Está en la página 1de 18

DERECHO PENAL Y CIENCIA PENAL

INDICE
INTRODUCCIÓN.......................................................................................................................2
DERECHO PENAL Y CIENCIA PENAL................................................................................3
1. CONCEPTO DE DERECHO PENAL.............................................................................3
2. POR QUÉ EL DERECHO PENAL..................................................................................3
3. PRINCIPIOS DEL DERECHO PENAL...........................................................................5
4. CONSIDERACIONES SOBRE ASPECTOS DEL CONOCIMIENTO PENAL..........6
4.1. LA DOGMÁTICA JURÍDICO PENAL.....................................................................7
4.2. LA CRIMINOLOGÍA..................................................................................................8
4.3. DE LA POLÍTICA CRIMINAL..................................................................................8
5. FUNDAMENTOS...............................................................................................................9
5.1. EL CONTROL PENAL Y EL PROCESO PENAL.................................................9
5.2. LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO Y EL PROCESO PENAL....11
6. SELECCIÓN DEL PROBLEMA....................................................................................12
7. RESPONSABILIDAD CIVIL Y DERECHO PENAL...................................................13
8. EL MODELO INTEGRADO DE CIENCIA PENAL.....................................................14
9. GENERALIDADES RESPECTO DE LAS FUNCIONES Y MISIONES DEL
DERECHO PENAL.................................................................................................................15
10. LAS MISIONES DEL DERECHO PENAL...............................................................15
11. FUNCIÓN SIMBÓLICA DEL DERECHO PENAL..................................................15
CONCLUSIONES....................................................................................................................16
BIBLIOGRAFIA.......................................................................................................................17

Página 1 de 18
DERECHO PENAL Y CIENCIA PENAL

INTRODUCCIÓN
El objetivo central de este trabajo es realizar un análisis de los principios
axiológicos del derecho penal a la luz de los cambios que podría dársele al
sistema penal, y en la necesidad del principio de la intervención penal mínima,
así como, la participación de los diferentes actores de la sociedad, y muy
especialmente desde la academia, para esbozar líneas de investigación y de
estudios que pueden llevarse a cabo en desarrollo futuros.
El derecho penal es una rama del derecho, por lo que plantear su
concepto presupone inevitablemente aludir al concepto mismo del derecho en
general. Ahora bien, el concepto del derecho está muy lejos de ser inequívoco.
Por una parte, la filosofía del derecho puede abordar esta cuestión con
perspectiva distinta a la que ha de adoptar la teoría general del derecho, en la
medida en que ambas disciplinas se aproximan al derecho con objetivos
distintos. Por otra parte, el examen de las definiciones del derecho que se
proponen dentro de cada uno de esos dos niveles muestra la enorme variedad
de sentidos en que se puede entender el derecho. Puede decirse que cada
dirección filosófica y metodológica concibe en términos diferentes el concepto
de derecho.
En Venezuela, actualmente la discusión de la reforma al código penal
constituye una especial connotación; sobre todo, por los altos índices de delitos
violentos que se vienen cometiendo en los últimos años, hasta la incursión de
nuevas formas de conductas que afectan bienes jurídicos protegidos que aún,
no están tipificado en el Código Penal como hecho punible, lo cual hace
imposible la lucha eficaz contra está nueva forma de criminalidad y su
correspondiente penalización.
El derecho penal mínimo y la protección del bien jurídico, deben estar
dentro de la esfera de protección de un Estado Democrático, Social y de
Derecho, regido alrededor de principios y garantías. La nueva forma de
criminalidad y su desbordamiento ha creado una matriz de información en torno
a los cambios del Código Penal para frenar la delincuencia, y que estos
cambios configuran el núcleo central de este estudio acerca del fundamento del
derecho de castigar por parte del Estado.

Página 2 de 18
DERECHO PENAL Y CIENCIA PENAL

DERECHO PENAL Y CIENCIA PENAL


1. CONCEPTO DE DERECHO PENAL
Tradicionalmente se ha conceptualizado al Derecho penal como un
conjunto de normas establecidas por ley, que describen
comportamientos considerados graves o intolerables y que amenaza con
reacciones represivas como las penas o las medidas de seguridad. Esta
noción, en un primer momento, ofrece garantías de libertad al reconocer
el principio de legalidad al que se encuentra sometido el Derecho penal y
separar del derecho la influencia de la moral y la religión. Sin embargo,
lo que se ofrece con esta primera concepción es tan sólo ubicarnos en el
aspecto forma del tema. Detrás de ello surgen problemas como el de
decidir qué comportamientos deben recibir graves castigos; sobre dónde
reside la legitimidad para decidir entre lo bueno y lo malo, para luego
convenir en cuánto y cómo ha de consistir la represión de tales
conductas, para finalmente observar los beneficios obtenidos al control
social y a partir de
ello su conformidad o crítica. Las dudas, lógicamente, están presentes
en todas estas etapas. En lo que sí estamos conformes es qué se tiene
que reaccionar empleando el castigo, si es que queremos sobrevivir
como grupo dentro de un orden social. El caos y la propia destrucción
del sistema serían las consecuencias inevitables si es que no se recurre
a esta medida. En un sentido más amplio, el Derecho penal así
observado se traduce en un mecanismo de preservación del orden
social.
2. POR QUÉ EL DERECHO PENAL
A través de la historia los máximos exponentes del derecho penal como,
Cesar Becaria, Francesco Carrara, Zaffarroni, Ferrajoli y otros, han
buscado el porqué de la razón que justifica la existencia del derecho de
castigar, que tiene el Estado, lo cual ha traducido las siguientes
preguntas como: ¿En virtud de qué lo ejerce? ¿En dónde están esos
fundamentos? Estas preguntas han sido planteadas y replanteadas y
han sido contestada de acuerdo con la escuela tradicional.

Página 3 de 18
DERECHO PENAL Y CIENCIA PENAL

El derecho penal, según Ferrajoli es una definición, comprobación y


represión de la desviación, está forma sea cual fuere el modelo
normativo y epistemológico que la informa, se manifiesta en restricciones
y constricciones sobre las personas de los potenciales desviados y de
todo aquellos de los que se sospecha o son condenados. Estas
restricciones según lo señalado por el autor lo hacen sobre la base de
tres formas: La primera, consiste en la definición o prohibición de los
comportamientos clasificados por la ley como desviados y por lo tanto en
una limitación de la libertad de acción de todas las personas. Segundo:
consiste en el sometimiento coactivo a juicio penal de todo aquel que
resulte sospechoso de una violación de las prohibiciones penales.
Tercero: Consiste en la represión o punición de todos aquellos a quienes
juzgue culpables de una de dichas violaciones”. La doctrina de la
justificación, y el modelo axiológico del derecho penal, ésta centrada en
la pregunta ¿Por qué castigar? Esta pregunta estaría orientada en una
respuesta de carácter imperativa en el sentido que Ferrajoli, señala “que
la concepción
sustancialista y éticos correccionales de distintos tipos acerca del fin de
la pena por lo general está ligadas a concepciones igualmente
sustancialista del delito y de la verdad judicial”. Así mismo, podría
considerarse las concepciones formales del delito y de la pena en
concordancia con la verdad procesal.
Cabanella (1979) define a la Defensa Social como “aquella que surgió en
el siglo XIX, con amplio impulso renovador, en cuanto al fundamento y
fin de la facultad punitiva del Estado, se inspira en el sentimiento social
de condenación del delito, y con miras de aplacarlo”. La base doctrinal
se encuentra en la Escuela Positiva italiana de Derecho Penal. Sus
finalidades consisten en preservar a la sociedad del peligro representado
por el criminal, satisfacer al perjudicado, evitar la venganza y proteger la
legitima libertad colectiva.
La Constitución Bolivariana de Venezuela, consagra un articulado que
puntualiza los derechos fundamentales de la persona, donde estos
derechos pasaron a forma parte de manera estrechamente relacionada
con los principios fundamentales de nuestro sistema democrático, al

Página 4 de 18
DERECHO PENAL Y CIENCIA PENAL

incorporar el respeto irrestricto de los derechos humanos, como


Principios
fundamentales, de nuestra constitución de 1999, donde Venezuela se
constituye en un Estado democrático y social de derecho y de justicia
que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de
su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la
democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de
los derechos humanos, la ética y el pluralismo político. Es por ello, que a
partir del Artículo 44, y siguientes de la Constitución. Se inicia Así: “El
derecho a la vida es inviolable” el derecho a la libertad personal, es
inviolable, en consecuencia, ninguna persona puede ser arrestada o
detenida sino en virtud de una orden judicial, a, menos que sea
sorprendida infraganti. En este caso será llevada a la autoridad judicial,
en un tiempo no mayor de cuarenta y ocho (48) horas a partir del
momento de la detención. se puntualiza de manera precisa, los derechos
de carácter penal de toda persona humanan dentro del territorio
nacional.
Francesco Carrara (1957), señala y defiende “el jurado de conciencia
como participación de los individuos en las decisiones de la justicia en
una sociedad democrática. Tan en alto tiene dicha institución, que
pregunta ¿Acaso no se sabía desde hace tiempo que el cuadrilátero de
las libertades constitucionales se levanta sobre la guardia nacional, los
jurados, la prensa libre y el Parlamento?”.
3. PRINCIPIOS DEL DERECHO PENAL
Los principios que deben regir el derecho penal deben estar en unas
normas rectoras, que sean reconocidas como principios rectores de
nuestra legislación penal, por su fundamental sentido del derecho penal,
el cual debe este guiado por normas rectoras y donde se encuentra
preceptos orientados en la legalidad, tipicidad, antijuridicidad y
culpabilidad, que poseen el doble carácter de principios del derecho
penal venezolano y elementos del concepto general e institucional de
delito.
Según el estudio de la teoría del delito, en Venezuela, se comienza con
los principios rectores y solo puede moverse dentro de ellos. Los

Página 5 de 18
DERECHO PENAL Y CIENCIA PENAL

principios establecidos en la Constitución del 1999, por primera vez, los


derechos humanos no solo son reconocidos sino llamados a
garantizarlo, y donde el Estado se responsabiliza a hacer cumplir su
plena vigencia, y sancionar al responsable de delitos contra los derechos
humanos, estableciendo la imprescriptibilidad de las referidas acciones
penales derivadas de esta clase de delito, que son reconocidos en la
referida constitución más los establecidos en los tratados
internacionales, que tienen como base mínima la justicia social y
seguridad jurídica tanto formal y material para la legitimación de un
Estado Social de Derecho.
4. CONSIDERACIONES SOBRE ASPECTOS DEL CONOCIMIENTO
PENAL
Ha sido una constancia, sobre todo en el último siglo, la lucha de
escuelas
para tratar de imponer, siempre, una dirección metodológica en el
Derecho penal. Presentándose así, la dogmática jurídico penal vigente, a
decir de Muñoz Conde, “conforme a unos criterios en parte basados en
el derecho positivo, en parte con miras trascendentes y fundamentos
filosóficos más allá del propio Derecho penal positivo, ha ido creciendo
en importancia hasta el punto de que hoy prácticamente no hay penalista
o profesor de Derecho penal que no explique esa ciencia conforme a
dicho método”. Sin embargo, no son pocos los penalistas que sostienen
que la lucha de escuelas se ha caracterizado hasta hoy como una “lucha
estéril” al asentar el estudio del objeto del Derecho penal sobre
consideraciones exclusivamente dogmáticas. De allí que se cuestione la
importancia y valor que se le ha dado a la dogmática del Derecho penal
en estos últimos años, en detrimento de otras cuestiones más
importantes y con consecuencias prácticas inmediatas, como son los
problemas de la eficacia y de las clases de penas, descriminalización y
criminalización como centro de gravedad de la política criminal.
Indudablemente el mejor conocimiento de las ciencias sociales, incluso
la
consideración del derecho como una ciencia social, ubica al Derecho
penal como un instrumento de control social y, por tanto, el compromiso

Página 6 de 18
DERECHO PENAL Y CIENCIA PENAL

del Derecho penal de elaborar sus categorías jurídicas y su sistema


desde la preocupación por los presupuestos sociales que se derivan del
mismo. De estas consideraciones surge el deseo de acercar al Derecho
penal a la realidad social sobre la cual se dirige. El Derecho penal,
entonces, ha de estudiarse ubicando al mismo en el marco de todo
proceso de control social y del que el contenido concreto de las normas
es sólo una parte. caso contrario es posible que nos encontremos con “lo
que es verdad jurídicamente y lo que es verdad empíricamente”.
El estudio científico del Derecho penal demanda una incursión analítica
del instrumento normativo de que él se sirve, a través de la dogmática
jurídico penal, un análisis de las raíces y factores determinantes de la
criminalidad, el análisis de la criminalidad como un dato fáctico o una
producción de la propia sociedad mediante el empleo de sus
mecanismos de control, lo que remite a la criminología y un análisis de
las razones histórico-sociales que viven latentes por detrás de las
formulaciones penales y que les conducen de una u otra forma a un
análisis de la política criminal.
4.1. LA DOGMÁTICA JURÍDICO PENAL
La expresión dogmática viene de dogma que se traduce en una red
inquebrantable de conceptos. El positivismo jurídico marca el inicio
de la dogmática penal. El objeto de análisis del Derecho penal era el
derecho positivo. Los preceptos penales constituían una “realidad”
auténtica, unos “dogmas inamovibles” que era posible estudiar
científicamente, de ahí su denominación. La primera tarea que tiene
la dogmática jurídico-penal es la de conocer el sentido de los
preceptos penales, siguiendo las pautas de una elaboración
sistemática. En realidad, el aparato dogmático jurídico-penal, con el
positivismo jurídico, era comprendido como una gramática
interpretativa del Derecho penal, como una forma de interpretar el
Derecho penal, de la cual era posible extraer categorías y conceptos
generales que permitan la confección de un sistema ordenado para
la absorción y cualificación de los hechos subsumiéndolos a las
normas.

Página 7 de 18
DERECHO PENAL Y CIENCIA PENAL

En América Latina, también se vivió, en un determinado, una


intensificación perniciosa del aislamiento científico en relación con las
corrientes criminológicas y político criminales. Ello es así, porque
antes de preocuparnos por construir una dogmática que respondiera
a nuestra realidad social, nos caracterizábamos más por la
fascinación de la importación dogmática. Así, por ejemplo, el
positivismo jurídico se transmite hasta la doctrina penal
Sudamericana de forma tan intensa a punto de generar expresiones
como la de Nelson Hungría, en la conferencia inaugural del 1º
Congreso Nacional del Ministerio Público, en São Paulo 1942,
incitando a los penalistas a que no permitieren la interacción de la
dogmática con otras ciencias: “el Derecho penal es para los juristas,
exclusivamente para los juristas. Por cualquier indebida intromisión
en nuestro Lebensraum, hagamos resonar, en toque de rebate,
nuestros tambores y clarines”. En América del Sur esto ha producido
décadas de retraso científico en el análisis crítico de la dogmática en
diálogo con nuestra realidad, excepto por unas pocas voces más
conectadas con la criminología.
4.2. LA CRIMINOLOGÍA
La criminología constituye el más preciado legado de la escuela
positiva italiana. En un determinado momento histórico, coincidente
con el positivismo, el Derecho penal empieza a sufrir un cambio de
direccionamiento. Si hasta entonces el estudio del delito se
concretizaba en el estudio de la norma, pasa a ocuparse del
delincuente. El hombre o delincuente constituye el centro de atención
de la ciencia penal.
La criminología de hoy en día no es la misma tal como aparece en el
siglo XIX bajo el signo del positivismo sociológico, sino que ha
ampliado considerablemente sus objetos específicos de estudio,
todos ellos teniendo como núcleo central la criminalidad, lo cual
tiende a convertirse en un importante punto de referencia para la
política criminal y para la propia dogmática jurídico penal.

Página 8 de 18
DERECHO PENAL Y CIENCIA PENAL

4.3. DE LA POLÍTICA CRIMINAL


La multiplicidad de sentido atribuida a la política criminal genera
eventuales confusiones en la actualidad. Sin embargo, a manera de
resumen podemos dividirlas en dos. Por un lado, la política criminal
puede ser entendida como una actividad del Estado, en materia
criminal; y, por otro lado, se le puede considerar como una actividad
científica, que tiene como objeto el estudio de todas las fases de la
actividad del Estado sobre la política criminal que adopte.
La Política criminal como actividad del Estado forma parte de la
política
general del mismo. Dentro de un Estado de derecho, social y
democrático uno de los fines que le corresponde al mismo Estado es
el de ofrecer los medios para una convivencia pacífica y a partir de
ella permitir el desarrollo armónico de las demás actividades del
mismo.
Precisamente, con relación al fenómeno delictivo el Estado establece
los fines que se tienen que seguir para neutralizarlos y
posteriormente a ello, emplea los medios adecuados a la
consecución de esos fines. Sin embargo, a lo que parece ser
inmediatamente más eficaz, el Estado muchas veces actúa utilizando
el medio de control social más drástico: el Derecho penal “política
criminal”. Pero, los ámbitos de acción de la política criminal son
muchos más amplios de los que corresponden sólo al Derecho penal,
como última ratio, ya que el Estado puede emplear medidas de
política social extrapenales “Política criminal en sentido estricto” que
pretendan incidir sobre el fenómeno delictivo o sobre los
comportamientos desviados que en la mayoría de las veces son más
eficaces que el propio recurso del Derecho penal.
5. FUNDAMENTOS
5.1. EL CONTROL PENAL Y EL PROCESO PENAL
El Derecho penal es un medio de control social que se encuentra
destinado a evitar ("prohibir") la realización de los comportamientos
considerados más reprochables "disvaliosos" de la interacción social,

Página 9 de 18
DERECHO PENAL Y CIENCIA PENAL

por vulnerar o poner en peligro los bienes jurídicos que hacen posible
la convivencia social pacífica (bienestar social).
De ahí que revista interés garantizar el eficaz funcionamiento de
dicho control, pues ello contribuye a lograr la paz social y a garantizar
la protección de los derechos fundamentales.
El funcionamiento del control penal presenta dos momentos: uno
preventivo y otro sancionador o aplicativo. En el primero, a través de
la Ley Penal Sustantiva, se prohíbe a la generalidad de miembros de
la sociedad, la realización de las conductas valiosas (llamadas
"delitos") sobre la base de una doble motivación: preventivo
integrador (prevención general positiva) y coercitiva-intimidatorio
(prevención general negativa. En el segundo momento, a través de la
Ley Penal Procesal, se impone la sanción penal a los sujetos que
han cometido delito y hayan estado en capacidad y condiciones de
acceder normalmente el contenido del mensaje normativo
(culpables).
En una perspectiva realista, uno de los caracteres centrales del
control penal es su alto grado de violencia. Los instrumentos que se
han previsto para el cumplimiento de sus fines - las penas y medidas
de seguridad representan la injerencia más violenta que el Estado
Democrático de Derecho se puede permitir en el ámbito de los
derechos y libertades fundamentales de la persona humana.
De ahí que, la actuación del control penal se encuentre reservada en
exclusiva al Estado, y sea éste el único que puede prohibir
comportamientos y amenazarlos con penas; así como, efectivizar la
sanción, en los casos en que la norma resulte infringida. Frente a un
delito cualquiera, no va ser posible que el autor o la víctima acuerden
la aplicación de la sanción o que el agraviado la imponga (con
razones o por la fuerza), pues ello es potestad estatal.
De ahí que cuando se comete un delito, surge la función de
persecución penal dirigida a aplicar la sanción al autor. Pero como
dicha reacción estatal puede ser desproporcionada en razón del
contenido de violencia, y afectar indebidamente los derechos
fundamentales, se hace necesario que la aplicación de la referida

Página 10 de 18
DERECHO PENAL Y CIENCIA PENAL

consecuencia penal se haga, en el marco de un conjunto de


garantías que cautele la correcta aplicación del derecho penal,
excluya la arbitrariedad y proteja los derechos fundamentales.
En tal sentido, surge la garantía del juicio previo, con la finalidad de
establecer como condición para la aplicación de la consecuencia
penal, la existencia previa de un juicio previo, en donde la persona
acusada de delito pueda ejercer su derecho de defensa y oposición
frente a la pretensión penal estatal. Por consiguiente, a partir de ese
momento, el Estado para aplicar la pena a una persona, deberá
acreditar su culpabilidad dentro del juicio previo "no hay pena sin
juicio", "no hay pena sin culpa".
Conforme lo demuestra el análisis histórico de los sistemas
procesales, el juicio previo siempre ha expresado la ideología de
cada forma de Estado, así por ejemplo, un Estado autoritario tiene un
juicio previo autoritario; por ello, no es suficiente garantía para los
derechos fundamentales el juicio previo, ya que en experiencias de
Estados autoritarios, dicho juicio previo se convirtió en la máxima
expresión de violencia sancionadora, que era expuesto incluso al
público, como muestra de lo que le podría pasar a todo el que
cometiera "delito". Recordemos que, en el sistema inquisitivo, el
proceso penal era más temido, que la propia pena.
Sólo se podrá concebir un juicio previo garantista, si es que dicho
juicio resulta ser expresión de un Estado democrático de Derecho, en
donde la Constitución se convierta en la norma fundamental que
limite eficazmente el ejercicio del poder estatal y a su vez garantice la
protección de los derechos fundamentales.
5.2. LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO Y EL PROCESO
PENAL
Uno de los principios más importantes del ordenamiento jurídico,
conforme a su concepción moderna, se encuentra en la ubicación de
la Constitución Política del Estado como la norma fundamental de
una Nación. La Constitución se constituye en la norma jurídica de
mayor valor (jerarquía) para la regulación de la vida en sociedad y
condiciona la validez de todas las normas que le son inferiores, sea

Página 11 de 18
DERECHO PENAL Y CIENCIA PENAL

en cuanto al procedimiento que se debe seguir para su vigencia,


como en cuanto a su contenido material y a su aplicación.
Todos los sectores del ordenamiento jurídico se encuentran
fuertemente vinculados por la Constitución, y desde luego, aquél
sector del ordenamiento que regula el juicio previo, es decir, el
Derecho Procesal Penal, que posee una vinculación muy intensa y
de naturaleza especial.
Uno de los caracteres esenciales de la persecución penal, radica en
el hecho de que se trata de una función exclusiva del Estado, que
necesariamente va a incidir (comportando restricciones y riesgos) en
el ámbito de las libertades y derechos fundamentales de la persona
humana. Y como se verá, es en la Constitución Política en donde se
define y configura jurídicamente dicha función estatal, en sus
diversos sectores de actuación (especialmente en el penal).
Asimismo, en la Constitución se encuentran consagrados los
derechos y libertades fundamentales de la persona humana y las
posibilidades de sus restricciones legítimas. Son estos los factores
que hacen que sea el Derecho procesal penal el que se encuentre
más fuertemente condicionado por la normatividad constitucional, y
que determinan una relación tan especial y sensible entre la
Constitución Política del Estado y el proceso penal.
6. SELECCIÓN DEL PROBLEMA
En nuestro país rige desde 1993 una nueva Constitución, por lo que el
ordenamiento jurídico procesal penal peruano debe de adecuarse a la
nueva Ley fundamental, tanto en lo referente al ejercicio del poder penal,
como en lo referente a los derechos y libertades de la persona en ella
consagrados, sin embargo, existen importantes razones que indican que
esto no vendría ocurriendo así.
Estos indicios de la inconstitucionalidad del proceso penal peruano se
encuentran, principalmente, en las prescripciones destinadas a la
regulación del proceso penal sumario, pero también en importantes
sectores del proceso penal ordinario, como lo veremos más adelante.
Todavía sin realizar un análisis profundo sobre la constitucionalidad de
estas prescripciones, se puede mencionar a manera de ejemplo:

Página 12 de 18
DERECHO PENAL Y CIENCIA PENAL

 El artículo 330 del Código de procedimientos Penales Peruano


prescribe: "la sentencia condenatoria se cumplirá, aunque se
interponga recurso de nulidad", lo que podría contravenir el
derecho fundamental a la presunción de inocencia previsto en el
artículo 2 inciso 24. e. de la Constitución, mediante el cual se
impide que se trate como culpable a una persona a quien se le
atribuye un hecho punible cualquiera que sea el grado de
verosimilitud de la imputación, hasta tanto el Estado, por
intermedio de los órganos judiciales establecidos para exteriorizar
su voluntad en esta materia no pronuncie la sentencia penal firme
que declare su culpabilidad y le someta a una pena.
 El artículo 127 del Código de Procedimientos Penales prescribe:
"Si el inculpado se niega a contestar algunas de las preguntas, el
juez instructor las repetirá aclarándolas en lo posible, y si aquel se
mantiene en silencio, se dejará constancia en la diligencia. El juez
le manifestará que su silencio puede ser tomada como indicio de
culpabilidad", lo que podría contradecir el derecho de defensa
consagrado en el artículo 139 inciso 14 de la Constitución, pues
conforme ha señalado Alberto Binder: "El imputado no tiene el
deber de declarar la verdad. Es decir, sea que declare la verdad o
que oculte información, no estará haciendo otra cosa que ejercer
su derecho a la propia defensa y de ninguna manera
incumpliendo un deber como el que tienen los testigos respecto
de su declaración. Esto significa que el imputado tiene el señorío
y el poder sobre su propia declaración. Consecuentemente, sólo
él determinará lo que quiere o lo que no le interesa declarar".
A estas justificaciones eminentemente normativas se le pueden sumar
otras de carácter práctico. En nuestras facultades, la enseñanza del
Derecho procesal penal se limita a una labor fundamentalmente
exegética de las prescripciones contenidas, sobre todo, en el Código de
Procedimientos Penales y en la Ley Orgánica del Ministerio Público. En
el ámbito de la justicia penal, las argumentaciones esgrimidas por los
defensores poseen el mismo nivel que el arsenal empleado por los
agentes del sistema penal encargados de la criminalización secundaria

Página 13 de 18
DERECHO PENAL Y CIENCIA PENAL

(Poder Judicial, Ministerio Público y Policía Nacional), en ambos


extremos se puede verificar un recurso casi único a las prescripciones
de carácter legal.
Por lo demás, en los primeros años de la década del 90' nuestro país
ingresó en un proceso de reforma de los instrumentos normativos de su
sistema de control social punitivo, teniendo por norte la instauración de
un sistema realmente eficiente, de naturaleza garantista y respetuoso de
la dignidad de la persona humana como fin supremo de la sociedad,
conforme lo exige nuestra Ley Fundamental; sin embargo, el que
corresponde a las normas jurídicas de carácter procesal penal ha sido
postergado en múltiples ocasiones.
7. RESPONSABILIDAD CIVIL Y DERECHO PENAL.
Pero la definición acabada de proponer no sería todavía lo
suficientemente comprensiva como para dar cabida a toda la materia
que integra nuestra disciplina si, como opina RODRÍGUEZ DEVESA, se
incluyese en ella la regulación de la responsabilidad civil derivada de
delito, que se contiene en el Código Penal (arts. 19 y ss. y 101 y ss.).
Esta posición, divergente de la doctrina dominante, se funda en que en
España el art. 1092 del Código Civil remite al Código Penal la regulación
de esa clase de responsabilidad civil. El criterio aglutinante que
permitiría abarcar en el concepto de derecho penal las consecuencias
reparadoras civiles, sería la presencia de un hecho delictivo, penado por
la ley, presupuesto de tales consecuencias. Así interpreto la definición
del derecho penal que RODRÍGUEZ DEVESA propone: "el conjunto de
normas estatales referentes a los delitos y a las penas y otras medidas
preventorios o reparatorias que son su consecuencia.
8. EL MODELO INTEGRADO DE CIENCIA PENAL
Hasta hace algunos años la Dogmática jurídico penal, la Criminología, la
Política criminal y la penología se han presentado y desarrollado como
ciencias independientes sin relación entre unas y otras. Cada una
presentaba un objeto de estudio y un método independiente de las otras,
y preocupadas por sostener para sí los atributos de su cientificidad.
Sin embargo, en la actualidad podemos sostener que existe un marcado

Página 14 de 18
DERECHO PENAL Y CIENCIA PENAL

interés hacia una ciencia penal única en la que se integran todos los
conocimientos normativos, criminológicos y políticos criminales que
tengan como único fin la tarea de lucha contra la criminalidad. Cada
ciencia integrada, eso sí, ofrece, sin ser una menos importante que la
otra, su especialidad hacia la consecución del mismo fin.
En su momento, Von Liszt advertía sobre las fricciones o tensiones
existentes entre la idea del Estado de derecho y el Estado social, entre
las garantías de las libertades individuales y las funciones preventivas
del Estado con relación a la Criminalidad. Pero, si el Estado desea
ejercer una política criminal estableciendo qué conductas deben
tipificarse como delictivas, cómo deben preverse y cumplirse las
sanciones para alcanzar los fines preventivos, etc. para ello debe
conocer el manejo de la dogmática jurídico penal y no sólo ello, sino
someterse a todos los principios garantistas que se establecen en un
Estado de derecho, social y democrático; así también, debe de acoger a
todo el panorama científico que le ofrece la criminología ya que esta
ciencia al permitir el acceso científico a la realidad humana y social
(psiquiatría forense, sociología, etc.) ofrece técnicas más oportunas a la
consecución del control social y
con ello la prevención del delito.
9. GENERALIDADES RESPECTO DE LAS FUNCIONES Y MISIONES
DEL DERECHO PENAL
Una de las preguntas a las inicialmente nos debe responder el Derecho
penal es: ¿para qué establece la sociedad organizada en el estado un
conjunto de normas que amenazan con la aplicación de una pena la
ejecución de determinadas conductas? en primer lugar, debemos
precisar que la doctrina mayoritaria suele emplear la palabra funciones
del Derecho penal para justificar lo que en el plano del debe ser tiene
que reflejar el Derecho penal. Sin embargo, la acepción del término no
es bien empleada por cuanto en el lenguaje sociológico se entiende por
función la suma de las consecuencias objetivas de una cosa, lo que en
el Derecho penal sería los efectos objetivamente reales, aunque no
deseados del sistema. Por ello la utilización del término misiones para

Página 15 de 18
DERECHO PENAL Y CIENCIA PENAL

denominar a las consecuencias queridas y buscadas por el sistema


penal.
10. LAS MISIONES DEL DERECHO PENAL
Se ha dicho mucho sobre las misiones que debe cumplir el Derecho
penal, siendo dominante la opinión que las relaciona con la defensa de
bienes jurídicos. Sin embargo, como lo manifestamos anteriormente, es
bueno distinguir entre función y misión del Derecho penal. Precisamente
la criminología crítica puso atención a aquellas funciones que realmente
cumple el Derecho penal, calificando al mismo como tributario al
mantenimiento del sistema social vigente.
11. FUNCIÓN SIMBÓLICA DEL DERECHO PENAL
Las garantías que se habían conseguido por una lucha de años y que
constituían la base de toda la construcción dogmática del Derecho penal
llamado clásico estas siendo erosionados por el llamado moderno
Derecho penal. Un Derecho penal cargado de inconsistencias y de
constantes fricciones al reconocimiento de las garantías surgidas de la
ilustración que se traducen, incluso, en el campo procesal: la
aceleración y facilitación de procedimientos y la agilización de la
instrucción.

CONCLUSIONES
La reforma al código penal, que se pretende realizar, constituye un paso muy
importante y sustancial para legitimar el poder y el control del Estado frente al
individuo, en este sentido es el camino para la reforma sustancial del Código
penal, el cual debe retomarse y reorientarse en los principios axiológicos y
epistemológicos analizados en el presente estudio, el cual debe orientar a los
legisladores, en la ardua tarea de legislar sobre la materia penal. En este
sentido, se recomienda el análisis de los principios axiológicos analizados, más
la consultar y la participación de todos los sectores que conforma la sociedad
para ser escuchados y observar su realidad para así poder reconocer e

Página 16 de 18
DERECHO PENAL Y CIENCIA PENAL

identificar las situaciones o realidades que se pretenden penalizar, a través de


las conductas que deben tipificarse para adecuarlas más a los hechos punibles
que aquejan a
la sociedad. El desarrollo de este trabajo y el análisis de los principios rectores
del derecho penal, deberían ajustarse a las normas de carácter penal del nuevo
siglo el cual que se inicia, y debe orienta el derecho penal para así realizar los
cambios y trasformaciones en las materias que merece atención entre las
cuales están las que se consideran que deben ser atendidas:
1. Del principio de legalidad,
2. Del concurso aparente de tipos penales,
3. Legítima defensa de terceros.
4. Estado de necesidad,
5. Trastorno mental transitorio,
6. Culpabilidad,
7. Error,
8. Concurso ideal de delitos,
9. Tentativa,
10. Tiempo de perpetración,
11. Posición de Garante,
12. Clases de penas,
13. Medidas de seguridad,
14. Prescripción de la acción y de la pena.

BIBLIOGRAFIA
I. INTRODUCCIÓN A LAS BASES DEL DERECHO PENAL - Prof. Dr.
SANTIAGO MIR PUIG
II. BETANCUR, N.A. Grandes Corrientes del Derecho Penal. Escuela
Clásica. Editorial Linoyipia Bolivia. Santa Fe de Bogotá (Colombia),
1996.
III. CABANELLAS, G. Diccionario de Derecho Usual. Editorial Heliasta
S.R.L. Buenos Aires (Argentina), 1979.
IV. 3. CARRARA, F. Programa de Derecho Criminal. Edit. Temis. Bogotá
(Colombia), 1957.

Página 17 de 18
DERECHO PENAL Y CIENCIA PENAL

V. 4. CARRARA, F. Consideraciones acerca del Jurado, en Reminiscencia


de Cátedra y Foro, Trad. De Jorge Guerrero, Editorial Temis. Bogotá
(Colombia), 1988.
VI. 5. FERNANDO C., J. Derecho Penal Fundamental. Segunda Edición
Volumen II, “Teoría General del Delito y Punibilidad” Editorial Temis S.A.
Bogota (Colombia), 1989.
VII. 6. FERNANDO C., J. Derecho Penal Fundamental. Tomo I. Editorial
Temis S.A. Bogota (Colombia), 1995.
VIII. ANÁLISIS DE LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO PENAL - Nola Gómez
Ramírez*
IX. https://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/tesis/human/burgos_m_v/
Cap1.htm#:~:text=El%20Derecho%20penal%20es%20un,la
%20convivencia%20social%20pac%C3%ADfica%20(bienestar
X. Fundamentos para un sistema penal democrático Paulo César Busato
Sandro Montes Huapaya

Página 18 de 18

También podría gustarte