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Revolución y conflicto

Introducción
La Revolución dio impulso a las Bellas Artes, fue una época en la que florecieron la
Orquesta Sinfónica Nacional, El Coro Nacional, el Ballet Guatemala, la pintura y la
escultura. Durante un tiempo, el Estado asumió el deber de la formación de artistas; de ahí
el grupo conocido como la Generación del 40. Eran artistas que interpretaba la
“nacionalidad desde una perspectiva popular que glorificaba el trabajo por encima del
capital, lo público por encima de lo privado, y que incorporaba elementos de las culturas
populares a las expresiones artísticas de vanguardia” (Morales, 2014). De tal modo que la
tendencia estética era popular-nacionalista.

Entre los artistas hubo un afán creativo y un “deseo que proyección a las masas que
desembocan en un arte público”.

Contexto
Se conoce como período revolucionario porque hubo una rebelión contra los postulados de
la época liberal; a esta década también se le conoce como la década democrática.

La Junta Revolucionaria de Gobierno estuvo en el poder por un corto espacio de tiempo,


del 20 de octubre de 1944 a marzo de 1945. En las elecciones presidenciales se eligió a
Juan José Arévalo. Hubo notables cambios en la sociedad.

La situación económica era buena, la expropiación de los bienes del general Ubico le
proporcionó al gobierno una cuantiosa fuente de ingresos. El aumento de los precios del
café, al finalizar la II Guerra Mundial, provocó una situación de bienestar en la población
guatemalteca. Se creó el Banco de Guatemala le dio forma a la economía del país. Se creó
el Instituto de Fomento de la Producción, con el objetivo de incrementar, diversificar y
racionalizar la producción nacional en todos sus aspectos: agrícola, agropecuaria y vivienda
popular.
Durante este período, la libertad que se vive en esta época abre nuevas posibilidades a la
creación artística; arriban a Guatemala las tendencias europeas: cubismo, abstraccionismo,
dadaísmo, expresionismo, el muralismo mexicano, etc. El Estado apoyó a los artistas
ensanchando sus horizontes de formación en el extranjero. Según el artista Dagoberto
Vásquez Castañeda, que el período revolucionario en el país “fue una etapa de toma de
conciencia de los problemas de Guatemala” (Vásquez Peralta, 2011).

La Revolución del 20 de octubre trajo consigo un período de modernización y promovió la


libertad de expresión. La reorganización educativa favoreció el arte, se dio lugar a los
movimientos vanguardistas, se realizaron innovaciones arquitectónicas, se utilizaron nuevas
temáticas y técnicas para la escultura y la pintura. A partir de 1950 se fomenta la
arquitectura, escultura y pintura como “síntesis de las artes plásticas, y muestra de ello es el
inicio de la Planificación del Centro Cívico”.

En esta época hubo una apertura a información internacional que durante las cuatro
primeras décadas del siglo XX había estado restringida por considerarse sospechosa de
contenidos subversivos o “comunistas”, entre los textos prohibidos se hallaban los referidos
a movimientos vanguardistas, principalmente el muralismo mexicano con su discurso
revolucionario. El desarrollo técnico y económico que redundaba en oferta laboral y
reformas fundamentales como aplicación de salarios mínimos, reforma agraria, etc.

Características
- Arte politizado
- Tendencias vanguardistas
- Pensamiento humanista
- En la pintura y el grabado hubo gran influencia del muralismo mexicano
- El arte fue visto como un vehículo para las ideas de lucha y denuncia
- Las obras reflejan la identidad cultural del país, tomando en cuenta la
pluriculturalidad de Guatemala.

Pintura
Las tendencias vanguardistas desplazan los temas paisajistas e indigenistas. Existe un
predominio del geometrismo y una tendencia a lo abstracto. Se puede distinguir a dos
grupos con base en el enfoque artístico que tenían; uno generaba proyectos artísticos de
compromiso social, el cual incluía ideologías políticas; y el otro, adoptó el lema “del arte
por el arte”, buscaron producir y exponer arte abstracto siguiendo las tendencias
vanguardistas de Europa. Este último grupo no relacionaba el contexto político con el arte.

Autores y obras
Guillermo Grajeda Mena: nació en la ciudad Guatemala en 1918. Se dedicó a la pintura,
pero también cultivó la escultura y el grabado. Diseñó uno de los murales de la
municipalidad capitalina, el del Museo de Arqueología de la Democracia, Escuintla y otro
en la Academia de Geografía e Historia de Guatemala. Su estilo es realista, involucrando
constantemente elementos de la naturaleza. En sus obras se percibe una “sincera y clara
búsqueda para expresar su angustia existencial” (Rosales de Fahsen, 2004).

Roberto Gonzáles Goyri: nació en Guatemala en 1924. Al igual que Grajeda, cultivó la
pintura y la escultura. Es un artista “esencialmente figurativo dentro de una evolución
constante hacia la abstracción”; su arte contiene un mensaje de carácter poético tomando en
cuenta el pasado histórico artístico de Guatemala.

Juan Antonio Franco: nació en Guatemala en 1920. Trabajó con el muralista Diego Rivera
y José Clemente Orozco en México. Posee un estilo expresionista abstracto que se muestra
en óleo, témpera, grabado y en murales. Su arte tiene una gran carga de denuncia social.

Roberto Ossaye: nació en Guatemala en 1927. Formó parte de la Generación del 40. Su
producción artística puede dividirse en dos períodos. En el primero, su obra tiene un
carácter objetivo y heroico, y con pocas variaciones cromáticas. En el segundo período, su
pintura tiene “una estilización geométrica un tanto abstracta y sus colores los distribuye en
contrastes de efectos” (Rosales de Fahsen, 2004). Enfatiza temas guatemaltecos mezclados
con su propia angustia existencial.
Efraín Recinos: es un artista polifacético. Cultivó el dibujo, la pintura y la escultura. Su
obra mural destaca en varios edificios arquitectónicos, como en el del Crédito Hipotecario,
en el de la Biblioteca Nacional, y en el Conservatorio Nacional de Música. Podría
considerársele como un pintor “barroco”, partiendo del juego de los planos y de la cantidad
de personajes que pueblan sus cuadros, en ellos predomina el tema urbano y los
protagonistas de sus obras son seres tomados de la sociedad que le rodea. Guatemalita es el
personaje creado por Recinos que aparece en su obra pictórica y escultórica.

El Grupo Arcada se fundó en 1950 y lo integraron los pintores Humberto Garavito, Antonio
Tejada Fonseca, Miguel Ángel Ríos, Hilary Arathoon, Carlos Rigalt y Jaime Arimany. En
1951 se formó el Grupo Americanista de Intelectuales y Artistas, el cual trató de impulsar
el muralismo. Ambos grupos tenían como visión “el realismo social, la militancia política y
el desarrollo de las artes en búsqueda de la modernidad” (Rosales de Fahsen, 2004).

Luis Díaz y Daniel Schafer fundaron la DS. Fue el primer espacio abierto para vender obras
de arte con criterio profesional. Se le atribuye el haber conseguido captar el interés de un
reducido público que gustaba de un arte libre de ideologías, compromiso social y floklore.
A este grupo se sumaron artistas como Margot Fanjul, Joyce Vourvoulias y Rodolfo
Mishaan. El grupo se inclinó por el arte abstracto, geométrico y la figuración expresionista.

Elmar René Rojas, Roberto Cabrera, Marco Auguto Quiroa, Enrique Anleu-Díaz y Ramón
Ávila fundan Vértebra. Un grupo artístico relacionado al realismo crítico social con cierta
tendencia al realismo mágico. La realdad pluricultura de Guatemala y el enfrentamiento
armado en los años sesenta y noventa fueron determinantes en la proyección de sus
planteamientos. Su formación está ligada a los procesos revolucionarios.

Escultura
Fue hasta 1954 cuando se inicia la construcción e integración de la escultura con la
arquitectura. Se inicia la primera fase del Centro Cívico, en donde los principales escultores
y pintores de la época dejaron su huella; Dagoberto Vásquez es el artista de Canto a
Guatemala y Guillermo Grajeda el artista de los bajos relieves del edificio de la
Municipalidad de Guatemala. Roberto Gonzáles Goyri es el autor de los relieves del
Instituto de Seguridad Social.

El grabado y los mosaicos


No cabe duda de que los movimientos sociales y políticos de la época se reflejan en los
movimientos artísticos. En 1952 se organizó un taller de Libre Grabado, donde intervendría
el Mexicano Arturo García Bustos; en el taller participaron los artistas Rina Lazo, Arturo
Martínez y Jacobo Rodríguez Kestler. En la actividad diseñaron “estampas con mensajes
revolucionarios que exaltaban las obras sociales del gobierno de Jacobo Árbenz Guzmán.
En 1554 el taller dejó de funcionar por cambios administrativos en la Escuela de Bellas
Artes. Un tiempo después se volvió a abrir, con la colaboración de Enrique de León
Cabrera como maestro. Él hizo contribuyó al surgimiento de una “nueva generación de
grabadores” (Santito Tol, 2007), donde destaca Rodolfo Abularach y Wilfredo López.
Durante este período se buscó combinar arquitectura, escultura y pintura. El edificio de la
municipalidad capitalina, el Instituto de Seguridad Social, el Crédito Hipotecario y el
Banco de Guatemala fueron decorados con relieves de Dagoberto Vásquez Castañeda,
Guillermo Grajeda Mena Efraín Recinos y Carlos Mérida.

Autores y obras
Efraín Recinos: nació en Quetzaltenango en 1932. Entre sus esculturas más conocidas están
Música grande, El caballero Quetzal revestido de guerra, Héroe trágico y La presidenta del
cuartelazo. Los materiales utilizados por él son variados; utilizó cualquiera que le fuera
posible, materiales de chatarra, o como él indicó, “como su estructura no es funcional
puedo utilizar ahí lo que Guatemala desperdicia” (Robledo Monroy, 2004). Recurrió a
técnicas como la soldadura, clavar, pegar, atornillar o fundir.

Roberto Gonzáles Goyri: pintor y escultor guatemalteco. Su obra escultórica se caracteriza


por penetrar en lo etéreo. Es autor del monumento a Tecún Umán en la ciudad de
Guatemala y de relieves esculpidos en el edificio del Instituto Guatemalteco de Seguridad
Social.

Rodolfo Galeotti Torres: nació en Quetzaltenango en 1912. Ejerció gran influencia sobre la
escultura en Guatemala. Su estilo es figurativo y heroico, interpreta con “delicadeza la
fuerza y prestancia del indígena” (Rosales de Fahsen, 2004). Es autor del monumento a
Atanasio Tzul, en Totonicapán y el de Tecún Umán en Tiquisate.

Dagoberto Vásquez Castañeda: nació en Guatemala en 1922. Su producción artística abarca


a la escultura, la pintura, dibujo y grabado. En su arte sintetiza el expresionismo y la
abstracción.

Arquitectura
Debido a los cambios políticos y sociales de la época inicia un proceso de modernización
en la capital, lo cual significó una transformación en la arquitectura. El enfoque del
gobierno fue la problemática humanista y popular, por lo que se construyeron obras
destinadas a satisfacer necesidades de ese tipo. Entre los arquitectos que sobresalieron están
Jorge Montes, Roberto Aycinena, Juan de Dios Aguilar, Alfonsa Guirola y Efraín Recinos.

La arquitectura estatal es una plenamente modernista y de sentido social y que incorpora


obras escultóricas, altos relieves o frescos. La arquitectura durante el gobierno de Arévalo
se califica como “sobrio, virtualmente volumétrico estructural, muy cercano al
Funcionalismo y con soluciones espaciales plenamente racionalistas” (Santito Tol, 2007).
Por otra parte, la obra de Jacobo Arbenz se concentró en la construcción de grandes
urbanizaciones residenciales. La mayor obra de su período fue el complejo deportivo: la
Ciudad Olímpica.

Autores y obras
Efraín Recinos: es posiblemente el arquitecto más importante de la época revolucionaria en
Guatemala. Su estilo es único. Es el arquitecto del Parque y Fuente de la Industria, el
Parque Infantil del Centro Penitenciario de Mujeres de la zona 18, el Stand del Café de
Guatemala en la Feria de Berlín de 1964, el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias y de la
remodelación y restauración del Conservatorio Nacional de Música. Definió a la
arquitectura como “esculturas habitables con características de lo nuestro” (Robledo
Monroy, 2004)

La ciudad olímpica: el proyecto arquitectónico se inició en 1947, en lo que hoy se conoce


como la zona 5 de la ciudad capitalina. Primero se construyó el Estadio Nacional Olímpico
de la Revolución, Guamuch Flores actualmente. Un año después se construyó el Palacio de
los Deportes, luego la Federación Nacional de tenis y por último el mítico Gimnasio
Teodoro Palacios Flores. La obra fue concebida por Juan de Dios Aguilar de León, en su
tesis de graduación de Ingeniero Civil de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Sin
embargo, no completó el proyecto; el ingeniero Ángel Martínez Franco quien concluyó la
finalización de la obra.

Bibliography
Asociación de Amigos del País. (1999). Historia de Guatemala, Tomo IV. Guatemala.

Morales, M. R. (2014, Octubre 21). El legado artístico de la Revolución de Octubre. Retrieved from
Diálogo de emergencia: http://www.flacso.edu.gt/dialogo/?p=644

Robledo Monroy, V. (2004). Pensamientos del artista Efraín Recinos. In V. Robledo Monroy,
Catálogo de recopilacion de obras arquitectónicas y escultóricas del maestro Efraín
Recinos. Guatemala: USAC.

Rosales de Fahsen, M. R. (2004). Evolución del arte en la Revolución. Revista Cultura de Banco de
Guatemala, 29-47.

Santito Tol, E. (2007). Historia del arte en Guatemala. Guatemala: Universidad de San Carlos de
Guatemala.

Vásquez Peralta, M. (2011). La plástica guatemalteca en las décadas 1910-1980. Abrapalabra.

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