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PINTURA RENACENTISTA

La pintura renacentista abarca el período de la historia del arte europeo entre el


arte de la Edad Media y el barroco. Como todo el arte del Renacimiento, la pintura de esta
época está relacionada con la idea de volver a la antigüedad clásica, el impacto que tuvo el
humanismo sobre artistas y sus patronos, gracias a la adquisición de nuevas sensibilidades y
técnicas artísticas.

Se considera a Italia la cuna de la pintura renacentista al confluir allí las nuevas


técnicas (como el descubrimiento de la perspectiva) con una nueva ideología humanista.
Allí se conservaban a la vista los monumentos de la Antigüedad a la que se quería hacer
renacer, buscando modelos de armonía y belleza.1

HISTORIA
Se fue perfeccionando a lo largo del siglo XV en las ciudades estado italianas,
comenzando por Florencia, bajo el mecenazgo de los Médici. El papel de defensores de las
artes que rivalizaban entre sí por dar más brillo a sus estados, fue desempeñado por los
Montefeltro en Urbino, los Sforza y los Visconti en Milán, los Gonzaga en Mantua y los
Este en Ferrara. En Roma fueron los papas quienes llamaron a los distintos artistas de la
época para trabajar en los palacios papales.1

En un primer momento, en el quattrocento (siglo xv) se investigaron distintos


aspectos técnicos. Así, Piero della Francesca estudió la luz. Masaccio destacó por la figura
humana. En Fray Angélico adquieren importancia el color y una cierta sensibilidad, si bien
su temática sigue siendo religiosa, con composiciones que enlazan directamente con los
modelos medievales precedentes. La perspectiva y la composición son el punto de atención
de Mantegna y Paolo Ucello

Los grandes maestros de la pintura renacentista aparecerán a finales de siglo,


principios del XVI, el cinquecento: Leonardo da Vinci, Rafael y Miguel Ángel. En el siglo
xvi, al clasicismo del Alto Renacimiento le seguirán, en la segunda mitad del siglo, el
manierismo de autores como Parmigianino o El Greco quienes, sin dejar de ser
renacentistas, adoptan unas formas alargadas con cierta exageración que preludia el
Barroco.

A partir del surgimiento en Italia, se va extendiendo progresivamente por Europa


en torno a 1490-1500, con mayor o menor calado, según los países. A excepción de España,
el Renacimiento no dominó la estética de los demás países, debiendo considerarse como un
movimiento artístico predominantemente italiano. Es cierto que en el caso de la pintura, la
divulgación de sus modelos fue más fácil que en la escultura o la arquitectura, debido a la
facilidad de transportar las pinturas, ahora en lienzo, o de reproducir mediante la técnica del
grabado.2

Fue sustituida por la sensibilidad barroca en diferentes momentos, según los


países, observándose que en lugares como Inglaterra se recibe más tardíamente y perdura
cuando ya el resto del Continente está en pleno Barroco.
CARACTERÍSTICAS
Hay una serie de características que distinguen la pintura renacentista de su
inmediata antecesora, la pintura medieval...

 Evocación de lo antiguo, cuya belleza idealizada pretendían tomar como


ejemplo.
 Observación viva de la naturaleza. Los cuadros se sitúan en paisajes
naturales que se intentan recrear con fidelidad, o en marcos arquitectónicos, en los que
columnas, frontones, palacios y templos sirven de excusa a alardes de perspectiva.
 La figura humana se convierte en centro y medida de todas las cosas. El
estudio de la anatomía, incluso la realización de autopsias, ayuda a los artistas a
comprender la realidad del cuerpo humano y sus mecanismos de movimiento, de manera
que lo representan de forma más realista pero normalmente, idealizada.
 Dominio de la perspectiva, y de las técnicas compositivas.
 Los efectos de luces y sombras como el claroscuro o la grisalla. De ahí
técnicas nuevas como el esfumado (efecto brumoso, técnica en la que destacó Leonardo da
Vinci).
 Continúan realizándose decoraciones murales al temple y al fresco.
 Se extiende el uso del lienzo, que es más económico que la tabla. Los
grandes retablos, en que cada cuadro es parte de un tema más amplio, pierde presencia, en
favor del cuadro único, bien como tabla de altar, bien como lienzo. Se adopta de manera
casi exclusiva la pintura al óleo. Jan Van Eyck sin haberla inventado, mejora la técnica de
la pintura con este material. En Italia, sin embargo, se conserva la pintura sobre tabla y la
técnica del temple en la pintura llamada ≪de caballete≫. Es principalmente en Venecia
donde, por influencia flamenca, se introduce el uso del óleo.
 Si en la Edad Media la pintura fue de manera casi exclusiva religiosa, en el
Renacimiento se introducen nuevos temas, como los mitológicos, alegorías y temas
históricos. Aparece el desnudo, no por sí mismo sino en el marco de una pintura de
naturaleza por ejemplo mitológica. Siendo la iglesia católica uno de los principales
mecenas de la época, no dejan por ello de pintarse cuadros religiosos. Se cultiva con
extraordinario vigor el retrato con maestros como Tiziano o Antonio Moro. En esta época
empiezan, tímidamente, otros géneros considerados menores, como el paisaje o el bodegón,
entendidos en el Renacimiento como un elemento subordinado frente a la historia, algo
accesorio del renacimiento.

PINTURA RENACENTISTA ITALIANA


El Renacimiento italiano creó una verdadera revolución en la pintura. Italia fue el
foco primero y principal del Renacimiento en todas sus manifestaciones, del siglo xv al xvi.
Un directo antecesor de esta nueva sensibilidad fue Giotto, maestro que rompió con el
estilo bizantino. Sustituyó el típico fondo dorado por escenarios naturales.

Entre 1200 y 1600, las pinturas se realizaban con diversos materiales. En el


siglo XIII, las técnicas utilizadas eran el temple y el fresco, pero a finales del siglo XV, la
pintura al óleo se fue imponiendo. A finales del siglo XVI, la técnica del óleo sobre
lienzo, que durante el siglo XVII se convirtió en el medio pictórico más popular en
Occidente, se había desarrollado en Venecia. La pintura al óleo era un medio más
flexible, y las pinceladas sueltas y sugerentes de un cuadro realizado por el anciano
Tiziano son completamente diferentes del fino detalle que se aprecia en una pintura al
temple realizada en Venecia más de doscientos años antes.

PINTURAS DEL RENACIMIENTO


Hagamos un repaso por la pintura en el Renacimiento hablando de las obras más
famosas de este periodo artístico de nuestra historia

1. Mona Lisa: El cuadro Mona Lisa de Leonardo Da Vinci es una de las


pinturas más famosas y reconocidas de la historia. Indiscutiblemente, es el cuadro más
debatido por su enigmática sonrisa.

2. Primavera: Primavera es un cuadro de Sandro Botticelli cuyo nombre


original era Alessandro di Mariano Filipepi. El cuadro también se conoce como Alegoría de
la Primavera.

3. La Creación de Adán: Creado en 1512, es uno de los cuadros icónicos de


Miguel Ángel y de la pintura en el Renacimiento. La creación de Adán es la pintura del
techo de la Capilla Sixtina.

4. La Última Cena: Considerada la mejor obra de arte de Leonardo Da Vinci


en 1498, La Última Cena es una importante pintura del periodo renacentista. La imagen
muestra a Jesús con sus discípulos en su última cena.

5. La Escuela de Atenas: Pintada en 1511, es uno de los cuatro frescos


principales de las paredes del Palacio Apostólico del Vaticano. Los cuatro frescos
simbolizan la Filosofía, la Poesía, la Teología y el Derecho.

6. El Juicio Final: Este cuadro de Miguel Ángel Buonarroti, completado en el


año 1541, se encuentra en la pared del altar de la Capilla Sixtina de la Ciudad del Vaticano.

7. La Virgen Sixtina: Raffaello Sanzio, conocido popularmente como Rafael,


pintó la Virgen Sixtina en 1512.

8. El nacimiento de Venus: Creado en 1485, el cuadro muestra a la diosa


Venus llegando a la isla de Chipre. Se la representa como una mujer pura y madura de pie
sobre una concha marina

9. Asunción de la Virgen: En el altar mayor de la Basílica de Santa María


Gloriosa dei Frari, se encuentra este cuadro de Tiziano Vecellio, también conocido como
Tiziano

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