Está en la página 1de 15

L a in d iv id u a c ió n y e l t r a b a jo d e lo s in d iv id u o s *

Kathya Araujo
Universidad Academia de Humanismo Cristiano

Danilo Martuccelli
Université de Lille 3

Re sum e n

Este artículo parte por reconocer la creciente importancia del


individuo para la comprensión de las sociedades en el momento
actual al mismo tiempo que subrayar ciertos impasses cuando la
est rat egia privilegiada para ello es la socialización o la
subjetivación. En este contexto, y una vez formuladas una serie
de crít icas a est as vías, el art ículo present a y desarrolla las
maneras en que es posible desde la individuación dar cuenta por
un lado, a escala del individuo, de las principales pruebas de un
t ipo de sociedad y, por el ot ro, analizar concret ament e las
maneras como en est e marco los individuos son capaces de
construirse como sujetos.

P a la b r a s c la v e

Individuación —Sujeto —Pruebas —Individuo —Socialización —


Subjetivación.

Correspondencia:
Danilo Martuccelli
Université de Lille 3 - CeRIES
Domaine Univers du "Pont de Bois"
BP 60149
59653 - Villeneuve d'Ascq Cedex -
France
e-mail: dmartuccelli@nordnet.fr

* Este artículo ha sido posible gracias


al proyecto Fondecyt 1085006.

Educação e Pesquisa, São Paulo, v.36, n. especial, p. 077-091, 2010 77


I n d iv id u a t io n a n d t h e w o r k o f in d iv id u a ls *

Kathya Araujo
Universidad Academia de Humanismo Cristiano

Danilo Martuccelli
Université de Lille 3

Ab s tr a c t

This article starts by recognizing the growing importance of the


conception of the Individual in order to understand contemporary
societ ies, while it f ocuses on cert ain impasses arising when
socializat ion and subject ivat ion st rat egies are f avoured t o
approach this subject matter. After formulating some criticism to
both of these strategies, the article presents and develops the ways
in which individuation allows explaining, at the scale of the indi-
vidual, the main trials in a specific society, and it analyzes how
individuals are able to build themselves as subjects within this
framework.

K e yw o r d s

Individuation — Subject — Trial — Individual — Socialization —


Subjectivation.

Contact:
Danilo Martuccelli
Université de Lille 3 - CeRIES
Domaine Univers du "Pont de Bois"
BP 60149
59653 - Villeneuve d'Ascq Cedex -
FRANCE
e-mail: dmartuccelli@nordnet.fr

* This article has been made


possible by the project Fondecyt
1,085,006.

78 Educação e Pesquisa, São Paulo, v.36, n. especial, p. 077-091, 2010


La tesis que el individuo es una vía rele- nos dos ot ras grandes est rat egias: la
vante para entender las sociedades contemporá- subjetivación y la individuación. Esquemática-
neas, ha adquirido una creciente importancia en mente, la socialización estudia el proceso de
las ciencias sociales (Martuccelli, Singly, 2009). La fabricación socio-psicológico del individuo; la
centralidad actual del individuo en la sociología subjet ivación aborda, en el marco de la
procede de la crisis de la idea de sociedad y sociología, el problema de la constitución del
testimonia de una transformación profunda de sujet o como el result ado de una dinámica
nuestra sensibilidad — a saber, el hecho que el socio- polít ica de emancipación; la indivi-
individuo es el horizonte liminar de nuestra duación se int eresa, desde una perspect iva
percepción social. De ahora en más, es en socio- hist órica, al t ipo de individuo que es
ref erencia a sus experiencias que lo social estructuralmente fabricado en una sociedad
obtiene o no sentido. El núcleo central de este (Martuccellli, 2007). En este artículo defende-
proceso puede enunciarse simplemente. De la remos la tesis que es indispensable, si se quiere
misma manera en que ayer la comprensión de extraer todas las promesas contenidas en una
la vida social se organizó desde las nociones de sociología del individuo, privilegiar la indi-
civilización, historia, sociedad, Estado- nación viduación como la principal est rat egia para
o clase, concierne ahora al individuo ocupar refundar una macro- sociología.
este lugar central de pregnancia analítica. En
est e cont ext o, el principal desaf ío de la E l p e r s o n a j e s o c ia l, la
sociología es lograr dar cuent a de los s o c ia liz a c ió n y la t e o r ía d e la
principales cambios societales desde una inteli- s o c ie d a d
gencia que tenga por horizonte el individuo y
sus experiencias. Uno de los grandes méritos de la socio-
Sin embargo, si el individuo debe ser logía fue durante mucho tiempo su capacidad
colocado en el vért ice del análisis, ello no de int erpret ar un número import ant e de
supone en absoluto una reducción del análisis situaciones y de conductas sociales, desiguales
sociológico al nivel del actor, sino que apare- y diversas, con la ayuda de un modelo casi úni-
ce como la consecuencia de una t ransf or- co. En última instancia, en efecto, la verdadera
mación societal que instaura al individuo en el unidad disciplinar de la sociología, más allá de
zócalo de la producción de la vida social. Para escuelas y teorías, provino de esta vocación
dar cuent a del nuevo rol analít ico que le común, del proyect o de comprender las
concierne al individuo en el período actual, las experiencias perso- nales a partir de sistemas or-
teorías de la socialización y de la subjetivación ganizados de rela-ciones sociales.
presentan, como lo veremos, un conjunto im-
portante de insuficiencias que invitan a privi- U n m o d e lo c lá s ic o
legiar una estrategia otra que, partiendo del
proceso de individuación, sea capaz de des- Ningún otro modelo resumió mejor este
cribir el trabajo del individuo para fabricarse proyect o que la noción de personaje social
como sujeto. (Martuccelli, 2002). El personaje social no de-
Aclaremos este punto, y ello tanto más signa solamente la puesta en situación social
que en la sociología de la educación, la sociali- de un individuo sino mucho más profunda-
zación ha gozado, sin lugar a dudas, de una ment e la volunt ad de hacer int eligibles sus
preeminencia importante. La socialización no acciones y sus experiencias en función de su
es la única manera como puede concebirse el posición social, a veces bajo la f orma de
proceso de fabricación de los individuos. Al correlaciones est adíst icas, ot ras veces por
lado de ella, es posible diferenciar por lo me- medio de una descripción et nográf ica de

Educação e Pesquisa, São Paulo, v.36, n. especial, p. 077-091, 2010 79


medios de vida. En los dos casos le f ue impone (por lo general sin gran rigor) la
otorgado a la socialización un papel importan- representación de una sociedad contemporánea
te y fue esta mirada la que durante mucho (bajo múlt iples nombres — post - indust rial,
tiempo definió la gramática propiamente soci- modernidad radical, segunda modernidad,
ológica del individuo. Cada individuo ocupa posmodernidad, híper- modernidad…) marcada
una posición y su posición hace de cada uno por la incertidumbre y la contingencia.
de ellos un ejemplar a la vez único y típico de La situación actual se caracteriza por la
las diferentes capas sociales. El individuo se crisis creciente de la idea del personaje social en
encuentra inmerso en espacios sociales que el sentido preciso del término —la homología más
“generan”, a través un conjunto de “fuerzas” o menos estrecha entre un conjunto de procesos
sociales, sus conduct as y vivencias (y poco estructurales, una trayectoria colectiva (clasista,
importa la noción empleada para dar cuenta de genérica o generacional) y una experiencia
est e proceso — sist ema, campo o personal. Si muchos sociólogos continúan aún
configuración) (Parsons, 1951; 1964; Bourdieu, trabajando, incluso implícitamente en el marco de
1979; Elias, 1990). En breve, la más venerable este modelo, progresivamente empero esta elegan-
vocación de la sociología reside en el esfuerzo te taxonomía de personajes revela un número
inagotable por hacer de la posición ocupada creciente de anomalías y de lagunas. Los
por un actor el principal factor explicativo de individuos no cesan de singularizarse y este
sus conductas. movimiento de fondo se independiza de las
Esta articulación entre una posición so- posiciones sociales, las corta transversalmente,
cial y un tipo de actor, gracias a la teoría de produce el resultado imprevisto de actores que se
la socialización, fue tanto más exitosa que se conciben y actúan como siendo “más” y “otra
apoyó, durante décadas, en torno a una idea cosa” que aquello que se supone les dicta su
de la sociedad concebida como la articulación posición social. Los individuos se rebelan contra
de diferentes niveles de la realidad social, al los casilleros sociológicos —como lo muestra in-
punto que entre el actor y el sistema la fusión cluso involuntariamente el estudio de uno de sus
fue incluso, en apariencia, de rigor, a tal punto más connotados representates (Bourdieu, 1993).
el uno y el otro parecían ser como las dos caras Por supuesto, la corrupción de la ta-
de una misma moneda. El triunfo de la idea de xonomía general es un asunt o de grados y
sociedad, ya sea por sus articulaciones fun- jamás un asunto de todo o nada. Sin embar-
cionales ent re sist emas o campos (o por la go, la inflexión es lo suficientemente fuerte
determinación en última instancia de la cultura como para invit ar a que se cuest ione la
por la infraestructura), y la noción adjunta de voluntad de entender, sino exclusivamente, por
personaje social, no significó en absoluto la lo menos mayorit ariament e, los individuos
liquidación del individuo sino la imposición desde una est rat egia que ot orga un papel
hegemónica de un tipo de lectura. Fue alre- int erpret at ivo dominant e a las posiciones
dedor de esta pareja como se forjó el auténtico sociales (en verdad, a un sistema de relaciones
corazón analítico de la sociología. sociales), en el seno de una concepción parti-
cular del orden social y de la sociedad.
L a c r is is d e l m o d e lo Pensemos en una ilustración simple. A
diferencia de lo que durante mucho tiempo
Es este proyecto intelectual que ha en- afirmó el pensamiento sociológico, para quien
trado progresiva y durablemente en crisis des- la cultura (ya sea por interiorización de normas
de hace décadas. El modelo aparece cada vez o por incorporación de hábit os) era lo que
menos pertinente a medida que la noción de aseguraba el ajust e ent re la sociedad y la
una sociedad integrada se deshace y que se personalidad, gracias a la socialización,

80 Kathya ARAUJOe Danilo MARTUCCELLI. La individuación y el trabajo de los individuos.


la cult ura posee cada vez más una f unción individuo y la sociedad, y es también un factor
ambivalente. La constatación, empero, no es activo, cada vez más frecuente, de fisión entre
una novedad. Sin embargo, la mayor parte de uno y otro.
los sociólogos se contentaron antaño con inter- La importancia de este proceso es tal que
pret ar las desviaciones como anomalías la necesidad de nuevas distinciones analíticas se
marginales. Para el mainstream de la sociología, hace patente en la literatura especializada. Por
como Durkheim lo encarna de manera contun- supuesto, los individuos siguen siendo sociali-
dent e, la cult ura, a t ravés del proceso de zados a través de factores culturales que forman
socialización, era lo que garantizaba el acuerdo su personalidad, pero esta socialización opera en
ent re las expect at ivas personales y las un contexto social en el cual la cultura posee
posibilidades objet ivas. El proceso de cada vez más un rol ambivalente. Ella ya no es
fabricación de los individuos, gracias al opera- más solamente la garante del acuerdo durable
dor de la socialización, debía conducir —vsalvo entre el actor y la sociedad (como lo fue en
casos excepcionales — a un ajuste progresivo mucho en las sociedades culturalmente cerradas
del individuo en la sociedad. Ahora bien, a di- o aisladas), sino que aparece como un agente
f erencia de lo que supuso el pensamient o permanente de diferenciación.
clásico, la cultura es hoy en día una máquina Nada testimonia mejor de esta inflexión
para producir una inflación increíble de expec- que el cambio de rol analítico que se le otorga
t at ivas individuales. La razón de ello no se progresivamente — y a veces subrepticiamente
encuentra, como algunos lo han podido afir- — a la socialización. A través de etapas diver-
mar, en el modernismo (Bell, 1982), sino que sas tiende a reconocerse no solamente la idea de
es una consecuencia más o menos directa de la existencia de una pluralidad de culturas en el
la impronta del mercado sobre la vida social. seno de una misma sociedad, sino, de manera
El mercado crea un conjunto de expectativas más importante, que dada esta disimilitud de
cada vez mayores engendrando una falta de orien- taciones culturales no es posible hacer de
adecuación est ruct ural ent re nuest ras la socialización el pivote de la integración de la
aspiraciones personales y nuestras oportunida- sociedad. Las interpretaciones se sucedieron en
des objetivas. Evidentemente, el problema no cascada durant e las últ imas décadas: los
es nuevo. Es est a inadecuación lo que individuos, en función de sus grupos de perte-
Durkheim (1995) llamó la anomia —el “mal del nencia, subculturas, generaciones o sexo no
inf init o” — o sea, el hecho que los act ores interiorizan los mismos modelos culturales; todos
t engan est ruct uralment e anhelos que la los individuos, por otra parte, no llegan a ser
sociedad es incapaz de satisfacer. Pero eso que correctamente socializados; en una sociedad hay
aterraba a Durkheim y a sus contemporáneos un gran número de posibles conf lict os de
se ha convertido en un elemento de base de orientación entre los fines y los medios legítimos.
nuestra realidad. Los actores tienen expectati- En breve, la socialización cesa de ser un princi-
vas que sobrepasan est ruct uralment e sus pio exclusivo de integración y se transforma en
posibilidades de realización, como el mismo un proceso sometido al antagonismo social.
Pierre Bourdieu (1997) lo reconoció en su úl- Por falta de espacio para presentar en
timo gran libro teórico. La cultura engendra det alle est a hist oria int elect ual, evoquemos
deseos que, inscribiéndose como expectativas en rápidamente su corazón analítico: la explora-
los individuos, instaura una distancia social y ción creciente de las dimensiones plurales y
una f rust ración a veces generalizada en contradictorias de la socialización. En efecto,
situaciones sociales incapaces de satisfacerlas. La si durant e décadas el reconocimient o de la
cult ura en la modernidad ha cesado de ser diversidad de las subcult uras no cuest ionó
solamente un factor de integración entre el verdaderamente el carácter unitario del proceso

Educação e Pesquisa, São Paulo, v.36, n. especial, p. 077-091, 2010 81


de socialización, es esta presuposición la que mos de la int egración de la sociedad (era
es progresivamente cuestionada. La verdadera gracias a ella que se producía la adecuación
rupt ura será int roducida por Berger y ent re el act or y la posición); hoy, la
Luckmann (1966) a través de la distinción, que socialización aparece como un f ormidable
se ha hecho célebre, entre socialización prima- mecanismo de fisión — cada individuo es el
ria (la de la primera inf ancia) y la serie de fruto de una serie cada vez más contingente y
socializaciones secundarias a las cuales está diversa de experiencias de socialización. Fren-
sometido todo individuo a lo largo de su vida. t e a est e proceso, la socialización es,
La socialización deja de ser un proceso único rápidamente, una vía sin salida. Y en el fondo
y t erminado al salir de la inf ancia y se terriblemente tautológica. ¿Qué hay de nuevo
convierte en una realidad abierta y múltiple. La en afirmar que en una sociedad altamente di-
variable temporal, ampliamente rechazada o ferenciada los individuos son plurales? Pero
minimizada en el momento anterior, adquiere sobre todo, ¿qué es lo que una estrategia de
una importancia decisiva. Destaquémoslo: es la estudio en “profundidad” de los individuos de
toma en cuenta de esta dimensión diacrónica este tipo es capaz de enseñarnos acerca de la
de la socialización, y el reconocimiento de una sociedad?
sociedad altamente diferenciada, lo que está en
la raíz de las concepciones conflictuales de la E l p r im a d o d e la in d iv id u a c ió n
socialización, en los estudios sobre la neurosis
de clase (Gaulejac, 1987) o las inf lexiones Progresivamente se impone la necesidad
recient es que conoce en Francia el de reconocer la singularización creciente de las
disposicionalismo, en especial bajo la forma de t rayect orias personales, el hecho que los
un conjunto heterogéneo de hábitos sociales actores tengan acceso a experiencias diversas
con fuerte variación interindividual (Kaufmann, que tienden a singularizarlos y ello aún cuando
2001; Lahire, 1998). ocupen posiciones sociales similares. Pero para
Esquematizando en exceso, es posible dar cuenta de esta transformación es preciso
afirmar que a diferencia de la versión canónica renunciar a hacer de la socialización el princi-
del personaje social, estas miradas sociológicas, pal vehículo de la teoría social y privilegiar el
sobre t odo cuando se cent ran a nivel del proceso de individuación. Sólo desde ella el
individuo, no pueden sino constatar un sin- proceso de constitución de los individuos es
número de “anomalías” o de “ disonancias”. Ya susceptible de convertirse en el verdadero eje
sea a través de estrategias de incongruencias del análisis sociológico.
estatutarias, de ambivalencias normativas, de Si el individuo obtiene una tal centra-
contradicciones entre hábitos, cada vez se hace lidad es porque su proceso de const it ución
más evidente que en un número creciente de permite describir una nueva manera de hacer
contextos el individuo ya no se ajusta perfecta- sociedad. Es el ingreso en un nuevo período
mente a una determinada situación. Y en la histórico y societal donde se halla la verdadera
medida en que los principales rasgos del actor razón de ser de este proceso. Es a causa de la
no pueden más ser referidos enteramente a una crisis de la idea de sociedad que es necesario
posición social concebida de manera unitaria y dar cuenta de los procesos sociales buscando
homogénea, los sociólogos están obligados de la unidad de base de la sociología “ desde
prestar mayor atención al individuo mismo. abajo”, esto es, desde los individuos, con el fin
Sin embargo, así efectuado, el estudio de mostrar otras dimensiones detrás del fin de
de la socialización conoce una variación ana- las concepciones sistémicas totalizantes. En
lítica sustancial. Ayer, la socialización fue con- verdad, el desafío posee una doble dimensión.
cebida como uno de los principales mecanis- Por un lado, y cont ra los part idarios de la

82 Kathya ARAUJOe Danilo MARTUCCELLI. La individuación y el trabajo de los individuos.


noción de personaje social, es preciso afirmar de la socialización. De Simmel a Giddens este
la singularización en curso y la insuficiencia ha sido el verdadero límite de las teorías de la
cada vez más patente de una cierta mirada individuación (Mart uccelli, 1999). ¿Cómo
sociológica. Pero por el otro lado, y esta vez establecer sobre nuevas bases este vínculo?
contra los adeptos de una cierta sociología del Articulando como lo propondremos un dispo-
individuo, es imperioso comprender que la sitivo particular de estudio de la individuación,
situación actual no debe leerse únicamente a t ravés de la noción de prueba, con una
desde la inevitable pluralidad de disposiciones versión específ ica del t rabajo por el cual el
individuales reduciendo la sociología al nivel individuo se fabrica como sujeto.
del solo individuo. En verdad, a los procesos de
incorporación y de transmisión cultural. E l p r o c e s o d e in d iv id u a c ió n d e s d e la s
Lo anterior invita a colocar la estrategia prue ba s
de la individuación en el centro del estudio del
proceso de f abricación de los individuos La individuación es pues una perspectiva
aut onomizándola de los t rabajos sobre la analítica particular de estudio que se interro-
socialización. En efecto, frente a los cambios ga por el t ipo de individuo que es est ruc-
actuales es necesario lograr dar cuenta desde turalmente fabricado por una sociedad en un
otras bases de los procesos de fabricación de período histórico. Pero para dar cuenta de este
los individuos. En este proceso, las adapta- proceso es preciso privilegiar exclusivamente
ciones sociológicas de categorías psicológicas, algunos grandes factores estructurales o bien,
como pueden ser el uso de patologías del alma como lo propondremos aquí, interesarse por un
para describir el período actual (Lasch, 1999; conjunto de pruebas estructurales a las que
Ehrenberg, 1998), el increment o de la est án somet idos t odos los individuos, pero
reflexividad, en verdad, de las competencias desde posiciones diversas, en el marco de una
cognit ivas inst rument ales (Beck, Beck- sociedad. Las pruebas son en est e sent ido
Gernsheim, 2001; Giddens, 1991) o las recien- desafíos históricos, socialmente producidos,
t es art iculaciones ent re psicoanálisis y culturalmente representados, desigualmente
sociología (• i• ek, 2001; Elliott, 2003) adolecen distribuidos que los individuos están obligados
de una insuficiencia común. Estas versiones no a enf rent ar en el seno de un proceso
logran aut onomizar suf icient ement e la est ruct ural de individuación (Mart uccelli,
individuación con respecto a la teoría de la 2006).
socialización (Dubet, 1994). La noción de prueba propone una
La insuf iciencia no es nueva. El articulación entre los procesos societales y las
razonamiento de la mayor parte de autores que experiencias personales, pero allí donde la
tomaron la vía de la individuación fue en el teoría de la socialización busca establecer vín-
fondo bicéfalo. Por un lado, mostraron con culos necesarios (y a veces incluso inf erir
éxit o hast a qué punt o el individuo es conclusiones microsociológicas desde conside-
indisociable de un conjunt o de procesos raciones macrosociológicas), el estudio de la
estructurales que explican justamente sus di- individuación desde las pruebas busca dejar
f erent es perf iles hist óricos (urbanización, siempre abierta, y por ende problemática, esta
monetarización...). Por el otro lado, cada vez interrelación. Un proceso que, como lo vere-
que abandonaban el nivel macro- sociológico mos, tiene repercusiones decisivas a la hora de
para interesarse a los mecanismos efectivos y describir el trabajo singular de cada individuo
más singularizantes a través de los cuales se para fabricarse como sujeto.
f abricaban individualment e los act ores, lo Las pruebas poseen cuatro grandes ca-
hacían movilizando inevitablemente las teorías racterística analíticas (Martuccelli, 2006; 2007).

Educação e Pesquisa, São Paulo, v.36, n. especial, p. 077-091, 2010 83


En primer lugar, la noción es inseparable de noción de prueba restituye, en este sentido, al
una dimensión narrativa. La prueba supone en proceso de selección de personas su
efecto un mecanismo de percepción desde el contingencia pero evita subrayar en demasía la
cual los actores experimentan y entienden sus singularidad de la manera como los actores
vidas como somet idas a un conjunt o de salen o no airosos de estos desafíos (como lo
desafíos o problemas específicos. Procesos en hacen, por ejemplo, los est udios sobre la
los que los actores se enfrentan menos a “un” resiliencia). Las pruebas select ivas son de
momento decisivo (como fue el caso en las naturaleza distinta, algunas son fuertemente
ant iguas visiones heroicas) sino que se ven formalizadas (escolares o laborales), otras lo
obligados a hacer frente a un sinnúmero de son menos (urbanas o familiares), otras, inclu-
experiencias en los que son puestos a prueba. so, pueden no serlo (relaciones intersubjetivas
Describir las pruebas implica pues recurrir a o existenciales). Pero en relación a todas y cada
una estructura narrativa particular desde la una de ellas, los actores pueden, midiéndose
cual se comprende la propia vida como una en ellas, “aprobar“ o “ desaprobar“ , “ t ener
sucesión permanente de puestas a prueba. Esta éxito“ o “ fracasar“. Las pruebas serían las que
narrat iva, siguiendo a Simmel (1986) y a explicarían el juego diferencial que se vincula
Berman (2006), es propia a la modernidad y con las distintas características sociales de los
por ella la vida se vive como una avent ura individuos (en términos de clase, género, edad,
permanente. estado de salud, recursos materiales y simbó-
En segundo lugar, las pruebas suponen licos, et c.). Lo import ant e, en la aplicación
un t ipo de individuo que se encuent ra analítica de la noción de pruebas no es, sin
obligado, por razones estructurales, a enfren- embargo, cuantificar en abstracto los recursos
tar estos desafíos. Una concepción que es lo (o dif erent es capit ales) disponibles para el
suf icient ement e abiert a como para permit ir actor, sino de estudiar in situ y en acto, en
operalizaciones desde diferentes conceptuali- función del tipo de pruebas enfrentadas y los
zaciones del individuo aún cuando en todas diferenciales de respuestas de unos y otros, las
ellas una atención particular debe otorgársele modalidades específ icas de movilización de
a lo que el individuo percibe. No en el senti- estos recursos.
do de dar acceso a su subjetividad, sino por- En cuarto y último lugar, las pruebas no
que este aspecto, y su percepción a escala del designan cualquier tipo de desafío o de pro-
individuo, da cuenta, desde una perspectiva blema vivencial sino que circunscriben un con-
distinta, de un fenómeno colectivo. En todo junto de grandes retos estructurales, particu-
caso, la vida social está cada vez más marcada larmente significativos, en el marco de una
por una serie de desafíos (escolares, laborales, sociedad. Para describir el modo de
relacionales...) que ponen constantemente y individuación propio de una sociedad es pues
estructuralmente a prueba a los individuos. necesario ident if icar un número reducido y
Experiencias tanto más difíciles que tienden a significativo de pruebas. En efecto, aunque sea
ser vividas como siendo irreduct iblement e posible identificar una gran diversidad de me-
personales. canismos sociales, el estudio debe restringirse
En tercer lugar, las pruebas se vinculan al examen de un número limitado de pruebas,
a procesos de evaluación. Las pruebas implican consideradas part icularment e signif icat ivas
la exist encia de un sist ema de selección de para una realidad histórica y social concreta. A
personas que sin invalidar el peso de las veces, y en función de las sociedades, pruebas
posiciones sociales y de los diferenciales de de índole institucional serán las privilegiadas
oport unidades que les son asociadas, deja (escuela, trabajo, familia); otras veces tendrán
abiert o el result ado f inal del proceso. La más peso pruebas relat ivas al lazo social

84 Kathya ARAUJOe Danilo MARTUCCELLI. La individuación y el trabajo de los individuos.


(relación a los colectivos, a las normas, a los 1999), lo que implica un amplio juego de
ot ros); pero en todos los casos, las pruebas declinaciones posibles, ya sea en función de la
tienen una forma específica y distintiva para cada sociedad en la que viven (las sociedades del Sur
sociedad. Dicho muy concretamente, describir el o del Norte), del género (los diferenciales en-
sist ema est andarizado de pruebas de tre hombres o mujeres), de la posición social
individuación equivale a describir una sociedad (en los sectores populares o en las capas me-
hist órica en su unidad. Un modo de dias altas), o dentro de una misma posición
individuación no existe sino en la medida en que social (diferencias en función de los sectores de
está vivo el sistema de pruebas que lo forja. act ividad laboral, por ejemplo, según sea
El estudio de la individuación a través asalariado o trabajador independiente, según el
de un conjunto estandarizado de pruebas per- tipo de contrato de empleo, entre otras). Si
mite poner en pie una estrategia de análisis bien las pruebas son comunes a t odos los
capaz de describir un conjunto socio- históri- actores de una sociedad, éstas se difractan en
co desde coordenadas dist int as a las función de los diferentes contextos de vida.
propuest as por la idea de sociedad y sobre Aún más. Las pruebas en el seno de
t odo por la t eoría de sist emas (Luhmann, toda vida singular se inscriben temporalmen-
1995). En estas últimas versiones, como se sabe, t e de manera diversa, lo que implica que a
no hay más posibilidad de describir de manera medida que los individuos avanzan en la edad,
unitaria la sociedad, o describir desde ella los se encuentran obligados a operar su vida a
individuos, a tal punto la sociedad no es sino una partir de los resultados obtenidos hasta ese
yuxtaposición de sistemas autopoiéticos sin prin- momento, y por ende en medio de un conjun-
cipio central. Por el contrario, el conjunto t o vivido de pruebas. La sucesión de est as
estandarizado de pruebas intenta describir, a es- pruebas, no se produce de manera imprevista:
cala del individuo, una sociedad histórica. al cont rario, la sucesión es más o menos
estandarizada en las sociedades actuales (so-
L a d e c lin a c ió n d e la s p r u e b a s bre todo en lo que concierne el vínculo entre
escuela-trabajo-familia). Pero a nivel individu-
La noción de pruebas permite restituirle al, la inscripción bajo conjuntos personalizados
a la vida social una consistencia caracterizada de pruebas es el fruto de una trayectoria vivi-
por su elast icidad (Mart uccelli, 2005), da fuertemente singular: etapas en las que se
permitiendo, así, analizar la difracción no uni- combinan los errores y los éxitos, el destino y
forme de los fenómenos y de las prácticas en la la f ort una, las oport unidades y las
vida social. Evita así la deducción directa de dominaciones, los accident es y los
consecuencias microsociales a partir de una condicionamientos. En este sentido, y una vez
visión macrosocio-lógica. En este punto, y tras más, no hay tránsito directo entre los niveles.
la crisis de la idea de la sociedad, es Por un lado, es necesario reconocer y respetar
indispensable insistir en el hecho que no existe lo que aparece como contingente a nivel de
más un vínculo estrecho y unidireccional entre una vida personal (el resultado de las pruebas
los diferentes niveles sociales (Latour, 2006). para cada act or en la singularidad de su
Que las pruebas est ruct urales est én experiencia personal), y, por otro lado, tener en
sometidas a un proceso de difracción, quiere cuenta el perfil socio-temporal estandari-zado
decir que no todos los actores están igualmen- de la sucesión de pruebas a nivel de la
te expuestos a estas pruebas estructurales. No sociedad. Es su resolución a escala del indivi-
todos los actores sociales están, por ejemplo, duo lo que define su proceso de individuación.
igualment e expuest os a los riesgos de la Así concebida, la noción de prueba per-
globalización (Robertson, 1992; Held et al ., mit e singularizar el análisis sociológico sin

Educação e Pesquisa, São Paulo, v.36, n. especial, p. 077-091, 2010 85


romper empero con una visión est ruct ural des particulares en que se consigue movilizar
amplia. En efecto, la noción de prueba resul- recursos para enfrentarlas en un contexto espe-
ta relevante en la medida en que considera el cífico de determinaciones estructurales...).
dif erencial result ado de variaciones Pero así entendido es necesario pregun-
interpersonales. Un diferencial que explicaría tarse por cómo abordar lo que se juega en el actor
que individuos que disponen de los mismos mismo y qué aporta a explicar su trayecto parti-
recursos, y cuyas posiciones sociales son en cular. De manera más específica: surge la cuestión
apariencia muy similares, revelen diferencias de saber con qué herramientas conceptuales y
muy import ant es a la hora de enf rent arlas analíticas es posible acercarse al trabajo del
(Sen, 1992). En sentido inverso, que actores individuo, evitando, por un lado, psicologizarlo —
que tienen posiciones sociales desventajosas poniendo el acento en profundizar el estudio de
desde un punt o de vist a objet ivo puedan los procesos de interiorización o inscripción —, por
testimoniar sin embargo en términos subjeti- el otro, caer en un normativismo que desplaza
vos de experiencias de control o de realización nociones producidas para ciertas realidades histó-
personal más grandes — como, por ejemplo, rico sociales a otras —haciendo, por ejemplo, de
algunos estudios en Chile lo muestran a pro- sus atributos de autonomía personal o capacidad
pósit o de la experiencia de las mujeres de elección, como lo propone la tesis de la
(Guzmán et al ., 1999). En breve, la individualización, un modelo general (cf. para una
individuación por las pruebas int ent a dar crítica, Araujo, 2009a). En todos los casos, se
cuenta de la singularidad de las trayectorias impone la necesidad de romper con la tendencia,
individuales en cont ext os sociales que se tan frecuente en los análisis sociológicos, de dejar
caracterizan simultáneamente por tendencias fuera del estudio el problema del sujeto en el sen-
acent uadas a la homogeneización pero tido preciso del término (Schimank, Volkmann,
t ambién y de manera import ant e a la 2007). ¿Cómo abordar esta dimensión? ¿Cómo
diferenciación. abordar concretamente este trabajo?

D e lo s p r o c e s o s d e L ím it e s e n la s u b j e t iv a c ió n
in d iv id u a c ió n a l t r a b a j o d e l
in d iv id u o El problema por supuesto no es nuevo
y ha recibido incluso una atención particular
Sin embargo, y con el fin de dar cuenta en los estudios que, desde diversas perspecti-
cabalmente de la singularización de trayectorias, vas teóricas, han estudiado la producción del
es preciso complementar el análisis efectuado a sujeto desde la subjetivación. Foucault (1975;
partir de la noción de prueba por el estudio 1976), por ejemplo, ha subrayado que el sujeto
pormenorizado del t rabajo que va desde el es product o de mecanismos de poder,
individuo hacia el individuo. Un espacio analí- discursivos e institucionales. Producción que se
tico que el reconocimiento de la consistencia da por medio de t écnicas diversas,
misma de la sociedad, su elasticidad, permite históricamente determinadas, que aportan a la
abordar en toda su complejidad. En efecto, una meta principal de disciplinamiento. Los teóri-
lectura de los procesos de individuación que cos inspirados en la obra de Lacan (• i• ek,
toma conciencia de la pluralidad de fenómenos 2001; Miller 2005) han puesto el acento en las
de difracción social, abre un amplio espectro de transformaciones de lo Simbólico (y de manera
preguntas sobre el trabajo específico que el actor más específica, su debilitamiento) y sus efectos
efectúa en el curso del proceso de individuación para la constitu-ción de los sujetos. En cuanto
(para mencionar algunos, las formas particulares el sujeto es concebido como efecto de lo sim-
en que se construye una narrativa, las modalida- bólico, sostenido en lo simbólico aunque inci-

86 Kathya ARAUJOe Danilo MARTUCCELLI. La individuación y el trabajo de los individuos.


t ado por lo Real y ent relazado por el cebida con un altísimo grado de homogeneidad y
Imaginario, las variaciones estructurales a este rigidez.
nivel son direct ament e imput adas como Finalmente, las propuestas posmodernas
responsables de las características que toman y deconst ruct ivist as han t enido especiales
las subjetividades. Finalmente, los aportes des- dificultades para ser traducidas o para resistir
de una perspect iva posmoderna o de el contraste con los avances en los estudios
inspiración deconst ruct ivist a (But ler 2001a, sociales, part icularment e de aquellos que
2001b; Braidotti, 2000; Lyotard, 1979), han trabajan desde la perspectiva de la producción
puesto el acento en el carácter no idéntico del de identidades, de la integración o del proble-
sujeto. Desde aquí, el sujeto es concebido como ma de la cualidad del lazo social. Por un lado,
flujo, múltiple, en permanente movimiento y la propuest a de la f luidez y perpet uo
desplazamiento, ya sea entre juegos de lenguaje movimiento del sujeto se topa con la eviden-
u ofertas identificatorias a las que responde con cia de las const ricciones e imperat ivos
procesos imitativos. El carácter nomádico y discursivos e institucionales sociales que se
performático del mismo es subrayado. expresan en acendradas t endencias a la
Perspectivas críticas importantes, en todas homogeneización. Por otro, la inexistencia de
ellas es observable empero una cierta limitación. un punto mínimo de consistencia en el sujeto
En el caso de Foucault, el análisis es subordina- deja abierta algunas preguntas respecto al sen-
do a una interpretación en el que se le entrega a tido de la acción social y a la viabilidad de la
las estrategias de producción histórico culturales acción política.
un poder extremadamente amplio en la Las indicaciones que se desprenden de es-
constitución de las subjetividades, tendiéndose a tas críticas para todo esfuerzo de acercarse al pro-
situar al sujeto en el marco, válido pero en extre- blema de lo que está en juego en el uso de la
mo reducido, de un juego binario conformado por noción de sujeto para entender el trabajo del
la dominación y la emancipación. El problema del individuo es triple. Uno, el de la restitución de la
sujeto queda en exceso asociado al de la sujeción: agencia. Dos, el respeto al carácter socio-
la herencia weberiana se inscribe tanto en el históricamente situado y encarnado del sujeto.
pesimismo de una versión reelaborada de la “jau- Tres, la incorporación de una cierta estabilidad
la de hierro”, como en una salida de tipo ético- propia al sujeto.
moral fuertemente individual (Martuccelli, 1999;
Schroer, 2000). E l t r a b a j o d e l in d iv id u o p a r a f a b r ic a r s e
En el caso de los aportes desde el psico- c o m o s u je t o
análisis lacaniano, este nivel de análisis del sujeto
ha sido excesivamente autonomizado, lo que ha Para salir de estos impasses es preciso
impedido dar cuenta, con justicia, de su carácter reconocer que la inteligencia de la acción social no
histórico y encarnado. Aunque la dimensión de la es nunca resultado de una relación directa entre
contingencia a nivel individual está en el centro las determinaciones sociales y culturales y el
de las lecturas (las vicisitudes de los encuentros individuo. En todos los casos se trata de una
con lo Real que tienen como efecto una relación mediada por una representación del
pluralización de las modalidades de subjetivación), sujeto. No obstante, este sujeto no puede ser
esta dimensión contingente desaparece en la concebido como efecto puramente normativo (de
medida en que el punto de vista se coloca del lado discursos, dispositivos u órdenes simbólicos) así
de la estructura simbólica misma que antecede al como tampoco de la pura contingencia (sea de-
sujeto. Dicho de manera simple, si el sujeto está rivativa o interaccional). El sujeto debe ser enten-
concebido con un cierto grado de maleabilidad, la dido como resultado del trabajo permanente rea-
estructura que lo produce y lo contiene es con- lizado por los individuos. Pero este trabajo no es

Educação e Pesquisa, São Paulo, v.36, n. especial, p. 077-091, 2010 87


resultado de la sola voluntad consciente y des ideales (o figuras del sujeto) presentes en
autónoma de los mismos. El trabajo de los una sociedad sino lograr rastrear las maneras
individuos para producirse como sujetos está con- efectivas por las que algunos de estos ideales
dicionado por lo que le toca a la acción han logrado inscribirse en los act ores
simultánea del ideal y de la experiencia social. Es individuales. Dicho de ot ro modo, y para
decir, el trabajo del individuo para constituirse apoyarnos en términos psicoanalíticos, de qué
como sujeto no procede de su libre voluntad, del manera y bajo qué modalidades algunos de
proyecto de encarnar heroícamente una figura del estos grandes ideales forman parte del Ideal del
sujeto (Sartre 1943; Touraine, 1997), insertarse en Yo de cada actor, esto es, del lugar “desde el
una tradición política (Bellah, 1985) o articular su que nos miramos de modo que nos resultamos
identidad desde fuentes morales diversas (Taylor, amables, dignos de amor” (• i• ek, 1992, p. 147).
1989), sino que resulta y se constituye en la Ahora bien, de la misma manera que no
encrucijada (siempre contingente, nunca comple- puede pensarse en una relación lineal y mecánica
tamente azarosa) constituida por los ideales y la entre Ideal social y acción, tampoco es posible
experiencia social (Araujo, 2009c). El sujeto que hacerlo con respecto a las experiencias sociales. Las
cada uno puede llegar a ser se define en el experiencias sociales entregan insumos básicos
interregno que es constituido por los ideales que para la orientación en el mundo porque aportan
lo orientan y lo que su experiencia social le dice al trabajo interpretativo de las situaciones, pero
sobre las vías posibles, aconsejables y eficientes más aún porque contribuyen a establecer el con-
para presentarse y conducirse en lo social. De esta texto de posibilidades e imposibilidades desde las
manera, lejos de una visión sustantiva o de puro cuales el individuo puede enfrentar las distintas
flujo nómade (Derrida, 1967; Braidotti, 2000), el pruebas. Pero no todas las experiencias tienen un
sujeto requiere ser entendido como una peso similar para los individuos, como tampoco
configuración. Son estas configuraciones de sujeto cada una de ellas es suficiente para orientar sus
las que cumplen en los individuos la función de acciones. Es decir, no son las experiencias sociales
orientación y legitimación de sus actos en el en general las que intervienen orientando la
mundo, pero, insistamos, ellas son al mismo acción individual sino el saber sobre lo social que
tiempo efecto del trabajo del individuo, y de las se decanta de ellas. Si del lado de los ideales
maneras como éste responde a las distintas sociales es indispensable considerar su inscripción
pruebas a las que se encuentra sometido en una como mediación, del lado de la experiencia se
sociedad (Araujo, 2009b). requiere tomar en cuenta el proceso de “filtrado”
Por ciert o, cuando se alude en est e al que se encuentran sometidas. Las orientaciones
trabajo de sí sobre sí mismo a la acción del que toman los actos individuales son el efecto de
ideal, no se trata de la actuación de cualquier múltiples y variadas experien-cias, sin embargo, y
o todo ideal. Se trata de aquellos que, retoman- dada la profusión de estas experiencias, y la
do las propuestas psicoanalíticas (Freud 1974a, diversidad de sus modos de incorporación, cons-
1974b; Lacan, 1980), han alcanzado su cientes e inconscientes, imposible hacer de este
inscripción en el individuo. Un proceso que no proceso — como los estudios disposicionales so-
puede, t ampoco aqui, ser ent endido como bre la socialización lo proponen —el corazón del
directo y sin mediación. Los ideales sociales no estudio. Cierto, en rigor, es la decantación de es-
actúan de manera mecánica en la conformación tas experiencias múltiples la que producirá un
y acción de los individuos concretos. Ello explica saber sobre lo social, pero lo que debe retener la
la acción siempre desigual y plural de los ideales atención no es la sedimentación de disposiciones
sociales cuando se los piensa desde la perspec- (esto es, la historia acumulativa de los procesos de
tiva individual. Lo importante por ende, a este inscripción o interiorización como lo propone la
nivel de estudio, no es dar cuenta de los gran- socialización), sino el trabajo que desde ellas, y

88 Kathya ARAUJOe Danilo MARTUCCELLI. La individuación y el trabajo de los individuos.


gracias a ideales particulares, efectuará el individuo individuo más allá de una lectura normativa del
para fabricarse como sujeto. mismo así como para concebir su trabajo en el
De esta manera, y con el fin de describir proceso de individuación como tejido por la
el trabajo por el cual cada individuo, enfrentan- realidad socio-histórica.
do las pruebas, se produce como sujeto es pre-
ciso dar cuenta de la acción simultánea del ide- D o s e s t r a t e g ia s d e e s t u d io y u n
al inscrito y de la experiencia social decantada en d iá lo g o
saber. La configuración de sujeto es producto de
experiencias sociales y de la acción de ideales.
Esta dualidad explica, por un lado, su carácter Frente a los impasses de la teoría soci-
provisorio — porque el individuo está obligado al y de las est rat egias de la socialización o
por las experiencias sociales y las variaciones en subjetivación, la propuesta presentada en este
la inscripción del ideal a producir y reproducir el artículo tiene como horizonte común abordar
trabajo de su configuración en cuanto sujeto. Por el estudio de las sociedades partiendo de los
otro lado, permite dar cuenta del “aire de familia” individuos, pero poniendo el acent o en los
conservado a lo largo del tiempo — en la medi- procesos de individuación. Por un lado,
da en que los ideales inscritos en el Ideal del Yo part iendo desde las pruebas es preciso
individual y la sedimentación de la experiencia comprender el perfil de una sociedad (gracias
procuran una relativa estabilidad. La configura- al conjunto estandarizado de pruebas). Y por
ción de sujeto no está cristalizada, pero no está el otro, se trata de dar cuenta históricamente
abierta a modificaciones infinitas. A pesar de su de la manera cómo los individuos se fabrican
maleabilidad debemos contar con la resistencia al responder a ellas. Se t rat a de una
del material, y ésta está hecha de las huellas de conversación en dos niveles autónomos pero
las experiencias y de la acción del ideal. Las dialogantes: “ hacia arriba“ , se trata de poner
configuraciones de sujeto son, entonces, contin- en relación el individuo con el regist ro
gentes pero no azarosas. Modificables pero no societ al – y permit ir aislar el conjunt o
volátiles. Caleidoscópicas pero no informes. estandarizado de pruebas específico a la una
Los ideales no se apropian completamente sociedad. “ Hacia abajo“ , se trata de abrir al
de las conciencias y no son el material básico en est udio ef ect ivo por el cual el individuo se
la producción de sujeto, porque las experiencias, const it uye como sujet o – lo que exige una
esas que se desarrollan en un mundo social de lectura de este trabajo considerando que éste
consistencia elástica, no solo apoyan la función se encuentra historizado de forma peculiar por
de la reproducción social sino que t ambién la noción de prueba.
actúan como barrera a la misma. Los individuos Los dos niveles en el que cent ran su
no actúan en función meramente del ideal pero atención no las hace excluyentes sino que al
tampoco sus actos pueden ser leídos como efecto contrario abre las posibilidades de un enri-
aut omát ico de la experiencia social. Las quecimient o en la int eligencia del objet o
experiencias sociales no bastan para explicar los estudiado. De manera específica, lejos de la
t rayect os individuales, y ello porque no se ambición por alcanzar una combinatoria de
conforman en el vacío: ellas son elaboradas en perspectivas, lo que está en juego aquí es una
el horizont e de los ideales. Incorporar la apuesta por un proceder dialógico. Un diálo-
variabilidad de los ideales, e insistir en el hecho go que es posible y productivo, y esto vale la
de que su eficiencia depende de su inscripción, pena de ser subrayado, en el marco del estudio
así como otorgarle un papel significativo a las concreto y simultáneo de un mismo proceso.
experiencias sociales, permit e pensar est a Históricamente, la adecuación entre el
propuesta como una opción para aprehender al proceso ordinario de fabricación del individuo
y el horizont e normat ivo del sujet o, f ue
analizado esencialment e a t ravés de la
art iculación ent re diversas t eorías de la
Educação e Pesquisa, São Paulo, v.36, n. especial, p. 077-091, 2010 89
socialización y de la subjetivación. Los mejores
esfuerzos del siglo XX están marcados por esta
atracción (piénsese, sobre todo, en las diversas
R e f e r e n c ia b ib lio g r a f ic a

ARAUJO, K. Individuos y feminismo


feminismo: notas desde América Latina. Iconos, n. 33, enero, p.141-153. 2009a.

_____. Dignos de su arte


arte: sujeto y lazo social en el Perú de las primeras tres décadas del siglo XX. Madrid/Frankfurt:
Iberoamericana Vervuert Verlag. 2009b.

_____. Habitar lo social


Habitar social: usos y abusos en la vida cotidiana en Chile actual. Santiago: LOM Ediciones. 2009c.

BECK, U.; BECK-GERNSHEIM, E. Individualization


Individualization
tion. London: Sage. 2001.

BELL, D. Las contradicciones culturales del capitalismo [1976]


capitalismo [1976]. Madrid, Alianza. 1982.

BELLAH, R. et al. Habits of the heart


Habits heart. Berkeley: University of California Press. 1985.

BERMAN, M. Todo lo sólido se desvanece en el aire [1982]


[1982]. México: Siglo XXI. 2006.

BOURDIEU, P. La distinction
distinction. Paris: Minuit. 1979.

_____. (Dir.) La misère du monde


monde. Paris: Seuil. 1993.

_____. Méditations pascaliennes


Méditations pascaliennes. Paris: Seuil. 1997.

BRAIDOTTI. R. Sujetos nómades


nómades: corporización y diferencia sexual en la teoría feminista contemporánea. Buenos Aires: Paidós.
2000.

BUTLER, J. El género en disputa


disputa. Barcelona: Paidós. 2001a.

_____. Mecanismo psíquicos del poder


poder. Teorías sobre la sujeción. Madrid: Cátedra. 2001b.

DERRIDA, J. L’écriture et la différence


différence
férence. Paris: Seuil. 1967.

DUBET, F. Sociologie de l’expérience


Sociologie l’expérience. Paris: Seuil. 1994.

DURKHEIM, E. Le suicide [1897]


[1897]. Paris: P.U.F. 1995.

EHRENBERG, A. La fatigue d’être soi


fatigue soi. Paris: Odile Jacob. 1998.

ELIAS, N. La sociedad de los individuos


individuos. Barcelona: Península. 1990.

ELLIOTT, A. Critical Visions


Visions. Maryland: Rowman & Littlefield Publishers. 2003.

FOUCAULT, M. Surveiller et punir


Surveiller punir. Paris: Gallimard. 1975.

_____. Histoire de la sexualité


sexualité. T-1. Paris: Gallimard. 1976.

FREUD, S. Duelo y melancolía [1915]. Obras Completas. Madrid: Biblioteca Nueva. 1974a.

_____. Psicología de las masas y análisis del Yo [1921]. Obras Completas. Madrid: Biblioteca Nueva. 1974b.

GAULEJAC, V.de Névrose de classe


classe. Paris: Hommes & Groupe éditeurs. 1987.

GIDDENS, A. Modernity and self-identity


self-identity. Cambridge: Polity Press. 1991.

GUZMÁN, V. et al. Trayectorias la


rayectorias borales de mujeres
laborales mujeres. Santiago: Ediciones Centro de Estudios de la Mujer. 1999.

HELD, D. et al. Global transforma


transformations
ormations
tions. Cambridge: Polity Press.1999.

LACAN, J. Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano


Subversión freudiano. Escritos 1. México: Siglo XXI. 1980.

LAHIRE, B. L’homme pluriel


pluriel. Paris: Nathan. 1998.

90 Kathya ARAUJOe Danilo MARTUCCELLI. La individuación y el trabajo de los individuos.


LASCH, C. La cultura del narcisismo [1979]. Santiago: Andrés Bello. 1999.

LATOUR, B. Changer de société


société: refaire de la sociologie. Paris: La Découverte. 2006.

LUHMANN, N. Social systems [1984]. Stanford, Cal.: Stanford University Press. 1995.

LYOTARD, J.-F. La condition postmoderne


postmoderne. Paris: Minuit. 1979.

MARTUCCELLI, D. Sociologies de la modernité


Sociologies modernité. Paris: Gallimard. 1999.

_____. Grammaires de l’individu


l’individu. Paris: Gallimard. 2002.

_____. La consistance du social


social. Rennes: P.U.R. 2005.

_____. Forgé par l’épreuve


l’épreuve. Paris: Armand Colin. 2006.

_____. Cambio de rumbo


rumbo. Santiago: LOM. 2007.

_____; SINGLY F.de Les sociologies de l’individu


sociologies l’individu. Paris: Armand Colin. 2009.

MILLER, J.-A.; LAURENT, E. El otro que no existe y sus comités de ética


ética. Buenos Aires: Paidós. 2005.

PARSONS, T. The social system


system. Illinois: The Free Press. 1951.

_____. Social structure and personality


personality. New York: The Free Press. 1964.

ROBERTSON, R. Globalization
lobalization
tion. London: Sage. 1992.

SARTRE, J.-P. L’être et le néant


néant. Paris: Gallimard. 1943.

SCHIMANK, U.; VOLKMANN, U. (Hrsg) Auf la


Auflage Soziolog
lage ische Gegenwarts-dia
Soziologische gnosenIEine Bestandaufnahme
egenwarts-diagnosenIEine Bestandaufnahme, Wiesbaden: VS
Verlag für Sozialwissenschaften. 2007.

SCHROER, M. Das Individuum der Gesellschaft


esellschaft. Frankfurt am Main: Suhrkamp. 2000.

SEN, A. Inequality reexamined


reexamined. Oxford: Oxford University Press. 1992.

SIMMEL, G. El individuo y la sociedad


sociedad. Barcelona: Península. 1986.

TAYLOR, C. Sources of the self


self. Cambridge: Cambridge University Press. 1989.

TOURAINE, A. Pourrons-nous vivre ensemble? Paris: Fayard. 1997.

• I• EK, S. El espinoso sujeto [1999]. Buenos Aires: Paidós. 2001.

_____. El sublime objeto de la ideología


ideología. México: Siglo XXI. 1992.

Recebido em 27.08.09

Aprovado em 20.10.09

Kathya Araujo é psicanalista, doutora em Estudos Americanos e professora da Universidad Academia de Humanismo
Cristiano. Tem sido professora convidada em diversos programas de Mestrado e Doutorado tanto no Chile como no exterior.
Entre suas ultimas publicações destacam-se: Cruce de lenguas (2007), Dignos de su arte (2009), Habitar lo social (2009) e
Se acata pero no se cumple? (2009).

Danilo Martuccelli é doutor em sociologia, professor na Universidad de Lille 3 e diretor do laboratorio CeRIES. Tem sido
professor convidade em várias universidades francesas e estrangeiras. Entre suas publicações destacam-se: Sociologies
de la modernité (1999), Grammaires de l'individu (2002), Forgé par l'épreuve (2009), Existen individuos en el Sur? (2010).

Educação e Pesquisa, São Paulo, v.36, n. especial, p. 077-091, 2010 91

También podría gustarte