AGUA PARA TODOS, UN DERECHO DE POCOS

El 2021 es un año de cambios, pues no sólo coincide con el Bicentenario, sino también con el inicio
de un nuevo gobierno. Esto trae consigo una esperanza para los peruanos, sobre todo en los más
pobres, de ver atendidas sus necesidades más urgentes. Y es que hoy en día el Perú enfrenta
diversos problemas: pandemia, corrupción, pobreza, exclusión, discriminación; pero sin duda, uno
de los problemas más apremiantes que debe solucionar este gobierno es la falta de acceso al agua
de la gran mayoría de peruanos. ¿Qué significa que la mayoría de peruanos no tenga acceso al agua?
en mi opinión, la falta de acceso al agua es un acto de discriminación y vulneración de los derechos
que afecta directamente el desarrollo económico, la salud y pone en grave riesgo la vida de la
población más necesitada.
En primer lugar, el acceso al agua es un derecho fundamental sustentado en las leyes del hombre
y de Dios. La ley N°30588 ley de reforma constitucional que reconoce el derecho de acceso al agua
como derecho constitucional. En ella se menciona que “el Estado reconoce el derecho de toda
persona acceder de forma progresiva y universal al agua potable. El Estado garantiza este derecho
priorizando el consumo humano sobre otros usos. Asimismo, promueve el manejo sostenible del
agua, el cual se reconoce como un recurso natural esencial y como tal, constituye un bien público y
patrimonio de la Nación. Su dominio es inalienable e imprescriptible”. Del mismo modo aún
resuenan las palabras del Papa Francisco quién en un discurso pronunciado el 2017, profundizó
sobre la urgente necesidad de defender el “derecho al agua para todos” y garantizar su acceso a
todos los pueblos.
Por otro lado, el agua potable es un recurso esencial, sobre todo en tiempos de pandemia. El agua
siempre ha sido un elemento vital para la población ya que está presente en todas las actividades
cotidianas. Es utilizada para beber limpiar cocinar o para la higiene personal. Además, es
fundamental para la prevención de enfermedades. En medio de una pandemia, como el Covid-19.
el agua cobra una gran importancia, porque hasta hoy las únicas formas de combatir la pandemia
son el aislamiento y el lavado de las manos. Al respecto, el especialista en salud pública de la
Universidad Cayetano Heredia (UPCH) resalta que en tiempos de pandemia una de las acciones
claves para la prevención de contagios de Covid-19 ha sido el lavado de manos, lo cual debe ser un
hábito que todos deben aprender desde niños.
Por último, el acceso al agua es indispensable para lograr el desarrollo de la población. La escasez
y falta de acceso al agua significa un freno al desarrollo social y económico. La ausencia de agua de
calidad dificulta (o impide directamente) el desarrollo de la industria local del país, sobre todo de
las zonas más pobres. Por otra parte, el sector primario (la ganadería y, muy especialmente, la
agricultura) precisa de grandes cantidades de agua y los largos periodos de sequía, además de
suponer un importante desbalance para los ingresos de los agricultores, se traducen en escasez de
alimentos para la población local y, en consecuencia, para todo el país.
Por lo expuesto, es muy importante que una de las prioridades del gobierno sea trabajar para que
el agua sea un bien nacional de uso público para todos los peruanos; que sea un derecho para todos
y no un privilegio para unos pocos. Sólo así se podrá hablar de inclusión y de un verdadero
desarrollo.