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El individuo forma un tríptico inseparable con el entorno y la tarea que está realizando;
importancia de la integración sensitiva, la cual permite la relación entre estos tres entes.
El control motor nos permite alcanzar una postura en contra de la gravedad y mantener el
centro de masas dentro de nuestra base de sustentación.
• Sistema sensorial
• Somatosensorial.
• Vestibular.
• Visual.
Es por ello por lo que, cuando la información sensitiva se reduce, la información visual
comienza a hacerse más notoria. Es el caso de pacientes que no son capaces de estabilizar
sus extremidades en contra de la gravedad a no ser que tengan un control visual sobre
ellas; estos pacientes, tendrán déficit de información sensitiva profunda y superficial.
En pacientes que tengan falta de información en su esquema corporal, poner espejos para
la corrección de la postura, para la consecución de la línea media, no tendría sentido, no
se están favoreciendo los mecanismos implicados en la consecución de la verticalidad
postural. La mirada no juega un papel fundamental para la orientación de los diferentes
segmentos corporales. Una mirada periférica, de navegación, es más importante para la
consecución de la postura que una mirada focalizada.
Entrenar el equilibrio como una tarea en sí, sin añadir una doble tarea (equilibrio en
relación a la consecución de coger una taza de una estantería alta), no resultará tan
eficiente. La doble tarea añadida resultará útil en la consecución de los ajustes posturales
automáticos.
Referencias:
Estas estrategias de control son sinergias musculares dinámicas que permiten una
reorganización postural rápida. Estas van a depender del individuo, del entorno y la tarea,
de si el desequilibrio es esperado o inesperado, o incluso del miedo a la caída. Dichas
estrategias se inician en el tronco del encéfalo, ascendiendo posteriormente a áreas
corticales motoras, haciéndose de esta manera conscientes y modificables únicamente en
su parte final, no en su comienzo, por ejemplo, adaptando un apoyo reactivo a la
superficie que nos rodea más estable, o disponible. Con en el entrenamiento, estas
estrategias se pueden refinar, pudiendo tener mayor margen de uso (al entrenar estrategias
de tobillo, necesitaremos una perturbación mayor para pasar a otra estrategia que si no lo
estrenásemos). El SNC tiene la capacidad de adaptarse y combinar diferentes estrategias
que aseguren mantener el centro de masas dentro los límites de estabilidad.
Las estrategias pueden ser muy diferentes; estrategia de tobillo, de cadera, de paso, de
enderezamiento, de apoyo, de agarre o protectoras. La elección de una estrategia u otra
podrá alternarse, dependiendo de la persona, la edad, la patología. Describiremos las tres
estrategias más estudiadas, las de tobillo, de cadera y de paso:
Imagen:
AJUSTES POSTURALES
Cada individuo se desarrolla en un entorno determinado, el cual podrá ser más o menos
exigente (caminar por una calle conocida, implicará un tono postura y un control diferente
al que tendremos al viajar de pie en un autobús), pero todos ellos irán a conseguir una
tarea, manteniendo la estabilidad posturas (mantenimiento del centro de masas dentro de
la base de sustentación). Surgen aquí los límites de estabilidad, el espacio en el cual
podremos mover la proyección de nuestro centro de masas sin tener que modificar el
polígono de sustentación.
Los sistemas integrados en nuestro control posturas son por orden de importancia:
Toda esta información confluye en la creación del esquema corporal, en la corteza parietal
posterior y en el cerebelo. La creación de esta información es básica para poder localizar
de manera consciente e inconsciente nuestro cuerpo en relación al espacio y a sí mismo.
Ajustes posturales:
Fuente e imagen