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UNIVERSIDAD PARTICULAR NORBERT WIENER

CURSO: PSICOLOGIA DEL DESARROLLO DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE.

PROFESORA: Dra. SANTA OBDULIA CAMACHO SILVA

LECTURA: DESARROLLO PSICOLOGICO A TRAVES DE LA VIDA N° 1

La psicología del desarrollo es el área de la psicología que estudia los procesos de cambio y
continuidad que tienen lugar en la conducta y las habilidades psicológicas durante el
transcurso de la vida.

En su estudio, al igual que en otras ciencias y en otras ramas de la psicología, se sigue el


método científico. Los investigadores tratan de explorar los cambios y la estabilidad de las
personas a lo largo del ciclo vital, poniendo a prueba sus premisas sobre la naturaleza y el
proceso del desarrollo humano, aplicando el método científico.

Los objetivos de la psicología del desarrollo son:

• describir los cambios y conocer las pautas cuantitativas y cualitativas que sigue el desarrollo
humano en todas sus etapas,

• identificar el origen y los procesos implicados en los cambios de la conducta a lo largo de la


vida, tratando de proporcionar explicaciones sobre las causas, e

• intentar predecir el desarrollo posterior en función del desarrollo previo.

Los expertos en el estudio del ciclo vital contemplan la existencia de tres factores dicotómicos
que caracterizan el desarrollo: la herencia y el medio, la continuidad y la discontinuidad, y la
estabilidad y el cambio.

Ninguno de los tres factores es capaz de explicar por sí solo el desarrollo, sino la interacción de
todos ellos. La herencia y el medio se relacionan con el planteamiento de si las capacidades del
ser humano son producto de la herencia genética recibida o son fruto del aprendizaje de las
experiencias vividas por el individuo.

La continuidad y la discontinuidad se refieren a interpretar el desarrollo como un proceso en el


que los cambios experimentados por la persona a lo largo de su vida son el resultado de un
proceso continuo y gradual que va sucediendo durante años o el desarrollo es un proceso en el
que los cambios son intermitentes y relativamente independientes los unos de los otros
(discontinuo).

El último factor dicotómico que caracteriza el desarrollo –la estabilidad y el cambio– está
relacionado con si el individuo es el resultado final de las experiencias que ha vivido a lo largo
de su vida (estabilidad) o si el desarrollo es diferente en cada momento y en cada etapa se
desarrolla como alguien diferente de quien era en un momento anterior (cambio).

En sus orígenes, la psicología del desarrollo se centró en el estudio de los cambios evolutivos
en la infancia, pues se consideraba que prácticamente nada cambiaba en la etapa adulta. Se
definía el desarrollo como la adquisición progresiva de funciones, destrezas y habilidades que
van a permitir al niño interactuar con su medio ambiente para adaptarse a él. Desde esta
perspectiva tradicional, se hacía hincapié en los grandes cambios que se producen desde el
nacimiento a la adolescencia, se creía que el desarrollo era algo que sólo se producía en la
infancia y no se consideraban los cambios acaecidos en la madurez ni el declive durante la
vejez.

Este acercamiento tradicional fue modificado a mediados del siglo xx, momento en el que esta
disciplina comenzó a considerar otros periodos del ciclo vital, amplió su ámbito de estudio y
pasó a considerar los procesos ocurridos en las diferentes etapas evolutivas, comenzando en el
desarrollo prenatal hasta el momento de la muerte. Desde este enfoque, el desarrollo es
considerado como el conjunto de procesos de cambio que se inicia en el momento de la
concepción y continúa hasta el final de la vida (acercamiento tradicional frente a acercamiento
del ciclo vital).

La psicología del desarrollo estudia los cambios del ser humano desde una perspectiva
multidimensional. El desarrollo se compone de dimensiones biológicas, cognitivas y
socioemocionales entrelazadas de forma compleja

• Desde el punto de vista del desarrollo biológico, estudia los cambios de naturaleza física del
individuo: los reflejos, los cambios en peso y estatura, las habilidades motoras, el desarrollo
del cerebro y de otros órganos del cuerpo, los cambios hormonales de la pubertad, etcétera.

• Desde el punto de vista del desarrollo cognitivo, estudia los cambios en los procesos
cognitivos tales como el lenguaje, la memoria, la atención o el pensamiento.

• Desde el punto de vista socioemocional, estudia los cambios en las relaciones con otras
personas, los cambios en la personalidad y los cambios emocionales. Los cambios en estas tres
esferas son tanto de tipo cuantitativo (cantidad y nivel de las capacidades que el individuo ha
adquirido o tiene posibilidad de adquirir en determinado momento del desarrollo) como
cualitativo (calidad de las capacidades adquiridas).

Los cambios cuantitativos son más fáciles de observar y medir que los cualitativos, y para su
evaluación existen múltiples escalas y pruebas que permiten conocer si el nivel de ejecución de
un individuo en una determinada área del desarrollo se corresponde o no con el desarrollo
«normal», con lo esperado para su edad cronológica; por ejemplo, las escalas McCarthy de
aptitudes y psicomotricidad para niños (MSCA), las escalas de desarrollo infantil Bayley (BSID-
III), el inventario de desarrollo de Battelle (BDI-2) o el cuestionario de madurez
neuropsicológica escolar (CUMANES)

Las características del desarrollo se refieren a la edad promedio a la cual los niños las
alcanzan, pero unos lo hacen antes y otros necesitan más tiempo para dominar las habilidades
correspondientes. Cada persona tiene un ritmo de crecimiento y desarrollo propio y distinto de
las demás. Todos iniciamos esencialmente la misma ruta del desarrollo, pero cada uno de
nosotros lo hace por diferentes sendas y experimenta los acontecimientos de distintas
maneras, cada individuo es único e irrepetible (Fodor, García-Castellón y Morán, 2003).

 MADURACIÓN.
La observación del desarrollo motor del niño, ha permitido poner en evidencia su capacidad
progresiva para realizar acciones cada vez más complejas. El estudio de la evolución motora y
de los factores neurológicos que intervienen en la regulación de los movimientos, demuestran
que todos los niños pasan, en edades relativamente similares, por las mismas etapas para
adquirir una determinada habilidad motora (caminar, sentarse, saltar, agarrar, etc.). Proceso
conocido como maduración.

Existen criterios unánimemente aceptados para definir la maduración, como un proceso


biológico inexorablemente determinado por el código genético. Para Rigal (1979), la
maduración es "el proceso fisiológico, genéticamente determinado, por el cual un órgano o
conjunto de órganos llega a una madurez y permite la función por la cual es conocido,
ejercerse libremente y con el máximo de eficacia."

La maduración, por lo tanto, no depende de la edad cronológica del niño sino que de factores
intrínsecos (código genético) que determinan el momento y forma de aparición de actividades
motoras específicas. Esta es la razón por la cual cada etapa evolutiva se caracteriza por ciertos
rasgos morfológicos y funcionales, cuyos patrones se manifiestan en forma ordenada, y
pueden encontrarse en cualquier niño normal.

Las potencialidades genéticas, no pueden evidenciarse, sin considerar alguna clase de


ambiente que posibilite su manifestación. Proceso que puede demorar meses e incluso años.
Si bien es cierto, que el ambiente suministra estímulos que dan lugar a la manifestación de
pautas de respuestas motoras preestablecidas, la maduración actúa a la vez, presentando
situaciones que requieren el aprendizaje de nuevas respuestas o el cambio de las antiguas. El
ambiente a través de sus pautas sociales determina la conducta que tendrá que ir
necesariamente aprendiendo el niño.

APRENDIZAJE.
El aprendizaje, es el proceso que determina una nueva modalidad funcional del organismo.
Ésta se expresa como un comportamiento que difiere en alguna medida del que era
característico, en la etapa anterior del proceso de aprendizaje.

Para que el aprendizaje se lleve a cabo, es necesaria la presencia de ciertos estímulos


ambientales que en forma mediata o directa actúan sobre el organismo. Azcoaga ( 1995),
define el aprendizaje, como " un proceso que determina una modificación del comportamiento
de carácter adaptativo, siempre que las modificaciones de las condiciones del ambiente que lo
determinaron sean suficientemente estables." Por su naturaleza misma el aprendizaje se da en
interacción con estímulos ambientales que lo determinan. Influencia que comienza a ejercerse
desde el momento mismo del nacimiento. (tal vez antes).
Por lo tanto en el desarrollo del niño, participan simultáneamente dos procesos: por una parte
la maduración biológica y por otro los procesos de aprendizaje, que tienen peculiaridades
individuales.
Estímulos ambientales intervienen a partir de las primeras etapas evolutivas del niño,
generando procesos de aprendizaje que van determinando nuevas modalidades de
comportamiento, las que una vez consolidadas, constituyen el sustrato para nuevos procesos
de aprendizaje.
Por consiguiente, cuando se habla de maduración, para un cierto proceso de aprendizaje, se
supone que se trata del nivel biológico madurativo (crecimiento corporal óseo, muscular,
sensorial, etc.) alcanzado gracias a la naturaleza de los estímulos ambientales y procesos de
aprendizajes previos que permitieron alcanzar ese nivel.. Existe por lo tanto una eventual
relación entre aprendizaje y maduración, es decir, en la medida que los aprendizajes pueden
acelerar las pautas madurativas, van dando lugar al desarrollo de las funciones cerebrales
superiores.
Marquis (1930) consideró posible disociar maduración y aprendizaje. Aclarando que la primera
depende de factores internos (código genético) y la segunda de factores externos (estímulos
ambientales) Actualmente parece que es imposible separarlos, ya que si bien es cierto, que la
maduración no produce aprendizaje, pero sí lo hace posible.
Para Piaget, organismo y medio forman una unidad, por lo que no se puede aislar aprendizaje
de maduración. Para él, " la maduración es la tendencia fundamental del organismo, para
organizar la experiencia y convertirla en aprendizaje; el aprendizaje es el medio de introducir
nuevas experiencias a esta organización.

CRECIMIENTO es un aumento progresivo de la masa corporal, tanto por el


incremento del número de células como por su tamaño.
El crecimiento conlleva un aumento del peso y de las dimensiones de todo el organismo y de
las partes que lo conforman; se expresa en kilogramos y se mide en centímetros.
Este proceso se inicia en el momento de la concepción del ser humano y continúa a través de
la gestación, la infancia, la niñez y la adolescencia.
El crecimiento es inseparable del desarrollo y, por lo tanto, ambos están afectados por
factores genéticos y ambientales. El crecimiento físico de cada persona está sujeto a diversos
factores condicionantes: factor genético, nutrición, función endocrina, entorno psicosocial,
estado general de salud y afectividad.
Lo englobaremos en tres áreas: área del desarrollo físico, área adaptativa y área del desarrollo
personal-social.

DESARROLLO implica la diferenciación y madurez de las células y se refiere a la


adquisición de destrezas y habilidades en varias etapas de la vida. El desarrollo está inserto en
la cultura del ser humano.
Es un proceso que indica cambio, diferenciación, desenvolvimiento y transformación gradual
hacia mayores y más complejos niveles de organización, en aspectos como el biológico, el
psicológico, el cognoscitivo, el nutricional, el ético, el sexual, el ecológico, el cultural y el social.
La maduración y aprendizaje son procesos dinámicos que influyen uno sobre el otro para
lograr el desarrollo.
Maduración y aprendizaje igual desarrollo.
Maduración y no aprendizaje igual no desarrollo.
No maduración y aprendizaje igual pérdida de tiempo.
No maduración y no aprendizaje igual no hay efecto.
De acuerdo con estos principios, el niño no puede realizar actividades de aprendizajes motores
complejos, si no ha alcanzado la madurez neurobiológica requerida para ella ( a nivel muscular,
óseo, nervioso sensorial), producto de la acción ambiental.(estimulación, nutrición, etc.
La maduración del sistema neuromuscular del niño, permite, a su vez, el desarrollo
fundamental de las sensaciones kinestésicas que se asocian a las visuales y laberínticas en la
construcción del esquema corporal y de los sistemas práxicos y gnósticos.
El crecimiento y el desarrollo del niño son dos fenómenos íntimamente ligados. Sin embargo,
conllevan diferencias que es importante precisar

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