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INSTITUCION EDUCATIVA TECNICA AGROPECURIA DE SANTACRUZ.

GUIA – TALLER DE FILOSOFIA 11 ° SEGUNDO PERIODO.

NOMBRE: _________________________________ GRADO: 11°____ FECHA: MARZO 30/03/2021 ESP. JAIRO ARISTIZABAL PERNETT

ESTANDAR o DBA: Relaciona e identifica las características y ubicación histórico-geográfica de la Filosofía medieval y renacentista, estableciendo
relaciones entre diferentes temas, condiciones sociales, económicas, políticas, culturales, históricas filosóficas, su realidad y su contexto

LOGRO: Establecer relaciones entre diferentes temas, condición social, económica, política, cultural, histórica filosófica, su realidad y su contexto entre
la filosofía y la edad Moderna, entre su realidad y contexto.

LA FILOSOFÍA EN LA EDAD MODERNA. Se puede afirmar que, con la llegada del europeo a América en 1492, la consolidación de Estados nacionales
en Europa que se alejaban del sistema feudal, la reforma protestante que daba apertura en las creencias religiosas, el crecimiento del capitalismo y
las ideas de Descartes que ponían a la razón como la dimensión humana fundamental, ya se puede hablar formalmente de la era moderna o en otros
términos de la noción de modernidad. Entre el siglo XVI al siglo XVIII en Europa, los debates filosóficos fundamentalmente giraron en torno a la
pregunta por el conocimiento y la filosofía política, sin dejar del todo otros campos, pero distanciándose de las preguntas metafísicas que ocuparon
a los pensadores de la Edad Media.

LA FILOSOFÍA POLÍTICA EN LA EDAD MODERNA.


En cuanto a la filosofía política, se puede afirmar que los cambios sociales, primero del sistema feudal a un sistema más centralizado conocido como
monarquía absolutista, y luego de la monarquía absolutista hacia el novedoso sistema democrático, fueron las situaciones que hicieron que los
filósofos se cuestionaran por la forma más adecuada de organizar la sociedad. La mayoría de filósofos de este periodo consideraron que la sociedad
aparece en un momento imaginario como un acuerdo entre hombres libres, que suscriben un contrato en el que ceden parte de sus derechos por
obtener una vida mejor. A esta concepción se le conoce como el contractualismo. Pero tiene por le menos tres versiones diferentes.

El contractual ismo de Thomas Hobbes (Malmesbury/Inglaterra 1588-1679) se basa en la definición del ser humano como un ser
malvado por naturaleza, partiendo del principio de que “el hombre es un lobo para el hombre.” Por esa razón, para garantizar la
supervivencia en paz, el hombre debe ceder sus derechos a un ente capaz de imponer el orden, que Hobbes concibe como una
especie de monstruo denominado el Leviatán, que no es otra cosa sino el Estado. Hobbes concibe esta situación como una especie
de contrato. Los hombres ceden sus derechos a un soberano, en favor de un bien superior que es la paz y se someten a la ley.
Quedarán algunas libertades individuales para la vida privada. Pero este contrato es entre los súbditos y no obliga a nada al
soberano.
Imagen 1. Leviatán.
De otra parte, John Locke (Wrington/Inglaterra 1632-1704) propone una versión de
contractualismo basada en la libertad, por lo que será considerado como el padre del liberalismo, una tendencia política
que sigue siendo vigente en la actualidad. Locke parte de la idea de estado de naturaleza de Hobbes, pero va a considerar
que no se puede definir como un estado de guerra, sino por el contrario un estado natural en el que los seres humanos se
encontraban hasta establecer un contrato basado en derechos y deberes, como leyes naturales. Entre ellos derecho a la
libertad, a la propia conservación, a la defensa de la vida y a la propiedad privada, esta última especialmente
como resultado del trabajo y del derecho a heredar. Pero teniendo en cuenta que estos derechos no
siempre se respetan, se hace necesario crear la sociedad civil, renunciando a algunos derechos que Imagen 2. John Locke.
permiten unos fines superiores: Los hombres disponen de una ley escrita que define la ley natural; se
establece un sistema judicial que tiene reconocimiento general y evita arbitrariedades; se crea un poder capaz de castigar crímenes y ejecutar
sentencias y se conserva la propiedad privada. De esa manera, Locke entiende la sociedad civil basada en principios racionales, un contrato por
consenso y no por obligación, en el que los individuos libremente ceden parte de sus derechos para garantizar el disfrute de su libertad con más
seguridad. La relación entre súbditos y gobierno es de mandato, como encargo de una tarea. El pueblo se convierte en asamblea para designar su
gobernante. No es aceptable el absolutismo, en contraposición el poder debe estar dividido en legislativo (poder supremo, asamblea), ejecutivo
(llevar a cabo lo que determina el legislativo) y poder federativo (defensa y relaciones internacionales). Si el gobierno no obedece el mandato, el
pueblo puede disolver el contrato, justificándose la rebelión.

Finamente, como última versión contractualista de la Edad Moderna se puede mencionar a Jean Jaques Rousseau (Ginebra/Suiza 1712-1778),
conocido como principal autor de la ilustración francesa y padre de la democracia. Rousseau plantea su idea en oposición al contractualismo de
Hobbes, pues considera que el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe, en especial con el egoísmo y la noción de propiedad privada. El estado
ideal del hombre es una sociedad en la que se mantenga la tendencia bondadosa del hombre y en el que pueda participarse de las decisiones sociales
en asamblea democrática, de manera que se garantice siempre el bien común y se eviten las desigualdades.

Las críticas al contractualismo más conocidas son las de David Humé (Edimburgo/Escocia 1711-1776) quien considera que no es posible la aceptación
de un supuesto estado de naturaleza en el que el ser humano tenga que ceder sus derechos para un fin mejor que se garantice con el gobierno, esta
idea nunca se dio en el pasado y es apenas un supuesto. Por el contrario, considera que si existe un estado de naturaleza sería sin gobierno, pues el
ser humano se junta para conformar la sociedad por necesidad de conformar una familia y permanecer como especie. El gobierno solamente se hace
necesario cuando aparece la propiedad privada para garantizar un orden que la haga respetar. Resulta tan antinatural la monarquía como la república.
EPISTEMOLOGÍA EN LA EDAD MODERNA
En la Edad Moderna fue posible retomar los debates que se habían abierto desde Aristóteles, puesto que ya no resultaba
obligatorio basarse en la biblia, como en el periodo medieval. Por ello, vuelve a ser importante cómo producimos el
conocimiento. En ese periodo van a predominar dos grandes tendencias: el racionalismo y el empirismo.

LA FILOSOFÍA DE LA EDAD MODERNA EL RENACIMIENTO:


El Renacimiento abarca los siglos XV y XVI, se caracteriza por ser un período de transición entre la Edad Media y la
maduración de la Edad Moderna. Durante el Renacimiento comienza a perfilarse el nuevo ideal de hombre, la nueva
cultura y la nueva ciencia que se continuará durante toda la Edad Moderna, hasta nuestros días. ¿Cuáles fueron los factores determinantes del
Renacimiento y cuáles fueron sus características? ¿Cuál es el nuevo ideal del hombre? ¿Cuál es la ciencia y el método científico más apropiado para
el conocimiento y conquista del mundo? Las características: El Renacimiento fue una nueva manera de ser y estar el hombre en el mundo. Esta nueva
situación implicó un cambio profundo en la historia, en el pensamiento y aún en la acción misma del hombre. Ante esta nueva situación nos
preguntamos: ¿Cuál fue la nueva orientación del hombre? ¿En qué consistió el cambio? ¿Cuáles fueron los factores históricos y filosóficos que
contribuyeron al cambio? LA NUEVA ORIENTACIÓN: En el fondo lo que el Renacimiento rechazó fue al hombre medieval y su estilo de vida ligado
profundamente con las trabas de la fe y del Estado. El Renacimiento dio un no rotundo al hombre tranquilo y sereno que dormitaba confiado a la
sombra de la Iglesia y de la nobleza aristocrática, sin interés por el progreso material. Se rechazó la cultura medieval que solamente se preocupaba
de Dios y su conocimiento, y se sustituyó por una cultura humanística, es decir, una cultura centrada en el hombre concebido como la medida y fin
de todas las cosas. Si la Edad Media estaba centrada en Dios, el Renacimiento colocará al hombre. Puesto el hombre en el centro del mundo, éste se
convierte en el reino del hombre; las fuerzas vivas del Renacimiento se lanzaron a conquistar este mundo para ofrecérselo al hombre. Con el cambio
de la manera de concebir al hombre y al mundo vino necesariamente un cambio en las estructuras religiosas, políticas, económicas y culturales. ¿EN
QUE CONSISTIÓ EL CAMBIO?: El Renacimiento fue un movimiento de renovación, caracterizado por un cambio profundo que se produjo al interior
mismo del hombre y de las estructuras económicas, políticas, religiosas y culturales. Las características del cambio o de la renovación se sintetizan
así:  De un teocentrismo se pasó a un antropocentrismo: En la Edad Media, Dios era el centro del mundo y de la vida del hombre; en el Renacimiento
el hombre va a desplazar a Dios y se va a establecer como el centro del mundo físico y del mundo cultural y social.  De la fe se pasó a la razón: ya no
es la fe ni la autoridad de la Iglesia la que determina la vida económica, política y cultural del hombre, y menos aun la que establece las verdades de
la ciencia; ahora la razón es la que quiere investigar, descubrir, analizar por sí misma; el hombre renacentista quiere ver con sus propios ojos,
comprobar con propio entendimiento, elaborar juicios en forma crítica, independiente de las respuestas di la fe.  También comienza el hombre a
desviar interés por la vida eterna y la salvación de alma, por el cielo, y mira hacia la tierra, hacia la vida temporal que también debe ser salvada de la
ignorancia, de la enfermedad, y de alguna manera debe realizarse en la tierra el bienestar y la felicidad prometida en el cielo.  Esta época se
caracteriza por el sentimiento profundo que tiene el hombre de este tiempo de su propia dignidad; ya no es el desterrado, el pecador que espera
recibir la salvación, sino el señor en cuyas manos es colocado un mundo que él debe descubrir, someter y poner a su servicio para su bienestar.
MARSILIO FICINO, un humanista de este tiempo, decía que el hombre es el nuevo Dios en la tierra, y como tal debe recrearla, gobernarla, conquistarla
y someterla.
LOS FACTORES DETERMINANTES DEL CAMBIO Sin lugar a dudas, el factor determinante del cambio hay que colocarlo en el contacto con la cultura
árabe que estaba fundamentada filosófica y científicamente en Aristóteles. La influencia que fue recibiendo la cultura y la filosofía cristiana medieval
de la cultura árabe y del pensamiento de Aristóteles se resume:
El naturalismo o el interés por la naturaleza; la influencia de Aristóteles motivó el estudio y el conocimiento de la naturaleza y de las ciencias de
la naturaleza.
La importancia y el valor de la rozón que se perfilaba como la nueva fuerza capaz de ofrecerle al hombre, la herramienta adecuada para el
conocimiento y conquista del mundo.
La aparición de la burguesía que produjo el despliegue económico e impulsó la producción que tuvo un gran crecimiento, motivó el comercio y
fortaleció la industria.
La burguesía impuso una nueva manera de vivir con nuevos valores personales y sociales que dependían del dinero.
La exclaustración de la cultura.
La cultura deja de ser exclusiva de los monjes y de la Iglesia, y las Universidades y escuelas se ven llenas de la floreciente juventud burguesa.
EL NUEVO IDEAL DE HOMBRE: Sin renunciar ni a Dios ni al cielo, el hombre de este tiempo quiere vivir intensamente la vida de la tierra; ya no quiere
ser un peregrino que está de paso por el mundo, sino que quiere descubrir y conocer el mundo porque quiere vivir en él. La característica fundamental
del Renacimiento fue el despliegue optimista que el hombre hizo de sus capacidades, habilidades e ingenio, dormidos durante mucho tiempo bajo
la sombra de la Iglesia y de la nobleza feudal. Renace un hombre nuevo, distinto, que se busca con afán porque quiere conocerse, y renace un mundo
que encierra en sí los secretos y la explicación de lo que es el hombre. Si el hombre desea conocerse, tiene que buscarse en el mundo porque en él
está su lugar, su puesto, se vocación humana y divina. El hombre cambia de pecador desterrado que espera la salvación de su alma, a colaborador
de Dios en la obra de la creación. El hombre del Renacimiento se siente creador, por eso su característica fundamental es la acción. El hombre se
define ahora por su capacidad de obrar, por su carácter dinámico, emprendedor, de conquista. Hombre y mundo son los protagonistas del
Renacimiento; el hombre que vuelve sus ojos hacia la tierra y el mundo y descarga en ellos su inquietud de saber, su afán de encontrar, porque ha
descubierto que el mundo está lleno de posibilidades. FICINO Y PICO: LA DIGNIDAD ESTA EN EL ALMA: Aunque el hombre del Renacimiento buscó
independizar la razón de la fe, sin embargo, fue la misma fe la que le dio la inspiración y le abrió el camino para establecer su puesto en el mundo y
encontrar el sentido de su vida. En efecto, la Biblia, al comienzo de libro de Génesis, dice que "el hombre es imagen y semejanza de Dios", y que por
esta razón, Dios le entregó el mundo para que lo sometiera, lo cultivara y lo pusiera a su servicio para su provecho y bienestar. De esta manera la fe
le dio al hombre la identidad y el estímulo que necesitaba: como imagen de Dios que es el hombre tiene la capacidad de crear, hacer, conquistar al
mundo por el descubrimiento y la acción. Ficino y Pico son dos grandes humanistas de este tiempo; con ellos renace el dualismo antropológico de
Platón y ven al hombre como un ser compuesto de cuerpo y alma. Para ellos el cuerpo es el elemento que ata al hombre al mundo, al espacio y al
tiempo. Sin embargo, el alma es el elemento que hace al hombre racional y, como tal, distinto en valor y dignidad frente a los seres de la naturaleza.
Por el alma el hombre es el "Dios en la tierra"; por eso el alma es la acción creadora en la tierra, mediante la cual el hombre busca nuevos valores y
nuevas realidades. Las características del alma es la insatisfacción y la inquietud para buscar la libertad y el infinito; pero la insatisfacción no es un
motivo para huir de la realidad temporal, como veíamos en el hombre medieval, sino que es la fuerza que impulsa hacia el desarrollo de las propias
posibilidades, es la dinámica de los descubrimientos, el deseo de conquistar porque el mundo está lleno de posibilidades, es un paraíso capaz de
hacer feliz al hombre. En la obra de Pico, sobre la dignidad del hombre, Dios le dice al hombre: “No te di, Adán, ni un puesto determinado ni un
aspecto propio ni función alguna que te fuera peculiar, con el fin de que aquel puesto, aquel aspecto, aquella función por los que te decidieras, los
obtengas y conserves según tu deseo y designio. La naturaleza limitada de los otros se halla determinada por las leyes que yo he dictado. La tuya, tú
mismo la determinarás sin estar limitado por barrera ninguna, por tu propia voluntad, en cuyas manos te he confiado. Te puse en el centro del mundo
con el fin de que pudieras observar desde allí todo lo que existe en el mundo. No te hice ni celestial ni terrenal, ni mortal ni inmortal, con el fin de
que -casi libre y soberano artífice de ti mismo te plasmaras y te esculpieras en la forma que te hubieras elegido. Podrás degenerar hacia las cosas
inferiores que son los brutos; podrás -de acuerdo con la decisión de tu voluntad- regenerarte hacia las cosas superiores que son divinas".

PICO DELLA MIRÁNDOLA. PARACELSO: EL HOMBRE ES SÍNTESIS DEL MUNDO:


Para Paracelso el mundo en su totalidad vendría a ser como un inmenso organismo cuya matriz sería la tierra; y así como es toda la mujer la que
engendra al hombre, aunque la vida y la energía se concentre en la matriz, así también es todo el mundo el que engendra y da a luz al hombre puesto
que la vida y la energía toda del mundo se concentra en la tierra. “El hombre es hijo de la tierra y por tanto, hijo del mundo; como tal “en el hombre
está el sol, la tierra, Saturno, el Polo Norte y el Polo Sur; toda la naturaleza terrena; el agua, el aire son madres, principios creadores; ¿qué hay en la
tierra de energía que no esté en el hombre?" (Paracelso). El hombre siente el mundo dentro de sí porque él es mundo; de esta manera se va
eliminando el sentimiento del hombre medieval que se sentía extraño y desterrado en este mundo y va apareciendo el nuevo ideal de hombre que
se siente con una vocación y una tarea muy precisas en la tierra: ayudar a la naturaleza a dar a luz porque "Dios no lo hizo todo y quiere que el
hombre mismo cree". Buscar la naturaleza y crear con ella, es para el hombre buscarse y crearse. Cuando el hombre obra, obra Dios y obra la
naturaleza, y en este mismo acto de obrar el hombre se descubre sí mismo, descubre a Dios y descubre a la naturaleza. Esta es una continua dialéctica
divina, humana y natural en el tiempo. En síntesis: El hombre viene del mundo que lo ha formado, y tiene su misión en conocer y descubrir al mundo
para vivir feliz en él.
EL INDIVIDUALISMO RELIGIOSO: Podemos afirmar que el paso de la Edad Media al Renacimiento fue el paso del teocentrismo al antropocentrismo;
Dios dejó de ser el centro del pensamiento y de la vida y fue sustituido por el hombre. La razón comenzó a sustituir a la fe definitivamente. La
concepción religiosa sufrió una gran transformación. El hombre fue perdiendo interés por la vida eterna, por evitar el pecado, sobre todo el de tipo
económico, por las prácticas religiosas, y esto hizo que perdiera fuerza también la fuerte autoridad que la Iglesia ejercía sobre él. A esto hay que
añadir el hecho de que la Iglesia se dejara influenciar de los ideales burgueses de la riqueza y confundiera a menudo el poder temporal y el espiritual,
disminuyendo así su prestigio.
Por otra parte, el hombre necesitaba más libertad y espontaneidad para realizar sus nuevos ideales, y la fe lo mantenía sujeto y no le permitía
expresar su individualidad. Por esta razón era necesario también el individualismo frente a la religión. Lutero fue el impulsador de este individualismo
religioso, y el protestantismo fue la nueva iglesia constituida por sus seguidores. Lutero afianzó al individuo frente a la comunidad y a la autoridad
de la Iglesia; a esto se le llamó el libre examen; ¿en qué consistió? Las Sagradas Escrituras debían ser interpretadas por las autoridades de la Iglesia y
entregadas y recibidas obedientemente por los fieles; Lutero reclamó para la conciencia personal ese poder y ese derecho; el individuo debía tener
libertad ante Dios para interpretar las Sagradas Escrituras sin la autoridad de la Iglesia. La conciencia de libertad frente a la autoridad de la Iglesia fue
el fundamento de la libertad sicológica, política y económica del Renacimiento.
LA NUEVA ECONOMÍA Y LA NUEVA POLÍTICA: el hombre medieval vivía despreocupado y sin interés por la competencia económica y se limitaba a
una economía doméstica de producción, es decir, se producía lo que se consumía. En el Renacimiento encontramos ya una economía desarrollada y
una clase social adinerada que es la burguesía. La burguesía fue activando las fuerzas productivas, ha desarrollado el comercio y la banca y ha
estimulado la ambición de tener y de consumir. El prestigio social se mide ahora por el dinero que se posee, y su adquisición depende de las
habilidades y capacidades individuales. Hay una fuerte competencia económica que estimula a la industria y al comercio, que acentúa al
individualismo y aumenta la división de las clases sociales. Con el nuevo modelo económico el punto de gravedad se desplaza ahora del campo a la
ciudad, y la actividad agrícola cedió a la industrial. Lutero, refiriéndose a la usura del comercio de aquel tiempo, escribe: "Ellos, los burgueses, tienen
bajo su vigilancia todos los bienes y practican sin disimulo todos los engaños que han sido mencionados; suben y bajan los precios según su gusto,
oprimen y arruinan a todos los pequeños comerciantes al modo como el lucilo come a los pececillos, justamente como si fueran señores de las
creaturas de Dios y no tuvieran obligación de prestar obediencia a todas las leyes de la fe y del amor". En cuanto a la política vino también un cambio
producido por el mismo cambio económico. En la Edad Media el poder y la posición social venía por herencia, por nacimiento; en el Renacimiento el
poder y la posición social son debidos al dinero. El poder económico le abrió a la burguesía el camino para obtener también el poder político.
EL ESPÍRITU INVESTIGATIVO: El Renacimiento fue la época de los grandes descubrimientos. Dejando el interés mercantil y comercial, la obsesión por
el oro y la riqueza, las razones profundas de los descubrimientos hay que buscarlas en la fuerza histórica que animaba al hombre de esa época:
conocer y adueñarse del mundo que le pertenecía. Entre los grandes acontecimientos del Renacimiento se pueden resaltar: Los descubrimientos de
Colón, Vasco de Gama y Magallanes; la invención de la impresión (Imprenta) de libros mediante tipos sueltos Gutenberg; la construcción de una
esfera terrestre por Mártir Behaim; el reloj de bolsillo por Pedro Henlein la circulación pulmonar por Miguel Servet; el humanismo y la reforma
protestante, los cambios de la sociedad renacentista, caracterizado por la lucha del emperador contra el Papa, de los príncipes contra el emperador
y de los campesinos contra los príncipes y el clero, todas estas hazañas son obras de hombres revolucionarios. Las investigaciones científicas dieron
impulso a esta época renacentista. En todos los ramos de la ciencia se aprecia una apasionada búsqueda de la verdad, que partió de los filósofos
italianos al estudiar la antigüedad clásica. Los manuscritos clásicos fueron buscados con afán. Se siguieron los métodos inductivos y deductivos del
viejo Aristóteles en el estudio de la naturaleza y del arte. Da Vinci consideraba al arte como ciencia y la percepción como madre de las ciencias. Los
viajes, encuentros, discusiones, cartas y auto representaciones en poemas y retratos son señales de incipiente individualismo. Los personajes del
renacimiento están caracterizados por un sentimiento de su propia dignidad. Suena más bien conservador, cuando Petrarca, el amante entusiasmado
de la antigüedad clásica, el insuperable poeta del amor, exclama: "Jesucristo, Salvador, verdadero Dios de todas las ciencias". Tal exclamación no fue
posible antes de la época de los científicos y pensadores. El ideal del Renacimiento fue el hombre universal. El experimento científico que abre los
senderos hacia nuevos conocimientos, despierta vivo entusiasmo en emperadores, artistas, sabios y artesanos. Leonardo fue pintor y escultor,
arquitecto pero también compositor, matemático, físico, anatomista e ingeniero de guerra. Estudió el zumbidode las moscas y los ruidosbajo agua.
Construyó taladradoras, máquinas voladoras, barcos sumergibles e instrumentos de música, cañones de guerra. Etc., su genio no tenía competencia,
era el hombre integral. Da Vinci se dedicó con fervor a los experimentos científicos, apuntando concienzudamente todo los resultados y
observaciones. En sus diarios encontramos parte de esbozos, arquitectónicos dibujados en perspectiva, las representaciones de un embrión humano,
de un mortero y de un fusil de retrocarga. En síntesis: El hombre del renacimiento tenía claridad en cuanto a las siguientes ideas fundamentales: 
Es necesario que el hombre conozca y conquiste al mundo. Domine a la naturaleza y la ponga a su servicio para que pueda vivir en ella con la dignidad
que corresponde a su persona humana.  El único camino que puede llevar a l hombre a la conquista y transformación de la naturaleza es la ciencia.
 La verdad no está hecha, ni a nadie se le entrega, para que la reciba sin esfuerzo ni trabajo.  El descubrimiento de la verdad es una empresa
personal de cada espíritu, es decir, de la razón que vive y actúa en cada hombre.
También vio con claridad, que el conocimiento racional, no debe quedarse en la teoría, sino debe ser práctico, transformador de la realidad. El
Renacimiento fundamentalmente es un movimiento de renovación cultural que se da entre los siglos XV y XVI. Más que una corriente filosófica es
un nuevo ambiente ideológico que sirve de transición entre la Edad Media y la Modernidad. Es una "atmósfera" intelectual que afecta todas las
actividades culturales: el arte, la ciencia, la literatura, la política, la economía y, por supuesto, la filosofía. En general podemos determinar las
siguientes características del periodo renacentista:
ANTROPOCENTRISMO
La Edad Media giró en torno a Dios como ser superior que orientaba los destinos del mundo, ahora, en el Renacimiento, el hombre es consciente de
sus propias capacidades, de su centralidad en el universo. No es que el hombre renacentista se olvide completamente de Dios, sino que se descubre
como una criatura llena de múltiples capacidades y dotada de una dignidad tal que supera a los demás seres de la naturaleza. Contrario a los animales
el hombre siempre tiene la capacidad de “crearse de nuevo” pues no hay un camino trazado de antemano sino que cada individuo es constructor de
su destino. Humanismo Como una consecuencia del antropocentrismo surge el humanismo renacentista. El fundamento del humanismo es el rescate
de la dignidad del ser humano que está llamado a desplegar todas sus potencialidades intelectuales, físicas, espirituales, sociales, estéticas y morales.
Particularmente la confianza en la razón, como cualidad distintiva de lo humano, impulsará este nuevo sentido existencial de la época. El humanismo
implica entonces una recuperación del mundo antiguo de Grecia y Roma y un intento muy grande de comprensión de lo humano a través de la
literatura, el arte, la ciencia y la filosofía desarrollada en diferentes lugares de Europa. Renovación Científica La renovación científica surge de la
curiosidad y el deseo irrestricto por conocer que caracteriza al hombre renacentista. Los pensadores de este momento consideran que si bien Dios
creó el mundo, le dio al hombre la capacidad racional para explorarlo y comprenderlo, por tanto, la ciencia está llamada a conocer las leyes que rigen
y estructuran el universo para de esta manera dominar la naturaleza. Como fruto de esta nueva curiosidad y capacidad de asombro frente a lo que
acontece en el mundo surgieron nuevos inventos que transformaron considerablemente la vida cotidiana de los siglos XV y XVI. Por ejemplo, la
brújula cambió la navegación permitiendo recorrer grandes distancias en barco hasta llegar al nuevo mundo (descubrimiento de América). La pólvora
cambio la guerra y por tanto el equilibrio político, y la imprenta cambio definitivamente el acceso al conocimiento. Cambios de orden socio-político
En los siglos XV y XVI se da un florecimiento de la ciudad como lugar de la cultura, la ciencia y la economía. Los viejos feudos medievales con sus
castillos y cortes fueron quedando atrás para dar paso a una nueva clase social: la burguesía. El burgués es un individuo que a través del comercio
(mercantilismo) revitaliza el trabajo y la vida en la ciudad. Junto a la burguesía surge políticamente la consolidación de las monarquías absolutas en
Inglaterra, Francia, Alemania… que luego se transformarán en los Estados modernos. Cambios de orden Religioso En el Renacimiento empieza un
movimiento de distanciamiento con relación a las autoridades religiosas católicas. Los intelectuales están más interesados en los problemas
mundanos que en las viejas controversias bizantinas. Esta emancipación intelectual con respecto a la Iglesia tendrá gran repercusión en lo político al
plantearse en muchos lugares de Europa la separación entre el poder civil y el eclesiástico. De otra parte la Iglesia pierde hegemonía al surgir Martín
Lulero y otra serie de autores Protestantes que ofrecen una visión distinta del cristianismo. Autores del renacimiento: Pico Della Mirándola: La
grandeza del hombre y su dignidad (1463 – 1494) Para muchos, este autor representa el prototipo de hombre renacentista. En su célebre “Discurso
sobre la dignidad del hombre” exalta la grandeza del ser humano considerándolo casi como un segundo Dios. En este discurso igualmente proclama
la libertad humana que nos aleja del mero instinto animal y nos proporciona la capacidad de definir nuestro futuro. El hombre no es algo ya
determinado sino un ser con capacidad de "REINVENTARSE" en cada momento según lo que cada día decida para sí mismo. No hay un camino
trazado, no hay destino, cada hombre debe marcar su senda y los límites del camino son los que cada uno establezca según sus capacidades. Francis
Bacón y el método científico (1561 – 1626): La obra de Bacón representa un notable esfuerzo por reformar la ciencia en el periodo renacentista. Su
proyecto tiene como base el conocimiento de la naturaleza y sus leyes para transformarla y ponerla al servicio del hombre. Pero este proceso no se
puede dar sin un adecuado método de conocimiento. Por tal motivo Bacón, orientado por una finalidad eminentemente práctica, propone la
inducción como el método apropiado para aproximarnos a la estructura interna de la naturaleza y las leyes que la gobiernan. Básicamente la inducción
consiste en partir de la observación de hechos particulares hasta alcanzar principios generales. Bacón en su OBRA NOVUM ORGANUM es muy
minucioso en la presentación de su método. Primero invita a observar el hecho que se quiere investigar, luego propone establecer tablas de
presencias, ausencias y grados en los que se da el fenómeno; más adelante establece exclusiones de elementos accesorios que encubren o enrarecen
el hecho pero que no son significativos, y finalmente busca captar la esencia o principio general que determina el fenómeno. En esta misma línea de
rigor científico, en su obra Nueva Atlántida Bacón invita a buscar la verdad mediante el alejamiento de los "ídolos" o imágenes falsas (prejuicios) que
se apoderan de la mente haciendo difícil distinguir la verdad del engaño. Los ídolos son cuatro:
A. LOS ÍDOLOS DE LA TRIBU: Son aquellas opiniones sin fundamento presentes en los diferentes pueblos y comunidades humanas que incluso se
transmiten de generación en generación.
B. LOS ÍDOLOS DE LA CAVERNA: Son las creencias sin fundamento que tiene cada individuo como producto de su educación, ambiente social,
experiencias personales, etc., lo cual conduce a la idea de que "mis pensamientos son los únicos verdaderos".
C. LOS ÍDOLOS DEL FORO: Que provienen de las relaciones con otros seres humanos en donde la palabra o la teoría de otra persona penetra y se
impone en el pensamiento generando ideas fantásticas o perturbadoras.
D. LOS ÍDOLOS DEL TEATRO: Que provienen de los círculos intelectuales en donde se piensa que las cosas son verdaderas porque las dijo tal o cual
filósofo en el pasado. El asunto es que una idea no es verdadera por el hecho de que se haya mantenido durante muchos años como verdad infalible,
en ocasiones lo que consideramos como verdad no es más que un viejo error sostenido a lo largo de los siglos. Como se puede entrever Bacón, más
allá de la precisión y objetividad que intentó alcanzar con su método, es supremamente relevante como promotor de una nueva visión de la ciencia
y de la técnica aplicada a la transformación de la naturaleza. Sus ideas sirvieron de inspiración para los descubrimientos y teorías de otros grandes
genios del Renacimiento.
NICOLÁS MAQUIAVELO: “El fin Justifica los medios”: En su obra "El Príncipe" Maquiavelo expone los principios políticos fundamentales que deben
orientar a un buen gobernante. Su reflexión afirma que para conseguirla supervivencia y el bienestar de la comunidad el gobernante puede valerse
de todos los medios necesarios y efectivos para lograr tal propósito, de ahí su conocida frase "el fin justifica los medios". Con esta manera de concebir
el orden social Maquiavelo. separa la ética de la política: la acción política no está subordinada a la ética. Esto es posible porque el bienestar de la
comunidad acepta en ocasiones el uso de la fuerza, la coacción, la crueldad y el castigo como medios apropiados para garantizar el buen
comportamiento de los individuos en el Estado. El príncipe tiene que ser por tanto un personaje astuto y fuerte, y debe seguir tres ideas básicas de
gobierno: a) debe ser más temido que amado, en este sentido si tiene que ser cruel y violento así lo hará; b) debe saber que los seres humanos tienen
una naturaleza mala y sus pasiones negativas siempre perturban la armonía de la comunidad, y c) debe ser fuerte y no vacilar, si muestra signos de
debilidad será su perdición. La astucia del príncipe radica en su comportamiento público, es decir, frente a la comunidad aparentará ser virtuoso pero
en el fondo no puede serlo pues no faltaran aquellos individuos que quieran alterar el orden establecido. Cuando esto suceda entonces el príncipe
será implacable y mostrará todo su poder. Esta visión política evidentemente fue cuestionada por muchos y generó grandes controversias durante
el Renacimiento. Pero de alguna forma influyo en el pensamiento déspota de los reyes de los Estados Absolutistas. Copérnico y Galileo: La revolución
científica, el heliocentrismo:
NICOLÁS COPÉRNICO (1473-1543), astrónomo polaco, sorprendió al mundo con su célebre teoría heliocéntrica publicada en el texto Revolutionibus
Orbium Coelestium. En esta obra Copérnico establece una nueva orientación teórica sobre el movimiento de los astros superando la vieja cosmovisión
geocéntrica de Ptolomeo. De forma sencilla y con gran solidez matemática el astrónomo propone la tesis del sol como centro del universo, donde la
tierra y los demás planetas giran alrededor de él. En esta misma línea de reflexión establece que la tierra gira sobre su propio eje (rotación), lo cual
explica que observemos ciertos cambios de posición en los planetas. La teoría heliocéntrica causó gran controversia sobre todo en los sectores
religiosos. La Iglesia católica interpretaba literalmente la Biblia en ciertos pasajes donde se habla de la inmovilidad de la tierra y su ubicación como
centro del universo. Varios obispos y clérigos no estaban convencidos de la autenticidad de esta teoría y miraban con recelo las tesis de Copérnico y
su continuador Galileo.
GALILEO GALILEI (1564-1642), matemático y astrónomo italiano apoyó con sus investigaciones las tesis heliocéntricas. Con la ayuda del telescopio
logró corroborar y descubrir nuevos fenómenos físicos que ayudaron a fortalecer las principales ideas planteadas por Copérnico. Algunos de sus más
notables logros de investigación fueron la formulación de las leyes de la caída de los cuerpos, el principio de relatividad del movimiento y el principio
de inercia. Otro aporte notable en el campo de la física fue la exposición del método experimental: primero, observación y descripción de los hechos;
segundo, experimentación bajo diferentes condiciones y luego el establecimiento de hipótesis que al ser demostradas matemáticamente se pueden
formular como leyes físicas.
En sus últimos años Galileo estuvo atormentado por las constantes persecuciones de la Iglesia. Su obra Diálogo sobre los dos máximos sistemas del
mundo, en donde contrapone el geocentrismo y el heliocentrismo, causó grandes controversias con las autoridades eclesiales hasta el punto de ser
obligado a abjurar de las tesis de Copérnico y prohibirle hablar públicamente de estas ideas. En todo caso, más allá de las censuras, Copérnico y
Galileo lograron transformar la visión del mundo renacentista y dieron a la ciencia un nuevo impulso que no ha parado hasta el día de hoy.
TOMAS MORO; Utopía, pensamiento socio- político: En su obra Utopía, que significa "en ningún lugar", Tomás Moro desarrolla un interesante
pensamiento político y jurídico en donde critica sutilmente muchos problemas de su época y propone alternativas de solución a la convulsionada
vida social de Europa en el siglo XVI. Usando como pretexto un viaje a la isla de Utopía Moro describe lo que sería una sociedad perfecta. En Utopía
no hay desigualdad porque no existe la propiedad privada que genera rivalidades sociales y violencia física, los individuos viven pacíficamente en un
estado de alto desarrollo moral en donde están racionalmente organizados los roles y trabajos que promueven la unidad familiar y la sana
convivencia. La vida de Utopía es feliz porque predomina un espíritu de tolerancia religiosa y apertura a las diferencias. La obra de Tomás Moro ha
ejercido tal influencia en las sociedades posteriores que hasta el día de hoy usamos el término Utopía para referirnos a formas de vida mucho más
justas, racionales y humanas que sirvan como modelo para las presentes y futuras generaciones. Las utopías continúan porque en el fondo todos
anhelamos una vida social en donde el bienestar personal y colectivo sea una realidad.

LA FILOSOFÍA MODERNA
Históricamente abarca desde las últimas décadas del siglo XVI hasta finales del siglo XVIII. Es un periodo de tiempo caracterizado por una nueva
mentalidad en donde el hombre se siente dueño y artífice del mundo (antropocentrismo), con capacidades inexploradas para dominar la naturaleza
y posibilidades inmensas para investigar todo cuanto acontece en el universo. En la modernidad los hombres buscan nuevas maneras de afrontar los
problemas que la realidad presenta a diario en sus múltiples facetas: ciencia, educación, arte, política, filosofía, economía, etc., distanciándose de los
antiguos modelos explicativos del mundo y elaborando arriesgadas teorías sobre los diversos contextos en que nos desenvolvemos. La Modernidad
en cierta forma es un acumulado de conocimientos y experiencias que había iniciado siglos atrás pero que alcanza su mayor desarrollo en esta época
histórica. Desde el punto de vista filosófico la modernidad tiene un fuerte énfasis en la búsqueda del alcance y los límites del conocimiento, de ahí
que un buen grupo de pensadores dediquen su tiempo y obras a resolver antiguos y nuevos problemas epistemológicos como el error, la verdad, la
conciencia, la subjetividad, el papel de los sentidos y el método apropiado para conocer el mundo en que vivimos. En este contexto de inquietud
intelectual surgen entonces diferentes problemas y corrientes de pensamiento que van a caracterizar la modernidad. Estos son algunos elementos
que constituyen el nuevo giro en la reflexión filosófica. Confianza en la razón: Los hombres modernos consideran que la razón es propiedad de toda
la humanidad y con su buen uso se podrá dominar la naturaleza y comprender el funcionamiento del universo. Independencia del pensamiento: A
diferencia de la Edad Media, en la modernidad los filósofos, literatos, científicos y demás personajes del mundo cultural se sienten con libertad para
expresar sus ideas sin depender de ninguna autoridad que apruebe o desapruebe. Particularmente se toma distancia de las autoridades religiosas
que durante mucho tiempo controlaron el pensamiento europeo. Las ideas por lo tanto eran para todo el mundo y podían ser debatidas en cualquier
contexto.
RACIONALISMO: se considera que el conocimiento confiable es el que resulta de la razón, puesto que lo que se percibe del mundo exterior a través
de los sentidos puede ser engañoso. Descartes (La Haya 1596-1650) es considerado el primer gran defensor de esta tendencia con su pienso luego
existo, que pone a la razón como la reina del conocimiento y al hombre eminentemente como un sujeto racional. De acuerdo con los planteamientos
cartesianos, el ser humano posee ideas previas en su mente como conceptos innatos, que todos los seres humanos compartimos sin necesidad de
ninguna experiencia externa a nuestra mente, tales como el concepto de Dios, el principio de no contradicción y los principios morales.

El alemán Gottfried Leibniz (Leipzig 1646-1716), considerado uno de los sabios modernos por sus contribuciones a la matemática, siendo el inventor
del cálculo infinitesimal y del sistema binario, también va a apoyar el racionalismo innatista cartesiano. En lógica sus planteamientos se pueden
resumir en sus siete principios:
- Identidad/contradicción: si una proposición es verdadera, su negación es falsa y viceversa.
- Identidad de los indiscernibles: dos cosas son idénticas si y sólo si comparten las mismas propiedades.
- Razón suficiente: debe existir una razón suficiente para que cualquier cosa exista.
- Armonía pre-establecida: la naturaleza de cada sustancia hace que lo que le ocurra a una corresponda a lo que le ocurre a las otras.
- Continuidad: la naturaleza no hace saltos.
- Optimismo: indudablemente Dios siempre elige lo mejor.
- Plenitud: el mejor de los mundos posibles contendrá todas las posibilidades.

Empirismo: esta tendencia va a considerar que, por el contrario, los seres humanos venimos al mundo con nuestra mente como
una tabula rasa, es decir una hoja en blanco, que se va escribiendo con cada nueva experiencia. Sin embargo, los empiristas no
descartan que puedan existir ideas innatas pero consideran que lo determinante para la construcción del conocimiento son las
experiencias, es decir la aproximación empírica que tienen las personas a los fenómenos.

Entre los empiristas más notables también se encuentra John Locke, quien considera que el primer campo filosófico que se Los sentidos.
debe abordar es el del conocimiento, puesto que de otra manera no habría certeza sobre la filosofía. En su obra Ensayo sobre
el entendimiento humano, Locke demuestra que no existen ideas innatas como afirman los racionalistas, señalando que en muchos pueblos no
existe la creencia de Dios o bien toma versiones muy distintas. En cuanto a los principios del pensamiento no son conocidos por los niños, ni por los
idiotas, ni por miembros de algunas tribus, a no ser que los estudien. Y en cuanto a los principios morales, encuentra que no son comunes ni innatos,
con el ejemplo de un ejército entrando a saquear después de vencer en una batalla. En tal situación parece no existir principios éticos.

Locke, como la mayoría de filósofos de la Edad Moderna, considera que la idea es todo contenido mental y que proviene en última instancia de la
experiencia. Clasifica la experiencia en dos tipos: una experiencia externa, por medio de las sensaciones de los sentidos (olor, color, movimiento,
figura, etc.), y la experiencia interna, por medio de la reflexión (de acuerdo con las actividades mentales: percepción, pensamiento, memoria,
voluntad, etc.). Considerando que la primera es más importante que la segunda. Sin embargo, en algunas ocasiones ambas vías pueden trabajar
juntas, produciendo nuevas ideas como las ideas de existencia, placer y dolor.

Según Locke, las ideas pueden ser simples o complejas. Las simples son las que se producen cuando la mente recibe directamente de la experiencia
sensorial o de la reflexiva y pueden ser consideradas como los átomos del pensamiento. Las ideas complejas son formadas por la mente con
combinaciones de ideas simples (como la idea de universo, de gratitud o belleza). A su vez, las complejas se subdividen en ideas de modos de ser,
ideas de sustancias e ideas de relaciones. Va a aceptar la clasificación de tipos de conocimiento de Descartes agregando un tercer tipo: conocimiento
intuitivo (del que no se duda, como la existencia el yo); el conocimiento demostrativo (deductivo, como el matemático) y agrega el conocimiento
sensible (resultado de la experiencia). De acuerdo con su teoría, Locke concluye que el conocimiento no debe tratar sobre la relación entre cosas e
ideas, como aspiraba Aristóteles, sino que lo único posible es el conocimiento de las ideas, es decir, de los contenidos mentales que es a lo que se
tiene acceso, rechazando además la posibilidad de conocer la esencia de las cosas, porque esto no existe.

Otro empirista reconocido es George Berkeley (Dysert/Irlanda 1685-1753), considerado el padre del idealismo desde un punto de vista empirista
extremo. Para Berkeley no hay forma de comprobar la existencia de un objeto más que por el hecho de ser percibido, cuando afirma “ser es ser
percibido o percibir.” No existen los conceptos abstractos de Locke, porque las ideas siempre conservan la particularidad, esto solamente es posible
en el lenguaje. Cuando se habla de un objeto se habla realmente de la percepción del objeto. Los cuerpos son haces de percepción. Va a concluir:
todo conocimiento del mundo empírico se obtiene a través de la percepción directa, eliminando todo el pensamiento y quedándose sólo con las
percepciones puras. Por tanto, la meta de la ciencia debe ser des intelectualizar las percepciones humanas. Considera que la única sustancia es la del
ser que percibe y piensa, y que puede percibir las percepciones que Dios le permite. Acepta la existencia de una realidad trascendente que es la que
se percibe como objeto de conocimiento.

Finalmente, uno de los más destacados empiristas es David Humé. A diferencia de los racionalistas y los anteriores empiristas, considera que los
contenidos del pensamiento no solamente son ideas, sino que son sobre todo impresiones. Las impresiones se pueden clasificar como simples
(impresión del color rojo) o (impresión de una ciudad), pero también se pueden clasificar de acuerdo con su fuente en impresiones de sensación (a
través de los sentidos) e impresiones de reflexión (que van asociadas a ideas como pasión o emoción, como la impresión de frío o
calor).

Por otra parte, considera que las ideas son copias de impresiones. Clasifica las ideas como simples o complejas, dependiendo de
qué impresión son copiadas. La mente funciona relacionando ideas de múltiples maneras, teniendo en cuenta leyes de semejanza,
contigüidad en el tiempo o en el espacio y la ley de causa-efecto. De acuerdo con esto se producen ideas hasta lo exageradamente
imaginativo o excesivamente elaborado en lo intelectual, siempre como resultado de esas tres leyes.

Se va a apoyar en la clasificación de Leibniz para afirmar que existen relaciones de ideas: que son contenidos regulados por el principio de no
contradicción, como en la aritmética, geometría y álgebra, que expresan afirmaciones válidas en cualquier parte del mundo independientemente de
que los triángulos no existan. Y en cuestiones de hecho: reguladas por el principio de causa-efecto, que en últimas se refiere a la experiencia, porque
si conocemos que algo sucederá cuando se presenta una causa (ejemplo de una bola de billar que se mueve porque una primera bola la golpea) es
porque tenemos la experiencia anterior de que eso es lo que sucederá. Por ello, el principio de causalidad (causa-efecto) solamente es válido con la
experiencia, lo que deja inválida su aplicación para conocerlo en asuntos metafísicos como Dios, alma o mundo.

ONTOLOGÍA Y METAFÍSICA EN LA EDAD MODERNA


En este periodo ya comienza a ser posible producir nuevas ideas alejándose de los argumentos de autoridad de la religión, por
ello los filósofos modernos no van a tener limitaciones al cuestionar la idea de Dios, alma y mundo.

En primer lugar, se puede mencionar a Baruch Spinoza (Ámsterdam 1632-1677), uno de los últimos perseguidos, quien va a
sostener que no pueden existir tres sustancias: Dios, pensamiento y extensión, como afirmaba Descartes, sino que por el
contrario existe una única sustancia y es la sustancia divina infinita. Puede identificarse con Dios o con la naturaleza (Deus sive
natura). Es causa de sí misma y a la vez de todas las cosas. Todos los objetos son los modos de Dios contenidos en el atributo
extensión. Igualmente, todos las ideas son modos de Dios contenidos en el atributo pensamiento. Los modos, las cosas e ideas,
son naturaleza naturada. Mientras que Dios es naturaleza naturante. Las cosas o modos son finitas, mientras que Dios es de naturaleza infinita y
existencia necesaria y eterna. La tendencia filosófica que rechaza el dualismo, como Spinoza, y defiende la existencia de una única sustancia se conoce
como monismo.

Frente a los cuestionamientos por el orden del mundo, Spinoza también se orienta por el mecanicismo, señalando que el mundo funciona como un
reloj, con leyes que rigen todo lo existente. Como ha planteado que solamente existe una sustancia, frente a la pregunta por el hombre no tendría
otra posibilidad coherente que la de admitir que el hombre también está regido por leyes de las que no puede escapar, negando así la libertad
humana en lo que se conoce como determinismo, es decir que las acciones del hombre están determinadas. Esta respuesta es contraria a la de
Descartes, quien a pesar de compartir el mecanicismo con Spinoza, en su teoría de las tres sustancias logra salvar la libertad pues consideraba que la
naturaleza del hombre es diferente a la de los objetos. Para Spinoza, la única posibilidad de ser libre está en el intelecto, en conocer dichas leyes
universales.

De otro lado, Leibniz propone la teoría de las mónadas. Leibniz considera que existe una partícula indivisible como el átomo, pero para lo inmaterial.
Estas partículas son inteligentes, poseen información de lo que debe hacer, son eternas, cada una es el reflejo del universo, son centros de fuerza,
son independientes, sus interacciones son aparentes, no son materiales. Cada hombre es una mónada, Dios es una mónada. Las mónadas pueden
percibir, cuando las percepciones tienen claridad y conciencia junto con memoria se llaman apercepciones. Con ella se puede conocer las verdades
de razón (dos más dos es cuatro) y las verdades de hecho (algo que sucede, pero podría haber sido de otra manera). Las verdades de hecho están
contenidas en la esencia de las mónadas, pero Dios es el único que las conoce porque implica un análisis infinito. Esta teoría soluciona el problema
de la relación entre mente y cuerpo de Descartes, el de individuación de Spinoza, y defiende el racionalismo innatista. También planteó el principio
de optimismo, por el que considera que este es el mejor de los mundos posibles, no tanto desde lo moral sino desde lo matemático, puesto que si
Dios es perfecto no crearía un mundo imperfecto, entonces concibe a Dios como un matemático. Sus principios pueden relacionarse en la frase: “En
el mejor de los mundos posibles la naturaleza no da saltos y nada sucede de golpe.”

Finalmente, David Humé va a criticar la noción de sustancia tan defendida por casi todos los filósofos desde Aristóteles hasta Berkeley. De acuerdo
con su teoría, si toda idea es una copia de una impresión, la idea de sustancia es la copia de una impresión de sustancia, pero no existe una impresión
de sensación relacionada con sustancia que sea producida por los sentidos, ni tampoco una impresión de reflexión relacionada con sustancia a
manera de emoción o pasión. Si la idea de sustancia no es copia de una impresión de sustancia, porque no existe, entonces no queda otra posibilidad
sino que sea resultado de la imaginación de los filósofos. Esto quiere decir que sustancia no es una idea válida sino una idea de relaciones construida
por la imaginación, así que no es posible aceptar sustancia material ni tampoco sustancia inmaterial, como sustrato, como fundamento de la
existencia. Esta conclusión también va a implicar que no existen ideas abstractas o universales, puesto que todas las ideas son resultado de una
impresión y las impresiones son particulares, no es posible una idea que represente a todos los perros o a todas las sillas. De manera similar a como
realiza la crítica a la sustancia y a los universales, y destacando que el principio de causalidad es resultado de experiencia, Humé cuestiona la existencia
de los tres principales puntos de discusión de la metafísica: mundo, alma y Dios. Por tanto, para Humé no es posible encontrar fundamento válido
para aceptarlos. Por ello se le ha considerado como escéptico.

ÉTICA
En cuanto a la sociedad y la ética, Spinoza quiere encontrar las leyes universales que determinan estos ámbitos por medio de la razón, en su texto
Ética demostrada según el orden geométrico. Según las ideas allí plasmadas, la manera adecuada de entender al hombre es entendiendo que ocupa
un lugar en la naturaleza, por tanto lo adecuado es comprender los actos humanos no con criterios morales, sino como partes necesarias de las leyes
que rigen el cosmos, los hombres también estarían sujetos a leyes naturales. Esto tiene dos implicaciones: el hombre no es libre, esta determinado
por leyes naturales y los valores son creaciones humanas arbitrarias. En cuanto a la filosofía política estaba de acuerdo con Hobbes pero agregó que
el objetivo del Estado es el de posibilitar que el hombre se haga libre.

Por su parte David Humé, considera que la moral es un campo muy particular por ser una reflexión sobre el deber ser y no sobre el ser. Concluye que
las ideas de moralidad no son el resultado de impresiones de la experiencia ni de relaciones de ideas, entonces al parecer son sentimientos de lo que
nos parece agradable o desagradable y trata de no caer en el relativismo moral al señalar que esos sentimientos están basados en la utilidad que
proviene de la idea de justicia y benevolencia.

La filosofía de la Edad Moderna va a llegar a su máxima expresión con el alemán Immanuel Kant (Könisgberg/Prusia 1724-1804), quien produce una
teoría muy completa abordando casi todos los campos.
IMMANUEL KANT (Könisgberg 1724-1804)
Kant es considerado como el último y más influyente filósofo de la modernidad. Toda su vida fue profesor de filosofía en la
universidad de ciudad natal. Se le conocía en su época como una persona muy rigurosa en su trabajo, pero también en su vida
privada, con anécdotas que cuentan que era tan exacto en sus horarios, que los vecinos ajustaban sus relojes cuando él pasaba,
pues siempre lo hacía a la misma hora.

Kant se propone indagar el por qué la metafísica, que se pregunta por Dios, el alma y el mundo, no logra consolidarse como ciencia,
a diferencia de otros conocimientos como las ciencias naturales o la lógica, a este problema lo denomina el problema crítico. El filósofo de Könisgberg
encuentra que la metafísica se basa exclusivamente en conocimientos teóricos no contrastados en la experiencia. Es decir, la metafísica se basa en
conceptos a priori independientes de la experiencia. Esto lleva a Kant a proponer la crítica a la razón pura, es decir a preguntarse si es posible que
exista un conocimiento exclusivamente a priori.

En una de sus obras más importantes, La crítica de la razón pura, Kant encuentra que es posible aceptar las dos vías de conocimiento que defendían
los racionalistas y los empiristas. De una parte, el conocimiento que proviene de las experiencias, que defendían los empiristas y que Kant denomina
juicios a posteriori, porque resultan después de tener una experiencia sensible. Son juicios que no resultan ni necesarios ni universales, puesto que
pueden existir casos opuestos a cualquier fenómeno observado y no necesariamente las cosas siempre se presentan de la misma manera, por
ejemplo, la afirmación “el sol saldrá mañana” no es obligatoria.

De otra parte, encuentra que también pueden existir ideas innatas como pensaban los racionalistas, es decir que están en nosotros antes de las
experiencias, por lo que las va a llamar juicios a priori. Los conocimientos a priori son razonamiento puro, dependen de la razón y son necesarios y
universales, como la matemática y menciona el ejemplo “todo cambio tiene una causa”, criticando de paso a Humé, quien había concluido que el
principio de causalidad no existe porque es una noción imaginaria y en realidad se refiere al final a experiencias vividas.

Kant no está de acuerdo en la manera como la filosofía ha fundamentado el conocimiento sin ni siquiera preguntarse por la manera como se emplean
los juicios (proposiciones), por eso se pregunta por la manera como los juicios se expresan con el lenguaje, conformadas por sujeto y predicado. De
acuerdo con esto, encuentra que pueden existir dos tipos de juicio. Por una parte los juicios analíticos, que afirman o niegan algo que ya está
contenido en el sujeto, es decir, el predicado no dice nada nuevo del sujeto, como por ejemplo la afirmación “todos los cuerpos son extensos” (todos
los cuerpos tienen extensión, ocupan lugar en el espacio). En ese ejemplo, tener extensión, ocupar un lugar en el espacio, es una propiedad que ya
está contenida en el sujeto cuerpo. Por otro lado, encuentra que existen juicios sintéticos, que por el contrario son los que amplían algo del sujeto
que no se sobrentiende, como por ejemplo la mesa es azul, es una característica que es nueva y no necesariamente contenida en la palabra mesa.
Kant relaciona las dos definiciones anteriores y concluye que pueden existir juicios sintéticos a priori y juicios sintéticos a posteriori, mientras que
todos los juicios analíticos son a priori. De acuerdo con esa clasificación, los juicios sintéticos a posteriori son resultado de la experiencia, por tanto,
amplían el conocimiento del sujeto, pero no son universales ni necesarios, mientras que los juicios sintéticos a priori, amplían el conocimiento del
sujeto y son más completos porque son universales y necesarios, como ejemplo menciona “todo lo que ocurre tiene una causa” o también “7+5=12”.

Con base en esa conclusión, Kant pretende responder el problema crítico de determinar si además de la matemática y las ciencias naturales, la
metafísica también puede ser aceptada como ciencia. Kant afirma, que, así como no era posible entender los movimientos de los astros si se creía
que todo giraba alrededor de la tierra y Copérnico se planteó la posibilidad de que más bien fuera, al contrario, que la tierra girara y no estuviera
estática, en el conocimiento puede suceder algo similar. Por ello, Kant encuentra que el sujeto
no es un ser pasivo en la construcción del conocimiento, como habían considerado la mayoría
de filósofos hasta entonces, por el contrario, el sujeto cognoscente define los objetos con las
categorías del entendimiento dejando de ser pasivo, dejando de ser un simple espectador.
Entonces, el conocimiento no se produce por una incorporación de los objetos por parte del
sujeto, sino que en el sujeto existen categorías que determinan ese conocimiento. Es a esto lo
que se llamó la revolución copernicana de Kant, que no tiene que ver con astros.

Este cambio profundo en la respuesta a cómo conocemos, se apoya en la investigación que hace
Kant en cuanto a la relación entre el sujeto que quiere conocer y el objeto que se desea conocer,
que hasta ahora había sido considerada como una relación en la que era más importante el
objeto y el sujeto solamente tiene que describirlo para llegar a producir conocimiento. Kant
encuentra que los objetos que se encuentran en la realidad exterior son imposibles de tomar
por el entendimiento humano, a los objetos de la realidad externa los denomina nóumenos.
Para conocer, el sujeto lo que hace es tener una intuición, que es la percepción del nóumeno,
pero como no se puede incorporar la totalidad del nóumeno, lo que se hace es relacionar esa
intuición con unas categorías a priori que posee nuestro entendimiento, ubicándolas en el
tiempo y en el espacio. Esas categorías son 12 y Kant las define de en función de la cantidad,
cualidad, relación y modalidad y a su vez, implican la formación de juicios, como se aprecia en
la tabla:
EN FUNCIÓN DE CLASES DE JUICIO CATEGORÍAS
Universales Unidad
Cantidad Particulares Pluralidad
Singulares Totalidad
Afirmativos Relación
Cualidad Negativos Negación
Infinitos Limitación
Categóricos Inherencia y subsistencia (sustancia y accidente)
Relación Hipotéticos Causalidad y dependencia (causa y efecto)
Disyuntivos Comunidad (acción recíproca)
Problemáticos Posibilidad-Imposibilidad
Modalidad Asertóricos Existencia-no existencia
Apodícticos Necesidad-Contingencia

De esta manera Kant concluye que el conocimiento que construye el ser humano es el resultado de la relación de la intuición del nóumeno con las
categorías a priori, por lo que lo único que se conoce es una especie de representación que Kant denomina fenómeno, jamás se podrá conocer el
objeto en sí (nóumeno) sino nada más el fenómeno. Esto es lo que Kant denomina como conocimiento trascendental y por eso mismo se ubica su
teoría como un tipo de idealismo, puesto que, aunque la experiencia y la razón tienen un papel importante, lo único que se puede conocer es el
fenómeno como idea construida por los seres humanos. Sin embargo, no es un idealismo radical en cuanto que Kant reconoce la existencia del
nóumeno y, además, reconoce que todos los seres humanos compartimos las mismas 12 categorías en función del espacio y el tiempo.

Después de esta investigación, Kant concluye que, en cuanto a la metafísica, es decir al campo que intenta responder las preguntas por Dios, el alma
y el mundo como totalidad, no puede ser considerada como una ciencia, puesto que no se presenta el trayecto trascendental de la intuición sensible
por los sentidos con base en un nóumeno de Dios, alma o mundo, entonces no hay posibilidad de relacionarlos con las categorías por medio del
espacio y el tiempo. Esto quiere decir que la metafísica no tiene un uso cognoscitivo, pero si un uso regulativo, es decir que no le sirve a los hombres
para producir conocimiento pero si para conocer los límites del conocimiento.

De esa manera se afirma que a partir de Kant no solamente se soluciona el debate entre racionalismo y empirismo, sino que se expulsa a la metafísica
del conocimiento posible de la filosofía, quedando las preguntas por Dios, alma y mundo, como preguntas no científicas sino más bien para ser
abordadas desde la opinión personal y desde campos no filosóficos como la religión.

En cuanto a la ética, en sus libros La Crítica de la razón práctica y La Metafísica de las costumbres, Kant encuentra que es un campo que no se dedica
a estudiar el ser como definición de algunas cosas, sino como un campo que estudia el deber ser, es decir cómo deberíamos comportarnos. Además,
Kant analiza que los sistemas éticos que hasta ahora se habían propuesto en la filosofía se basaban en una noción a posteriori de lo que se cree que
es la búsqueda de la felicidad, pero que no resulta una definición universal y necesaria, porque no era claro qué es la felicidad y en cada caso podía
variar su definición. Igualmente, encontraba que en la mayoría de los casos la moral se definía como cumplimiento de normas, dando como resultado
una moral heterónoma, por la que se obra bien porque hay algo afuera de nosotros, autoridades o normas, a lo que se tiene temor, en vez de ser
una moral autónoma por una decisión libre.

Siguiendo las ideas de la teoría kantiana, va a realizar un análisis similar de la ética tratando de determinar cuáles son los juicios universales y
necesarios que fundamentan estos conocimientos. De esa manera llega Kant a definir lo que se conoce como imperativo categórico, un principio
ético universal y necesario que se entiende como un mandato de fuerza mayor, pero que no tiene una norma específica de manera que permite la
libertad y la autonomía humana para escoger con total conciencia si se obra de acuerdo con él o no. Kant define el imperativo categórico como: “obra
sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne en ley universal.” Finalmente, dentro de la ética kantiana es posible la
libertad, a pesar de que los seres humanos estén sometidos a las leyes naturales, porque existe alma inmortal y Dios, solamente que no es posible
una ciencia que diga algo nuevo de ellos.
En cuanto a la filosofía política, Kant está de acuerdo con los planteamientos de la ilustración en torno a libertad, igualdad y justicia, y también con
el contractualismo, juntando los planteamientos del liberalismo de Locke y los democráticos de Rousseau, pero no considera que se haya dado el
momento del contrato como un momento histórico sino como una categoría a priori, que se puede entender en apoyo con el imperativo categórico.
Por eso señala que el Estado debe basarse en la ley. Además, se considera a Kant como uno de los primeros filósofos que escribió sobre el
cosmopolitismo, proponiendo una sociedad planetaria en la que todos los seres humanos se aceptaran como ciudadanos del mundo, en torno a un
Estado mundial basado en la ley y el respeto a la libertad y a la voluntad general.
Explica las condiciones en las que se dio el inicio de la filosofía moderna.

1. ¿Qué es la modernidad?
2. ¿Cómo se logró superar las ideas de la filosofía medieval?
3. ¿En qué cuantos periodos o etapa se divide la filosofía de la edad moderna?
4. Elabora una línea del tiempo con los autores abordados en esta lectura, en orden cronológico de la segunda fase o etapa de la filosofía moderna.
5. Elabora fichas con nombre, imagen representativa y principales ideas de: Rene Descartes, w. Godofredo Leibniz E, Baruch Spinoza, John Locke,
David Humé, George Berkeley y Emanuelle Kant
6. ¿Por qué se le atribuye a John Locke la frase: “el HOMBRE ES UNA TABULA RASA O WHITE PAPER” aunque nunca la dijo?
7. ¿Cuál fue el principal aporte de Baruch Spinoza y David Humé?
8. Elabora un mapa mental de la filosofía de René Descartes.
9. Elabora un mapa mental para presentar lo que aprendiste del concepto Racionalismo, y un mapa mental para presentar lo que aprendiste del
concepto Racionalismo. Incluye la mayor cantidad de ideas posible, color e imágenes
10. ¿Cuál de los 3 filósofos te llama más la atención y por qué?
11. Después de leer la guía, elabora un glosario de los conceptos que aparecen subrayados, evitando copiar textualmente.
12. Redacta un texto, mínimo de media página, con tu opinión del racionalismo, empirismo e idealismo Kantiano.

Taller de lectura crítica para filosofía (evaluación)


EVALUACIÓN N°1 y 2.

Prepárate para la prueba saber.


para empezar, iniciemos resolviendo una prueba que busca unir ambas asignaturas, una lectura de tipo filosófico.

1. Lee la siguiente lectura:

Nota introductoria (de la 1ª edición)

¿Qué es la filosofía? Muchos se dan por satisfechos con la respuesta etimológico-psicológica: es el amor al saber. Como si el amor o el deseo de
saber tuviera que ser, por sí mismo, filosófico, siendo así que casi siempre el deseo de saber es de índole práctica, tecnológica o científica, y muchas
veces frívola curiosidad o curiosidad infantil; y como si la filosofía no fuese también algo más que un mero amor al saber, es decir, como si la filosofía
no comportase por sí misma un saber, por modesto que sea.

En cualquier caso, el saber filosófico no es un saber doxográfico, un saber del pretérito, un saber acerca de las obras de Platón, de Aristóteles, de
Hegel o de Husserl. El saber filosófico es un saber acerca del presente y desde el presente. La filosofía es un saber de segundo grado, que presupone
por tanto otros saberes previos, «de primer grado» (saberes técnicos, políticos, matemáticos, biológicos...). La filosofía, en su sentido estricto, no es
«la madre de las ciencias», una madre que, una vez crecidas sus hijas, puede considerarse jubilada tras agradecerle los servicios prestados.

Por el contrario, la filosofía presupone un estado de las ciencias y de las técnicas suficientemente maduras para que pueda comenzar a constituirse
como una disciplina definida. Por ello también las
Ideas de las que se ocupa la filosofía, ideas que brotan precisamente de la confrontación de los más diversos conceptos técnicos, políticos o científicos,
a partir de un cierto nivel de desarrollo, son más abundantes a medida que se produce ese desarrollo.

En la medida en que la filosofía no es un mero amor al saber, sino un cierto saber, el filósofo ha de ser, de algún modo, un sabio, dotado de una
sabiduría sui generis (aun cuando su contenido no sea, según algunos, muy distinto del de una docta ignorancia).

Desde este punto de vista podría confundirse con un majadero todo aquel que se llame a sí mismo filósofo, aunque pretenda justificar su majadería
apelando a la respuesta etimológica. Porque filósofo, como sabio — es decir, no sólo profesor de filosofía—, es una denominación que sólo puede
recibirse como aplicada por los demás.

La respuesta a la pregunta ¿qué es la filosofía? sólo puede llevarse a efecto impugnando otras respuestas que, junto con la propuesta, constituya un
sistema de respuestas posibles; porque el saber filosófico es siempre (y en esto se parece al saber político) un saber contra alguien, un saber dibujado
frente a otros pretendidos saberes.

Lo que quiere decir que prácticamente es imposible responder a la pregunta ¿qué es la filosofía? Si no es en función de otros saberes que constituyen
las coordenadas de una educación del hombre y del ciudadano.

El presente opúsculo intenta responder a la pregunta ¿qué es la filosofía? tal como esta pregunta está siendo planteada, prácticamente, en los
debates políticos y administrativos en la España del presente, especialmente los problemas suscitados por los diversos proyectos de reforma de los
planes de estudio de la enseñanza secundaria y universitaria. De hecho, el cuerpo principal del opúsculo ha sido redactado como contribución al
congreso de profesores de filosofía convocado en Granada en septiembre de 1995. En el apéndice se ofrece al lector una especie de «ajuste de
cuentas» con el libro que el autor publicó, hace ya más de veinticinco años, sobre el papel que a la filosofía pudiera corresponder en el conjunto del
saber. Tomado de Gustavo Bueno, ¿Qué es la filosofía? 1995 Página 3 de 6.

1) El título del texto: Nota introductoria (de la 1ª edición), nos hace pensar que el texto es:
A. la idea principal del libro completo o resumen de este mismo.
B. simplemente una invitación a leer el texto completo.
C. la presentación de una idea general sobre el tema de un libro.
D. un artículo de un periódico español del año 95.

2) A partir del último párrafo del texto podemos inferir que el


A. texto busca responder a unos planteamientos y discusiones suscitados en los proyectos de reforma escolar de la asignatura de filosofía.
B. autor con el presente texto, desea responder a las problemáticas que se generaron en la reforma de los planes de estudio.
C. texto solo sirve para la educación española y es inútil aplicarlo en las actuales reformas colombianas de la educación en filosofía.
D. autor le motivó escribir el libro las discusiones que se plantearon en los proyectos de reforma de los planes de estudio en España.

3) ¿Cuál sería la intención del autor con la nota introductoria que se les presenta en el texto anterior?
A. desmentir algunas concepciones de la filosofía y dar una idea sobre una posible definición.
B. motivar al lector a leer el libro como factor indispensable para la educación.
C. orientar al lector sobre la importancia de la filosofía desde una introducción del libro.
D. responder claramente qué es la filosofía, partiendo de unas concepciones predispuestas.

4) La frase “La filosofía es un saber de segundo grado” quiere decir que


A. no es importante o no es primordial.
B. necesita de otros saberes previos o primarios.
C. es una disciplina reciente y no tan antigua.
D. la filosofía no es necesaria en primera instancia.

5) La frase: “El presente opúsculo intenta responder a la pregunta ¿qué es la filosofía?”, nos indica que
A. el libro es muy extenso que responde completamente la pregunta sobre la filosofía.
B. la obra que introduce el texto, es un esfuerzo por llegar a una idea sobre qué es la filosofía.
C. el autor replantea la pregunta sobre la filosofía y llega a una respuesta, en un texto corto.
D. el texto es un argumento para cambiar el pensamiento filosófico de la modernidad.

Con la siguiente imagen responda los interrogantes 1 al 5:

1. La tesis central de la gráfica es


A. es imposible conocer la verdadera realidad.
B. las cosas que vemos es un reflejo o copia del mundo real que no percibimos con los sentidos.
C. lo que vemos es lo único que existe, las cosas son tal como las percibimos con los sentidos.
D. vivimos en una caverna, engañados y nos es imposible llegar a la verdad por medio de la razón.

2. En la primera escena aparecen unos esclavos, amarrados y obligados a mirar las sombras por toda su vida.
Desde el punto de vista epistemológico (sobre el conocimiento), esto implica que

A. las sombras serán lo único que verán en el resto de su vida.


B. la realidad es tal cual como la vemos.
C. van a pensar que las sombras son la verdad.
D. sólo vemos aquello que queremos ver.

3. La segunda escena, en donde hay unas personas cargando ciertas figuras (jarrón, ave y árbol), que al pasar por
la proyección de luz de la antorcha producen unas sombras en la pared de los cautivos. Desde el punto de vista
ontológico del mundo visible, podemos interpretar que
A. el mundo visible es el mundo real y el único que existe.
B. la realidad son las cosas que percibamos con nuestros sentidos.
C. el mundo visible, o de las cosas es el mundo verdadero.
D. el mundo de las cosas es un reflejo de otro mundo, el verdadero.

4. Si la sombra y la luz son dos símbolos opuestos en el dibujo es por eso que están en posiciones contrarias en
el sentido del cuadro; entonces, el sol sería un símbolo de

A. la falsedad. B. la verdad.
C. los sentidos. D. la imaginación.
5. El tema de la gráfica sería
A. la unidad de la realidad.
B. el mundo de las sombras y el mundo de las apariencias.
C. una vida para conocer.
D. el mundo de las sombras y el mundo verdadero.

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