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Título: La necesidad de regulación de los procesos individuales de consumo. Comentario al Proyecto de Código
Procesal Civil y Comercial de Tucumán
Autor: Sahián, José H.
Publicado en: SJA 07/10/2020, 07/10/2020, 59 -
Cita Online: AR/DOC/1208/2020

Sumario: I. Introducción.— II. Tutela efectiva de los consumidores.— III. Metodología.— IV. Institutos
contemplados en el "proceso de consumo" del PCPCyCT.— V. Otras herramientas de tutela
diferenciada.— VI. Conclusiones.
(*)
I. Introducción
El presente trabajo se encuadra en un suplemento dedicado a reformas procesales. En ese marco,
abordaremos el denominado "proceso de consumo" legislado en el Proyecto de Código Procesal Civil y
Comercial de la Provincia de Tucumán (1) (en adelante, "PCPCyCT"). Mediante el comentario del articulado de
este original diseño procedimental, se persigue visibilizar la necesidad de una regulación autónoma de los
procesos de consumo en las leyes adjetivas.
Actualmente no existe, como tal, un "proceso de consumo", vigente y efectivo, en nuestro derecho. Sin
perjuicio que, aún con reglas adjetivas aisladas y asistemáticas, el bloque normativo consumerista se sigue
mostrando más provechoso —para el consumidor— que cualquier régimen procesal (2).
En ese contexto de débito legislativo, el análisis del diagrama del proceso de consumo en el PCPCyCT
exhibe una utilidad científica que supera el perímetro local de su ámbito de aplicación, puesto que, más allá de
que podría tratarse de la primera ley ritual con una ordenación de la tutela del consumidor con algún grado de
sistematicidad (3), nos permite utilizar el examen de dicho diseño legislativo como pretexto para debatir algunos
de los institutos procesales mínimos de la tutela diferenciada de los consumidores.
Y en ese marco no podemos desaprovechar la oportunidad de verificar, siquiera superficiales,
comparaciones con la ordenación procesal que, con plausible criterio metodológico y sustancial, se ha incluido
en el proyecto de modificación de la norma sustancial de defensa del consumidor (4) (en adelante, "PLDC"), de
tal relevancia que puede marcar un punto de inflexión en este segmento de la ciencia jurídica.
II. Tutela efectiva de los consumidores
Enseña el padre del Derecho del consumidor Gabriel Stiglitz que ha germinado un concreto "derecho
constitucional de acceso a la solución de conflictos" de los consumidores (5). Este derecho se traduce en
garantías procedimentales que el ordenamiento ofrece a los consumidores para asegurarles una tutela judicial
efectiva y oportuna, lo que justifica particularmente en el caso de los consumidores, por la agravada debilidad
económica e informativa que pesa sobre ellos, una novel concepción de la "garantía de igualdad real", que se
hace cargo de las diferencias en las asignaciones previas, y provisiona normativamente la tutela de los
vulnerables (6). Así, como consecuencia del mandato constitucional del art. 42, deben pergeñarse instrumentos
que permitan de manera justa, poco costosa, sencilla, rápida y exenta de formalidades, el acceso a la justicia
como derecho "llave" por el cual los consumidores puedan defender sus intereses (7). Esto no es sino una
exteriorización de la denominada la "constitucionalización" (8) de los derechos de los consumidores (9), que
debe progresar tanto a través de vertientes sustanciales como procesales (10).
El reconocimiento de tal imperativo procesal-constitucional no es monopolio de nuestro sistema. El Tribunal
Constitucional Español juzgó, ya en 1985, que los poderes públicos deben garantizar la eficacia en los
procedimientos de protección de los intereses de los consumidores (11), exigida en el art. 51 inc. 1º (12) de la
Constitución de 1978 aquel país. En el derecho comparado del viejo continente no se encuentran demasiadas
muestras de cartas magnas que se hayan inquietado por jerarquizar la tutela efectiva de los consumidores. Un
caso excepcional, a la situación descripta, viene dado por la Constitución portuguesa (13), que no se confina al
resguardo de derechos sustanciales de los consumidores, sino que también prevé garantías institucionales e
 

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instrumentales, tales como el acceso a la justicia.


En nuestra región, en general, el constituyente ha sido mucho más generoso con la "fundamentalización" de
los derechos de los consumidores, que el legislador supremo europeo (14). La Corte Constitucional colombiana
exigió al legislador el desarrollo del contenido de la defensa del derecho de tutela a los consumidores de la Carta
Política (15). La Constitución de Ecuador, tanto en su versión anterior como en la actual, es una de las cartas
magnas que se ha interesado más vehementemente por la protección de los consumidores. En su art. 52 in fine
ordena: "La ley establecerá los mecanismos de control de calidad y los procedimientos de defensa de las
consumidoras y consumidores; y las sanciones por vulneración de estos derechos, la reparación e indemnización
por deficiencias, daños o mala calidad de bienes y servicios, y por la interrupción de los servicios públicos que
no fuera ocasionada por caso fortuito o fuerza mayor". Por su parte, el Tribunal Constitucional de Perú
reconoció la existencia de una facultad de acción defensiva de los consumidores en los casos de transgresión o
desconocimiento de sus legítimos intereses (16).
En el escenario supranacional, en la Declaración Presidencial de Derechos Fundamentales de los
Consumidores del Mercosur de Florianópolis del 15/12/2000 se expuso que la defensa del consumidor
contempla distintos derechos, a los que se califica como "fundamentales", entre los que se cuenta "la facilitación
del acceso a los órganos judiciales, administrativos y a medios alternativos de solución de conflictos, mediante
procedimientos ágiles y eficaces, para la protección de los intereses individuales y difusos de los consumidores"
(inc. k).
En el ámbito internacional merece subrayarse la resolución aprobada por la Asamblea General de Naciones
Unidas el 22/12/2015 (17). Dentro de los principios generales (punto III.5) se enuncia en el ítem g: "La
disponibilidad para el consumidor de medios efectivos de solución de controversias y de compensación".
La dimensión constitucional de la tutela efectiva a los consumidores debe completarse con la apertura de un
plano convencional de defensa de los intereses de estos, que emerge de los arts. 8º de la Declaración Universal
de Derechos Humanos, 2º inc. 3º apart. a) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, XVIII de la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, 8º y 25 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, entre otros. Aunque con cierto retraso respecto de la consolidación del fenómeno
constitucional, se visibiliza un solapamiento entre derechos del consumidor y derechos humanos, que licencia la
extrapolación de la tutela judicial efectiva reglada en los Tratados de Derechos humanos, a los sujetos débiles de
las relaciones de consumo en cuanto tales, lo que implica que estos últimos se hallarían escudados por los
principios y garantías procesales provenientes del Derecho Internacional de los Derechos Humanos (18).
Es precisamente ese mandato constitucional, convencional, supranacional e internacional de efectividad de
la tutela el que impone una tutela procesal diferenciada (19) de los consumidores, que encuentra su superlativo
punto de expresión en una legislación especial de proceso de consumo, como la que se comentará infra.
III. Metodología
Los proyectos de reformas procesales, en general, utilizan la misma técnica, esto es, partir de la base del
proceso civil ordinario más breve (sumario o sumarísimo, según el régimen), e incorporarle instrumentos
específicos de tutela diferenciada de los consumidores. Asimismo, se adicionan principios generales que pueden
ser empleados —por los tribunales— para flexibilizar, en favor del consumidor, la rigidez propia de un
procedimiento pensado bajo la lógica de la pars conditio.
Se ha cuestionado, con agudeza, que un proceso civil clásico "con enmiendas" pueda ser suficiente para
ofrecer tutela efectiva a los consumidores (20), en tanto estos constituyen litigantes ocasionales, con un
restringido acceso a la justicia, generalmente inexpertos y carentes de recursos.
Adherimos al pensamiento de Kalafatich, en el sentido de que las tutelas procesales diferenciadas, en la
actualidad, exigen de un nuevo paradigma de justicia de acompañamiento de los vulnerables y sus derechos
fundamentales, cuya máxima expresión se alcanza con la creación de juzgados especializados y de procesos
especiales (21).

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Para dar satisfacción a esta última línea de pensamiento se requeriría de un proceso especial de consumo,
rigurosamente autónomo.
Solo el régimen de la cuestionada (22) ley 26.993 (23) intentó dar respuesta a aquella inquietud, creando un
fuero en "Relación de Consumo", todavía no operativo. Ha sido calificado como un hito comparable a la otrora
creación del fuero especializado en la tutela del trabajador (24). Este horizonte —de tribunal especializado en
consumo— también se encuentra en agenda en el derecho comparado, por ejemplo, España (25).
Sin perjuicio del loable propósito y de la positiva ponderación general, dicho régimen se muestra perfectible.
Resulta reprochable la enrevesada red de instancias que instituye, lo que conspira con la finalidad de
simplificación procedimental (26); y que tan solo se haya destinado a procesos de menor cuantía (27), lo que
descarta, entre otros, a los indispensables procesos colectivos (28). Si bien no nos encontramos ante un "Código
Procesal para ese Fuero del Consumo" strictu sensu, como máximo nivel al que la tutela diferenciada puede
aspirar, lo cierto es que la ley 26.993 ha sido la tentativa que más se avecinó, puesto que regula un específico
procedimiento, que pretende satisfacer principios de celeridad, inmediación, economía, oralidad, gratuidad, de
conformidad a lo establecido en el art. 42 de la Constitución (29).
Otro aislado intento se encuentra en la elaboración de un Código Procesal para el Fuero del Consumo de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires (30).
Tal esquema, de fuero y proceso diferenciado, no ha tenido viabilidad efectiva en nuestro derecho, todavía.
Hasta tanto lleguemos a ese, todavía, remoto puerto, festejamos los proyectos (como el que trataremos
seguidamente) que, mediante garantías específicas, optimizan la defensa procesal de los consumidores.
IV. Institutos contemplados en el "proceso de consumo" del PCPCyCT
Seguidamente comentaremos los dispositivos que componen la ordenación del proceso de consumo en el
PCPCyCT, reglado dentro del título de los "procesos de conocimiento especiales" (31). Por razones
pedagógicas, agruparemos las 9 normas, bajo 5 títulos.
IV.1. Celeridad procesal
"Art. 480. Vía. El proceso de consumo se tramitará por las reglas del proceso sumario, con las
particularidades en este capítulo".
Un método frecuente para mitigar la debilidad estructural de una de las partes es la regulación de procesos
cuya simplificación favorezcan la premura en la solución. El legislador nacional argentino, en la búsqueda de
satisfacer el imperativo constitucional de eficacia procedimental, concedió al consumidor la posibilidad de
acceder al proceso de conocimiento más abreviado que rija en la jurisdicción del tribunal competente (32), en el
art. 53 (33) de la Ley de Defensa del Consumidor (en adelante, "LDC").
Corrientemente será el trámite sumarísimo, pero, en el presente caso, el digesto adjetivo proyectado
simplifica los distintos tipos de procesos de conocimiento, y solo contempla los ordinarios y los sumarios,
asignándoles a estos últimos las características de rapidez del tradicional sumarísimo. Por lo que la pauta de
trámite a través del sumario satisface el principio de máxima celeridad que debe definir a los procesos de
consumo.
Ahora bien, el juez puede, basado en la complejidad de la pretensión, "ordinarizar" el trámite. La búsqueda
del proceso de conocimiento más adecuado es una potestad respaldada en el mismo imperativo constitucional de
eficacia del art. 42 (34), y que se ha patentizado con la reforma introducida por la ley 26.361, que ha permitido
un apartamiento de la regla del proceso más rápido, cuando la complicación de la pretensión lo amerite.
Del PCPCyCT surgen herramientas que permiten ese "acomodamiento del trámite", como es dable inferir de
una hermenéutica conjunta de los reglados principios de: tutela judicial efectiva [I (35)]; eficiencia, eficacia y
proporcionalidad en la tutela judicial [III (36)]; y de instrumentalidad, flexibilidad y adecuación procesal [VI
(37)]. Y más específicamente el art. 134 enumera, entre las potestades del magistrado, la directriz de
"adecuación procesal", por la cual "El Tribunal deberá dar al proceso el trámite que corresponda cuando el
propuesto por las partes resulte equivocado".
 

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Se ha prevenido que esa "complejidad", de la que derivaría la "ordinarización" del proceso, puede venir dada
por el objeto de la petición del actor (38), pero no debería acontecer exclusivamente por la índole de la defensa,
puesto que, de lo contrario, un ofrecimiento probatorio amplio o una contestación intrincada le bastaría al
proveedor demandado para conseguir extraer al consumidor del beneficio de celeridad (39). Esta es la lógica
dominante en la norma comentada.
En otra postura, el último párrafo del art. 162 del PLDC, luego de sentar el principio de que a las acciones
judiciales promovidas por consumidores se aplicarán las normas del proceso de conocimiento más abreviado
que rijan en la jurisdicción del tribunal competente, explicita que cuando el consumidor promueve demanda
solicitando se aplique el procedimiento más amplio, el juez "deberá" dar dicho trámite al proceso. Mas agrega
que el demandado también "podrá invocar la complejidad de la pretensión y solicitar un proceso de
conocimiento más amplio", debiendo el juez resolver de manera fundada, previo traslado al consumidor. Como
se explica en el mensaje de elevación, con este último agregado "se garantiza el derecho de defensa y el debido
proceso a todos los involucrados".
Como se verá, existen dos alternativas que dependerán de una decisión de política legislativa. En la primera
(cfr. art. 480 del PCPCyCT) el acento está puesto en el principio de celeridad, pro consumidor. En la segunda
(art. 162 del PLDC) se decide hacer hincapié en el derecho de defensa y debido proceso de las partes. Ambas
opciones son perfectamente viables, desde una perspectiva de conveniencia legislativa.
La jurisprudencia mayoritaria, llamada a interpretar por el art. 53 de la LDC en su redacción actual, se ha
inclinado por rechazar que el demandado pueda reclamar "ordinarización" del proceso.
Queda por desentrañar si la transformación del proceso más expedito por aquel de conocimiento más
adecuado puede ser declarada de oficio. Una interpretación literal del art. 53 de la LDC impone una respuesta
negativa. A igual resultado han arribado comentadores del art. 162 del PLDC (40). Jurisprudencia provincial se
ha inclinado en igual tesitura denegatoria (41). Además, dicha restricción no aparece como irrazonable o
antojadiza, muy por el contrario, tiene el evidente sentido de proteger los intereses de los consumidores.
Pero no puede dejar de reconocerse que las nuevas tendencias reformistas adjetivas se orientan en la
trayectoria de dotar de roles más activos a los jueces, entre ellos dar al proceso el trámite que corresponda
cuando el requerido aparezca equivocado (42); de lo que podría deducirse que también le cabría al tribunal
resolver cuál es el proceso más conveniente para el consumidor, aún en eventual desmedro de la celeridad,
atenuándose el principio dispositivo. La confianza en el juez como director del proceso y un análisis de la
normativa en clave constitucional (art. 42) contribuyen a una respuesta positiva a la oficiosidad de la posibilidad
de adecuación procedimental (43).
IV.2. Beneficio de gratuidad
"Art. 481. Beneficio de justicia gratuita. Cuando los consumidores o usuarios inicien actuaciones judiciales
gozarán del beneficio de justicia gratuita, con los efectos previstos en este Código, sin necesidad de trámite o
declaración alguna. Todas las actuaciones judiciales se encuentran exentas del pago de tasa de justicia,
timbrados, sellados, depósitos y de todo otro gasto que pueda irrogar el juicio".
"Art. 487. Régimen de Costas. El consumidor o usuario vencido no podrá ser condenado en costas. Por
excepción el Tribunal podrá aplicárselas, total o parcialmente, cuando por circunstancias especiales haya
quedado manifiestamente demostrado que litigó sin razón probable".
Aunque no se lo enuncia explícitamente en el art. 42, se le confiere afincamiento constitucional a este
beneficio económico (44). Esta lógica es posible inferirla del contenido de los debates suscitados en el seno de
la Convención Constituyente de 1994, donde el convencional Irigoyen (informante del dictamen de mayoría que
incorporó el art. 42 a la Constitución) arguyó que la noción de "eficacia" incluía el "acceso gratuito a la
justicia". En consecuencia, el beneficio de "justicia gratuita" de los consumidores puede pensárselo como una
derivación del mandato constitucional de consolidar "procedimientos eficaces" (45). Así se concluyó en el XVII
Congreso Argentino de Derecho del Consumidor (46).

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Inclusive se justifica la incorporación del beneficio del consumidor a la justicia gratuita, por la ley 26.361 en
el último párrafo del art. 53 de la LDC, no tan solo en el marco de la Ley Suprema, sino también a partir de los
Tratados de Derechos Humanos (47). La mentada garantía de gratuidad sería dable cimentarla en el principio
pro homine de los derechos humanos (48).
La problemática de las trabas económicas a los justiciables ha sido especialmente tenida presente, en el caso
de los "derechos sociales en general", por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (49), el Tribunal
de Justicia de la Unión Europea (50), el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (51) y diversos superiores
tribunales nacionales europeos, como el Tribunal Constitucional español (52).
Más allá del basamento "fundamental" que justifica la contemplación del beneficio en las leyes rituales, se
viene polemizando enérgicamente respecto de la extensión que corresponde asignarle a la garantía sub examen
(53). Pueden señalarse tres grandes líneas jurisprudenciales.
En un extremo, una tesitura íntegramente negativa tacha de inconstitucional el privilegio analizado, por
supuesta subyugación de competencias tributarias provinciales (54). Esta controversia constitucional se replicó
en varias provincias argentinas (55). En la Provincia de Córdoba, el Tribunal Superior declaró inválido el
beneficio (56). Últimamente, la Corte de Córdoba, en fecha 12 de agosto de 2019, ha insistido en tal
inconstitucionalidad (57). En la Provincia de Santa Fe se reprodujo tal disputa y, en general, las Cámaras de
Apelación resolvieron la inaplicabilidad del art. 53 de la LDC (58). Aunque no compartimos la descripta
fundamentación tendiente a tachar de inconstitucional el beneficio sub examen, no podemos dejar de mencionar
que el art. 8º del dec. 2089/1993 del 13/10/93, al promulgar la originaria ley 24.240, observó el art. 53 de la
LDC, fundamentando: "que el beneficio de litigar sin gastos, o carta de pobreza, se encuentra regulado en forma
específica por las leyes provinciales locales, conforme a los requisitos establecidos en ellas...". Más allá de
sostener enfáticamente la constitucionalidad de la garantía, aun proviniendo de disposiciones sustantivas,
deviene evidentemente significativo que las leyes provinciales legislen la materia, a efectos de disipar cualquier
polémica que pueda presentarse sobre el particular.
Sin perjuicio de ello, mayoritariamente se asiente la constitucionalidad del privilegio que —a nuestro
entender— no transgrede la distribución de competencia constitucional para fijar tributos o sancionar normas
rituales. Fundamento dirimente resulta el reconocimiento de la constitucionalidad de las normas procesales en
ordenamientos sustantivos, cuando dichas disposiciones lucen razonablemente necesarias para el mejor ejercicio
de los derechos que se consagran en tales normas de fondo (59), no resultando óbice que, en el presente caso, la
norma contenga una excepción tributaria, puesto que la retórica para sustentar la constitucionalidad puede
extrapolarse a la materia fiscal, cuando esta tiene una notoria connotación procesal. En la propuesta tesitura, la
inclusión de disposiciones procesales en el Código Civil y Comercial (en adelante Cód. Civ. y Com.) y en la
LDC no debe entenderse como un avance sobre las autonomías provinciales, pues el poder de las provincias no
es absoluto y el Congreso Nacional cuenta con facultades para dictar normas procesales, cuando sea pertinente
para asegurar la eficacia de las instituciones reguladas por la legislación de fondo y evitar el riesgo de
desnaturalizar institutos propios del denominado derecho material (60), más cuando son derivación de derechos
fundamentales.
Salvado el conflicto constitucional, el sector doctrinal mayoritario (Bersten, Del Rosario, Carlucci, Suárez,
entre otros) se yergue a favor de la tesis amplia (61), que importa una franquicia hasta de la responsabilidad por
las costas; e inclusive de los costos de las vías recursivas extraordinarias, como el remedio casatorio provincial
(62). Stiglitz —en razonamiento al que adherimos plenamente— propone el criterio extenso con base en la
aplicación del principio pro consumidor (63) . Krieger acertadamente explica que este raciocinio es el que
verdaderamente emerge de la expresión "procedimientos eficaces" del art. 42 constitucional (64). Kalafatich y
Barocelli, con lucidez, vinculan la adopción de la tesis progresista con un adecuado entendimiento del acceso a
la justicia, a la luz de principios transportados del Sistema Internacional de Derechos Humanos, remarcando la
necesidad de dar respuesta a los costos que demanda ingresar, transcurrir y finalizar un proceso judicial, a la vez
que consideran al beneficio comprendido implícitamente en el derecho al recurso judicial del art. 25 de la
 

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Convención Americana de Derechos Humanos (65).


La CS receptó la tesis extensa. Al tratar la procedencia de un recurso extraordinario, el voto mayoritario
decidió desestimarlo "sin especial imposición de costas en virtud de lo establecido en el art. 55, segundo párrafo
de la ley 24.240" (66). Luego, en "Cavalieri, Jorge y otros c. Swiss Medical SA" (67) y, con mayor énfasis, en
"Unión de Usuarios y Consumidores c. Nuevo Banco de Entre Ríos SA s/ Ordinario" (68), la CS ratificó el
razonamiento extendido, y lo ha confirmado más recientemente (69). A partir de ello, Verbic y Sucunza
argumentan que si, en la interpretación para las acciones colectivas, la Corte Federal adoptó una tesitura amplia,
todo indicaría que también corresponde su aplicación a las acciones de índole individual (70). Jurisprudencia
provincial (71) y nacional (72) han corroborado este raciocinio favorable al consumidor.
Un fragmento jurisprudencial, especialmente afincado en la Cámara Nacional Comercial, refuta que pueda
considerarse sinónimo de beneficio de litigar sin gastos o que pueda tener un alcance tan dilatado. Las salas C
(73) y F (74) del fuero Nacional Comercial adhirieron a la postura extensiva, pero las salas A, B, D y E del
mismo tribunal han emitido sentencias con el criterio restrictivo (75), aunque la sala B mutó su razonamiento
(76). La dicotomía se mantiene hasta fallos recientes. Así, la sala D, en 11 de julio del 2019, sigue sosteniendo
que "El consumidor que pretende eximirse del pago de la condena en costas debe iniciar el incidente del
beneficio de litigar sin gastos... pues, aunque las acciones judiciales instadas a la luz de la normativa consumeril
cuentan de acuerdo al art. 53 de la ley 24.240 con el beneficio de justicia gratuita, ello no se traduce en la
concesión de un bill de indemnidad para los usuarios, quienes, una vez que se encuentren habilitados
gratuitamente a la jurisdicción, deben atenerse a las vicisitudes del proceso" (77). En cambio, la sala F, el 13 de
agosto de 2019 (78) refrenda, siguiendo a la sala C en su argumentación (79), que el beneficio de justicia
gratuita debe ser interpretado en sentido amplio, comparando tal instituto con el beneficio de litigar sin gastos
(80).
La teoría restringida arguye que dar un peso mayor a la norma de la LDC significaría avalar una indebida
injerencia del Estado en la esfera patrimonial de los ciudadanos, en desmedro al respeto de los derechos de
igualdad y de propiedad consagrados en la Constitución Nacional (81). Consecuentemente se entiende que el
beneficio de justicia gratuita se refiere exclusivamente al acceso a la justicia, a la gratuidad del servicio que
presta el Estado, el cual una vez franqueado, implica para el litigante quedar sometido a los avatares del proceso,
incluyéndose el pago de las costas, las que no son de resorte estatal, sino que constituyen una retribución al
trabajo profesional de los letrados y demás auxiliares de justicia de carácter alimentario (82).
La Cámara Civil y Comercial Federal con asiento en la CABA también posee un razonamiento fraccionado:
Las salas I (83) y II (84) apoyan la tesis restringida, y la sala III (85) parecería inclinarse por la postura amplia.
Algunos tribunales provinciales (86) también se inclinan por la postura restrictiva, admitiendo la
constitucionalidad del beneficio (87).
La más novedosa argumentación en pos de esta tesitura limitada viene dada por la inconveniencia de otorgar
a la gratuidad del Derecho del Consumidor mayores alcances que los contemplados en el ámbito laboral (88).
Formulada la anterior descripción, fácil deviene inferir que, del juego de los arts. 481 y 487 transcriptos, el
PCPCyCT opta por la tesis más expansiva. Con claridad, los preceptos aludidos despejan cualquier vacilación.
Se eximen de costos a todas las actuaciones judiciales, tasas de justicia, timbrados, sellados, depósitos y todo
otro gasto que pueda irrogar el juicio, precisándose que el consumidor o usuario vencido no podrá ser
condenado en costas, salvo abuso procesal.
Asimismo, el art. 168 del PLDC, bajo idéntica lógica, reza: "Las acciones judiciales promovidas por
consumidores en razón de un derecho o interés individual gozarán del beneficio de justicia gratuita, que se
considera comprensivo del pago de tasa de justicia, timbrados, sellados, costas y de todo gasto, excepto en el
caso de temeridad o malicia o pluspetición inexcusable" (89).
Encontramos meritorio el raciocinio asentado en ambos proyectos, puesto que una hermenéutica que
restrinja los alcances del beneficio conspiraría contra la tutela efectiva de las garantías constitucionales
establecidas a favor de los consumidores (90).
 

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En nuestra opinión, el art. 53 LDC vigente debe ser interpretado o el beneficio debe ser legislado, según
corresponda, bajo la comprensión más amplia, "conforme" la finalidad perseguida por el art. 42 de la CN (91).
A lo que debemos añadir los principios pro homine (92) , de progresividad (93) y no regresividad, provenientes
del Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Finalmente define en favor del criterio extenso, el
principio pro consumidor que, a más de su anclaje constitucional (94), está estatuido en el art. 3º de la LDC y en
el art. 1094 del Cód. Civ. y Com., digesto este que además impone un diálogo supra legal, cuando ordena
proteger la dignidad y equidad de los consumidores a partir de los estándares extraíbles de los Tratados de
Derechos Humanos y de la regla de igualdad constitucional, conforme arts. 1097 y 1098.
Finalmente, en cuanto a la naturaleza del beneficio sub análisis, si bien los efectos, en cuanto a su
ramificación, son semejantes a los del beneficio de litigar sin gastos, median trascendentales divergencias entre
ambos institutos. En este sentido, Kielmanovich enseña que la justicia gratuita de los consumidores constituye
una figura autónoma, distinta al beneficio de litigar sin gastos (95). Por tanto, entendemos que la reglamentación
bajo examen es más apropiada que la vigente en la última parte del art. 53 de la LDC, que habilita el incidente
de solvencia. Es que no debería consentirse que la garantía de gratuidad pueda desarticularse a través de una
prueba de solvencia, puesto que ello repele las fuentes y fundamentos del derecho analizado, que se asientan en
una vulnerabilidad (96) económica e informativa estructural, y no tan solo coyuntural como en el caso del
beneficio de litigar sin gastos. Así se ha explicitado pertinentemente en el mensaje de elevación del PLDC (97).
Lo relatado permite comprobar la pervivencia de la discusión graficada y, por ende, la consiguiente
necesidad de reformas legislativas procesales, como la aquí comentada.
IV.3. Principio de Prevención
"Art. 482. Tutela cautelar. Tutela anticipada. Cuando exista probabilidad suficiente, el juez podrá ordenar
cautelarmente medidas que coincidan total o parcialmente con la pretensión de fondo".
"Art. 483. Medidas Preventivas. Cuando una acción u omisión antijurídica torne previsible la producción de
un daño, su continuación o agravamiento, el juez podrá disponer las medidas de seguridad adecuadas".
"Art. 488. Publicación de la sentencia. El juez con finalidad preventiva, sancionatoria o ejemplificativa, a
petición de parte o de oficio, podrá ordenar la publicación de las sentencias condenatorias, o su extracto, en un
diario de amplia circulación, a costa del demandado".
En la reglamentación del proceso de consumo del PCPCyCT se persigue robustecer las ideas de tutelas
preventiva (98) y anticipada (99).
Este sistema permite a entidades habilitadas sin ánimo de lucro, como organizaciones de consumidores u
organismos públicos independientes, defender los intereses colectivos de los consumidores en casos de perjuicio
masivo. Esto ayudará a los consumidores individuales a garantizar sus derechos. Será especialmente útil para los
consumidores que se ven disuadidos por diversos motivos de ejercer una acción individual. El sistema contendrá
garantías incorporadas, como limitar la posibilidad de interponer acciones a entidades que cumplan
determinados criterios y exigir transparencia en cuanto a sus fuentes de financiación. De este modo, mantendrá
el equilibrio necesario entre el acceso a la justicia y la prevención de posibles abusos, con un planteamiento
distinto, diferente del modelo procesal de los Estados Unidos.
El PLDC también le asigna destaca relevancia a la tutela preventiva (100). El art. 107, a los fines de la
regulación de la "acción preventiva", reenvía a lo dispuesto en los arts. 1711 a 1713 del Cód. Civ. y Com. Y en
el art. 170 consagra la posibilidad de que el juez, en el litigio individual, procure la solución más eficaz del
litigio. Pero, además, y siendo que en muchas ocasiones la cuestión debatida puede eventualmente afectar a
consumidores ajenos a la relación procesal entablada en el juicio individual, se prevé que, de oficio, el juzgador
pueda, flexibilizando la congruencia de su pronunciamiento, disponer soluciones que permitan una adecuada
tutela de los derechos de los consumidores que no han sido parte en el proceso. Se trata de una atractiva y
plausible aplicación particular de lo establecido en el art. 1713 del Cód. Civ. y Com. en materia de prevención
del daño, como lo explicita el propio mensaje de elevación.

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Sin dudas, el "principio de tutela judicial efectiva" procedente de los Tratados de Derecho Humanos ha
marcado un cambio de paradigma, en el que se inscriben estos institutos (101). Ello viene en perfecta
consonancia con la filosofía del Cód. Civ. y Com., que prioriza el deber de prevención y la acción preventiva
(arts. 1710 a 1714). Tal la notabilidad de ese instituto que se han aventurado a pronosticar que dicha pretensión
preventiva sustantiva goza del potencial para abastecer la eficacia procesal, de mejor modo que el tradicional
amparo (102).
Desde otra perspectiva, Peyrano advierte que la LDC proporciona al consumidor una suerte de jurisdicción
preventiva, para evitar el daño que podría sufrir (103). Calvo Costa también encuentra en los arts. 52 y 55 de la
LDC una modalidad de tutela inhibitoria sustancial (104). Asimismo, Molina Sandoval entiende que se
construyó la tutela inhibitoria, esencialmente a partir del art. 42 de la Carta Magna (105).
En las hipótesis de tutelas diferenciadas, se nota la presencia de un juez provisto de facultades inusuales.
Parecería que ello puede predicarse cuando se refuerza o facilita la tutela preventiva [o inhibitoria (106)]. Y algo
semejante cabe predicar de la tutela anticipada, más allá que la doctrina tiene posturas encontradas respecto de
la admisión de su carácter de mecanismo de tutela diferenciada (107).
La prevención viene siendo objeto de progresiva aplicación jurisdiccional.
A modo de ejemplo, la sala II de la Cámara Civil y Comercial de Azul —con un enjundioso voto del Dr.
Galdós— resolvió que era abusiva la exclusión de riesgo en un contrato de seguro colectivo de accidentes
personales que no cubría el siniestro si el asegurado utilizaba moto o vehículos similares y decretó un mandato
de prevención colectivo dirigido a la autoridad de aplicación, para que presente un estudio detallado procurando
su reformulación o, en su defecto, exprese los motivos que imposibilitarían tal modificación. Afectando la
cláusula abusiva a 11.470 agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense se ordenó notificar a la
Superintendencia de Seguros de la Nación (autoridad de control), a la Caja de Ahorro y Seguros, y al Servicio
Penitenciario Bonaerense para que procedan a notificar a todos los empleados alcanzados por la póliza
respectiva, el carácter voluntario del seguro, de la cláusula abusiva que contiene y se analice y disponga su
reformulación, considerando todas las implicancias técnicas y económicas pertinentes y —si correspondiere—
su eliminación o replanteo, conforme su incidencia en el precio final de la prima o, en su defecto, para que
argumente y justifique la razonabilidad de la restricción (108). Se aclara en el fallo comentado que el mandato
preventivo o de prevención constituye —junto con las medidas autosatisfactivas y la tutela anticipada— una de
las herramientas procesales fundamentales para la prevención del daño.
En otro notable voto de Javier Arias Cau, la sala I de la Cámara en lo Civil y Comercial de Jujuy dispuso
otorgarle trámite de medida autosatisfactiva a la "acción inhibitoria o preventiva" que, en los términos de los
arts. 1710 y ss. del Cód. Civ. y Com., promoviera la Fiscalía de Estado de aquella provincia. Se resolvió ordenar
a diversas empresas "Remover, rectificar y aclarar la publicidad engañosa efectuada en sus portales web,
debiendo establecer que la foto indicada corresponde a la Provincia de Jujuy y la localidad pertinente", y que "se
abstengan de realizar nuevas publicaciones engañosas" (109).
En otra causa, en la cual se pretendía la ejecución de un pagaré de consumo, se declaró la nulidad parcial de
los intereses. Como existía la posibilidad que dicha inconducta sea reiterada en el otorgamiento de otros créditos
que no llegan a judicializarse, se ordenó como mandato preventivo oficiar a la autoridad de aplicación de la Ley
24.240, a fin de que, dadas sus facultades de intervención de oficio y tomando noticia de las infracciones
suscitadas en la causa, arbitre los medios que considere pertinentes, a fin de prevenir y/o evitar eventuales y
futuros daños (110).
Por su parte, es muy atrayente la preocupación —del proyecto— por dotar al consumidor de una "tutela
anticipada" específica para los procesos de consumo; que se completa, especialmente, con las medidas
autosatisfactivas (111) y con la vía del amparo (112).
La tutela anticipada encuadra en la categoría de los "procesos urgentes" (113) y está prevista para
situaciones que solo admiten una solución jurisdiccional presta. La Corte Suprema de la Nación, en autos
"Camacho Acosta M. c. Grafi Graf. SRL y otros" (114) consagró pretorianamente el instituto, cuyos requisitos
 

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son: prestación de contracautela, certeza suficiente o muy fuerte probabilidad de que resulta atendible la
pretensión de fondo hecha valer por el actor, concurrencia de un "perjuicio irreparable" o más bien existencia de
un periculum in damni (115) . Según enseña Peyrano, se diferencia de la autosatisfactiva porque: 1. esta es un
proceso autónomo, mientras que la tutela anticipada es un segmento de un proceso cuya tramitación prosigue; 2.
la autosatisfactiva persigue solucionar la urgencia que justifica su promoción, en tanto que la tutela anticipada
busca remediar una premura que no ha originado la iniciación del proceso principal en el cual se inserta; 3. la
autosatisfactiva solo procede cuando no es menester una amplitud de debate; 4. la autosatisfactiva reclama un
mayor grado de verosimilitud que la tutela anticipada (116).
En el marco de la regulación de la tutela anticipada, el art. 482 proyectado, también referencia a las
cautelares, previendo que, cuando se verifique el estándar de "probabilidad suficiente", el juez podrá ordenar ese
tipo de medidas. La consiguiente pregunta es si tal potestad podría ejercitarse de oficio. Una respuesta
afirmativa no tendría que sorprendernos, habida cuenta que ya se ha admitido en el Tribunal de Justicia de la
Unión Europea, donde se ha desarrollado una sólida jurisprudencia tendiente a la adopción de medidas
cautelares en los procesos declarativos que tengan por objeto la nulidad de una cláusula abusiva (117).
Resta mencionar que el art. 488 determina que el juez, con finalidad preventiva o ejemplificativa, a petición
de parte o de oficio, podrá ordenar la publicación de las sentencias condenatorias, o su extracto, en un diario de
amplia circulación, a costa del demandado.
Tal potestad ya ha sido ejercitada por la jurisprudencia, aunque con un propósito en parte sancionatorio
(como también lo proclama, como destino, el artículo sub examen). Así se juzgó: "Las funciones antes
detalladas resultan compatibles con la finalidad preventiva, sancionatoria y ejemplificatoria que posee la Ley de
Defensa del Consumidor, tornando válida la potestad judicial de difusión de la sanción punitoria en un diario de
gran circulación en procura de prevenir que otros usuarios sufran las consecuencias por idénticas conductas de
los proveedores de servicios de telefonía domiciliaria. Lo expuesto resulta coincidente en su finalidad
(preventiva y ejemplificadora) con lo establecido en el nuevo art. 54 bis de la Ley de Defensa que manda a
publicar de manera íntegra todas las sentencias definitivas y firmes dictadas en el marco de un proceso de
consumo en un diario judicial en formato digital, accesible de manera gratuita al público" (118).
Para finalizar, es dable señalar la tendencia en el derecho brasileño de acrecentar los mecanismos procesales,
a disposición de la parte y del juez, para dar primacía a la tutela específica de los derechos de los consumidores,
por sobre los juicios de compensación pecuniaria. Esto se ha denominado "tutela resarcitoria específica (en
especie) del consumidor" (119). Esto no es otra cosa que favorecer, mediante herramientas procesales,
soluciones sustantivas tendientes a dicha tutela "específica", y no solo conformarnos con la, muchas veces,
tardía compensación monetaria (120). Este raciocinio merecería incluirse en nuestra agenda investigativa local.
IV.4. Deber de colaboración probatoria
"Art. 485. Carga y valoración de la prueba. Sin perjuicio de la distribución de la carga de la prueba que
pueda realizar el Juez, los proveedores demandados deberán aportar al proceso todos los elementos de prueba
que obren en su poder, conforme a las características del bien o servicio, prestando la colaboración necesaria
para el esclarecimiento de la cuestión debatida en el juicio y la verdad material. En caso de duda sobre la
interpretación de los hechos y de la valoración de la prueba, prevalecerá la más favorable al consumidor".
"Art. 486. Sanción por litigar sin razón valedera. Cuando la parte demandada negare o declarare desconocer
los hechos invocados por el consumidor o usuario injustificadamente o incumpliera su deber de colaboración en
materia probatoria, la sentencia podrá contener una sanción a la parte condenada, consistente en una multa de
hasta un treinta por ciento (50%) del total por el que procedió la demanda a favor del demandante, en concepto
de perjuicios adicionales por la tramitación del proceso".
El texto del art. 485 tiene su fuente en los arts. 53 de la LDC y 207 del Cód. Proc. Civ. Com. y Trib. de
Mendoza, y encuentra correlato en el art. 167 del PLDC (121). La norma en comentario instituye dos cargas en
cabeza del proveedor: aportar todos los elementos de prueba que obren en su poder y prestar la colaboración
necesaria para el esclarecimiento del juicio.
 

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La alteración de la tradicional distribución de carga probatoria goza de la "fundamentalidad", que irradia el


art. 42 (122).
Provoca la ampliación de los poderes ordenatorios, instructorios y cautelares del juez, y un desplazamiento
del principio dispositivo clásico por un "solidarismo probatorio" (123). Ciertamente, el fundamento de las
cargas probatorias dinámicas es, por un lado, la búsqueda por igualar a quienes se encuentran en inferioridad de
condiciones frente a su adversario y, por el otro, el principio procesal de colaboración (124).
El Cód. Civ. y Com. ha reglado las denominadas cargas probatorias dinámicas en el art. 1735 (125);
habiéndose enfatizado que tal mutación del onus probandi debería recaer especialmente en casos como los de
mala praxis médica, simulación, y esencialmente en los asuntos donde sean parte los consumidores (126).
Ahora bien, se ha generado un atractivo debate acerca de la naturaleza del beneficio del art. 53 de la LDC,
que ha derivado en un abanico de respuestas. Para algunos se trata, lisa y llanamente, de la concreción de la
teoría de las cargas probatorias dinámicas [Martínez Medrano, Weingarten y Ghersi, Junyent Bas y Del Cerro,
Vinti (127)]. Para otra parcela, no sería técnicamente cargas dinámicas, ni mucho menos una inversión, sino un
agravamiento de la carga probatoria tradicional del proveedor (128). Otra fracción enfatiza que la ley impone un
"deber genérico de colaboración" (129). Frisicale estima que estaríamos frente a un deber de aportar la prueba
que se dispone, lo que llama actio ad exhibendum (130). Arias y Quaglia aclaran que, en la práctica, la solución
normativa del art. 53 LDC conlleva resultados similares a los de la teoría de las cargas probatorias dinámicas
(131). Así las cosas, el rechazo a la idea de inversión de carga probatoria es el criterio que, con distintas
acepciones y extensión, campea en nuestra doctrina (132).
De una interpretación exegética del art. 485, que utiliza la expresión "colaboración" y que independiza el
deber sub examen de la distribución de la carga probatoria, se infiere que se trata de un "deber de colaboración",
comprensión esta que se ve corroborada por el art. 486 que utiliza la expresión "deber de colaboración
probatoria". Chamatropulos indica que "el texto del art. 53 LDC lo ayuda, pero no lo salva" puesto que "el
consumidor no queda liberado de aportar la prueba pertinente al proceso" ni "puede descansar en que todo estará
en cabeza del demandado" y advierte que "si así actuara, seguramente saldría derrotado" (133).
De conformidad a la postura mayoritaria transcripta, entonces, el consumidor que reclama el resarcimiento
de un daño cuya causación atribuye al proveedor deberá precisar los hechos en los que funda su pretensión y
aportar los elementos de prueba que permitan crear convicción respecto de los presupuestos de esa
responsabilidad (134). Pero mínimamente siempre pesará sobre el proveedor la obligación de colaborar en el
esclarecimiento de la verdad material.
Abundan ejemplos en nuestra jurisprudencia. La sanción por omisión del banco de poner a disposición
documentos que tenía en su poder (que respaldarían la calificación en la base de deudores del sistema financiero
del BCRA a la que fue sometido el actor) (135); la procedencia de la acción instaurada contra la empresa de
telefonía que no acreditó haber brindado información respecto de la modalidad del aumento de precio del
servicio, ni del cambio de plan (136); la requisitoria de prueba al banco acerca de la inexistencia del dinero en el
sobre depositado por el actor en el cajero automático de propiedad y bajo vigilancia de la entidad bancaria (137).
En un ilustrativo fallo, la Corte de Buenos Aires revocó la sentencia que había rechazado una demanda por
los daños sufridos por dos menores, como consecuencia de la intoxicación de estos por la ingesta de alimentos
adquiridos en un local de Mc Donald's. Tanto en primera instancia como en Cámara se consideró que la actora
no pudo probar el nexo causal. En cambio, el Máximo Tribunal bonaerense señaló que los demandados, por las
cargas probatorias dinámicas, deberían haber colaborado, adoptando en el caso "los recaudos que imponía la
gravedad de los hechos de cuyo acaecimiento tomaran temprana noticia" y conservando muestras del alimento
supuestamente contaminado con la bacteria Escherichia Coli, lo que hubiera permitido la averiguación exacta
del origen del daño (138).
Finalmente, tal es el énfasis que se decide poner en este beneficio, que el art. 486 proyectado impone una
multa del 30 por ciento del total por el que procedió la demanda, por incumplirse con el "deber de colaboración
probatoria" (139). El art. 167 in fine del PLDC también condena el incumplimiento de este deber, con una
 

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presunción en su contra. El art. 485 del PCPCyCT no replica tal presunción, pero, en su lugar, crea un supuesto
particular de aplicación del principio pro consumidor. Así, "En caso de duda sobre la interpretación de los
hechos y de la valoración de la prueba, prevalecerá la más favorable al consumidor".
IV.5. Intervención del Ministerio Público
"Art. 484. Ministerio Público. Será obligatoria la intervención del Ministerio Público Fiscal previo al dictado
de la sentencia".
Resulta indubitablemente saludable instituir la imprescindible intervención del Ministerio Público Fiscal,
cuando se pueden encontrar en disputa derechos de consumidores. Solo habrá que ser celoso, para que dicha
participación no genere dilaciones que conspiren en contra de la celeridad, principio primario de los procesos de
consumo.
Con un sentido semejante al dispositivo transcripto, el art. 165 del PLDC también regula la "Intervención del
Ministerio Público". Aunque dicha norma reglamenta el tópico con mayor minuciosidad. Dicho dispositivo reza:
"En las acciones judiciales promovidas por consumidores en razón de un derecho o interés individual, o en
contra de ellos, el Ministerio Público Fiscal actuará obligatoriamente como fiscal de la ley. El juez deberá
disponer esta intervención de oficio en el decreto inicial que dé trámite a la demanda, o a pedido de parte si el
demandado invoca la existencia de una relación de consumo. En caso de ausencia de planteo respecto de la
existencia de una relación de consumo, pero si el juez estima que la cuestión debatida podría quedar emplazada
en dicha categoría, deberá disponer su intervención ante tal eventualidad, en cuyo caso deberá pronunciarse
sobre la cuestión al dictar sentencia, sin que la resolución que dispone tal intervención pueda ser considerada
como un adelanto de criterio. En todas las instancias, como último acto previo al dictado de la resolución que
corresponda, deberá correrse vista de todo lo actuado al Ministerio Público Fiscal a fin de que emita su
dictamen. El Ministerio Público Fiscal se encuentra legitimado para proponer medidas de prueba e interponer
recursos, solo en salvaguarda del orden público de las relaciones de consumo. La falta de intervención del
Ministerio Público Fiscal causará la nulidad del proceso..." (140).
Median diferencias entre ambas normas proyectadas, esencialmente respecto del momento a partir del cual
el juez deberá citar al Ministerio público; pero, en ambos casos, se pauta su participación imperativa. Por su
parte, el art. 165 del PLDC, a más de las competencias naturales del Ministerio Público, especialmente de emitir
dictamen, enuncia otras potestades, explicitando su legitimación para proponer medidas de prueba e interponer
recursos. Pensamos que debe interpretarse que se trata de una descripción enunciativa, porque de lo contrario
diferentes aptitudes procesales quedarían inconvenientemente descartadas, y no sería razonable negar la
posibilidad de que el Ministerio Público Fiscal inste otro tipo de medidas, como por ejemplo de tipo preventivas
(141).
Ciertamente, con este tipo de normas se jerarquiza la intervención del Ministerio Público Fiscal, enrolándolo
como una parte necesaria en la tramitación de los procesos relacionados con derechos de consumidores,
pudiendo ejercer en forma completa su derecho de defensa, lo que importa alegar, probar, recurrir (142), entre
otras competencias.
Por otra parte, debe interpretarse el art. 484 transcripto de forma tal que, ante la eventualidad de que se
encuentren en disputa derechos de consumidores, deba ser convocado el Ministerio Público. Aunque debemos
reconocer que tal regla genera dudas en la jurisprudencia. La problemática se produjo especialmente en la
citación en los juicios ejecutivos. En Córdoba, por ejemplo, se resolvió en contra de la notificación al Ministerio
Público Fiscal, arguyéndose que "no resulta posible calificar preventivamente y ad eventum como 'ejecución de
un pagaré de consumo' a cualquier juicio ejecutivo promovido por una entidad financiera que persiga el cobro
compulsivo de un pagaré librado por un particular a los efectos de convocar al Fiscal en el decreto que despacha
la ejecución". Es por ello que, en opinión de dicho juzgamiento, no correspondía ordenar de oficio y de modo
preliminar la intervención del Ministerio Público sobre la base de anticipar un caso de pagaré de consumo.
Creemos, por el contrario, que basta para la participación del Ministerio Público que "sea posible" que una
relación de consumo subyazca (143). El estándar para la aplicación de esta y otras normas de defensa de los
 

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consumidores es mucho menos riguroso, puesto que no se exige certidumbre, ni siquiera verosimilitud, sino que
el parámetro de probabilidad es más lábil. Tal flexibilidad no es ajena a nuestro derecho. La Cámara Comercial,
en fallo plenario (144), resolvió una cuestión de competencia a partir entender que era dable "inferir de la sola
calidad de las partes que subyacía una relación de consumo", mitigando marcadamente la severidad en la
determinación de la existencia de una relación de consumo. Este es el temperamento que, entendemos,
apropiado.
V. Otras herramientas de tutela diferenciada
A más del efectuado comentario del PCPCyCT, existen otros institutos provenientes del PLDC que
contribuyen a robustecer la tutela diferenciada de los consumidores. Sin ánimo de exhaustividad, son dables de
mencionar los siguientes.
a) La cuestión de competencia es una problemática muy significativa. El art. 164 del PLDC instituye
acertadamente la competencia del juez del "domicilio real" del consumidor, siguiendo al art. 4º del Protocolo de
Santa María sobre Jurisdicción Internacional en materia de Relaciones de Consumo (145). Actualmente, el art.
36 in fine de la LDC (modificado por el art. 58 de la ley 26.993) también lo dispone, pero solo para las
operaciones de crédito para el consumo. Se exige un esfuerzo hermenéutico para hacerlo extensivo a todo tipo
de controversia, para lo cual se suele recurrir al principio pro consumidor contenido en los arts. 3º y 37 de la
LDC, entre otra retórica (146).
b) La prohibición de citación de terceros sin el pedido o la conformidad expresa del actor, como lo prescribe
el art. 166 del PLDC (147). Este beneficio ha sido reprochado por un fragmento de la doctrina (148).
c) La flexibilización del principio de congruencia, como novedosamente lo dispone el art. 170 del PLDC
(149), permitiéndose su expansión a terceros que no han sido parte en el juicio, lo que constituye una expresión
de la tutela preventiva. No se nos escapa la posible crítica a este derecho por potencial contravención al derecho
de defensa. No obstante lo cual, lo estimamos como un propicio medio para dar satisfacción a la tutela efectiva
de vulnerables, y como un atractivo complemento de los impostergables procesos colectivos (150).
d) Las defensas excepcionales (causales) en el marco ejecuciones. En nuestro país, la solución al desafío
proveniente del denominado "pagaré de consumo" no ha gozado de uniformidad. Tres contestaciones, con
distinta extensión, se han brindado a tal problemática (151). Aquí, nos ceñiremos a señalar que, en el escenario
de transformaciones procesales que despunta en nuestro país, las legislaciones adjetivas más modernas han
comenzado a hacerse cargo de la temática, aún en el marco de los nóveles monitorios. Así, el art. 245 del Cód.
Proc. Civ. y Com. de Mendoza, aprobado por ley 9001 (152), prescribe que "Cuando en el proceso monitorio
cambiario resultare que subyace una relación de consumo, el Juez, a pedido de parte o de oficio, ordenará que
sean acompañados los antecedentes documentales que acrediten el cumplimiento de lo dispuesto por los arts. 8º
bis, 36, 37 y ccds. de la ley 24.240; y arts. 1097, 1119, 1120 y ccds. del Cód. Civ. y Com. de la Nación. El Juez
podrá presumir la existencia de una relación de consumo de la sola calidad de las partes de la relación cambial,
conforme a las constancias del título ejecutado. La presente norma será aplicable incluso cuando el título
hubiere circulado". En sentido semejante el art. 91 PLDC (153). Ambas normas han adoptada la tesis ecléctica
sobre la problemática. Creemos que todas las leyes rituales deberían contener una regulación análoga, lo que
también es predicable respecto del PCPCyCT.
VI. Conclusiones
El máximo estándar de compromiso con el imperativo constitucional de concebir un procedimiento eficaz
para garantizar los derechos de los consumidores, y con el derecho humano a una tutela judicial efectiva, lo
representa un sistema judicial propio para la materia, esto es un fuero especial, especialmente orientado a
entender la lógica del mercado y del consumo, y un procedimiento específico y ágil que supere el
anquilosamiento, costos, tiempos y las estructuras procesales tradicionales pensadas para debates
exclusivamente paritarios. Los principios de celeridad, inmediatez, oralidad, informalidad, practicidad,
accesibilidad deben caracterizar a este nuevo orden procesal autónomo, deliberado para el afianzamiento de los
derechos de los consumidores.
 

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Hasta llegar a dicho óptimo estadio, la regulación de disposiciones específicas de tutela diferenciada del
consumidor, como en el PCPCyCT y en el PLDC, se yergue como una laudable técnica, imprescindible para dar
provisorio cumplimiento al mandato constitucional de los arts. 42 y 43, y convencional de los arts. 8º y 25 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Encontrándose pendiente de aprobación las reformas procesales mencionadas, debemos bregar por
incorporar progresivamente la perspectiva constitucional y convencional de tutela efectiva y diferenciada de los
consumidores, corrigiendo —en cuanto resulte viable— la clásica organización del proceso judicial, a través de
las tecnologías procedimentales e instrumentales enunciadas a lo largo del presente, en aquellas decisiones que
comprometan los intereses de este sector vulnerable, garantizando el acceso y tramitación en la justicia, para
alcanzar la igualdad real y la preservación de la dignidad de la persona; proclamadas vehementemente en
nuestra Legislación Suprema, en los Tratados de Derechos Humanos y en el Cód. Civ. y Com. (arts. 51, 52,
1097, 1098 y ccds.). Para ello, el operador jurídico es emplazado a esforzarse en la argumentación que le
permita arribar a tales resultados, con los medios normativos vigentes. Y paralelamente, de esta forma,
contribuir con el entendimiento de una antesala de reformas procesales que se hacen inaplazables para garantizar
la tutela efectiva de los consumidores y de otros sectores vulnerables.
 (*) Doctor en Derecho (Universidad Complutense de Madrid). Post Doctor (Universidad de Zaragoza).
Profesor Adjunto de Derecho del Consumidor y Profesor Encargado de la Cátedra de Defensa de la
Competencia (U.N. de Tucumán).
 (1) Expte. 207-PL-2019. Se encuentra en actual debate en la Legislatura de Tucumán, con dictamen
favorable de las Comisiones de Legislación General y Constitucional. El anteproyecto fue elaborado por una
Comisión de Redacción integrada por: Amenábar, Bliss, Cagna, Cossio, Goane, Guzmán, Japaze, Lafuente,
Monteros, Peral, Pérez Ragone, Ruiz, Sancho Miñano, Sahián, Steimberg, Tello, Toledo y Zelarayán de
Escalada; bajo lo dirección de la Dra. Claudia Sbdar. El anteproyecto fue presentado al Legislador Marcelo
Caponio, presidente de la Comisión Interpoderes para la reforma de los Procesos Civil y Comercial, Laboral,
Administrativo y Régimen Legal de la Justicia de Paz.
 (2) Cfr. KALAFATICH, Caren - BENGOLEA, Adrián, "Reflexiones y propuestas en torno a la tutela
judicial de los usuarios y consumidores", en
https://www.academia.edu/15691864/Reflexiones_y_propuestas_en_torno_a_la_tutela_judicial_de_los_usuario
s_y_consumidores.
 (3) Explica Verbic que "... si bien existen algunas leyes que contienen ciertas normas procesales en la
materia, se trata en todos los casos —en mayor o menor medida— de previsiones aisladas y carentes de
sistematicidad que no han logrado desarrollar una tutela diferenciada idónea para garantizar la defensa de los
derechos del sector" (VERBIC, Francisco, "Por una necesaria y urgente reforma que permita una tutela judicial
adecuada de usuarios y consumidores", Ponencia presentada en el XXVIII Congreso Nacional de Derecho
Procesal — Modelos de Justicia: Estado Actual y Reformas Procesales, p. 5).
 (4) Especialmente el "Capítulo 5 - Protección Judicial del Consumidor Sección 1ª - Acciones individuales".
El Anteproyecto fue realizado por una comisión de expertos en la materia: Hernández —coordinador—, Stiglitz,
Blanco Muiño, D'archivio, Japaze, Lepíscopo, Ossola, Picasso, Sozzo, Tambussi, Vázquez Ferreyra, Wajntraub.
Elevado el 06/12/2018 ante el Ministerio de Producción y Trabajo y el Ministerio de Justicia y Derechos
Humanos de la Nación (Ver SANTARELLI - CHAMATROPULOS (dirs.), "Comentarios al Anteproyecto de
Ley de Defensa del Consumidor", suplemento especial de Thomson Reuters La Ley, Cita Online:
AR/DOC/587/2019). Actualmente, con modificaciones, el Proyecto de Ley de Defensa del Consumidor se
encuentra en debate en el Senado (expte. S-2576/19; para un resumen de sus principios y evolución puede verse:
HERNÁNDEZ - OSSOLA - SOZZO - STIGLITZ - JAPAZE, "Antecedentes y estado actual del Proyecto de
Ley de Defensa del Consumidor", en JAPAZE, Belén - TOLEDO, Pablo (dirs.), Revista Jurídica del Noroeste
Argentino, 1, diciembre 2019, Cita: IJ-CMVIII-880).
 (5) STIGLITZ, Gabriel, "Acceso de los consumidores a la justicia", en STIGLITZ, Gabriel A. -
 

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HERNÁNDEZ, Carlos (dirs.), Tratado de Derecho del Consumidor, Ed. La Ley, Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, 2015, t. IV, ps. 9 y 10.
 (6) Así DE LOS SANTOS, Mabel A., "Razones de la inclusión de normas procesales en el Código Civil y
Comercial", LA LEY del 15/11/2017, p. 2.
 (7) KALAFATICH, Caren - BAROCELLI, Sergio S., "Gratuidad en los procesos de consumo", LA LEY
del 27/06/2017, p. 10. También Wajntraub expone que "los mecanismos de prevención y resolución de
conflictos son la llave de acceso a una efectiva realización de los derechos que consagra el estatuto de los
consumidores" (WAJNTRAUB, Javier H., "El tratamiento constitucional del consumidor", en WAJNTRAUB,
Javier H., Justicia del consumidor. Nuevo régimen de la ley 26.993, Ed. Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2014, p.
74).
 (8) Vid. STIGLITZ, Gabriel, "La constitucionalización del Derecho del Consumidor. La experiencia
argentina", en STIGLITZ, Gabriel A. - HERNÁNDEZ, Carlos (dirs.), Tratado..., ob. cit., t. I. También: LÓPEZ
ALFONSÍN, Marcelo - OUTON, Fernanda - VILLANUEVA, Carlos, "La constitucionalización de la protección
de los consumidores y usuarios", en STIGLITZ, Gabriel (dir.), Derecho del Consumidor, 9, Ed. Juris, Rosario,
1998.
 (9) Puede verse: SAHIÁN, José H., "Dimensión constitucional de la tutela a los consumidores. Diálogo con
los Derechos Humanos", Ed. La Ley, Buenos Aires, 2017, especialmente ps. 199-202.
 (10) PUCCINELLI, Oscar R., "Acción de amparo de los consumidores. Régimen vigente: sus bases
constitucionales. Horizontes jurisprudenciales", en STIGLITZ, Gabriel A. - HERNÁNDEZ, Carlos (dirs.),
Tratado..., ob. cit., t. IV, p. 192.
 (11) Tribunal Constitucional Español, Sentencia 87/1985 del 16 de julio.
 (12) Tal dispositivo prescribe, como Principio Rector de la Política Social y Económica, que "Los poderes
públicos garantizarán la defensa de los consumidores y usuarios, protegiendo, mediante procedimientos
eficaces, la seguridad, la salud y los legítimos intereses económicos de los mismos".
 (13) Es indiscutiblemente la Carta Magna europea que ostenta, cuantitativa y cualitativamente, mayores
garantías a los intereses de los consumidores. De hecho, es la única que le asigna "fundamentalidad" (Cfr.
CARVALHO, Jorge M., "Manual de Direito de Consumo", Ed. Almedida, Coímbra, 2013, punto 1.1; idem
MOUZINHO, Andre N., "Direitos fundamentais dos consumidores", Compilações Doutrinais, Ed.
Verbojurídico, Coimbra, septiembre 2007, p. 5).
 (14) Lo que en modo alguno significa mayor eficiencia. Eso depende de otros factores e incentivos, cuyo
examen excedería los límites de este trabajo.
 (15) Corte Constitucional de Colombia, sentencia C-909/12, expte. D-9075.
 (16) Tribunal Constitucional de Perú, 23/02/2006, "Empresa de Transportes y Turismo Pullman Corona
Real SRL", fundamento jurídico 22; Tribunal Constitucional de Perú, Pleno, 15/06/2010, "Más de 5000
ciudadanos", fundamento jurídico 21.
 (17) A/RES/70/186. Septuagésimo período de sesiones, tema 18 a) del programa. 81ª sesión plenaria.
 (18) SAHIÁN, José H., "Principios de progresividad y no regresividad en los derechos de los
consumidores", LA LEY del 26/12/2017 (t. 2018-A), ps. 1-7.
 (19) "Habrá tutela diferenciada cuando —excepcionalmente y a raíz de experimentar urgencias apremiantes
el requirente del servicio de justicia o de las singularidades del derecho material cuya aplicación se reclama— se
hubiera instrumentado un montaje procesal autónomo de cierta complejidad, portador de una pretensión
principal y que cuenta con la dirección de un órgano jurisdiccional investido de facultades incrementadas e
inusuales; estructura que... se deberá apartar, en varios aspectos, y, notoriamente, de las matrices vigentes.
Dicho montaje procesal deberá brindar al demandante un trato preferencial y admitir, por lo común, una
legitimación activa amplia" (PEYRANO, Jorge, "Precisiones sobre el concepto de Tutela Diferenciada", Revista
de Derecho Procesal, 1, Tutelas Procesales Diferenciadas II, Ed. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2009, ps. 22-23.
 

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También puede verse: QUADRI, Gabriel H., "Situaciones de vulnerabilidad, proceso civil y Constitución:
¿tutelas diferenciadas?", Ed. La Ley, Cita Online: AP/DOC/1153/2017. Según este autor, ciertos regímenes, de
acuerdo con la sustancia del derecho a resguardar (ambiente, consumidor, etc.), deberían encumbrarse per se en
tutelas diferenciadas; razonamiento al que adherimos. También: BERIZONCE, Roberto O., "Fundamentos y
confines de las tutelas procesales diferenciadas", Revista de Derecho Procesal, 2, Tutelas procesales
diferenciadas I, Ed. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2008, ps. 36-37). FERNÁNDEZ, Silvia E., "Las tutelas
procesales diferenciadas como herramientas para la protección especial de los derechos económicos, sociales y
culturales de la niñez: cuando sustancia y forma se encuentran", Ed. La Ley, Cita Online: AP/DOC/1122/2017.
PEYRANO, Jorge W., "¿Qué es y qué no es una tutela diferenciada en Argentina?", Revista de Derecho
Procesal, 2, Tutelas procesales diferenciadas I, Ed. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2008, ps. 29-31.
 (20) "Lo cierto es que las enmiendas (o beneficios procesales) se hicieron para corregir reglas contrarias a
los principios tuitivos del régimen consumerista, pero sin lograr aplacar el efecto disvalioso de otras normas que
continúan subsistiendo y poniendo en jaque la protección del consumidor (...). El resultado de aplicar el proceso
civil clásico a los conflictos de consumo acaba siendo la revictimización del consumidor. En efecto, el
desconocimiento de la realidad material de los hechos (aplicando un proceso para 'iguales' a sujetos 'desiguales')
no hace más que agravar la situación de debilidad estructural en la cual se encuentra el tutelable"
(KALAFATICH, Caren - BENGOLEA, Adrián, "Reflexiones y propuestas...", ob. cit.).
 (21) KALAFATICH, Caren, "Atribuciones judiciales en el Anteproyecto de Ley de Defensa del
Consumidor", sup. especial Comentarios al Anteproyecto de LDC, 695; quien cita en esa línea a Morello y
Berizonce.
 (22) El Ministerio Público Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires inició acción declarativa de
certeza contra el Estado Nacional, solicitando se declare la inconstitucionalidad de varios artículos de la ley
26.993 de Creación de la Justicia Nacional en las Relaciones del Consumo. En ese marco, se rechazó la solicitud
a título cautelar, de suspensión de la vigencia de diversos artículos de la referida norma (JNFed. Cont. Adm. Nº
10, 28/04/2015, "Ministerio Público Fiscal CABA c. EN s/ proceso de conocimiento").
 (23) Se instaura un complejo sistema, conformado por un servicio de Conciliación Previa Obligatoria en
Relaciones de Consumo (COPREC, art. 1º), una auditoría administrativa de Relaciones de Consumo (arts. 22 y
ss.) y un fuero especial con tribunales de primera instancia en Relaciones de Consumo y una Cámara de
Apelaciones en Relaciones de Consumo (arts. 41 y ss.) y un recurso de casación ante la Cámara Nacional de
Casación Civil y Comercial.
 (24) Así: ÁLVAREZ LARRONDO, Federico M., "Un nuevo hito en la historia del Derecho del Consumo",
ADLA 2014-28, 3.
 (25) Recientemente el Fiscal de Consumo de Andalucía reclamó la creación de Juzgados de Competencia
Nacional para Macrocausas de Consumo y una Fiscalía de sala del Supremo especializada en consumo (ver
https://confilegal.com/20200127-el-ejecutivo-deberia-aprobar-una-ley-que-regule-las-demandas-colectivas-
segun-el-fiscal-de-consumo-en-andalucia/).
 (26) FALCÓN, Enrique M., "El proceso de pequeñas causas en el campo del Derecho al Consumo", en
WAJNTRAUB, Javier H., Justicia del consumidor. Nuevo régimen de la ley 26.993, Ed. Rubinzal-Culzoni,
Santa Fe, 2014, p. 21.
 (27) Cfr. VIEL TEMPERLEY, Facundo, "Conflictos sobre la competencia del nuevo fuero de consumo",
LA LEY del 20/10/2014, ps. 1 y ss.; quien pondera positivamente el fuero especializado en materia de consumo,
pero critica que se le haya otorgado una competencia con una limitación en el monto.
 (28) El tratamiento de la tutela colectiva de los intereses de los consumidores desbordaría los límites del
presente trabajo, por lo que nos limitamos a recomendar la lectura de: VERBIC, Francisco, "Por una necesaria y
urgente...", ob. cit.
 (29) Así lo vincula WAJNTRAUB, Javier H., "Justicia del consumidor. Nuevo régimen de la ley 26.993",
 

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ob. cit., p. 137.


 (30) Los responsables fueron designados por res. 424/SSJUS/2016. Ver TAMBUSSI, Carlos E., "El
procedimiento especial para las relaciones de consumo. Radiografía de una necesidad", DPI, Diario
Consumidores y Usuarios, 106, 21/02/2017.
 (31) Título VI, Capítulo III, arts. 480 a 488. Los otros capítulos del título referido son: tutela
autosatisfactivas, prescripción adquisitiva, desalojo, acción autónoma de revisión de cosa juzgada, deslinde,
rendición de cuenta y monitorio.
 (32) VÁZQUEZ FERREYRA - ROMERA, "Lineamientos procesales y arbitraje en la Ley de Defensa del
Consumidor", Jurisprudencia Argentina, Buenos Aires, Ed. Abeledo Perrot, 1994, t. III, p. 743; idem FARINA
Juan M., "Defensa del consumidor y del usuario", Ed. Astrea, Buenos Aires, 2008, 4ª ed. act. y amp., p. 570.
 (33) Art. 53: "Normas del proceso. En las causas iniciadas por ejercicio de los derechos establecidos en esta
ley regirán las normas del proceso de conocimiento más abreviado que rijan en la jurisdicción del tribunal
ordinario competente, a menos que a pedido de parte el Juez por resolución fundada y basado en la complejidad
de la pretensión, considere necesario un trámite de conocimiento más adecuado".
 (34) "... creemos que debe imperar... el criterio de 'eficacia' (art. 42, CN) sobre el de 'brevedad' (art. 53,
LDC) y permitirle al juez, en su carácter de director del proceso, determinar... el proceso que garantice el
derecho de defensa en juicio" (SÁENZ, Luis R. - SILVA, Rodrigo, "Comentario al art. 53", en PICASSO,
Sebastián - VÁZQUEZ FERREYRA, Roberto, Ley de Defensa del Consumidor comentada y anotada, Ed. La
Ley, Buenos Aires, 2009, t. I, p. 659).
 (35) El tercer párrafo del principio "I" enfatiza: "Se debe priorizar el respeto a niñas, niños y adolescentes,
ancianos, personas con capacidad restringida o enfermedad grave y toda persona o grupos en situación de
vulnerabilidad, posibilitando su participación en el proceso judicial de manera". En la última categoría genérica
quedarían incluidos los consumidores, más allá que los consumidores hipervulnerables también podrían
subsumirse en alguno de los anteriores grupos específicos adecuada a las circunstancias propias de dicha
condición.
 (36) "Se deben tomar las medidas necesarias y proporcionales para lograr la más pronta y eficiente
administración de justicia, así como la mayor economía en la realización del proceso".
 (37) "El sistema procesal es un medio para la realización de la justicia. Todos los que intervengan en un
proceso judicial deberán hacer prevalecer la tutela efectiva de los derechos en litigio, evitando el excesivo rigor
formal".
 (38) MULER, Germán E., "El proceso de consumo en Tucumán", Cuestiones de Derecho del Consumidor,
Ed. Bibliotex, Tucumán, 2015, p. 273.
 (39) Con acertado criterio se resolvió: "el recurrente (demandado) solicita la aplicación de un proceso más
amplio —a la acción de consumo—, como es el proceso ordinario, sin manifestar cuáles son las pruebas de las
que intenta valerse a fin de justificar tal pedido, ni indica por qué en este caso la aplicación de las reglas
procesales que rigen la tramitación del juicio sumarísimo vulneran su legítimo derecho de defensa" (CCiv. y
Com. Común, Concepción, Tucumán, sala Única, Sentencia 118 del 31/08/2011, "Santillán Francisca Hortensia
c. Ribeiro SACIFAI s/ Sumario (Residual)"; idem CCiv. y Com. Común de Tucumán, sala 2, Sentencia 376 del
24/10/2012, "Muler German Esteban c. Telecom Personal SA s/ Daños y perjuicios"; idem CCiv. y Com.
Común de Tucumán, sala 3, Sentencia 32 del 15/02/2017, "Juárez, Oscar Hugo c. Garbarino SAEC E I s/
mediación - daños y perjuicios").
 (40) GONZÁLEZ ZAVALA, Rodolfo, "La protección en juicio del consumidor individual. El anteproyecto
del 2018", en SANTARELLI, Fulvio G. - CHAMATROPULOS, Demetrio A. (dirs.), Suplemento especial
Comentarios al Anteproyecto de Ley de Defensa del Consumidor, Homenaje a Rubén S. Stiglitz, Ed. La Ley,
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2019, 1ª ed. facsímil, ps. 660.
 (41) CCiv. y Com. de Tucumán, sala 2, Sentencia 118 del 31/08/2011, "Santillán Francisca Hortensia c.
 

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Ribeiro SACIFIA S/Sumario(residual)".


 (42) V.gr. art. 24 inc. 3º Cód. General Procesal de Uruguay: "El Tribunal está facultado:... 3. Para dar al
proceso el trámite que legalmente corresponda cuando el requerido aparezca equivocado"; idem art. 33 Cód.
Proc. Civ. Modelo para Iberoamérica.
 (43) En ese sentido puede verse: CASTRO, Paula A., "Algunos aspectos procesales en la Ley de Defensa
del Consumidor", Compendio Jurídico, 71, marzo 2013, p. 133. Dice la autora: "Inclusive se ha llegado a
sostener la actuación oficiosa del juez, pues si bien contrariaría el requisito de petición de parte previsto en la
ley consumeril, ello es conteste con la normativa constitucional que dicha ley reglamenta, en orden a exigir... el
procedimiento más eficaz y no el más acotado para la resolución de estos conflictos".
 (44) En esa tesitura: ARIAS, María P., "Herramientas tutelares que facilitan el acceso a la justicia del
consumidor", Revista de Derecho del Consumidor, 3, Ed. IJ, Buenos Aires, noviembre 2017, cita: IJ-
CDLXXXIV-3. Idem: "... el principio de gratuidad reglado en el art. 53 de la LDC tiene su fundamento en la
garantía constitucional del art. 42 de la Carta Magna..." (JUNYENT BAS, Francisco - FLORES, Fernando M.,
"La tutela constitucional del beneficio de gratuidad contenido en el art. 53 de la LDC", Revista de Derecho
Comercial, del Consumidor y de la Empresa, año III, nro. 1, Ed. La Ley, Buenos Aires, 2012, p. 68). Así se ha
juzgado que el concepto de justicia gratuita para los consumidores: "... es una política con base en la
constitución nacional, tanto específicamente en su art. 42, como en el 33... " (CCiv., Com. y Minería de General
Roca, 20/11/2012, "Janavel, Andrés Orlando y otro c. Telefónica Móviles Argentina SA —Movistar— s/
sumarísimo", voto de Martínez).
 (45) Cfr. AVELLANEDA, Mirta del C., "La justicia gratuita para consumidores y usuarios y su aplicación
en la provincia de Salta", LLNOA, 2012, p. 699.
 (46) "El beneficio de justicia gratuita del consumidor o usuario tanto para el ejercicio de acciones
individuales como colectivas (art. 53 y 55 de la ley 24.240) constituye una derivación del derecho fundamental a
obtener procedimientos eficaces para la prevención y solución de conflictos (art. 42 CN). En otras palabras,
dicho beneficio legal constituye una herramienta de implementación de derechos fundamentales" (Comisión Nº
2 Medios alternativos y protección procesal del consumidor, conclusión 10; Mar del Plata, 3 y 4 de noviembre
de 2017).
 (47) PALACIO de CAEIRO, Silvia B., "El Código Civil y Comercial y el federalismo", LA LEY, t. C,
2015, ps. 662 y ss.
 (48) REDONDO, María B., "Justicia comunitaria de las pequeñas causas de Santa Fe, en el marco del
derecho de acceso a la justicia", Ed. Juris, Rosario, 2014, p. 26.
 (49) Informe de la Comisión IDH: "El acceso a la justicia como garantía de los derechos económicos,
sociales y culturales. Estudio de los estándares fijados por el sistema interamericano de derechos humanos",
OEA/Ser.L/V/II.129 Doc. 4, 7 de septiembre de 2007.
 (50) TJUE, 22/12/2010, "DEB", asunto C-279/09.
 (51) TEDH: (Sección 1ª), 19/06/2001, "Kreuz c. Polonia" (TEDH 2001/398); (Sección 4ª), 26/07/2005,
"Kniat c. Polonia" (TEDH 2005/78); (Sección 2ª), 28/112006, "Apóstol c. Georgia" (JUR 2006/267037);
(Sección 5ª), 24/09/2009, "Agromodel Ood c. Bulgaria" (JUR 2009/397642); (Sección 1ª), 09/12/2010,
"Urbanek c. Austria" (JUR 2010/401082).
 (52) Tribunal Constitucional español: (Pleno), nro. 20/2012, de 16 de febrero; (Pleno), nro. 79/2012, de 17
de abril; (Pleno), nro. 85/2012, de 18 de abril; (Pleno), nro. 103/2012, de 9 de mayo; (Pleno), nro. 104/2012, de
10 de mayo; (sala Primera), nro. 116/2012, de 4 de junio.
 (53) Vid. RITTO, Graciela B., "La justicia gratuita en la Ley de Defensa del Consumidor y la defensa del
débil jurídico", Revista de Responsabilidad Civil y Seguros, Ed. La Ley, Buenos Aires, 2013, t. VIII, ps. 167 y
ss.
 (54) DOGLIANI, Juan F. - FERNÁNDEZ ECHEN, Patricio J., "El beneficio de gratuidad previsto en la
 

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Ley de Defensa del Consumidor ¿implica exención del pago de tributos locales?", Doctrina Judicial, LA LEY
del 04/07/2012, ps. 1 y ss.
 (55) MEROI, Andrea, "Reglas y principios procesales en las relaciones de consumo", en STIGLITZ,
Gabriel A. - HERNÁNDEZ, Carlos (dirs.), Tratado..., ob. cit., 2015, t. IV, ps. 75 y ss. La argumentación en la
que se inspiraron los pedidos de inconstitucionalidad pueden resumirse de la siguiente manera: "1) Que el art. 53
de la LDC constituye una violación de la competencia legislativa provincial (arts. 5º, 75, inc. 12, y 121 de la
CN), pues al impedir el cobro de la tasa de justicia está avanzando sobre facultades reservadas por las
provincias; 2) Que las competencias del Congreso Nacional para dictar normas procesales, reconocida por la
CS, no pueden ser invocadas en la especie, por tratarse de materia tributaria y no adjetiva; 3) Que las normas
nacionales que estatuyen sobre materia tributaria (actuaciones administrativas sobre bien de familia y en
procesos laborales) no plantean colisión normativa, por existir normas locales que han receptado la gratuidad
para tales supuestos; 4) Que en la provincia existen instrumentos procesales suficientes para el acceso a la
justicia, tales como el beneficio de litigar sin gastos y la asistencia jurídica gratuita, con lo cual resulta a la
inclusión de la gratuidad en la LDC; 5) Que el beneficio de justicia gratuita no sería operativo; 6) Que las
limitaciones al acceso a la jurisdicción solo resultan inválidas en cuanto puedan reputarse irrazonables".
 (56) TSC, sala Contencioso Administrativo, 18/02/2013, "First Trust of New York National Association c.
Rojas del Giorgio de Alfei, Norma Mabel s/ Ejecución hipotecaria - recurso directo".
 (57) Resolvió que "... la materia referida a la tasa de justicia, vinculada esencial e inexorablemente al
servicio jurisdiccional provincial, constituye el ejercicio de potestades locales no delegadas por las Provincias a
la Nación... Por ello, la interferencia por parte del legislador nacional en materia local no puede ser admitida,
pues tal proceder va en contra de uno de los basamentos fundamentales de nuestra organización federal, aspecto
que no debe reducirse a considerar tal conflicto como una mera cuestión fiscalista". In re: "Varas, Carlos Maria
c. Amx Argentina SA - Abreviado" (Protocolo de Autos Resolución: 138 Año: 2019 Tomo: 2 Folio: 589-597).
 (58) CCiv. y Com. de Rosario, sala 2, 11/02/2015, "Kiszko, Diego Manuel c. Plan Óvalo SA s/ ley 24.240";
sala 3, 31/03/2014, "Frenna, Francisco A. y Pesado, Ma. Alejandra c. Cincovial SA s/ incumplimiento
contractual y daños y perjuicios"; sala 4, 08/08/2012, "Casarrubia, Miriam Susana c. HSBC La Buenos Aires
Seguros s/ Cobro de pesos"; idem "Álvarez, José Luis c. Amato, Juan Carlos s/ cumplimiento de contrato - Ley
24.240" (expte. 288/13), resolución 189 del 30/07/2014. El pormenorizado detalle de la evolución
jurisprudencial rosarina en la materia puede verse en: ARIAS, María P., "Beneficio de justicia gratuita en las
relaciones de consumo. Situación de los Tribunales Provinciales de la Ciudad de Rosario", LLLitoral,
septiembre, 2015, ps. 815 y ss.
 (59) Desde CS, 22/06/1923, "Correa, Bernabé c. Barros, Mario B.", CS, Fallos: 138:154. Sobre la viabilidad
de normas procesales en el Cód. Civ. y Com., puede verse: ROSALES CUELLO, Ramiro - MARINO, Tomás,
"Las normas procesales en el nuevo Código Civil y Comercial", SJA 26/11/2014, 3; quienes concluyen: "Las
normas contenidas en el texto del nuevo Código se muestran ajustadas con suficiencia a los presupuestos
establecidos en la histórica doctrina de la Corte Sup. (casos 'Correa', 'Bernabé Correa', 'Real de Maciel', etc.)...".
 (60) DE LOS SANTOS, Mabel A., "Razones de la inclusión de normas procesales en el Código Civil y
Comercial", LA LEY del 15/11/2017, p. 1.
 (61) Cfr. MEROI, Andrea, "Reglas y principios procesales en las relaciones de consumo", ob. cit., ps. 69-
75. idem BERSTEN, Horacio L., "La gratuidad en las acciones individuales y colectivas de consumo", LA
LEY, t. B, 2009, p. 370. También adhieren a la postura amplia: SEN y RITTO citados en ARIAS, María P.,
"Beneficio de justicia gratuita en las relaciones de consumo. Situación de los Tribunales Provinciales de la
Ciudad de Rosario", ob. cit., ps. 815 y ss. Asimismo con criterio amplio: LOVECE, Graciela I., "El consumidor,
el beneficio de la justicia gratuita y las decisiones judiciales", LA LEY del 07/07/2017, p. 5; entre muchos otros
autores.
 (62) La Corte de Tucumán, al igual que otros superiores tribunales provinciales, implícitamente extendió el
beneficio de gratuidad al depósito del recurso extraordinario local (CSJ Tucumán, Sentencia 332 del
 

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28/04/2014, "Romano María Gabriela y otros c. Sociedad Aguas del Tucumán s/ sumarísimo"). Los tribunales
inferiores locales también habían adoptado tal tesitura, por ejemplo: CCiv. y Com. de Tucumán, sala I,
29/04/2013, "Feldman Salomón c. Sanatorio Parque SA s/ daños y perjuicios".
 (63) STIGLITZ, Gabriel A., "Acceso de los consumidores a la justicia", ob. cit., p. 18.
 (64) KRIEGER, Walter F., "El beneficio de gratuidad en la Ley de Defensa del Consumidor y el proceso
eficaz", LA LEY t. D, 2014, p. 407. Idem CNCom., sala C, 19/08/2015, "Consumidores Financieros Asociación
Civil p/su Defensa c. Berkley International Seguros SA s/ beneficio de litigar sin gastos" (en disidencia
Villanueva).
 (65) KALAFATICH, Caren - BAROCELLI, Sergio S., "Gratuidad en los procesos de consumo", ob. cit., p.
8.
 (66) CS, 11/10/2011, "Unión de Usuarios y Consumidores y otros c. Banca Nazionale del Lavoro SA s/
sumarísimo".
 (67) CS, 26/06/2012, CS, Fallos: 335:1080.
 (68) CS, 30/12/2014. Allí dijo: "en el fallo del 11 de febrero de 2014 [rechazo del REF] se omitió valorar
que en el caso resultaba plenamente aplicable el art. 55, último párrafo de la ley 24.240, en cuanto otorga a las
acciones judiciales iniciadas en defensa de intereses de incidencia colectiva el beneficio de justicia gratuita". En
función de ello, dispuso dejar sin efecto "lo resuelto en materia de costas en la sentencia..., disponiéndose que en
virtud de lo previsto en el art. 55, último párrafo de la ley 24.240, no corresponde en el caso imponer las costas a
la parte actora vencida".
 (69) CS, 26/12/18, "Asociación Protección Consumidores del Merc. Común Sur c. Galeno Argentina SA s/
sumarísimo"; con disidencia de Rosenkratz.
 (70) VERBIC, Francisco - SUCUNZA, Matías, "Acceso a la justicia y beneficio de gratuidad en materia de
acciones de consumo y medio ambiente", en MORELLO, Augusto M. - SOSA, Gualberto L. - BERIZONCE,
Roberto O., Códigos Procesales en lo Civil y Comercial de la Provincia de Buenos Aires y la Nación.
Comentados y Anotados, Ed. Abeledo Perrot, 2016, 4ª ed., t. II, ps. 1001-1010.
 (71) CCiv. y Com. de Mar del Plata, sala III, 06/18/2012, "Oviedo Gladys Ester y Otro c. Peugeot Citroën
Argentina SA y Otro s/ daños y perjuicios. Incump. Contractual (Exc. Estado)". STJ Río Negro, sentencia del
07/11/20017, "López, Patricia Lilian c. Francisco Osvaldo Díaz SA y Otros s/ Sumarísima s/ Casación" (expte.
29200/17-STJ-) que, en su parte resolutiva, dispuso que "el beneficio de justicia gratuita solicitado por la
actora... la exime del pago de sellados, tasas y demás costas del proceso" (punto tercero).
 (72) CNCom., sala F, 02/02/2017, "Consumidores Financieros Asociación Civil p/ su defensa c. Opción SA
s/ beneficio de litigar sin gastos".
 (73) "Incidente 1 - ADUC c. Banco Patagonia SA s/ sumarísimo s/ Incidente de Apelación"; expte.
797/2016/1/CA1; 12/7/18.
 (74) "Borgna, Pablo Sebastián c. Banco Santander Río SA S/Ordinario"; expte. 23297/2017; 31/05/2018.
 (75) Así: CNCom., sala A, 08/11/2012, "Proconsumer y otro c. Plan Ovalo SA s/ sumarísimo"; sala B,
03/04/2014, "Asociación Civil Def. Cons. de Ser. Fin. y Pla. de Ah. Pre. c. Fiat Auto de Ahorro p/f
Determinados y otros s/ ordinario s/ incidente de apelación art. 250"; misma sala, 21/05/2009, "Damnificados
Financieros Asoc. Civil p/su defensa c. Banco Patagonia Sudameris SA y otros"; misma sala, 15/04/2009,
"Padec Prevención Asesoramiento y Defensa del consumidor c. HSBC Bank Argentina SA"; sala D,
22/04/2010, "Della sala, Mauricio Ángel y otro c. Caja de Seguros SA"; sala E, "C. M. S. c. F. P. G. SA F. I. s/
medidas precautorias", de 14/07/2016.
 (76) En "Zoli, Sergio c. Caja de Seguros SA s/ beneficio de litigar sin gastos" (MJJ101133 expte.
13301/2015, del 24/08/2016) se dijo: "se modifica en este sentido el criterio propiciado anteriormente por esta
sala, decidiéndose que la exención prevista legalmente —que se ha juzgado aplicable al caso— alcanza a la
obligación de sufragar las costas, si el actor resultara condenado a abonarlas en los autos principales". Criterio
 

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ratificado recientemente en autos "Albornoz, Pablo y otro c. Autos del Sur SA y otro s/ ordinario s/ queja"
(expte. 56578/2017/1/RH1; 10/08/2018).
 (77) CNCom., sala D, 11/07/2019, "González, Martín Fernando c. Auto Generali SA y otros s/
sumarísimo". Comenta el fallo: DARCY, Norberto C., "Otro fallo que reaviva la incertidumbre sobre el
beneficio de justicia gratuita en las acciones de defensa del consumidor", LA LEY del 29/10/2019, ps. 5-8.
 (78) CNCom, sala F, "Lorenzo Maximiliano Eugenio y otro c. Volkswagen SA de Ahorro p/f determinados
s/ ejecutivo s/ incidente art. 250)".
 (79) Cita el caso "Damnificados Financieros Asoc. Civil para su Defensa c. Banco Río de la Plata SA s/
beneficio de litigar sin gastos", del 09/03/2010. Más recientemente, en sentido amplio, se puede ver, de la sala
C: sentencia del 09/04/2019, "Aranda, Esteban Ariel c. Plan Rombo SA de Ahorro p/f determinados y otros s/
sumarísimo", LA LEY del 24/07/2019, 11. Cita Online: AR/JUR/7574/2019.
 (80) Repitiendo el temperamento de esa sala, en: 30/11/2010, "Consumidores Financieros Asociación Civil
para su defensa c. Hexagon Bank Argentina SA s/ beneficio de litigar sin gastos", idem 17/03/2011, "Unión de
Usuarios y Consumidores c. Banco Macro SA s/ sumarísimo", idem 08/04/2014, "ACYMA Asociación Civil c.
Furlong Fox SA s/ ordinario", entre otros.
 (81) CNCom., sala D, 04/12/2008, "Adecua c. Banco BNP Paribas SA y otro"; 05/04/2013, "Unión de
Usuarios y Consumidores c. Banco de San Juan SA s/ beneficio de litigar sin gastos".
 (82) CNCom., sala B, 22/04/2009, "Damnificados Financieros Asociación Civil por su defensa y otro c.
Banco Macro SA"; "S., O. D. y otro c. UGOFE SA y otros s/ daños y perjuicios".
 (83) "Leiva, Débora Beatriz y Otro c. Telecom Argentina SA s/ incumplimiento de contrato"; 22521/2016;
04/10/2017.
 (84) "Farías José Daniel c. OSECAC s/ daños y perjuicios"; expte. 9578/2012; 17/10/2017.
 (85) Causa CCF 6217/2017/1/CA1 Incidente de Beneficio de litigar sin gastos en autos "Asociación por la
Defensa de Usuarios y Consumidores c. Telefónica de Argentina SA s/ sumarísimo"; 27/02/2018.
 (86) CCiv. y Com. de Tucumán, sala 2, Sentencia 101 del 22/03/2013; sala 1, Sentencia 119 del
28/04/2011). En similar tesitura: CCiv. y Com. de Salta, sala III, 17/05/2012, "Gutiérrez, Gustavo Ezequiel c.
Eurofrancia SA s/ sumarísimo o verbal".
 (87) Aunque también, en ocasiones, se ha recurrido a la retórica de que se trataría de materia procesal no
delegada, a la Nación, por las Provincias. Vid. PERRIAUX, Enrique J., "La justicia gratuita en la reforma de la
Ley de Defensa del Consumidor", LA LEY, t. F, 2008, ps. 1224 y ss.
 (88) Así se explica descriptivamente en: WAJNTRAUB, Javier H., "Justicia del consumidor. Nuevo
régimen de la ley 26.993", Ed. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2014, p. 138.
 (89) Comentando esta norma, puede verse: JUÁREZ FERRER, Martín, "El beneficio de justicia gratuita en
el Anteproyecto de Ley de Defensa del Consumidor", en SANTARELLI, Fulvio G. - CHAMATROPULOS,
Demetrio A. (dirs.), ob. cit., ps. 663-668. SOSA, Federico, "El 'beneficio de justicia gratuita' en el Anteproyecto
de Ley de Defensa del Consumidor (con especial referencia al caso de las asociaciones de consumidores). ¿Un
avance en la materia?", en SANTARELLI, Fulvio G. - CHAMATROPULOS, Demetrio A. (dirs.), ob. cit., ps.
669-686.
 (90) CS, 24/11/2015, "Consumidores Financieros Asociación Civil p/ su defensa c. Nación Seguros SA s/
ordinario", considerando 7. En el consid. 4º estima: "Que la efectiva vigencia de este mandato constitucional,
que otorga una tutela preferencial a los consumidores, requiere que la protección que la Constitución Nacional
encomienda a las autoridades no quede circunscripta solo al reconocimiento de ciertos derechos y garantías, sino
que además asegure a los consumidores la posibilidad de obtener su eficaz defensa en las instancias judiciales".
 (91) Con argumentación cimentada en la base constitucional del derecho, Arias y Quaglia también
defienden la posición anchurosa (ARIAS, María P. - QUAGLIA, Marcelo C., "El beneficio de justicia gratuita
en el ámbito del consumo", RDCO 294, 15/02/2019, 139, Cita Online: AR/DOC/3754/2018).
 

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 (92) De hecho, se ha llegado a sostener que la tesis restringida es inconstitucional e inconvencional por
contravención al principio pro homine (Así: MANTEROLA, Nicolás I., "Alcance del beneficio de justicia
gratuita (art. 53 y 55 LDC): Una mirada constitucional", Ed. Rubinzal-Culzoni Online, Cita: RC D 1139/2018.
Sobre la temática, del mismo autor: "La cuestión federal y el beneficio de justicia gratuita (art. 53 y 55 LDC)",
12/11/2018, Cita: MJ-DOC-13750-AR | MJD13750. También puede verse del autor aludido: "El regreso de los
plenarios y el beneficio de justicia gratuita (art. 53 y 55 ley 24.240)", ED del 07/03/2019, año LVII, ED 281).
 (93) La mencionada progresividad no debe ser concebida como una mera expresión de deseos, sino como
principio normativo activo y concreto que, proveniente del sistema internacional de derechos humanos, está
destinado a comprender a los aspectos institucionales, normativos-sustanciales y también procesales, de la
defensa de los consumidores (SALVIOLI, Fabián, "La 'perspectiva pro persona': el criterio contemporáneo para
la interpretación y aplicación de los instrumentos internacionales de derechos humanos", Ed. La Ley, Cita
Online: AP/DOC/1222/2017).
 (94) CS, 28/08/2007, "Cambiaso de Perés de Nealón, Celia María Ana y otros c. Centro de Educación
Médica e Investigaciones Médicas", CS, Fallos: 330:3725. En igual sentido: STIGLITZ, Gabriel A., "Los
principios del Derecho del Consumidor y los derechos fundamentales", en STIGLITZ, Gabriel A. -
HERNÁNDEZ, Carlos (dirs.), Tratado..., ob. cit., t. I, 2015, p. 309.
 (95) Desde que el beneficio de los consumidores "no depende de instancia o pedido de parte; es definitivo y
no provisional; no se acuerda a las resultas del pleito —pues la ley lo contempla para todas las acciones
iniciadas—; aprehende necesariamente la gratuidad de todos los gastos de justicia; y no está sujeto a la
condición resolutoria de que el beneficiario mejore de fortuna, a diferencia de lo que en tal sentido se establece
en el Cód. Proc. Civ. y Com. con relación al beneficio de litigar sin gastos" (KIELMANOVICH, Jorge L.
"'Beneficio de litigar sin gastos' y 'beneficio de justicia gratuita'", LA LEY del 23/08/2019, p. 3).
 (96) Sobre la hipervulnerabilidad de los consumidores, se recomienda: BAROCELLI, Sergio S., "Los
consumidores hipervulnerables en el Anteproyecto de Ley de Defensa del Consumidor", sup. especial
Comentarios al Anteproyecto de LDC, 47. Del mismo autor: BAROCELLI, Sergio S., "Consumidores
hipervulnerables. Hacia la acentuación del principio protectorio", LA LEY 2018-B, 783.
 (97) "No se trata de un beneficio de litigar sin gastos, o carta de pobreza, o figura similar, motivada en la
carencia de medios económicos para acceder a la justicia. La finalidad del beneficio aquí reconocido radica en
garantizar al consumidor el acceso a la justicia por su condición de tal, sin otro requisito".
 (98) Sobre la temática, recomendamos: GALDÓS, Jorge M., "Responsabilidad civil preventiva. Aspectos
sustanciales y procesales", LA LEY del 12/10/2017, LA LEY Online: AR/DOC/2479/2017.
 (99) Aconsejamos: PEYRANO, Jorge W., "La tutela anticipada de urgencia en el ámbito consumeril", en
STIGLITZ, Gabriel A. - HERNÁNDEZ, Carlos (dirs.), Tratado..., ob. cit., t. IV, XXV.2.3.
 (100) Puede verse, comentando la regulación del proyecto: KALAFATICH, Caren, "Atribuciones judiciales
en el Anteproyecto de Ley de Defensa del Consumidor", Sup. especial Comentarios al Anteproyecto de LDC,
695.
 (101) MOLINA SANDOVAL, Carlos A., "Función preventiva de la responsabilidad civil", LA LEY del
10/12/2019, p. 1.
 (102) CAMPS, Carlos E., "El amparo como vía más eficaz para la protección de derechos, hoy", Ed. La
Ley, Cita online: AP/DOC/1130/2017.
 (103) PEYRANO, Jorge W., "¿Qué es y qué no es una tutela diferenciada en Argentina?", ob. cit., ps. 32-
34; citando a BARACAT, Edgar, "Tipos de tutela jurisdiccional que puede reclamar el consumidor en defensa
de sus derechos", en AA.VV., Tutela procesal del consumidor y del usuario, Ed. Ateneo de Estudios del Proceso
Civil de Rosario - Panamericana, Santa Fe, 2000, p. 21.
 (104) CALVO COSTA, Carlos A., "La pretensión preventiva en el derecho de daños", LA LEY del
19/02/2018, ps. 1 y ss.
 

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 (105) MOLINA SANDOVAL, Carlos A., "Función preventiva de la responsabilidad civil", ob. cit., p. 2;
quien, a su vez, cita a Llamas Pombo, quien identifica la inhibitoria como una orden o mandato dictado por una
autoridad judicial a petición de quien tiene el fundado temor de sufrir un daño o de que se produzca la
repetición, continuación o agravamiento de un daño ya sufrido, y que va dirigido al sujeto que se encuentra en
condiciones de evitar tal resultado dañoso mediante la realización de una determinada conducta preventiva o la
abstención de una actividad generatriz de tal resultado (Cfr. LLAMAS POMBO, E., "La tutela inhibitoria del
daño —la otra manifestación del derecho de daños—", RCyS 2002-181).
 (106) En el derecho brasileño se diferencia según se persiga evitar el comienzo o la continuación de una
actividad ilegal, o impedir que los efectos ilícitos de una acción ya emprendida continúen extendiéndose. Para el
primer caso se utiliza la inhibitoria, en cambio para el segundo la denominada "acción de eliminar lo ilícito"
(MARINONI, Luiz G., "A tutela específica do consumidor", en
http://www.marinoni.adv.br/wp-content/uploads/2012/06/PROF-MARINONI-A-TUTELA-ESPEC
%C3%8DFICA-DO-CONSUMIDOR—.pdf).
 (107) Peyrano, partiendo de la premisa que la pretensión hecha valer por el requirente debe generar un
proceso autónomo, aclara que —en su opinión, sin dejar de reconocer que es debatible— la medida
autosatisfactiva es una herramienta de tutela diferenciada (cita a Monroy Gálvez y Pérez Ragone), mas no lo
sería la tutela anticipada (PEYRANO, Jorge W., "¿Qué es y qué no es una tutela diferenciada en Argentina?",
ob. cit., ps. 25 y ss., especialmente 32). Por su parte, Quadri admite que "... se habla de las medidas
autosatisfactivas, cautelas materiales o de tutela anticipada, como manifestaciones de las tutelas diferenciadas..."
(QUADRI, Gabriel H., "Situaciones de vulnerabilidad, proceso civil y Constitución: ¿tutelas diferenciadas?",
ob. cit., Cita Online: AP/DOC/1153/2017).
 (108) CCiv. y Com. de Azul, sala II, 19/12/2017, "Torres Luis Ángel c. Caja de Seguros SA s/
cumplimiento de contratos civiles/ comerciales".
 (109) CCiv. y Com. de Jujuy, sala I, 19/03/2018, "Acción preventiva de daños: Estado Provincial - Fiscalía
de Estado c. Dlp Group SRL y otros", expte. C-106.022/18. En lo sustancial, entendió el reciente precedente que
el bien jurídico protegido era "el interés del consumidor expuesto", respecto del cual existía una potencialidad a
ser dañado mediante la publicidad engañosa y, en consecuencia, la acción "preventiva" instaurada serviría para
evitar la consumación del daño.
 (110) Juzg. de Distrito Civ. y Com. de Rosario de la 14ª Nom., "CFN SA c. Arce, Valentina s/ demanda
ejecutiva".
 (111) Ver: PEYRANO, Jorge W., "La medida autosatisfactiva y la tutela del consumidor y del usuario", en
STIGLITZ, Gabriel A. - HERNÁNDEZ, Carlos (dirs.), Tratado..., ob. cit., t. IV, XXV.2.2.
 (112) Para estos temas, puede verse: SAHIÁN, José H., "Tutela diferenciada de los consumidores", Revista
de Derecho del Consumidor, 4, abril 2018, Cita: IJ-DXXXIII-664, punto III.4.B. También PUCCINELLI, Oscar
R., "Acción de amparo de los consumidores. Régimen vigente: sus bases constitucionales. Horizontes
jurisprudenciales", en STIGLITZ, Gabriel A. - HERNÁNDEZ, Carlos (dirs.), Tratado..., ob. cit., t. IV, XXV.3.
 (113) Definida como "una de las tutelas diferenciada de urgencia que, con base en una cognición sumaria y
llenado los requisitos de procedencia, satisface anticipadamente al requirente su pretensión, otorgándole la
atribución o utilidad que pudiera probablemente obtener en la sentencia futura con autoridad de cosa juzgada
material. Anticipación significa coincidencia total o parcial con lo pretendido en la demanda, es decir identidad
objetiva". (PÉREZ RAGONE, Álvaro, "Introducción al estudio de la tutela anticipatoria ", Jurisprudencia
Santafesina, 26).
 (114) CS, del 07/08/1997 (LA LEY 1997-E, 653).
 (115) PEYRANO, Jorge W., "La palpitante actualidad de la medida cautelar innovativa", Revista de
Derecho Procesal, 5, p. 317.
 (116) PEYRANO, Jorge W., "La tutela anticipada de urgencia en el ámbito consumeril", en STIGLITZ,
 

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Gabriel A. - HERNÁNDEZ, Carlos (dirs.), Tratado..., ob. cit., t. IV, XXV.2.3.


 (117) PÉREZ DAUDÍ, Vicente, "La protección procesal del consumidor y el orden público comunitario",
Ed. Atelier, Barcelona, ps. 90-93.
 (118) CSJ Tucumán, "Ávila Augusto Fernando c. Telecom Argentina SA s/ daños y perjuicios", Sentencia
1932 del 13/12/2017). En el precedente también se dijo: "Lo resuelto por el Tribunal a quo a solicitud de la parte
actora —ordenando la publicación de la sentencia condenatoria en un diario de la provincia—, se explica a
partir de las a triple función de la responsabilidad civil: preventiva, resarcitoria y disuasoria, que viene siendo
receptada por la doctrina y jurisprudencia en nuestro país. Puede decirse que el genérico deber de "no dañar"
que tienen todos los sujetos de derecho puede descomponerse en tres aspectos o facetas: no dañar, reparar el
daño causado y no reiterar el daño, las que se evidencian con claridad cuando los sujetos intervinientes se
encuentran conectados por una 'relación de consumo'...". Y "Por ello, la adopción de sanciones como la
publicación de la sentencia condenatoria judicial, en casos de graves inconductas de los proveedores de bienes y
servicios, puede erigirse en un elemento de prevención y de disuasión de enorme importancia, convirtiéndola de
ese modo en una sanción posible a aplicar. En consecuencia, y ponderando la actividad que desarrolla la
empresa demandada, la posición que la misma ocupa en el mercado, el perjuicio resultante de la infracción para
el consumidor, los intereses comprometidos, el desmedro potencial de los usuarios del servicio de telefonía, y el
carácter ejemplar y disuasivo de la medida sancionatoria; se concluye que la publicación requerida por el actor
encuentra adecuado sustento en los extremos de hecho y de derecho expuestos".
 (119) DA SILVA MAGATÃO, Karina, "Tutela Ressarcitória Específica Do Consumidor", Revista de
Direito do Consumidor, vol. 75/2010, jul - set 2010, ps. 80-114, DTR\2010\655. También se puede ver:
MARINONI, Luiz G., "A tutela específica do consumidor", ob. cit., punto 3 especialmente.
 (120) La Unión Europea ha sido más prudente en esta temática. Recién con el "Nuevo Acuerdo para los
consumidores" del 11 de abril de 2018, la Comisión Europea propuso un sistema modernizado de acciones de
"compensación" colectiva, sobre la base de la actual Directiva sobre "acciones colectivas de cesación". Lo
relevante es las nuevas acciones colectivas también podrán tener como objeto "tutela específica" como, por
ejemplo, la rescisión del contrato en caso de prácticas comerciales desleales. El Acuerdo fue aprobado por el
Parlamento un año después, el 17 de abril de 2019.
 (121) "Carga de la prueba. Los proveedores deberán aportar al proceso todos los elementos de prueba que
obren en su poder, conforme a las características del bien o servicio, prestando la colaboración necesaria para el
esclarecimiento de la cuestión debatida en el juicio. La falta de cumplimiento de esta carga será considerada una
presunción en su contra".
 (122) Así LOVECE, Graciela I., "El consumidor, el beneficio de la justicia gratuita y las decisiones
judiciales", ob. cit., p. 4.
 (123) TAMBUSSI, Carlos E., "Responsabilidad de la empresa de telefonía celular por modificación
unilateral del plan contratado. Daño moral y punitivo", LA LEY del 18/09/2017, p. 6.
 (124) MÉNDEZ ACOSTA, Segundo J., "El derecho de defensa en los procesos de consumo", en
ROSALES CUELLO, Ramiro (dir.), Proceso y constitución, número especial de Jurisprudencia Argentina, Ed.
Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2018, t. II, p. 88.
 (125) Art. 1735: "Facultades judiciales. No obstante, el juez puede distribuir la carga de la prueba de la
culpa o de haber actuado con la diligencia debida, ponderando cuál de las partes se halla en mejor situación para
aportarla. Si el juez lo considera pertinente, durante el proceso debe comunicar a las partes que aplicará este
criterio, de modo de permitir a los litigantes ofrecer y producir los elementos de convicción que hagan a su
defensa".
 (126) GUZMÁN MEDINA, Rocío, "Relaciones entre el Código Civil y Comercial de la Nación y el
derecho procesal. Teoría de las cargas probatorias dinámicas en el Código Civil y Comercial de Nación.
Necesidad de delimitar la facultad discrecional de los jueces", RCCyC del 05/03/2018, p. 32.
 

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 (127) Cfr. VINTI, Ángela M., "La carga dinámica de la prueba en la Ley de Defensa del Consumidor. Las
consecuencias de la frustración de la prueba", LLBA (febrero), 17, AR/DOC/363/2016.
 (128) SÁENZ, Luis R. J., "Distribución de la carga de la prueba en las relaciones de consumo", LA LEY
2015-C, 512. Dice: "... no advertimos del texto del art. 53 de la LDC que allí se consagre una inversión de la
carga de la prueba en favor del consumidor (...) existe una diferencia sustancial entre considerar que el estatuto
del consumidor establece un deber de conducta agravado en cabeza del proveedor, o considerar que consagra la
teoría de las cargas probatorias dinámicas. En efecto, si fuera cierto —por vía de hipótesis— que esta última
doctrina es aplicable, la parte débil del contrato de consumo ninguna constancia debería aportar al expediente,
pues la carga de probar recaería sobre su contraparte".
 (129) MULER, Germán E., "El proceso de consumo en Tucumán", ob. cit. p. 271.
 (130) Sobre las distintas posiciones ver: MEROI, Andrea, "Reglas y principios procesales en las relaciones
de consumo", ob. cit., ps. 49-52.
 (131) ARIAS, María Paula - QUAGLIA, Marcelo C., "El incumplimiento de la garantía legal y las
cuestiones probatorias en las relaciones de consumo", LA LEY del 02/12/2019.
 (132) D'ARCHIVIO, María E., en TAMBUSSI, Carlos E. (dir.), Ley de Defensa del Consumidor
comentada, anotada y concordada, p. 347.
 (133) CHAMATROPULOS, Demetrio A., "Estatuto del Consumidor comentado", Ed. La Ley, Buenos
Aires, t. II, p. 370.
 (134) Cfr. arg. CNCivil, sala B, 03/10/2017, "González, Claudia Lorena c. AySA Agua y Saneamientos y
otro s/ daños y perjuicios"; CNCivil, sala G, 06/07/2015, "E. T. N. L. de c. H. A. de P. SA s/ daños y
perjuicios".
 (135) CNCom., sala B, 08/10/2003, "Caruso, Pablo D. c. Banco Francés". Idem CCiv. y Com. de Bahía
Blanca, sala I, 20/04/2017, "P., D. A. c. Banco Supervielle SA y otro s/ daños y perjuicios".
 (136) C6ªCiv. y Com. Córdoba, 09/03/2017, "Gallardo Quevedo, Jesica P. c. Movistar de Telefónica
Móviles Argentina SA s/ ordinario - cobro de pesos - recurso de apelación".
 (137) CCiv. y Com. Común de Tucumán, sala 1, Sentencia 75 del 20/03/2014, "López Guzmán Tiburcio c.
City Bank NA Argentina s/ sumarísimo".
 (138) SCBA, 01/04/2015, "G., A. C. c. Pasema SA y otros sobre daños y perjuicios".
 (139) La multa también procede "Cuando la parte demandada negare o declarare desconocer los hechos
invocados por el consumidor o usuario injustificadamente...".
 (140) Para un comentario de la temática, puede verse: BOQUIN, Gabriela - RODRÍGUEZ, Gonzalo M.,
"La Intervención del Ministerio Público Fiscal en el Anteproyecto de Ley de Defensa del Consumidor", sup.
especial Comentarios al Anteproyecto de LDC, 687.
 (141) Vid. ARIAS, María Paula - QUAGLIA, Marcelo C., "La prevención del daño y el mandato
preventivo, con especial consideración a las relaciones de consumo", Revista de Derecho del Consumidor, Ed.
IJ, Cita: IJ-DXLII-522.
 (142) Ver: RODRÍGUEZ JUNYENT, Santiago, "Regulación procesal de las acciones individuales en el
anteproyecto de reforma de la Ley de Defensa del Consumidor", RDCO 298, 17/10/2019, p. 1379.
 (143) Así, el mensaje de elevación del PLDC dice: "Tanto las normas sobre competencia, como así también
las relativas a la intervención del Ministerio Público Fiscal, deben ser aplicadas cuando se está en presencia de
una relación de consumo; y también cuando es posible que ella subyazca".
 (144) Plenario del 29 de junio de 2011, "Autoconvocatoria a Plenario s/ competencia del fuero comercial en
los supuestos de ejecución de títulos cambiarios en que se involucren derechos de consumidores" (expte.
S.2093/09).
 (145) MERCOSUR/CMC/DEC 10/96. Aprobado por el Consejo del Mercado Común el 17/12/96 en
 

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Fortaleza.
 (146) Así JUNYENT BAS, Francisco - GARZINO, M. Constanza - RODRÍGUEZ JUNYENT, Santiago,
"Cuestiones Claves de derecho del consumidor a la luz del Código Civil y Comercial", Ed. Advocatus, Córdoba,
2016, ps. 236 y ss. Arias propone que, ante tal laguna, la pauta de competencia del domicilio real del
consumidor debe servir como criterio integrador en el ámbito general de los contratos de consumo internos
(ARIAS, María P., "Herramientas tutelares que facilitan el acceso a la justicia del consumidor", Revista de
Derecho del Consumidor, 3, Ed. IJ, Buenos Aires, noviembre 2017). Adherimos a ambos pensamientos.
 (147) Tal restricción encuentra excepción en la hipótesis en que el único demandado sea un pequeño
comerciante o una PYME, caso en el cual estos podrán pedir la citación de otros legitimados pasivos, en tanto
no se genere una situación jurídica abusiva en perjuicio del consumidor.
 (148) Así: RODRÍGUEZ JUNYENT, Santiago, "Regulación procesal de las acciones individuales en el
anteproyecto de reforma de la Ley de Defensa del Consumidor", ob. cit., p. 1379.
 (149) "Al dictar sentencia el juez resolverá con base en las pretensiones de las partes de manera
razonablemente fundada, ajustándose a una solución más eficaz del litigio. Igualmente podrá flexibilizar la
congruencia en aras a una mayor tutela y efectividad de los derechos fundamentales de los consumidores que no
hayan sido parte en el proceso, pero que puedan verse afectados por la conducta obrada por el proveedor,
especialmente cuando se trate de consumidores hipervulnerables o cuando se encuentren afectados derechos
fundamentales de los consumidores".
 (150) Para un análisis del proyecto de ley de procesos colectivos, ver: GUIRIDLIAN LAROSA, Javier D. -
ROSALES CUELLO, Ramiro, "Los procesos colectivos en el Anteproyecto de Ley de Justicia 2020", RCyS
2019-II, 46. Sobre los procesos colectivos de consumo, de los mismos autores: ROSALES CUELLO, Ramiro -
GUIRIDLIAN LAROSA, Javier D., "Acciones Colectivas y Derechos del Consumidor", LA LEY 2011-A, 460.
 (151) Para no exceder los límites del presente trabajo, para una descripción de las distintas soluciones
jurisprudenciales de la temática, remitimos a: SAHIÁN, José H., "Tutela diferenciada de los consumidores",
Revista de Derecho del Consumidor, 4, 18/04/2018, Cita: IJ-DXXXIII-664.
 (152) BO 12/09/2017, con vigencia desde el 01/02/2018.
 (153) "Pagaré de consumo. Si una obligación de dar dinero emergente de una relación de consumo se
instrumenta en un documento pagaré, se regirá por lo establecido en esta ley y subsidiariamente por lo dispuesto
en otras normas generales y especiales. En todos los casos se aplica el principio de interpretación más favorable
al consumidor. Además de los recaudos establecidos en la legislación especial, el documento deberá contener la
totalidad de la información exigida en el art. 85 de la presente ley. La inobservancia de los requisitos
mencionados, torna inhábil al pagaré como título ejecutivo, defensa que alcanza a la situación jurídica abusiva.
Sin perjuicio de ello, el proveedor podrá acompañar a su demanda ejecutiva, otros documentos suscriptos por el
consumidor, de los que resulte el cumplimiento de la totalidad de las exigencias establecidas en este artículo.
Vencida aquella oportunidad procesal, el ejecutante no podrá ejercer la facultad de integrar el título. Lo previsto
en esta norma será aplicable al supuesto en que el pagaré de consumo haya sido transmitido a un tercero".

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