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República bolivariana de Venezuela

Ministerio del poder popular para la educación

Unidad Educativa instituto Jesús es señor

Zaraza Estado Guárico

EL COVID-19

Profesor: participante:
Marcos Catanaima Gregory Laya

Zaraza, Abril 2020


Índice

Introducción………………………………………………………………………………….3

Desarrollo………………………………………………………………………………4

Conclusión…………………………………………………………………………….13

Bibliografía……………………………………………………………………………..14

Anexo…………………………………………………………………………………15
INTRODUCCION

Coronavirus es una gran familia de virus conocidos por causar enfermedades


que van desde un resfriado común hasta manifestaciones clínicas más severas
como el Síndrome respiratorio por el coronavirus de Oriente Medio (MERS) y
Síndrome respiratorio agudo grave (SARS).

Un nuevo coronavirus (COVID-19) se identificó en 2019 en Wuhan, China. Este


es un nuevo coronavirus que no se ha identificado previamente en humanos.

Si bien esta pandemia posee características propias en muchos aspectos,


pueden extraerse conclusiones útiles sobre crisis económicas anteriores (por
ejemplo, la crisis financiera mundial), y otras epidemias (por ejemplo, las gripes
aviar y porcina, el síndrome respiratorio agudo severo (SARS), el síndrome
respiratorio de Oriente Medio (MERS) o la enfermedad del virus del ébola (EVD),
con respecto a las cuales cabe destacar la gran importancia que es saber sobre
las mismas respectivamente para poder afrontar la actual crisis sanitaria
DESARROLLO

¿Qué es el COVID-19?
El COVID-19 es una enfermedad ocasionada por una nueva cepa de
coronavirus. “CO” hace referencia a

“corona”, “VI” a “virus” y “D” a disease (“enfermedad” en inglés). Antes, la


enfermedad se denominaba “el

COVID-19 (acrónimo del inglés coronavirus disease 2019) también conocida


como enfermedad por coronavirus go, incorrectamente, como neumonía por
coronavirus es una enfermedad infecciosa causada por el virus SARS-CoV-2. Se
detectó por primera vez en la ciudad china de Wuhan (provincia de Hubei) en
diciembre de 2019. Habiendo llegado a más de 100 territorios, el 11 de marzo de
2020 la Organización Mundial de la Salud la declaró pandemia.
Produce síntomas similares a los de la gripe, entre los que se
incluyen fiebre, tos seca, disnea, mialgia y fatiga. En casos graves se caracteriza
por producir neumonía, síndrome de dificultad respiratoria aguda, sepsis y choque
séptico que conduce a alrededor del 3 % de los infectados a la muerte.No existe
tratamiento específico; las medidas terapéuticas principales consisten en aliviar los
síntomas y mantener las funciones vitales.

La transmisión del SARS-CoV-2 se produce mediante pequeñas gotas —micro


gotas de Flügge— que se emiten al hablar, estornudar, toser o espirar, que al ser
despedidas por un portador (que puede no tener síntomas de la enfermedad o
estar incubándola) pasan directamente a otra persona mediante la inhalación, o
quedan sobre los objetos y superficies que rodean al emisor, y luego, a través de
las manos, que lo recogen del ambiente contaminado, toman contacto con las
membranas mucosas orales, nasales y oculares, al tocarse la boca, la nariz o los
ojos. Esta última es la principal vía de propagación, ya que el virus puede
permanecer viable hasta por días en los fómites (cualquier objeto carente de vida,
o sustancia, que si se contamina con algún patógeno es capaz de transferirlo de
un individuo a otro).
Los síntomas aparecen entre dos y catorce días, con un promedio de cinco
días, después de la exposición al virus. Existe evidencia limitada que sugiere que
el virus podría transmitirse uno o dos días antes de que se tengan síntomas, ya
que la viremia alcanza un pico al final del período de incubación. El contagio se
puede prevenir con el lavado de manos frecuente, o en su defecto la desinfección
de las mismas con alcohol en gel, cubriendo la boca al toser o estornudar, ya sea
con la sangradura (parte hundida del brazo opuesta al codo) o con un pañuelo y
evitando el contacto cercano con otras personas, entre otras medidas
profilácticas, como el uso de mascarillas. La OMS desaconsejaba en marzo la
utilización de máscara quirúrgica por la población sana,  en abril la OMS consideró
que era una medida aceptable en algunos países

Composición química del covid-19

El genoma del virus está formado por una sola cadena de ARN, y se clasifica
como un virus ARN monocatenario positivo. Su secuencia genética se ha aislado a
partir de una muestra obtenida de un paciente afectado por neumonía en la ciudad
china de Wuhan. Fue detectado por primera vez en diciembre de 2019. No se
conoce el mecanismo exacto de transmisión, pero se cree que puede producirse el
contagio de una persona a otra mediante las gotas de saliva expulsadas a través
de la tos y el estornudo o al espirar. Puede provocar enfermedad respiratoria
aguda y neumonía grave en humanos.
Actualmente, no hay ningún tratamiento específico aprobado oficialmente, pero
es posible que se puedan utilizar los antivirales existentes.

Tipos de covid y donde se originaron:


Los 7 coronavirus
En la actualidad se conocen siete tipos de coronavirus que infectan humanos,
cuatro de ellos (HCoV-229E, HCoV-OC43, HCoV-NL63 y HCoV-HKU1) son muy
comunes y algunos de ellos están presentes en el resfriado común junto a otros
agentes patógenos como los rinovirus, por lo que se estima que una proporción
muy alta de la población ha desarrollado defensas frente a ellos estando
mayoritariamente inmunizados.

Además de estos cuatro coronavirus, han aparecido de forma más reciente


otros tres.

SARS-CoV
El primero de ellos en aparecer fue virus SARS-CoV (síndrome respiratorio
agudo severo), que generó un brote en el sur de China en noviembre del 2002 y
acabó infectando a más de 8 400 personas en 26 países de Asia, Europa y
América, en los que hubo algo más de 800 muertos, lo que supuso una letalidad
del 9,6 %. La pandemia que supuso el SARS-CoV fue contenida en poco más de 6
meses, dándose por controlada en el verano de 2003 y desde el año 2004 no se
han reportado nuevos casos de la enfermedad.

MERS-CoV
Más recientemente, en 2012, apareció el virus MERS-CoV (síndrome
respiratorio del Oriente Medio).

Desde el punto de vista genético es un primo lejano de SARS-CoV con el que


comparte aproximadamente el 80% de su genoma, que se extendió a 27 países
de Asia, Europa, África y Norte América infectando a menos de 2 500 personas
pero de las que murieron más de 850, lo supone una tasa de letalidad del 34,5 %.

El menor número de personas infectadas en esta epidemia se debió


fundamentalmente al bajo índice de contagio del virus entre humanos, y
probablemente también a su elevada letalidad, dado que el virus al matar al
hospedador reduce su propia capacidad de diseminación.

Cabe mencionar que en 2015 hubo un brote de MERS-CoV en Corea del Sur
originado por un viajero que visitó Oriente Medio, siendo éste el brote más
relevante de la enfermedad fuera de Oriente Medio desde la epidemia de 2012.

SARS-CoV-2
Como desgraciadamente todos sabemos, en diciembre de 2019 se reportó la
aparición del más reciente de los coronavirus que infectan humanos, el SARS-
CoV-2, en Wuhan, China. Con más de 300 000 casos confirmados de la
enfermedad Covid19 en 167 países y más de 13.000 muertos en el momento de
escribir este texto (22 de marzo) según la John Hopkins Whiting School of
Engineering, se ha convertido en una pandemia sin precedentes.

Los números nos indican que SARS-CoV-2 es extraordinariamente eficaz en la


transmisión entre humanos probablemente debido a su tiempo de incubación (14
días), lo que le proporciona una gran transmisibilidad pre sintomática.

Pero al mismo tiempo presenta una tasa de letalidad mucho menor que la de
SARS-CoV y MERS-CoV, que se estima del 2-4%, y una tasa de mutación baja de
acuerdo con los datos acumulados en los ya más de 850 genomas secuenciados,
lo que son sin duda son dos buenas noticias.

Probablemente estamos ante un ejemplo de evolución darwiniana. Si SARS-


CoV-2 ya ha evolucionado hasta alcanzar una elevada eficiencia de transmisión
entre humanos y una buena tasa de replicación en los pacientes, no tiene muchas
razones para incrementar su letalidad.

¿Qué es el nuevo coronavirus, En que se diferencia de los


anteriores?

Los coronavirus son una serie de virus llamados así por su forma, ya que


tienen una especie de corona (como la de un reloj) alrededor del virión, del 'núcleo'
del virus. Estos organismos conviven con el ser humano desde siempre, y hay
muchos tipos de ellos, tanto animales como humanos.

Sin embargo, el primer análisis comparativo de esta nueva enfermedad


determinó que el 2019-nCov (nombre provisional del virus que finalmente fue
denominado SARS-CoV-2), era "suficientemente distinto" de los otros dos beta
coronavirus de gravedad detectados en humanos, el SARS y el MERS, para ser
considerado como una nueva enfermedad: el Covid-19.

El "2019-nCoV estaba estrechamente relacionado (con una identidad del 88


por ciento) con dos coronavirus similares al síndrome respiratorio agudo severo
derivado del murciélago (SARS), bat-SL-CoVZC45 y bat-SL-CoVZXC21,
recolectados en 2018 en Zhoushan, este de China , pero estaban más distantes
de SARS-CoV (aproximadamente 79 por ciento) y MERS-CoV (aproximadamente
50 por ciento).

"El análisis filogenético de estos genomas de 2019-nCoV y de otros


coronavirus se utilizó para determinar la historia evolutiva del virus y ayudar a
inferir su probable origen. Se realizó un modelado de homología para explorar las
probables propiedades de unión al receptor del virus",

¿Como actúa en nuestro cuerpo el covid?


El coronavirus es oficialmente una infección respiratoria, lo que significa que
afecta los pulmones y las vías respiratorias. Los síntomas típicos son tos, dificultad
para respirar y fiebre.
Todavía hay muchas cosas que no sabemos sobre el nuevo coronavirus que ya
ha enfermado a habitantes de unos 65 países en el mundo. Sin embargo, lo que
está tan claro es que, en casos graves, el virus puede tener un efecto devastador
en el cuerpo, y no solo en los pulmones.
Esto es lo que saben los especialistas hasta ahora sobre cómo el nuevo
coronavirus afecta al organismo.
Al igual que con otras enfermedades del tipo coronavirus, incluido el SARS, el
MERS y el resfriado común, el COVID-19 es una enfermedad respiratoria, por lo
que los pulmones generalmente se ven afectados primero.
Los primeros síntomas incluyen fiebre, tos y dificultad para respirar. Estos
pueden aparecer tan pronto como 2 días, o hasta 14 días, después de la
exposición al virus.
La gravedad de COVID-19 varía desde síntomas leves o sin síntomas hasta
enfermedades graves o, en ocasiones, mortales. Los datos sobre más de 17 000
casos reportados en China encontraron que casi el 81 por ciento de los casos
fueron leves. El resto fueron graves o críticos.
Las personas mayores y las personas con afecciones médicas crónicas
parecen estar en el grupo de mayor riesgo para desarrollar la enfermedad de
manera grave. Esta variabilidad también se muestra en cómo COVID-19 afecta los
pulmones.
Algunas personas pueden tener solo síntomas respiratorios menores, mientras
que otras desarrollan neumonía no mortal. Pero hay un subconjunto de personas
que pueden desarrollar daño pulmonar grave, de acuerdo al sitio Healthline.
"Lo que vemos con frecuencia en pacientes con enfermedad grave con
[COVID-19] es una afección que llamamos síndrome de dificultad respiratoria
aguda o SDRA", dijo la Dra. Laura E. Evans, de la Universidad de Washington en
Seattle.
Un estudio reciente de 138 personas hospitalizadas por COVID-19 encontró
que, en promedio, las personas comenzaron a tener dificultades para respirar 5
días después de mostrar síntomas. El SDRA se desarrolló en promedio 8 días
después de los síntomas. El tratamiento para el SDRA implica oxígeno
suplementario y ventilación mecánica, con el objetivo de llevar más oxígeno a la
sangre. "No hay un tratamiento específico para el SDRA", dijo Evans.
"Simplemente apoyamos a la persona a través de este proceso lo mejor que
podemos, permitiendo que sus cuerpos sanen y que su sistema inmunitario
aborde los eventos subyacentes".
El coronavirus podría dañar los riñones de las personas y hacer que su sistema
inmunitario se descontrole, además de infectar los pulmones con neumonía
mortal, dicen los científicos.
Según las últimas cifras, entre las personas que mueren por la infección
(alrededor del 3,4 por ciento de todos los pacientes), la mayoría sufre de
neumonía, una infección pulmonar que hace que las vías aéreas se llenen de
líquido.
Alrededor de 90 000 personas en todo el mundo han sido infectadas con el
coronavirus desde principios de enero, y más de 3000 pacientes han muerto,
después de que el virus se iniciara en China.
El coronavirus podría ser hasta 1000 veces más infeccioso que el SARS
porque afecta al cuerpo de la misma manera que el VIH y el Ébola, advierten los
científicos.

¿Qué resultados han arrojados las más recientes investigaciones


para su control?
Tratamiento
No se conoce un tratamiento efectivo para la enfermedad. La OMS recomienda
que se realicen ensayos controlados aleatorizados con voluntarios para comprobar
la efectividad y seguridad de algunos tratamientos potenciales.
La investigación para encontrar un tratamiento eficaz comenzó en enero de
2020, pero es probable que no haya resultados hasta 2021. El Centro Chino para
el Control y Prevención de Enfermedades empezó a comprobar, a finales de
enero, la eficacia de algunos tratamientos eficaces preexistentes contra la
neumonía en pacientes con COVID-19.Se ha experimentado también
con Remdesivir, un inhibidor de la ARN polimerasa y con interferón beta.

Tratamientos en investigación
Vacunas

Se están investigando tres estrategias de vacunación. Primero, los


investigadores apuntan a construir una vacuna de virus completa. El uso de dicho
virus, ya sea inactivo o muerto, tiene como objetivo una pronta respuesta inmune
del cuerpo humano a una nueva infección con COVID-19. Una segunda estrategia,
las vacunas de subunidades, tiene como objetivo crear una vacuna que sensibilice
el sistema inmunitario a ciertas subunidades del virus. En el caso del SARS-CoV-
2, dicha investigación se centra en la proteína de punta S (S-spike) que ayuda al
virus a introducir la enzima ACE2. Una tercera estrategia son las vacunas de ácido
nucleico (vacunas de ADN o ARN, una técnica novedosa para crear una vacuna).
Las vacunas experimentales de cualquiera de estas estrategias tendrían que ser
probadas por seguridad y eficacia.
Varias organizaciones en distintos países están en proceso de desarrollar una
vacuna. Los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos esperan realizar
ensayos en humanos de una vacuna para abril de 2020. El Centro Chino para el
Control y Prevención de Enfermedades (CCDC) ha comenzado a desarrollar
vacunas contra el nuevo coronavirus y está probando la efectividad de los
medicamentos existentes para la neumonía. La Academia Militar de Ciencias
Médicas de la República Popular China aseguró haber desarrollado «con éxito» la
vacuna recombinante contra el coronavirus, y señaló que se prepara para su
producción «a gran escala», de acuerdo a un comunicado emitido por Ministerio
de Defensa de este país.La Coalición para las Innovaciones en Preparación para
Epidemias (CEPI) está financiando tres proyectos de vacunas y espera tener una
vacuna en ensayos para junio de 2020 y aprobada y lista en un año.
La Universidad de Queensland en Australia recibió 10,6 millones de dólares en
fondos del CEPI para desarrollar una plataforma de vacuna «abrazadera
molecular».Moderna Inc. está desarrollando una vacuna de ARNm con fondos del
CEPI.  Inovio Pharmaceuticals recibió una subvención del CEPI y diseñó una
vacuna en dos horas después de recibir la secuencia del gen. La vacuna se está
fabricando para que pueda probarse primero en animales.
Científicos israelíes esperan tener lista una vacuna oral en 90 días, después de
pasar por la fase de pruebas de seguridad.
A principios de marzo de 2020, unos 30 candidatos a vacunas estaban en
desarrollo, con productos de Gilead Sciences y Ascletis Pharma en ensayos
clínicos de fase III.
El 31 de marzo se registraron dos ensayos clínicos en fase III con la vacuna
BCG, usada tradicionalmente para prevenir la tuberculosis. Un estudio pendiente
de publicar afirma que los países que no administran esta vacuna de manera
generalizada están más afectados por la pandemia,pero ha recibido críticas por
fallos en su metodología y en las conclusiones que obtiene.

Antivirales
El 23 de enero Gilead Sciences estaba en comunicación con investigadores y
médicos en los Estados Unidos y China sobre el brote en curso de coronavirus de
Wuhan y el uso potencial del Remdesivir como tratamiento de investigación.
A fines de enero de 2020, investigadores médicos chinos expresaron su
intención de comenzar las pruebas clínicas
con remdesivir, cloroquina y lopinavir / ritonavir, que parecían tener efectos
inhibitorios sobre el SARS-CoV-2 a nivel celular en experimentos exploratorios in
vitro. La nitazoxanida se ha recomendado para estudios posteriores in vivo luego
de demostrar una inhibición de baja concentración de SARS-CoV-2. El 2 de
febrero de 2020, médicos de Tailandia afirmaron haber tratado a un paciente con
éxito con una combinación de lopinavir / ritonavir y el medicamento contra la
influenza oseltamivir.El 5 de febrero, China comenzó a patentar el uso de
remdesivir contra la enfermedad.En marzo se están llevando a cabo ensayos
clínicos de fase 3 en los EE. UU., China e Italia con remdesivir.En abril, se anunció
que la ivermectina inhibe la replicación del SARS-CoV-2 in vitro
A finales de enero, el Ministerio de Salud de Rusia identificó tres medicamentos
para adultos que podrían ayudar a tratar la enfermedad. Son riba virina,
lopinavir/ritonavir e interferón beta-1b. Estos fármacos se usan habitualmente para
tratar la hepatitis C, infección por VIH y la esclerosis múltiple, respectivamente. El
ministerio ofreció a los hospitales rusos descripciones y guías sobre el mecanismo
de acción del tratamiento y las dosis recomendadas. En febrero, China comenzó a
usar triazavirin, un fármaco de 2014 desarrollado en Rusia, con el objetivo de
comprobar si es efectivo en el control de la enfermedad. Este fármaco fue creado
en la Universidad Federal de los Urales en Ekaterimburgo para tratar la
gripe H5N1 (gripe aviar). Se ha utilizado contra COVID-19 debido a la similitud
entre las dos enfermedades. El fármaco también parece ser efectivo contra
la fiebre del valle del Rift y el virus del Nilo Occidental, entre otras.
El 18 de marzo un artículo informa que el tratamiento con lopinavir/ritonavir da
negativo en pruebas clínicas con 199 pacientes en China. No hay beneficios.
Investigadores chinos descubrieron que Arbidol, un medicamento antiviral
utilizado para tratar la gripe, podría combinarse con Darunavir, un medicamento
empleado en el tratamiento del VIH, para el tratamiento de pacientes con
coronavirus.
El fosfato de cloroquina ha demostrado una eficacia aparente en el tratamiento
de la neumonía asociada a COVID-19. En pruebas clínicas con 100 pacientes se
encontró que es superior al tratamiento de control para inhibir la exacerbación de
la neumonía, mejorar los hallazgos de las imágenes pulmonares, promover una
conversión negativa al virus y acortar la enfermedad. Resultados de investigación
mostraron que la proteína ORF8 del SARS-CoV-2 y la glicoproteína de superficie
podrían unirse a la porfirina, respectivamente, mientras que las proteínas del
SARS-CoV-2 orf1ab, ORF10 y ORF3a podrían atacar de forma coordinada el
hemo para disociar el hierro para formar la porfirina. El mecanismo interfirió
seriamente con la vía anabólica normal del hemo en el cuerpo humano y esto
produce una enfermedad humana. Según el análisis de validación de estos
hallazgos, la cloroquina podría evitar que orf1ab, ORF3a y ORF10 ataquen el
hemo para formar la porfirina, e inhibir la unión de ORF8 y glucoproteínas de
superficie a las porfirinas en cierta medida.
Investigadores de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU) han
creado una base de datos con 120 agentes antivirales de amplio espectro seguros
para las personas e identificaron 31 candidatos a fármacos para el tratamiento de
SARS-CoV-2.
El Centro Nacional de Desarrollo Biotecnológico de China afirmó el 17 de
marzo que el antiviral Favipiravir, un inhibidor de la ARN polimerasa, mostró
resultados positivos en un estudio de casos y controles con 80 pacientes en el
Hospital Popular n.º 3 de Shenzhen, los que recibieron tratamiento con Favipiravir
dieron negativo dentro de un periodo más reducido de tiempo en comparación con
los del grupo de control, y recomienda que se incluya en el tratamiento.
Estudios recientes han demostrado que el cebado inicial de la proteína de pico
por la proteasa transmembrana serina 2 (TMPRSS2) es esencial para la entrada
de SARS-CoV-2, SARS-CoV y MERS-CoV a través de la interacción con
el receptor ACE2. Estos hallazgos sugieren que el inhibidor de
TMPRSS2 Camostat aprobado para uso clínico en Japón para inhibir la fibrosis en
la enfermedad hepática y renal, la esofagitis por reflujo postoperatorio y
la pancreatitis podrían constituir una opción de tratamiento eficaz fuera de
etiqueta.

Contra la tormenta de citoquinas


El tocilizumab ha sido incluido en las pautas de tratamiento por la Comisión
Nacional de Salud de China después de que se completó un pequeño estudio.Se
está sometiendo a una prueba no aleatoria de fase 2 a nivel nacional en Italia
después de mostrar resultados positivos en personas con enfermedad grave. En
combinación con un análisis de sangre de ferritina en suero para identificar
tormentas de citoquinas, está destinado a contrarrestar tales desarrollos, que se
cree que son la causa de la muerte en algunas personas afectadas. El antagonista
del receptor de interleucina-6 fue aprobado por la FDA para el tratamiento contra
el síndrome de liberación de citoquinas inducido por una causa diferente,
la terapia con células CAR T, en 2017.
El Instituto Feinstein de Northwell Health anunció en marzo un estudio sobre
"un anticuerpo humano que puede prevenir la actividad" de IL-6.
Llamado sarilumab desarrollado en conjunto por Regeneron
Pharmaceuticals y Sanofi.

Terapia pasiva de anticuerpos


Se está investigando el uso de donaciones de sangre de personas sanas que
ya se han recuperado de COVID-19, una estrategia que también se ha probado
para el SARS, un primo anterior de COVID-19. El mecanismo de acción es que los
anticuerpos producidos naturalmente en el sistema inmune de aquellos que ya se
han recuperado se transfieren a las personas que los necesitan a través de una
forma de inmunización no basada en vacuna. Otras formas de terapia de
anticuerpos pasivos, como los anticuerpos monoclonales fabricados, pueden venir
después del desarrollo biofarmacéutico, pero la producción de suero convaleciente
podría aumentar para un despliegue más rápido.
Ver Biotecnología, con sede en San Francisco, está evaluando la efectividad
contra el virus de los anticuerpos monoclonales (mAbs) previamente identificados.
Investigadores de la Universidad de Utrecht y Erasmus MC anunciaron que
encontraron un anticuerpo monoclonal humano que bloquea la infección por
SARS-CoV-2.
CONCLUSION

Disponer de información precisa, coherente, oportuna y transparente es


fundamental para luchar contra la pandemia, así como para reducir la
incertidumbre y fomentar la confianza en los planos económico y social, en
particular en el lugar de trabajo. La disminución o la falta de confianza afecta al
gasto de los consumidores y a la inversión de las empresas, lo que conlleva la
desaceleración económica y dificulta la recuperación.
BIBLIOGRAFIA

 https://www.wikipedia.com
 https://www.who.int/emergencies
 https://www.msdmanuals.com
ANEXO

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