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El art. 1902 C.c. es la base o cláusula general de la responsabilidad civil. El que haga
o no haga, pero ocasione un daño a otro, tenga culpa o no, está obligado a resarcir el
daño causado, pues el objeto de la responsabilidad civil es resarcir a la víctima.
En el derecho de daños tenemos una parte general, el art. 1902 C.c. Cuando no se
regula una disposición general ni en el Código civil acudimos a este artículo. Luego
está formado por una parte especial, hay determinadas leyes que tienen su propio
sistema de responsabilidad civil: LGDCU, Ley de Navegación Aérea, etc.
Los presupuestos que se tienen que dar para que podamos pedir responsabilidad civil:
Art. 1089 C.c.: las obligaciones nacen de la responsabilidad civil. Hay obligación
cuando hay un acto del que surge la necesidad de reparar el daño causado.
Art. 1092 C.c.: por economía procesal se regula por el Código penal.
Cuando tenemos un contrato, tenemos una relación contractual, hay una serie de
cláusulas en nuestro contrato y se han incumplido, así habrá responsabilidad civil
contractual.
Supuesto: para demandar por vía contractual, art. 1902 C.c., debería demandar a la
aseguradora, pues se la han garantizado unas prestaciones y ha tenido unos daños
desproporcionales a las mismas. Se contrata una prestación de servicios, no se le
demanda a la matrona. El plazo de prescripción sería de 15 años. Si la señora va por
vía extracontractual puede demandar a cualquier personal del hospital, el plazo es de
un año, que se cuenta desde que se tienen las secuelas, lo que ocurre es que se
demanda al cabo de algunos años, por tanto habría prescrito la responsabilidad.
Hablamos del daño jurídico, que nace del daño causado y la responsabilidad.
Se pretende que casi todo sea responsabilidad civil objetiva. Demandaremos pues se
nos ha causado un daño, pero deberemos demostrar ese daño.
La subjetiva es que uno tiene la culpa, hay que resarcir ese daño, hay que demostrar
que esa persona es quien tiene la culpa y quien debe resarcir el daño. La objetiva es
independiente de toda culpa, se deberá responder siempre.
TEMA 2
Los supuestos no están tasados, son situaciones muy diversas, todas las que no se
dejan a la legislación específica.
El TS dice que para que exista la obligación de resarcir son, art. 1902 C.c.: acción u
omisión ilícita, se debe producir un daño (directo, demostrable, real), que debe existir
una relación de causalidad entre la acción u omisión y el daño producido, y
culpabilidad.
Dentro de esto está la culpa o negligencia, la culpa de la persona que por eso se
causa un daño o la omisión, que también se tiene culpa. Eso se sabrá en relación a la
edad, el conocimiento de la sociedad en general sobre eso, etc.
Se considera daño, a estos efectos, a todo menoscabo que sufre una persona en su
patrimonio (es fácil de cuantificar) o en su integridad física o psíquica (la integridad
física se deriva de la Ley de Circulación de Vehículos a Motor; mientras que la
integridad psíquica se trata de un daño moral).
Debe existir un perjuicio sobre sus bienes y que sea susceptible de reparación.
El derecho de daños se rige por el principio de reparación integral del daño. Son
reparables todos los daños que resulten probados, tanto personales como materiales.
Para probarlo deberemos tener la relación de causalidad entre el comportamiento y el
daño.
Clases:
b) Daño moral:
La estimación depende del juez, pero por ejemplo, para los ataques al honor,
intimidad e imagen la LO 1/82 establece unos criterios: circunstancias del daño,
gravedad de la lesión, difusión o audiencia del medio que se haya producido, beneficio
que haya obtenido el causante de la lesión como consecuencia de la misma, etc.
La indemnización del daño moral: los típicos son los derivados de la muerte y
lesiones, pero además la jurisprudencia admite otros; no resulta fácil precisar los
supuestos en que puede admitirse ni los criterios para la valoración. La jurisprudencia
muestra la tendencia a conceder indemnizaciones por daño moral cuando el
patrimonial es difícil de probar y cuantificar.
El TS establece: La determinación de la cuantía por indemnización por daños
morales debe ser objeto de una actividad de apreciación por parte del juzgador, habida
cuenta de la inexistencia de parámetros que permitan con precisión traducir en
términos económicos el sufrimiento en que el daño moral esencialmente consiste.
d) Daño corporal:
Otros casos tratan los daños derivados de la infidelidad: daño moral por el
sufrimiento, daño moral derivado de la ocultación de la paternidad y el coste de
mantenerlos durante años. Una STS niega el derecho porque la esposa no lo sabía,
otra porque el incumplimiento del deber de fidelidad no puede indemnizarse.
Es una acción negligente, dolosa pues actúa con malicia, por impedir las
relaciones personales entre padre e hijo. Existe un daño moral por no poder ver al hijo.
Hay relación de causalidad pues lo causa la madre y es imputable a ella. Se concede
la indemnización porque el progenitor impide las relaciones entre padre e hijo, y el
ejercicio de guardia y custodia por resolución judicial, está obligado a indemnizar el
daño.
- El elemento causal
Para reparar un daño es necesario que haya sido causado por la acción u omisión de
un determinado sujeto. Relación de causalidad entre la acción y el daño. Se exige en
todos los tipos de responsabilidad, ya sea objetiva o subjetiva.
Otros entienden que el hecho más próximo al daño debe ser su causa (teoría
de la causa próxima), y se mantiene que el hecho más eficiente es el decisivo (teoría
de la causa eficiente).
Si el antecedente que se presenta como causa tiene virtualidad suficiente para que del
mismo se derive, como consecuencia necesaria, el efecto lesivo producido, no siendo
suficiente las simples conjeturas, o la existencia de datos fácticos, que por una mera
coincidencia, induzcan a pensar en una posible interrelación de esos acontecimientos,
sino que es necesaria la existencia de una prueba terminante relativa al nexo entre la
conducta del agente y la producción del daño.
- El criterio de imputación.
Causalidad jurídica o imputación objetiva: pueden existir muchas causas que han
podido ocasionar el daño, para delimitar las que pueden ser relevantes y las que no,
se utiliza la doctrina de la imputación objetiva: “la conducta sólo es relevante si ha
creado un riesgo no permitido de que el daño se produzca, y si el daño es
efectivamente la consecuencia de la creación de ese riesgo”. Se trata de determinar si
el resultado dañoso es objetivamente atribuible al sujeto, atendiendo a su conducta, a
las obligaciones de su actividad, a la previsibilidad del resultado conforme al riesgo
permitido, etc.
- Criterio del incremento del riesgo: son relevantes las conductas con las que se haya
incrementado el resigo de que el daño se produzca. No cabe imputar una conducta a
un daño si, suprimida esa conducta, el daño se hubiera producido igual. Ej.:
responsabilidad de administradores de sociedad por no pagar la deuda, no existe, no
hubiese evitado la insolvencia, cajero automático, cierre.
- Criterio de adecuación: se responde por los daños que sean consecuencia previsible
o predecible de la conducta del demandado. Desde la objetividad.
Ej.: quien colisiona con un camión cisterna, que derrama gasolina y ésta
produce una explosión, no es responsable de los daños derivados de la explosión.
Los padres demandan al gerente del hotel, a la empresa propietaria del hotel y
a la aseguradora del hotel, y piden 155.157€. ¿Existe responsabilidad civil?
Tribunal Supremo:
- Han de excluirse del ámbito del art. 1902 C.c. los pequeños riesgos que la
vida obliga a soportar, el riesgo general de la vida o los riesgos no cualificados, pues
riesgos hay en todas las actividades de la vida.