Universidad de Sonora

Licenciatura en Artes Plásticas

ARTE Y SOCIEDAD

Ensayo: El arte mexicano durante el periodo nacionalista. Muralismo

Maestro: Vargas Escobedo José de Jesús Manuel

218206083
MATUZ SCOTT MARIAN
Hermosillo, Son. Octubre 2021
La historia nos permite analizar expresiones artísticas como una fuente de información
muy importante para identificar los sentimientos de la población con respecto a algún
periodo, acontecimiento o proceso histórico en específico. Los artistas representan una
interpretación de la realidad, y, muchos artistas mexicanos generalmente representan la
resistencia cultural. A través de este tema podemos identificar los cambios democráticos,
económicos, sociales y culturales en México.

Una de las más grandes funciones que tiene el arte es la de inculcar valores. Son una
herramienta para conocer aquello que nos rodea, no de una manera directa, si no más
bien todo aquello percibido desde una visión artística.

En condiciones como las de Mexico, donde un pueblo ha sido despojado de su historia,

que constantemente le imparten aspiraciones de culturas ajenas para alejarse de los
problemas nacionales y para que no cobre conciencia de la enorme falta que le hace a
su sociedad, es necesario un arte que le recuerde al pueblo su historia. El conocimiento
de la historia de México es vital para lograr el fortalecimiento del sentimiento de identidad
de los mexicanos.

El nacionalismo es una corriente política que surge en Europa en el siglo XlX, su finalidad
era aglomerar a un conjunto de diversas culturas que compartan un solo concepto, para
crear una identidad nacional. Al terminar la revolución, la política mexicana surge con la
idea de crear una identidad nacional, para que todos los ciudadanos, aún compartiendo
diferentes opiniones y necesidades lograran sentirse identificados con el concepto de
nación. Para esto recurrieron al arte.

Antes de profundizar más el tema, nos enfrentamos al concepto de nación. En donde

encontramos por nación una “comunidad política imaginada” fundada en un legado
cultural supuestamente compartido y asentada en una porción de territorio que se define
y se vive como “patria”. Vista la identidad nacional desde una comunidad en conjunto,
podría percibirse como una representación socialmente compartida. Es importante
aceptar que la identidad nacional mexicana debe pensarse como un resultado histórico
abierto y en transformación y que no debe tratarse como una esencia o realidad
cristalizada.

¿Cómo logran esta identidad social? Lo que hacen, es que la justicia social, la
participación del pueblo en conflictos armados y la defensa de la soberanía nacional se
conviertan en temas de recurrencia en el arte, visual, literal y musicalmente. Pero, como
en esta época, en el año 1920, para ser más exactos, la mayoría de la población
mexicana era analfabeta, por lo que el gobierno tomó la decisión de esparcir el mensaje
que buscaban dar de una manera más visual.
Por consiguiente, tomaron espacios públicos para mandar estos mensajes, por lo cual
los muralistas mexicanos toman un papel fundamental en la corriente nacionalista. Lo
que representaban era la historia de mexicano como una gran lucha de clases, como
campesinos, obreros e indígenas.

Esta producción simbólica de carácter nacionalista fue empleada con mayor frecuencia
y éxito por parte de los estados hasta mediados del siglo XX, pero desde ese momento
a nuestros días esta vía ha decaído, al punto de prácticamente desaparecer por
completo.

El núcleo de la definición del arte nacionalista está formado por todos aquellos productos
simbólicos que celebran o ponderan lo mismo, algún pasaje de su historia. Su producción
no es simplemente testimonial, sino, que se produce con la intención de provocar
sentimientos positivos hacia eso que se muestra.

La lucha armada iniciada en 1910 en México pone al país en una crisis económica,
política e ideológica. Algunos artistas participaron activamente junto a los movimientos
de grupos rebeldes, tal fue el caso de Francisco Goitia y David Alfaro Siqueiros, que
hacen trabajo ilustrativo en medios impresos, como periódicos o gacetillas, impregnando
tintes revolucionarios en su obra; esto da pie al inicio de la nueva conciencia social y
artística del México de ese entonces.
Un claro ejemplo de esa nueva conciencia en la plástica fue el pintor Saturnino Herrán,
que sentó las bases de lo que posteriormente sería el movimiento pictórico más
importante del país, el muralismo. Después de los dos años del paro de educación en
1911, Alfredo Ramos, dio inicio a la famosa Escuela de pintura al aire libre, buscando
renovar la enseñanza en las aulas, con esto se logro que la formación fuera activa,
incluso se les otorgó espacios para exponer, como la exposición de 1926, llevaba a
Berlín, Alemania, recorriendo Francia y España. Todas las obras fueron recibidas. Con
gran interés por la crítica especializada, como también por el público general.

La curiosidad por estas obras se relaciona con la temática de la cultura mestiza, sus
tradiciones y costumbres, el uso de una paleta de color policromaría, adecuada para un
país polifacético, con un pasado prehispánico, colonial, de mestizaje y revolucionario,
que los artistas aprovecharon para plasmar una reinterpretación a través de nuevos
significados y uso de símbolos renovados en un México cambiante.

Como ya se mencionó anteriormente, lo que marcó el contexto artístico durante el

periodo nacionalista como una propuesta propia del arte mexicano de ese siglo, fue el
muralismo.

Algunos autores que pasaron al salón de la fama de las artes a nivel mundial son Diego
Rivera, quien promovió la representación del mundo indígena de una manera idealizante,
también se le reconoce por la inclusión a lo femenino. José clemente Orozco, quien a lo
contrario de Rivera, este rechaza las composiciones idealizadas y mitologizantes del
pasado indígena, y David Alfaro Siqueiros, reconocido por plasmar más el futuro que el
pasado.

Ya en la segunda generación de muralistas nos encontramos con José González

Camarena, en donde el explora el sentimiento de nación de manera que nos invita a
reflexionar sobre nuestro pasado. El clima artístico predominante en sus años de
estudiante era nacionalista, por lo que sus pinturas se caracteriza por retratar momentos
históricos del pueblo mexicano, donde abarca episodios de independencia, la revolución,
la vida cotidiana y una sociedad futura con mejores características que las de su tiempo.
Pero no solo se limita a esto, estudio la historia del arte azteca, donde nos muestra con
sus resultados la gran cultura azteca.

Es de suma importancia reconocer el trabajo de estos artistas, para que sigan

cumpliendo el objetivo con el que fue creado, el cual consiste en educar al pueblo,
permitirle conocer la historia.

Es cierto que hoy en día no podemos encontrar muchas obras artísticas que vayan de la
mano con la idea de representar la historia de México, el tipo de arte con el que nos
encontramos hoy en día es más personal y rara vez busca educar a la sociedad sobre
temas políticos y o sociales. Es por eso que creo que es importante cuestionarnos sobre
que tipo de impacto buscamos hacer a través del arte.

El muralismo surgió como un movimiento nuevo con una estética propia, sus
características particulares son la libertad del trazo, el uso de herramientas y materiales
propios para el muro, y las ideas libres de complejidades narrativas; el artista encuentra
su propia expresión en la obra misma.

En su inicio, la Escuela Mexicana de pintura concibe dentro de sus aulas el movimiento

de pintura mural, llamado también, muralismo mexicano, basado en los valores patrios,
la problemática de los indígenas y la creación de conciencia entre la sociedad mexicana
con respecto a sus raíces.

En un primer momento, los muralistas aplican elementos de las vanguardias

occidentales, tales como el expresionismo (especialmente en Orozco), el futurismo (en
Siqueiros) y el cubismo sintético (en Rivera), pero no por ello puede considerarse que
las hayan imitado. Si las vanguardias se proponían alcanzar la total autonomía artística
y disolver la importancia del contenido (a excepción del surrealismo), el muralismo
mexicano no. En efecto, el muralismo volvía sobre el contenido, pero un contenido nuevo,
con nuevas mitologías, relatos y propósitos, gracias a lo cual superaba la mirada
eurocéntrica y se constituía como un movimiento realmente latinoamericano.

Lo que se buscaba con el muralismo era acercar el arte al pueblo en general. Y gracias
a la adición de formas indígenas prehispánicas y mestizas, la academia europea se hizo
de lado después de muchos años que prevaleció en arte mexicano. Lo que permitió que
en el año 1922 surgiera el sindicato que agremiaba tanto a pintores y escultores como
artesanos especializados.

El peso de las ideas políticas revolucionarias fueron caldo de cultivo para que los artistas
mexicanos iniciaran una revuelta artística en el seno de su sociedad.

Uno de los temas más importantes que se representaron a través del muralismo fueron;
los valores republicanos universales y propaganda política, en esa época las ideologías
de izquierda estaban en plena expansión y se erigían como una promesa, también se
representaban valores y principios rectores del socialismo.

Otro tema que podemos encontrar es el Progreso, ciencia, tecnología y conocimiento, en

donde representaban al progreso como horizonte, desde una lógica marxista.

Los muralistas también se adentraron a representar la historia y mitología de las culturas

prehispánicas, y, de esa manera, le dieron una imagen y voz al pasado indígena.
Encontramos también historia de México, desde la conquista y colonización, la guerra de
independencia, la revolución mexicana, la abolición de la esclavitud, etc. Unas
representaban los triunfos de la nación y otras las cosas por las cuales se debía seguir
luchando.

Le hecho de que se utilizaran muros como soporte, mayormente de tamaño

monumental, logró impactar de manera significante en la sociedad mexicana, ya que
veían la problemática del país reflejada en los edificios públicos. Estos murales estaban
destinados a ser apreciados por personas de todo tipo de clases sociales. Los primeros
edificios que fueron intervenidos por los muralistas fueron los de secretaría de Educación
y la Escuela Nacional Preparatoria.

No solo nos referimos a muro a paredes planas, sino que también se pinto sobre techos
abovedados, lechonas, bóvedas de cañón y tableros. Este tipo de formatos hacia que el
arte cumpliera con su propósito público, ya que se volvía no coleccionable, ignorando
por completo el mercado del arte. Por lo que se convirtió en un patrimonio artístico
incoleccionable.

Claro, aparte de una aportación hacia la sociedad y política, también tuvo una aportación
significativa respectó al perfeccionamiento de la intervención del muro, que fue originada
en el Renacimiento, y a la cual los pintores mexicanos contribuyeron con la propuesta de
materiales y técnicas para que los factores climáticos no afectaran la intervención del
muro. Las técnicas empleadas fueron admiradas por muchos artistas extranjeros,
quienes empezaron a implementar la técnica de los mexicanos.

Más allá de los contenidos representados y la polémica que se desatan, el muralismo

mexicano fue capaz de crear una estética con autoridad propia, valiosa en sí misma, y
que se ha convertido en un punto de referencia en la historia de la pintura, tanto mexicana
como internacional. Además de esto, se demarco una agenda programática, e hicieron
ver problemas sociales que habían sido ignorados, retomando la estética y culturas
indígenas así como temas nacionales.

Como podemos ver, existió un arte del siglo XX propositivo, es decir, un arte que permitió
nuevas estéticas propias y un nuevo lenguaje dentro de las artes, no hay duda de que el
arte mexicano cuenta con una riqueza estética plasmada en la pintura, y gracias a esto
a logrado ser reconocido como país generador de un arte distintivo, un arte que ha sido
capaz de transcender fronteras en todo el mundo.

A través de este trabajo pudimos visualizar el como el arte tomó gran papel en la historia
de México, como se dieron las propuestas a la elaboración de obras monumentales que
fueran destinadas de carácter público, plasmando el pasado, presente y futuro de la
realidad mexicana, sus luchas y logros sociales, así como aspectos históricos que
marcaron la sociedad. Y como se menciona al principio del texto, el arte tiene como
objetivo principal expresar, y, partiendo desde un punto de vista histórico, ha recorrido
un largo trayecto para lograr dicha acción. Ya sea desde la realidad de una sociedad
específica, que se marca a través de los años con diferentes costumbres y cultura, hasta
una sociedad marcada por la política.

Como seres humanos tenemos la necesidad de transmitir mensajes, y que mejor manera
de hacerlo y lograr que llegue a un gran número de personas, y que realmente se logre
informar, concientizar sobre el tema.

El principal propósito del muralismo fue representar la realidad que se vivía en esa época,
para lograr un cierto interés en el pueblo, donde los artistas buscaban crear una
conciencia social. Este se enfrenta al contexto real de diferentes temas sociales y
culturas. A través de este ensayo no he logrado evitar cuestionarme sobre si realmente
hoy en día el muralismo sigue teniendo el mismo impacto social. Es verdad que siguen
siendo atractivos por su tamaño y el gran uso de diferentes colores, pero, ¿realmente
invitan a cuestionarnos a cómo enfrentarnos a temas políticos, sociales y culturales?
Creo que este cuestionamiento se debe más que nada a la cantidad de maneras en las
que ahora consumimos arte, ya que tenemos más acceso a diferentes plataformas que
exponen ideas sociales y que buscan exponer temas históricos, de la vida cotidiana, de
problemas sociales y políticos, que de alguna u otra forma llegan a nosotros para plantear
esa idea que tratan de transmitir. Logrando despertarnos a la realidad del gran impacto
que una imagen puede lograr en una sociedad.
Bibliografía

Imaginario, A. (2021, 6 enero). Muralismo mexicano: características, autores y obras. Cultura

Genial. Recuperado 25 de noviembre de 2021, de

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