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Introducción

El presente trabajo tiene como objetivo centrar la información sobre un aspecto


fundamental en la vida de los seres humanos: el acceso al agua potable, acceso que, ante la
escasez del agua y la crisis de los recursos hídricos en el mundo, cada vez se hace más difícil
que personas en zonas rurales y marginadas tengan acceso a este líquido vital como un
derecho humano. El derecho humano al agua es indispensable para vivir dignamente y es
condición previa para la realización de otros derechos humanos. Es por eso que el agua debe
tratarse fundamentalmente como un bien social y cultural, y no sólo como un bien
económico.

Millones de personas mueren cada año a causa de enfermedades transmitidas por el agua
que es posible tratar y por el poco o nulo acceso a este líquido vital. Mientras que aumentan
la contaminación del agua y la destrucción de los ecosistemas, somos testigos de las
consecuencias que tienen sobre la población mundial el cambio climático, los desastres
naturales, la pobreza, las guerras, la globalización, el crecimiento de la población y la
urbanización, incidiendo todos ellos, además, en la problemática de falta de agua.

Con esta perspectiva, es posible considerar provechosa la realización de un proyecto que de


alguna manera contribuya a informar algunos aspectos respecto a los problemas de acceso
al agua potable en lugares marginados, ya que su reconocimiento puede ayudar a mitigar
las carencias que sufren millones de personas en el planeta respecto al acceso a este
recurso; teniendo en cuenta y reconociendo que si las tendencias actuales persisten, en el
futuro muchas más personas se verán afectadas independientemente del lugar de su
residencia, por lo que, al no contar con el acceso a un recurso fundamental para la vida y la
salud se pone en riesgo el cumplimiento de otros derechos humanos. Así mismo, el presente
trabajo tiene como objetivo exponer posibles soluciones a la problemática que presenta el
poco o nulo acceso de agua en ciertos lugares; que ayuden a cumplir con las metas
establecidas de: ayudar a lograr el acceso equitativo al agua potable, así como el conseguir
disponibilidad de servicios de saneamiento e higiene adecuados, especialmente en zonas
vulnerables que no cuentan con esta viabilidad.
Justificación

El agua es un elemento vital para impulsar el desarrollo de las poblaciones y mejorar sus
condiciones de vida. En especial en las áreas rurales la cobertura de agua y saneamiento en
este segmento de la población es, en general, inferior a los niveles de cobertura de los
centros urbanos medianos o grandes.

La necesidad del proyecto surge al observar que más de la mitad de los habitantes del
planeta tienen problemas de abasto de agua potable por una baja disponibilidad; es decir,
existen comunidades que antes de evaluar aspectos como la inversión que trae consigo el
tener agua en el hogar o la calidad de esta (lo que sucede en la mayoría de las zonas
urbanas), tienen que preocuparse por siquiera contar con este recurso. Las necesidades de
los seres humanos respecto al agua no se limitan a una cantidad suficiente para beber, se
requiere al agua también para preparar alimentos, para mantener la higiene personal y para
el funcionamiento de los servicios de saneamiento.

Aun cuando para muchas personas sería sencillo afirmar que el acceso al agua constituye
un derecho para los individuos, al ser el agua un elemento indispensable y fundamental, en
primer término, para la vida, va más allá de un derecho, se le concibe como una necesidad
básica para los seres humanos. Con esto en mente, hay cuatro principios importantes para
garantizar la supervivencia y la salud de todos con respecto al agua potable:

• El agua debe estar disponible, es decir, en suficiente cantidad para todos los usos
personales y domésticos.
• El agua debe ser accesible, las instalaciones y los servicios adecuados deben ser
accesibles en los hogares o en las proximidades. Además de contar con instalaciones
y servicios con un coste abordable para todos.
• El agua debe ser de calidad, el agua debe ser salubre, potable y no conllevar riesgo
alguno para la salud.
• El agua debe ser estable y fiable, el agua salubre debe estar disponible y ser accesible
en cualquier circunstancia (sequía, inundación que contamine el agua, etc.)
Antecedentes

El agua potable y el saneamiento son indispensables para la vida y la salud, y fundamentales


para la dignidad de toda persona. Sin embargo, 884 millones de personas carecen de acceso
a fuentes mejoradas de agua potable, y 2,600 millones no disponen de servicios mejorados
de saneamiento. De ellos, 980 millones de niños carecen de acceso a las instalaciones de
agua y saneamiento lo que afecta a todos los aspectos de su vida; la falta de saneamiento
adecuado está asociado a la muerte de casi dos millones de niños cada año. El 88% de las
muertes producidas en el mundo por diarreas (segunda causa de mortalidad infantil en el
mundo) están relacionadas directamente con un déficit en el abastecimiento de agua y el
saneamiento. Y aunque estas cifras de por sí ya revelan una situación preocupante, la
realidad es mucho peor aún, porque millones de personas pobres que viven en
asentamientos precarios simplemente no están contabilizadas en las estadísticas
nacionales. Las causas básicas de la actual crisis del agua y el saneamiento radican en la
pobreza, las desigualdades y la disparidad en las relaciones de poder, y se ven agravadas por
los retos sociales y ambientales, como la urbanización cada vez más rápida, el cambio
climático, y la creciente contaminación y merma de los recursos hídricos.

Como se mencionó, alrededor de 2,600 millones de personas aún carecen de acceso a


servicios de saneamiento adecuados, ello tiene un profundo efecto negativo en numerosos
derechos humanos. Por ejemplo, sin servicios de saneamiento no es posible disfrutar del
derecho a una vivienda adecuada; el impacto de la falta de saneamiento en la salud está
bien documentado: es responsable de hasta una cuarta parte de las defunciones de
menores de 5 años y constituye una grave amenaza al derecho a la salud. El saneamiento
deficiente repercute además seriamente en la calidad del agua y pone en peligro también
el disfrute de este derecho.

El derecho al agua debe abarcar el acceso a la cantidad necesaria para mantener la vida y la
salud y para satisfacer las necesidades básicas, y no confiere a las personas el derecho a una
cantidad ilimitada de agua. Según la OMS, se requieren entre 50 y 100 litros de agua por
persona al día para cubrir la mayoría de las necesidades básicas y evitar la mayor parte de
los problemas de salud. El acceso a 20-25 litros por persona al día representa el mínimo,
pero esta cantidad causa preocupaciones sanitarias, porque no basta para cubrir las
necesidades básicas de higiene y consumo . Estas cantidades son indicativas, ya que
dependen del contexto particular y pueden diferir de un grupo a otro en función del estado
de salud, el trabajo, las condiciones climáticas y otros factores.

El agua debe estar exenta de microbios y parásitos, así como de sustancias químicas y
radiológicas, que puedan constituir una amenaza para la salud de las personas. El agua debe
tener también un color, un olor y un sabor aceptables, a fin de que las personas no recurran
a otras fuentes que puedan parecer más atractivas pero que estén contaminadas. Estos
requisitos se aplican a todas las fuentes de abastecimiento, como el agua corriente, el agua
de cisternas, el agua comprada a un proveedor y los pozos protegidos. Alrededor del 90%
de las aguas residuales y el 70% de los desechos industriales de los países en desarrollo se
descargan en cursos de agua sin ningún tratamiento previo, contaminando a menudo los
recursos de agua disponibles. La falta de sistemas de saneamiento adecuados en muchas
partes del mundo ha dado lugar a la contaminación generalizada de las fuentes de agua de
las que depende la supervivencia de las comunidades.

Los servicios de abastecimiento de agua y de saneamiento deben ser físicamente accesibles


y estar al alcance de todos los sectores de la población, teniendo en cuenta las necesidades
de determinados grupos, como las personas con discapacidad, las mujeres, los niños y los
ancianos. Sin embargo, se conoce que en un gran número de comunidades rurales se tiene
el principal problema del difícil acceso que se tiene al agua potable, puesto que la población
de estos lugares debe caminar largas distancias, de 2 a 3 km cada día, para llegar a un grifo
público, acarrear pesados recipientes en la cabeza y hacer largas filas delante de los grifos,
además, si se llegara a contaminar este punto de agua común, toda la comunidad estaría en
peligro.
Metodología

1. Informar. Investigar y documentar los problemas que sufren muchas comunidades


marginadas alrededor del mundo en cuanto al acceso de agua potable. Así mismo,
mejorar la recopilación de datos, ya que existen comunidades que viven con este
tipo de problemática que simplemente no están contabilizadas en las estadísticas
nacionales.
2. El papel de las autoridades. Las autoridades locales son responsables, con
frecuencia, del abastecimiento de agua potable y de los servicios de saneamiento.
La obligación principal de promover y proteger el derecho al agua recae en el
gobierno nacional, que tiene la responsabilidad de vigilar el comportamiento de las
autoridades locales y de facultarlas para desempeñar sus tareas dotándolas de
suficientes poderes y recursos.
3. Las obligaciones del estado. Los Estados deben garantizar que todas las personas
cuenten con acceso a una cantidad suficiente de agua potable para el uso personal
y doméstico, que comprende el consumo, el saneamiento, el lavado de ropa, la
preparación de alimentos y la higiene personal y doméstica. También se debe exigir
que aseguren progresivamente el acceso a servicios de saneamiento adecuados,
como elemento fundamental de la dignidad humana y la vida privada, pero también
que protejan la calidad de los suministros y los recursos de agua potable. Así mismo,
los servicios de abastecimiento de agua y de saneamiento deben ser físicamente
accesibles y estar al alcance de todos los sectores de la población, teniendo en
cuenta las necesidades de determinados grupos, como las personas con
discapacidad, las mujeres, los niños y los ancianos.
4. El papel del sector privado. Las empresas y el sector privado también son actores
importantes. El sector privado, en particular los proveedores de servicios de
abastecimiento (desde las grandes compañías que administran redes de agua
corriente y sistemas de alcantarillado hasta las personas que gestionan las cisternas
de agua), interviene directamente en el suministro de agua. El sector privado,
especialmente los grandes productores agrícolas y la industria, deben buscar
alternativas y procesos que ayuden en el ahorro de agua, así como en el correcto
procesamiento de aguas residuales, lo que ayudaría a mitigar en gran forma algunos
problemas del acceso al agua potable.
5. El agua como derecho humano. El enfoque del abastecimiento de agua potable y el
saneamiento, debe basarse en forma de derechos humanos para hacer frente a la
actual crisis del agua y el saneamiento. Aun cuando el derecho al agua se aplica
estrictamente sólo a los usos personales y domésticos, el enfoque basado en los
derechos humanos puede y debe utilizarse al estudiar cuestiones más amplias, como
la ordenación de los recursos hídricos. Ese enfoque exige, en particular, que ningún
grupo de población quede excluido y que, al asignar los limitados recursos públicos
disponibles, se dé prioridad a quienes no tengan acceso o a quienes sean objeto de
discriminación en el acceso al agua potable. El enfoque basado en los derechos
humanos también ayuda a tomar decisiones con respecto a la ordenación de los
recursos hídricos, al otorgar una clara prioridad, en la distribución del agua entre los
distintos fines que compiten entre sí.
6. Aumentar la inversión de capital por parte de los Estados. El coste económico que
suponen las mejoras en saneamiento es reducido en comparación con los beneficios
que conlleva su disponibilidad efectiva. Se calcula que con una inversión anual de
unos siete mil millones de euros (menos del 1% de los gastos militares mundiales) se
podría reducir a la mitad el número de personas que no dispone de sistemas de
saneamiento.
Resultados e Impacto previsto

Con el presente proyecto se busca informar y comunicar acerca de la gran problemática que
viven un importante número de personas alrededor de mundo al tratar de conseguir agua
potable, además, se busca tener un impacto en las autoridades correspondientes al explicar
y exponer ciertas ideas que se tienen para buscar que la mayor cantidad de persona
vulnerables dispongan de agua potable, así como su correcta gestión sostenible y el
saneamiento para todos. Como se mencionó, el principal resultado que se busca a través de
este proyecto es el generar un impacto en las personas, para formar conciencia acerca de lo
que significa tener accesibilidad al agua potable, ya que, la gran mayoría de los individuos
ve el acceso al agua como una acción tan sencilla como el abrir su llave del grifo, sin
embargo, para un amplio número de comunidades el contar con agua potable parece más
un reto que un servicio cómodo.

Así mismo, se busca promover acciones para fortalecer el papel de los gobiernos e
instituciones privadas en esta problemática, puesto que al ser entes con el poder de realizar
un cambio verdadero en la sociedad, deberían cumplir con un papel más participativo y
colaborativo en busca de soluciones mediante acciones que estas instituciones pueden
llevar a cabo con más facilidad, como el ampliar el apoyo a países en desarrollo para la
creación de actividades y programas relativos al agua y el saneamiento, como los de
captación de agua, desalinización, uso eficiente de los recursos hídricos, tratamiento de
aguas residuales, reciclado y tecnologías de reutilización. Finalmente, aunque es cierto que
en el presente proyecto se expusieron ideas enfocadas en el papel de los estados e
instituciones, es correcto mencionar que, un impacto que siempre se debería buscar, es en
la sociedad; los grandes cambios constantemente empiezan por el individuo y en esta
problemática no es la excepción, todas las personas tienen el poder de intervenir y de
ayudar a buscar soluciones a esta problemática, desde la realización de acciones que ayuden
en el ahorro de agua, hasta en la participación de actividades de grupos que ayudan a las
comunidades más marginadas con sus problemas de acceso al agua potable sin busca de
lucro.

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