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Introducción:
Entre las implicaciones de la vida cristiana, la más importante frente al mundo es nuestro testimonio
como auténticos discípulos de Cristo. Ser testigo de Cristo va mucho más allá de hablar de Él;
involucra a nuestro estilo de vida y conducta en absolutamente todas las situaciones, y no sólo en lo
personal sino incluso la conducta colectiva de la comunidad cristiana.
Con el propósito de motivar a los creyentes a presentar un testimonio que eleve el nombre de Cristo,
el TEMA de hoy trata de tener una conciencia limpia. Es el fundamento del buen testimonio; de otra
manera cayéramos en la categoría de los fariseos y escribas (ellos conocían la ley y conociéndola no la
obedecían) ¿como les llamó nuestro Señor Jesús a ellos? hipócritas. Así lo entendió el apóstol Pablo
como lo leemos en el TEXTO 2 de Corintios 1:12. “Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de
nuestra conciencia, que con sencillez y sinceridad de Dios, no con sabiduría humana, sino con la
gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mucho más con vosotros”. Entonces cabe hacer
una reflexión ¿Que afecta el estado de nuestra conciencia? Y la vamos a tratar de responder a través
de los siguientes puntos:
a) Las ofensas contra Dios. Todo pecado es una ofensa que cometemos contra Dios. Algunos tratan
específicamente de él: la fe en ídolos o cosas; leamos lo que nos dice Lucas 12:19 “y diré a mi
alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe,
regocíjate”. El no dedicarle la reverencia que debemos a Él sólo; En Mateo 6:24 podemos leer
“Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a
uno y despreciará al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas”. La preferencia por
el mundo efímero; en 1era de Juan 2:15, nos lo reafirma: “No améis al mundo, ni las cosas que
están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él”.
b) Las ofensas contra los hombres van desde asuntos aparentemente pequeños; la burla por
ejemplo, hasta los que atacan a los bienes, la felicidad e incluso la vida de nuestros semejantes,
sea de forma directa o indirecta. La crisis económica actual, por ejemplo, o el deterioro del medio
ambiente, roban la paz y causan la muerte de millones. Son producto de la codicia o de la
irresponsabilidad, y pesan sobre la conciencia de los que se enriquecen a través de ellos.
Conclusión: Ser testigos de Cristo ante el mundo nos exige cuidar la conducta, practicar el bien y
asegurarnos que todo lo malo que se diga de nosotros sea mentira. ¡Que bueno es poder caminar
con la frente en alto delante de Dios y de los hombres!
Ninguno de nosotros está exento de heridas y traiciones, menosprecio y ofensas. El asunto
es que hacemos con ellas.
Generalmente ante una herida en nuestra piel, de acuerdo a su tamaño vamos a especialistas
que puedan ayudarnos.
Cuando es un lugar visible, tratamos que no nos quede ninguna cicatriz, y nos olvidamos
completamente de ella. Muchas veces sí quedó algo visible solamente lo recordamos
cuando de pronto alguien nos pregunta ¿Qué te sucedió?
¿Sabía usted que hay una manera de apretar la tecla de “delete” para borrar ese pasado que
ocasionó la herida, el mal recuerdo etc.?
ES EL PERDÒN, cuando usted perdona de todo corazón al que lo hirió, no regresará nunca
más hacia atrás a recordar algo que te causó dolor.
La pregunta es ¿Para qué vivir dos, tres o cien veces lo que te causó dolor?
Usted debe cuidar su corazón, para que no lo vuelvan a herir pero, también debe cuidarlo
perdonando de manera que no vuelva al pasado, sino que viva el futuro en expectación de
gloria, sin dejar que esas cosas del pasado lo vuelvan hacia atrás.
Recuerde Jesús vino a sanar a los quebrantados de corazón, si algo te quebrantó, la tecla
“delete” de tu alma que es el perdón y esta es la clave para vivir en gozo. ¿Quiere hacerlo
hoy? De lo contrario Dios respeta su decisión pero recuerde…….EL HIZO TODO PARA
QUE VIVAS UNA VIDA ABUNDANTE, CUANDO PONEMOS POR OBRAS SUS
PRINCIPIOS.