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Diversas formas de saberes: saber

mítico, saber empírico, saber práctico


o vulgar, saber religioso, etc.

El hombre necesitó desde siempre adquirir ciertos conocimientos que le permitieran


orientarse en su medio ambiente, a fin de poder actuar y satisfacer de esa manera sus
necesidades. Es por eso que debemos de entender el problema del conocimiento en
función de la vida y desterrar aquella falsa idea de que el hombre por naturaleza busca
conocer puesto que posee determinadas facultades para conseguirlo.

La verdad es que el conocimiento surgió no por inclinación sino, repitámoslo, porque el


hombre para vivir tiene que llevar a cabo, una serie de actividades para ver cubiertas sus
más básicas necesidades. Uno de los filósofos contemporáneos Ortega y Gasset ha
utilizado la frase “saber a qué atenerse” respecto a las cosas y a los demás hombres,
como la característica más general de este tipo de saber mediante el cual el hombre puede
orientarse y actuar dentro de su medio. En efecto imaginemos lo que sucede cuando el
hombre se encuentra en un estado de incertidumbre cuando no sabe cómo comportarse
con determinados objetos, indudablemente no podrá actuar; pero, puesto que el ser
humano no puede permanecer en la inactividad, se verá en la necesidad de buscar una
serie de mecanismos que le permitan salir de ese estado de incertidumbre.

Pues bien en los tiempos antiguos cuando la humanidad no poseía todavía conocimientos
científicos, ya se idearon algunos sustitutos que posibilitaran al hombre saber cómo
comportarse frente a los seres que le rodeaban así surgieron por ejemplo las llamadas
ordalías y los oráculos. Los primeros cumplían una finalidad judicial, de modo que cuando
se deseaba saber si alguien era culpable o inocente, la forma de averiguarlo era
haciéndole ingerir veneno al supuesto culpable de manera que si vivía, ello era prueba de
su inocencia, al contrario si moría se pensaba que efectivamente fue culpable.

En el caso de los oráculos estos representan también una forma  de saber a qué atenerse,
de ahí, que cuando los antiguos griegos iban a iniciar alguna empresa importante se
consultaban los oráculos famosos, como el de Delfos, con la esperanza de saber lo que
debían hacer en el futuro. Sin embargo a través de la historia de la cultura es posible
rastrear otros tipos de saberes mucho más complejos, que han constituido diversos modos
de apropiación de la realidad, esto es diversas formas de comprender y actuar en el
mundo, tales como el mito, la magia y el sentido común. Todos ellos, saberes pre-
científicos, los cuales analizaremos a continuación.

Saberes prefilosóficos

En este tema nos ocuparemos de la naturaleza de la explicación pre filosófico y científica.


Primeramente hablaremos sobre el pensamiento mítico, seguidamente del saber
mágico y posteriormente del saber empírico práctico. Estos constituyen las primeras
formas culturales o simbólicas, que el hombre adopta y le permiten actuar y satisfacer las
necesidades en la cotidianidad. Por lo tanto, estos saberes se caracterizan por ser
espontáneos, ya que se adquieren sin métodos, son superficiales porque desconocen, las
causas, las leyes y principios de la realidad y por último son acríticos ya que no se
pregunta  el por qué de las cosas. La importancia de estos saberes sin embargo radica en
que son una forma para saber a qué atenernos, o sea saber cómo comportarnos en
relación a otros hombres y al mundo que nos rodea

Pensamiento mítico

El propósito de esta temática consiste principalmente, en que se logre diferenciar el


conocimiento filosófico, de los llamados saberes pre científicos que históricamente le
precedieron y que, aun ahora, conviven con aquel. Etimológicamente, el termino mito
significa “decir o narración”, y generalmente se le identifica, como fabula, engaño, ilusión
etc. Sin embargo, como tendremos oportunidad de aclarar a la luz de las modernas
investigaciones que sobre el pensamiento mítico se han llevado a cabo, este adquiere una
nueva faz, cuando lo entendemos dentro del contexto de las civilizaciones arcaicas, donde
por el hecho de tener vigencia social constituye una “historia sagrada”, que sirve de guía
práctica y de explicación del mundo.
Para que pueda concer mas acerca de este m ito sobre pandora le invitp a leer
rapidamente, el “Mito de la caja de pandora” para poder tener acceso al
documento haga clic en el título del mismo.

Es importante que comprenda la estructura, significado y repercusión de tales


ideas en la vida social del hombre, ya que hoy todavía existe un gran numero de
las llamadas sociedades primitivas, en las que ese tipo de saber se mantiene, no
es menos cierto, que aun en nuestra sofisticada civilización occidental, es posible
desenmascarar algunas creencias en cuya base están presentes concepciones
míticas como, por ejemplo: el mito de la superioridad de la razas, el culto a los
héroes, (hoy en día personificados en algunos líderes políticos, cantantes y artistas
etc.), como también en un destino inexorable, e incluso en la manera mítica como
ciertas personas entienden la ciencia.

El mito como otras formas culturales, posee una unidad de lo diverso, que en su
caso consiste en la objetivación de los sentimientos, es decir, que el sentimiento
humano al exteriorizarse ha quedado plasmado en determinadas objetividades,
como: en normas, narraciones, usos, ritos, danzas y leyesde la comunidad. Este
aspecto hay que destacarlo, aunque el pensamiento no está exento de cierta
racionalidad, no obstante,los fenómenos eran percibidos rodeado de
cualidades emotivas de alegría o de pena, angustia o confianza, repelentes o
agradables. Todo lo cual pone de relieve que el mundo en que vive el primitivo es
fundamentalmente emotivo, y será precisamente en esa atmosfera emotiva, donde
el “hombre empieza a aprender un arte nuevo y extraño, el arte de expresar lo cual
significa organizar sus instintos más hondamente arraigados, sus esperanzas y
temores” (E. Cassirer, El Mito del Estado).

De acuerdo a lo anterior, podemos entender que para el hombre de mentalidad mítica, las
cosas no son indiferentes, sino buenas o malas, dañinas o perjudiciales, dependiendo o no
que sirvan para satisfacer diversas necesidades. Ahora bien, el pensamiento mítico ha
cumplido una doble función:

Especulativa

Puesto que da respuestas a los problemas de los orígenes, tanto del mundo, de los dioses
como de los hombres. En la actualidad la importancia de tales relatos, radica en el hecho
mismo de la pregunta, o sea, en el que algunos hombres hayan sentido la necesidad de
averiguar el porqué de algunos fenómenos, de donde provienen, y en algunos casos hacia
qué fin tendían.

Guía práctica

Se refiere a su función como guía práctica, y ello debido a que cualquier sociedad, aun la
primitiva no podría subsistir mucho tiempo sin un determinado orden, sin leyes que regulen
la vida en común. Pues bien, “la sociedad primitiva ha solucionado ese problema echando
mano del mito, que como ya sabemos representa una historia verdadera”. En efecto, los
patrones de conducta, los usos, obligaciones y prohibiciones, todo adquiere su sentido y
su razón de ser en las creencias y relatos míticos guardados celosamente por la tradición,
la cual se encarga de conservarlos y transmitirlos de generación en generación” (Álvarez
de Bittner María Cayetana, texto de Filosofía, SUED.) En este tipo de mentalidad el
pasado juega un papel importante, pues en él se encuentran los modelos, no solamente de
conducta, establecidos por los dioses, sino también el de las distintas festividades,
actividades y oficios que el individuo realiza. “Es el tiempo fuerte de los orígenes” como
gusta denominar Mircea Eliade, el que puede ser recreado a través de rituales, de ahí, la
generalizada creencia de un tiempo cíclico en el que todo puede volver a suceder.

El mito tiene su propia racionalidad, su ordenamiento y es esto lo que nos permite una
interpretación de su:

Cosmogonía (origen del mundo)

Antropogonía (origen del hombre)


Teogonia (origen de dios)

Cosmogonía

En las diversas mitologías (griega, egipcia, maya, azteca, etc.) el relato cosmológico narra
cómo se ha formado el mundo a partir de un principio inicial: agua, caos, tierra, hasta
desembocar en el mundo establecido y familiar.A partir de esos principios, los dioses
hicieron surgir todo aquello que en el mundo contemplamos: hombre, montañas, ríos,
mares, etc. debido a ello el mito cosmogónico se considera como una historia sagrada y
por lo tanto no puede ponerse en tela de juicio.
Antropogonía

Estas representan una explicación sobre el origen del hombre. El cual dentro de la
mentalidad primitiva no marca la etapa más importante de la creación y ello debido a que
el hombre no se ve a sí mismo como un ser superior con respecto a los otros seres vivos.
Esto se explica porque la visión del mundo fundamentalmente es como un todo y por lo
tanto no hay diferencias insalvables entre una especie y otra.

Teogonía
Por lo que respecta a las teogonías hay que señalar que tienen como tema principal, el
exponer a través de largas cadenas genealógicas el surgimiento de los distintos dioses, a
partir de aquellos que se consideraban más importantes y poderosos, hasta desembocar
finalmente en aquellos dioses cuyo radio de acción era más limitado, tales como los
llamados dioses funcionales, cuyo objetivo consistía en favorecer determinadas
actividades prácticas, como: la siembra, la caza, etc., o los tutelares que tenían como
misión proteger el hogar.

En conclusión tendríamos que:

1.       A ese nivel cultural nos damos cuenta dequees prácticamente nulo el uso que de la
libertad personal hace el individuo puesto que se rige exclusivamente por las creencias,
usos, oráculos, por la tradición de la sociedad.

2.       El hombre mítico no tiene clara conciencia de su poder creador. De ahí que todo aquello
que es producto del desarrollo cultural como: la cerámica, navegación, uso de
herramientas, etc. su uso y origen son un legado de ciertos dioses que de esa manera
mostraron su benevolencia con los hombres.

3.       La mentalidad mítica es fatalista dominada por prejuicios y creencias que le impiden


modificar lo establecido siendo además acrítica y dogmática pues acepta las cosas sin
discusión, sin razón, únicamente por la fuerza de la tradición y sus creencias.

El pensamiento mágico
La magia puede entenderse como poder sobre las fuerzas de la naturaleza y poder
de adivinación. Tanto en un caso como en el otro se trata claramente de un arte de una
técnica que confiere poder al hombre.

En las sociedades arcaicas, el pensamiento mágico se encuentra profundamente


vinculado al pensamiento mítico, no obstante el primero presenta caracteres  propios, y en
cierto sentido constituye un paso adelante en comparación con la mentalidad mítica, pues
como dice Cassirer, “la fe en la magia es ya una de las primeras manifestaciones
mediantes la cuales el hombre fue obteniendo confianza en sí mismo”. De hecho “a través
de ella el ser humano ya no se siente a merced de las fuerzas naturales, ya que el mago
cree efectivamente  que puede lograr determinados fines, e incluso provocar algunos
fenómenos naturales como, por ejemplo, hacer llover, apagar fuegos, hacer curaciones en
casos difíciles, hacer encantamientos, hechizos,producir males y actos de adivinación; 
mediante su voluntad, la que puede verse favorecida obteniendo el  apoyo de seres 
sobrenaturales, tales prácticas son llevados a cabo por determinados ritos, los que para
ser efectivos deben realizarse repitiendo ciertas frases y observando determinadas reglas
en un orden que no puede variar”. (Álvarez de Bittner María Cayetana, texto de Filosofía,
SUED.)

Precisamente la creencia de que el hombre puede dominar las fuerzas de la naturaleza,


llevó a J. Frazer  a afirmar, que la magia es mítica en sus medios pero científica en sus
fines.

Por otro lado, la mentalidad primitiva en general percibe el mundo impregnado de


cualidades emotivas, ello permite entender por qué algunos pueblos, creen que algunos
días son propicios a diferencia de otros que son nefastos, de allí la necesidad de que las
empresas se realicen en los primeros a fin de que tengan buenos resultados.

En las sociedades primitivas, las prácticas mágicas son variadas y están presentes, en
todas aquellas actividades que tienen importancia para su conservación, por ejemplo, en la
época de la siembra, o de la recolección, en la caza, nacimientos, etc. Tales prácticas eran
ejercidas por personas que disponían de ciertos conocimientos, como por ejemplo el que
algunas hierbas pueden ser buenas o malas para la salud. Dichos saberes se guardaban
celosamente, siendo transmitidos a unos pocos iniciados a través de generaciones. Este
hecho nos permite comprender el enorme prestigio y poder que los magos adquirían en el
seno de sus sociedades. A su vez, la mentalidad mágica opera por medio de lo que Frazer
denomina magia imitativa, lo cual supone que lo semejante produce lo semejante, de
modo tal, que si se desea obtener una buena caza,  o una abundante pesca, se pinta un
animal, o se fabrica un pez, en la confianza que éstas logran atraer a las especies en
cuestión.

Saber del sentido común (empírico, vulgar, ordinario o del


hombre práctico)

Este tipo de saber, es el resultado de experiencias propias a través de los sentidos, pero
fundamentalmente de las ajenas, que a través de los tiempos se ha ido conservando y
transmitiendo como parte del legado cultural de la humanidad. El saber empírico práctico,
no pretende dar respuestas teóricas a grandes interrogantes. Más bien, su interés se
circunscribe en resolver problemas que se le presentan al ser humano en el  diario vivir, es
decir, a la satisfacción de las necesidades inmediatas, de ahí, que sea prioritariamente
utilitario.

Muchos de los saberes acumulados por el pensamiento empírico practico o de sentido


común, se ha originado como resultado de aciertos y errores se desarrollaron técnicas más
o menos rudimentarias con las cuales manipular la realidad. También se condenso en
esas frases de experiencia popular que constituyen los refranes, y en general se traducen
en recursos y saberes, con lo cual el individuo puede actuar con relativa eficacia.

Ahora bien, aunque dichos saberes han proporcionado una comprensión de la realidad
anterior a la que la Filosofía y la ciencias llevarán a cabo, y aunque tampoco conviene
olvidar que gran parte de ello han sido confirmado por la ciencia, el saber empírico práctico
es limitado porque es fragmentario y asistemático, adquirido sin métodos, asimismo, por
percibir lo inmediato y lo superficial se ha conformado en muchas ocasiones  ideas
incorrectas que no corresponden a la realidad. Por lo tanto, es importante destacar que la
mentalidad de quienes se  quedan al nivel del sentido común, es en general conservadora,
acrítica y dogmática. 

A continuación se ejemplifica el saber por sentido común y el conocimiento sistémico,


veamos:

Por sentido común sabemos que la figura humana ahuyenta los pájaros  imposibilitando 
que se acerquen al cultivo y lo coman,  lo copiamos  en forma de muñeco y repetimos lo
enseñado. (Ejemplo de sentido común). 
 

En la imagen se representa el grado de conocimiento repetitivo al momento de la siembra


basada en los sentidos (que desconoce las teorías de la respiración celular, la fotosíntesis,
los posibles paracitos o insectos que afectan la planta y la debilitan, y de igual manera
desconocimiento de insecticidas, químicos o control biológico  etc.)Sin un conocimiento
sistemático sino solo de sentido común. Ejemplo del conocimiento sistemático que
corresponde a la disciplina filosófica que es en sí, rigurosa y critica de una realidad que se
muestra solamente en apariencia el filósofo busca la esencia y mejorar de acuerdo al
conocimiento la existencia misma. 

El desarrollo de la ciencia y la tecnología como resultado de la reflexión y la investigación 


filosófica dan como resultado mejores rendimientos en el trabajo, en la  producción en el
campo y en la vida de una sociedad.

El saber por sentido común. Este tipo de saber es el resultado de experiencias propias,


pero fundamentalmente ajenas, que a través de los tiempos se han ido conservando y
trasmitiendo como parte del legado de la humanidad. Algunas de sus principales
características son las siguientes:

1. Utilitario
El saber empírico práctico permite resolver los problemas que se
presentan al ser humano en su diario vivir

2. Acumulativo
Muchos de los saberes acumulados por el pensamiento del sentido
común han sido originados como resultado de las actividades que los
hombres realizan tanto individual como colectivamente.
3. A metódica
Se adquiere sin método

4. Acrítica
Carece de respuestas fundamentadas ante los eventuales
cuestionamientos y desconoce las causas científicas de los
fenómenos.

5. Dogmatica
Por que se adopta como una realidad sin someterla a la refutación.

6. Común
Es común porque todos los individuos lo poseen y comparten un
abanico de verdades carentes de articulación crítica.

Paso del mito al logos

Hay quienes piensan, como Burnet, que el surgimiento del pensamiento racional se debió
a que los griegos inventores de la Filosofía eran unos pueblos dotados de una inteligencia
excepcional. En tal sentido, afirma “que los filósofos jónicos han franqueado la vía que la
ciencia a partir de este momento no han tenido más que seguir”, de ahí que la aparición
del logos sea considerado como una especie de “milagro” o “dádiva de los dioses”.
A nuestro juicio la interpretación anterior resulta bastante simplista, pues aunque los dotes
intelectuales de muchos griegos hayan sido elevadas, no obstante hay que señalar
algunos factores externos que favorecieron la aparición del pensamiento filosófico entre los
que se podrían mencionar:

1.       La prosperidad económica de Mileto, cuna de la Filosofía, ciudad habitada por


ricos comerciantes. Este hecho es importante destacarlo pues el bienestar
material habría producido el ocio, necesario para que algunos hombres
pudiesen dedicarse a la tarea de intentar conocer racionalmente la realidad. En
consecuencia favoreció la utilización del tiempo libre.

2.       Por otro lado Mileto no poseía una casta sacerdotal poderosa, lo que
posibilitaría que el saber se fuese volviendo laico. También cabe mencionar
una serie de cambios que a partir del siglo VII se habían ido operando: la
aparición de la moneda, la escritura alfabética, el mayor progreso técnico, la
organización política de las ciudades y el comercio que no sólo favoreció a la
economía, sino también al intercambio cultural con otros pueblos, en especial
hay que resaltar las técnicas geográficas y astronómicas importadas de Egipto
y Babilonia.

Pasaremos a analizar a continuación algunos de los cambios que se operan con el


surgimiento del pensamiento racional en contraposición con el pensamiento mítico
tradicional. Recordaremos que la relación que el hombre mítico establece con los demás
seres vivos es simpatética, o sea de solidaridad e igualdad, puesto que el hombre no se
considera como un ser superior. En cambio al surgir el pensamiento filosófico el hombre
tomó consciencia de las diferencias que existen entre él y el resto de los seres, por ende
prevalece una visión analítica que le permitió advertir que su diferencia especifica es
precisamente la razón o logos, a través de la cual inaugura una segunda forma de
apropiación de la realidad que será denominada por los griegos conocimiento filosófico.

Ahora bien, es importante comprender que este nuevo trato con las cosas, significa que

algunos hombres a mediados  del siglo VII a. de C. habían puesto en duda sus antiguas

creencias, ya no les bastaba simplemente con narrar las viejas mitologías sobre el

surgimiento del mundo (las antiguas cosmogonías). No olvidemos al respecto que para la

mentalidad mítica las cosas podrían cambiar a capricho de los seres sobre naturales

(dioses), de ahí que, aquello solo podría ser objeto de narración; además como ya

explicamos, para el pensamiento prefilosófico en general las cosas solo se perciben bajo

una concepción de utilidad, esto es como cosas para, o como instrumento, por medio de

los cuales el hombre satisface diversas necesidades.


Pues bien, con el surgimiento del pensamiento filosófico el hombre toma distancia de las

cosas, las ve por primera vez como objetos con una consistencia, poseedoras de un ser

fijo que puede ser definido, ya que circunscribimos con precisión los límites donde las

cosas empiezan y terminan el perfil unitario de su aspecto, es decir de su idea. Platón y

Aristóteles pensaron que los hombres al percibir las cosas de otra manera tuvieron que

asombrarse o admirarse, de modo que en ese estado estaría la base del filosofar. De

todas maneras fue la necesidad de salir del estado de incertidumbre, de reconocer que las

antiguas creencias eran insuficientes para entender la realidad, lo que los llevó a

desarrollar una nueva vía de acceso a la misma, que será la Filosofía.

A partir del nacimiento del logos, el hombre se da cuenta de que puede hacer uso de su

racionalidad y por lo tanto todas las cosas deben someterse a ella.)

Repitamos que el conocimiento en sentido estricto surgió con los griegos debido a que,

ellos supieron que detrás de los cambios aparentes existe una realidad permanente que es

el ser de las cosas; pero, además, que dicho ser posee una consistencia afín con el

entendimiento humano, en otras palabras, que el descubrimiento es accesible a la razón.

J. Pierre Vernant resume tales cambios al decir que: el nacimiento de la Filosofía aparece

solidaria de dos grandes transformaciones mentales, un pensamiento positivo que

excluye toda forma sobrenatural y que rechaza la asimilación implícita establecida por el

mito, entre fenómenos físicos y agentes divinos. Un pensamiento abstracto que despoja

a la realidad de este poder de mutación que le presta el mito.

Ahora bien, en cuanto a las características de esta forma de pensamiento, es conveniente

precisar el sentido que los griegos dieron a la actividad filosófica, la cual ya lo hemos

dicho, consiste en un que hacer racional cuyo objetivo es definir los primeros 

principios constitutivos del ser, exponiendo en un sistema deductivo la estructura

profunda de lo real. El filósofo debe de proporcionar una serie de argumentos

congruentes para afirmar que algo es así, el cual excluye el aceptar una cosa por fe o

porque simplemente la tradición  o el sentido común así lo estima. En un comienzo el

conocimiento filosófico estuvo unido al científico, pero en la medida que los conocimientos

se vuelven más amplios y complejos fueron dando lugar al surgimiento de las ciencias

particulares.
Las cosas poseen un ser que el filósofo se propone descubrir, así el filósofo cosmológico
Heráclito de Éfeso dirá en su famosa frase que la naturaleza o physys gusta de ocultarse. (
Farre Luis,1959)

Buscar la esencia de las cosas motiva la investigación y despierta en el alma esta sed por
encontrarla y no se tranquiliza hasta dar cuenta de ella. Ten presente esta reflexión en tu
mente y sigue con ánimo el estudio disciplinado de la filosofía recuerda siempre la máxima
filosófica conócete a ti mismo.

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