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1.

La personalidad del apoderado del trabajador en el juicio laboral puede acreditarse:

Con poder notarial, carta poder, o con cualquier otro documento, siempre y cuando con éste se
acredite que quien comparece en nombre del actor realmente lo representa.

Justificación:

No. Registro: 177,887


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Julio de 2005
Tesis: 2a./J. 81/2005
Página: 481

PERSONALIDAD EN EL JUICIO LABORAL. PUEDE ACREDITARSE CON


DOCUMENTO DISTINTO DE PODER NOTARIAL O CARTA PODER CUANDO SE
TRATE DEL APODERADO DEL TRABAJADOR. El artículo 692, fracción I, de la Ley Federal
del Trabajo dispone que cuando el compareciente actúe como apoderado de una persona física,
podrá hacerlo mediante poder notarial o carta poder; correlativamente, el numeral 693 establece que
las Juntas podrán tener por acreditada la personalidad de los representantes de los trabajadores o
sindicatos sin sujetarse a las reglas de aquel precepto, de lo que deriva que el trabajador puede
otorgar el mandato en forma distinta a las mencionadas, como podría ser en el escrito de demanda
laboral, que puede surtir plenos efectos, si a juicio de la Junta quien comparece en nombre del
trabajador realmente lo representa, siempre y cuando la conclusión sea fundada y motivada, y en su
actuar no alteren los hechos ni incurran en defectos de lógica en su raciocinio.

Contradicción de tesis 49/2005-SS. Entre las sustentadas por el Primer y Sexto Tribunales
Colegiados, ambos en Materia de Trabajo del Primer Circuito, Primer Tribunal Colegiado del
Décimo Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Noveno Circuito. 10 de junio de 2005. Cinco
votos. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretaria: María Marcela Ramírez Cerrillo.

Tesis de jurisprudencia 81/2005. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del diecisiete de junio de dos mil cinco.

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2. En un juicio de amparo indirecto, el trabajador (actor en el juicio) reclama una
interlocutoria emitida por la Junta laboral en la que determina tener por acreditada la
personalidad del apoderado del demandado. Al rendir su informe con justificación, la
autoridad responsable manifiesta y acredita que en el juicio laboral ya se emitió el laudo
correspondiente. En este supuesto se actualiza la causal de improcedencia prevista:

En el artículo 73, fracción X de la Ley de Amparo, relativa al cambio de situación jurídica.

Justificación:

No. Registro: 180,102


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XX, Noviembre de 2004
Tesis: P./J. 110/2004
Página: 15

PERSONALIDAD. ES IMPROCEDENTE EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO


PROMOVIDO EN CONTRA DE LA RESOLUCIÓN QUE DIRIME ESA CUESTIÓN EN EL
INCIDENTE RESPECTIVO, AL DICTARSE EN EL PROPIO PROCEDIMIENTO
LABORAL EL LAUDO QUE LE PONE FIN, POR CAMBIO DE SITUACIÓN JURÍDICA.
Se actualiza la causal de improcedencia prevista en el artículo 73, fracción X, primer párrafo, de la
Ley de Amparo, cuando en el juicio de garantías indirecto se reclama la resolución incidental que
decide sobre la personalidad de alguna de las partes, si en el propio procedimiento laboral de donde
emana tal interlocutoria, la autoridad responsable dicta el laudo con el que concluye el juicio, ya que
en este caso opera un cambio de situación jurídica que torna irreparablemente consumadas las
violaciones alegadas, porque no es posible analizarlas para decidir sobre la constitucionalidad de la
resolución reclamada, sin afectar la nueva situación jurídica que se origina con el pronunciamiento
del laudo, lo que actualiza la causa de improcedencia de mérito.

Contradicción de tesis 16/2004-PL. Entre las sustentadas por el Quinto Tribunal Colegiado del
Décimo Noveno Circuito y el Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Tercer Circuito,
actualmente Primero de la misma materia y circuito. 31 de agosto de 2004. Mayoría de seis votos.
Disidentes: Margarita Beatriz Luna Ramos, Juan Díaz Romero, Genaro David Góngora Pimentel y
José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: J. Fernando
Mendoza Rodríguez.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy dieciocho de octubre en curso, aprobó, con el
número 110/2004, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a dieciocho de
octubre de dos mil cuatro.

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3. Dentro del juicio laboral 15/2007, el actor presenta un escrito en el que desiste en forma
expresa de la acción que ejercitó en contra de la parte patronal. La Junta de Conciliación y
Arbitraje emite un proveído en el que determina no acordar favorablemente tal desistimiento.
Esta determinación:

Constituye un acto de imposible reparación y, por consiguiente, es impugnable en amparo


indirecto.

Justificación:

No. Registro: 187,814


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XV, Febrero de 2002
Tesis: 2a./J. 10/2002
Página: 38

DESISTIMIENTO EXPRESO DE LA ACCIÓN LABORAL. EL AUTO DE LA JUNTA DE


CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE POR EL QUE ESTABLECE QUE NO HA LUGAR A
TENERLO POR FORMULADO, ES IMPUGNABLE A TRAVÉS DEL AMPARO
INDIRECTO, POR SER UN ACTO DE EJECUCIÓN IRREPARABLE. Aun cuando, por regla
general, los actos dentro de juicio o intraprocesales que ocasionen agravio a los gobernados deben
reclamarse en la vía del amparo directo como violaciones al procedimiento, siempre que afecten las
defensas del quejoso y trasciendan al resultado del fallo, tal como lo prevén los artículos 107,
fracción III, inciso a), de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 158, párrafo
primero, de la Ley de Amparo, cuando tales actos tienen sobre las personas o las cosas una ejecución
que sea de imposible reparación, es decir, afectan de modo directo e inmediato derechos sustantivos,
o bien, producen una afectación a las partes en grado predominante o superior, tratándose de
derechos de carácter adjetivo o procesal, en forma excepcional debe proceder el amparo indirecto
ante Juez de Distrito, como lo dispone el artículo 114, fracción IV, de la Ley de Amparo. En ese
tenor, el auto de la Junta de Conciliación y Arbitraje por el que establece que no ha lugar a tener por
desistida a la parte actora de la acción intentada, al ser un acto constitutivo, puesto que de él depende
la prosecución del proceso, causa un perjuicio inmediato de imposible reparación que exige ser
enmendado a través del amparo indirecto, pues afecta de manera cierta e inmediata el derecho
sustantivo de justicia pronta, expedita, completa, imparcial y gratuita consagrado en el artículo 17 de
la Constitución Federal, ya que la sentencia definitiva que se llegue a dictar, aun siendo favorable al
quejoso, no lo restituiría en el goce del derecho que le otorga el propio Ordenamiento Supremo.

Contradicción de tesis 99/2001-SS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Décimo Séptimo Circuito y el Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Segundo Circuito. 31
de enero de 2002. Cinco votos. Ponente: José Vicente Aguinaco Alemán. Secretaria: Martha
Yolanda García Verduzco.

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Tesis de jurisprudencia 10/2002. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del ocho de febrero de dos mil dos.

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4. Los artículos 714 y 762, fracción I, de la Ley Federal del Trabajo, disponen: “Artículo 714.
Las actuaciones de las Juntas deben practicarse en días y horas hábiles, bajo pena de nulidad,
siempre que esta Ley no disponga otra cosa". “Artículo 762. Se tramitarán como incidentes de
previo y especial pronunciamiento las siguientes cuestiones.- I. Nulidad;…”. Una vez que lea
los artículos transcritos, conteste la siguiente pregunta.
En el auto admisorio de una demanda laboral, la Junta señala día y hora para la celebración
de la audiencia de ley; sin embargo, dicha audiencia se lleva a cabo en la fecha señalada, pero a
una hora distinta de la que para tal efecto se fijó. Esta violación debe impugnarse:

Como violación al procedimiento en el juicio de amparo directo que se promueva en contra


del laudo.

Justificación:

No. Registro: 193,836


Jurisprudencia. Materia(s): Laboral
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
IX, Junio de 1999. Tesis: 2a./J. 48/99. Página: 36

AUDIENCIA DE LEY EN EL JUICIO LABORAL. SU REALIZACIÓN A UNA HORA


DISTINTA A LA SEÑALADA EN EL ACUERDO RESPECTIVO CONSTITUYE UN HECHO
QUE PUEDE SER PLANTEADO COMO UNA VIOLACIÓN AL PROCEDIMIENTO EN EL
AMPARO DIRECTO. Conforme a los artículos 873 y 874 de la Ley Federal del Trabajo, la Junta debe
dictar acuerdo que señale el día y hora para la celebración de la audiencia de conciliación, demanda y
excepciones, ofrecimiento y admisión de pruebas; ordenar la notificación personal de ese acuerdo a las
partes con una anticipación de diez días y proveer lo procedente cuando se omita alguna notificación a fin
de que aquéllas queden enteradas de la fecha y hora en que se celebrará la audiencia. Sin embargo, el
artículo 714 de la misma ley consigna como causa de nulidad únicamente el que las actuaciones no se
practiquen en días y horas hábiles, pero nada establece para el supuesto en que no se celebren precisamente
a la hora señalada, de lo que se sigue que para ese evento no existe causa expresa de nulidad de la
actuación. Asimismo, si el procedimiento laboral se agota al concluir la audiencia y quedan los autos en
estado de resolución, ya no es posible plantear posteriormente el incidente de nulidad, salvo que ello se
hiciera dentro de la misma audiencia celebrada fuera de la hora señalada. Por tanto, en el amparo directo
promovido en contra del laudo definitivo por quien fue parte en el juicio laboral sí procede examinar el
concepto de violación relativo a la infracción procedimental consistente en haberse celebrado la audiencia
de ley a una hora distinta a la fijada, sin que proceda desestimarlo bajo el argumento de que no se agotó el
incidente de nulidad, en virtud de que no es causa legal expresa de nulidad de la actuación relativa el evento
referido, lo que, además, tendría que plantearse en la propia audiencia y no con posterioridad, al agotarse
con la misma el procedimiento quedando los autos en estado de resolución, máxime si se considera que a la
materia laboral no es aplicable analógicamente la exigencia prevista en los artículos 107, fracción III, inciso
a), de la Constitución y 161, fracción I, de la Ley de Amparo, exclusivamente para la materia civil,
consistente en que se impugne la violación en el curso mismo del procedimiento mediante el recurso
ordinario y dentro del plazo que la ley respectiva señale, ya que una y otra materias son de naturaleza
distinta y se rigen por procedimientos y principios diferentes.

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Contradicción de tesis 119/98. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primer y Quinto
en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 7 de mayo de 1999. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: María
Estela Ferrer Mac Gregor Poisot.

Tesis de jurisprudencia 48/99. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintiuno de mayo de mil novecientos noventa y nueve.

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5. El artículo 849 de la Ley Federal del Trabajo, establece: “Contra actos de los presidentes,
actuarios o funcionarios, legalmente habilitados, en ejecución de los laudos, convenios, de las
resoluciones que ponen fin a las tercerías y de los dictados en las providencias cautelares,
procede la revisión”. Ahora bien, la interlocutoria dictada en el incidente de liquidación de un
laudo emitido en el juicio laboral:

No forma parte del procedimiento de ejecución del laudo y, en consecuencia, puede


reclamarse en amparo indirecto, sin agotar previamente el recurso de revisión previsto en el
artículo 849 de la Ley Federal del Trabajo.

Justificación:

No. Registro: 191,323


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XII, Agosto de 2000
Tesis: 2a./J. 67/2000
Página: 215

INCIDENTE DE LIQUIDACIÓN DE LAUDO. COMO LA INTERLOCUTORIA QUE LO


RESUELVE, O EL ACUERDO QUE LO DESECHA, NO FORMAN PARTE DEL
PROCEDIMIENTO DE EJECUCIÓN, NO PROCEDE EL RECURSO DE REVISIÓN
ESTABLECIDO EN EL ARTÍCULO 849 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO, ANTES
DE INTENTAR EL AMPARO INDIRECTO. La interpretación armónica de los artículos 761 al
765, 843 y 946 de la Ley Federal del Trabajo, permite concluir que si al emitir el laudo
correspondiente en un juicio laboral, la Junta omite cuantificar el importe de la condena por la que se
deberá despachar ejecución, cualquiera de las partes puede promover el incidente de liquidación
respectivo, debiéndose estimar que la resolución interlocutoria que le pone fin o el acuerdo que lo
deseche de plano, no forman parte del procedimiento de ejecución del laudo, en primer lugar, porque
es emitido por la Junta y no únicamente por su presidente y, en segundo lugar, porque en esa
resolución sólo se establece el importe líquido de las prestaciones de la condena, lo cual constituye
un requisito previo para hacer ejecutable el laudo; de ahí que dichas resoluciones no puedan
reputarse como actos de ejecución impugnables a través del recurso de revisión establecido en el
artículo 849 de la Ley Federal del Trabajo. Por lo que en esas condiciones, no cabe agotar este
recurso antes de promover en su contra la demanda de amparo, que debe ser indirecto en términos
del artículo 114, fracción III, de la Ley de Amparo.

Contradicción de tesis 29/2000-SS. Entre las sustentadas por el entonces Tercer Tribunal Colegiado
del Sexto Circuito, hoy especializado en Materia Civil y el entonces Tercer Tribunal Colegiado del
Cuarto Circuito, hoy especializado en Materias Administrativa y de Trabajo. 7 de julio del año 2000.
Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: José Manuel Quintero Montes.

Tesis de jurisprudencia 67/2000. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del doce de julio del año dos mil.

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6. En un procedimiento laboral, la Junta señala como lugar de desahogo de la pericial médica
ofrecida por el demandado, un lugar marcadamente distante del domicilio del trabajador. En
contra de ese auto, este último promueve juicio de amparo indirecto. El juez de Distrito al que
se turna el asunto, desecha la demanda de garantías bajo el argumento de que el acto
reclamado es una violación procesal impugnable en el amparo directo que, en su caso, se
promueva contra el laudo respectivo. Esta determinación:

Es jurídicamente incorrecta, pues el acto reclamado tiene una ejecución de imposible


reparación; por ende, en su contra procede el amparo indirecto.

Justificación:

No. Registro: 195,507


Jurisprudencia. Materia(s): Laboral
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VIII, Septiembre de 1998. Tesis: 2a./J. 71/98. Página: 375

PRUEBA PERICIAL MÉDICA EN MATERIA LABORAL. SU CONDICIONAMIENTO A


QUE EL TRABAJADOR SE TRASLADE A UN LUGAR DIVERSO AL EN QUE RESIDE,
CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN PROCESAL DE IMPOSIBLE REPARACIÓN QUE
HACE PROCEDENTE EL AMPARO INDIRECTO. Si bien es cierto que la regla general
establecida en la fracción III del artículo 159 de la Ley de Amparo, determina que en los juicios
seguidos ante tribunales civiles, administrativos o del trabajo, se considerarán violadas las leyes del
procedimiento y que se afectan las defensas del quejoso cuando no se le reciban las pruebas que
legalmente haya ofrecido o cuando no se reciban conforme a la ley, debiendo ser en el amparo
directo que en contra del laudo correspondiente se interponga, cuando deba hacerse valer tal
violación; también lo es que esta regla tiene una excepción que se deriva de lo establecido en la
fracción IV del artículo 114 de la propia ley, en la que se prevé la procedencia del amparo
indirecto, en contra de actos en el juicio que tengan sobre las personas o las cosas una ejecución que
sea de imposible reparación, entendiéndose por ésta la afectación a derechos sustantivos contenidos
en las garantías individuales consagradas en la Constitución, que no serán susceptibles de reparación
aun cuando se dictara un laudo favorable al quejoso. Ahora bien, en el caso, por tratarse de un
proceso en materia laboral, en el que se encuentran en juego intereses pertenecientes a esta clase
social y en el que se deben seguir ciertos principios como el de suplencia de la queja, economía,
sencillez y no existencia de costas judiciales, es evidente que la circunstancia de que la Junta
responsable señale como lugar de desahogo de la prueba pericial en medicina del trabajo, un lugar
marcadamente distante de su jurisdicción y del domicilio del demandante y una fecha demasiado
lejana para el desahogo de dicha probanza, implica, por un lado, una erogación patrimonial que
trasciende a los derechos sustantivos de éste, en tanto condiciona el desahogo de la referida probanza
a la capacidad económica que el obrero tenga para trasladarse a esa ciudad; además, aunque tuviera
capacidad para hacerlo, sería un gasto que no podría recuperar ni siquiera en el supuesto de que el
laudo le fuera favorable. Aunado a lo anterior, debe tomarse en consideración que el plazo tan
prolongado para el desahogo de la prueba pericial médica, podría resultar perjudicial para la salud
del trabajador. Lo anterior impone como conclusión, que tales actos deban ser considerados como de
imposible reparación y que en su contra sea procedente el amparo indirecto.

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Contradicción de tesis 8/97. Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales Colegiados
del Décimo Noveno Circuito. 26 de junio de 1998. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre
Anguiano. Secretaria: Clementina Flores Suárez.

Tesis de jurisprudencia 71/98. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
pública de veintiséis de junio de mil novecientos noventa y ocho.

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7. En el procedimiento laboral una de las partes exhibe una copia fotostática de un documento
privado, solicita su compulsa con el original “para el caso de objeción” y señala el lugar donde
se encuentra. En este supuesto:

Puede acordarse el cotejo o compulsa por la junta, independientemente de que el documento


sea o no objetado.

Justificación:

No. Registro: 178,744


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXI, Abril de 2005
Tesis: 2a./J. 44/2005
Página: 734

DOCUMENTO PRIVADO EN COPIA SIMPLE O FOTOSTÁTICA. EL OFRECIDO EN


TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 798 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO, NO
REQUIERE QUE SEA OBJETADO PARA QUE LA JUNTA LO MANDE
PERFECCIONAR. Cuando se ofrece como prueba un documento privado en copia simple o
fotostática y se solicita, además, su compulsa o cotejo con el original "para el caso de objeción",
señalando el lugar en que se encuentre, en términos del artículo 798 de la Ley Federal del Trabajo,
no es necesario que dicho documento sea efectivamente objetado para que la Junta ordene su
perfeccionamiento a través de la compulsa o cotejo propuesto, porque ello implicaría desvirtuar el
propósito perseguido por el oferente consistente en mejorar el valor probatorio del documento para
salvar la objeción que pudiere hacerse, además de que sería ilógico que el perfeccionamiento
dependiera de la voluntad de su contraparte, esto es, de que decida o no objetarlo, máxime que la
Ley Federal del Trabajo establece la posibilidad de perfeccionar ese tipo de documentos sin la
condición de la objeción aludida, como se desprende de su artículo 807, de manera que debe
considerarse que el perfeccionamiento ofrecido para el caso de objeción no está condicionado a que
aquélla exista.

Contradicción de tesis 202/2004-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Sexto y
Noveno, ambos en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 11 de marzo de 2005. Cuatro votos.
Ausente: Genaro David Góngora Pimentel. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: César de Jesús
Molina Suárez.

Tesis de jurisprudencia 44/2005. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del dieciocho de marzo de dos mil cinco.

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8. Dentro de un procedimiento laboral, la Junta requiere al demandado para que conteste por
escrito la demanda presentada por el actor; sin embargo, no lo apercibe para que, en caso de
no hacerlo, la demanda se tendrá por contestada en sentido afirmativo. Este proveído:

No es un acto de imposible reparación.

Justificación:

No. Registro: 191,313


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XII, Agosto de 2000
Tesis: 2a./J. 69/2000
Página: 214

CONTESTACIÓN A LA DEMANDA EN MATERIA LABORAL. EL REQUERIMIENTO


FUNDADO EN EL ARTÍCULO 685 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO QUE ORDENA
QUE ÉSTA SE PRODUZCA POR ESCRITO, SIN APERCIBIMIENTO DE QUE SI NO SE
HACE ASÍ SE TENDRÁ POR CONTESTADA EN SENTIDO AFIRMATIVO, NO ES ACTO
DE IMPOSIBLE REPARACIÓN IMPUGNABLE EN AMPARO INDIRECTO. El auto fundado
en el artículo 685 de la Ley Federal del Trabajo que requiere a la demandada para que produzca por
escrito su contestación, sin apercibimiento de que si no se hace así se tendrá por contestada en sentido
afirmativo, es un acto en el juicio que no puede reclamarse en amparo indirecto, pues no es de
imposible reparación, ya que tales actuaciones tienden a lograr la agilidad y brevedad del proceso,
situación que únicamente se relaciona con las etapas del juicio y no con derechos sustantivos. Ello es
así, pues aun cuando la demanda se tuviera por contestada en sentido afirmativo, todavía existe la
posibilidad de que el demandado pueda obtener un laudo favorable al final del juicio, que torne
intrascendentes las violaciones que pudieran derivarse del requerimiento de contestación escrita de la
demanda, ya que la Junta deberá examinar si los hechos tenidos por ciertos justifican la acción ejercida
y si el actor tiene derecho a las prestaciones reclamadas; en conclusión, la ejecución irreparable debe
presentarse en forma tal, que la violación no pueda ser remediada con el dictado de un laudo favorable;
por lo anterior, el amparo indirecto que en su caso se promueva, es improcedente en términos de lo
dispuesto en la fracción XVIII del artículo 73 en relación con el artículo 114, fracción IV, interpretado
en sentido contrario, ambos de la Ley de Amparo.

Contradicción de tesis 65/98. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero, Segundo,
Tercero, Cuarto y Noveno en Materia de Trabajo del Primer Circuito y los Tribunales Colegiados
Quinto, Sexto, Séptimo y Octavo en Materia de Trabajo del mismo circuito. 12 de julio del año
2000. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: José Vicente
Aguinaco Alemán; en su ausencia hizo suyo el asunto Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretario:
Emmanuel G. Rosales Guerrero.

Tesis de jurisprudencia 69/2000. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del cuatro de agosto del año dos mil.

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9. En un procedimiento laboral, antes de la celebración de la audiencia de ley, la Junta abre un
incidente para determinar la procedencia de la insumisión al arbitraje promovida por el
demandado (patrón). Al emitir la interlocutoria correspondiente, la Junta declara procedente
dicho incidente, esto es, determina que es procedente la negativa del patrón a someter sus
diferencias al arbitraje y ordena el archivo del expediente. Dicha interlocutoria:

Debe combatirse en amparo directo.

Justificación:

No. Registro: 180,610


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XX, Septiembre de 2004
Tesis: 2a./J. 125/2004
Página: 222

INSUMISIÓN AL ARBITRAJE. CONTRA LA RESOLUCIÓN QUE LA DECLARA


PROCEDENTE Y ORDENA EL ARCHIVO DEL EXPEDIENTE AL DAR POR
CONCLUIDO EL JUICIO LABORAL, PROCEDE EL AMPARO DIRECTO,
INDEPENDIENTEMENTE DE QUE SE HAYA EMITIDO EN UN INCIDENTE
TRAMITADO ANTES DE LA AUDIENCIA DE LEY. La resolución en que una Junta de
Conciliación y Arbitraje declara procedente la negativa del patrón a someter sus diferencias al
arbitraje y ordena el archivo del expediente, agota la litis natural con independencia de que se emita
en un incidente tramitado antes de la audiencia de ley, de donde resulta claro que es de aquellas
resoluciones a que se refiere el último párrafo del artículo 46 de la Ley de Amparo, pues si bien no
decide la controversia dentro del aludido procedimiento ordinario, sí da por terminado el juicio y
ordena el archivo del expediente, lo cual implica que en su contra procede el amparo directo y que
las pruebas conforme a las cuales se analizará su constitucionalidad, obran en el expediente laboral,
por lo que no es aceptable la razón que pretende justificar el trámite de la vía indirecta con el objeto
de recibir nuevos elementos de convicción en relación con las violaciones alegadas en la demanda de
garantías, máxime si de acuerdo con la técnica del amparo no es jurídico atender a situaciones
diversas a las probadas en el procedimiento relativo para resolver sobre la constitucionalidad del acto
reclamado que dio por concluido el juicio.

Contradicción de tesis 32/2004-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Décimo
Tercero y Décimo Primero, ambos en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 3 de septiembre de
2004. Cinco votos. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretaria: Aída García Franco.

Tesis de jurisprudencia 125/2004. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del diez de septiembre de dos mil cuatro.

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10. Por regla general, la objeción de la personalidad del apoderado del demandado que
comparece a la audiencia de ley que se celebra en un juicio laboral:

Debe plantearse durante la etapa de demanda y excepciones de la audiencia de ley.

Justificación:

No. Registro: 172,176


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Junio de 2007
Tesis: 2a./J. 110/2007
Página: 335

PERSONALIDAD EN EL JUICIO LABORAL. LAS OBJECIONES, SALVO CASOS DE


EXCEPCIÓN, DEBERÁN HACERSE EN LA ETAPA DE DEMANDA Y EXCEPCIONES.
La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al resolver las contradicciones de tesis
19/2001-SS y 43/2005-SS, sostuvo que la objeción de falta de personalidad en el juicio laboral, por
regla general, debe plantearse en la audiencia de ley, específicamente en la etapa de demanda y
excepciones, porque en ella se fija la controversia laboral al exponerse las pretensiones y las
excepciones de las partes, además de que por una sola vez pueden replicar y contrarreplicar, ya que
de lo contrario, deberá entenderse que los contendientes se reconocieron mutuamente la personalidad
con la que acuden al juicio; sin embargo, en el caso de la designación de nuevos apoderados o la
sustitución de los existentes de alguna de las partes con posterioridad a esa etapa, la contraparte
podrá plantear la objeción correspondiente en el plazo de 3 días, conforme al artículo 735 de la Ley
Federal del Trabajo, debiéndose ajustar la tramitación correspondiente a lo dispuesto por los
artículos 761 y 762 del ordenamiento legal mencionado y resolver lo conducente una vez que hayan
sido escuchadas las partes.

Contradicción de tesis 83/2007-SS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Décimo Octavo Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Tercer Circuito,
el Primer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito y el entonces Segundo
Tribunal Colegiado (ahora Segundo en Materias Civil y de Trabajo) del Vigésimo Primer Circuito.
30 de mayo de 2007. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: Arnulfo
Moreno Flores.

Tesis de jurisprudencia 110/2007. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del treinta de mayo de dos mil siete.

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11. El artículo 849 de la Ley Federal del Trabajo, dispone: “Contra actos de los presidentes,
actuarios o funcionarios, legalmente habilitados, en ejecución de los laudos, convenios, de las
resoluciones que ponen fin a las tercerías y de los dictados en las providencias cautelares,
procede la revisión”. Una vez que lea el precepto transcrito, conteste la siguiente pregunta:

Se promueve un juicio de amparo en el que la quejosa reclama el auto dictado por el


Presidente de una Junta de Conciliación y Arbitraje, por el que se le desecha una tercería
excluyente de preferencia. El juez de Distrito al que se turna el asunto, desecha la demanda de
garantías bajo el argumento de que la quejosa, previamente a la promoción del amparo
indirecto, debió agotar el recurso de revisión a que se refiere el artículo 849 de la Ley Federal
del Trabajo. Esta determinación:

No es jurídicamente correcta, dado que el acto reclamado es impugnable en amparo directo,


sin que previamente la quejosa tenga que agotar el recurso de revisión que prevé el artículo
849 la Ley Federal del Trabajo.

Justificación:

No. Registro: 190,622


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XII, Diciembre de 2000
Tesis: 2a./J. 114/2000
Página: 417

TERCERÍA EXCLUYENTE DE PREFERENCIA. PARA LA PROCEDENCIA DEL JUICIO


DE AMPARO EN CONTRA DEL AUTO DICTADO POR EL PRESIDENTE DE UNA
JUNTA DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE QUE LA DESECHA, NO ES NECESARIO
AGOTAR EL RECURSO DE REVISIÓN A QUE SE REFIERE EL ARTÍCULO 849 DE LA
LEY FEDERAL DEL TRABAJO. El aludido precepto de la legislación laboral federal establece la
procedencia del recurso de revisión en contra de los actos de los presidentes, actuarios o funcionarios
legalmente habilitados en los supuestos siguientes: a) en ejecución de los laudos; b) en ejecución de
los convenios; c) en ejecución de las resoluciones que ponen fin a las tercerías; y d) los dictados en
las providencias cautelares. Ahora bien, si el acto reclamado consiste en la resolución dictada por el
presidente de una Junta Local de Conciliación y Arbitraje que desecha una tercería excluyente de
preferencia, no es necesario para la procedencia del juicio de amparo agotar el recurso de revisión
previsto en el artículo 849 de la Ley Federal del Trabajo por no preverse dicho supuesto en la ley, ya
que este medio ordinario de impugnación sólo procede en contra de los actos de los presidentes
dictados "en ejecución" de las diversas resoluciones que ponen fin a las tercerías, emitidas por el
Pleno, por la Junta Especial o por la de Conciliación que conozca del juicio principal en términos de
lo dispuesto en el artículo 977 de la propia ley.

Contradicción de tesis 41/99. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado en Materia de
Trabajo del Primer Circuito y el Séptimo Tribunal Colegiado de la misma materia y circuito. 24 de

15
noviembre del año 2000. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario:
Eduardo Ferrer Mac Gregor Poisot.

Tesis de jurisprudencia 114/2000. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintinueve de noviembre del año dos mil.

Registro No. 176,797


Localización:
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Octubre de 2005
Página: 952
Tesis: 2a./J. 126/2005
Jurisprudencia
Materia(s): laboral

TERCERÍAS EXCLUYENTES DE DOMINIO O DE PREFERENCIA DE CRÉDITO EN


MATERIA LABORAL. TIENEN NATURALEZA DE JUICIO Y NO DE INCIDENTE, POR
LO QUE LA SENTENCIA QUE LAS RESUELVE ES IMPUGNABLE EN AMPARO
DIRECTO. De los artículos 976, 977 y 978 de la Ley Federal del Trabajo se advierte que las
tercerías excluyentes de dominio o de preferencia, tanto material como formalmente, tienen la
naturaleza de juicio y no de incidente, pese a que el segundo de los preceptos citados establezca que
se tramitarán en forma incidental, pues esta mención sólo se refiere a la forma procesal, pero no a su
naturaleza sustancial, toda vez que mientras el incidente resuelve generalmente cuestiones de
carácter adjetivo, la tercería decide un aspecto sustantivo (la propiedad del bien embargado o la
preferencia del crédito reclamado), ajeno a la cuestión ventilada en el juicio del que surge, lo que
materialmente le da la calidad de un juicio con sustantividad propia. Además, el tercero es ajeno a la
controversia principal y al ejercer la nueva acción debe acreditar un interés propio y distinto al de
quienes son parte en aquélla; la nueva acción se ventila por cuerda separada a través de un
procedimiento singular en el que el tercerista tiene los derechos, cargas y obligaciones que en todo
juicio tienen las partes, y no suspende el curso del juicio preexistente, lo que evidencia que las
tercerías excluyentes son formalmente juicios y, por ende, que las resoluciones que las deciden
en cuanto al fondo, por tratarse de sentencias definitivas, son impugnables en amparo directo,
en términos de los artículos 44, 46 y 158 de la Ley de Amparo.

Precedentes: Contradicción de tesis 106/2005-SS. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal
Colegiado del Décimo Sexto Circuito, Primer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito y Primer
Tribunal Colegiado del Segundo Circuito. 19 de agosto de 2005. Cinco votos. Ponente: Sergio
Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: Eduardo Delgado Durán.

Tesis de jurisprudencia 126/2005. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintitrés de septiembre de dos mil cinco.

16
12. La Junta laboral emite un proveído mediante el cual niega la admisión de la demanda
respecto de varios codemandados a los que se reclaman las mismas prestaciones que las
exigidas al enjuiciado contra quien sí se admitió el juicio. Dicho acuerdo:

Es impugnable como violación procesal en amparo directo.

Justificación:

No. Registro: 190,385


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIII, Enero de 2001. Tesis: 2a./J. 117/2000. Página: 159

DEMANDA LABORAL. EL ACUERDO QUE NIEGA SU ADMISIÓN RESPECTO DE UNO


O VARIOS CODEMANDADOS A LOS QUE SE RECLAMAN IDÉNTICAS
PRESTACIONES QUE A AQUEL POR EL QUE SE SIGUE EL JUICIO, CONSTITUYE
UNA VIOLACIÓN PROCESAL RECLAMABLE EN AMPARO DIRECTO. De lo dispuesto
en los artículos 107, fracciones III, inciso a), y V, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos; 44, 114, fracción IV y 158 de la Ley de Amparo, se desprende que el juicio de amparo
directo procede contra sentencias definitivas o laudos y resoluciones que pongan fin al juicio,
respecto de los cuales no proceda ningún recurso ordinario por el que puedan ser modificados o
reformados, ya sea que las violaciones se cometan en las resoluciones motivo de impugnación, o se
hubieran cometido durante el procedimiento correspondiente, a condición, en este último caso, de
que afecten las defensas del quejoso y trasciendan al resultado del fallo. También puede inferirse, en
contraposición a esa regla general de procedencia del amparo uniinstancial, que el amparo indirecto
procede, entre otros supuestos, contra actos en el juicio cuya ejecución sea de imposible reparación,
actualizándose ésta cuando el acto reclamado produzca violación a algún derecho sustantivo del
quejoso. De lo anterior se concluye que el auto dictado por una Junta de Conciliación y
Arbitraje que niega a tener como demandados a uno o varios de los que se señalan en una
demanda laboral, a quienes se les reclaman las mismas prestaciones que a aquel por el que se
sigue el juicio, constituye una violación a las leyes procesales que no puede considerarse de
imposible reparación, en virtud de que las pretensiones del actor pueden quedar satisfechas si
obtiene laudo en el que se condene al demandado por el que se siga el juicio, y en caso de que el
laudo que se dicte en esas condiciones fuera adverso a los intereses del actor, con su emisión se
patentiza la trascendencia de la violación procesal, máxime que la negativa acusada, al
actualizarse, no contraviene algún derecho sustantivo del quejoso, lo que determina que no
pueda calificarse como un acto dentro de juicio de imposible reparación, ya que sus efectos son
meramente procesales, por ello es evidente que resulta impugnable en términos de lo previsto
en el artículo 158 de la Ley de Amparo, a través del juicio de amparo directo.

Contradicción de tesis 78/2000-SS. Entre las sustentadas por el Séptimo Tribunal Colegiado en
Materia de Trabajo del Primer Circuito, el Primer y el Noveno Tribunales Colegiados de la misma
materia y circuito. 30 de noviembre del año 2000. Cinco votos. Ponente: Juan Díaz Romero.
Secretaria: Sofía Verónica Ávalos Díaz.

17
Tesis de jurisprudencia 117/2000. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del ocho de diciembre del año dos mil.

18
13. El juicio de amparo indirecto que promueve el trabajador en contra de la determinación de
la junta que niega la admisión de la prueba pericial contable que ofreció en relación con la
contabilidad de su contraparte:

Resulta improcedente.

Justificación:

No. Registro: 175,524


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Marzo de 2006
Tesis: 2a./J. 24/2006. Página: 297

PERICIAL CONTABLE OFRECIDA POR EL QUEJOSO EN LA CONTABILIDAD DE SU


CONTRAPARTE EN EL JUICIO NATURAL. CONTRA SU DESECHAMIENTO ES
IMPROCEDENTE EL AMPARO INDIRECTO. Conforme a los artículos 107, fracción III,
inciso b), de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 114, fracción IV, de la Ley
de Amparo, los actos dictados durante el juicio sólo pueden impugnarse en amparo indirecto cuando
tengan una ejecución de imposible reparación. Por otra parte, el Tribunal en Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, en la tesis P. LVII/2004, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XX, octubre de 2004, página 9, con el rubro:
"ACTOS DE EJECUCIÓN IRREPARABLE. CRITERIOS PARA DETERMINAR LA
PROCEDENCIA O IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO.", sostuvo que
los actos dentro del juicio tienen una ejecución de imposible reparación cuando sus consecuencias
afectan de manera directa e inmediata alguno de los derechos sustantivos previstos en la
Constitución Federal o producen a las partes una afectación en grado predominante o superior. En
congruencia con lo anterior, se concluye que el amparo indirecto es improcedente contra el
desechamiento de la prueba pericial contable ofrecida por el quejoso sobre la contabilidad de su
contraparte en el juicio natural, por tratarse de un acto procesal que no tiene una ejecución de
imposible reparación, pues sus consecuencias no afectan de manera cierta e inmediata alguno de sus
derechos sustantivos, ni producen una afectación a las partes en el juicio en grado predominante o
superior, ya que sólo ocasiona que no se acumulen al acervo probatorio de ese juicio los resultados
que pudiera arrojar el desahogo de la prueba respectiva, lo cual afecta únicamente derechos adjetivos
que pueden repararse, pues si el oferente obtiene sentencia favorable, la violación no trascendería al
resultado del fallo en su perjuicio, y si le fuera desfavorable, podría reclamarla en amparo directo en
términos de la fracción III del artículo 159 de la Ley de la materia, haciendo valer el desechamiento
como violación procesal, en su caso.

Contradicción de tesis 44/2005-PL. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Octavo en
Materia Civil del Primer Circuito y Segundo en Materia de Trabajo del Cuarto Circuito. 24 de
febrero de 2006. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: María Estela
Ferrer Mac-Gregor Poisot.

19
Tesis de jurisprudencia 24/2006. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del primero de marzo de dos mil seis.

20
14. Para acreditar la inconstitucionalidad del acto reclamado en un juicio de amparo en
materia laboral, el quejoso ofrece la prueba testimonial, sin embargo, no proporciona el
nombre de sus testigos. Ante esa omisión, el juez de Distrito debe:

Requerir al quejoso para que proporcione el nombre de sus testigos.

Justificación:

No. Registro: 189,361


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIII, Junio de 2001. Tesis: P./J. 75/2001. Página: 47

TESTIMONIAL EN EL JUICIO DE AMPARO. ES REQUISITO DE FORMA QUE AL


OFRECERSE, SE PROPORCIONE EL NOMBRE DE LOS TESTIGOS. Una correcta
interpretación de lo dispuesto en el artículo 151 de la Ley de Amparo, inspirada en los principios de
seguridad, igualdad y certeza jurídica, en relación con lo previsto en los artículos 165, 167, 174, 176,
179 y 182 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a aquella ley, en
términos de su artículo 2o., conduce a evidenciar que si bien dichos preceptos no establecen la
obligación de dar el nombre de los testigos, de su análisis se infiere que el Juez deberá conocer el
nombre de aquéllos, a efecto de llevar a cabo la preparación de dicha prueba, ya sea a virtud de los
que deba citar, de sustanciar un exhorto, o bien, al protestarlos, por lo que el oferente de la prueba
testimonial deberá, previamente a la celebración de la audiencia constitucional, proporcionar el
nombre de las personas que rendirán su testimonio, a fin de que las partes en litigio constitucional,
así como el Juez Federal, tengan conocimiento, con precisión, de las personas que lo prestarán y de
esta manera estén en aptitud de determinar su idoneidad, permitiendo que se formulen y preparen
oportunamente, por escrito o verbalmente, las repreguntas y, en su caso, la posible impugnación de
dicha idoneidad, lo que se traducirá en otorgar a las partes la misma igualdad procesal para hacer
valer sus derechos y ejercer sus defensas, brindándoles así certeza jurídica, circunstancia esta que no
puede tenerse por satisfecha si la probanza se ofrece sin la indicación de los nombres de los testigos,
por lo que en este supuesto deberá requerirse al oferente a efecto de que subsane tal omisión.

Contradicción de tesis 10/97. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Quinto
Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito. 24 de octubre de 2000.
Once votos. Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Antonio Espinoza Rangel.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintiuno de mayo en curso, aprobó, con el
número 75/2001, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintiuno de
mayo de dos mil uno.

21
15. Juan N., ostentándose como tercero extraño por equiparación, promueve juicio de amparo
indirecto en el que reclama tanto la falta de emplazamiento a un procedimiento laboral, como
el laudo condenatorio emitido en su contra en ese procedimiento, expresando conceptos de
violación respecto de los dos actos reclamados. En la sentencia de amparo, de no advertir la
actualización de alguna causa de improcedencia, el juez federal debe:
Resolver sobre el acto reclamado consistente en la falta de emplazamiento al juicio laboral, y
si estima que éste se practicó conforme a derecho, debe declarar inoperantes los conceptos de
violación que se formulen en relación con el laudo reclamado.
Justificación:
No. Registro: 177,010
Jurisprudencia. Materia(s): Laboral
Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Octubre de 2005. Tesis: P./J. 121/2005. Página: 6
EMPLAZAMIENTO. SI EN AMPARO INDIRECTO SE IMPUGNA SU ILEGALIDAD O
AUSENCIA EN UN JUICIO LABORAL, ASÍ COMO EL LAUDO RESPECTIVO,
OSTENTÁNDOSE EL QUEJOSO COMO PERSONA EXTRAÑA POR EQUIPARACIÓN, Y
EL JUEZ DE DISTRITO RESUELVE QUE AQUÉL FUE LEGAL, DEBE CONSIDERAR
INOPERANTES LOS CONCEPTOS DE VIOLACIÓN ENDEREZADOS CONTRA EL
LAUDO, Y NO REMITIR LA DEMANDA A UN TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO
PARA QUE CONOZCA DE ELLOS. Es criterio reiterado del Tribunal en Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación que cuando el quejoso no fue emplazado al juicio o fue citado en
forma distinta de la prevenida por la ley, se le equipara a una persona extraña a juicio, por lo que el
conocimiento del amparo en esos supuestos compete a un Juez de Distrito y no a un Tribunal
Colegiado de Circuito, de conformidad con los artículos 107, fracción VII, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y 114, fracción V, de la Ley de Amparo, porque en esa vía
el quejoso puede aportar pruebas para demostrar la ausencia o la ilegalidad del emplazamiento;
además, este Alto Tribunal ha sostenido que de prosperar la acción se invalidarían todas las
actuaciones posteriores, incluyendo la resolución definitiva. Sin embargo, cuando en el juicio de
amparo indirecto el Juez de Distrito estima que el emplazamiento fue legal, con ello descubre que el
quejoso en realidad no fue extraño al procedimiento correspondiente y, por tanto, la falta o indebida
defensa que tuvo durante éste sólo le es imputable a él mismo. En ese sentido, deben declararse
inoperantes los conceptos de violación expresados contra los actos posteriores al emplazamiento,
incluso en contra del laudo, toda vez que al haberse determinado la legalidad de aquél, debe también
considerarse que el impetrante de garantías estuvo en posibilidad legal de hacer valer los medios de
defensa procedentes en contra de las resoluciones que le causaron algún perjuicio; por tanto, si se
estimara que deben estudiarse los argumentos formulados en contra del laudo, se trastocarían todas
las reglas del amparo, ya que el demandado podría, a su arbitrio, comparecer o no al juicio ordinario,
pese a que hubiera sido bien emplazado.
Contradicción de tesis 15/2004-PL. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Sexto y
Décimo Tercero, ambos en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 4 de agosto de 2005. Mayoría de
siete votos. Disidentes: Genaro David Góngora Pimentel, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia y Sergio A.
Valls Hernández. Ausente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.
Encargado del engrose: Juan Díaz Romero. Secretario: César de Jesús Molina Suárez.

22
El Tribunal Pleno, el cuatro de octubre en curso, aprobó, con el número 121/2005, la tesis
jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a cuatro de octubre de dos mil cinco.

23
16. La acumulación de juicios de amparo en materia laboral que se encuentran en trámite ante
juzgados de Distrito distintos procede:

Únicamente a instancia de parte, cuando el patrón es la parte quejosa.

Justificación:

No. Registro: 180,969


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XX, Agosto de 2004
Tesis: P./J. 51/2004
Página: 5

ACUMULACIÓN EN AMPARO. SE PODRÁ DECRETAR DE OFICIO CUANDO SE


TRATE DE JUICIOS EN TRÁMITE ANTE UN MISMO JUZGADO DE DISTRITO, PUES
EN EL CASO DE LOS TRAMITADOS ANTE JUZGADOS DISTINTOS, SÓLO
PROCEDERÁ A INSTANCIA DE PARTE. De la interpretación de los artículos 57 a 60 de la Ley
de Amparo se advierte que en los juicios de garantías que se encuentren en trámite ante los Jueces de
Distrito podrá decretarse su acumulación, a instancia de parte o de oficio, en los casos que señala la
ley; que será competente para conocer de la acumulación, así como de los juicios acumulados, el
Juez que hubiere prevenido, y que el más reciente se acumulará al más antiguo; que la acumulación
podrá decretarse tanto respecto de los juicios de amparo que se sigan ante un mismo juzgado, como
de los que se sigan ante juzgados diferentes; y que es potestativo para los Jueces decretarla o no.
Ahora bien, como la facultad de decretar la acumulación de oficio se ejerce unilateralmente, con
potestad plena y sin tramitación alguna, no es factible que un Juez de Distrito pueda hacerlo respecto
de juicios que se sigan ante otro Juez, porque en esta hipótesis la acumulación ya no sería de oficio,
sino mediante la necesaria concurrencia de dos voluntades, una que inicia el trámite sin poder
vinculante y otra que accede a la acumulación y que no obraría por impulso propio ni a instancia de
parte; luego, no es posible que, de oficio, un Juez de Distrito le ordene a otro que esté conociendo de
otros juicios de amparo, que le envíe los autos, porque este último está en libertad de negarse a
hacerlo por virtud de la facultad discrecional de que goza. En consecuencia, la acumulación de oficio
sólo puede ejercerse respecto de los juicios de amparo que se tramitan ante un mismo juzgado,
mientras que la acumulación a instancia de parte podrá promoverse ante cualquiera de los Jueces que
estén conociendo de los juicios relacionados; sin embargo, en caso de que el que reciba la solicitud
advierta de las constancias de autos que otro previno, conforme al sello fechador impreso en las
demandas por la oficialía respectiva, deberá declararse legalmente incompetente para conocer del
incidente de acumulación y remitir las constancias necesarias a aquél, a fin de que lo resuelva.

Contradicción de tesis 5/2002. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado del Octavo
Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo Circuito. 25 de mayo de 2004.
Mayoría de nueve votos. Disidente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ausente: Humberto Román
Palacios. Ponente: Humberto Román Palacios; en su ausencia hizo suyo el asunto Olga Sánchez
Cordero de García Villegas. Secretario: Francisco Octavio Escudero Contreras.

24
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy ocho de julio en curso, aprobó, con el número
51/2004, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a ocho de julio de dos mil cuatro.

25
17. El artículo 773 de la Ley Federal del Trabajo, dispone: “Se tendrá por desistida de la
acción intentada a toda persona que no haga promoción alguna en el término de seis meses,
siempre que esa promoción sea necesaria para la continuación del procedimiento. No se tendrá
por transcurrido dicho término si están desahogadas las pruebas del actor o está pendiente de
dictarse resolución sobre alguna promoción de las partes o la práctica de alguna diligencia, o
la recepción de informes o copias que se hubiesen solicitado.- Cuando se solicite que se tenga
por desistido al actor de las acciones intentadas, la Junta citará a las partes a una audiencia, en
la que después de oírlas y recibir las pruebas que ofrezcan, que deberán referirse
exclusivamente a la procedencia o improcedencia del desistimiento, dictará resolución.” Una
vez que lea el precepto transcrito, conteste lo siguiente:
El demandado en un juicio laboral promueve incidente en el que solicita se tenga al actor por
desistido de la acción intentada en su contra, en virtud de no haber formulado ninguna
promoción en el término de seis meses. Ahora bien, la interlocutoria que declare infundado
dicho incidente:
Constituye un acto de imposible reparación que debe reclamarse en amparo indirecto.
Justificación:
No. Registro: 193,895
Jurisprudencia. Materia(s): Laboral
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
IX, Mayo de 1999. Tesis: 2a./J. 41/99. Página: 468
DESISTIMIENTO TÁCITO DE LA ACCIÓN LABORAL. LA INTERLOCUTORIA QUE
DECLARA INFUNDADO EL INCIDENTE PREVISTO EN EL ARTÍCULO 773 DE LA LEY
FEDERAL DEL TRABAJO, ES IMPUGNABLE EN AMPARO INDIRECTO. Siguiendo los
razonamientos del Tribunal Pleno contenidos en la tesis de rubro "PERSONALIDAD. EN CONTRA
DE LA RESOLUCIÓN QUE DIRIME ESTA CUESTIÓN, PREVIAMENTE AL FONDO, PROCEDE
EL AMPARO INDIRECTO (INTERRUPCIÓN PARCIAL DE LA JURISPRUDENCIA PUBLICADA
BAJO EL RUBRO ‘PERSONALIDAD. EN CONTRA DE LA RESOLUCIÓN QUE DESECHA LA
EXCEPCIÓN DE FALTA DE PERSONALIDAD SIN ULTERIOR RECURSO, ES
IMPROCEDENTE EL AMPARO INDIRECTO, DEBIENDO RECLAMARSE EN AMPARO
DIRECTO CUANDO SE IMPUGNA LA SENTENCIA DEFINITIVA.’).", esta Segunda Sala advierte
la analogía existente entre el incidente de desistimiento tácito de la acción a que se refiere el artículo 773
de la Ley Federal del Trabajo y el incidente de falta de personalidad en el actor. Dicha analogía se
presenta porque, en ambos casos, de resultar fundados los incidentes, su efecto será dar por terminado el
juicio al quedar devastados los elementos integrantes de la acción; además, en ambos supuestos, en caso
de que prosperara la acción incidental, ello provocaría que no se desplegara un juicio innecesario hasta su
última consecuencia que es la sentencia definitiva, en ese orden de ideas y partiendo de la base que
donde opera la misma razón debe aplicarse la misma disposición, en la especie, como caso de excepción,
debe concluirse que la interlocutoria que declara infundado el incidente de desistimiento tácito de la
acción genera una ejecución irreparable para efectos de la fracción IV del artículo 114 de la Ley de
Amparo, y por tales razones, en su contra procede el amparo indirecto.
Contradicción de tesis 106/98. Entre las sustentadas por el entonces Tribunal Colegiado del Sexto
Circuito, ahora Primer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del

26
Décimo Séptimo Circuito. 23 de abril de 1999. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Mariano Azuela
Güitrón. Ponente: José Vicente Aguinaco Alemán. Secretario: Emmanuel G. Rosales Guerrero.
Tesis de jurisprudencia 41/99. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del siete de mayo de mil novecientos noventa y nueve.
Nota: La tesis a que se hace mención aparece publicada con el número P. CXXXIV/96, en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo IV, noviembre de 1996, página 137.

27
18. Manuel N. promueve demanda de amparo directo en contra de una resolución dictada por
una Junta de Conciliación y Arbitraje, respecto de la cual técnicamente, procede amparo
indirecto. El Tribunal Colegiado de Circuito al que se turna el asunto, se declara incompetente
y ordena remitir la demanda y sus anexos al juez de Distrito que corresponda. En tal supuesto,
para determinar la oportunidad en la presentación de la demanda de amparo, el juez federal
debe tomar en consideración la fecha:

En que se presentó la demanda ante la autoridad responsable.

Justificación:

No. Registro: 175,619


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIII, Marzo de 2006
Tesis: 2a./J. 25/2006
Página: 251

DEMANDA DE AMPARO INDIRECTO PRESENTADA COMO DIRECTO. PARA


DETERMINAR LA OPORTUNIDAD EN SU PROMOCIÓN DEBE ATENDERSE A LA
FECHA EN QUE SE PRESENTÓ ANTE LA AUTORIDAD RESPONSABLE, AUN
CUANDO EL TRIBUNAL COLEGIADO SE DECLARE INCOMPETENTE Y LA REMITA
AL JUZGADO DE DISTRITO. La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que las
causas de improcedencia del juicio de amparo deben acreditarse plenamente y no inferirse con base
en presunciones, y que la equivocación de la vía en que se presente la demanda correspondiente no
debe dar lugar a imposibilitar la defensa del quejoso ante actos que estima lesivos de sus garantías
individuales. En ese sentido, cuando en la demanda se reclamen actos que se ubiquen en alguno de
los supuestos del artículo 114 de la Ley de Amparo, pero se dirija al Tribunal Colegiado de Circuito,
debe estimarse oportuna su promoción si es presentada dentro del plazo legal ante la autoridad
responsable, a pesar de que a la fecha en que se reciba en la Oficialía de Partes de los Juzgados de
Distrito haya transcurrido el plazo previsto para ello, y que en esa demanda se expresen los
antecedentes del acto reclamado, la protesta de decir verdad o algún otro de los requisitos
establecidos por el artículo 116 de la Ley citada para la promoción del amparo indirecto; pues
pretender desentrañar la intención del impetrante con la mención de esos requisitos, llevaría a
establecer la vía de impugnación bajo indicios que constituyen un criterio subjetivo, siendo que lo
aplicable es un criterio objetivo que no dé lugar a dudas sobre la intención de promover el amparo
directo, como es la autoridad a la que se dirige y el lugar donde se presenta la demanda. En
consecuencia, si su presentación ante la responsable ocurrió en tiempo, debe considerarse que la
demanda de garantías fue presentada oportunamente, con independencia de que el Tribunal
Colegiado de Circuito que la recibió se declare incompetente y que el Juez de Distrito ordene su
regularización, en cuanto a la satisfacción de los requisitos de la demanda de amparo indirecto.

Contradicción de tesis 42/2005-PL. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Cuarto y
Quinto, ambos en Materia Civil del Tercer Circuito, y los Tribunales Colegiados Quinto y Sexto,

28
ambos en Materia Civil del Primer Circuito. 24 de febrero de 2006. Cinco votos. Ponente: Genaro
David Góngora Pimentel. Secretaria: Blanca Lobo Domínguez.

Tesis de jurisprudencia 25/2006. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del primero de marzo de dos mil seis.

29
19. Durante la celebración de la audiencia de ley, concretamente en la etapa de demanda y
excepciones, el actor objeta la personalidad del apoderado del demandado. En este supuesto
¿cómo debe proceder la Junta laboral?

En la propia audiencia de ley (sin tramitar formalmente incidente alguno), oyendo a las
partes, debe resolver de plano el incidente de falta de personalidad promovido por el actor.

Justificación:

No. Registro: 189,011


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIV, Agosto de 2001
Tesis: 2a./J. 31/2001
Página: 193

PERSONALIDAD EN EL JUICIO LABORAL. LAS OBJECIONES QUE AL RESPECTO SE


REALICEN DEBERÁN RESOLVERSE DE PLANO, OYENDO A LAS PARTES EN LA
AUDIENCIA DE LEY. Si se toma en consideración que de conformidad con la interpretación
armónica de lo dispuesto en los artículos 761 a 763 de la Ley Federal del Trabajo, el incidente de
falta de personalidad es un incidente de previo y especial pronunciamiento que necesariamente debe
ser tramitado dentro del expediente principal en donde surgió la controversia y que cuando sea
promovido dentro de una audiencia o diligencia, se sustanciará y resolverá de plano, resulta
inconcuso que la objeción a la personalidad de alguna de las partes en el juicio laboral debe
resolverse de plano, oyendo a las partes en la audiencia de ley, a efecto de evitar dilaciones
procesales innecesarias y con la única condición de que en la resolución correspondiente, la Junta de
Conciliación y Arbitraje exprese las razones jurídicas que haya tomado en cuenta para resolver en
los términos en que lo haya hecho. Lo anterior se encuentra robustecido con el texto de la exposición
de motivos de la reforma procesal a la Ley Federal del Trabajo que entró en vigor el cuatro de enero
de mil novecientos ochenta, del que se desprende que el espíritu del legislador al incorporar tal
reforma fue, entre otros, el de agilizar la tramitación de los procedimientos, apoyándose para ello en
los principios de inmediatez y concentración procesal, motivo por el cual consideró pertinente que
las objeciones que se hagan valer en relación con la personalidad de las partes en la audiencia de ley,
deberán ser resueltas de plano en la misma pieza de autos, oyendo a las partes en ese momento, sin
que para el caso se requiera de la tramitación de incidente formal alguno.

Contradicción de tesis 19/2001-SS. Entre las sustentadas por el entonces Segundo Tribunal
Colegiado en Materia Administrativa y de Trabajo del Cuarto Circuito, ahora Segundo Tribunal
Colegiado en Materia de Trabajo del Cuarto Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia de
Trabajo del mismo circuito. 29 de junio de 2001. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Mariano
Azuela Güitrón. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: Arnulfo Moreno Flores.

Tesis de jurisprudencia 31/2001. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del tres de agosto de dos mil uno.

30
20. El artículo 853 de la Ley Federal del Trabajo, dispone: “Procede la reclamación contra las
medidas de apremio que impongan los Presidentes de las Juntas de Conciliación, de las Juntas
Especiales y de las de Conciliación y Arbitraje, así como de los auxiliares de éstas”. Ahora
bien, en una demanda de garantías se señala como acto reclamado el proveído mediante el cual
el Presidente de una Junta laboral apercibe al quejoso con imponerle como medida de apremio
un arresto por treinta y seis horas. En este supuesto:

El amparo resulta procedente.

Justificación:

No. Registro: 196,826


Jurisprudencia
Materia(s): Civil, Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VII, Febrero de 1998
Tesis: P./J. 17/98
Página: 6

ARRESTO COMO MEDIDA DE APREMIO. PROCEDE EL AMPARO EN CONTRA DEL


AUTO QUE APERCIBE CON SU IMPOSICIÓN, SIN NECESIDAD DE AGOTAR LOS
MEDIOS ORDINARIOS DE DEFENSA. No obsta para la procedencia del amparo el hecho de
que no se agote el medio de defensa ordinario previsto en el ordenamiento respectivo, en contra del
auto en el que se manda apercibir al quejoso con la imposición de un arresto específico como medida
de apremio, porque siendo el auto que se reclama de carácter concreto e individualizado, el
agraviado se halla en riesgo inminente de privación de su libertad personal, respecto de la cual opera
una excepción al principio de definitividad que rige en el juicio de amparo; máxime que en ningún
medio ordinario de defensa pueden plantearse cuestiones de constitucionalidad.

Contradicción de tesis 6/97. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Décimo
Quinto Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito. 27 de enero de 1998.
Unanimidad de nueve votos. Ausentes: Juventino V. Castro y Castro y Humberto Román Palacios.
Ponente: Juan Díaz Romero. Secretaria: Maura Angélica Sanabria Martínez.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el nueve de febrero en curso, aprobó, con el
número 17/1998, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a nueve de febrero
de mil novecientos noventa y ocho.

31
21. Se promueve un juicio de amparo en el que se señala como acto reclamado una
interlocutoria dictada dentro de un incidente de personalidad en un juicio laboral. El informe
justificado que rinda la autoridad responsable puede ser objetado de falso:

Sólo en cuanto a su autenticidad.

Justificación:

No. Registro: 190,369


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIII, Enero de 2001
Tesis: P./J. 5/2001
Página: 10

INFORME JUSTIFICADO. PUEDE SER OBJETADO DE FALSO SÓLO EN CUANTO A


SU AUTENTICIDAD. El artículo 153 de la Ley de Amparo autoriza a objetar de falsos los
documentos presentados por alguna de las partes; y en su párrafo segundo precisa los alcances o la
materia de tal objeción al señalar que lo dispuesto en el propio precepto legal sólo da competencia al
Juez para apreciar, dentro del juicio de amparo, la autenticidad con relación a los efectos exclusivos
de dicho juicio, precisión que de por sí indica que la objeción de falsedad del documento debe
referirse a su autenticidad, es decir, a su continente y no a su contenido, pues esto último será
materia de análisis al emitirse la sentencia correspondiente con base en los elementos probatorios
aportados por las partes y demás constancias de autos. De ahí que el documento público en el que la
autoridad responsable rinde su informe justificado sólo pueda ser objetado de falso en cuanto a su
autenticidad y no respecto de su contenido.

Contradicción de tesis 40/98. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del Sexto
Circuito y los Tribunales Colegiados Primero, Segundo y Tercero en Materia Administrativa del
Primer Circuito. 7 de diciembre de 2000. Unanimidad de diez votos. Ausente: Juventino V. Castro y
Castro. Ponente: José Vicente Aguinaco Alemán. Secretaria: Claudia Mendoza Polanco.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy once de enero en curso, aprobó, con el número
5/2001, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a once de enero de dos mil uno.

32
22. La interlocutoria que declara fundado el incidente de falta de personalidad promovido por
el demandado en contra del apoderado del actor:

Es impugnable en amparo directo.

Justificación:

No. Registro: 194,553


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
IX, Febrero de 1999
Tesis: 2a./J. 7/99
Página: 169

PERSONALIDAD EN MATERIA LABORAL. POR REGLA GENERAL DEBE


RECLAMARSE EN AMPARO INDIRECTO, EXCEPTO CUANDO LA JUNTA, DENTRO
DEL JUICIO, DESCONOZCA O RECHACE LA DE QUIEN COMPARECE POR EL
ACTOR, O CUANDO, EN EL LAUDO, HAGA PRONUNCIAMIENTO ESPECÍFICO SOBRE
LA CUESTIÓN, CASOS EN LOS CUALES PROCEDE EL AMPARO DIRECTO. Conforme al
criterio actual del Tribunal Pleno de la Suprema Corte, recogido en la tesis P. CXXXIV/96, publicada
en las páginas 137 a 139, del Tomo IV, noviembre de 1996, del Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, Novena Época, que se intitula "PERSONALIDAD. EN CONTRA DE LA RESOLUCIÓN
QUE DIRIME ESTA CUESTIÓN, PREVIAMENTE AL FONDO, PROCEDE EL AMPARO
INDIRECTO (INTERRUPCIÓN PARCIAL DE LA JURISPRUDENCIA PUBLICADA BAJO EL
RUBRO ‘PERSONALIDAD. EN CONTRA DE LA RESOLUCIÓN QUE DESECHA LA
EXCEPCIÓN DE FALTA DE PERSONALIDAD SIN ULTERIOR RECURSO, ES
IMPROCEDENTE EL AMPARO INDIRECTO, DEBIENDO RECLAMARSE EN AMPARO
DIRECTO CUANDO SE IMPUGNA LA SENTENCIA DEFINITIVA.’).", la regla general es que
procede el amparo indirecto en contra de las resoluciones que, previamente al fondo, dirimen una
cuestión de personalidad en el juicio ordinario laboral. De la misma ejecutoria aparece que esa regla
tiene dos excepciones, a saber: a) cuando la autoridad laboral dicte resolución en la que desestime la
personalidad de quien comparece como representante del actor, lo cual pone fin al juicio sin decidirlo
en lo principal; y, b) en el caso de que haga pronunciamiento específico sobre la personalidad -de
cualquiera de las partes- en el laudo, el cual es definitivo, hipótesis en las que, conforme a los artículos
107, fracción III, inciso a), de la Constitución Federal, 44, 46, tercer párrafo, y 158 de la Ley de
Amparo, procede el amparo directo.

Contradicción de tesis 49/98. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Sexto
Circuito y los Tribunales Colegiados Primero del Décimo Sexto Circuito y Primero del Décimo
Primer Circuito. 15 de enero de 1999. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José Vicente Aguinaco
Alemán. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: José Gabriel Clemente Rodríguez.

Tesis de jurisprudencia 7/99. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión pública
del quince de enero de mil novecientos noventa y nueve.

33
23. La omisión en que incurre la Junta laboral al no acordar respecto del ofrecimiento de
trabajo que formula la parte patronal, a fin de que el trabajador manifieste si lo acepta o lo
rechaza:

Es impugnable como violación procesal en el juicio de amparo directo que se promueva en


contra del laudo.

Justificación:

No. Registro: 181,703


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIX, Abril de 2004
Tesis: 2a./J. 43/2004
Página: 431

OFRECIMIENTO DE TRABAJO. LA OMISIÓN DE LA JUNTA DE ACORDARLO O DE


REQUERIR AL TRABAJADOR PARA QUE MANIFIESTE SI LO ACEPTA O LO
RECHAZA, INCLUSO CUANDO ÉSTE NO COMPARECE A LA AUDIENCIA DE LEY, ES
UNA VIOLACIÓN PROCESAL QUE LLEVA A CONCEDER EL AMPARO PARA QUE SE
REPONGA EL PROCEDIMIENTO. La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que
el ofrecimiento de trabajo, cuando es de buena fe, tiene el efecto jurídico de revertir la carga de la
prueba respecto de la existencia del despido. Asimismo, ha considerado que la omisión de la Junta
de acordar sobre el ofrecimiento y requerimiento al trabajador para que manifieste si lo acepta o lo
rechaza es una violación procesal análoga a las previstas en el artículo 159 de la Ley de Amparo, en
virtud de que afecta las defensas de las partes en el juicio laboral y trasciende al resultado del fallo,
por lo que debe concederse el amparo a fin de que se reponga el procedimiento, ya que las partes en
el juicio laboral no deben resentir la desatención de las Juntas. Este criterio debe imperar incluso
cuando el trabajador no comparece a la audiencia de ley, dado que con tal omisión se deja de atender
un aspecto procesal relevante, como es la determinación de la carga de la prueba, pudiendo originar
un laudo incongruente y dejar a las partes en estado de inseguridad al no conocer su situación en el
momento procesal oportuno, ya que con base en los artículos 685 y 771 de la Ley Federal del
Trabajo, una vez que se produce la instancia de parte, la Junta tiene la obligación de tomar las
medidas necesarias para lograr la mayor economía, concentración y sencillez del proceso, a fin de
evitar prácticas viciosas, como la de considerar que el trabajador rehusó cualquier arreglo
conciliatorio y que puso de manifiesto su falta de interés en el proceso al no comparecer a la
audiencia respectiva, pues el interés de las partes subsiste mientras no exista manifestación expresa o
indubitable en contrario, sin que tampoco pueda considerarse que se consintió tácitamente la
violación procesal derivada de la citada omisión de la Junta, habida cuenta que la Ley Federal del
Trabajo no establece recursos ordinarios dentro del procedimiento para subsanarla.

Contradicción de tesis 180/2003-SS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia de Trabajo del Cuarto Circuito y el entonces Tribunal Colegiado del Vigésimo Segundo

34
Circuito. 26 de marzo de 2004. Cinco votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretaria: Maura
Angélica Sanabria Martínez.

Tesis de jurisprudencia 43/2004. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del dos de abril de dos mil cuatro.

35
24. Tratándose de juicios de amparo en materia laboral ¿en qué supuestos el juez de Distrito
debe recabar oficiosamente pruebas que, habiéndose rendido ante la Junta responsable, no
obren en los autos del juicio de amparo y estime necesarias para la solución del asunto?

En todos los casos.


Justificación:

No. Registro: 199,454


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
V, Febrero de 1997
Tesis: P./J. 17/97
Página: 108

PRUEBAS Y ACTUACIONES PROCESALES. EL JUZGADOR DE AMPARO DEBE


ALLEGÁRSELAS CUANDO LAS ESTIME NECESARIAS PARA RESOLVER EL
ASUNTO. De conformidad con lo dispuesto en el último párrafo del artículo 78 de la Ley de
Amparo, el Juez de Distrito deberá recabar oficiosamente pruebas que, habiendo sido rendidas ante
la responsable, no obren en autos y estime necesarias para la resolución del asunto. De acuerdo con
esta regla y atendiendo a la necesidad de encontrar la verdad material sobre la formal que tuvo en
cuenta el legislador, debe estimarse que la reforma que sustituyó la palabra "podrá" por "deberá", se
encaminó a atenuar el principio general contenido en el tercer párrafo del artículo 149 del citado
ordenamiento, pues por virtud de la misma ya no corresponde exclusivamente a las partes aportar las
pruebas tendientes a justificar las pretensiones deducidas en los juicios de garantías, sino también al
Juez de Distrito para allegar de oficio todos los elementos de convicción que habiendo estado a
disposición de la responsable, estime necesarios para la resolución del amparo, circunstancia de
necesidad que no debe quedar al libre arbitrio del Juez, sino que debe calificarse tomando en cuenta
la estrecha vinculación que la prueba o la actuación procesal tienen con el acto reclamado, de tal
modo que de no tenerse a la vista aquéllas sería imposible resolver conforme a derecho sobre la
constitucionalidad o inconstitucionalidad del acto. Asimismo, no puede estimarse que la obligación a
que se refiere el artículo 78 de la Ley de Amparo, pugne con lo dispuesto por el numeral 149, pues la
aplicación de aquel precepto se actualiza cuando la autoridad reconoce en su informe la existencia
del acto sosteniendo únicamente su legalidad, que es una situación diversa a la presunción de certeza
que opera por la falta de informe, en cuyo caso corresponde al quejoso la carga de la prueba cuando
el acto reclamado no sea violatorio de garantías en sí mismo, sino que su constitucionalidad o
inconstitucionalidad dependa de los motivos, datos o pruebas en que se haya fundado el propio acto.

Contradicción de tesis 8/96. Entre las sustentadas por el Primer y Séptimo Tribunales Colegiados en
Materia de Trabajo del Primer Circuito. 16 de enero de 1997. Unanimidad de diez votos. Ausente: José
Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Mercedes Rodarte Magdaleno.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el diez de febrero en curso, aprobó, con el número
17/1997, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a diez de febrero de mil
novecientos noventa y siete.

36
25. El artículo 114, fracción IV de la Ley de Amparo, establece: “El amparo se pedirá ante el
juez de Distrito: (…) IV.- Contra actos en el juicio que tengan sobre las personas o las cosas
una ejecución que sea de imposible reparación; (…)”. Ahora bien, para que se actualice la
citada causal de procedencia, tratándose de juicios de amparo en los que se reclaman actos de
esa naturaleza derivados de un procedimiento laboral, es indispensable que se dicten:

Dentro del juicio laboral.

Justificación:

No. Registro: 184,221


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVII, Junio de 2003
Tesis: 1a./J. 29/2003
Página: 11

AMPARO INDIRECTO. REGLAS PARA SU PROCEDENCIA, RESPECTO DE ACTOS


DICTADOS DENTRO DEL JUICIO, DESPUÉS DE CONCLUIDO Y EN EJECUCIÓN DE
SENTENCIA. De lo dispuesto en los artículos 107, fracciones III, inciso b) y VII, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 114, fracciones III y IV, de la Ley de
Amparo, se desprenden dos reglas genéricas y una específica de procedencia del juicio de amparo
indirecto: la primera regla genérica consiste en que éste procede contra actos en el juicio cuya
ejecución sea de imposible reparación, los cuales han sido definidos por la Suprema Corte de Justicia
de la Nación como aquellos que por sus consecuencias son susceptibles de afectar directamente
alguno de los derechos fundamentales del gobernado, tutelados por la propia Constitución Federal,
por medio de las garantías individuales, pues esa afectación o sus efectos no se destruyen con el solo
hecho de que quien los sufra obtenga una sentencia definitiva favorable a sus pretensiones, a saber,
la personalidad de las partes, el embargo o la negativa a denunciar el juicio a terceros, entre otros; la
segunda regla genérica consiste en que el juicio de amparo biinstancial procede en contra de actos
dictados por tribunales judiciales, administrativos o del trabajo, después de concluido el juicio,
siempre que no se dicten en ejecución de sentencia, los cuales, de acuerdo con el criterio emitido por
el Máximo Tribunal del país, gozan de autonomía y no tienen como finalidad directa e inmediata
ejecutar la sentencia dictada en el juicio natural, como son el arresto dictado como medida de
apremio para vencer la contumacia de alguna de las partes o la interlocutoria que fije en cantidad
líquida la condena de que fue objeto el perdidoso; y la regla específica introducida por el legislador
con el propósito de impedir que el juicio de garantías sea utilizado para retardar o entorpecer la
ejecución de una sentencia definitiva con el carácter de cosa juzgada, consistente en que el juicio de
amparo en la vía indirecta podrá promoverse contra actos dictados por tribunales judiciales,
administrativos o del trabajo en ejecución de sentencia, sólo contra la última resolución dictada en el
procedimiento respectivo, con la posibilidad de reclamar en la misma demanda las demás
violaciones cometidas durante ese procedimiento, que hubieren dejado sin defensa al quejoso y,
tratándose de remates, contra la resolución definitiva en que se aprueben o desaprueben; en el
entendido de que conforme al criterio sustentado por el más Alto Tribunal de la República, la última

37
resolución es aquella en la que se aprueba o reconoce de manera expresa o tácita el cumplimiento
total de la sentencia o se declara la imposibilidad material o jurídica para darle cumplimiento. En
estas condiciones, y en atención a que las citadas reglas tienen aplicación en diversas etapas del
juicio natural, según la naturaleza y finalidad de cada uno de los actos dictados durante su
prosecución, es claro que cada una de ellas es aplicable a hipótesis diferentes, por lo que no pueden
adminicularse entre sí con el grave riesgo de desnaturalizar el juicio de garantías; por tanto, a los
actos dictados en juicio que causen una ejecución de imposible reparación sobre las personas o las
cosas, no se les pueden aplicar las reglas que rigen para los actos dictados después de concluido el
juicio y en ejecución de sentencia, porque si así se hiciera, el juicio de amparo indirecto sería
procedente en contra de todos los actos dictados dentro de un procedimiento, aun cuando no causen
una ejecución de imposible reparación; de igual manera, a los actos dictados después de concluido el
juicio o en ejecución de sentencia, no puede aplicárseles la regla de procedencia del juicio de amparo
indirecto que rige para actos dictados dentro del juicio, porque bastaría que se alegara que tales actos
causan una ejecución de imposible reparación para que el juicio de amparo fuera procedente,
pasando por alto que uno de los motivos por los cuales el legislador instrumentó esas reglas, fue
evitar el abuso del juicio de garantías.

Contradicción de tesis 74/2002-PS. Entre las sustentadas por el Cuarto Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Segundo Circuito y el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer
Circuito. 21 de mayo de 2003. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: José de Jesús Bañales Sánchez.

Tesis de jurisprudencia 29/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
veintiuno de mayo de dos mil tres.

38
26. En un juicio de amparo indirecto, el juez de Distrito advierte que el quejoso señaló actos
que emanan de los juicios laborales 5/2006 y 28/2006, radicados ante la propia responsable, y
también advierte que ambos procedimientos no guardan ninguna relación entre sí. En esas
condiciones, el juez federal acertadamente determina que lo procedente es llevar a cabo la
separación de juicios. Indique ¿cuál es la oportunidad para que, oficiosamente, pueda llevarse
a cabo la separación de juicios en el amparo indirecto?

Desde la etapa de admisión de la demanda de garantías, hasta antes de la celebración de la


audiencia constitucional.

Justificación:

No. Registro: 197,670


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VI, Septiembre de 1997
Tesis: P./J. 77/97
Página: 118

SEPARACIÓN DE JUICIOS. REGLAS PARA SU TRAMITACIÓN EN EL JUICIO DE


GARANTÍAS. La separación de juicios podrá válidamente hacerse de oficio en cualquier estado del
procedimiento, desde la etapa de la admisión de la demanda hasta antes de la celebración de la
audiencia constitucional. El trámite deberá ser incidental, aplicando, en lo pertinente, los preceptos
legales de la Ley de Amparo relativos a la acumulación, en sentido contrario, con suspensión del
procedimiento principal, como lo establece el artículo 62 de dicha ley, con audiencia de las partes y
resolución que decrete la separación. El Juez, en esta etapa, podrá hacer los requerimientos
necesarios a las partes, aplicando por analogía lo dispuesto en el artículo 78 de la ley de la materia,
para conocimiento pleno de lo que resolverá.

Contradicción de tesis 6/96. Entre las sustentadas por el Primer y el Segundo Tribunales Colegiados
del Quinto Circuito. 7 de agosto de 1997. Unanimidad de diez votos. Ausente: José Vicente
Aguinaco Alemán. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Luis Ignacio Rosas González.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el veintitrés de septiembre en curso, aprobó, con el
número 77/1997, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintitrés de
septiembre de mil novecientos noventa y siete.

39
27. El artículo 878, fracción IV, de la Ley Federal del Trabajo, dispone: “La etapa de
demanda y excepciones, se desarrollará conforme a las normas siguientes: (…) IV. En su
contestación opondrá el demandado sus excepciones y defensas, debiendo de referirse a todos y
cada uno de los hechos aducidos en la demanda, afirmándolos o negándolos, y expresando los
que ignore cuando no sean propios; pudiendo agregar las explicaciones que estime
convenientes. El silencio y las evasivas harán que se tengan por admitidos aquellos sobre los
que no se suscite controversia, y no podrá admitirse prueba en contrario. La negación pura y
simple del derecho, importa la confesión de los hechos. La confesión de éstos no entraña la
aceptación del derecho; (…)”. Ahora bien, el auto por el que se tienen por admitidos hechos sin
prueba en contrario, en términos del transcrito artículo 878, fracción IV, de la Ley Laboral:

Se traduce en una violación de carácter procesal, que debe plantearse en el juicio de amparo
directo que, en su caso, se promueva en contra del laudo.

Justificación:
Registro No. 171,454
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVI, Septiembre de 2007, Página: 467
Tesis: 2a./J. 169/2007, Jurisprudencia, Materia(s): laboral

HECHOS SIN PRUEBA EN CONTRARIO, EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 878,


FRACCIÓN IV, DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO. ES IMPROCEDENTE EL
JUICIO DE AMPARO INDIRECTO CONTRA EL AUTO QUE LOS TIENE POR
ADMITIDOS. El Tribunal en Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la tesis P.
LVIII/2004, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo
XX, octubre de 2004, página 10, con el rubro: "VIOLACIONES PROCESALES DENTRO DEL
JUICIO QUE AFECTAN A LAS PARTES EN GRADO PREDOMINANTE O SUPERIOR.
NOTAS DISTINTIVAS.", sostuvo que por actos que afectan a las partes en el juicio en grado
predominante o superior deben considerarse aquellos de gran trascendencia que implican una
situación relevante para el procedimiento, de cuya decisión depende la suerte de todo el juicio
natural, bien para asegurar la continuación de su trámite con respeto a las garantías procesales
esenciales del quejoso, o bien porque conlleve la posibilidad de evitar el desarrollo ocioso e
innecesario del procedimiento. Ahora bien, el auto que tiene por admitidos los hechos sin prueba en
contrario, en términos del artículo 878, fracción IV, de la Ley Federal del Trabajo, no causa una
afectación de esa naturaleza, pues se trata de hechos no controvertidos, es decir, donde no hay
contienda, por lo que no existe necesidad de prueba, sin que de esa decisión dependa la suerte de
todo el juicio natural, pues a pesar de que la omisión de respuesta de los hechos aducidos por la parte
actora en la demanda se origine por deficiencia de la demandada al contestarlos, no implica la
emisión forzosa e ineludible de un laudo desfavorable contra ella, ya que la Junta deberá examinar si
los hechos que se tuvieron por admitidos justifican la acción ejercida y si el actor tiene derecho a las
prestaciones reclamadas. En consecuencia, contra el auto indicado resulta improcedente el juicio de
amparo indirecto, dado que es en el estudio de fondo del laudo en donde puede precisarse con mayor
eficacia si esa violación procesal trascendió al resultado del fallo y si se aplicó correcta o
incorrectamente el precepto invocado.

40
Precedentes: Contradicción de tesis 101/2007-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales
Colegiados Décimo Quinto y Sexto, ambos en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 22 de agosto
de 2007. Cinco votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretario: José Eduardo Alvarado
Ramírez.

Tesis de jurisprudencia 169/2007. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintidós de agosto de dos mil siete.

41
28. Jorge A., por su propio derecho, promueve juicio de amparo indirecto contra actos de la
Junta Especial número 33 de la Federal de Conciliación y Arbitraje. El juez de Distrito al que
se turna el asunto, al analizar integralmente la demanda de garantías, advierte que en uno de
los puntos petitorios el quejoso solicita que se ampare a su poderdante. Del expediente laboral
de origen se aprecia que Jorge A. sólo es representante legal de una de las empresas
demandadas en la controversia de origen, personalidad que le reconoció la Junta responsable.
En este supuesto, el juez federal debe:

Suplir el error y de no advertir alguna causal de improcedencia, analizar la constitucionalidad


del acto reclamado.

Justificación:

No. Registro: 200,091


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
III, Junio de 1996
Tesis: P./J. 24/96
Página: 5
DEMANDA DE AMPARO. DEBE SUPLIRSE EL ERROR CUANDO SE PROMUEVE POR
DERECHO PROPIO, PERO DE SU APRECIACIÓN INTEGRAL SE DESPRENDE QUE SE
PROMUEVE EN REPRESENTACIÓN DE OTRO. Si el artículo 79 de la Ley de Amparo
impone la obligación de suplir los errores en que incurra la parte quejosa, en la cita de los preceptos
constitucionales y legales, se estima que por mayoría de razón, autoriza a los tribunales de amparo
para corregir el error del promovente que señala comparecer por derecho propio cuando de la
apreciación integral de la demanda, se desprende que lo hace en representación de otro, pues sólo de
esta manera se podría cumplir con la facultad que concede la segunda parte del citado precepto para
examinar en su conjunto los conceptos de violación y los agravios, así como los demás
razonamientos de las partes, a fin de resolver la cuestión que realmente se planteó, sin cambiar los
hechos expuestos en la demanda; tanto más si durante las instancias del juicio natural el
promovente de la demanda tuvo el reconocimiento de las autoridades responsables como
representante de la parte quejosa, lo que de acuerdo con el artículo 13 de la Ley de Amparo,
lleva a admitir la señalada personalidad.
Contradicción de tesis 12/95. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Sexto y Séptimo
en Materia Civil ambos del Primer Circuito. 14 de marzo de 1996. Unanimidad de nueve votos.
Ausentes: Juventino V. Castro y Castro y Humberto Román Palacios por estar desempeñando un
encargo extraordinario. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: José Guadalupe Tafoya Hernández.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el veinte de mayo en curso, aprobó, con el número
24/1996, la tesis de jurisprudencia que antecede. México, Distrito Federal, a veinte de mayo de mil
novecientos noventa y seis.

42
29. ¿En qué casos la autoridad responsable a la que se le formula un requerimiento para que
cumplimente un fallo protector dictado en un juicio de amparo en materia laboral, puede
interponer en contra de tal requerimiento, el recurso de queja por exceso o defecto en la ejecución
de la sentencia de amparo, previsto por la fracción IV del artículo 95 de la Ley de Amparo?

En ningún caso.

Justificación:

No. Registro: 177,186


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXII, Septiembre de 2005
Tesis: 2a./J. 105/2005
Página: 465

QUEJA POR EXCESO O DEFECTO EN LA EJECUCIÓN DE UNA SENTENCIA DE


AMPARO. ES IMPROCEDENTE LA PROMOVIDA POR LA AUTORIDAD
RESPONSABLE CONTRA EL REQUERIMIENTO DE SU CUMPLIMIENTO. En atención a
que es facultad del Juez de Distrito o de la autoridad que conoció del juicio de amparo indirecto
requerir el cumplimiento del fallo protector a las autoridades, que se encuentren vinculadas con
dicho fin, es evidente que contra tal requerimiento resulta improcedente el recurso de queja previsto
en el artículo 95, fracción IV, de la Ley de Amparo, promovido por las propias autoridades
responsables obligadas al cumplimiento de la sentencia de amparo, pues la materia de ese recurso
consiste en determinar si los actos de ejecución realizados por la autoridad responsable adolecen de
exceso o defecto en el cumplimiento del fallo protector, y no la propia actuación del Juez de Distrito,
quien no puede juzgar sobre la legalidad de su requerimiento.

Contradicción de tesis 62/2005-SS. Entre las sustentadas por el Séptimo Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Primer Circuito y el entonces Segundo Tribunal Colegiado en Materias
Penal y Administrativa del Segundo Circuito, actualmente Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Segundo Circuito. 19 de agosto de 2005. Cinco votos. Ponente: Margarita Beatriz Luna
Ramos. Secretario: Roberto Martín Cordero Carrera.

Tesis de jurisprudencia 105/2005. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veinticuatro de agosto de dos mil cinco. México, Distrito Federal, a veintinueve de
agosto de dos mil cinco.

43
30. En un juicio de amparo en el que se señaló como acto reclamado la interlocutoria que
reconoció la personalidad del apoderado del demandado en un juicio laboral, se concede la
protección federal para el efecto de que la Junta responsable deje insubsistente la
interlocutoria reclamada y emita otra en la que considere que el apoderado del enjuiciado no
acreditó su personalidad. Antes de que el juez federal emita resolución en la que determine lo
relativo al cumplimiento de la ejecutoria por parte de la Junta responsable, el peticionario de
garantías interpone recurso de queja por defecto en la ejecución del fallo protector. El juez de
Distrito desecha el recurso bajo el argumento de que la procedencia de ese medio de
impugnación está condicionada a que previamente se emita la resolución correspondiente
sobre el acatamiento o desacato de la sentencia de amparo. Esta determinación:

Es jurídicamente incorrecta.
Justificación:
No. Registro: 181,479
Jurisprudencia. Materia(s): Común
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIX, Mayo de 2004. Tesis: 2a./J. 65/2004. Página: 591
QUEJA POR EXCESO O DEFECTO EN LA EJECUCIÓN DE UNA SENTENCIA DE
AMPARO. PROCEDE CONTRA LOS ACTOS DE CUMPLIMENTO DE LAS
AUTORIDADES RESPONSABLES, SIN QUE SU VIABILIDAD ESTÉ CONDICIONADA A
PRONUNCIAMIENTO ALGUNO DEL TRIBUNAL DE AMPARO SOBRE SU
ACATAMIENTO, SENTIDO O FIRMEZA. De la interpretación sistemática de los preceptos de
la Ley de Amparo, aplicables al cumplimiento de las ejecutorias, se infiere que, los requisitos de
procedencia del recurso de queja por exceso o defecto previsto en las fracciones IV y IX del artículo
95, son los siguientes: 1. Que lo deduzca cualquiera de las partes en el juicio de amparo (artículo
96); 2. Que se interponga dentro del plazo de un año (artículo 97, fracción III); 3. Que se promueva
por escrito, acompañando copia para cada una de las autoridades responsables contra quienes se
promueve y para cada una de las partes (primer párrafo del artículo 98); y 4. Tratándose de la queja
prevista en la fracción IV del artículo 95, que se interponga ante el Juez de Distrito o autoridad que
conozca o haya conocido del juicio de amparo, y si se trata del caso de la fracción IX, que se
promueva directamente ante el Tribunal Colegiado de Circuito que conoció del juicio. Lo anterior
demuestra que no existe disposición legal que condicione la procedencia de la queja examinada a la
existencia de pronunciamiento alguno sobre el cumplimento de la ejecutoria de garantías, ni a su
sentido o firmeza, por lo que no son jurídicamente exigibles, bastando para su viabilidad el
cumplimiento de los enunciados. Por tanto, el recurso no puede estimarse improcedente por no
haberse promovido antes de que se analicen los actos de cumplimiento y se emita el
pronunciamiento relativo, porque no exista tal pronunciamiento o porque éste haya adquirido
firmeza en virtud de no haberse deducido en su contra la inconformidad, pues cualquiera de estas
exigencias haría nugatorios, sin fundamento alguno, los derechos de quien resulte afectado con el
incorrecto cumplimiento de la ejecutoria.
Contradicción de tesis 40/2003-PL. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Décimo
Segundo en Materia Administrativa del Primer Circuito, Primero del Décimo Quinto Circuito,
Segundo en Materia de Trabajo y Tercero en Materia Civil, ambos del Cuarto Circuito. 30 de abril
de 2004. Cinco votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Roberto Rodríguez Maldonado.
44
Tesis de jurisprudencia 65/2004. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del siete de mayo de dos mil cuatro.

45
31. En el juicio de amparo en materia de trabajo 2/2005, se concede la protección federal al
quejoso (actor en el juicio laboral). El juez de Distrito emite un proveído en el que requiere a la
autoridad responsable para que dé cumplimiento al fallo protector. El recurso de queja que el
tercero perjudicado (demandado en el juicio laboral) interponga en contra de dicho
requerimiento:

Resulta improcedente.

Justificación:
No. Registro: 182,117
Jurisprudencia. Materia(s): Común
Novena Época. Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIX, Febrero de 2004. Tesis: 1a./J. 61/2003. Página: 52
QUEJA. ES IMPROCEDENTE CONTRA EL REQUERIMIENTO FORMULADO A LA
AUTORIDAD RESPONSABLE PARA EL CUMPLIMIENTO DEL FALLO PROTECTOR.
Por disposición del artículo 105, de la ley reglamentaria de los preceptos 103 y 107, de la
Constitución General de la República, la autoridad que haya conocido del juicio de garantías, ya sea
el Juez de Distrito o el Tribunal Colegiado, están obligadas a velar por el exacto y debido
cumplimiento de las ejecutorias de amparo, requiriendo, de oficio o instancia de cualquiera de las
partes, al superior inmediato de la autoridad responsable para que obligue a ésta a cumplir sin
demora la sentencia; y si la autoridad responsable no tuviere superior, el requerimiento debe
realizarse directamente a ella. Y, cuando el superior inmediato de la autoridad responsable no
atendiere el requerimiento, y tuviere, a su vez, superior jerárquico, también se requerirá a este
último. Luego, cuando no se obedece la ejecutoria, a pesar de los requerimientos referidos, el Juez de
Distrito, la autoridad que haya conocido del juicio o el Tribunal Colegiado de Circuito, en su caso,
remitirán el expediente original a la Suprema Corte de Justicia, para los efectos del artículo 107,
fracción XVI de la Constitución Federal, dejando copia certificada de la misma y de las constancias
que fueren necesarias para procurar su exacto y debido cumplimiento, conforme al artículo 111 de
esta ley. Por tanto, es dable considerar que en dicho dispositivo se encuentra implícita la facultad
consistente en requerir a todas aquellas autoridades, o partes en el juicio de garantías, que de alguna
forma se encuentren vinculadas con dicho objetivo; y si a pesar de haber agotado todos los medios
existentes la autoridad es renuente en el cumplimiento de la sentencia de amparo, se enviarán, como
ya se estableció, los autos a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de ahí que no se satisfagan
los supuestos de procedencia del recurso previsto en la citada fracción VI, del artículo 95, de la Ley
de Amparo, que se hacen consistir en que la resolución recurrida no admita expresamente el recurso
de revisión y los daños y perjuicios que aquélla pudiere ocasionar no sean susceptibles de reparación
en la sentencia definitiva; o bien, que las resoluciones dictadas después de fallado el juicio en
primera instancia, no sean reparables por el Juez de Distrito, el superior del tribunal a quien se
impute la violación en los casos a que se refiere el artículo 37 de la Ley de Amparo o por la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, pues como ya se vio, el auto de requerimiento que se impugna, en su
caso, es susceptible de ser reparado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en ulterior
recurso; y, por ende, la queja resulta improcedente.
Contradicción de tesis 56/2002-PS. Entre las sustentadas por el Décimo Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Primer Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado en Materias

46
Administrativa y de Trabajo del Séptimo Circuito y el Décimo Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Primer Circuito. 20 de agosto de 2003. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario:
Jaime Salomón Hariz Piña.
Tesis de jurisprudencia 61/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
veintinueve de octubre de dos mil tres.

47
32. En un juicio de amparo indirecto en materia de trabajo, el juez de Distrito previene al
quejoso (quien ejercitó la acción constitucional por su propio derecho y en su carácter de
demandado en el juicio laboral) para que manifieste “bajo protesta de decir verdad”, cuáles
son los hechos y abstenciones que constituyen los antecedentes del acto reclamado (falta de
emplazamiento), con el apercibimiento que de no hacerlo, se tendrá por no interpuesta la
demanda. Dicha prevención se desahoga por conducto del autorizado del quejoso que en la
demanda fue facultado en los términos amplios a que se refiere el artículo 27 de la Ley de
Amparo. En este supuesto, el juez federal debe tener:

Por no interpuesta la demanda, dado que la prevención debió ser cumplimentada por el
quejoso, al tratarse de un acto personalísimo, puesto que sólo a él le constan los hechos o
abstenciones que ocurrieron con anterioridad a la presentación de la demanda.

Justificación:

No. Registro: 174,745


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Julio de 2006
Tesis: 2a./J. 88/2006
Página: 348

DEMANDA DE AMPARO. LA MANIFESTACIÓN "BAJO PROTESTA DE DECIR


VERDAD" REQUERIDA EN LA FRACCIÓN IV DEL ARTÍCULO 116 DE LA LEY DE
AMPARO, CONSTITUYE UN ACTO DE CARÁCTER PERSONALÍSIMO QUE SÓLO
PUEDE REALIZAR QUIEN PROMUEVA LA DEMANDA. El artículo 116 de la Ley de
Amparo establece, en sus fracciones I y IV, que la demanda de amparo deberá formularse por
escrito, en la que se expresarán el nombre y domicilio del quejoso y de quien promueve en su
nombre, así como la ley o acto que de cada autoridad se reclama, manifestando aquél, bajo protesta
de decir verdad, cuáles son los hechos o abstenciones que le constan y que constituyen antecedentes
del acto reclamado o fundamentos de los conceptos de violación, lo que implica que la satisfacción
de este requisito formal debe ser realizado forzosamente, en términos de la fracción I señalada, por
quien promueve la demanda, dada la responsabilidad penal que de dicha protesta pudiera derivarse,
motivo por el cual el autorizado por el quejoso en los términos amplios a que se refiere el artículo 27
de la ley citada, no puede desahogar la prevención relativa a que se exprese la protesta de decir
verdad omitida en la demanda, pues ello se traduciría en hacer suyos hechos que no le constan y que
ocurrieron con anterioridad a la mencionada presentación de la demanda; además de que los
derechos y obligaciones procesales que conlleva su autorización, son a partir de esa presentación y
no antes.

Contradicción de tesis 40/2006-SS. Entre las sustentadas por el Quinto Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Tercer Circuito. 19 de mayo de 2006. Unanimidad de cuatro votos. Ausente:

48
Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano; en su ausencia hizo
suyo el asunto Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretario: Víctor Miguel Bravo Melgoza.

Tesis de jurisprudencia 88/2006. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del nueve de junio de dos mil seis.

49
33. Si durante la tramitación de un incidente de inejecución de una sentencia dictada en un
juicio de amparo en materia laboral, la Suprema Corte de Justicia de la Nación advierte la
existencia de elementos que permitan presumir fundadamente que la parte quejosa ha optado
por el cumplimiento sustituto del fallo protector, debe devolver los autos al Juez de Distrito
para que requiera a la quejosa a fin de constatar si efectivamente ha sido su voluntad
promover la reparación sustituta de garantías, y de ser así, dicho juzgador:

Le dé trámite a la reparación sustituta de garantías y la resuelva conforme a derecho,


informando periódicamente a la superioridad sobre el resultado de sus actuaciones.

Justificación:

No. Registro: 191,987


Jurisprudencia. Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XI, Abril de 2000. Tesis: 2a./J. 35/2000. Página: 229

SENTENCIAS. INCIDENTE DE CUMPLIMIENTO SUSTITUTO DENTRO DEL


INCIDENTE DE INEJECUCIÓN. Si durante la tramitación de un incidente de inejecución de
sentencia de amparo, la Suprema Corte de Justicia advierte la existencia de elementos que permitan
presumir fundadamente que la parte quejosa ha optado por el cumplimiento subsidiario del fallo
protector, debe devolver los autos al Juez de Distrito para que la requiera a fin de constatar si
efectivamente ha sido su voluntad promover la reparación sustituta de garantías, y de ser así, el Juez
deberá tramitarlo y resolverlo conforme a derecho, informando periódicamente a este Alto Tribunal
sobre el resultado de sus actuaciones con el objeto de que ésta pueda vigilar el cumplimiento de la
sentencia protectora dentro del incidente de inejecución.

Inejecución 115/95. Beatriz Rey de Argüello, su sucesión. 8 de diciembre de 1995. Cinco votos.
Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretario: Francisco J. Sandoval López.

Inejecución 108/95. Emiliano Raúl Villarreal Menchaca y otros. 4 de febrero de 1998. Cinco votos.
Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Clementina Flores Suárez.

Inejecución 151/96. Enedina Gaxiola viuda de Riveros. 12 de junio de 1998. Unanimidad de cuatro
votos. Ausente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano.
Secretaria: Adriana Escorza Carranza.

Inejecución 81/98. Ricarda Martínez Rubio. 17 de junio de 1998. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: Genaro David Góngora Pimentel. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario:
José Carlos Rodríguez Navarro.

Inejecución 308/99. Ejido Flores Magón, Municipio de Gutiérrez Zamora, Veracruz. 25 de febrero
del año 2000. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente:
Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Lourdes Ferrer Mac Gregor Poisot.

50
Tesis de jurisprudencia 35/2000. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del treinta y uno de marzo del año dos mil.

51
34. Dentro del juicio de amparo 51/2006, promovido contra actos de una Junta Federal de
Conciliación y Arbitraje, el juez de Distrito dicta sentencia en la que niega la protección
federal solicitada. Inconforme con dicho fallo el quejoso interpone recurso de revisión. En este
supuesto, el plazo de veinticuatro horas con que cuenta el juez federal para remitir al
Tribunal Colegiado de Circuito, los autos del juicio de amparo para que se avoque al
conocimiento del recurso de revisión:

Debe computarse a partir de que en el expediente de amparo obren las constancias de notificación
a las partes tanto de la sentencia recurrida, como del auto en el que el juez de Distrito tiene por
interpuesto el recurso y ordena correr traslado con la copia del escrito de agravios.

Justificación:

No. Registro: 180,481


Jurisprudencia. Materia(s): Común. Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XX, Septiembre de 2004. Tesis: 2a./J. 116/2004. Página: 306

REVISIÓN EN AMPARO. EL PLAZO DE VEINTICUATRO HORAS ESTABLECIDO


POR EL PRIMER PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 89 DE LA LEY DE LA MATERIA, PARA
QUE EL JUEZ DE DISTRITO REMITA EL EXPEDIENTE ORIGINAL A LA SUPREMA
CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN O AL TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO
QUE CORRESPONDA, JUNTO CON EL ESCRITO DE EXPRESIÓN DE AGRAVIOS Y
LA COPIA PARA EL MINISTERIO PÚBLICO FEDERAL, DEBE COMPUTARSE A
PARTIR DE QUE AQUÉL ESTÉ DEBIDAMENTE INTEGRADO. El artículo 89 de la Ley de
Amparo prevé que interpuesta la revisión y recibidas en tiempo las copias del escrito de expresión
de agravios conforme al artículo 88, el Juez de Distrito o el superior del tribunal que haya cometido
la violación reclamada en los casos a que se refiere el artículo 37, remitirán el expediente original a
la Suprema Corte de Justicia de la Nación o al Tribunal Colegiado de Circuito, según sea el caso,
dentro del plazo de veinticuatro horas, así como el original del propio escrito de agravios y la copia
que corresponda al Ministerio Público Federal. De la interpretación del indicado artículo 89, en
relación con las reglas de interposición y tramitación del recurso de revisión previstas en los
artículos 83 a 86 y 88 a 90 de la Ley de Amparo, así como con la intención que tuvo el legislador al
realizar las reformas a esa Ley, que quedaron plasmadas en el Decreto publicado en el Diario
Oficial de la Federación de 16 de enero de 1984, y que están orientadas al cumplimiento de la
garantía de justicia eficaz, pronta y expedita, contenida en el artículo 17 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, se concluye que el plazo de veinticuatro horas a que se refiere el
citado artículo 89 debe correr a partir de que el expediente se encuentre debidamente integrado, esto
es, en cuanto obren en él las constancias de notificación a las partes de la resolución o sentencia
recurrida y del auto por el que el Juez de Distrito tiene por interpuesta la revisión y ordena correr
traslado de la misma, con copia del escrito de agravios.
Contradicción de tesis 12/2004-PL. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero en
Materia Administrativa del Primer Circuito y Tercero del Décimo Circuito. 13 de agosto de 2004.
Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: María Estela Ferrer Mac
Gregor Poisot.

52
Tesis de jurisprudencia 116/2004. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del dieciocho de agosto de dos mil cuatro.

53
35. Dentro del expediente 1/2006, la Junta laboral emite una resolución en la que determina no
dar trámite al emplazamiento de huelga que solicita una coalición de trabajadores de la
empresa “El Morro” S.A. de C.V. y, por consiguiente, ordena el archivo definitivo del asunto.
Esta determinación:

Es un acto dictado fuera de juicio y, por consiguiente, impugnable a través del juicio de
amparo indirecto, en términos del artículo 114, fracción III, de la Ley de Amparo.

Justificación:

No. Registro: 200,577


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
IV, Julio de 1996
Tesis: 2a./J. 34/96
Página: 193

HUELGA, EMPLAZAMIENTO A. EL ACUERDO QUE ORDENA NO DARLE TRÁMITE


Y ARCHIVAR EL EXPEDIENTE, ES RECLAMABLE EN AMPARO INDIRECTO. Contra
el acuerdo que ordena no dar trámite al emplazamiento a huelga y archivar en forma definitiva el
expediente, procede el amparo indirecto de conformidad con el artículo 114, fracción III, de la Ley
de Amparo, ya que este acto se produce fuera de juicio, pues el procedimiento de huelga no tiene por
objeto dirimir una contienda entre partes, sino tutelar jurídicamente el paro de actividades y será
hasta el momento en que el conflicto, motivo de la suspensión legal de labores, se someta a la
decisión de la Junta de Conciliación y Arbitraje, cuando se inicie propiamente el juicio.

Contradicción de tesis 57/95. Entre las sustentadas por el Sexto Tribunal Colegiado en Materia de
Trabajo del Primer Circuito y los Tribunales Colegiados Primero y Octavo de la misma Materia y
Circuito. 14 de junio de 1996. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia,
en su ausencia hizo suyo el proyecto el Ministro Genaro David Góngora Pimentel. Secretaria:
Angelina Hernández Hernández.

Tesis de jurisprudencia 34/96. Aprobada por la Segunda Sala de este alto tribunal, en sesión pública
de catorce de junio de mil novecientos noventa y seis, por unanimidad de cuatro votos de los
Ministros: Juan Díaz Romero, Mariano Azuela Güitrón, Sergio Salvador Aguirre Anguiano y
presidente Genaro David Góngora Pimentel. Ausente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.

54
36. En un juicio de amparo en el que se concedió la protección federal en contra del acto que se
reclamó de una Junta Local de Conciliación y Arbitraje, la juez de Distrito dicta una
resolución en la que determina que la ejecutoria de amparo fue cumplida cabalmente por la
Junta responsable. Ante tal determinación, el quejoso estima que, contrario a lo sostenido por
la juzgadora federal, no se dio en absoluto cumplimiento al fallo constitucional. En esta
hipótesis procede:

La inconformidad prevista en el artículo 105 de la Ley de Amparo.

Justificación:

No. Registro: 188,634


Jurisprudencia. Materia(s): Común
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Octubre de 2001. Tesis: 2a./J. 9/2001. Página: 366

CUMPLIMIENTO DE EJECUTORIAS DE AMPARO. PRINCIPIOS QUE HA


ESTABLECIDO LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN EN RELACIÓN
CON LOS TRÁMITES, DETERMINACIONES Y MEDIOS PROCEDENTES DE DEFENSA.
Del contenido de las jurisprudencias y tesis aisladas que la Suprema Corte de Justicia de la Nación
ha establecido con relación al sistema legal sobre el cumplimiento de las sentencias de amparo,
derivan los siguientes principios: 1. Cuando causa ejecutoria una sentencia de amparo la autoridad
judicial correspondiente debe vigilar su cumplimiento, sin que pueda acordar el archivo del
expediente, mientras aquél no ocurra. 2. En tanto no se cumpla con la sentencia de amparo debe
requerir a la autoridad o autoridades responsables, a fin de que realicen los actos necesarios para
ello. 3. Si no se logra el cumplimiento tendrá que acudir al superior o superiores, a fin de que
intervengan para lograrlo. 4. Si no se consigue, de oficio o a instancia de parte, deberá abrir el
incidente de inejecución de sentencia, acordando que, en virtud de no haberse cumplido con la
sentencia que otorgó la protección constitucional, se remita el asunto a la Suprema Corte, para los
efectos previstos en la fracción XVI del artículo 107 de la Constitución Federal, a saber: que cese en
sus funciones a la autoridad contumaz y se le consigne penalmente ante el Juez de Distrito que
corresponda. 5. Si durante el trámite ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la responsable
demuestra el cumplimiento, se declarará sin materia el incidente. 6. Si la responsable no demuestra
haber cumplido, el Pleno del más Alto Tribunal emitirá resolución en términos de lo dispuesto en la
fracción XVI del artículo 107 constitucional, en relación con el funcionario o funcionarios que
desacataron la sentencia de amparo. 7. En la hipótesis de que ante una sentencia ejecutoria que
otorgó el amparo y, en su caso, ante las gestiones de la autoridad judicial federal correspondiente,
para lograr su cumplimiento, la autoridad o autoridades responsables comuniquen que acataron la
sentencia, el Juez de Distrito, el Magistrado del Tribunal Unitario de Circuito o el presidente del
Tribunal Colegiado de Circuito, según corresponda, deberán dictar un acuerdo dando vista al
quejoso con ese informe, apercibiéndolo de que, de no desahogarlo dentro de un determinado plazo,
se resolverá si se dio o no el cumplimiento al fallo protector, con apoyo en el referido informe y con
los demás elementos con los que se cuente. 8. Vencido el plazo otorgado, en el supuesto de que no se
haya desahogado la vista, el Juez de Distrito, el Tribunal Unitario de Circuito o el Tribunal
Colegiado de Circuito, dictarán un acuerdo, debidamente fundado y motivado, en el que decidan si la
sentencia de amparo fue cumplida o no. 9. En el caso de que la determinación sea en el sentido de

55
que no se ha cumplido la sentencia, remitirán el asunto a la Suprema Corte, siguiéndose las reglas
previstas en los puntos 4 a 6 anteriores. 10. Por el contrario, si resuelven que la sentencia de amparo
se cumplió, deberán ordenar la notificación personal al quejoso del acuerdo respectivo, a fin de que
esté en aptitud de hacer valer el medio de defensa procedente. 11. Para efectos del inciso 8, el
juzgador de amparo se limitará, exclusivamente, a verificar si se cumplió o no la ejecutoria
(inclusive si sólo fue el núcleo esencial del amparo), cotejando dicha ejecutoria con el acto de la
responsable, pero absteniéndose de hacer pronunciamiento sobre cualquiera otra cuestión ajena. 12.
Ante la determinación del Juez de Distrito, del Tribunal Unitario de Circuito o del Tribunal
Colegiado de Circuito, correspondientes, podrán presentarse para el quejoso cuatro diferentes
situaciones, respecto de las cuales estará en aptitud de hacer valer diferentes medios de
defensa, en caso de que no esté de acuerdo con el pronunciamiento de cumplimiento: A. Que
estime que no se dio en absoluto el cumplimiento, en cuyo caso procederá la inconformidad
prevista en el artículo 105 de la Ley de Amparo, la que se interpondrá ante la Suprema Corte de
Justicia, impugnándose, obviamente, el acuerdo del Juez o del tribunal que tuvo por cumplida la
sentencia; B. Que considere que si bien se dio el cumplimiento, éste fue con exceso o defecto,
procediendo el recurso de queja ante la autoridad jurisdiccional que corresponda; C. Que estime que
habiéndose otorgado un amparo para efectos, que dejó plenitud de jurisdicción al órgano
jurisdiccional responsable o dejó a la autoridad administrativa responsable en aptitud de emitir una
nueva resolución, subsanando las irregularidades procesales o formales que dieron lugar a la
protección constitucional, al emitirse la nueva resolución se trató de un acto nuevo, procederá el
amparo, en relación con lo que resulte ajeno a la sentencia cumplimentada; D. Que llegue a la
conclusión de que no obstante que se dio el cumplimiento, formalmente, al emitirse una nueva
resolución ésta fue esencialmente idéntica al acto reclamado en el juicio de amparo en el que se
pronunció la sentencia que se pretendió cumplimentar; en este supuesto podrá promover el incidente
de repetición del acto reclamado. 13. Si lo que se interpone es la inconformidad y ésta resulta
procedente se estará en las mismas condiciones especificadas en los puntos 5 y 6 mencionados. 14.
Si después de haber causado ejecutoria una sentencia que concede el amparo e, incluso, después de
haberse cumplido, el quejoso estima que las autoridades responsables realizaron un nuevo acto en el
que incurrieron en repetición del reclamado, procederá plantear ante el órgano jurisdiccional
competente que corresponda el incidente respectivo, siguiéndose idéntico trámite al señalado en los
puntos 4 a 6 anteriores, relativos al incidente de inejecución de sentencia.

Varios 3/2001-SS. Relativo a la solicitud de aclaración de jurisprudencia formulada por el Presidente


del Tercer Tribunal Colegiado del Octavo Circuito. 28 de septiembre de 2001. Unanimidad de cuatro
votos. Ausente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria:
María Estela Ferrer Mac Gregor Poisot.

Tesis de jurisprudencia 9/2001. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del cinco de octubre de dos mil uno.

Nota: En términos de la resolución de veintiocho de septiembre de dos mil uno, pronunciada por la
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el expediente varios 3/2001-SS,
relativo a la aclaración de la tesis jurisprudencial 2a./J. 9/2001, publicada en el Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIII, febrero de 2001, página 203, se publica
nuevamente la jurisprudencia citada.

56
37. Tratándose de un juicio de amparo en materia de trabajo promovido en contra de una
resolución judicial, diga cuál de los tres siguientes asertos es jurídicamente correcto.

Cuando el acto reclamado se funda en una norma declarada inconstitucional por jurisprudencia
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, procede suplir la deficiencia de la queja en
términos del artículo 76 bis, fracción I, de la Ley de Amparo, sin que obste que se trate del
segundo o ulteriores actos de aplicación de la ley.

Justificación:

No. Registro: 175,751


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIII, Febrero de 2006
Tesis: P./J. 8/2006
Página: 9

SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE PREVISTA EN EL ARTÍCULO 76 BIS,


FRACCIÓN I, DE LA LEY DE AMPARO. OPERA SIN QUE OBSTE QUE SE TRATE DEL
SEGUNDO O ULTERIORES ACTOS DE APLICACIÓN DE LA LEY. El artículo 73, fracción
XII, de la Ley de Amparo establece la improcedencia del juicio de garantías por consentimiento de
la ley cuando no se reclame con motivo de su primer acto de aplicación, pero dicha causal es
aplicable solamente a la ley y no los actos de aplicación; en consecuencia, si la prerrogativa procesal
contenida en el artículo 76 Bis, fracción I, de la ley citada no queda sujeta a que se trate del primero
o ulteriores actos de aplicación cuando no se está en el caso de un amparo contra leyes, y lo que se
va a analizar es un acto de autoridad fundado en una norma declarada inconstitucional por
jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, opera dicha suplencia, sin que obste que
se trate del segundo o ulteriores actos de aplicación.

Contradicción de tesis 52/2004-PL. Entre las sustentadas por la Primera y Segunda Salas de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación. 25 de octubre de 2005. Unanimidad de ocho votos.
Ausentes: José Ramón Cossío Díaz, Genaro David Góngora Pimentel y José de Jesús Gudiño
Pelayo. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretarios: Pedro Arroyo Soto e Israel Flores Rodríguez.

El Tribunal Pleno, el tres de enero en curso, aprobó, con el número 8/2006, la tesis jurisprudencial
que antecede. México, Distrito Federal, a tres de enero de dos mil seis.

57
38. Se promueve un juicio de amparo contra actos de la Junta Especial Número 33 de la
Federal de Conciliación y Arbitraje. La autoridad responsable objeta de falsos diversos
documentos exhibidos por la parte quejosa, en términos del artículo 153 de la Ley de Amparo.
En este supuesto, el juez de Distrito debe suspender la audiencia constitucional:

Cuando la objeción se formule antes de la audiencia o en el momento de su celebración.

Justificación:

Registro No. 173,239


Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXV, Febrero de 2007
Página: 433
Tesis: 1a./J. 86/2006
Jurisprudencia
Materia(s): Común

OBJECIÓN DE DOCUMENTOS A QUE SE REFIERE EL ARTÍCULO 153 DE LA LEY DE


AMPARO. PARA LA SUSTANCIACIÓN DEL INCIDENTE EL JUEZ DE DISTRITO DEBE
SUSPENDER LA AUDIENCIA CONSTITUCIONAL, YA SEA QUE AQUÉLLA SE
FORMULE ANTES O EN EL MOMENTO DE SU CELEBRACIÓN. Del análisis de los
artículos 151, 153 y 155 de la Ley de Amparo, así como de lo sustentado por el Tribunal Pleno al
resolver la contradicción de tesis 15/98, que originó la tesis P./J. 22/2000, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XI, marzo de 2000, página 24, con el
rubro: "DOCUMENTOS. SU OBJECIÓN PUEDE FORMULARSE ANTES O EN EL MOMENTO
DE LA CELEBRACIÓN DE LA AUDIENCIA CONSTITUCIONAL.", se advierte que la objeción
de documentos prevista en el segundo de los preceptos citados, puede formularse antes o en el
momento de la celebración de la audiencia constitucional; sin embargo, en ambos casos el Juez de
Distrito invariablemente debe relacionar la prueba documental y su objeción y de ser
procedente, la audiencia debe ser suspendida para recibir las pruebas y contrapruebas
relativas a la falsedad o autenticidad del documento objetado, por así establecerlo
expresamente el mencionado artículo 153, el cual no admite más interpretación que la literal,
ya que es claro en el sentido de que la audiencia constitucional deberá suspenderse ante la
formulación del incidente de objeción de falsedad de documentos.

Contradicción de tesis 81/2006-PS. Entre las sustentadas por el Primer y el Segundo Tribunales
Colegiados, ambos en Materia Civil del Sexto Circuito. 13 de octubre de 2006. Cinco votos.
Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Rosaura Rivera Salcedo.

Tesis de jurisprudencia 86/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
fecha veinticinco de octubre de dos mil seis.

58
39. Felipe S. promueve juicio de garantías en el que reclama la falta de emplazamiento al juicio
laboral 63/2006. Para acreditar la inconstitucionalidad del acto reclamado (específicamente
para justificar que cuando se notificó el emplazamiento, el quejoso se encontraba en el
extranjero), ofrece una prueba testimonial que debe desahogarse fuera del país. En el supuesto
de que dicha prueba se ofrezca con las formalidades de ley, el juez federal:

Debe admitirla, siempre y cuando resulte idónea para acreditar los hechos que se pretenden
probar y, además, que a criterio del juez, no resulte notoriamente impertinente por haberse
ofrecido con el propósito fundamental de provocar la dilación del juicio.

Justificación:

No. Registro: 174,585


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Julio de 2006
Tesis: P./J. 87/2006
Página: 9

TESTIMONIAL. ES ADMISIBLE EN AMPARO INDIRECTO AUNQUE DEBA


DESAHOGARSE EN EL EXTRANJERO. Del artículo 150 de la Ley de Amparo, que establece
que en el juicio de garantías es admisible toda clase de pruebas, excepto la de posiciones y las que
fueren contra la moral o el derecho, se advierte la admisibilidad de la prueba testimonial,
independientemente de que deba desahogarse en el extranjero, pues el Legislador no estableció
salvedad para esa circunstancia; por el contrario, el artículo 548 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley de Amparo en términos de su artículo 2o.,
prevé la práctica de diligencias en país extranjero para surtir efectos en juicios tramitados ante
tribunales nacionales. No es óbice a la anterior conclusión el hecho de que la admisión de dicha
prueba retrase la resolución del juicio de amparo, ya que la oportunidad otorgada a las partes para
probar los hechos que sustentan su pretensión constituye una formalidad esencial del procedimiento,
pues la garantía de celeridad en la administración de justicia encuentra su límite natural en el
momento en que impide que los procesos jurisdiccionales sirvan, en términos reales, como
mecanismos para administrar justicia, lo que acontece cuando en aras de acortar su duración se
omiten algunas de las formalidades esenciales del procedimiento. Además, la procedencia de la
testimonial ofrecida para desahogarse en el extranjero debe condicionarse no sólo a que resulte
idónea respecto de los hechos que se pretenden probar en los términos exigidos por el artículo
87 del Código Federal de Procedimientos Civiles, sino además a que, a criterio del Juez, no
resulte notoriamente impertinente por haberse ofrecido con el propósito fundamental de
provocar la dilación del juicio.

Contradicción de tesis 13/2004-PL. Entre las sustentadas por el Primero, Décimo Tercero y Octavo
Tribunales Colegiados en Materia Civil del Primer Circuito. 13 de marzo de 2006. Unanimidad de
diez votos. Ausente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Secretario: José Alberto Tamayo Valenzuela.

59
El Tribunal Pleno, el trece de junio en curso, aprobó, con el número 87/2006, la tesis jurisprudencial
que antecede. México, Distrito Federal, a trece de junio de dos mil seis.

60
40. En términos de la fracción II del artículo 124 de la Ley de Amparo, procede otorgar la
suspensión cuando no se siga perjuicio al interés social, ni se contravengan disposiciones de
orden público. De conformidad con lo establecido en dicho precepto, la suspensión que se
solicita respecto de la interlocutoria en la que se reconoce personalidad al apoderado del actor
en un juicio laboral:

Debe concederse para el efecto de que, sin paralizar el procedimiento del cual deriva el acto
reclamado, la junta se abstenga de dictar el laudo respectivo, mientras no se resuelva el juicio
de amparo en lo principal.

Justificación:

No. Registro: 182,528


Jurisprudencia. Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVIII, Diciembre de 2003. Tesis: P./J. 83/2003. Página: 6

SUSPENSIÓN DEFINITIVA RESPECTO DE LAS RESOLUCIONES QUE DIRIMEN LA


CUESTIÓN DE PERSONALIDAD. PROCEDE CONCEDERLA PARA EL EFECTO DE
QUE, SIN PARALIZAR EL PROCEDIMIENTO, EL JUEZ NATURAL SE ABSTENGA DE
DICTAR SENTENCIA MIENTRAS SE DECIDE EL AMPARO. El artículo 124, fracción II, de
la Ley de Amparo establece como requisito para conceder la suspensión de los actos reclamados que
no se contravengan disposiciones de orden público, destacando que en ninguno de los supuestos que
prevé, de manera enunciativa, se contempló la suspensión de un procedimiento, por lo que el
legislador no dispuso expresamente que tal suspensión fuera improcedente. Aunado a lo anterior, del
análisis histórico de la tesis del Tribunal Pleno, publicada en el Apéndice al Semanario Judicial de la
Federación 1917-2000, Tomo VI, página 292, de rubro: "PROCEDIMIENTO JUDICIAL,
SUSPENSIÓN DEL.", se advierte que el criterio de que la continuación del procedimiento es de
orden público y, por ende, su suspensión lo contraviene, se fundó en el anterior artículo 64 de la Ley
de Amparo de 1919, cuyo contenido, en esencia, se reitera en el artículo 138, primer párrafo, de la
ley vigente, por lo que, conforme a este precepto, debe resolverse sobre la procedencia de la
suspensión definitiva respecto de la resolución que dirime la cuestión de personalidad. En
congruencia con lo antes expuesto, si del contenido del precepto últimamente citado deriva que el
aspecto medular que debe dilucidarse, para determinar si la suspensión puede tener o no el efecto de
paralizar el procedimiento, es la irreparabilidad del daño ocasionado al quejoso, y en atención a que
ésta se materializa sólo con el dictado de la sentencia definitiva en el procedimiento del cual derive
el acto reclamado por operar un cambio de situación jurídica que vuelve improcedente el juicio de
amparo, es indudable que la suspensión definitiva debe concederse al quejoso para el efecto de que
el Juez natural continúe con el procedimiento hasta su resolución, pero debe abstenerse de dictar la
sentencia definitiva hasta que se resuelva el juicio de garantías correspondiente.

Contradicción de tesis 28/2003. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo y
Tercero en Materia Civil del Tercer Circuito. 14 de octubre de 2003. Mayoría de nueve votos.
Ausente: Juan N. Silva Meza. Disidente: Juventino V. Castro y Castro. Ponente: Humberto Román
Palacios. Secretario: Enrique Luis Barraza Uribe.

61
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy primero de diciembre en curso, aprobó, con el
número 83/2003, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a primero de
diciembre de dos mil tres.

62
41. Los artículos 116, fracción I, y 146 de la Ley de Amparo, disponen: “Artículo 116.- La
demanda de amparo deberá formularse por escrito, en la que se expresarán: (…) I.- El nombre
y domicilio del quejoso y de quien promueve en su nombre; (…)”. “Artículo 146.- Si hubiere
alguna irregularidad en el escrito de demanda, si se hubiere omitido en ella alguno de los
requisitos a que se refiere el artículo 116 de esta ley; si no se hubiese expresado con precisión el
acto reclamado o no se hubiesen exhibido las copias que señala el artículo 120, el Juez de
Distrito mandará prevenir al promovente que llene los requisitos omitidos, haga las
aclaraciones que corresponda, o presente las copias dentro del término de tres días,
expresando en el auto relativo las irregularidades o deficiencias que deban llenarse, para que
el promovente pueda subsanarlas en tiempo.- Si el promovente no llenare los requisitos
omitidos, no hiciere las aclaraciones conducentes o no presentare las copias dentro del término
señalado, el juez de Distrito tendrá por no interpuesta la demanda, cuando el acto reclamado
sólo afecte al patrimonio o derechos patrimoniales del quejoso (…)”. Una vez leídos los
preceptos transcritos, conteste la siguiente pregunta:

La parte patronal promueve juicio de amparo indirecto. En su demanda, dicha parte quejosa
omite señalar su domicilio particular (aunque sí señaló domicilio para oír y recibir
notificaciones). El juez de Distrito previene a la quejosa para que señale su domicilio
particular. Una vez que transcurrió dicho término el juzgador federal tuvo por no interpuesta
la demanda de garantías, ya que la solicitante de garantías no desahogó la prevención. Al
respecto, dicha determinación:

Es jurídicamente incorrecta, ya que el hecho de que la quejosa no señale su domicilio


particular no es motivo para tener por no interpuesta la demanda.

Justificación:

No. Registro: 186,786


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XV, Junio de 2002
Tesis: 2a./J. 47/2002
Página: 152

DEMANDA DE AMPARO. LA OMISIÓN DEL QUEJOSO DE SEÑALAR SU DOMICILIO


PARTICULAR, NO ES MOTIVO PARA TENERLA POR NO INTERPUESTA. El artículo
116, fracción I, de la Ley de Amparo establece que la demanda deberá formularse por escrito, en el
que se expresarán el nombre y domicilio del quejoso y de quien promueve en su nombre, lo cual no
implica que el promovente del juicio de garantías tenga que señalar, en lo que respecta a su
domicilio, uno de carácter particular, sino que el legislador únicamente le impuso el deber de indicar
un lugar donde le resulte más práctico, cómodo o conveniente recibir las notificaciones que tengan
que hacérsele de manera personal. Este criterio es congruente con el adoptado por el legislador en
otros ordenamientos como, por ejemplo, en los artículos 305 del Código Federal de Procedimientos
Civiles, 255 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal y 739 de la Ley Federal

63
del Trabajo, de los que se desprende que lo que la ley exige al interesado, en su primera
comparecencia, no es el señalamiento de su domicilio particular, sino el de un lugar donde reside la
autoridad judicial ante quien se acude, para que puedan efectuarse todas las notificaciones personales
que fueren necesarias dentro del juicio. Lo antes expuesto se robustece con la circunstancia de que
cuando el peticionario de garantías se abstiene de señalar un domicilio, la ley de la materia prevé, en
su artículo 30, fracción II, una solución tendiente a garantizar el desarrollo expedito del proceso,
consistente en que cuando el agraviado no cumpla con la carga de designar domicilio ubicado en el
lugar del juicio ni la casa o despacho para oír notificaciones, éstas se harán mediante lista, medida
que es acertada, pues la garantía dispuesta en el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, conforme a la cual la impartición de justicia debe ser pronta y expedita, obliga a
considerar que en todos los juicios deben regir principios que, orientados a satisfacerla, permitan a
los gobernados un efectivo acceso a aquélla, principios que evidentemente son aplicables al juicio de
amparo, por cuanto éste se halla instituido en los artículos 103 y 107 del Ordenamiento
Fundamental, como el medio de control de la constitucionalidad de los actos de las autoridades
públicas en defensa de los derechos fundamentales de los gobernados, por lo que el señalamiento del
domicilio del quejoso no es inexcusable sino sólo conveniente para éste, pues aun si falta, es
subsanable para la marcha del procedimiento.

Contradicción de tesis 12/2001-PL. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero en
Materia Administrativa del Segundo Circuito y Primero del Vigésimo Circuito. 17 de mayo de 2002.
Cinco votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Gonzalo Arredondo Jiménez.

Tesis de jurisprudencia 47/2002. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veinticuatro de mayo de dos mil dos.

64
42. Para acreditar la personalidad del apoderado de una sociedad anónima (demandada en un
juicio laboral), se ofrece una escritura pública en la que se hace constar que el poder fue
otorgado por dicha sociedad. En este supuesto, para estimar idóneo el poder:

Es innecesario que la escritura pública contenga la inserción relativa a las facultades de la


otorgante, si el poder lo otorgó la asamblea general de accionistas.

Justificación:

No. Registro: 181,074


Jurisprudencia
Materia(s): Civil
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XX, Julio de 2004
Tesis: 1a./J. 46/2004
Página: 163

PODER OTORGADO POR LA ASAMBLEA GENERAL DE UNA SOCIEDAD


MERCANTIL. ES INNECESARIO QUE LA ESCRITURA PÚBLICA EN LA QUE SE
HAGA CONSTAR CONTENGA LA INSERCIÓN RELATIVA A LAS FACULTADES DEL
OTORGANTE. El artículo 10 de la Ley General de Sociedades Mercantiles señala que en la
protocolización de actas que contengan poderes otorgados por dichas sociedades, los notarios
públicos harán constar, mediante la relación, inserción o el agregado al apéndice de las
certificaciones de los documentos que al efecto se le exhiban, que se acreditan las facultades del
órgano social que acordó el otorgamiento del poder, conforme a los estatutos de la sociedad. De ahí
que la finalidad de exigir los requisitos destacados no puede ser otra que la de dejar constancia de
que el poderdante efectivamente goza de las facultades y calidad con que se ostenta, y de que legal y
estatutariamente está autorizado para otorgar el poder de referencia, con lo que se brinda seguridad
jurídica a terceros que celebren actos jurídicos con las sociedades mercantiles, a través de quien se
ostente como su apoderado. Por lo anterior, es indudable que cuando es la asamblea de socios, en
manifestación de la voluntad de sus integrantes, quien otorga el poder es innecesario que se acredite
con los estatutos que dicho órgano cuenta con facultades para ello, porque no se trata de una facultad
delegada -como sería el caso en que el poder fuera otorgado por el órgano de administración- sino
del ejercicio directo de esa facultad, por la propia sociedad mercantil; máxime si el artículo 78 de la
Ley General de Sociedades Mercantiles señala que la asamblea de socios tiene facultades amplias de
autodeterminación de la sociedad mercantil, entre otras, las de nombrar y remover a los gerentes,
modificar el contrato social e, incluso, decidir sobre la disolución de la sociedad; pues en esos
términos, si las facultades de la asamblea de socios son tan amplias que sus decisiones pueden
repercutir, incluso, en su subsistencia o insubsistencia, con mayor razón aquélla puede decidir lo
relativo al nombramiento de apoderados, siendo aplicable al respecto el principio jurídico
consistente en que "quien puede lo más puede lo menos".

Contradicción de tesis 7/2003-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo y
Cuarto, ambos del Décimo Sexto Circuito. 26 de mayo de 2004. Unanimidad de cuatro votos.

65
Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Luis Fernando
Angulo Jacobo.

Tesis de jurisprudencia 46/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
fecha veintiséis de mayo de dos mil cuatro.

66
43. El artículo 20, primer párrafo, de la Ley de Amparo, dispone: “Cuando en un juicio de
amparo la demanda se interponga por dos o más personas, deberán designar un representante
común que elegirán de entre ellas mismas”. Una vez que lea el precepto transcrito, conteste lo
siguiente:
Se presenta una demanda de amparo en la que se reclama un acto emitido por una Junta de
Conciliación y Arbitraje. La demanda es suscrita por cinco quejosos, quienes se ostentan como
trabajadores y señalan como representante común a uno de ellos de nombre Pedro N. En este
supuesto, para que surta efectos dicha representación:

No es necesario que el juez de Distrito emita un proveído en el que reconozca a Pedro N.


como representante común de los quejosos.

Justificación:

No. Registro: 190,697


Jurisprudencia. Materia(s): Común
Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XII, Diciembre de 2000. Tesis: P./J. 124/2000. Página: 21

REPRESENTANTE COMÚN EN EL JUICIO DE AMPARO. SU DESIGNACIÓN POR LOS


QUEJOSOS, SURTE EFECTOS SIN QUE SE REQUIERA PREVIO ACUERDO DEL JUEZ
DE DISTRITO. De conformidad con lo dispuesto por el artículo 20 de la Ley de Amparo, cuando
en un juicio de garantías la demanda se interponga por dos o más personas, éstas deberán designar de
entre ellas un representante común, previéndose que si no lo hacen, el Juez mandará prevenirlas para
que en un término de tres días designen uno, y si no lo hicieren, designará con ese carácter a
cualquiera de los interesados; por lo que atento a lo previsto por ese precepto, se puede decir que el
establecimiento de la figura jurídica del representante común en el juicio de amparo, tiene como
propósito fundamental, evitar que ante la pluralidad de quejosos se entorpezca la adecuada
prosecución del juicio de amparo, debiendo actuar el representante común como un mandatario con
autorización para litigar en representación de los restantes quejosos, sin perder su carácter de parte
en el procedimiento. En congruencia con lo anterior y tomando en consideración que del contenido
del precepto en cita no se desprende que se condicione su designación o el ejercicio de sus funciones
a ningún requisito, ni que se demanden mayores formalidades, es inconcuso que basta el
nombramiento del representante común que se haga por parte de los peticionarios de garantías en la
demanda de amparo, para que surta desde luego sus efectos, sin que sea necesario un reconocimiento
previo por parte del juzgador de amparo.

Contradicción de tesis 28/98-PL. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Primer Circuito, el Primer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, el
Cuarto Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado del Octavo Circuito y
el Tercer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito. 16 de noviembre de 2000. Unanimidad de nueve
votos. Ausentes: José Vicente Aguinaco Alemán y Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Ponente: Juan N.
Silva Meza. Secretario: Rubén D. Aguilar Santibáñez.

67
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintisiete de noviembre en curso, aprobó, con
el número 124/2000, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintisiete de
noviembre de dos mil.

68
44. Tratándose de juicios de amparo en materia de trabajo, la suplencia de la queja, cuando el
acto reclamado se funde en leyes previamente declaradas inconstitucionales por
jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, procede:

Aun ante la falta de conceptos de violación o agravios.

Justificación:

No. Registro: 175,750


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIII, Febrero de 2006
Tesis: P./J. 5/2006
Página: 9

SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE PREVISTA EN EL ARTÍCULO 76 BIS,


FRACCIÓN I, DE LA LEY DE AMPARO. SE SURTE AUN ANTE LA AUSENCIA DE
CONCEPTOS DE VIOLACIÓN O AGRAVIOS. La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha
establecido diferencias tratándose de la suplencia de la queja, advirtiendo que puede ser total ante la
ausencia de conceptos de violación o de agravios, o relativa, cuando son insuficientes, esto es,
cuando solamente hay una deficiente argumentación jurídica. Ahora bien, el artículo 76 Bis, fracción
I, de la Ley de Amparo dispone que las autoridades que conozcan del juicio de garantías deben suplir
la queja deficiente, entre otros supuestos, cuando el acto reclamado se funde en leyes declaradas
inconstitucionales por la jurisprudencia de esta Suprema Corte, sin precisar si opera de forma
relativa o total, pero el estudio del proceso legislativo de reforma de 1951 a los artículos 107 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y del entonces 76 de la ley citada, pone de
manifiesto que dicha suplencia debe ser total, ya que se surte aun ante la ausencia de conceptos de
violación o agravios, como acontece en las materias penal tratándose del inculpado, laboral atinente
al trabajador, o respecto de menores e incapaces, porque en todos estos supuestos se pretendió
atemperar los tecnicismos del juicio de garantías, para dar relevancia a la verdad jurídica.

Contradicción de tesis 52/2004-PL. Entre las sustentadas por la Primera y Segunda Salas de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación. 25 de octubre de 2005. Unanimidad de ocho votos.
Ausentes: José Ramón Cossío Díaz, Genaro David Góngora Pimentel y José de Jesús Gudiño
Pelayo. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretarios: Pedro Arroyo Soto e Israel Flores Rodríguez.

El Tribunal Pleno, el tres de enero en curso, aprobó, con el número 5/2006, la tesis jurisprudencial
que antecede. México, Distrito Federal, a tres de enero de dos mil seis.

69
45. El artículo 153 de la Ley de Amparo, en lo conducente, dispone: “Si al presentarse un
documento por una de las partes, otra de ellas lo objetare de falso, el juez suspenderá la
audiencia para continuarla dentro de los diez días siguientes; en dicha audiencia, se presentarán
las pruebas y contrapruebas relativas a la autenticidad del documento”. Ahora bien, ¿cómo debe
proceder el juez de Distrito en los juicios de amparo en materia de trabajo, cuando la autoridad
responsable que niega el acto que se le reclamó, objeta los documentos que el quejoso anexa a su
demanda de garantías, en términos del artículo 153 de la Ley de Amparo (documentos de los que
no se desprende la existencia del acto que se le reclama)?

Debe suspender la audiencia constitucional para tramitar el incidente de objeción a que se


refiere el artículo 153 de la Ley de Amparo, únicamente cuando el quejoso haya ofrecido
pruebas para desvirtuar la negativa del acto reclamado a la autoridad que formula la objeción.

Justificación:

No. Registro: 186,579


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVI, Julio de 2002
Tesis: 2a./J. 70/2002
Página: 250

FALSEDAD DE DOCUMENTOS. SI LA OBJECIÓN PROVIENE DE LA RESPONSABLE


DEBE ABRIRSE EL INCIDENTE A QUE SE REFIERE EL ARTÍCULO 153 DE LA LEY
DE AMPARO AUN CUANDO AQUÉLLA NIEGUE EL ACTO RECLAMADO, SIEMPRE
QUE EL QUEJOSO OFREZCA PRUEBAS PARA DESVIRTUAR DICHA NEGATIVA. De
lo dispuesto en el artículo 153 de la Ley de Amparo se desprende que, durante el trámite del juicio
de garantías, es factible la sustanciación de un incidente con la finalidad de que se provea lo
conducente respecto a la objeción de falsedad de documentos, situación que obliga al Juez de
Distrito a suspender la audiencia constitucional, con la finalidad de recibir y desahogar las pruebas
relativas a la autenticidad del documento cuestionado, respecto del cual y únicamente para los
efectos de ese juicio de amparo debe pronunciarse al dictar la sentencia de fondo; sin embargo,
cuando el Juez advierta que el acto reclamado fue negado y que el quejoso no ofreció pruebas para
desvirtuar el informe justificado, resulta ociosa la tramitación de aquel incidente, pues el juicio
deberá sobreseerse necesariamente por inexistencia del acto reclamado en términos del artículo 74,
fracción IV, de la citada ley. Por lo contrario, si el quejoso ofrece pruebas para desvirtuar la negativa
del acto, el juzgador debe abrir el referido incidente en el momento de la audiencia constitucional, y
proveer lo conducente sobre las pruebas que ofrezca la autoridad responsable para probar la falsedad
del documento objetado, en relación con determinadas causas de improcedencia, como la falta de
interés jurídico, pues la autoridad responsable está en posibilidad de acreditar que el quejoso no tiene
dicho interés, de manera que aun cuando haya quedado probado el acto, podría darse el caso de
sobreseer en el juicio, si aquél no se demostró.

70
Contradicción de tesis 38/2000-PL. Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales
Colegiados en Materia Administrativa del Tercer Circuito. 14 de junio de 2002. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Mariano Azuela Guitrón. Ponente: José Vicente Aguinaco Alemán.
Secretaria: Estela Jasso Figueroa.

Tesis de jurisprudencia 70/2002. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintiuno de junio de dos mil dos.

71
46. El incidente de nulidad de la notificación de la sentencia dictada por un juez de Distrito en
un juicio de amparo en materia laboral, cuando dicho fallo ya se declaró ejecutoriado:

Resulta procedente.

Justificación:

No. Registro: 181,523


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIX, Mayo de 2004
Tesis: P./J. 20/2004
Página: 5

NULIDAD DE NOTIFICACIONES. ES PROCEDENTE EL INCIDENTE RELATIVO,


INCLUSO SI YA FUE DICTADO EL AUTO QUE DECLARÓ EJECUTORIADA LA
SENTENCIA. Si se parte de la interpretación que el Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación hizo del artículo 32 de la Ley de Amparo en la jurisprudencia P./J. 5/94, y se toma en
cuenta que durante la sustanciación del juicio de garantías se presentan diversas hipótesis
relacionadas con las notificaciones que deben practicarse para hacer del conocimiento de las partes
las decisiones emitidas en cada etapa procesal, debe aceptarse la procedencia del incidente de
nulidad de notificaciones no sólo contra aquellas que se practiquen antes de que el Juez de Distrito
dicte sentencia, pues en atención al espíritu del citado artículo y a las directrices que ha establecido
el Tribunal Pleno, a fin de no dejar en estado de indefensión a la parte que se considere afectada, es
procedente el mencionado incidente en contra de la notificación de la sentencia del Juez de Distrito,
aun en el caso de que ésta ya se hubiese declarado ejecutoriada, y en el supuesto de que aquél
resultara fundado deberá reponerse el procedimiento desde el punto en que se incurrió en la nulidad,
tal como lo ordena el referido precepto legal; sin que lo anterior contravenga el principio de cosa
juzgada, en virtud de que los efectos jurídicos de la tramitación y resolución del referido incidente
no afectan la decisión del Juez de Distrito plasmada en su sentencia, pues en caso de resultar
fundado, sólo tendría como consecuencia ordenar que la notificación de la sentencia se practique de
manera legal, subsanando las deficiencias que motivaron su impugnación, pero la sentencia misma
queda intocada.

Contradicción de tesis 5/2003-PL. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Segundo Circuito, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del
Sexto Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa y el Tercer Tribunal
Colegiado en Materia Civil, ambos del Tercer Circuito. 9 de marzo de 2004. Unanimidad de diez
votos. Ausente: Mariano Azuela Güitrón. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Pedro Arroyo
Soto.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintinueve de abril en curso, aprobó, con el
número 20/2004, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintinueve de
abril de dos mil cuatro.

72
Nota: La tesis citada aparece publicada con el número 323 en el Apéndice al Semanario Judicial de
la Federación 1917-2000, Tomo VI, Materia Común, página 271, con el rubro: "NULIDAD DE
NOTIFICACIONES, INCIDENTE DE. PROCEDE CONTRA LAS QUE SE LLEVAN A CABO
CON POSTERIORIDAD AL DICTADO DE LA SENTENCIA."

73
47. ¿Cómo debe proceder el juez de Distrito en un asunto en materia laboral, cuando los
informes previos se rinden en la misma fecha fijada para la celebración de la audiencia
incidental, en la que el secretario le da cuenta con aquéllos?

Debe celebrar la audiencia incidental, dado que en ella las partes pueden imponerse de los
informes y, en su caso, objetarlos.

Justificación:

No. Registro: 190,718


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XII, Diciembre de 2000
Tesis: P./J. 119/2000
Página: 22

SUSPENSIÓN EN AMPARO. NO PROCEDE DIFERIR LA AUDIENCIA INCIDENTAL SI


EN ELLA SE DA CUENTA CON EL INFORME PREVIO. Si se toma en consideración que el
incidente de suspensión se rige por el principio de celeridad y que el artículo 131 de la Ley de
Amparo exige que la audiencia incidental se celebre dentro del plazo de setenta y dos horas con
informe o sin él, es inconcuso que no procede diferir aquélla, si el Juez de Distrito da cuenta con
dicho informe durante la celebración de la audiencia, tanto más si las autoridades responsables al
rendir su informe niegan la existencia del acto reclamado, en virtud de que en la propia audiencia,
los quejosos están en aptitud de ofrecer las pruebas documental y de inspección ocular tendentes a
desvirtuar dicha negativa, lo que no produce la indefensión de aquéllos, pues de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 136, último párrafo, de la ley de la materia, las partes pueden objetar en
cualquier tiempo el contenido del informe previo.

Contradicción de tesis 39/97. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Civil del Tercer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Cuarto Circuito. 16 de noviembre de
2000. Unanimidad de nueve votos. Ausentes: José Vicente Aguinaco Alemán y Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia. Ponente: José Vicente Aguinaco Alemán; en su ausencia hizo suyo el proyecto Juan
Díaz Romero. Secretaria: Martha Yolanda García Verduzco.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintisiete de noviembre en curso, aprobó, con
el número 119/2000, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintisiete de
noviembre de dos mil.

74
48. El artículo 140 de la Ley de Amparo, prevé el incidente de modificación o revocación del
auto que haya concedido o negado la suspensión, cuando ocurre un hecho superveniente que
le sirva de fundamento. Dicho incidente, tratándose de juicios de amparo en materia laboral:

Puede promoverse contra el proveído que acuerda sobre la suspensión provisional, o bien,
en contra de la interlocutoria que resuelve sobre la suspensión definitiva.

Justificación:

No. Registro: 189,850


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIII, Abril de 2001. Tesis: P./J. 31/2001. Página: 236

SUSPENSIÓN POR HECHO SUPERVENIENTE. LA REVOCACIÓN O MODIFICACIÓN


ESTABLECIDA EN EL ARTÍCULO 140 DE LA LEY DE AMPARO PROCEDE TANTO EN
LA PROVISIONAL COMO EN LA DEFINITIVA. Es verdad que el artículo 140 de la Ley de
Amparo, al establecer que: "Mientras no se pronuncie sentencia ejecutoriada en el juicio de amparo,
el Juez de Distrito puede modificar o revocar el auto en que haya concedido o negado la suspensión,
cuando ocurra un hecho superveniente que le sirva de fundamento.", presenta, entre otras, la
inquietud de no precisar expresamente qué tipo de suspensión es la que puede ser modificada o
revocada por un hecho superveniente, es decir, si se trata de la suspensión provisional o de la
suspensión definitiva. Sin embargo, no menos cierto es que al señalar dicho numeral que la
revocación o modificación puede solicitarse en cualquier momento mientras no se pronuncie
sentencia ejecutoriada, el cual abarca todo el procedimiento del juicio desde la presentación de la
demanda de garantías y hasta antes de que sea declarada firme la sentencia ejecutoriada, resulta claro
que la citada modificación o revocación por hechos supervenientes procede tanto en la suspensión
provisional (siempre que no se haya resuelto la definitiva) como en la definitiva, por estar inmersas
ambas dentro del lapso que establece el citado artículo 140. Opinar lo contrario, ya sea considerando
que sólo procede dicha revocación o modificación respecto de una u otra, no haría posible alcanzar
íntegramente la finalidad que persigue la figura de la suspensión que es la de detener, paralizar o
mantener las cosas en el estado que guarden para evitar que el acto reclamado, su ejecución o
consecuencias, se consumen destruyendo la materia del amparo, o bien, produzcan notorios
perjuicios de difícil o imposible reparación al quejoso o, en su caso, el de los terceros perjudicados.

Contradicción de tesis 23/99-PL. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Tercer Circuito y el Quinto Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito. 22 de febrero de 2001. Once votos. Ponente: Mariano Azuela
Güitrón. Secretario: Ernesto Martínez Andreu.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintinueve de marzo en curso, aprobó, con el
número 31/2001, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintinueve de
marzo de dos mil uno.

75
49. Se presenta una demanda de amparo en la que se reclama la inconstitucionalidad de un
artículo contenido en la Ley Federal del Trabajo. Antes de que dé inicio la audiencia
constitucional, el juez de distrito advierte que se omitió emplazar a una de las Cámaras del
Congreso de la Unión. Sin embargo, atendiendo a que existe jurisprudencia de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación en la que se declara la inconstitucionalidad de dicho precepto, el
juez considera que válidamente puede celebrarse la audiencia, sin necesidad de ordenar que se
subsane la mencionada omisión. Tal proceder del juez de distrito:

Es jurídicamente incorrecto, pues en un amparo indirecto contra leyes debe llamarse


ineludiblemente a las dos Cámaras del Congreso de la Unión para que quede debidamente
integrado el procedimiento constitucional.

Justificación:

No. Registro: 177,086


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Octubre de 2005
Tesis: P./J. 126/2005
Página: 5

AMPARO CONTRA LEYES. DEBE ORDENARSE LA REPOSICIÓN DEL PROCEDIMIENTO


SI NO SE LLAMÓ A JUICIO A UNA DE LAS CÁMARAS DEL CONGRESO DE LA UNIÓN,
AUN CUANDO EXISTA JURISPRUDENCIA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA
NACIÓN SOBRE LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LA NORMA RECLAMADA. El Tribunal
en Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al interpretar el artículo 91, fracción IV, de la
Ley de Amparo, estableció que no es necesario ordenar la reposición del procedimiento si a pesar de
advertirse falta de emplazamiento de la autoridad responsable, el sentido de la sentencia que se dicte
no le causa perjuicio si se evidencia que procede negar el amparo o sobreseer en el juicio, pues de
adoptarse una postura contraria se retrasaría injustificadamente la solución del asunto. Asimismo,
sostuvo que en el amparo indirecto contra leyes debe llamarse ineludiblemente a las dos Cámaras del
Congreso de la Unión para que quede debidamente integrado el procedimiento constitucional. En
congruencia con lo anterior, se concluye que la existencia de una jurisprudencia que decrete la
inconstitucionalidad de la norma reclamada no puede validar la omisión de llamar a juicio a una de
las Cámaras del Congreso de la Unión en su calidad de autoridad responsable, ni puede constituir
causa para estimar innecesaria la reposición del procedimiento, porque se priva a la autoridad no
emplazada de los derechos que pudiera hacer valer contra la admisión de la demanda de amparo, o
bien, de exponer y demostrar causas de sobreseimiento o vicios en la personalidad del quejoso que
el juzgador no pueda advertir oficiosamente, o para insistir sobre las mismas o nuevas causas de
sobreseimiento; además, el hecho de que exista una jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación en el sentido de que la norma reclamada es inconstitucional no tiene como
consecuencia invariable la concesión del amparo, ya que la intervención de la autoridad responsable
puede trascender al sentido del fallo definitivo.

76
Contradicción de tesis 3/2005-PL. Entre las sustentadas por el Cuarto Tribunal Colegiado del
Décimo Quinto Circuito y el Cuarto Tribunal Colegiado del Octavo Circuito. 22 de septiembre de
2005. Unanimidad de ocho votos. Ausentes: Mariano Azuela Güitrón, Juan N. Silva Meza y José
Ramón Cossío Díaz. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Israel Flores Rodríguez.

El Tribunal Pleno, el once de octubre en curso, aprobó, con el número 126/2005, la tesis
jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a once de octubre de dos mil cinco.

77
50. Javier Ávalos García compareció ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje a
demandar de Enrique Galván Estrada, la reinstalación en la fuente de trabajo y el pago de
horas extras. En la audiencia trifásica, el patrón se negó a someter sus diferencias al arbitraje,
respecto de la demanda de reinstalación, por lo que promovió un incidente de insumisión al
arbitraje; en éste adujo que no estaba obligado a reinstalar al trabajador, dado que
desempeñaba un cargo de confianza. Seguido el incidente por sus trámites legales, la Junta
dictó sentencia interlocutoria en la que lo declaró procedente, por lo que dio por terminada la
relación de trabajo, condenó al patrón al pago de las indemnizaciones derivadas de la
insumisión y ordenó la continuación del procedimiento por lo que respecta a la prestación de
pago de horas extras; por tanto, señaló día y hora para la continuación de la audiencia
trifásica. Esta resolución es reclamable:

Desde luego, en amparo indirecto, sin necesidad de agotar ningún medio ordinario de
impugnación.

Registro No. 172,495


Localización:
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXV, Mayo de 2007
Página: 930
Tesis: 2a./J. 86/2007
Jurisprudencia
Materia(s): laboral

INSUMISIÓN AL ARBITRAJE LABORAL. CONTRA LA INTERLOCUTORIA QUE


DECLARA PROCEDENTE EL INCIDENTE RELATIVO Y ORDENA LA CONTINUACIÓN
DEL JUICIO EN SU ETAPA ARBITRAL, POR LO QUE HACE A LAS PRESTACIONES QUE
NO FUERON MATERIA DE LA LITIS INCIDENTAL, PROCEDE EL AMPARO INDIRECTO.
La interlocutoria que declara procedente el incidente de insumisión al arbitraje, exime al patrón de
reinstalar al trabajador y condena al pago de las prestaciones inherentes a la reinstalación es
reclamable en el amparo indirecto, en términos del artículo 114, fracción IV, de la Ley de Amparo,
porque afecta el derecho sustantivo del quejoso a la estabilidad en el empleo y este aspecto ya no
será materia de estudio en el laudo, por lo que aun cuando obtuviera un fallo favorable respecto de
las restantes prestaciones materia de la litis en la etapa arbitral, no se le podría restituir en el goce de
ese derecho sustantivo afectado, y porque, afecta al trabajador en grado predominante o superior, ya
que al ordenar la tramitación de la etapa arbitral en el juicio laboral, cuyo laudo decidirá las
prestaciones derivadas de la reinstalación que no fueron materia de la litis incidental pero que sí se
rigen por el sentido de ésta, sujeta al afectado a un juicio que puede ser ocioso si en el
correspondiente amparo se determina la inconstitucionalidad de la interlocutoria reclamada, pues su
efecto sería la reposición del procedimiento para que la reinstalación se decida en la etapa arbitral.

Contradicción de tesis 195/2006-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Décimo
Primero, Octavo, Cuarto y Noveno, todos en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 18 de abril de
2007. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón; en su ausencia hizo suyo el
asunto Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretaria: Oliva del Socorro Escudero Contreras.

78
Tesis de jurisprudencia 86/2007. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veinticinco de abril de dos mil siete.

79
51. En un juicio de amparo indirecto en materia laboral promovido por el patrón, la suplencia
de la queja:

Procede cuando el acto reclamado se funde en una ley declarada inconstitucional por
jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Justificación:
No. Registro: 197,696
Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VI, Septiembre de 1997
Tesis: 2a./J. 42/97
Página: 305

SUPLENCIA DE LA DEFICIENCIA DE LA QUEJA EN FAVOR DE LA PARTE PATRONAL,


IMPROCEDENCIA DE LA. El artículo 76 bis de la Ley de Amparo, en su fracción IV, establece
que en materia laboral la suplencia sólo se aplicará en favor del trabajador; luego, resulta inconcuso
que no es dable la operancia de dicha institución jurídica en favor del patrón. El anterior aserto
deriva de una interpretación gramatical, histórica, sistemática y finalista, que lleva a esta Segunda
Sala a concluir que la suplencia de la queja en la materia laboral únicamente se justifica en favor del
trabajador, en tanto que su finalidad es solventar la desigualdad procesal de las partes y la necesidad
de proteger bienes básicos. La desigualdad procesal se sustenta, primordialmente, en el artículo 123
constitucional y en la Ley Federal del Trabajo, que regulan la relación laboral como un derecho de
clases; así como en la circunstancia genérica, consistente en la mayor posibilidad económica del
patrón, lo cual le permite acceder a los servicios de mejores abogados, caso contrario del trabajador;
así también, porque al tener el patrón la administración de la empresa, cuenta con una mejor
posibilidad de allegarse medios probatorios para el juicio. La protección a bienes básicos tiene como
base el hecho de que la subsistencia del trabajador y de su familia, con todo lo que lleva implícito,
depende de su salario y prestaciones inherentes, razón que evidencia la importancia que tiene para el
trabajador un litigio derivado de la relación laboral. En tal virtud, al no existir tales justificantes para
el patrón, por ningún motivo o pretexto es correcto apartarse de los lineamientos del artículo 76 bis
de la Ley de Amparo, ni menos todavía interpretarlos o pretender soslayarlos por analogía o mayoría
de razón, habida cuenta de que la fracción VI del susodicho artículo 76 bis no es aplicable para
suplir la deficiencia de la queja en favor del patrón, ni aun excepcionalmente, tratándose de una
violación manifiesta de la ley que lo haya dejado sin defensa, tal y como ocurre por la falta de
emplazamiento o su práctica defectuosa, toda vez que la norma específica debe prevalecer sobre la
genérica, esto es, si la voluntad del legislador hubiera sido que en materia laboral se aplicara en
favor del patrón la fracción VI, hubiese utilizado un texto distinto, por ejemplo, la suplencia de la
queja sólo se aplicará en favor del trabajador "con excepción de lo previsto (o cualquier otra similar)
en la fracción VI", lo cual no ocurrió así; entonces, no tiene por qué interpretarse en otro sentido. Es
menester indicar que existe una excepción derivada de lo previsto en la fracción I del artículo
76 bis de la Ley de Amparo, esto es, únicamente para el caso de que el acto reclamado se funde
en leyes declaradas inconstitucionales por la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, supuesto en el cual sí es factible la suplencia en favor del patrón. Conviene agregar
80
que el artículo 107, fracción III, inciso c), en concordancia con la fracción VII, constitucional,
establece la figura de "tercero extraño a juicio", hipótesis normativa recogida por el artículo 114,
fracción V, de la Ley de Amparo, figura jurídica que, trasladada a la materia laboral, permite al
patrón impugnar todo lo actuado en el juicio natural a través del amparo indirecto, aunque
necesariamente debe realizar el razonamiento lógico-jurídico que demuestre la transgresión de
garantías impugnada, porque pretender lo contrario implicaría dejar en estado de indefensión a la
otra parte, la trabajadora; situación que se agudiza en el recurso de revisión, pues aceptarse otra cosa
implicaría atentar contra la naturaleza jurídica del recurso y en perjuicio de la parte trabajadora.
Contradicción de tesis 61/96. Entre las sustentadas, por una parte, por los Tribunales Colegiados
Primero, Segundo y Tercero del Sexto Circuito y Segundo Tribunal Colegiado del Quinto Circuito y,
por otra, el Primer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito, Segundo Tribunal
Colegiado del Noveno Circuito, Primer Tribunal Colegiado del Segundo Circuito, Segundo Tribunal
Colegiado del Quinto Circuito, Tribunal Colegiado del Décimo Circuito y Segundo Tribunal
Colegiado del Segundo Circuito. 22 de agosto de 1997. Cinco votos. Ponente: Juan Díaz Romero.
Secretario: Edgar Humberto Muñoz Grajales.

Tesis de jurisprudencia 42/97. Aprobada por la Segunda Sala de este alto tribunal, en sesión pública
de veintidós de agosto de mil novecientos noventa y siete, por unanimidad de cinco votos de los
Ministros Juan Díaz Romero, Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia,
Mariano Azuela Güitrón y presidente Genaro David Góngora Pimentel.

81
52. En un juicio de amparo indirecto se señaló como acto reclamado la determinación de la
junta laboral, mediante la cual se desconoció la personalidad de quien compareció a la
audiencia trifásica a nombre de la persona moral demandada. Al rendir el informe justificado,
la autoridad responsable aceptó la existencia del acto reclamado y remitió copias certificadas
del juicio laboral; de dichas copias se desprende que la junta no reconoció la personalidad de
quien se ostentó como apoderado de la demandada, pues aun cuando exhibió poder notarial
del que se desprende que la demandada otorgó poder a favor de determinada persona, lo
cierto es que el compareciente no se identificó ante la junta, con el fin de demostrar que él era
la persona a favor de quien se otorgó el poder, no obstante que se le requirió para tal efecto.
Tal proceder de la junta responsable debe estimarse:

Correcto, pues la junta se encuentra facultada para requerir al compareciente que se


identifique a satisfacción, con el fin de tener la certeza de que es la persona a favor de quien
se otorgó el poder.

Justificación:
No. Registro: 175,678
Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta
XXIII, Marzo de 2006
Tesis: 2a./J. 21/2006
Página: 217

APODERADO O REPRESENTANTE DE PERSONA MORAL. DEBE IDENTIFICARSE ANTE


LA JUNTA DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE SI SE LE REQUIERE. Conforme a las
fracciones II y III del artículo 692 de la Ley Federal del Trabajo, el apoderado o representante de una
persona moral, para acreditar su personalidad, debe exhibir testimonio notarial o carta poder
otorgada ante dos testigos, previa comprobación de que quien otorga el poder está legalmente
facultado para ello; además, también es necesario que al comparecer ante la autoridad laboral, si se
le requiere, se identifique a satisfacción de la Junta, a fin de tener la certeza de que quien comparece
sea la persona a favor de quien otorgó el poder la persona moral. Ello es así, porque aun cuando no
se establezca expresamente tal requisito en el indicado precepto, no puede perderse de vista que si
bien es cierto que el testimonio notarial o la carta poder correspondiente pueden acreditar que una
persona física es representante o apoderado legal de una determinada persona moral, también lo es
que dichas documentales son insuficientes para demostrar que la persona que llegue a presentarlas
ante la autoridad del trabajo sea la misma que tiene esa calidad de representante o apoderado, lo
anterior a fin de evitar la posible suplantación de persona.

Contradicción de tesis 202/2005-SS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Vigésimo Noveno Circuito y Segundo Tribunal Colegiado del Noveno Circuito. 17 de febrero de
2006. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Juan Díaz
Romero. Secretario: Óscar Rodríguez Álvarez.
82
Tesis de jurisprudencia 21/2006. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veinticuatro de febrero de dos mil seis.

83
53. Mediante escrito presentado ante el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, Juan
Pérez demandó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, entre otras prestaciones, la
reinstalación en el puesto que desempeñaba como inspector del Servicio de Administración
Tributaria. En el capítulo de hechos, el actor manifestó que ingresó a laborar para la
secretaría demandada con la categoría de policía fiscal federal, pero en virtud del Decreto
publicado en el Diario Oficial de la Federación el cuatro de enero de mil novecientos noventa y
nueve, por el que se expidió la Ley de la Policía Federal Preventiva, y se reformó, entre otras,
la Ley Aduanera, dicha categoría cambió a inspector. Al contestar la demanda, la dependencia
planteó incidente de incompetencia, al estimar que la relación que lo unió con el demandante
es de carácter administrativo y no laboral. El tribunal de trabajo declaró infundado el
incidente. En contra de esta determinación, la secretaría promovió juicio de amparo indirecto.
El juez de Distrito que conoció del asunto, negó la protección constitucional solicitada. El
proceder del juzgador federal debe estimarse:

Correcto, pues los conflictos de trabajo suscitados entre la administración central para la
inspección fiscal y aduanera con los inspectores que anteriormente se desempeñaron como
policías fiscales federales son de naturaleza laboral, cuyo conocimiento corresponde al
Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje.

Justificación:

No. Registro: 172,238


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Junio de 2007
Tesis: 2a./J. 98/2007
Página: 282

CONFLICTOS DE TRABAJO SUSCITADOS ENTRE LA ADMINISTRACIÓN CENTRAL


PARA LA INSPECCIÓN FISCAL Y ADUANERA CON LOS INSPECTORES QUE
ANTERIORMENTE SE DESEMPEÑARON COMO POLICÍAS FISCALES FEDERALES.
ES COMPETENTE EL TRIBUNAL FEDERAL DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE. A
partir del Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 4 de enero de 1999, por el que
se expidió la Ley de la Policía Federal Preventiva y se reformaron, entre otras, la Ley Aduanera y la
Ley del Servicio de Administración Tributaria, la Policía Fiscal Federal de la Administración
General de Aduanas dejó de existir, razón por la que quienes prestaron sus servicios como Policías
Fiscales Federales ya no tienen ese carácter; de ahí que el competente para conocer de la
controversia planteada es el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, incluso cuando las
prestaciones que se reclaman son de naturaleza laboral.

Contradicción de tesis 29/2007-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Tercero y
Décimo Tercero, ambos en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 2 de mayo de 2007. Cinco votos.
Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretaria: Estela Jasso Figueroa.

84
Tesis de jurisprudencia 98/2007. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintitrés de mayo de dos mil siete.

85
54. Lea los artículos 123, apartado B, fracción XIII, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos; 118 de la Constitución Política del Estado de Guerrero; 42 y 44 del
Reglamento Interior de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana del Estado
de Guerrero; y 113, fracción I, de la Ley de Trabajo de los Servidores Públicos del Estado de
Guerrero Número 248, que a continuación se transcriben; y enseguida conteste el problema
que se plantea. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos: “Artículo 123.- Toda
persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto, se promoverán la creación de
empleos y la organización social para el trabajo, conforme a la Ley.- El Congreso de la Unión, sin
contravenir a las bases siguientes deberá expedir leyes sobre el trabajo, las cuales regirán (…) B.-
Entre los Poderes de la Unión, el Gobierno del Distrito Federal y sus trabajadores (…) XIII. Los
militares, marinos, personal del servicio exterior, agentes del Ministerio Público y los miembros de
las instituciones policiales, se regirán por sus propias leyes.- El Estado proporcionará a los miembros
en el activo del Ejército, Fuerza Aérea y Armada, las prestaciones a que se refiere el inciso f) de la
fracción XI de este Apartado, en términos similares y a través del organismo encargado de la
seguridad social de los componentes de dichas instituciones;- Los miembros de las instituciones
policiales de los municipios, entidades federativas, del Distrito Federal, así como de la Federación,
podrán ser removidos de su cargo si no cumplen con los requisitos que las leyes vigentes en el
momento de la remoción señalen para permanecer en dichas instituciones, sin que proceda su
reinstalación o restitución, cualquiera que sea el juicio o medio de defensa para combatir la remoción
y, en su caso, sólo procederá la indemnización. La remoción de los demás servidores públicos a que
se refiere la presente fracción, se regirá por lo que dispongan los preceptos legales aplicables.”;
Constitución Política del Estado de Guerrero: “Artículo 118.- Las resoluciones que dicte la
Administración Pública serán conforme a las normas que regulen el procedimiento administrativo y
en contra de ellas podrán enderezarse, una vez agotada la vía administrativa, las acciones y recursos
que señale la Ley.- En los términos del Artículo 115 de la Constitución General de la República,
habrá un Tribunal de lo Contencioso Administrativo, dotado de plena autonomía para dictar sus
fallos, el cual resolverá las controversias de naturaleza administrativa y fiscal que se susciten entre
los particulares y las autoridades administrativas del Estado y los Municipios, incluyendo los
Organismos Públicos Descentralizados con funciones de autoridad. La Ley respectiva definirá su
organización y competencia.”; Reglamento Interior de la Secretaría de Seguridad Pública y
Protección Ciudadana del Estado de Guerrero: “Artículo 42. La relación laboral entre la
secretaría y sus servidores públicos, se regirán por la Ley de Trabajo de los Servidores Públicos del
Estado de Guerrero Núm. 248, las demás disposiciones administrativas internas de la dependencia y
las que en su caso que emita el titular del Poder Ejecutivo Estatal.”; “Artículo 44. Las disposiciones
del presente reglamento interior, serán aplicables sin excepción a todos los servidores públicos
adscritos a la secretaría y en caso de alguna omisión, infracción o falta injustificada a las normas
laborales, se aplicará la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado Núm. 674 y
la Ley de Trabajo de los Servidores Públicos del Estado de Guerrero 248, según corresponda”; Ley
de Trabajo de los Servidores Públicos del Estado de Guerrero Número 248: “Artículo 113.- El
Tribunal de Conciliación y Arbitraje, será competente para:- I.- Conocer y resolver de los conflictos
individuales que se susciten entre los titulares de una dependencia, los municipios, entidades
paraestatales y sus trabajadores (…)”.

Ahora bien, una demanda se presenta ante el Tribunal de Conciliación y Arbitraje del Estado
de Guerrero. En la demanda, el actor reclama de la Secretaría de Seguridad Pública y
Protección Ciudadana del Estado de Guerrero, entre otras prestaciones, una indemnización,

86
pues aduce haber sido separado injustificadamente de su empleo como agente de tránsito
adscrito a la mencionada secretaría. Al contestar la demanda, la dependencia demandada
plantea incidente de incompetencia del tribunal laboral, bajo el argumento de que la relación
que la unía con el actor era de carácter administrativo, por lo que la competencia para conocer
del conflicto se surte a favor del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Estado de
Guerrero. El tribunal laboral determina que es infundada la incidencia planteada. En contra
de lo resuelto por el Tribunal de Conciliación y Arbitraje, la dependencia demandada
promueve amparo indirecto; en su concepto de violación refiere básicamente que la relación
que lo unía con el actor era de carácter administrativo, por lo que el tribunal obrero debió
declarar fundado el incidente. En tal caso ¿Cómo debe declararse el concepto de violación?

Fundado, pues como bien lo refiere la quejosa, la relación entre el agente de tránsito cesado
(actor en el juicio natural) y la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana del
Estado de Guerrero es de carácter administrativo.

Justificación:
No. Registro: 172,320
Localización:
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXV, Mayo de 2007
Página: 1178
Tesis: 2a./J. 91/2007
Jurisprudencia
Materia(s): Administrativa

SECRETARÍA DE SEGURIDAD PÚBLICA Y PROTECCIÓN DEL ESTADO DE GUERRERO.


LA COMPETENCIA PARA CONOCER DE SUS CONFLICTOS CON LOS MIEMBROS DE
UNA INSTITUCIÓN POLICIAL CORRESPONDE AL TRIBUNAL DE LO CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO DE LA ENTIDAD. Del proceso legislativo que dio origen al decreto de
reformas y adiciones al artículo 123, apartado B, fracción XIII, de la Constitución General de la
República (Diario Oficial de la Federación del 8 de marzo de 1999), se advierte que el Constituyente
precisó que los miembros de las instituciones policiales se rigen por sus propias leyes y su relación
con el Estado no es de naturaleza laboral, sino administrativa. Asimismo, el artículo 116, fracción
VI, constitucional, faculta a las Legislaturas Locales para regular las relaciones de trabajo entre los
Estados y sus trabajadores, pero sobre las bases determinadas en el propio artículo 123 y sus
disposiciones reglamentarias. Por su parte, los artículos 42 y 44 del Reglamento Interior de la
Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana del Estado de Guerrero, establecen que
entre esa dependencia y sus servidores públicos existe una relación laboral regida por la Ley de
Trabajo de los Servidores Públicos del Estado de Guerrero Número 248, de cuyo artículo 113 se
desprende que su aplicación corresponde al Tribunal de Conciliación y Arbitraje del Estado,
infiriéndose que dicho Tribunal, en principio, sería competente para conocer y dirimir las
controversias entre los miembros de las instituciones policiales y la dependencia citada. Sin
embargo, tales disposiciones no son acordes con los preceptos constitucionales citados, conforme a
los cuales esa relación no es de naturaleza laboral sino administrativa y, en consecuencia, sus
diferencias deben someterse a la jurisdicción concerniente a esta última materia, por lo que en
87
atención al principio de supremacía establecido en el artículo 133 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, debe prevalecer ésta sobre las disposiciones referidas. En congruencia
con lo anterior, si los artículos 118 de la Constitución Política; 40 de la Ley Orgánica de la
Administración Pública Número 433 y 4 de la Ley Orgánica del Tribunal de lo Contencioso
Administrativo Número 194, todas del Estado de Guerrero, instituyen la competencia del Tribunal
de lo Contencioso Administrativo para conocer los procedimientos contenciosos de ese orden,
suscitados entre las autoridades y los particulares, por afinidad, en observancia de la garantía
prevista en el segundo párrafo del artículo 17 de la Constitución Federal, relativa a que toda persona
tiene derecho a que se le administre justicia, ese órgano jurisdiccional debe conocer de los conflictos
entre los miembros de una institución policial y la Secretaría de Seguridad Pública y Protección
Ciudadana, pues el vínculo administrativo en aquéllos los asimila a las contiendas en las cuales
interviene y en razón de su especialidad, dicha jurisdicción es la más pertinente para conocer y
resolver dichas controversias, resultando aplicables por analogía las tesis de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación publicadas con los números 2a./J. 77/2004, 2a./J. 51/2001, 2a./J. 35/99, 2a./J.
82/98, 2a./J. 10/97, 2a./J. 32/96, 2a./J. 23/96, 2a./J. 77/95 y P./J. 24/95.

Contradicción de tesis 65/2007-SS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materias Civil y de Trabajo del Vigésimo Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado de las
mismas materias y circuito. 25 de abril de 2007. Cinco votos. Ponente: José Fernando Franco
González Salas. Secretario: Roberto Rodríguez Maldonado.

Tesis de jurisprudencia 91/2007. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del nueve de mayo de dos mil siete.

88
55. Lea el artículo 692, fracción III, de la Ley Federal del Trabajo y enseguida conteste el
problema que se plantea: “Artículo 692. Las partes podrán comparecer a juicio en forma directa o
por conducto de apoderado legalmente autorizado.- Tratándose de apoderado, la personalidad se
acreditará conforme a las siguientes reglas (….) III. Cuando el compareciente actúe como apoderado
de persona moral, podrá acreditar su personalidad mediante testimonio notarial o carta poder
otorgada ante dos testigos, previa comprobación de que quien le otorga el poder está legalmente
autorizado para ello (…)”.

Ahora bien, en un juicio laboral comparece quien se ostenta apoderado de la persona moral
demandada y solicita que se le reconozca tal carácter en términos de una carta poder que
exhibe. El actor en el juicio promueve incidente de falta de personalidad de quien compareció
a nombre de la demandada; incidente que se declara fundado por la junta que conoce del
juicio, bajo el argumento de que en la carta poder exhibida solamente obra el nombre de la
persona física que otorgó el poder, pero no se advierte el nombre de la persona moral
demandada ni el carácter con el que la persona física otorgó la carta poder. En contra de tal
determinación, la parte demandada promovió juicio de amparo indirecto, en el que hizo valer
como concepto de violación que si bien era cierto en la carta poder no obraba el nombre de la
persona moral demandada ni el carácter con el que la persona física otorgó el poder, lo cierto
es que los referidos datos se desprendían de un instrumento notarial también exhibido en el
juicio laboral. Al analizar las constancias, el juez de Distrito que conoce del juicio de garantías
advierte que es acertada la afirmación del quejoso, pues en el instrumento notarial a que se
refiere sí obran los datos relativos al nombre de la persona moral demandada y la facultad de
la persona física para otorgar poderes. En tal supuesto ¿Cómo debe estimarse el concepto de
violación?

Fundado, porque los datos relativos al nombre de la persona moral demandada y al carácter
con el que la persona física otorga el poder pueden constar en la carta poder, o bien en
documento distinto, siempre que obren en autos del juicio laboral.

Justificación:
No. Registro: 180,103
Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XX, Noviembre de 2004
Tesis: 2a./J. 135/2004
Página: 70

PERSONALIDAD EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL. SI SE PRETENDE ACREDITAR EN


LOS TÉRMINOS DE LA FRACCIÓN III DEL ARTÍCULO 692 DE LA LEY FEDERAL DEL
TRABAJO, CON CARTA PODER, EL NOMBRE DE LA PERSONA MORAL Y EL CARÁCTER
CON QUE SE OTORGA DEBE CONSTAR EN ELLA, O BIEN DESPRENDERSE DE AUTOS.
En términos de la fracción III del artículo 692 de la Ley Federal del Trabajo, las personas morales
pueden concurrir a juicio por conducto de apoderados, los cuales podrán acreditar su personalidad
89
mediante testimonio notarial o a través de carta poder; en este último caso, la carta poder deberá
contener el nombre de la persona moral y el carácter de quien la otorgó, para verificar si está
legalmente autorizado para ello, por elementales razones de claridad y precisión del acto; sin
embargo, la omisión de esos requisitos en dicho documento queda subsanada si en autos hay otros
elementos, datos o pruebas que, adminiculados, permitan llegar al mismo conocimiento.

Contradicción de tesis 93/2004-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo del
Tercer Circuito, Sexto del Primer Circuito, ambos en Materia de Trabajo y Segundo del Sexto
Circuito, actualmente Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito. 3 de
septiembre de 2004. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: Arnulfo
Moreno Flores.

Tesis de jurisprudencia 135/2004. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del diez de septiembre de dos mil cuatro.

Nota: Esta tesis aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, Tomo XX, septiembre de 2004, página 229; por instrucciones de la Segunda Sala se publica
nuevamente con el precedente correcto.

90
56. En un juicio de amparo indirecto en materia laboral el quejoso señala como acto
reclamado la resolución que declara infundado el incidente de falta de personalidad de quien
se ostentó como apoderado del demandado. Al rendir el informe justificado, la autoridad
responsable acepta la existencia del acto reclamado y remite copias certificadas del juicio
laboral de origen. Al revisar el expediente, el juez de Distrito advierte que en la audiencia
trifásica quien se ostentó como apoderado del demandado realizó oferta de empleo al actor y
que éste la aceptó, por tanto, decide sobreseer en el juicio de amparo. En tal supuesto, el
proceder del juez de Distrito debe estimarse:

Incorrecto, pues el simple hecho de que el actor aceptara la oferta de trabajo no actualiza
ninguna causa de improcedencia del juicio de amparo.

Justificación:
No. Registro: 176,898
Jurisprudencia. Materia(s): Laboral
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Octubre de 2005. Tesis: 2a./J. 84/2005. Página: 826

PERSONALIDAD DEL REPRESENTANTE DEL PATRÓN. SU RECONOCIMIENTO POR


PARTE DE LA JUNTA PUEDE IMPUGNARSE EN AMPARO INDIRECTO, NO OBSTANTE
QUE EL TRABAJADOR HUBIERA ACEPTADO LA OFERTA DE EMPLEO. La Ley Federal del
Trabajo establece los requisitos para que los representantes del patrón acrediten su personalidad en
juicio, así como la posibilidad de que ésta pueda impugnarse por el trabajador actor en el incidente a
que se refiere su artículo 762, fracción III. Por otra parte, cuando la acción deriva de un despido
injustificado el patrón, al contestar la demanda, puede negar su existencia y ofrecer el empleo al
actor, quien puede aceptarlo o rechazarlo, correspondiendo a la Junta analizar si el ofrecimiento se
realizó de buena o mala fe, lo cual influirá en la imposición de la carga probatoria. Bajo este
contexto, con independencia de que el ofrecimiento del trabajo sea calificado de buena o mala fe y
de que opere o no la reversión de la carga probatoria al trabajador, la aceptación de dicha oferta no
conlleva el reconocimiento implícito de la personalidad del oferente, puesto que no compete a las
partes calificar su validez, sino a la Junta, por lo que la resolución que reconozca la personalidad del
representante del patrón puede impugnarse en amparo indirecto, no obstante que el trabajador
hubiera aceptado la oferta de trabajo, ya que de lo contrario se llegaría al extremo de aceptar como
representante de aquéllas a cualquiera que se ostentara como tal, sin necesidad de acreditarlo.

Aclaración de la jurisprudencia 2a./J. 84/2005, derivada de la contradicción de tesis 38/2005-SS,


entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Cuarto Circuito y
el Segundo Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del mismo circuito. 23 de septiembre de 2005.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Juan Díaz Romero.
Secretaria: Martha Elba Hurtado Ferrer.

Tesis de jurisprudencia 84/2005. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del treinta de septiembre de dos mil cinco.

91
Nota: En términos de la resolución de 23 de septiembre de 2005, pronunciada por la Segunda Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el expediente de aclaración de la tesis jurisprudencial
2a./J. 84/2005, se aclara de oficio el texto de dicha tesis, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXII, julio de 2005, página 480.

92
57. Lea el artículo 692, fracción III, de la Ley Federal del Trabajo, así como el diverso precepto 10
de la Ley General de Sociedades Mercantiles que a continuación se transcriben; y enseguida conteste
el problema que se plantea: “Artículo 692. Las partes podrán comparecer a juicio en forma directa o
por conducto de apoderado legalmente autorizado.- Tratándose de apoderado, la personalidad se
acreditará conforme a las siguientes reglas (….) III. Cuando el compareciente actúe como apoderado
de persona moral, podrá acreditar su personalidad mediante testimonio notarial o carta poder
otorgada ante dos testigos, previa comprobación de que quien le otorga el poder está legalmente
autorizado para ello (…)”; “Artículo 10.- La representación de toda sociedad mercantil
corresponderá a su administrador o administradores, quienes podrán realizar todas las operaciones
inherentes al objeto de la sociedad, salvo lo que expresamente establezcan la Ley y el contrato
social.--- Para que surtan efecto los poderes que otorgue la sociedad mediante acuerdo de la
asamblea o del órgano colegiado de administración, en su caso, bastará con la protocolización ante
notario de la parte del acta en que conste el acuerdo relativo a su otorgamiento, debidamente firmada
por quienes actuaron como presidente o secretario de la asamblea o del órgano de administración
según corresponda, quienes deberán firmar el instrumento notarial, o en su defecto lo podrá firmar el
delegado especialmente designado para ello en sustitución de los anteriores.--- El notario hará
constar en el instrumento correspondiente, mediante la relación, inserción o el agregado al apéndice
de las certificaciones, en lo conducente, de los documentos que al efecto se le exhiban, la
denominación o razón social de la sociedad, su domicilio, duración, importe del capital social y
objeto de la misma, así como las facultades que conforme a sus estatutos le correspondan al órgano
que acordó el otorgamiento del poder y, en su caso, la designación de los miembros del órgano de
administración.--- Si la sociedad otorgare el poder por conducto de una persona distinta a los
órganos mencionados, en adición a la relación o inserción indicadas en el párrafo anterior, se deberá
dejar acreditado que dicha persona tiene las facultades para ello”.

Ahora bien, en un juicio laboral el actor demanda de una sociedad mercantil el pago de
diversas prestaciones. A la audiencia trifásica comparece una persona que solicita se le
reconozca el carácter de apoderado de la demandada, en términos de un testimonio notarial
que exhibe en ese momento. No obstante, la junta laboral que conoce del juicio resuelve que no
ha lugar a tener al compareciente como apoderado de la sociedad demandada, en virtud de
que el instrumento notarial exhibido por su parte no reúne los requisitos a que se refiere el
artículo 10 de la Ley General de Sociedades Mercantiles, pues si bien se expresa la razón social
de la demandada, lo cierto es que en ese instrumento se omitió asentar los datos relativos al
domicilio social, duración, importe del capital social y objeto de la sociedad. En contra de tal
determinación, la demandada promueve juicio de amparo indirecto y hace valer como
concepto de violación que en la Ley Federal del Trabajo no se hace referencia a que el poder
notorial debe contener los requisitos a que se refiere el artículo 10 de la Ley General de
Sociedades Mercantiles, por lo que es ilegal la interlocutoria reclamada. El juez de Distrito que
conoce del amparo niega la protección constitucional solicitada. En este caso, el actuar del juez
de Distrito es:

Correcto, pues ante el vacío legislativo contenido en la Ley Federal del Trabajo con relación
a los requisitos que deben reunir los instrumentos notariales en que conste un poder otorgado
por una sociedad mercantil, debe acudirse a lo dispuesto en la Ley General de Sociedades
Mercantiles.

93
Justificación:
No. Registro: 191,096
Localización:
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XII, Septiembre de 2000
Página: 112
Tesis: 2a./J. 85/2000
Jurisprudencia
Materia(s): laboral

PERSONALIDAD EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL. REQUISITOS QUE DEBE


SATISFACER EL TESTIMONIO NOTARIAL RESPECTIVO, TRATÁNDOSE DE
SOCIEDADES MERCANTILES. En términos de lo establecido en el artículo 692 de la Ley Federal
del Trabajo, las partes en el juicio pueden comparecer al mismo de manera directa o por conducto de
apoderado, señalando en su fracción III que cuando se trate del apoderado de una persona moral, éste
podrá acreditar su personalidad mediante testimonio notarial o carta poder, precisándose los requisitos
a los que la ley sujeta la validez de esta última. Ahora bien, ante el vacío legislativo sobre los
requisitos que debe cumplir ese testimonio, en el caso de las sociedades mercantiles, debe acudirse a lo
dispuesto en la Ley General de Sociedades Mercantiles, en específico a su artículo 10, conforme al
cual será necesario que en el instrumento respectivo conste la denominación o razón social de la
sociedad, domicilio, duración, importe del capital social y objeto de la misma, las facultades que
conforme a sus estatutos correspondan al órgano que acordó el otorgamiento del poder y, si el poder se
otorgare por conducto de una persona distinta a los órganos de representación de la sociedad, deberá
quedar acreditado que dicha persona tiene facultades para ello.

Contradicción de tesis 27/2000. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa y de Trabajo del Cuarto Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado del Segundo
Circuito, ahora Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal. 6 de septiembre del año 2000. Cinco
votos. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretaria: María Dolores Omaña Ramírez.

Tesis de jurisprudencia 85/2000. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del trece de septiembre del año dos mil.

94
58. Lea los artículos 11, 148, 149, 150 y 151 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio
del Estado, así como el diverso precepto 731 de la Ley Federal del Trabajo que a continuación
se transcriben; y enseguida conteste el problema que se plantea. Ley Federal de los
Trabajadores al Servicio del Estado: “Artículo 11.- En lo no previsto por esta ley o disposiciones
especiales, se aplicarán supletoriamente, y en su orden, la Ley Federal del Trabajo, el Código
Federal de Procedimientos Civiles, las leyes del orden común, la costumbre, el uso, los principios
generales de derecho y la equidad.”; “Artículo 148.- El Tribunal, para hacer cumplir sus
determinaciones, podrá imponer multas hasta de mil pesos.”; “Artículo 149.- Las multas se harán
efectivas por la Tesorería General de la Federación, para lo cual el Tribunal girará el oficio
correspondiente. La Tesorería informará al Tribunal de haber hecho efectiva la multa, señalando los
datos relativos que acrediten su cobro.”; “Artículo 150.- El Tribunal Federal de Conciliación y
Arbitraje tiene la obligación de proveer a la eficaz e inmediata ejecución de los laudos y, a ese
efecto, dictará todas las medidas necesarias en la forma y términos que a su juicio sean
procedentes.”; “Artículo 151.- Cuando se pida la ejecución de un laudo, el Tribunal despachará auto
de ejecución y comisionará a un actuario para que, asociado de la parte que obtuvo, se constituya en
el domicilio de la demandada y la requiera para que cumpla la resolución, apercibiéndola que, de no
hacerlo, se procederá conforme a lo dispuesto en el capítulo anterior.”; Ley Federal del Trabajo
“Artículo 731. El Presidente de la Junta, los de las Juntas Especiales y los Auxiliares podrán
emplear conjunta e indistintamente, cualquiera de los medios de apremio necesarios, para que las
personas concurran a las audiencias en las que su presencia es indispensable o para asegurar el
cumplimiento de sus resoluciones.--- Los medios de apremio que pueden emplearse son:--- I. Multa
hasta de siete veces el salario mínimo general, vigente en el lugar y tiempo en que se cometió la
infracción;--- II. Presentación de la persona con auxilio de la fuerza pública; y--- III. Arresto hasta
por treinta y seis horas”.

Ahora bien, el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje emite un laudo en el que condena
a la parte demandada al pago de determinadas prestaciones; laudo que queda firme ante la
falta de impugnación de las partes. Posteriormente, la parte que obtuvo laudo favorable
solicita su ejecución; solicitud que es acordada favorablemente por el tribunal laboral y se
concede a la parte condenada un término para que dé cumplimiento. Transcurrido dicho
término sin que la condenada cumpla con lo ordenado, el tribunal emite un auto, en el que
concede nuevo término para que se dé cumplimiento al laudo y apercibe a la parte condenada
que de no darse cumplimiento al laudo en el nuevo término concedido, se le aplicará la medida
de apremio contenida en el artículo 731, fracción III, de la Ley Federal del Trabajo, de
aplicación supletoria a la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, consistente
en arresto por treinta y seis horas. En contra de tal apercibimiento, la parte condenada
promueve juicio de amparo indirecto y hace valer como concepto de violación que es ilegal que
el tribunal responsable aplique supletoriamente la Ley Federal del Trabajo para decretar una
medida de apremio, pues con relación a tales medidas existe disposición expresa en la Ley
Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado. En este caso ¿Cómo debe declarase el
concepto de violación?

Fundado, pues como bien lo refiere el quejoso, en la Ley Federal de los Trabajadores al
Servicio del Estado existe regulación expresa de los medios de apremio de que puede hacer
uso el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje para hacer cumplir sus determinaciones.

95
Justificación:
No. Registro: 184,093
Localización:
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVII, Junio de 2003
Página: 206
Tesis: 2a./J. 43/2003
Jurisprudencia
Materia(s): laboral

MEDIOS DE APREMIO. EL ARTÍCULO 731 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO, NO


ES DE APLICACIÓN SUPLETORIA PARA QUE EL TRIBUNAL FEDERAL DE
CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE HAGA CUMPLIR SUS DETERMINACIONES, AL
EXISTIR EN LA LEY FEDERAL DE LOS TRABAJADORES AL SERVICIO DEL
ESTADO DISPOSICIÓN EXPRESA EN ESE SENTIDO. El artículo 150 de la Ley Federal de
los Trabajadores al Servicio del Estado prevé que es obligación del Tribunal Federal de Conciliación
y Arbitraje proveer respecto a la eficaz e inmediata ejecución de los laudos, por lo que deberá dictar
las medidas que a su juicio sean necesarias; por su parte, el numeral 151 de la propia ley regula el
procedimiento para la ejecución de esos laudos e indica que al efecto se proceda conforme a lo
dispuesto en el capítulo primero del título octavo (artículos 148 y 149) de esa ley, en donde se
establece que el citado tribunal, para hacer cumplir sus determinaciones, podrá imponer multas
"hasta de mil pesos", las que se harán efectivas por la Tesorería General de la Federación. En
congruencia con lo anterior, se concluye que al existir disposición expresa para que el mencionado
tribunal pueda lograr el cumplimiento de sus laudos condenatorios, no tienen aplicación supletoria
los medios de apremio previstos en el artículo 731 de la Ley Federal del Trabajo.

Contradicción de tesis 27/2003-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo y
Séptimo, ambos en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 9 de mayo de 2003. Cinco votos.
Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Óscar Rodríguez Álvarez.

Tesis de jurisprudencia 43/2003. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del dieciséis de mayo de dos mil tres.

96
59. En los juicios de amparo indirecto en los que un sindicato tenga el carácter de quejoso, la
suplencia de la queja:
Opera siempre y cuando el sindicato quejoso comparezca en defensa de los derechos
laborales de sus agremiados y otro sindicato no intervenga como tercero perjudicado.

Justificación:
No. Registro: 184,002
Localización:
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVII, Junio de 2003
Página: 285
Tesis: 2a./J. 42/2003
Jurisprudencia
Materia(s): laboral

SINDICATOS DE TRABAJADORES. CASOS EN QUE SE LES DEBE SUPLIR LA QUEJA


DEFICIENTE EN LOS JUICIOS DE AMPARO. Del análisis de la evolución histórica de la
institución de la suplencia de la queja, prevista en el artículo 76 bis, fracción IV, de la Ley de
Amparo, se advierte que el legislador, basado en el principio de justicia distributiva, la instituyó,
exclusivamente, en favor de la clase trabajadora que acude al juicio de garantías, ya sea como
persona física o moral constituida por un sindicato de trabajadores, en defensa de sus derechos
laborales consagrados en el artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y en la legislación reglamentaria, para lograr el equilibrio procesal de las partes que
intervienen en dicho juicio, y con la única finalidad de velar por el apego de los actos de autoridad al
marco constitucional para garantizar a ese sector de la sociedad el acceso real y efectivo a la Justicia
Federal. En consecuencia, la referida institución opera a favor de los sindicatos de trabajadores,
cuando defienden derechos laborales que han sido vulnerados por cualquier acto de autoridad
sin importar su origen, siempre y cuando éste trascienda directamente a los derechos laborales
de sus agremiados, y no intervengan diferentes organizaciones sindicales como partes quejosa
y tercero perjudicada, toda vez que esta peculiaridad procesal implica que ninguna de las partes se
coloque en una situación de desigualdad jurídica que requiera ser equilibrada y dé lugar a la
obligación de suplir la queja en tanto las dos partes, al ser sindicatos, deben estimarse parte
trabajadora en igualdad de condiciones. En otras palabras, cuando un sindicato acude al juicio de
garantías y su contraparte es también un sindicato al que le interesa que subsista el acto reclamado
con el fin de tutelar los derechos del propio sindicato, significa que no subsiste la desventaja técnico
procesal que tanto el Poder Revisor de la Constitución como el legislador ordinario tomaron en
cuenta para establecer tal obligación.

Contradicción de tesis 123/2002-SS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia de Trabajo del Sexto Circuito, y los Tribunales Colegiados Tercero en Materia
Administrativa, Octavo en Materia Civil y Sexto en Materia de Trabajo, todos del Primer Circuito,
Primero en Materia Administrativa y Primero en Materia Civil, ambos del Segundo Circuito,
Primero en Materia de Trabajo del Tercer Circuito, Primero del Quinto Circuito, Primero del Octavo
Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito. 9 de mayo de 2003. Mayoría de tres
97
votos. Disidentes: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia y Juan Díaz Romero. Ponente: Genaro David
Góngora Pimentel. Secretaria: María Marcela Ramírez Cerrillo.

Tesis de jurisprudencia 42/2003. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del dieciséis de mayo de dos mil tres.

98
60. Lea el artículo 965 de la Ley Federal del Trabajo y enseguida conteste el problema que se
plantea: “Artículo 965. El actor puede pedir la ampliación del embargo:--- I. Cuando no basten los
bienes embargados para cubrir las cantidades por las que se despachó ejecución, después de rendido
el avalúo de los mismos; y---II. Cuando se promueva una tercería.--- El Presidente Ejecutor podrá
decretar la ampliación si a su juicio concurren las circunstancias a que se refieren las fracciones
anteriores, sin ponerlo en conocimiento del demandado”.

Ahora bien, en un juicio laboral se dicta laudo en el que se condena a la parte patronal al pago
de distintas prestaciones, cuya suma en cantidad líquida equivale a dos millones de pesos. Una
vez que dicha condena queda firme, el actor solicita que se ejecute el laudo; solicitud que se
acuerda de manera favorable por parte de la junta de trabajo. Durante la etapa de ejecución, se
traba embargo sobre dos bienes propiedad del patrón, a efecto de garantizar el pago de la
condena respectiva. En el avalúo correspondiente, se establece que los bienes tienen un valor de
quinientos mil pesos cada uno. Seguidos los demás trámites legales, se lleva a cabo la audiencia
de remate, en la que un tercero se adjudica los bienes por un valor de trescientos mil pesos cada
uno de ellos. Una vez adjudicados los bienes, el actor solicita a la junta laboral ampliación de
embargo, con el fin de obtener el pago de la diferencia entre la cantidad que se obtuvo en el
remate y a la que fue condenado el patrón. El presidente de la mencionada junta acuerda que no
ha lugar a proveer de conformidad lo solicitado, bajo el argumento de que si bien no había
prescrito la acción para pedir la ejecución del laudo, lo cierto era que al haberse celebrado la
audiencia de remate, había precluído el derecho del actor para pedir la ampliación de embargo;
inconforme con tal decisión, el actor interpone recurso de revisión, en el que se confirma lo
resuelto por el presidente de la junta. En contra de la interlocutoria que resolvió el recurso de
revisión, el trabajador promueve juicio de amparo indirecto. El juez de Distrito que conoce del
juicio concede la protección solicitada. Tal proceder del juez de Distrito es:

Correcto, pues el actor puede pedir la ampliación de embargo en cualquier tiempo, siempre y
cuando dicha ampliación se solicite antes de que prescriba la acción para ejecutar el laudo.

Justificación:
No. Registro: 188,836
Localización:
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIV, Septiembre de 2001
Página: 466
Tesis: 2a./J. 43/2001
Jurisprudencia
Materia(s): laboral

EMBARGO EN MATERIA LABORAL. EL ACTOR ESTÁ EN APTITUD DE SOLICITAR


SU AMPLIACIÓN EN CUALQUIER TIEMPO, SIEMPRE Y CUANDO NO PRESCRIBA
LA ACCIÓN PARA SOLICITAR LA EJECUCIÓN DEL LAUDO. El artículo 965 de la Ley
Federal del Trabajo dispone que la parte actora en el juicio laboral está en aptitud de pedir la
ampliación del embargo cuando no basten los bienes embargados para cubrir las cantidades por las
99
que se despachó ejecución, después de rendido el avalúo que de ellos se haga o en los casos en que
se promueva tercería. Por tanto, de la interpretación lógica y congruente de dicho precepto y
atendiendo al sistema proteccionista de la clase trabajadora que se halla inmerso en el artículo 123
constitucional y en la ley antes citada que lo reglamenta, necesariamente debe concluirse que el
derecho del trabajador para solicitar la ampliación del embargo, en el supuesto de que los
bienes embargados inicialmente sean insuficientes para cubrir el total de la condena, no
precluye con el remate y adjudicación de los mismos, sino que subsiste hasta en tanto se logre
el cumplimiento total del laudo, siempre y cuando no prescriba la acción para pedir su
ejecución, atendiendo a la jurisprudencia que lleva por rubro: "LAUDOS. PRESCRIPCIÓN DE LA
ACCIÓN DE EJECUCIÓN." (2a./J. 9/2000), ya que considerar lo contrario implicaría que se
coartara el derecho del trabajador a obtener el pago total de las prestaciones con que se vio
favorecido en el laudo.

Contradicción de tesis 38/2001-SS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Décimo Primer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Noveno Circuito. 12 de
septiembre de 2001. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano.
Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretario: José Manuel Quintero Montes.

Tesis de jurisprudencia 43/2001. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintiuno de septiembre de dos mil uno.

Nota: La tesis de jurisprudencia 2a./J. 9/2000 citada, aparece publicada en el Semanario Judicial de
la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XI, febrero de 2000, página 130.

100
61. En un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado el auto dictado por la
junta de conciliación y arbitraje, en el que, sin paralizar el procedimiento, se reservó acordar
la admisión y eventual desahogo de las pruebas ofrecidas por el actor ¿Cómo debe proceder el
juez de Distrito al recibir dicha demanda?

Debe desecharla, pues el acto reclamado no constituye una violación de imposible reparación
para los efectos de procedencia del juicio de amparo indirecto.

Justificación:
No. Registro: 190,278
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIII, Febrero de 2001
Página: 250
Tesis: 2a./J. 5/2001
Jurisprudencia
Materia(s): laboral

PRUEBAS EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL. EL AUTO QUE, SIN PARALIZAR EL


PROCEDIMIENTO, RESERVA ACORDAR SU ADMISIÓN Y SU EVENTUAL
DESAHOGO, NO CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN PROCESAL DE IMPOSIBLE
REPARACIÓN Y, POR TANTO, ES IMPUGNABLE EN AMPARO DIRECTO. El auto por el
que se reserva acordar sobre la admisión de pruebas en el procedimiento laboral es impugnable en
amparo directo, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 44, 46, 158 y 159, fracciones III y
XI, de la Ley de Amparo, en tanto que constituye un acto intraprocesal que no es irreparable, esto es,
de aquellos a los que se refiere el artículo 114, fracción IV, de la propia ley, ya que no infringe
derecho sustantivo constitucional alguno de manera directa e inmediata; y, desde diverso aspecto, el
efecto de la sentencia que llegara a conceder el amparo, tampoco sería el de destruir los elementos de
la acción que impidiera el pronunciamiento de un laudo. Lo anterior, con la salvedad relativa a que si
con la expedición del citado auto se llegara a paralizar el procedimiento laboral, en ese supuesto se
estaría en presencia de un acto de ejecución irreparable dentro del juicio, que afecta el derecho
sustantivo del gobernado previsto en el artículo 17 constitucional, ya que tal paralización impediría
la emisión del laudo correspondiente de manera pronta y, por tanto, se evitaría también que la
administración de justicia tuviera lugar en los plazos y términos que fija la ley laboral.

Contradicción de tesis 9/98. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Sexto en Materia de
Trabajo del Primer Circuito y Primero del Noveno Circuito. 30 de noviembre del año 2000. Cinco votos.
Ponente: José Vicente Aguinaco Alemán. Secretaria: María Antonieta del Carmen Torpey Cervantes.

Tesis de jurisprudencia 5/2001. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintiséis de enero de dos mil uno.

101
62. Lea los artículos 692 y 695 de la Ley Federal del Trabajo y enseguida conteste el problema
que se plantea: “Artículo 692. Las partes podrán comparecer a juicio en forma directa o por
conducto de apoderado legalmente autorizado.--- Tratándose de apoderado, la personalidad se
acreditará conforme a las siguientes reglas:--- I. Cuando el compareciente actúe como apoderado de
persona física, podrá hacerlo mediante poder notarial o carta poder firmada por el otorgante y ante
dos testigos, sin necesidad de ser ratificada ante la Junta;--- II. Cuando el apoderado actúe como
representante legal de persona moral, deberá exhibir el testimonio notarial respectivo que así lo
acredite;--- III. Cuando el compareciente actúe como apoderado de persona moral, podrá acreditar su
personalidad mediante testimonio notarial o carta poder otorgada ante dos testigos, previa
comprobación de que quien le otorga el poder está legalmente autorizado para ello; y--- IV. Los
representantes de los sindicatos acreditarán su personalidad con la certificación que les extienda la
Secretaría del Trabajo y Previsión Social, o la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, de haber
quedado registrada la directiva del Sindicato.”; “Artículo 695. Los representantes o apoderados
podrán acreditar su personalidad conforme a los lineamientos anteriores, en cada uno de los juicios
en que comparezcan, exhibiendo copia simple fotostática para su cotejo con el documento original o
certificado por autoridad, el cual les será devuelto de inmediato, quedando en autos la copia
debidamente certificada”.

Ahora bien, en un juicio laboral comparece una persona y solicita que se le reconozca el
carácter de apoderado de la parte demandada, en términos de una copia simple de un
testimonio notarial que exhibe en ese momento y manifiesta que en diverso juicio laboral,
radicado ante esa misma junta, se encuentra glosado el original del testimonio notarial
correspondiente, por lo que solicita su cotejo; sin embargo, la junta de trabajo desconoce la
personalidad del compareciente, bajo el argumento de que era obligación de éste exhibir el
original o copia certificada del testimonio notarial exhibido. En contra de tal determinación, la
parte demandada promovió juicio de amparo indirecto y expresó como concepto de violación
que para acreditar la personalidad basta con que se exhiba copia simple del documento que así
lo acredita y se señale el lugar en el que se encuentra el original para su debido cotejo. En este
caso ¿Cómo debe declararse el concepto de violación?

Infundado, pues si se exhibe la copia simple de un testimonio notarial en el que se acredita la


personalidad del apoderado del demandado, también debe exhibirse dicho testimonio (o
copia certificada de éste) para su cotejo y posterior devolución en cada uno de los juicios en
que pretenda actuar.

Justificación:
No. Registro: 191,251
Localización:
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XII, Septiembre de 2000
Página: 96
Tesis: 2a./J. 80/2000
Jurisprudencia
Materia(s): laboral
102
PERSONALIDAD DEL APODERADO O REPRESENTANTE EN EL JUICIO LABORAL,
DOCUMENTOS QUE OBLIGATORIAMENTE DEBEN EXHIBIRSE PARA ACREDITARLA.
Conforme a lo dispuesto en los artículos 692 y 695, contenidos en el capítulo II, del título catorce, de la
Ley Federal del Trabajo, quienes comparezcan por las partes contendientes en un juicio laboral, para
acreditar su personalidad deben exhibir en cada una de las controversias, el original o copia certificada
del mandato o poder; pueden asimismo exhibir copia fotostática simple de cualquiera de esos
documentos, para que una vez cotejada por la autoridad laboral, esta última se agregue a los autos para
constancia, lo que regula adecuada e íntegramente el aspecto jurídico de que se trata. De ahí que deba
desconocerse la personalidad del compareciente si al juicio se aporta solamente copia fotostática simple
del documento en donde consta la representación y, con fundamento en el artículo 798 del citado código
laboral, se solicita su cotejo con la copia certificada que obre en diverso expediente laboral. Ello es así,
porque en primer lugar la Junta no está facultada para acudir a diverso expediente de aquel en el cual se
actúa, puesto que la personalidad debe acreditarse en cada juicio y, tampoco tiene obligación de aplicar
en forma prácticamente supletoria, las disposiciones contenidas en el capítulo XII, del referido título
catorce de la ley en cita, dado que en él se regula un diverso aspecto del procedimiento laboral, como lo
es el ofrecimiento, admisión, desahogo y valoración de pruebas.

Contradicción de tesis 44/2000-SS. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado en
Materia de Trabajo del Primer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Primer
Circuito. 11 de agosto del año 2000. Cinco votos. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.
Secretario: Pablo Rabanal Arroyo.

Tesis de jurisprudencia 80/2000. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del dieciocho de agosto del año dos mil.

Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIV, septiembre de
2001, páginas 466 y 492, tesis por contradicción 2a./J. 37/2001 y 2a./J. 38/2001, con los rubros:
"PERSONALIDAD EN LOS JUICIOS LABORALES BUROCRÁTICOS. EL TITULAR DE UNA
DEPENDENCIA O ENTE OFICIAL PUEDE CONFERIR SU REPRESENTACIÓN PARA
COMPARECER EN UN JUICIO ESPECÍFICO O EN UN NÚMERO INDETERMINADO DE
ELLOS." y "PERSONALIDAD EN LOS JUICIOS LABORALES BUROCRÁTICOS. LA DEL
APODERADO DESIGNADO POR EL TITULAR DE UNA DEPENDENCIA O ENTE OFICIAL
SE ACREDITA MEDIANTE OFICIO, SIN NECESIDAD DE COMPROBAR EL
NOMBRAMIENTO DEL TITULAR QUE LO SUSCRIBE.", respectivamente.

103
63. Lea el artículo 743 de la Ley Federal del Trabajo y enseguida conteste el problema que se
plantea: “Artículo 743. La primera notificación personal se hará de conformidad con las normas
siguientes:--- I. El actuario se cerciorará de que la persona que deba ser notificada habita, trabaja o
tiene su domicilio en la casa o local, señalado en autos para hacer la notificación;--- II. Si está
presente el interesado o su representante, el actuario notificará, la resolución entregando copia de la
misma; si se trata de persona moral, el actuario se asegurará de que la persona con quien entiende la
diligencia es representante legal de aquélla.--- III. Si no está presente el interesado o su
representante, se le dejará citatorio para que lo espere al día siguiente, a una hora determinada;--- IV.
Si no obstante el citatorio, no está presente el interesado o su representante, la notificación se hará a
cualquier persona que se encuentre en la casa o local, y si estuvieren éstos cerrados, se fijará una
copia de la resolución en la puerta de entrada;--- V. Si en la casa o local designado para hacer la
notificación se negare el interesado, su representante o la persona con quien se entienda la diligencia,
a recibir la notificación, ésta se hará por instructivo que se fijará en la puerta de la misma,
adjuntando una copia de la resolución; y--- VI. En el caso del artículo 712 de esta Ley, el actuario se
cerciorará de que el local designado en autos, es aquel en que se prestan o se prestaron los
servicios.--- En todos los casos a que se refiere este artículo, el actuario asentará razón en autos,
señalando con claridad los elementos de convicción en que se apoye”.

Ahora bien, en un juicio de amparo indirecto el quejoso señala como acto reclamado la
diligencia de emplazamiento practicada en un juicio laboral. En sus conceptos de violación, el
peticionario del amparo señala que el acta en que consta la diligencia reclamada no se encuentra
debidamente circunstanciada, pues de su lectura se advierte que el actuario se limitó a señalar
que una vez que se constituyó en el domicilio del demandado lo atendió una persona, pero que
ésta se negó a dar su nombre; sin que en el acta respectiva el actuario hiciera constar las
características físicas de esa persona, tales como su edad, sexo, estatura, tez, entre otras; además
de que tampoco la interrogó sobre el porqué se encontraba en el domicilio del demandado. Las
autoridades responsables rindieron su informe justificado, en el que aceptaron la existencia del
acto reclamado; como apoyo a dicho informe remitieron copias certificadas del expediente
respectivo. El juez de Distrito que conoce del amparo, al analizar la constancia relativa al
emplazamiento reclamado, advierte que el actuario asentó la forma en cómo se cercioró de
actuar en el domicilio señalado como el del demandado; asimismo, que asentó que una vez
constituido en el domicilio, llamó a la puerta y fue atendido por una persona que se negó a dar su
nombre, pero que dicha persona le informó que el demandado sí vive en ese domicilio, pero que
en ese momento no se encontraba en el lugar. Por otra parte, el juez de Distrito también advierte
que es cierto lo aducido por el quejoso, pues el actuario no asentó en el acta las características
físicas de la persona que lo atendió, ni manifestó haberlo interrogado sobre el motivo de su
presencia en el domicilio. En tal supuesto, el juez de Distrito:

Debe negar la protección constitucional solicitada, pues si bien los actuarios se encuentran
obligados a asentar en el acta de emplazamiento ciertos datos que permitan apoyar su dicho,
ello no debe llevarse al extremo de exigir que se expresen las características físicas y demás
datos de identificación de la persona con la que entienden la diligencia.

Justificación:
No. Registro: 180,149
Localización:
104
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XX, Noviembre de 2004
Página: 68
Tesis: 2a./J. 162/2004
Jurisprudencia
Materia(s): laboral

EMPLAZAMIENTO A JUICIO EN MATERIA LABORAL. LOS ACTUARIOS ESTÁN


OBLIGADOS A ASENTAR EN EL ACTA RESPECTIVA, CIERTOS DATOS QUE
PERMITAN APOYAR SU DICHO, SIN LLEGAR AL EXTREMO DE EXPRESAR LAS
CARACTERÍSTICAS FÍSICAS, Y DEMÁS DATOS DE IDENTIFICACIÓN DE LA
PERSONA CON QUIEN SE ENTIENDE, SI ÉSTA SE NEGÓ A DAR SU NOMBRE Y A
DECIR POR QUÉ SE ENCUENTRA EN EL LUGAR. De conformidad con lo dispuesto en el
artículo 743 de la Ley Federal del Trabajo, basta que se encuentre en el domicilio alguna persona
que informe sobre la presencia o ausencia de la persona a quien ha de notificarse, y pueda confirmar
que en ese lugar habita o trabaja la persona buscada, sin que se le pueda obligar a dar su nombre o a
que se identifique, o a dar razón del porqué de su presencia en el domicilio, pues ninguna
disposición legal prevé dicha circunstancia. En esa virtud, el que el actuario exprese o no en su acta
determinadas características de la persona que lo atendió, no cambia la afirmación que hace en el
sentido de haber sido atendido o recibido por una persona, pues el hecho de que la última parte del
precepto legal que se analiza, obligue al actuario a señalar con claridad los elementos de convicción
en que se apoye, no llega al extremo de mencionar los rasgos físicos de la persona, ni su edad o sexo,
o cualquier otro dato, por lo que ha de bastar su afirmación en el sentido de que hubo alguien que le
proporcionó la información requerida, partiendo principalmente de la premisa de que está en el
domicilio correcto, como elemento esencial para la validez de la diligencia. Lo anterior es así, ya que
resultaría carente de sentido común la exigencia de la pormenorización de determinados elementos
de identificación de una persona, pues ante la fe pública de que está investido el actuario en el
ejercicio de sus funciones, difícil resulta pensar que pudieran desvirtuarse las características por éste
asentadas, cuando sean negadas por quien impugna la notificación, pues sería la prueba de hechos
negativos, es decir, que no existe una persona con tales características, a diferencia de las
circunstancias respecto de que se cercioró de ser el domicilio correcto, por ser una situación
objetivamente demostrable. Ello en el entendido de que nada le impide señalar cuantos datos estime
necesarios para apoyar su dicho respecto de la persona que lo atendió al practicar la diligencia, dado
que esa es una forma de corroborar, en su caso, la razón pormenorizada de su actuación.

Contradicción de tesis 71/2004-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo en
Materia de Trabajo del Tercer Circuito y el entonces Tercero del Cuarto Circuito, ahora Tercero en
Materia de Trabajo del Cuarto Circuito. 10 de septiembre de 2004. Cinco votos. Ponente: Genaro
David Góngora Pimentel. Secretaria: María Marcela Ramírez Cerrillo.

Tesis de jurisprudencia 162/2004. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintidós de octubre de dos mil cuatro.

105
64. Lea el artículo 52, fracción III, de la Ley del Gobierno y la Administración Pública
Municipal del Estado de Jalisco y enseguida conteste el problema que se plantea: "Artículo 52.
Son obligaciones del síndico: (…) III. Representar al Municipio en todas las controversias o litigios
en que éste sea parte, sin perjuicio de la facultad que tiene el Ayuntamiento para designar
apoderados o procuradores especiales."

Ahora bien, Armando Larrazolo Guzmán compareció ante el Tribunal de Arbitraje y Escalafón
del Estado de Jalisco a demandar del Ayuntamiento de la ciudad de Guadalajara la
reinstalación en la fuente de trabajo y el pago de horas extras. En la audiencia trifásica,
compareció el Licenciado Rafael Buitrón Sáenz, ostentándose como representante legal del
Ayuntamiento de Guadalajara, Jalisco. Para acreditar su carácter, exhibió una carta poder
otorgada por el Síndico del Ayuntamiento demandado. El actor promovió incidente de falta de
personalidad de quien se ostentó como apoderado de la demandada; incidencia que se declaró
infundada. En contra de lo resuelto en el incidente de falta de personalidad, el actor promovió
juicio de amparo indirecto y expresó como concepto de violación que el síndico carece de
facultades para otorgar el poder exhibido en autos. El juez de Distrito que conoció del juicio de
amparo declara infundado el referido concepto de violación. Tal determinación debe estimarse:

Incorrecta, ya que la facultad para designar apoderados es exclusiva del Ayuntamiento.

Justificación:
No. Registro: 177,143
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Septiembre de 2005. Página: 522. Tesis: 2a./J. 113/2005
Jurisprudencia. Materia(s): Administrativa

SÍNDICO. AL CARECER DE FACULTADES PARA DELEGAR LA REPRESENTACIÓN


LEGAL DEL AYUNTAMIENTO, NO PUEDE COMPARECER AL JUICIO LABORAL POR
CONDUCTO DE APODERADO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE JALISCO). De conformidad
con el artículo 52, fracción III, de la Ley del Gobierno y la Administración Pública Municipal del
Estado de Jalisco, el síndico debe representar al Municipio en todas las controversias o litigios en
que éste sea parte, y si bien es cierto que de acuerdo con el artículo 121 de la Ley para los Servidores
Públicos del Estado de Jalisco y sus Municipios, las partes podrán comparecer al juicio laboral
directamente o por conducto de apoderado legalmente autorizado, también lo es que el demandado
no es el síndico, por lo que no es parte en el juicio, sino el Ayuntamiento, de manera que es
precisamente aquél quien comparece en representación de éste, por estar legitimado y obligado a ello
o, en su caso, la comparecencia se hará por conducto de los apoderados designados por el propio
Ayuntamiento, toda vez que el referido artículo 52, fracción III dispone "sin perjuicio de la facultad
que tiene el Ayuntamiento para designar apoderados"; por lo que no puede inferirse que el síndico
tenga facultades para delegar la representación del Ayuntamiento en favor de otras personas; es
decir, en todo caso, corresponde al propio Ayuntamiento designar apoderados o procuradores
especiales que, además del síndico, puedan representarlo en las controversias en que aquél sea parte.

Contradicción de tesis 104/2005-SS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia de Trabajo del Tercer Circuito y el entonces Segundo Tribunal Colegiado del Tercer
106
Circuito. 19 de agosto de 2005. Cinco votos. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretaria:
María Marcela Ramírez Cerrillo.

Tesis de jurisprudencia 113/2005. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del dos de septiembre de dos mil cinco.

107
65. En un juicio laboral se condena a la parte patronal al pago de diversas prestaciones;
condena que queda firme luego de haberse hecho valer en su contra los medios de
impugnación correspondientes. Durante la etapa de ejecución de ese laudo, el patrón
condenado hace saber a la junta laboral que la empresa se encuentra en procedimiento de
concurso mercantil; por tanto, solicita que se declare que son preferentes para su cobro los
créditos generados a favor de los trabajadores exclusivamente respecto de los salarios
devengados en el último año, horas extras y salarios caídos, no así los relacionados con diversas
prestaciones; sin embargo, la referida solicitud es desechada de plano por el presidente de la
junta que conoce del juicio laboral. Inconforme con tal determinación, el patrón interpone
recurso de revisión, en el que la junta resuelve confirmar el auto dictado por el presidente. En
contra de lo resuelto en el recurso de revisión, el patrón promueve demanda de amparo
indirecto. Ahora bien, ¿qué debe acordar el juez de Distrito con relación a la mencionada
demanda?
La debe admitir a trámite, al no advertirse causa notoria y manifiesta de improcedencia.
Justificación:
No. Registro: 184,261
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVII, Mayo de 2003. Página: 257. Tesis: 2a./J. 18/2000. Jurisprudencia. Materia(s): laboral
TERCERÍA DE PREFERENCIA. NO LO ES LA SOLICITUD DEL PATRÓN ANTE LA JUNTA
PARA QUE SE DECLAREN EXIGIBLES, PREFERENTEMENTE, LOS CRÉDITOS DE LOS
TRABAJADORES CON LOS QUE TIENE UN CONFLICTO Y, POR TANTO, PROCEDE EL
AMPARO INDIRECTO EN SU CONTRA. La posibilidad de reclamar en amparo directo la resolución
en que se decide una tercería, se debe a que considera a ésta un verdadero juicio, porque supone una acción
de oposición ejercida por un tercero ajeno a la controversia, respecto de la propiedad de los bienes
embargados, o en cuanto a la preferencia de los créditos que deban cubrirse con el producto de aquéllos.
Ahora bien, la solicitud del patrón para que se declare que el crédito laboral que se generó a favor de los
trabajadores con los que mantiene un conflicto, le es exigible exclusivamente respecto de los salarios
devengados en el último año, horas extras y salarios caídos, con carácter preferente respecto de sus
acreedores y concursantes, no es una tercería de preferencia, porque el promovente no es ajeno a la
controversia laboral, sino parte en ella y, además, no persigue que se le pague preferentemente un crédito a
él. En consecuencia, la resolución que desecha esa solicitud no constituye una resolución culminatoria de
tercería. Esa solicitud tampoco se trata del procedimiento previsto en los artículos 979, 980 y 981 de la Ley
Federal del Trabajo, para sustanciar la solicitud de los trabajadores de que se prevenga a la autoridad
jurisdiccional o administrativa ante la que se tramiten juicios en los que se pretendan hacer efectivos
créditos en contra del patrón, para que, antes de llevar a cabo el remate o adjudicación de los bienes
embargados, notifique al solicitante, a fin de que estén en posibilidad de hacer valer sus derechos, porque el
patrón persigue limitar la preferencia del crédito de los trabajadores a esos conceptos. Más bien es el
planteamiento de una cuestión no regulada especialmente en la Ley Federal del Trabajo, que tiene alguna
relación con el carácter preferencial de los créditos de los trabajadores y no involucra a terceros. Por tanto,
la vía para impugnar su desechamiento es el amparo indirecto.
Contradicción de tesis 63/98. Entre las sustentadas por el Primero, Tercero, Quinto, Séptimo, Octavo
y Noveno Tribunales Colegiados en Materia de Trabajo del Primer Circuito y el sostenido por el

108
Sexto Tribunal Colegiado de la misma materia y circuito. 4 de febrero del año 2000. Cinco votos.
Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretaria: Lourdes Margarita García Galicia.- Tesis de
jurisprudencia 18/2000. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
once de febrero del año dos mil.
Nota: En términos de la resolución de treinta de abril de dos mil tres, pronunciada por la Segunda Sala
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el expediente de aclaración de la tesis jurisprudencial
2a./J. 18/2000, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo
XI, marzo de 2000, página 340, se publica nuevamente la jurisprudencia citada.

109
66. Lea el artículo 849 de la Ley Federal del Trabajo y enseguida conteste el problema que se
plantea: “Artículo 849. Contra actos de los presidentes, actuarios o funcionarios, legalmente
habilitados, en ejecución de los laudos, convenios, de las resoluciones que ponen fin a las tercerías y
de los dictados en las providencias cautelares, procede la revisión”.
Ahora bien, en un juicio laboral se dicta laudo en el que se condena al patrón al pago de
diversas prestaciones; laudo que queda firme ante la falta de impugnación de las partes.
Transcurrido un término considerable sin que se haya cumplido el laudo, el trabajador solicita
que se abra la fase de ejecución, por lo que pide se dicte auto de requerimiento y embargo. El
presidente de la junta de trabajo determina que no ha lugar a proveer de conformidad lo
solicitado, pues la acción para ejecutar el laudo se encuentra prescrita, al haber transcurrido
más de dos años desde la fecha en que se notificó el mencionado laudo a las partes y aquella en
que se solicita su ejecución. En contra de ese auto, el trabajador promueve demanda de
amparo indirecto, la que se admite a trámite. Al rendir su informe justificado, la autoridad
responsable acepta la existencia del acto reclamado y hace valer como causa de improcedencia
que en contra del auto que constituye el acto reclamado procedía el recurso de revisión
previsto en el artículo 849 de la Ley Federal del Trabajo. El juez de Distrito que conoce del
amparo considera que sí se actualiza la causa de improcedencia invocada por la responsable;
en consecuencia, sobresee en el juicio de garantías. Tal proceder del juez de Distrito es:
Correcto, pues efectivamente en contra del acto reclamado procedía el recurso de revisión
previsto en el artículo 849 de la Ley Federal del Trabajo, por ser un auto dictado por el
presidente de la junta durante la fase de ejecución de un laudo.
Justificación:
No. Registro: 186,133
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVI, Agosto de 2002. Página: 374. Tesis: 2a./J. 95/2002
Jurisprudencia. Materia(s): laboral
REVISIÓN EN EL JUICIO LABORAL. PROCEDE EN CONTRA DEL AUTO DICTADO
POR EL PRESIDENTE DE LA JUNTA DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE EN LA
ETAPA DE EJECUCIÓN DEL LAUDO, EN EL QUE RESUELVE SOBRE LA
PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN PARA EJECUTARLO, POR LO QUE DEBE
AGOTARSE PREVIAMENTE A LA PROMOCIÓN DEL JUICIO DE AMPARO. El artículo
849 de la Ley Federal del Trabajo establece la procedencia del recurso de revisión en contra de los
actos emitidos por los presidentes, actuarios o funcionarios legalmente habilitados, en los supuestos
de ejecución de los laudos, convenios y resoluciones que ponen fin a las tercerías; así como en
contra de los dictados en las providencias cautelares. Ahora bien, si el acto reclamado consiste en la
resolución dictada por el presidente de una Junta de Conciliación y Arbitraje, en la etapa de
ejecución del laudo, por la cual resuelve sobre la prescripción de la acción para ejecutarlo, es
necesario que antes de la promoción del juicio de amparo se agote el recurso de revisión previsto en
el citado precepto, toda vez que dicho acto fue emitido dentro del procedimiento de ejecución, como
lo señalan los dispositivos 617 y 618 de la referida ley, pues a través de ese medio de impugnación
podrá revocarse, modificarse o anularse tal acto presidencial y, con ello, cumplir con el principio de

110
definitividad que rige la procedencia del juicio de garantías, como deriva de lo establecido en la
fracción XIII del artículo 73 de la Ley de Amparo.
Contradicción de tesis 57/2002-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero del
Octavo Circuito, Segundo del Décimo Cuarto Circuito y Primero en Materias Administrativa y de
Trabajo del Séptimo Circuito. 9 de agosto de 2002. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre
Anguiano. Secretario: Guillermo Becerra Castellanos.- Tesis de jurisprudencia 95/2002. Aprobada
por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del veintitrés de agosto de dos mil dos.

111
67. En un juicio laboral, el actor demanda del Instituto Mexicano del Seguro Social el
reconocimiento de que padece diversas enfermedades de trabajo, que le producen una
incapacidad parcial permanente; y como consecuencia de ello, demanda el pago de la pensión
respectiva. Al contestar la demanda, el instituto demandado señala que debe ser llamado al
juicio laboral, como tercero interesado, el patrón del obrero, pues el laudo que llegue a
dictarse le podría parar perjuicio, ya que de resultar procedente la acción intentada, se
incrementaría la prima por riesgo de trabajo. La junta laboral que conoce del juicio determina
que no ha lugar a llamar al referido patrón. El Instituto Mexicano del Seguro Social promueve
demanda de amparo indirecto en contra de esa determinación ¿Cómo debe proceder el juez de
Distrito que conozca de la referida demanda de garantías?

Debe desecharla de plano, pues el acto reclamado constituye una violación procesal que
solamente puede ser reclamada en el juicio de amparo directo que llegue a promoverse en
contra del laudo.

Justificación:
No. Registro: 191,472
Jurisprudencia. Materia(s): Laboral
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XII, Agosto de 2000. Tesis: 2a./J. 63/2000. Página: 309

TERCERO INTERESADO EN EL PROCESO LABORAL. EL AUTO QUE DECLARA NO


HABER LUGAR A LLAMAR A JUICIO A QUIEN LAS PARTES SEÑALAN CON TAL
CARÁCTER SÓLO PUEDE RECLAMARSE POR ALGUNA DE ELLAS EN EL AMPARO
DIRECTO QUE, EN SU CASO, PROMUEVAN CONTRA EL LAUDO. De la interpretación
sistemática de lo dispuesto en los artículos 107, fracción III, de la Constitución Federal y 114,
fracción IV, y 158 a 161 de la Ley de Amparo, se desprende que tratándose de actos dentro de juicio,
como son las violaciones procesales, por regla general, son impugnables en el amparo directo que se
promueva en contra de la sentencia definitiva o laudo y, por excepción, en el amparo indirecto
cuando esas violaciones revistan una ejecución irreparable, esto es cuando afectan de manera directa
e inmediata los derechos sustantivos del quejoso. La negativa de la Junta a llamar al presunto tercero
interesado designado por alguna de las partes con apoyo en el artículo 690 de la Ley Federal del
Trabajo, no constituye la afectación directa e inmediata a derechos sustantivos, ni tampoco tiene una
ejecución tan grave o de efectos exorbitantes que objetivamente analizada amerite sujetarla al
control constitucional inmediato sin esperar a que se dicte el laudo en contra del cual procede el
amparo directo, toda vez que sólo puede implicar la infracción de derechos adjetivos, lo que
únicamente produce efectos dentro del procedimiento, los cuales pueden ser reparados, sin
afectación para las partes, como consecuencia del cumplimiento que, en su caso, la autoridad
responsable tenga que dar a la sentencia de amparo directo, en la que, de ser necesario, procedería
otorgar la protección constitucional para el efecto de que se deje insubsistente el laudo reclamado y
se ordene la reposición del procedimiento para llamar a juicio a las personas mencionadas y resolver
lo que en derecho proceda.

Contradicción de tesis 15/2000-SS. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado en Materia de
Trabajo del Tercer Circuito (actualmente Primer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del
112
Tercer Circuito) y el Primer Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y de Trabajo del
Séptimo Circuito. 16 de junio del año 2000. Cinco votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón.
Secretario: José Francisco Cilia López.

Tesis de jurisprudencia 63/2000. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
pública del dieciséis de junio del año dos mil.

113
68. Lea el artículo 164, fracción I, del Código Administrativo del Estado de Chihuahua y
enseguida conteste el problema que se plantea: "Artículo 164. El Tribunal de Arbitraje del Estado
será competente:--- I. Para resolver en revisión los conflictos individuales que se susciten entre la
administración o sus representantes y sus trabajadores."

Ahora bien, la Junta Arbitral para los Trabajadores al Servicio del Estado de Chihuahua
emite laudo en el que condena a la Secretaría de Finanzas y Administración del Poder
Ejecutivo de esa entidad federativa a pagar a favor de un trabajador las cantidades que
resulten por concepto de vacaciones, prima vacacional y tiempo extra laborado durante los
años dos mil cinco y dos mil seis. Una vez que el laudo queda firme, el actor solicita a la
mencionada junta la apertura de un incidente de liquidación, en virtud de que las prestaciones
a que fue condenada la demandada no fueron calculadas en el laudo. La mencionada junta
desecha de plano el incidente. En contra de tal determinación, el obrero promueve demanda de
amparo indirecto, la que se admite a trámite. Al rendir su informe justificado, la autoridad
responsable acepta la existencia del acto reclamado, pero señala que en su contra debió
hacerse valer el recurso de revisión ante el Tribunal de Arbitraje del Estado, por lo que el
juicio de amparo debe sobreseerse. El juez de Distrito, al dictar sentencia, estima que sí se
actualiza la referida causa de improcedencia y sobresee en el juicio. El actuar del juez de
Distrito debe estimarse:

Incorrecto, pues el auto que desechó el incidente de liquidación de laudo se emitió con
posterioridad a la resolución de fondo, por lo que no puede considerarse un conflicto
individual de los previstos en el artículo 164, fracción I, del Código Administrativo del
Estado de Chihuahua.

Justificación:
No. Registro: 184,483
Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVII, Abril de 2003
Tesis: 2a./J. 28/2003
Página: 192

INCIDENTE DE LIQUIDACIÓN DE LAUDO. EN CONTRA DE LA INTERLOCUTORIA QUE


LO RESUELVE, O DEL ACUERDO QUE LO DESECHA, NO PROCEDE EL RECURSO DE
REVISIÓN PREVISTO EN EL ARTÍCULO 164, FRACCIÓN I, DEL CÓDIGO
ADMINISTRATIVO DEL ESTADO DE CHIHUAHUA. De la interpretación literal de dicho
precepto, se advierte que el legislador estatal otorgó competencia al Tribunal de Arbitraje de esa
entidad federativa para resolver en revisión los conflictos individuales que se susciten entre la
administración o sus representantes y sus trabajadores, de donde se sigue que la procedencia de ese
recurso se refiere a las controversias de naturaleza laboral que tramita y resuelve en primera
instancia una Junta Arbitral, es decir, a los conflictos individuales de trabajo que, por lógica, para ser
revisados deben ser concluidos. En ese tenor, el referido recurso no procede en contra de la
114
interlocutoria que resuelve o el acuerdo que desecha un incidente de liquidación de laudo, por
ser posterior a la resolución de fondo y no constituir un conflicto individual a los que alude el
numeral citado. Lo anterior es así, porque si en el título cuarto del código administrativo citado, que
se refiere a las relaciones del Estado con sus trabajadores, incluido el capítulo séptimo que alude al
procedimiento laboral, el legislador no incluyó norma alguna que establezca de manera específica la
procedencia del recurso de revisión contra determinadas resoluciones, y la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación sostuvo en la contradicción de tesis 138/2002, el criterio de
que el silencio del legislador implica que el citado recurso de revisión no procede contra
resoluciones intermedias o actos intraprocesales, en razón de que se verían afectados los fines de un
proceso predominantemente oral que se rige por los principios de mayor economía, concentración y
sencillez, pues ese tipo de determinaciones no constituyen el conflicto individual a que alude el
referido artículo 164, fracción I, es indudable que, por igualdad de razón, tampoco procede el
mencionado recurso en contra de la resolución que decide o el acuerdo que desecha un incidente de
liquidación de laudo, a pesar de que sea posterior a la resolución de fondo, pues no sería lógico ni
jurídico estimar que una norma de competencia, como lo es el artículo últimamente citado,
establezca la procedencia genérica del recurso de revisión contra todo tipo de resoluciones, cuando
por razones de seguridad jurídica deben fijarse normas de procedencia específica, de modo que si
ello no acontece, el juzgador no puede sustituir al legislador estatal en la determinación de
procedencia del recurso, pues la interpretación extensiva de la norma afectaría los principios
procesales de un juicio predominantemente oral, sin que exista necesidad de acudir a la figura
jurídica de la supletoriedad que prevé el artículo 77 del código invocado, porque ésta sólo opera
tratándose de omisiones o vacíos legislativos, mas no respecto de situaciones que el legislador no
tuvo intención de establecer.

Contradicción de tesis 1/2003-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Segundo del Décimo Séptimo Circuito. 28 de marzo de 2003. Mayoría de tres votos. Disidentes:
Juan Díaz Romero y Genaro David Góngora Pimentel. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.
Secretario: Marco Antonio Cepeda Anaya.

Tesis de jurisprudencia 28/2003. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del cuatro de abril de dos mil tres.

Nota: La contradicción de tesis citada aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y


su Gaceta, Novena Época, Tomo XVII, marzo de 2003, página 303, de la cual derivó la tesis 2a./J.
13/2003, de rubro: "PERSONALIDAD EN JUICIO LABORAL BUROCRÁTICO. EN CONTRA
DE LA RESOLUCIÓN QUE DIRIME ESA CUESTIÓN, PREVIAMENTE AL FONDO, NO
PROCEDE EL RECURSO DE REVISIÓN QUE PREVÉ EL ARTÍCULO 164, FRACCIÓN I, DEL
CÓDIGO ADMINISTRATIVO DEL ESTADO DE CHIHUAHUA.", que aparece en la página 302,
de la misma publicación.

115
69. Lea el artículo 164, fracción I, del Código Administrativo del Estado de Chihuahua y
enseguida conteste el problema que se plantea: "Artículo 164. El Tribunal de Arbitraje del Estado
será competente:--- I. Para resolver en revisión los conflictos individuales que se susciten entre la
administración o sus representantes y sus trabajadores."

Ahora bien, en una demanda se reclaman al Gobernador Constitucional del Estado de


Chihuahua y al Poder Ejecutivo de esa entidad federativa distintas prestaciones de carácter
laboral. La demanda es contestada por una persona que se ostenta como apoderado de los
demandados. El actor promueve incidente de falta de personalidad del compareciente;
incidencia que declara infundada la Junta Arbitral que conoce del juicio laboral burocrático.
En contra de tal determinación, el actor promueve demanda de amparo indirecto, la que se
admite a trámite. Al rendir su informe justificado, la autoridad responsable acepta la
existencia del acto reclamado, pero señala que en contra de lo resuelto en el incidente de falta
de personalidad el actor debió hacer valer el recurso de revisión ante el Tribunal de Arbitraje
del Estado, por lo que el juicio de amparo debe sobreseerse. El juez de Distrito, al dictar
sentencia, estima que sí se actualiza la referida causa de improcedencia y sobresee en el juicio.
El actuar del juez de Distrito debe estimarse:

Incorrecto, pues la interlocutoria que resuelve el incidente de falta de personalidad no puede


considerarse un conflicto individual de los previstos en el artículo 164, fracción I, del Código
Administrativo del Estado de Chihuahua.

Justificación:
No. Registro: 184,604
Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVII, Marzo de 2003
Tesis: 2a./J. 13/2003
Página: 302

PERSONALIDAD EN EL JUICIO LABORAL BUROCRÁTICO. EN CONTRA DE LA


RESOLUCIÓN QUE DIRIME ESA CUESTIÓN, PREVIAMENTE AL FONDO, NO PROCEDE
EL RECURSO DE REVISIÓN QUE PREVÉ EL ARTÍCULO 164, FRACCIÓN I, DEL CÓDIGO
ADMINISTRATIVO DEL ESTADO DE CHIHUAHUA. De la interpretación literal de dicho
precepto, se advierte que el legislador estatal otorgó competencia al Tribunal de Arbitraje de esa
entidad federativa para resolver en revisión los conflictos individuales que se susciten entre la
administración o sus representantes y sus trabajadores, de donde se sigue que la procedencia de ese
recurso se refiere a las controversias de naturaleza laboral que tramita y resuelve en primera
instancia una Junta arbitral, es decir, a los conflictos individuales de trabajo que, por lógica, para ser
revisados deben ser concluidos, por lo que dicho recurso no procede en contra de la resolución
interlocutoria que decide sobre la personalidad de una de las partes en el juicio laboral burocrático,
en virtud de que no constituye un conflicto individual a los que alude el numeral citado. Además, por
las características del proceso laboral que regula el Código Administrativo del Estado de Chihuahua,
116
el cual es predominantemente oral, no es posible considerar que el legislador haya tenido la
intención de hacer procedente el recurso de revisión en contra de aquella resolución, ya que por la
naturaleza de ese proceso, se restringe el empleo de medios impugnativos para combatir resoluciones
intermedias, a fin de lograr su mayor economía, concentración y sencillez, tan es así, que la regla
general es que cualquier incidencia que se presente durante la sustanciación del juicio, debe ser
resuelta de plano en la misma audiencia que concluye con el fallo definitivo, de tal modo que sólo
éste sea el que, en su caso, justifique la procedencia del recurso de revisión, sin que exista necesidad
de acudir a la figura jurídica de la supletoriedad de leyes, porque ésta sólo opera tratándose de
omisiones o vacíos legislativos, mas no respecto de situaciones que el legislador no tuvo intención
de establecer.

Contradicción de tesis 138/2002-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Segundo del Décimo Séptimo Circuito. 14 de febrero de 2003. Mayoría de tres votos. Disidentes:
Juan Díaz Romero y Genaro David Góngora Pimentel. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.
Secretario: Marco Antonio Cepeda Anaya.

Tesis de jurisprudencia 13/2003. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintiuno de febrero de dos mil tres.

117
70. Lea los artículos 920 y 923 de la Ley Federal del Trabajo y enseguida conteste el problema
que se plantea: “Artículo 920. El procedimiento de huelga se iniciará mediante la presentación del
pliego de peticiones, que deberá reunir los requisitos siguientes:--- I. Se dirigirá por escrito al patrón y
en él se formularán las peticiones, anunciarán el propósito de ir a la huelga si no son satisfechas,
expresarán concretamente el objeto de la misma y señalarán el día y hora en que se suspenderán las
labores, o el término de prehuelga;--- II. Se presentará por duplicado a la Junta de Conciliación y
Arbitraje. Si la empresa o establecimiento están ubicados en lugar distinto al en que resida la Junta, el
escrito podrá presentarse a la autoridad del trabajo más próxima o a la autoridad política de mayor
jerarquía del lugar de ubicación de la empresa o establecimiento. La autoridad que haga el
emplazamiento remitirá el expediente, dentro de las veinticuatro horas siguientes, a la Junta de
Conciliación y Arbitraje; y avisará telegráfica o telefónicamente al Presidente de la Junta.--- III. El
aviso para la suspensión de las labores deberá darse, por lo menos, con seis días de anticipación a la
fecha señalada para suspender el trabajo y con diez días de anticipación cuando se trate de servicios
públicos, observándose las disposiciones legales de esta Ley. El término se contará a partir del día y
hora en que el patrón quede notificado.”; “Artículo 923. No se dará trámite al escrito de
emplazamiento de huelga cuando éste no sea formulado conforme a los requisitos del artículo 920 o
sea presentado por un sindicato que no sea el titular del contrato colectivo de trabajo, o el
administrador del contrato ley, o cuando se pretenda exigir la firma de un contrato colectivo, no
obstante existir ya uno depositado en la Junta de Conciliación y Arbitraje competente. El Presidente de
la Junta, antes de iniciar el trámite de cualquier emplazamiento a huelga, deberá cerciorarse de lo
anterior, ordenar la certificación correspondiente y notificarle por escrito la resolución al promovente”.
Ahora bien, un sindicato de trabajadores transportistas del Estado de Sonora presenta ante la
Junta Local de Conciliación y Arbitraje de esa entidad federativa una solicitud de
emplazamiento a huelga a tres empresas, cuyo giro es el transporte público. Del pliego de
peticiones respectivo, se desprende que el sindicato solicita que las empresas cuyo
emplazamiento solicita firmen un contrato colectivo de trabajo con los obreros. Al recibir la
solicitud, la junta de trabajo requiere a los promoventes para que en el término de tres días
acrediten que los trabajadores que prestan sus servicios en las empresas cuyo emplazamiento a
huelga se solicita son afiliados del sindicato solicitante, apercibidos que de no hacerlo, el
expediente se archivará; transcurrido el término concedido, sin que el sindicato solicitante
haya dado cumplimiento a lo ordenado, se ordena el archivo del expediente. En contra de tal
determinación, el sindicato de trabajadores transportistas promueve juicio de amparo
indirecto. El juez de Distrito que conoce del amparo concede la protección constitucional
solicitada. La resolución dictada en el juicio de amparo es:

Correcta, pues dentro de los requisitos para dar trámite a la solicitud de emplazamiento a
huelga con el fin de que se firme un contrato colectivo de trabajo no se encuentra que el
sindicato solicitante demuestre que los trabajadores que prestan sus servicios en las empresas
cuyo emplazamiento se pide sean sus afiliados.
Justificación:
No. Registro: 184,642
Jurisprudencia. Materia(s): Laboral
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

118
XVII, Marzo de 2003. Tesis: 2a./J. 15/2003. Página: 244
HUELGA. CUANDO SE SOLICITA LA FIRMA DE UN CONTRATO COLECTIVO DE
TRABAJO, LA AUTORIDAD CORRESPONDIENTE NO DEBE CONDICIONAR EL
EMPLAZAMIENTO A QUE EL SINDICATO ACREDITE QUE LOS TRABAJADORES DE LA
PATRONAL SON SUS AFILIADOS, SINO ATENERSE A LO ESTABLECIDO EN LOS
ARTÍCULOS 920 Y 923 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO. El artículo 920 de la Ley
Federal del Trabajo establece que el procedimiento de huelga se inicia con la presentación del pliego
de peticiones, señalando los requisitos que debe reunir y precisando la actuación que corresponde a
la autoridad que debe hacer el emplazamiento. Por su parte, el artículo 923 de la propia Ley dispone
que la autoridad de trabajo no dará trámite al escrito de emplazamiento de huelga cuando éste no sea
formulado conforme a los requisitos señalados en el indicado artículo 920, ni cuando sea presentado
por un sindicato que no sea titular del contrato colectivo de trabajo o administrador del contrato ley,
ni tampoco cuando se pretenda exigir la firma de un contrato colectivo si ya existe uno depositado en
la Junta de Conciliación y Arbitraje competente, eventos que deberá verificar la autoridad antes de
realizar el emplazamiento. Salvo los requisitos y prevenciones mencionados, la citada Ley no exige
más requisitos para que proceda el emplazamiento, por lo que las autoridades correspondientes no
están facultadas para requerir a un sindicato, cuando solicita la firma de un contrato colectivo de
trabajo mediante emplazamiento a huelga, que acredite que los trabajadores que pretenden emplazar
a huelga están afiliados a dicho sindicato, que proporcione los nombres de los trabajadores que están
en servicio y que lo justifique con documentos idóneos, pues ello va más allá de lo que la Ley
establece; en todo caso, estas condiciones no corresponde imponerlas a la autoridad que aquí no
interviene como órgano jurisdiccional, sino que son defensas que toca oponer al patrón cuando
contesta el pliego de peticiones o la solicitud que realice sobre la declaración de inexistencia de
huelga, de conformidad con los artículos 922, 926, 927, 929, 930, 931 y 932 de la Ley citada.

Contradicción de tesis 121/2002-SS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia de Trabajo del Tercer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Circuito. 7 de
febrero de 2003. Mayoría de tres votos. Ausente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Disidente: Sergio
Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretaria: María Marcela
Ramírez Cerrillo.

Tesis de jurisprudencia 15/2003. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintiuno de febrero de dos mil tres.

119
71. Un grupo de personas que se ostentan como fabricantes de calzado comparecen ante la
Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Estado de Guanajuato, con el fin de registrarse
como sindicato de patrones. La junta laboral les niega el referido registro, bajo el argumento
de que ninguno de los solicitantes demostró tener el carácter de patrón. En contra de tal
determinación, el grupo de solicitantes promueve demanda de amparo indirecto y hacen valer
como concepto de violación que la Ley Federal del Trabajo no exige que se acredite la calidad
de patrones de quienes intentan registrar un sindicato, por lo que es ilegal lo resuelto por la
responsable. En este caso ¿Cómo debe calificarse el referido concepto de violación?

Infundado, pues si de conformidad con lo dispuesto en la Constitución Política de los Estados


Unidos Mexicanos y en la Ley Federal del Trabajo los sindicatos solamente pueden
conformarse por trabajadores o patrones, debe exigirse a quienes soliciten el registro de un
sindicato que acrediten tener esas calidades; de lo contrario, se permitiría que cualquier grupo
de personas formara un sindicato.

Justificación:
No. Registro: 181,431
Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIX, Mayo de 2004
Tesis: 2a./J. 56/2004
Página: 595

SINDICATOS. SÓLO PUEDEN CONSTITUIRSE POR TRABAJADORES EN ACTIVO O POR


PATRONES, Y PARA EFECTOS DE SU REGISTRO DEBE DEMOSTRARSE LA CALIDAD
DE SUS AGREMIADOS. De los artículos 123, apartado A, fracción XVI, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos; 8o. y 10 de la Ley Federal del Trabajo, que definen los
conceptos de trabajador y patrón, así como 356, 357, 360, 361 y 364 de esta última legislación,
deriva que la representación de los sindicatos de obreros o de patrones debe ser real y auténtica,
respecto de los intereses cuyo estudio, mejoramiento o defensa se pretende, por lo que los sindicatos
sólo pueden constituirse, según sea el caso, por trabajadores en activo o patrones, pues considerar lo
contrario, llevaría al extremo de hacer posible que cualquier grupo de personas integrado por el
número mínimo de miembros previsto en el último numeral citado, pueda constituir un sindicato de
obreros o de empresarios, sin tener ese carácter, lo que se traduciría en la imposibilidad de cumplir
real y efectivamente con la finalidad que orienta el nacimiento de esas agrupaciones, razón por la
que para efectos del registro de las citadas agrupaciones ante la autoridad de trabajo correspondiente,
debe acreditarse, como presupuesto necesario, que los agremiados del sindicato que se pretende
registrar, efectivamente tengan el carácter de trabajadores o de patrones, según sea el caso, además
de cumplir con los requisitos impuestos por el diverso artículo 365 de la referida ley obrera.

Contradicción de tesis 172/2003-SS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia de Trabajo del Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito. 2

120
de abril de 2004. Cinco votos. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretario: José de Jesús
Murrieta López.

Tesis de jurisprudencia 56/2004. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintitrés de abril de dos mil cuatro.

121
72. En una demanda laboral presentada ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del
Estado de Veracruz, se demanda del organismo descentralizado denominado Comisión Estatal
del Agua y Saneamiento de esa entidad federativa el pago de diversas prestaciones de carácter
laboral. La mencionada junta admite a trámite la demandada. Al contestar la demanda, el
organismo descentralizado plantea incidente de incompetencia, bajo el argumento de que la
autoridad competente para conocer de ese juicio es el Tribunal Estatal de Conciliación y
Arbitraje; incidente que se declara infundado. En contra de lo resuelto en el incidente, el
organismo demandado promueve juicio de amparo indirecto y expone como concepto de
violación, que al ser la demandada un organismo descentralizado se surte la competencia del
Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje y no de la junta responsable, de ahí que sea ilegal
el acto reclamado. El juez de Distrito que conoce del juicio de amparo declara infundado el
referido concepto de violación. Tal determinación del juez de Distrito es:

Correcta, pues es criterio reiterado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que los
organismos descentralizados no forman parte de los poderes de los Estados; en consecuencia,
no se surte la competencia a favor del Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje.

Justificación:
No. Registro: 185,430
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVI, Diciembre de 2002. Página: 237. Tesis: 2a./J. 137/2002
Jurisprudencia. Materia(s): laboral

COMPETENCIA LABORAL. CORRESPONDE A LA JUNTA LOCAL DE CONCILIACIÓN


Y ARBITRAJE CONOCER DE LOS CONFLICTOS LABORALES QUE SURJAN ENTRE
LOS ORGANISMOS DESCENTRALIZADOS DEL ESTADO DE VERACRUZ Y SUS
TRABAJADORES. El Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación estableció en la tesis P.
XXV/98, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo VII,
abril de 1998, página 122, que, en atención a lo sostenido en jurisprudencia firme, los organismos
descentralizados no forman parte del Poder Ejecutivo y, en esa virtud, las relaciones laborales de los
organismos de carácter local con sus trabajadores escapan a las facultades reglamentarias de las
Legislaturas Locales; asimismo, en la diversa tesis P. XXVI/98, publicada en la página 117 del
referido Tomo, sostuvo que conforme a lo dispuesto en los artículos 116, fracción VI, y 123, apartado
B, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los Poderes Legislativos de cada
entidad federativa sólo pueden expedir las leyes que rijan las relaciones de trabajo entre los Poderes
Locales y sus empleados, pues de comprender a otros sujetos, las disposiciones respectivas resultarían
inconstitucionales. Por tanto, toda vez que las relaciones laborales entre los organismos
descentralizados del Estado de Veracruz y sus trabajadores se rigen por el apartado A del artículo 123
de la Constitución Federal, con independencia de lo que establezcan la Constitución y los
ordenamientos secundarios del Estado mencionado, así como los decretos de creación de aquéllos, la
competencia para conocer de los conflictos laborales que surjan entre los citados organismos y sus
trabajadores corresponde a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Estado de Veracruz y no al
Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje de dicha entidad.

122
Contradicción de tesis 115/2002-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Segundo en Materias Administrativa y de Trabajo del Séptimo Circuito. 15 de noviembre de 2002.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: Mariano Azuela
Güitrón. Secretaria: María Estela Ferrer Mac Gregor Poisot.

Tesis de jurisprudencia 137/2002. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintidós de noviembre de dos mil dos.

Nota: Las tesis P. XXV/98 y P. XXVI/98 citadas, aparecen publicadas con los rubros:
"ORGANISMOS DESCENTRALIZADOS DE CARÁCTER LOCAL. SUS RELACIONES
LABORALES SE RIGEN POR EL APARTADO A DEL ARTÍCULO 123 CONSTITUCIONAL."
y "LEYES DEL TRABAJO. LAS LEGISLATURAS LOCALES SÓLO PUEDEN EXPEDIR
LEYES REGLAMENTARIAS DEL APARTADO B DEL ARTÍCULO 123 CONSTITUCIONAL.",
respectivamente.

123
73. En un juicio de amparo indirecto en materia laboral, el quejoso señala como acto
reclamado la interlocutoria dictada por la junta laboral, mediante la cual declaró infundado el
incidente de falta de personalidad de quien se ostentó como apoderado de la parte actora. Al
rendir informe justificado, la autoridad responsable acepta la existencia del acto reclamado y
remite copias certificadas del expediente laboral respectivo. El quejoso manifiesta en uno de
sus conceptos de violación que durante el incidente de referencia la junta responsable desechó
indebidamente una prueba pericial ofrecida por su parte con el fin de acreditar que la firma
que obraba en la carta poder exhibida por el supuesto apoderado del actor era falsa. Al revisar
el expediente, el juez de Distrito advierte que si bien en las copias certificadas obra copia del
escrito de ofrecimiento de la citada prueba, lo cierto es que dentro de las constancias remitidas
por la responsable no obra copia del mencionado acuerdo, ya que las referidas copias se
encuentran incompletas. No obstante lo anterior, el juez de Distrito celebra la audiencia
constitucional y dicta sentencia en la que declara inoperante el referido concepto de violación.
Tal proceder del juez de Distrito es:

Incorrecto, pues de conformidad con el artículo 78 de la Ley de Amparo, el juez de Distrito


estaba obligado a recabar de manera oficiosa la constancia relativa al acuerdo en que se
desechó la prueba.
Justificación:
No. Registro: 199,446
Jurisprudencia. Materia(s): Laboral, Común
Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
V, Febrero de 1997. Tesis: P./J. 18/97. Página: 5

ACTUACIONES PROCESALES EN EL JUICIO DE AMPARO EN MATERIA LABORAL.


CORRESPONDE AL JUEZ DE DISTRITO RECABARLAS OFICIOSAMENTE CUANDO LAS
ESTIME NECESARIAS PARA RESOLVER SOBRE LA CONSTITUCIONALIDAD DEL ACTO
RECLAMADO. De conformidad con lo dispuesto por el último párrafo del artículo 78 de la Ley de
Amparo, el Juez de Distrito deberá recabar oficiosamente pruebas que, habiendo sido rendidas ante
la responsable, no obren en autos y estime necesarias para la resolución del asunto. De acuerdo con
esta regla y atendiendo a la necesidad de encontrar la verdad material sobre la formal que tuvo en
cuenta el legislador, debe estimarse que la misma obligación subsiste cuando el acto reclamado lo
constituye una actuación procesal, pues esa circunstancia justifica la necesidad de que el juzgador
tenga a la vista todas las actuaciones que considere necesarias para resolver sobre la legal actuación
de la autoridad responsable, pues de estimar lo contrario, no podría alcanzarse la equidad y justicia
que encierra el precepto citado, que constituyen principios que deben cumplirse cuando se juzgan
cuestiones de justicia laboral.
Contradicción de tesis 8/96. Entre las sustentadas por el Primer y Séptimo Tribunales Colegiados en
Materia de Trabajo del Primer Circuito. 16 de enero de 1997. Unanimidad de diez votos. Ausente: José
Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Mercedes Rodarte Magdaleno.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el diez de febrero en curso, aprobó, con el número
18/1997, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a diez de febrero de mil
novecientos noventa y siete.
124
Nota: Esta tesis se publicó nuevamente en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo V, marzo de 1997, página 5, con la siguiente aclaración: "Las tesis P./J. 18/97
y P./J. 17/97 fueron publicadas en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, Tomo V, febrero de 1997, páginas 5 y 108 respectivamente, se publica nuevamente la P./J.
18/97, ahora con la ejecutoria que dio origen a ambas tesis.".

125
74. Lea los artículos 126 y 134 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado y
enseguida conteste el problema que se plantea: "Artículo 126. En el procedimiento ante el
Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje no se requiere forma o solemnidad especial en la
promoción o intervención de las partes."; "Artículo 134. Los trabajadores podrán comparecer por sí
o por representantes acreditados mediante simple carta poder.--- Los titulares podrán hacerse
representar por apoderados que acrediten ese carácter mediante simple oficio."
Ahora bien, en el juicio laboral burocrático 50/2006, Ramón Sánchez demanda del Secretario del
Trabajo y Previsión Social y de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, su reinstalación en
el puesto que desempeñaba como auxiliar dictaminador de la mencionada junta. Por parte de la
Secretaría del Trabajo y Previsión Social, la demanda es contestada por el licenciado Iván Peña,
quien solicita se le reconozca el carácter de apoderado de la secretaría demandada en términos
del oficio que anexó a la referida contestación. El actor promueve incidente de falta de
personalidad del compareciente, bajo el argumento de que en el oficio respectivo no se
particularizaron los datos del juicio o los juicios en que puede intervenir el supuesto apoderado,
ya que de la lectura de ese oficio solamente se desprende que se le confiere poder al licenciado
Iván Peña “para actuar en los juicios laborales en que la Secretaría del Trabajo y Previsión
Social sea parte”, lo que es incorrecto, pues en el oficio mediante el que se otorgó el poder debió
precisarse expresamente que ese apoderado podía comparecer al juicio 50/2006, promovido por
Ramón Sánchez; y al no haberse hecho así, era evidente que no se acreditaba la personalidad
con que se ostentó quien compareció a nombre de la secretaría demandada. El referido incidente
se declara infundado por parte del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje. En contra de lo
resuelto en dicho incidente, el actor promueve demanda de amparo indirecto. El juez de Distrito
que conoce del juicio de garantías concede la protección constitucional solicitada. La resolución
del juez de Distrito debe estimarse:
Incorrecta, pues el titular de una dependencia oficial puede conferir su representación para
comparecer en un juicio específico o en un número indeterminado de ellos.
Justificación:
No. Registro: 188,780, Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIV, Septiembre de 2001. Página: 466. Tesis: 2a./J. 37/2001
Jurisprudencia. Materia(s): laboral
PERSONALIDAD EN LOS JUICIOS LABORALES BUROCRÁTICOS. EL TITULAR DE UNA
DEPENDENCIA O ENTE OFICIAL PUEDE CONFERIR SU REPRESENTACIÓN PARA
COMPARECER EN UN JUICIO ESPECÍFICO O EN UN NÚMERO INDETERMINADO DE
ELLOS. De lo dispuesto en el segundo párrafo del artículo 134 de la Ley Federal de los
Trabajadores al Servicio del Estado, en el sentido de que los titulares de los entes o dependencias
oficiales podrán hacerse representar por apoderados que acrediten ese carácter mediante oficio, se
desprende que en este documento pueden otorgar su representación, válidamente, para un número
indeterminado de juicios, o bien, para una o más contiendas laborales específicas, pues al no limitar
el legislador el contenido y alcance del referido oficio, debe estimarse que tales circunstancias
quedan a la voluntad del mencionado titular, máxime que en términos de lo previsto en el artículo
126 del ordenamiento citado, en el procedimiento burocrático no se requiere forma o solemnidad
especial en la intervención de las partes.

126
Contradicción de tesis 100/2000-SS. Entre las sustentadas por el Séptimo y Tercer Tribunales Colegiados,
ambos en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 6 de julio de 2001. Cinco votos. Ponente: Guillermo I.
Ortiz Mayagoitia. Secretaria: Aída García Franco.- Tesis de jurisprudencia 37/2001. Aprobada por la Segunda
Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del veintidós de agosto de dos mil uno.

127
75. En un juicio laboral burocrático seguido ante el Tribunal Federal de Conciliación y
Arbitraje, la parte actora demanda del Secretario de Hacienda y Crédito Público el
cumplimiento de diversas prestaciones de trabajo a las que, según ella, tiene derecho. El
licenciado Víctor Chávez contesta la demanda y solicita se le reconozca la personalidad como
apoderado de la dependencia demandada, en términos del oficio que expidió a su favor el
Secretario de Hacienda y Crédito Público. La parte actora plantea incidente de falta
personalidad de quien se ostentó como apoderado de la parte demandada, aduciendo que a la
contestación de demanda, además del oficio correspondiente, debió agregarse copia certificada
del nombramiento del Secretario de Hacienda y Crédito Público. El referido incidente se
declara infundado por parte del tribunal que conoce del juicio laboral. En contra de lo resuelto
en dicho incidente, la parte actora promueve demanda de amparo indirecto. El juez de Distrito
que conoce del juicio de garantías niega la protección constitucional solicitada. La resolución
del juez de Distrito debe estimarse.

Correcta, porque el oficio expedido por el secretario demandado es un documento público, al


haberse expedido por una autoridad en ejercicio de sus funciones; en consecuencia, hace
prueba plena en el juicio, salvo prueba en contrario.

Justificación:
No. Registro: 188,779
Jurisprudencia. Materia(s): Laboral
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIV, Septiembre de 2001. Tesis: 2a./J. 38/2001. Página: 492

PERSONALIDAD EN LOS JUICIOS LABORALES BUROCRÁTICOS. LA DEL APODERADO


DESIGNADO POR EL TITULAR DE UNA DEPENDENCIA O ENTE OFICIAL SE ACREDITA
MEDIANTE OFICIO, SIN NECESIDAD DE COMPROBAR EL NOMBRAMIENTO DEL
TITULAR QUE LO SUSCRIBE. El oficio que contiene la designación de apoderados por parte del
titular de un ente o dependencia oficial para que lo represente en el juicio laboral burocrático en el
que es parte, constituye un documento público que, salvo prueba en contrario, hace fe en el juicio en
el que se presenta, sin necesidad de legalización, lo cual significa que no se requiere de la
comprobación del nombramiento del titular que lo expide, en tanto que al emanar de una autoridad
que actúa en el ámbito de su competencia, es decir, en ejercicio de sus funciones, como titular que lo
expide (o como autoridad facultada para realizar la certificación respectiva), el acto en él contenido
se encuentra investido del principio de presunción de legalidad y, por ello, hace prueba plena lo
afirmado en él por la autoridad que lo suscribe, siempre que no sea desvirtuado por otros elementos
de convicción. Lo anterior da sentido a la disposición del legislador ordinario de exigir del titular la
sola emisión del referido oficio, cuando en uso de la facultad que le confiere la ley designa
apoderados que lo representen en los juicios laborales burocráticos en los que es parte.

Contradicción de tesis 100/2000-SS. Entre las sustentadas por el Séptimo y Tercer Tribunales
Colegiados, ambos en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 6 de julio de 2001. Cinco votos.
Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretaria: Aída García Franco.

128
Tesis de jurisprudencia 38/2001. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintidós de agosto de dos mil uno.

129
76. Lea los artículos 519, fracción III, 521, fracción I, 945 y 950 de la Ley Federal del Trabajo
y enseguida conteste el problema que se plantea: “Artículo 519. Prescriben en dos años: (...) III.
Las acciones para solicitar la ejecución de los laudos de las Juntas de Conciliación y Arbitraje y de
los convenios celebrados ante ellas (…)”; “Artículo 521. La prescripción se interrumpe:--- I. Por la
sola presentación de la demanda o de cualquiera promoción ante la Junta de Conciliación o ante la
de Conciliación y Arbitraje, independientemente de la fecha de la notificación. No es obstáculo para
la interrupción que la Junta sea incompetente; y (…)”; “Artículo 945. Los laudos deben cumplirse
dentro de las setenta y dos horas siguientes a la en que surta efectos la notificación.--- Las partes
pueden convenir en las modalidades de su cumplimiento.”; “Artículo 950. Transcurrido el término
señalado en el artículo 945, el Presidente, a petición de la parte que obtuvo, dictará auto de
requerimiento y embargo”.

Ahora bien, en un juicio laboral se dicta laudo en el que se condena al demandado al pago de
diversas prestaciones. Una vez que queda firme el mencionado laudo, se notifica a las partes,
sin que lo ordenado en el mismo se cumpla en el término de setenta y dos horas. En tal virtud,
quien obtuvo resolución favorable solicita a la junta de trabajo que dicte auto de
requerimiento y embargo; solicitud que se presenta ante dicha junta el cuatro de abril de dos
mil cinco, sin que se advierta que haya recaído acuerdo alguno a dicha solicitud, ni que se haya
llevado a cabo actuación posterior tendente a lograr la ejecución del laudo. El once de abril de
dos mil siete, la parte condenada solicita que se declare que ha prescrito la acción para
ejecutar el laudo, porque han transcurrido más de dos años contados desde la fecha en que se
presentó el escrito solicitando la ejecución. El presidente de la junta laboral declara que ha
prescrito la acción del trabajador para ejecutar el laudo. Inconforme con tal determinación, el
actor interpone recurso de revisión, en el que la junta de trabajo determina confirmar la
decisión del presidente. En contra de lo resuelto en el recurso de revisión el trabajador
promueve demanda de amparo indirecto. El juez de Distrito que conoce del juicio de amparo
niega la protección constitucional solicitada. Tal proceder del juez de Distrito es:

Correcto, porque el único efecto que produjo la presentación del escrito en que se solicitó se
emitiera auto de ejecución del laudo, fue interrumpir el término que había transcurrido hasta
ese momento; sin embargo, comenzó a correr un nuevo término al día siguiente al en que se
presentó dicha promoción.

Justificación:
No. Registro: 192,369
Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XI, Febrero de 2000
Tesis: 2a./J. 9/2000
Página: 130

LAUDOS. PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN DE EJECUCIÓN. De lo dispuesto por los artículos


519, fracción III y 521 de la Ley Federal del Trabajo deriva que prescriben en dos años, contados a
130
partir del día siguiente al en que hubiese quedado notificado el laudo, las acciones para solicitar su
ejecución y que la prescripción se interrumpe por la sola presentación de cualquier promoción ante
las Juntas de Conciliación y Arbitraje. Por su parte, los diversos preceptos 945 y 950 de la invocada
ley disponen que los laudos deben cumplirse dentro de las setenta y dos horas siguientes a la en que
surta efectos la notificación y que, transcurrido este término, el presidente de la Junta, a petición de
la parte que obtuvo, dictará auto de requerimiento y embargo. De estos preceptos legales se advierte
que es requisito indispensable para dictar auto de requerimiento y embargo o de ejecución de laudo,
el que la parte que obtuvo lo solicite expresamente, lo cual debe hacer dentro del término de dos
años que señala el citado artículo 519, fracción III, de la ley en comento, so pena de que su acción se
declare prescrita en atención a que dicha promoción, solicitando la ejecución del laudo o el dictado
del auto de requerimiento y embargo, únicamente tiene por efecto interrumpir la prescripción,
inutilizando el tiempo transcurrido antes de la interrupción, pero en forma alguna puede tenerlo en el
sentido de que con su dictado la prescripción no vuelva nuevamente a correr a partir de éste o
después del acto interruptivo; por tanto, es necesario solicitar, antes de que transcurra el término
fatal, auto de ejecución, lo cual debe hacerse cada vez que sea necesario, pues, de no interpretarse en
ese sentido se contravendría la garantía de certeza jurídica tutelada por el artículo 14 de la Carta
Magna, la cual debe prevalecer sobre el interés particular.

Contradicción de tesis 91/97. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero, Segundo,
Tercero, Quinto y Sexto, todos en Materia de Trabajo del Primer Circuito y el Noveno Tribunal
Colegiado del Primer Circuito y el Tribunal Colegiado del Tercer Circuito, ambos en Materia de
Trabajo. 3 de diciembre de 1999. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano.
Secretario: Guillermo Becerra Castellanos.

Tesis de jurisprudencia 9/2000. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintiocho de enero del año dos mil.

131
77. Un sindicato de trabajadores de la construcción del Estado de Veracruz presenta ante la
Junta Local de Conciliación y Arbitraje de esa entidad federativa una solicitud de
emplazamiento a huelga a una empresa dedicada a la construcción; en el pliego de peticiones
respectivo, el sindicato señala que el objeto del emplazamiento es que se firme un contrato
colectivo de trabajo con la empresa cuyo emplazamiento se pide. La junta de trabajo determina
que no ha lugar a dar trámite a la solicitud de emplazamiento a huelga, en virtud de que el
sindicato solicitante carece de legitimación para pedir la firma de un contrato colectivo de
trabajo. En contra de tal decisión, el sindicato de trabajadores promueve juicio de amparo
indirecto. El juez de Distrito que conoce del amparo niega la protección constitucional solicitada.
Tal decisión es:

Incorrecta, porque el sindicato de trabajadores sí tiene legitimación para solicitar la firma de


un contrato colectivo de trabajo, en virtud de que los sindicatos son personas morales
legalmente reconocidas para defender los derechos de sus agremiados.

Justificación:
No. Registro: 184,573
Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVII, Marzo de 2003
Tesis: 2a./J. 14/2003
Página: 386

SINDICATOS. ESTÁN LEGITIMADOS PARA SOLICITAR AL PATRÓN, LA FIRMA DE UN


CONTRATO COLECTIVO DE TRABAJO, MEDIANTE EL PLIEGO DE PETICIONES CON
EMPLAZAMIENTO A HUELGA. Del análisis concatenado de los artículos 356, 357, 365, 368,
374, 376, 386, 387, 440, 441, 442, 443, 450 y 451 de la Ley Federal del Trabajo, se desprende que si
los sindicatos son personas morales legalmente reconocidas por virtud de su registro y con capacidad
jurídica para defender, ante todas las autoridades, por conducto de sus representantes, como el
secretario general o la persona de su directiva que determinen los estatutos, sus derechos y ejercitar
las acciones correspondientes, es evidente que están legitimados para solicitar la firma de un
contrato colectivo de trabajo y ejercitar el derecho de huelga para lograr ese propósito, por ser
titulares de ese derecho, y que tal legitimación queda acreditada ante la autoridad correspondiente
con la demostración de la existencia y reconocimiento oficial del sindicato mediante su registro.

Contradicción de tesis 121/2002-SS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia de Trabajo del Tercer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Circuito. 7 de
febrero de 2003. Mayoría de tres votos. Ausente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Disidente: Sergio
Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretaria: María Marcela
Ramírez Cerrillo.

Tesis de jurisprudencia 14/2003. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintiuno de febrero de dos mil tres.
132
78. Lea el artículo 123, apartado A, fracción XXI, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, así como los diversos preceptos 49, fracción III, 50, fracciones I y II, y 947
de la Ley Federal del Trabajo, que a continuación se transcriben; y enseguida conteste el
problema que se plantea: “Artículo 123.- Toda persona tiene derecho al trabajo digno y
socialmente útil; al efecto, se promoverán la creación de empleos y la organización social para el
trabajo, conforme a la Ley.--- El Congreso de la Unión, sin contravenir a las bases siguientes deberá
expedir leyes sobre el trabajo, las cuales regirán:--- A.- Entre los obreros, jornaleros, empleados
domésticos, artesanos y de una manera general, todo contrato de trabajo: (…) XXI.- Si el patrono se
negare a someter sus diferencias al arbitraje o a aceptar el laudo pronunciado por la Junta, se dará
por terminado el contrato de trabajo y quedará obligado a indemnizar al obrero con el importe de tres
meses de salario, además de la responsabilidad que le resulte del conflicto. Esta disposición no será
aplicable en los casos de las acciones consignadas en la fracción siguiente. Si la negativa fuere de los
trabajadores, se dará por terminado el contrato de trabajo.”; “Artículo 49. El patrón quedará eximido
de la obligación de reinstalar al trabajador, mediante el pago de las indemnizaciones que se
determinan en el artículo 50 en los casos siguientes: (…) III. En los casos de trabajadores de
confianza (…).”; “Artículo 50. Las indemnizaciones a que se refiere el artículo anterior
consistirán:--- I. Si la relación de trabajo fuere por tiempo determinado menor de un año, en una
cantidad igual al importe de los salarios de la mitad del tiempo de servicios prestados; si excediera
de un año, en una cantidad igual al importe de los salarios de seis meses por el primer año y de
veinte días por cada uno de los años siguientes en que hubiese prestado sus servicios;--- II. Si la
relación de trabajo fuere por tiempo indeterminado, la indemnización consistirá en veinte días de
salario por cada uno de los años de servicios prestados (…); “Artículo 947. Si el patrón se negare a
someter sus diferencias al arbitraje o a aceptar el laudo pronunciado, la Junta:--- I. Dará por
terminada la relación de trabajo;--- II. Condenará a indemnizar al trabajador con el importe de tres
meses de salario;--- III. Procederá a fijar la responsabilidad que resulte al patrón del conflicto, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 50, fracciones I y II; y--- IV. Además, condenará al pago
de los salarios vencidos desde la fecha en que dejaron de pagarlos hasta que se paguen las
indemnizaciones, así como al pago de la prima de antigüedad, en los términos del artículo 162.---
Las disposiciones contenidas en este artículo no son aplicables en los casos de las acciones
consignadas en el artículo 123, fracción XXII, apartado "A" de la Constitución”.

Ahora bien, en un juicio laboral el actor demanda de la parte patronal la reinstalación en el


trabajo que venía desempeñando para la demandada, así como el pago de salarios caídos,
vacaciones, prima vacacional, aguinaldo y horas extras. En la audiencia trifásica el patrón
promueve incidente de insumisión al arbitraje. En tal caso, considerando que la insumisión al
arbitraje es procedente, la junta laboral debe:

Resolver únicamente lo relativo a las prestaciones derivadas de la acción de reinstalación y


ordenar que el juicio se siga tramitando por el resto de las prestaciones.

Justificación:
No. Registro: 181,541
Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
133
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIX, Mayo de 2004
Tesis: 2a./J. 61/2004
Página: 559

INSUMISIÓN AL ARBITRAJE. SÓLO PROCEDE, DE MANERA EXCEPCIONAL, RESPECTO


DE LA ACCIÓN DE REINSTALACIÓN POR DESPIDO INJUSTIFICADO, SIEMPRE QUE SE
SURTA ALGUNO DE LOS SUPUESTOS QUE ESTABLECE EL ARTÍCULO 49 DE LA LEY
FEDERAL DEL TRABAJO Y NO RESPECTO DE OTRAS ACCIONES. El artículo 123, apartado
A, fracción XXI, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece la
"insumisión al arbitraje", consistente en la negativa del patrón a someter sus diferencias al arbitraje
de la Junta, y aunque en aquél no se especifican las acciones respecto de las que opera, las
consecuencias que resultan de su ejercicio conducen a concluir que dicha institución sólo procede
respecto de la reinstalación al demandarse el cumplimiento del contrato de trabajo, pues el legislador
ordinario, en el artículo 947 de la Ley Federal del Trabajo, dispuso que ante su procedencia la Junta
dará por terminado el contrato de trabajo y el patrón estará obligado a pagar al obrero, a título de
indemnización, el importe de tres meses de salario y la responsabilidad que le resulte del conflicto,
que se refiere al originado por el cumplimiento del contrato laboral y no del que pudiera surgir de las
demás acciones que integren la litis natural, responsabilidad que se fija en atención al tiempo de
duración de la relación laboral en términos de las fracciones I y II del artículo 50 de la ley citada, al
que remite el referido artículo 947. En esa medida, es claro que las indemnizaciones que el patrón
está obligado a cubrir al trabajador con motivo de la insumisión al arbitraje, no pueden ser aplicables
a acciones diversas a la de reinstalación por despido injustificado, como son las relativas a
vacaciones, prima vacacional, aguinaldo y horas extras, entre otras, puesto que aquéllas se fijaron
como una retribución a la consecuente declaración de terminación del contrato de trabajo en lugar de
su cumplimiento mediante la reinstalación demandada, tan es así que la finalidad primordial de las
reformas a las fracciones XXI y XXII del artículo 123, apartado A, constitucional, fue impedir que el
patrón opusiera su negativa a someter sus diferencias al arbitraje o a acatar el laudo pronunciado por
la Junta, cuando el trabajador despedido injustificadamente hiciera uso del derecho a la permanencia
en el empleo demandando el cumplimiento del contrato mediante su reinstalación, pero también se
consideró la necesidad de establecer algunas excepciones a esa regla general al contemplar en la
propia fracción XXII, la posibilidad de que el patrón quede eximido "de la obligación de cumplir el
contrato" en los casos que determine la ley secundaria, lo que implica que sólo respecto de la
reinstalación proceda la excepción de referencia, ya que si el trabajador opta por la indemnización
constitucional ello denota su voluntad de dar por terminada la relación laboral. Por tanto, de acuerdo
con la naturaleza jurídica de la insumisión al arbitraje, ésta solamente procede, de manera
excepcional, respecto de la acción de reinstalación por despido injustificado, cuando se actualiza
alguno de los casos que limitativamente reglamenta la Ley Federal del Trabajo en su artículo 49, lo
que por disposición del propio Constituyente Permanente se traduce en una excepción a la
estabilidad en el empleo y, por lo mismo, no es oponible respecto de otras acciones aunque se
ejerzan en la misma demanda.

Contradicción de tesis 128/2003-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Sexto y
Noveno, ambos en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 23 de abril de 2004. Cinco votos.
Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretaria: Aída García Franco.

134
Tesis de jurisprudencia 61/2004. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del treinta de abril de dos mil cuatro.

135
79. Lea el artículo 123, apartado B, fracciones XII y XIII bis, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos; así como los artículos 3º, 30 y 82 de la Ley de Instituciones de
Crédito, que a continuación se transcriben; y enseguida conteste el problema que se plantea:
“Artículo 123.- Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto, se
promoverán la creación de empleos y la organización social para el trabajo, conforme a la Ley.--- El
Congreso de la Unión, sin contravenir a las bases siguientes deberá expedir leyes sobre el trabajo, las
cuales regirán: (…) B.- Entre los Poderes de la Unión, el Gobierno del Distrito Federal y sus
trabajadores: (…) XII.- Los conflictos individuales, colectivos o intersindicales serán sometidos a un
Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje integrado según lo prevenido en la ley reglamentaria.---
Los conflictos entre el Poder Judicial de la Federación y sus servidores serán resueltos por el
Consejo de la Judicatura Federal; los que se susciten entre la Suprema Corte de Justicia y sus
empleados serán resueltos por esta última. (…) XIII bis.- El banco central y las entidades de la
Administración Pública Federal que formen parte del sistema bancario mexicano regirán sus
relaciones laborales con sus trabajadores por lo dispuesto en el presente Apartado (…)”;“Artículo
3o.- El Sistema Bancario Mexicano estará integrado por el Banco de México, las instituciones de
banca múltiple, las instituciones de banca de desarrollo, el Patronato del Ahorro Nacional y los
fideicomisos públicos constituidos por el Gobierno Federal para el fomento económico, así como
aquellos que para el desempeño de las funciones que la ley encomienda al Banco de México, con tal
carácter se constituyan.”; “Artículo 30.- Las instituciones de banca de desarrollo son entidades de la
Administración Pública Federal, con personalidad jurídica y patrimonio propios, constituidas con el
carácter de sociedades nacionales de crédito, en los términos de sus correspondientes leyes orgánicas
y de esta Ley (…)”; “Artículo 82.- El personal que las instituciones de crédito utilicen directa o
exclusivamente para la realización de fideicomisos, no formará parte del personal de la institución,
sino que, según los casos se considerará al servicio del patrimonio dado en fideicomiso. Sin
embargo, cualesquier derechos que asistan a esas personas conforme a la ley, los ejercitarán contra la
institución de crédito, la que, en su caso, para cumplir con las resoluciones que la autoridad
competente dicte afectará, en la medida que sea necesaria, los bienes materia del fideicomiso.”
Ahora bien, en un juicio laboral se demanda de un fideicomiso (en el que la fiduciaria es una
institución de banca de desarrollo) el pago de una indemnización y otras prestaciones
derivadas de un despido injustificado. El actor presenta su demanda ante la Junta Federal de
Conciliación y Arbitraje, cuyo presidente la admite a trámite. Al contestar la demanda, el
fideicomiso demandado plantea incidente de incompetencia, pues refiere que la autoridad
competente para conocer de dicho juicio laboral es el Tribunal Federal de Conciliación y
Arbitraje; la junta que conoce del juicio declara infundado dicho incidente. En contra de lo
resuelto en el incidente de incompetencia, la demandada promueve amparo indirecto y en sus
conceptos de violación expone que la junta responsable debió declarar su legal incompetencia
para conocer del asunto, en virtud de que la demandada, al ser un fideicomiso, cuya fiduciaria
es una banca de desarrollo, es una entidad de la Administración Pública Federal que forma
parte del Sistema Bancario Mexicano y que por tanto la autoridad competente para conocer
del juicio es el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje ¿Cómo deben declararse esos
motivos de inconformidad?
Fundados, pues como bien lo aduce la quejosa, el fideicomiso cuya fiduciaria es una
institución de banca de desarrollo, debe ser considerada una entidad de la Administración
Pública Federal que forma parte del Sistema Bancario Mexicano; y por tanto, se surte la

136
competencia a favor del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje para conocer de los
asuntos laborales entre dicho fideicomiso y sus trabajadores.
Justificación:
No. Registro: 185,233
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVII, Enero de 2003. Página: 294. Tesis: 2a./J. 10/99
Jurisprudencia. Materia(s): laboral

COMPETENCIA LABORAL. EL TRIBUNAL FEDERAL DE CONCILIACIÓN Y


ARBITRAJE ES COMPETENTE PARA CONOCER DE LOS CONFLICTOS LABORALES
ENTRE UN FIDEICOMISO Y SUS TRABAJADORES, CUANDO LA FIDUCIARIA DE
AQUÉL ES UNA INSTITUCIÓN DE BANCA DE DESARROLLO. En términos de lo previsto
en los artículos 123, apartado "B", fracciones XII y XIII bis, de la Constitución General de la
República y 124 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, el Tribunal Federal de
Conciliación y Arbitraje es el órgano competente para conocer del juicio laboral que se instaura en
contra de un fideicomiso, cuya fiduciaria es una institución de Banca de Desarrollo, ya que de
conformidad con lo establecido en los artículos 3o., 30 y 82 de la Ley de Instituciones de Crédito,
dicha institución bancaria es considerada una entidad de la Administración Pública Federal que
forma parte del Sistema Bancario Mexicano por lo que es la obligada a dar cumplimiento al laudo
respectivo, aunque para ello afecte, en la medida que sea necesario, sólo los bienes materia del
fideicomiso demandado.

Competencia 222/95. Suscitada entre la Junta Especial Número Catorce y la Federal de Conciliación
y Arbitraje en el Distrito Federal y la Segunda Sala del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje
en el Distrito Federal. 7 de julio de 1995. Cinco votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretario:
Jorge Dionisio Guzmán González.

Competencia 247/96. Suscitada entre la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de San Luis Potosí y
el Tribunal de Arbitraje para los Trabajadores al Servicio de las autoridades del mismo Estado. 4 de
octubre de 1996. Cinco votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Jacinto Figueroa Salmorán.

Competencia 533/97. Suscitada entre la Junta Especial Número Uno de la Local de Conciliación y
Arbitraje en Cancún, Quintana Roo y la Junta Especial Número Cincuenta y Seis de la Federal de
Conciliación y Arbitraje en Cancún, Quintana Roo. 22 de mayo de 1998. Cinco votos. Ponente:
Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: María Estela Ferrer Mac Gregor Poisot.

Competencia 216/98. Suscitada entre la Junta Especial Número Cuarenta y Tres de la Federal de
Conciliación y Arbitraje en Acapulco, Guerrero y la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de
Acapulco, Guerrero. 14 de agosto de 1998. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Genaro David
Góngora Pimentel. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Alejandro Sánchez López.

Competencia 433/98. Suscitada entre la Junta Especial Número Catorce de la Federal de


Conciliación y Arbitraje en el Distrito Federal y la Segunda Sala del Tribunal Federal de
Conciliación y Arbitraje en el Distrito Federal. 13 de noviembre de 1998. Cinco votos. Ponente:
Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Adela Domínguez Salazar.

137
Nota: En términos de la resolución de 22 de noviembre de dos mil dos, pronunciada por la Segunda
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el asunto varios 5/2002-SS, relativo a la
solicitud formulada por el Ministro Juan Díaz Romero, en el diverso expediente varios 4/2002-SS,
por la que se aclara de oficio la tesis de jurisprudencia 2a./J. 10/99, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo IX, marzo de 1999, página 116, se
publica nuevamente el criterio jurisprudencial citado.

Tesis de jurisprudencia 10/99. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del nueve de diciembre de dos mil dos.

138
80. Lea el artículo 743, fracción I, de la Ley Federal del Trabajo y enseguida conteste el
problema que se plantea: “Artículo 743. La primera notificación personal se hará de conformidad
con las normas siguientes:--- I. El actuario se cerciorará de que la persona que deba ser notificada
habita, trabaja o tiene su domicilio en la casa o local, señalado en autos para hacer la notificación
(…)”.

Ahora bien, en un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado el emplazamiento
a un juicio laboral. En los conceptos de violación, el quejoso manifiesta que el acta en que
consta el acto reclamado no cumple con los requisitos legales, en virtud de que el actuario
responsable se limitó a señalar que una vez constituido en el domicilio señalado para emplazar
al demandado y cerciorado de que es el domicilio correcto, llamó a la puerta y fue atendido
por una persona, quien le informó “que en ese momento no se encontraba la persona que
buscaba”; sin que el mencionado actuario se haya cerciorado de que en ese domicilio,
efectivamente, habitara, trabajara, o tuviera su domicilio el demandado. Al rendir su informe
justificado, las autoridades responsables aceptaron la existencia del acto reclamado y
remitieron copias certificadas del expediente respectivo. Al analizar la constancia relativa al
emplazamiento, el juez de Distrito advierte que es cierto lo manifestado por el quejoso, pues en
el acta el actuario no asentó haberse cerciorado de que en el domicilio en que se constituyó
habitara, trabajara o tuviera su domicilio el demandado; por tal motivo, el juez federal
concede la protección constitucional solicitada. Esa resolución de amparo es:

Correcta, pues la simple afirmación de la persona con quien el actuario entendió la diligencia, en el
sentido de que en ese momento no se encontraba el demandado, no es un dato objetivo que revele
que en el domicilio en que se constituyó habite, trabaje o tenga su domicilio el demandado.
Justificación:
No. Registro: 194,555
Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
IX, Febrero de 1999
Tesis: 2a./J. 9/99
Página: 121

EMPLAZAMIENTO A JUICIO LABORAL. NO BASTA QUE ALGUIEN INFORME QUE "POR


EL MOMENTO NO SE ENCUENTRA LA PERSONA QUE BUSCA" PARA CONSIDERAR
QUE EL ACTUARIO SE CERCIORÓ QUE EN ESE LUGAR HABITA, TRABAJA O TIENE SU
DOMICILIO EL DEMANDADO. El emplazamiento a juicio laboral es un acto procesal que reviste
gran importancia, por permitir el cumplimiento de la garantía de audiencia establecida en el artículo
14 constitucional y, por eso, el artículo 743, fracción I, de la Ley Federal del Trabajo, establece que
al realizarlo el actuario debe cerciorarse que en el lugar señalado en autos habita, trabaja o tiene su
domicilio la persona que busca; por lo que cuando alguien le informa que "por el momento no se
encuentra" la persona que busca, ese funcionario debe recabar otros datos objetivos que le permitan
asegurarse de que verdaderamente ahí habita, trabaja o tiene su domicilio el destinatario de la
notificación, puesto que aquella afirmación no conduce inequívocamente al estado de certeza que
139
exige el precepto legal en cuestión, sino que puede llevar a cometer errores que no permitirían o
impedirían al particular conocer el inicio del procedimiento.

Contradicción de tesis 75/98. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Sexto y Séptimo
en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 15 de enero de 1999. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretario: Ernesto
Martínez Andreu.

Tesis de jurisprudencia 9/99. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión pública
del quince de enero de mil novecientos noventa y nueve.

140
81. Lea el artículo 527, fracción I, inciso 7, de la Ley Federal del Trabajo y enseguida conteste
el problema que se plantea: “Artículo 527. La aplicación de las normas de trabajo corresponde a
las autoridades federales, cuando se trate de:--- I. Ramas industriales: (…) 7.- Metalúrgica y
siderúrgica, abarcando la explotación de los minerales básicos, el beneficio y la fundición de los
mismos, así como la obtención de hierro metálico y acero a todas sus formas y ligas y los productos
laminados de los mismos (…)”.

Ahora bien, un trabajador comparece ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del
Estado de Nuevo León y demanda diversas prestaciones de carácter laboral de una empresa,
cuyo giro es la fabricación de artículos metálicos. Al contestar la demanda, la empresa
demandada promueve incidente de incompetencia y señala que es una Junta Federal de
Conciliación y Arbitraje la que debe conocer del juicio. Dicho incidente se declara infundado.
En contra de esta determinación, la parte demandada promueve juicio de amparo indirecto y
expresa como concepto de violación que la junta responsable debió declarar su legal
incompetencia, debido a que la parte patronal es una empresa dedicada a la rama industrial
prevista en el inciso 7 de la fracción I del artículo 521 de la Ley Federal del Trabajo ¿Cómo
debe declararse dicho concepto de violación?

Infundado, porque la mencionada rama industrial solamente contempla a aquellas empresas


cuyas actividades productivas se encaminan a beneficiar los minerales, extraer los metales
que contienen, ponerlos en disposición de ser elaborados, preparar sus aleaciones y
someterlos a diferentes tratamientos que involucran operaciones de concentración, tostación,
reducción, afinación y, en general, todo el proceso de producción de metales hasta culminar
en un producto como el acero o el hierro que no es de suyo utilizable como satisfactor, sino
como materia prima para la elaboración de artículos metálicos. Por tanto, es una junta local la
que debe conocer del juicio laboral del que deriva el acto reclamado.

Justificación:
No. Registro: 195,940
Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VIII, Julio de 1998
Tesis: 2a./J. 40/98
Página: 85

COMPETENCIA LABORAL LOCAL. SE SURTE CUANDO SE DEMANDA A UNA EMPRESA


DEDICADA A LA FABRICACIÓN DE ARTÍCULOS METÁLICOS. El artículo 527, fracción I,
inciso 7, de la Ley Federal del Trabajo, que sujeta a la jurisdicción federal a las ramas industriales
metalúrgica y siderúrgica, ha sido reiteradamente interpretado en el sentido de que se refiere
exclusivamente a aquellas empresas cuyas actividades productivas se encaminan a beneficiar los
minerales, extraer los metales que contienen, ponerlos en disposición de ser elaborados, preparar sus
aleaciones y someterlos a diferentes tratamientos que involucran operaciones de concentración,
tostación, reducción, afinación y, en general, todo el proceso de producción de metales hasta
141
culminar en un producto como el acero o el hierro que no es de suyo utilizable como satisfactor, sino
como materia prima para la elaboración de artículos metálicos, aun cuando para esto se requiera
nuevamente su fundición; por tanto, si la actividad de la empresa demandada se contrae a esta última
finalidad, el conflicto de trabajo en que se le involucre debe ser resuelto en la órbita local, pues aun
cuando emplea metales, acero o productos laminados de los mismos, el proceso no se dirige a su
producción o preparación industrial, sino sólo se sirve de ellos para manufacturar piezas, artículos
metálicos y sus derivados.

Competencia 356/97. Suscitada entre la Junta Especial Número Treinta y Tres de la Federal de
Conciliación y Arbitraje en Puebla, Puebla y la Junta Especial Número Tres de la Local de
Conciliación y Arbitraje del Estado de Puebla. 26 de septiembre de 1997. Unanimidad de cuatro
votos. Ausente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel.
Secretario: Víctor Francisco Mota Cienfuegos.

Competencia 539/97. Suscitada entre la Junta Especial Número Diecinueve de la Federal de


Conciliación y Arbitraje en Guadalupe, Nuevo León y la Junta Especial Número Cuatro de la Local
de Conciliación y Arbitraje en Monterrey, Nuevo León. 4 de febrero de 1998. Cinco votos. Ponente:
Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Clementina Flores Suárez.

Competencia 39/98. Suscitada entre la Junta Especial Número Treinta y Tres de la Federal de
Conciliación y Arbitraje en Puebla, y la Junta Especial Número Tres de la Local de Conciliación y
Arbitraje en el Estado con residencia en Puebla. 17 de abril de 1998. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: Genaro David Góngora Pimentel. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: José Gabriel
Clemente Rodríguez.

Competencia 80/98. Suscitada entre la Junta Especial Número Diez de la Local de Conciliación y
Arbitraje en Cuautitlán, Estado de México, y la Junta Especial Número Trece de la Federal de
Conciliación y Arbitraje en México, Distrito Federal. 13 de mayo de 1998. Cinco votos. Ponente:
Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: María Estela Ferrer Mac Gregor Poisot.

Competencia 53/98. Suscitada entre la Junta Especial Número Dos de la Local de Conciliación y
Arbitraje en el Estado de Michoacán y la Junta Especial Número Quince de la Federal de
Conciliación y Arbitraje en el Distrito Federal. 13 de mayo de 1998. Cinco votos. Ponente: Mariano
Azuela Güitrón. Secretario: Hugo Guzmán López.

Tesis de jurisprudencia 40/98. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintisiete de mayo de mil novecientos noventa y ocho.

142
82. En un juicio de amparo indirecto el quejoso señala como acto reclamado la omisión por
parte de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de dictar el laudo correspondiente en un
juicio laboral. La demanda de garantías se admite a trámite y se pide informe justificado a la
autoridad responsable; sin embargo, dicha autoridad no rinde el informe justificado, pese a
estar debidamente notificada. Cabe agregar que el quejoso no ofreció ninguna prueba durante
el trámite del juicio de amparo. El juez de Distrito que conoce del juicio de garantías niega la
protección constitucional solicitada. Tal determinación del juez de Distrito es:
Correcta, pues ante la omisión de la junta responsable de rendir informe justificado se debe
tener por cierta la existencia del acto reclamado; sin embargo, como la sola omisión de dictar
laudo no constituye un acto inconstitucional en sí mismo, el quejoso tenía la carga de aportar
los elementos necesarios para demostrar su inconstitucionalidad.
Justificación:
No. Registro: 197,499
Jurisprudencia. Materia(s): Laboral
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VI, Octubre de 1997. Tesis: 2a./J. 50/97. Página: 304
LAUDO, ABSTENCIÓN EN SU DICTADO. CARGA DE LA PRUEBA RESPECTO DE SU
INCONSTITUCIONALIDAD. CORRESPONDE AL QUEJOSO CUANDO SE SURTE LA
PRESUNCIÓN DE CERTEZA QUE PREVÉ EL ARTÍCULO 149 DE LA LEY DE AMPARO,
PUES NO ES UN ACTO VIOLATORIO DE GARANTÍAS EN SÍ MISMO. Cuando en términos
del párrafo tercero del artículo 149 de la Ley de Amparo se presuma cierto, por falta de informe de la
autoridad responsable, el acto reclamado consistente en la omisión de dictar laudo, la carga de
probar su inconstitucionalidad corresponde al quejoso, toda vez que dicha omisión no es en sí misma
violatoria de la Máxima Ley del país, pues su inconstitucionalidad depende de que realmente exista
un juicio laboral en el que sea parte el quejoso, que se encuentre en estado de resolución y que haya
transcurrido el plazo que la ley establece para fallar. Cabe aclarar que lo anterior no pugna con lo
dispuesto por el artículo 78 de la Ley de Amparo que prevé la obligación del Juez de Distrito de
recabar oficiosamente las pruebas que estime necesarias para resolver un asunto, ya que, conforme a
la jurisprudencia del Tribunal Pleno de esta Suprema Corte, número P./J. 17/97, de rubro:
"PRUEBAS Y ACTUACIONES PROCESALES. EL JUZGADOR DE AMPARO DEBE
ALLEGÁRSELAS CUANDO LAS ESTIME NECESARIAS PARA RESOLVER EL ASUNTO.",
la aplicación de tal precepto tiene como presupuesto la existencia de informe justificado, en tanto
que lo previsto por el artículo 149 de la propia ley se actualiza ante la falta de informe justificado,
caso en el cual se presume cierto el acto y la carga de la prueba respecto de su inconstitucionalidad
le corresponde al quejoso, cuando no sea violatorio de garantías en sí mismo.

Contradicción de tesis 38/95. Entre las sustentadas por el Sexto Tribunal Colegiado en Materia de
Trabajo del Primer Circuito y los Tribunales Colegiados Segundo, Tercero, Cuarto y Noveno de la
misma materia y circuito. 19 de septiembre de 1997. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Sergio
Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretario: Enrique Zayas Roldán.

Tesis de jurisprudencia 50/97. Aprobada por la Segunda Sala de este alto tribunal, en sesión pública
de diecinueve de septiembre de mil novecientos noventa y siete, por unanimidad de cuatro votos de
143
los Ministros Juan Díaz Romero, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Mariano Azuela Güitrón y
presidente Genaro David Góngora Pimentel. Ausente: Ministro Sergio Salvador Aguirre Anguiano.
México, Distrito Federal a nueve de octubre de mil novecientos noventa y siete.

144
83. Lea los artículos 450, fracción II, 451, fracción I, y 923 de la Ley Federal del Trabajo y
enseguida conteste el problema que se plantea: “Artículo 450. La huelga deberá tener por objeto:
(…) II. Obtener del patrón o patrones la celebración del contrato colectivo de trabajo y exigir su
revisión al terminar el período de su vigencia, de conformidad con lo dispuesto en el Capítulo III del
Título Séptimo (…)”; “Artículo 451. Para suspender los trabajos se requiere:--- I. Que la huelga
tenga por objeto alguno o algunos de los que señala el artículo anterior (….)”; “Artículo 923. No se
dará trámite al escrito de emplazamiento de huelga cuando éste no sea formulado conforme a los
requisitos del artículo 920 o sea presentado por un sindicato que no sea el titular del contrato
colectivo de trabajo, o el administrador del contrato ley, o cuando se pretenda exigir la firma de un
contrato colectivo, no obstante existir ya uno depositado en la Junta de Conciliación y Arbitraje
competente. El Presidente de la Junta, antes de iniciar el trámite de cualquier emplazamiento a
huelga, deberá cerciorarse de lo anterior, ordenar la certificación correspondiente y notificarle por
escrito la resolución al promovente.”

Ahora bien, un sindicato de trabajadores de la construcción presenta ante la Junta Local de


Conciliación y Arbitraje del Estado de Jalisco una solicitud de emplazamiento a huelga a una
empresa constructora. En el pliego petitorio, el sindicato solicitante expresa que el único
motivo de la huelga es la celebración de un contrato colectivo de trabajo. El presidente de la
junta laboral admite a trámite la referida solicitud. Posteriormente, se emplaza a la empresa
constructora. Seguidos los demás trámites legales, se lleva a cabo la audiencia de conciliación,
sin que se logre el avenimiento de las partes. Al día hábil siguiente al de la celebración de la
audiencia, el apoderado de la empresa emplazada solicita a la junta del trabajo que dé por
terminado el procedimiento de huelga, en virtud de que ante esa misma autoridad ya existe
depositado un contrato colectivo de trabajo celebrado entre la empresa y el sindicato; petición
que es acordada favorablemente por la junta laboral, al constatar que es acertada la
aseveración de la existencia del contrato colectivo, ya depositado ante la junta. En contra de tal
determinación, el sindicato de trabajadores promueve amparo indirecto. El juez de Distrito
que conoce del juicio de garantías niega la protección constitucional solicitada. Tal proceder
del juez de Distrito es:

Correcto, pues si el único motivo de la huelga era lograr la firma de un contrato colectivo de
trabajo y se demostró que éste ya se encuentra depositado ante la junta, el procedimiento de
huelga ya no tiene justificación legal alguna, al haber quedado sin materia la pretensión del
sindicato obrero.

Justificación:
No. Registro: 195,401
Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VIII, Octubre de 1998
Tesis: 2a./J. 80/98
Página: 409

145
HUELGA. DEBE DARSE POR CONCLUIDO EL PROCEDIMIENTO RELATIVO, EN
CUALQUIER ETAPA EN QUE SE ENCUENTRE, CUANDO SE ACREDITE LA
CELEBRACIÓN DEL CONTRATO COLECTIVO DE TRABAJO POR EL PATRÓN, SI ÉSTA
ES LA ÚNICA FINALIDAD DE LA SUSPENSIÓN DE LABORES. El artículo 923 de la Ley
Federal del Trabajo consagra la obligación del presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje de
que, previamente a la admisión a tramite de la solicitud de emplazamiento a huelga al patrón, debe
verificar los requisitos de procedibilidad relativos, entre los que se encuentra el cerciorarse de la
inexistencia de algún contrato colectivo celebrado por el patrón que esté depositado en dicho órgano
jurisdiccional, cuando el motivo de la huelga se haga consistir únicamente en el otorgamiento y
firma del referido pacto, ante lo cual debe negar el trámite al escrito de emplazamiento relativo. La
razón jurídica de tal decisión radica en que si conforme a lo dispuesto en el artículo 451, fracción I,
del aludido ordenamiento, para suspender las labores se requiere que la huelga tenga por objeto
alguno de los descritos en el numeral 450, cuya fracción II establece el de obtener del patrón la
celebración del contrato colectivo de trabajo, la demostración de su existencia provocará que el
motivo del emplazamiento, al haberse alcanzado, quede sin materia, incumpliéndose con uno de los
requisitos de procedencia para efectuar el paro. Por tanto, aun cuando la constatación de tal
circunstancia se realice con posterioridad a la admisión a trámite del emplazamiento a huelga, la
autoridad laboral debe dar por concluido el procedimiento, sin importar la etapa en que éste se halle,
porque, además de que resultaría improcedente y ocioso seguirlo si el motivo que le dio origen
aparece satisfecho, su continuación, además de ser contraria a la intención del legislador, podría
provocar graves afectaciones a las partes y terceros, consistentes en la imposibilidad jurídica de que
los huelguistas puedan obtener el pago de los salarios caídos durante el periodo que dure el paro de
labores, por resolución que declare su inexistencia o falta de justificación, así como la afectación a la
producción y disposición de bienes en perjuicio del patrón y la imposibilidad de terceros de ejecutar
fallos judiciales sobre el patrimonio que conforma a la empresa.

Contradicción de tesis 38/97. Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales Colegiados
en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 26 de junio de 1998. Cinco votos. Ponente: Mariano
Azuela Güitrón. Secretario: Humberto Suárez Camacho.

Tesis de jurisprudencia 80/98. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
pública del día veintiséis de junio de mil novecientos noventa y ocho.

146
84. Lea el artículo 123, apartado A, fracción XXXI, inciso b), subinciso 1, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y enseguida conteste el problema que se plantea:
“Artículo 123.- Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto, se
promoverán la creación de empleos y la organización social para el trabajo, conforme a la Ley.--- El
Congreso de la Unión, sin contravenir a las bases siguientes deberá expedir leyes sobre el trabajo, las
cuales regirán:--- A.- Entre los obreros, jornaleros, empleados domésticos, artesanos y de una
manera general, todo contrato de trabajo: (…) XXXI.- La aplicación de las leyes del trabajo
corresponde a las autoridades de los Estados, en sus respectivas jurisdicciones, pero es de la
competencia exclusiva de las autoridades federales en los asuntos relativos a: (…) b).- Empresas:--
1.- Aquellas que sean administradas en forma directa o descentralizada por el Gobierno Federal
(…)”.

Ahora bien, un trabajador comparece ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Estado
de Chiapas y demanda de un organismo público descentralizado del poder ejecutivo federal
diversas prestaciones de carácter laboral. La mencionada junta admite a trámite la demanda. Al
contestar la demanda, el organismo descentralizado plantea incidente de incompetencia y señala
que la autoridad competente para conocer del juicio entablado en su contra es una junta federal;
la junta local declara infundado el incidente. En contra de esa determinación, el organismo
descentralizado promueve demanda de amparo indirecto y señala que el juicio laboral debe ser
conocido por una Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, en atención a que la parte
demandada debe ser considerada como una empresa administrada por el gobierno federal
¿Cómo debe declararse el citado concepto de violación?

Fundado, porque, conforme a la Constitución, los organismos descentralizados deben ser


considerados empresas que son administradas por el gobierno federal y, en consecuencia, los
juicios laborales en los que se demande a dichos organismos deben ser conocidos por la Junta
Federal de Conciliación y Arbitraje.

Justificación:
No. Registro: 197,495
Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VI, Octubre de 1997
Tesis: 2a./J. 47/97
Página: 273

COMPETENCIA LABORAL. CORRESPONDE A LA JUNTA FEDERAL DE CONCILIACIÓN Y


ARBITRAJE CUANDO SE DEMANDA A EMPRESAS ADMINISTRADAS EN FORMA
DIRECTA O DESCENTRALIZADA POR EL GOBIERNO FEDERAL. En la fracción XXXI del
apartado A del artículo 123 constitucional, al delimitar las esferas de competencia local y federal, el
Poder Revisor de la Constitución tomó en cuenta, fundamentalmente, dos criterios generales, a saber:
la naturaleza o tipo de actividad y la naturaleza o tipo de las empresas. Al incluir la referida fracción,
en el inciso b), subinciso 1, como sujetas a la jurisdicción federal, a las empresas que sean
147
administradas en forma directa o descentralizada por el Gobierno Federal, consideró el segundo de los
criterios mencionados, esto es, el de la naturaleza o tipo de empresa. Sin embargo, aunque la expresión
"empresas que sean administradas en forma directa o descentralizada por el Gobierno Federal", no
corresponde a un concepto jurídico definido, puede concluirse que en ella quedan comprendidos los
organismos descentralizados y las empresas de participación estatal vinculados con el Gobierno
Federal, en la medida en que éstas son integrantes de la administración pública paraestatal. Por tanto,
en el supuesto previsto en la citada disposición constitucional, quedan comprendidos los organismos
descentralizados y las empresas de participación estatal de carácter federal, de acuerdo con una
interpretación integral del cuerpo normativo fundante, que en su artículo 90 señala a las entidades
paraestatales como integrantes de la administración pública federal; en consecuencia, para la
aplicación de las leyes del trabajo se surte la competencia de las autoridades federales.

Competencia 51/96. Suscitada entre la Primera Sala del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje
en el Distrito Federal, la Junta Especial Número Cuarenta y Nueve de la Federal de Conciliación y
Arbitraje en el Estado de Chiapas y la Junta Especial Número Tres de la Local de Conciliación y
Arbitraje en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. 4 de octubre de 1996—Cinco votos. Ponente: Sergio
Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: Juan Carlos Cruz Razo.

Competencia 267/96. Suscitada entre la Junta Especial Número Veinticinco de la Federal de


Conciliación y Arbitraje en Saltillo, Coahuila y la Primera Sala del Tribunal Federal de Conciliación y
Arbitraje en el Distrito Federal. 9 de diciembre de 1996. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Mariano
Azuela Güitrón. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretaria: Rosalba Becerril Velázquez.

Competencia 168/97. Suscitada entre la Segunda Sala del Tribunal Federal de Conciliación y
Arbitraje en el Distrito Federal y la Junta Especial Número Cuarenta y Dos de la Federal de
Conciliación y Arbitraje en Torreón, Coahuila. 30 de mayo de 1997. Cinco votos. Ponente: Sergio
Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Rocío Balderas Fernández.

Competencia 203/97. Suscitada entre la Primera Sala del Tribunal Federal de Conciliación y
Arbitraje y la Junta Especial Número Uno de la Federal de Conciliación y Arbitraje en el Estado de
México. 20 de junio de 1997. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia,
en su ausencia hizo suyo el proyecto el Ministro Genaro David Góngora Pimentel. Secretario:
Alfredo E. Báez López.

Competencia 218/97. Suscitada entre la Junta Especial Número Tres de la Local de Conciliación y
Arbitraje en León, Guanajuato y el Tribunal de Conciliación y Arbitraje del Estado de Guanajuato. 5
de septiembre de 1997. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano.
Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Mercedes Rodarte Magdaleno.

Tesis de jurisprudencia 47/97. Aprobada por la Segunda Sala de este alto tribunal, en sesión privada
de veintiséis de septiembre de mil novecientos noventa y siete, por unanimidad de cuatro votos de
los Ministros Juan Díaz Romero, Mariano Azuela Güitrón, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia y
presidente Genaro David Góngora Pimentel. Ausente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano.

148
85. En un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado un auto dictado en el
procedimiento de ejecución de un juicio laboral; acto que el quejoso atribuye a la Junta Local
de Conciliación y Arbitraje del Estado de Hidalgo. El presidente de la citada junta rinde
informe justificado y en apoyo remite copias certificadas del expediente respectivo. Al analizar
las mencionadas copias, el juez de Distrito advierte que el acto reclamado no fue emitido por la
Junta Local de Conciliación y Arbitraje como órgano colegiado, sino por el presidente de la
mencionada junta laboral. Ante esas circunstancias, el juez de Distrito sobresee en el juicio.
Dicho sobreseimiento debe considerarse:
Incorrecto, pues en tal supuesto el error en el señalamiento de la autoridad responsable no
puede dar lugar al sobreseimiento en el juicio. Lo anterior, en virtud de que si el acto
reclamado fue emitido por el presidente y éste fue quien rindió el informe, el imperativo
constitucional de poner en conocimiento de la autoridad responsable el acto reclamado y dar
a ésta la oportunidad de informar al respecto, quedó cabalmente satisfecho.
Justificación:
No. Registro: 200,702
Jurisprudencia. Materia(s): Laboral, Común
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
II, Octubre de 1995. Tesis: 2a./J. 57/95. Página: 226
JUNTA LABORAL Y PRESIDENTE DE LA MISMA. ERROR DEL QUEJOSO AL SEÑALAR
COMO RESPONSABLE A AQUÉLLA EN EL AMPARO PROMOVIDO EN CONTRA DE
ÉSTE. Si bien es cierto que es esencial el correcto señalamiento de la autoridad responsable en la
demanda de amparo y que ello es una carga del agraviado, ya que respecto de dichos actos es que
versará el juicio y serán motivo de análisis por parte del juzgador; y si bien es cierto, asimismo, que
las Juntas laborales y sus presidentes son autoridades distintas, debe considerarse que si en la
demanda de amparo el quejoso señala con desacierto como acto reclamado una resolución que
atribuye a una Junta como órgano colegiado, cuando ésta fue dictada por el presidente en uso de las
atribuciones que le son propias, como la de ordenar la ejecución de un laudo, en estos casos, el error
en el señalamiento de la autoridad responsable no da motivo para sobreseer en el juicio con apoyo en
lo dispuesto por el artículo 74, fracción IV, de la Ley de Amparo, dado que el imperativo
constitucional de dar noticia de la iniciación del juicio de garantías se cumple al solicitarse y rendirse
el informe justificado, ya que éste invariablemente deberá ser emitido por el presidente de dicho
órgano colegiado, por ser una atribución que le confiere la Ley Federal del Trabajo en sus artículos
617, fracción VII, 618, fracción VI, y, 623, por tanto, ya sea que el informe lo rinda en nombre
propio o como representante de la Junta, al hacerlo se está haciendo sabedor del inicio del juicio de
amparo y con ello está en posibilidad de defender la constitucionalidad del acto reclamado.
Contradicción de tesis 13/95. Entre las sustentadas por el Noveno Tribunal Colegiado en Materia de
Trabajo del Primer Circuito y el Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Tercer Circuito. 2 de agosto
de 1995. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: Roberto Lara Hernández.
Tesis de Jurisprudencia 57/95. Aprobada por la Segunda Sala de este alto tribunal, en sesión pública
de dos de agosto de mil novecientos noventa y cinco, por cinco votos de los ministros: presidente
Juan Díaz Romero, Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Mariano Azuela Güitrón, Genaro David
Góngora Pimentel y Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.

149
Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo X, noviembre de
1999, página 21, tesis por contradicción P./J. 128/99 de rubro "AUTORIDADES RESPONSABLES.
ERROR AL SEÑALAR AL ÓRGANO COLEGIADO EN LUGAR DEL PRESIDENTE QUE
EMITIÓ EL ACTO."

150
86. En una demanda de amparo indirecto el quejoso reclama de la Junta Local de Conciliación
y Arbitraje y del actuario adscrito a dicho autoridad laboral el emplazamiento practicado en el
juicio 43/2007, promovido por Rafael Rojas, a quien el quejoso señala como tercero
perjudicado. Adjunto a su demanda, el peticionario del amparo exhibe tres copias de la
mencionada demanda, a efecto de que se emplace a las dos autoridades responsables y al
tercero perjudicado. Las autoridades responsables rinden su informe justificado y en apoyo a
éste remiten copias certificadas del expediente laboral respectivo. Al analizar las mencionadas
copias certificadas, el juez de Distrito que conoce del asunto advierte que el juicio laboral fue
promovido por Rafael Rojas y Ramiro Pineda, siendo que este último no fue señalado por el
quejoso como tercero perjudicado; en consecuencia, el juez de Distrito reconoce el carácter de
tercero perjudicado a Ramiro Pineda y requiere al quejoso para que en el término de tres días
exhiba una copia más del escrito inicial de demanda, a efecto de lograr el emplazamiento al
juicio de amparo del referido tercero perjudicado, apercibido que de no hacerlo se sobreseerá
en el juicio. Transcurrido dicho término, sin que el quejoso cumpla con el requerimiento, el
juez de Distrito sobresee en el juicio de garantías antes de celebrar la audiencia constitucional.
Tal proceder del juez de Distrito debe estimarse:

Incorrecto, porque una vez admitida la demanda de garantías no se actualiza ninguna causa
de improcedencia que dé lugar a sobreseer el juicio de amparo antes de celebrar la audiencia
constitucional por el solo incumplimiento del quejoso de exhibir una copia de su escrito de
demanda para emplazar al tercero perjudicado. En consecuencia, lo procedente era que el
juez de Distrito, a efecto de hacer cumplir sus determinaciones, aplicara los medios de
apremio previstos en el artículo 57 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de
aplicación supletoria a la Ley de Amparo.
Justificación:
No. Registro: 173,671
Jurisprudencia. Materia(s): Común
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Diciembre de 2006. Tesis: 2a./J. 194/2006. Página: 219
SOBRESEIMIENTO. NO PROCEDE DECRETARLO FUERA DE LA AUDIENCIA CONSTITUCIONAL,
CUANDO UNA VEZ ADMITIDA LA DEMANDA EL QUEJOSO NO ATIENDA EL REQUERIMIENTO
DE QUE EXHIBA UNA COPIA DE ÉSTA PARA EMPLAZAR A UN TERCERO PERJUDICADO. De los
artículos 73 y 74, fracción III, de la Ley de Amparo, se advierte que no existe base legal para
sobreseer en el juicio de garantías fuera de la audiencia constitucional, en el supuesto de que el
quejoso, una vez admitida la demanda, no cumpla el requerimiento para que exhiba una copia de ésta
para emplazar a un tercero perjudicado. En ese caso, el Juez de Distrito, en aras de cumplir con la
celeridad del proceso contemplada en el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y en acatamiento al artículo 157 de la Ley citada, relativo a que los Jueces
deberán cuidar que los juicios de amparo no queden paralizados, para hacer cumplir su
determinación, aplicará las medidas de apremio señaladas en el artículo 59 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley de la materia, conforme a su artículo 2o.
Contradicción de tesis 173/2006-SS. Entre las sustentadas por el actual Primer Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Segundo Circuito, antes Segundo Tribunal Colegiado del mismo circuito y el Primer

151
Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y de Trabajo del Décimo Sexto Circuito. 24 de
noviembre de 2006. Mayoría de tres votos. Disidentes: Sergio Salvador Aguirre Anguiano y Guillermo I.
Ortiz Mayagoitia. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: José Luis Rafael Cano Martínez.- Tesis de
jurisprudencia 194/2006. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
veintinueve de noviembre de dos mil seis.

152
87. Lea los artículos 2º y 24, fracción IV, de la Ley de Amparo, así como los diversos preceptos
293, fracción II, y 294 del Código Federal de Procedimientos Civiles y enseguida conteste el
problema que se plantea: “Artículo 2o.- El juicio de amparo se substanciará y decidirá con arreglo
a las formas y procedimientos que se determinan en el presente libro, ajustándose, en materia
agraria, a las prevenciones específicas a que se refiere el libro segundo de esta ley.--- A falta de
disposición expresa, se estará a las prevenciones del Código Federal de Procedimientos Civiles.”;
“Artículo 24.- El cómputo de los términos en el juicio de amparo se sujetará a las reglas siguientes:
(…) IV.- Los términos deben entenderse sin perjuicio de ampliarse por razón de la distancia,
teniéndose en cuenta la facilidad o dificultad de las comunicaciones; sin que, en ningún caso, la
ampliación pueda exceder de un día por cada cuarenta kilómetros.”; “Artículo 293.- En caso de que
hubieren de practicarse diligencias o aportarse pruebas de fuera del lugar del juicio, a petición del
interesado se concederán los siguientes términos extraordinarios: (…) II.- Cuatro meses si lo está en
los Estados Unidos de Norteamérica, en Canadá o en las Antillas (…)”; “Artículo 294.- Para que
puedan otorgarse los términos del artículo anterior, se requiere:--- I.- Que se soliciten dentro de los
tres días siguientes a la notificación del auto que conceda la práctica de la diligencia o que abra a
prueba el negocio, y--- II.- Que se ministren los datos necesarios para practicar la diligencia,
llenándose, en su caso, los requisitos legales para cada prueba, y, si ésta no ha de recibirse fuera del
lugar del juicio, sino simplemente ha de solicitarse su envío, los datos necesarios para su
identificación.---Llenados los requisitos anteriores, el tribunal concederá, de plano, el término, sin
que sea recurrible su resolución.--- Los términos de que trata este artículo sólo suspenden la
tramitación del juicio al llegar a la audiencia final; todas las restantes diligencias deben practicarse
como si no hubiera pendiente un término extraordinario”.
Ahora bien, en un juicio de amparo indirecto el quejoso señala como acto reclamado el
emplazamiento practicado en un juicio laboral. Durante el trámite del juicio de amparo, el
quejoso ofrece como prueba de su parte una testimonial a cargo de dos personas que radican
en Los Ángeles, California, Estados Unidos de Norteamérica y manifiesta que dicha prueba se
ofrece con el objeto de demostrar que en la fecha en que supuestamente se practicó el
emplazamiento en el juicio laboral, el quejoso se encontraba precisamente en el lugar donde
radican las personas cuyo testimonio ofrece, por lo que no pudo haberse entendido la
diligencia con él. Cabe agregar que el ofrecimiento de la mencionada prueba cumplió con
todos lo requisitos legales y se señaló que habría de desahogarse en el lugar en que radican las
personas propuestas como testigos. El Juez Primero de Distrito en el Estado de Oaxaca, que es
quien conoce del juicio de garantías, admite la referida prueba y señala que para su desahogo
se concede el término de cuatro meses previsto en la fracción II del artículo 293 del Código
Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley de Amparo. En tal caso,
¿es correcto que el juez de Distrito haya fijado el término para el desahogo de la prueba con
base en el artículo citado?
No es correcto, en virtud de que en este caso no opera la supletoriedad del Código Federal de
Procedimientos Civiles.
Justificación:
No. Registro: 174,638
Jurisprudencia. Materia(s): Común
Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

153
XXIV, Julio de 2006. Tesis: P./J. 88/2006. Página: 8
PRUEBAS EN AMPARO INDIRECTO. NO SON APLICABLES SUPLETORIAMENTE LOS
ARTÍCULOS 293 Y 294 DEL CÓDIGO FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS CIVILES, QUE
PREVÉN EL OTORGAMIENTO DE TÉRMINOS EXTRAORDINARIOS PARA EL
DESAHOGO DE DILIGENCIAS FUERA DEL LUGAR DEL JUICIO. La Suprema Corte de
Justicia de la Nación ha sostenido que para que opere la supletoriedad de las normas de un
ordenamiento en otro se requiere, entre otras condiciones, que en el ordenamiento a ser suplido
exista una laguna en la regulación de cierta institución jurídica, la cual pueda ser colmada por las
normas supletorias. En esa virtud, y toda vez que la fracción IV del artículo 24 de la Ley de Amparo
dispone que los términos en el juicio constitucional pueden ampliarse por razón de distancia,
teniendo en cuenta la facilidad o dificultad de las comunicaciones, sin que en ningún caso pueda
exceder de un día por cada cuarenta kilómetros, esto es, prevé el otorgamiento de plazos
extraordinarios para hacer factible la realización de diligencias que deben desahogarse fuera del
lugar del juicio, se concluye que los artículos 293 y 294 del Código Federal de Procedimientos
Civiles, que establecen plazos extraordinarios para aportar pruebas fuera del lugar del juicio, no son
aplicables supletoriamente al juicio de garantías. Además, si el referido artículo 294 sujeta el
otorgamiento de dichos plazos extraordinarios, entre otras condiciones, a que éstos sean solicitados
"dentro de los tres días siguientes a la notificación del auto que conceda la práctica de la diligencia o
que abra a prueba el negocio", resulta indudable que dicho dispositivo fue pensado para el proceso
civil, en el que existen diversas etapas plenamente diferenciadas entre ellas, por lo cual las reglas
relativas al procedimiento que debe seguirse para solicitarlos tampoco resultan aplicables
supletoriamente al juicio de garantías, por ser incompatibles con su naturaleza sumaria.

Contradicción de tesis 13/2004-PL. Entre las sustentadas por el Primero, Décimo Tercero y Octavo
Tribunales Colegiados en Materia Civil del Primer Circuito. 13 de marzo de 2006. Mayoría de ocho
votos. Ausente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Disidentes: José Ramón Cossío Díaz y Margarita Beatriz
Luna Ramos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: José Alberto Tamayo Valenzuela.

El Tribunal Pleno, el trece de junio en curso, aprobó, con el número 88/2006, la tesis jurisprudencial
que antecede. México, Distrito Federal, a trece de junio de dos mil seis.

154
88. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto reclamado la omisión por parte
de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje de dictar el laudo respectivo en un juicio
laboral, a pesar de haber transcurrido el plazo legal para ello. La referida demanda se admite
a trámite y se pide el informe a la junta responsable. La mencionada autoridad no rinde
informe justificado, a pesar de estar debidamente notificada. Momentos antes de que se
celebre la audiencia constitucional, el quejoso presenta una promoción en la que solicita al juez
de Distrito que difiera su celebración, en virtud de que oportunamente solicitó a la junta
responsable le expidiera copias certificadas del expediente del que deriva el acto reclamado,
sin que se le hayan entregado las mencionadas copias, siendo que éstas resultan indispensables
para demostrar la inconstitucionalidad del acto reclamado; adjunto a la promoción, el quejoso
exhibe copia del escrito presentado ante la junta laboral, en la que obra sello de recepción
¿Qué debe acordar el juez de Distrito respecto de esa petición?

Debe diferir la audiencia constitucional y requerir a la junta responsable para que expida al
quejoso las copias que le fueron solicitadas oportunamente, aunque el quejoso no haya
solicitado expresamente que se requiriera a la autoridad responsable en tal sentido.

Justificación:

No. Registro: 175,144


Jurisprudencia. Materia(s): Común
Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIII, Mayo de 2006. Tesis: P./J. 63/2006. Página: 6

AUDIENCIA CONSTITUCIONAL. CUANDO LA AUTORIDAD RESPONSABLE NO HAYA


EXPEDIDO LAS COPIAS O DOCUMENTOS QUE EL OFERENTE LE HABÍA SOLICITADO
PREVIAMENTE, BASTA QUE ÉSTE SOLICITE EL APLAZAMIENTO DE AQUÉLLA PARA
QUE EL JUEZ DE DISTRITO ASÍ LO ACUERDE. Este Alto Tribunal considera que para que opere
el aplazamiento de la audiencia constitucional en el supuesto del artículo 152 de la Ley de Amparo,
basta que así lo pida el oferente de las documentales, sin necesidad de la solicitud expresa para que se
requiera a la autoridad omisa, pues esto no constituye una formalidad esencial del escrito de referencia,
sin la cual no deba acordarse favorablemente dicho aplazamiento, lo cual encuentra justificación en
dos motivos: a) El principio de derecho consistente en que a las partes solamente corresponde narrar
los hechos y al juzgador aplicar el derecho, de manera que si de la indicada narración se desprende la
actualización de una hipótesis normativa determinada, el juzgador debe aplicar el derecho, aun cuando
no le citen el precepto legal exactamente aplicable o no le soliciten expresamente determinada
circunstancia, si la misma es una consecuencia legal y necesaria de la actualización de dicho supuesto,
pues es claro que ante la omisión de una autoridad de expedir la copia o documento que se ofrece
como prueba y que oportunamente le fue solicitado, la ley establece como consecuencia que previa
solicitud del interesado se requiera a la autoridad omisa y se aplace la audiencia por un término que no
exceda de 10 días, y b) El criterio de que el artículo 152 de la Ley de Amparo no debe aplicarse con tal
rigidez que impida recabar una prueba que podría dar luz para resolver el juicio de garantías. En ese
sentido, se concluye que en el escrito por el que se solicita el aplazamiento de la audiencia
constitucional, es innecesario que el quejoso pida expresamente al juzgador federal que requiera
a la autoridad responsable la expedición de las copias o documentos que previamente le solicitó

155
para presentarlos como pruebas en el juicio de amparo, y como consecuencia se aplace la
celebración de la audiencia constitucional, siempre y cuando esa intención se advierta del escrito
referido. Lo anterior, además, lleva a este Tribunal en Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación a apartarse del criterio contenido en la tesis de rubro: "AUDIENCIA CONSTITUCIONAL, EL
DIFERIMIENTO DE LA, DEBE SOLICITARSE POR EL QUEJOSO, EN EL SUPUESTO DEL
ARTÍCULO 152 DE LA LEY DE AMPARO."
Contradicción de tesis 46/2004-PL. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Noveno Circuito y el actual Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito. 14 de
marzo de 2006. Unanimidad de diez votos. Ausente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Ponente: José de
Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: José de Jesús Bañales Sánchez.

El Tribunal Pleno, el once de mayo en curso, aprobó, con el número 63/2006, la tesis jurisprudencial
que antecede. México, Distrito Federal, a once de mayo de dos mil seis.

Nota: La tesis de rubro: "AUDIENCIA CONSTITUCIONAL, EL DIFERIMIENTO DE LA, DEBE


SOLICITARSE POR EL QUEJOSO, EN EL SUPUESTO DEL ARTÍCULO 152 DE LA LEY DE
AMPARO." citada, aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación, Séptima Época,
Volumen 45, Primera Parte, página 17.

156
89. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto reclamado la interlocutoria
dictada por la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, en la que declaró infundado el
incidente de falta de personalidad del apoderado del trabajador. El juez de Distrito a quien se
turna la demanda estima que ésta no reúne los requisitos previstos en el artículo 116 de la Ley
de Amparo, en virtud de que en dicho escrito no se contiene la expresión “bajo protesta de
decir verdad” ni se narran los hechos o abstenciones que le constan al quejoso y que
constituyen antecedentes del acto reclamado. En consecuencia, se requiere al quejoso para que
en el término de tres días satisfaga los mencionados requisitos, en el entendido de que al dar
cumplimiento a tal prevención también deberá exhibir las copias del escrito aclaratorio que
sean necesarias para correr traslado a las partes en el juicio, bajo apercibimiento que de no
hacerlo, se tendrá por no interpuesta la demanda. El primer día del término concedido, el
quejoso presenta un escrito en el que expresa bajo protesta de decir verdad los antecedentes
del acto reclamado; sin embargo, omite exhibir las copias de ese escrito para correr traslado a
las partes ¿Cómo debe proceder el Juez de Distrito ante dicha promoción?

Debe acordar inmediatamente la promoción y señalar al quejoso las omisiones en que


incurrió, a efecto de que éste pueda subsanarlas dentro del término que le fue concedido en el
primer auto.

Justificación:
No. Registro: 182,896
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVIII, Noviembre de 2003
Tesis: 2a./J. 106/2003
Página: 133

AMPARO. ACLARACIÓN DE DEMANDA. SI LA PROMOCIÓN DE CUMPLIMIENTO SE


PRESENTA ANTES DEL TÉRMINO, EL JUEZ DEBE ACORDAR SI SE ACATÓ LA
PREVENCIÓN, SEÑALANDO, EN SU CASO, LAS OMISIONES, PARA DAR OPORTUNIDAD
AL PROMOVENTE DE SUBSANARLAS, PERO DENTRO DE AQUEL TÉRMINO. De
conformidad con el artículo 146 de la Ley de Amparo, el Juez de Distrito está facultado para mandar
aclarar el escrito inicial de demanda cuando advierta alguna irregularidad, se haya omitido alguno de
los requisitos a que se refiere el artículo 116 de la ley citada, no se haya indicado con precisión el
acto reclamado o no se hayan exhibido las copias correspondientes a que alude el artículo 120 de
dicho ordenamiento, debiendo precisar en el auto relativo las irregularidades o deficiencias
advertidas, a fin de requerir al promovente para que en el término de tres días las subsane. Ahora
bien, si se toma en cuenta que de conformidad con lo dispuesto por el artículo 62 del Código Federal
de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la mencionada ley, según su artículo 2o., todas
las promociones deberán acordarse a más tardar al día siguiente de presentadas, y en atención al
principio de justicia pronta y expedita consignado en el artículo 17 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, así como el de economía procesal, es indudable que cuando el quejoso
en el primer o segundo de los tres días señalados en el referido artículo 146, presenta un escrito
157
mediante el cual pretende cumplir con la prevención que le fue impuesta, el Juez debe emitir un
acuerdo en el que tenga por presentado dicho escrito y admita la demanda si se satisfizo lo ordenado,
o bien, en caso de no cumplir con tal requerimiento, señale las omisiones o defectos que aún
subsistan para darle oportunidad de subsanarlos antes del vencimiento de esos tres días, ello en razón
de que dicho término se le otorga en su beneficio. De no actuar así, se impediría al promovente
enterarse de las razones por las cuales no está cumpliendo cabalmente con la prevención que le fue
formulada, pese a estar en posibilidad temporal de aclarar su escrito de demanda.

Contradicción de tesis 38/2003-PL. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Tercer Circuito y el Décimo Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil
del Primer Circuito. 29 de octubre de 2003. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Genaro David
Góngora Pimentel. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Óscar Rodríguez Álvarez.

Tesis de jurisprudencia 106/2003. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del treinta y uno de octubre de dos mil tres.

158
90. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto reclamado el embargo trabado
sobre un inmueble dentro del procedimiento de ejecución de un juicio laboral, en el que el
quejoso no es parte. En la demanda se señalan como autoridades responsables al presidente y
al actuario de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje; como terceros perjudicados se
señalan a las partes del juicio laboral Rómulo Pérez (actor) y a la empresa “Motores del Sur”
(demandada); asimismo, en la referida demanda se solicita la suspensión del acto reclamado.
Al recibir la demanda de amparo, el juez de Distrito advierte que el quejoso solamente
acompañó a su escrito original cinco copias fotostáticas de dicha demanda, por tanto, lo
requiere para que exhiba dos copias más, pues son necesarias siete, dos para las autoridades
responsables, dos para igual número de terceros perjudicados, una para el Ministerio Público
y las dos restantes para dar trámite al incidente de suspensión. El término concedido al
quejoso para dar cumplimiento es de tres días y el apercibimiento es que de no cumplirse se
tendrá por no interpuesta la demanda. Transcurrido el término concedido, sin que el quejoso
cumpla con la prevención, el juez de Distrito hace efectivo el apercibimiento decretado en
autos y tiene por no interpuesta la demanda. Tal proceder del juez de Distrito es:

Incorrecto, pues la falta de exhibición de las dos copias requeridas no da lugar a tener por no
interpuesta la demanda, sino a postergar la apertura del incidente de suspensión.
Justificación:
No. Registro: 186,297
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVI, Agosto de 2002. Tesis: 2a./J. 86/2002. Página: 245

DEMANDA DE AMPARO. CUANDO SE OMITE PRESENTAR LAS COPIAS NECESARIAS


PARA LA FORMACIÓN DEL INCIDENTE DE SUSPENSIÓN, EL INCUMPLIMIENTO A LA
PREVENCIÓN DE EXHIBIRLAS NO DA LUGAR A TENER POR NO INTERPUESTA
AQUÉLLA, SINO EXCLUSIVAMENTE A POSTERGAR LA APERTURA DE DICHO
INCIDENTE. El artículo 146 de la Ley Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos establece, en lo que interesa, que si no se exhiben las
copias que señala el artículo 120, el Juez de Distrito mandará prevenir al promovente para que las
presente dentro del término de tres días, y si no lo hace así, tendrá por no interpuesta la demanda,
cuando el acto reclamado sólo afecte al patrimonio o derechos patrimoniales del quejoso, y que fuera
de esos casos, transcurrido el término señalado sin haberse dado cumplimiento a la providencia
relativa, dicho Juez mandará correr traslado al Ministerio Público, por veinticuatro horas, y en vista
de lo que éste exponga, admitirá o desechará la demanda, dentro de otras veinticuatro horas, según
sea procedente. Ahora bien, el objeto de la prevención a que alude el precepto referido, es auxiliar al
quejoso en el planteamiento y exposición de su demanda, a fin de procurar su acceso a la justicia,
por lo que dicho artículo no se debe interpretar en forma aislada, sino de manera sistemática y acorde
con lo dispuesto en los numerales 120 y 141 de la ley citada, que establecen, respectivamente, que
con la demanda de amparo deben exhibirse copias en número suficiente para emplazar a las
autoridades responsables, al tercero perjudicado, si lo hubiere, y al Ministerio Público, así como dos
copias más para formar el incidente de suspensión, si ésta se pidiere, y no debiera otorgarse de plano,
159
conforme a la ley, y que si cuando al presentarse la demanda no se hubiese promovido el incidente
de suspensión, el quejoso podrá promoverlo en cualquier tiempo, mientras no se dicte sentencia
ejecutoria. En congruencia con lo anterior, si al promoverse el juicio de garantías se solicita la
suspensión del acto reclamado y el Juez de Distrito que conoce del asunto requiere a la parte quejosa
para que presente dos copias más del escrito inicial de demanda, debe concluirse que las copias que
se solicitan son las necesarias para la formación del incidente de suspensión, por lo que el efecto
jurídico que produce la falta de desahogo de dicha prevención, será el de postergar la apertura del
incidente de suspensión hasta en tanto se exhiban las copias requeridas, sin que el desacato
constituya obstáculo para tramitar el juicio de garantías en lo principal cuando con las copias
presentadas con la demanda sea posible emplazar a las autoridades responsables, al tercero o terceros
perjudicados, si los hubiere, y al Ministerio Público.

Contradicción de tesis 2/2001-PL. Entre las sustentadas por el Décimo Primer Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Primer Circuito y el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Primer Circuito. 21 de junio de 2002. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano.
Secretaria: Eva Elena Martínez de la Vega.

Tesis de jurisprudencia 86/2002. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del cinco de julio de dos mil dos.

160
91. En un procedimiento de ejecución de un laudo, la parte condenada ofrece como prueba de
su parte una pericial, a efecto de que los expertos propuestos valúen un bien inmueble
embargado. El presidente de la junta laboral que conoce del asunto acuerda que no ha lugar a
admitir dicho medio de convicción, en virtud de que no se ofreció con las formalidades de ley.
En contra de tal determinación, la parte condenada interpone recurso de revisión, en el que la
junta laboral confirma lo resuelto en el auto recurrido. Inconforme con lo resuelto en el
recurso, la parte condenada promueve juicio de amparo indirecto. El juez de Distrito a quien
se turna la demanda la desecha de plano. El auto dictado por el juez de Distrito es:

Correcto, pues las violaciones procesales que se cometan durante el procedimiento de


ejecución pueden ser reclamadas al promover el juicio de amparo indirecto en contra de la
última resolución que se dicte en ese procedimiento.

Justificación:
No. Registro: 190,037
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIII, Abril de 2001
Tesis: P./J. 38/2001
Página: 5

AMPARO INDIRECTO. EL DESECHAMIENTO DE PRUEBAS DENTRO DE UN INCIDENTE


CUYA INTERLOCUTORIA ES SUSCEPTIBLE DE IMPUGNARSE EN ESA VÍA, DEBE
RECLAMARSE HASTA EL PRONUNCIAMIENTO DE AQUÉLLA. De una interpretación
sistemática e integral de lo dispuesto en las fracciones II, III y IV del artículo 114 de la Ley de Amparo,
se advierte que el desechamiento de pruebas dentro de un incidente cuya interlocutoria es susceptible de
impugnarse en amparo indirecto, por regla general, se considera una violación intraprocesal que puede
ser combatida hasta que se promueva el juicio de amparo biinstancial en contra de dicha interlocutoria.
Ello es así, porque las fracciones II y III del precepto citado admiten la posibilidad de que las violaciones
cometidas en un procedimiento, sean reclamables en el amparo que se promueva en contra de la
resolución final que se dicte en ese procedimiento, incluso, la fracción últimamente señalada, hace
referencia a los actos de ejecución de sentencia y a los remates, cuyo trámite generalmente se efectúa en
forma de incidente. De modo que si en el amparo indirecto pueden reclamarse las violaciones procesales
cometidas dentro de un incidente tramitado fuera de juicio o después de concluido al impugnarse la
resolución que lo decida, la misma razón debe regir para aquellos amparos que se promuevan en contra
de resoluciones incidentales dictadas dentro de un juicio.

Contradicción de tesis 10/2000. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Noveno
Circuito, Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo Circuito, Tribunales Colegiados Primero y
Segundo en Materia Civil del Primer Circuito y Tribunal Colegiado del Décimo Tercer Circuito, hoy
Primer Tribunal Colegiado de ese circuito. 27 de febrero de 2001. Unanimidad de diez votos.
Ausente: Juventino V. Castro y Castro. Ponente: Juventino V. Castro y Castro; en su ausencia hizo
suyo el proyecto José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Arturo Fonseca Mendoza.
161
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintinueve de marzo en curso, aprobó, con el
número 38/2001, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintinueve de
marzo de dos mil uno.

162
92. En un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado el embargo trabado sobre
un inmueble que el quejoso afirma es de su propiedad. Como antecedentes del acto reclamado,
el quejoso expone que tiene conocimiento que el embargo reclamado fue dictado dentro de un
juicio laboral en el que él no es parte. Adjunto a su demanda, exhibe el original de un contrato
privado de compraventa y señala que dicho contrato se encuentra debidamente inscrito en el
Registro Público de la Propiedad, lo que acreditará durante el curso del juicio de amparo con
la constancia respectiva expedida por dicho registro. Las autoridades responsables rinden
informe justificado y aceptan la existencia del acto reclamado; en apoyo a dicho informe,
remiten copias certificadas del expediente laboral respectivo, del que se desprende que
efectivamente se trabó embargo sobre el bien que el peticionario del amparo señala es de su
propiedad. Un día antes de la celebración de la audiencia constitucional, el quejoso presenta
una promoción en la que solicita al juez de Distrito difiera la celebración de la audiencia, en
virtud de que el Registro Público de la Propiedad ha omitido expedirle la constancia
correspondiente. Cabe agregar que a dicha promoción no se adjuntó la copia del escrito de
solicitud con el sello de recepción correspondiente o que el mencionado registro se hubiera
negado a recibirla ¿Cómo debe acordar el juez de Distrito la solicitud formulada por el
quejoso?

Debe acordar que no ha lugar a diferir la audiencia, pues si sólo bastara la manifestación del
quejoso de que solicitó una constancia para ser exhibida en el juicio de amparo para que se
difiera la audiencia, tal diferimiento quedaría a la voluntad de las partes.

Justificación:
No. Registro: 190,030
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIII, Abril de 2001
Tesis: P./J. 28/2001
Página: 58

AUDIENCIA CONSTITUCIONAL. PARA QUE EL JUEZ DE DISTRITO ACUERDE SU


APLAZAMIENTO, EN TÉRMINOS Y PARA LOS EFECTOS QUE PRECISA EL ARTÍCULO
152 DE LA LEY DE AMPARO, ES NECESARIO QUE LA PARTE INTERESADA EXHIBA
JUNTO CON SU SOLICITUD DE DIFERIMIENTO, LA COPIA DEBIDAMENTE SELLADA
DEL ESCRITO EN EL QUE SOLICITÓ LA EXPEDICIÓN DE LAS COPIAS O DOCUMENTOS
RESPECTIVOS, O BIEN, CONSTANCIA FEHACIENTE DE QUE LA AUTORIDAD
RESPECTIVA SE NEGÓ A RECIBIRLO. De conformidad con lo dispuesto en el precepto citado,
para que el Juez de Distrito esté en aptitud legal de acordar el aplazamiento de la audiencia
constitucional y de requerir a la autoridad omisa para que expida las copias o documentos que se le
solicitaron, es requisito indispensable que la parte interesada exhiba, junto con su solicitud de
diferimiento, la copia del escrito a través del cual solicitó la expedición de copias o documentos para
presentarlos como pruebas en el juicio, la que debe ostentar el sello de recepción correspondiente o,
en su defecto, constancia fehaciente de que la autoridad responsable se negó a recibirlo. Lo anterior
163
en virtud de que si sólo bastare la manifestación del interesado en el sentido de que presentó su
solicitud, sin demostrarlo, el diferimiento de la audiencia quedaría al arbitrio de las partes, lo que
resulta inadmisible, pues si se pretende exigir el cumplimiento de una obligación, es necesario que
previamente se demuestre que se cuenta con el derecho para exigirla y, en el caso, el requerimiento
para que se cumpla la obligación que a los funcionarios o autoridades impone el referido precepto,
solamente procederá en los términos indicados.

Contradicción de tesis 59/98. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero del Sexto
Circuito, Primero del Vigésimo Circuito y Primero del Décimo Circuito. 22 de febrero de 2001.
Once votos. Ponente: José Vicente Aguinaco Alemán. Secretario: Miguel Moreno Camacho.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintinueve de marzo en curso, aprobó, con el
número 28/2001, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintinueve de
marzo de dos mil uno.

164
93. En un juicio de amparo indirecto el quejoso señala como acto reclamado el emplazamiento
al juicio laboral 500/2006. La demanda se admite a trámite y se pide informe a las autoridades
responsables, las que rinden en tiempo el citado informe y agregan a éste copias certificadas
del juicio del que deriva el acto reclamado. Al analizar las mencionadas copias, el juez de
Distrito que conoce del juicio de garantías advierte que el quejoso compareció al juicio laboral
de origen y ofreció diversos medios de convicción. En virtud de lo anterior, el juez de Distrito
sobresee en el juicio. Tal proceder del juez de Distrito debe estimarse:
Correcto, porque al haber comparecido al juicio laboral de origen el quejoso, con ello perdió
la calidad de tercero extraño con la que promovió el juicio de amparo; en consecuencia, se
actualiza la causa de improcedencia prevista en el artículo 73, fracción XVIII, de la Ley de
Amparo, en relación con el diverso precepto 114, fracción V, de la misma legislación, este
último aplicado en sentido contrario.
Justificación:
No. Registro: 189,916
Jurisprudencia. Materia(s): Común
Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIII, Abril de 2001. Tesis: P./J. 39/2001. Página: 93
PERSONA EXTRAÑA A JUICIO. CARECE DE TAL CARÁCTER QUIEN COMPARECIÓ AL
PROCEDIMIENTO NATURAL, POR LO QUE DEBE SOBRESEERSE EN EL JUICIO AL
ACTUALIZARSE LA CAUSAL DE IMPROCEDENCIA PREVISTA EN EL ARTÍCULO 73,
FRACCIÓN XVIII, DE LA LEY DE AMPARO, EN RELACIÓN CON EL DIVERSO 114,
FRACCIÓN V, APLICADA EN SENTIDO CONTRARIO, DEL PROPIO ORDENAMIENTO,
AUN CUANDO HAYA SIDO PROMOVIDO DENTRO DEL TÉRMINO ESTABLECIDO EN EL
ARTÍCULO 21 DE LA PROPIA LEY. La sola circunstancia de que el afectado conozca de la
existencia del juicio en el que funge como parte y comparezca al mismo, a pesar de no haber sido
legalmente emplazado, desvirtúa su carácter de persona extraña al procedimiento, por lo que si
promueve el juicio de amparo indirecto, ostentándose con tal carácter, el Juez de Distrito debe
sobreseerlo con fundamento en el artículo 74, fracción III, de la Ley de Amparo, fundamentalmente
porque el promovente ya no es persona extraña al juicio por haber comparecido al procedimiento
ordinario, quedando en posibilidad de defenderse dentro del contencioso y, en su oportunidad, si es
el caso, acudir al amparo directo, fundamentándose la improcedencia en los artículos 73, fracción
XVIII y 114, fracción V, aplicada en sentido contrario, de la propia ley; sin que lo anterior implique
que el promovente del amparo indirecto, por el hecho de ostentarse como tercero extraño, quede al
margen del término previsto en el artículo 21 de la Ley de Amparo, esto es, al plazo de quince días
contados a partir del día siguiente al en que tenga conocimiento del juicio, bajo el argumento de que
la falta o ilegalidad del emplazamiento sea una violación de gran magnitud, pues si bien la
improcedencia por extemporaneidad o consentimiento tácito basado en los artículos 21 y 73,
fracción XII, del propio ordenamiento, puede llegar a configurarse, tal circunstancia no se surte
necesariamente porque puede suceder que el afectado por la falta de emplazamiento promueva el
juicio de garantías antes de que transcurra el plazo referido y en tal supuesto no cabría sobreseer por
inoportunidad de la demanda, ya que seguiría en pie la otra causal.
Contradicción de tesis 12/2000-PL. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero en Materia
Civil del Sexto Circuito, Primero en Materias Civil y de Trabajo del Segundo Circuito y Segundo en Materia

165
Civil del Séptimo Circuito. 27 de febrero de 2001. Unanimidad de diez votos. Ausente: Juventino V. Castro y
Castro. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretaria: Maura Angélica Sanabria Martínez.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintinueve de marzo en curso, aprobó, con el
número 39/2001, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintinueve de
marzo de dos mil uno.

166
94. Lea el artículo 153 de la Ley de Amparo, así como los diversos preceptos 129 y 133 del
Código Federal de Procedimientos Civiles y enseguida conteste el problema que se plantea:
“Artículo 153.- Si al presentarse un documento por una de las partes, otra de ellas lo objetare de
falso, el juez suspenderá la audiencia para continuarla dentro de los diez días siguientes; en dicha
audiencia, se presentarán las pruebas y contrapruebas relativas a la autenticidad del documento.---
Lo dispuesto en este artículo sólo da competencia al juez para apreciar, dentro del juicio de amparo,
de la autenticidad con relación a los efectos exclusivos de dicho juicio.---- Cuando el juez desechare
la objeción presentada, podrá aplicar al promovente que la propuso una multa de diez a ciento
ochenta días de salario.”; “Artículo 129.- Son documentos públicos aquellos cuya formación está
encomendada por la ley, dentro de los límites de su competencia, a un funcionario público revestido
de la fe pública, y los expedidos por funcionarios públicos, en el ejercicio de sus funciones. La
calidad de públicos se demuestra por la existencia regular, sobre los documentos, de los sellos,
firmas u otros signos exteriores que, en su caso, prevengan las leyes.”; “Artículo 133.- Son
documentos privados los que no reúnen las condiciones previstas por el artículo 129”.

Ahora bien, una demanda de amparo indirecto se presenta ante un Juzgado de Distrito; dicha
demanda se encuentra firmada por quienes se ostentan como representantes de un sindicato de
trabajadores mineros; como acto reclamado se señala la resolución mediante la cual la Junta
Federal de Conciliación y Arbitraje dio por terminado el procedimiento de huelga 30/2005
solicitado por el sindicato quejoso con el fin de obtener la firma de un contrato colectivo con
una empresa minera. Durante el trámite del juicio de amparo, la empresa minera comparece
ante el Juzgado de Distrito en su carácter de tercera perjudicada y objeta de falsa la demanda
de amparo, bajo el argumento de que las firmas que obran en ese escrito no fueron estampadas
por quienes aparecen como promoventes. En tal caso ¿Cómo debe proceder el juez de Distrito?

Debe dar trámite a la objeción, en virtud de que la demanda de garantías reúne las
características propias de un documento privado y, por tanto, es susceptible de ser objetada.

Justificación:
No. Registro: 190,657
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XII, Diciembre de 2000
Tesis: P./J. 148/2000
Página: 11

DEMANDA DE AMPARO. EL ESCRITO RELATIVO REVISTE EL CARÁCTER DE


DOCUMENTO PRIVADO, POR LO QUE ES SUSCEPTIBLE, JURÍDICAMENTE, DE SER
OBJETADO DE FALSO EN TÉRMINOS DE LO DISPUESTO EN EL ARTÍCULO 153 DE LA
LEY DE AMPARO. Si bien en ningún precepto de la Ley de Amparo, se establece qué debe
entenderse por documento privado, resulta aplicable supletoriamente al ordenamiento invocado el
Código Federal de Procedimientos Civiles, que en su artículo 129 determina que son documentos
públicos aquellos cuya formación está encomendada por la ley, dentro de los límites de su
167
competencia, a un funcionario público revestido de fe pública, y los expedidos por funcionarios
públicos en el ejercicio de sus funciones; mientras que en el diverso artículo 133 del propio
ordenamiento legal se indica que los documentos privados son los que no reúnen las condiciones
previstas por el artículo 129, entre los cuales quedan comprendidos los escritos elaborados por
particulares, en los que aparezca la firma o el signo que refleje la voluntad del suscriptor del
documento. En consecuencia, el escrito inicial de demanda de amparo participa de las características
de un documento privado, porque proviene de un particular y en él aparece la firma o signo que
refleja la voluntad de su suscriptor, de ahí que sea susceptible jurídicamente de ser objetado de falso
en cuanto a su autenticidad, sin que sea obstáculo para la anterior conclusión el hecho de que el
artículo 153 de la Ley de Amparo disponga que sólo serán objetables de falsos "los documentos" que
presentaren las partes en el juicio de amparo, porque esa acepción comprende también las
promociones presentadas por ellas, pues constituyen documentos, atento lo cual se encuentran
sujetas a la impugnación de falsedad, de acuerdo a lo dispuesto en el precepto últimamente citado.

Contradicción de tesis 15/97. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Tercero en Materia
Civil del Tercer Circuito, Primero del Décimo Tercer Circuito, Octavo en Materia Civil del Primer
Circuito y Primero del Sexto Circuito. 24 de octubre de 2000. Once votos. Ponente: Sergio Salvador
Aguirre Anguiano. Secretario: Guillermo Becerra Castellanos.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintisiete de noviembre en curso, aprobó, con
el número 148/2000, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintisiete de
noviembre de dos mil.

168
95. Una demanda de amparo indirecto es promovida por quien se ostenta como apoderado de
una empresa hotelera; en dicha demanda se señala como acto reclamado la interlocutoria
dictada por una junta laboral, a través de la cual se confirmó el auto dictado por el presidente de
la mencionada junta, en el que se resolvió que no ha lugar a declarar prescrito el derecho del
actor para solicitar el inicio del procedimiento de ejecución del laudo dictado en el expediente
38/2002. Cabe mencionar que el promovente del amparo no adjuntó a la demanda el documento
con el que acreditara la personalidad con que se ostentó. En tal virtud, el juez de Distrito
requirió al promovente para que en el término de tres días exhibiera el documento con el que
acreditara ser apoderado de la empresa hotelera. En cumplimiento a tal requerimiento, el
promovente exhibió una carta poder, de la que se advierte que el administrador único de la
empresa le otorgó poder. Cabe mencionar que de la lectura de dicha carta poder, se advierte que
ésta fue suscrita tres días después del día en que se presentó la demanda ante el Juzgado de
Distrito. En ese supuesto ¿Cómo debe proceder el juez de Distrito?

Debe desconocer la personalidad con que se ostentó el promovente del amparo. Lo anterior,
debido a que si el documento en el que se le confiere tal personalidad es de fecha posterior a
aquella en la que presentó la demanda, debe entenderse que en ese momento no se
encontraba en aptitud de realizar actos a nombre de la empresa hotelera.

Justificación:
No. Registro: 191,109
Jurisprudencia. Materia(s): Común
Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XII, Septiembre de 2000. Tesis: P./J. 91/2000. Página: 9

PERSONALIDAD EN EL JUICIO DE AMPARO. NO ES DABLE TENERLA POR


ACREDITADA, CONFORME AL ARTÍCULO 12 DE LA LEY DE LA MATERIA, SI EL PODER
FUE OTORGADO CON POSTERIORIDAD A LA PRESENTACIÓN DE LA DEMANDA. Al ser
la representación, en sentido general, un fenómeno jurídico que implica que una persona llamada
representante realice actos jurídicos en nombre de otra llamada representado, en forma tal que el acto
surte efectos directamente en la esfera jurídica de este último, como si hubiera sido realizado por él,
y partiendo de la consideración de que el derecho atribuye efectos jurídicos a la voluntad humana en
la medida en que ésta es exteriorizada y se propone fines lícitos, que constituyen intereses
jurídicamente tutelados, debe concluirse que no puede tenerse por acreditada la personalidad del
representante, en términos del artículo 12 de la Ley de Amparo, con un poder general o carta poder
otorgados con posterioridad a la presentación de la demanda, pues dicha representación surte sus
efectos precisamente a partir de la fecha en que se otorgó.

Contradicción de tesis 30/96. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Noveno y Octavo
en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 12 de junio de 2000. Once votos. Ponente: José Vicente
Aguinaco Alemán. Secretaria: Martha Yolanda García Verduzco.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy cinco de septiembre en curso, aprobó, con el
número 91/2000, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a cinco de
septiembre de dos mil.
169
96. En un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado el arresto dictado por la
junta laboral dentro del juicio 23/2007. Como antecedentes del acto reclamado, el quejoso
manifiesta que él tiene el carácter de demandado en el juicio laboral del que deriva el acto
reclamado; que en dicho juicio su contraparte ofreció una prueba confesional a cargo del
peticionario del amparo, pero que por causa ajenas a su voluntad, no pudo comparecer al
desahogo de dicha probanza y que por esa razón la junta impuso al quejoso un arresto como
medida de apremio. En la demanda de amparo el quejoso indica que en el caso no existe tercero
perjudicado; sin embargo, el juez de Distrito a quien se turna la demanda estima que tal
carácter le resulta al actor en el juicio laboral; por tanto, requiere al quejoso para que en el
término de tres días señale el domicilio en el que puede ser emplazado el mencionado tercero y
exhiba una copia más de su demanda de amparo para ese fin. Tal proceder del juez de Distrito
es:

Correcto, pues al no emanar el acto reclamado de una causa penal, tiene el carácter de tercero
perjudicado la contraparte del quejoso en el juicio natural, en términos del inciso a) de la
fracción III del artículo 5º de la Ley de Amparo.
Justificación:
No. Registro: 190,690
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XII, Diciembre de 2000
Tesis: P./J. 126/2000
Página: 6

ARRESTO COMO MEDIDA DE APREMIO. EN EL JUICIO DE AMPARO PROMOVIDO EN


SU CONTRA, TIENE EL CARÁCTER DE TERCERA PERJUDICADA, LA CONTRAPARTE
DEL AGRAVIADO EN EL JUICIO NATURAL QUE NO SEA DEL ORDEN PENAL. Al juicio de
amparo promovido en contra del arresto como medida de apremio, derivado de un procedimiento
judicial que no sea del orden penal, le es aplicable la regla establecida en el inciso a) de la fracción
III del artículo 5o. de la Ley de Amparo, a fin de determinar quiénes tienen el carácter de terceros
perjudicados, y no la regla contenida en el inciso b) de la fracción y artículo citados, en virtud de que
la primera es la que se refiere específicamente a los casos en que el acto reclamado emane de juicios
o controversias que no sean del orden penal, como ocurre tratándose del arresto aludido. Por tanto, si
esta regla establece que puede intervenir como tercero perjudicado, la contraparte del agraviado
cuando el acto reclamado emana de un juicio o controversia que no sea del orden penal, se sigue que
en el juicio de garantías promovido contra el arresto como medida de apremio derivado de juicios
diversos a los del orden penal, tiene el carácter de tercera perjudicada la contraparte del quejoso en el
juicio natural cuando se ve afectada directamente con la conducta contumaz que se pretende vencer a
través de la medida de apremio reclamada. No es obstáculo a lo anterior el hecho de que en el arresto
como medida de apremio se establezca una relación directa entre la autoridad judicial que lo ordena
y el gobernado al que se le impone, ni el que se afecte la libertad personal, como ocurre tratándose
de las órdenes de privación de la libertad en materia penal, en virtud de que la afectación a esa
libertad en ambos tipos de órdenes tiene su origen en razones esencialmente distintas y persigue
170
fines diferentes, por lo que al arresto como medida de apremio no se le puede aplicar analógicamente
la regla relativa a la materia penal porque no existe un ofendido ni persona que tenga derecho a la
reparación del daño o a exigir la responsabilidad civil proveniente de la comisión de un delito y, en
cambio, existe la contraparte del contumaz contra el que se decreta el arresto como medio de
apremio, que cuando se ve directamente afectada en los derechos que se deducen en el juicio natural
con motivo de la desobediencia al mandato judicial, tiene un interés claro, específico y directo en
que se logre vencer la conducta del contumaz que le agravia, lo que se pretende a través de la medida
de apremio.

Contradicción de tesis 34/98. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Séptimo en
Materia Civil del Primer Circuito y Primero del Noveno Circuito y Cuarto en Materia Civil del
Primer Circuito. 16 de noviembre de 2000. Unanimidad de nueve votos. Ausentes: José Vicente
Aguinaco Alemán y Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria:
María Estela Ferrer Mac Gregor Poisot.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintisiete de noviembre en curso, aprobó, con
el número 126/2000, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintisiete de
noviembre de dos mil.

171
97. En un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado la interlocutoria dictada
por la Junta Local de Conciliación y Arbitraje en el incidente de falta de personalidad del
apoderado del demandado. El juez de Distrito admite a trámite la demanda. Tal proceder es:

Correcto, porque aun cuando la resolución que dirime la cuestión de personalidad,


previamente a resolver el fondo, no es un acto que afecta en modo cierto e inmediato los
derechos sustantivos del quejoso, sí es de aquellos que producen una afectación en grado
predominante o superior.

Justificación:
No. Registro: 190,368
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIII, Enero de 2001
Tesis: P./J. 4/2001
Página: 11

PERSONALIDAD. EN CONTRA DE LA RESOLUCIÓN QUE DIRIME ESTA CUESTIÓN,


PREVIAMENTE AL FONDO, PROCEDE EL AMPARO INDIRECTO. Reflexiones sobre el tema
relativo a la procedencia del amparo en contra de la resolución sobre la personalidad, condujeron a
este Tribunal Pleno a interrumpir parcialmente el criterio contenido en la tesis jurisprudencial
número P./J. 6/91, publicada en las páginas 5 y 6, del Tomo VIII, de la Octava Época del Semanario
Judicial de la Federación, correspondiente al mes de agosto de 1991, cuyo rubro es:
"PERSONALIDAD. EN CONTRA DE LA RESOLUCIÓN QUE DESECHA LA EXCEPCIÓN DE
FALTA DE PERSONALIDAD SIN ULTERIOR RECURSO, ES IMPROCEDENTE EL AMPARO
INDIRECTO, DEBIENDO RECLAMARSE EN AMPARO DIRECTO CUANDO SE IMPUGNE
LA SENTENCIA DEFINITIVA.", para establecer que si bien es cierto, en términos generales, la
distinción entre actos dentro del juicio que afecten de manera cierta e inmediata algún derecho
sustantivo protegido por las garantías individuales, y aquellos que sólo afecten derechos adjetivos o
procesales, lo que es un criterio útil para discernir que en el primer supuesto se trata de actos
impugnables en amparo indirecto en virtud de que su ejecución es de imposible reparación, mientras
que en la segunda hipótesis, por no tener esos actos tales características, deben reservarse para ser
reclamados junto con la resolución definitiva en amparo directo, también lo es que dicho criterio no
puede válidamente subsistir como único y absoluto, sino que es necesario admitir, de manera
excepcional, que también procede el juicio de amparo indirecto tratándose de algunas violaciones
formales, adjetivas o procesales, entre las que se encuentra precisamente el caso de la falta de
personalidad. Para así estimarlo, debe decirse que las violaciones procesales son impugnables,
ordinariamente, en amparo directo, cuando se reclama la sentencia definitiva, pero pueden ser
combatidas en amparo indirecto, de modo excepcional, cuando afectan a las partes en grado
predominante o superior. Esta afectación exorbitante debe determinarse objetivamente, tomando en
cuenta la institución procesal que está en juego, la extrema gravedad de los efectos de la violación y
su trascendencia específica, así como los alcances vinculatorios de la sentencia que llegara a
conceder el amparo, circunstancias todas estas cuya concurrencia en el caso de la personalidad le
172
imprimen a las decisiones que la reconocen o rechazan un grado extraordinario de afectación que
obliga a considerar que deben ser sujetas de inmediato al análisis constitucional, sin necesidad de
esperar a que se dicte la sentencia definitiva, aunque por ser una cuestión formal no se traduzca en la
afectación directa e inmediata de un derecho sustantivo. Esto es así, tomando en consideración que
dicha cuestión es un presupuesto procesal sin el cual no queda debidamente integrada la litis, además
de que, la resolución sobre personalidad no solamente es declarativa o de simple reconocimiento o
desconocimiento del carácter con que comparece una de las partes, sino que también es constitutiva.
Ahora bien, debe precisarse que la procedencia del juicio de amparo indirecto contra las resoluciones
que deciden sobre una excepción de falta de personalidad en el actor (y que le reconocen esa
calidad), sólo es una excepción a la regla general de que procede aquél cuando los actos tienen una
ejecución de imposible reparación, cuando se afectan derechos sustantivos. De lo anterior se infiere
que la resolución sobre personalidad, cuando dirime esta cuestión antes de dictada la sentencia
definitiva, causa a una de las partes un perjuicio inmediato y directo de imposible reparación que
debe ser enmendado desde luego mediante el juicio de amparo indirecto, hecha excepción del caso
en que la autoridad responsable declare que quien comparece por la parte actora carece de
personalidad, porque entonces la resolución pone fin al juicio y debe combatirse en amparo directo.

Contradicción de tesis 50/98-PL. Entre las sustentadas por el Quinto Tribunal Colegiado en Materia
Civil del Primer Circuito y Octavo Tribunal Colegiado de la misma materia y circuito. 7 de
diciembre de 2000. Unanimidad de diez votos. Ausente: Juventino V. Castro y Castro. Ponente:
Humberto Román Palacios. Secretario: Antonio Espinoza Rangel.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy once de enero en curso, aprobó, con el número
4/2001, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a once de enero de dos mil uno.

173
98. En un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado el emplazamiento
practicado en un juicio laboral. Durante el trámite del juicio de amparo, el quejoso ofrece
como prueba de su parte la testimonial a cargo de tres personas y manifiesta que dicha prueba
se ofrece con la finalidad de acreditar que el día en que se practicó el emplazamiento
reclamado él no se encontraba en el domicilio en que se constituyó el actuario responsable. Al
escrito de ofrecimiento de la prueba se agregó el interrogatorio correspondiente, pero se omitió
anexar las copias necesarias para correr traslado a las partes. Cabe mencionar que el
ofrecimiento de la prueba se realizó cinco días antes de la celebración de la audiencia
constitucional, sin contar el del ofrecimiento ni el del desahogo de la audiencia ¿Qué debe
proveer el juez de Distrito con relación a dicho ofrecimiento?

Debe requerir al quejoso, para que en el término de tres días exhiba las copias del
interrogatorio y así poder correr traslado a las partes; apercibido que de no dar cumplimiento
a lo ordenado se le desechará la prueba.

Justificación:
No. Registro: 200,327
Jurisprudencia. Materia(s): Común
Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
II, Agosto de 1995. Tesis: P./J. 12/95. Página: 9

PRUEBA TESTIMONIAL EN EL JUICIO DE AMPARO. LA FALTA DE EXHIBICIÓN DE LAS


COPIAS DEL INTERROGATORIO AL MOMENTO DE ANUNCIARLA NO DA LUGAR A SU
DESECHAMIENTO SINO A QUE SE REQUIERA AL ANUNCIANTE. El artículo 151 de la Ley
de Amparo establece que la prueba testimonial deberá ser anunciada cinco días antes de la fecha
señalada para la audiencia constitucional, sin contar el del ofrecimiento ni el señalado para la propia
audiencia, exhibiendo copia, para cada una de las partes, de los interrogatorios al tenor de los cuales
deban ser examinados los testigos a fin de que estén en posibilidad de formular por escrito o
verbalmente repreguntas al verificarse la audiencia. Este dispositivo legal está inspirado en el
principio de igualdad procesal de las partes, el cual implica que éstas deben tener en el proceso un
mismo trato, es decir, que se les debe dar las mismas oportunidades para hacer valer sus derechos y
ejercitar sus defensas. Por tanto, mientras esa igualdad procesal de las partes se conserva, no es
válido que se deseche una prueba testimonial anunciada en tiempo, sólo por no haberse cumplido el
requisito formal de exhibir la parte o la totalidad de las copias del interrogatorio al momento de
anunciarse, sino que debe requerirse al anunciante para que las exhiba, ya que en estos casos existe
la posibilidad de que las partes del litigio constitucional puedan conocer el interrogatorio para los
testigos y preparar sus repreguntas sin afectar la celeridad del proceso. Por tanto, sólo se le deberá
desechar o tener por no anunciada la prueba, cuando no exhiba las copias respectivas en el término
perentorio que para tal efecto se le otorgue.

Contradicción de tesis 27/93. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Segundo
Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito. 5 de junio de 1995.
Unanimidad de once votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Iram García García.

174
El Tribunal Pleno en su sesión privada del jueves tres de agosto de mil novecientos noventa y cinco
asignó el número 12/1995 (9a.) a esta tesis de jurisprudencia aprobada al resolver la contradicción de
tesis número 27/93. México, Distrito Federal, a tres de agosto de mil novecientos noventa y cinco.

175
99. En un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado el emplazamiento
practicado en un juicio laboral. Durante el trámite del juicio de amparo, el quejoso anuncia
como prueba de su parte una testimonial a cargo de la persona con la que supuestamente se
entendió la diligencia; al anunciar la prueba, el quejoso manifiesta que se encuentra
imposibilitado para presentar a la persona cuyo testimonio se ofrece, por lo que solicita que
ésta sea citada por conducto del juzgado ¿Qué debe acordar el juez de Distrito con relación a
dicha petición?

Debe tener por anunciada la prueba y ordenar que se cite al testigo por conducto del actuario
adscrito al juzgado.

Justificación:
No. Registro: 200,203
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
III, Febrero de 1996
Tesis: P./J. 4/96
Página: 125

TESTIGOS, EN EL JUICIO DE AMPARO. BASTA QUE EL OFERENTE MANIFIESTE QUE


NO PUEDE PRESENTARLOS, PARA QUE EL JUEZ DEBA CITARLOS. De conformidad con lo
dispuesto en el artículo 167 del Código Federal de Procedimientos Civiles, aplicado supletoriamente
en el juicio de amparo, basta que el oferente de la prueba testimonial manifieste no poder, por sí
mismo, presentar al testigo, para que el Juez deba citarlo con el apercibimiento de ley, sin que para
ello sea necesario que aquél precise los motivos por los cuales está imposibilitado para hacerlo, pues
además de que el texto de tal norma legal no establece este último requisito, ni tampoco previene la
facultad del juzgador, los procedimientos o los criterios para calificar la idoneidad de los motivos en
que se funda la petición o para desestimarla por considerar insuficientes los motivos de la solicitud,
se trata de una norma de excepción al principio dispositivo que rige en la materia probatoria del
procedimiento regulado por el Código en cita, que debe ser interpretada de manera estricta, por lo
cual no cabe entenderla a modo de imponer al oferente la observancia de una formalidad que en nada
contribuye a la finalidad perseguida por la norma de garantizar se aporten al proceso todos los
medios de convicción para descubrir la verdad de los hechos debatidos.

Contradicción de tesis 13/93. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Segundo en Materia Administrativa del Primer Circuito. 22 de enero de 1996. Unanimidad de once
votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretaria: Adriana Campuzano de Ortiz.

El Tribunal Pleno en su sesión privada celebrada el veintinueve de enero en curso, por unanimidad
de diez votos de los Ministros: presidente en funciones Juventino V. Castro y Castro, Sergio
Salvador Aguirre Anguiano, Mariano Azuela Güitrón, Juan Díaz Romero, Genaro David Góngora
Pimentel, José de Jesús Gudiño Pelayo, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Humberto Román Palacios,

176
Olga María Sánchez Cordero y Juan N. Silva Meza; aprobó, con el número 4/1996 la tesis que
antecede. México, Distrito Federal, a veintinueve de enero de mil novecientos noventa y seis.

177
100. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto reclamado la interlocutoria
dictada por una junta laboral, mediante la cual se determinó que no ha lugar a tener al actor
por tácitamente desistido de la acción laboral. De la lectura integral de la demanda de amparo,
no se advierte que el quejoso haya realizado la narración de los hechos y abstenciones que le
constan y que son antecedentes del acto reclamado “bajo protesta de decir verdad”, pero al
calce de dicho escrito se asentó la frase “protesto lo necesario”. El juez de Distrito a quien se
turna la demanda, requiere al quejoso para que en el término de tres días regularice la
demanda y exprese que la citada narración la realiza bajo protesta de decir verdad. Tal
requerimiento debe estimarse:

Correcto, porque la protesta de decir verdad es un requisito formal de la demanda de amparo,


cuya omisión da lugar a requerir al quejoso para que la regularice, apercibido que no hacerlo,
se tendrá por no interpuesta la demanda.

Justificación:
No. Registro: 192,843
Jurisprudencia. Materia(s): Común
Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
X, Noviembre de 1999. Tesis: P./J. 127/99. Página: 32

PROTESTA DE DECIR VERDAD. ES UN REQUISITO FORMAL QUE DEBE


MANIFESTARSE DE MANERA EXPRESA EN EL ESCRITO DE DEMANDA DE AMPARO,
QUE NO PUEDE SER SUSTITUIDO POR LA EXPRESIÓN FINAL "PROTESTO LO
NECESARIO" Y CUYA OMISIÓN PUEDE LLEVAR AL JUZGADOR DE AMPARO A TENER
POR NO INTERPUESTA LA DEMANDA. Al señalar el artículo 116, fracción IV de la Ley de
Amparo, como requisito en la demanda, el relativo a que el quejoso manifieste "bajo protesta de
decir verdad" los hechos o abstenciones que le consten y que constituyen los antecedentes del acto
reclamado o fundamento de los conceptos de violación, estableció, con este requisito legal, que no
constituye una fórmula sacramental o solemne, la obligación a cargo del quejoso de manifestar que
su relato de hechos lo hace con sujeción a la verdad. Ahora bien, la omisión de esa declaración,
puede llevar al juzgador a tener por no interpuesta la demanda, en caso de que el solicitante del
amparo no llene ese requisito cuando sea prevenido para ello, de conformidad con el artículo 146 de
la Ley de Amparo. De igual forma, el hecho de que, aun habiendo realizado la protesta de decir
verdad, el quejoso incurra en falsedad, lo hace acreedor a las sanciones privativas de libertad o
pecuniarias, establecidas en el artículo 211 de la Ley de Amparo. De ahí que la frase "Protesto lo
necesario", que aparece comúnmente al final de una demanda, como expresión de cortesía y que deja
ver que el ocursante manifiesta a la autoridad sus respetos, atenciones y consideraciones no puede
ser utilizada en sustitución de la protesta de decir verdad, establecido como requisito en la demanda
de amparo, ya que ambas expresiones tienen contenidos y finalidades distintas.

Contradicción de tesis 16/96. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa y el Octavo Tribunal Colegiado en Materia Civil, ambos del Primer Circuito. 18 de mayo
de 1999. Unanimidad de nueve votos. Ausentes: Mariano Azuela Güitrón y José Vicente Aguinaco
Alemán. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: José Carlos Rodríguez Navarro.

178
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el veintiséis de octubre en curso, aprobó, con el
número 127/1999, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintiséis de
octubre de mil novecientos noventa y nueve.

179
101. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto reclamado la negativa de la
Junta Federal de Conciliación y Arbitraje a registrar un sindicato. La mencionada demanda
de garantías no cumple con todos los requisitos establecidos en el artículo 116 de la Ley de
Amparo, pues se omite narrar los antecedentes del acto reclamado. El juez de Distrito a quien
se turna la demanda, requiere al quejoso para que en el término de tres días satisfaga el
requisito precisado; en el entendido de que deberá exhibir equis número de copias del escrito
aclaratorio para correr traslado a las partes. El requerimiento formulado por el juez de
Distrito, en el sentido de que deben exhibirse equis número de copias del escrito aclaratorio es:

Correcto, porque el escrito aclaratorio forma parte integrante de la demanda y por tal motivo
se debe correr traslado a las partes con copia del citado escrito.

Justificación:
No. Registro: 189,977
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIII, Abril de 2001
Tesis: P./J. 36/2001
Página: 79

DEMANDA DE AMPARO INDIRECTO. LA ACLARACIÓN DEL ESCRITO RELATIVO DEBE


EXHIBIRSE CON EL NÚMERO DE COPIAS A QUE SE REFIERE EL ARTÍCULO 120 DE LA
LEY DE AMPARO. Si bien el referido precepto establece que con la demanda se exhibirán las
copias necesarias para correr traslado a las partes, y para integrar el incidente de suspensión, sin
hacer referencia expresa al escrito aclaratorio, también lo es que dicha disposición le resulta
aplicable, pues este último, junto con el escrito inicial, integran la demanda de amparo.

Contradicción de tesis 9/2000. Entre las sustentadas por el Séptimo y el Octavo Tribunales
Colegiados, ambos en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 22 de febrero de 2001. Once votos.
Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Alma Delia Aguilar Chávez Nava.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintinueve de marzo en curso, aprobó, con el
número 36/2001, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintinueve de
marzo de dos mil uno.

180
102. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto reclamado la falta de
emplazamiento a un juicio laboral. La demanda de amparo es turnada al Juzgado Segundo de
Distrito en el Estado de Morelos, en donde se registra con el número 80/2007. El juez de
Distrito admite a trámite la demanda, pide informe a las autoridades responsables y ordena
emplazar a los terceros perjudicados. Durante el trámite del juicio de amparo, se recibe en el
Juzgado Segundo de Distrito una promoción firmada por un tercero perjudicado, en la que
manifiesta que el juicio de garantías es improcedente, porque ante el Juzgado Primero de
Distrito en el Estado de Morelos está pendiente de resolverse el diverso juicio de amparo
67/2007, promovido por el mismo quejoso, contra las mismas autoridades y por el propio acto
reclamado; sin embargo, el tercero perjudicado no exhibe prueba alguna para apoyar su
dicho. Al dictar la sentencia, el Juez Segundo de Distrito desestima la mencionada causa de
improcedencia, bajo el argumento de que en autos no está debidamente acreditada y resuelve
el fondo del asunto. Tal proceder del juez de Distrito es:

Incorrecto, pues el juez de Distrito debió recabar oficiosamente las pruebas que en su caso
demostraran la actualización de la causa de improcedencia hecha valer por el tercero
perjudicado, ya que dicha cuestión es de orden público.

Justificación:
No. Registro: 176,291
Jurisprudencia. Materia(s): Común
Novena Época. Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIII, Enero de 2006. Tesis: 1a./J. 163/2005. Página: 319

IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO. ANTE LA EXISTENCIA DE ALGÚN INDICIO


DE UNA CAUSAL DE ESA NATURALEZA, EL JUZGADOR DEBE INDAGAR O RECABAR
DE OFICIO LAS PRUEBAS NECESARIAS PARA ASÍ ESTAR EN POSIBILIDAD DE
DETERMINAR FEHACIENTEMENTE SI OPERA O NO ESA CAUSAL. Conforme al último
párrafo del artículo 73 de la Ley de Amparo, el examen de las causales de improcedencia del juicio
de garantías es oficioso, esto es, deben estudiarse por el juzgador aunque no las hagan valer las
partes, por ser una cuestión de orden público y de estudio preferente al fondo del asunto. Asimismo,
esta regla de estudio oficioso debe hacerse extensiva a la probable actualización de dichas causales
cuando éstas se adviertan mediante un indicio, sea que una de las partes las haya invocado u ofrecido
o que el juzgador las hubiese advertido de oficio, pues con independencia de cuál sea la vía por la
que se conocieron esos indicios, el juzgador de amparo los tiene frente a sí, y la problemática que se
presenta no se refiere a la carga de la prueba, sino a una cuestión de orden público; por consiguiente,
si de las constancias de autos el juzgador de amparo advierte un indicio sobre la posible existencia
de una causal que haría improcedente el juicio constitucional, oficiosamente debe indagar y en todo
caso allegarse de las pruebas necesarias para resolver si aquélla se actualiza o no y así, probada
fehacientemente, sobresea en el juicio o bien en caso contrario, aborde el fondo del asunto.

Contradicción de tesis 121/2003-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Civil y el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa, ambos del Tercer Circuito.
26 de octubre de 2005. Mayoría de cuatro votos. Disidente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente:
Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretario: Heriberto Pérez Reyes.
181
Tesis de jurisprudencia 163/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
fecha dieciséis de noviembre de dos mil cinco.

182
103. En un juicio laboral se dictó laudo en el que se condenó al demandado al pago de diversas
prestaciones. Dentro de los quince días siguientes a que dicho laudo fue notificado, el
demandado tiene conocimiento del juicio laboral y considera que el emplazamiento fue ilegal,
lo que le impidió comparecer al juicio a defenderse. En este supuesto, el emplazamiento debe
impugnarse:

En amparo indirecto, pues en esta vía el quejoso tendrá oportunidad de ofrecer pruebas para
demostrar la ilegalidad del acto reclamado.

Justificación:
No. Registro: 189,964
Jurisprudencia. Materia(s): Común
Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIII, Abril de 2001. Tesis: P./J. 40/2001. Página: 81

EMPLAZAMIENTO. LA FALTA O ILEGALIDAD DEL MISMO SON IMPUGNABLES EN


AMPARO INDIRECTO CUANDO EL QUEJOSO SE OSTENTA COMO PERSONA EXTRAÑA
AL JUICIO POR EQUIPARACIÓN, NO OBSTANTE QUE TENGA CONOCIMIENTO DE LA
SENTENCIA, LAUDO O RESOLUCIÓN DEFINITIVA DURANTE EL TRANSCURSO DEL
TÉRMINO PREVISTO EN LOS ARTÍCULOS 21 Y 22 DE LA LEY DE AMPARO. Cuando el
quejoso no fue emplazado al juicio o fue citado en forma distinta de la prevenida por la ley, lo que le
ocasionó el desconocimiento total del juicio, se le equipara a una persona extraña a juicio, por lo que
el conocimiento del amparo en estos supuestos, compete a un Juez de Distrito y no a los Tribunales
Colegiados de Circuito de conformidad con lo dispuesto por la fracción VII del artículo 107 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y por el artículo 114, fracción V, de la Ley
de Amparo; toda vez que el quejoso, por medio del amparo indirecto, tiene la posibilidad de aportar
ante el Juez, en la audiencia constitucional, las pruebas necesarias para demostrar la falta de
emplazamiento o que el llamamiento que se le hizo al juicio se realizó en forma distinta a la prevista
en la ley, siempre y cuando el quejoso haya promovido la demanda de amparo dentro del término
que señalan los artículos 21 y 22 de la Ley de Amparo, pues ello no hace que pierda su calidad de
tercero extraño al juicio, pues la violación cometida en su contra, la constituye precisamente esa falta
de citación que lo hace desconocedor y, por ende, extraño al juicio seguido en su contra. Sin que
tampoco sea obstáculo el que los artículos 158 y 159, fracción I, de la Ley de Amparo, establezcan
como violación reclamable en amparo directo esa falta o ilegalidad del emplazamiento, ya que no es
posible aplicar esos dispositivos legales cuando el quejoso es persona extraña al juicio por
equiparación y de hacerlo, se le dejaría en estado de indefensión, porque no se le daría oportunidad
de acreditar la irregularidad del emplazamiento.

Contradicción de tesis 23/2000-PL. Entre las sustentadas por el Sexto Tribunal Colegiado en Materia de
Trabajo del Primer Circuito y los Tribunales Colegiados, Segundo del Sexto Circuito y Primero del
Décimo Circuito. 27 de febrero de 2001. Unanimidad de diez votos. Ausente: Juventino V. Castro y
Castro. Ponente: José Vicente Aguinaco Alemán. Secretaria: Martha Yolanda García Verduzco.

183
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintinueve de marzo en curso, aprobó, con el
número 40/2001, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintinueve de
marzo de dos mil uno.

184
104. José N., ostentándose tercero extraño a un juicio laboral, promueve juicio de amparo
indirecto en el que reclama el embargo trabado sobre un transformador eléctrico durante la
etapa de ejecución del laudo. Con el fin de acreditar su interés jurídico, el quejoso anexa a su
demanda una factura que ampara la propiedad del referido bien. Las autoridades
responsables rinden informe justificado y aceptan la existencia del acto reclamado. Al analizar
la factura, el juez de Distrito advierte que dicho documento no está suscrito; por tal motivo,
estima que el quejoso no acreditó su interés jurídico y determina sobreseer en el juicio. Tal
consideración del juez federal es:

Incorrecta, pues las facturas son documentos privados que no se acostumbran suscribir, por
ser propios del tráfico de mercancías o de prestación de servicios, que sirven como medio de
control de las obligaciones fiscales; por tanto, ningún ordenamiento legal exige para su
validez que se encuentren suscritas.

Justificación:
No. Registro: 189,310
Jurisprudencia. Materia(s): Común, Civil
Novena Época. Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIV, Julio de 2001. Tesis: 1a./J. 32/2001. Página: 162
FACTURAS. NO REQUIEREN ESTAR FIRMADAS PARA TENER EFICACIA PROBATORIA
EN EL JUICIO DE AMPARO, POR NO EXIGIRLO LEY O DISPOSICIÓN APLICABLE
ALGUNA. De la interpretación sistemática de lo dispuesto en los artículos 133, 136, 137, 203, 204 y
206, primer párrafo, del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley
de Amparo, en términos de lo previsto en su artículo 2o., se advierte que los documentos privados
pueden estar o no suscritos, según la clase de documento de que se trate. Ahora bien, entre los
documentos privados que no se acostumbra suscribir se encuentran las facturas, que son documentos
propios del tráfico de mercancías o de prestación de servicios y que sirven como medios de control
de las obligaciones fiscales. Esto es así, porque al no existir en el Código de Comercio disposición
alguna que regule la forma y contenido de las facturas, debe estarse a lo señalado en las demás
disposiciones legales y administrativas aplicables a ese tipo de documentos, como son la Ley Federal
de Protección al Consumidor, el Código Fiscal de la Federación y la Ley Aduanera, así como a las
reglas que en relación con las facturas publican anualmente las autoridades fiscales federales en la
resolución miscelánea fiscal o en la resolución miscelánea de comercio exterior, ordenamientos que
no establecen como condición para la validez de las facturas la firma de quien las expide o de su
representante legal; sin que esto implique que se desconozca la persona que las extendió, ya que
atento los múltiples requisitos fiscales que deben contener, permiten identificar al vendedor, al
comprador y a la mercancía o servicio objeto de la operación comercial. En estas circunstancias, se
concluye que las facturas son documentos privados que para tener eficacia probatoria en el juicio de
amparo, no requieren de firma alguna, al no ser un requisito previsto en las leyes y demás
disposiciones aplicables.
Contradicción de tesis 75/99-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Octavo
Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito. 14 de febrero de

185
2001. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretario: José Luis
Vázquez Camacho.
Tesis de jurisprudencia 32/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
veintitrés de mayo de dos mil uno, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga
Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: Ministro Juventino V. Castro y Castro.

186
105. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto reclamado la última resolución
dictada en el procedimiento de ejecución del laudo dictado en el juicio laboral 543/2004. La
mencionada demanda se turna al Juez Tercero de Distrito en el Estado, quien la admite a trámite
y la registra con el número 100/2007. Al rendir informe justificado, la autoridad responsable
acepta la existencia del acto reclamado e informa al juez de amparo que la resolución que
constituye el acto reclamado ya fue materia del diverso juicio de garantías 345/2006, del índice del
Juzgado Cuarto de Distrito en el Estado, en el que se negó el amparo al quejoso; en apoyo a dicho
informe, remite copias certificadas del expediente laboral 543/2004. Al analizar las mencionadas
copias, el Juez Tercero de Distrito advierte que la aseveración realizada por la responsable es
acertada, pues en el expediente laboral obra agregada copia certificada de la resolución
pronunciada por el Juez Cuarto de Distrito en el Estado en el juicio de amparo indirecto 345/2006,
en la que se negó el amparo al quejoso; igualmente, advierte que existe copia certificada del
acuerdo mediante el cual se declaró que causó ejecutoria la resolución antes mencionada. Cabe
destacar que el juicio 345/2006 fue promovido por el mismo quejoso, contra la misma autoridad
responsable y por el propio acto reclamado. En tal virtud, el Juez Tercero de Distrito en el Estado,
previo a celebrar la audiencia constitucional, decreta el sobreseimiento en el juicio de amparo
100/2007. Tal proceder del juez de Distrito debe estimarse:

Correcto, pues al haberse actualizado una causa de improcedencia manifiesta e indudable, el


juez de Distrito estaba facultado para decretar el sobreseimiento en el juicio sin necesidad de
celebrar la audiencia constitucional.

Justificación:
No. Registro: 184,572
Jurisprudencia. Materia(s): Común
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVII, Marzo de 2003. Tesis: 2a./J. 10/2003. Página: 386

SOBRESEIMIENTO. PROCEDE DECRETARLO FUERA DE LA AUDIENCIA


CONSTITUCIONAL, CUANDO SE ACTUALICE UNA CAUSAL DE IMPROCEDENCIA,
MANIFIESTA E INDUDABLE. De lo dispuesto en los artículos 74, fracción III y 83, fracción III,
ambos de la Ley de Amparo, se desprende que el legislador previó la posibilidad que durante el
juicio sobreviniera alguna de las causales de improcedencia previstas por el artículo 73 de la ley de
la materia, tan es así que en el segundo de los preceptos mencionados estableció la procedencia del
recurso de revisión contra los autos de sobreseimiento; éstos son precisamente los que el Juez
pronuncia cuando, durante el trámite conoce de la existencia de una causal de improcedencia.
Conforme a lo anterior, cuando la causal de improcedencia sea notoria, manifiesta e indudable, de
manera que con ningún elemento de prueba pueda desvirtuarse, procede decretar el sobreseimiento
en el juicio de garantías, sin necesidad de esperar la audiencia constitucional; estimar lo contrario
traería consigo el retardo en la impartición de justicia, lo que es contrario al espíritu que anima al
artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en la parte que establece
que toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por los tribunales que estarán expeditos
para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera
pronta, completa e imparcial.

187
Contradicción de tesis 26/2002-PL. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Décimo Cuarto Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Tercer Circuito. 7
de febrero de 2003. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Ponente:
Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: Arnulfo Moreno Flores.

Tesis de jurisprudencia 10/2003. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del catorce de febrero de dos mil tres.

188
106. En un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado la resolución dictada por
la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, mediante la cual se confirmó el auto dictado por
el presidente de dicha junta, en el que resolvió que no ha lugar a declarar prescrito el derecho
del actor Pedro Torres para pedir la ejecución del laudo dictado en el juicio laboral 102/2003.
La demanda se admitió a trámite y se ordenó emplazar al tercero perjudicado Pedro Torres,
en el domicilio señalado en la demanda de amparo. El actuario adscrito al Juzgado de Distrito
se constituyó en el domicilio señalado, pero fue informado que el mencionado tercero ya no
vive ahí desde hace cuatro meses. En vista de lo anterior, el juez de Distrito requirió al quejoso
para que señalara nuevo domicilio en el que pudiera ser emplazado el tercero perjudicado; en
cumplimiento al requerimiento antes precisado, el quejoso manifestó, bajo protesta de decir
verdad, que desconoce el domicilio en que puede ser emplazado Pedro Torres. Así las cosas, el
juez de Distrito ordenó se investigara el domicilio del mencionado tercero, para cuyo efecto
requirió a diversas dependencias oficiales y privadas, las que negaron tener en sus registros
algún dato útil para localizar el domicilio del tercero perjudicado. En consecuencia, el juez de
Distrito ordenó que el emplazamiento a Pedro Torres se realizara por edictos a costa del
quejoso, los que quedaron a su disposición en la Secretaría del Juzgado, para que en el término
de tres días pasara a recogerlos; posteriormente pagara su publicación y la exhibiera en el
juicio. Transcurrido el término de tres días para que el quejoso recogiera los edictos, sin
haberlo hecho, el juez de Distrito decretó el sobreseimiento en el juicio. Tal resolución es:

Correcta, porque al no recoger el quejoso los edictos para su publicación, con ello queda
paralizado el procedimiento y se incumple con uno de los presupuestos procesales del juicio
de garantías –el emplazamiento al tercero perjudicado -, lo que impide al juzgador
pronunciarse sobre el fondo del asunto, por causas imputables al peticionario del amparo.

Justificación:
No. Registro: 186,587
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVI, Julio de 2002
Tesis: 2a./J. 64/2002
Página: 211

EMPLAZAMIENTO POR EDICTOS AL TERCERO PERJUDICADO. EL INCUMPLIMIENTO


DEL QUEJOSO DE RECOGERLOS, PAGAR SU PUBLICACIÓN Y EXHIBIRLA, DA LUGAR
AL SOBRESEIMIENTO EN EL JUICIO DE AMPARO. De conformidad con lo dispuesto en el
artículo 30, fracción II, de la Ley de Amparo, el emplazamiento a juicio del tercero perjudicado se
hará mediante notificación personal, siempre que se conozca o se logre investigar su domicilio, o por
medio de edictos a costa del quejoso, si a pesar de la investigación se ignora aquél. Ahora bien, del
análisis sistemático de lo previsto en el artículo 73, fracción XVIII, de la Ley de Amparo, en relación
con los diversos dispositivos 30, fracción II y 5o., fracción III, del propio ordenamiento, así como en
el numeral 14, párrafo segundo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se
concluye que si una vez agotada la investigación a que alude el referido artículo 30, fracción II, y
189
ordenado el emplazamiento a juicio del tercero perjudicado por medio de edictos a costa del quejoso,
éste no los recoge, paga su publicación y exhibe ésta, procede decretar el sobreseimiento en el juicio
de garantías, toda vez que incumple con un presupuesto procesal, que se erige en formalidad esencial
del procedimiento y hace que el juzgador de amparo no pueda pronunciarse sobre el fondo de lo
planteado en el juicio constitucional; por ende, se actualiza una causa de improcedencia, pues con la
no publicación de los edictos ordenados queda paralizado el juicio de garantías al arbitrio del
quejoso, con lo que se contraviene lo dispuesto en el artículo 17 de la Constitución Federal, puesto
que se entorpece la administración de justicia, por retardarse la solución del conflicto, ya que ello no
es atribuible al órgano jurisdiccional, sino al propio quejoso, cuyo interés particular no puede estar
por encima del interés público, tutelado por dicho precepto constitucional, en razón de que la
sociedad está interesada en que los juicios se resuelvan dentro de los términos que al respecto señale
la ley y no quede su resolución al arbitrio de una de las partes, en este caso del quejoso.

Contradicción de tesis 16/2000-PL. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Segundo Circuito, Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer
Circuito, Segundo Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y de Trabajo del Cuarto Circuito
y Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito. 24 de mayo de 2002. Unanimidad
de cuatro votos. Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Sergio Salvador Aguirre
Anguiano. Secretario: Guillermo Becerra Castellanos.

Tesis de jurisprudencia 64/2002. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del catorce de junio de dos mil dos.

190
107. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto reclamado la resolución
dictada por la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, en la que declaró infundado el
incidente de incompetencia planteado por la parte demandada. En dicha demanda, el quejoso
manifestó que autorizaba para oír y recibir notificaciones, en los amplios términos del artículo
27 de la Ley de Amparo, al licenciado Ignacio Reyes. La demanda de amparo se admitió a
trámite y se reconoció como autorizado del quejoso a la persona señalada, en los términos
propuestos. Al día siguiente de que se admitió la demanda de amparo, se recibió en el Juzgado
de Distrito un escrito signado por el licenciado Ignacio Reyes, mediante el cual ampliaba la
demanda de garantías (considere que la ampliación se formuló dentro del término de quince
días a que se refiere el artículo 21 de la Ley de Amparo). El juez de Distrito desechó de plano
la citada ampliación, porque estimó que el autorizado no se encontraba facultado para
formularla. Tal proceder del juez de Distrito es:

Incorrecto, pues el autorizado en los amplios términos del artículo 27 de la Ley de Amparo se
encuentra facultado a realizar cualquier acto en defensa de los derechos de su autorizante;
actos entre los que se encuentra el de ampliar la demanda de amparo.

Justificación:
No. Registro: 186,345
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVI, Agosto de 2002
Tesis: 1a./J. 31/2002
Página: 21

AUTORIZADO PARA OÍR Y RECIBIR NOTIFICACIONES EN LOS TÉRMINOS AMPLIOS


DEL ARTÍCULO 27, PÁRRAFO SEGUNDO, DE LA LEY DE AMPARO. ESTÁ FACULTADO
PARA PROMOVER LA AMPLIACIÓN DE LA DEMANDA. Aun cuando en el artículo 27 de la
Ley de Amparo no se encuentra precisada explícitamente, a favor del autorizado para oír y recibir
notificaciones, la facultad de ampliar la demanda de garantías, esta circunstancia no puede conducir
a negar su existencia, ya que la enumeración de las facultades que el mencionado precepto establece,
evidentemente, es enunciativa y no limitativa, pues además de indicar las relativas a la interposición
de los recursos que procedan, ofrecer y rendir pruebas, alegar en las audiencias, solicitar su
suspensión o diferimiento, pedir se dicte sentencia para evitar la consumación del término de
caducidad o sobreseimiento por inactividad procesal, señala la de realizar cualquier acto que resulte
ser necesario para la defensa de los derechos del autorizante, lo que entraña una diversidad
importante de facultades de representación, cuyo ejercicio, dentro del juicio constitucional, debe
entenderse que inicia con la presentación de la demanda respectiva y subsiste mientras exista un acto
que realizar en relación con el juicio de amparo, lo que, en principio, pone de manifiesto la
existencia de la facultad del autorizado para ampliar la demanda de garantías. Lo anterior se
corrobora con el hecho de que en la práctica pueden presentarse diversos supuestos en los que el
titular del derecho no esté en aptitud de promover personalmente esa ampliación, lo cual traería
como consecuencia que se le dejara en estado de indefensión, pues el propósito que anima la
191
existencia del juicio es el de proteger al gobernado de los actos de autoridad que violen sus garantías
individuales consagradas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y, por ende,
sería más perjudicial para el quejoso la negativa del juzgador de admitir la ampliación de demanda
promovida por el autorizado para recibir notificaciones en los amplios términos del referido artículo
27, que los propios actos de autoridad reclamados, toda vez que en esa medida se le impediría en
definitiva defenderse de los actos que pudiera reclamar mediante dicha ampliación.

Contradicción de tesis 41/2002-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Tercer Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Sexto
Circuito. 22 de mayo de 2002. Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario:
Rogelio Alberto Montoya Rodríguez.

Tesis de Jurisprudencia 31/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
veintidós de mayo de dos mil dos, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José de
Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.

192
108. En un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado el embargo trabado
sobre un inmueble que el quejoso afirma es de su propiedad. Como antecedentes del acto
reclamado, el peticionario del amparo señala que el embargo fue decretado en un juicio
laboral en el que él no es parte. El juez de Distrito a quien se turna la demanda la admite a
trámite. Al rendir su informe justificado, la autoridad responsable acepta la existencia del acto
reclamado y remite copias certificadas del expediente respectivo. Cabe destacar que el quejoso
no ofreció ninguna prueba durante el trámite del juicio de amparo. El juez de Distrito, al
momento de dictar sentencia, estimó que el quejoso no acreditó su interés jurídico, a pesar de
que correspondía a él probar tal circunstancia; en consecuencia, sobreseyó en el juicio de
amparo. La consideración del juez de Distrito, en el sentido de que correspondía al quejoso
probar su interés jurídico, es:

Correcta, pues correspondía al quejoso acreditar que el acto de autoridad le afectó en su


esfera de derechos.

Justificación:
No. Registro: 187,777
Jurisprudencia. Materia(s): Común
Novena Época. Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XV, Febrero de 2002. Tesis: 1a./J. 1/2002. Página: 15

INTERÉS JURÍDICO EN EL JUICIO DE AMPARO. CARGA DE LA PRUEBA. La carga procesal


que establecen los artículos 107, fracción I, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y 4o. de la Ley de Amparo, consistente en que el promovente del juicio de garantías debe
demostrar su interés jurídico, no puede estimarse liberada por el hecho de que la autoridad
responsable reconozca, en forma genérica, la existencia del acto, en virtud de que una cosa es la
existencia del acto en sí mismo y otra el perjuicio que éste pueda deparar a la persona en concreto.

Amparo en revisión 2695/84. Catálogo de Sorpresas, S.A. de C.V. Cinco votos. 26 de febrero de
1990. Ponente: Samuel Alba Leyva. Secretario: Manuel Baraibar Constantino.

Amparo en revisión 1756/96. Bebidas Purificadas de Acapulco, S.A. de C.V. 23 de octubre de 1996.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: Juan N. Silva Meza.
Secretario: Germán Martínez Hernández.

Amparo en revisión 1976/99. Inmuebles Stor, S.A. de C.V. 1o. de marzo de 2000. Cinco votos.
Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretaria: Martha Llamile Ortiz Brena.

Amparo en revisión 676/2000. Cerámica Nacesa, S.A. de C.V. 29 de noviembre de 2000. Cinco
votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretaria: Martha Llamile Ortiz Brena.

Amparo en revisión 640/2000. Benavides de Reynosa, S.A. de C.V. 10 de enero de 2001. Cinco
votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Ángel Ponce Peña.

193
Tesis de jurisprudencia 1/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
seis de febrero de dos mil dos, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros: presidente
Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios y Olga Sánchez
Cordero de García Villegas. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo.

194
109. Lea el artículo 849 de la Ley Federal del Trabajo y enseguida conteste el problema que se
plantea: “Artículo 849. Contra actos de los presidentes, actuarios o funcionarios, legalmente
habilitados, en ejecución de los laudos, convenios, de las resoluciones que ponen fin a las tercerías y
de los dictados en las providencias cautelares, procede la revisión.”

Ahora bien, en un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado la interlocutoria
dictada por la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, mediante la cual se declaró infundado el
incidente de falta de personalidad del apoderado del demandado. Al rendir su informe
justificado, la autoridad responsable acepta la existencia del acto reclamado y remite copias
certificadas del expediente respectivo. Durante el trámite del juicio de garantías comparece ante
el Juzgado de Distrito el tercero perjudicado, quien hace valer como causa de improcedencia que
en contra de la interlocutoria reclamada en el amparo, el quejoso también había hecho valer el
recurso de revisión previsto en el artículo 849 de la Ley Federal del Trabajo; precisando que
tanto la demanda de amparo como el recurso de revisión fueron presentados en la misma fecha,
por lo que se actualizaba la causa de improcedencia prevista en el artículo 73, fracción XIV, de
la Ley de Amparo. Al analizar las copias certificadas del juicio laboral, el juez de Distrito
advierte que es cierto lo afirmado por el tercero perjudicado, pues en la misma fecha en que se
presentó la demanda de amparo también se presentó el recurso ordinario ante la responsable;
también advierte que dicho recurso fue desechado de plano por la autoridad laboral. Al dictar la
sentencia correspondiente, el juez de Distrito desestima la causa de improcedencia hecha valer
por el tercero perjudicado. Tal determinación del juzgador de amparo debe estimarse:

Correcta, pues para que se actualice la causa de improcedencia hecha valer por el tercero
perjudicado es indispensable que el recurso ordinario se haya admitido, se encuentre en
trámite y sea el idóneo para obtener la modificación, revocación o anulación del acto
reclamado; lo que en el caso no ocurre, al no satisfacerse ninguno de tales requisitos.

Justificación:
No. Registro: 190,665
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XII, Diciembre de 2000
Tesis: P./J. 144/2000
Página: 15

IMPROCEDENCIA. LA CAUSAL PREVISTA EN LA FRACCIÓN XIV DEL ARTÍCULO 73 DE


LA LEY DE AMPARO REQUIERE QUE EL RECURSO O DEFENSA LEGAL PROPUESTO SE
HUBIERA ADMITIDO, SE ESTÉ TRAMITANDO AL RESOLVERSE EL AMPARO Y SEA EL
IDÓNEO PARA OBTENER LA REVOCACIÓN O MODIFICACIÓN DEL ACTO
RECLAMADO. La causa de improcedencia prevista en el artículo 73, fracción XIV, de la Ley de
Amparo se actualiza cuando concurran las siguientes circunstancias: a) Que sea el quejoso quien
haya interpuesto el recurso o medio legal de defensa en contra del acto de autoridad contra el cual
solicite amparo; b) Que el recurso o medio de defensa haya sido admitido y se esté tramitando
195
cuando se resuelva el juicio de garantías; y, c) Que el recurso o medio de defensa legal constituya la
vía idónea de impugnación para conducir a la insubsistencia legal del acto de autoridad señalado
como acto reclamado en el juicio de amparo. Esa interpretación se justifica, por un lado, porque el
precepto de referencia exige que el recurso o medio de defensa pueda tener por efecto modificar,
revocar o nulificar el acto de autoridad que sea materia del juicio constitucional, resultado que podrá
obtenerse si el instrumento jurídico de defensa utilizado es el apropiado, esto es, que esté instituido
expresamente por la ley y regido por un procedimiento para su tramitación, oponible frente a una
resolución que lesione los intereses de la parte que se dice afectada y mediante el que se pueda lograr
la invalidación o la modificación de la resolución impugnada; y, por otro, porque de acuerdo con el
principio del contradictorio, el tribunal debe otorgar a las partes la oportunidad de ser oídas en
defensa de sus derechos, esto es, debe atender si el agraviado está en posibilidad de ser oído en el
recurso o medio de defensa que hubiera propuesto ante la autoridad responsable o su superior
jerárquico, para lo cual es indispensable que esté demostrada fehacientemente la admisión del
recurso, pues la simple presentación del escrito respectivo no implica que se le dé la oportunidad de
ser escuchado en defensa de sus derechos. En este orden de ideas, la causal de improcedencia en
mención, únicamente puede considerarse actualizada cuando la parte interesada acredite que el
recurso o medio de defensa hecho valer en contra del acto reclamado se esté tramitando
simultáneamente con el juicio de garantías, correspondiendo al juzgador de amparo determinar si el
medio legal de defensa que esté tramitándose simultáneamente al juicio de amparo, constituye o no
la vía idónea de impugnación que pudiera tener como resultado la revocación, modificación o
anulación del mismo acto contra el cual se solicita amparo.

Contradicción de tesis 31/96. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer
Circuito. 5 de octubre de 2000. Unanimidad de ocho votos. Ausentes: José de Jesús Gudiño Pelayo,
Guillermo I. Ortiz Mayagoitia y Humberto Román Palacios. Ponente: Mariano Azuela Güitrón.
Secretaria: Irma Rodríguez Franco.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintisiete de noviembre en curso, aprobó, con
el número 144/2000, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintisiete de
noviembre de dos mil.

196
110. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto reclamado el apercibimiento de
arresto dictado dentro de un juicio laboral; como autoridad responsable se señala al presidente
de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Estado de Hidalgo. Cabe mencionar que en
toda la demanda de garantías el quejoso le imputa el acto reclamado a la mencionada
autoridad. Adjunto a dicha demanda, el peticionario del amparo exhibe la notificación del acto
reclamado; de tal anexo se desprende que el apercibimiento de arresto lo dictó el presidente de
la Junta Especial Número 51 de la Federal de Conciliación y Arbitraje en el Estado de
Hidalgo. Ante tal circunstancia, el juzgador de amparo ordena requerir al quejoso para que
aclare su demanda y señale con precisión la autoridad a la que atribuye el acto reclamado. Tal
requerimiento es:

Correcto, porque el estudio integral de la demanda de garantías incluye los anexos de aquélla.

Justificación:
No. Registro: 176,329
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIII, Enero de 2006
Tesis: 2a./J. 183/2005
Página: 778

DEMANDA DE AMPARO. AL PROVEER SOBRE SU ADMISIÓN, SU ANÁLISIS DEBE


COMPRENDER LOS ANEXOS QUE SE ACOMPAÑEN A LA MISMA. Esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación ha establecido que la demanda de amparo debe ser interpretada en forma
integral, atendiendo a lo que en ella se pretende desde el punto de vista material y no únicamente
formal; el desarrollo de este criterio permite considerar que el estudio integral de la demanda incluye
el de los anexos de la misma, en virtud de que éstos generalmente contienen datos que completan el
entendimiento de la demanda, cuando es obscura o imprecisa; así, los anexos pueden permitir al Juez
esclarecer su contenido y desentrañar la verdadera voluntad del quejoso, lo que encuentra su apoyo
en los principios que para la administración de justicia prevé el artículo 17 de la Constitución
General de la República. Por ende, en los casos en que del análisis integral de la demanda y sus
anexos, el Juez advierta alguna irregularidad o imprecisión, debe prevenir a la parte quejosa en
términos de lo previsto en el artículo 146 de la Ley de Amparo, para que formule la aclaración
correspondiente, ya que de omitir esa prevención, incurre en una violación a las normas que rigen el
procedimiento en el juicio de amparo, que podría trascender al resultado de la sentencia, por lo que
con apoyo en el artículo 91, fracción IV, de la Ley de Amparo, llevaría a ordenar la reposición del
procedimiento.

Contradicción de tesis 190/2005-SS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materias Penal y Administrativa del Vigésimo Primer Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Primer Circuito. 30 de noviembre de 2005. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria:
Guadalupe de la Paz Varela Domínguez.
197
Tesis de jurisprudencia 183/2005. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del siete de diciembre de dos mil cinco.

198
111. Una demanda de amparo, intentada en la vía directa, se presenta ante la Junta Federal de
Conciliación y Arbitraje; en dicha demanda se señala como acto reclamado la resolución
mediante la que la autoridad laboral declaró procedente el incidente de insumisión al arbitraje
respecto de unas prestaciones y ordenó el trámite del juicio laboral por lo que ve a otros
reclamos. Luego de realizar los trámites legales conducentes, la junta de trabajo remite la
demanda y sus anexos al Tribunal Colegiado de Circuito en turno. Al recibirse la demanda en
el Tribunal Colegiado, éste declara su legal incompetencia para conocer del juicio de garantías
y ordena remitir la demanda y sus anexos al juez de Distrito en turno en el Estado. Al recibir
la demanda, el juez de Distrito advierte que ésta se encuentra formulada conforme a los
requisitos exigidos por el artículo 166 de la Ley Amparo y no conforme a los exigidos en el
diverso precepto 116 del propio ordenamiento; por lo que la demanda es irregular, al no
haberse expresado algunos requisitos, tales como narrar, bajo protesta de decir verdad, los
hechos y abstenciones que le constan al quejoso y que son los antecedentes del acto reclamado.
En tales condiciones, el juez de Distrito emite un auto en el que requiere al quejoso para que en
el término de tres días regularice su demanda. Tal requerimiento debe estimarse:

Correcto, porque debe darse la oportunidad al quejoso de regularizar su escrito de demanda,


señalándole los requisitos que debe satisfacer.

Justificación:
No. Registro: 200,232
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
II, Diciembre de 1995
Tesis: P./J. 51/95
Página: 110

DEMANDA DE AMPARO, INTENTADA EN VÍA DIRECTA PROCEDIENDO LA INDIRECTA.


EL JUEZ DE DISTRITO AL AVOCARSE A SU CONOCIMIENTO DEBE PREVENIR AL
QUEJOSO EN LOS TÉRMINOS DE LOS ARTÍCULOS 146 Y 116 DE LA LEY DE AMPARO. Si
el Juez de Distrito se avoca al conocimiento de una demanda de garantías que se intentó por la vía
directa, por virtud de haberse declarado incompetente un Tribunal Colegiado de Circuito, debe
prevenir al quejoso en los términos del artículo 146 de la Ley de Amparo a fin de que, con el objeto
de regularizar el procedimiento, satisfaga los requisitos que debe llenar la demanda de amparo
indirecto previstos por el artículo 116 del propio ordenamiento jurídico; pues si el Juez de Distrito se
limita a notificar el auto de radicación del asunto, a fin de que sea el quejoso el que lo recurra para
que se regularice el procedimiento, se impone a éste una carga adicional procesal que transgrede el
principio de igualdad procesal de las partes.

Contradicción de tesis 32/94. Entre las sustentadas por las anteriores Segunda y Tercera Salas de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación. 23 de octubre de 1995. Unanimidad de once votos. Ponente:
Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Luz Cueto Martínez.

199
El Tribunal Pleno en su sesión privada celebrada el cuatro de diciembre en curso, por unanimidad de
once votos de los Ministros: presidente José Vicente Aguinaco Alemán, Sergio Salvador Aguirre
Anguiano, Mariano Azuela Güitrón, Juventino V. Castro y Castro, Juan Díaz Romero, Genaro David
Góngora Pimentel, José de Jesús Gudiño Pelayo, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Humberto Román
Palacios, Olga María Sánchez Cordero y Juan N. Silva Meza; aprobó, con el número 51/1995 (9a.) la
tesis que antecede. México, Distrito Federal, a cuatro de diciembre de mil novecientos noventa y cinco.

200
112. Una demanda de amparo indirecto es promovida por quien se ostenta como apoderado de
una persona moral dedicada al comercio de refacciones automotrices; en dicha demanda se
señala como acto reclamado el embargo trabado sobre mercancía que el promovente afirma es
propiedad de su representada. Como antecedentes del acto reclamado, señala que el embargo
fue ordenado en un juicio laboral en el que la quejosa no es parte. Adjunto a la demanda de
amparo, el promovente exhibe un testimonio notarial en el que consta que se le confiere poder
para pleitos y cobranzas. El juez de Distrito admite a trámite la demanda. Seguido el juicio de
amparo por sus etapas legales, se celebra la audiencia constitucional; acto seguido, el juez de
Distrito dicta sentencia en la que sobresee en el juicio, bajo el argumento de que la
personalidad de quien se ostentó como apoderado de la quejosa no estaba demostrada en
autos, en virtud de que el poder exhibido no cumple con todos los requisitos legales. Tal
proceder del juez de Distrito es:

Incorrecto, pues era obligación del juzgador analizar la personalidad del promovente al
proveer sobre la admisión de la demanda y, en su caso, requerirlo para que subsanara la
irregularidad del poder exhibido.

Justificación:
No. Registro: 200,657
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
III, Enero de 1996
Tesis: 2a./J. 1/96
Página: 47

PERSONALIDAD EN EL AMPARO. EL JUEZ DEBE PRONUNCIARSE SOBRE ELLA AL


PROVEER SOBRE LA DEMANDA Y SI NO ESTÁ ACREDITADA, PREVENIR AL
PROMOVENTE CONFORME AL ARTÍCULO 146 DE LA LEY DE AMPARO; DE LO
CONTRARIO, EL REVISOR ORDENARA LA REPOSICIÓN DEL PROCEDIMIENTO. Una
nueva reflexión sobre los preceptos de la Ley de Amparo que regulan el tema de la personalidad y de
los criterios sucesivos adoptados por este alto tribunal, conduce a esta Sala a apartarse de las tesis
jurisprudenciales publicadas en la compilación de 1988, Segunda Parte, con el número 1302 y en la
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación (Octava Época) números 19 a 21, con los títulos de
"PERSONALIDAD EN EL AMPARO. EXAMINARLA EN CUALQUIER ESTADO DEL
JUICIO, ES LEGAL" y "PODERES INSUFICIENTES POR OMISIÓN DE REQUISITOS. AL
DICTARSE LA SENTENCIA NO PROCEDE PREVENIR AL QUEJOSO, SINO SOBRESEER",
para adoptar el criterio de que el Juez de Distrito no puede analizar de oficio la personalidad del
promovente en cualquier momento del juicio, sino al recibir la demanda, porque constituye un
presupuesto procesal de examen oficioso, lo cual da lugar a que, de estar plenamente acreditada, el
Juez así la reconozca en el auto admisorio y, de no estarlo, la considere una irregularidad de la
demanda que dé lugar a prevenir al promovente en términos del artículo 146 de la ley de la materia,
para que la acredite dentro del plazo legal, con el apercibimiento de que, de no hacerlo, se le tenga
por no interpuesta; criterio que además de estar fundado en la Ley de Amparo, es acorde con los
201
imperativos del artículo 17 constitucional y los principios de certidumbre jurídica, buena fe y
economía procesal, por cuanto impide el empleo estéril de recursos humanos y materiales en la
tramitación de juicios iniciados por quien carece de personalidad para hacerlo y evita los graves
daños que se ocasionan, tanto para el sistema de impartición de justicia cuanto para las partes. La
inobservancia de este criterio, dará lugar a que el tribunal revisor, si estima que no está acreditada la
personalidad del promovente, ordene la reposición del procedimiento conforme al artículo 91,
fracción IV de la Ley de Amparo.

Amparo en revisión 1069/95. Xerox Mexicana, Sociedad Anónima de Capital Variable. 13 de


octubre de 1995. Cinco votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretaria: Adriana Campuzano de Ortiz.

Amparo en revisión 27/95. Arrendadora Alka, Sociedad Anónima de Capital Variable y otro. 25 de octubre
de 1995. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Luz Cueto Martínez.

Amparo en revisión 1550/95. Bap Bufete de Asesores Profesionales, Sociedad Civil. 17 de


noviembre de 1995. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Adela
Domínguez Salazar.

Amparo en revisión 1531/95. Corporación Mexitur, Sociedad Anónima de Capital Variable. 24 de


noviembre de 1995. Cinco votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Alejandro S. González Bernabé.

Amparo en revisión 849/95. Almacenadora Serfín, Sociedad Anónima de Capital Variable,


Organización Auxiliar de Crédito, Grupo Financiero Serfín. 8 de diciembre de 1995. Cinco votos.
Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretaria: Angelina Hernández Hernández.

Tesis de Jurisprudencia 1/96. Aprobada por la Segunda Sala de este alto tribunal, en sesión privada
de doce de enero de mil novecientos noventa y seis, por unanimidad de cinco votos de los Ministros:
presidente Genaro David Góngora Pimentel, Juan Díaz Romero, Mariano Azuela Güitrón, Guillermo
I. Ortiz Mayagoitia y Sergio Salvador Aguirre Anguiano.

Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo IV, julio de 1996,
página 48, tesis por contradicción P./J. 43/96 de rubro "PERSONALIDAD EN EL AMPARO. EL
JUEZ DEBE PRONUNCIARSE SOBRE ELLA CUANDO PREVÉ ACERCA DE LA DEMANDA
Y, SI NO ESTÁ ACREDITADA, PREVENIR AL PROMOVENTE, DE CONFORMIDAD CON
EL ARTÍCULO 146 DE LA LEY DE AMPARO; DE LO CONTRARIO, EL REVISOR
ORDENARA LA REPOSICIÓN DEL PROCEDIMIENTO.".

202
113. En un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado el embargo trabado
sobre tres equipos de cómputo que el quejoso afirma son de su propiedad. Como antecedentes
del acto reclamado, el peticionario del amparo señala que el embargo fue ordenado por el
presidente de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, dentro de un juicio laboral en el que
el quejoso no es parte. Con el fin de acreditar su interés jurídico, el inconforme exhibe copias
fotostáticas simples de las tres facturas que amparan la propiedad de los equipos de cómputo
embargados, sin que dichas copias sean objetadas en el juicio de amparo. Cabe destacar que el
quejoso no ofreció ningún otro medio de prueba en el juicio de garantías. Al dictar sentencia,
el juez de Distrito estima que el quejoso no acreditó su interés jurídico y sobresee en el juicio.
Tal determinación es:

Correcta, pues aun cuando las copias fotostáticas simples tienen valor indiciario, éstas, por sí
mismas, resultan insuficientes para demostrar de manera fehaciente que el acto de autoridad
afecta al quejoso en sus derechos jurídicamente tutelados.

Justificación:
No. Registro: 196,457
Jurisprudencia. Materia(s): Común
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VII, Abril de 1998. Tesis: 2a./J. 21/98. Página: 213
INTERÉS JURÍDICO EN EL AMPARO. LAS COPIAS FOTOSTÁTICAS SIMPLES, POR SÍ
SOLAS, NO LO ACREDITAN. Conforme a lo dispuesto por el artículo 217 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley de Amparo, el valor probatorio de las
fotografías de documentos, o de cualesquiera otras aportadas por los descubrimientos de la ciencia,
cuando carecen de certificación, queda al prudente arbitrio judicial como indicios. Esta Suprema
Corte, en diversas tesis de jurisprudencia, ha sostenido que el quejoso debe probar fehacientemente
su interés jurídico, por ello debe estimarse que las copias fotostáticas sin certificación son
insuficientes para demostrarlo, si no existe en autos otro elemento que, relacionado con aquéllas,
pudiera generar convicción de que el acto reclamado afecta real y directamente los derechos
jurídicamente tutelados del quejoso.
Amparo en revisión 428/89. Guías de México, A.C. 14 de agosto de 1989. Mayoría de cuatro votos.
Disidente: Atanasio González Martínez. Ponente: José Manuel Villagordoa Lozano. Secretario: José
Luis Mendoza Montiel.
Amparo en revisión 1442/89. Compañía Bozart, S.A. de C.V. 18 de septiembre de 1989. Mayoría de
cuatro votos. Ponente y disidente: Atanasio González Martínez. Secretaria: Amanda R. García González.
Amparo en revisión 2085/89. Telas y Compuestos Plásticos, S.A. de C.V. 9 de octubre de 1989.
Cinco votos. Ponente: Fausta Moreno Flores de Corona. Secretario: Jorge Antonio Cruz Ramos.
Amparo en revisión 2010/88. Graciela Iturbide Robles. 23 de noviembre de 1989. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: José Manuel Villagordoa Lozano. Ponente: Atanasio González Martínez.
Secretario: Pablo Domínguez Peregrina.

203
Amparo en revisión 197/98. Eusebio Martínez Moreno. 25 de febrero de 1998. Cinco votos.
Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretario: Ariel Alberto Rojas Caballero.
Tesis de jurisprudencia 21/98. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintisiete de marzo de mil novecientos noventa y ocho.
Véase: Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1995, Tomo VI, Materia Común, tesis
194, página 133, de rubro: "COPIAS FOTOSTÁTICAS. SU VALOR PROBATORIO.".

204
114. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto reclamado el emplazamiento
practicado en el juicio laboral 54/2003; en dicha demanda se señala como autoridad
responsable únicamente a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje. El juez de Distrito a
quien se turna la citada demanda advierte que en diversas ocasiones el quejoso atribuye el acto
reclamado al actuario adscrito a la junta señalada como responsable. En consecuencia, el juez
de Distrito requiere al quejoso para que aclare si también señala como autoridad responsable
al actuario adscrito a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje. Tal requerimiento debe
estimarse:

Correcto, pues la omisión del quejoso de señalar a una autoridad como responsable en el
capítulo destacado de la demanda de amparo, debe considerarse como una irregularidad que
da lugar al requerimiento.

Justificación:
No. Registro: 200,588
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
III, Junio de 1996
Tesis: 2a./J. 30/96
Página: 250

DEMANDA DE AMPARO. SI DE SU ANÁLISIS INTEGRAL SE VE LA PARTICIPACIÓN DE


UNA AUTORIDAD NO SEÑALADA COMO RESPONSABLE, EL JUEZ DEBE PREVENIR AL
QUEJOSO PARA DARLE OPORTUNIDAD DE REGULARIZARLA. Ha sido criterio reiterado de
esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, que la demanda de amparo debe ser interpretada en una
forma integral, de manera que se logre una eficaz administración de justicia, atendiendo a lo que en
la demanda se pretende en su aspecto material y no únicamente formal, pues la armonización de
todos los elementos de la demanda, es lo que permite una correcta resolución de los asuntos. Ahora
bien, entre los requisitos que debe contener una demanda de amparo, de acuerdo con lo establecido
por el artículo 116 de la ley de la materia, se encuentra el relativo a la expresión de la autoridad o
autoridades responsables (fracción III), por lo cual, en los casos en que del análisis integral de la
demanda, el Juez advierta con claridad la participación de una autoridad no señalada como
responsable en el capítulo correspondiente, debe prevenir a la parte quejosa, con el apercibimiento
relativo, en términos de lo previsto en el primer párrafo del artículo 146 de la Ley de Amparo, para
que aclare si la señala o no como responsable, ya que de omitir esa prevención, incurre en una
violación a las normas que rigen el procedimiento en el juicio de amparo, que trasciende al resultado
de la sentencia, por lo que en términos del artículo 91, fracción IV, de la Ley de Amparo, debe
ordenarse su reposición.

Amparo en revisión 340/96. Transportes Aguascalientes, S.A. de C.V. 15 de marzo de 1996. Cuatro
votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano, en su ausencia hizo suyo el proyecto Genaro
David Góngora Pimentel. Secretaria: Adela Domínguez Salazar.

205
Amparo en revisión 257/96. Daniel Isidro Ruelas Domínguez y otro. 29 de marzo de 1996. Cuatro
votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano, en su ausencia hizo suyo el proyecto Mariano
Azuela Güitrón. Secretario: Roberto Lara Hernández.

Amparo en revisión 369/96. Química Omega, S.A. de C.V. 17 de abril de 1996. Cinco votos.
Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Adela Domínguez Salazar.

Amparo en revisión 368/96. Cecil Edgar Hunnicutt y otro. 17 de mayo de 1996. Cuatro votos.
Ausente: Genaro David Góngora Pimentel. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretario:
Oscar Germán Cendejas Gleason.

Amparo en revisión 1709/89. Gres, S. A. de C. V. 31 de mayo de 1996. Cinco votos. Ponente:


Mariano Azuela Güitrón. Secretario: Francisco J. Sandoval López.

Tesis de jurisprudencia 30/96. Aprobada por la Segunda Sala de este alto tribunal, en sesión privada
de catorce de junio de mil novecientos noventa y seis, por unanimidad de cuatro votos de los
Ministros: Juan Díaz Romero, Mariano Azuela Güitrón, Sergio Salvador Aguirre Anguiano y
presidente Genaro David Góngora Pimentel. Ausente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.

206
115. En un juicio de amparo indirecto se señalan como actos reclamados el embargo trabado
sobre un inmueble que el quejoso afirma es de su propiedad, así como el eventual remate y la
adjudicación de dicho bien en subasta pública. Como antecedentes de tales actos, el quejoso
manifiesta que el embargo fue ordenado por el presidente de la Junta Federal de Conciliación
y Arbitraje dentro de un juicio laboral en el que el peticionario del amparo no es parte. Con el
fin de demostrar su interés jurídico, el inconforme exhibe adjunto a su demanda de amparo
una escritura pública, relativa a un contrato de compraventa celebrado entre el demandado en
el juicio laboral y el quejoso, respecto del inmueble embargado. El quejoso también solicita la
suspensión del acto reclamado (tanto provisional como definitiva). El juez de Distrito a quien
se turna la demanda la admite a trámite y ordena que con copias simples de la demanda y sus
anexos se forme por duplicado y por cuerda separada el incidente de suspensión, por así
haberlo solicitado el quejoso. En dicho incidente se concede al quejoso la suspensión
provisional de los actos reclamados. La autoridad responsable rinde informe previo, en el que
acepta la existencia del acto reclamado. Seguidos los trámites legales, se lleva a cabo la
audiencia incidental. Cabe mencionar que el quejoso no ofreció ningún medio de prueba
dentro de dicho incidente, por lo que solamente obran como pruebas de su parte las copias
simples de la escritura pública cuyo original quedó agregado en el juicio principal. El juez de
Distrito niega la suspensión definitiva de los actos reclamados, al considerar que las copias
simples que obran en el cuaderno de suspensión son insuficientes para acreditar el interés
jurídico del quejoso. Tal determinación debe estimarse:

Correcta, porque las copias fotostáticas simples carecen, por sí mismas, de valor probatorio
pleno y, por ende, son insuficientes para demostrar el interés jurídico del quejoso que se
ostenta como persona extraña a juicio, para obtener la suspensión definitiva de los actos
reclamados. Sin que sea óbice que en el juicio principal obren los documentos originales,
pues como el incidente de suspensión es un procedimiento que se sigue por cuerda separada,
únicamente pueden ser tomadas en cuenta las probanzas que se ofrezcan en éste.

Justificación:
No. Registro: 185,215
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVII, Enero de 2003
Tesis: 1a./J. 71/2002
Página: 33

COPIAS FOTOSTÁTICAS SIMPLES. CARECEN, POR SÍ SOLAS, DE VALOR PROBATORIO


PLENO Y, POR ENDE, SON INSUFICIENTES PARA DEMOSTRAR EL INTERÉS JURÍDICO
DEL QUEJOSO QUE SE OSTENTA COMO TERCERO EXTRAÑO AL JUICIO, PARA
OBTENER LA SUSPENSIÓN DEFINITIVA DE LOS ACTOS RECLAMADOS,
CONSISTENTES EN EL ACTO DE PRIVACIÓN O DE MOLESTIA EN BIENES DE SU
PROPIEDAD O QUE TIENE EN POSESIÓN. Esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha
sostenido, en reiteradas ocasiones, que para que el quejoso esté legitimado para solicitar la
207
suspensión definitiva de los actos reclamados, debe acreditar, aunque sea en forma presuntiva, que
tiene interés jurídico para obtener dicha medida cautelar, esto es, que es titular de un derecho
respecto del cual recae el acto que se estima inconstitucional; aunado a ello, de lo dispuesto en el
artículo 217 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria por disposición
expresa del diverso numeral 2o. de la Ley de Amparo, se advierte que el valor probatorio de las
copias fotostáticas simples queda al prudente arbitrio judicial. Atento lo anterior, se concluye
que las copias fotostáticas sin certificación (simples) carecen, por sí mismas, de valor
probatorio pleno y, por ende, son insuficientes para demostrar el interés jurídico del quejoso
que se ostenta como persona extraña a juicio, para obtener la suspensión definitiva de los actos
reclamados, consistentes en el acto de privación o de molestia en bienes de su propiedad o que tiene
en posesión, según sea el caso, si no existe en autos otro elemento que, relacionado con aquéllas,
pudiera generar convicción de que el acto reclamado afecta real y directamente sus derechos
jurídicamente tutelados, pues con tales documentos no se acredita el primer requisito para que opere
la prueba presuncional, relativo al conocimiento de un hecho conocido, esto es, a la existencia del
bien mueble o inmueble respecto del cual se aduce que recae el acto que se impugna como lesivo de
garantías individuales; sin que sea óbice a lo anterior el hecho de que en el juicio principal obren
los documentos originales o copias certificadas de éstos, pues como el incidente de suspensión
es un procedimiento que se sigue por cuerda separada, únicamente pueden ser tomadas en
cuenta las probanzas que se ofrezcan en éste.

Contradicción de tesis 44/2002-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Octavo Circuito y las sostenidas por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer
Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Quinto Circuito. 30 de octubre de 2002. Cinco votos.
Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Luis Fernando Angulo Jacobo.

Tesis de jurisprudencia 71/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
treinta de octubre de dos mil dos, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros: presidente
Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José de Jesús Gudiño
Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.

208
116. En un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado la falta de
emplazamiento a un juicio laboral. La demanda se admite a trámite, se pide informe
justificado a las autoridades responsables y se ordena emplazar al tercero perjudicado. Al
rendir su informe justificado, la autoridad responsable acepta la existencia del acto reclamado
y remite copias certificadas del expediente respectivo. Durante el trámite del juicio de amparo,
se recibe en el Juzgado de Distrito un escrito firmado por el tercero perjudicado, en el que
solicita se sobresea en el juicio de garantías, bajo el argumento de que el quejoso sí fue
emplazado al juicio laboral, pues en el expediente respectivo obra la constancia que así lo
acredita. Al revisar las copias certificadas remitidas por la autoridad responsable, el juez de
Distrito advierte que sí existe una constancia de emplazamiento al quejoso; sin embargo, al
dictar sentencia desestima la causa de improcedencia invocada por el tercero perjudicado y
resuelve el fondo del juicio de garantías. Tal determinación debe estimarse:
Correcta, pues la causa de improcedencia invocada por el tercero perjudicado se encuentra
íntimamente ligada con la cuestión de fondo que debe resolverse en el juicio de garantías.
Justificación:
No. Registro: 187,973
Jurisprudencia. Materia(s): Común
Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XV, Enero de 2002. Tesis: P./J. 135/2001. Página: 5
IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO. SI SE HACE VALER UNA CAUSAL QUE
INVOLUCRA EL ESTUDIO DE FONDO DEL ASUNTO, DEBERÁ DESESTIMARSE. Las
causales de improcedencia del juicio de garantías deben ser claras e inobjetables, de lo que se
desprende que si se hace valer una en la que se involucre una argumentación íntimamente
relacionada con el fondo del negocio, debe desestimarse.
Amparo en revisión 2639/96. Fernando Arreola Vega. 27 de enero de 1998. Unanimidad de nueve votos
en relación con el criterio contenido en esta tesis. Ausentes: Juventino V. Castro y Castro y Humberto
Román Palacios. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretario: Ariel Alberto Rojas Caballero.
Amparo en revisión 1097/99. Basf de México, S.A. de C.V. 9 de agosto de 2001. Unanimidad de
diez votos. Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria:
María Marcela Ramírez Cerrillo.
Amparo en revisión 1415/99. Grupo Ispat International, S.A de C.V. y coags. 9 de agosto de 2001.
Unanimidad de diez votos. Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia. Secretaria: Lourdes Margarita García Galicia.
Amparo en revisión 1548/99. Ece, S.A. de C.V. y coags. 9 de agosto de 2001. Unanimidad de diez
votos. Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Secretaria: Irma Leticia Flores Díaz.
Amparo en revisión 1551/99. Domos Corporación, S.A. de C.V. y coags. 9 de agosto de 2001.
Unanimidad de diez votos. Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Juan Díaz Romero.
Secretario: José Manuel Quintero Montes.

209
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy seis de diciembre en curso, aprobó, con el
número 135/2001, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a seis de
diciembre de dos mil uno.

210
117. En un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado la orden de arresto
dictada por el presidente de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje. Como antecedentes del
acto reclamado, el quejoso manifiesta que en el juicio laboral del que deriva el arresto, la parte
actora ofreció una testimonial a cargo del peticionario del amparo, pero que por causas ajenas
a su voluntad éste no pudo comparecer al desahogo de dicha probanza y derivado de ello se
decretó el arresto. Al promover la demanda de amparo el quejoso solicitó la suspensión del
acto reclamado. La demanda se admitió a trámite y se ordenó la apertura del incidente de
suspensión, por duplicado y por cuerda separada. En principio, se concedió la suspensión
provisional del acto reclamado; se recibió el informe previo de la autoridad responsable, en el
que aceptó la existencia del acto reclamado y, en su oportunidad, se concedió la suspensión
definitiva del acto reclamado; esta última quedó condicionada a que dejaría de surtir efectos si
el quejoso no exhibía en el término de cinco días una garantía por tres mil quinientos pesos.
Tal garantía la fijó el juzgador de amparo como medida de aseguramiento, en términos de lo
dispuesto en los artículos 130 y 136 de la Ley de Amparo, aplicados analógicamente a la orden
de arresto, por ser un acto que afecta la libertad personal. En tal caso ¿Fue correcto que el
juzgador de amparo aplicara analógicamente los artículos 130 y 136 de la Ley de Amparo para
decretar la medida de aseguramiento?

No fue correcto, porque la orden de arresto tiene características distintas a los actos derivados
de los asuntos del orden penal. Lo anterior, en virtud de que el arresto tiene como finalidad
vencer la resistencia de una persona a cumplir con los mandatos de la autoridad judicial; en
tanto que en los asuntos del orden penal se persigue que al responsable de la comisión de
algún hecho delictuoso se le imponga una pena y la compurgue; en consecuencia, no se
pueden aplicar analógicamente a la suspensión definitiva otorgada contra la orden de arresto
las medidas de aseguramiento previstas para la suspensión que se otorga en contra de actos
que derivan de un asunto del orden penal.

Justificación:
No. Registro: 191,374
Jurisprudencia
Materia(s): Constitucional, Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XII, Agosto de 2000
Tesis: P./J. 75/2000
Página: 18

ARRESTO COMO MEDIO DE APREMIO. A LA SUSPENSIÓN EN SU CONTRA NO LE SON


APLICABLES ANALÓGICAMENTE LAS MEDIDAS DE ASEGURAMIENTO DEL QUEJOSO
PREVISTAS POR LOS ARTÍCULOS 130 Y 136 DE LA LEY DE AMPARO. El arresto como
medida de apremio, que tiene su fundamento en el artículo 17 constitucional que exige como
garantía individual la de una administración de justicia pronta, completa e imparcial, persigue vencer
la resistencia de quien se opone a acatar un mandato judicial. En cambio, las órdenes de aprehensión,
detención o retención dictadas por autoridades judiciales del orden penal, por el Ministerio Público o
por autoridades administrativas, se refieren a un acto tipificado como delito por la ley y del que se
211
presume probable responsable al quejoso. Las medidas de aseguramiento a que aluden los artículos
130 y 136 de la Ley de Amparo, que debe tomar en cuenta el Juez de Distrito al conceder la
suspensión contra las órdenes de aprehensión, detención o retención aludidas, no pueden exigirse al
concederse la suspensión contra el arresto como medio de apremio en aplicación analógica de los
preceptos citados, en virtud de que el origen y los fines perseguidos en cada tipo de órdenes son
distintos y, además, en las segundas no están presentes las razones que justifican el dictado de esas
medidas respecto de las primeras porque en aquéllas no hay necesidad de devolver al quejoso a la
autoridad responsable en caso de que se niegue el amparo pues no hay hecho delictivo respecto del
que deba purgarse pena privativa de la libertad. Además, conforme a la jurisprudencia de la Suprema
Corte el arresto como medida de apremio no puede exceder del plazo de treinta y seis horas previsto
por el artículo 21 constitucional, por lo que el dictado de medidas de aseguramiento en ese supuesto
podría ocasionar la consumación irreparable de los efectos del acto reclamado, tornándose
nugatorios los fines de la suspensión al agotarse la materia del amparo. Por último, frente al interés
particular del quejoso de obtener su libertad en ambos tipos de órdenes en las que derivan de un
hecho delictivo, el interés social exige que quien resulte responsable purgue la pena correspondiente,
mientras que en las otras sólo exige el acatamiento al mandato judicial, lo que puede hacer el
quejoso en cualquier momento.

Contradicción de tesis 38/97. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Cuarto en Materia
Civil del Primer Circuito y Tercero del Sexto Circuito. 23 de mayo de 2000. Unanimidad de nueve
votos. Ausentes: Juan Díaz Romero y José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Mariano Azuela
Güitrón. Secretaria: María Estela Ferrer Mac Gregor Poisot.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy once de julio en curso, aprobó, con el número
75/2000, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a once de julio de dos mil.

212
118. En un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado la resolución mediante la
que la junta laboral determinó que no ha lugar a dar trámite a un procedimiento de huelga
solicitado por un sindicato de trabajadores dedicados al transporte público. La demanda de
amparo se admite, se pide informe a la autoridad responsable –que debe rendirse en el término
de cinco días- y se fija fecha para la celebración de la audiencia constitucional. La autoridad
responsable rinde su informe de manera extemporánea; dicho informe se recibe en el Juzgado
de Distrito tres días antes de la fecha señalada para la celebración de la audiencia constitucional,
sin que el quejoso haya tenido oportunidad de imponerse del mencionado informe y sin que
solicitara el diferimiento de la audiencia. No obstante, el juez de Distrito lleva a cabo la
mencionada audiencia. Tal proceder del juez es:
Incorrecto, porque el juez de Distrito debe diferir, de oficio, la celebración de la audiencia
constitucional cuando el informe justificado no se haya rendido con ocho días de anticipación
a la primera fecha señalada para que se llevara a cabo dicha audiencia. Lo anterior, con el fin
de dar a las partes la oportunidad de que se impongan de su contenido y de que preparen las
pruebas para desvirtuarlo.

Justificación:
No. Registro: 191,995
Jurisprudencia. Materia(s): Común
Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XI, Abril de 2000. Tesis: P./J. 54/2000. Página: 5
AUDIENCIA CONSTITUCIONAL. DEBE, EN PRINCIPIO, DIFERIRSE DE OFICIO CUANDO
LOS INFORMES JUSTIFICADOS NO SE RINDEN CON OCHO DÍAS DE ANTICIPACIÓN A
LA PRIMERA FECHA SEÑALADA PARA SU CELEBRACIÓN, SI EL QUEJOSO O EL
TERCERO PERJUDICADO NO TIENEN CONOCIMIENTO DE SU CONTENIDO. Cuando la
autoridad responsable no rinda su informe justificado al menos ocho días antes de la celebración de
la audiencia, y el quejoso o el tercero perjudicado no comparezcan a ésta a solicitar su diferimiento o
suspensión, no debe verificarse tal actuación con apoyo en una aplicación aislada y restringida de la
parte final del párrafo primero del artículo 149 de la Ley de Amparo ("... el Juez podrá diferir o
suspender la audiencia, según lo que proceda, a solicitud del quejoso o del tercero perjudicado, ..."),
sino relacionándolo de una manera lógica, sistemática y armónica con el párrafo último del propio
precepto ("Si el informe con justificación es rendido fuera del plazo que señala la ley para ello, será
tomado en cuenta siempre que las partes hayan tenido oportunidad de conocerlo y de preparar las
pruebas que lo desvirtúen."); por lo tanto, el Juez de Distrito debe diferir, de oficio y por una sola
vez, la celebración de la audiencia constitucional, con la finalidad de que las partes (principalmente
el quejoso) se impongan del contenido del informe con justificación y estén en aptitud de preparar,
ofrecer y desahogar las pruebas que, en su caso, estimen convenientes para desvirtuarlo. De esta
manera se equilibra procesalmente a las partes y, a la vez, se podrá aplicar cabalmente el párrafo
último del referido numeral de la ley de la materia, en virtud de que el Juez de Distrito, al dictar la
sentencia correspondiente, tomará en cuenta los informes justificados, aun cuando se hayan rendido
sin la anticipación debida, pero ya con el pleno conocimiento del quejoso y del tercero perjudicado
que les haya permitido defenderse de resultar necesario.

213
Contradicción de tesis 29/98-PL. Entre las sustentadas por la actual Segunda Sala y la anterior
Primera Sala, ambas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. 15 de febrero de 2000. Mayoría
de seis votos. Ausentes: José de Jesús Gudiño Pelayo y Juan N. Silva Meza. Disidentes: Sergio
Salvador Aguirre Anguiano, Juan Díaz Romero y Humberto Román Palacios. Ponente: Olga
Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Rosa Elena González Tirado.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintiocho de marzo en curso, aprobó, con el
número 54/2000, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintiocho de
marzo de dos mil.

214
119. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto reclamado el emplazamiento
practicado en un juicio laboral; en dicha demanda se autoriza para oír notificaciones, en los
amplios términos del artículo 27 de Ley de Amparo, al licenciado Gustavo Ortega. La
demanda se admite a trámite y se tiene como autorizado, en los términos propuestos, al
profesionista señalado. Durante el trámite del juicio de garantías, se recibe un escrito firmado
por el quejoso, mediante el cual anuncia como prueba de su parte una testimonial a cargo de
dos personas (considere que dicha prueba se anunció con la debida oportunidad y con las
formalidades de ley). El juez de Distrito tuvo por anunciada la mencionada prueba y señaló
que sería desahogada al celebrarse la audiencia constitucional. Un día antes de que se celebre
la audiencia se recibe en el Juzgado de Distrito un escrito signado por el licenciado Gustavo
Ortega, en su carácter de autorizado del quejoso, en el que solicita se tenga por desistida a la
parte quejosa de la prueba testimonial anunciada en autos ¿Qué debe acordar el juez de
Distrito respecto a tal desistimiento?

Debe tener por desistida a la parte quejosa de la prueba testimonial anunciada. Lo anterior, en
virtud de que el autorizado del quejoso está facultado para realizar todos los actos que estime
convenientes para la defensa de los derechos del autorizante; y si dentro de estas facultades
se encuentran el ofrecer y desahogar pruebas, es evidente que también está la de desistir de
ellas.

Justificación:
No. Registro: 192,183
Jurisprudencia. Materia(s): Común
Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XI, Marzo de 2000. Tesis: P./J. 26/2000. Página: 5

AUTORIZADO EN TÉRMINOS AMPLIOS CONFORME AL ARTÍCULO 27, PÁRRAFO


SEGUNDO, DE LA LEY DE AMPARO. ESTÁ FACULTADO PARA DESISTIR DE LAS
PRUEBAS OFRECIDAS EN EL JUICIO, POR ÉL O POR SU AUTORIZANTE. Conforme a lo
dispuesto en el citado precepto, el autorizado en términos amplios goza de la capacidad procesal
necesaria para realizar, a nombre del autorizante, cualquier acto que resulte necesario para la defensa
de los derechos de éste, por lo que a aquél corresponde valorar qué actuaciones procesales son
factibles de permitir al autorizante obtener una resolución favorable a sus intereses, con
independencia de que en un caso concreto pudieren ser desfavorables a este último, riesgo que
asume el autorizante al conferir su representación a un tercero, profesional en derecho, cuando se
trate de las materias administrativa, civil y mercantil. En esa medida, en ejercicio de la
representación conferida, el autorizado puede válidamente desistir de una prueba ofrecida por él o
por su autorizante, lo que se corrobora por la circunstancia de que tal actuación encuadra dentro de la
relativa a utilizar en juicio los medios de prueba que se estimen pertinentes, la que no se limita a su
aspecto positivo, el ofrecimiento y rendición de pruebas, pues también se expresa en su aspecto
antagónico, la posibilidad de desistir de pruebas previamente ofrecidas.

Contradicción de tesis 27/98-PL. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Quinto Circuito y los Tribunales Colegiados Segundo en Materia Administrativa del Primer Circuito
y Tercero en Materia Civil del Tercer Circuito. 15 de febrero de 2000. Unanimidad de nueve votos.
215
Ausentes: José de Jesús Gudiño Pelayo y Juan N. Silva Meza. Ponente: Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia. Secretario: Rafael Coello Cetina.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy trece de marzo en curso, aprobó, con el número
26/2000, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a trece de marzo de dos mil.

216
120. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto reclamado la falta de
emplazamiento a un juicio laboral. La demanda se admite a trámite, se ordena emplazar al
tercero perjudicado, se pide informe a la autoridad responsable y se fija fecha para la
celebración de la audiencia constitucional. La autoridad responsable rinde el informe
justificado dos días antes de la fecha señalada para la celebración de la audiencia, como apoyo
a dicho informe remite copias certificadas del expediente laboral respectivo; por tal razón, el
juzgador de amparo difiere de oficio la celebración de la mencionada audiencia. Una vez que el
quejoso se impuso del contenido del informe, anunció como prueba de su parte una testimonial
a cargo de dos personas; señaló que dicha prueba se anunciaba porque en el expediente laboral
del que deriva el acto reclamado, cuyas copias remitió la responsable en apoyo a su informe, se
advertía que existe una constancia de un supuesto emplazamiento al quejoso, lo que era
inexacto, pues en la fecha consignada en el acta correspondiente el peticionario del amparo no
se encontraba en el país. Cabe hacer mención que el anuncio de la prueba se realizó con todas
las formalidades de ley y se realizó cinco días antes de la nueva fecha señalada para la
audiencia constitucional, sin contar el del ofrecimiento ni el de la audiencia. El juez de Distrito
que conoce del asunto tiene por anunciada la testimonial y ordena su preparación para ser
desahogada en la audiencia constitucional. Tal proceder del juez de Distrito es:

Correcto, pues en el caso el quejoso conoció el contenido de la constancia cuyo contenido


pretende desvirtuar hasta que se rindió el informe justificado (dos días antes de la primera
fecha señalada para la celebración de la audiencia constitucional); por tanto, no le era
exigible que anunciara la prueba cinco días antes de esa primera fecha.

Justificación:
No. Registro: 200,200
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
III, Febrero de 1996
Tesis: P./J. 7/96
Página: 53

PRUEBAS PERICIAL, TESTIMONIAL Y DE INSPECCIÓN JUDICIAL EN EL AMPARO. SU


OFRECIMIENTO DESPUÉS DEL DIFERIMIENTO DE LA AUDIENCIA. Este Pleno modifica la
jurisprudencia que en la compilación de 1988, Segunda Parte, página 2435, aparece con el número
1533 y que establece "PRUEBAS TESTIMONIAL Y PERICIAL EN EL AMPARO, CUANDO SE
DIFIERE LA AUDIENCIA.- Es procedente admitir las pruebas testimonial y pericial para la
audiencia en el amparo, cuando la inicialmente señalada ha sido diferida de oficio por el Juez de
Distrito, y no a petición de las partes"; y, asimismo, se aparta del criterio contenido en la última tesis
relacionada con dicha jurisprudencia, que establece, esencialmente, que es inexacto que cuando la
audiencia se difiere de oficio, se puedan ofrecer dichas pruebas para la audiencia diferida, agregando
que cuando no se anuncian oportunamente para la primera audiencia, no pueden ofrecerse para la
segunda, porque ya se perdió el derecho. Partiendo de la hipótesis de que las pruebas pericial,
testimonial y de inspección judicial no fueron ofrecidas antes de la audiencia inicial, que ésta se
217
difirió y que en el nuevo periodo sí se ofrecieron con la anticipación requerida por el artículo
151 de la Ley de Amparo, en relación con la fecha de la segunda audiencia, el nuevo criterio
sostenido por este Pleno se apoya en dos principios básicos: En primer lugar, el de la expeditez del
procedimiento de amparo que deriva de su naturaleza sumaria, de acuerdo con el cual, si las
mencionadas pruebas no se ofrecen con la anticipación exigida por el citado precepto, ya no pueden
ofrecerse con posterioridad por haber precluido ese derecho procesal; y en segundo, el cimentado en
el respeto a la garantía de defensa de la parte oferente, lo que significa que ésta, para gozar de la
oportunidad de ofrecer las pruebas aludidas, no sólo debe contar con el plazo de cinco días hábiles
antes del señalado para la audiencia constitucional, sin incluir el del ofrecimiento ni el señalado para
la celebración de la audiencia, sino además, que tal plazo se dé a partir de la fecha en que tenga
conocimiento del hecho que trate de probar o desvirtuar con dichas probanzas, conocimiento que
puede inferirse de los datos y elementos objetivos de los autos. Así, por ejemplo, cuando la parte
oferente ya tenga conocimiento del hecho o situación cuya certeza trata de probar o desvirtuar
con tiempo anterior al término señalado en el citado artículo 151, tomando como referencia la
audiencia inicial, ya no podrá válidamente ofrecerlas en el período posterior, porque ha
precluido su derecho por su abandono; en cambio, si el oferente no conocía el hecho con la
oportunidad legal suficiente, como cuando el quejoso se entera de él con motivo del informe
justificado rendido poco antes de la audiencia, o como cuando el tercero perjudicado es
llamado a juicio sin tiempo suficiente para ofrecer esos elementos probatorios, entonces sí
pueden proponerse legalmente con posterioridad a la primera fecha de la audiencia,
respetando siempre los términos del artículo 151, sólo que tomando como indicador la segunda
fecha, ejemplos que pueden multiplicarse teniendo en común, todos ellos, que desde el punto de
vista jurídico el oferente no debe quedar indefenso en la materia probatoria examinada, por causas
ajenas a su descuido o negligencia dentro del procedimiento. Conforme a este criterio, por tanto,
carece de importancia el hecho de que la audiencia se haya diferido de oficio o a petición de parte,
debiendo atenderse a los principios expuestos, cuya aplicación permite dar a cada parte el trato que
amerita su propia situación procesal.

Contradicción de tesis 25/93. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Tercero y Segundo
del Sexto Circuito. 7 de noviembre de 1995. Unanimidad de once votos. Ponente: José de Jesús
Gudiño Pelayo. Secretario: Martín Alejandro Cañizalez E.

El Tribunal Pleno en su sesión privada celebrada el veintinueve de enero en curso, por unanimidad
de diez votos de los Ministros: presidente en funciones Juventino V. Castro y Castro, Sergio
Salvador Aguirre Anguiano, Mariano Azuela Güitrón, Juan Díaz Romero, Genaro David Góngora
Pimentel, José de Jesús Gudiño Pelayo, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Humberto Román Palacios,
Olga María Sánchez Cordero y Juan N. Silva Meza; aprobó, con el número 7/1996 la tesis que
antecede. México, Distrito Federal, a veintinueve de enero de mil novecientos noventa y seis.

218
121. En una demanda de amparo indirecto se señalan como actos reclamados los siguientes: a)
El embargo trabado sobre un bien inmueble del quejoso dentro del juicio laboral 500/2003; b)
El embargo trabado sobre un vehículo propiedad del quejoso, dentro del juicio laboral
501/2003; ambos actos se atribuyen al presidente y al actuario de la Junta Federal de
Conciliación y Arbitraje. Como antecedentes de los actos reclamados, el quejoso manifiesta
que él no es parte en ninguno de los juicios laborales. El juez de Distrito a quien se turna la
demanda la desecha de plano, al considerar que en una sola demanda no se pueden reclamar
actos derivados de juicios diversos. Tal determinación debe estimarse:

Incorrecta, pues el simple hecho de reclamar actos derivados de diversos juicios no actualiza
ninguna causa de improcedencia.

Justificación:
No. Registro: 200,376
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
I, Mayo de 1995
Tesis: P./J. 4/95
Página: 57

DEMANDA DE AMPARO, SI SE RECLAMAN ACTOS EMANADOS DE DIVERSOS JUICIOS,


NO DEBE DESECHARSE POR NOTORIAMENTE IMPROCEDENTE. De conformidad con el
artículo 145 de la Ley de Amparo, el Juez de Distrito debe examinar, ante todo, el escrito de
demanda, y si encontrare motivo manifiesto e indudable de improcedencia, la desechará de plano;
sin embargo esa potestad no es ilimitada, ni depende del criterio puramente subjetivo del juzgador,
sino que para ello debe analizarse si en el caso se surte alguna de las causas reguladas en el artículo
73 de la ley invocada, u otra prevista en un precepto legal relacionado con la fracción XVIII de esa
norma. Ahora bien, si se presenta el evento de que en una demanda de amparo se reclaman actos
derivados de diversos juicios, tal circunstancia no da lugar a su desechamiento, puesto que la ley no
establece que de darse esa hipótesis, se actualice una causa de improcedencia.

Contradicción de tesis 8/94. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo
Séptimo Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Quinto Circuito. 18 de abril de 1995.
Unanimidad de once votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Rosa
Elena González Tirado.

El Tribunal Pleno en su sesión privada del lunes quince de mayo de mil novecientos noventa y cinco
asignó el número 4/1995 (9a.) a esta tesis de jurisprudencia aprobada al resolver la contradicción de
tesis número 8/94. México, Distrito Federal, a quince de mayo de mil novecientos noventa y cinco.

219
122. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto reclamado la negativa de la
Junta Local de Conciliación y Arbitraje a registrar un sindicato de patrones. La demanda se
turna al Juzgado Primero de Distrito en el Estado. El Juez Primero admite la demanda, la
registra con el número 56/2007, ordena emplazar al tercero perjudicado y pide informe a la
autoridad responsable. Durante el trámite del juicio de amparo se recibe en el Juzgado de
Distrito un escrito firmado por el tercero perjudicado, a través del cual manifiesta que el acto
reclamado ya fue materia de análisis en el diverso juicio de amparo 700/2006, del índice del
Juzgado Cuarto de Distrito en el Estado, en el que se negó la protección constitucional al
quejoso. En vista de lo anterior, el Juez Primero de Distrito remite un oficio en el que solicita
al Juez Cuarto de Distrito le informe si en el juzgado a su cargo existe radicado algún juicio
promovido por el mismo quejoso, contra la misma autoridad responsable y por el propio acto
reclamado. En respuesta a lo anterior, la Secretaría de Acuerdos del Juzgado Cuarto de
Distrito remite, vía fax, al Juzgado Primero de Distrito copia de la resolución dictada en el
juicio de amparo 700/2006, así como del auto en que se declaró que tal determinación había
causado ejecutoria. Cabe hacer mención que la Secretaria de Acuerdos del Juzgado Primero
de Distrito certificó la hora y fecha en que se recibió el fax, la denominación del órgano
jurisdiccional remitente, así como el nombre y cargo de la funcionaria que remitió las
constancias. Con base en las mencionadas copias, el juez Primero de Distrito en el Estado
sobreseyó en el juicio de amparo 56/2007, bajo el argumento de que se actualizó la causa de
improcedencia relativa a la cosa juzgada. La determinación del Juez Primero de Distrito de
apoyar la resolución de sobreseimiento en las constancias recibidas vía fax es:

Correcta, pues las constancias enviadas por fax entre los órganos del Poder Judicial de la
Federación tienen valor probatorio pleno, cuando el Secretario de Acuerdos del órgano que
las recibe certifica la hora y fecha de su recepción, así como el órgano que las remitió.

Justificación:
No. Registro: 173,071
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXV, Marzo de 2007
Página: 30
Tesis: 1a./J. 27/2007
Jurisprudencia
Materia(s): Común

CONSTANCIAS ENVIADAS POR FAX ENTRE LOS ÓRGANOS DEL PODER JUDICIAL DE
LA FEDERACIÓN. SI ESTÁ CERTIFICADA LA HORA Y FECHA DE SU RECEPCIÓN, ASÍ
COMO EL ÓRGANO QUE LAS REMITE POR EL SECRETARIO DE ACUERDOS DEL
TRIBUNAL JUDICIAL QUE LAS RECIBE, TIENEN PLENO VALOR PROBATORIO. El
artículo 210-A del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley de
Amparo en términos de lo previsto en el diverso artículo 2o. de esta Ley, reconoce como medios de
prueba la información generada o comunicada que conste en medios electrónicos, ópticos o en
cualquier otra tecnología, y establece que su fuerza probatoria está sujeta a la fiabilidad del método
en que haya sido generada, comunicada, recibida o archivada y, en su caso, si es posible atribuir a las
220
personas obligadas el contenido de la información relativa y ser accesible para su ulterior consulta.
Ahora bien, entre los medios de comunicación electrónica se encuentra el denominado fax, que es un
medio de transmisión de datos que emplea la red telefónica, por el cual se envía un documento que
se recibe por el destinatario en copia fotostática; de ahí que las constancias transmitidas por este
medio, entre los órganos del Poder Judicial de la Federación, si están certificadas por el secretario de
Acuerdos del tribunal judicial al que se transmite el mensaje, sobre la hora y fecha de recepción del
fax y la persona del órgano jurisdiccional federal que lo remitió, tienen pleno valor probatorio, por
ser confiable el medio en que fueron comunicadas dichas constancias, ya que tiene un grado de
seguridad similar al de la documentación consignada en papel, además de que es identificable la
persona a quien se atribuye su contenido y pueden verificarse tanto el origen de la documentación
como su texto; pues en la actualidad los citados órganos se encuentran comunicados
electrónicamente, por distintos medios, lo que permite corroborar los datos del fax recibido.

Reclamación 180/2000. Bardomiano Olvera Morán, su sucesión. 24 de enero de 2001. Unanimidad


de cuatro votos. Ausente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ponente: Olga Sánchez Cordero
de García Villegas; en su ausencia hizo suyo el asunto Juan N. Silva Meza. Secretario: José Luis
Vázquez Camacho.

Incidente de inejecución 33/2006. Johnson Matthey de México, S.A. de C.V. 8 de febrero de 2006.
Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Roberto Lara Chagoyán.

Incidente de inejecución 12/2006. Sergio Efrén Rebolledo Hernández. 1o. de marzo de 2006. Cinco
votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Mariana Mureddu Gilabert.

Incidente de inejecución 113/2006. Ernesto Javier González González. 19 de abril de 2006. Cinco
votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Mariana Mureddu Gilabert.

Incidente de inejecución 534/2006. Luis Ángel Gallardo Rubio. 29 de noviembre de 2006. Cinco
votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Jesús Antonio Sepúlveda Castro.

Tesis de jurisprudencia 27/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
veintiocho de febrero de dos mil siete.

221
123. En un juicio de amparo indirecto se señalan como actos reclamados el embargo trabado
sobre un inmueble que el quejoso afirma es de su propiedad, así como el eventual remate y
adjudicación que de dicho bien se haga en subasta pública dentro del procedimiento de
ejecución del laudo dictado en el juicio laboral 345/2002. El juez de Distrito a quien se turna la
demanda la admite solamente por lo que ve al embargo y la desecha por lo que ve al eventual
remate y adjudicación, bajo el argumento de que éstos son actos futuros e inciertos. Tal
proceder del juez de Distrito es:

Incorrecto, porque el simple hecho de que en la demanda de amparo se reclame un acto


futuro o incierto, del cual no puede saberse con exactitud si es inminente o si llegará a
materializarse, no constituye un motivo manifiesto e indudable de improcedencia.

Justificación:
No. Registro: 184,156
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVII, Junio de 2003
Tesis: 1a./J. 25/2003
Página: 73

DEMANDA DE AMPARO. LA RECLAMACIÓN DE UN ACTO FUTURO O INCIERTO, DEL


CUAL NO PUEDA SABERSE CON EXACTITUD SI ES INMINENTE O SI LLEGARÁ O NO A
MATERIALIZARSE, NO CONSTITUYE UN MOTIVO MANIFIESTO E INDUDABLE DE
IMPROCEDENCIA, POR LO QUE EL JUEZ DE DISTRITO DEBE ADMITIRLA A TRÁMITE. El
artículo 145 de la Ley de Amparo faculta al Juez de Distrito para desechar la demanda de amparo
indirecto cuando al examinarla aparezca un motivo manifiesto e indudable de improcedencia; sin
embargo, esa potestad del Juez no es ilimitada, ni depende de un criterio puramente subjetivo, pues tal
motivo debe estar plenamente demostrado, y advertirse en forma patente y absolutamente clara de la
lectura del escrito de demanda, de los escritos aclaratorios o de los documentos que se anexen a esas
promociones. De ahí que cuando se reclame un acto futuro e incierto y no pueda saberse con exactitud
si es inminente, o bien, si llegará o no a materializarse, sino que es necesario contar con elementos de
prueba que permitan una correcta conclusión, no debe considerarse que existe un motivo manifiesto e
indudable de improcedencia que amerite aplicar el indicado artículo 145 para desechar de plano la
demanda, por lo que el Juez de Distrito deberá admitirla a trámite. Lo anterior obedece a que para que
el juzgador se encuentre en condiciones de saber si el acto reclamado, considerado como futuro, se
realizará por parte de la autoridad, debe analizar los elementos probatorios existentes, y si estimara
racionalmente que la responsable ya ordenó la realización del acto reclamado o que está a punto de
hacerlo, deberá admitir la demanda, sin perjuicio de que durante la sustanciación del juicio quede
plenamente probado que efectivamente se trata de un acto de ese tipo, o se tenga la certeza de la
existencia de alguna otra causa de improcedencia regulada en el artículo 73 de la citada ley, u otra
prevista en diverso precepto legal relacionado con la fracción XVIII de este numeral.

222
Contradicción de tesis 62/2002-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo,
Tercero, Cuarto y Quinto, todos en Materia Civil del Tercer Circuito. 14 de mayo de 2003. Cinco
votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Manuel González Díaz.

Tesis de jurisprudencia 25/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
catorce de mayo de dos mil tres.

223
124. El actor en un juicio laboral ofrece diversas documentales para acreditar algunos de los
hechos de su demanda. La junta desecha esos medios de convicción, bajo el argumento de que
no tienen relación con la litis. Tal desechamiento es impugnable:

Como violación procesal en amparo directo.

Justificación:

Ley de Amparo

“Artículo 159.- En los juicios seguidos ante tribunales civiles, administrativos o del trabajo, se
considerarán violadas las leyes del procedimiento y que se afectan las defensas del quejoso:

(…)

III.- Cuando no se le reciban las pruebas que legalmente haya ofrecido, o cuando no se reciban
conforme a la ley; (…)”.

224
125. La resolución que pone fin a una tercería excluyente de dominio en un juicio laboral, es
impugnable mediante:

El juicio de amparo directo.


Justificación:

No. Registro: 176,797


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Octubre de 2005
Tesis: 2a./J. 126/2005
Página: 952

TERCERÍAS EXCLUYENTES DE DOMINIO O DE PREFERENCIA DE CRÉDITO EN


MATERIA LABORAL. TIENEN NATURALEZA DE JUICIO Y NO DE INCIDENTE, POR LO
QUE LA SENTENCIA QUE LAS RESUELVE ES IMPUGNABLE EN AMPARO DIRECTO. De
los artículos 976, 977 y 978 de la Ley Federal del Trabajo se advierte que las tercerías excluyentes
de dominio o de preferencia, tanto material como formalmente, tienen la naturaleza de juicio y no de
incidente, pese a que el segundo de los preceptos citados establezca que se tramitarán en forma
incidental, pues esta mención sólo se refiere a la forma procesal, pero no a su naturaleza sustancial,
toda vez que mientras el incidente resuelve generalmente cuestiones de carácter adjetivo, la tercería
decide un aspecto sustantivo (la propiedad del bien embargado o la preferencia del crédito
reclamado), ajeno a la cuestión ventilada en el juicio del que surge, lo que materialmente le da la
calidad de un juicio con sustantividad propia. Además, el tercero es ajeno a la controversia principal
y al ejercer la nueva acción debe acreditar un interés propio y distinto al de quienes son parte en
aquélla; la nueva acción se ventila por cuerda separada a través de un procedimiento singular en el
que el tercerista tiene los derechos, cargas y obligaciones que en todo juicio tienen las partes, y no
suspende el curso del juicio preexistente, lo que evidencia que las tercerías excluyentes son
formalmente juicios y, por ende, que las resoluciones que las deciden en cuanto al fondo, por tratarse
de sentencias definitivas, son impugnables en amparo directo, en términos de los artículos 44, 46 y
158 de la Ley de Amparo.

Contradicción de tesis 106/2005-SS. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado del
Décimo Sexto Circuito, Primer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito y Primer Tribunal Colegiado
del Segundo Circuito. 19 de agosto de 2005. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre
Anguiano. Secretario: Eduardo Delgado Durán.

Tesis de jurisprudencia 126/2005. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintitrés de septiembre de dos mil cinco.

225
126. El artículo 849 de la Ley Federal del Trabajo establece: “Contra actos de los presidentes,
actuarios o funcionarios, legalmente habilitados, en ejecución de los laudos, convenios, de las
resoluciones que ponen fin a las tercerías y de los dictados en las providencias cautelares,
procede la revisión”. El artículo transcrito regula la procedencia del recurso de revisión en
materia de Trabajo. Ahora bien, de conformidad con la jurisprudencia de la Segunda Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para reclamar en amparo la resolución que aprobó
el remate en la fase de ejecución de un juicio laboral, el postor:

Debe agotar el recurso de revisión para observar el principio de definitividad.

Justificación:

No. Registro: 180,802


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XX, Agosto de 2004
Tesis: 2a./J. 103/2004
Página: 417

REMATE EN EJECUCIÓN DE LAUDOS. EL POSTOR NO PUEDE CONSIDERARSE


PERSONA EXTRAÑA PARA LA PROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO, POR LO QUE
DEBE AGOTAR EL RECURSO DE REVISIÓN PREVISTO EN EL ARTÍCULO 849 DE LA LEY
FEDERAL DEL TRABAJO. De la interpretación de los artículos 967, 968, 970 y 971 de la Ley
Federal del Trabajo, se advierte que el postor en el remate que se celebre en ejecución de un laudo
pronunciado por una Junta de Conciliación y Arbitraje tiene carácter de parte en dicha diligencia por
el hecho de presentar una postura por escrito y exhibir el billete de depósito respectivo,
independientemente de que dicha postura sea calificada de legal o no. Por tanto, al incorporarse a la
relación procesal y someterse a la dirección del presidente de la Junta durante el desarrollo del
remate, es inconcuso que no puede considerársele como persona extraña al procedimiento en
términos de los artículos 107, fracción III, inciso c), de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y 114, fracción V, de la Ley de Amparo, por lo que el amparo que promueva
contra actos que le causen perjuicio dentro de la diligencia de remate se rige por el artículo 114,
fracción III, del último ordenamiento citado, hipótesis en la que necesariamente debe atenderse al
principio de definitividad y, por ende, debe agotar previamente el recurso de revisión a que se refiere
el artículo 849 de la Ley Federal del Trabajo, el cual prevé su procedencia contra actos de los
Presidentes en ejecución del laudo.

Contradicción de tesis 81/2004-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo del
Décimo Cuarto Circuito, Segundo del Décimo Segundo Circuito y Segundo del Décimo Tercer
Circuito. 9 de julio de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.
Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretario: Bertín Vázquez González.

226
Tesis de jurisprudencia 103/2004. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del seis de agosto de dos mil cuatro.

227
127. Se promueve un juicio de amparo en el que se señala como acto reclamado la negativa
para registrar un sindicato federal atribuida a la Dirección General de Registro de
Asociaciones de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. La autoridad responsable hace
valer como causa de improcedencia la prevista en el artículo 73, fracción XV, de la Ley de
Amparo, en virtud de que el quejoso no agotó en contra de esa negativa el recurso de revisión
previsto en el artículo 83 de la Ley Federal del Procedimiento Administrativo. Aduce que no es
obstáculo para estimar que se actualiza dicha causal, lo dispuesto por el párrafo tercero del
artículo 1 de la Ley Federal del Procedimiento Administrativo, porque la negativa de registro
de un sindicato es un acto administrativo proveniente de la propia Secretaría del Trabajo y
Previsión Social y no propiamente de la justicia laboral, proveniente de las juntas de
conciliación y arbitraje. Este artículo dice: “ART. 1. (...) Este ordenamiento no será aplicable a
las materias de carácter fiscal, responsabilidades de los servidores públicos, justicia agraria y
laboral, ni al ministerio público en ejercicio de sus funciones constitucionales (...)”. Ahora bien,
de conformidad con la interpretación realizada por la jurisprudencia de la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, la causal invocada por la autoridad:

No se encuentra acreditada, porque, al no ser aplicable la ley de que se trata a la materia


laboral, el recurso de revisión no procede contra la negativa de registro del sindicato.

Justificación:

No. Registro: 180,803


Jurisprudencia. Materia(s): Laboral
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XX, Agosto de 2004. Tesis: 2a./J. 101/2004. Página: 417

REGISTRO DE SINDICATOS FEDERALES. CONTRA SU NEGATIVA PROCEDE EL JUICIO


DE AMPARO INDIRECTO SIN QUE DEBA AGOTARSE, PREVIAMENTE, EL RECURSO DE
REVISIÓN PREVISTO EN EL ARTÍCULO 83 DE LA LEY FEDERAL DE PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVO, EN VIRTUD DE QUE ES UN ACTO PREPONDERANTEMENTE
LABORAL. El registro de sindicatos federales, previsto en los artículos 365, 366 y 368 de la Ley
Federal del Trabajo, es competencia de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social a través de la
Dirección General de Registro de Asociaciones, por lo que si bien es un acto formalmente
administrativo por su génesis, desde el punto de vista material constituye un acto de naturaleza
preponderantemente laboral, mediante el cual se justifica ante cualquier autoridad la personalidad y
capacidad de las organizaciones sindicales, con la particularidad de que cuando no se satisfacen los
requisitos establecidos en los numerales citados, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social está
facultada para negar dicho registro, pero en contra de esa negativa no procede el recurso de revisión
previsto en el artículo 83 de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo, atento a que en su
artículo 1o. expresamente se excluye de su aplicación a la materia laboral, de cuya naturaleza material
participa el referido registro sindical, de tal manera que contra dicha negativa los entes sindicales no
tienen la carga de agotar ese medio ordinario de defensa, sino que pueden acudir desde luego al juicio
de garantías ante Juez de Distrito, conforme al artículo 114, fracción II, de la Ley de Amparo.

228
Contradicción de tesis 80/2004-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Noveno, Décimo
Primero, Décimo Quinto, todos en Materia de Trabajo del Primer Circuito y Sexto en Materia
Administrativa del mismo circuito. 2 de julio de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Guillermo
I. Ortiz Mayagoitia. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretaria: Sofía Verónica Ávalos Díaz.

Tesis de jurisprudencia 101/2004. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del nueve de julio de dos mil cuatro.

229
128. Se promueve juicio de amparo indirecto en el que se señala como acto reclamado la
interlocutoria dictada en un incidente de falta de personalidad. El trabajador quejoso hace
valer como conceptos de violación argumentos que no fueron planteados en el incidente de
falta de personalidad. Partiendo de que no se actualiza ninguna causa de improcedencia,
dichos conceptos de violación.

Deben ser analizados por el juzgador federal aunque no se hayan hecho valer en el incidente.

Justificación:

No. Registro: 178,171


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Junio de 2005
Tesis: 2a./J. 71/2005
Página: 182

PERSONALIDAD EN EL JUICIO LABORAL. EL JUEZ DE DISTRITO PUEDE EXAMINAR


ARGUMENTOS QUE EL TRABAJADOR NO PLANTEÓ AL PROMOVER EL INCIDENTE
RELATIVO. La Cuarta Sala de la anterior integración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
sostuvo en la jurisprudencia 4a./J. 18/93, publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación Número 65, mayo de 1993, página 17, con el rubro: "PERSONALIDAD EN EL JUICIO
LABORAL. LAS JUNTAS PUEDEN VÁLIDAMENTE EXAMINARLA DE OFICIO.", que la
personalidad de las partes en el juicio laboral constituye un presupuesto procesal sin el cual no puede
desarrollarse válidamente. En congruencia con tal criterio, se concluye que el Juez de Distrito puede
analizar cuestiones que no formaron parte del incidente de falta de personalidad del demandado
patrón, al no haberlas expuesto el quejoso trabajador ante la Junta responsable, pues además de que
no puede tenerse por acreditada en el juicio una personalidad que no existe, so pretexto de la mala o
deficiente pretensión del trabajador al hacer valer el incidente relativo ante la potestad común, se
cumplirá con la garantía constitucional relativa a que en los juicios deben observarse las
formalidades esenciales del procedimiento conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho,
porque se dará certeza de que la actuación del representante causará un efecto válido en el
patrimonio del representado patrón, sin que con esto se vulnere el artículo 78 de la Ley de Amparo,
en virtud de que no se analizarán pruebas que no hubieran sido ofrecidas en el juicio laboral, en
particular en dicho incidente, sino las mismas, pero por disímbolos motivos que fueron materia de
pronunciamiento por la autoridad responsable.

Contradicción de tesis 43/2005-SS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia de Trabajo del Cuarto Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del
Tercer Circuito. 27 de mayo de 2005. Cinco votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Israel
Flores Rodríguez.

230
Tesis de jurisprudencia 71/2005. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del tres de junio de dos mil cinco.

231
129. Durante la tramitación de un juicio laboral fallece el trabajador actor. Antes de dictado el
laudo en el juicio laboral, se dicta un proveído desfavorable a los intereses del trabajador
fallecido y que es reclamable en amparo indirecto. En este caso, el mandante de éste:

Se encuentra legitimado para promover el juicio de garantías, salvo que la sucesión del
trabajador se haya apersonado al juicio laboral.

Justificación:

No. Registro: 178,243


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Junio de 2005
Tesis: 2a./J. 69/2005
Página: 181

AMPARO. PUEDE PROMOVERSE POR EL MANDATARIO DEL TRABAJADOR, DESPUÉS


DE LA MUERTE DE ÉSTE. Aunque por regla general el mandato termina por la muerte del
mandante, existe disposición expresa en el artículo 2600 del Código Civil Federal, en el sentido de
que el mandatario deberá continuar en la gestión de su encargo entretanto los herederos provean por
sí mismos a la administración de los negocios, siempre que de lo contrario pueda resultar algún
perjuicio para sus intereses. En consecuencia, si durante la tramitación de un juicio laboral muere el
trabajador y se dicta el laudo relativo, el mandatario podrá promover el juicio de garantías en su
representación, ya que este medio de control constitucional debe considerarse dentro de las gestiones
conducentes a la continuación del juicio, pues tiene por objeto la conservación de los derechos de la
sucesión del mandante; de manera que en tanto no se apersone a juicio dicha sucesión a través del
albacea, el mandatario deberá continuar en el ejercicio de su encargo con el fin de no provocar
estado de indefensión por la preclusión de los derechos procesales de aquélla.

Contradicción de tesis 46/2005-SS. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado en
Materia de Trabajo del Primer Circuito, Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Circuito y el Primer
Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa (antes Segundo Tribunal Colegiado) del
Décimo Séptimo Circuito. 27 de mayo de 2005. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre
Anguiano. Secretario: Arnulfo Moreno Flores.

Tesis de jurisprudencia 69/2005. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del tres de junio de dos mil cinco.

232
130. El auto aclaratorio del laudo dictado en el juicio laboral es un acto que debe impugnarse
mediante:

El juicio de amparo directo que se promueva contra el laudo, por ser parte integrante de éste.

Justificación:

No. Registro: 179,140


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Marzo de 2005
Tesis: 2a./J. 23/2005
Página: 227

ACLARACIÓN DE LAUDO. AL SER PARTE INTEGRANTE DE ÉSTE, ES RECLAMABLE EN


AMPARO DIRECTO. Aun cuando el artículo 847 de la Ley Federal del Trabajo no dispone
expresamente que la aclaración del laudo se reputará parte integrante de éste, ello no es obstáculo
para considerarla así, en atención a las siguientes razones: a) La mencionada aclaración tiene como
presupuesto la existencia del laudo; b) Al ser su finalidad corregir errores o precisar algún punto del
propio laudo, su materia se circunscribe a superar los cometidos al decidir sobre el fondo del
conflicto; y, c) Tiene como límite el sentido del laudo, ya que por ningún motivo podrá variarlo, es
decir, la aclaración no puede ir más allá del laudo al que va destinada, de lo que se obtiene que no
constituye una resolución aislada o independiente de aquella en la que se efectuó el pronunciamiento
de fondo, pues su papel se encuentra delimitado por el contenido de la resolución que constituye su
materia. En consecuencia, al ser la aludida aclaración parte del laudo, es reclamable en amparo
directo ante un Tribunal Colegiado de Circuito, conforme al artículo 158 de la Ley de Amparo.

Contradicción de tesis 174/2004-SS. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado en Materia de
Trabajo del Segundo Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Primer Circuito. 14 de
febrero de 2005. Cinco votos. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretario: Alberto Díaz Díaz.

Tesis de jurisprudencia 23/2005. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del dieciocho de febrero de dos mil cinco.

233
131. La indebida notificación de la admisión de una prueba dentro del juicio laboral cuando la parte
afectada que compareció a ese procedimiento se entera de ella antes de emitirse el laudo, es impugnable:
Mediante el incidente de nulidad ante la junta laboral.
Justificación:
No. Registro: 186,512
Jurisprudencia. Materia(s): Laboral
Novena Época. Instancia: Segunda Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVI, Julio de 2002. Tesis: 2a./J. 65/2002. Página: 259
NULIDAD DE NOTIFICACIONES EN EL JUICIO LABORAL. ESTE INCIDENTE, RESPECTO DE
LAS PARTES QUE HAN COMPARECIDO, CONSTITUYE UN MEDIO ORDINARIO DE
DEFENSA Y DEBE AGOTARSE ANTES DE ACUDIR AL AMPARO, EXCEPTO CUANDO LA
PARTE AFECTADA SE ENTERA DESPUÉS DEL LAUDO. Los artículos 107, fracción III, incisos a)
y b), de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 73, fracción XIII, de la Ley de
Amparo, establecen lo que se conoce como principio de definitividad en el juicio de garantías,
consistente en que el quejoso, previamente al ejercicio de la acción constitucional, debe agotar los
medios ordinarios de defensa que prevén los preceptos aplicables, pues de no ser así, el mencionado
juicio será improcedente. Ahora bien, de la interpretación conjunta de los artículos 735, 752 y 762 a 765
de la Ley Federal del Trabajo, se concluye que el incidente de nulidad de notificaciones en el juicio
laboral satisface los requisitos que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha establecido para estimar
la existencia de un medio ordinario de defensa, es decir, tiene por objeto anular la notificación que
lesiona los intereses del quejoso, con efectos similares a la revocación, está establecido en la citada ley
laboral y tiene determinado un procedimiento para su resolución, pues fija un término para su
interposición y un plazo para su resolución y, por tanto, constituye una actuación necesaria de las partes
que han comparecido al juicio laboral, a fin de que la Junta de Conciliación y Arbitraje se pronuncie,
específicamente, sobre la nulidad de las notificaciones que se practiquen en forma distinta a lo prevenido
en la ley. Lo anterior es así, porque los medios ordinarios de defensa son instituidos en las leyes para que
los afectados los hagan valer, y sólo en caso de no obtener resolución favorable se actualiza el medio
extraordinario de defensa, que es el juicio de amparo; de lo contrario, si las partes dentro del juicio
ordinario no tuvieran la carga de plantear sus defensas, excepciones o recursos ante la autoridad
responsable, a fin de que ésta agote su jurisdicción, el amparo se convertiría en un recurso ordinario y el
Juez de amparo suplantaría las facultades del Juez ordinario; además, si los afectados no interponen
dichos medios ordinarios de defensa, las violaciones procesales que pudieron haber sido reparadas por la
propia autoridad responsable mediante la tramitación del incidente respectivo, no podrán ser atendidas en
el juicio de amparo que se promueva; máxime que debe prevalecer lo dispuesto por la fracción V del
artículo 159 de la Ley de Amparo, que establece que se considerarán violadas las leyes del
procedimiento y que afectan las defensas del quejoso, entre otras, cuando se resuelva ilegalmente un
incidente de nulidad, lo que implica la obligatoriedad de su promoción. Sin embargo debe considerarse
para la exigencia previa del incidente de nulidad de notificaciones, el momento en el cual el afectado
tuvo conocimiento de la violación procesal de que se trata, pues si ello ocurrió antes de dictarse el laudo,
el afectado debió interponer el incidente de referencia antes de acudir al juicio de amparo; en cambio, de
haber conocido la violación hasta después de emitido el laudo por la Junta del conocimiento, el afectado
puede reclamar el laudo en amparo directo junto con la violación procesal, pues habiendo concluido el
procedimiento, los efectos de la cosa juzgada y de la preclusión impiden que se abra nuevamente para
discutir cuestiones procesales, las que sólo pueden ser decididas en vía de amparo.

234
Contradicción de tesis 36/2002-SS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia de
Trabajo del Tercer Circuito y el Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Segundo Circuito. 24 de
mayo de 2002. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Mariano
Azuela Güitrón. Secretaria: María Marcela Ramírez Cerrillo.- Tesis de jurisprudencia 65/2002. Aprobada
por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del catorce de junio de dos mil dos.

235
132. En el juicio de amparo indirecto, debe suplirse la deficiencia de la queja en favor del
trabajador:

En todos los casos, aun ante la ausencia de conceptos de violación.

Justificación:

No. Registro: 200,727


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
II, Septiembre de 1995
Tesis: 2a./J. 39/95
Página: 333

SUPLENCIA DE LA QUEJA EN MATERIA LABORAL A FAVOR DEL TRABAJADOR.


OPERA AUN ANTE LA AUSENCIA TOTAL DE CONCEPTOS DE VIOLACIÓN O
AGRAVIOS. La Jurisprudencia 47/94 de la entonces Cuarta Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, que lleva por rubro: "SUPLENCIA DE LA QUEJA EN MATERIA LABORAL
TRATÁNDOSE DEL TRABAJADOR. CASO EN QUE NO OPERA", establece que para la
operancia de la suplencia de la queja en materia laboral a favor del trabajador es necesario que se
expresen conceptos de violación o agravios deficientes en relación con el tema del asunto a tratar,
criterio que responde a una interpretación rigurosamente literal del artículo 76 bis de la Ley de
Amparo para negar al amparo promovido por el trabajador el mismo tratamiento que la norma
establece para el amparo penal, a través de comparar palabra a palabra la redacción de las fracciones
II y IV de dicho numeral, cuando que la evolución legislativa y jurisprudencial de la suplencia de la
queja en el juicio de garantías lleva a concluir que la diversa redacción de una y otra fracciones
obedeció sencillamente a una cuestión de técnica jurídica para recoger y convertir en texto positivo
la jurisprudencia reiterada tratándose del reo, lo que no se hizo en otras materias quizá por no existir
una jurisprudencia tan clara y reiterada como aquélla, pero de ello no se sigue que la intención del
legislador haya sido la de establecer principios diferentes para uno y otro caso. Por ello, se estima
que debe interrumpirse la jurisprudencia de referencia para determinar que la suplencia de la queja a
favor del trabajador en la materia laboral opera aun ante la ausencia total de conceptos de violación o
agravios, criterio que abandona las formalidades y tecnicismos contrarios a la administración de
justicia para garantizar a los trabajadores el acceso real y efectivo a la Justicia Federal, considerando
no sólo los valores cuya integridad y prevalencia pueden estar en juego en los juicios en que
participan, que no son menos importantes que la vida y la libertad, pues conciernen a la subsistencia
de los obreros y a los recursos que les hacen posible conservar la vida y vivir en libertad, sino
también su posición debilitada y manifiestamente inferior a la que gozan los patrones.

Contradicción de tesis 51/94. Entre el Segundo Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer
Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Cuarto Circuito. 2 de agosto de 1995. Cinco votos.
Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Ma. Estela Ferrer Mac Gregor Poisot.

236
Tesis de Jurisprudencia 39/95. Aprobada por la Segunda Sala de este alto Tribunal, en sesión pública
de dos de agosto de mil novecientos noventa y cinco, por cinco votos de los Ministros: Presidente:
Juan Díaz Romero, Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Mariano Azuela Güitrón, Genaro David
Góngora Pimentel y Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.

237
133. ¿Qué medio de defensa procede en contra de la omisión por parte de la junta laboral de
pronunciar el laudo dentro de un juicio, a pesar de haber transcurrido el plazo previsto en la
Ley Federal del Trabajo?

Juicio de amparo indirecto, sin necesidad de agotar recurso alguno.

Justificación:

No. Registro: 182,160


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIX, Febrero de 2004
Tesis: 2a./J. 8/2004
Página: 226

LAUDO. LA OMISIÓN DE SU DICTADO, A PESAR DE HABER TRANSCURRIDO EL


PLAZO LEGAL PARA ELLO, ES UN ACTO DE IMPOSIBLE REPARACIÓN IMPUGNABLE
EN AMPARO INDIRECTO. El Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación estableció en la
tesis de jurisprudencia P./J. 24/92, visible en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación,
Octava Época, Número 56, agosto de 1992, página 11, que los actos en el juicio que tengan sobre las
personas o las cosas una ejecución de imposible reparación, son impugnables ante el Juez de Distrito
en términos de lo dispuesto por el artículo 114, fracción IV, de la Ley de Amparo, debiéndose
entender que producen "ejecución irreparable" los actos dentro del juicio, sólo cuando afectan de
modo directo e inmediato derechos sustantivos consagrados en la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, y nunca en los casos en que sólo afectan derechos adjetivos o
procesales. Por otra parte, el propio Tribunal Pleno precisó en la jurisprudencia P./J. 113/2001
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIV,
septiembre de 2001, página 5, que el artículo 17 constitucional garantiza a favor de los gobernados el
disfrute de diversos derechos, entre los que se encuentra el acceso efectivo a la administración de
justicia, la cual debe impartirse de manera pronta y expedita mediante el cumplimiento por parte de
la autoridad jurisdiccional de los plazos y términos dispuestos por la ley. En ese orden, la omisión de
pronunciar el laudo, a pesar de haber transcurrido el plazo previsto en los artículos 885 a 887 y 889
de la Ley Federal del Trabajo, constituye una paralización del procedimiento laboral, que evidencia
la existencia de una violación que incide en la esfera jurídica del particular de manera irreparable,
pues con ello se difiere la resolución del juicio, aun cuando el laudo que en el fondo del asunto
llegare a emitirse resultara favorable a sus intereses, ya que la violación a la garantía individual no
podría ser remediada ante la imposibilidad material de retrotraer el tiempo y, por ende, la vía para la
impugnación de aquella omisión es el amparo indirecto, en términos de lo dispuesto por el artículo
114, fracción IV, de la Ley de Amparo, pues el efecto vinculatorio de la sentencia concesoria será
obligar a la Junta a obrar en el sentido de respetar la garantía violada emitiendo el laudo relativo.

Contradicción de tesis 159/2003-SS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia de Trabajo del Primer Circuito y Quinto Tribunal Colegiado del Décimo Noveno Circuito, y

238
por el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Cuarto Circuito. 30 de enero de 2004. Unanimidad de
cuatro votos. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretaria: Verónica Nava Ramírez.

Tesis de jurisprudencia 8/2004. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del trece de febrero de dos mil cuatro.

239
134. Se promueve un juicio de garantías en el que se señaló como acto reclamado “la dilación y
falta de prontitud en el trámite del juicio laboral, ya que la junta de conciliación y arbitraje ha
omitido pronunciarse sobre la admisión de una prueba dentro del término legal”. Aduce el
quejoso que esa omisión provocó un retraso en el juicio que resulta contraria al artículo 17
constitucional. De las constancias remitidas por la autoridad responsable se advierte que,
durante el juicio de garantías, la junta se pronunció sobre la admisión de la prueba de que se
trata; sin embargo, también se advierte que en las actuaciones posteriores, la junta no ha
observado los términos legales al emitir sus proveídos, estando pendiente un acuerdo en el que
se observa también dilación. Ahora bien, en este caso:
No se actualiza ninguna de las causas de improcedencia citadas en los incisos anteriores.
Justificación:
No. Registro: 172,833
Jurisprudencia. Materia(s): Laboral
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Abril de 2007. Tesis: 2a./J. 44/2007. Página: 373
AMPARO. PROCEDE CONTRA LAS OMISIONES Y DILACIONES EN EL TRÁMITE DE UN
JUICIO LABORAL DENTRO DE LOS PLAZOS Y TÉRMINOS LEGALES, AUN TRATÁNDOSE
DE LAS SUBSECUENTES A LAS RECLAMADAS. El juicio ordinario laboral se conforma por
etapas y actos concatenados entre sí, desarrollados en forma lógica y sistematizada, para obtener
generalmente un laudo, los cuales deben realizarse dentro de los plazos y términos previstos en la Ley
Federal del Trabajo. Ahora bien, debido a la conexión de esas etapas y actos, el retraso u omisión en la
realización de los actos previos, indefectiblemente ocasiona que los subsecuentes ya no se efectúen con
puntualidad, afectando el desarrollo normal y oportuno del juicio. De esta manera, si en el amparo se
reclama la dilación u omisión en el trámite de un juicio laboral y durante la sustanciación de aquél, la
autoridad responsable no agota cabalmente el procedimiento ni dicta laudo, sino que esa condición de
retraso u omisión persiste también respecto de los actos subsecuentes a los reclamados y se proyecta a
etapas ulteriores del proceso, no se actualizan las causales de improcedencia del juicio previstas en las
fracciones V, X, XVI y XVIII del artículo 73 de la Ley de Amparo, porque el quejoso conserva su
interés jurídico para solicitar la tramitación expedita del juicio, cuya demora afecta directamente su
esfera de derechos; no opera un cambio de situación jurídica que tenga por consumadas
irreparablemente las violaciones, porque sigue existiendo el estado de las cosas prevaleciente al
momento de pedir el amparo, consistente en la falta de prontitud en la tramitación y resolución del
juicio; no cesan los efectos de las dilaciones y omisiones reclamadas ni éstos quedan destruidos como
si se hubiera otorgado la protección constitucional, sino que perduran hasta en tanto el juicio laboral
continúe y concluya. Las dilaciones u omisiones subsecuentes a las reclamadas no son actos futuros de
realización incierta, sino inminentes, porque al producirse momento a momento, una vez sobrevenida
la tardanza u omisión en la tramitación del juicio, es ineludible que ya no se desarrollará con prontitud.
Además, la autoridad responsable no queda indefensa, porque las infracciones subsecuentes, además
de que compartirían la misma naturaleza que las reclamadas, al tratarse de dilaciones u omisiones en la
tramitación y resolución oportuna de la controversia, se generarían en el mismo expediente laboral,
respecto del cual se promovió el juicio de garantías, del que ya tuvo noticia y manifestó lo conducente
al rendir su informe con justificación y este conocimiento de los hechos, inclusive, le permitirá actuar
con celeridad para no incurrir en mayores dilaciones.

240
Contradicción de tesis 219/2006-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo en
Materias Penal y de Trabajo del Décimo Noveno Circuito y Segundo en Materia de Trabajo del
Tercer Circuito. 7 de marzo de 2007. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José Fernando Franco
González Salas. Ponente: José Fernando Franco González Salas; en su ausencia hizo suyo el asunto
Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretario: Roberto Rodríguez Maldonado.
Tesis de jurisprudencia 44/2007. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintiuno de marzo de dos mil siete.

241
135. En 2003 estuvo vigente la Norma que Regula el Programa de Separación Voluntaria en la
Administración Pública Federal, expedida por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. En
ella se previó una compensación económica para diversos servidores públicos de la
administración pública federal y de las entidades paraestatales que se rigen por los apartados
A y B del artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que se
separaran voluntariamente de su empleo. Ahora bien, en el caso que se suscite un conflicto
derivado de la falta de pago de prestaciones laborales y de la compensación a que se refiere la
norma administrativa antes mencionada, dicho conflicto, conforme a la jurisprudencia de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, debe ser ventilado:

En un juicio laboral.

Justificación:

No. Registro: 172,890


Jurisprudencia. Materia(s): Laboral
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Marzo de 2007. Tesis: 2a./J. 35/2007. Página: 556

SEPARACIÓN VOLUNTARIA EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA FEDERAL. LA


NATURALEZA DE LA NORMA QUE REGULA EL PROGRAMA RELATIVO ES FORMALMENTE
ADMINISTRATIVA PERO MATERIALMENTE LABORAL, POR LO QUE LOS CONFLICTOS Y EL
EJERCICIO DE LAS ACCIONES QUE SURJAN CON MOTIVO DE SU APLICACIÓN Y
CUMPLIMIENTO CORRESPONDE A AUTORIDADES ESPECIALIZADAS EN ESTA ÚLTIMA
MATERIA. La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en las jurisprudencias 2a./J.
51/2004 y 2a./J. 155/2004, publicadas en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, Tomos XIX, mayo de 2004, y XX, noviembre de dicho año, páginas 593 y 122, respectivamente,
en torno a la naturaleza formal y materialmente administrativa de la Norma que Regula el Programa de
Separación Voluntaria en la Administración Pública Federal sostuvo que los Juzgados de Distrito en
Materia Administrativa, así como el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, son competentes
para conocer, los primeros, de la negativa a incorporar a algún servidor público a dicho programa y, el
segundo, de los conflictos surgidos con motivo de la aplicación de la norma que regula ese programa. Sin
embargo, una nueva reflexión conduce a esta Sala a abandonar ese criterio únicamente en cuanto a la
naturaleza material que de esa normatividad se estableció al considerarla administrativa, por lo que la
Norma que Regula el Programa de Separación Voluntaria en la Administración Pública Federal, vigente en
2003, que prevé una compensación económica para diversos servidores de la administración pública
federal y de las entidades paraestatales que se rigen por los apartados A y B del artículo 123 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que se separen voluntariamente de su empleo,
debe considerarse de naturaleza materialmente laboral, porque constituye una prestación extralegal
derivada del nexo laboral que no tiene su origen en aquel precepto o en alguna de sus leyes reglamentarias,
es decir, se trata de una compensación que incluye algunos conceptos, como la antigüedad y el sueldo,
originados en dichas leyes que es otorgada por el Estado en su calidad de patrón equiparado de los
trabajadores que laboran en organismos públicos descentralizados, lo cual le imprime a dicha norma
carácter laboral; de ahí que los conflictos y el ejercicio de las acciones que surjan con motivo de su
aplicación deben ser de la competencia de autoridades especializadas en esta materia.

242
Contradicción de tesis 218/2006-SS. Entre las sustentadas por el Tercer y el Sexto Tribunales Colegiados,
ambos en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 14 de febrero de 2007. Cinco votos. Ponente: José
Fernando Franco González Salas. Secretarios: Jonathan Bass Herrera y Sofía Verónica Ávalos Díaz.

Tesis de jurisprudencia 35/2007. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintiocho de febrero de dos mil siete.

243
136. Lea el siguiente artículo de la Ley del Servicio Civil para el Estado de Sonora: “Art. 42.
La relación de trabajo termina: (...) II. Por supresión de la plaza en el presupuesto de egresos o
en la ley respectiva; el interesado podrá optar por su indemnización igual a tres meses del
último salario que disfrutaba o su colocación en otra plaza disponible, si reúne los requisitos
necesarios”. Por otro lado, el artículo 123, apartado B, fracción IX, de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos dice: “(...) El Congreso de la Unión, sin contravenir a las
bases siguientes deberá expedir leyes sobre el trabajo, las cuales regirán: B. Entre los poderes
de la Unión, el Gobierno del Distrito Federal y sus trabajadores: (...) IX. (...) En caso de
separación injustificada tendrán derecho a optar por la reinstalación en su trabajo o por la
indemnización correspondiente, previo el procedimiento legal. En los casos de supresión de
plazas, los trabajadores afectados tendrán derecho a que se les otorgue otra equivalente a la
suprimida o a la indemnización de ley”. Ahora bien, del análisis comparativo entre el precepto
legal y la disposición constitucional, puede concluirse que el artículo transcrito de la ley local:

Vulnera lo dispuesto en el artículo 123, apartado B, fracción IX, constitucional, al


condicionar el otorgamiento de otra plaza a que exista una plaza disponible y a que el
trabajador reúna los requisitos para ocuparla.

Justificación:

No. Registro: 172,960


Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXV, Marzo de 2007. Página: 466. Tesis: 2a./J. 33/2007
Jurisprudencia. Materia(s): laboral

PLAZAS. EL ARTÍCULO 42, FRACCIÓN II, DE LA LEY DEL SERVICIO CIVIL PARA EL
ESTADO DE SONORA, RELATIVO A LA SUPRESIÓN DE AQUÉLLAS, EXCEDE LO
DISPUESTO EN EL NUMERAL 123, APARTADO B, FRACCIÓN IX, DE LA CONSTITUCIÓN
Y EN LA LEY FEDERAL DE LOS TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO. El artículo
116, fracción VI, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que las
relaciones de trabajo entre los Estados y sus trabajadores se regirán por las leyes que expidan las
Legislaturas Locales con base en el artículo 123 constitucional y sus disposiciones reglamentarias,
precepto que en la fracción IX de su apartado B prevé que en caso de supresión de plazas, los
trabajadores afectados tendrán derecho a que se les otorgue otra equivalente a la suprimida o a la
indemnización de ley, o sólo a la primera en términos del artículo 43, fracción III, de la Ley Federal
de los Trabajadores al Servicio del Estado. Por otra parte, de los antecedentes legislativos de los
preceptos constitucionales de referencia, se advierte que el Constituyente Permanente consagró
como garantía fundamental de los trabajadores la estabilidad en el empleo, con lo que privilegia la
continuación de la relación del trabajo y otorga como opción para el trabajador el que reciba la
indemnización legal en los casos de suspensión o cese injustificado, y por extensión a los casos de
supresión de plazas, indemnización a la que podrá llegarse, en consecuencia, sólo por decisión del
propio trabajador; asimismo, del precepto de la ley reglamentaria en cita también se advierte que se
privilegia aún más la garantía indicada, al disponer que en los casos de supresión de plazas, los
trabajadores afectados tendrán derecho al otorgamiento de una plaza equivalente en categoría y
sueldo. En ese tenor, el artículo 42, fracción II, de la Ley del Servicio Civil para el Estado de Sonora

244
al establecer que la relación de trabajo termina, entre otros casos, por supresión de la plaza en el
presupuesto de egresos o en la ley respectiva, agregando que el interesado podrá optar por recibir
una indemnización igual a tres meses del último salario que disfrutaba, o por su colocación en otra
plaza disponible, si reúne los requisitos necesarios, excede lo dispuesto tanto en el señalado numeral
123, apartado B, fracción IX, de la Constitución, como en la Ley Reglamentaria de la materia, pues
por un lado, la supresión misma no implica, obligatoriamente, la terminación de la relación de
trabajo, ya que las normas fundamental y legal citadas privilegian la estabilidad en el empleo y, por
otro, porque condiciona el otorgamiento de una plaza a que exista otra disponible y a que el
interesado reúna los requisitos necesarios, lo que evidentemente es contrario a ese espíritu protector,
pues el término "plaza disponible", a diferencia de "plaza equivalente" que denota igualdad en el
valor, puede significar el otorgamiento de una plaza cuyas condiciones sean menores a la suprimida,
o bien, si no existe al momento de la supresión, entonces conceder, obligatoriamente, la
indemnización de ley.

Contradicción de tesis 217/2006-SS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materias Civil y de Trabajo del Quinto Circuito y el entonces Quinto Tribunal Colegiado del mismo
circuito, actualmente Tercero en Materias Penal y Administrativa. 21 de febrero de 2007. Cinco
votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: Óscar Zamudio Pérez.

Tesis de jurisprudencia 33/2007. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintiocho de febrero de dos mil siete.

245
137. El artículo 123, apartado A, fracción XXI, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos estatuye: “(...) El Congreso de la Unión, sin contravenir a las bases siguientes deberá
expedir leyes sobre el trabajo, las cuales regirán: A. Entre los obreros, jornaleros, empleados,
domésticos, artesanos, y de manera general, todo contrato de trabajo: (...) XXI. Si el patrono se
negare a someter sus diferencias al arbitraje o a aceptar el laudo pronunciado por la Junta, se
dará por terminado el contrato de trabajo y quedará obligado a indemnizar al obrero con el
importe de tres meses de salario, además de la responsabilidad que le resulte del conflicto. Esta
disposición no será aplicable en los casos de las acciones consignadas en la fracción siguiente. Si
la negativa fuere de los trabajadores, se dará por terminado el contrato de trabajo”. Ahora bien,
en un juicio laboral el patrón opone como excepción la negativa a reinstalar al trabajador y, en
consecuencia, a someterse al arbitraje respecto de tal reclamación. Al emitir el laudo, la junta
omite pronunciarse sobre esa excepción y el demandado no hace valer dicha omisión en el juicio
de amparo directo. Se niega la protección constitucional al demandado y, en consecuencia,
queda firme el laudo que lo condena a la reinstalación. En tal hipótesis, el derecho del patrón a
no someterse al arbitraje en relación con la reinstalación:

Puede ejercitarse nuevamente en la etapa de ejecución.

Justificación:

No. Registro: 173,475


Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXV, Enero de 2007. Página: 767. Tesis: 2a./J. 203/2006
Jurisprudencia. Materia(s): laboral

REINSTALACIÓN. EL DERECHO DEL PATRÓN DE NEGARSE A ACATAR LA CONDENA


RELATIVA NO PRECLUYE SI LA AUTORIDAD LABORAL OMITIÓ DECIDIR LO
CONDUCENTE EN EL LAUDO, EN TANTO PUEDE HACERSE VALER HASTA SU
EJECUCIÓN. De los artículos 123, apartado A, fracciones XXI y XXII, de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos y 49 y 947 de la Ley Federal del Trabajo, no se advierte plazo para
que los patrones ejerzan su derecho de negarse a acatar el laudo que condene a la reinstalación del
trabajador, mediante el pago de las indemnizaciones correspondientes, en los casos excepcionales
que la propia ley autoriza, por lo que ese derecho puede ejercerse válidamente tanto al contestar la
demanda como hasta después de dictado el laudo o al momento de su ejecución. Por tanto, ante la
omisión de la autoridad laboral de decidir en el laudo respecto de la excepción que hizo valer el
patrón, en el sentido de no acatar el laudo que lo condene a la reinstalación, su falta de impugnación
en el juicio de amparo no da lugar a estimar consentida y firme para todos los efectos legales esa
cuestión que no formó parte de la litis constitucional, en tanto sólo repercute en la ejecución de la
condena a la que puede oponerse el derecho a no acatar el laudo, que sólo podría considerarse
precluido si la autoridad laboral desestima la excepción relativa y tal decisión no es impugnada en el
correspondiente juicio de garantías, o analizada se le niega la razón, pues en estos casos el
pronunciamiento relativo debe estimarse firme.

Contradicción de tesis 190/2006-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Sexto y
Décimo Tercero, ambos en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 29 de noviembre de 2006.

246
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia. Secretario: Marco Antonio Cepeda Anaya.

Tesis de jurisprudencia 203/2006. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del seis de diciembre de dos mil seis.

247
138. El artículo 876, fracción III, de la Ley Federal del Trabajo establece: “La etapa
conciliatoria se desarrollará en la siguiente forma: (...) III. Si las partes llegaren a un acuerdo,
se dará por terminado el conflicto. El convenio respectivo, aprobado por la Junta, producirá
todos los efectos jurídicos inherentes a un laudo”. Ahora bien, para hacer valer la nulidad del
convenio celebrado por el apoderado del actor (trabajador) y el demandado, autorizado por la
junta y elevado a la categoría de laudo, cuando el trabajador aduzca que tal convenio contiene
una renuncia a sus derechos, éste:

Debe promover un juicio laboral en el que plantee la nulidad del convenio.

Justificación:

No. Registro: 173,799


Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Diciembre de 2006
Página: 197
Tesis: 2a./J. 162/2006
Jurisprudencia
Materia(s): laboral

CONVENIO LABORAL. LA NULIDAD DEL CELEBRADO ANTE LA JUNTA DE


CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE PARA DAR POR CONCLUIDO UN CONFLICTO, DEBE
DEMANDARSE EN UN NUEVO JUICIO. Si bien el convenio a que alude el artículo 876, fracción
III, de la Ley Federal del Trabajo produce los mismos efectos jurídicos que un laudo, en tanto pone
fin al conflicto, de la interpretación de la mencionada disposición legal en relación con los artículos
837, fracción III, 838 a 842 de la propia legislación, se advierte que el convenio y el laudo son actos
jurídicos distintos, pues el primero consiste en un acuerdo de las partes celebrado por escrito en el
juicio laboral para dar por terminado el conflicto, el cual debe aprobarlo la Junta, quien actúa como
simple sancionadora de la voluntad de aquéllas, sin que valore pruebas ni decida sobre la litis
planteada; mientras que el segundo es un acto jurisdiccional que decide el fondo de la controversia
mediante la valoración de pruebas y apreciación de los hechos. En ese sentido, se concluye que el
medio apto para promover la nulidad del convenio referido, cuando alguna de las partes estime que
contiene renuncia de derechos de los trabajadores o que adolece de algún vicio de validez en
términos del artículo 33 de la ley indicada, es un nuevo juicio ante la Junta que conoció y aprobó el
acuerdo, pues conforme a los numerales 604 y 621 de la citada normatividad corresponde a las
Juntas Locales o a la Federal de Conciliación y Arbitraje el conocimiento y resolución de los
conflictos entre trabajadores y patrones, supuesto en el que encuadra la controversia referida.

Contradicción de tesis 113/2006-SS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia de Trabajo del Tercer Circuito, el entonces Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito,
el Primer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito, el entonces Primer Tribunal
Colegiado del Vigésimo Primer Circuito y el entonces Segundo Tribunal Colegiado del Décimo
Sexto Circuito. 18 de octubre de 2006. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Margarita Beatriz Luna
Ramos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretaria: Martha Elba Hurtado Ferrer.

248
Tesis de jurisprudencia 162/2006. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintidós de noviembre de dos mil seis.

249
139. Dentro de un juicio laboral, la junta señala fecha y hora para que se lleve a cabo la
diligencia de reinstalación del trabajador. El actuario de la junta, al cumplimentar el acuerdo
correspondiente, confunde la hora de la diligencia y levanta un acta en la que asienta que el
trabajador no se presentó. Atento lo anterior, el trabajador solicita se señale nueva fecha para
que se realice la reinstalación derivada del ofrecimiento de trabajo formulado por el patrón.
La junta acuerda de manera desfavorable dicha petición. Ahora bien, esa determinación de la
junta es impugnable:

Como violación procesal en el juicio de amparo directo que se promueva contra el laudo
correspondiente.

Justificación:

No. Registro: 173,730


Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Diciembre de 2006. Página: 205. Tesis: 2a./J. 190/2006
Jurisprudencia. Materia(s): laboral

OFRECIMIENTO DE TRABAJO. LA NEGATIVA A SEÑALAR NUEVA FECHA PARA QUE SE


REALICE LA REINSTALACIÓN DERIVADA DEL FORMULADO EN EL JUICIO,
CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN PROCESAL ANÁLOGA A LAS PREVISTAS EN EL
ARTÍCULO 159 DE LA LEY DE AMPARO. Conforme al criterio sustentado por la Segunda Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación en las jurisprudencias 2a./J. 44/2000 y 2a./J. 43/2004,
publicadas respectivamente en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
Tomo XI, mayo de 2000, página 135 y Tomo XIX, abril de 2004, página 431, con los rubros:
"OFRECIMIENTO DE TRABAJO. LA OMISIÓN DE LA JUNTA DE ACORDARLO O DE
REQUERIR AL TRABAJADOR PARA QUE MANIFIESTE SI LO ACEPTA O LO RECHAZA, ES
UNA VIOLACIÓN PROCESAL QUE DA LUGAR A CONCEDER EL AMPARO PARA QUE SE
REPONGA EL PROCEDIMIENTO." y "OFRECIMIENTO DE TRABAJO. LA OMISIÓN DE LA
JUNTA DE ACORDARLO O DE REQUERIR AL TRABAJADOR PARA QUE MANIFIESTE SI
LO ACEPTA O LO RECHAZA, INCLUSO CUANDO ÉSTE NO COMPARECE A LA
AUDIENCIA DE LEY, ES UNA VIOLACIÓN PROCESAL QUE LLEVA A CONCEDER EL
AMPARO PARA QUE SE REPONGA EL PROCEDIMIENTO."; las violaciones relativas a la
reinstalación del trabajador derivada del ofrecimiento de trabajo son análogas a las previstas en el
artículo 159 de la Ley de Amparo, porque afectan las defensas del quejoso y trascienden al resultado
del fallo, por lo que su estudio procede en el juicio de amparo directo. Por tanto, el criterio antes
expuesto es aplicable tratándose de la negativa a señalar nueva fecha para que se realice la
reinstalación derivada del ofrecimiento de trabajo formulado en el juicio, toda vez que el trabajador
perdió su derecho a ser reinstalado y trasciende al resultado del laudo, ya que si se llevara a cabo la
diligencia de reinstalación sin contratiempos podrían variar las cuestiones de fondo con relación a las
prestaciones reclamadas en el juicio y, por otra parte, si en la diligencia aludida ocurrieran incidencias
que impidieran concretar la reinstalación ofrecida y aceptada o no se hiciera en los términos ofrecidos,
ello traería consecuencias jurídicas que incidirían en la calificación de la oferta de trabajo.

250
Contradicción de tesis 179/2006-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Tercero y
Sexto, ambos en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 22 de noviembre de 2006. Cinco votos.
Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretaria: María Marcela Ramírez Cerrillo.

Tesis de jurisprudencia 190/2006. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintinueve de noviembre de dos mil seis.

251
140. En un juicio de garantías, se señalan como actos reclamados los preceptos legales que
regulan el pago y devolución del saldo correspondiente a las aportaciones del fondo de las
subcuentas de cesantía en edad avanzada y vejez, y de vivienda, del Sistema de Ahorro para el
Retiro. Ahora bien, conforme a la jurisprudencia de la Segunda Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, para conocer de dicho juicio de amparo, será competente:

Un juez de distrito en materia de trabajo.

Justificación:

No. Registro: 176,114


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIII, Enero de 2006
Tesis: 2a./J. 166/2005
Página: 1176

SISTEMA DE AHORRO PARA EL RETIRO. ES COMPETENTE UN JUEZ DE DISTRITO EN


MATERIA DE TRABAJO PARA CONOCER DE LA INCONSTITUCIONALIDAD DE
PRECEPTOS LEGALES QUE REGULEN EL PAGO Y DEVOLUCIÓN DEL SALDO
CORRESPONDIENTE A LAS APORTACIONES DEL FONDO DE LAS SUBCUENTAS DE
CESANTÍA EN EDAD AVANZADA Y VEJEZ, Y DE VIVIENDA. El Sistema de Ahorro para el
Retiro constituye una prerrogativa constitucional y legal establecida en favor de los trabajadores,
encaminada a su protección y bienestar, cuyo propósito es que cuando concluyan su vida laboral
activa afronten su retiro con recursos propios acumulados en una cuenta individual durante toda su
vida productiva, de manera que las controversias suscitadas con motivo de las aportaciones a los
fondos de ahorro para el retiro son de naturaleza preponderantemente laboral, pues no es
indispensable que el acto de autoridad tenga sustento en las Leyes Federal del Trabajo, del Seguro
Social, del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores o de los Sistemas de
Ahorro para el Retiro, ni que estos ordenamientos sean aplicados por alguna de las autoridades
previstas en el artículo 523 de la ley primeramente citada, sino que debe tomarse en cuenta que este
aspecto social de la materia laboral se sustenta en el numeral 123 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, de ahí que toda controversia derivada de una relación de trabajo o todo
trámite administrativo que apunte a preservar derechos laborales quedarán enmarcados en los
objetivos del derecho del trabajo. En congruencia con lo anterior, y de conformidad con los artículos
103, fracción I y 107, fracción VII, constitucionales; 114, fracción I, de la Ley de Amparo y 55,
fracción II, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, se concluye que cuando se
reclame la inconstitucionalidad de preceptos legales que regulen el pago y devolución del saldo
correspondiente a las aportaciones del fondo de las subcuentas de cesantía en edad avanzada y vejez,
y de vivienda, del Sistema de Ahorro para el Retiro, se surten los presupuestos de competencia de un
Juez de Distrito en Materia de Trabajo, pues el asunto implica un conflicto entre trabajador y patrón
derivado de la relación de trabajo o de hechos íntimamente relacionados con ella.

252
Contradicción de tesis 178/2005-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Décimo
Primero, Décimo Cuarto y Sexto, todos en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 30 de noviembre
de 2005. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Ponente: Genaro
David Góngora Pimentel. Secretaria: María Marcela Ramírez Cerrillo.

Tesis de jurisprudencia 166/2005. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del siete de diciembre de dos mil cinco.

253
141. El artículo 49 de la Ley Federal del Trabajo estatuye: “El patrón quedará eximido de la
obligación de reinstalar al trabajador, mediante el pago de las indemnizaciones que se
determinan en el artículo 50 en los casos siguientes: I. Cuando se trate de trabajadores que
tengan una antigüedad menor de un año; II. Si comprueba ante la Junta de Conciliación y
Arbitraje, que el trabajador, por razón del trabajo que desempeña o por las características de
sus labores, está en contacto directo y permanente con él y la Junta estima, tomando en
consideración las circunstancias del caso, que no es posible el desarrollo normal de la relación de
trabajo; III. En los casos de trabajadores de confianza; V. En el servicio doméstico; y VI.
Cuando se trate de trabajadores eventuales”. Ahora bien, de conformidad con la jurisprudencia
de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la relación de los casos en que
el patrón estará eximido de la obligación de reinstalar al trabajador es de carácter:

Limitativo, por tratarse de excepciones a una regla general.

Justificación:

No. Registro: 173,784


Jurisprudencia. Materia(s): Laboral
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Diciembre de 2006. Tesis: 2a./J. 163/2006. Página: 198

DESPIDO INJUSTIFICADO. CUANDO LA ACCIÓN DERIVADA DE AQUÉL SEA LA


REINSTALACIÓN, LA REGLA GENERAL ES QUE NO PROCEDE LA INSUMISIÓN AL
ARBITRAJE NI LA NEGATIVA DEL PATRÓN A ACATAR EL LAUDO, SALVO EN LOS
CASOS DE EXCEPCIÓN REGLAMENTADOS EN EL ARTÍCULO 49 DE LA LEY FEDERAL
DEL TRABAJO. El artículo 123, apartado A, fracción XXI, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos establece que si el patrón se niega a someter sus diferencias al arbitraje o
a aceptar el laudo pronunciado por la Junta, se dará por terminado el contrato de trabajo y quedará
obligado a indemnizar al obrero con el importe de tres meses de salario, además de las
responsabilidades que le resulten del conflicto, y que dicha disposición será inaplicable a las
acciones consignadas en la fracción siguiente de dicho precepto, a saber, las que deriven de despido
injustificado o aquellas en que se demande el pago de la indemnización cuando el trabajador se retire
del servicio por falta de probidad del patrón o por recibir malos tratos; de ahí que la regla general es
que en la acción de reinstalación derivada de un despido injustificado es improcedente tanto la
insumisión al arbitraje como la negativa a acatar el laudo por la parte patronal. Sin embargo, la
fracción XXII del citado apartado prevé que la ley determinará los casos en que el patrón podrá ser
eximido de la obligación de cumplir el contrato mediante el pago de una indemnización, lo que
significa que deja a la ley ordinaria la reglamentación de las excepciones a dicha regla, que de
acuerdo con el artículo 49 de la Ley Federal del Trabajo, son los relativos a trabajadores que tengan
antigüedad menor a un año, los que tengan contacto directo e inmediato con el patrón que
imposibilite el desarrollo normal de la relación laboral, los de confianza, los domésticos y los
eventuales. De esta forma el Constituyente garantizó la estabilidad de los trabajadores en sus
empleos, sin desconocer los casos que en la realidad pueden llevar a hacer fácticamente imposible la
continuación de la relación laboral.

254
Amparo en revisión 1923/99. Petróleos Mexicanos. 3 de marzo de 2000. Cinco votos. Ponente: José
Vicente Aguinaco Alemán. Secretaria: Estela Jasso Figueroa.

Amparo en revisión 1982/99. Petróleos Mexicanos. 10 de marzo de 2000. Cinco votos. Ponente:
Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Lourdes Ferrer Mac-Gregor Poisot.

Amparo en revisión 1154/2000. Compañía Hulera Euzkadi, S.A. de C.V. 26 de enero de 2001.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: José Vicente
Aguinaco Alemán. Secretaria: Martha Yolanda García Verduzco.

Amparo directo en revisión 1299/2005. Ariadna Aguilar Juárez. 13 de septiembre de 2005. Cinco
votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretaria: Sofía Verónica Ávalos Díaz.

Amparo directo en revisión 1890/2005. Eusebio Andrade Vázquez. 13 de enero de 2006. Cinco
votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretaria: Martha Elba Hurtado Ferrer.

Tesis de jurisprudencia 163/2006. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintidós de noviembre de dos mil seis.

Nota: Puede plantearse en amparo indirecto, pues la insumisión al arbitraje puede presentarse incluso
en ejecución de laudo. Véase la siguiente jurisprudencia.

Registro No. 173475


Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXV, Enero de 2007
Página: 767
Tesis: 2a./J. 203/2006
Jurisprudencia
Materia(s): laboral

REINSTALACIÓN. EL DERECHO DEL PATRÓN DE NEGARSE A ACATAR LA CONDENA


RELATIVA NO PRECLUYE SI LA AUTORIDAD LABORAL OMITIÓ DECIDIR LO
CONDUCENTE EN EL LAUDO, EN TANTO PUEDE HACERSE VALER HASTA SU
EJECUCIÓN. De los artículos 123, apartado A, fracciones XXI y XXII, de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos y 49 y 947 de la Ley Federal del Trabajo, no se advierte plazo para
que los patrones ejerzan su derecho de negarse a acatar el laudo que condene a la reinstalación del
trabajador, mediante el pago de las indemnizaciones correspondientes, en los casos excepcionales
que la propia ley autoriza, por lo que ese derecho puede ejercerse válidamente tanto al contestar la
demanda como hasta después de dictado el laudo o al momento de su ejecución. Por tanto, ante la
omisión de la autoridad laboral de decidir en el laudo respecto de la excepción que hizo valer el
patrón, en el sentido de no acatar el laudo que lo condene a la reinstalación, su falta de impugnación
en el juicio de amparo no da lugar a estimar consentida y firme para todos los efectos legales esa
cuestión que no formó parte de la litis constitucional, en tanto sólo repercute en la ejecución de la
condena a la que puede oponerse el derecho a no acatar el laudo, que sólo podría considerarse
precluido si la autoridad laboral desestima la excepción relativa y tal decisión no es impugnada en el

255
correspondiente juicio de garantías, o analizada se le niega la razón, pues en estos casos el
pronunciamiento relativo debe estimarse firme.

Contradicción de tesis 190/2006-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Sexto y
Décimo Tercero, ambos en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 29 de noviembre de 2006.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia. Secretario: Marco Antonio Cepeda Anaya.

Tesis de jurisprudencia 203/2006. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del seis de diciembre de dos mil seis.

256
142. La determinación del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del
Estado (ISSSTE) por la que modifica la pensión otorgada a un trabajador, es impugnable por
medio del:

Recurso de revisión previsto en el artículo 83 de la Ley Federal del Procedimiento


Administrativo, el juicio contencioso administrativo o el juicio de amparo indirecto,
optativamente.

Justificación:
No. Registro: 177,279
Jurisprudencia
Materia(s): Administrativa
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Septiembre de 2005
Tesis: 2a./J. 111/2005
Página: 326

INSTITUTO DE SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DE LOS TRABAJADORES DEL


ESTADO. LAS RESOLUCIONES ADMINISTRATIVAS DICTADAS POR AQUÉL O POR SUS
ÓRGANOS DEPENDIENTES, QUE CONCEDAN, NIEGUEN, REVOQUEN, SUSPENDAN,
MODIFIQUEN O REDUZCAN LAS PENSIONES, SON ACTOS DE AUTORIDAD
IMPUGNABLES A TRAVÉS DEL JUICIO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO,
PREVIAMENTE AL AMPARO, SALVO QUE SE ACTUALICE ALGUNA EXCEPCIÓN AL
PRINCIPIO DE DEFINITIVIDAD. Conforme a los artículos 51, antepenúltimo y último párrafos,
de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado y 46,
fracción II, del Estatuto Orgánico del propio Instituto, éste está facultado legalmente para conceder,
negar, suspender, modificar o revocar las pensiones; resoluciones que constituyen actos de autoridad
en tanto que afectan en forma unilateral la esfera jurídica del particular sin necesidad de contar con
su consenso o de acudir previamente a los tribunales. Por tanto, en términos del artículo 83 de la Ley
Federal de Procedimiento Administrativo, tales actos son impugnables optativamente a través del
recurso de revisión o por medio del juicio contencioso administrativo ante el Tribunal Federal de
Justicia Fiscal y Administrativa, previamente al juicio de garantías, acorde con el precepto 11,
fracción VI, de la Ley Orgánica del Tribunal citado, con la salvedad de que no habrá obligación de
agotar el juicio ordinario indicado cuando se actualice alguna excepción al principio de definitividad
previsto en la fracción XV del artículo 73 de la Ley de Amparo. En esta tesitura, se concluye que
debe abandonarse parcialmente el criterio establecido en la tesis 2a. XLVII/2001, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIII, mayo de 2001, página
454, con el rubro: "INSTITUTO DE SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DE LOS
TRABAJADORES DEL ESTADO. PARA DETERMINAR CUÁL ES EL ÓRGANO
JURISDICCIONAL QUE DEBE CONOCER DE LOS JUICIOS LABORALES EN LOS QUE SE
RECLAME EL PAGO DE PRESTACIONES DE SEGURIDAD SOCIAL A ESE ORGANISMO,
DEBE ATENDERSE AL RÉGIMEN CONSTITUCIONAL QUE RIGE EL VÍNCULO LABORAL
DEL QUE ÉSTAS DERIVAN.", para establecer que no es aplicable en los casos en que únicamente

257
se demanden al referido Instituto las resoluciones (órdenes) mediante las cuales haya concedido,
negado, suspendido, revocado, modificado o reducido la pensión respectiva.

Contradicción de tesis 116/2005-SS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materias Penal y Administrativa (antes Tercer Tribunal Colegiado) y el Segundo Tribunal Colegiado
en las materias indicadas (antes Cuarto Tribunal Colegiado), ambos del Vigésimo Primer Circuito.
24 de agosto de 2005. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: Alberto
Miguel Ruiz Matías.

Tesis de jurisprudencia 111/2005. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del dos de septiembre de dos mil cinco.

No. Registro: 172,342


Jurisprudencia
Materia(s): Administrativa
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Mayo de 2007
Tesis: 2a./J. 56/2007
Página: 1103

RESOLUCIONES ADMINISTRATIVAS IMPUGNABLES ANTE EL TRIBUNAL FEDERAL DE


JUSTICIA FISCAL Y ADMINISTRATIVA. NO ES NECESARIO AGOTAR EL JUICIO
CORRESPONDIENTE, PREVIAMENTE AL AMPARO, AL PREVER EL ARTÍCULO 28 DE LA
LEY FEDERAL DE PROCEDIMIENTO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO MAYORES
REQUISITOS PARA CONCEDER LA SUSPENSIÓN QUE LOS PREVISTOS EN LA LEY QUE
RIGE EL JUICIO DE GARANTÍAS. Del examen comparativo del citado precepto con los artículos
124, 125 y 135 de la Ley de Amparo, se advierte que se actualiza la excepción al principio de
definitividad prevista en la fracción XV del artículo 73 de la Ley de Amparo, en virtud de que el
artículo 28 de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo establece mayores
requisitos para conceder la suspensión del acto reclamado que la Ley de Amparo, a saber: 1)
circunscribe la posibilidad de solicitar la medida cautelar a los supuestos en que la autoridad
ejecutora niegue la suspensión, rechace la garantía ofrecida o reinicie la ejecución; 2) obliga al
solicitante a ofrecer, en su caso, las pruebas documentales relativas al ofrecimiento de la garantía, a
la solicitud de suspensión presentada ante la autoridad ejecutora y, si la hubiere, la documentación
en que conste la negativa de la suspensión, el rechazo de la garantía o el reinicio de la ejecución; 3)
obliga a ofrecer garantía mediante billete de depósito o póliza de fianza, para reparar los daños o
indemnizar por los perjuicios que pudieran causarse a la demandada o terceros con la suspensión si
no se obtiene sentencia favorable en el juicio -debiendo expedir dichos documentos a favor de las
partes demandadas-; 4) constriñe a exponer en el escrito de solicitud de suspensión, las razones por
las cuales se considera que se debe otorgar la medida cautelar y los perjuicios que se causarían en
caso de la ejecución de los actos cuya suspensión se solicite; 5) condiciona el otorgamiento de la
suspensión a que, sin entrar al fondo del asunto, se advierta claramente la ilegalidad manifiesta del
acto impugnado; y, 6) establece que se otorgará la suspensión si la solicitud es promovida por la
autoridad demandada por haberse concedido indebidamente. En ese tenor, al actualizarse la
excepción al principio de definitividad aludido, es factible acudir directamente al juicio de amparo

258
sin agotar previamente el juicio contencioso administrativo ante el Tribunal Federal de Justicia
Fiscal y Administrativa.

Contradicción de tesis 39/2007-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Décimo
Primero y Décimo Segundo, ambos en Materia Administrativa del Primer Circuito. 21 de marzo de
2007. Cinco votos. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretaria: Claudia Mendoza Polanco.

Tesis de jurisprudencia 56/2007. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del dieciocho de abril de dos mil siete.

259
143. En el artículo transitorio de una ley estatal se establecen antigüedad y porcentajes de
jubilación diferentes tratándose de hombres (30 años de servicios) y mujeres (28 años de
servicios). En este caso, el trabajador varón que desee impugnar en el juicio de amparo la
inconstitucionalidad de ese precepto por el trato desigual que establece entre hombres y
mujeres, deberá promover el juicio de amparo:

Dentro de los quince días siguientes a que tenga conocimiento del dictamen que resuelve
sobre su jubilación (primer acto de aplicación).

Justificación:

No. Registro: 177,273


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Septiembre de 2005
Tesis: 2a./J. 104/2005
Página: 327

ISSSTELEÓN. LA DEMANDA DE AMPARO PROMOVIDA POR LOS TRABAJADORES


VARONES, RECLAMANDO LA INCONSTITUCIONALIDAD DEL ARTÍCULO SEXTO
TRANSITORIO DE LA LEY QUE LO REGULA, REFORMADO MEDIANTE DECRETO 241,
PUBLICADO EN EL PERIÓDICO OFICIAL EL 24 DE DICIEMBRE DE 1993, DEBE
PRESENTARSE EN EL PLAZO DE 15 DÍAS, CONFORME AL ARTÍCULO 21 DE LA LEY DE
LA MATERIA, CON MOTIVO DE SU PRIMER ACTO DE APLICACIÓN. La Suprema Corte de
Justicia de la Nación, al analizar la fracción XII del artículo 73 de la Ley de Amparo, estableció que
tratándose de leyes heteroaplicativas o de individualización condicionada, el juicio de garantías debe
promoverse con motivo del primer acto de aplicación que cause perjuicio al quejoso. Por tanto,
cuando los trabajadores varones reclaman la inconstitucionalidad del artículo sexto transitorio de la
Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio del Estado de
Nuevo León, reformado mediante Decreto 241, publicado en el Periódico Oficial el 24 de diciembre
de 1993, que establece antigüedad y porcentajes de jubilación diferentes tratándose de hombres y
mujeres, la demanda de amparo debe presentarse, por ser una norma de carácter heteroaplicativo, en
el plazo de 15 días conforme a lo señalado en el artículo 21 de la Ley de Amparo, con motivo de la
emisión del dictamen que resuelve sobre la situación personal de dichos trabajadores, por ser el
primer acto de aplicación de dicha disposición transitoria y el que les causa perjuicio.

Contradicción de tesis 71/2005-SS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Cuarto Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo
del mismo circuito. 19 de agosto de 2005. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano.
Secretario: Óscar Zamudio Pérez.

Tesis de jurisprudencia 104/2005. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veinticuatro de agosto de dos mil cinco.

260
261
144. Con motivo de la terminación de una relación laboral, un patrón paga al trabajador una
serie de prestaciones con evidente exceso a las previstas en el contrato de trabajo. El patrón, en
un juicio laboral, demanda al trabajador ante la junta de conciliación y arbitraje la devolución
de las cantidades pagadas en exceso, por existir un enriquecimiento sin causa del trabajador.
El trabajador opone la excepción de incompetencia aduciendo que el conflicto debe ser
resuelto por un juez civil. Ahora bien, en esta hipótesis la solución de tal conflicto es
competencia de:

La junta de conciliación y arbitraje exclusivamente.

Justificación:

No. Registro: 179,916


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XX, Diciembre de 2004
Tesis: P./J. 116/2004
Página: 5

ENRIQUECIMIENTO SIN CAUSA. SI DERIVA DE UNA LIQUIDACIÓN POR


TERMINACIÓN DEL CONTRATO DE TRABAJO, COMPETE CONOCER DEL JUICIO A LA
JUNTA DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE. Del artículo 123, apartado A, fracción XX, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que dispone: "Las diferencias o los
conflictos entre el capital y el trabajo, se sujetarán a la decisión de una Junta de Conciliación y
Arbitraje ...", se desprende que hay una exclusividad jurisdiccional en favor de dicha autoridad para
resolver aquello que derive de un conflicto entre capital y trabajo, es decir, entre patrón y trabajador.
Así, cuando un patrón, atribuyendo un enriquecimiento sin causa a quien fue su trabajador, le
demanda la devolución de determinada cantidad de dinero que le pagó en exceso con motivo de la
terminación de la relación laboral, es claro que el conflicto se origina entre capital y trabajo por
exceso en el cumplimiento de lo pactado en el contrato de trabajo o en la ley aplicable; por lo que a
pesar de que el fundamento legal invocado como apoyo de la demanda únicamente se refiera a la
materia civil, lo cierto es que atendiendo a los restantes elementos que determinan la naturaleza de la
acción, que son los hechos narrados, las prestaciones reclamadas y las pruebas aportadas, se
establece una naturaleza eminentemente laboral, por lo que conforme al 123, apartado A, fracción
XX, constitucional, la competencia para decidir en el juicio se surte a favor de una Junta de
Conciliación y Arbitraje.

Contradicción de tesis 14/2004-PL. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Segundo, ambos del Décimo Quinto Circuito. 7 de septiembre de 2004. Mayoría de siete votos.
Disidentes: Sergio Salvador Aguirre Anguiano, José de Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez
Cordero de García Villegas. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretaria: María Marcela
Ramírez Cerrillo.

262
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy once de noviembre en curso, aprobó, con el
número 116/2004, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a once de
noviembre de dos mil cuatro.

263
145. En la Ley Federal del Trabajo no se prevé de manera expresa el término para promover
el incidente de nulidad de notificaciones. De ahí que, por jurisprudencia de la Segunda Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en ese caso:

Debe estarse al plazo general de 3 días hábiles previsto en el artículo 735 de la Ley Federal del
Trabajo, contados a partir de que quien lo promueve tuvo conocimiento o se manifieste sabedor
de la notificación que le agravia.

Justificación:

No. Registro: 180,118


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XX, Noviembre de 2004
Tesis: 2a./J. 156/2004
Página: 69

NULIDAD DE NOTIFICACIONES EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL. EL INCIDENTE


RELATIVO DEBE PROMOVERSE DENTRO DEL PLAZO GENÉRICO DE TRES DÍAS
HÁBILES PREVISTO EN EL ARTÍCULO 735 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO, A
PARTIR DE QUE EL AFECTADO TENGA CONOCIMIENTO O SE MANIFIESTE SABEDOR
DE LA ACTUACIÓN QUE LE AGRAVIA, Y SE CONTARÁ EL DÍA DE SU VENCIMIENTO.
El citado precepto establece un plazo genérico de tres días hábiles para la realización o práctica de
algún acto procesal o el ejercicio de un derecho cuando no tengan fijado alguno, pero no prevé el
momento a partir del cual inicia ni cuándo fenece, por lo cual debe tenerse en cuenta el contenido del
Título Catorce (Derecho Procesal del Trabajo), Capítulo VI (De los términos procesales), de la Ley
Federal del Trabajo, específicamente el artículo 733 que ordena que en el procedimiento laboral los
plazos comenzarán a correr el día siguiente al en que surta efecto la notificación, y se contará en
ellos el día del vencimiento, y el diverso 764, del cual se advierte que el elemento que debe
atenderse para considerar que surte efectos una notificación mal hecha u omitida, es el relativo al
momento en el que el afectado tiene conocimiento de la actuación procesal, es decir, el momento en
el que se ostenta sabedor de ella. En tal virtud, se concluye que el incidente de nulidad de
notificaciones en el procedimiento laboral deberá promoverse dentro del plazo genérico de tres días
hábiles, contados a partir del momento en el que el afectado tenga conocimiento o se manifieste
sabedor de la actuación procesal cuya nulidad promueve, y se contará el día de su vencimiento.

Contradicción de tesis 107/2004-SS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia
de Trabajo del Cuarto Circuito y el Sexto Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito.
1o. de octubre de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente:
Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Alma Delia Aguilar Chávez Nava.

Tesis de jurisprudencia 156/2004. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del quince de octubre de dos mil cuatro.

264
265
146. En la audiencia de ofrecimiento y admisión de pruebas, el presidente de la junta (en los
casos en que jurídicamente puede actuar de manera individual) desecha la inspección respecto
de la contabilidad del demandado. Con posterioridad, el pleno de la junta revoca dicha
determinación y ordena la admisión de la prueba. Lo anterior con fundamento en el artículo 686
de la Ley Federal del Trabajo. Este precepto dice: “(...)Las Juntas ordenarán que se corrija
cualquier irregularidad u omisión que notaren en la sustanciación del proceso, para el efecto de
regularizar el procedimiento, sin que ello implique que puedan revocar sus propias resoluciones,
según lo dispone el artículo 848 de la presente Ley”. Tal resolución de la junta resulta:

Jurídicamente incorrecta, porque en ese caso no puede revocar la determinación del


presidente.

Justificación:

No. Registro: 180,398


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XX, Octubre de 2004
Tesis: 2a./J. 146/2004
Página: 374

AUDIENCIA DE OFRECIMIENTO Y ADMISIÓN DE PRUEBAS. EL ACUERDO QUE DICTE


LA JUNTA SOBRE LAS QUE ADMITA O DESECHE NO PUEDE SER REVOCADO CON
MOTIVO DE LOS VOTOS DE LOS REPRESENTANTES FORMULADOS CON
POSTERIORIDAD A DICHA ETAPA. Conforme al artículo 620 de la Ley Federal del Trabajo, el
acuerdo de admisión de pruebas, en principio, debe ser colegiado y, en su caso, tomado por mayoría,
pero puede suceder que en dicha actuación no esté presente ninguno de los representantes, por lo que
el Presidente deberá citarlos y solamente en el supuesto de que ninguno asista, éste o el Auxiliar de
la Junta podrá suscribir la resolución individualmente, haciendo constar los antecedentes indicados.
Ahora bien, toda vez que el referido acuerdo produce un derecho procesal para la parte a quien le
favorece, y no puede considerarse de mero trámite, sujeto a modificar las decisiones tomadas por la
Junta, porque no está referido a una irregularidad u omisión que pueda corregirse en términos del
artículo 686 del citado ordenamiento legal, no es factible que la Junta de Conciliación y Arbitraje
emita uno nuevo que modifique a aquél, una vez concluido el ofrecimiento a que se refiere la
fracción IV del artículo 880 de la ley mencionada, es decir, que deseche las pruebas que ya había
admitido o que admita las que ya había desechado, ni en vista de los votos de los representantes que
debieron emitirse en las mismas actuaciones al momento de admitir o desechar pruebas, porque se
entiende que el acuerdo fue tomado por todos los integrantes de la Junta, por la mayoría de los
presentes o, en su caso, por el Presidente o el Auxiliar de la Junta individualmente, ya que de lo
contrario la Junta estaría revocando sus actuaciones, lo cual está prohibido por el artículo 848 de la
Ley Federal del Trabajo.

266
Contradicción de tesis 120/2004-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Tercero y
Quinto, ambos en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 10 de septiembre de 2004. Cinco votos.
Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretaria: Estela Jasso Figueroa.

Tesis de jurisprudencia 146/2004. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del primero de octubre de dos mil cuatro.

267
147. El artículo 828 de la Ley Federal del Trabajo estatuye: “Admitida la prueba de inspección
por la Junta, deberá señalar día, hora y lugar para su desahogo; si los documentos y objetos
obran en poder de alguna de las partes, la Junta la apercibirá que, en caso de no exhibirlos, se
tendrán por ciertos presuntivamente los hechos que se tratan de probar. Si los documentos y
objetos se encuentran en poder de personas ajenas a la controversia se aplicarán los medios de
apremio que procedan”. En un juicio laboral, el patrón demandado omite exhibir los
documentos que obran en su poder y sobre los cuales versa la prueba de inspección, a pesar del
apercibimiento de la junta de tener los hechos que se tratan de probar como presuntivamente
ciertos. En tal hipótesis, la omisión de la junta de emitir un auto en el que haga efectivo ese
apercibimiento:

No es una violación procesal que pueda estudiarse en el juicio de amparo directo ni un acto
de imposible reparación impugnable en amparo indirecto.

Justificación:

No. Registro: 181,048


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XX, Julio de 2004
Tesis: 2a./J. 78/2004
Página: 374

PRUEBAS EN MATERIA LABORAL. LA OMISIÓN DE LA JUNTA DE DICTAR UN


ACUERDO QUE HAGA EFECTIVO EL APERCIBIMIENTO DE TENER POR CIERTOS
PRESUNTIVAMENTE LOS HECHOS QUE SE PRETENDEN DEMOSTRAR CON LA
INSPECCIÓN SOBRE DOCUMENTOS QUE EL PATRÓN DEBE CONSERVAR, NO
CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN PROCESAL. Cuando la Junta admite la prueba de inspección
sobre documentos que el patrón tiene obligación de conservar, debe requerirlo para que en la fecha
señalada para su desahogo los exhiba, apercibiéndolo, con fundamento en el artículo 828 de la Ley
Federal del Trabajo, que en caso de no presentarlos se tendrán por ciertos presuntivamente los
hechos que se pretenden probar, salvo prueba en contrario. Ahora bien, al tratarse de una presunción
iuris tantum de tener por cierto lo que se pretendía probar, si no se exhiben tales documentos, ello
tendrá valor dependiendo de las demás pruebas que obren en el expediente respectivo, lo que
únicamente puede reflejarse en el laudo y, en consecuencia, no se requiere necesariamente que la
Junta dicte un acuerdo posterior al desahogo de la inspección en el que se haga efectivo el
mencionado apercibimiento, pues además de que ello no lo exige la Ley Federal del Trabajo, la
consecuencia jurídica que se actualizaría sólo generaría una violación in judicando, pero no al
procedimiento, ya que la omisión de dictar un acuerdo en esos términos no trasciende al resultado
del fallo ni afecta las defensas del quejoso.

268
Contradicción de tesis 70/2004-SS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Vigésimo Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 28 de
mayo de 2004. Cinco votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Óscar Rodríguez Álvarez.

Tesis de jurisprudencia 78/2004. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del cuatro de junio de dos mil cuatro.

269
148. El artículo 762, fracción I, de la Ley Federal del Trabajo establece: “Se tramitarán como
incidentes de previo y especial pronunciamiento las siguientes cuestiones: I. Nulidad”. Ahora
bien, de conformidad con la jurisprudencia de la Segunda Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, el incidente de nulidad previsto en la fracción transcrita:

Sólo procede para impugnar las notificaciones pero no otras actuaciones.

Justificación:

No. Registro: 181,091


Jurisprudencia. Materia(s): Laboral
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XX, Julio de 2004. Tesis: 2a./J. 92/2004. Página: 284

NULIDAD. EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL ES IMPROCEDENTE EL INCIDENTE QUE


SE INTERPONE CON APOYO EN LA FRACCIÓN I DEL ARTÍCULO 762 DE LA LEY
FEDERAL DEL TRABAJO, EN CONTRA DE ACTUACIONES DISTINTAS A
NOTIFICACIONES. Es improcedente el incidente de nulidad que se interpone con apoyo en la
fracción I del artículo 762 de la Ley Federal del Trabajo, en contra de actuaciones distintas a las
notificaciones efectuadas dentro del procedimiento laboral, pues aun cuando en el citado precepto se
dispone que se tramitará como incidente de previo y especial pronunciamiento, entre otras
cuestiones, la "nulidad", sin especificar a qué tipo se refiere, lo cierto es que relacionando esta
disposición con el estudio conjunto de los artículos 739 a 751, 761 a 765, y especialmente lo
dispuesto en el diverso 752 de la propia ley, se advierte que el legislador se refiere a la nulidad de las
notificaciones, por lo que resulta correcto el desechamiento, por notoriamente improcedente, del
incidente de nulidad interpuesto en contra de actuaciones distintas a las notificaciones practicadas en
el procedimiento laboral, con apoyo en lo dispuesto en el artículo 685, en cuanto que prevé los
principios de economía, concentración y sencillez que rigen el derecho procesal del trabajo, en
relación con el numeral 848 de la ley de la materia, que dispone expresamente que las resoluciones
que dicten las Juntas no pueden ser invalidadas por medio de defensa alguno; lo que se corrobora si
se tiene en cuenta que en la ley citada se utiliza el término "nulidad de actuaciones" en forma
genérica; y que de conformidad con el artículo 107, fracciones III, inciso a) y V, inciso d), de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en relación con los artículos 158, 159 y 161,
primer párrafo, de la Ley de Amparo, y 37, fracción I, inciso d), de la Ley Orgánica del Poder
Judicial de la Federación, el juicio de amparo directo procede en contra de los laudos o resoluciones
definitivas que pongan fin al juicio dictados por Juntas o tribunales laborales federales o locales,
respecto de los cuales no proceda ningún recurso ordinario por el que puedan ser modificados o
reformados, ya sea que la violación se cometa en ellos o durante el procedimiento, que afecte las
defensas del quejoso, trascendiendo al resultado del fallo; y que en términos de lo dispuesto por los
artículos 107, fracciones III, incisos b) y c), y VII, de la Constitución Federal; 114, fracciones III, IV
y V, de la Ley de Amparo y 55, fracción IV, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación,
el juicio de amparo indirecto procede en contra de actos de Juntas o tribunales de trabajo ejecutados
en el juicio, fuera de él o después de concluido, que tengan sobre las personas o las cosas una
ejecución de imposible reparación, o que afecten a personas extrañas al juicio.

270
Contradicción de tesis 67/2004-SS. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado del Vigésimo
Séptimo Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Primer Circuito. 23 de junio de 2004.
Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Alma Delia Aguilar Chávez Nava.

Tesis de jurisprudencia 92/2004. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del dos de julio de dos mil cuatro.

271
149. El artículo 951 de la Ley Federal del Trabajo establece: “En la diligencia de
requerimiento de pago y embargo se observarán las normas siguientes: (...) VI. El Actuario,
bajo su responsabilidad, embargará únicamente los bienes necesarios para garantizar el monto
de la condena, de sus intereses y de los gastos de ejecución”. Ahora bien, los intereses a que se
refiere la disposición trascrita:

Son aquellos que deriven de la ejecución tardía del laudo, esto es, cuando el patrón no lo
cumpla voluntariamente dentro de las setenta y dos horas siguientes a la en que surta efectos
su notificación.

Justificación:

No. Registro: 181,533


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIX, Mayo de 2004
Tesis: 2a./J. 70/2004
Página: 560

LAUDO. LOS INTERESES A QUE SE REFIERE EL ARTÍCULO 951, FRACCIÓN VI, DE LA


LEY FEDERAL DEL TRABAJO, SON LOS QUE DERIVAN DE LA EJECUCIÓN TARDÍA DE
AQUÉL, AUNQUE TAL PRECEPTO NO CONCEDE ACCIÓN PARA DEMANDARLOS. La
interpretación del citado precepto permite establecer que los intereses que deben garantizarse en el
embargo ordenado por la Junta de Conciliación y Arbitraje, cuando el patrón no efectúe el pago
de las prestaciones a que fue condenado, son aquellos que deriven de la ejecución tardía del
laudo, esto es, cuando no lo cumpla voluntariamente dentro de las setenta y dos horas siguientes
a la en que surta efectos su notificación. Ahora bien, el hecho de que el artículo 951, fracción VI, de
la Ley Federal del Trabajo no conceda acción para reclamarlos como prestación en el juicio laboral y
obtener una condena a su pago en el laudo que decida el litigio, no significa que tales intereses se
encuentran proscritos por la ley en otros supuestos, de modo que habrá de atenderse a lo que dicha
legislación establezca en cada caso con relación a las prestaciones específicas que se reclamen, así
como a los acuerdos o convenios de las partes en los que tiene un lugar preponderante su voluntad,
quienes en uso de la libertad que les asiste para determinar el contenido de estos actos jurídicos,
pueden acordar el pago de intereses, con las limitantes legales, ya que a favor del trabajador existen
dispositivos protectores como el que establece, entre otros, el artículo 111 de esa ley.

Contradicción de tesis 171/2003-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero en
Materias Administrativa y de Trabajo del Séptimo Circuito, el anterior Primer Tribunal Colegiado
del Sexto Circuito, actualmente Primero en Materia Civil del mismo circuito y el anterior Tercer
Tribunal Colegiado del Cuarto Circuito, actualmente Tercero en Materia de Trabajo del mismo
circuito. 7 de mayo de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Margarita Beatriz Luna Ramos.
Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Roberto Rodríguez Maldonado.

272
Tesis de jurisprudencia 70/2004. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del catorce de mayo de dos mil cuatro.

273
150. Si existen irregularidades en el desahogo de la prueba de inspección ocular en un juicio
laboral, dicho desahogo puede ser impugnado por el oferente:

Como violación procesal en el juicio de amparo directo que se promueva en contra del laudo.

Justificación:

No. Registro: 182,125


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIX, Febrero de 2004. Tesis: 2a./J. 7/2004. Página: 227

PRUEBA DE INSPECCIÓN OCULAR EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL. SU ILEGAL


DESAHOGO CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN PROCESAL RECLAMABLE EN AMPARO
DIRECTO, SIN QUE LA FALTA DE COMPARECENCIA DEL OFERENTE PARA REALIZAR
OBJECIONES IMPLIQUE EL CONSENTIMIENTO TÁCITO DE ESA TRANSGRESIÓN. De lo
dispuesto en las tesis de jurisprudencia 4a./J. 14 (Semanario Judicial de la Federación, Octava Época,
Tomo IV, julio-diciembre de 1989, Primera Parte, Pleno y Salas, página 337) y 2a./J. 74/2003,
sustentadas, respectivamente, por la anterior Cuarta Sala y por la actual Segunda Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, se advierte que el ilegal desahogo de la prueba de inspección ocular,
con independencia de que el oferente sea o no el quejoso, constituye una violación procesal reclamable
en amparo directo por ubicarse en la hipótesis prevista en el artículo 159, fracción III, de la Ley de
Amparo y que, por ende, la concesión del amparo tendrá por efecto que se ordene la reposición del
procedimiento. En ese sentido, el hecho de que el oferente de la prueba no comparezca a su desahogo
para realizar objeciones u observaciones no debe reputarse como un consentimiento tácito de dicha
violación, toda vez que las Juntas de Conciliación y Arbitraje, en términos del artículo 686 de la Ley
Federal del Trabajo, tienen facultad para corregir cualquier irregularidad u omisión que notaren en la
sustanciación del procedimiento, sin que ello implique que puedan revocar sus propias resoluciones,
por lo que es obvio que el oferente demuestra su interés en el desahogo de la prueba al ofrecerla
acompañada de los elementos necesarios y, por tanto, no puede estimarse que consienta la violación
procesal derivada de su ilegal desahogo, si considera que el actuario no se ciñó a la forma en que se
ofreció y admitió tal medio de convicción, máxime que en materia laboral no hay recursos dentro del
procedimiento para remediar el desahogo ilegal de pruebas.

Contradicción de tesis 147/2003-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo y
Tercero en Materia de Trabajo, ambos del Cuarto Circuito. 23 de enero de 2004. Unanimidad de
cuatro votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretaria: Sofía Verónica Ávalos Díaz.

Tesis de jurisprudencia 7/2004. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del treinta de enero de dos mil cuatro.

Nota: Las tesis 4a./J. 14 y 2a./J. 74/2003 citadas, aparecen publicadas con los rubros:
"VIOLACIONES AL PROCEDIMIENTO. ADMISIÓN DE PRUEBAS A LA CONTRAPARTE

274
DEL QUEJOSO. PROCEDE RECLAMAR LA VIOLACIÓN RESPECTIVA EN AMPARO
DIRECTO." y "PRUEBA DE LA CONTRAPARTE DEL QUEJOSO. SU RECEPCIÓN
INDEBIDA ES UNA VIOLACIÓN PROCESAL, POR LO QUE EL EFECTO DE LA
SENTENCIA QUE CONCEDE EL AMPARO ES QUE SE DEJE INSUBSISTENTE EL LAUDO
O SENTENCIA DEFINITIVA Y SE ORDENE LA REPOSICIÓN DEL PROCEDIMIENTO.",
respectivamente, la última de ellas en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, Tomo XVIII, septiembre de 2003, página 442.

275
151. El artículo 3, fracción VII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
establece: “VII. Las universidades y las demás instituciones de educación superior a las que la
ley otorgue autonomía, tendrán la facultad y la responsabilidad de gobernarse a sí mismas;
realizarán sus fines de educar, investigar y difundir la cultura de acuerdo con los principios de
este artículo, respetando la libertad de cátedra e investigación y de libre examen y discusión de
las ideas; determinarán sus planes y programas; fijarán los términos de ingreso, promoción y
permanencia de su personal académico; y administrarán su patrimonio. Las relaciones
laborales, tanto del personal académico como del administrativo, se normarán por el apartado
A del artículo 123 de esta Constitución, en los términos y con las modalidades que establezca la
Ley Federal del Trabajo conforme a las características propias de un trabajo especial, de
manera que concuerden con la autonomía, la libertad de cátedra e investigación y los fines de
las instituciones a que esta fracción se refiere”. Ahora bien, los conflictos laborales entre las
universidades a las que la ley les otorgue autonomía y sus trabajadores, serán competencia:

De las juntas de conciliación y arbitraje.

Justificación:

No. Registro: 185,621


Jurisprudencia. Materia(s): Laboral
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVI, Octubre de 2002. Tesis: 2a./J. 102/2002. Página: 298

UNIVERSIDADES E INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR AUTÓNOMAS POR


LEY. LOS CONFLICTOS ORIGINADOS CON MOTIVO DE LAS RELACIONES LABORALES
CON SU PERSONAL ADMINISTRATIVO Y ACADÉMICO, DEBEN RESOLVERSE POR LAS
JUNTAS DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE. Las relaciones de trabajo entre las universidades e
instituciones de educación superior autónomas por ley y su personal administrativo y académico,
están sujetas a las disposiciones del capítulo XVII, del título sexto de la Ley Federal del Trabajo,
pues si bien les corresponde exclusivamente a las propias universidades o instituciones regular los
aspectos académicos, dada la facultad con que cuentan para fijar los términos de ingreso, promoción
y permanencia de su personal académico, ello no implica que las decisiones que tomen en los
aspectos laborales con su personal, sean jurisdiccionalmente inatacables, pues ese no es el alcance de
la autonomía universitaria, ya que el artículo 3o. constitucional establece que las relaciones jurídicas
de las universidades públicas autónomas con su personal académico y administrativo son de
naturaleza laboral, y deben sujetarse a lo establecido en el apartado A del artículo 123 de la propia
Norma Fundamental y a lo dispuesto en la Ley Federal del Trabajo. En tal virtud, los conflictos entre
dichas universidades y sus trabajadores se someterán a la decisión de una Junta de Conciliación y
Arbitraje, lo que de ningún modo implica una violación a la autonomía universitaria en lo que se
refiere al ingreso, promoción y permanencia de su personal académico y administrativo, ya que el
régimen a que se hallan sujetas y que deriva de sus propias leyes orgánicas, reglamentos y estatutos,
no se menoscaba por el hecho de que sus controversias laborales, aun las de orden académico y
administrativo, se sujeten a los laudos de las Juntas de Conciliación y Arbitraje, en virtud de que
conforme al artículo 353-S de la Ley Federal del Trabajo, dichas Juntas deben ajustar sus

276
actuaciones y laudos no sólo a la Ley Federal del Trabajo, sino también a las normas interiores,
estatutarias y reglamentarias de la institución autónoma correspondiente.

Contradicción de tesis 52/2002-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Segundo en Materia de Trabajo del Tercer Circuito. 30 de agosto de 2002. Cinco votos. Ponente:
Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: María Marcela Ramírez Cerrillo.

Tesis de jurisprudencia 102/2002. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del dieciocho de septiembre de dos mil dos.

277
152. El trabajador actor en un juicio laboral promueve juicio de amparo indirecto en contra
de todo lo actuado en el juicio natural. Lo anterior, porque no le fue notificado personalmente
el primer auto en el que se tuvo por admitida la demanda, sólo se celebró una audiencia y se
dictó un laudo desfavorable a sus intereses, dejándolo en estado de indefensión. En esta
hipótesis, el juicio de amparo indirecto:

Resulta improcedente, porque el actor no puede tener el carácter de persona extraña al juicio.

Justificación:

No. Registro: 193,763


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
IX, Junio de 1999
Tesis: 2a./J. 65/99
Página: 177

PERSONA EXTRAÑA AL JUICIO LABORAL, NO PUEDE TENER ESE CARÁCTER EL


ACTOR. El Tribunal Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha determinado que la
persona extraña al juicio es aquella que no ha figurado en el juicio o en el procedimiento como parte en
sentido material, pero que sufre un perjuicio dentro del mismo o en la ejecución de las resoluciones,
sin haber tenido la oportunidad de ser oída en su defensa por desconocer las actuaciones relativas,
quedando incluido en este concepto, la parte que no fue emplazada o que lo fue incorrectamente. Sin
embargo este equiparamiento entre quien no fue parte en el juicio y quien siéndolo no fue emplazado o
lo fue incorrectamente, no puede hacerse extensivo al actor, primero, porque éste sí fue parte en el
juicio y, segundo, porque no puede alegar el desconocimiento del procedimiento, dado que fue él quien
lo inició. Por tanto, si la Junta laboral, al tratar de cumplir con la obligación contenida en el artículo
742, fracción I, de la Ley Federal del Trabajo, de notificar personalmente el primer proveído al actor,
no lo hace en los términos establecidos en los artículos 743 y siguientes del propio dispositivo legal, el
actor no puede, so pretexto de ser extraño al juicio, quedar eximido de tramitar el incidente de nulidad
previsto en el artículo 752 de la propia ley laboral.

Contradicción de tesis 68/97. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materia de
Trabajo del Primer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito. 23 de abril de 1999.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Mariano Azuela Güitrón. Ponente: Sergio Salvador Aguirre
Anguiano. Secretaria: Clementina Flores Suárez.

Tesis de jurisprudencia 65/99. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
pública del veintitrés de abril de mil novecientos noventa y nueve.

278
153. En un juicio laboral seguido ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, la empresa
demandada promueve el incidente de incompetencia. Basa dicho incidente en que el juicio de
que se trata es competencia de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje de acuerdo con el
artículo 527, fracción II, inciso 2, de la Ley Federal del Trabajo. Lo anterior porque se trata de
un conflicto entre una administradora de fondos para el retiro y su trabajador, y esa empresa
presta el servicio de manejo de cuentas individuales de los trabajadores en términos de una ley
federal (Ley del Seguro Social) previa autorización de un órgano desconcentrado federal
(Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro). El artículo 527, fracción II, inciso 2,
de la Ley Federal del Trabajo dice: “La aplicación de las normas de trabajo corresponde a las
autoridades federales, cuando se trate de: (...) II. Empresas: (...) Aquellas que actúen en virtud
de un contrato o concesión federal y las industrias que les sean conexas”. Ahora bien, de
conformidad con la jurisprudencia de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, el planteamiento de la demandada resulta:

Infundado, porque las administradoras de fondos para el retiro no tienen el carácter de


empresas que actúen en virtud de un contrato o concesión federal.

Justificación:

No. Registro: 193,273


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
X, Septiembre de 1999
Tesis: 2a./J. 105/99
Página: 106

COMPETENCIA LABORAL. CORRESPONDE A LA JUNTA LOCAL DE CONCILIACIÓN Y


ARBITRAJE CONOCER DE LOS CONFLICTOS LABORALES SURGIDOS ENTRE UNA
EMPRESA ADMINISTRADORA DE FONDOS PARA EL RETIRO Y SUS TRABAJADORES. El
artículo 19 de la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro regula la actividad a que se dedican las
administradoras de fondos relativas a dichos sistemas, estableciendo al respecto que corresponde a
éstas "el manejo de las cuentas individuales de los trabajadores y canalizar los recursos de las
subcuentas que las integran en términos de las leyes de seguridad social, así como administrar
sociedades de inversión"; y que, para organizarse y operar, sólo requieren de una autorización de la
Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, órgano desconcentrado de la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público; en tal virtud, en los conflictos laborales suscitados entre una empresa que
se dedica a esta actividad y sus trabajadores, la aplicación de las leyes del trabajo corresponde a las
autoridades locales, pues no se está en el caso previsto en el artículo 123, apartado A, fracción XXXI,
inciso b), subinciso 2, de la Constitución General de la República ni dentro de la hipótesis que prevé el
artículo 527, fracción II, inciso 2, de la Ley Federal del Trabajo, que establece la competencia federal
cuando se trate de empresas que actúan mediante un contrato o concesión federal.

279
Competencia 9/99. Suscitada entre la Junta Especial Número Diecinueve de la Federal de
Conciliación y Arbitraje, residente en Guadalupe, Nuevo León y la Junta Especial Número Diez de
la Local de Conciliación y Arbitraje, residente en Monterrey, Nuevo León. 19 de marzo de 1999.
Cinco votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretario: Andrés Pérez Lozano.

Competencia 47/99. Suscitada entre la Junta Especial Número Once de la Local de Conciliación y
Arbitraje del Estado de Nuevo León, con residencia en la ciudad de Monterrey y la Junta Especial
Número Diecinueve de la Federal de Conciliación y Arbitraje, residente en Guadalupe, Nuevo León.
23 de abril de 1999. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Mariano Azuela Güitrón. Ponente: Juan
Díaz Romero. Secretario: Armando Cortés Galván.

Competencia 229/99. Suscitada entre la Junta Especial Número Diecinueve de la Federal de


Conciliación y Arbitraje, residente en Guadalupe, Nuevo León y la Junta Especial Número Diez de
la Local de Conciliación y Arbitraje, en Monterrey, Nuevo León. 13 de agosto de 1999. Cinco votos.
Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretario: Humberto Suárez Camacho.

Competencia 261/99. Suscitada entre la Junta Especial Número Diecinueve de la Federal de


Conciliación y Arbitraje, residente en Guadalupe, Nuevo León y la Junta Especial Número Diez de
la Local de Conciliación y Arbitraje, en Monterrey, Nuevo León. 20 de agosto de 1999. Cinco votos.
Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretario: Humberto Suárez Camacho.

Competencia 244/99. Suscitada entre la Junta Especial Número Diez de la Local de Conciliación y
Arbitraje y la Junta Especial Número Diecinueve de la Federal de Conciliación y Arbitraje, ambas en
el Estado de Nuevo León. 20 de agosto de 1999. Cinco votos. Ponente: Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia. Secretaria: Angelina Hernández Hernández.

Tesis de jurisprudencia 105/99. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
pública del tres de septiembre de mil novecientos noventa y nueve.

280
154. En una ley estatal se establece un órgano administrativo (Dirección General de Pensiones)
que administra las aportaciones en materia de seguridad social que enteran los órganos
estatales o los ayuntamientos. Asimismo, se regula un juicio contencioso administrativo ante
un tribunal administrativo local. Un trabajador de un ayuntamiento promueve un juicio
laboral en contra de esa dirección y del ayuntamiento, en virtud de la determinación de la
propia dirección de devolver al ayuntamiento aportaciones pagadas en exceso. El
ayuntamiento promueve un incidente de incompetencia en el que hace valer que dicha
controversia debe ser resuelta por el tribunal administrativo local. El tribunal declara
infundado el incidente de incompetencia, pues considera que se trata de un conflicto laboral.
Tal determinación:

No es jurídicamente correcta, porque en tal hipótesis la Dirección General de Pensiones actuó


como autoridad, lo que determina la competencia del tribunal administrativo local.

Justificación:

No. Registro: 192,412


Jurisprudencia
Materia(s): Administrativa
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XI, Febrero de 2000
Tesis: 2a./J. 14/2000
Página: 278

TRIBUNAL DE LO ADMINISTRATIVO DEL ESTADO DE JALISCO. ES COMPETENTE


PARA CONOCER DE LAS CONTROVERSIAS SUSCITADAS ENTRE LA DIRECCIÓN DE
PENSIONES DEL ESTADO Y SUS AFILIADOS, RELATIVAS A LAS CUOTAS O
APORTACIONES, POR ACTUAR EN CALIDAD DE AUTORIDAD. Cuando se reclaman actos
de la Dirección General de Pensiones del Estado de Jalisco, derivados de las cotizaciones o
aportaciones que enteran los diversos órganos estatales o municipales con motivo de
compensaciones nominales, o de cualquier otra índole, es competente para conocer y resolver la
controversia planteada, el Tribunal de lo Administrativo del Estado de Jalisco, en términos de lo que
establecen los artículos 72 de la Constitución Local; 57 y 67, fracción I, de la ley orgánica de la
propia entidad federativa; y, 2o., 3o., 76, 77 y 81, fracción I, de la Ley de Pensiones del Estado; en
virtud de que en tales hipótesis, la mencionada dirección actúa con el carácter de autoridad y sus
determinaciones se caracterizan por ser de carácter unilateral acordes con su potestad administrativa;
decisorias en cuanto a la materia que es de su estricta y única competencia; modifican una situación
jurídica ajena a la relación laboral entre el servidor público y el órgano del Estado; y afectan la
esfera jurídica de los trabajadores afiliados a ella.

Contradicción de tesis 55/99. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Segundo, ambos en Materia Administrativa del Tercer Circuito. 28 de enero del año 2000. Cinco
votos. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretario: Marco Antonio Bello Sánchez.

281
Tesis de jurisprudencia 14/2000. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del cuatro de febrero del año dos mil.

282
155. El artículo 798 de la Ley Federal del Trabajo establece: “Si el documento privado consiste
en copia simple o fotostática se podrá solicitar, en caso de ser objetado, la compulsa o cotejo
con el original; para este efecto, la parte oferente deberá precisar el lugar donde el documento
original se encuentre”. Ahora bien, en el trámite de un incidente de nulidad se ofrece como
prueba la documental privada. Como ésta fue objetada, se solicita el cotejo de la copia simple
con su original en términos del artículo transcrito. De conformidad con la interpretación
realizada por la jurisprudencia de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, tal cotejo:

Por regla general debe realizarse con el original, pero nada impide que se haga con la copia
del documento certificada por notario público.

Justificación:

No. Registro: 179,623


Jurisprudencia. Materia(s): Laboral
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Enero de 2005. Tesis: 2a./J. 2/2005. Página: 540

COPIAS FOTOSTÁTICAS CERTIFICADAS POR NOTARIO PÚBLICO. A LAS EXHIBIDAS EN


EL JUICIO LABORAL DEBE DÁRSELES EL MISMO TRATAMIENTO Y VALOR
PROBATORIO EN CUANTO A SU CONTENIDO QUE A LOS ORIGINALES. La Segunda Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis de jurisprudencia 2a./J. 16/2001, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIII, abril de 2001, página
477, con el rubro: "COPIAS FOTOSTÁTICAS CERTIFICADAS DE OTRAS DE IGUAL ÍNDOLE,
CUYO COTEJO O COMPULSA ORDENÓ LA JUNTA. HACEN FE EN EL JUICIO LABORAL,
YA QUE PRODUCEN CERTEZA DE QUE SU CONTENIDO COINCIDE PLENAMENTE CON
SU ORIGINAL, PUES ESA CONFIABILIDAD SE LA OTORGA LA CERTIFICACIÓN, SALVO
PRUEBA EN CONTRARIO.", sostuvo que las copias fotostáticas certificadas tienen valor probatorio
no sólo cuando se expiden sustentándose en un documento original, sino también cuando se efectúa
con apoyo en una copia certificada por un funcionario con fe pública que manifieste haber tenido el
original a la vista y que ambos documentos concuerdan en todas sus partes; asimismo, estableció que
la referencia que hace el artículo 798 de la Ley Federal del Trabajo en el sentido de que cuando se
ofrezca como medio de prueba un documento privado consistente en copia simple o fotostática se
podrá solicitar, en caso de ser objetado, la compulsa o cotejo con el original, no constituye un
obstáculo para realizarse con apoyo en una copia certificada, puesto que dicho precepto tiene el
propósito de precisar que el original es idóneo para el cotejo, pero no impide que se lleve a cabo con
una copia certificada. En congruencia con tal criterio, se concluye que a las copias fotostáticas
certificadas por Notario Público exhibidas en el juicio laboral se les debe dar, en cuanto a su contenido,
el mismo tratamiento y valor probatorio que al documento original, sin que ello signifique que ese
documento sea apto para demostrar el fin que se persigue, pues ello dependerá de las objeciones o a la
apreciación que en derecho haga la Junta en su resolución.

Contradicción de tesis 159/2004-SS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia de Trabajo del Tercer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del

283
Primer Circuito. 7 de enero de 2005. Cinco votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Luciano
Valadez Pérez.

Tesis de jurisprudencia 2/2005. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del catorce de enero de dos mil cinco.

284
156. En un juicio laboral, la Junta requiere al patrón la exhibición de ciertos documentos
originales a fin de cotejar una copia simple ofrecida por el trabajador, en virtud de la objeción
presentada por aquél. La junta apercibe al patrón que en caso de no dar cumplimiento a ese
requerimiento tendrá como auténtica la copia exhibida por el trabajador. Dicho apercibimiento:

No constituye un acto que tenga una ejecución de imposible reparación, sino una violación
procesal que puede plantearse al promover el juicio de amparo directo en contra del laudo.

Justificación:

No. Registro: 185,101


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVII, Enero de 2003
Tesis: 2a./J. 151/2002
Página: 495

PRUEBA DOCUMENTAL EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL. EL APERCIBIMIENTO QUE


REALICE LA JUNTA DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE AL ORDENAR LA PRÁCTICA DEL
COTEJO O COMPULSA, CONSISTENTE EN TENER COMO AUTÉNTICO EL DOCUMENTO
OBJETADO EN CASO DE NO EXHIBIRSE SU ORIGINAL, EN HIPÓTESIS DIVERSAS A LAS
PREVISTAS EN LOS ARTÍCULOS 784, 804 Y 805 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO,
CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN A LAS LEYES DEL PROCEDIMIENTO. Los citados preceptos
contemplan la obligación probatoria que en materia laboral se encuentra establecida para la parte
patronal, en relación con determinados aspectos de la controversia, así como los supuestos en los que
tratándose de la no exhibición de documentos en el juicio puede apercibirse a una de las partes en el
procedimiento laboral y los alcances de ese apercibimiento. En ese tenor, debe concluirse que fuera de
las hipótesis previstas en los invocados artículos, el apercibimiento que realice la Junta de Conciliación
y Arbitraje al ordenar la práctica del cotejo o compulsa, consistente en tener como auténtico el
documento objetado en caso de no exhibirse su original carece de fundamento jurídico y, por ende,
constituye una violación a las leyes del procedimiento, en la inteligencia de que dicha transgresión
procesal sólo daría lugar al otorgamiento de la protección constitucional en caso de que trascendiera al
resultado del laudo y, además, afectara las defensas del quejoso.

Contradicción de tesis 128/2001-SS. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado en Materia de
Trabajo del Segundo Circuito, el Tercer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer
Circuito y el Sexto Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 22 de noviembre
de 2002. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente:
Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretario: Alberto Díaz Díaz.

Tesis de jurisprudencia 151/2002. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del nueve de diciembre de dos mil dos.

285
286
157. El artículo 744 de la Ley Federal del Trabajo establece: “Las ulteriores notificaciones
personales se harán al interesado o persona autorizada para ello, el mismo día en que se dicte
la resolución si concurre al local de la Junta o en el domicilio que hubiese designado y si no se
hallare presente, se le dejará una copia de la resolución autorizada por el Actuario; si la casa o
local está cerrado, se fijará la copia en la puerta de entrada o en el lugar de trabajo”. Ahora
bien, de conformidad con la jurisprudencia de la Segunda Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, las notificaciones personales posteriores a la primera se harán al
interesado si concurre al local de la junta:

El mismo día en que se dicte la resolución o en días posteriores.

Justificación:

No. Registro: 185,358


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVI, Diciembre de 2002
Tesis: 2a./J. 136/2002
Página: 243

NOTIFICACIONES PERSONALES ULTERIORES EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL,


PUEDEN PRACTICARSE, VÁLIDAMENTE, EN EL LOCAL DE LA JUNTA, SI EL
INTERESADO O SU AUTORIZADO COMPARECEN ANTE ELLA, SIN QUE SEA ÓBICE
EL QUE SE REALICEN EL MISMO DÍA O EN UNA FECHA POSTERIOR A LA DEL
DICTADO DE LA RESOLUCIÓN. De la aplicación de la literalidad del artículo 744 de la Ley
Federal del Trabajo, que establece que las ulteriores notificaciones personales se harán al interesado
o persona autorizada para ello, el mismo día en que se dicte la resolución si concurre al local de la
Junta o en el domicilio que hubiese designado, no se advierte restricción alguna en el sentido de que
esas notificaciones sólo puedan realizarse en el local de la Junta el mismo día en que se dicta la
resolución que se trata de comunicar al interesado. Lo anterior es así, pues la única intención del
legislador fue dejar en claro que ese tipo de notificaciones se hagan el mismo día si aquél o su
autorizado acuden a notificarse, en virtud de que el procedimiento laboral es predominantemente
oral y las Juntas tienen el deber de tomar las medidas necesarias para lograr la mayor economía,
concentración y sencillez del proceso, por lo que las ulteriores notificaciones personales pueden
practicarse, válidamente, en el local de la Junta si el interesado o su autorizado comparecen a darse
por notificados, con independencia de que se realicen el mismo día o en una fecha posterior a la del
dictado de la resolución, ya que la finalidad de la notificación es que ellos se enteren de dicha
resolución, lo que se logra a plenitud si la diligencia se entiende directamente con su destinatario.

Contradicción de tesis 114/2002-SS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia de Trabajo del Tercer Circuito y los Tribunales Colegiados Tercero del Cuarto Circuito y
Tercero del Décimo Circuito. 15 de noviembre de 2002. Unanimidad de cuatro votos. Ausente:

287
Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretario: Marco
Antonio Cepeda Anaya.

Tesis de jurisprudencia 136/2002. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintidós de noviembre de dos mil dos.

288
158. El artículo 48 de la Ley Federal del Trabajo establece: “(...) Si en el juicio correspondiente
no comprueba el patrón la causa de la rescisión, el trabajador tendrá derecho, además,
cualquiera que hubiese sido la acción intentada, a que se le paguen los salarios vencidos desde
la fecha del despido hasta que se cumplimente el laudo”. En un juicio laboral se condena al
patrón a pagar la indemnización constitucional y salarios caídos desde la fecha del despido.
Durante la ejecución del laudo, fallece el trabajador. En tal hipótesis, los salarios caídos deben
pagarse:

Hasta la fecha del fallecimiento del trabajador.

Justificación:

No. Registro: 188,358


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIV, Noviembre de 2001
Tesis: 2a./J. 53/2001
Página: 36

SALARIOS CAÍDOS. CUANDO EL TRABAJADOR FALLECE ANTES DEL CUMPLIMIENTO


DEL LAUDO O RESOLUCIÓN RESPECTIVA, EL CÁLCULO DEL MONTO DEL PAGO DEBE
COMPRENDER HASTA LA FECHA EN QUE OCURRIÓ EL DECESO. El pago de los salarios
caídos, establecido en el artículo 48 de la Ley Federal del Trabajo, supone la existencia de una
relación laboral cuyo desarrollo normal fue impedido por causas imputables al patrón. Sin embargo,
si bien es cierto que durante el lapso transcurrido entre el despido y el cumplimiento de la resolución
que ordene la reinstalación en el empleo, o bien, la indemnización correspondiente, el trabajador está
en condiciones de prestar sus servicios y cuando no lo hace por motivos atribuibles al patrón, éste se
ve obligado a pagar el salario que en condiciones normales se hubiera generado en su favor, también
lo es que el fallecimiento de aquél significa que no está ya en condiciones de prestar servicio alguno,
extinguiéndose, por tanto, cualquier posible relación de trabajo y, por ende, la obligación del patrón
de remunerar un trabajo que no le puede ya ser prestado sin que el motivo, en este caso, pueda serle
imputado, por lo que es inconcuso que el pago de los salarios caídos, cuando el trabajador fallece
antes de que se cumplimente el laudo o resolución respectiva, deberá hacerse a sus herederos o
causahabientes efectuándose el cálculo del monto respectivo únicamente hasta la fecha en que
ocurrió el deceso.

Contradicción de tesis 58/2001-SS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Décimo Primer Circuito y el Tribunal Colegiado del Séptimo Circuito. 17 de octubre de 2001.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Juan Díaz Romero. Ponente: Sergio Salvador Aguirre
Anguiano. Secretaria: Andrea Zambrana Castañeda.

Tesis de jurisprudencia 53/2001. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintiséis de octubre de dos mil uno.

289
290
159. De conformidad con la jurisprudencia de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, las copias certificadas expedidas por el secretario de la junta tienen valor probatorio pleno:

Cuando son expedidas a partir del original o de otras copias certificadas por funcionario
público con fe pública.

Justificación:
No. Registro: 189,990
Jurisprudencia. Materia(s): Laboral
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIII, Abril de 2001. Tesis: 2a./J. 16/2001. Página: 477
COPIAS FOTOSTÁTICAS CERTIFICADAS DE OTRAS DE IGUAL ÍNDOLE, CUYO COTEJO O
COMPULSA ORDENÓ LA JUNTA. HACEN FE EN EL JUICIO LABORAL, YA QUE PRODUCEN
CERTEZA DE QUE SU CONTENIDO COINCIDE PLENAMENTE CON SU ORIGINAL, PUES
ESA CONFIABILIDAD SE LA OTORGA LA CERTIFICACIÓN, SALVO PRUEBA EN
CONTRARIO. Las copias fotostáticas certificadas expedidas por la autoridad laboral tienen pleno valor
probatorio no sólo cuando su expedición se realiza sustentándose en un documento original, sino también
cuando se efectúa con apoyo en una copia certificada extendida por un funcionario público con fe
pública que manifieste haber tenido el original a la vista y que ambos documentos concuerdan en todas
sus partes. Ello es así, tomando en consideración, por una parte, el principio general para la valoración de
pruebas contenido en el artículo 841 de la Ley Federal del Trabajo, que consiste en que las Juntas gozan
de facultades para dictar sus laudos a verdad sabida y buena fe guardada, sin necesidad de sujetarse a
reglas sobre la estimación de pruebas, apreciando los hechos según sus miembros lo crean debido en
conciencia, pero siempre expresando las razones, motivos y fundamentaciones lógicas, esto es, sin llegar
a conclusiones dogmáticas; y, por la otra, que la referencia que hace el artículo 798 de la ley de la
materia en el sentido de que cuando se ofrezca como medio de prueba un documento privado consistente
en copia simple o fotostática se podrá solicitar, en caso de ser objetado, la compulsa o cotejo con el
original, de modo alguno constituye un obstáculo para que dicha compulsa pueda realizarse con apoyo
en una copia certificada, puesto que tal señalamiento únicamente tiene el propósito de precisar que aquel
documento sirve de prueba idónea para el cotejo, pero de ninguna manera el de impedir que la compulsa
se lleve a cabo con una copia certificada, ya que no debe pasar inadvertido que ésta produce certeza de
que su contenido coincide plenamente con su original, pues esa confiabilidad se la otorga la certificación,
salvo prueba en contrario. En estas condiciones, cuando la copia simple o fotostática sea una
reproducción del original y esté autenticada por un funcionario con fe pública hacen igual fe que el
original, lo que encuentra apoyo, en lo esencial, en la jurisprudencia de la anterior Cuarta Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la Federación, Séptima
Época, Volúmenes 181-186, Quinta Parte, página 69, de rubro: "COPIAS FOTOSTÁTICAS, VALOR
PROBATORIO DE LAS. REQUISITO DE FORMA.", que establece que: "No se le puede conceder
valor probatorio alguno a las pruebas documentales fotostáticas cuando son objetadas según lo ordena el
artículo 798 de la Ley Federal del Trabajo vigente, si al ofrecerlas no se cumple con los requisitos de
forma, como son el que se acompañen de su original; a falta de este último, el que se ofrezca su cotejo
con su original; a falta del citado cotejo, el que la propia documental fotostática se encuentre certificada
por un funcionario con fe pública que manifieste haber tenido el original a la vista y que ambos
concuerdan en todas sus partes.".

291
Contradicción de tesis 104/2000-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Quinto y
Séptimo, ambos en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 30 de marzo de 2001. Cinco votos.
Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Gonzalo Arredondo Jiménez.
Tesis de jurisprudencia 16/2001. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del diecisiete de abril de dos mil uno.

292
160. Lea los siguientes artículos de la Ley Federal del Trabajo: “Art. 365. Los sindicatos deben
registrarse en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en los casos de competencia federal
y en las Juntas de Conciliación y Arbitraje en los de competencia local, a cuyo efecto remitirán
por duplicado: (...) III. Copia autorizada de los estatutos; y IV. Copia autorizada del acta de la
asamblea en que se hubiese elegido la directiva.- Los documentos a que se refieren las
fracciones anteriores serán autorizados por el Secretario General, el de Organización y el de
Actas, salvo lo dispuesto en los estatutos”. “Artículo 377. Son obligaciones de los sindicatos:
(...) II. Comunicar a la autoridad ante la que estén registrados, dentro de un término de diez
días, los cambios de su directiva y las modificaciones de los estatutos, acompañando por
duplicado copia autorizada de las actas respectivas”. Ahora bien, de conformidad con la
jurisprudencia de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la autoridad
que conozca del registro de la directiva de un sindicato (toma de nota):

Tiene facultad para verificar si el procedimiento de cambio o elección de directiva se apegó a


las reglas estatutarias.

Justificación:

No. Registro: 191,095


Jurisprudencia. Materia(s): Laboral
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XII, Septiembre de 2000. Tesis: 2a./J. 86/2000. Página: 140

SINDICATOS. LA AUTORIDAD LABORAL TIENE FACULTAD PARA COTEJAR LAS ACTAS


DE ASAMBLEA RELATIVAS A LA ELECCIÓN O CAMBIO DE LA DIRECTIVA, A FIN DE
VERIFICAR SI EL PROCEDIMIENTO SE APEGÓ A LOS ESTATUTOS O,
SUBSIDIARIAMENTE, A LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO. Es cierto que en la Ley Federal del
Trabajo no existe ningún precepto legal que faculte de manera expresa a la autoridad del trabajo
encargada de tomar nota del cambio de directiva de los sindicatos, para cotejar si las actas y
documentos que le presentan los representantes sindicales se ajustan, o no, a las reglas estatutarias; sin
embargo, tal facultad se infiere con claridad de la interpretación armónica y concatenada de los
artículos 365, fracción III, 371 y 377, fracción II, de la Ley Federal del Trabajo, en cuanto establecen
que para obtener su registro, los sindicatos deben exhibir copia de sus estatutos, los cuales deben
reglamentar los puntos fundamentales de la vida sindical y que deben comunicar los cambios de su
directiva "acompañando por duplicado copia autorizada de las actas respectivas"; requisitos que, en
conjunto, justifican que la autoridad laboral verifique si el procedimiento de cambio o elección de
directiva se apegó a las reglas estatutarias que reflejan la libre voluntad de los agremiados, máxime si
se toma en consideración la gran importancia de la toma de nota, ya que la certificación confiere a
quienes se les otorga no sólo la administración del patrimonio del sindicato, sino la defensa de sus
agremiados y la suerte de los intereses sindicales. En tal virtud, no es exacto que ese cotejo constituya
una irrupción de la autoridad en demérito de la libertad sindical consagrada en la Carta Fundamental, y
tampoco es verdad que la negativa a tomar nota y expedir la certificación anule la elección, pues esto
sólo podría ser declarado por una Junta de Conciliación y Arbitraje, oyendo a los afectados a través de
un juicio, quienes en todo caso, podrán impugnar esa negativa a través del juicio de garantías.

293
Contradicción de tesis 30/2000-SS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia de Trabajo del Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Tercer Circuito. 6 de
septiembre del año 2000. Cinco votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Raúl García Ramos.

Tesis de jurisprudencia 86/2000. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del trece de septiembre del año dos mil.

294
161. En una entidad federativa se crea un organismo descentralizado que se encargará de la
prestación de los servicios de salud. Algunos trabajadores de la Secretaría de Salud son
transferidos al organismo descentralizado. Para conocer los conflictos suscitados entre el
organismo descentralizado y los trabajadores que le fueron transferidos de la administración
pública centralizada, será competente:

La Junta Local de Conciliación y Arbitraje.

Justificación:

No. Registro: 192,338


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XI, Febrero de 2000
Tesis: 2a./J. 13/2000
Página: 62

COMPETENCIA. SE SURTE A FAVOR DE LA JUNTA LOCAL DE CONCILIACIÓN Y


ARBITRAJE TRATÁNDOSE DE CONFLICTOS ENTRE SERVICIOS DE SALUD DEL
ESTADO DE TAMAULIPAS Y SUS TRABAJADORES. El organismo público descentralizado
que se denomina "Servicios de Salud del Estado de Tamaulipas" fue creado mediante decreto
publicado en el Periódico Oficial del Estado el veintidós de enero de mil novecientos noventa y
siete, y sustituyó como titular de la relación laboral a la Secretaría de Salud con los trabajadores
transferidos a dicho organismo; sin embargo, esa situación no debe llevar a determinar competente al
Tribunal de Arbitraje de los Trabajadores del Gobierno del Estado de Tamaulipas que únicamente
puede resolver las controversias que se susciten entre el Gobierno del Estado y sus trabajadores, pero
no respecto de aquellas en que se involucren organismos descentralizados, los cuales no pueden estar
sujetos a una legislación burocrática estatal.

Competencia 174/98. Suscitada entre el Tribunal de Arbitraje para los Trabajadores al Servicio del
Gobierno del Estado de Tamaulipas y la Junta Especial Número Cuatro de la Local de Conciliación
y Arbitraje del Estado de Tamaulipas. 27 de mayo de 1998. Cinco votos. Ponente: Genaro David
Góngora Pimentel. Secretario: Tomás Martínez Tejeda.

Competencia 177/98. Suscitada entre el Tribunal de Arbitraje para los Trabajadores al Servicio del
Gobierno del Estado de Tamaulipas y la Junta Especial Número Cuatro de la Local de Conciliación
y Arbitraje del Estado de Tamaulipas. 27 de mayo de 1998. Cinco votos. Ponente: Genaro David
Góngora Pimentel. Secretario: Tomás Martínez Tejeda.

Competencia 179/98. Suscitada entre el Tribunal de Arbitraje para los Trabajadores al Servicio del
Estado de Tamaulipas y la Junta Especial Número Cuatro de la Local de Conciliación y Arbitraje del
Estado de Tamaulipas. 27 de mayo de 1998. Cinco votos. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel.
Secretario: Tomás Martínez Tejeda.

295
Competencia 253/98. Suscitada entre el Tribunal de Arbitraje para los Trabajadores al Servicio del
Estado de Tamaulipas, con residencia en Ciudad Victoria y la Junta Especial Número Cuatro de la
Local de Conciliación y Arbitraje en el Estado de Tamaulipas. 28 de agosto de 1998. Cinco votos.
Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretario: Andrés Pérez Lozano.

Competencia 371/98. Suscitada entre la Junta Especial Número Cuatro de la Local de Conciliación y
Arbitraje en Ciudad Victoria, Tamaulipas, el Tribunal de Arbitraje para los Trabajadores al Servicio
del Gobierno del Estado de Tamaulipas y la Primera Sala del Tribunal Federal de Conciliación y
Arbitraje. 4 de diciembre de 1998. Cinco votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretario:
Ernesto Martínez Andreu.

Tesis de jurisprudencia 13/2000. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del cuatro de febrero del año dos mil.

Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo VII, abril de 1998,
página 122, tesis P. XXV/98, de rubro: "ORGANISMOS DESCENTRALIZADOS DE CARÁCTER
LOCAL. SUS RELACIONES LABORALES SE RIGEN POR EL APARTADO A DEL
ARTÍCULO 123 CONSTITUCIONAL.".

296
162. El artículo 803 de la Ley Federal del Trabajo establece: “Cada parte exhibirá los
documentos u objetos que ofrezca como prueba para que obren en autos. Si se trata de
informes, o copias, que deba expedir alguna autoridad, la Junta deberá solicitarlos
directamente”. Ahora bien, si alguna de las partes ofrece la documental pública consistente en
algunas de las actuaciones que obran en un expediente que se encuentra en los archivos de la
junta, la oferente:

No es necesario que exhiba copia (simple o certificada) de las actuaciones, pues la junta
puede ordenar su examen, previa citación de las partes.

Justificación:

No. Registro: 193,031


Jurisprudencia. Materia(s): Laboral
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
X, Octubre de 1999. Tesis: 2a./J. 121/99. Página: 303

DOCUMENTAL PÚBLICA CONSISTENTE EN EXPEDIENTES QUE SE ENCUENTRAN EN


LOS ARCHIVOS DE LA MISMA JUNTA QUE CONOCE DEL ASUNTO. SU OFRECIMIENTO
Y ADMISIÓN DEBEN SATISFACER LOS REQUISITOS LEGALES QUE ESTABLECE LA
LEY FEDERAL DEL TRABAJO, ATENDIENDO A LOS PRINCIPIOS DE ECONOMÍA Y
SENCILLEZ DEL PROCESO. Los artículos del 795 al 801, 803, 806, 807 y del 810 al 812, de la
Ley Federal del Trabajo, establecen diversas formas específicas y requisitos relacionados con el
ofrecimiento y admisión de la prueba documental pública en una controversia laboral, que deben
cumplirse. No obstante, de la interpretación lógica y sistemática de lo dispuesto por los artículos
685, 687, 776, 782 y 783 de la Ley Federal del Trabajo, se infiere que por regla general la Junta de
Conciliación y Arbitraje tiene la obligación de tomar las medidas necesarias para lograr la mayor
economía, concentración y sencillez del proceso laboral, en las que quedan comprendidos los
requisitos y forma determinada respecto del ofrecimiento y admisión de una prueba documental
pública, consistente en las actuaciones contenidas en diverso juicio, cuyo expediente obra en los
archivos de la misma Junta, pues si la ley le concede la facultad de poder ordenar el examen de
documentos, objetos y lugares y, en general, para practicar las diligencias que juzgue conveniente
para el esclarecimiento de la verdad, es porque las partes interesadas tienen el derecho de ofrecer el
examen de documentos que puede consistir en la revisión de un diverso expediente relativo a distinto
juicio, máxime si dicha prueba no es contraria a la moral o al derecho, tiene relación con los hechos
controvertidos y fue ofrecida en la audiencia. Por consiguiente, aun cuando el oferente de la prueba
no hubiera acompañado copia certificada de esas actuaciones, o bien, copias simples de las mismas,
pidiendo el cotejo o compulsa, la Junta tiene la facultad de poder ordenar, con citación de las partes,
el examen de aquellos documentos que tenga a la vista, si ésta es apta para el esclarecimiento de la
verdad; de ahí que si el ofrecimiento y admisión de una prueba en una controversia laboral,
consistente en el examen de las actuaciones contenidas en diverso juicio, cuyo expediente obra en
los archivos de la misma Junta, se lleva a cabo con citación de las partes, tal actuación es legal, pues
se encuentra regulada por las disposiciones generales que también comprenden el ofrecimiento,
admisión y desahogo de una prueba documental pública de esa clase.

297
Contradicción de tesis 105/98. Entre las sustentadas por el Cuarto y Segundo Tribunales Colegiados,
ambos del Sexto Circuito. 3 de septiembre de 1999. Cinco votos. Ponente: Juan Díaz Romero.
Secretario: Aristeo Martínez Cruz.

Tesis de jurisprudencia 121/99. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
pública del tres de septiembre de mil novecientos noventa y nueve.

298
163. El artículo 825, fracción II, de la Ley Federal del Trabajo establece: “En el desahogo de la
prueba pericial se observarán las disposiciones siguientes: I. Cada parte presentará
personalmente a su perito el día de la audiencia, salvo el caso previsto en el artículo anterior; II.
Los peritos protestarán de desempeñar su cargo con arreglo a la Ley e inmediatamente rendirán
su dictamen; a menos que por causa justificada soliciten se señale nueva fecha para rendir su
dictamen; III. La prueba se desahogará con el perito que concurra, salvo el caso de la fracción II
del artículo que antecede, la Junta señalará nueva fecha, y dictará las medidas necesarias para
que comparezca el perito; IV. Las partes y los miembros de la Junta podrán hacer a los peritos
las preguntas que juzguen conveniente; y V. En caso de existir discrepancia en los dictámenes, la
Junta designará un perito tercero”. Ahora bien, la formalidad prevista en este artículo que exige
la comparecencia personal del perito ante la junta para protestar su cargo:

Es aplicable a todos los peritos sin distinción alguna.

Justificación:
No. Registro: 193,894
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
IX, Mayo de 1999. Página: 478. Tesis: 2a./J. 42/99
Jurisprudencia. Materia(s): laboral
PERITOS. LA FORMALIDAD DE SU COMPARECENCIA PERSONAL A PROTESTAR SU
CARGO ESTABLECIDA EN EL ARTÍCULO 825, FRACCIÓN II, DE LA LEY FEDERAL DEL
TRABAJO, ES APLICABLE A TODOS LOS PERITOS. El artículo 825 de la Ley Federal del
Trabajo, que establece el orden y las reglas a las que se sujetará el desahogo de la prueba pericial,
consigna en su fracción II, como presupuesto inicial, la obligación de los peritos de protestar el
desempeño de su cargo con arreglo a la ley. Este requisito, por el hecho de encontrarse consignado
en una fracción previa a la que establece la procedencia de la designación del perito tercero en
discordia, en caso de existir discrepancia en los dictámenes de los peritos de las partes, no significa
que sea inaplicable al perito tercero, pues las reglas que establece el artículo 825 referido deben ser
respetadas tanto por los peritos de las partes, como por el tercero en discordia, dado que no hay
motivo para establecer que los peritos terceros están sujetos a un régimen procesal distinto del que
atañe a los peritos de las partes. Además, la protesta constituye una formalidad relevante por sus
efectos, ya que trae consigo el perfeccionamiento de la designación mediante la aceptación del cargo
y la vinculación a que el perito se sujetará en el desempeño de su labor a las obligaciones que la ley
le impone, a saber, la de manifestar sus conocimientos sobre la ciencia, técnica o arte relativa, de
acuerdo al cuestionamiento que se le formule, con estricto apego a la verdad y con imparcialidad,
incurriendo en responsabilidad en caso contrario. Por ello, debe considerarse que la protesta del
desempeño del cargo con arreglo a la ley constituye una formalidad esencial para el desahogo de la
prueba pericial, aplicable a todos los peritos, sean designados por las partes o por la Junta, en este
último caso ya sea que nombre al que corresponda al trabajador en los casos en que así procede
previstos en el artículo 824 de la propia ley o al perito tercero en discordia, y si, para realizarla, el
legislador consideró necesaria su comparecencia personal al consignarlo así en la fracción II del
artículo 825, no existe razón alguna para hacer una diferenciación al respecto atendiendo a si la
designación del perito procede de las partes o de la Junta, de acuerdo al principio jurídico de que

299
donde la ley no distingue no tiene por qué hacerse distinción alguna, máxime si, conforme a lo
señalado, tal protesta constituye una formalidad esencial que debe cumplir todo perito.
Contradicción de tesis 58/98. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito y
Primer Tribunal Colegiado del Décimo Noveno Circuito. 30 de abril de 1999. Unanimidad de cuatro
votos. Ausente: Mariano Azuela Güitrón. Ponente: Mariano Azuela Güitrón; en su ausencia hizo suyo el
proyecto el Ministro Juan Díaz Romero. Secretaria: Lourdes Ferrer Mac Gregor Poisot.
Tesis de jurisprudencia 42/99. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintitrés de abril de mil novecientos noventa y nueve.

300
164. El artículo 123, apartado B, fracción X, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos establece: “(...) El Congreso de la Unión, sin contravenir a las bases siguientes
deberá expedir leyes sobre el trabajo, las cuales regirán: B.- Entre los Poderes de la Unión, el
Gobierno del Distrito Federal y sus trabajadores: X. Los trabajadores tendrán el derecho de
asociarse para la defensa de sus intereses comunes (...)”. Ahora bien, las disposiciones legales o
estatutarias que establecen la existencia de un sindicato único de trabajadores al servicio de
una dependencia pública:

Vulneran la libertad sindical prevista en el precepto transcrito.


Justificación:
No. Registro: 193,868
Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
IX, Mayo de 1999. Página: 5. Tesis: P./J. 43/99
Jurisprudencia. Materia(s): Constitucional, laboral
SINDICACIÓN ÚNICA. LAS LEYES O ESTATUTOS QUE LA PREVÉN, VIOLAN LA
LIBERTAD SINDICAL CONSAGRADA EN EL ARTÍCULO 123, APARTADO B, FRACCIÓN
X, CONSTITUCIONAL. El artículo 123 constitucional consagra la libertad sindical con un sentido
pleno de universalidad, partiendo del derecho personal de cada trabajador a asociarse y reconociendo
un derecho colectivo, una vez que el sindicato adquiere existencia y personalidad propias. Dicha
libertad debe entenderse en sus tres aspectos fundamentales: 1. Un aspecto positivo que consiste en
la facultad del trabajador para ingresar a un sindicato ya integrado o constituir uno nuevo; 2. Un
aspecto negativo, que implica la posibilidad de no ingresar a un sindicato determinado y la de no
afiliarse a sindicato alguno; y 3. La libertad de separación o renuncia de formar parte de la
asociación. Ahora bien, el mandamiento de un solo sindicato de burócratas por dependencia
gubernativa que establezcan las leyes o estatutos laborales, viola la garantía social de libre
sindicación de los trabajadores prevista en el artículo 123, apartado B, fracción X, de la Constitución
Federal de la República, toda vez que al regular la sindicación única restringe la libertad de
asociación de los trabajadores para la defensa de sus intereses.
Amparo en revisión 337/94. Sindicato del Personal Académico de la Universidad de Guadalajara. 21
de mayo de 1996. Unanimidad de diez votos. Ausente: Juventino V. Castro y Castro. Ponente:
Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretario: Alfredo E. Báez López.
Amparo en revisión 338/95. Sindicato de Solidaridad de los Trabajadores de los Poderes del Estado de
Oaxaca y Organismos Descentralizados. 21 de mayo de 1996. Unanimidad de diez votos. Ausente:
Juventino V. Castro y Castro. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretario: Ariel Alberto Rojas Caballero.
Amparo en revisión 408/98. Sindicato Nacional de Trabajadores del Servicio de Administración
Tributaria y coags. 11 de mayo de 1999. Unanimidad de diez votos. Ausente: José Vicente Aguinaco
Alemán. Ponente: José Vicente Aguinaco Alemán; en su ausencia hizo suyo el proyecto el Ministro
Juan Díaz Romero. Secretario: Jorge Alberto González Álvarez.
Amparo en revisión 1339/98. Francisco Pacheco García y coags. 11 de mayo de 1999. Unanimidad de diez votos.
Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Armando Cortés Galván.

301
Amparo en revisión 1475/98. Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo. 11 de mayo
de 1999. Unanimidad de diez votos. Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Humberto
Román Palacios. Secretario: Antonio Espinoza Rangel.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el veintisiete de mayo en curso, aprobó, con el
número 43/1999, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintisiete de
mayo de mil novecientos noventa y nueve.
Nota: Por ejecutoria de fecha 9 de septiembre de 2005, la Segunda Sala declaró inexistente la
contradicción de tesis 15/2005-PL en que participó el presente criterio.

302
165. Lea los siguientes artículos de la Ley Federal del Trabajo: “Artículo 151. Cuando las
habitaciones se den en arrendamiento a los trabajadores, la renta no podrá exceder del medio
por ciento mensual del valor catastral de la finca y se observarán las normas siguientes: (...) II.
Los trabajadores tienen las obligaciones siguientes: (...) b). Cuidar de la habitación como si
fuera propia”. “Artículo 892. Las disposiciones de este Capítulo rigen la tramitación de los
conflictos que se susciten con motivo de la aplicación de los artículos 5o., fracción III; 28,
fracción III; 151; 153, fracción X; 158; 162; 204, fracción IX; 209, fracción V; 210; 236,
fracciones II y III; 389; 418; 425, fracción IV; 427, fracciones I, II y VI; 434, fracciones I, III y
V; 439; 503 y 505 de esta Ley y los conflictos que tengan por objeto el cobro de prestaciones
que no excedan del importe de tres meses de salarios”. En un juicio laboral se absuelve al
patrón de reinstalar al trabajador por considerar que el despido fue justificado.
Posteriormente, mediante el procedimiento especial, el patrón reclama de quien fue su
trabajador la entrega de la habitación que le otorgó en comodato mientras durara la relación
laboral. Ahora bien, el laudo dictado en ese procedimiento especial es impugnable mediante:

El juicio de amparo directo.

Justificación:
No. Registro: 187,527
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XV, Marzo de 2002
Página: 198
Tesis: 2a./J. 19/2002
Jurisprudencia
Materia(s): laboral

HABITACIONES A TRABAJADORES OTORGADAS EN ARRENDAMIENTO O COMODATO


MIENTRAS DURA LA RELACIÓN LABORAL. PROCEDE EL AMPARO DIRECTO CONTRA
LA RESOLUCIÓN DE LA JUNTA CON QUE CULMINA EL PROCEDIMIENTO ESPECIAL DE
DEVOLUCIÓN. El procedimiento especial que de conformidad con lo dispuesto en el artículo 892
de la Ley Federal del Trabajo debe tramitarse acorde con las normas que lo regulan, cuando el patrón
ejerce la pretensión que le asiste en términos del artículo 151, fracción II, inciso d), del mismo
ordenamiento legal, con el fin de que, con motivo de la terminación de la relación laboral, le sea
devuelta la posesión de las habitaciones que dio en arrendamiento o en comodato a los que le
prestaron un trabajo personal subordinado, constituye un verdadero juicio que se inicia con una
demanda y se desarrolla en una sola audiencia, donde las partes tienen oportunidad, en caso de no
llegar a un arreglo conciliatorio, de exponer lo que a su derecho convenga, de precisar sus
peticiones, de ofrecer y rendir pruebas y de formular alegatos y concluye con una resolución en la
que la Junta decide sobre el fondo del conflicto al que se contrae la litis natural, en la cual será
materia de debate tanto la insubsistencia del vínculo laboral como el origen de la posesión que del
inmueble relativo detenta el trabajador, por lo que no existe motivo alguno para considerar que el
laudo respectivo es impugnable en amparo indirecto, ya que al tener por objeto dirimir una precisa y
autónoma controversia que no tiene como finalidad concretar las consecuencias jurídicas de un
diverso laudo, no puede analogarse a un acto dictado fuera de juicio o en ejecución de sentencia,

303
para efectos de lo dispuesto en el artículo 114, fracción III, de la Ley de Amparo. Por tanto, debe
concluirse que las resoluciones que emite la Junta de Conciliación y Arbitraje competente en los
referidos procedimientos especiales tienen las características de un laudo en términos de la fracción
III del artículo 837 de la ley en cita, por cuanto deciden sobre el fondo del conflicto planteado, sin
que admitan ningún recurso a virtud del cual puedan ser modificadas o revocadas, de manera tal que
en su contra procede el amparo directo ante el Tribunal Colegiado de Circuito que corresponda, de
conformidad con lo dispuesto en los artículos 107, fracciones III, inciso a) y V, inciso d), de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 44, 46 y 158 de la Ley de Amparo.

Contradicción de tesis 100/2001-SS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Vigésimo Circuito y el actual Primer Tribunal Colegiado del Décimo Circuito. 15 de febrero de
2002. Cinco votos. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretaria: Aída García Franco.

Tesis de jurisprudencia 19/2002. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veinte de febrero de dos mil dos.

304
166. El artículo 827 de la Ley Federal del Trabajo estatuye: “La parte que ofrezca la
inspección deberá precisar el objeto materia de la misma; el lugar donde debe practicarse; los
períodos que abarcará y los objetos y documentos que deben ser examinados. Al ofrecerse la
prueba, deberá hacerse en sentido afirmativo, fijando los hechos o cuestiones que se pretenden
acreditar con la misma”. Ahora bien, si en un incidente de nulidad se ofrece la prueba de
inspección respecto de documentos que debe conservar el patrón, dicha prueba:

Además de poderse desahogar en el domicilio del patrón también puede señalarse para su
desahogo el local de la junta. En este último caso, el patrón tendría que exhibir los
documentos para llevar a cabo la inspección.

Justificación:
No. Registro: 188,770
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIV, Septiembre de 2001
Página: 495
Tesis: 2a./J. 39/2001
Jurisprudencia
Materia(s): laboral

PRUEBA DE INSPECCIÓN EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL. SI SE OFRECE PARA


EXAMINAR LOS DOCUMENTOS QUE EL PATRÓN TIENE OBLIGACIÓN DE CONSERVAR
Y EXHIBIR EN JUICIO, PUEDE SEÑALARSE VÁLIDAMENTE PARA SU DESAHOGO EL
LOCAL DE LA JUNTA DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE. Si se toma en consideración que
conforme a lo dispuesto en los artículos 784 y 804 de la Ley Federal del Trabajo, es obligación de la
parte patronal conservar y exhibir en juicio los documentos que en el numeral últimamente citado se
precisan, bajo el apercibimiento de que de no presentarlos se presumirán ciertos los hechos alegados
por el trabajador y, asimismo, que el artículo 827 de la propia ley únicamente establece que la parte
que ofrezca la prueba de inspección debe señalar, entre otros requisitos, el lugar donde deba
practicarse, resulta inconcuso que si dicha prueba se ofrece para examinar los aludidos documentos,
puede señalarse válidamente para su desahogo el local de la Junta de Conciliación y Arbitraje. Lo
anterior es así, porque con ello se colma la intención del legislador, en el sentido de que, por una
parte, se exhiban en juicio los documentos que establece el referido artículo 804 y, por otra, se
cumplan los requisitos para ofrecer la prueba de inspección, entre ellos, el señalar el lugar donde ha
de practicarse. Además, ningún precepto de la Ley Federal del Trabajo prevé que la indicada
probanza deba desahogarse, necesariamente en el domicilio donde se encuentren los documentos
materia de la misma, por lo que si el legislador no distinguió, el juzgador tampoco puede hacerlo. Lo
anterior no descarta la posibilidad de que la Junta designe como lugar de desahogo el domicilio del
patrón cuando exista causa justificada.

Contradicción de tesis 46/2001-SS. Entre las sustentadas por el Séptimo y Noveno Tribunales
Colegiados en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 22 de agosto de 2001. Unanimidad de cuatro
votos. Ausente: Mariano Azuela Güitrón. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario:
Guillermo Becerra Castellanos.

305
Tesis de jurisprudencia 39/2001. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del siete de septiembre de dos mil uno.

306
167. El desechamiento de una demanda laboral es impugnable en:

Amparo directo por tratarse de una resolución que pone fin al juicio.

Justificación:

No. Registro: 194,715


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
IX, Enero de 1999
Tesis: 2a./J. 87/98
Página: 56

DEMANDA LABORAL. EL ACUERDO QUE LA DESECHA PONE FIN AL JUICIO Y, POR


TANTO, ES RECLAMABLE EN AMPARO DIRECTO. De lo dispuesto en los artículos 107,
fracciones III, inciso a), y V, constitucional; 44, 46, tercer párrafo, y 158 de la Ley de Amparo, se
desprenden los requisitos de procedencia del juicio de amparo directo y la competencia de los
órganos jurisdiccionales a los que corresponde resolverlo. Esta Suprema Corte de Justicia ha
estimado, en reiteradas ocasiones, que el juicio se inicia, para los efectos del amparo, con la
presentación de la demanda ante el órgano correspondiente, atendiendo a las reformas
constitucionales y legales del quince de enero de mil novecientos ochenta y ocho. En tal virtud, el
acuerdo que desecha una demanda laboral, constituye una resolución que pone fin al juicio, por lo
que en su contra procede el amparo directo, porque las pruebas para analizar la constitucionalidad
del acto deben obrar en el expediente de la responsable y, por ello, no se justifica el trámite de un
juicio que admite dos instancias y una audiencia que prevé el periodo de pruebas, atentando contra
los principios de economía procesal y celeridad en la administración de justicia.

Contradicción de tesis 36/98-PL. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materia de
Trabajo de Primer Circuito y el Sexto Tribunal Colegiado en la misma materia y circuito. 30 de octubre
de 1998. Cinco votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: José Gabriel Clemente Rodríguez.

Tesis de jurisprudencia 87/98. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
pública del treinta de octubre de mil novecientos noventa y ocho.

307
168. En un incidente nulidad promovido en un juicio laboral se ofrece la prueba pericial. De
conformidad con la jurisprudencia de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, el oferente:

Podrá desistir de la prueba hasta antes de que el perito tercero en discordia rinda el dictamen.

Justificación:

No. Registro: 194,701


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
IX, Enero de 1999
Tesis: 2a./J. 4/99
Página: 93

PRUEBA PERICIAL EN MATERIA LABORAL. EL OFERENTE DE LA MISMA PUEDE


DESISTIR DE ELLA HASTA ANTES DE QUE SE RINDA EL DICTAMEN DEL PERITO
TERCERO EN DISCORDIA. El ofrecimiento y desistimiento de los medios probatorios es un
derecho procesal de las partes, por lo que la parte oferente de una prueba pericial puede desistir de
ella hasta antes de que se rinda el dictamen del perito tercero en discordia, dado que no se rompe con
ello el equilibrio procesal, no afectándose a la contraparte y, por otro lado, se respetan los principios
de instancia de parte, economía y concentración procesales que rigen los procesos laborales. El
hecho de que en el nombramiento y actuación del perito tercero en discordia no intervenga la parte
oferente, no es razón que justifique una conclusión contraria a la expuesta, ya que dicho
nombramiento y actuación no es sino la consecuencia procesal necesaria del ofrecimiento de la
prueba señalada, por lo que no puede desvincularse del derecho procesal que tiene su oferente de
desistir de ella. Tampoco es aplicable a este caso el principio de comunidad o adquisición de la
prueba, dado que en el momento señalado, la pericial no se encuentra totalmente desahogada y, por
lo mismo, puede ser motivo de desistimiento. La conclusión expuesta también se ve fortalecida por
el principio inquisitivo que rige el procedimiento laboral, ya que en todo caso la Junta se encuentra
facultada para ordenar el desahogo de las pruebas que estime necesarias.

Contradicción de tesis 25/97. Entre las sustentadas por el Segundo y Séptimo Tribunales Colegiados
en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 18 de noviembre de 1998. Cinco votos. Ponente: Mariano
Azuela Güitrón. Secretario: Ariel Alberto Rojas Caballero.

Tesis de jurisprudencia 4/99. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión pública
del dieciocho de noviembre de mil novecientos noventa y ocho.

308
169. La primera etapa del procedimiento de huelga abarca desde la presentación del pliego
petitorio por la coalición de trabajadores hasta:

La orden de emplazamiento al patrón.

Justificación:

No. Registro: 195,400


Jurisprudencia. Materia(s): Laboral
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VIII, Octubre de 1998. Tesis: 2a./J. 79/98. Página: 445

HUELGA. SUS ETAPAS PROCEDIMENTALES. El análisis de las disposiciones contenidas en el


título octavo, capítulos I y II, y título decimocuarto, capítulo XX, de la Ley Federal del Trabajo,
permite distinguir, con base en los efectos jurídicos que se producen para las partes y terceros, tres
principales etapas dentro del procedimiento de huelga, cuyas características esenciales son las
siguientes: a) La primera, que comprende desde la presentación del pliego petitorio por la
coalición de trabajadores hasta la orden de emplazamiento al patrón. En esta fase se precisa el
motivo, objeto, fecha y hora de la suspensión de labores, se verifica el cumplimiento de los
requisitos de procedibilidad por la autoridad y, en caso de quedar satisfechos, se ordenará su
notificación al patrón o, de no ser procedente la petición, se negará el trámite correspondiente, dando
por concluido el procedimiento; b) La segunda etapa, conocida también como de pre-huelga, abarca
desde el emplazamiento al patrón hasta antes de la suspensión de labores. La notificación del pliego
petitorio produce el efecto jurídico de constituir al patrón en depositario de la empresa afectada por
la huelga, lo que le impide realizar actos de disposición sobre los bienes del establecimiento,
asimismo, se genera la suspensión de la ejecución de las sentencias y diligencias de aseguramiento
que recaigan sobre los tales bienes, distintas de fallos laborales y cobro de créditos fiscales, en los
términos previstos en la ley. También en esta etapa se celebra la audiencia de conciliación ante la
Junta de Conciliación y Arbitraje, en que se procurará el avenimiento de las partes, sin prejuzgar
sobre la existencia o justificación del movimiento y, de no llegar a una solución, previamente al
estallamiento de la huelga, se fijará el número de trabajadores que deberán continuar laborando, en
los casos en que pueda verse afectada la seguridad de la empresa, los bienes de producción o la
reanudación de los trabajos y; c) La última etapa se circunscribirse del momento de suspensión de
labores hasta la resolución de fondo del conflicto. El estallamiento de la huelga suspende los efectos
de las relaciones de trabajo y la tramitación de las solicitudes y conflictos de naturaleza económica,
durante el periodo de paro de labores. Dentro de las setenta y dos horas siguientes al inicio de la
huelga, se podrá solicitar la declaración de su inexistencia por no reunir los requisitos de procedencia
y objetivos previstos en la ley, con lo que el patrón quedaría libre de responsabilidad y se fijaría a los
trabajadores un plazo de veinticuatro horas para regresar a laborar, apercibiéndoles que de no acatar
lo anterior se darán por terminadas las relaciones de trabajo. De lo contrario, la huelga se considerará
legalmente existente, por lo que su conclusión, en el fondo, sólo podría darse por acuerdo entre las
partes, allanamiento del patrón a las peticiones o laudo arbitral a cargo de quien elijan las partes o de
la Junta en mención, si los trabajadores sometieron a ella la decisión, fallo que resolvería en
definitiva sobre la justificación o injustificación de la suspensión de labores.

309
Contradicción de tesis 38/97. Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales Colegiados
en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 26 de junio de 1998. Cinco votos. Ponente: Mariano
Azuela Güitrón. Secretario: Humberto Suárez Camacho.

Tesis de jurisprudencia 79/98. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
pública del día veintiséis de junio de mil novecientos noventa y ocho.

310
170. El patrón puede solicitar a la junta la declaración de inexistencia de una huelga por no
reunir los requisitos de procedencia y objetivos previstos en la ley, a fin de quedar libre de
responsabilidad y de que se fije a los trabajadores un plazo de veinticuatro horas para
regresar a laborar, apercibiéndoles que de no acatar lo anterior se darán por terminadas las
relaciones de trabajo. Ahora bien, la declaración de inexistencia de la huelga puede solicitarse:

Dentro de las setenta y dos horas siguientes al inicio de la huelga.

Justificación:

No. Registro: 195,400


Jurisprudencia. Materia(s): Laboral
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VIII, Octubre de 1998. Tesis: 2a./J. 79/98. Página: 445

HUELGA. SUS ETAPAS PROCEDIMENTALES. El análisis de las disposiciones contenidas en el


título octavo, capítulos I y II, y título decimocuarto, capítulo XX, de la Ley Federal del Trabajo,
permite distinguir, con base en los efectos jurídicos que se producen para las partes y terceros, tres
principales etapas dentro del procedimiento de huelga, cuyas características esenciales son las
siguientes: a) La primera, que comprende desde la presentación del pliego petitorio por la coalición
de trabajadores hasta la orden de emplazamiento al patrón. En esta fase se precisa el motivo, objeto,
fecha y hora de la suspensión de labores, se verifica el cumplimiento de los requisitos de
procedibilidad por la autoridad y, en caso de quedar satisfechos, se ordenará su notificación al patrón
o, de no ser procedente la petición, se negará el trámite correspondiente, dando por concluido el
procedimiento; b) La segunda etapa, conocida también como de pre-huelga, abarca desde el
emplazamiento al patrón hasta antes de la suspensión de labores. La notificación del pliego petitorio
produce el efecto jurídico de constituir al patrón en depositario de la empresa afectada por la huelga,
lo que le impide realizar actos de disposición sobre los bienes del establecimiento, asimismo, se
genera la suspensión de la ejecución de las sentencias y diligencias de aseguramiento que recaigan
sobre los tales bienes, distintas de fallos laborales y cobro de créditos fiscales, en los términos
previstos en la ley. También en esta etapa se celebra la audiencia de conciliación ante la Junta de
Conciliación y Arbitraje, en que se procurará el avenimiento de las partes, sin prejuzgar sobre la
existencia o justificación del movimiento y, de no llegar a una solución, previamente al estallamiento
de la huelga, se fijará el número de trabajadores que deberán continuar laborando, en los casos en
que pueda verse afectada la seguridad de la empresa, los bienes de producción o la reanudación de
los trabajos y; c) La última etapa se circunscribirse del momento de suspensión de labores hasta la
resolución de fondo del conflicto. El estallamiento de la huelga suspende los efectos de las
relaciones de trabajo y la tramitación de las solicitudes y conflictos de naturaleza económica, durante
el periodo de paro de labores. Dentro de las setenta y dos horas siguientes al inicio de la huelga,
se podrá solicitar la declaración de su inexistencia por no reunir los requisitos de procedencia
y objetivos previstos en la ley, con lo que el patrón quedaría libre de responsabilidad y se fijaría a
los trabajadores un plazo de veinticuatro horas para regresar a laborar, apercibiéndoles que de no
acatar lo anterior se darán por terminadas las relaciones de trabajo. De lo contrario, la huelga se
considerará legalmente existente, por lo que su conclusión, en el fondo, sólo podría darse por
acuerdo entre las partes, allanamiento del patrón a las peticiones o laudo arbitral a cargo de quien

311
elijan las partes o de la Junta en mención, si los trabajadores sometieron a ella la decisión, fallo que
resolvería en definitiva sobre la justificación o injustificación de la suspensión de labores.

Contradicción de tesis 38/97. Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales Colegiados
en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 26 de junio de 1998. Cinco votos. Ponente: Mariano
Azuela Güitrón. Secretario: Humberto Suárez Camacho.

Tesis de jurisprudencia 79/98. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
pública del día veintiséis de junio de mil novecientos noventa y ocho.

312
171. En el artículo transitorio de un decreto que reforma una ley del Instituto de Seguridad y
Servicios Sociales de una entidad federativa, se modifica la forma de calcular la pensión de los
trabajadores que se encuentren cotizando al entrar en vigor la ley. Conforme a la ley
abrogada, la pensión se calculaba con base en el salario nominal; en cambio, en virtud del
artículo transitorio, se calculará con base en el salario neto (en ese caso inferior al nominal).
Ahora bien, un trabajador que se encontraba cotizando cuando entró en vigor la nueva ley
promueve juicio de garantías haciendo valer que el citado artículo transitorio resulta
violatorio de la garantía de irretroactividad de las leyes. Lo anterior, porque cuando se jubile
se le otorgará una pensión inferior a la que tenía derecho antes de que entrara en vigor la
nueva. En este caso, el planteamiento del quejoso resulta:

Infundado, pues no resulta retroactiva conforme a las teorías mencionadas en los incisos anteriores.

Justificación:

No. Registro: 195,676


Jurisprudencia
Materia(s): Constitucional, Laboral
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VIII, Agosto de 1998
Tesis: P./J. 42/98
Página: 10

JUBILACIÓN DE LOS TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO DE NUEVO LEÓN.


LOS PÁRRAFOS PRIMERO Y SEGUNDO DEL ARTÍCULO SEXTO TRANSITORIO DEL
DECRETO 241 QUE REFORMÓ LA LEY DEL ISSSTELEÓN, EN CUANTO A LAS BASES
QUE RIGEN A AQUÉLLA, NO VIOLAN LA GARANTÍA DE IRRETROACTIVIDAD. El
párrafo primero del artículo sexto transitorio del Decreto 241 del Congreso del Estado de Nuevo
León, de veintidós de diciembre de mil novecientos noventa y tres, que reformó la Ley del Instituto
de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de Nuevo León, dispone que: "Los
servidores públicos que se encontraban sujetos al régimen de cotización previsto en el ordenamiento
abrogado, podrán jubilarse a los treinta años de servicio y veintiocho en el caso de la mujer,
alcanzando una pensión proporcional a su último salario de cotización neto, conforme a la siguiente
tabla."; en tanto que, el párrafo segundo precisa la indicada "tabla". Ahora bien, la circunstancia de
que esta reforma legal dé lugar a que quienes se jubilen a partir de su vigencia obtengan menos
beneficios que quienes lo hicieron con anterioridad, en virtud de la aplicación del salario neto, en vez
del nominal que antes se consideraba, y por la modificación de los porcentajes para el cálculo de la
pensión, no implica que se viole la garantía de irretroactividad de las leyes, prevista en el primer
párrafo del artículo 14 constitucional, tanto a la luz de la teoría de los derechos adquiridos como a la
de la teoría de los componentes de la norma. En relación con la primera teoría, debe considerarse
que la pensión por jubilación no constituye un derecho que los trabajadores en activo adquieran por
existir la relación laboral equiparada y por haber cotizado en el sistema relativo, ya que la
introducción de dicha prestación al patrimonio jurídico de aquéllos se encuentra condicionada al
cumplimiento de los años de servicio requeridos para ello, por lo que mientras ese requisito no se

313
cumpla, tal prestación constituye una mera expectativa de derecho, de lo que se sigue que la
disposición transitoria en comento no afecta derechos adquiridos, respetándose la garantía señalada.
Por otra parte, con base en la teoría de los componentes de la norma y dado que el derecho a la
jubilación es la consecuencia jurídica de una serie de supuestos o actos parciales, el hecho de que los
trabajadores al servicio del Estado de Nuevo León que obtengan tal prestación con posterioridad a la
entrada en vigor de la reforma en comento reciban un trato menos benéfico de los que la hubieren
obtenido con anterioridad, no provoca una violación a la citada garantía, pues el nuevo salario base
para calcular el monto de la pensión por jubilación, y el porcentaje al que ella equivaldrá constituyen
supuestos parciales de tal prerrogativa laboral, que una vez actualizados generan el derecho a la
jubilación; además, la constitucionalidad de la modificación legal de mérito deriva de que mediante
ella no se afectan los supuestos parciales, previamente acontecidos, de dicha consecuencia, pues no
desconoce los años de servicio, las cotizaciones y el periodo durante el cual se realizaron.

Amparo en revisión 278/95. Amada Alvarado González y coags. 29 de agosto de 1996. Unanimidad
de diez votos. Ausente: Juan N. Silva Meza. Ponente: Olga María Sánchez Cordero. Secretaria:
Norma Lucía Piña Hernández.

Amparo en revisión 337/95. María del Socorro Ceseñas Chapa y coags. 27 de febrero de 1997.
Unanimidad de diez votos. Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Mariano Azuela
Güitrón. Secretario: Humberto Suárez Camacho.

Amparo en revisión 483/97. María Luisa Quintanilla Bernardina. 23 de septiembre de 1997.


Unanimidad de nueve votos. Ausentes: Sergio Salvador Aguirre Anguiano y Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretaria: Clementina Flores Suárez.

Amparo en revisión 202/96. María de los Ángeles Cecilia Morales Álvarez y coags. 31 de marzo de
1998. Once votos. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretario: Homero Fernando Reed Ornelas.

Amparo en revisión 336/95. Marco Antonio Rentería Cantú y coags. 31 de marzo de 1998. Once
votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Alejandra de León González.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el seis de agosto en curso, aprobó, con el número
42/1998, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a seis de agosto de mil
novecientos noventa y ocho.

Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo VI, noviembre de
1997, tesis P./J. 87/97, página 7, de rubro: "IRRETROACTIVIDAD DE LAS LEYES. SU
DETERMINACIÓN CONFORME A LA TEORÍA DE LOS COMPONENTES DE LA NORMA.".

314
172. El artículo 123, apartado A, fracción XII, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos establece: “El Congreso de la Unión, sin contravenir a las bases siguientes deberá
expedir leyes sobre el trabajo, las cuales regirán: A.- Entre los obreros, jornaleros, empleados
domésticos, artesanos y de una manera general, todo contrato de trabajo: (…) XII. Toda empresa
agrícola, industrial, minera o de cualquier otra clase de trabajo, estará obligada, según lo
determinen las leyes reglamentarias a proporcionar a los trabajadores habitaciones cómodas e
higiénicas. Esta obligación se cumplirá mediante las aportaciones que las empresas hagan a un
fondo nacional de la vivienda a fin de constituir depósitos en favor de sus trabajadores y establecer
un sistema de financiamiento que permita otorgar a éstos crédito barato y suficiente para que
adquieran en propiedad tales habitaciones.- Se considera de utilidad social la expedición de una
ley para la creación de un organismo integrado por representantes del Gobierno Federal, de los
trabajadores y de los patrones, que administre los recursos del fondo nacional de la vivienda.
Dicha ley regulará las formas y procedimientos conforme a los cuales los trabajadores podrán
adquirir en propiedad las habitaciones antes mencionadas (…)”. En 1997, se reformó la Ley del
Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) a fin de que los
trabajadores que no hagan uso del crédito para adquirir viviendas puedan retirar los fondos de su
propiedad, o bien, optar por que se acumulen a su fondo de pensiones. Esta reforma:

No vulnera la disposición constitucional transcrita, porque tales fondos son propiedad del trabajador.

Justificación:

No. Registro: 195,857


Jurisprudencia
Materia(s): Constitucional, Laboral
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VIII, Julio de 1998
Tesis: P./J. 33/98
Página: 26

INFONAVIT. LA REFORMA A ESA LEY POR DECRETO PUBLICADO EN EL DIARIO


OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL SEIS DE ENERO DE MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y
SIETE, NO CONTRAVIENE EL ARTÍCULO 123, APARTADO A, FRACCIÓN XII,
CONSTITUCIONAL. El texto de la fracción XII del apartado A del artículo 123 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos (vigente quince días después de la publicación del decreto
respectivo en el Diario Oficial de la Federación el catorce de febrero de mil novecientos setenta y
dos), modificó sustancialmente la obligación de los patrones que el texto anterior del propio
dispositivo establecía de proporcionar a los trabajadores habitaciones cómodas e higiénicas, pues
dispone que aquéllos deben constituir depósitos a favor de éstos para que adquieran las viviendas en
propiedad y establece un sistema de financiamiento que permite otorgarles un crédito barato y
suficiente; además, prevé la creación de un organismo integrado por representantes del Gobierno
Federal, de los trabajadores y de los patrones, que administre los recursos del Fondo Nacional de la
Vivienda. Por tanto, si son cosas distintas, el instituto, que administra los recursos del fondo, y éste,
que es un patrimonio de los trabajadores unificado al solo fin de otorgar créditos baratos y

315
suficientes para la adquisición de viviendas en propiedad, ha de concluirse que la reforma en examen
no viola el precepto constitucional citado, como tampoco lo transgrede al establecer que si los
trabajadores no hacen uso del crédito para adquirir viviendas puedan retirar los fondos de su
propiedad, o bien, optar porque se acumulen a su fondo de pensiones, pues con ello sólo se reconoce
que esos depósitos son propiedad del trabajador y pueden disponer de ellos. Así mismo, el que se
establezca que las aportaciones se entreguen a entidades receptoras, generalmente instituciones
bancarias, que manejen el fondo de vivienda separado del fondo de pensiones, tampoco contraría el
texto constitucional, porque esas entidades actúan por cuenta y orden del instituto, lográndose un
saneamiento en las finanzas de éste porque en lugar de que el Estado subsidie el rubro, se invierte el
capital de lo recaudado y se generan intereses a favor de cada trabajador.

Amparo en revisión 153/98. Servicios Inmobiliarios ICA, S.A. de C.V. 26 de marzo de 1998. Once
votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Lourdes Ferrer Mac Gregor Poisot.

Amparo en revisión 183/98. ICA Construcción Urbana, S.A. de C.V. 26 de marzo de 1998. Once
votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Lourdes Ferrer Mac Gregor Poisot.

Amparo en revisión 185/98. Grupo ICA, S.A. de C.V. y coags. 26 de marzo de 1998. Once votos.
Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Lourdes Ferrer Mac Gregor Poisot.

Amparo en revisión 195/98. ICA Ingeniería, S.A. de C.V. 26 de marzo de 1998. Once votos.
Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Lourdes Ferrer Mac Gregor Poisot.

Amparo en revisión 199/98. Aviateca, S.A. de C.V. 26 de marzo de 1998. Once votos. Ponente:
Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Lourdes Ferrer Mac Gregor Poisot.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el seis de julio en curso, aprobó, con el número
33/1998, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a seis de julio de mil
novecientos noventa y ocho.

316
173. Un patrón promueve juicio de amparo indirecto en contra de todo lo actuado en el
procedimiento de declaración de beneficiarios de uno de sus trabajadores (cuyo objeto es
determinar a quién corresponde el pago de las prestaciones que se adeudan al trabajador
fallecido), porque no fue llamado a aquél. En tal hipótesis:

Se actualiza la causal de improcedencia prevista en el artículo 73, fracción V, de la Ley de


Amparo, porque el patrón carece de interés jurídico para reclamar lo actuado en ese
procedimiento.

Justificación:

No. Registro: 196,119


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VII, Junio de 1998
Tesis: 2a./J. 22/98
Página: 92

BENEFICIARIOS EN MATERIA LABORAL, DECLARACIÓN DE. EL PATRÓN CARECE DE


INTERÉS JURÍDICO PARA IMPUGNAR SU RESOLUCIÓN. De una interpretación armónica de
los artículos 115, 501, 503, 892 a 899 y demás relativos de la Ley Federal del Trabajo, se concluye
que el procedimiento de beneficiarios y dependencia económica, que tiene como única finalidad que
se declare por parte de la autoridad laboral, quién es el que habrá de suceder al trabajador fallecido
en el beneficio de una condena en contra del patrón, respecto de una acción previamente instaurada,
sólo podría impugnarse por alguna de las personas que se considerara con mejor derecho en términos
de las fracciones I a V, del mencionado artículo 501, pero la determinación adoptada en el
procedimiento respectivo no genera un perjuicio o agravio personal y directo en la esfera jurídica del
patrón, habida cuenta de que al existir una condena previa en su contra, independientemente de
quién resulte beneficiario, él tendrá que cumplirla, lo que actualiza la hipótesis de improcedencia
prevista en la fracción V, del artículo 73 que, aplicado en concordancia con el artículo 74, fracción
III, ambos de la Ley de Amparo, conduce al sobreseimiento del juicio.

Contradicción de tesis 47/97. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del Quinto
Circuito y el Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y de Trabajo del Séptimo Circuito. 25 de
febrero de 1998. Cinco votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Edgar Humberto Muñoz Grajales.

Tesis de jurisprudencia 22/98. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
pública del veinticinco de febrero de mil novecientos noventa y ocho.

317
174. El artículo 128 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado,
Reglamentaria del Apartado B del Artículo 123 Constitucional establece: “Las audiencias,
según corresponda, estarán a cargo de los Secretarios de Audiencias, del Pleno o de las Salas y
Salas Auxiliares. El Secretario General de Acuerdos del Tribunal o los Secretarios Generales
Auxiliares de las Salas y Salas Auxiliares, resolverán todas las cuestiones que en ellas se
susciten. A petición de parte, formulada dentro de las veinticuatro horas siguientes, estas
resoluciones serán revisadas por el Pleno o por las Salas respectivas”. Como se ve, los
secretarios de audiencias de las salas del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje estarán
a cargo de tales audiencias; sin embargo, todas las cuestiones serán resueltas por el secretario
General de Acuerdos del Tribunal o por los secretarios generales auxiliares de las salas. Ahora
bien, el recurso de revisión previsto en el precepto transcrito procede:

Contra las resoluciones dictadas en las audiencias por cualquiera de los secretarios
mencionados en el precepto de que se trata.

Justificación:

No. Registro: 197,694


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VI, Septiembre de 1997. Tesis: 2a./J. 40/97. Página: 275

RECURSO DE REVISIÓN. INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 128 DE LA LEY FEDERAL


DE LOS TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO. Este dispositivo legal prevé, en su
párrafo primero, lo siguiente: "Las audiencias, según corresponda, estarán a cargo de los secretarios de
Audiencias, del Pleno o de las Salas y Salas Auxiliares. El secretario general de Acuerdos del tribunal
o los secretarios generales auxiliares de las Salas o Salas Auxiliares, resolverán todas las cuestiones
que en ellas se susciten. A petición de parte, formulada dentro de las veinticuatro horas siguientes,
estas resoluciones serán revisadas por el Pleno o por las Salas respectivas.". La interpretación del
párrafo transcrito debe hacerse en forma sistemática, a fin de conocer la intención del legislador; así,
esta Segunda Sala considera que el recurso de revisión que establece dicho precepto se prevé en razón
de la naturaleza de la resolución recurrida y no del carácter de la autoridad que la emitió; esto es así,
porque tal recurso fue creado por el legislador a fin de establecer en favor de las partes un medio de
defensa que les permita combatir las resoluciones dictadas en las audiencias respectivas, con motivo de
una cuestión suscitada en su decurso, independientemente de la autoridad que las emita. Además, el
hecho de que el secretario que dicta tal resolución carezca de facultades para ello, no hace
improcedente el recurso de que se trata, sino que, en todo caso, esa circunstancia puede ser la materia
del medio de impugnación, aunada a los demás agravios que se puedan aducir.

Contradicción de tesis 51/96. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Sexto y Séptimo
en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 2 de julio de 1997. Cinco votos. Ponente: Guillermo I.
Ortiz Mayagoitia. Secretario: Enrique Zayas Roldán.

318
Tesis de jurisprudencia 40/97. Aprobada por la Segunda Sala de este alto tribunal, en sesión pública
de dos de julio de mil novecientos noventa y siete, por unanimidad de cinco votos de los Ministros
Juan Díaz Romero, Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Mariano
Azuela Güitrón y presidente Genaro David Góngora Pimentel.

Nota: Las tesis contendientes en estas contradicciones se emitieron en amparos en revisión.

319
175. El artículo 364 de la Ley Federal del Trabajo estatuye: “Los sindicatos deberán
constituirse con veinte trabajadores en servicio activo o con tres patrones, por lo menos. Para
la determinación del número mínimo de trabajadores, se tomarán en consideración aquellos
cuya relación de trabajo hubiese sido rescindida o dada por terminada dentro del periodo
comprendido entre los treinta días anteriores a la fecha de presentación de la solicitud de
registro del sindicato y la en que se otorgue éste”. Ahora bien, un trabajador promueve un
juicio laboral en contra del sindicato del que reclama el reparto del producto de la venta de
unas acciones. El sindicato promueve incidente de incompetencia, porque considera que el
juicio debe ser resuelto por un juez civil, en virtud de que el trabajador ya no tiene el carácter
de agremiado de ese sindicato, porque ya está jubilado. Luego, a juicio del sindicato
demandado, ya no se trata de un conflicto entre el sindicato y uno de sus agremiados, por lo
que carece de naturaleza laboral. En este caso, el actor:

Todavía es miembro del sindicato aunque esté jubilado.

Justificación:

No. Registro: 198,224


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VI, Julio de 1997
Tesis: 2a./J. 26/97
Página: 146

SINDICATOS. LA JUBILACIÓN DE UN TRABAJADOR NO LE HACE PERDER LA


CALIDAD DE MIEMBRO SINDICALIZADO. El artículo 364 de la Ley Federal del Trabajo señala
que para la constitución de un sindicato de trabajadores es requisito legal indispensable que se
integre con veinte trabajadores en servicio activo; exigencia que aparece también en el artículo 360,
fracciones II, III y IV, de la citada ley, pues al hacerse mención de los sindicatos de trabajadores de
empresa, industriales o nacionales de industria (artículo 360, fracciones II, III y IV), se utiliza la
expresión "que presten sus servicios". Sin embargo, el incumplimiento de este requisito sólo da lugar
a la negativa del registro correspondiente, en términos del artículo 366, fracción II, de la Ley Federal
del Trabajo; e inclusive, en términos de lo dispuesto en el artículo 369, fracción II, de la propia ley, a
la cancelación de dicho registro cuando ya no se cuente con el número de trabajadores en activo
necesarios para la constitución del sindicato. Por tanto, si de conformidad con lo dispuesto en los
artículos 360, 364, 365, 366 y 369 de la Ley Federal del Trabajo, para permanecer como miembro de
un sindicato de trabajadores no se requiere, necesariamente, ser un trabajador en activo, cuando este
carácter desaparece porque la relación de trabajo ha concluido en definitiva, lo que sucede cuando el
trabajador obtiene la jubilación, no se pierde la calidad de sindicalizado, pues ninguna disposición de
la Ley Federal del Trabajo establece que un trabajador, a partir de que obtiene la jubilación, deja de
fungir como miembro del sindicato de que se trate, ya que esto sólo puede ocurrir en tres casos: por
renuncia, muerte o expulsión del trabajador. Además de que el artículo 356 de la referida ley,
interpretado con base en los principios de justicia social, conduce a establecer que el estudio, el

320
mejoramiento y la defensa de los intereses de la clase trabajadora conllevan a la búsqueda y
fortalecimiento de un derecho individual del trabajo y una seguridad social digna y suficiente para
cada uno de sus miembros, que no se agota en la conquista de derechos y beneficios con motivo de
la prestación inmediata del servicio personal subordinado, sino que va más allá, pues está también
encaminada a la obtención de derechos y beneficios en favor de quien realizó durante un tiempo
prolongado ese servicio y recibió con posterioridad su jubilación, cuya satisfacción cabal no sólo
debe confiarse al propio trabajador jubilado -por lo general mermado en sus condiciones físicas
debido al desgaste orgánico realizado-, sino también al sindicato al que pertenece, en tanto que con
ello este último puede preservar con mayor eficacia su tutela.

Contradicción de tesis 59/96. Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales Colegiados
del Décimo Quinto Circuito. 13 de junio de 1997. Cinco votos. Ponente: Juan Díaz Romero.
Secretario: Alejandro Sánchez López.

Tesis de jurisprudencia 26/97. Aprobada por la Segunda Sala de este alto tribunal, en sesión pública
de trece de junio de mil novecientos noventa y siete, por unanimidad de cinco votos de los Ministros
Juan Díaz Romero, Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Mariano
Azuela Güitrón y Presidente Genaro David Góngora Pimentel.

321
176. El artículo 527, fracción I, inciso 13, de la Ley Federal del Trabajo establece: “La
aplicación de las normas de trabajo corresponde a las autoridades federales, cuando se trate
de: (...) I. Ramas industriales: (...) 13. Química, incluyendo la química farmacéutica y
medicamentos”. En un juicio laboral, promovido por un trabajador de un laboratorio de
análisis clínicos ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, el patrón demandado hace
valer en la vía incidental que dicho asunto corresponde a la Junta Federal de Conciliación y
Arbitraje en términos del precepto transcrito. La junta resuelve el incidente declarándolo
infundado. Ahora bien, en ese caso, de una interpretación del artículo transcrito resulta
competente:

La Junta Local de Conciliación y Arbitraje porque los laboratorios de análisis clínicos no se


encuentran dentro de la rama de la industria química.

Justificación:

No. Registro: 200,586


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
III, Junio de 1996
Tesis: 2a./J. 27/96
Página: 238

COMPETENCIA LOCAL. A ELLA CORRESPONDEN LOS CONFLICTOS DE TRABAJO


PROMOVIDOS CONTRA LABORATORIOS DE ANÁLISIS CLÍNICOS. La controversia que se
suscite entre un laboratorio de análisis clínicos y sus trabajadores no es de la competencia federal, en
términos de lo dispuesto por el artículo 527, fracción I, inciso 13 de la Ley Federal del Trabajo, que se
refiere a la industria química (incluyendo la química farmacéutica y de medicamentos), ya que por ella
debe entenderse la organización de operaciones dirigidas a la elaboración de productos, sustancias y
compuestos orgánicos e inorgánicos obtenidos a partir de la transformación de ciertas materias primas
vegetales, minerales o animales; por tanto, dentro de tales operaciones no quedan comprendidas las
actividades de un laboratorio de análisis clínicos, en el que si bien se emplean productos químicos y se
realizan procesos de esta índole, no se orientan en sí a la producción de esos componentes, ni tampoco
a la investigación de los procedimientos necesarios para su obtención, sino que sólo se sirven de ellos
como medios para alcanzar un objetivo distinto. Además, debe considerarse que la jurisdicción federal
se surte por regla general cuando la empresa de que se trate tenga por objeto directo e inmediato las
operaciones inherentes y propias de cada rama industrial y no cuando simplemente utilice los
productos, resultado de aquéllas para transformarlos o comercializarlos.

Competencia 59/90. Suscitada entre la Junta Especial Diecinueve de la Federal de Conciliación y


Arbitraje con sede en Ciudad de Guadalupe, Nuevo León y la Junta Especial Número Seis de la
Local de Conciliación y Arbitraje en esa entidad federativa. 7 de mayo de 1990. Cinco votos.
Ponente: Juan Díaz Romero. Secretaria: Adriana Campuzano de Ortiz.

322
Competencia 60/90. Suscitada entre la Junta Especial Número Diecinueve de la Federal de
Conciliación y Arbitraje en el Estado de Nuevo León y la Junta Especial Número Seis de la Local de
Conciliación y Arbitraje de Monterrey, Nuevo León. 14 de mayo de 1990. Cinco votos. Ponente:
Carlos García Vázquez. Secretario: Sergio Novales Castro.

Competencia 57/90. Suscitada entre la Junta Especial Número Diecinueve de la Federal de


Conciliación y Arbitraje con sede en la Ciudad de Guadalupe, Nuevo León y la Junta Especial
Número Seis de la Local de Conciliación y Arbitraje en el Estado de Nuevo León. 6 de agosto de
1990. Cinco votos. Ponente: Felipe López Contreras. Secretario: Emiliano Hernández Salazar.

Competencia 246/95. Suscitada entre la Junta Especial Número Tres de la Local de Conciliación y
Arbitraje del Estado de Puebla y la Junta Especial Número Treinta y Tres de la Federal de
Conciliación y Arbitraje en el mismo Estado. 2 de agosto de 1995. Cinco votos. Ponente: Mariano
Azuela Güitrón. Secretaria: Ma. Estela Ferrer Mac Gregor Poisot.

Competencia 145/96. Suscitada entre la Junta Especial Número Tres Bis de la Local de Conciliación
y Arbitraje del Distrito Federal y la Junta Especial Número Quince de la Federal de Conciliación y
Arbitraje del Distrito Federal. 24 de mayo de 1996. Cinco votos. Ponente: Genaro David Góngora
Pimentel. Secretaria: Rosa María Galván Zárate.

Tesis de jurisprudencia 27/96. Aprobada por la Segunda Sala de este alto tribunal, en sesión privada
de siete de junio de mil novecientos noventa y seis, por cinco votos de los Ministros: Juan Díaz
Romero, Mariano Azuela Güitrón, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Sergio Salvador Aguirre
Anguiano y presidente Genaro David Góngora Pimentel.

323
177. Mediante un acuerdo administrativo, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
Trabajadores de una entidad federativa determinó incrementar las percepciones de los
jubilados en la misma proporción y fecha en que aumenten los salarios de los trabajadores en
activo. Conforme a la ley respectiva ese instituto se encontraba facultado para tomar esa
determinación. Dicho acuerdo fue ratificado en un convenio celebrado entre el gobierno del
Estado y un sindicato. Posteriormente se modifica la ley que regula al referido instituto, y en
un artículo transitorio se dejan sin efectos el acuerdo y el convenio antes mencionados, para
sustituir el mecanismo de incremento de las percepciones de los jubilados por un cálculo
basado en el Índice Nacional de Precios al Consumidor. Un jubilado que ya percibía su
pensión conforme a la legislación anterior promueve juicio de amparo indirecto en contra de
ese precepto transitorio, porque lo considera violatorio de la garantía de irretroactividad
prevista en el artículo 14 constitucional. Al respecto, dicho motivo de inconformidad es:

Fundado, porque se afecta una situación jurídica específica establecida en su favor con
anterioridad a la vigencia del artículo transitorio citado.

Justificación:

No. Registro: 200,001


Jurisprudencia. Materia(s): Constitucional, Laboral
Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
IV, Noviembre de 1996. Tesis: P./J. 63/96. Página: 19

JUBILACIÓN DINÁMICA DE LOS TRABAJADORES DEL ESTADO DE NUEVO LEÓN


ESTABLECIDA EN 1986. EL ARTÍCULO TERCERO TRANSITORIO DE LA LEY DEL
INSTITUTO DE SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DEL ESTADO, PUBLICADA EN EL
PERIÓDICO OFICIAL DE 13 DE OCTUBRE DE 1993, AL DEJAR SIN EFECTOS AQUÉLLA,
VIOLA LA GARANTÍA DE IRRETROACTIVIDAD. El Consejo Directivo del Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de Nuevo León, mediante acuerdo de
quince de mayo de mil novecientos ochenta y seis, determinó incrementar las percepciones de los
jubilados en la misma proporción y fecha en que aumenten los salarios de los trabajadores en activo.
Dicho Consejo, en los términos de la ley del Instituto publicada en el Periódico Oficial de veintiuno
de enero de mil novecientos ochenta y tres, tiene la representación legal del Instituto y, por ende, es
el órgano facultado para dictar acuerdos que mejoren los derechos establecidos en la ley a favor de
los trabajadores. El acuerdo mencionado fue ratificado en el convenio de veintinueve de mayo de mil
novecientos ochenta y seis, celebrado entre el Gobierno del Estado y el Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación, Sección 50. El artículo tercero transitorio de la ley del Instituto citado,
publicada en el Periódico Oficial de trece de octubre de mil novecientos noventa y tres, dejó sin
efectos los acuerdos y convenios celebrados con anterioridad relativos a las materias que regula la
ley, entre ellos, el acuerdo y convenio mencionados, estableciéndose en dicha Ley el incremento
anual de la renta mensual vitalicia de los jubilados conforme a un factor que se obtiene a través del
Indice Nacional de Precios al Consumidor. En consecuencia, el artículo tercero transitorio viola la
garantía de irretroactividad en perjuicio de los gobernados consagrada por el artículo 14
constitucional al dejar sin efectos el derecho adquirido por los jubilados consistente en el incremento
de sus percepciones en la misma proporción y fecha en que aumentaron los salarios de los

324
trabajadores en activo, afectando la situación jurídica específica establecida en su favor con
anterioridad a la vigencia del artículo transitorio citado.

Amparo en revisión 1382/94. Lucilda Pérez Salazar y otros. 15 de junio de 1995. Unanimidad de
once votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Ma. Estela Ferrer Mac Gregor Poisot.

Amparo en revisión 1166/94. María de la Luz Vargas M. y otros. 29 de agosto de 1996. Unanimidad
de diez votos. Ausente: Juan N. Silva Meza. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario:
Martín Alejandro Cañizales E.

Amparo en revisión 1261/94. Jesús Gerardo Colunga Torres y otros. 29 de agosto de 1996.
Unanimidad de diez votos. Ausente: Juan N. Silva Meza. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Secretario: Martín Alejandro Cañizalez E.

Amparo en revisión 1268/94. Susana Patricia Silvia Reina y otros. 29 de agosto de 1996.
Unanimidad de diez votos. Ausente: Juan N. Silva Meza. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario:
Jacinto Figueroa Salmorán.

Amparo en revisión 1318/94. José Jesús Limón Rodríguez y otros. 29 de agosto de 1996.
Unanimidad de diez votos. Ausente: Juan N. Silva Meza. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Secretario: Martín Alejandro Cañizalez E.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el veinticuatro de octubre en curso, aprobó, con el
número 63/1996, la tesis de jurisprudencia que antecede. México, Distrito Federal, a veinticuatro de
octubre de mil novecientos noventa y seis.

325
178. El artículo 527, fracción II, inciso 2, de la Ley Federal del Trabajo establece: “La
aplicación de las normas de trabajo corresponde a las autoridades federales, cuando se trate
de: (...) II. Empresas: (...) 2. Aquéllas que actúen en virtud de un contrato o concesión federal y
las industrias que les sean conexas”. El trabajador de una empresa de autotransporte federal
promueve un juicio laboral ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje. Al contestar la
demanda, la empresa hace valer, en la vía incidental, la incompetencia de la junta, porque
considera que debe conocer del juicio la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje de
conformidad con el precepto transcrito. Lo anterior, en virtud de que se trata de una empresa
que presta un servicio con base en una concesión. Ahora bien, el servicio de autotransporte
dejó de ser materia de concesión a partir de una modificación legal publicada en 1993. Ahora
sólo se requiere un permiso administrativo. Sin embargo, la empresa demandada obtuvo la
concesión para prestar el servicio con anterioridad a la citada reforma legal. En este caso, la
Junta Local de Conciliación y Arbitraje declara infundado el incidente. En contra de esa
interlocutoria, se promueve juicio de amparo indirecto, en el que debe determinarse cuál es la
autoridad competente para conocer de este juicio. Conforme al criterio jurisprudencial de la
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, este juicio es competencia de:

La Junta Local de Conciliación y Arbitraje.

Justificación:

No. Registro: 196,964


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VII, Enero de 1998. Tesis: 2a./J. 66/97. Página: 241

COMPETENCIA LABORAL. CORRESPONDE A LA JUNTA LOCAL DE CONCILIACIÓN Y


ARBITRAJE CUANDO SE DEMANDA A EMPRESAS DEDICADAS AL AUTOTRANSPORTE
FEDERAL QUE PRESTAN EL SERVICIO A TRAVÉS DE UN PERMISO, O BIEN, DE UNA
CONCESIÓN EXPEDIDA CON ANTERIORIDAD A LA VIGENCIA DE LA LEY DE
CAMINOS, PUENTES Y AUTOTRANSPORTE FEDERAL (PUBLICADA EN EL DIARIO
OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 22 DE DICIEMBRE DE 1993), EN LOS CASOS EN QUE
ÉSTA DETERMINE QUE LA MATERIA YA NO ES CONCESIONABLE, SINO QUE SÓLO
REQUIERE PERMISO (MODIFICACIÓN DE LOS CRITERIOS CONTENIDOS EN LAS
JURISPRUDENCIAS NÚMEROS 24/97, 37/97 Y 35/97, COMPILACIÓN DE 1997, TOMOS V-
JUNIO Y VI-AGOSTO). Una nueva reflexión acerca de los pronunciamientos establecidos en las
citadas tesis jurisprudenciales y la conveniencia de establecer un criterio congruente y uniforme que
defina con precisión, atendiendo al servicio prestado y a la naturaleza jurídica del acto
administrativo que así lo autorice, el órgano jurisdiccional laboral competente para resolver las
controversias suscitadas entre los trabajadores y las empresas que prestan el servicio público de
autotransporte federal, conduce a la necesidad de realizar modificaciones a las dos primeras tesis y a
la interrupción de la citada en último lugar, cuyos rubros son: "COMPETENCIA EN MATERIA
LABORAL. AUTOTRANSPORTE FEDERAL DE CARGA. ES LOCAL CUANDO QUIENES

326
REALIZAN ESA ACTIVIDAD OPERAN MEDIANTE PERMISO (LEY DE CAMINOS,
PUENTES Y AUTOTRANSPORTE FEDERAL, VIGENTE A PARTIR DE 1993).";
"COMPETENCIA EN MATERIAL LABORAL. AUTOTRANSPORTE FEDERAL DE
PASAJEROS. ES LOCAL CUANDO QUIENES REALIZAN ESA ACTIVIDAD OPERAN
MEDIANTE PERMISO (LEY DE CAMINOS, PUENTES Y AUTOTRANSPORTE FEDERAL,
VIGENTE A PARTIR DE 1993)." y "COMPETENCIA EN MATERIA LABORAL. ES LOCAL
CUANDO NO OBRA EN AUTOS EL TÍTULO DE CONCESIÓN DE AUTOTRANSPORTE
FEDERAL.". La modificación que se hace en los términos del artículo 194 de la Ley de Amparo,
atiende esencialmente a que el régimen jurídico de las empresas dedicadas al autotransporte federal
establecido en los artículos 152 y 153, fracción V, de la Ley de Vías Generales de Comunicación
(derogados), fue modificado sustancialmente por virtud de la expedición de la Ley de Caminos,
Puentes y Autotransporte Federal (publicada en el Diario Oficial de la Federación el 22 de diciembre
de 1993), de cuyos artículos 1o., 2o., 8o. y 33 se advierte que la actividad aludida, en la actualidad,
sólo requiere para su desarrollo de la obtención de un permiso administrativo, lo que evidencia la
intención del legislador de reconocer que la prestación de ese servicio público ya no corresponde
originariamente al Estado, sino que puede ser desempeñado por los particulares cuando cumplan con
los requisitos que al efecto se establecen, lo que significa que la aplicación de las leyes laborales
para quienes desarrollan esa actividad corresponde a las autoridades locales. Así, aun cuando se esté
en presencia de una concesión otorgada bajo la vigencia de las disposiciones anteriores y en
atención, más que a la designación formal del título otorgado, a la naturaleza específica de su
régimen jurídico, debe concluirse que, al margen de su alcance legal, tal documento no puede
válidamente servir de base para fincar la competencia para conocer del juicio laboral en órgano
distinto de las Juntas Locales de Conciliación y Arbitraje. Lo anterior se ve reforzado con el
contenido del artículo sexto transitorio de la nueva ley, cuya interpretación conduce a considerar que
aun cuando una concesión anterior continúe en vigor, ello sólo implica el reconocimiento de la
autorización legal de las actividades de quienes prestan el servicio, facultándolos para su explotación
con los mismos documentos que se encontraban vigentes al momento de la modificación de los
textos legales correspondientes, pero de ninguna forma para establecer la permanencia de dos
regímenes jurídicos distintos sobre un mismo objeto, que al propio tiempo motivara sendos ámbitos
de jurisdicción (federal o local) para las autoridades del trabajo.

Competencia 399/97. Suscitada entre la Junta Especial Número Once de la Local de Conciliación y
Arbitraje con residencia en San Nicolás de los Garza, Nuevo León y la Junta Especial Número
Veinte de la Federal de Conciliación y Arbitraje en Guadalupe, Nuevo León. 17 de octubre de 1997.
Cinco votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Jorge Carenzo Rivas.

Competencia 414/97. Suscitada entre la Junta Especial Número Tres de la Local de Conciliación y
Arbitraje en Monterrey, Nuevo León y la Junta Especial Número Veinte de la Federal de
Conciliación y Arbitraje en Guadalupe, Nuevo León. 24 de octubre de 1997. Unanimidad de cuatro
votos. Ausente: Genaro David Góngora Pimentel. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretario:
Humberto Suárez Camacho.

Competencia 415/97. Suscitada entre la Junta Especial Número Veinte de la Federal de Conciliación
y Arbitraje en Guadalupe, Nuevo León y la Junta Especial Número Tres de la Local de Conciliación
y Arbitraje del Estado de Nuevo León. 24 de octubre de 1997. Unanimidad de cuatro votos. Ausente:
Genaro David Góngora Pimentel. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretaria: Angelina
Hernández Hernández.

327
Competencia 418/97. Suscitada entre la Junta Especial Número Veinte de la Federal de Conciliación
y Arbitraje en Guadalupe, Nuevo León y la Junta Especial Número Tres de la Local de Conciliación
y Arbitraje del Estado de Nuevo León. 24 de octubre de 1997. Unanimidad de cuatro votos. Ausente:
Genaro David Góngora Pimentel. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretaria: Angelina
Hernández Hernández.

Competencia 407/97. Suscitada entre la Junta Especial Número Veinte de la Federal de Conciliación
y Arbitraje en Guadalupe, Nuevo León y la Junta Especial Número Once de la Local de Conciliación
y Arbitraje del Estado de Nuevo León. 7 de noviembre de 1997. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: Genaro David Góngora Pimentel. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Mercedes
Rodarte Magdaleno.

Tesis de jurisprudencia 66/97. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
pública de diecinueve de noviembre de mil novecientos noventa y siete, por unanimidad de cinco
votos de los Ministros Juan Díaz Romero, Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia, Mariano Azuela Güitrón y presidente Genaro David Góngora Pimentel.

328
179. La legislación fiscal obliga a los patrones a retener y enterar el impuesto que se cause a
cargo del trabajador con motivo del pago de prestaciones a las que sean condenados en un
laudo con motivo de la terminación de la relación laboral. En un juicio laboral, se emite un
laudo en el que se condena al patrón al pago de la indemnización constitucional, salarios caídos
y prima de antigüedad con motivo de la terminación del contrato. Una vez determinadas en
cantidad líquida las prestaciones materia de la condena, para tener por cumplido el laudo:

Basta con que el patrón exhiba un recibo en el que mencione las cantidades a las que
asciende dicha retención, sin necesidad de que presente la constancia de retención de
impuestos ni mucho menos que la junta verifique el cálculo de la retención.

Justificación:
Registro No. 171,728
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVI, Agosto de 2007
Página: 543
Tesis: 2a./J. 136/2007
Jurisprudencia
Materia(s): Administrativa

LAUDO. PARA TENERLO POR CUMPLIDO ES INNECESARIO QUE EL PATRÓN


EXHIBA LA CONSTANCIA DE RETENCIÓN DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA POR
LOS CONCEPTOS MATERIA DE LA CONDENA O EL DOCUMENTO QUE ACREDITE
LA DEDUCCIÓN RELATIVA, PUES BASTA CON QUE EN EL RECIBO DE
LIQUIDACIÓN EXPRESE LAS CANTIDADES SOBRE LAS CUALES SE EFECTÚA
DICHA RETENCIÓN. Conforme a los artículos 109, 110, 112 y 113 de la Ley del Impuesto sobre
la Renta y 26, fracciones I y II, del Código Fiscal de la Federación, salvo los casos de excepción, los
patrones tienen el carácter de auxiliares de la administración pública federal en la recaudación del
impuesto de referencia a cargo de sus trabajadores, en tanto tienen la obligación de retener el
causado por alguno o algunos de los conceptos a los que resulten condenados en el laudo con motivo
de la terminación de la relación laboral. En ese sentido, una vez que se ha determinado en el laudo el
importe líquido de la condena y el patrón al exhibir su cuantificación manifieste haber retenido el
impuesto correspondiente, para que la autoridad laboral tenga posibilidad de vigilar el cumplimiento
del laudo, bastará con que aquél exhiba el recibo de liquidación en el que pueda observarse con
claridad el desglose y coincidencia de los conceptos y cantidades a las que resultó condenado en el
laudo, así como las cantidades retenidas por concepto del impuesto, sin necesidad de que la
autoridad laboral proceda a examinar si el cálculo del entero fue o no correcto, pues en caso de que
resulte defectuoso, no se deja en estado de indefensión al trabajador, ya que tiene expedito su
derecho para solicitar ante la autoridad hacendaria la devolución de las cantidades que le hayan sido
retenidas en forma indebida y corresponderá a la autoridad fiscal su revisión, consecuentemente no
es requisito indispensable para efecto de tener por cumplido el laudo que el patrón exhiba el
documento en el que acredite la deducción del impuesto para justificar el monto de las prestaciones
que debió pagar al trabajador, o la constancia de que enteró la cantidad que retuvo al trabajador
como impuesto del producto del trabajo.

329
Precedentes: Contradicción de tesis 119/2007-SS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal
Colegiado del Noveno Circuito y el Cuarto Tribunal Colegiado del Décimo Quinto Circuito. 4 de
julio de 2007. Cinco votos. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretaria: Estela Jasso
Figueroa.

Tesis de jurisprudencia 136/2007. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del cuatro de julio de dos mil siete. Jurisprudencia 136/2007

330
180. El artículo 123, Apartado A, fracción XXXI, inciso b), subinciso 1, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos establece: (...) El Congreso de la Unión, sin
contravenir a las bases siguientes deberá expedir leyes sobre el trabajo, las cuales regirán: “A.
Entre los obreros, jornaleros, empleados domésticos, artesanos y de una manera general, todo
contrato de trabajo:(...) XXXI. La aplicación de las leyes del trabajo corresponde a las
autoridades de los Estados, en sus respectivas jurisdicciones, pero es de la competencia
exclusiva de las autoridades federales en los asuntos relativos a: b). Empresas: (...) 1. Aquellas
que sean administradas en forma directa o descentralizada por el Gobierno Federal”. En un
juicio laboral ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, un trabajador (de una
empresa que presta servicios contables) demanda del Instituto Mexicano del Seguro Social el
pago de una pensión por invalidez. En dicho juicio, se promueve el incidente de incompetencia.
Ahora bien, al resolverse el mismo, debe considerarse que:

La Junta Federal de Conciliación y Arbitraje es la competente para conocer del juicio por
demandarse una prestación principal del Instituto Mexicano del Seguro Social.

Justificación:

No. Registro: 200,720


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral, Constitucional
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
II, Septiembre de 1995
Tesis: 2a./J. 46/95
Página: 239

COMPETENCIA LABORAL. CUANDO EL DEMANDADO ES EL INSTITUTO MEXICANO


DEL SEGURO SOCIAL ES DE ORDEN FEDERAL SI SE LE DEMANDA EL CUMPLIMIENTO
DE UNA PRESTACIÓN PRINCIPAL, PERO ES LOCAL SI SÓLO SE LE DEMANDA LA
INSCRIPCIÓN DEL TRABAJADOR. Si bien es verdad que conforme a lo dispuesto en los artículos
123, Apartado "A", fracción XXXI, inciso b), subinciso 1, de la Constitución General de la República
y 527, fracción II, inciso 1, de la Ley Federal del Trabajo, la aplicación de las disposiciones de trabajo
corresponde a las autoridades federales cuando se demanda laboralmente al Instituto Mexicano del
Seguro Social, puesto que es una empresa administrada en forma descentralizada por el gobierno
federal, también es verdad que dicho supuesto únicamente se surte en aquellas hipótesis en que se le
demanda el cumplimiento de alguna acción principal, entendiendo por ésta la que pueda consistir en
una afectación a su patrimonio, como cuando se le reclama el pago de indemnizaciones, pensiones,
servicios, asistencias médicas, quirúrgicas o farmacéuticas, subsidios, ayudas y en fin, todas aquellas
prestaciones susceptibles de disminuir su patrimonio, pero si sólo se le demanda la inscripción al
régimen del seguro social, al mismo tiempo que se demandan otras prestaciones de un patrón y en este
aspecto no se está en ninguna de las situaciones excepcionales de los preceptos mencionados, serán
competentes las autoridades jurisdiccionales locales.

331
Competencia 87/95. Entre la Junta Especial Número Seis de la Local de Conciliación y Arbitraje en
Tuxpan, Veracruz y la Junta Especial Número Cuarenta y Cuatro de la Federal de Conciliación y
Arbitraje en Poza Rica, Veracruz. 7 de abril de 1995. Cinco votos. Ponente: Juan Díaz Romero.
Secretaria: M. Angélica Sanabria Martínez.

Competencia 148/95. Entre la Junta Especial Número Uno de la Local de Conciliación y Arbitraje
del Distrito Federal y la Junta Especial Número Nueve de la Federal de Conciliación y Arbitraje del
Distrito Federal. 12 de mayo de 1995. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano.
Secretaria: Luz Cueto Martínez.

Competencia 186/95. Entre la Junta Especial Número Tres de la Local de Conciliación y Arbitraje
en el Estado de Puebla y la Junta Especial Número Treinta y Tres de la Federal de Conciliación y
Arbitraje del mismo Estado. 19 de mayo de 1995. Cinco votos. Ponente: Juan Díaz Romero.
Secretaria: M. Angélica Sanabria Martínez.

Competencia 261/95. Entre la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Estado de Sonora y la
Junta Especial Número Veintitrés de la Federal de Conciliación y Arbitraje en Hermosillo, Sonora. 7
de julio de 1995. Cinco votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretario: Jorge Dionisio Guzmán
González.

Competencia 266/95. Entre la Junta Especial Número Siete Bis de la Local de Conciliación y
Arbitraje del Distrito Federal y la Junta Especial Número Nueve Bis de la Federal de Conciliación y
Arbitraje en el Distrito Federal. 2 de agosto de 1995. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre
Anguiano. Secretaria: Rocío Balderas Fernández.

Tesis de Jurisprudencia 46/95. Aprobada por la Segunda Sala de este alto Tribunal, en sesión privada
de veinticinco de agosto de mil novecientos noventa y cinco, por cinco votos de los Ministros:
Presidente Juan Díaz Romero, Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Mariano Azuela Güitrón, Genaro
David Góngora Pimentel y Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.

332
181. En un incidente de nulidad tramitado en la ejecución de un laudo, durante el desahogo de
la prueba pericial, una de las partes sustituye a su perito. El perito sustituto al comparecer a la
audiencia de desahogo de la prueba se limita a presentar el dictamen elaborado por el perito
sustituido (originalmente designado). Además, se adhiere a dicho dictamen y lo ratifica. En
este caso, ese dictamen al que se adhirió el perito sustituto:

Puede tomarse en cuenta, pues no hay precepto legal que impida al perito sustituto hacer
suyo el dictamen del perito sustituido.

Justificación:

No. Registro: 178,385


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Mayo de 2005
Tesis: 2a./J. 56/2005
Página: 482

PERITO SUSTITUTO. PUEDE VÁLIDAMENTE ADHERIRSE A OTRO DICTAMEN O HACER


SUYO EL RENDIDO POR EL EXPERTO SUSTITUIDO. Cuando el perito sustituto en la
audiencia de desahogo de la prueba pericial se limita a hacer suyo y ratificar el dictamen elaborado
por el sustituido o por cualquier otro experto, aquél debe tenerse por rendido, pues tal proceder
significa que está de acuerdo con los términos en que el otro fue formulado, de manera que a partir
de ese momento es responsable, profesionalmente, de su contenido. Lo anterior es acorde con los
principios de economía y celeridad en el proceso laboral y, por ende, provoca que la impartición de
la justicia sea pronta y expedita; máxime que la fracción II del artículo 825 de la Ley Federal del
Trabajo no prohíbe tal actuación por parte del perito sustituto. Además, el hecho de que el perito
sustituto haga suyo y ratifique el dictamen elaborado por el sustituido o por otro perito no significa
que la pericial relativa no se haya desahogado conforme a su leal saber y entender, pues de acuerdo
con la fracción IV del referido artículo, las partes y los miembros de la Junta, en la audiencia podrán
hacerle las preguntas que juzguen convenientes, e incluso estos últimos podrán hacerlo una vez
recibido el proyecto de laudo, porque pueden solicitar cualquier diligencia para el esclarecimiento de
la verdad, en términos del artículo 886 de la ley citada.

Contradicción de tesis 183/2004-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Tercero y
Cuarto, ambos en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 8 de abril de 2005. Cinco votos. Ponente:
Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: Alberto Miguel Ruiz Matías.

Tesis de jurisprudencia 56/2005. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintidós de abril de dos mil cinco.

333
182. De conformidad con el artículo 151 de la Ley de Amparo las pruebas testimonial, pericial
e inspección ocular deben anunciarse con cinco días hábiles de anticipación al de la celebración
de la audiencia constitucional, sin contar el del ofrecimiento ni el señalado para la audiencia.
Se promueve un juicio de amparo indirecto en el que se señala como acto reclamado un acto de
la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. En dicho juicio, el quejoso ofrece la prueba
pericial. Ahora bien, para determinar si se anunció oportunamente la prueba:

Sólo deben tenerse como inhábiles los establecidos en las disposiciones legales y no en los
acuerdos del Consejo de la Judicatura Federal.

Justificación:

No. Registro: 183,844


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVIII, Julio de 2003
Tesis: P./J. 19/2003
Página: 16

DÍAS INHÁBILES PARA EL ANUNCIO DE LAS PRUEBAS TESTIMONIAL, PERICIAL E


INSPECCIÓN OCULAR EN EL AMPARO. SÓLO TIENEN ESE CARÁCTER LOS
ESTABLECIDOS EN DISPOSICIONES GENERALES EXPEDIDAS POR EL ÓRGANO
LEGISLATIVO, SIN INCLUIR LOS DÍAS EN QUE SE SUSPENDAN LAS LABORES DEL
ÓRGANO JURISDICCIONAL POR ACUERDO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA
NACIÓN, DEL CONSEJO DE LA JUDICATURA FEDERAL O DEL PROPIO TRIBUNAL O
JUZGADO. Los artículos 23, 24, 26 y 151, párrafo segundo, de la Ley de Amparo, el artículo 163 de
la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, y los artículos 281, 282, 286 y 288 del Código
Federal de Procedimientos Civiles, supletorio de la Ley de Amparo, establecen cuáles son los días
hábiles para la realización de las actuaciones judiciales, determinando asimismo cuáles son los
inhábiles y, por ende, en los que no deben realizarse tales actuaciones; estos preceptos dan certeza a los
litigantes para conocer de antemano cuáles son los días inhábiles que deben deducir del cómputo de los
plazos legales previstos para la realización de cualquier actuación procesal; además de esos días
predeterminados, hay otros que alteran esa previsión legal, en cuanto provocan modificaciones del
plazo respectivo, que por regla general, favorece a los gobernados dado que prolonga en su beneficio
el plazo con que originalmente contaban para efectuar determinado acto procesal, los cuales pueden
provenir de un acuerdo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, del Consejo de la Judicatura
Federal o de los propios Tribunal Unitario de Circuito o Juzgado de Distrito que conozca del juicio,
originados por caso fortuito o fuerza mayor, supuestos en los que el órgano jurisdiccional autoriza
administrativamente la suspensión de labores, lo que trae como consecuencia que ese día se considere
inhábil conforme a lo previsto en el artículo 26 de la Ley de Amparo, provocando casi siempre la
prolongación del plazo respectivo; empero, para salvar cualquier eventual confusión cuando la
inhabilitación de un día provoca la reducción del plazo, como ocurre verbigracia, respecto al anuncio
de las pruebas testimonial, pericial e inspección ocular que habrán de rendirse en el amparo, acto

334
procesal que debe efectuarse cinco días hábiles antes de celebrarse la audiencia constitucional, la
autoridad que conozca del amparo no debe deducir del plazo los días en que se haya acordado la
suspensión laboral con motivo de los acuerdos referidos, puesto que en este caso la consecuencia que
sufre el gobernado le produce perjuicio, dado que ese hecho futuro, incierto e imprevisible puede
provocar la deserción de tales pruebas por el anuncio inoportuno, lo que evidentemente resulta
injustificado; de ahí que los únicos días que en todo momento pueden considerarse como inhábiles
para el anuncio de dichos medios de prueba, son aquellos que previenen las disposiciones legales, en la
medida en que su inhabilitación es producto de una decisión adoptada por el legislador, cuya
observancia general deriva del conocimiento que tienen los gobernados por haberse publicado en los
medios de difusión autorizados, en este caso en el Diario Oficial de la Federación.

Contradicción de tesis 14/2002-PL. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Tercero y
Quinto en Materia Administrativa del Primer Circuito, Tercero del Segundo Circuito, Tercero del
Sexto Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Tercer Circuito. 17 de
junio de 2003. Unanimidad de diez votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Juan Díaz
Romero. Secretaria: Sofía Verónica Ávalos Díaz.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintitrés de junio en curso, aprobó, con el
número 19/2003, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintitrés de junio
de dos mil tres.

335
183. En la etapa de ejecución de laudo, se emite un dictamen por una persona que tiene
conocimiento en la ciencia sobre la que debe versar aquél, pero no es especialista en la rama
específica del saber que debe ser objeto de la prueba pericial. Ahora bien, el dictamen de que se
trata:

No puede negársele valor por el solo hecho de no haberse emitido por un especialista.

Justificación:

No. Registro: 200,502


Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
IV, Noviembre de 1996
Página: 161
Tesis: 2a./J. 56/96
Jurisprudencia
Materia(s): laboral

PRUEBA PERICIAL EN MATERIA LABORAL. LA EVALUACIÓN DE UN PERITAJE


RENDIDO POR QUIEN NO ES ESPECIALISTA, NO PUEDE DE MODO AUTOMÁTICO
PRIVARLO DE TODO VALOR O DÁRSELO PLENAMENTE. Tomando en consideración que el
artículo 822 de la Ley Federal del Trabajo, no exige que los peritos sean especialistas en la rama del
saber para la que se les designe, sino que sólo establece que deben tener conocimiento en la ciencia,
técnica o arte sobre el cual debe versar su dictamen, así como que deban acreditar estar autorizados
conforme a la ley para el caso de que la materia de que se trate estuviere legalmente reglamentada,
ha de considerarse que en un juicio laboral no puede válidamente exigirse que los peritos tengan que
ser, necesariamente, especialistas. Lo anterior no significa que estos no puedan fungir como peritos;
por lo contrario, si para investigar los hechos relativos se cuenta con el auxilio de dichos expertos,
resultará más conveniente para el juzgador, en tanto que en congruencia con la naturaleza y finalidad
de la pericial, se garantizará el allegamiento de mejores y más profundos elementos de
conocimiento.

Contradicción de tesis 12/96. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materia de
Trabajo y el Séptimo Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo, ambos del Primer Circuito. 9 de
octubre de 1996. Cinco votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Jacinto Figueroa Salmorán.

Tesis de jurisprudencia 56/96. Aprobada por la Segunda Sala de este alto tribunal, en sesión pública
de dieciocho de octubre de mil novecientos noventa y seis, por cinco votos de los Ministros: Juan
Díaz Romero, Mariano Azuela Güitrón, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Sergio Salvador Aguirre
Anguiano y presidente Genaro David Góngora Pimentel.

336
184. Tanto en el artículo 123, apartado A, fracción XXXI, inciso a), de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos como en el artículo 527, fracción I, de la Ley Federal del
Trabajo, se toma en consideración la rama industrial a la que pertenece la empresa para la
que presta sus servicios el trabajador a fin de delimitar la competencia entre las juntas de
conciliación y arbitraje federales y locales. Ahora bien, para determinar la rama industrial a la
que pertenece una empresa perteneciente a una sociedad mercantil y, por consiguiente, la
competencia de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje o de las juntas locales:

Sólo se puede atender al objeto enunciado en sus estatutos si se trata del único dato que
aparece en autos, acerca de la actividad que realiza la empresa demandada y no hay otro
elemento que lo desvirtúe.

Justificación:

No. Registro: 200,644


Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
III, Febrero de 1996
Página: 213
Tesis: 2a./J. 4/96
Jurisprudencia
Materia(s): laboral

COMPETENCIA LABORAL. AUNQUE EL OBJETO DE LAS SOCIEDADES ENUNCIADO EN


SU ESTATUTO, RESULTA INSUFICIENTE, POR SÍ SOLO, PARA DEMOSTRAR LA
ACTIVIDAD QUE REALMENTE REALIZAN, ES DETERMINANTE SI NO HAY ELEMENTO
QUE LO DESVIRTÚE. El objeto social de las sociedades enunciado en la escritura constitutiva, o
sus reformas, resulta insuficiente para demostrar las actividades que realmente realizan y, por sí solo,
no es determinante para fincar la competencia en alguna autoridad jurisdiccional; sin embargo, si ese
dato es el único que aparece en autos acerca de la actividad que desempeña la empresa demandada
en el juicio laboral, el mismo adquiere relevancia para decidir la competencia, cuando no es motivo
de controversia entre las partes y no aparece contrariado con ningún otro elemento de prueba.

Competencia 100/95. Suscitada entre la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de Gómez Palacio,
Durango y la Junta Especial Número Cuarenta y Dos de la Federal de Conciliación y Arbitraje en
Torreón, Coahuila. 21 de abril de 1995. Cinco votos. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.
Secretario: Francisco de Jesús Arreola Chávez.

Competencia 229/95. Suscitada entre la Junta Especial Número Uno de la Local de Conciliación y
Arbitraje y la Junta Especial Número Treinta y Tres de la Federal de Conciliación y Arbitraje, ambas
del Estado de Puebla. 2 de junio de 1995. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Genaro David
Góngora Pimentel. Secretaria: Martha Leonor Bautista de la Luz.

Competencia 211/95. Suscitada entre la Junta Especial Número Siete de la Local de Conciliación y
Arbitraje en el Estado de México y la Junta Especial Número Quince de la Federal de Conciliación y

337
Arbitraje. 9 de junio de 1995. Cinco votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Lourdes
Ferrer Mac Gregor Poisot.

Competencia 260/95. Suscitada entre la Junta Especial Número Cuarenta y Siete de la Federal de
Conciliación y Arbitraje en el Estado de Sonora y la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de
dicho Estado. 30 de junio de 1995. Cinco votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: José
Manuel Arballo Flores.

Competencia 486/95. Suscitada entre la Junta Especial Número Diez de la Local de Conciliación y
Arbitraje en Monterrey, Nuevo León y la Junta Especial Número Diecinueve de la Federal de
Conciliación y Arbitraje en Ciudad Guadalupe, Nuevo León. 26 de enero de 1996. Cinco votos.
Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretario: Germán Martínez Hernández.

Tesis de jurisprudencia 4/96. Aprobada por la Segunda Sala de este alto tribunal, en sesión pública
de treinta y uno de enero de mil novecientos noventa y seis, por cinco votos de los Ministros:
presidente Genaro David Góngora Pimentel, Juan Díaz Romero, Mariano Azuela Güitrón, Guillermo
I. Ortiz Mayagoitia y Sergio Salvador Aguirre Anguiano.

338
185. En un juicio laboral, la parte demandada plantea, en la vía incidental, la incompetencia de
la junta por razón de la materia. El apoderado del trabajador actor se allana a la demanda
incidental. La junta declara infundado el incidente por considerar que es competente
legalmente para conocer del asunto. En este caso, la determinación de la junta resulta:

Jurídicamente correcta porque, al ser las disposiciones que regulan la competencia por
materia de orden público, la junta no está vinculada por el allanamiento de la actora.

Justificación:

No. Registro: 200,780


Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
I, Junio de 1995. Página: 100
Tesis: 2a./J. 23/95. Jurisprudencia. Materia(s): laboral

COMPETENCIA EN MATERIA LABORAL. EL ALLANAMIENTO DE UNA DE LAS PARTES


AL INCIDENTE PLANTEADO POR SU CONTRARIA ES INEFICAZ PARA QUE SE SURTA
AQUÉLLA. El allanamiento de una de las partes a la incidencia de competencia planteada por su
contraria, es ineficaz para otorgarle competencia a una Junta que, por razón de la materia, no la
tiene, dado que las normas que regulan la distribución de competencias en los juicios laborales son
de orden público y, por ende, su observancia es obligatoria, ya que el artículo 686 de la Ley Federal
del Trabajo prevé que el proceso del derecho del trabajo se sustanciará y decidirá en los términos
señalados por la propia ley y el diverso numeral 701 del mismo ordenamiento, establece que las
Juntas de Conciliación y Arbitraje tienen la obligación de declararse incompetentes en cualquier
estado del juicio, hasta antes de la audiencia del desahogo de pruebas, cuando existan datos en el
expediente que así lo justifiquen.

Competencia 83/66. Entre la Junta Central de Conciliación y Arbitraje del Distrito Federal y la Junta
Federal de Conciliación y Arbitraje. 29 de enero de 1969. Cinco votos. Ponente: Manuel Yáñez Ruiz.

Competencia 62/90. Entre la Junta Especial Número Seis de la Local de Conciliación y Arbitraje del
Estado de México y la Junta Especial Número Catorce de la Federal de Conciliación y Arbitraje. 8 de
octubre de 1990. Cinco votos. Ponente: Felipe López Contreras. Secretario: Víctor Jáuregui Quintero.

Competencia 213/92. Entre la Junta Especial Número Diecinueve de la Federal de Conciliación y


Arbitraje en el Estado de Nuevo León y la Junta Especial Número Dos de la Local de Conciliación y
Arbitraje de dicho Estado. 16 de noviembre de 1992. Cinco votos. Ponente: Felipe López Contreras.
Secretaria: Ma. del Pilar Núñez González.

Competencia 109/95. Entre la Junta Especial Número Quince de la Federal de Conciliación y


Arbitraje en México, Distrito Federal y la Junta Especial Número Siete de la Local de Conciliación y
Arbitraje en el Estado de México. 28 de abril de 1995. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador
Aguirre Anguiano. Secretario: Juan Carlos Cruz Razo.

339
Competencia 133/95. Entre la Junta Especial Número Diecinueve de la Federal de Conciliación y
Arbitraje en ciudad Guadalupe, Nuevo León y la Junta Especial Número Uno de la Local de
Conciliación y Arbitraje en ese Estado. 28 de abril de 1995. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador
Aguirre Anguiano. Secretario: Juan Carlos Cruz Razo.

Tesis de Jurisprudencia 23/95. Aprobada por la Segunda Sala de este alto Tribunal, en sesión privada
del nueve de junio de mil novecientos noventa y cinco, por cinco votos de los señores Ministros:
Presidente Juan Díaz Romero, Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Mariano Azuela Güitrón, Genaro
David Góngora Pimentel y Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.

340
186. Dentro de un incidente de nulidad promovido después de concluido un juicio laboral, se
ofrece la prueba pericial. Una de las partes solicita, sin emitir razones para ello, la sustitución
del perito que designó. Ahora bien, tal sustitución:

Sólo es procedente antes de que el perito originalmente designado emita su dictamen.

Justificación:

No. Registro: 184,596


Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVII, Marzo de 2003
Página: 333
Tesis: 2a./J. 12/2003
Jurisprudencia
Materia(s): laboral

PRUEBA PERICIAL. EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL ES VÁLIDA LA SUSTITUCIÓN


DEL PERITO MIENTRAS EL PROPUESTO NO RINDA SU DICTAMEN. El deber de los peritos
de protestar el desempeño de su cargo con arreglo a la ley, contenido en el artículo 825, fracción II,
de la Ley Federal del Trabajo, constituye una formalidad esencial para el desahogo de la prueba
respectiva, que trae consigo el perfeccionamiento de su designación y el aseguramiento de la certeza
jurídica de su labor; sin embargo, tal protesta no acarrea la imposibilidad de que, mientras el perito
no haya rendido su dictamen, la parte que lo propuso pueda sustituirlo por otro, porque la prueba
pericial estará totalmente desahogada hasta que se rinda el dictamen respectivo, además de que al
aceptarse tal sustitución se salvaguarda el equilibrio procesal que debe existir entre las partes al no
afectarse a la contraparte en sus intereses jurídicos. No es óbice a lo antes expuesto el hecho de que
el referido artículo prevea que "inmediatamente" después de que los peritos protesten su cargo
rendirán su dictamen, pues la propia ley contempla diversos supuestos en los que la autoridad laboral
puede señalar nueva fecha para continuar con el desahogo de la prueba, por lo que el perito puede
rendir su dictamen incluso días después de que haya protestado.

Contradicción de tesis 137/2002-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero, Noveno
y Décimo Segundo, todos en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 14 de febrero de 2003. Cinco votos.
Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: Eduardo Ferrer Mac Gregor Poisot.

Tesis de jurisprudencia 12/2003. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintiuno de febrero de dos mil tres.

341
187. Un trabajador promueve juicio laboral en contra del Instituto Mexicano del Seguro Social
de quien reclama el pago de una serie de servicios médicos que tuvo que contratar con motivo
de la negativa del instituto demandado a prestar el servicio. La demanda se presentó ante la
Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. El instituto demandado opone, en la vía incidental,
la excepción de incompetencia de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, porque
considera que la controversia debe ser resuelta por un juez civil del fuero común. Al emitir la
interlocutoria la Junta sostiene su competencia con base en el artículo 527, fracción II, inciso 1,
de la Ley Federal del Trabajo. Este precepto dice: “La aplicación de las normas de trabajo
corresponde a las autoridades federales, cuando se trate de: (...) II. Empresas: 1. Aquéllas que
sean administradas en forma directa o descentralizada por el Gobierno Federal”. Inconforme
con dicha interlocutoria el instituto promueve juicio de amparo indirecto en el que reitera que
la competencia para conocer del juicio recae en un juez civil. Ahora bien, de conformidad con
la jurisprudencia de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el órgano
competente para conocer de dicha controversia es:

Un juez civil del fuero común.

Justificación:

No. Registro: 190,365


Jurisprudencia. Materia(s): Civil
Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIII, Enero de 2001. Tesis: P./J. 1/2001. Página: 12

SEGURO SOCIAL. LA ACCIÓN DE PAGO EJERCITADA CONTRA EL INSTITUTO POR


GASTOS EFECTUADOS CON MOTIVO DE LA NEGATIVA A BRINDAR ASISTENCIA
MÉDICA U HOSPITALARIA A UN ASEGURADO, BENEFICIARIO O PENSIONADO, O POR
RESULTAR DEFICIENTE, ES DE NATURALEZA CIVIL Y SU CONOCIMIENTO
CORRESPONDE A UN JUEZ DEL FUERO COMÚN. De conformidad con lo dispuesto en el
artículo 275, de la Ley del Seguro Social abrogada, las controversias entre los asegurados o sus
beneficiarios y el instituto sobre las prestaciones que la propia ley otorga, podrán ventilarse ante la
Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, infiriéndose de dicho precepto que es requisito sine qua
non para que una acción sea de la competencia de ese tribunal laboral, que la prestación reclamada
derive de ese ordenamiento. Ahora bien, la acción de pago ejercitada por un asegurado, beneficiario
o pensionado, en contra de la citada institución de seguridad social, en razón de haber realizado
erogaciones en numerario por no recibir los servicios médicos u hospitalarios, o bien, al estimar que
son deficientes, circunstancias que los condujeron a obtener esos servicios en forma particular,
escapa del ámbito de las normas laborales, administrativas y fiscales contenidas en el ordenamiento
invocado; además de que en esa hipótesis la controversia no se endereza contra dicha institución
como subrogataria de la obligación patronal en materia de seguridad y previsión social de los
trabajadores, que es el carácter reconocido por la ley que lo rige, sino como prestador de un servicio
médico, al que los afectados le atribuyen haber incurrido en responsabilidades por negligencia,
impericia o falta de cuidado; atento lo cual, el reclamo de la prestación económica de que se trata,
desde luego, constituye una acción prevista en la legislación civil y, por tanto, debe ser resuelta bajo
la aplicación de las normas del derecho común.

342
Contradicción de tesis 35/97. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Décimo
Octavo Circuito y el Sexto Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 7 de
diciembre de 2000. Unanimidad de diez votos. Ausente: Juventino V. Castro y Castro. Ponente: José
Vicente Aguinaco Alemán. Secretaria: Rosa María Galván Zárate.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy once de enero en curso, aprobó, con el número
1/2001, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a once de enero de dos mil uno.

343
188. Se promueve un juicio de garantías en contra del embargo trabado en un juicio laboral. El
presidente y el actuario de la junta señalados como responsables rinden su informe justificado
después de los cinco días que les fueron otorgados por el juez para ese efecto, pero diez días
antes de la celebración de la audiencia constitucional, motivo por el cual el quejoso se impuso
de su contenido. En dicho informe, el presidente y el actuario de la junta niegan la existencia
del embargo que reclama el quejoso, quien no ofrece ninguna prueba que acredite la traba del
embargo. En este caso:

No se encuentra acreditada la existencia del acto reclamado, por lo que debe sobreseerse en
el juicio de amparo.

Justificación:

No. Registro: 194,401


Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
IX, Marzo de 1999
Página: 26
Tesis: 1a./J. 8/99
Jurisprudencia
Materia(s): Común

INFORME JUSTIFICADO. CONSECUENCIAS DEL MOMENTO DE RENDICIÓN O DE SU


OMISIÓN (HIPÓTESIS DIVERSAS DEL ARTÍCULO 149 DE LA LEY DE AMPARO). Del
contexto del artículo 149 de la Ley de Amparo, en relación con los efectos que se producen en el
juicio de amparo con la rendición u omisión del informe justificado, se advierten las siguientes
hipótesis: a) Por regla general, el Juez de Distrito, al solicitar los informes justificados de las
autoridades responsables, concede un término de cinco días, contados a partir de la notificación del
auto correspondiente; b) Si el Juez Federal lo estima conveniente, por la importancia y trascendencia
del caso, a lo que procede agregar que puede haber situaciones de complejidad para la obtención de
constancias, es posible discrecionalmente ampliar el término por cinco días más, para que la
autoridad responsable rinda su informe con justificación; c) La circunstancia de que las autoridades
responsables presenten sus informes justificados con posterioridad al término de cinco días o, en su
caso, al de su ampliación discrecional, no trae como consecuencia que se deba tener por
presuntivamente cierta la existencia de los actos que se les atribuyen, según se destacará en inciso
subsecuente; d) Las autoridades responsables rendirán sus informes con justificación con la
anticipación que permita su conocimiento por el quejoso, al menos ocho días antes de la audiencia
constitucional; e) La consecuencia de que se rinda el informe justificado con insuficiente
anticipación en relación con la fecha de la celebración de la audiencia constitucional, será que el
Juez difiera o suspenda tal audiencia, según lo que proceda, a solicitud de las partes, que inclusive
podrá hacerse en la misma fecha fijada para la celebración de la diligencia; f) Si el Juez de Distrito
omite dar vista a la parte quejosa con el informe justificado rendido con insuficiente anticipación en
relación con la fecha fijada para la celebración de la audiencia constitucional, el tribunal revisor
podrá ordenar la reposición del procedimiento, atento lo que establece el artículo 91, fracción IV, de
la Ley de Amparo; y g) Cuando la autoridad responsable no rinda su informe con justificación, se

344
presumirá cierto el acto reclamado, salvo prueba en contrario, quedando a cargo del quejoso la
prueba de los hechos que determinen su inconstitucionalidad, cuando dicho acto no sea violatorio de
garantías en sí mismo, sino que su constitucionalidad o inconstitucionalidad dependa de los motivos,
datos o pruebas en que se haya fundado el propio acto. Esta parte del precepto se refiere a casos de
ausencia de rendición de informe justificado por parte de la autoridad responsable, o bien, para el
evento en que dicho informe hubiera sido rendido con posterioridad a la celebración de la audiencia
constitucional, lo que hace precluir cualquier oportunidad de las partes para apersonarse, presentar
promociones o aportar constancias en el juicio de garantías.

Amparo en revisión 2126/97. Aurelio Pardo Peña y otros. 22 de octubre de 1997. Cinco votos.
Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Guillermo Campos Osorio.

Amparo en revisión 3108/97. El Dragón de Oro, S. de R.L. y otros. 18 de febrero de 1998.


Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Juventino V. Castro y Castro. Ponente: Humberto Román
Palacios. Secretario: Guillermo Campos Osorio.

Amparo en revisión 2123/98. Servicios Dedicados de Transportación, S.A. de C.V. y otro. 28 de


octubre de 1998. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Juan N. Silva Meza. Ponente: Humberto
Román Palacios. Secretario: Álvaro Tovilla León.

Amparo en revisión 312/98. Julio Ábrego Jiménez. 11 de noviembre de 1998. Unanimidad de cuatro
votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Jesús
Enrique Flores González.

Amparo en revisión 2473/98. Nora Elia Garza Mata. 25 de noviembre de 1998. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Humberto Román Palacios.
Secretario: Miguel Ángel Zelonka Vela.

Tesis de jurisprudencia 8/99. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de tres
de marzo de mil novecientos noventa y nueve por unanimidad de cinco votos de los señores
Ministros: presidente Humberto Román Palacios, Juventino V. Castro y Castro, José de Jesús
Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.

345
189. El artículo 76 bis, fracción I, de la Ley de Amparo establece: “Las autoridades que
conozcan del juicio de amparo deberán suplir la deficiencia de los conceptos de violación de la
demanda, así como la de los agravios formulados en los recursos que esta ley establece,
conforme a lo siguiente: I. En cualquier materia, cuando el acto reclamado se funde en leyes
declaradas inconstitucionales por la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia”. El
demandado (patrón) en un juicio laboral promueve un juicio de garantías en contra del último
acto de ejecución de un laudo dictado por un tribunal laboral local. El quejoso hace valer una
serie de violaciones cometidas en su perjuicio durante el procedimiento de ejecución. Ahora
bien, de las constancias se advierte que en la ejecución del laudo se aplicó en perjuicio del
quejoso un precepto de la ley laboral local que ya fue declarado inconstitucional por la
jurisprudencia de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Cabe
precisar que el quejoso no señaló como acto reclamado dicha ley ni como autoridad
responsable al Congreso ni al ejecutivo local. En este caso:

Procede suplir la deficiencia de la queja en favor del quejoso exclusivamente en cuanto a la


aplicación del precepto que fue declarado inconstitucional.

Justificación:

No. Registro: 175,752


Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIII, Febrero de 2006
Página: 8
Tesis: P./J. 4/2006
Jurisprudencia
Materia(s): Común

SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE PREVISTA EN EL ARTÍCULO 76 BIS, FRACCIÓN


I, DE LA LEY DE AMPARO. OPERA, AUNQUE NO SE HAYA PLANTEADO EN LA
DEMANDA LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY. De los procesos legislativos que
culminaron con las reformas a los artículos 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y del entonces 76 de la Ley de Amparo, publicadas en el Diario Oficial de la Federación
el 19 de febrero de 1951, el 16 de enero de 1984 y el 7 de abril de 1986, así como del texto del actual
artículo 76 Bis, fracción I, de la ley citada, se advierte que si el acto reclamado se funda en leyes
declaradas inconstitucionales por la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
debe suplirse la queja deficiente aunque en la demanda no se hayan reclamado dichas leyes, ni se
haya señalado como autoridades responsables a los órganos legislativos correspondientes o
denunciado algún vicio de constitucionalidad de la norma en que se apoya o sustenta el acto. La
suplencia debe consistir en juzgar que el acto reclamado se apoya en una disposición
inconstitucional en los términos establecidos por la jurisprudencia, con todas sus consecuencias
jurídicas, para cumplir con la intención del Poder Reformador de garantizar la constitucionalidad de
los actos de autoridad.

346
Contradicción de tesis 52/2004-PL. Entre las sustentadas por la Primera y Segunda Salas de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación. 25 de octubre de 2005. Unanimidad de ocho votos.
Ausentes: José Ramón Cossío Díaz, Genaro David Góngora Pimentel y José de Jesús Gudiño
Pelayo. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretarios: Pedro Arroyo Soto e Israel Flores Rodríguez.

El Tribunal Pleno, el tres de enero en curso, aprobó, con el número 4/2006, la tesis jurisprudencial
que antecede. México, Distrito Federal, a tres de enero de dos mil seis.

347
190. Una persona promueve juicio de amparo en contra del embargo trabado en un bien de su
propiedad dentro de un juicio laboral respecto del cual tiene el carácter de tercero extraño. En
la demanda de garantías, solicita la suspensión provisional. El juez de distrito concede dicha
medida cautelar y para que surta efectos fija una caución determinada. A fin de que surta
efectos la suspensión provisional, el quejoso exhibe una póliza de fianza. Posteriormente, se
concede al quejoso la suspensión definitiva y también se le fija una caución para que surta
efectos. El peticionario de garantías exhibe una nueva póliza de fianza para garantizar los
daños y perjuicios que pudieran ocasionarse con la suspensión definitiva. En tal virtud, el
quejoso solicita la devolución de la póliza de fianza que exhibió para que surtiera efectos la
suspensión provisional. Esta petición del quejoso resulta:

Procedente, pues habiéndose dictado la resolución de la suspensión definitiva ya no subsiste


la suspensión provisional y, por ende, la garantía dejó de surtir efectos.
Justificación:
No. Registro: 176,102
Novena Época. Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIII, Enero de 2006. Página: 619
Tesis: 1a./J. 141/2005. Jurisprudencia. Materia(s): Común
SUSPENSIÓN PROVISIONAL. NO EXISTE IMPEDIMENTO LEGAL PARA LA DEVOLUCIÓN
DE LA GARANTÍA OTORGADA CON MOTIVO DE SU CONCESIÓN, UNA VEZ EXHIBIDA
LA CORRESPONDIENTE A LA DEFINITIVA. Al decretar la suspensión provisional de los actos
reclamados en un juicio de amparo, el Juez de Distrito está imposibilitado materialmente para
determinar el monto de una garantía que responda por los daños y perjuicios que pudieran ocasionarse
al tercero perjudicado durante la secuela procesal, por lo que únicamente lo hará de manera
provisional, hasta en tanto se celebre la audiencia incidental, momento procesal en el que, de
concederse la suspensión, podrá fijar una garantía definitiva, y la determinada provisionalmente
perderá su fundamento de existencia y no podrá surtir efecto alguno, independientemente de que haya
regido la situación de los actos reclamados por lapso determinado. Por tanto, al fijar el monto de la
garantía definitiva, el juzgador deberá considerar que sea suficiente para responder por los daños y
perjuicios que pudieran ocasionarse al tercero perjudicado con motivo de la concesión de la suspensión
en cualquiera de los momentos procesales, siempre que tengan como antecedente aquélla. Así ambas
garantías (provisional y definitiva) cumplen con el artículo 125 de la Ley de Amparo, pero no se
justifica que subsistan simultáneamente, pues ello contravendría dicho precepto, porque al concederse
definitivamente la suspensión la determinación provisional se sustituye, sucediendo lo mismo con la
respectiva garantía, ya que la otorgada con motivo de la suspensión definitiva no sólo garantiza un
periodo determinado, sino que responde por los daños que pudieran ocasionarse al tercero perjudicado
por la suspensión en general, en virtud de que no se trata de dos suspensiones que requieran dos
garantías diversas, sino que la suspensión del acto reclamado en el juicio de amparo es una sola,
aunque se resuelva en dos momentos procesales diversos; de ahí que no exista impedimento legal para
que una vez exhibida la garantía decretada al conceder en definitiva la suspensión de los actos
reclamados en un juicio de amparo, se devuelva la otorgada con motivo de la concesión provisional, ya
que los daños y perjuicios que pudieran haberse ocasionado automáticamente quedan respaldados con
la garantía que se exhiba con motivo de la suspensión definitiva.

348
Contradicción de tesis 89/2005-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Cuarto Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Noveno Circuito. 28 de
septiembre de 2005. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Juan N. Silva Meza. Ponente: Olga
Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Irma Leticia Flores Díaz.
Tesis de jurisprudencia 141/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
fecha veintiocho de septiembre de dos mil cinco.

349
191. Un juez de Distrito en materia laboral recibe una demanda de amparo indirecto en la que
se señala como acto reclamado la resolución mediante la cual la junta laboral responsable se
negó a tener por contestada en sentido afirmativo la demanda formulada por el quejoso en el
juicio laboral de origen. El juez federal dicta un proveído en el que ordena la admisión de la
demanda de garantías. En este caso, el proceder del juez federal:

Resulta incorrecto, pues el acto que se reclama sólo produce efectos intraprocesales, por
ende, tal actuación debe reclamarse como violación procesal en el amparo directo que se
llegue a promover en contra del laudo que resuelva la controversia laboral de origen.

Justificación:

No. Registro: 200,701


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral, Común
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
II, Octubre de 1995
Tesis: 2a./J. 60/95
Página: 205

DEMANDA LABORAL, LA NEGATIVA DE LA JUNTA DE TENERLA POR


CONTESTADA EN SENTIDO AFIRMATIVO, ES IMPUGNABLE EN AMPARO
DIRECTO. La negativa de la Junta de tener por contestada la demanda laboral en sentido
afirmativo, debe impugnarse en amparo directo, que es la vía idónea para plantear la infracción de
derechos adjetivos que producen únicamente efectos intraprocesales, los cuales pueden ser reparados
si se obtiene un laudo favorable. Lo anterior revela, que no se trata de circunstancias que produzcan
afectación directa e inmediata a los derechos sustantivos tutelados por la Constitución, reservados al
amparo indirecto. Por otra parte, resulta inexacto estimar que sólo las violaciones textualmente
consignadas por el artículo 159 de la Ley de Amparo, son susceptibles de atacarse a través del
amparo directo, con exclusión de cualquier otra, ya que ello conduce a desconocer el contenido de la
fracción XI del propio numeral, según la cual también se consideran violaciones a las leyes del
procedimiento que afectan las defensas del gobernado, todas aquellas que resulten análogas a las
expresadas en las primeras diez fracciones de dicha disposición.

Contradicción de tesis 14/95. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del Cuarto
Circuito y el Sexto Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 18 de agosto de
1995. Mayoría de cuatro votos. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretario: Constancio
Carrasco Daza.

Tesis de Jurisprudencia 60/95. Aprobada por la Segunda Sala de este alto tribunal, en sesión pública de
dieciocho de agosto de mil novecientos noventa y cinco, mayoría de cuatro votos de los ministros:
Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Mariano Azuela Güitrón, Genaro David Góngora Pimentel y
Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, en contra del voto del ministro presidente Juan Díaz Romero.

350
351
192. Los representantes del sindicato de la empresa “Construvida” presentaron demanda de
amparo indirecto en contra de la resolución, no impugnable mediante algún recurso ordinario,
que declaró la inexistencia del estado de huelga. Al proveer sobre dicha demanda, el juez de
Distrito advierte que los representantes no firmaron al pie de la última hoja con la que termina
el texto; sin embargo, aprecia que las firmas manuscritas de aquéllos aparecen en una hoja en
blanco que está agregada a la demanda. Al respecto, el juzgador:

Debe prevenir al quejoso, sólo si tiene dudas respecto a la identidad y voluntad del quejoso
para presentar la demanda de amparo.

Justificación:

No. Registro: 176,725


Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Noviembre de 2005
Página: 11
Tesis: 1a./J. 128/2005
Jurisprudencia
Materia(s): Común

DEMANDA DE AMPARO. PARA TENER POR MANIFIESTA LA VOLUNTAD DE


PROMOVERLA, LA FIRMA O FIRMAS PUEDEN ESTAMPARSE EN HOJAS ANEXAS. El
artículo 204 del Código Federal de Procedimientos Civiles establece que por suscripción de un
documento, se entiende la colocación, al pie del escrito, de las palabras que con respecto a su destino
sean idóneas para identificar a la persona que suscribe; sin embargo, tratándose de la demanda de
garantías, la firma correspondiente puede ser plasmada en hojas anexas, pues el hecho de que la
misma no se imprima al pie de la última hoja con la que termina el texto de la demanda sino en una o
varias anexas, no significa que no existe el propósito de promover tal demanda, ya que al haberse
acompañado al escrito relativo forma parte de ella y constituye el signo expreso e inequívoco de su
voluntad, máxime si se toma en cuenta que el documento que contiene la demanda constituye un
todo integral, salvo prueba en contrario, esto es, mientras no se demuestre que la firma de que se
trata no fue puesta del puño y letra del titular de la demanda o de su representante. Además, en el
caso de que el Juez o el tribunal del conocimiento tengan dudas respecto a la identidad y
voluntad del quejoso para promover la demanda de garantías, podrá prevenirlo para que
ratifique o haga la aclaración correspondiente, de acuerdo con los artículos 146 y 178 de la Ley
de Amparo, respectivamente.

Contradicción de tesis 112/2005-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Tercer Circuito y el Octavo Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Primer Circuito. 29 de junio de 2005. Cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente:
José de Jesús Gudiño Pelayo; en su ausencia hizo suyo el asunto José Ramón Cossío Díaz.
Secretario: Rogelio Alberto Montoya Rodríguez.

352
Tesis de jurisprudencia 128/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
fecha treinta y uno de agosto de dos mil cinco.

353
193. En su carácter de tercera extraña a juicio, Rosalía Hinojosa Zambrano presentó demanda
de amparo indirecto en contra del embargo a un inmueble de su propiedad. Dicho embargo se
realizó el 8 de mayo de 2007 dentro del juicio laboral 100/2004, iniciado por Mariana Franco
Falcón en contra de Elena Méndez Drew y otros. Para acreditar su interés jurídico, Hinojosa
Zambrano presentó contrato privado de compraventa que celebró, en calidad de compradora,
con Elena Méndez Drew, ésta en calidad de vendedora, el 3 de junio de 1998, respecto del bien
materia del embargo. La quejosa también agregó a su demanda copia certificada del acta de
defunción de la vendedora de 20 de octubre de 2003. Por otro lado, en el juicio de garantías no
se objetó el contrato de compraventa. Al respecto:

El contrato privado de compraventa que cuenta con fecha cierta constituye prueba suficiente
para acreditar el interés jurídico en el juicio de garantías.

Justificación:

No. Registro: 183,800


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVIII, Julio de 2003
Tesis: 1a./J. 33/2003
Página: 122

INTERÉS JURÍDICO, EL CONTRATO PRIVADO DE COMPRAVENTA DE INMUEBLES EN


EL QUE FALLECE UNA DE LAS PARTES ANTES DE QUE SE HAYA VERIFICADO EL ACTO
RECLAMADO CONSTITUYE PRUEBA SUFICIENTE PARA ACREDITARLO. La Primera Sala
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la jurisprudencia número 1a./J. 46/99 determinó que el
contrato privado de compraventa de inmueble, no objetado, que cuenta con fecha cierta goza de plena
eficacia probatoria y que una de las formas en que un documento adquiere fecha cierta es mediante el
fallecimiento de uno de sus firmantes. Por tanto, un contrato como el referido, en el que una de las
partes muere antes de que tenga verificativo el acto reclamado, constituye una prueba suficiente
para acreditar el interés jurídico en el juicio de garantías. Lo anterior obedece a que si bien la
constancia de la compraventa contenida en una escritura pública y su inscripción en el Registro
Público de la Propiedad constituyen un medio de prueba idónea para acreditar el dominio adquirido
sobre el inmueble en cuestión; sin embargo, en el juicio de amparo no se resuelve en definitiva el
derecho de propiedad, sino tan sólo de manera presuntiva para efectos de determinar si el acto
reclamado irrumpió de manera inconstitucional en la esfera jurídica del quejoso.

Contradicción de tesis 103/98-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Noveno Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito. 4 de junio de 2003. Cinco
votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: José Alberto Tamayo Valenzuela.

Tesis de jurisprudencia 33/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
cuatro de junio de dos mil tres.

354
Nota: La tesis 1a./J. 46/99 citada, aparece publicada con el rubro: "INTERÉS JURÍDICO EN EL
AMPARO, INEFICACIA DEL CONTRATO PRIVADO DE COMPRAVENTA DE FECHA
INCIERTA, PARA ACREDITARLO.", en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo X, diciembre de 1999, página 78.

355
194. En su carácter de tercera extraña a juicio por equiparación, Diana Guzmán Castellanos
promovió juicio de amparo indirecto en contra de todo lo actuado en el juicio laboral 83/2007,
seguido ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, número ocho bis, del Distrito Federal,
pues considera que no fue legalmente emplazada a dicho juicio. En su demanda, la quejosa
manifestó lo siguiente: a) el 4 de mayo de 2007, su sobrino le informó de la existencia del citado
juicio laboral, el cual fue iniciado en su contra por Adelina Rivera Acevedo y otras
trabajadoras; b) el 8 siguiente, solicitó, por escrito, ante la junta laboral copias de todo lo
actuado en el juicio, esto con el fin de promover juicio de garantías, y c) el 16 de mayo de 2007,
recibió las copias solicitadas. En este caso, a efecto de que el juez de Distrito realice el cómputo
del término de quince días que tenía la parte quejosa para promover juicio de amparo, debe
considerar que la quejosa tuvo conocimiento del acto reclamado a partir del momento en que:

Recibió las copias de todo lo actuado en el juicio natural.

Justificación:

No. Registro: 186,084


Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVI, Septiembre de 2002
Página: 5
Tesis: 1a./J. 42/2002
Jurisprudencia
Materia(s): Común

ACTO RECLAMADO. DEBE TENERSE POR CONOCIDO DESDE EL MOMENTO EN QUE SE


RECIBEN LAS COPIAS SOLICITADAS A LA AUTORIDAD RESPONSABLE. La Suprema
Corte de Justicia de la Nación ha sostenido el criterio de que conforme al espíritu que informa el
artículo 21 de la Ley de Amparo, el momento en que el quejoso tuvo conocimiento del acto
reclamado debe constar probado de modo directo y no inferirse a base de presunciones. En
congruencia con lo anterior, se concluye que no es sino hasta el momento en que el particular
recibe las copias solicitadas ante la autoridad responsable, con la finalidad de promover el
juicio de garantías, cuando puede entenderse que tuvo un conocimiento directo, exacto y
completo del acto reclamado, pues es hasta entonces que puede tenerse la certeza de que el
particular conoció en su integridad los actos que estima le son violatorios de garantías y, por
tanto, es esa fecha la que debe tomarse como base para el cómputo del término que establece el
artículo 21 de la ley citada. De lo contrario, el hecho de que se presuma que con la simple solicitud
de copias el quejoso ya tenía conocimiento pleno del acto reclamado, podría ocasionar que el
término para la presentación de la demanda empezara a correr antes de que hubiera tenido
conocimiento íntegro del acto reclamado, con lo que se limitaría el plazo que tiene el particular para
formular su demanda y defender sus derechos, lo cual se traduciría en una denegación de impartición
de justicia y se rompería incluso con el equilibrio procesal al limitarle su posibilidad de defensa.

Contradicción de tesis 32/2000-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Vigésimo Circuito, Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, Cuarto Tribunal Colegiado del

356
Cuarto Circuito, Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito y el Segundo
Tribunal Colegiado del Vigésimo Primer Circuito. 5 de junio de 2002. Cinco votos. Ponente: Olga
Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Mariana Mureddú Gilabert.

Tesis de jurisprudencia 42/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
cinco de junio de dos mil dos, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros: presidente
Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José de Jesús Gudiño
Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.

357
195. El 26 de diciembre de 2006, Rocío Aldama Aguirre tiene conocimiento de que existe un
juicio laboral iniciado por Salomé Herrera Galindo en contra de la empresa “Espectáculos de
la Noche” en el cual ya se dictó laudo favorable a la parte actora y en el que se ha embargado
un inmueble propiedad de Aldama Aguirre. Ahora bien, al hacer el cómputo del término para
la presentación de la demanda de amparo indirecto:

Debe descontarse del cómputo el periodo en que hubiera estado de vacaciones la autoridad
responsable.

Justificación:

No. Registro: 174,744


Jurisprudencia. Materia(s): Común
Novena Época. Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Julio de 2006. Tesis: 1a./J. 5/2006. Página: 40

DEMANDA DE AMPARO. TRATÁNDOSE DE TERCERO EXTRAÑO A JUICIO DEBE


DESCONTARSE DEL CÓMPUTO A QUE SE REFIERE EL ARTÍCULO 21 DE LA LEY DE
AMPARO, EL PERIODO DE VACACIONES DE LA AUTORIDAD RESPONSABLE
(APLICACIÓN DE LA TESIS JURISPRUDENCIAL 3a./J. 42 30/89). Del artículo 21 de la Ley de
Amparo se advierte que el término para promover la demanda en el juicio de garantías se computará,
entre otros supuestos, a partir de que el quejoso tenga conocimiento del acto reclamado. Ahora bien,
si se atiende a que por disposición expresa de la ley los terceros extraños a juicio tienen derecho de
acudir al juicio de garantías a partir de que adviertan la afectación a su interés jurídico, es decir,
cuando se percaten de que en un proceso judicial o procedimiento seguido en forma de juicio no han
sido escuchados previamente, resulta indudable que, a fin de preparar su demanda, deben conocer
directa, exacta y completamente las consideraciones y fundamentos legales sustentados por la
autoridad responsable, de lo que se sigue que tratándose de tercero extraño a juicio sí debe
descontarse del cómputo del término para presentar su demanda de amparo el periodo de
vacaciones de la autoridad responsable, pues si a aquél se le diera un tratamiento diverso, se
atentaría contra el principio de igualdad procesal entre las partes, ya que cualquier quejoso,
por el solo hecho de serlo, debe estar sujeto a las mismas disposiciones procesales. En tal virtud,
resulta aplicable al caso la tesis jurisprudencial de la anterior Tercera Sala, identificable bajo el
rubro: "AMPARO. PARA LA INTERPOSICIÓN DE LA DEMANDA NO DEBEN
COMPUTARSE LOS DÍAS INHÁBILES POR VACACIONES DE LA AUTORIDAD.", que
aparece publicada con el número 3a./J. 42 30/89 en el Semanario Judicial de la Federación, Octava
Época, Tomo IV, Primera Parte, julio a diciembre de 1989, página 279; máxime, que uno de los
criterios en contradicción de los cuales derivó la citada jurisprudencia emanó de un amparo seguido
por un tercero extraño a juicio.

Contradicción de tesis 73/2005-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Décimo Sexto Circuito, Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito
y Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito. 7 de diciembre de 2005. Mayoría
de cuatro votos. Disidente: José Ramón Cossío Díaz. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Secretaria: Carmina Cortés Rodríguez.

358
Tesis de jurisprudencia 5/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
fecha veinticinco de enero de dos mil seis.

359
196. Los representantes del sindicato de la empresa “Aluminios del Sur” presentaron demanda de
amparo indirecto en contra de la resolución, no impugnable mediante algún recurso ordinario,
que les negó el registro (la toma de nota) referente al cambio de directiva, a pesar de que habían
exhibido ante la autoridad responsable las actas correspondientes. Al proveer sobre la demanda, el
juez de Distrito advierte que el sindicato quejoso no precisó correctamente el nombre de una
autoridad responsable y omitió exhibir suficientes copias para emplazar a las partes. Por lo
anterior, el juzgador federal decide requerir al solicitante de amparo tanto para que exhiba las
copias faltantes de la demanda como para que aclare la denominación de la autoridad
responsable. Ahora bien, en el acuerdo en que se realice dicho requerimiento, el juez de Distrito:

Debe precisar el número exacto de copias o tantos que deben exhibirse del escrito de
demanda y del ocurso que desahoga la prevención.

Justificación:

No. Registro: 177,046


Novena Época. Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Octubre de 2005. Página: 170. Tesis: 1a./J. 106/2005
Jurisprudencia. Materia(s): Común

COPIAS PARA LA TRAMITACIÓN DEL JUICIO DE AMPARO. AL PREVENIR AL QUEJOSO


PARA QUE EXHIBA LAS FALTANTES, EL ÓRGANO JURISDICCIONAL DEBE PRECISAR
EL NÚMERO EXACTO DE LAS REQUERIDAS. La sanción procesal impuesta a las partes por no
exhibir las copias para el trámite del juicio de amparo consiste en tener por no interpuesta la
demanda de garantías y sólo procede cuando el promovente ya fue requerido por el órgano
jurisdiccional correspondiente para que exhiba las copias omitidas. Ahora bien, así como la garantía
de acceso a la justicia o a la tutela jurisdiccional engendra un deber negativo para que los órganos
del Estado no obstaculicen a los gobernados la posibilidad de dilucidar sus pretensiones jurídicas,
dicha garantía también implica un deber positivo consistente en facilitarles el acceso a la justicia. En
ese tenor, aunque pudiera pensarse que la Ley de Amparo establece claramente cuántas copias
debe exhibir el promovente del juicio de garantías y, por ende, que el uso de expresiones como
"las copias omitidas", "las copias de ley" u otras similares es suficiente para considerar
correcto el requerimiento del juzgador, resulta evidente que para facilitar el acceso a la
justicia y dar mayor seguridad jurídica a los gobernados, al realizar el requerimiento
respectivo, el órgano jurisdiccional debe precisar el número exacto de copias o tantos que
deben exhibirse para el trámite del juicio de amparo, ya sea del escrito de demanda, del que
desahoga la prevención, o de ambos, pues no debe soslayarse el hecho de que quien lo promueve
no siempre es abogado o está correctamente asesorado por un especialista en la materia jurídica, por
lo que podría suceder que, a pesar de haber sido requerido, el promovente cometiera el error de no
acompañar las copias suficientes, lo que traería como consecuencia que se tuviera por no interpuesta
la demanda de amparo, con la consecuente imposibilidad de acceder a la justicia constitucional.

Contradicción de tesis 90/2005-PS. Entre las sustentadas por el Quinto Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Tercer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado, actualmente en Materia Civil del

360
Sexto Circuito. 22 de junio de 2005. Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario:
Fernando A. Casasola Mendoza.

Tesis de jurisprudencia 106/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
fecha trece de julio de dos mil cinco.

361
197. Juana Lagos Alvarado demandó de la empresa “Cosméticos Multicolores”, de Rubí
Mendoza Alejo y de Sonia Mota Licona, entre otras prestaciones, la reinstalación en su empleo
con motivo del despido injustificado del que fue objeto. Una junta laboral admitió la demanda.
Emplazados que fueron los demandados, éstos señalaron como representante común a Rubí
Mendoza Alejo y contestaron lo que a su interés convino. Durante la tramitación del juicio
laboral, la junta dictó un proveído que afecta en grado predominante y superior a Juana
Lagos Alvarado. Ésta promovió juicio de amparo indirecto; el juzgador admitió la demanda.
Ahora bien, es el caso que las tres terceras perjudicadas fueron emplazadas por conducto de la
representante común en el juicio natural. Al respecto, dicha notificación:

Es legal.

Justificación:

No. Registro: 176,793


Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Octubre de 2005
Página: 953
Tesis: 2a./J. 121/2005
Jurisprudencia
Materia(s): Común

TERCEROS PERJUDICADOS EN EL JUICIO DE AMPARO. ES LEGAL LA NOTIFICACIÓN


QUE SE LES PRACTIQUE POR CONDUCTO DEL REPRESENTANTE COMÚN DESIGNADO
EN EL JUICIO NATURAL. Texto: El artículo 13 de la Ley de Amparo establece que cuando
alguno de los interesados tenga reconocida su personalidad ante la autoridad responsable, aquélla
será admitida en el juicio de amparo para todos los efectos legales procedentes. En ese sentido, se
concluye que es legal el emplazamiento hecho a los terceros perjudicados en el juicio de
garantías por conducto del representante común designado en el juicio natural, porque la
figura del representante es similar a la del mandatario y, por consiguiente, aquél cuenta con
autorización para litigar a favor de sus representados.

Contradicción de tesis 117/2005-SS. Entre las sustentadas por el entonces Tribunal Colegiado del
Décimo Tercer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Noveno Circuito. 9 de septiembre de
2005. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Genaro David Góngora Pimentel. Ponente: Margarita
Beatriz Luna Ramos. Secretaria: María de la Luz Pineda Pineda.

Tesis de jurisprudencia 121/2005. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintitrés de septiembre de dos mil cinco.

362
198. Colorina Mendoza Salas promovió juicio de amparo indirecto en contra de todo lo
actuado en un juicio laboral. Durante la tramitación del juicio de garantías, la quejosa ofreció,
en tiempo y forma, prueba testimonial a cargo de Isabela Fuentes Ibáñez y Daniela Trujillo
Falcón. El juez de Distrito admitió dichos medios de convicción; sin embargo, Daniela Trujillo
Falcón quedó imposibilitada para comparecer al desahogo de la prueba, por causa
superveniente no imputable a Colorina Mendoza. Por lo anterior ésta solicita que, sin variarse
el interrogatorio exhibido para el desahogo de la prueba, se le permita la sustitución de aquella
testigo por Janet Ponce de la Peña. Al respecto, dicha solicitud:

Es procedente, siempre y cuando se haya presentado dentro de los cinco días previos a la
celebración de la audiencia constitucional, sin contar el de ésta.

Justificación:
No. Registro: 177,767
Novena Época. Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Julio de 2005. Página: 385. Tesis: 1a./J. 64/2005
Jurisprudencia. Materia(s): Común
TESTIGOS EN EL JUICIO DE AMPARO. LA SOLICITUD EN LA QUE SE PIDE SU
SUSTITUCIÓN DEBE PRESENTARSE DENTRO DE LOS CINCO DÍAS PREVIOS A LA
CELEBRACIÓN DE LA AUDIENCIA CONSTITUCIONAL. El artículo 151 de la Ley de Amparo
establece que la prueba testimonial debe anunciarse cinco días hábiles antes del señalado para la
celebración de la audiencia constitucional, sin contar el del ofrecimiento ni el señalado para la propia
audiencia; sin embargo, dicho plazo no debe aplicarse analógicamente para la sustitución de testigos.
Lo anterior es así, ya que de aplicarse analógicamente el referido plazo se perdería la razón de ser de
la propia figura, al anularse de facto el derecho de sustituir a un testigo; por tanto, es procedente la
solicitud de sustitución de la persona que deberá desahogar la prueba testimonial pero sin
variar el interrogatorio exhibido al momento de ofrecer la prueba, si ésta queda imposibilitada
para ello por una causa superveniente, no imputable al oferente de la prueba, siempre y
cuando se haya ofrecido oportunamente y la solicitud se presente dentro de los cinco días
previos a la celebración de la audiencia constitucional, sin contar el de ésta; sin que con ello se
vulneren los principios de igualdad y certeza jurídica en materia procesal, pues queda intacto el
derecho de las partes en litigio de conocer el interrogatorio respectivo con la anticipación requerida
por el referido artículo; mientras que respecto a la identidad del testigo, si bien varía con relación a
la anunciada en el ofrecimiento de la prueba, se conocerá por las partes previo a la audiencia
constitucional, con lo cual se salvaguarda su derecho a determinar la idoneidad del testigo sustituto,
permitiendo que se formulen y preparen oportunamente por escrito o verbalmente las repreguntas y,
en su caso, la posible impugnación de dicha idoneidad, la cual podrá ser considerada por el juzgador
al momento de realizar la valoración de sus declaraciones. Máxime que el Juez de amparo puede
diferir la celebración de la audiencia de ley, si así lo estima necesario, para estudiar la acreditación
de la causa superveniente invocada por el oferente de la prueba, a efecto de llevar a cabo la
preparación de dicha testimonial, esto es, determinar si el testigo sustituto requiere ser citado, si es
necesaria la sustanciación de un exhorto o, incluso, si considera que la identidad de aquél debe
conocerse por las otras partes con mayor anticipación a la audiencia constitucional.

363
Contradicción de tesis 90/2004-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Tercer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Primer Circuito. 20
de abril de 2005. Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique
Sánchez Frías.
Tesis de jurisprudencia 64/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
fecha veinticinco de mayo de dos mil cinco.

364
199. La secretaria del Juzgado Segundo de Distrito en Materia del Trabajo Jazmín Cuenca Soto
está encargada del despacho del juzgado con motivo de las vacaciones del juez. El periodo
vacacional del titular del juzgado es del 13 al 31 de enero de 2006. Dentro de dicho periodo, se le
turna a Jazmín Cuenca un asunto en el que el juez presidió y concluyó la audiencia
constitucional, la cual fue celebrada el 10 de enero de 2006. Al respecto, Cuenca Soto:

No puede dictar sentencia.

Justificación:

No. Registro: 177,149


Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Septiembre de 2005
Página: 237
Tesis: 1a./J. 88/2005
Jurisprudencia
Materia(s): Común

SECRETARIO ENCARGADO DEL DESPACHO DEL JUZGADO CON MOTIVO DE LAS


VACACIONES DEL TITULAR. NO PUEDE DICTAR SENTENCIA SI LA AUDIENCIA NO FUE
PRESIDIDA POR ÉL, SINO POR EL JUEZ A QUIEN SUSTITUYE. El artículo 161 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación establece que los secretarios encargados de los Juzgados
de Distrito fallarán los juicios de amparo cuyas audiencias se hubieran señalado para los días en que
los Jueces a quienes sustituyen disfruten de vacaciones, por lo que a contrario sensu se concluye que
solamente pueden emitir sentencia en esos estrictos casos y que, por tanto, cuando la audiencia se
haya celebrado y concluido formalmente por el titular antes de su periodo vacacional, los
secretarios que los sustituyen no pueden dictar la sentencia respectiva. Ello es, por un lado,
congruente con las disposiciones legales que contemplan la sustitución total y completa de los
secretarios en el ejercicio de la función jurisdiccional sólo en caso de ausencias largas y con la previa
intervención del Consejo de la Judicatura Federal y, por otro, no conlleva una afectación apreciable
sobre los principios rectores del juicio de garantías, dada la corta duración de los periodos vacacionales
de que disfrutan los Magistrados y los Jueces de Distrito. Máxime si se considera que el citado artículo
161 prevé un caso de ausencia breve y de duración legalmente predeterminada -15 días, según el
artículo 160 de dicha ley-, en la cual el ejercicio de la función jurisdiccional por parte de los secretarios
es excepcional, por lo que es indudable que su alcance debe interpretarse restrictivamente.

Contradicción de tesis 37/2005-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Sexto Circuito, el Primer Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y Civil
del Décimo Noveno Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito.
8 de junio de 2005. Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Fernando A.
Casasola Mendoza.

Tesis de jurisprudencia 88/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
fecha veintinueve de junio de dos mil cinco.

365
200. En su carácter de tercera extraña a un juicio laboral, Yuridia Mendoza Ramos promueve
juicio de amparo indirecto en contra del embargo sobre un vehículo de su propiedad realizado
por el actuario de una junta laboral el 21 de junio de 2007. En su demanda de garantías, la
solicitante de amparo exhibe la factura del vehículo que contiene una cesión de derechos a su
favor hecha por el propietario original. Durante la tramitación del juicio de amparo, Yuridia
Mendoza ofrece, en tiempo y forma, la prueba de inspección ocular en los archivos de la
Secretaría de Transporte y Vialidad del Distrito Federal a efecto de que personal del juzgado
constate que: a) desde febrero de 2003, el vehículo embargado está a su nombre en dicha
dependencia con motivo de que se exhibió ante ésta la factura del automotor, y b) que ha
pagado las tenencias de dicho carro. No obstante que este medio de convicción no es contrario
a la moral o al derecho y se estima idóneo para acreditar el interés jurídico de la quejosa, el
juez de distrito desecha la prueba, bajo el argumento de que los hechos que pretende probar la
quejosa son susceptibles de acreditarse con prueba documental, la cual debió recabarse de la
dependencia gubernamental, en términos del artículo 152 de la Ley de Amparo. Al respecto,
dicha determinación:

Es jurídicamente incorrecta, ya que el motivo aducido por el juzgador no se apega a la ley.

Justificación:

No. Registro: 185,994


Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVI, Septiembre de 2002
Página: 179
Tesis: 1a./J. 41/2002
Jurisprudencia
Materia(s): Común

INSPECCIÓN OCULAR EN EL JUICIO DE AMPARO. CUANDO RESULTE IDÓNEA PARA


EL OBJETO QUE SE PROPUSO, EL JUEZ DE DISTRITO NO ESTÁ FACULTADO PARA
DESECHARLA BAJO EL ARGUMENTO DE QUE EL HECHO ES SUSCEPTIBLE DE
DEMOSTRARSE CON LA DOCUMENTAL. De conformidad con lo dispuesto en los artículos 150
a 155 de la Ley de Amparo, así como 79, 81, 85 y 86 del Código Federal de Procedimientos Civiles,
estos últimos de aplicación supletoria a los juicios de garantías, por disposición expresa del artículo
2o. de la citada ley, que establecen que en el amparo indirecto debe admitirse cualquier medio de
prueba que sea idóneo y esté reconocido por la ley, a excepción de la confesional y de las que fueren
contra la moral o el derecho, así como el procedimiento para su ofrecimiento, preparación y
desahogo, y la facultad del juzgador, para conocer la verdad, de valerse de cualquier medio de
prueba reconocido por la ley, y que esté relacionado con los hechos controvertidos, además de la
obligación de las partes de probar sus pretensiones; en relación con el criterio del Tribunal Pleno de
esta Suprema Corte de Justicia de la Nación contenido en la tesis P./J. 41/2001, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIII, abril de 2001, página
157, de rubro: "PRUEBAS TESTIMONIAL, PERICIAL Y DE INSPECCIÓN OCULAR EN EL
JUICIO DE AMPARO. CUANDO SU FALTA DE IDONEIDAD PARA EL OBJETO QUE SE

366
PROPUSIERON RESULTE PATENTE, EL JUEZ DE DISTRITO ESTÁ FACULTADO PARA
DESECHARLAS DESDE SU ANUNCIO Y NO RESERVARSE HASTA LA CELEBRACIÓN DE
LA AUDIENCIA CONSTITUCIONAL."; se concluye que cuando en el juicio de amparo es
ofrecida la prueba de inspección ocular, la cual se estima idónea para acreditar el hecho
pretendido, y sin que su ofrecimiento sea contrario a la moral o al derecho, no es válido
legalmente negar su admisión, con el argumento de que los hechos son susceptibles de
acreditarse con la documental o con alguna otra prueba, puesto que tal circunstancia no se
encuentra prevista en la ley. Además, si bien es cierto que de acuerdo con la naturaleza de cada
prueba, hay unas más idóneas que otras para demostrar el hecho que se pretende acreditar, lo que
permite distinguir cuáles son aptas para generar mayor convicción en el juzgador, también lo es que
las partes tienen la oportunidad de escoger y decidir con cuál de ellas pretenden demostrar el hecho
concreto a conocer e, incluso, aportar distintos medios probatorios complementarios entre sí para dar
mayor certidumbre legal, y sólo cuando de manera indubitable se advierta que la prueba
ofrecida no es la idónea para acreditar el hecho pretendido, o bien, sea contraria a la moral o
al derecho, entonces sí, conforme a la jurisprudencia citada, debe ser desechada.

Contradicción de tesis 34/2002-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materias
Penal y Civil del Cuarto Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Quinto Circuito. 29 de mayo de
2002. Cinco votos. Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Miguel Ángel Velarde Ramírez.

Tesis de jurisprudencia 41/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
veintinueve de mayo de dos mil dos, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José de
Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.

367
201. En su carácter de persona extraña a juicio, Cornelia Balmori Mora promovió juicio de
amparo indirecto en contra del embargo, procedimiento de remate y lanzamiento que se
pretende realizar sobre un inmueble, cuya propiedad y posesión tiene desde hace más de diez
años. Dichos actos fueron realizados en el periodo de ejecución de un juicio laboral que inició
el 29 de enero de 2004. Para acreditar su interés jurídico, exhibió contrato privado de
compraventa debidamente ratificado ante Notario Público el 22 de abril de 1993. En el
expediente laboral presentado por las autoridades responsables obra copia certificada de la
escritura pública del inmueble embargado en el juicio laboral. De dicho instrumento notarial
se advierte que las medidas y colindancias del inmueble (norte y sur) no coinciden con las
registradas en el contrato privado de compraventa que exhibió la quejosa. Por lo anterior, ésta
ofreció, en tiempo y forma, prueba pericial a fin de identificar plenamente el inmueble
embargado con el predio cuya privación reclama en el juicio de garantías. El juez de Distrito
admite dicho medio de convicción y otorga a las contrapartes de la oferente de la prueba
pericial el derecho para adicionar el cuestionario exhibido al efecto, en términos del artículo
146 del Código Federal de Procedimientos Civiles aplicable supletoriamente a la Ley de
Amparo. En este supuesto, dicha resolución del juzgador federal:

Es jurídicamente correcta, pues procede la aplicación supletoria del Código Federal de


Procedimientos Civiles que permite adicionar el cuestionario exhibido.

Justificación:

No. Registro: 185,936


Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVI, Septiembre de 2002
Página: 212
Tesis: 1a./J. 44/2002
Jurisprudencia
Materia(s): Común

PRUEBA PERICIAL EN EL JUICIO DE AMPARO. PROCEDE LA APLICACIÓN SUPLETORIA


DEL CÓDIGO FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS CIVILES PARA OTORGAR A LA
CONTRAPARTE DEL OFERENTE EL DERECHO A ADICIONAR EL CUESTIONARIO QUE
ÉSTE EXHIBIÓ. La Suprema Corte de Justicia de la Nación, en relación con la aplicación supletoria
del Código Federal de Procedimientos Civiles que en materia de amparo establece el artículo 2o. de la
Ley Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, ha sostenido el criterio de que respecto de instituciones contempladas en dicha ley que no
tengan reglamentación o que teniéndola sea insuficiente, procede la supletoriedad, con la única
limitación de que las disposiciones que se apliquen supletoriamente no estén en contradicción con el
conjunto de normas que se deba suplir, sino que sean congruentes con los principios del juicio de
amparo. En este tenor, si las disposiciones del Código Federal de Procedimientos Civiles no
contravienen lo dispuesto en la Ley de Amparo, sino que, por el contrario, resultan acordes con el
principio de economía procesal bajo el cual se constituye el juicio de garantías, a efecto de tener
procedimientos ágiles, que se desenvuelvan en el menor tiempo posible y con el menor empleo de

368
recursos, en fiel seguimiento de la garantía de pronta administración de justicia tutelada por el artículo
17 de la Constitución Federal, se concluye que procede la aplicación supletoria del artículo 146 del
mencionado código, para otorgar a las contrapartes del oferente de la prueba pericial el derecho
de adicionar el cuestionario exhibido al efecto, pues con ello se privilegia la economía procesal y
la pronta administración de justicia, lo que no acontece en el supuesto contrario, pues de negarse
la aplicación supletoria señalada, implicaría que las contrapartes del oferente de la prueba
pericial tendrían que ofrecer también esa probanza, a efecto de que se pudiera emitir un
dictamen que, aunque se refiriera a la misma materia del debate, comprendiera puntos distintos
de los abarcados en el primer cuestionario.

Contradicción de tesis 82/2000-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Primero y Segundo, ambos
en Materia Civil del Sexto Circuito, y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Tercer Circuito. 19
de junio de 2002. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Ángel Ponce Peña.

Tesis de jurisprudencia 44/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
diecinueve de junio de dos mil dos, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José de
Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.

369
202. Diana Anguiano Minaya promovió juicio de amparo indirecto en contra de todo lo
actuado en un juicio laboral. Durante el juicio de garantías, la quejosa ofreció, en tiempo y
forma, prueba testimonial señalando al efecto nombres y domicilios de sus testigos, a quienes
solicitó se les citara por conducto del juzgado. Ahora bien, si el juzgador federal considera que
la prueba testimonial debe admitirse y que, por ende, debe ordenar la citación de los testigos:

No debe apercibir al oferente con declarar desierta la prueba si resultan falsos o incorrectos
los domicilios señalados para citar a los testigos, pues dicho apercibimiento resultaría ilegal.

Justificación:

No. Registro: 186,175


Novena Época. Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVI, Agosto de 2002. Página: 119. Tesis: 1a./J. 43/2002
Jurisprudencia. Materia(s): Común

PRUEBA TESTIMONIAL EN EL JUICIO DE AMPARO. ES ILEGAL EL APERCIBIMIENTO


HECHO AL OFERENTE EN EL SENTIDO DE QUE DE RESULTAR FALSOS O
INCORRECTOS LOS DOMICILIOS SEÑALADOS PARA CITAR A LOS TESTIGOS,
AQUÉLLA SE DECLARARÁ DESIERTA. El apercibimiento puede emplearse como una
advertencia o prevención que la autoridad hace a determinada persona, de las consecuencias
desfavorables que podrá acarrearle la realización de ciertos actos u omisiones, o bien, como una
sanción que el juzgador puede imponer a sus subordinados y también a quienes perturben o
contraríen el normal desarrollo de las audiencias y demás actividades judiciales o falten al respeto y
consideración debidos a la administración de justicia. De lo anterior deriva que no puede constituir
propiamente un verdadero apercibimiento el que se realiza al oferente de la prueba
testimonial, consistente en que, de no resultar ciertos los domicilios de los testigos propuestos,
se declarará desierta tal prueba, en virtud de que no existe advertencia alguna previa al
ofrecimiento de dicha probanza, en el que se señalaron los nombres y domicilios de los testigos
a citar, que pueda acarrear la realización de ciertos actos u omisiones, sino que se efectúa
después de que se hizo tal oferta. Lo antes expuesto es así, porque el artículo 167 del Código
Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley de Amparo, interpretado en
forma estricta, no autoriza a realizar apercibimiento alguno en tal sentido, y si las autoridades sólo
pueden hacer lo que la ley les permite, es claro que no debe prejuzgarse si los domicilios señalados
por el oferente de la prueba testimonial son o no ciertos. Además, la falta de apercibimiento previo
no repercutiría en la celeridad del procedimiento, ya que la justicia debe obtenerse a través de un
procedimiento que garantice una efectiva defensa que permita al juzgador conocer con mayor
precisión la verdad legal, aspecto este que evidentemente redundaría en darle mayor seguridad y
certeza jurídica a sus resoluciones, por lo que, si no resultan ciertos los domicilios de los testigos,
el juzgador estará, hasta ese momento, en aptitud de realizar el apercibimiento adecuado,
según el caso que se actualice, y ahora sí, en aras de la celeridad del procedimiento.

Contradicción de tesis 49/2002-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Primer Circuito, el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Primer Circuito y el Décimo Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito. 19

370
de junio de 2002. Cinco votos. Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Marco Antonio
Arredondo Elías.

Tesis de jurisprudencia 43/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
diecinueve de junio de dos mil dos, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José de
Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.

371
203. La persona moral “Frigoríficos del Sur” desea presentar demanda de amparo indirecto en
contra del ilegal emplazamiento que se le realizó dentro del juicio laboral 11/2007. Con motivo
de que es el último día que dicha persona moral tiene para presentar su demanda de garantías,
su representante se traslada al domicilio del secretario del juzgado de Distrito que ha sido
autorizado por el juez para recibir promociones fuera del horario de labores. Al respecto,
bastará para que sea válida la razón asentada con motivo de la recepción de la demanda que el
secretario registre:

La fecha y hora de recepción del escrito, que asiente los anexos y copias que, en su caso, le
sean entregadas y su firma al calce para debida constancia, sin que sea necesario que asiente
otros datos como el lugar de recepción, su nombre, la clase de nombramiento que tiene y el
órgano donde labora.

Justificación:
No. Registro: 189,975
Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIII, Abril de 2001. Página: 80. Tesis: P./J. 33/2001
Jurisprudencia. Materia(s): Común
DEMANDAS O PROMOCIONES PRESENTADAS EN HORAS INHÁBILES. REQUISITOS QUE
DEBE CONTENER LA RAZÓN QUE RESPECTO A SU RECEPCIÓN ASIENTE EL
SECRETARIO DEL JUZGADO DE DISTRITO AUTORIZADO POR EL TITULAR DEL
ÓRGANO JURISDICCIONAL RESPECTIVO. Si se toma en consideración que conforme a lo
dispuesto en los artículos 23, cuarto párrafo, de la Ley de Amparo y 61 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la citada ley, en términos de lo previsto en el
artículo 2o. de ésta, la presentación de demandas o promociones de término puede hacerse el día en
que el plazo relativo concluya, fuera del horario de labores del órgano jurisdiccional correspondiente,
ante el secretario autorizado para recibirlas, quien tiene la obligación de autorizar con su firma todos
los actos procesales de los que deba dejarse constancia y le estén encomendados, así como hacer
constar la fecha (día, mes y año) y la hora en que se presente el escrito, dando cuenta con él al día
siguiente, o bien, desde luego, cuando se trate de un asunto urgente, es inconcuso que para que la
razón que al respecto asiente el referido secretario sea válida, basta con que en ella se señalen la
fecha y hora de recepción del escrito, que se asienten los anexos y copias que, en su caso, le sean
entregadas, y que el citado funcionario firme al calce para debida constancia, sin que sea
necesario asentar otros datos como el lugar de recepción, el nombre del funcionario que recibe,
la clase de nombramiento que tiene y el órgano donde labora. Ello es así, porque si la finalidad que
se persigue al permitir la presentación de demandas o promociones el día en que concluya el plazo
legal para hacerlo, fuera del horario de labores, es la de dar oportunidad a las partes de ejercer con
plenitud sus derechos, desde el primer momento en que nacen, hasta el último minuto del plazo que la
ley les otorga para ello, es incuestionable que dicho ejercicio no puede quedar supeditado a la
satisfacción de formalidades no previstas en la ley, que incluso pudieran ocasionar graves perjuicios al
promovente, pues la negligencia, desconocimiento o actuación indebida del secretario autorizado para
recibir promociones de término podría dejar a aquél en estado de indefensión, dando lugar a que la
presentación se considere extemporánea por causas ajenas a su conducta procesal.

372
Contradicción de tesis 5/2000. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del Quinto
Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito. 22 de febrero de 2001.
Once votos. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretaria: Ma. Dolores Omaña Ramírez.

373
204. En un juicio de amparo indirecto en materia laboral, Paloma Varela Morales ofrece, en
tiempo y conforme a derecho, la prueba de inspección ocular. El juez de Distrito advierte, en
forma patente e indudable, que dicha prueba no es idónea para lo que pretende probar la
solicitante de amparo. En este caso, el juzgador federal:

Está facultado para desechar dicha prueba desde su anuncio y, por ende, no debe reservar el
acuerdo correspondiente hasta la celebración de la audiencia constitucional.

Justificación:

No. Registro: 189,894


Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIII, Abril de 2001. Página: 157. Tesis: P./J. 41/2001
Jurisprudencia. Materia(s): Común

PRUEBAS TESTIMONIAL, PERICIAL Y DE INSPECCIÓN OCULAR EN EL JUICIO DE


AMPARO. CUANDO SU FALTA DE IDONEIDAD PARA EL OBJETO QUE SE
PROPUSIERON RESULTE PATENTE, EL JUEZ DE DISTRITO ESTÁ FACULTADO PARA
DESECHARLAS DESDE SU ANUNCIO Y NO RESERVARSE HASTA LA CELEBRACIÓN DE
LA AUDIENCIA CONSTITUCIONAL. De acuerdo a lo que disponen los artículos 150, 151, 152,
153, 154 y 155 de la Ley de Amparo; así como 79, 81, 85 y 86 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, estos últimos de aplicación supletoria a los juicios de garantías, por
disposición expresa del artículo 2o. de la citada ley, en el amparo indirecto debe admitirse cualquier
medio de prueba que esté reconocido por la ley, a excepción de la confesional y de las que fueren
contra la moral o el derecho; sin embargo, esa facultad de que goza el quejoso para ofrecer pruebas
no es plena sino que está limitada al cumplimiento de ciertos requisitos, entre los que se encuentra el
relativo a que el medio de convicción ofrecido necesariamente tenga relación inmediata con los
hechos controvertidos, que no es otra cosa que el principio de idoneidad de la prueba, el cual si
bien no se prevé en la ley de referencia, sí se contempla en el artículo 79 del código adjetivo
invocado, que resulta aplicable supletoriamente a los juicios de garantías. Por tanto, si se ofrece
una prueba que no satisfaga este requisito, su ofrecimiento resulta contrario a derecho y, en esa
hipótesis, el juzgador no está obligado a admitirla en términos de lo previsto en los mencionados
artículos 150 y 79, sino que desde su anuncio, según se trate de alguno de los medios de convicción
de los que requieran previa preparación, como la testimonial, la pericial o la inspección ocular,
puede y debe desecharla, sin esperar para ello hasta la celebración de la audiencia constitucional.
Empero, para tomar esta decisión el Juez de Distrito debe tener singular cuidado a fin de no
dejar sin defensa al oferente, pues tal determinación debe tomarse en cuenta sólo cuando no
haya duda razonable de que la prueba ofrecida nada tiene que ver con la controversia, y en
este punto, el Juez debe actuar con amplitud de criterio más que con rigidez.

Contradicción de tesis 13/2000. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo
Circuito; el Primer Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa del Segundo Circuito
(actualmente Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del mismo circuito) y el Cuarto Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito. 27 de febrero de 2001. Unanimidad de diez votos. Ausente:
Juventino V. Castro y Castro. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: José Manuel Quintero Montes.

374
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintinueve de marzo en curso, aprobó, con el
número 41/2001, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintinueve de
marzo de dos mil uno.

375
205. Malena Ramos Hernández promovió juicio de amparo indirecto en el que señaló como
autoridades responsables a diversos funcionarios de la Secretaría del Trabajo y Previsión
Social. El acto que reclama es la multa que se le impuso por cien mil pesos a consecuencia de
diversas infracciones del orden laboral. En sus conceptos de violación aduce que dichas
autoridades son incompetentes para imponer cualquier tipo de multa (lo cual es cierto). Sólo el
titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social rinde informe justificado en el que niega
el acto reclamado. La quejosa promueve incidente de falsedad de documentos (respecto del
citado informe), en el que las pruebas desahogadas demuestran la falsedad hecha valer. No
obstante lo anterior, al momento de dictar sentencia, el juez de Distrito advierte que se
actualiza una causal de improcedencia. En este supuesto:
Es evidente que por cuestión de prioridad y de orden público debe sobreseer el juicio de
amparo, sin realizar pronunciamiento sobre la autenticidad del documento controvertido,
hecha excepción del caso en que el documento sea determinante para demostrar la causal de
improcedencia.
Justificación:

No. Registro: 190,937


Novena Época. Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XII, Octubre de 2000. Página: 131. Tesis: 1a./J. 27/2000
Jurisprudencia. Materia(s): Común

INCIDENTE DE FALSEDAD DE DOCUMENTOS. ES INNECESARIO PRONUNCIARSE EN


ÉL, AL ACTUALIZARSE UN MOTIVO DE IMPROCEDENCIA QUE IMPIDE EXAMINAR EL
FONDO DEL AMPARO. Conforme al artículo 153 de la Ley de Amparo, es factible la
sustanciación durante el trámite del juicio de amparo indirecto del incidente de falsedad de
documentos, situación que obliga al Juez de Distrito a suspender o diferir la audiencia constitucional,
con la finalidad de recibir y valorar las pruebas relativas a la autenticidad del documento
cuestionado, respecto del cual y únicamente para los efectos de ese juicio de amparo debe
pronunciarse al dictar la sentencia de fondo. No obstante lo anterior, en el caso de que el Juez de
Distrito advierta la existencia de una causal de improcedencia, es evidente que por cuestión de
prioridad y de orden público debe sobreseer en el juicio, sin realizar pronunciamiento sobre la
autenticidad del documento controvertido, hecha excepción del caso en que el documento sea
determinante respecto de la causal de improcedencia, pues conforme a la lógica y a una correcta
técnica del amparo, la improcedencia impide al órgano de control constitucional el estudio de tema
alguno que se relacione con el fondo de la litis constitucional, ello sin perjuicio de que, ante el
supuesto de que alguna de las partes estime delictiva la conducta del oferente de un documento que
considere apócrifo, pueda efectuar la denuncia ante la autoridad competente.

Amparo en revisión 104/94. Moisés Lau González. 13 de junio de 1994. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: Clementina Gil de Lester. Ponente: Victoria Adato Green. Secretario: Jorge Luis Silva Banda.

Amparo en revisión 1733/99. Macario Mancilla Chagollán. 19 de enero de 2000. Unanimidad de


cuatro votos. Ausente: Juan N. Silva Meza. Ponente: Juan N. Silva Meza; en su ausencia hizo suyo el
asunto la Ministra Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Martha Llamile Ortiz Brena.

376
Amparo en revisión 233/2000. Pedro Infante Pinzón. 23 de febrero de 2000. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Amparo en revisión 2180/99. Jorge Sánchez Sánchez. 1o. de marzo de 2000. Cinco votos. Ponente:
Humberto Román Palacios. Secretario: Miguel Ángel Antemate Chigo.

Amparo en revisión 1778/99. Jorge Arturo Arriaga Peñaloza. 26 de abril de 2000. Cinco votos.
Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: José Luis Delgado Gaytán.

Tesis de jurisprudencia 27/2000. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
veintisiete de septiembre de dos mil, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios,
Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.

377
206. Elena Zapata Alcántara promovió juicio de amparo indirecto en contra de la resolución
definitiva que resolvió el incidente de sustitución patronal que promovió en el periodo de ejecución
del laudo dictado por la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, número cinco. Previos los
trámites legales, el juez de Distrito concede el amparo y protección de la Justicia Federal fundando
y motivando su resolución en la sola trascripción de jurisprudencias aplicables al caso. Al respecto,
dicho proceder:

Es insuficiente para cumplir con la exigencia de fundar y motivar la sentencia, dado que es
necesario que el juzgador federal redacte las consideraciones lógicas que demuestren, cuando
menos, la aplicabilidad de las jurisprudencias al caso concreto.

Justificación:

No. Registro: 191,112


Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XII, Septiembre de 2000
Página: 8
Tesis: P./J. 88/2000
Jurisprudencia
Materia(s): Común

JURISPRUDENCIA. SU TRANSCRIPCIÓN POR LOS ÓRGANOS JURISDICCIONALES EN SUS


RESOLUCIONES, PUEDE SER APTA PARA FUNDARLAS Y MOTIVARLAS, A CONDICIÓN
DE QUE SE DEMUESTRE SU APLICACIÓN AL CASO. Las tesis jurisprudenciales emitidas por la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, funcionando en Pleno o en Salas, y las que dictan los Tribunales
Colegiados de Circuito, dentro de sus respectivas competencias, son el resultado de la interpretación de
las normas de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como de los tratados
internacionales, leyes federales, locales y disposiciones reglamentarias y, al mismo tiempo constituyen
normas de carácter positivo obligatorias para los tribunales judiciales o jurisdiccionales, en términos de
lo dispuesto en los artículos 192 y 193 de la Ley de Amparo, y 177 de la Ley Orgánica del Poder Judicial
de la Federación. Sin embargo, como el artículo 16 constitucional obliga a toda autoridad a fundar y
motivar sus resoluciones, debe estimarse que la sola transcripción de las tesis jurisprudenciales no
es suficiente para cumplir con la exigencia constitucional, sino que es necesario que el órgano
jurisdiccional asiente las consideraciones lógicas que demuestren, cuando menos, su aplicabilidad
al caso concreto independientemente de que, de ser necesario, el juzgador complemente la
aplicación de los criterios jurisprudenciales en que se apoye, con razonamientos adicionales que
aseguren el cumplimiento de la referida garantía constitucional.

Contradicción de tesis 17/98. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Cuarto Circuito y el criterio
sostenido por el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 12 de junio
de 2000. Once votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Raúl García Ramos.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy cinco de septiembre en curso, aprobó, con el

378
número 88/2000, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a cinco de
septiembre de dos mil.

379
207. Una demanda de amparo indirecto en materia laboral presentada por la parte patronal,
en la que el señalamiento de las autoridades responsables y de los actos reclamados se localiza
en diversas partes del escrito correspondiente:

Debe ser interpretada en su integridad a fin de impartir una recta administración de justicia,
pues así se dicta una sentencia que contenga la fijación clara y precisa del acto o actos
reclamados.

Justificación:

No. Registro: 192,097


Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XI, Abril de 2000
Página: 32
Tesis: P./J. 40/2000
Jurisprudencia
Materia(s): Común

DEMANDA DE AMPARO. DEBE SER INTERPRETADA EN SU INTEGRIDAD. Este Alto


Tribunal, ha sustentado reiteradamente el criterio de que el juzgador debe interpretar el escrito de
demanda en su integridad, con un sentido de liberalidad y no restrictivo, para determinar con
exactitud la intención del promovente y, de esta forma, armonizar los datos y los elementos que lo
conforman, sin cambiar su alcance y contenido, a fin de impartir una recta administración de justicia
al dictar una sentencia que contenga la fijación clara y precisa del acto o actos reclamados, conforme
a lo dispuesto en el artículo 77, fracción I, de la Ley de Amparo.

Amparo en revisión 546/95. José Chacalo Cohen y coags. 24 de abril de 1997. Unanimidad de diez
votos. Ausente: Mariano Azuela Güitrón. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Secretario: Carlos Mena Adame.

Amparo en revisión 1470/96. Bancomer, S.A., Grupo Fiduciario. 24 de abril de 1997. Unanimidad
de diez votos. Ausente: Mariano Azuela Güitrón. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Secretario: Carlos Mena Adame.

Amparo en revisión 507/96. Bernardo Bolaños Guerra. 12 de mayo de 1998. Mayoría de diez votos;
once votos en relación con el criterio contenido en esta tesis. Ponente: Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia. Secretaria: Lourdes Margarita García Galicia.

Amparo en revisión 3051/97. Marco Antonio Peña Villa y coag. 19 de octubre de 1999. Unanimidad
de nueve votos. Ausentes: Presidente Genaro David Góngora Pimentel y José Vicente Aguinaco
Alemán. Ponente: José Vicente Aguinaco Alemán; en su ausencia hizo suyo el proyecto Juan Díaz
Romero. Secretaria: Martha Velázquez Jiménez.

Amparo en revisión 1465/96. Abraham Dantus Solodkin y coag. 21 de octubre de 1999. Unanimidad

380
de diez votos. Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.
Secretario: Marco Antonio Bello Sánchez.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintisiete de marzo en curso, aprobó, con el
número 40/2000, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintisiete de
marzo de dos mil.

381
208. El sindicato de trabajadores de la industria del calzado en León, Guanajuato, promovió juicio
de amparo indirecto en contra del registro y reconocimiento de un diverso sindicato en la misma
rama industrial. Durante la tramitación del juicio de amparo, el sindicato desistió de la demanda,
razón por la que el juzgador sobreseyó en el juicio de garantías. Posteriormente, dicho sindicato
presentó nueva demanda de amparo en contra de las mismas autoridades responsables y por el
mismo registro y reconocimiento del diverso sindicato. El juzgador que conoce de este segundo
juicio de garantías lo sobresee, dado que el desistimiento de la primera demanda implicó el
consentimiento expreso de los actos reclamados y el sobreseimiento dictado en el primer juicio con
motivo de dicho desistimiento actualizó la cosa juzgada. Al respecto, la resolución del juzgador
federal:

Es jurídicamente correcta.
Justificación:
No. Registro: 200,197
Jurisprudencia. Materia(s): Común
Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
III, Febrero de 1996. Tesis: P./J. 3/96. Página: 22
DESISTIMIENTO DE LA DEMANDA EN EL JUICIO DE AMPARO. IMPLICA EL
CONSENTIMIENTO EXPRESO DE LOS ACTOS RECLAMADOS, RESULTANDO
IMPROCEDENTE UN NUEVO JUICIO CONTRA ELLOS. Entre los principios rectores del juicio
de amparo se encuentra el de instancia de parte agraviada, conforme con el cual dicho juicio sólo
puede ser promovido por la parte a quien perjudique el acto reclamado. Por consecuencia, es lógico
concluir que quien puede promover el juicio de amparo, salvo lo dispuesto en el artículo 14 de la ley
de la materia, se encuentra también en condiciones de desistir de él. El desistimiento en el juicio de
amparo implica un desistimiento de la acción y, por ende, supone el consentimiento expreso de
los actos reclamados, pues el efecto de la renuncia del quejoso, el sobreseimiento en el juicio,
deja a la autoridad responsable en aptitud de obrar o de no hacerlo, en el sentido asignado al
acto reclamado. Como ese desistimiento entraña un consentimiento expreso de los actos
reclamados, si el quejoso promueve un diverso juicio en contra de los mismos actos reclamados
en aquel del cual desistió, el segundo juicio resultará improcedente, al actualizarse los
supuestos previstos por la fracción XI del artículo 73 de la Ley de Amparo. En ese sentido,
cuando se satisfacen los requisitos legales, ese desistimiento también puede actualizar los
supuestos de la fracción IV del numeral citado pues si bien, en principio y como regla general,
una resolución de sobreseimiento -que es la consecuencia del desistimiento del quejoso- no
constituye cosa juzgada, existen casos de excepción a ese principio, como lo ha establecido la
jurisprudencia de la Suprema Corte (publicada en la página novecientos veintisiete, de la Segunda
Parte, del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación de mil novecientos ochenta y ocho) que
revelan la inejercitabilidad de la acción y dentro de los que se encuentra el relativo al
consentimiento, en ese caso, expreso, de los actos reclamados.
Contradicción de tesis 302/91. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado del Décimo Circuito
(hoy Primero) y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito. 22 de enero
de 1996. Unanimidad de once votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: Juan
Carlos Cruz Razo.

382
El Tribunal Pleno en su sesión privada celebrada el veintinueve de enero en curso, por unanimidad
de diez votos de los Ministros: presidente en funciones Juventino V. Castro y Castro, Sergio
Salvador Aguirre Anguiano, Mariano Azuela Güitrón, Juan Díaz Romero, Genaro David Góngora
Pimentel, José de Jesús Gudiño Pelayo, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Humberto Román Palacios,
Olga María Sánchez Cordero y Juan N. Silva Meza; aprobó, con el número 3/1996 la tesis que
antecede. México, Distrito Federal, a veintinueve de enero de mil novecientos noventa y seis.

383
209. La empresa “Papel KGB” promovió juicio de amparo indirecto en contra del
emplazamiento a juicio laboral el cual aduce se le practicó en forma incorrecta por parte del
actuario adscrito a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, número cuatro bis. El juez de
Distrito admitió la demanda y emplazó a las autoridades responsables. En los informes
justificados, la quejosa conoce plenamente las razones, fundamentos y motivos que registró el
actuario de la junta responsable en la diligencia de emplazamiento. Con motivo de lo anterior,
la persona moral presentó ampliación de demanda en la que agregó conceptos de violación en
contra de la diligencia de emplazamiento. En este caso:

Procede la ampliación de demanda, siempre y cuando el escrito respectivo se haya


presentado dentro de los quince días siguientes a que el quejoso tuvo conocimiento de los
mencionados datos, pero antes de la celebración de la audiencia constitucional.

Justificación:

No. Registro: 183,932


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVIII, Julio de 2003
Tesis: P./J. 15/2003
Página: 12

AMPLIACIÓN DE LA DEMANDA DE AMPARO INDIRECTO. SUPUESTOS EN LOS QUE


PROCEDE. La estructura procesal de dicha ampliación, que es indispensable en el juicio de
garantías, se funda en el artículo 17 constitucional y debe adecuarse a los principios fundamentales
que rigen dicho juicio, de los que se infiere la regla general de que la citada figura procede en el
amparo indirecto cuando del informe justificado aparezcan datos no conocidos por el quejoso,
en el mismo se fundamente o motive el acto reclamado, o cuando dicho quejoso, por cualquier
medio, tenga conocimiento de actos de autoridad vinculados con los reclamados, pudiendo recaer la
ampliación sobre los actos reclamados, las autoridades responsables o los conceptos de violación,
siempre que el escrito relativo se presente dentro de los plazos que establecen los artículos 21,
22 y 218 de la Ley de Amparo a partir del conocimiento de tales datos, pero antes de la
celebración de la audiencia constitucional.

Contradicción de tesis 2/99-PL. Entre las sustentadas por las Salas Primera, Segunda y Auxiliar, por
una parte, y por la otra, la Cuarta Sala, todas de la anterior integración de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación. 3 de junio de 2003. Unanimidad de diez votos. Ausente: Olga Sánchez
Cordero de García Villegas. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Alejandro Sánchez López.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintitrés de junio en curso, aprobó, con el
número 15/2003, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintitrés de junio
de dos mil tres.

384
210. En su carácter de patrón, la persona moral “Ositos de Peluche” promovió juicio de
amparo indirecto en contra de la falta de emplazamiento a juicio laboral. En su demanda de
amparo, la solicitante de garantías aduce que tuvo conocimiento de dicho acto por conducto
del representante de una empresa amiga, pero que lo desconoce en sí. Por lo anterior, señala
como autoridades responsables a la junta laboral y al actuario adscrito a ésta. El juez de
Distrito admitió la demanda y emplazó a las autoridades responsables. Éstas rindieron sus
informes justificados de cuyo contenido, el quejoso advierte que quien ordenó el
emplazamiento fue el presidente de la junta responsable y que quien practicó el
emplazamiento fue el secretario de dicha autoridad. Por tal motivo, el quejoso amplía su
demanda en contra de estas autoridades. En este caso, dicha ampliación:

Es procedente, pues aunque es una figura que no está prevista expresamente en la Ley de
Amparo, su inclusión en el sistema procesal del amparo es indispensable para que el juzgador
dé una solución adecuada a los conflictos planteados.

Justificación:

No. Registro: 183,933


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVIII, Julio de 2003
Tesis: P./J. 12/2003
Página: 11

AMPLIACIÓN DE LA DEMANDA DE AMPARO. DEBE ADMITIRSE AUNQUE NO ESTÉ


PREVISTA EN LA LEY DE AMPARO, YA QUE CONSTITUYE UNA FIGURA
INDISPENSABLE PARA QUE EL JUZGADOR DÉ UNA SOLUCIÓN COMPLETA A LA
ACCIÓN DEL GOBERNADO. La ampliación de la demanda de amparo implica la adición o
modificación, por parte del quejoso, de lo expuesto en su escrito original para que forme parte de la
controversia que deberá resolver el Juez o tribunal, y si bien no está prevista expresamente en la Ley
de Amparo, su inclusión se estima indispensable para que el juzgador dé una solución adecuada al
conflicto que le plantea el quejoso, por lo que es posible considerarla como parte del sistema procesal
del amparo con fundamento en el artículo 17 de la Constitución Federal, que establece como garantía
individual la impartición de justicia completa, además de pronta e imparcial, máxime que dicha figura
no está en contradicción con el conjunto de normas legales cuyas lagunas deban llenar.

Contradicción de tesis 23/2002-PL. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo en
Materias Penal y Administrativa del Segundo Circuito (actualmente Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del mismo circuito), Primero del Sexto Circuito (actualmente Primer Tribunal
Colegiado en Materia Civil del propio circuito) y Cuarto del Décimo Séptimo Circuito. 3 de junio de
2003. Unanimidad de diez votos. Ausente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ponente: Juan
Díaz Romero. Secretaria: Sofía Verónica Ávalos Díaz.

385
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintitrés de junio en curso, aprobó, con el
número 12/2003, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintitrés de junio
de dos mil tres.

386
211. La empresa de seguridad “Jaguar” presentó demanda de amparo indirecto en contra de
la diligencia de embargo que se realizó dentro de un juicio laboral seguido por Virginia
Zamora Castillo y otros en contra de la empresa de transporte de carga “Flamingos”. En su
demanda de amparo, la quejosa afirma que presta servicios de seguridad a la empresa
demandada en el juicio laboral; que no es parte en el juicio natural, y sin embargo, el actuario
de la junta señalada como responsable embargó tres vehículos marca “Tsuru”, modelo 2005,
que son de su propiedad. A su demanda acompañó sendas facturas que contienen cesiones de
derechos a su favor y que describen e identifican los bienes mencionados. Es el caso que las
cesiones de derechos hechas a su favor no son de fecha cierta y durante el juicio de garantías
dichas facturas no son objetadas. En este caso, las citadas facturas:

No acreditan el interés jurídico de la parte quejosa, porque las cesiones de derechos no son de
fecha cierta.

Justificación:

No. Registro: 190,371


Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIII, Enero de 2001
Página: 9
Tesis: P./J. 7/2001
Jurisprudencia
Materia(s): Civil

FACTURAS "ENDOSADAS" A FAVOR DE QUIEN SE PRESENTA COMO TERCERO


EXTRAÑO AL JUICIO NATURAL. ACREDITAN SU INTERÉS JURÍDICO SI NO SON
OBJETADAS, IDENTIFICAN LOS BIENES Y EL "ENDOSO" ES DE FECHA CIERTA. El
tercero extraño al juicio natural, cuando se le embargan bienes de su propiedad, sin que hubiese
intervenido en alguna forma en el procedimiento, puede acreditar su interés jurídico en el juicio de
garantías, presentando ante la autoridad jurisdiccional la factura donde se describan los bienes
materia del embargo, siempre y cuando, de conformidad con lo dispuesto por los artículos 203 del
Código Federal de Procedimientos Civiles y 2034, fracción III, del Código Civil para el Distrito
Federal, aplicados supletoria y analógicamente, respectivamente, dicho documento no haya sido
objetado, la factura detalle los bienes embargados, y el llamado "endoso", que no significa otra cosa
más que el acto de enajenación del bien, sea de fecha cierta. Esto último se entenderá desde el día
en que el acto traslativo de dominio haya sido inscrito en la oficina de Registro Público
respectiva, a partir de la muerte de cualquiera de los contratantes, o bien, desde la fecha en
que se entregue a un funcionario público, por razón de su oficio; pues la circunstancia de ser de
fecha incierta imposibilita determinar si todo reclamo que sobre esos bienes realicen terceros, es
derivado de actos anteriores o posteriores a la adquisición del bien litigioso, garantizándose, de esta
manera, la legalidad y certeza jurídica que debe imperar en este tipo de operaciones y, evitando así,
que el juicio de amparo sea utilizado con fines desleales.

387
Contradicción de tesis 26/97. Entre las sustentadas por el Segundo y Primer Tribunales Colegiados,
ambos del Cuarto Circuito. 10 de octubre de 2000. Unanimidad de diez votos. Ausente: José de
Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Luis Fernando Angulo Jacobo.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy once de enero en curso, aprobó, con el número
7/2001, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a once de enero de dos mil.

388
212. Conforme al criterio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, un juez de Distrito en
materia laboral debe considerar que persona extraña a juicio:

Es aquella que no ha figurado en el juicio o en el procedimiento como parte en sentido


material, pero que sufre un perjuicio dentro del mismo o en la ejecución de las resoluciones,
sin haber tenido la oportunidad de ser oída en su defensa por desconocer las actuaciones
relativas, quedando incluida en este concepto, asimismo, la parte que no fue emplazada o que
fue emplazada incorrectamente. Estas últimas por equiparación.

Justificación:

No. Registro: 196,932


Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VII, Enero de 1998
Página: 56
Tesis: P./J. 7/98
Jurisprudencia
Materia(s): Común

PERSONA EXTRAÑA A JUICIO, CONCEPTO DE. Para los efectos del juicio de amparo, en los
términos del artículo 114, fracción V, de la ley de la materia, persona extraña es, en principio,
aquella que no ha figurado en el juicio o en el procedimiento como parte en sentido material, pero
que sufre un perjuicio dentro del mismo o en la ejecución de las resoluciones, sin haber tenido la
oportunidad de ser oída en su defensa por desconocer las actuaciones relativas, quedando incluida en
este concepto, asimismo, la parte que no fue emplazada o que fue emplazada incorrectamente.

Contradicción de tesis 11/95. Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales Colegiados
en Materia Civil del Tercer Circuito. 18 de septiembre de 1997. Unanimidad de diez votos. Ausente:
Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: Olga María Sánchez Cordero. Secretaria: Rosa Elena
González Tirado.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el trece de enero en curso, aprobó, con el número
7/1998, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a trece de enero de mil
novecientos noventa y ocho.

389
213. En un juicio laboral se dictó una providencia cautelar para embargar bienes de la parte
patronal. No obstante, en la diligencia respectiva se embargó un inmueble propiedad de Oliva
Colchado Aguirre quien no es parte en dicho juicio. Ésta comparece a la junta laboral y se
entera perfectamente de los motivos y fundamentos de la diligencia de embargo y, además,
advierte que el juicio está en la etapa probatoria. Al respecto, el plazo para que Oliva
Colchado promueva juicio de amparo indirecto se computa a partir de:
Cuando conoció el embargo decretado en el juicio laboral.
Justificación:
No. Registro: 196,930
Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VII, Enero de 1998. Página: 95. Tesis: P./J. 6/98
Jurisprudencia. Materia(s): Común
PERSONA EXTRAÑA A JUICIO. EL PLAZO PARA QUE PROMUEVA EL AMPARO NO
SE COMPUTA SIEMPRE A PARTIR DE LA EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA, SINO A
PARTIR DE CUANDO AQUÉLLA CONOCE EL PROCEDIMIENTO, SENTENCIA O
ACTO QUE AFECTE SU INTERÉS (MODIFICACIÓN DE LA JURISPRUDENCIA 359,
COMPILACIÓN DE MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y CINCO, TOMO VI). Una nueva reflexión
sobre el tema del amparo promovido por las personas extrañas a juicio a que se refiere el artículo 114,
fracción V, de la ley de la materia, lleva a este Pleno, por una parte, a reiterar las consideraciones
generales de la resolución dictada en el expediente de contradicción de tesis 22/92 y que originó la
jurisprudencia 359 (compilación de mil novecientos noventa y cinco, Tomo VI, páginas doscientos
cuarenta y uno a doscientos cuarenta y dos), esto es, que quien promueve amparo como persona
extraña a juicio tiene la carga de acreditar la afectación que los actos reclamados causan a su interés
jurídico, y que esta violación a los derechos de que el quejoso es titular permite determinar la regla de
que el plazo impugnativo debe computarse a partir de que tenga conocimiento de esos actos que le
causan un agravio personal, actual y directo, de donde se infiere que si la afectación es causada
desde el principio, en virtud de no haber sido emplazado y por todo el juicio, el plazo empieza a
contar desde que tiene conocimiento de ello; asimismo, si lo que agravia al quejoso es la sentencia,
el cómputo empieza cuando tiene conocimiento de este fallo, o bien, a partir de la ejecución, si sólo
ésta lo perjudica. Por otra parte, sin embargo, este Pleno se aparta del criterio de dicha tesis
jurisprudencial, en cuanto limitaba la causación de la afectación al extraño a juicio sólo por los actos
de ejecución, de donde derivaba que el cómputo del plazo debía comenzar, en todos los casos, a partir
de la ejecución. La separación respecto de esta parte de la tesis deriva de su desarmonía con la regla
fundamental de la primera parte, así como por la razón de que cuando dos personas litigan entre sí, sin
llamar a quien es titular de los derechos controvertidos, ya el solo procedimiento le causa perjuicio,
tanto desde el punto de vista legal, como constitucional, en virtud de que se sigue el juicio sin darle la
garantía de audiencia; además, si en los casos en que desde el procedimiento se causa perjuicio al
quejoso extraño y tiene conocimiento de ello, se tuviera que esperar hasta la ejecución, es claro que se
apartaría de la regla prevista en el artículo 21 de la Ley de Amparo, acerca de que el plazo
impugnativo debe contarse a partir de que haya tenido conocimiento de tal acto. El cómputo a partir de
la ejecución se justifica, por tanto, sólo cuando ésta es la única que agravia al quejoso, o bien, cuando
afectándole el procedimiento, tuvo conocimiento del mismo hasta la ejecución.

390
Contradicción de tesis 11/95. Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales Colegiados
en Materia Civil del Tercer Circuito. 18 de septiembre de 1997. Unanimidad de diez votos. Ausente:
Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: Olga María Sánchez Cordero. Secretaria: Rosa Elena
González Tirado.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el trece de enero en curso, aprobó, con el número
6/1998, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a trece de enero de mil
novecientos noventa y ocho.

391
214. El representante de la empresa “Cajita Feliz” presentó demanda de amparo indirecto en
contra de la diligencia de embargo que se realizó en la etapa de ejecución del laudo dictado en
el juicio laboral seguido en su contra por Irma Delgado Dorantes y otros. En su demanda de
garantías afirma que la diligencia se realizó sin la presencia de persona con facultades legales
para actuar a nombre de la empresa, razón por la que no se pudieron señalar bienes a
embargar, lo cual a su juicio constituye un acto de ejecución irreparable. Al respecto:

El juicio de amparo es improcedente, pues la quejosa sólo puede promover juicio de amparo
contra la última resolución que se dicte en el procedimiento respectivo.

Justificación:

No. Registro: 184,221


Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVII, Junio de 2003
Página: 11
Tesis: 1a./J. 29/2003
Jurisprudencia
Materia(s): Común

AMPARO INDIRECTO. REGLAS PARA SU PROCEDENCIA, RESPECTO DE ACTOS


DICTADOS DENTRO DEL JUICIO, DESPUÉS DE CONCLUIDO Y EN EJECUCIÓN DE
SENTENCIA. De lo dispuesto en los artículos 107, fracciones III, inciso b) y VII, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y 114, fracciones III y IV, de la Ley de Amparo, se
desprenden dos reglas genéricas y una específica de procedencia del juicio de amparo indirecto: la
primera regla genérica consiste en que éste procede contra actos en el juicio cuya ejecución sea de
imposible reparación, los cuales han sido definidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación
como aquellos que por sus consecuencias son susceptibles de afectar directamente alguno de los
derechos fundamentales del gobernado, tutelados por la propia Constitución Federal, por medio de
las garantías individuales, pues esa afectación o sus efectos no se destruyen con el solo hecho de que
quien los sufra obtenga una sentencia definitiva favorable a sus pretensiones, a saber, la
personalidad de las partes, el embargo o la negativa a denunciar el juicio a terceros, entre
otros; la segunda regla genérica consiste en que el juicio de amparo biinstancial procede en contra
de actos dictados por tribunales judiciales, administrativos o del trabajo, después de concluido el
juicio, siempre que no se dicten en ejecución de sentencia, los cuales, de acuerdo con el criterio
emitido por el Máximo Tribunal del país, gozan de autonomía y no tienen como finalidad directa e
inmediata ejecutar la sentencia dictada en el juicio natural, como son el arresto dictado como
medida de apremio para vencer la contumacia de alguna de las partes o la interlocutoria que
fije en cantidad líquida la condena de que fue objeto el perdidoso; y la regla específica
introducida por el legislador con el propósito de impedir que el juicio de garantías sea utilizado para
retardar o entorpecer la ejecución de una sentencia definitiva con el carácter de cosa juzgada,
consistente en que el juicio de amparo en la vía indirecta podrá promoverse contra actos
dictados por tribunales judiciales, administrativos o del trabajo en ejecución de sentencia, sólo
contra la última resolución dictada en el procedimiento respectivo, con la posibilidad de

392
reclamar en la misma demanda las demás violaciones cometidas durante ese procedimiento,
que hubieren dejado sin defensa al quejoso y, tratándose de remates, contra la resolución
definitiva en que se aprueben o desaprueben; en el entendido de que conforme al criterio
sustentado por el más Alto Tribunal de la República, la última resolución es aquella en la que se
aprueba o reconoce de manera expresa o tácita el cumplimiento total de la sentencia o se declara la
imposibilidad material o jurídica para darle cumplimiento. En estas condiciones, y en atención a que
las citadas reglas tienen aplicación en diversas etapas del juicio natural, según la naturaleza y
finalidad de cada uno de los actos dictados durante su prosecución, es claro que cada una de ellas es
aplicable a hipótesis diferentes, por lo que no pueden adminicularse entre sí con el grave riesgo de
desnaturalizar el juicio de garantías; por tanto, a los actos dictados en juicio que causen una
ejecución de imposible reparación sobre las personas o las cosas, no se les pueden aplicar las reglas
que rigen para los actos dictados después de concluido el juicio y en ejecución de sentencia, porque
si así se hiciera, el juicio de amparo indirecto sería procedente en contra de todos los actos dictados
dentro de un procedimiento, aun cuando no causen una ejecución de imposible reparación; de igual
manera, a los actos dictados después de concluido el juicio o en ejecución de sentencia, no puede
aplicárseles la regla de procedencia del juicio de amparo indirecto que rige para actos dictados
dentro del juicio, porque bastaría que se alegara que tales actos causan una ejecución de imposible
reparación para que el juicio de amparo fuera procedente, pasando por alto que uno de los motivos
por los cuales el legislador instrumentó esas reglas, fue evitar el abuso del juicio de garantías.

Contradicción de tesis 74/2002-PS. Entre las sustentadas por el Cuarto Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Segundo Circuito y el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer
Circuito. 21 de mayo de 2003. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: José de Jesús Bañales Sánchez.

Tesis de jurisprudencia 29/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
veintiuno de mayo de dos mil tres.

393
215. La empresa “Canta Bar” presentó demanda de amparo indirecto en contra de la resolución
dictada por la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, número ocho, que aprobó la planilla de
liquidación de salarios presentada por su contraparte a fin de ejecutar el laudo dictado en un
juicio laboral seguido en su contra por Rita Galicia Marcos y otros. Al respecto:

Es procedente el juicio de amparo indirecto, porque se trata de un acto dictado después de


concluido el juicio que goza de autonomía y no tiene como finalidad directa e inmediata
ejecutar el laudo.

Justificación:

No. Registro: 184,221


Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVII, Junio de 2003
Página: 11
Tesis: 1a./J. 29/2003
Jurisprudencia
Materia(s): Común

AMPARO INDIRECTO. REGLAS PARA SU PROCEDENCIA, RESPECTO DE ACTOS


DICTADOS DENTRO DEL JUICIO, DESPUÉS DE CONCLUIDO Y EN EJECUCIÓN DE
SENTENCIA. De lo dispuesto en los artículos 107, fracciones III, inciso b) y VII, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y 114, fracciones III y IV, de la Ley de Amparo, se
desprenden dos reglas genéricas y una específica de procedencia del juicio de amparo indirecto: la
primera regla genérica consiste en que éste procede contra actos en el juicio cuya ejecución sea de
imposible reparación, los cuales han sido definidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación
como aquellos que por sus consecuencias son susceptibles de afectar directamente alguno de los
derechos fundamentales del gobernado, tutelados por la propia Constitución Federal, por medio de las
garantías individuales, pues esa afectación o sus efectos no se destruyen con el solo hecho de que
quien los sufra obtenga una sentencia definitiva favorable a sus pretensiones, a saber, la personalidad
de las partes, el embargo o la negativa a denunciar el juicio a terceros, entre otros; la segunda
regla genérica consiste en que el juicio de amparo biinstancial procede en contra de actos
dictados por tribunales judiciales, administrativos o del trabajo, después de concluido el juicio,
siempre que no se dicten en ejecución de sentencia, los cuales, de acuerdo con el criterio emitido
por el Máximo Tribunal del país, gozan de autonomía y no tienen como finalidad directa e
inmediata ejecutar la sentencia dictada en el juicio natural, como son el arresto dictado como
medida de apremio para vencer la contumacia de alguna de las partes o la interlocutoria que fije
en cantidad líquida la condena de que fue objeto el perdidoso; y la regla específica introducida por
el legislador con el propósito de impedir que el juicio de garantías sea utilizado para retardar o
entorpecer la ejecución de una sentencia definitiva con el carácter de cosa juzgada, consistente en que
el juicio de amparo en la vía indirecta podrá promoverse contra actos dictados por tribunales judiciales,
administrativos o del trabajo en ejecución de sentencia, sólo contra la última resolución dictada en
el procedimiento respectivo, con la posibilidad de reclamar en la misma demanda las demás
violaciones cometidas durante ese procedimiento, que hubieren dejado sin defensa al quejoso y,

394
tratándose de remates, contra la resolución definitiva en que se aprueben o desaprueben; en el
entendido de que conforme al criterio sustentado por el más Alto Tribunal de la República, la
última resolución es aquella en la que se aprueba o reconoce de manera expresa o tácita el
cumplimiento total de la sentencia o se declara la imposibilidad material o jurídica para darle
cumplimiento. En estas condiciones, y en atención a que las citadas reglas tienen aplicación en
diversas etapas del juicio natural, según la naturaleza y finalidad de cada uno de los actos dictados
durante su prosecución, es claro que cada una de ellas es aplicable a hipótesis diferentes, por lo que no
pueden adminicularse entre sí con el grave riesgo de desnaturalizar el juicio de garantías; por tanto, a
los actos dictados en juicio que causen una ejecución de imposible reparación sobre las personas o las
cosas, no se les pueden aplicar las reglas que rigen para los actos dictados después de concluido el
juicio y en ejecución de sentencia, porque si así se hiciera, el juicio de amparo indirecto sería
procedente en contra de todos los actos dictados dentro de un procedimiento, aun cuando no causen
una ejecución de imposible reparación; de igual manera, a los actos dictados después de concluido el
juicio o en ejecución de sentencia, no puede aplicárseles la regla de procedencia del juicio de amparo
indirecto que rige para actos dictados dentro del juicio, porque bastaría que se alegara que tales actos
causan una ejecución de imposible reparación para que el juicio de amparo fuera procedente, pasando
por alto que uno de los motivos por los cuales el legislador instrumentó esas reglas, fue evitar el abuso
del juicio de garantías.

Contradicción de tesis 74/2002-PS. Entre las sustentadas por el Cuarto Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Segundo Circuito y el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer
Circuito. 21 de mayo de 2003. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: José de Jesús Bañales Sánchez.

Tesis de jurisprudencia 29/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
veintiuno de mayo de dos mil tres.

395
216. Para impugnar la personalidad de la contraparte en un juicio laboral, antes de acudir al
juicio de amparo indirecto:

Debe hacerse valer el medio ordinario de defensa previsto en la Ley Federal del Trabajo.

Justificación:

No. Registro: 194,552


Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
IX, Febrero de 1999
Página: 135
Tesis: 2a./J. 8/99
Jurisprudencia
Materia(s): Laboral

PERSONALIDAD EN MATERIA LABORAL. ANTES DE ACUDIR AL AMPARO, DEBEN


AGOTARSE LOS MEDIOS ORDINARIOS DE DEFENSA OPONIENDO LAS EXCEPCIONES
Y DEFENSAS QUE ESTABLECE LA LEY RESPECTIVA. Los artículos 107, fracción III, incisos
a) y b), de la Constitución Federal y 73, fracciones XIII y XIV, de la Ley de Amparo, establecen que
el quejoso, previamente al ejercicio de la acción constitucional, debe agotar los medios ordinarios de
defensa que prevén los preceptos aplicables, pues de no ser así, el amparo indirecto será
improcedente, o el concepto de violación inoperante, en razón de que el juicio de amparo es un
medio extraordinario de defensa y, por lo tanto, para acudir a él es necesario agotar, en la vía
ordinaria, los recursos que procedan. Ahora bien, los artículos 762, fracción III, 763 y demás
relativos de la Ley Federal del Trabajo establecen que en materia de personalidad, dentro del
juicio, las partes pueden impugnarla a través de la excepción o incidente que procedan y
culmina con la interlocutoria relativa; tal defensa es necesaria para que la Junta se pronuncie
sobre el tema, ya que si aquélla no se agota o ésta no decide, el amparo será improcedente. Los
medios ordinarios de defensa están instituidos para que los afectados los hagan valer,
conforme al principio de definitividad del juicio de amparo, que es un medio extraordinario de
defensa, de modo que si las partes no tuvieran la carga de agotar defensas, excepciones o
recursos ante la autoridad responsable, el amparo se convertiría en un recurso ordinario y el
Juez de amparo suplantaría las facultades de aquélla.

Contradicción de tesis 49/98. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Sexto
Circuito y los Tribunales Colegiados Primero del Décimo Sexto Circuito y Primero del Décimo
Primer Circuito. 15 de enero de 1999. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José Vicente Aguinaco
Alemán. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: José Gabriel Clemente Rodríguez.

Tesis de jurisprudencia 8/99. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión pública
del quince de enero de mil novecientos noventa y nueve.

Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo IV, noviembre de
1996, página 137, tesis P. CXXXIV/96, de rubro: "PERSONALIDAD. EN CONTRA DE LA

396
RESOLUCIÓN QUE DIRIME ESTA CUESTIÓN, PREVIAMENTE AL FONDO, PROCEDE EL
AMPARO INDIRECTO (INTERRUPCIÓN PARCIAL DE LA JURISPRUDENCIA PUBLICADA
BAJO EL RUBRO ‘PERSONALIDAD. EN CONTRA DE LA RESOLUCIÓN QUE DESECHA
LA EXCEPCIÓN DE FALTA DE PERSONALIDAD SIN ULTERIOR RECURSO, ES
IMPROCEDENTE EL AMPARO INDIRECTO, DEBIENDO RECLAMARSE EN AMPARO
DIRECTO CUANDO SE IMPUGNA LA SENTENCIA DEFINITIVA.’).".

397
217. La sociedad mercantil “Todo para tu Hogar”, en su carácter de persona extraña al juicio,
promovió juicio de amparo indirecto en contra del emplazamiento que se practicó dentro del
juicio laboral 123/2006. La quejosa expresó en su demanda que desconocía los fundamentos y
motivos de la diligencia de emplazamiento, y señaló como autoridades responsables a la Junta
Local de Conciliación y Arbitraje, número diez, y al actuario adscrito a ésta. La demanda de
amparo fue admitida por el juez de Distrito. De los informes justificados rendidos por las
autoridades responsables se advierte que fue el secretario de acuerdos de la junta responsable
quien realizó el emplazamiento a juicio. La parte quejosa amplía su demanda de amparo
agregando conceptos de violación en contra de la diligencia de emplazamiento, exponiendo que
jurídicamente es inadmisible que la citada diligencia la haya practicado el secretario de acuerdos;
sin embargo, no señala como nueva autoridad a este último. Al respecto, el juez de Distrito:

Debe prevenir a la empresa quejosa para que regularice su ampliación de demanda.

Justificación:

No. Registro: 196,931


Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VII, Enero de 1998
Página: 94
Tesis: P./J. 8/98
Jurisprudencia
Materia(s): Común

PERSONA EXTRAÑA A JUICIO, DEMANDA DE AMPARO PROMOVIDA POR. OMISIÓN EN


EL SEÑALAMIENTO DE ALGUNAS DE LAS AUTORIDADES QUE INTERVINIERON EN LOS
ACTOS RECLAMADOS. Al resolver el Pleno de este Alto Tribunal la contradicción de tesis 27/96,
determinó que debía seguir prevaleciendo la jurisprudencia sustentada por la actual Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada con el número 30/96 (Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo III, del mes de junio de mil novecientos noventa y seis,
páginas doscientos cincuenta y doscientos cincuenta y uno), bajo el rubro: "DEMANDA DE AMPARO.
SI DE SU ANÁLISIS INTEGRAL SE VE LA PARTICIPACIÓN DE UNA AUTORIDAD NO
SEÑALADA COMO RESPONSABLE, EL JUEZ DEBE PREVENIR AL QUEJOSO PARA DARLE
OPORTUNIDAD DE REGULARIZARLA.". Ahora bien, siguiendo tal criterio, debe considerarse que
si la persona extraña a juicio, al promover su demanda de amparo, o bien, al formular la
ampliación a la misma, no señala a las autoridades que participaron en los actos reclamados,
concurriendo a la afectación de su interés jurídico, y que por ello resultan responsables, el Juez de
Distrito debe prevenir a la parte quejosa para que regularice su demanda, en el entendido de que si
el Juez omite efectuar dicha prevención, incurrirá en una violación a las normas del procedimiento, que
debe ser corregida por el tribunal revisor, ordenándose la reposición del procedimiento, con fundamento
en la fracción IV del artículo 91 de la Ley de Amparo.

Contradicción de tesis 11/95. Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales Colegiados
en Materia Civil del Tercer Circuito. 18 de septiembre de 1997. Unanimidad de diez votos. Ausente:

398
Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: Olga María Sánchez Cordero. Secretaria: Rosa Elena
González Tirado.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el trece de enero en curso, aprobó, con el número
8/1998, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a trece de enero de mil
novecientos noventa y ocho.

399
218. En un juicio de amparo indirecto derivado de actos del orden laboral, las autoridades
responsables invocan como causales de improcedencia del juicio de garantías diversas
fracciones del artículo 73 de la Ley de Amparo sin expresar las razones que justifiquen la
actualización de dichas hipótesis normativas. Al respecto, el juzgador:

Sólo deberá analizarlas cuando sean de obvia y objetiva constatación; en caso contrario,
deberá motivar el porqué está impedido para analizarlas.

Justificación:

No. Registro: 174,086


Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Octubre de 2006
Página: 365
Tesis: 2a./J. 137/2006
Jurisprudencia
Materia(s): Común

IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO. CUANDO SE INVOCA COMO CAUSAL


ALGUNA DE LAS FRACCIONES DEL ARTÍCULO 73 DE LA LEY DE LA MATERIA, SIN
EXPRESAR LAS RAZONES QUE JUSTIFIQUEN SU ACTUALIZACIÓN, EL JUZGADOR
DEBERÁ ANALIZARLA SÓLO CUANDO SEA DE OBVIA Y OBJETIVA CONSTATACIÓN.
Por regla general no basta la sola invocación de alguna de las fracciones del artículo 73 de la Ley de
Amparo para que el juzgador estudie la improcedencia del juicio de garantías que plantee la
autoridad responsable o el tercero perjudicado, sin embargo, cuando aquélla sea de obvia y
objetiva constatación; es decir, que para su análisis sólo se requiera la simple verificación de
que el caso se ajusta a la prescripción contenida en la norma, deberá analizarse aun sin el
razonamiento que suele exigirse para justificar la petición, toda vez que en este supuesto
bastará con que el órgano jurisdiccional revise si se trata de alguno de los actos contra los
cuales no proceda la acción de amparo, o bien si se está en los supuestos en los que conforme a
ese precepto ésta es improcedente, debido a la inexistencia de una pluralidad de significados
jurídicos de la norma que pudiera dar lugar a diversas alternativas de interpretación. Por el
contrario, si las partes hacen valer una causal de improcedencia del juicio citando sólo la disposición
que estiman aplicable, sin aducir argumento alguno en justificación de su aserto, no obstante que
para su ponderación se requiera del desarrollo de mayores razonamientos, el juzgador deberá
explicarlo así en la sentencia correspondiente de manera que motive las circunstancias que le
impiden analizar dicha causal, ante la variedad de posibles interpretaciones de la disposición legal
invocada a la que se apeló para fundar la declaración de improcedencia del juicio.

Contradicción de tesis 142/2006-SS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materias Administrativa y de Trabajo del Décimo Sexto Circuito y el Quinto Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Primer Circuito. 8 de septiembre de 2006. Mayoría de cuatro votos.
Disidente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretaria:
Hilda Marcela Arceo Zarza.

400
Tesis de jurisprudencia 137/2006. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintidós de septiembre de dos mil seis.

401
219. El juez Segundo de Distrito en Materia del Trabajo expresa que la manifestación hostil
del quejoso, contenida en un escrito que obra en los autos del juicio de amparo, en el sentido de
que “odia, aborrece y detesta con toda su alma al juzgador federal” afecta su ánimo interno y
objetividad para resolver diversos juicios de amparo promovidos por el solicitante de amparo.
De ahí que dicho juez considera que se actualiza la causal de impedimento –por enemistad
manifiesta- prevista en la fracción VI del artículo 66 de la Ley de Amparo. Al respecto, la
consideración del juzgador federal:

Es suficiente para que se actualice la causal de impedimento referida.

Justificación:

No. Registro: 174,458


Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Agosto de 2006
Página: 296
Tesis: 2a./J. 105/2006
Jurisprudencia
Materia(s): Común

IMPEDIMENTO POR CAUSA DE ENEMISTAD MANIFIESTA. PARA CALIFICARLO DE


LEGAL DEBE ATENDERSE A LA MANIFESTACIÓN DEL JUZGADOR EN EL SENTIDO DE
UBICARSE EN TAL SUPUESTO, ASÍ COMO AL SEÑALAMIENTO DE UNA CAUSA
OBJETIVA Y RAZONABLE SUSCEPTIBLE DE JUSTIFICARLO. Los requisitos para calificar de
legal el impedimento por enemistad manifiesta previsto en el artículo 66, fracción VI, de la Ley de
Amparo se traducen, en primer término, en la explícita consideración del funcionario judicial de que
se ubica en el supuesto respectivo, que conlleva la valoración personal de que está afectado en su
ánimo interno para resolver el asunto y, en segundo, en el señalamiento de una causa objetiva y
razonable susceptible de justificar esa circunstancia, a fin de que quien resuelva el impedimento se
encuentre en aptitud de decidir si las características en que se ha producido la situación de mérito,
apreciadas objetivamente, llevan a concluir que razonablemente se ha actualizado la causal
respectiva. En consecuencia, la consideración del Juez en el sentido de que una manifestación
hostil, de animadversión, realizada por el quejoso en un juicio de amparo ha afectado su
imparcialidad para fallar el asunto respectivo, es suficiente para que se actualice la causal de
impedimento referida, siendo los elementos relevantes para ello no la actitud de las partes, sino el
ánimo del juzgador, el señalamiento de la causa objetiva y razonable generadora del impedimento,
así como la credibilidad y presunción de veracidad de su manifestación, sustentada en los principios
de excelencia, objetividad, imparcialidad y profesionalismo que rigen la carrera judicial,
considerando, además, que el deber de los juzgadores de abstenerse de conocer de los asuntos en que
se encuentren impedidos, so pena de incurrir en responsabilidad administrativa, constituye un límite
a la tolerancia, templanza y fortaleza judicial interna admitido por el propio legislador, al haber
previsto el supuesto de impedimento respectivo.

402
Contradicción de tesis 11/2006-PL. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Tercer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal de ese
circuito. 16 de junio de 2006. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Genaro David Góngora Pimentel.
Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretario: Fernando Silva García.

Tesis de jurisprudencia 105/2006. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del diez de julio de 2006.

403
220. La suplencia de la queja deficiente en juicios de amparo del orden laboral, cuando el acto
reclamado se funde en leyes declaradas inconstitucionales por la jurisprudencia de la Suprema
Corte de Justicia:

Es aplicable en amparos directo e indirecto, en primera instancia o en revisión.

Justificación:

No. Registro: 175,754


Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIII, Febrero de 2006
Página: 7
Tesis: P./J. 6/2006
Jurisprudencia
Materia(s): Común

SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE PREVISTA EN EL ARTÍCULO 76 BIS, FRACCIÓN


I, DE LA LEY DE AMPARO. ES APLICABLE EN AMPAROS DIRECTO E INDIRECTO, EN
PRIMERA INSTANCIA O EN REVISIÓN. El citado precepto establece que las autoridades que
conozcan del juicio de garantías deben suplir la queja deficiente cuando el acto reclamado se funde
en una ley declarada inconstitucional por la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, sin expresar que opere sólo en cierto tipo de amparos, por lo que es dable interpretar que
dicho beneficio procesal resulta aplicable en los juicios de amparo directo y en los indirectos, en
primera instancia o en revisión, tal como se sostuvo en la exposición de motivos del proceso
legislativo que culminó con la reforma del artículo 107 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 19 de febrero de 1951.

Contradicción de tesis 52/2004-PL. Entre las sustentadas por la Primera y Segunda Salas de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación. 25 de octubre de 2005. Unanimidad de ocho votos.
Ausentes: José Ramón Cossío Díaz, Genaro David Góngora Pimentel y José de Jesús Gudiño
Pelayo. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretarios: Pedro Arroyo Soto e Israel Flores Rodríguez.

El Tribunal Pleno, el tres de enero en curso, aprobó, con el número 6/2006, la tesis jurisprudencial
que antecede. México, Distrito Federal, a tres de enero de dos mil seis.

404
221. La suplencia de la queja deficiente en juicios de amparo del orden laboral, cuando el acto
reclamado se funde en leyes declaradas inconstitucionales por la jurisprudencia de la Suprema
Corte de Justicia:

No implica soslayar cuestiones de procedencia del juicio de garantías.

Justificación:

No. Registro: 175,753


Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIII, Febrero de 2006
Página: 7
Tesis: P./J. 7/2006
Jurisprudencia
Materia(s): Común

SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE PREVISTA EN EL ARTÍCULO 76 BIS, FRACCIÓN


I, DE LA LEY DE AMPARO. NO IMPLICA SOSLAYAR CUESTIONES DE PROCEDENCIA
DEL JUICIO DE GARANTÍAS. De conformidad con el proceso legislativo que culminó con la
reforma al artículo 94 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, publicada en el
Diario Oficial de la Federación el 25 de octubre de 1967, el fin inmediato de la jurisprudencia de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación que declara inconstitucional una ley es salvaguardar y
asegurar la supremacía de la Constitución. Ahora bien, una vez integrada la jurisprudencia, si fuera
el caso de suplir la queja deficiente en el juicio de amparo en términos del artículo 76 Bis, fracción I,
de la ley de la materia, aquélla podrá aplicarse, pero sin soslayar las cuestiones que afectan la
procedencia del juicio de garantías, ya que la suplencia de mérito opera sólo respecto de cuestiones
de fondo, esto es, una vez superados los motivos de improcedencia del juicio, pues sería absurdo
pretender que por la circunstancia de que el acto reclamado se funde en una norma declarada
inconstitucional tuviera que aceptarse la procedencia de todo juicio de amparo.

Contradicción de tesis 52/2004-PL. Entre las sustentadas por la Primera y Segunda Salas de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación. 25 de octubre de 2005. Unanimidad de ocho votos.
Ausentes: José Ramón Cossío Díaz, Genaro David Góngora Pimentel y José de Jesús Gudiño
Pelayo. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretarios: Pedro Arroyo Soto e Israel Flores Rodríguez.

El Tribunal Pleno, el tres de enero en curso, aprobó, con el número 7/2006, la tesis jurisprudencial
que antecede. México, Distrito Federal, a tres de enero de dos mil seis.

405
222. En un juicio de amparo indirecto en materia laboral, Pedro Morales Fernández (tercero
extraño a juicio) reclamó la diligencia de embargo, la aprobación y la adjudicación de un
inmueble que afirmó es de su propiedad. El solicitante de amparo exhibió un contrato privado
de compraventa ratificado ante Notario Público, el 22 de septiembre de 1999. En este
documento se advierte que Pedro Morales se identificó ante el funcionario público con una
credencial para votar con fotografía expedida por el Instituto Federal Electoral el 24 de julio
de 2002. Al respecto, está demostrado en el expediente que no hay error mecanográfico o
alguna causa legal que explique el porqué Pedro Morales Fernández se identificó con una
credencial que, por razones cronológicas, no existía en la fecha de ratificación del contrato.
Ahora bien, dicho contrato privado de compraventa:

No acredita el interés jurídico del quejoso, dado que dicho documento no es de fecha cierta.

Justificación:

No. Registro: 177,926


Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Julio de 2005
Página: 183
Tesis: 1a./J. 51/2005
Jurisprudencia
Materia(s): Común

INTERÉS JURÍDICO EN EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO. VALORACIÓN DE


DOCUMENTOS PRIVADOS RATIFICADOS ANTE NOTARIO PARA ACREDITARLO. No es
factible acreditar el interés jurídico en el juicio de amparo indirecto cuando el quejoso reclama actos
de desposesión derivados de juicio y ostenta la calidad de tercero extraño mediante la exhibición de
un documento privado ratificado ante notario, en cuya certificación éste asentó que uno de los
comparecientes se identificó con un documento que, por razones cronológicas, no pudo existir
sino mucho después de la fecha de la ratificación, y está demostrado en autos que no hay error
mecanográfico o de otra índole que explique ese desfase. Ello es así, porque si la ratificación ante
el mencionado fedatario tiene como propósito dar fecha cierta al acuerdo de voluntades celebrado
por las partes a fin de que tenga valor contra terceros, es incuestionable que cualquier elemento que
permita dudar de la certeza en cuanto a la fecha, afecta al instrumento notarial.

Contradicción de tesis 27/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo y
Tercero, ambos del Décimo Sexto Circuito. 6 de abril de 2005. Cinco votos. Ponente: José de Jesús
Gudiño Pelayo. Secretario: Miguel Bonilla López.

Tesis de jurisprudencia 51/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
fecha veintisiete de abril de dos mil cinco.

406
223. En su carácter de tercera extraña a juicio, la persona moral “Focura” promovió juicio de
amparo indirecto en contra del embargo, el remate y la adjudicación de un inmueble de su
propiedad. Dichos actos se dictaron en el juicio laboral seguido por Anastacia Ramos Solís en
contra de la persona moral “Autos Elegantes”. La parte quejosa señala como autoridades
responsables al presidente de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, número cinco, y
actuario adscrito. La demanda de amparo fue admitida por el juez de Distrito. En los informes
justificados rendidos por las autoridades responsables, el juzgador federal advierte que en el
juicio laboral se habilitó al secretario de la junta para diligenciar la orden de embargo y que
ésta fue dictada por los integrantes de la junta laboral. El juez de Distrito se limita
exclusivamente a dar vista con los informes justificados al quejoso notificándolo por lista. Al
respecto, el proceder del juzgador federal:

Es jurídicamente incorrecto, ya que el juez de Distrito debió notificar en forma personal al


quejoso el contenido del informe y prevenirlo para que aclarara o ampliara su demanda.

Justificación:

No. Registro: 182,617


Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVIII, Diciembre de 2003. Página: 93. Tesis: 2a./J. 112/2003
Jurisprudencia. Materia(s): Común

INFORME JUSTIFICADO. CUANDO DE ÉL SE ADVIERTA LA PARTICIPACIÓN DE UNA


AUTORIDAD NO SEÑALADA COMO RESPONSABLE POR EL QUEJOSO, EL JUEZ DE
DISTRITO DEBE NOTIFICARLE PERSONALMENTE SU CONTENIDO, ASÍ COMO
PREVENIRLO PARA QUE ACLARE O AMPLÍE SU DEMANDA. De la interpretación
teleológica del primer párrafo del artículo 30 de la Ley de Amparo se advierte que el legislador
estableció una facultad discrecional en favor del Juez de Distrito para ordenar que se realice
personalmente una notificación; sin embargo, la notificación que se ordene durante la sustanciación
del juicio de garantías únicamente procederá cuando se trate de determinaciones de importancia y
trascendencia para la correcta integración de la litis constitucional, cuyo objetivo principal será no
dejar en estado de indefensión a alguna de las partes, en tanto que todo rigorismo técnico estará
subordinado a la observancia del fin supremo de impartir justicia, sobre todo en materia de juicios de
amparo que, a diferencia de los del orden común, antes de los intereses recíprocos de las partes o de
rigorismos procesales que obstaculicen el acceso a la defensa de los derechos constitucionales está la
tutela de las garantías fundamentales del gobernado. En congruencia con lo antes expuesto, cuando
al rendirse el informe justificado el Juez de Distrito advierta la participación de autoridades
no señaladas como responsables por el quejoso, deberá notificarle personalmente el contenido
de dicho informe, e igualmente prevenirlo para que aclare o amplíe su demanda, pues de lo
contrario incurrirá en violación a las normas del procedimiento, la que en todo caso será
corregida por el tribunal revisor al ordenar su reposición, de conformidad con el artículo 91,
fracción IV, de la ley citada.

Contradicción de tesis 86/2003-SS. Entre las sustentadas por el Octavo Tribunal Colegiado en
Materia de Trabajo del Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Octavo Circuito. 31 de

407
octubre de 2003. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente:
Genaro David Góngora Pimentel. Secretaria: María Marcela Ramírez Cerrillo.

Tesis de jurisprudencia 112/2003. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del catorce de noviembre de dos mil tres.

408
224. En la etapa de ejecución del laudo dictado en el juicio laboral seguido por Jimena Rizado
Mendieta en contra de la empresa “Alfombras Multicolores”, el presidente de la junta ordenó
se embargaran bienes de la parte patronal. En cumplimiento a dicha resolución, el actuario de
la junta laboral embargó el inmueble ubicado en la calle Argentina, número 24, colonia Centro
del Distrito Federal. En su carácter de tercera extraña a juicio, Sara Elizalde Alfaro promovió
juicio de amparo indirecto en contra del embargo del inmueble, pues afirma que éste es de su
propiedad. En dicho caso, si la quejosa acredita su interés jurídico, qué autoridad o
autoridades deben considerarse responsables:
Sólo el actuario de la junta laboral.
Justificación:
No. Registro: 196,929
Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VII, Enero de 1998. Página: 96. Tesis: P./J. 5/98
Jurisprudencia. Materia(s): Común
PERSONA EXTRAÑA A JUICIO. EN EL AMPARO QUE PROMUEVA, SON AUTORIDADES
RESPONSABLES LAS QUE DICTAN, ORDENAN, EJECUTAN O TRATAN DE EJECUTAR,
LOS ACTOS QUE AFECTAN EL BIEN O DERECHO DEL QUE AQUÉLLA ES TITULAR. De
los artículos 4o., 11 y 114, fracción V, de la Ley de Amparo, se infiere que, como regla general, para
determinar qué autoridades han de ser llamadas como responsables cuando alguien demanda el
amparo como persona extraña a un juicio, deben precisarse los actos autoritarios que afectan los
intereses jurídicos del quejoso; y si bien no puede establecerse, a priori, con precisión, quiénes son
autoridades responsables en esta clase de amparos, sí es posible, dentro de la amplia serie de
situaciones susceptibles de presentarse, llegar a señalar a título ejemplificativo y como aplicación de
la regla general, algunas de las hipótesis más características. Así, cuando el quejoso, como persona
extraña, es titular del derecho o bien que debaten actor y demandado en un juicio, sufre el perjuicio
desde que se inició el procedimiento sin haber sido emplazado, o haberse realizado el
emplazamiento con vicios que le impidieron comparecer a defender sus derechos subsistiendo el
perjuicio durante todo el juicio y, en su caso, en la ejecución; en esas condiciones, si todo el
procedimiento le causa perjuicio, inclusive la sentencia definitiva y su ejecución (si hasta ahí se
llegó), serán autoridades responsables el Juez y, en sus respectivos casos, el actuario, el tribunal de
segunda instancia y los ejecutores. En otro supuesto, si los bienes o derechos de que es titular la
persona extraña no son debatidos ni tocados durante el procedimiento, sino sólo por el Juez en su
sentencia, ésta será el acto reclamado y el Juez la autoridad responsable. En otra aplicación de la
regla general, si ni el procedimiento ni la sentencia afectan los intereses del quejoso extraño, pero sí
el mandamiento de ejecución, éste y su cumplimiento serán los actos reclamados, y serán
responsables el ordenador y el ejecutor. Finalmente, si los derechos del extraño no son tocados
por el procedimiento ni por la sentencia, ni por el mandamiento de ejecución, sino sólo por la
ejecución, ésta constituye el acto reclamado y el actuario o ejecutor será la autoridad
responsable. No es obstáculo para lo anterior, la circunstancia de que al momento de promover la
demanda no se tenga conocimiento de todas las autoridades sino sólo de alguna de ellas, ya que el
quejoso tendrá la oportunidad de realizar el señalamiento de las restantes en la ampliación de
demanda, que procederá una vez que se conozca el informe justificado y, para tal efecto, si el
quejoso omitiera señalar alguna o algunas de las autoridades que participaron en el procedimiento,
409
concurriendo a la afectación de su derecho, debe atenderse a la jurisprudencia número 30/96 de la
Segunda Sala, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
Tomo III, del mes de junio de mil novecientos noventa y seis, a fojas doscientos cincuenta y
doscientos cincuenta y uno, bajo el rubro: "DEMANDA DE AMPARO. SI DE SU ANÁLISIS
INTEGRAL SE VE LA PARTICIPACIÓN DE UNA AUTORIDAD NO SEÑALADA COMO
RESPONSABLE, EL JUEZ DEBE PREVENIR AL QUEJOSO PARA DARLE OPORTUNIDAD
DE REGULARIZARLA.".
Contradicción de tesis 11/95. Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales Colegiados
en Materia Civil del Tercer Circuito. 18 de septiembre de 1997. Unanimidad de diez votos. Ausente:
Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: Olga María Sánchez Cordero. Secretaria: Rosa Elena
González Tirado.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el trece de enero en curso, aprobó, con el número
5/1998, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a trece de enero de mil
novecientos noventa y ocho.

410
411
225. Durante la etapa de ejecución de un laudo, comparece al juicio un nuevo apoderado de la
parte actora, quien para acreditar su carácter exhibe un poder notarial. La parte patronal
promueve incidente de falta de personalidad. El presidente de la junta laboral desecha dicha
incidencia y le reconoce la personalidad al apoderado de la parte actora. Aquélla interpone
recurso de revisión en contra de tal resolución. Previos los trámites legales, dicho recurso se
declara infundado. En contra de esta determinación:

No procede juicio de amparo indirecto, pues como la finalidad de la parte patronal es impedir
la ejecución del laudo cuestionando la personería del ejecutante, debe reclamarse a través del
amparo indirecto que, en su caso, se promueva contra la última resolución emitida en la etapa
de ejecución del laudo.

Justificación:

No. Registro: 178,441


Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Mayo de 2005
Página: 231
Tesis: 1a./J. 23/2005
Jurisprudencia
Materia(s): Común

INCIDENTE DE FALTA DE PERSONALIDAD TRAMITADO EN LA ETAPA DE EJECUCIÓN


DE SENTENCIA. LA RESOLUCIÓN DICTADA EN ÉL DEBE IMPUGNARSE A TRAVÉS DEL
AMPARO PROMOVIDO CONTRA LA ÚLTIMA RESOLUCIÓN EMITIDA EN ESA ETAPA. La
Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que, por regla general, un acto dictado en
ejecución de sentencia sólo puede reclamarse a través del amparo indirecto promovido contra el
último acto emitido en esa etapa, el cual es el que declara cumplida la sentencia o la imposibilidad
para cumplirla. Asimismo, ha establecido que existen casos de excepción a la regla mencionada, en
los cuales se ha admitido la procedencia del amparo indirecto contra actos dictados en ejecución de
sentencia, cuando éstos gozan de autonomía propia por no tener como finalidad directa e inmediata
ejecutar la sentencia dictada en el juicio natural. Ahora bien, la sentencia que resuelve un incidente
de falta de personalidad promovido en la etapa de ejecución de sentencia no se encuentra
dentro de los casos de excepción precisados, pues si se ha determinado que no procede el
amparo contra los actos que tienen como finalidad directa e inmediata ejecutar la sentencia
dictada en el juicio natural, sino hasta que se dicta la última resolución del procedimiento de
ejecución, entonces, interpretando a contrario sensu ese criterio, la referida resolución es de la
misma naturaleza jurídica de aquéllos, ya que la finalidad del incidente aludido es impedir la
ejecución de la sentencia cuestionando la personería del ejecutante. Por ello, la resolución
dictada en un incidente de falta de personalidad promovido en la etapa de ejecución de
sentencia, debe reclamarse a través del amparo que se promueva contra la última resolución
emitida en esa etapa.

412
Contradicción de tesis 159/2004-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo
del Décimo Noveno Circuito y Primero del Décimo Sexto Circuito. 1o. de diciembre de 2004. Cinco
votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Fernando A. Casasola Mendoza.

Tesis de jurisprudencia 23/2005. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal, en sesión de
fecha dos de marzo de dos mil cinco.

413
226. La persona moral “Farinelli” promovió juicio de amparo indirecto en contra del
emplazamiento que se le practicó en un juicio laboral iniciado en su contra por Cristina
Balmori Becerra. Como dicha quejosa es la parte patronal en el juicio natural, para que
proceda el estudio de los conceptos de violación que formule:

Basta que exprese la causa de pedir, sin que ello implique que se limite a realizar meras
afirmaciones sin fundamento.

Justificación:

No. Registro: 185,425


Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XVI, Diciembre de 2002. Página: 61. Tesis: 1a./J. 81/2002
Jurisprudencia. Materia(s): Común

CONCEPTOS DE VIOLACIÓN O AGRAVIOS. AUN CUANDO PARA LA PROCEDENCIA DE


SU ESTUDIO BASTA CON EXPRESAR LA CAUSA DE PEDIR, ELLO NO IMPLICA QUE
LOS QUEJOSOS O RECURRENTES SE LIMITEN A REALIZAR MERAS AFIRMACIONES
SIN FUNDAMENTO. El hecho de que el Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación haya establecido en su jurisprudencia que para que proceda el estudio de los conceptos de
violación o de los agravios, basta con que en ellos se exprese la causa de pedir, obedece a la
necesidad de precisar que aquéllos no necesariamente deben plantearse a manera de silogismo
jurídico, o bien, bajo cierta redacción sacramental, pero ello de manera alguna implica que los
quejosos o recurrentes se limiten a realizar meras afirmaciones sin sustento o fundamento,
pues es obvio que a ellos corresponde (salvo en los supuestos legales de suplencia de la queja)
exponer razonadamente el porqué estiman inconstitucionales o ilegales los actos que reclaman
o recurren. Lo anterior se corrobora con el criterio sustentado por este Alto Tribunal en el sentido
de que resultan inoperantes aquellos argumentos que no atacan los fundamentos del acto o
resolución que con ellos pretende combatirse.

Reclamación 32/2002-PL. Promotora Alfabai, S.A. de C.V. 27 de febrero de 2002. Cinco votos.
Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Ángel Ponce Peña.

Reclamación 496/2002. Química Colfer, S.A. de C.V. 29 de mayo de 2002. Cinco votos. Ponente:
Humberto Román Palacios. Secretario: Miguel Ángel Velarde Ramírez.

Reclamación 157/2002-PL. Fausto Rico Palmero y otros. 10 de julio de 2002. Cinco votos. Ponente:
Humberto Román Palacios. Secretario: Miguel Ángel Velarde Ramírez.

Amparo directo en revisión 1190/2002. Rigoberto Soto Chávez y otra. 11 de septiembre de 2002.
Cinco votos. Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Miguel Ángel Velarde Ramírez.

Amparo en revisión 184/2002. Adela Hernández Muñoz. 9 de octubre de 2002. Unanimidad de

414
cuatro votos. Ausente: Juan N. Silva Meza. Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario:
Francisco Octavio Escudero Contreras.

Tesis de jurisprudencia 81/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
trece de noviembre de dos mil dos, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José de
Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.

415
227. El juez Segundo de Distrito en Materia del Trabajo expresa que tiene amistad estrecha con
la parte quejosa, pues convive familiarmente con ésta todos los fines de semana. De ahí que el
juez considera que se actualiza la causal de impedimento –por estrecha amistad- prevista en la
fracción VI del artículo 66 de la Ley de Amparo. Al respecto, la sola manifestación del juzgador:

Es suficiente para tener por acreditada la causal de impedimento referida.

Justificación:

No. Registro: 186,939


Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XV, Mayo de 2002
Página: 105
Tesis: 2a./J. 36/2002
Jurisprudencia
Materia(s): Común

IMPEDIMENTO POR CAUSA DE AMISTAD ESTRECHA. PARA CALIFICARLO DE LEGAL


ES SUFICIENTE LA MANIFESTACIÓN QUE EN ESE SENTIDO HACE EL FUNCIONARIO
JUDICIAL RESPECTIVO. De conformidad con lo dispuesto en la fracción VI del artículo 66 de la
Ley de Amparo, los funcionarios ahí mencionados estarán impedidos para conocer del juicio de
garantías cuando tengan amistad estrecha o enemistad manifiesta con alguna de las partes, sus
abogados o representantes. En consecuencia, si algún funcionario judicial manifiesta que tiene
amistad estrecha por existir convivencia familiar frecuente con una de las partes, esta causal
de impedimento debe tenerse por acreditada no sólo en mérito de la credibilidad que como
Juez goza, sino porque tal manifestación valorada en términos de lo previsto en los artículos 93,
fracción I, 95, 96 y 199 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria
conforme al artículo 2o. de la referida Ley de Amparo, tiene validez probatoria plena, por tratarse
de una confesión expresa en lo que le perjudica, hecha por persona capaz para obligarse, con
pleno conocimiento, sin coacción ni violencia y proveniente de un hecho propio, en relación con el
asunto de donde se originó la excusa planteada.

Contradicción de tesis 4/2002-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero,
Segundo, Quinto, Décimo Segundo y Sexto, todos en Materia Administrativa del Primer Circuito. 26
de abril de 2002. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Rosalía
Argumosa López.

Tesis de jurisprudencia 36/2002. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del tres de mayo de dos mil dos.

416
228. El juez Segundo de Distrito en Materia del Trabajo Alejandro Ramírez Olivares celebra
la audiencia constitucional, en la que recibe las pruebas y los alegatos en el juicio de amparo
iniciado por Juan Domínguez Acuña en contra de actos de la Junta Local de Conciliación y
Arbitraje, número seis. Dicho juzgador es sustituido por el juez Tomás Mijares Alderete,
quien dicta la sentencia del juicio iniciado por Ramírez Olivares en diversa fecha. Al respecto,
el proceder de Mijares Alderete:

Es jurídicamente correcto, sólo si el acta en donde se recibieron las pruebas y alegatos fue
firmada.

Justificación:

No. Registro: 190,717


Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XII, Diciembre de 2000
Página: 7
Tesis: P./J. 129/2000
Jurisprudencia
Materia(s): Común

AUDIENCIA CONSTITUCIONAL. SI LAS PRUEBAS Y ALEGATOS LOS RECIBE UN JUEZ


DE DISTRITO Y LA SENTENCIA LA EMITE EN DIVERSA FECHA EL QUE LO SUSTITUYE,
ELLO NO DA LUGAR A LA REPOSICIÓN DEL PROCEDIMIENTO, PORQUE NO SON
ACTOS PROCESALES DISTINTOS, SINO UNO SOLO. El primer párrafo del artículo 155 de la
Ley de Amparo dispone: "Abierta la audiencia se procederá a recibir, por su orden, las pruebas, los
alegatos por escrito y, en su caso, el pedimento del Ministerio Público; acto continuo se dictará el
fallo que corresponda.". De lo expuesto se infiere que la audiencia constitucional comprende los
periodos de pruebas, alegatos y sentencia; ahora bien, si un Juez de Distrito recibe las pruebas y
alegatos, y la sentencia la dicta en diversa fecha el Juez que legalmente lo sustituye, dicha
sustitución no puede llevar a sostener que se trate de un diverso acto, pues conforme a la
disposición transcrita se trata de un solo acto procesal, por lo que tal circunstancia no
constituye violación a las reglas fundamentales que norman el procedimiento en el juicio de
garantías que amerite su reposición, siempre y cuando el acta haya sido firmada.

Contradicción de tesis 37/98. Entre las sustentadas por el Octavo Tribunal Colegiado en Materia
Civil del Primer Circuito, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito y el
Primer Tribunal Colegiado del Noveno Circuito. 8 de junio de 2000. Unanimidad de nueve votos.
Ausentes: José de Jesús Gudiño Pelayo y Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Ponente: Humberto Román
Palacios. Secretario: Urbano Martínez Hernández.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintisiete de noviembre en curso, aprobó, con
el número 129/2000, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintisiete de
noviembre de dos mil.

417
418
229. Sin que haya hecho valer alguna instancia previamente a la promoción del juicio de amparo
indirecto, Alejandro Ramírez Escobar, en representación de Juana Manríquez Osorio, demandó
el amparo y protección de la Justicia Federal en contra de diversos preceptos de la Ley del
Seguro Social. A efecto de acreditar su personalidad, Ramírez Escobar exhibió una carta poder
de índole privada suscrita por la quejosa, dos testigos y él. Al respecto, la carta poder:

Debe ser ratificada ante el juez de Distrito.

Justificación:

No. Registro: 174,792


Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Julio de 2006
Página: 344
Tesis: 2a./J. 96/2006
Jurisprudencia
Materia(s): Común

AMPARO INDIRECTO CONTRA LEYES. LA PERSONALIDAD DEL APODERADO DEL


QUEJOSO DEBE ACREDITARSE CONFORME AL ARTÍCULO 12, TERCER PÁRRAFO, DE
LA LEY DE AMPARO. Cuando el quejoso con motivo de la impugnación de una ley, no haya
hecho valer alguna instancia previamente a la promoción del amparo indirecto, sino que lo entabla
desde luego por considerarla inconstitucional, el apoderado debe justificar su personalidad conforme
a la regla establecida en el artículo 12, tercer párrafo, de la Ley de Amparo, conforme al cual: "Tanto
el agraviado como el tercero perjudicado podrán constituir apoderado para que los represente en el
juicio de amparo, por medio de escrito ratificado ante el Juez de Distrito o autoridad que conozca de
dicho juicio".

Contradicción de tesis 78/2006-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo y
Tercero, ambos del Noveno Circuito. 16 de junio de 2006. Cinco votos. Ponente: Genaro David
Góngora Pimentel. Secretario: Alfredo Aragón Jiménez Castro.

Tesis de jurisprudencia 96/2006. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintitrés de junio de dos mil seis.

419
230. El sindicato de electricistas promueve juicio de amparo indirecto en contra de la negativa
de una junta laboral para tramitar el pliego de peticiones para el inicio del procedimiento de
huelga. Al momento de dictar sentencia, el juzgador advierte que se actualizan tres causas de
improcedencia. Al respecto, para fundar el sobreseimiento del juicio de amparo:

Basta el estudio de una sola causal de improcedencia.

Justificación:

No. Registro: 195,744


Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VIII, Agosto de 1998
Página: 414
Tesis: 2a./J. 54/98
Jurisprudencia
Materia(s): Común

SOBRESEIMIENTO. BASTA EL ESTUDIO DE UNA SOLA CAUSAL DE IMPROCEDENCIA.


Al quedar demostrado que el juicio de garantías es improcedente y que debe sobreseerse con apoyo
en los artículos relativos de la Ley de Amparo, el que opere, o no, alguna otra causal de
improcedencia, es irrelevante, porque no cambiaría el sentido de la resolución.

Amparo en revisión 7488/81. Maximino Juárez Miguel (Poblado de San Francisco Jaltepetongo,
Municipio del mismo nombre, Estado de Oaxaca. Acumulados). 29 de noviembre de 1982. Cinco
votos. Ponente: Carlos del Río Rodríguez. Secretario: Wilfrido Castañón León.

Amparo en revisión 540/97. Bancomer, S.A., Institución de Banca Múltiple y Grupo Financiero. 30
de enero de 1998. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Alma Delia
Aguilar Chávez Nava.

Amparo en revisión 3059/97. Francisco Cañedo Zavaleta. 30 de enero de 1998. Cinco votos.
Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Adela Domínguez Salazar.

Amparo en revisión 1634/96. Arturo Veana Espinosa. 20 de febrero de 1998. Cinco votos. Ponente:
Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Adela Domínguez Salazar.

Amparo en revisión 2204/97. De Raffaelo, S.A. de C.V. 27 de mayo de 1998. Cinco votos. Ponente:
Juan Díaz Romero. Secretario: Aristeo Martínez Cruz.

Tesis de jurisprudencia 54/98. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintiséis de junio de mil novecientos noventa y ocho.

420
421
231. La persona moral “Filoteca” desea presentar demanda de amparo indirecto en contra del
ilegal emplazamiento que se le realizó dentro del juicio laboral 11/2007. Con motivo de que es
el último día que dicha persona moral tiene para presentar su demanda de garantías, su
representante se traslada al domicilio del secretario del Juzgado Tercero de Distrito que ha
sido autorizado para recibir promociones fuera del horario de labores. Dicho secretario recibe
la demanda y la remite a la oficialía de partes común, lugar en donde es turnada al Juzgado
Quinto de Distrito. Al respecto, el auto admisorio de demanda:

No debe notificarse personalmente a la quejosa, pues el juzgador no está obligado legalmente


a realizarla en dicha forma.

Justificación:

No. Registro: 200,158


Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
III, Marzo de 1996
Página: 55
Tesis: P./J. 12/96
Jurisprudencia
Materia(s): Común

DEMANDA DE AMPARO RECIBIDA POR EL SECRETARIO AUTORIZADO EN LUGARES


EN QUE EXISTEN VARIOS JUZGADOS DE DISTRITO, REMITIDA A LA OFICIALÍA DE
PARTES COMÚN Y TURNADA A DIVERSO JUZGADO AL DE SU ADSCRIPCIÓN. EL
AUTO ADMISORIO NO DEBE NOTIFICARSE PERSONALMENTE. Las demandas de amparo
que se presentan fuera del horario de labores ante el secretario autorizado de un Juzgado de Distrito,
en términos del último párrafo del artículo 23 de la Ley de Amparo, deben ser remitidas a la oficina
de correspondencia común, para que ésta cumpla con el procedimiento que señala el artículo 56 de la
anterior Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación (49 de la ley en vigor); esto es, para que la
registre por orden numérico riguroso y la turne al juzgado que corresponda. Por otra parte, el
examen de los artículos 30, primer párrafo, y 147, primer párrafo, de la Ley de Amparo, lleva
a concluir que no hay obligación legal para el Juez de Distrito, de notificar personalmente al
quejoso el acuerdo de admisión de su demanda, pues el primero de los numerales señalados
dispone este tipo de notificación respecto del emplazamiento del tercero perjudicado y de la primera
notificación que deba hacerse a personas distintas de las partes en el juicio, y le otorga al juzgador la
facultad de ordenar que se haga personalmente determinada notificación a cualquiera de las partes,
cuando lo estime conveniente; por tanto, es obligación del quejoso o de su representante,
cerciorarse, en primer término, a qué juzgado se remitió su demanda de amparo, en los
lugares en donde existe oficina de correspondencia común y, en segundo lugar, del acuerdo
sobre la admisión de su demanda, a través de la correspondiente notificación por lista que
para el efecto se fije en los estrados del juzgado.

422
Contradicción de tesis 132/91. Entre las sustentadas por las entonces Segunda y Tercera Salas de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación. 8 de enero de 1996. Unanimidad de once votos. Ponente:
Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretaria: Angelina Hernández Hernández.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el cuatro de marzo en curso, aprobó, con el
número 12/1996, la tesis de jurisprudencia que antecede. México, Distrito Federal, a cuatro de marzo
de mil novecientos noventa y seis.

423
232. El juez Primero de Distrito en Materia del Trabajo celebró la audiencia constitucional el
10 de enero de 2007; acto seguido y continuo, en esa misma fecha, dictó la sentencia
correspondiente. Dicho juzgador y su secretario omitieron firmar la audiencia constitucional
al concluir el periodo de alegatos, pero sí firmaron la sentencia que se dictó en el juicio de
amparo. Ahora bien, tal proceder:

Es jurídicamente correcto, ya que la audiencia constitucional y la sentencia constituyen un


solo acto procesal.

Justificación:

No. Registro: 199,494


Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
V, Enero de 1997. Página: 19. Tesis: P./J. 3/97
Jurisprudencia. Materia(s): Común

AUDIENCIA CONSTITUCIONAL. CUANDO DEBE REPONERSE EL PROCEDIMIENTO SI


NO SE FIRMO EL ACTA RESPECTIVA. De conformidad con lo dispuesto por el artículo 155 de
la Ley de Amparo, la audiencia constitucional comprende tres períodos, cuyo orden cronológico y
legal para su desahogo es: a) el período de pruebas (ofrecimiento, admisión y desahogo de pruebas);
b) formulación de alegatos; y, c) dictado de la sentencia de garantías; lo que significa que se trata de
un solo acto procesal en el procedimiento judicial, cuyo último período va a concluir con el juicio
constitucional. Ahora bien, de acuerdo con lo dispuesto en los artículos 219 y 220 del Código
Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley de Amparo, todas las
resoluciones judiciales deberán estar suscritas por el Juez, Magistrados o Ministros, según
corresponda; entendiéndose por resoluciones judiciales los decretos, autos o sentencias que se
emitan en el juicio, lo que significa que estas resoluciones procesales son aquellos actos que se
dictan en el procedimiento, pero que no deben comprender las actuaciones del juzgador dentro
de un mismo acto procesal, como sucede con los períodos que comprende la audiencia
constitucional, que se traducen en meras actuaciones del juzgador dentro de un mismo acto
procesal. Por ende, si la sentencia de amparo se dicta en la misma fecha del inicio de la
celebración de la audiencia constitucional, como un acto continuo o inmediato a la conclusión
del período de alegatos, el Juez de Distrito no está obligado a suscribirla, porque el acto
procesal concluye con el dictado de la sentencia, la que sí deberá firmar y, por ende, no incurre
en violación al procedimiento. Sin embargo, interpretando en sentido contrario lo dispuesto en el
artículo 346 del Código Federal de Procedimientos Civiles, el juzgador está en posibilidad legal de
dictar la sentencia relativa en un momento distinto del inicio de la celebración de la audiencia
constitucional, es decir, en fecha distinta a la en que declaró abierta la audiencia, para lo cual deberá
firmar tanto el acta de audiencia al finalizar el período de alegatos, como la sentencia al dictarla,
porque realiza dos actuaciones en momentos distintos. Por lo tanto, si omite el Juez firmar la
audiencia al concluir el período de alegatos, violando el principio de seguridad jurídica, y dicta en
fecha distinta la sentencia, incurre en violación al procedimiento.

Contradicción de tesis 9/92. Entre las sustentadas por el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia de
Trabajo y el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa, ambos del Primer Circuito. 14 de

424
noviembre de 1996. Unanimidad de diez votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente:
Genaro David Góngora Pimentel. Secretaria: Rosalba Becerril Velázquez.

El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el trece de enero en curso, aprobó, con el número
3/1997, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a trece de enero de mil
novecientos noventa y siete.

425
233. En su carácter de secretario autorizado como juez, Ernesto Rodríguez Martínez presidió
la audiencia constitucional celebrada en el juicio de garantías promovido en contra de la
resolución definitiva que resolvió un incidente de falta de personalidad en un juicio laboral. El
cúmulo de trabajo del juzgado impidió a dicho secretario dictar la sentencia el mismo día en
que inició la audiencia constitucional. De ahí que sólo firmó el acta junto con el secretario de
acuerdos, después de concluido el periodo de alegatos. Ahora bien, Ernesto Rodríguez:

Podrá dictar la sentencia correspondiente con posterioridad, sólo si lo hace dentro del término
que comprende la autorización, ya que si dicho periodo ya transcurrió y ya está en funciones
el juez titular, únicamente éste deberá dictar la sentencia.

Justificación:
No. Registro: 194,091
Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
IX, Abril de 1999. Página: 30. Tesis: P./J. 36/99
Jurisprudencia. Materia(s): Común
SECRETARIO AUTORIZADO COMO JUEZ PARA RESOLVER EN JUICIOS DE AMPARO.
PUEDE VÁLIDAMENTE PRONUNCIAR SENTENCIAS SI PRESIDIÓ CON ESE CARÁCTER
LA AUDIENCIA CONSTITUCIONAL Y AÚN NO CONCLUYE EL PERIODO DE LA
AUTORIZACIÓN. De acuerdo con los artículos 107, fracción VII, de la Constitución Federal y 155
de la Ley de Amparo, el trámite de la audiencia constitucional está regido por los principios procesales
de continuidad, unidad y concentración, la que se integra, entre otros actos, con la sentencia, con la que
culmina dicha audiencia. De esas disposiciones y principios, deriva que el secretario autorizado por el
Consejo de la Judicatura Federal para fallar los asuntos de amparo en los términos del artículo 161 de
la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, debe dictar la sentencia el mismo día en que se
celebre la audiencia constitucional; y por excepción, si el cúmulo de las labores y atenciones que
demanda el juzgado impide al secretario, en funciones de Juez, dictar la sentencia el día de la
audiencia, debe firmar el acta relativa junto con el funcionario judicial que funja como fedatario, a fin
de cerrar formalmente el periodo de la audiencia ese mismo día. En esta última hipótesis, el
secretario autorizado podrá, válidamente, dictar la sentencia correspondiente con posterioridad,
a condición de que se encuentre dentro del tiempo que comprende la autorización, pues si dicho
periodo ya transcurrió y, por ende, ya está en funciones el Juez titular, sólo a éste corresponderá
dictar la sentencia respectiva, en el caso de que el acta de la audiencia esté levantada y
formalmente cerrada. En el supuesto de que el secretario autorizado, sin haber dictado la
sentencia en los términos anteriores, tampoco firme con su fedatario el acta de la audiencia
constitucional, ante la falta de constancia que pruebe su formal existencia, la audiencia deberá
reponerse por el titular, independientemente de la responsabilidad que pueda resultar al
secretario autorizado. El criterio que asume este Tribunal Pleno, además de que respeta los principios
procesales que rigen la audiencia constitucional, circunscribe la actuación del secretario al tiempo
estricto en que se le otorgó la autorización, con lo cual se acata el acuerdo del Consejo de la Judicatura
Federal y se evita la inconveniencia jurídica de que en un momento dado existan dos Jueces en un
mismo juzgado, si se permite que el secretario autorizado dicte la sentencia después de vencida
su autorización, en asuntos en los que había presidido, con ese carácter, la audiencia.

426
Contradicción de tesis 28/96. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo en
Materia Civil del Tercer Circuito y Octavo en Materia Civil del Primer Circuito. 7 de diciembre de
1998. Unanimidad de diez votos. Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Juan N. Silva
Meza. Secretaria: Ma. del Socorro Olivares de Favela.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el diecinueve de abril en curso, aprobó, con el
número 36/1999, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veinte de abril de
mil novecientos noventa y nueve.

427
234. En su carácter de tercera extraña a juicio, la persona moral “Chan Balam” promovió juicio
de amparo indirecto en contra de la orden y ejecución del embargo realizado a un inmueble de
su propiedad. Dichos actos derivan del juicio laboral seguido por Norma Espinosa Quintero en
contra de la persona moral “Dulces Mi Tierra”. La quejosa solicita en su demanda la suspensión
de las consecuencias de la orden de embargo, como lo son el procedimiento de remate y la
adjudicación del inmueble. El juez de Distrito que conoce del asunto concede la suspensión. Al
respecto, para que surta efectos la suspensión del acto reclamado, dicho juzgador:

Está facultado para exigir una garantía pero no para determinar su naturaleza, pues la quejosa
puede optar por cualquiera de las formas de garantía previstas en la ley.

Justificación:

No. Registro: 175,421


Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIII, Marzo de 2006
Página: 419
Tesis: 2a./J. 15/2006
Jurisprudencia
Materia(s): Común

SUSPENSIÓN DEL ACTO RECLAMADO. EL JUZGADOR NO DEBE DETERMINAR LA


NATURALEZA DE LA GARANTÍA QUE EL QUEJOSO HABRÁ DE EXHIBIR PARA QUE
AQUÉLLA SURTA EFECTOS, SALVO LO PREVISTO POR EL ARTÍCULO 135 DE LA LEY
DE AMPARO. De lo previsto por los artículos 125, 126, 127, 128, 173 y 174 de la citada Ley, se
advierte que el Juez de Distrito o la autoridad que conoce del juicio de garantías o de la suspensión
no están facultados para determinar la naturaleza de la garantía o caución que deba presentar
el quejoso para que surta efectos la suspensión del acto reclamado, por lo que basta determinen
su monto para que se exhiba en cualquiera de las formas establecidas por la ley, salvo lo que
establece el artículo 135 del mismo ordenamiento legal, respecto del cobro de contribuciones.

Contradicción de tesis 43/2005-PL. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Tercero y
Décimo Tercero, ambos en Materia de Trabajo del Primer Circuito, Segundo del Décimo Noveno
Circuito (actualmente en Materias Administrativa y Civil) y Primero en Materia Penal del Cuarto
Circuito. 10 de febrero de 2006. Cinco votos. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretario:
Marco Antonio Cepeda Anaya.

Tesis de jurisprudencia 15/2006. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del diecisiete de febrero de dos mil seis.

428
429
235. Lea el párrafo primero del artículo 19 de la Ley de Amparo en su texto anterior: “Las
autoridades responsables no pueden ser representadas en el juicio de amparo, pero sí podrán, por
medio de simple oficio, acreditar delegados que concurran a las audiencias para el efecto de que
en ellas rindan pruebas, aleguen y hagan promociones”. Ahora, realice una interpretación
literal del citado precepto legal y, enseguida, diga cuál es la respuesta correcta:

Los delegados sólo pueden ejercer en las audiencias las facultades que en forma limitada se
señalan en el primer párrafo del artículo 19 de la Ley de Amparo.

Justificación:

No. Registro: 182,241


Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIX, Febrero de 2004. Página: 129. Tesis: 2a./J. 9/2004
Jurisprudencia. Materia(s): Común

AUTORIDADES RESPONSABLES. LAS FACULTADES QUE EL ARTÍCULO 19, PÁRRAFO


PRIMERO, DE LA LEY DE AMPARO OTORGA A SUS DELEGADOS SÓLO PUEDEN
EJERCERLAS EN AUDIENCIAS. De lo dispuesto en el citado precepto se advierte, por un lado,
que las autoridades responsables deben comparecer al juicio en forma directa, conforme a lo
señalado en el artículo 11 de Ley de Amparo, a fin de responder por la constitucionalidad del acto
reclamado en la controversia de que se trate y, por otro, que pueden concurrir a las audiencias a
ofrecer pruebas, alegar y hacer promociones a través de delegados. Ahora bien, si se toma en
consideración que la delegación de facultades sólo puede conferirse respecto de una parte de las
funciones que corresponden a determinada autoridad, es indudable que la actuación de los
delegados de las autoridades responsables en el juicio de amparo debe limitarse a ese momento
procesal, ya que debe interpretarse literalmente lo establecido en el referido artículo 19,
primer párrafo, y aplicar la norma jurídica a los casos que alude, pues en el supuesto de
considerar que dichos delegados pueden ofrecer pruebas, alegatos y presentar promociones no
solamente en audiencias sino en cualquier etapa del juicio, se les estarían otorgando mayores
facultades que las señaladas en la mencionada disposición.

Contradicción de tesis 32/2003-PL. Entre las sustentadas por el Cuarto Tribunal Colegiado del
Décimo Sexto Circuito y Tercero y Cuarto Tribunales Colegiados en Materia Administrativa del
Primer Circuito. 30 de enero de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Genaro David Góngora
Pimentel. Secretario: Luciano Valadez Pérez.

Tesis de jurisprudencia 9/2004. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del trece de febrero de dos mil cuatro.

430
236. Los representantes del sindicato de la industria farmacéutica promovieron juicio de
amparo indirecto en contra de la declaración de inexistencia del estado legal de la huelga que
habían iniciado. Con motivo de lo anterior, aquéllos solicitaron se concedieran las suspensiones
provisional y definitiva de la ejecución de la orden para que los trabajadores de la parte
patronal regresaran a trabajar. El juzgador concedió la suspensión provisional solicitada.
Ahora bien, para proveer sobre la suspensión definitiva, el juez de Distrito:

No debe examinar la legitimación procesal de los representantes del sindicato.

Justificación:

No. Registro: 173,255


Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXV, Febrero de 2007
Página: 407
Tesis: 1a./J. 91/2006
Jurisprudencia
Materia(s): Común

LEGITIMACIÓN PROCESAL DEL PROMOVENTE DEL JUICIO DE AMPARO. AL SER UNA


CUESTIÓN CUYO ANÁLISIS CORRESPONDE AL JUICIO PRINCIPAL, NO ES DABLE
EXAMINARLA EN EL INCIDENTE DE SUSPENSIÓN. El incidente de suspensión es de previo y
especial pronunciamiento y en él solamente se discuten cuestiones relativas a los requisitos que
exige el artículo 124 de la Ley de Amparo para la procedencia de la suspensión de los actos
reclamados. En ese sentido, se concluye que en dicho incidente no es dable examinar aquellas
cuestiones que versen sobre la legitimación procesal del promovente del juicio de amparo, porque
ello corresponde hacerlo en el juicio principal; de ahí que basta la orden de formar y dar trámite
al incidente de suspensión derivado del juicio de garantías de que se trate, para tener por
acreditado el requisito establecido en la fracción I del artículo 124 citado, quedando excluida
de la litis incidental la prueba de personalidad de quien lo promueve.

Contradicción de tesis 175/2005-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Cuarto Circuito, el actual Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto
Circuito, el actual Primer Tribunal Colegiado del Décimo Tercer Circuito, el Segundo Tribunal
Colegiado del Décimo Tercer Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del
Primer Circuito. 25 de octubre de 2006. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño
Pelayo. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Beatriz J. Jaimes Ramos.

Tesis de jurisprudencia 91/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
fecha veinticinco de octubre de dos mil seis.

431
237. Adalid Serrano Mendieta, en representación de Jorge Soto Ramos, promovió juicio de
amparo indirecto en contra de la resolución definitiva que resolvió un incidente de falta de
personalidad en un juicio laboral. En dicha resolución se emplean indistintamente las locuciones
“legitimación en la causa” y “legitimación en el proceso”. En su sentencia, el juez de Distrito debe
precisar tales conceptos. Al respecto, dicho juzgador debe considerar que, conforme al criterio
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la legitimación procesal activa:

Es la potestad legal para acudir al órgano jurisdiccional con la petición de que se inicie la
tramitación del juicio o de una instancia; de ahí que es requisito para la procedencia del
juicio.

Justificación:

No. Registro: 196,956


Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VII, Enero de 1998. Página: 351. Tesis: 2a./J. 75/97
Jurisprudencia. Materia(s): Común

LEGITIMACIÓN PROCESAL ACTIVA. CONCEPTO. Por legitimación procesal activa se


entiende la potestad legal para acudir al órgano jurisdiccional con la petición de que se inicie la
tramitación del juicio o de una instancia. A esta legitimación se le conoce con el nombre de ad
procesum y se produce cuando el derecho que se cuestionará en el juicio es ejercitado en el proceso
por quien tiene aptitud para hacerlo valer, a diferencia de la legitimación ad causam que implica tener
la titularidad de ese derecho cuestionado en el juicio. La legitimación en el proceso se produce cuando
la acción es ejercitada en el juicio por aquel que tiene aptitud para hacer valer el derecho que se
cuestionará, bien porque se ostente como titular de ese derecho o bien porque cuente con la
representación legal de dicho titular. La legitimación ad procesum es requisito para la procedencia
del juicio, mientras que la ad causam, lo es para que se pronuncie sentencia favorable.

Revisión fiscal 80/83. Seguros América Banamex, S.A. 17 de octubre de 1984. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Eduardo Langle Martínez. Ponente: Carlos del Río Rodríguez. Secretaria:
Diana Bernal Ladrón de Guevara.

Amparo en revisión (reclamación) 1873/84. Francisco Toscano Castro. 15 de mayo de 1985.


Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Fausta Moreno Flores. Ponente: Carlos de Silva Nava.
Secretario: Jorge Mario Montellano Díaz.

Queja 11/85. Timoteo Peralta y coagraviados. 25 de noviembre de 1985. Unanimidad de cuatro


votos. Ausente: Manuel Gutiérrez de Velasco. Ponente: Carlos de Silva Nava. Secretario: Jorge
Mario Montellano Díaz.

Amparo en revisión 6659/85. Epifanio Serrano y otros. 22 de enero de 1986. Cinco votos. Ponente:
Carlos de Silva Nava. Secretario: Jorge Mario Montellano Díaz.

432
Amparo en revisión 1947/97. Néstor Faustino Luna Juárez. 17 de octubre de 1997. Cinco votos.
Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Adela Domínguez Salazar.

Tesis de jurisprudencia 75/97. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del tres de diciembre de mil novecientos noventa y siete, por unanimidad de cinco votos de
los Ministros Juan Díaz Romero, Mariano Azuela Güitrón, Sergio Salvador Aguirre Anguiano,
Guillermo I. Ortiz Mayagoitia y presidente Genaro David Góngora Pimentel.

433
238. Saraí Mendoza Zamora promovió juicio de amparo indirecto en el que tildó de
inconstitucionales diversos preceptos legales que regulan el pago y devolución del saldo
correspondiente a las aportaciones del fondo de las subcuentas de cesantía en edad avanzada y
vejez, y de vivienda, del Sistema de Ahorro para el Retiro. Dichos preceptos son
heteroaplicativos y la quejosa los reclama, porque a su juicio es inminente la aplicación de
tales hipótesis normativas. Conforme al criterio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
al momento de dictar sentencia, el juez de Distrito que conoce del asunto debe considerar que
el juicio de amparo:

Es improcedente, porque en un acto de aplicación de la ley que es futuro y de realización


inminente no se puede constatar la existencia de un perjuicio real y actual.
Justificación:
No. Registro: 196,954
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
VII, Enero de 1998. Página: 382. Tesis: 2a./J. 77/97
Jurisprudencia. Materia(s): Común
LEYES HETEROAPLICATIVAS. SI SE RECLAMAN POR ACTOS INMINENTES Y NO POR
ACTOS CONCRETOS YA REALIZADOS, ES IMPROCEDENTE EL JUICIO DE AMPARO.
Para que la acción constitucional sea procedente en contra de leyes heteroaplicativas, o sea, en
relación con las que se impugnan por haber existido un acto concreto de aplicación en perjuicio del
quejoso, es necesario que se demuestre la existencia misma de dicho acto de aplicación, relacionado
con la fecha de presentación de la demanda y, por ende, no basta la inminencia de la aplicación de la
ley para que el amparo sea procedente, ya que la referida inminencia no actualiza o concreta el
perjuicio en la esfera jurídica del gobernado de manera real y actual, lo cual constituye
requisito indispensable de procedencia del juicio de garantías, sino que sólo genera la
presunción de que tal aplicación ha de realizarse, sin conocerse circunstancias de tiempo,
modo y lugar de ejecución, lo que impide constatar la existencia misma del perjuicio.
Amparo en revisión 482/94. Marco Antonio Figueroa Gordillo. 19 de octubre de 1994. Cinco votos.
Ponente: Noé Castañón León. Secretario: Jorge Farrera Villalobos.
Amparo en revisión 519/94. María del Carmen Aguilar Escobar. 19 de octubre de 1994. Cinco votos.
Ponente: Noé Castañón León. Secretario: Jorge Farrera Villalobos.
Amparo en revisión 1834/97. Rafael Barrero López. 19 de septiembre de 1997. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: Mariano Azuela Güitrón.
Secretario: Ariel Alberto Rojas Caballero.
Amparo en revisión 1824/97. Héctor Bazañez Álvarez. 26 de septiembre de 1997. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.
Secretario: Alfredo E. Báez López.
Amparo en revisión 1849/97. Guadalupe Ramírez Valdez. 26 de septiembre de 1997. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: Mariano Azuela Güitrón.
Secretario: Ernesto Martínez Andreu.

434
Tesis de jurisprudencia 77/97. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del cinco de diciembre de mil novecientos noventa y siete, por unanimidad de cinco votos de
los Ministros Juan Díaz Romero, Mariano Azuela Güitrón, Sergio Salvador Aguirre Anguiano,
Guillermo I. Ortiz Mayagoitia y presidente Genaro David Góngora Pimentel.

435
239. Conforme a lo previsto en la Ley Federal del Trabajo ¿cómo se denomina a la asociación
de trabajadores o patrones, constituida para el estudio, mejoramiento y defensa de sus
respectivos intereses?

Sindicato

Justificación:

El artículo 356 de la Ley Federal del Trabajo estatuye: “Sindicato es la asociación de trabajadores
o patrones, constituida para el estudio, mejoramiento y defensa de sus respectivos intereses”.

436
240. En el periodo de ejecución de un laudo se interpone recurso de revisión en contra de actos
realizados por el actuario de una Junta de Conciliación y Arbitraje. Al respecto, la
competencia para conocer de dicho recurso recae:

En el Presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje a la que se encuentre adscrito el


actuario.

Justificación:

Los artículos 849 y 850, fracción II, de la Ley Federal del Trabajo estatuyen:

“Artículo 849. Contra actos de los presidentes, actuarios o funcionarios, legalmente habilitados, en
ejecución de los laudos, convenidos, de las resoluciones que ponen fin a las tercerías y de los
dictados en las providencias cautelares, procede la revisión”.

“Artículo 850. De la revisión conocerá: --- II. El Presidente de la Junta o el de la Junta Especial
correspondiente, cuando se trate de actos de los actuarios o funcionarios legalmente habilitados;…”.

437
241. La ejecución de los laudos que emiten las Juntas de Conciliación y Arbitraje corresponde:

Al Presidente de la Junta.

Justificación:

Los artículos 939 y 940 de la Ley Federal del Trabajo estatuyen:

“Artículo 939. Las disposiciones de este Título rigen la ejecución de los laudos dictados por las
Juntas de Conciliación Permanentes y por las Juntas de Conciliación y Arbitraje. Son también
aplicables a los laudos arbitrales, a las resoluciones dictadas en los conflictos colectivos de
naturaleza económica y a los convenios celebrados ante las Juntas”.

“Artículo 940. La ejecución de los laudos a que se refiere el artículo anterior, corresponde a los
Presidentes de las Juntas de Conciliación Permanente, a los de las de Conciliación y Arbitraje y a los
de las Juntas Especiales, a cuyo fin dictarán las medidas necesarias para que la ejecución sea pronta
y expedita”.

438
242. Con motivo de la inasistencia del demandado a una audiencia de desahogo de pruebas, el
Presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje le impone una medida de apremio
consistente en una multa de siete días de salario mínimo. El primer medio de impugnación que
debe hacer valer el enjuiciado en contra de tal determinación es:

El recurso de reclamación ante la junta laboral.

Justificación:

Los artículos 731, fracción I, y 853 de la Ley Federal del Trabajo estatuyen:

“Artículo 731. El Presidente de la Junta, los de las Juntas Especiales y los Auxiliares podrán
emplear conjunta e indistintamente, cualquiera de los medios de apremio necesarios, para que las
personas concurran a las audiencias en las que su presencia es indispensable o para asegurar el
cumplimiento de sus resoluciones.

Los medios de apremio que pueden emplearse son:


I. Multa hasta de siete veces el salario mínimo general, vigente en el lugar y
tiempo en que se cometió la infracción; (…)”

“Artículo 853. Procede la reclamación contra las medidas de apremio que impongan los
Presidentes de las Juntas de Conciliación, de las Juntas Especiales y de las de Conciliación y
Arbitraje, así como de los auxiliares de éstas”.

439
440
243. El artículo 113, párrafo segundo, de la Ley de Amparo señala: “(…) Los procedimientos
tendientes al cumplimiento de las sentencias de amparo caducarán por inactividad procesal o
la falta de promoción de parte interesada durante el término de trescientos días, incluidos los
inhábiles.(…)”. En un juicio de amparo indirecto en materia laboral se otorgó la protección
constitucional al trabajador quejoso. El juez de Distrito formuló diversos requerimientos a la
junta responsable a efecto de que diera cumplimiento al fallo protector, sin que ésta acatara la
sentencia y sin que el quejoso promoviera durante el plazo de trescientos días naturales. El
juzgador federal decretó la caducidad en el procedimiento tendente al cumplimiento de la
sentencia de amparo. Esta determinación:

Es correcta, pues para que se configure la caducidad basta con que se actualice alguna de las
dos hipótesis del artículo trascrito. Por consiguiente, si el quejoso no promovió durante el
plazo de trescientos días naturales, se debe decretar la caducidad, a pesar de que exista
actividad procesal del órgano jurisdiccional.

No. Registro: 172,818


Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXV, Abril de 2007, Tesis: 2a./J. 50/2007, Página: 441

CADUCIDAD. OPERA EN LOS PROCEDIMIENTOS PARA LOGRAR EL


CUMPLIMIENTO DE LAS SENTENCIAS DE AMPARO, POR FALTA DE PROMOCIÓN
DEL INTERESADO DURANTE EL PLAZO DE 300 DÍAS NATURALES, AUN
EXISTIENDO ACTUACIÓN JUDICIAL. De acuerdo con los artículos 107, fracción XVI, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 113 de la Ley de Amparo, los
procedimientos tendientes al cumplimiento de las sentencias de amparo caducarán por inactividad
procesal o por falta de promoción de la parte interesada durante el plazo de 300 días, incluidos los
inhábiles; lo que evidencia que no se requiere que se presenten los dos supuestos mencionados
durante el plazo referido para que el juzgador decrete la caducidad, pues resulta incuestionable que si
los citados preceptos contienen la conjunción disyuntiva "o", que implica una alternativa, el hecho
de que el referido cumplimiento sea de orden público no pugna con la existencia de la caducidad de
los procedimientos tendientes a su ejecución cuando el quejoso que obtuvo la concesión del amparo
denota desinterés al respecto, a pesar de que el juzgador haya requerido a las responsables dicho
cumplimiento, toda vez que el hecho de velar porque tales sentencias sean acatadas, encuentra
legitimación en el interés que tenga el promovente en obtener su cabal cumplimiento, en tanto que
sólo a él le benefician los efectos del fallo protector; de manera que ante la ausencia de promoción
de su parte, adquiere mayor importancia para la sociedad la estabilidad del orden jurídico y la
certeza de que las situaciones jurídicas creadas a lo largo del tiempo no correrán indefinidamente el
riesgo de ser alteradas, por virtud de procedimientos de ejecución de sentencias en los que el quejoso
no muestra intención de que se definan.

441
Contradicción de tesis 29/2006-PL. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Décimo
Cuarto y Décimo Tercero, ambos en Materia Administrativa del Primer Circuito, y el Segundo en
Materias Administrativa y de Trabajo del Séptimo Circuito. 7 de marzo de 2007. Mayoría de tres
votos. Ausente: José Fernando Franco González Salas. Disidente: Margarita Beatriz Luna Ramos.
Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretaria: Claudia Mendoza Polanco.

Tesis de jurisprudencia 50/2007. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada de veintiuno de marzo de dos mil siete.

442
244. Lea el siguiente precepto de la Constitución Federal.

“Artículo 123. El Congreso de la Unión, sin contravenir a las bases siguientes deberá expedir leyes
sobre el trabajo, las cuales regirán: A) Entre los obreros, jornaleros, empleados domésticos,
artesanos y de una manera general, todo contrato de trabajo:… XXXI. La aplicación de las leyes del
trabajo corresponde a las autoridades de los Estados, en sus respectivas jurisdicciones, pero es de
la competencia exclusiva de las autoridades federales en los asuntos relativos a:… b) Empresas: 1.
Aquellas que sean administradas en forma directa o descentralizada por el Gobierno Federal”.

Ahora bien, una ley federal que creó un organismo público descentralizado de la
Administración Pública Federal, dispuso: “las relaciones entre el organismo y su personal, se
regirán por la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, reglamentaria del apartado
“B” del artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”. Esta
disposición:

Es inconstitucional, pues las relaciones entre un organismo público descentralizado de la


Administración Pública Federal y sus trabajadores, se rigen por el apartado “A” del artículo
123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y, en consecuencia, por la
Ley Federal del Trabajo.

Justificación:

No. Registro: 200,199


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral, Constitucional
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
III, Febrero de 1996
Tesis: P./J. 1/96
Página: 52

ORGANISMOS DESCENTRALIZADOS DE CARÁCTER FEDERAL. SU INCLUSIÓN EN


EL ARTICULO 1o. DE LA LEY FEDERAL DE LOS TRABAJADORES AL SERVICIO
DEL ESTADO, ES INCONSTITUCIONAL. El apartado B del artículo 123 constitucional
establece las bases jurídicas que deben regir las relaciones de trabajo de las personas al servicio de
los Poderes de la Unión y del Gobierno del Distrito Federal, otorgando facultades al Congreso de la
Unión para expedir la legislación respectiva que, como es lógico, no debe contradecir aquellos
fundamentos porque incurriría en inconstitucionalidad, como sucede con el artículo 1o. de la Ley
Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado que sujeta al régimen laboral burocrático no sólo
a los servidores de los Poderes de la Unión y del Gobierno del Distrito Federal, sino también a los
trabajadores de organismos descentralizados que aunque integran la administración pública federal
descentralizada, no forman parte del Poder Ejecutivo Federal, cuyo ejercicio corresponde, conforme
a lo establecido en los artículos 80, 89 y 90 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, al presidente de la República, según atribuciones que desempeña directamente o por
conducto de las dependencias de la administración pública centralizada, como son las Secretarías de

443
Estado y los Departamentos Administrativos. Por tanto, las relaciones de los organismos públicos
descentralizados de carácter federal con sus servidores, no se rigen por las normas del apartado B del
artículo 123 constitucional.

Amparo en revisión 1115/93. Ismael Contreras Martínez. 30 de mayo de 1995. Mayoría de ocho
votos. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, en ausencia de él hizo suyo el proyecto el Ministro
Mariano Azuela Güitrón. Secretario: Salvador Castro Zavaleta.

Amparo en revisión 1893/94. María de la Luz Bachiller Sandoval. 30 de mayo de 1995. Mayoría de
ocho votos. Ponente: Juventino V. Castro y Castro. Secretario: Martín Angel Rubio Padilla.

Amparo en revisión 1226/93. Francisco Coronel Velázquez. 5 de junio de 1995. Mayoría de diez
votos. Ponente: Juventino V. Castro y Castro. Secretario: Martín Angel Rubio Padilla.

Amparo en revisión 1911/94. José Luis Rodríguez González. 11 de julio de 1995. Mayoría de diez
votos. Ponente: Juventino V. Castro y Castro. Secretario: Martín Angel Rubio Padilla.

Amparo en revisión 1575/93. Armando Montes Mejía. 14 de agosto de 1995. Mayoría de nueve
votos. Ponente: Juventino V. Castro y Castro, en ausencia de él hizo suyo el proyecto el Ministro
Mariano Azuela Güitrón. Secretario: Martín Angel Rubio Padilla.

El Tribunal Pleno en su sesión privada celebrada el quince de enero en curso, por unanimidad de
once votos de los Ministros: presidente José Vicente Aguinaco Alemán, Sergio Salvador Aguirre
Anguiano, Mariano Azuela Güitrón, Juventino V. Castro y Castro, Juan Díaz Romero, Genaro David
Góngora Pimentel, José de Jesús Gudiño Pelayo, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Humberto Román
Palacios, Olga María Sánchez Cordero y Juan N. Silva Meza; aprobó, con el número 1/1996 la tesis
de jurisprudencia que antecede; y determinó que las votaciones de los precedentes son idóneas para
integrarla. México, Distrito Federal, a quince de enero de mil novecientos noventa y seis.

Nota: Véase la ejecutoria publicada en el Semanario Judicial de la Federación, Tomo II, pág. 42,
correspondiente al mes de agosto de 1995.

Artículo 123, apartado “A”, fracción XXXI, inciso b), subinciso 1 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos.

“Artículo 123. El Congreso de la Unión, sin contravenir a las bases siguientes deberá expedir leyes
sobre el trabajo, las cuales regirán: A) Entre los obreros, jornaleros, empleados domésticos,
artesanos y de una manera general, todo contrato de trabajo:… XXXI. La aplicación de las leyes del
trabajo corresponde a las autoridades de los Estados, en sus respectivas jurisdicciones, pero es de la
competencia exclusiva de las autoridades federales en los asuntos relativos a:… b) Empresas: 1.
Aquellas que sean administradas en forma directa o descentralizada por el Gobierno Federal”.

444
445
245. Mediante escrito presentado ante la Junta Especial Número Cincuenta y Uno de la
Federal de Conciliación y Arbitraje en el Estado de Hidalgo, José Reyes Espinosa demandó de
la Administradora de Fondos para el Retiro Afore XXI, sociedad anónima de capital variable,
la devolución y entrega de las aportaciones realizadas a favor del actor por el Instituto
Mexicano del Seguro Social a la subcuenta de retiro, cesantía y vejez, así como de las
aportaciones de la subcuenta de vivienda que administra la demandada. Una vez emplazada
ésta, promovió incidente de incompetencia aduciendo que la junta federal del conocimiento no
tenía facultades para conocer de la controversia, pues la competencia recaía en una junta local
de conciliación y arbitraje; lo anterior, toda vez que aun cuando la demandada sea una
entidad financiera, ésta no opera bajo una concesión otorgada por el Estado, que sería lo que
generaría la competencia federal, sino que opera bajo el amparo de una autorización
administrativa, por lo que se surte la competencia de la junta local. Dicho incidente fue
declarado infundado. Inconforme con esta determinación, la parte demandada promovió
juicio de amparo indirecto en el que expresó como concepto de violación que era incorrecta la
decisión de la junta responsable, pues contrariamente a lo que había sostenido, en el caso, al
haberse demandado la devolución del saldo integral de la cuenta individual del sistema de
ahorro para el retiro, era inconcuso que era la junta local la competente para conocer el
conflicto laboral. En este caso ¿cómo calificaría el concepto de violación expresado por la
quejosa?

Infundado, porque cuando un trabajador demanda la devolución del saldo integral de la


cuenta individual del sistema de ahorro para el retiro, en todos los casos será una Junta
Federal de Conciliación y Arbitraje la autoridad competente para conocer del juicio
respectivo.

Justificación:
No. Registro: 174,596
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Julio de 2006
Página: 404
Tesis: 2a./J. 100/2006
Jurisprudencia
Materia(s): laboral

SISTEMA DE AHORRO PARA EL RETIRO. LA JUNTA FEDERAL DE CONCILIACIÓN


Y ARBITRAJE ES COMPETENTE PARA CONOCER DEL JUICIO EN QUE SE
DEMANDE A UNA ADMINISTRADORA DE FONDOS PARA EL RETIRO (AFORE) LA
ENTREGA DEL SALDO DE LA CUENTA INDIVIDUAL DE UN TRABAJADOR. La
competencia para conocer del juicio entablado contra una Afore en el que se demande la entrega de
las cantidades depositadas en la cuenta individual del Sistema de Ahorro para el Retiro de un
trabajador, corresponde a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, pues la naturaleza de la
prestación demandada involucra órganos administrados en forma directa o descentralizada por el
Gobierno Federal, surtiéndose la competencia referida con base en el artículo 123, apartado A,
fracción XXXI, inciso b), subinciso 1, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
446
y su correlativo 527, fracción II, inciso 1, de la Ley Federal del Trabajo. Ello es así, porque si bien es
cierto que los recursos depositados en la cuenta individual de cada trabajador son de su propiedad,
con las modalidades establecidas en la ley, también lo es que existe una estrecha vinculación entre
las administradoras de fondos para el retiro y los institutos de seguridad social en la recepción,
depósito, administración, transferencia y disponibilidad de los recursos, pues para que proceda la
entrega de estos últimos al trabajador deben darse las hipótesis legalmente establecidas y mediar
autorización de dichos institutos e, inclusive, tratándose de los recursos de la subcuenta de vivienda,
éstos deben transferirse a la administradora de fondos para el retiro correspondiente por el Instituto
del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, dado que su administración es llevada por
dicho Instituto, que es quien cubre los intereses correspondientes, por lo que aunque no se señalen
expresamente como prestaciones reclamadas en el juicio laboral la autorización de disponibilidad de
recursos a los institutos de seguridad social y la transferencia de los fondos de la subcuenta de
vivienda a la Afore para su entrega al trabajador, tales prestaciones deben considerarse
implícitamente demandadas cuando se reclame la devolución del saldo integral de la cuenta
individual del Sistema de Ahorro para el Retiro a la empresa administradora de fondos para el retiro
correspondiente, ante la imposibilidad de desvincular tal prestación de las acciones principales de las
que depende. Cabe destacar que lo anterior no contraría lo sustentado por la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación en las tesis 2a./J. 105/99 y 2a. CXXXI/99, publicadas con
los rubros: "COMPETENCIA LABORAL. CORRESPONDE A LA JUNTA LOCAL DE
CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE CONOCER DE LOS CONFLICTOS LABORALES SURGIDOS
ENTRE UNA EMPRESA ADMINISTRADORA DE FONDOS PARA EL RETIRO Y SUS
TRABAJADORES." y "COMPETENCIA LABORAL. RESIDE EN LA JUNTA LOCAL DE
CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE EL CONOCIMIENTO DE LAS DEMANDAS PROMOVIDAS
CONTRA LAS ADMINISTRADORAS DE FONDOS PARA EL RETIRO (AFORES), POR SUS
TRABAJADORES.", respectivamente, pues éstas se refieren a conflictos laborales entre las Afores y
sus trabajadores, y no a juicios en que se demande la devolución al trabajador del saldo de su cuenta
individual del Sistema de Ahorro para el Retiro.

Precedentes: Contradicción de tesis 25/2006-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo y Tercero, ambos en Materia de Trabajo del Cuarto Circuito. 16 de junio de 2006. Cinco
votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Lourdes Ferrer Mac-Gregor Poisot.

Tesis de jurisprudencia 100/2006. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintitrés de junio de dos mil seis.

Nota: Las tesis 2a./J. 105/99 y 2a. CXXXI/99 citadas, aparecen publicadas en el Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo X, septiembre de 1999, página 106 y octubre de
1999, página 585, respectivamente.

447
448
246. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto reclamado el embargo
practicado sobre bienes de la parte quejosa en el juicio laboral 50/2006. La demanda se admite
a trámite, se ordena el emplazamiento al tercero perjudicado y se señala fecha para la
celebración de la audiencia constitucional. El emplazamiento al tercero perjudicado se logra
seis días antes de la celebración de la audiencia constitucional. Un día antes de la celebración
de la audiencia, el tercero perjudicado ofrece prueba pericial idónea y pertinente para lo que
pretende acreditar. Al respecto, el juez de Distrito:
Debe admitir la prueba y diferir la audiencia constitucional, pues el tercero perjudicado anunció
una prueba que amerita preparación.
Justificación:
No. Registro: 199,453
Jurisprudencia. Materia(s): Común, Constitucional
Novena Época. Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
V, Febrero de 1997. Tesis: P./J. 19/97. Página: 107
PRUEBAS PERICIAL, TESTIMONIAL Y DE INSPECCIÓN JUDICIAL EN EL AMPARO.
TÉRMINO ENTRE LA NOTIFICACIÓN DE LA DEMANDA Y LA AUDIENCIA. El texto del artículo
107, fracción VII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que establece las bases de
procedencia del amparo indirecto, induce a considerar el carácter sumario del procedimiento relativo
tendiente a resolver sobre la constitucionalidad de los actos autoritarios reclamados, de manera rápida y
eficaz. Congruente con este precepto constitucional, la Ley de Amparo fija los plazos máximos y aquellos
de excepción, para la celebración de la audiencia y las condiciones para su suspensión o diferimiento a fin
de que, dentro de las eventualidades de orden práctico que pudieran surgir en el procedimiento, se garantice
la defensa de las partes, tal como se advierte de lo dispuesto en los artículos 147, 149, 152 y 156 de dicha
ley. Por su parte, el artículo 151 de la propia ley establece el plazo mínimo de cinco días para que las
partes en el juicio de garantías propongan las pruebas que requieren especial preparación, como son
la pericial, la testimonial y la de inspección judicial, como una formalidad esencial del procedimiento
que el órgano constitucional debe observar, siempre y cuando tales pruebas sean ofrecidas, supuesto
en el cual deberá fijar la celebración de la audiencia constitucional para una fecha que permita su
preparación, o bien, suspenderla o diferirla para lograr el mismo objetivo, teniendo en consideración,
en su caso, los criterios de esta Suprema Corte, especialmente el contenido en la jurisprudencia número
7/1996, publicada en la página 53, Tomo III-febrero, Novena Epoca del Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, bajo el rubro: "PRUEBAS PERICIAL, TESTIMONIAL Y DE INSPECCION
JUDICIAL EN EL AMPARO. SU OFRECIMIENTO DESPUES DEL DIFERIMIENTO DE LA
AUDIENCIA", de tal manera que si no lo hace así, el Juez incurrirá en una violación del procedimiento en
el juicio de amparo, que ameritará su reposición. Sin embargo, en la hipótesis de que las partes no
anuncien ninguna de estas pruebas que ameritan preparación, ha de concluirse que el señalamiento
de la fecha de la audiencia sin librar los cinco días en los términos del artículo 151 de la Ley de
Amparo, ordinariamente no constituye violación procesal.
Contradicción de tesis 18/96. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Tercero del Sexto
Circuito y Primero en Materias Civil y de Trabajo del Segundo Circuito. 16 de enero de 1997.
Unanimidad de diez votos. Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Juan Díaz Romero.
Secretario: Jorge Carenzo Rivas.

449
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el diez de febrero en curso, aprobó, con el número
19/1997, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a diez de febrero de mil
novecientos noventa y siete.

450
247. El artículo 947, fracción IV, de la Ley Federal del Trabajo establece: “Si el patrón se
negare a someter sus diferencias al arbitraje o a aceptar el laudo pronunciado, la Junta: (...)
IV. Además, condenará al pago de los salarios vencidos desde la fecha en que dejaron de
pagarlos hasta que se paguen las indemnizaciones, así como al pago de la prima de antigüedad,
en los términos del artículo 162”. En un juicio laboral se exime al patrón de reinstalar a un
trabajador de confianza; sin embargo, se le condena al pago de la indemnización
constitucional y salarios caídos en términos de la fracción transcrita. Ahora bien, en ejecución
de ese laudo, los salarios vencidos que debe pagar el patrón deben calcularse desde la fecha en
que se dejaron de pagar hasta la fecha:

En que se realice el pago de la indemnización.

Justificación:

No. Registro: 174,173


Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Septiembre de 2006
Página: 309
Tesis: 2a./J. 132/2006
Jurisprudencia
Materia(s): laboral

SALARIOS CAÍDOS. SE GENERAN DESDE LA FECHA DEL DESPIDO HASTA QUE LAS
INDEMNIZACIONES PREVISTAS EN EL ARTÍCULO 50 DE LA LEY FEDERAL DEL
TRABAJO SON CUBIERTAS Y PUESTAS A DISPOSICIÓN DEL TRABAJADOR DE
CONFIANZA, CUANDO SE EXIMIÓ AL PATRÓN DE LA REINSTALACIÓN. La
determinación del periodo que debe comprender el cálculo del importe relativo a los salarios caídos
tratándose del cumplimiento de un laudo condenatorio, cuando se eximió al patrón de la
reinstalación respecto de un trabajador de confianza, ha sido establecida por el legislador en el
artículo 50, fracción III, en relación con el 947, ambos de la Ley Federal del Trabajo, al disponer que
en ese supuesto el patrón debe pagar las indemnizaciones legalmente previstas, así como los salarios
vencidos "desde la fecha del despido hasta que se paguen las indemnizaciones", lo que constituye un
criterio expreso y claro, derivado de la lógica y especial naturaleza de las relaciones laborales en el
caso de trabajadores de confianza, cuya reinstalación no es obligatoria para la parte patronal, lo que
tiende a promover, además, el derecho fundamental de toda persona al goce y protección efectiva del
salario, pues a partir de esa fórmula legislativa el patrón debe cumplir lo más pronto posible con el
laudo respectivo otorgando directamente o poniendo oportunamente a disposición del trabajador la
indemnización legal para la satisfacción de sus necesidades.

Contradicción de tesis 107/2006-SS. Entre las sustentadas por el Décimo Tercer Tribunal Colegiado
en Materia de Trabajo del Primer Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del
mismo circuito. 30 de agosto de 2006. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Genaro David
Góngora Pimentel. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretario: Fernando Silva García.

451
Tesis de jurisprudencia 132/2006. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada de ocho de septiembre de dos mil seis.

452
248. El artículo 118 de la Ley del Trabajo de los Servidores Públicos del Estado de Tamaulipas
dice: “Las resoluciones dictadas por el Tribunal de Arbitraje se tomarán por mayoría de votos de
los representantes y el voto de los ausentes se sumarán al del Presidente; cuando se trate de
conflictos colectivos, además del Presidente se requerirá la presencia de uno de los representantes
por lo menos. La resolución deberá ser cumplida dentro de los quince días hábiles a partir de su
notificación. La Secretaría de Finanzas se atendrá a ellas para ordenar el pago de sueldos,
indemnizaciones y demás prestaciones que se deriven de la misma, de acuerdo a la plantilla de
ejecución de pago que se presente para el efecto. El Tribunal de Arbitraje no podrá condenar al
pago de costas”. Según se ve, la Secretaría de Finanzas del gobierno de ese Estado de la República
dará cumplimiento a los laudos del tribunal de arbitraje y ordenará el pago de las prestaciones a
las que sea condenado el Estado. Ahora bien, de conformidad con el criterio de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, el secretario de Finanzas del Gobierno del Estado de Tamaulipas
tratándose de la obligación que le impone el artículo trascrito:

Carece del carácter de autoridad para los efectos del juicio de amparo.

Justificación:

No. Registro: 173,100


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Marzo de 2007
Tesis: 2a./J. 38/2007
Página: 275

AUTORIDAD PARA EFECTOS DEL JUICIO DE AMPARO. NO LO ES EL SECRETARIO DE


FINANZAS DEL GOBIERNO DEL ESTADO DE TAMAULIPAS TRATÁNDOSE DE LA
OBLIGACIÓN QUE LE IMPONE EL ARTÍCULO 118 DE LA LEY DEL TRABAJO DE LOS
SERVIDORES PÚBLICOS DE LA ENTIDAD. El Secretario de Finanzas del Gobierno del Estado de
Tamaulipas no tiene el carácter de autoridad responsable para efectos del juicio de amparo, tratándose de
la obligación que le impone el artículo 118 de la Ley del Trabajo de los Servidores Públicos de la
entidad, en razón de que su actividad no depende de sus relaciones de supra a subordinación con el
particular que obtiene un laudo favorable, pues la obligación de pago de la plantilla de ejecución prevista
en ese precepto deviene de la obligación de auxiliar al Gobernador del Estado, quien debe cubrir ese
derecho al particular por conducto del Secretario mencionado, con cargo al dinero administrado por éste,
sin que pueda modificar o extinguir el derecho del beneficiado con el fallo laboral.

Contradicción de tesis 212/2006-SS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materias Penal y de Trabajo del Décimo Noveno Circuito y el entonces Tercer Tribunal Colegiado del
Décimo Noveno Circuito, actualmente Primer Tribunal Colegiado en Materias Penal y de Trabajo del
Décimo Noveno Circuito. 28 de febrero de 2007. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Genaro David
Góngora Pimentel. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretario: José Eduardo Alvarado Ramírez.

453
Tesis de jurisprudencia 38/2007. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del siete de marzo de dos mil siete.

454
249. Para que se configure el litisconsorcio pasivo necesario en materia de trabajo:

No se requiere que los colitigantes comparezcan al juicio laboral.

Justificación:

No. Registro: 174,424


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Agosto de 2006
Tesis: 2a./J. 121/2006
Página: 297

LITISCONSORCIO PASIVO NECESARIO EN MATERIA DE TRABAJO. SU CONFIGURACIÓN


NO DERIVA DE QUE LOS COLITIGANTES HAYAN COMPARECIDO A JUICIO. La doctrina y
la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación han establecido coincidentemente que el
litisconsorcio pasivo necesario tiene su razón de ser en la existencia de juicios en los que debe haber
una sola sentencia eficaz e igual para todos los litisconsortes, dado que no puede dictarse una decisión
judicial válida sin oírlos a todos, pues por virtud del vínculo indivisible derivado de la misma relación
jurídica sustantiva, es imposible condenar a una parte sin que la condena alcance a los demás. En
congruencia con lo anterior, se concluye que para determinar si en el procedimiento laboral se
configura el litisconsorcio pasivo necesario es irrelevante que los colitigantes hayan comparecido
a juicio, ya que aquél deriva de la relación material única o indivisible que exista entre ellos,
previamente al juicio, y no de las conductas procesales de las partes como comparecer o dejar de
hacerlo si lo estiman pertinente, una vez que fueron emplazados. Además, si bien en ocasiones
será hasta la contestación de la demanda, o aun después, cuando se advierta que existe el litisconsorcio
pasivo necesario, ello no significa que la comparecencia sea un elemento para configurarlo, dado que
la relación causal única o inescindible es preexistente al juicio, sólo que hasta ese momento se tuvo
noticia judicial de ella, pues también puede desprenderse desde la demanda laboral o, en su caso,
derivar de la Ley Federal del Trabajo.

Contradicción de tesis 98/2006-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Sexto y
Séptimo, ambos en Materia de Trabajo del Primer Circuito. 4 de agosto de 2006. Cinco votos.
Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Israel Flores Rodríguez.

Tesis de jurisprudencia 121/2006. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del dieciocho de agosto de dos mil seis.

455
250. Lea los artículos 700 de la Ley Federal del Trabajo y 2° y cuarto Transitorio de la Ley
Orgánica de Petróleos Mexicanos y Organismos Subsidiarios y enseguida resuelva el problema
que se plantea: “Artículo 700. (…) II. Si se trata de la Junta de Conciliación y Arbitraje, el actor
puede escoger entre: - a) La Junta del lugar de prestación de los servicios; si éstos se prestaron en
varios lugares, será la Junta de cualquiera de ellos. - b) La Junta del lugar de celebración del contrato. -
c) La Junta del domicilio del demandado”; “Artículo 2°. Petróleos Mexicanos, creado por Decreto del
7 de junio de 1938, es un organismo descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio propios,
con domicilio en la ciudad de México, Distrito Federal, que tiene por objeto, conforme a lo dispuesto
en esta Ley, ejercer la conducción central y la dirección estratégica de todas las actividades que abarca
la industria petrolera estatal en los términos de la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en
el ramo del petróleo”; “Transitorios (…) Cuarto: El domicilio legal de los organismos creados por
esta Ley será el Distrito Federal, hasta en tanto en disposiciones reglamentarias se establezca, en su
caso, otro diverso”.
En un juicio de amparo indirecto promovido por PEMEX Refinación se señala como acto
reclamado la resolución que declara infundado el incidente de incompetencia promovido por
la parte demandada (PEMEX Refinación), dentro de un juicio laboral tramitado ante la Junta
Especial Número Cuarenta y Cuatro de la Federal de Conciliación y Arbitraje, con sede en
Poza Rica, Veracruz. En dicho incidente se resolvió que la junta era competente para conocer
de la controversia laboral puesto que la demanda se había formulado en términos del artículo
700, fracción II, inciso c), de la Ley Federal del Trabajo, esto es, se le otorgaba competencia a
la junta en atención a que la demandada contaba con oficinas en Poza Rica, Veracruz. La
parte quejosa señala en sus conceptos de violación que es incorrecta la determinación de la
junta responsable, pues con el simple hecho de que la demandada cuente con oficinas en Poza
Rica, Veracruz, es insuficiente para que se surta la competencia de aquélla para resolver el
juicio laboral, ya que de conformidad con lo previsto en los artículos 2° y Cuarto Transitorio
de la Ley Orgánica de Petróleos Mexicanos y Organismos Subsidiarios, el domicilio de la
demandada se encuentra en la ciudad de México, Distrito Federal, por lo que debía ser una
autoridad de esta entidad la que conociera del conflicto laboral. En este caso ¿en qué sentido se
debe resolver el juicio de garantías?
Se debe negar la protección constitucional a la quejosa, pues basta con que la demandada
cuente con oficinas como asiento de sus actividades en la ciudad de Poza Rica, Veracruz,
para que se surta la competencia de la junta responsable para conocer de la controversia
laboral.
Justificación:
No. Registro: 173,813
Novena Época. Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Diciembre de 2006. Página: 196. Tesis: 2a./J. 161/2006
Jurisprudencia. Materia(s): laboral
COMPETENCIA POR TERRITORIO DE LA AUTORIDAD LABORAL. PARA
DETERMINARLA PUEDE CONSIDERARSE EL DOMICILIO QUE PETRÓLEOS
MEXICANOS Y SUS ORGANISMOS SUBSIDIARIOS ESTABLEZCAN EN CUALQUIER
ENTIDAD FEDERATIVA EN LA QUE DESARROLLEN SU ACTIVIDAD

456
PREPONDERANTE, INDEPENDIENTEMENTE DEL QUE SU LEY ORGÁNICA LES
ASIGNE. El artículo 700 de la Ley Federal del Trabajo establece las reglas a que debe atenderse
para fijar la competencia por territorio y faculta al actor que promueve ante las Juntas de
Conciliación y Arbitraje para elegir aquella a la que deberá dirigir su demanda, pudiendo optar por:
a) La del lugar de prestación de servicios, y si éstos se prestaron en varios lugares, la de cualquiera
de ellos; b) La del lugar de celebración del contrato; y, c) La del domicilio del demandado; respecto
de este último supuesto, cuando Petróleos Mexicanos y sus organismos subsidiarios figuren como
demandados en un juicio y cuenten con oficinas, instalaciones o establecimientos en determinada
entidad del país, como asiento de sus actividades, y su domicilio esté dentro de la jurisdicción de la
Junta correspondiente, para fijar la competencia puede válidamente tomarse en consideración el
domicilio que tengan en la entidad, independientemente del establecido en la Ciudad de México,
conforme a los artículos 2o. y cuarto transitorio de la Ley Orgánica de Petróleos Mexicanos y
Organismos Subsidiarios, pues atender exclusivamente a este domicilio para fijar la competencia,
coartaría la facultad del trabajador de elegir la Junta ante la cual puede presentar su demanda.

Contradicción de tesis 157/2006-SS. Entre las sustentadas por el entonces Tribunal Colegiado del
Décimo Noveno Circuito, actualmente Primer Tribunal Colegiado del citado circuito y el Primer
Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y de Trabajo del Séptimo Circuito. 20 de octubre de
2006. Mayoría de tres votos. Ausente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Disidente: Juan Díaz
Romero. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretaria: Estela Jasso Figueroa.

Tesis de jurisprudencia 161/2006. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintidós de noviembre de dos mil seis.

457

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