis
para iniciarse antes de encaminarse hasta el Hades. Comentando más tarde la droga que el texto clásico dice le suminiatra
Eumolpo.

En realidad dicho texto de Pseudo-Apolodoro (Biblioteca) donde comienza diciendo un poco antes (II, 1, 22), que el decimosegundo
Trabajo del héroe fue este de Cerberos y más tarde (II,1,25), que en el infierno y en busca del monstruoso "can" que lo guardaba fué
a hablar con su dueño (Plutón) para asesorarse; dios de los infiernos que le dijo se lo entregaría si le hacía frente solo con la piel de
león y la coraza.

Posteriormente (en II, 5, 12) relata Apolodoro que aquel tebano antes de ir al Averno, se dirigió hacia Eleusis donde pidió a
Eumolpo (el sacerdote de este templo) que le iniciara. Pero como no era posible porque no cumplía los requisitos, rogó que su
que le admitieran como hijo adoptivo de Pylius y así fuera iniciado (recordemos que para la participación en Los Misterios
Mayores era imprescindible la ciudadanía ateniense). Pese a ello, no pudo asistir a la celebración por la negativa de muchos al
haber matado a los Centauros, motivo por el cual Eumolpo lo inició de manera individual. De allí fue hasta Laconia para
introducirse en el infierno y nada más entrar vió a Medusa, por lo que sacó su espada y la atravesó (más aquella imágen era solo un
fantasma, ya que la Gorgona había muerto a manos de Perseo). Tras ello encontró a Teseo y a Piritoo, junto a Perséfone, pues
ambos amigos habían bajado hasta allí en busca de Perséfone y Hades los retenía en este lugar. Teseo y Piritoo estrecharon las
manos del héroe y le pidieron que les ayudara a escapar de allí, de tal modo los llevó hasta la roca de Ascálafo que él mismo había
apartado, gran piedra que había puesto Deméter sobre este para que nunca saliera del infierno. Debido a que cuando aquel
Ascálafo acompañaba a Cora (Perséfone) dijo a Hades que su mujer había comido los granos de granada; por lo que fue obligada a
permanecer al menos seis meses en el Averno. Y mientras desde ese punto Heracles había logrado sacar a Teseo, se produjo un
terremoto, por lo que aquel tesalio salió por sí solo huyendo. Dejó atrás al amigo Piritoo, de lo que todos entendieron que el amigo
del tesalio debía permanecer en el infierno y allí fue dejado. También Ascalafos que creyó liberarse al caer su piedra y perdese en
el citado terremoto, pero se vió convertido el lechuza por Deméter, de lo que nunca pudo ya abandonar el reino de la "noche".
Después, intentó Heracles producir la resurección entre los difuntos, por medio de la sangre de animales derramada en el intrerior
de la tierra y con ello dar algo de vida a los muertos; ofreciendo libaciones de los rebaños del propio Hades. Aunque el pastor del
rey de los infiernos se opuso, por lo que Heracles le partió varias costillas y de no haber intervenido Perséfone le habría dado
muerte allí. Tras ello, llegó hasta este esposo de Perséfone y rey del Averno al que pidió llevarse a Cerbero, a lo que Hades accedió
si se enfrentaba a él y lo dominaba solo protegido con la piel de león y con su coraza. Así lucho contre el terrible monstruo y
aunque su rabo con forma de sierpe (o escorpión) le mordiera varias veces; cogido por el cuello lo atrapó, llevándolo hasta el
exterior. Al salir con Cerbero preso en sus brazos, le observó Euristeo y el monarca que le había encargado este terrible y último
trabajo sintió tal pavor que se escondió. No sabiendo qué hacer con aquel "can" guardián de los infiernos, regresó al interior de la
tierra y allí devolvió a Hades su Cerbero (hasta aquí lo que narra Apolodoro, II, 5).

Una historia muy semejante -aunque mucho más concisa- nos narra Diodoro Sículo en Biblioteca de la Hist. (IV, 25, 1) -ver cita (8)-
cuando se refiere a la bajada de Heracles al Infierno. Explicando que Euristeo le encarga el "trabajo" de sacar a la luz y llevarle a
Cerbero. Así se dirigió hasta Atenas para participar en los Misterios donde fue iniciado por MUSAIOS, hijo de Orfeo y
sacerdote del templo por entonces. El resto, narra de forma breve su bajada al Hades, la liberación de Piritoo (o Teseo) y la
captura de Carbero sin armas, al que saca del modo ya descrito.

(7): En nuestra anterior entrada explicábamos ampliamente "los misterios" de Efira, santuario excavado entre los años setenta y
ochenta por el profesor griego Sotiris Dakaris y dónde este arqueólogo halló montañas de hachís quemado. Algo que le obligó a
deducir que los consultantes de aquel templo (tanto como sus sacerdotes) eran "regalados" e "iniciados" a través de esta droga, con
la que seguramente llegaban a un "extasis" que consideraban enteógeno. Voz esta última creada recientemente por los autores del
libro EL CAMINO DE ELEUSIS, y que procede de de "en teo genos", cuyo significado es "nacer en dios" o "que dios nace de uno mismo";
palabra con la que quisieron explicar estos rituales de iniciación y sus procesos, realizados por medio de las drogas en la antigua
Grecia. Misterios en los que la "bajada al infierno" o el contacto con el mundo de los muertos, se pretendería lograr por medio de
un estado de inconsciencia (como sucede en muchas técnicas chamánicas). De lo que el mencionado "enteogenismo" en sí mismo
sería la falsa sensación de haber alcanzado el "Mas Allá" por medio de un éxtasis logrado con drogas. Brevaje "magico" cuyo
contenido alucinojeno muchos desconocerían; e incluso algunos asistentes creerían que nada le habían suminsitrado, al poder
realizar los ritos quemando hojas de narcóticos.

(8):
Resumidamente lo que narran al respecto los textos clásicos que tratan sobre Heracles en Eleuisis es lo siguiente -ya recogido
en (7), ver la mencionada cita- :

Diodoro Sículo en Biblioteca de la Hist.


(IV, 25, 1) cuando se refiere a la bajada de Heracles al Infierno, dice que Euristeo le encarga el "trabajo" de sacar a la luz y
llevarle a Cerbero. Así se dirigió el héroe hasta Atenas para participar en los Misterios donde fue iniciado por MUSAIOS, hijo
de Orfeo y sacerdote del templo de Eleusis por entonces.

Apolodoro, en Biblioteca (en II, 5, 12), narra que aquel tebano antes de ir al Averno, se dirigió hacia Eleusis donde pidió a
Eumolpo (el sacerdote de este templo) que le iniciara. Pero como no era posible porque no cumplía los requisitos, rogó que su
que le admitieran como hijo adoptivo de Pylius y así fuera iniciado (recordemos que para la participación en Los Misterios
Mayores era imprescindible la ciudadanía ateniense). Pese a ello, no pudo asistir a la celebración por la negativa de muchos y
por haber matado a los Centauros, motivo por el cual Eumolpo lo inició de manera individual. Ceremonia en la que le purificó
por haber matado a aquellos centauros.

(9): Sobre Eumolpo: Apolodoro, cita ya dada /// Pausanias, I, 38, 2 y II, 14, 3 /// Higinio, Fábula 157, 273 .

(10): Museo: Estrabón, X, 3, 17 /// Heródoto II, 53 /// Servio a Virgilio en Eneida, VI, 667 /// Diodoro Sículo; Vi, 25 /// Pausanias;
I, 14, 3 y 22, 7 ; IV, 1, 5 ; X, 5 al 11 (entre otros)

(11):
Robert Graves, LOS MITOS GRIEGOS, 139 (Duodécimo trabajo), a, b y c.

(12): Homero;
Odisea XI, 624, Apolodoro II, 5, 12.

(13): Heródoto
VIII, 65 //// Apolodoro cita anterior /// Plutarco, Teseo, 30 y 33 /// Diodoro Sículo, IV, 25

(14): Aristófanes, Escoliástica sobre Pluto, 85; y Paz 368 /// Esteban de Bizancio, sub Agra, //// Plutarco, Demetrio 26, y Focion
28 /// Aristófanes, Arcanianos, 703 /// Varro, Sobre cuestiones del Campo, II, 4 /// Hesiquio, sub Hidrano /// Polieno, V, 17
(15): Robert Graves,
LOS MITOS GRIEGOS; 139, h; citando a Ovidio, Metamorfosis VII, 409 /// Sobre las Geórgicas de Virgilio; de German. Cesar; II,
152 /// Pausanias, III, 25, 4 y IX, 34, 4

(16):
Op. Cit. 139, 5

(17):
Pausanias, Descripción de Grecia, II, 16, 2 y 3.

(18):
HOMBRES DIOSES Y HONGOS Jose Alfredo González Cedrán, Madrid 2002, pag 268 toma el texto en una versión muy próxima a la
traducción inglesa de Pausanias, que manejamos.

(19):
Op.Cit (18) pag 267.

(20):
Ruck, EL CAMINO DE ELEUSIS (pag 206); citando a Apolodoro (II, 4, 2)

INDICE EXPLICATIVO DE CAPÍTULOS


EN ESTE PDF
TARTESSOS Y LO INVISIBLE EN EL ARTE
(artículos número: 91º, 92º, 93º)
Pag. 1 ......... "LOS MISTERIOS", ORÍGENES Y SIGNIFICADOS (De "Lo invisible en la mitología": Los bueyes de
Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte LXI).). NARRA EL POSIBLE ORIGEN DE LOS MISTERIOS GRIEGOS DESDE
EGIPTO, TRATANDO DE LOS DE ISIS Y DE FIGURAS RELACIONADAS POSIBLEMENTE CON ELLOS, COMO MOISÉS Y EL
SACRIFICIO DE INOCENTES
Pag. 29 ......... LOS MISTERIOS DE ELEUSIS: SU RITUAL (De "Lo invisible en la mitología": Los bueyes de Gerión en
el tesoro de El Carambolo. Parte LXII). HABLA DE LOS RITOS QUE SE SEGUÍAN EN ORÁCULOS Y CELEBRACIONES
MISTÉRICAS GRIEGAS.
Pag. 49 ....... LOS MISTERIOS ELEUSINOS: Métodos y significados de la iniciación (De "Lo invisible en la
mitología": Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte LXIII). SOBRE EL POSIBLE USO DE LO QUE
PENSAMOS ERAN ENTEÓGENOS, UTILIZADOS COMO DROGAS MÉDICAS, ANESTÉSICOS O EUFORIZANTES (PARA LA
GUERRA); ENSEÑANDO A LOS INICIADOS LA EXISTENCIA DE ELLOS.

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