Está en la página 1de 3

Cristina Ruiz Seijas Grupo C2

EL RAPTO DE HELENA
El Rapto de Helena también conocido como el enfrentamiento contra los turcos es una
pintura realizada por Jacopo Comin (1518-1594).

Jacopo Comin, popularmente conocido como Tintoretto (seudónimo que le pusieron por
ser hijo de un tintorero) nació en Venecia en el año 1518. Durante su juventud demostró
tener un talento por la pintura, ante esto su padre lo llevó al talle del conocido artista
Tiziano. Fue en este taller donde Tintoretto se forja como pintor adquiriendo una
formación orientada al desarrollo de su talento innato. Además de ser alumno de
Tiziano, Tintoretto fue formándose a sí mismo mostrando un arte propio inspirado en
corrientes toscanas, romanas y emilianas. Poco tiempo después conseguiría abrir su
propio taller bajo el lema de “el diseño de Miguel Ángel y el colorido de Tiziano”.
Tintoretto adquirió su propio estilo experimentando con la luz. También se dedicaba a
hacer figuras de cera o arcilla para comprobar el efecto de la luz antes de pintar dichas
figuras. Algunas de estas figuras aparecen en sus obras más destacadas. Llego incluso a
experimentar con personas fallecidas o estudiados en las escuelas de anatomía. Era muy
reservado en su forma de trabajar, por lo que rara vez se veía gente en su taller,
conservando en secreto las técnicas que empleaba en sus obras.

El Rapto de Helena es fechado en 1580, etapa durante la que el autor muestra mayor
madurez artística coincidiendo con las últimas etapas de su vida. Finalmente, Tintoretto
muere en 1594 en Venecia dejando un importante legado artístico. El Renacimiento es
la vuelta de la Antigüedad Clásica con la aparición de la figura del mecenas que se
encargaran de patrocinar a los artistas y formarles. Este fenómeno se dio principalmente
en Florencia con la familia Medici. Este periodo se puede dividir en tres etapas: la etapa
del Quatroccento en los primeros años del siglo XV con artistas como Donatello,
Botticelli, Leonardo Da Vinci… La segunda etapa será el Cinquecento en el siglo XVI,
conocido como el Alto Renacimiento con las grandes figuras de Miguel Ángel y
Tiziano. Por último, tendremos la etapa del Manierismo o Bajo Renacimiento a finales
del siglo XVI con la figura de la que hemos comentado anteriormente, Tintoretto.
Cristina Ruiz Seijas Grupo C2

Tintoretto pertenece al Renacimiento Italiano fechado entre los siglos XIV y XVII en
Italia. Es considerada como una época iluminada por el arte y el hombre como centro
del universo dejando de lado el teocentrismo (Dios como centro del universo).

Respecto a la obra, pertenece a la última etapa del Renacimiento Italiano, el Manierismo


caracterizado por perder lo más propio del clasicismo y las proporciones clásicos como
el canón de belleza. Dentro de este periodo encontramos también significativas
representaciones artísticas como la Piedad de Rondanini de Miguel Ángel. El
Manierismo, en general, presenta diferentes elementos característicos en su pintura
como, por ejemplo, colores brillantes, proporciones que buscan la elegancia o posturas
exageradas para llamar la atención. Normalmente se trata de composiciones complejas
que muestran muchos elementos al espectador.
La pintura tiene su propia historia también. Probablemente fue encargada por Vicenzo I
Gonzaga, duque de Mantua, para representar los enfrentamientos que había sufrido con
los turcos. De la colección Gonzaga pasó a la de Carlos I de Inglaterra y a su muerte lo
comprará John Jackson. Finalmente, el embajador Alonso de Cárdenas lo comprará
como regalo para Felipe IV, esto se ha comprobado al estar mencionado en el inventario
del Alcázar de Madrid, desaparecido después de un incendio y ocupando el solar en el
que actualmente se ubica el Palacio Real. Finalmente, la obra ingresó en el Museo del
Prado en el año 1819 donde permanece y puede ser visitar actualmente en Madrid.
En esta pintura que se encuadra en el ciclo Gonzaga (1579-1580). Tintoretto muestra el
rapto de Helena por parte de Paris que provocará la Guerra de Troya según Homero
cuenta en la Ilíada, pero también muestra el futuro de la batalla de Lepanto,
convirtiendo a Helena en la personificación de la propia Venecia. Tintoretto seguirá el
ejemplo de Schiavone y Raimondi situando la escena en el momento que Helena es
llevada a la nave mientras en tierra se libra una batalla. Por lo que se puede decir que el
cuadro se divide en una escena de tema mitológico y otra sobre la naturaleza de la
batalla de Lepanto.
Como hemos dicho anteriormente el tema del cuadro tal y como es característico en el
Renacimiento Italiano, es la mitología, en concreto un episodio mitológico que dio
comienzo a la Guerra de Troya. Por otro lado, también representa sentimientos de la
época como es característico en el Manierismo.
Para su realización, Tintoretto usará el color oscuro en contraposición al blanco para
crear un sentido contrario al ver la obra, creando luces y sombras. El uso de la luz en el
Cristina Ruiz Seijas Grupo C2

contrate del fuerte claroscuro y el blanco será utilizado para llamar la atención del
espectador sobre la escena principal sobre un fondo oscuro para resaltarla. Esto creará
dos espacios totalmente incompatibles consiguiendo la atención del espectador que
estará moviéndose entre una escena y otra.
En cuanto a la composición, cuenta con dos diagonales que crearan una V en la parte
central de la obra. También se le añaden líneas con forma de mástiles y escorzos de
figuras. Estas figuras pertenecen a una de sus anteriores obras como por ejemplo como
las que se puede ver en algunas de las salas del edificio de la Scuola Di San Rocco
donde trabajó entre 1579-1580. Tras finalizar su trabajo en la escuela Veneciana
comienza otra etapa de su vida en la que se creara el Rapto de Helena.

Tintoretto fue un gran representante del Renacimiento Italiano, en concreto del


Manierismo, jugando en todas sus obras con la luz y los claroscuros, los personajes, los
colores y los temas variados. En el Rapto de Helena la mitología será el tema
fundamental que a su vez refleja un acontecimiento histórico de gran trascendencia para
el mundo occidental puesto que la Batalla de Lepanto será un gran triunfo de Felipe II,
monarca europeo representante de la cristiandad, contra los turcos frenando así su
invasión por el continente europeo. Venecia será testigo del desarrollo de este gran
pintor y metáfora de Helena como personaje principal de la obra comentada. La obra de
gran belleza puede ser apreciada en el Museo del Prado como ejemplo artístico de lo
que fue el Renacimiento Italiano.

BIBLIOGRAFÍA
 Faus Falomir, Miguel, Pintura Italiana del Renacimiento: Guía Museo del Prado,
1999.

También podría gustarte