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Además, todos los sustantivos tienen número, es decir, pueden estar en singular o
en plural. Están en singular cuando nombran un solo objeto, lugar, animal o
persona. Por ejemplo: ciudad, bus, noche. Están en plural cuando nombran varios
objetos, lugares, animales o personas. Por ejemplo: ciudades, animales, antílopes,
gacelas.
Cuando el sustantivo termina en vocal tónica distinta de -é, el plural se forma con -
es y en otros casos con -s. Debido a esta norma se explica que una misma palabra
exista de dos maneras distintas para el plural, como por
ejemplo marroquís y marroquíes.
Cuando el sustantivo termina en consonante distinta de -s, el plural se forma con -
es.
Cuando el sustantivo acaba en -s, si la palabra es aguda, el plural se forma con -es,
y si la palabra no es aguda, el plural, el morfema de número se distingue mediante
concordancia de determinantes y adjetivos, como ocurre con los días de la semana.
Los casos sustantivos se refieren a cómo se usa un sustantivo en una oración, como
sujeto, objeto directo o posesivo. Aunque existe alguna variación entre los casos
entre los idiomas, muchos idiomas usan los mismos casos de sustantivo. Estos casos
se pueden determinar mediante la ubicación en una oración, un cambio en la
ortografía del sustantivo o ambos.
Hay cinco casos de sustantivos en inglés. Con una excepción, el caso genitivo, los
casos sustantivos están determinados por la ubicación del sustantivo en una
oración. La puntuación, las preposiciones y las conjunciones también pueden dar
pistas sobre el caso de un sustantivo específico.
El más simple de estos casos es el vocativo, que se usa solo cuando un sustantivo se
diferencia de una oración, como en «Jake, la ropa está hecha» o simplemente,
«¡Jake!» Los sustantivos en el caso vocativo aparecen solos o separados por una
coma.
El caso dativo se aplica a objetos indirectos. Los objetos indirectos se ven afectados
por la acción de la oración, pero no son sobre lo que actúa el verbo. Por ejemplo,
en la oración «Jake le dio un pedazo de pastel a Jill», lo que Jake le dio, el pedazo
de pastel, es el objeto directo, y la persona a la que le dio el pastel, Jill, es el objeto
indirecto.
Propio: Son aquellos que sirven para denotar personas y lugares con la
finalidad de distinguirlos de los demás que sean de su propia categoría;
verbigracia, los nombres propios. Como ejemplo de ellos, te determinamos los
siguientes: Pedro, Pablo, Ana, sustantivos propios que sirven para
diferenciarlos de las demás personas. América, Europa y Asia, sustantivos
propios para diferenciar los continentes entre sí.
Comunes: Son aquellos sustantivos empleados para denominar las cosas y las
categorías de ellas, tal es el caso de niño o niña. Otros ejemplos de la utilización de
estos sustantivos son: silla, cama, almohada, cobija, que vienen siendo parte de una
misma categoría.
Abstractos. Como su nombre lo indica, estos refieren a aspectos que no pueden ser
percibidos por los sentidos del ser humano, pero si idealizados y manifestados, en
efecto, nos estamos refiriendo a los sentimientos o los principios, e incluso a los
valores. Son ejemplos de sustantivos abstractos: amor, alegría, comprensión.
Concretos. Son aquellos sustantivos que, si pueden ser plenamente percibidos por
los sentidos, es decir, que sirven para denotar todo aquello que puede ser
fácilmente palpable, como es caso de: cama, libro, teléfono.
Colectivos. Hace referencia a aquellos sustantivos que sirven para mencionar una
categoría en general o bien a un conjunto, como, por ejemplo: manada.
Primitivos. Son los sustantivos que se bastan por sí mismo, en efecto, son palabras
que se bastan por sí misma, el mejor ejemplo de estos son los nombres propios.
Las Palabras Sustantivadas son palabras que cambian su categoría de origen por
la de un sustantivo. A este proceso se le denomina Derivación Nominal.