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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LAEDUCACIÓN


UNIVERSITARIA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LASRELACIONES
INTERIORES, JUSTICIA Y PAZ
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTALDE LA SEGURIDAD
CENTRO DE FORMACIÓN FALCÓN

Docente: Autores:

Dr. Yoel Sánchez Humberto Lugo C.I. 10.973.213


Jesús Burgos C.I. 13.723.228
Raúl Saavedra C.I. 12.587.626

SANTA ANA DE CORO, ABRIL DE 2021


INTRODUCCIÓN

La seguridad ciudadana es un problema complejo; recuperar los niveles de paz


social y convivencia ciudadana propias de los estados y municipios de nuestro país. Para
enfrentar el principal problema del país, correspondiendo avanzar en materia de prevención
de la violencia, mejorar las medidas de control policial, ser más rápidos y justos en la
aplicación de la ley, avanzar en la modernización de la policía, asegurar la justa y efectiva
aplicación de la pena, entre otras muchas medidas.

La crisis de la seguridad y su correlativa necesidad de reforma han conducido a que,


en ocasiones, desde los ámbitos de gobierno se formulen recetas simplistas para actuar
sobre los síntomas y no sobre las causas, conocidas en el ámbito anglosajón como la
búsqueda de la paz y de la armonía.

En este sentido, ya que la seguridad es un pre requisito básico para que las personas
puedan satisfacer sus necesidades básicas y desarrollar sus potencialidades como seres
humanos se ha constituido como un Derecho Humano exigible; como tal obliga éticamente
a las personas a ofrecer seguridad sobre los demás. En cuanto al Derecho Humano es
irremediablemente, también una obligación humana.

La seguridad ciudadana se ha convertido en uno de los grandes desafíos de las


sociedades contemporáneas. El impacto del fenómeno sobre la calidad de la vida de los
ciudadanos obliga a los gobiernos nacionales y locales y a los sectores organizados de la
sociedad, a diseñar esquemas alternativos a los existentes que, siendo en su cometido de
disminuir los niveles de inseguridad, no sacrifiquen el avance de la Democracia y el respeto
por los Derechos Humanos y las Garantías Ciudadanas.
POLÍTICAS PÚBLICAS EN EL SISTEMA POLICIAL VENEZOLANO

Los rasgos más importantes de la nueva reforma policial.

La Comisión Nacional para la Reforma Policial en Venezuela se propuso como


objetivo alcanzar una policía definida por su “función indelegable, civil, que opera dentro
del marco de la Constitución Nacional y de los tratados y principios internacionales sobre
protección de los derechos humanos, orientada por los principios de permanencia, eficacia,
eficiencia, universalidad, democracia y participación, control de desempeño y evaluación de
acuerdo con procesos y estándares definidos y sometida a un proceso de planificación y
desarrollo conforme a las necesidades dentro de los ámbitos territoriales, estadal y
municipal”( Gabaldón y Antillano, 2007, II: 237). En un documento posterior, se señaló
como propósito de la labor de la Comisión “construir un nuevo modelo policial que rindiera
cuenta de los desafíos que debe encarar la policía en el proceso de democratización e
inclusión social que vive el país y por tal, se adecue al marco de un Estado Democrático y
Social de Derecho y de Justicia” (Conarepol, 2007: 1).

Estas formulaciones generales dieron lugar a medidas concretas que apuntaron a


elementos claves en la trasformación de la policía en los términos planteados: su ajuste a los
derechos humanos, el desarrollo de mecanismos eficientes y democráticos de rendición de
cuentas, la adecuación de las tácticas y métodos de actuación policial y procesos de
cambios organizativos.

El proceso de reforma le otorga particular cuidado a la creación de mecanismos


democráticos y eficientes de rendición de cuentas y control, como fórmula para lograr
mayor gobernanza sobre la policía, reducir la ocurrencia de eventos indeseados y posibilitar
cambios en otras esferas de su actividad. El diagnóstico realizado por la CONAREPOL dio
cuenta de severas debilidades en el control y rendición de cuenta de las distintas policías
(Antillano, 2007: 103-112). Aparecen como rasgos centrales de la policía venezolana la
confusión entre decisiones operativas y organizativas del servicio de policía y las decisiones
políticas, lo cual supone un bajo grado de profesionalización y autonomía y un alto grado
de dependencia e injerencia de los mandos políticos en las decisiones propiamente
policiales.
Incidencias de las nuevas reformas policiales en el diseño de políticas públicas. De
ejemplos.

Por un lado, se diferencia entre autoridades políticas, responsables de trazar las


líneas estratégicas y políticas de seguridad ciudadana, definir las metas, prioridades e
indicadores de desempeño, y designar a los directivos de los cuerpos policiales, y las
autoridades policiales, encargadas de la ejecución de estas políticas, normas y estándares,
así como responsables de las decisiones operativas y organizacionales de las policías. Por
otra parte, se crea un Consejo Nacional de Policía, como instancia de definición,
planificación y coordinación de las políticas públicas sobre seguridad ciudadana y policía,
conformada por el ministro del Interior y Justicia y representantes de los gobernadores, los
alcaldes, el Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo.

Este Consejo tiene como tarea formular las políticas públicas en materia de policía
y los planes de seguridad ciudadana, definir estándares para el servicio policial, supervisar,
certificar o descertificar a las distintas organizaciones policiales y asegurar la coordinación
entre ellas. En el proyecto de Decreto Ley sobre Policía Nacional y el Servicio de Policía
(Venezuela, 2008), la figura del auditor policial es fundida con la del Comisionado General
de Policía a través de la Defensoría Delegada del Pueblo para los Derechos Humanos.

Retos del sistema policial venezolano frente a los nuevos modelos de gestión
organizaciones.

Uno de los retos es la necesidad de promover cambios en la estructura organizativa


y carrera policial, con miras a lograr cuerpos menos centralizados, menos militarizados, con
mayor flexibilidad organizativa y funcional y más profesionales. En Venezuela, las
recomendaciones sobre este tema se dividen entre las que configuran la organización y
estructura del nuevo sistema de policía (creación de estructuras encargadas de la rectoría,
coordinación y gestión del sistema en su conjunto, distinción de funciones y competencias),
y aquellas que competen a la estructura y organización de cada cuerpo policial singular
(estandarización de los rangos entre las distintas policías y reducción de su número,
diferenciación entre la instancia que conoce las infracciones disciplinarias y la que decide
sobre las mismas, etc.) (Gabaldón y Antillano, 2007, II: 242, 248).
En esta propuesta se puso especial atención en los diversos aspectos de la carrera
policial (reclutamiento y selección; formación y adiestramiento, ascenso y retiro,
condiciones y beneficios laborales), sugiriendo su estandarización, profesionalización (en el
sentido de reducir la discrecionalidad e injerencia externa) y su adecuación a los objetivos y
contenidos generales de la reforma. En el caso venezolano, la relativa poca presencia
policial en el proceso de reforma, con muchos cuerpos de diverso aspecto organizacional,
menor profesionalización y tradición, dentro de un marco de confrontación política y de
reformas constitucionales, es de alguna manera explicable. Esta poca presencia debe ser
superada. Ninguna reforma llegará a ningún punto sin la activa participación de la policía.

En términos generales, la planificación en la gestión de la seguridad ciudadana en las


organizaciones policiales debe ser considerada a priori de toda actividad orientada al logro
de los objetivos formulados a través de un plan preconcebido, abierto y continuo, en
funciones de las labores administrativas. Ahora bien, luego de haber realizado un análisis
referencial acerca de la planificación en la gestión de la seguridad ciudadana dictaminando
la importancia de esta para el logro de una gerencia de alta calidad.

En conclusión, la planificación proporciona a la gestión de seguridad ciudadana


información susceptible a las necesidades y expectativas presentes en la institución,
permitiéndole detectar debilidades y amenazas, para obtener una significativa función
administrativa en su organización.

El gobierno central y las autoridades locales tendrán que definir las políticas públicas
de seguridad y convivencia ciudadana pertinentes mediante una apropiada toma de decisión
en la gestión que estas instituciones policiales requieren, buscando mayores niveles de
seguridad ciudadana, involucrando no sólo a la Policía, sino también a políticos,
autoridades, medios de comunicación, comunidad para construir el equipo de Gestión que
creen las condiciones de vida digna que prevengan las acciones violentas.

Las nuevas tendencias del sistema policial frente a los planteamientos establecidos por
los organismos internacionales en materia de seguridad ciudadana. UNASUR, ALBA,
OTROS.
Venezuela ha supuesto grandes cambios de avances observados como las
relaciones internacionales han tenido un carácter prioritario con Colombia, la comunidad
Andina, Brasil, Caribe y Centro América. Con la unidad de los diferentes convenios
MERCOSUR, ALBA, UNASUR, CELAC, tiene carácter cooperación y solidaridad,
estratégico del gobierno venezolano en la comunidad internacionales Intereses nacional. En
la búsqueda de las mejores soluciones, en el marco del respeto a los derechos humanos, el
ejercicio democrático, el progreso integral, la paz y la convivencia ciudadana e
internacional. CELAC aspira ser el espacio equilibrado necesario para el debate clarificador
y el encuentro de ideas, que puedan convertirse en sugerencias válidas para estimular el
desarrollo armónico creador y la calidad de vida de nuestros Pueblos.

En cuanto al ALBA Tiene como objetivo la transformación de las sociedades


latinoamericanas, haciéndolas más justas, culta, participativa y solidaria. Además fomenta
la calidad de vida y la participación entre los pueblos para la conformación de su propio
destino. De esta misma manera, el objetivo de la UNASUR es la cooperación económica y
comercial para lograr el avance y la consolidación de un proceso innovador, dinámico,
transparente, equitativo y equilibrado, que contemple un acceso efectivo, promoviendo el
crecimiento y el desarrollo económico que supere las asimetrías mediante la
complementación de las economías de los países de América del Sur, así como la
promoción del bienestar de todos los sectores de la población y la reducción de la pobreza.

En este orden de ideas, el objetivo de la ONU es mantener la paz internacional y la


seguridad; desarrollar relaciones amistosas entre las naciones basándose en el respeto por el
principio de igualdad de derechos y auto determinación de las personas; cooperar en
resolver los problemas internacionales económicos, sociales, culturales y humanitarios y
promover el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales; y servir
como centro para armonizar las acciones que las naciones lleven a cabo para obtener estas
metas. Mientras que la OEA tiene como objetivo fortalecer la paz y seguridad, consolidar la
democracia, promover los derechos humanos, apoyar el desarrollo social y económico y
promover el crecimiento sostenible en América. En su accionar busca construir relaciones
más fuertes entre las naciones y los pueblos del continente.
Las organizaciones internacionales mencionadas anteriormente, son elementos de
la geopolítica tomadas en cuenta en la función policial porque son el marco legal
internacional en la elaboración de los manuales y protocolos de actuación policial,
motivado a que la historia contemporánea de Venezuela registra diversas prácticas
policiales inadecuadas que han dejado en evidencia una profunda carencia de valores, de
principios morales, y un fuerte desapego al respeto de los derechos humanos por parte del
funcionariado policial. Dichos modos operandi se derivaron, en parte, del modelo de
formación policial con enfoque militarista impartido a los integrantes de los cuerpos
policiales. Entre ellos, destacan: el uso indebido o excesivo de la fuerza, la aplicación de
técnicas y procedimientos sin diferenciar los casos en los que se producían daños y
perjuicios a la población, y un alto grado de corrupción policial.

Sin embargo, el concepto de seguridad ciudadana abarca, de acuerdo al Texto


Constitucional de 1999, el derecho de protección que tiene el pueblo venezolano frente a
todas las situaciones de amenaza, vulnerabilidad y riesgo, tanto de su integridad física como
de sus propiedades; también, incluye el disfrute de las garantías y los derechos
constitucionales. Por ello, se ha erigido como una de las principales responsabilidades y
competencias del Estado venezolano.

A fin de brindar confianza y certidumbre a la ciudadanía en general, el gobierno


bolivariano ha diseñado e implementado políticas y planes que permitan, en primer lugar,
mantener y restablecer el orden público ─esto es, prevenir o represar el delito y la
violencia─; en segundo lugar, pero no menos importante, dar respuestas efectivas frente a
diversas emergencias y desastres.

Por ello, es menester que la estructura del gobierno responsable de esta política
pública cuente con funcionarias y funcionarios técnico-políticos formados en las distintas
profesiones relacionadas con la seguridad ciudadana, quienes deben estar debidamente
capacitados para:
• Acudir al llamado que se les haga ante situaciones peligrosas para la colectividad.
• Precisar y decidir sobre las áreas relacionadas con la seguridad ciudadana.
• Realizar un control político eficaz sobre las medidas que se implementen para la
protección de la integridad física y propiedades de las personas o grupos que
integran la sociedad venezolana.
• Habilitar y facilitar el funcionamiento de mecanismos de participación de las
comunidades que hagan efectivas las acciones de control para favorecer la
transparencia y rendición de cuentas por parte de los responsables de las
instituciones a cargo de la política pública de seguridad ciudadana.

La policía proporciona una primera línea del sistema de codificación o definición a


través del cual gran número de personas son procesadas y referidas a otras agencias de
control cooperadoras o simbióticamente dependientes. De allí se generan dos resultados: los
policías actúan como quienes “establecen tendencias”, en cuanto a la definición de las
desviaciones (infracciones controlables), y se beneficia de la codificación de apoyo
proporcionada por otras agencias dentro de la red de control social.

Son muchos los factores que dan forma a la aplicación del derecho, pero todos
ellos reflejan la organización política de la sociedad. La distribución de poder y autoridad,
además de la lucha por la justicia, o por una aplicación igualitaria de la ley, tienen una
influencia directa sobre las tendencias en la aplicación del derecho. Los rasgos de la policía
y la política dentro de la comunidad están estrechamente entrelazados.

En este momento se necesita reflexión sobre el tema de la seguridad y su


repercusión en las políticas en torno a la articulación de las expectativas ciudadanas, las
necesidades puntuales sobre el tema de la seguridad y los recursos disponibles por parte del
Estado para enfrentar las necesidades sociales. Esto contribuiría a diseñar una política
viable que se adapte a las tendencias actuales en materia de seguridad ciudadana.
CONCLUSIONES

Luego de realizar un análisis exhaustivo de dicho tópico se concluyó que; la


seguridad ciudadana, no es problema exclusivo de los cuerpos policiales, sino parte de una
problemática global que incluye también al Estado. En efecto, las deficiencias y debilidades
institucionales del Estado de Derecho constituyen una amenaza “interna” contra la
seguridad ciudadana. Por supuesto, las condiciones de pobreza, desigualdad, exclusión
social, narcotráfico, corrupción, etc. son igualmente serias, pero es el Estado el que tiene
que contrarrestar estas condiciones garantizando la seguridad ciudadana mediante una
legislación apropiada, con instituciones capacitadas, que hagan cumplir las leyes
eficazmente.

Es por ello, que la gestión de seguridad ciudadana origina el cambio en los cuerpos
policiales, concibiéndolos como parte de la comunidad, los cuales con la utilización de las
herramientas de la seguridad ciudadana, orientan su función hacia el bien común con el fin
de reducir los índices delictivos y mejorar la imagen y eficiencia de la institución policial a
través del servicio de la Policía.

La planificación para la seguridad ciudadana, es el instrumento que nos permitirá


estudiar ordenadamente los problemas y necesidades de los vecinos para luchar contra el
delito. Por ello, es fundamental la selección de las estrategias y actividades por realizar y
cuáles deben ser sus características para que sean realmente efectivas. Así pues, la
planificación muestra cómo se deben aplicar las estrategias en el quehacer diario: tienen que
ser flexibles y adaptarse a condiciones cambiantes. La planificación es un círculo continuo
que nunca debe terminar, por lo que debe ser vigilada periódicamente, revisada y
modificada de acuerdo con los resultados internos y externos de los hechos.

Estas instituciones tienen como fundamento la toma de decisiones de carácter


estratégico, lo cual es posible cuando se cuenta, por un lado, con un instrumento ágil e
idóneo que les provea de estudios e información, y por el otro, cuando se logran alcanzar
niveles de coordinación interinstitucional para el manejo de datos y la definición de
acciones especializadas para enfrentar las distintas problemáticas que afectan tanto la
convivencia como la seguridad ciudadana. Es por ello, que el seguimiento de los hechos
que afectan la convivencia y la seguridad ciudadana, debe aportar a las administraciones
nacionales y locales argumentos para la toma de decisiones en materia de prevención y
control de la violencia y la delincuencia.

Los mecanismos utilizados para implementar las reglas establecidas en la


Seguridad Ciudadana. Pueden dividirse en tres categorías: prevención, detección y
recuperación. En cada grupo existen varios mecanismos de seguridad cuya misión consiste
en paliar o reducir las amenazas concretas a la seguridad. Seguidamente, los mecanismos de
prevención intentan evitar que se produzcan violaciones de seguridad durante el
funcionamiento del sistema. Los mecanismos de detección se utilizan para detectar intentos
y violaciones de la seguridad en el momento o después de producirse. Los mecanismos de
recuperación hacen su aparición cuando se ha producido una violación de seguridad, y su
función es la de devolver el sistema al estado en que se encontraba antes del ataque.

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