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INTERNACIONAL
24 DE SEPTIEMBRE DE 2022
Actividad 1:
1.1 FALSO
La afirmación es falsa, debido a que el poder judicial instalado en nuestro país por la
forma republicana de gobierno se divide en Juzgados de primera instancia (que se
encarga de emitir fallos), juzgados de segunda instancia (que también es llamado
cámara de apelaciones, que revisa los fallos emitidos por los de primera instancia) y la
última instancia a la que se puede apelar es a la Corte Suprema de Justicia de la
Nación, la máxima intérprete de la Constitución Nacional. La Comisión Internacional de
Derechos Humanos es un órgano que se encarga de revisar los casos que podrían ser
presentados ante la Corte IDH, para verificar si realmente lo ameritan, y de no hacerlo
son descartados. Se encarga pura y exclusivamente de casos de violaciones a los
derechos humanos consagrados en la Convención Americana de Derechos Humanos;
en cambio en la jurisdicción estatal se enjuician todo tipo de casos, sin distinción
temática.
1.2 VERDADERO
1.3 FALSO
La afirmación es falsa, ya que es el Estado el que debe de impedir el abuso de DDHH
contra individuos o grupos, regulando y aplicando las legislaciones pertenecientes a
los órganos de Derecho Internacional de las cuales es miembro, es decir que las
acciones de personas físicas, deben de ser reguladas, penadas o sancionadas por el
Estado a través de sus legislaciones internas.
La pertenencia a distintos organismos de Derechos Humanos, requiere de un
compromiso en el cual se ejercen acciones y se acatan ciertas directivas, y en este
caso quien tiene la potestad de velar y hacer regir las normativas es el Estado, ya que
es quien firma y participa de los tratados internacionales.
En caso de no aplicar y desobedecer en su accionar a las responsabilidades asumidas
a través de los tratados y normativas establecidas por las organizaciones de las cuales
es miembro, es el Estado quien recibe una denuncia ante el SIDH.
Actividad 2:
Actividad 4:
Caso A
4.1
Los derechos humanos de orden económico, social y/o cultural que se encuentran en
juego son el derecho a un nivel de vida adecuado, al trabajo, a la protección contra el
hambre y la desnutrición, y al disfrute del más alto nivel de salud física y mental.
Los mismos se encuentran expresados en los Artículos 6 incisos 1 y 2, 11 incisos 1 y
2, y 12 inciso 1 y 2 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales de la ONU.
4.2
Son aplicables el Principio de dignidad humana, universalidad, pro persona,
subsidiaridad y prohibición de regresividad entendiendo que la dignidad humana de
estas personas está siendo vulnerada a través del abandono a la salud de la menor, la
falta de trabajo y situación de calle en la que se encuentran, tanto la madre como su
hija son titulares de todos los DDHH sin importar en este caso su nacionalidad u otra
índole, entendiendo también que el reconocimiento de un derecho asume la
interdependencia que este pueda tener con otros ante una situación, en este caso el
de acceder a un puesto laboral, vivienda digna y amparo ante una situación de
vulnerabilidad económica, social y sanitaria extrema tanto del adulto como la menor.
Se deben de dar una progresividad y prohibición de regresividad en las garantías y
protección de las mismas, para de esta manera generar una cobertura eficiente,
cuestión que no sucede en el caso, al quitar el beneficio que ambas tenían,
devolviéndolas a la situación inicial.
CASO B
4.1
Los derechos humanos de orden económico, social y/o cultural que se encuentran en
juego son los de seguridad social, a la igualdad por cualquier condición y a las
garantías de seguridad para la vejez. Estos derechos están defendidos en el artículo
45 inciso b) de la Carta de la Organización de los Estados Americanos; los artículos 2
y 16 de la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre; artículos 2, 7,
22 y 25 inciso 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos; los artículos 3 y 9
del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
4.2
Según nuestro criterio se aplicaría el principio de pro persona ya que el decreto interno
que beneficia a los trabajadores activos de la SSA, no exime de responsabilidad por
los trabajadores jubilados al Estado. Los derechos de estas personas con respecto a
la seguridad social deben ser provistos por el Estado.
También sería aplicable la subsidiariedad ya que el estado tiene los medios y la
obligación de otorgarle a los trabajadores retirados por vejez todo lo necesario para su
subsistencia, ante la cumplimentación ejercida de los requisitos para el acceso al
retiro o jubilación y ahora merecen la protección por parte del Estado.
Por último resulta aplicable el principio de prohibición de regresividad, ya que el estado
reconoce en su derecho interno el otorgamiento de la seguridad social por vejez y
asume la responsabilidad, no solo interna sino también internacional, de continuar
cumpliendo ese derecho.