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La oferta de determinado artículo se define como las diferentes cantidades que los productores
estarán dispuestos y en condiciones de ofrecer en el mercado en función de los distintos niveles
de precios posibles, en determinado tiempo.
El deseo de obtener mayores utilidades que los lleva a buscar formas de minimizar los
costos.
La ley establece que existe una relación directa entre la variación en la cantidad ofrecida, frente a
la modificación en el precio. Para los productores el precio representa un ingreso, por lo que un
precio elevado estimula a los productores a aumentar la producción y a los vendedores a ofrecer
más de un producto dado, mientras un precio bajo muchas veces ni siquiera alcanza a cubrir los
costos de producción.
Se formula como: Entre más alto sea el precio, mayor será la cantidad ofrecida, permaneciendo
otros factores constantes.
La curva de la oferta es la representación gráfica que muestra la cantidad total de un producto que
los productores están dispuestos a producir o vender, en un determinado periodo, a diversos
precios del producto, cuando los demás factores de la oferta permanecen constantes. La curva de
la oferta normalmente tiene pendiente positiva que muestra una relación directa entre los precios
y las cantidades.
Como ocurre con la curva de la demanda, un movimiento en esta curva se da sólo si hay variación
de los precios; si hay cambios en otras variables afectarán toda la curva, causando un
desplazamiento en la misma.
Veamos ahora los argumentos de los oferentes y cómo se configura la curva de oferta. Su reacción
a los precios será la opuesta; así, siguiendo con el ejemplo del trigo, si los precios del trigo son
altos, se producirá mucho trigo, pero si los precios bajan, los agricultores destinarán sus tierras al
cultivo de otros cereales y la cantidad de trigo que llegará al mercado será menor.
Determinantes en la oferta
Al construir la curva de la oferta se supone que el precio es el que más influye en la cantidad
ofrecida de un producto cualquiera; sin embargo, existen otros factores muy importantes en la
oferta como:
Número de empresas potencialmente aptas o número de vendedores que hay en el
mercado: Si lo demás es constante, cuanto mayor es el número de proveedores, mayor
será la oferta. Esto provocará un desplazamiento de la curva a la derecha y, al contrario,
cuando se cierran algunas industrias se disminuirá la oferta, desplazándose la curva hacia
la izquierda.
El costo de los insumos y de los diferentes recursos utilizados en la producción del bien y
condiciones de la oferta: Los mayores precios de éstos elevan los costos de producción y a
determinados niveles de precios reducen los beneficios del productor, por lo que no se
ofrecerán las mismas cantidades de productos; igualmente, un descenso en el precio de
los insumos aumenta la oferta, lo que desplaza la curva a la derecha.
Impuestos como el IVA que se adicionan a los costos de producción, aranceles altos o
bajos, subsidios, etcétera: Son mecanismos utilizados por los gobiernos que pueden
afectar la oferta, estimulando a los productores a que aumenten o disminuyan la
producción de bienes.
En contraste, un cambio en la oferta significa una modificación de toda la curva hacia la derecha o
hacia la izquierda, causada por uno o más de los determinantes de la oferta. Un incremento en la
oferta se representa como un desplazamiento de la curva de oferta hacia la derecha, como el de
O1 a O2, una reducción de la oferta desplaza la curva hacia la izquierda.
Si, por ejemplo, el costo de producción disminuye, la curva de la oferta se desplazaría a la derecha,
de tal manera que a un mismo nivel de precios los productores estarían dispuestos a ofrecer
mayor cantidad de productos. Si por el contrario los costos suben, la curva tendería a desplazarse
a la izquierda.
Es, por lo tanto, muy importante para el análisis poder determinar si se trata de un cambio en la
cantidad en la oferta, o un cambio en la cantidad ofrecida, o lo que es lo mismo, un
desplazamiento de la curva de la oferta, o un movimiento a lo largo de la curva.
Concepto de demanda
En economía, la demanda se define como la cantidad de bienes o servicios que los consumidores
están dispuestos a comprar a un precio y cantidad establecido en un momento dado. La demanda
está determinada por factores como el precio del bien o servicio, la renta personal y las
preferencias individuales del consumidor.
En general, la ley de la demanda indica que existe una relación inversa entre el precio y la cantidad
demandada de un bien durante un cierto periodo; es decir, si el precio de un bien aumenta, la
demanda por éste disminuye; por el contrario, si el precio del bien disminuye, la demanda tenderá
a subir (existen excepciones a esta ley, dependiendo del bien del que se esté hablando).
Utilicemos como ejemplo el mercado del trigo de un país imaginario. Los consumidores estarán
dispuestos a comprar más trigo si el precio es bajo que si el precio es alto. Supongamos que si el
precio del trigo fuese de 80 mil pesos la tonelada, los consumidores de ese país estarían
dispuestos a consumir dos millones de toneladas al año. Si el precio de la tonelada bajase a 50 mil
pesos, se podría comprar más, por ejemplo, cuatro millones al año. Si bajase aún más, a 30 mil
pesos, el consumo aumentaría a siete millones. Por último, si llegase a 22 mil pesos se adquirirían
hasta 10 millones de toneladas. Las cuatro posibilidades descritas, señaladas con las letras F, G, H
e I están resumidas en el cuadro adjunto en el que P significa precio de la tonelada de trigo en
miles de pesos, y Q la cantidad que sería demandada anualmente en millones de quintales.
La forma de la curva que hemos representado, con su pendiente decreciente y su curvatura
convexa hacia el origen, es típica de las curvas de demanda de todos los bienes y servicios. Cada
bien tendrá su curva de demanda característica, más o menos inclinada, más o menos convexa.
Además, la posición de la curva, más alta, más baja, desplazada hacia la izquierda o hacia la
derecha, dependerá de la mayor o menor renta que perciban los consumidores, de los gustos y las
modas y de los precios de otros bienes relacionados. En cualquier caso todas las curvas de
demanda seraacute;n decrecientes, ya que ello es consecuencia de la ley universal de que a
precios más bajos los consumidores demandarán más cantidad del producto.
La demanda de un bien o servicio depende de diversos factores, además de su precio. Los más
importantes son:
Gustos y preferencias: Al aumentar las preferencias por un bien (ya sea por moda,
temporada, etc.) la demanda del mismo va a aumentar.
Los impuestos: El Estado establece impuestos sobre una variedad de bienes, servicios, las
nóminas y los beneficios, donde el análisis basado en el modelo de oferta y de demanda
puede ayudarnos a predecir quién soportará verdaderamente la carga del impuesto y
cómo afectará éste a la producción y al consumo. Es bien sabido por todos que los
impuestos se han constituido en el talón de Aquiles de los gobiernos, ya que son medidas
impopulares, es decir, no cuentan con la acogida unilateral de los agentes en el mercado.
Si el gobierno decide fijar un impuesto a la producción de un bien, las empresas tomarán
medidas al respecto para evitar reducir sus ganancias, esto conduce normalmente a fijar
un mayor precio al producto trasladando el pago final del impuesto al consumidor. En el
caso en que se fija un impuesto al consumo, como lo es el IVA, sobre aquellos bienes de
primera necesidad, los consumidores tendrán que pagar más para poder obtener el bien,
lo cual implica una disminución de su capacidad de compra, ya que sus ingresos no han
variado.
Obsérvese, sin embargo, que el abaratamiento del propio producto no produce desplazamiento de
la curva, ya que la curva está indicando precisamente las cantidades demandadas a cualquier
precio.
Así diferenciamos:
1. Los desplazamientos a la izquierda o la derecha de la curva de la demanda producidos por
cambios en toda la curva de la demanda y que resulta de los cambios en los gustos, el
ingreso, los impuestos personales, los precios de bienes relacionados (sustitutos o
complementarios), el precio futuro esperado, o el número de compradores, es decir,
cualquier cambio en un determinante de la demanda que no sea el precio del mismo
bien... 2. De los movimientos a lo largo de la curva de la demanda que se producen cuando
hay un cambio en la cantidad demandada causado por un cambio del precio del propio
bien demandado.
La oferta y la demanda expresan las cantidades que los individuos dentro del sistema
económico están dispuestos a adquirir y a demandar y otros interesados en producir o
vender, cada grupo en forma independiente, lo cual no es igual que lo que pueden hacer,
pues esto realmente se determina por la interacción entre unos y otros. El modelo de
oferta y demanda se completa cuando se establece un acuerdo entre compradores y
vendedores.
Entonces, las fuerzas y los mecanismos del mercado conducen a través de las leyes de la
oferta y la demanda a un precio de equilibrio capaz de armonizar el conflicto entre
productores y demandantes consumidores. Al precio al cual están dispuestos a transar una
determinada cantidad de producto, tanto el productor como el comprador se le conoce
como precio de mercado o precio de equilibrio. En una economía de libre empresa, los
precios de los productos son determinados en las intersecciones de las curvas de la
demanda y de la oferta del mercado del producto. A un precio superior al de equilibrio, la
cantidad ofrecida es mayor que la demandada, lo que ocasiona reducciones en el precio
hasta que los vendedores puedan vender todo el exceso. Un precio inferior al de equilibrio
ocasiona un faltante, los compradores entonces intentan obtener el producto, ofreciendo
más por éste, lo cual eleva el precio hasta la cantidad de equilibrio. Si este precio de
equilibrio satisface plenamente las aspiraciones del uno y del otro, no se va a producir
exceso en el mercado, que se da cuando la cantidad demandada es menor que la cantidad
ofrecida, o una escasez, cuando la cantidad demandada es mayor que la ofrecida;
entonces, el precio que iguala la cantidad ofrecida con la cantidad demandada se le
denomina precio de equilibrio. Partiendo de un mercado ideal de competencia perfecta
(concepto que estudiaremos más adelante), el precio de equilibrio será determinado
exclusivamente por la libre manifestación de los precios de la oferta y la demanda y en los
demás tipos de mercado, aunque sea difícil de aceptar, ninguna empresa o persona
individual determina absolutamente el precio del mercado.
El modelo de oferta y demanda ha sido utilizado para los casos en los cuales los
compradores y vendedores están en libertad de interactuar en un mercado, por lo que el
precio se determina libremente; sin embargo, en muchas ocasiones los gobiernos
intervienen los mercados para tratar de regular los precios, bien sea para motivar un alza
de los mismos reduciendo artificialmente la oferta, o bien para hacer disminuir los precios
a través del incremento de la oferta. En general, hay dos tipos amplios de controles
efectuados por el gobierno: fijación de un precio máximo al que se puede comprar o
vender un bien, o fijación del precio mínimo, lo cual puede hacerse también sobre el
aumento relativo de los precios. El propósito, dependiendo del caso, es estimular a
productores, controlar los precios, disminuir la inflación, ayudar a los consumidores, etc.;
sin embargo, estas medidas, así como tienen algunos efectos que benefician algunos de
los grupos económicos y en ocasiones la economía en general, también pueden ocasionar
desestímulos fuertes a la producción, ocasionando escasez persistente, o disminución en
la calidad de los bienes que se ofrecen para disminuir costos por parte del productor, lo
que obliga a los gobiernos de una parte a buscar el mayor equilibrio y a implementar otras
medidas económicas alternas que le permitan acercarse a los propósitos buscados, pero
afectando lo menos posible a cualquiera de los agentes implicados.
En ocasiones, como una alternativa, los gobiernos, cuando se presenta, por ejemplo,
abundancia causada por altas cosechas en los productos agrícolas, adquieren las cosechas
y las almacenan en caso de ser posible para evitar una caída en los precios, o restringen el
número de hectáreas a sembrar y las importaciones o exportaciones de esos productos.
Elasticidad de la demanda
Hay algunos bienes cuya demanda es muy sensible al precio, pequeñas variaciones en su
precio provocan grandes variaciones en la cantidad demandada; se dice de ellos que
tienen demanda elástica. Los bienes que, por el contrario, son poco sensibles al precio son
los de demanda inelástica o rígida, en éstos pueden producirse grandes variaciones en los
precios sin que los consumidores varíen las cantidades que demandan. El caso intermedio
se llama de elasticidad unitaria.
La ley de la demanda establece que una variación hacia el alza de los precios provoca
consecuentemente una disminución en las cantidades demandadas; sin embargo, el grado
o sensibilidad de esa variación no es igual en todos los productos y varía
considerablemente de un producto a otro de acuerdo con el tipo de producto, la
necesidad que satisfacen y el rango de precios en que se mueve.
Para ciertos productos, una pequeña variación de los mismos puede provocar una
reacción fuerte en los consumidores, dando como resultado grandes disminuciones en las
cantidades; en otros puede ocurrir exactamente lo contrario, donde una variación
significativa de los precios no alcanza a tener grandes modificaciones en las cantidades.
Cada artículo o cada grupo de artículos puede tener diferente pendiente o inclinación, a lo
cual en forma abreviada se le conoce como "elasticidad de la demanda".
Por ejemplo, si el precio de un bien aumenta a 109 desde un precio base 100 (el cambio es
de 9%), y la cantidad demandada cae de 100 a 90 (una reducción de 10%) siendo la
elasticidad igual a 10/6, es decir, 1.66.
Para calcular la variación porcentual se divide tanto en el precio como en la cantidad, los
cambios registrados sobre los valores originales.
Los factores que influyen en que la demanda de un bien sea más o menos elástica son:
Existencia de bienes sustitutivos. Si existen buenos sustitutos la demanda del bien será
muy elástica; por ejemplo, un aumento en el precio del aceite de maíz puede provocar que
un gran número de amas de casa se decida por usar el de oliva.
Importancia del bien en términos de coste. Si el gasto en ese bien supone un porcentaje
muy pequeño de la renta de los individuos, su demanda será inelástica; por ejemplo, el
lápiz. Las variaciones en su precio influyen muy poco en las decisiones de los
consumidores que desean adquirirlos.
El paso del tiempo. Para casi todos los bienes, cuanto mayor sea el periodo considerado,
mayor será la elasticidad de la demanda. Puede ser que al aumentar el precio de la
gasolina su consumo no varíe mucho, pero al pasar el tiempo podrá ser sustituida en
algunos de sus usos por el carbón, en otros por el alcohol, de forma que la disminución en
la demanda sólo se nota cuando pasa el tiempo.
Entonces:
Lo anterior indica que mientras el precio tuvo una reducción porcentual de sólo 25%, se
produjo un incremento porcentual en la cantidad demandada de 300%, dando como
resultado un coeficiente de elasticidad de 12, que al ser mayor que 1, se le denomina
demanda elástica.
Ejemplo: Ante una variación porcentual de 20% en los precios se da una variación en las
cantidades también de 20%, el coeficiente es igual a 1 y se dice que la elasticidad es
unitaria, situación que no es muy común.
Una curva de la demanda perfectamente inelástica es una vertical a una cierta cantidad de
unidades; la cantidad demandada es completamente insensible al precio. Una curva de la
demanda perfectamente elástica es una línea plana a un cierto precio; un aumento en el
precio por encima de ese nivel reduce a 0 la cantidad demandada y a ese precio constante
se eleva hasta el máximo que es posible adquirir en el corto plazo.
La elasticidad de la oferta
La oferta será elástica o inelástica si las variaciones en la cantidad ofrecida son mayores o
menores proporcionalmente a las variaciones en los precios. Definida con más precisión, la
elasticidad de la oferta es el porcentaje en que varía la cantidad ofrecida cuando el precio
varía en 1%. Lo que se trata de medir, de hecho, es la capacidad de reacción de las
empresas a las variaciones en los precios.
Eo = 1 elasticidad unitaria
Una curva perfectamente inelástica, en la que una leve variación en la oferta provocará
serias modificaciones en los precios debido a la rigidez de la demanda.
En general, el desplazamiento de los precios es más intenso para una curva de demanda
relativamente inelástica que para una de relativa elasticidad. Igualmente, las ofertas
rígidas e inelásticas imprimen modificaciones más acentuadas en los niveles de precios
que las ofertas perfectamente elásticas.
Elasticidad-renta de la demanda
Bien Giffen: Bien inferior en el que al aumentar su precio aumenta su demanda. Se trata
de aquellos casos en que el efecto-renta alcanza una cuantía tal que compensa y
sobrepasa al efecto-sustitución, de signo contrario. Para ser un verdadero bien Giffen, el
precio debe ser lo único que cambie para obtener una variación en la cantidad
demandada, quedando los bienes de lujo al margen.
Los bienes necesarios suelen tener una baja elasticidad-renta. El consumidor tiende a
adquirir la cantidad que necesita, independientemente de que su renta suba o baje.
Los bienes de lujo suelen tener una elevada elasticidad-renta: su demanda varía
notablemente ante variaciones en la renta del consumidor.
Elasticidad e ingreso
La elasticidad también ayuda a determinar lo que ocurrirá a los precios después de una
caída en la oferta o demanda de un bien o servicio, cualquiera que sea la causa de la caída,
y permite predecir si el ingreso aumentará o disminuirá cuando se rebajan o aumentan los
precio.
Es evidente que un aumento en la oferta, provocado por una cosecha abundante, tiende a
reducir el precio, pero a través de observaciones al fenómeno efectuadas por los primeros
economistas como Gregory King, observó un hecho no tan obvio, que permitía comprobar
que los agricultores en su conjunto perciben un ingreso total menor cuando la cosecha es
buena que cuando es mala.
En efecto, cuando la elasticidad precio de los alimentos es baja, una gran cosecha tiende a
ir unida a unos ingresos bajos, por la relación del ingreso total que es equivalente a Precio
por Cantidad. I = P x Q, de lo cual se puede deducir:
Cuando la demanda es inelástica respecto del precio, una disminución de este último
reduce el ingreso total.
Como el ingreso es el producto del número de cantidades vendidas por el precio, esta
relación puede dar diferentes resultados, así:
Por el contrario, se puede buscar una reducción en el precio de los productos para lograr
que aumenten las cantidades negociadas en una proporción mucho mayor que los precios,
dando como resultado un incremento de los ingresos, ganando por volumen.
En el caso de demanda inelástica, el precio asignado debe ser relativamente alto para que
el ingreso total aumente