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DERECHO DE DAÑOS

LECCIÓN 1: DERECHO DE DAÑOS Y RESPONSABILIDAD CIVIL

I. Introducción. La función de la responsabilidad civil.

Cuando hay responsabilidad civil, en términos generales, contractual o


extracontractual, quiere decir que cuando una persona ocasiona un daño tiene el
deber de resarcir a la otra persona, ya sea en naturaleza (reparar el daño, devolver
esa situación que ha ocasionado el daño a la situación que tenía) o en equivalente
monetario (indemnización por daños y perjuicios). Los daños pueden ser materiales,
repararlos en equivalente, o daños físicos o morales; se debería hacer una valoración
de estos daños y cuando no se pueda reparar se dará una indemnización.

De la definición de Diez-Picazo debemos extraer: la persona que vulnera, el


ordenamiento jurídico le sanciona y tiene la obligación de reparar el daño jurídico
causado. En los casos de responsabilidad civil no todos son tasados, no están
tipificados, entonces si se incumple con eso tenemos la sanción por incumplir una
determinada norma. Es un deber de conducta, no todas las situaciones están
reguladas. Es un precepto general del Código civil, las situaciones concretas las
englobaremos en ese precepto general. Tenemos la obligación de resarcir el daño
ocasionado, la demanda extracontractual será ante el ente público o empresario, art.
1903 C.c. No siempre que se ocasiona un accidente hay responsabilidad. También
puede haber una concurrencia de culpa, que la culpa la tengan las personas
implicadas, no habría responsabilidad civil.

Diferenciamos la responsabilidad por hecho propio (responde quien ocasiona el daño)


y la responsabilidad por hecho ajeno (responde pero no ha ocasionado el daño).

La responsabilidad puede ser contractual (se deriva de un contrato) o extracontractual


(no hay una relación jurídica directa entre las partes, en el caso que se ha sucedido).

El derecho de daños lo que pretende en reparar el daño que se ocasiona, preventivo


de futuros daños, como no tenemos un sistema de acciones de conducta tasadas o
tipificadas se pretende que mediante las sanciones o condenas no ocurran esas
acciones.

El art. 1902 C.c. es la base o cláusula general de la responsabilidad civil. El que haga
o no haga, pero ocasione un daño a otro, tenga culpa o no, está obligado a resarcir el
daño causado, pues el objeto de la responsabilidad civil es resarcir a la víctima.

En el derecho de daños tenemos una parte general, el art. 1902 C.c. Cuando no se
regula una disposición general ni en el Código civil acudimos a este artículo. Luego
está formado por una parte especial, hay determinadas leyes que tienen su propio
sistema de responsabilidad civil: LGDCU, Ley de Navegación Aérea, etc.

La función principal es la reparación de daño causado, tenemos la obligación de


reparar el daño causado. Hay que demostrar que se ha ocasionado ese daño. Solo
cuando existe daño existe obligación de repararlo. Ocasionamos un daño a otro, pero
este daño no está tipificado, aunque sí puede haber daños tipificados; si vulneramos
alguna norma, conducta contraria al ordenamiento jurídico, si no hay daño no habrá
obligación de reparación del daño causado.

Los presupuestos que se tienen que dar para que podamos pedir responsabilidad civil:

- Debe existir un comportamiento culposo, acción u omisión.

- La acción u omisión ha debido producir un daño.

- Y la clave de la responsabilidad, la existencia de la relación o nexo causal


entre el comportamiento y el daño.

II. La responsabilidad civil extracontractual es fuente de obligaciones.

Art. 1089 C.c.: las obligaciones nacen de la responsabilidad civil. Hay obligación
cuando hay un acto del que surge la necesidad de reparar el daño causado.

Art. 1092 C.c.: por economía procesal se regula por el Código penal.

La responsabilidad civil derivada del delito: tendrá pena de prisión y además la


responsabilidad civil, resarcir el daño que se ha ocasionado en la comisión de ese
delito, se regula por el Código penal.

III. Responsabilidad penal y responsabilidad civil. La responsabilidad civil


derivada de los delitos y faltas.

Del procedimiento penal surge la responsabilidad civil. La victima puede renunciar a la


responsabilidad civil.

No se puede pedir responsabilidad civil sin acreditar el daño.

IV. Un problema de delimitación: responsabilidad contractual y responsabilidad


extracontractual.

Cuando tenemos un contrato, tenemos una relación contractual, hay una serie de
cláusulas en nuestro contrato y se han incumplido, así habrá responsabilidad civil
contractual.

Cuando hay responsabilidad civil extracontractual no tenemos relación jurídica.

Aunque tengamos un contrato no quiere decir que la responsabilidad que se derive


sea siempre contractual, sino que puede ser por otro daño que no tenemos firmado. Y
se puede derivar responsabilidad contractual aunque no haya contrato, cuando por
ejemplo se demanda a la institución que corresponde.

El plazo de prescripción de la responsabilidad civil contractual es de 15 años. Mientras


que el plazo de prescripción de la responsabilidad civil extracontractual es de 1 año.

Si hay relación contractual nos olvidaremos de la relación extracontractual.

Supuesto: para demandar por vía contractual, art. 1902 C.c., debería demandar a la
aseguradora, pues se la han garantizado unas prestaciones y ha tenido unos daños
desproporcionales a las mismas. Se contrata una prestación de servicios, no se le
demanda a la matrona. El plazo de prescripción sería de 15 años. Si la señora va por
vía extracontractual puede demandar a cualquier personal del hospital, el plazo es de
un año, que se cuenta desde que se tienen las secuelas, lo que ocurre es que se
demanda al cabo de algunos años, por tanto habría prescrito la responsabilidad.

Hablamos del daño jurídico, que nace del daño causado y la responsabilidad.

V. Fundamento y sistema de la responsabilidad civil extracontractual.

1) Sistema de responsabilidad civil subjetiva o por culpa: es el sujeto que ocasiona el


daño, que puede tener culpa, hay que demostrar que se nos ha causado un daño y
que esa persona tiene la culpa. Si es objetiva se deberá reparar el daño.

2) Sistema de responsabilidad civil objetiva o por riesgo: lo importante es resarcir del


daño, lo importante es la víctima, sin que se demuestre el daño y su relación con la
conducta, se pueden dar situaciones de riesgo, y entonces puede existir
responsabilidad civil. Si es directa, es el causante del daño, existe responsabilidad civil
por hechos propios; indirecta, se obliga a una persona al resarcimiento cuando no es
productor del daño, por hechos ajenos.

VI. Sistema del Derecho español: en general, el de responsabilidad subjetiva o


por culpa.

Se pretende que casi todo sea responsabilidad civil objetiva. Demandaremos pues se
nos ha causado un daño, pero deberemos demostrar ese daño.

La subjetiva es que uno tiene la culpa, hay que resarcir ese daño, hay que demostrar
que esa persona es quien tiene la culpa y quien debe resarcir el daño. La objetiva es
independiente de toda culpa, se deberá responder siempre.

Son actividades en las que hay riesgo. No habrá indemnización.

Se pretende que cada vez se dé más la responsabilidad objetiva en la legislación


especial.

Supuesto: Estamos en un caso de responsabilidad civil extracontractual. Aunque la


señora tenga un contrato con el hotel, hay un seguro de responsabilidad civil
subsidiario, se demandará por la vía extracontractual. Para que la señora lleve razón
debe alegar que no es una actividad de riesgo y que debe indemnizarse, que es una
actividad cotidiana. Otra cosa es que no esté señalizado por el hotel, deberá
responder.

TEMA 2

V. Presupuestos de Responsabilidad Civil

Los supuestos no están tasados, son situaciones muy diversas, todas las que no se
dejan a la legislación específica.

El TS dice que para que exista la obligación de resarcir son, art. 1902 C.c.: acción u
omisión ilícita, se debe producir un daño (directo, demostrable, real), que debe existir
una relación de causalidad entre la acción u omisión y el daño producido, y
culpabilidad.

- Conducta del agente causante del daño

Tiene que haber un comportamiento de una persona, es el acto humano al que se le


puede considerar como causa de daño. Puede ser una acción positiva porque se ha
creado o una abstención o acción negativa (omisión, sabemos que si no hacemos
algo vamos a causar un daño).

Dentro de esto está la culpa o negligencia, la culpa de la persona que por eso se
causa un daño o la omisión, que también se tiene culpa. Eso se sabrá en relación a la
edad, el conocimiento de la sociedad en general sobre eso, etc.

- El daño: concepto y clases

El daño es un comportamiento negligente o aún doloso (daño intencionado, con


malicia), si no ocasiona un daño no da lugar a responsabilidad.

Se considera daño, a estos efectos, a todo menoscabo que sufre una persona en su
patrimonio (es fácil de cuantificar) o en su integridad física o psíquica (la integridad
física se deriva de la Ley de Circulación de Vehículos a Motor; mientras que la
integridad psíquica se trata de un daño moral).

Debe existir un perjuicio sobre sus bienes y que sea susceptible de reparación.

El derecho de daños se rige por el principio de reparación integral del daño. Son
reparables todos los daños que resulten probados, tanto personales como materiales.
Para probarlo deberemos tener la relación de causalidad entre el comportamiento y el
daño.

Daños a la persona ocasionan daños no patrimoniales (daños morales, sufrimientos,


dolores, etc.) pero también daños materiales o patrimoniales (gastos médicos, de
enfermedad, de entierro, ganancias dejadas de obtener, etc.).

La excepción a este principio se encuentra en la legislación especial. Hay daños


indemnizables a través de un baremo.

La jurisprudencia admite nuevos daños negando los daños futuros e inciertos,


iniciando los perjudicados un nuevo pleito. Se aceptan los efectos futuros probables de
un daño ya producido.

Clases:

a) Daños patrimoiales o materiales: daño emergente ylucro cesante:

La lesión de la propiedad o cualquier otro daño de naturaleza patrimonial debe


ser reparado. Art. 1106 C.c. Afecta a los bienes y es fácil cuantificar.

El daño patrimonial comprende: daño emergente, pérdida patrimonial por el


daño, la cantidad que se ha de resarcir y el lucro cesante, ganancia que se ha dejado
de obtener por el daño. No siempre habrá lucro cesante, depende del caso.
El alcance se determina valorando la diferencia entre el estado actual del
patrimonio y el que tendría de no haberse producido el hecho dañoso

Lucro cesante, SSTS: “El quantum de la indemnización por lucro cesante se


refiere a beneficios futuros y debe obtenerse mediante apreciaciones prospectivas
(juicio de probabilidad, fundadas en criterios objetivos de experiencia, entre los que
pueden servir los que operan en el mundo económico, contable, actuarial, asistencial o
financiero según las disciplinas técnicas o científicas correspondientes, de acuerdo
con el examen y la ponderación de las circunstancias de cada asunto).

Pero la existencia del perjuicio por este concepto, según reclama la


jurisprudencia, debe ser probada con una razonable verosimilitud, cosa que no ocurre
cuando la ganancia o beneficio futuro se presenta como meramente posible o
hipotético, pero existen dudas sobre su producción o no se aprecia su existencia en el
marco de una lógica presunción sobre cómo se habrían sucedido los acontecimientos
en el caso de no haber tenido lugar el suceso dañoso”.

b) Daño moral:

Comprende la lesión o violación de bienes y derecho de la persona. son daños


extrapatrimoniales.

La jurisprudencia muestra una tendencia a la apreciación de estos daños y


acoge la necesidad de indemnizar la lesión de los sentimientos de afecto familiar,
dolores físicos, fama, consideración social, etc. Se pueden indemnizar todo tipo de
daños, todo es valorable económicamente.

La reparación del daño moral en los daños a la persona se extiende a “toda


gama de sufrimientos y dolores físicos o psíquicos que haya padecido la víctima a
consecuencia del hecho ilícito”. Se valora no solo lo patrimonial, sino el daño moral.

El TS justifica la defensa del daño moral: Se trata de contribuir de alguna


manera a sobrellevar el dolor y angustia de las personas perjudicadas por el actuar
injusto, abusivo o ilegal de otro. En términos generales, el daño moral se sustantiviza
para referirlo a dolor inferido, sufrimiento, tristeza, desazón o inquietud que afecta a la
persona que lo padece.

La estimación depende del juez, pero por ejemplo, para los ataques al honor,
intimidad e imagen la LO 1/82 establece unos criterios: circunstancias del daño,
gravedad de la lesión, difusión o audiencia del medio que se haya producido, beneficio
que haya obtenido el causante de la lesión como consecuencia de la misma, etc.

La indemnización de daño moral no es incompatible con los perjuicios


materiales, puede haber ambas.

La indemnización del daño moral: los típicos son los derivados de la muerte y
lesiones, pero además la jurisprudencia admite otros; no resulta fácil precisar los
supuestos en que puede admitirse ni los criterios para la valoración. La jurisprudencia
muestra la tendencia a conceder indemnizaciones por daño moral cuando el
patrimonial es difícil de probar y cuantificar.
El TS establece: La determinación de la cuantía por indemnización por daños
morales debe ser objeto de una actividad de apreciación por parte del juzgador, habida
cuenta de la inexistencia de parámetros que permitan con precisión traducir en
términos económicos el sufrimiento en que el daño moral esencialmente consiste.

En efecto, se viene manteniendo que la reparación del daño o sufrimiento


moral, que no atiende a la reintegración de un patrimonio, va dirigida, principalmente, a
proporcionar en la medida de lo humanamente posible una satisfacción como
compensación al sufrimiento que se ha causado, lo que conlleva la determinación de
la cuantía de la indemnización apreciando las circunstancias concurrentes.

c) Daños derivados de la muerte

La indemnización que se da no forma parte de la herencia a no ser que fallezca


durante el procedimiento. No forma parte pues no se trata de una cantidad de dinero
que se le da al difunto, sino por daño moral a los familiares por la muerte de esa
persona.

Se reconoce a quienes prueben que han sufrido un perjuicio por el fallecimiento


de la víctima (esposa, hijos, padres, etc.) incluso no familiares o perjudicados.

No es imprescindible que existiera una dependencia económica con el


fallecido. Orden sucesorio.

Ej.: LRSC en la circulación de vehículos a motor.

En los daños derivados de la muerte se deben incluir: gastos que genera la


muerte (entierro, funeral, etc.), consecuencias en relación a los parientes que
dependan económicamente del fallecido, y el daño moral consecuencia del dolor que
provoca la muerte.

d) Daño corporal:

Se trata de la lesión que sufre el derecho a la integridad de la persona o el


perjuicio moral del acto dañoso hacia esa integridad psicofísica. Está formado por:

- Una parte objetiva: pérdida funcional, incapacidad temporal. “baja”, e


incapacidad permanente, secuelas, etc.

- Una parte subjetiva: pérdida de “calidad de vida”. Ej.: daños estéticos,


imposibilidad de realizar algunas actividades, etc. Depende este daño de su intensidad
y de las circunstancias de cada sujeto.

Son indemnizables los daños o lesiones corporales que ocasionan enfermedad,


pérdida de algún miembro o incapacidad. Y los daños estéticos cuando no se tienen
por qué producir.

Se incluye el sufrimiento o dolor hasta la curación, así como el daño patrimonial


de la pérdida de ingresos o la capacidad para obtenerlos, los gastos de asistencia, y si
es una incapacidad física permanente se podrán solicitar los gastos necesarios de
adaptación del hogar así como el lucro cesante.
Podrán solicitarlos los directamente perjudicados y los allegados (daño mediato
o indirecto). Ej.: Esposa que cuida al marido por accidente laboral los meses de
incapacidad.

e) Daños indirectos, reflejo o por rebote

Se trata de los perjuicios que un determinado daño causa, además de a la


víctima directa, a las personas relacionadas con ella. Pueden sufrir daños no sólo a la
víctima sino a terceras personas. Hijos en fallecimiento, esposa en enfermedad (daños
indirectos).

Lo difícil es determinar qué intereses indirectos y de qué personas merecen la


tutela.

f) Pérdida de oportunidad como un daño en sí mismo considerado

Se considera como daño indemnizable la pérdida de oportunidad. Lo que se


valora es el hecho de haber privado a esa persona de la oportunidad de conseguir un
beneficio o evitar un perjuicio. Se deberá probar la negligencia de esa persona, se da
en situaciones muy concretas.

El TS lo califica como “un daño moral derivado del quebranto o la frustración de


las expectativas de obtener la ventaja de la que se ha privado a la víctima”. O
patrimonial en caso de que la frustración tenga ese carácter. Responsabilidad médica
y de abogados y procuradores. Ej.: informe del estado del feto durante la festación,
tratamiento que en enfermedad podía evitar la muerte, plazo para un recurso,
amputación de mano en accidente y pierde la oportunidad de un reimplante por la
mala conservación debido a la negligencia de la enfermera que no la conservó en
condiciones para ello.

g) Daños derivados de las relaciones familiares.

Existe un aumento de las reclamaciones indemnizatorias en el Derecho de


familia. Algunos casos en relación a la ruptura, matrimonial o no, no tienen cabida en
la responsabilidad civil. En el derecho de familia se regula la patria potestad,
parentesco, protección a los menores, etc. El Derecho de familia regula las relaciones
familiares. El daño que se ocasiona se ha ido aceptando desde hace poco.

Otros casos tratan los daños derivados de la infidelidad: daño moral por el
sufrimiento, daño moral derivado de la ocultación de la paternidad y el coste de
mantenerlos durante años. Una STS niega el derecho porque la esposa no lo sabía,
otra porque el incumplimiento del deber de fidelidad no puede indemnizarse.

Nuevo supuesto STS 30 de junio de 2009. Incumplimiento del régimen de


guarda y custodia, o de visitas.

El padre demanda a la madre que decide unilateralmente trasladarse a EEUU,


con el hijo común de 7 años, supuesto además de sustracción internacional de
menores. El padre solicita la guarda y custodia del hijo, la cual le atribuyen. La madre
lo incumple, impidiendo al padre mantener relación con su hijo.
¿Se darían los elementos de la responsabilidad civil en este supuesto? Sí,
puesto que hay una acción u omisión antijurídica, la madre incumple el derecho del
padre. Hay un daño moral por no ver a su hijo, le impide ejercer la responsabilidad
parental, están separados, en definitiva le impide ejercer la patria potestad. Hay un
nexo entre el comportamiento de la madre y el daño.

Es una acción negligente, dolosa pues actúa con malicia, por impedir las
relaciones personales entre padre e hijo. Existe un daño moral por no poder ver al hijo.
Hay relación de causalidad pues lo causa la madre y es imputable a ella. Se concede
la indemnización porque el progenitor impide las relaciones entre padre e hijo, y el
ejercicio de guardia y custodia por resolución judicial, está obligado a indemnizar el
daño.

- El elemento causal

Para reparar un daño es necesario que haya sido causado por la acción u omisión de
un determinado sujeto. Relación de causalidad entre la acción y el daño. Se exige en
todos los tipos de responsabilidad, ya sea objetiva o subjetiva.

En muchos casos pueden concurrir varios acontecimientos y varias personas,


deberemos saber a quién le vamos a imputar el daño.

La responsabilidad queda limitada a los daños directos, aquellos que razonablemente


se encuentras próximos al que ha ocasionado el daño. Para determinar si
directamente deriva del hecho existen varias teorías.

Todo hecho no está precedido de un antecedente sino de varios, es preciso establecer


cuál de ellos ha de ser la causa.

Pluralidad de causas: hay dos grupos de teorías:

- Teoría de la equivalencia o de la condición sine qua non:

Se rige por el principio de que no puede hacerse ninguna diferenciación entre


los diversos antecedentes que confluyen en el resultado, todos son concausas
siempre que se cumpla el siguiente postulado: un hecho es causa de otro cuando si
hubiera faltado el antecedente no se hubiera producido el resultado.

- Teoría de la causa adecuada:

Estima como causa del daño el antecedente que es posible, probable o


razonable que lo ocasione. El antecedente que según el trascurso normal de los
acontecimientos ha producido el daño de forma directa e inmediata.

Otros entienden que el hecho más próximo al daño debe ser su causa (teoría
de la causa próxima), y se mantiene que el hecho más eficiente es el decisivo (teoría
de la causa eficiente).

La doctrina jurisprudencial viene aplicando el principio de causalidad adecuada,


eficiente, que exige para observar la culpa del agente que el resultado sea una
consecuencia natural, adecuada y suficiente de la determinación de la voluntad;
debiendo entenderse por consecuencia natural, aquella propicia entre el acto inicial y
el resultado dañoso, una relación de necesidad, conforme a los conocimientos
normalmente aceptados; y debiendo valorarse en cada caso concreto.

Si el antecedente que se presenta como causa tiene virtualidad suficiente para que del
mismo se derive, como consecuencia necesaria, el efecto lesivo producido, no siendo
suficiente las simples conjeturas, o la existencia de datos fácticos, que por una mera
coincidencia, induzcan a pensar en una posible interrelación de esos acontecimientos,
sino que es necesaria la existencia de una prueba terminante relativa al nexo entre la
conducta del agente y la producción del daño.

- El criterio de imputación.

El que daña debe indemnizar, art. 1902 C.c.

Elementos de la imputación subjetiva: previsibilidad y evitabilidad. La previsibilidad


plantea si el sujeto que ocasionó el daño pudo prever o no las consecuencias de su
conducta activa u omisiva. En la evitabilidad el eventual responsable sólo lo es si
disponía de los medios necesarios para evitar el daño y no lo hizo, o bien si recaía
sobre él un deber de evitar el daño y no lo hizo.

Causalidad de hecho, la relación de causalidad física o material deriva de la propia


lógica, y es una situación de hecho. Si falta esa actividad el daño no se produce.

Causalidad jurídica o imputación objetiva: pueden existir muchas causas que han
podido ocasionar el daño, para delimitar las que pueden ser relevantes y las que no,
se utiliza la doctrina de la imputación objetiva: “la conducta sólo es relevante si ha
creado un riesgo no permitido de que el daño se produzca, y si el daño es
efectivamente la consecuencia de la creación de ese riesgo”. Se trata de determinar si
el resultado dañoso es objetivamente atribuible al sujeto, atendiendo a su conducta, a
las obligaciones de su actividad, a la previsibilidad del resultado conforme al riesgo
permitido, etc.

Criterios de imputación que sigue el TS:

- Criterio de riesgo general de la vida: niega la imputación de daños en situaciones de


riesgos que todos tienen la obligación de soportar, no se declara la responsabilidad del
que lo crea.

- Criterio del incremento del riesgo: son relevantes las conductas con las que se haya
incrementado el resigo de que el daño se produzca. No cabe imputar una conducta a
un daño si, suprimida esa conducta, el daño se hubiera producido igual. Ej.:
responsabilidad de administradores de sociedad por no pagar la deuda, no existe, no
hubiese evitado la insolvencia, cajero automático, cierre.

- Criterio del fin de protección de la norma: no se puede imputar un resultado dañoso,


fuera de la finalidad de protección de la norma.

Ej.: no se puede exigir responsabilidad al empresario por un accidente laboral


acontecido durante la construcción de un edificio, sobre la base de una conducta
negligente de iniciar la obra sin licencia, la norma que prohíbe la construcción sin
licencia no tiene como fin evitar accidentes laborales. Obreros que trabajan un
domingo, y la legislación no lo permitía.

- Criterio de adecuación: se responde por los daños que sean consecuencia previsible
o predecible de la conducta del demandado. Desde la objetividad.

Ej.: quien colisiona con un camión cisterna, que derrama gasolina y ésta
produce una explosión, no es responsable de los daños derivados de la explosión.

Supuesto: Javier de 9 años se bañaba en la piscina de un hotel, acompañado de su


madre cuando al salir de la piscina por una de las escalerillas resbaló en un escalón, y
una de sus piernas quedó atrapada entre el hueco que había entre la escalerilla y la
pared. Su madre consiguió liberarlo y lo sacó de la piscina. Como consecuencia el
niño sufrió lesiones graves en el fémur.

Los padres demandan al gerente del hotel, a la empresa propietaria del hotel y
a la aseguradora del hotel, y piden 155.157€. ¿Existe responsabilidad civil?

El JPI desestima la demanda, la AP también, y el TS desestima el recurso de


casación porque no se probó si las lesiones fueron fruto del enganche o de la
interacción de otros elementos, como el esfuerzo realizado por la madre del menor
para liberarlo. Ausencia de nexo causal.

Supuesto: un matrimonio acude a cenar a casa de unos amigos. El dueño le abre la


puerta, la señora pasa y por propia iniciativa se va a la cocina a saludar a su amiga,
sabiendo el camino y con la luz apagada del pasillo, con tan mala fortuna que pisa un
juguete con ruedas que se encontraba en el pasillo, causándole lesiones y secuelas.
El matrimonio tiene un seguro multiriesgo de hogar.

¿Qué tipo de demanda y contra quién se presentará? Contra los propietarios


de la vivienda y la compañía aseguradora. ¿Cree que se han dado los elementos de la
responsabilidad civil? No porque no se dan todos los elementos de responsabilidad
civil.

Hay una demanda sobre reclamación de cantidad por culpa extracontractual


contra el matrimonio, así como contra la compañía de Seguros y solicitando que dicte
sentencia en la que se les condene a satisfacer solidariamente la cantidad de ocho
millones, o subsidiariamente, la cantidad que en concepto de indemnización de los
daños y perjuicios sufridos estimare justa al juzgador en ambos casos. El JPI
desestima la demanda.

La sentencia de Primera Instancia desestimó la demanda razonando, de un


lado, que la actora se había adentrado por el pasillo oscuro por su propia voluntad, sin
encender la luz ni pedírselo a los demandados asumiendo así es riesgo inherente al
deambular sin luz siendo presumible..

La señora interpone recurso de apelación y la Audiencia falla: 1) Estimar en


parte el recurso

En términos de normalidad, los anfitriones de una casa asumen la posición de


garantes de la seguridad de sus invitados, y por tanto les corresponde evitar que éstos
corran riesgos que comprometan su integridad. El matrimonio debe iluminar el camino,
o retirar cualquier objeto peligroso que no pudiera detectarse. El principio de confianza
en la seguridad del hogar que le acoge permite al invitado, sobre todo cuando va con
su anfitrión, desplazarse con seguridad.

En consecuencia, el matrimonio demandado no adoptó las medidas


precautorias necesarias para garantizar la seguridad de la actora, y como ésta sufrió el
daño como consecuencia de esa falta de previsión debe exigírseles la responsabiliad
por ese daño.

Recurso de casación por la aseguradora, entre otros motivos para determinar si


el matrimonio es culpable o no.

Tribunal Supremo:

- Han de excluirse del ámbito del art. 1902 C.c. los pequeños riesgos que la
vida obliga a soportar, el riesgo general de la vida o los riesgos no cualificados, pues
riesgos hay en todas las actividades de la vida.

- Para declarar tal responsabilidad ha de concurrir necesariamente una culpa o


negligencia identificable, que no se dará cuando por distracción del perjudicado éste
tropiece con un obstáculo que se encuentre.

En el ámbito doméstico son fácilmente imaginables acciones u omisiones


culposas o negligentes de los anfitriones para con sus invitados, no significa que
absolutamente todas las situaciones hipotéticamente peligrosas sean merecedoras de
imputación objetiva si el peligro es remoto y aquellas entran dentro de la normalidad
de un hogar.

La actitud de la señora, revela un importante grado de proximidad o especial


confianza con sus anfitriones que hace inexigible en éstos una diligencia tan extrema
que les obligará a encender el tramo intermedio del pasillo, además del inicial y el final
que sí estaban iluminados.

En definitva, los hechos no permiten imputar a los cónyuges demandadnos,


como anfitriones, una culpa o negligencia encuadrable en el art. 1902 C.c. y en virtud
de la cual deban responder de las lesiones y secuelas derivadas de la caída de la
demandante.

- Las causas de exoneración de la responsabilidad civil en los supuestos de


responsabilidad civil subjetiva y objetiva

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