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Buen día a todos los presentes: directivos, los docentes, representantes de la secretaria de las

juventudes y estudiantes.

Mucho estuve pensando en cómo iniciar este discurso, que palabras elegir, que sentimientos o
emociones rescatar que transmitan de la manera más fidedigna posible todo lo que hemos
transitado quienes formamos parte del este centro de estudiantes.

El término centro de estudiantes viene sonando en la escuela desde hace varios años ; la pandemia
terminó retrasando su funcionamiento; pero potenciando la necesidad imperiosa de concretarlo
entre nosotros.

¿Para qué un centro de estudiantes? ¿Más tarea? ¿Más tiempo aún? ¿Qué vamos a solucionar
nosotros si ya nos vamos? ¿Quién necesita un centro de estudiantes? Estas son preguntas que nos
planteamos antes de involucrarnos en esta experiencia democrática auténtica y necesaria para
todos los estudiantes que sientan como nosotros la necesidad de ser útiles para los demás, de
aportar a una mejor convivencia, de pensar diferente, de practicar empatía, de disfrutar de hacer
política sana.

No somos ajenos a lo que sucede en nuestra sociedad; cada día en las aulas de esta escuela, en los
pasillos, en los baños, en las reuniones entre amigos, en las redes sociales, somos testigos y muchas
veces protagonistas del destrato, del bullyng y de la violencia en todas sus expresiones...el desafío
ha sido pensar ¿qué hacer frente a todo ello? mirar a otro lado nunca ha sido la opción, tampoco se
encuentran soluciones mágicas, pero estamos convencidos de que INVOLUCRARSE es el primer paso,
porque nos permite reconocernos como parte del problema y no ajenos a ello; porque siempre el
trabajo colaborativo es más amplio, diverso, inclusivo ;porque los pequeños cambios empiezan por
nosotros. Entonces plantear al equipo directivo del colegio la necesidad de empezar a trabajar en
talleres que aborden diferentes problemáticas que transitamos los adolescentes, buscar aportes de
profesionales que sumen a la causa ha sido nuestra prioridad en el desarrollo de nuestra función
como centro de estudiante , sin descuidar la contención emocional de los alumnos más vulnerables
o pequeños de la escuela: El apadrinamiento ha sido una acción genuina que funcionó como una
pantalla que nos mostró otras realidades y con ellas otras soluciones.

Compañeros, directivos, docentes, vuelvo a repetir, estamos convencidos de que involucrarse es


parte de la solución. Dejemos de mirar hacia otro lado, miremos a nuestro alrededor, prestemos
atención a los alumnos en el aula, a sus necesidades y aún más importante, mirémonos a nosotros
mismo, reconozcamos que somos parte del problema y que sin nuestra ayuda la violencia y el
destrato crece sin límite.

Esto es solo el comienzo, falta mucho camino por delante, falta pulir un montón de aspectos dentro
del centro, pero es el primer paso hacia un camino largo de experiencias y vivencias nuevas que
ayudarán a que el día de mañana la escuela pueda haber incorporado el centro como una extensión
de los directivos y como la verdadera voz de los estudiantes.

Necesitamos capacitarnos, aprender cada día más a gestionar. El primer paso ya lo hemos dado:
observando y reconociendo nuestra realidad, nuestras necesidades y proponiendo intervenir en esta
realidad para cambiarla. Gestionar no es decir sino hacer y eso estamos aprendiendo , somos el
semillero de este Centro de Estudiante que quiere trabajar para crecer, para construir nuevos
vínculos de comunicación con los docentes, que quiere conquistar nuevos derechos, que quiere
trabajar conjuntamente con otros centros de estudiantes para nutrirse de experiencia, que sueña
con una semana estudiantil inolvidable, que añora incorporar más beneficios para los estudiantes,
que todo el tiempo piensa en Uds. y trabaja para Uds.
Agradecemos la predisposición de directivos y docentes para acompañarnos en este camino. Y a uds
compañeros los invitamos a formar parte de este Centro que trabaja para fortalecer lazos, incluir y
representarlos sin rótulos ni condiciones. Gracias

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