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Servidumbres administrativas y expropiación

El artículo 2162 del nuevo Código Civil y Comercial define a la servidumbre como “el
derecho real, que se establece entre dos inmuebles y que concede al titular del
inmueble dominante determinada utilidad sobre el inmueble sirviente ajeno. La
utilidad puede ser de mero recreo”1.

Servidumbres administrativas

Referencias
LECCIÓN 1 de 2

Servidumbres administrativas

Servidumbres administrativas
Como puede observarse, en el ámbito civil, la servidumbre constituye un derecho real sobre un inmueble
ajeno. Supone, por ende, la existencia de dos inmuebles, uno que recibe el nombre de dominante y el otro, de
sirviente. El propietario del inmueble sometido a servidumbre está obligado a “no hacer” o a “permitir” que se
haga en él algo en beneficio de otra persona o cosa. Importa una limitación al carácter exclusivo del derecho
de propiedad. Esto la diferencia de las meras restricciones, que importan una limitación al carácter absoluto
de la propiedad.

 Ahora bien, la servidumbre administrativa “es un derecho público real constituido por una entidad estatal
sobre un inmueble ajeno, con el objeto de que éste sirva al uso público” (Gordillo, 2014, p. 374). También
afecta el carácter de exclusivo, en tanto se constituye como un derecho público real sobre un bien ajeno,
con el objeto de que este sirva al uso público.

 La primera gran diferencia que posee, entonces, la servidumbre administrativa en relación con la
servidumbre civil está dada por la inexistencia en la primera de un fundo dominante. En la servidumbre
administrativa, el beneficio es para la comunidad o colectividad y no para un inmueble determinado.

 Dada la finalidad de uso público con que se constituye, la servidumbre, no el bien sujeto a servidumbre,
integra el dominio público. Asimismo, la servidumbre administrativa puede constituirse tanto sobre bienes
del dominio público como sobre bienes del dominio privado (Gordillo, 2014).

Forma de constitución
Las servidumbres en estudio pueden tener su fuente en una ley, un acto administrativo, un acuerdo de la
administración con el particular, o bien, pueden ser constituidas por accesión y por usucapión. 

 Para algunos autores, la última de las formas mencionadas (constitución por usucapión) solo sería posible
en el supuesto de que existiera una servidumbre privada y que esta sí podría, en el transcurso del tiempo,
constituirse en servidumbre pública.

 En tanto las servidumbres afectan el uso exclusivo de la propiedad, deben ser indemnizadas. De esta forma,
la indemnización viene a reparar el desmembramiento del derecho de propiedad. Esta consecuencia
constituye una diferencia fundamental entre las servidumbres y las meras restricciones o limitaciones al
dominio. Finalmente, cabe mencionar que la constitución de la servidumbre no altera la condición legal del
propietario del bien.

 La constitución de una servidumbre puede ser temporánea o perpetua, lo cual diferencia la figura de la
ocupación temporánea, ya que esta no puede nunca durar más de dos años.

 Las causales de extinción de las servidumbres en estudio son: la ley, voluntad de parte por desafectación
de la heredad dominante o por la afectación al dominio público de la heredad sirviente o por destrucción de
la heredad sirviente.

 En nuestro ordenamiento jurídico existen servidumbres en general, como la servidumbre de paso o el
camino de sirga, pero también existen servidumbres especiales, tales como la servidumbre ferroviaria, la
servidumbre aeronáutica, la servidumbre de bienes históricos, la servidumbre de acueducto o la servidumbre
arqueológica.

Servidumbres especiales
Servidumbre de electroducto
Se encuentra regulada por la Ley 19522. El artículo 2 de dicha norma la define como “todo sistema de

instalaciones, aparatos o mecanismos destinados a transmitir, transportar y transformar energía eléctrica”2.


Se trata de un derecho administrativo de carácter real, constituido por los concesionarios de estaciones
eléctricas o de transporte y distribución de energía eléctrica, sometidos a jurisdicción nacional, por el cual se
les permite instalar determinados mecanismos dentro de un terreno de propiedad de un tercero, necesarios
para posibilitar la transmisión, transporte y transformación de la energía eléctrica. Estos mecanismos
pueden ser torres, columnas, cables, cámaras o cualquier aparato que sirva a los fines deseados.

La referida servidumbre importa para el beneficiario la facultad de afectar el terreno sometido a servidumbre
para los fines establecidos en la ley y la de ejercer todas las acciones necesarias para instalar, mantener y
utilizar los sistemas involucrados.

Para la constitución de la servidumbre, el concesionario deberá presentar un proyecto y un plano de la obra


por realizar, el que deberá ser aprobado por la autoridad competente. La aprobación por dicha autoridad
importa la afectación del predio a la servidumbre, debiendo anotarse la constitución en Catastro y en el
Registro de la Propiedad.

... El propietario del predio afectado por la servidumbre tendrá derecho a una indemnización
que se determinará teniendo en cuenta:

a) El valor de la tierra en condiciones óptimas en la zona donde se encuentre el inmueble


gravado;

b) La aplicación de un coeficiente de restricción que atienda al grado de las limitaciones


impuestas por la servidumbre, el que deberá ser establecido teniendo en cuenta la escala
de valores que fije la autoridad competente.

En ningún caso se abonará indemnización por lucro cesante.3

El juez federal competente, para entender en las acciones relacionadas con la servidumbre en estudio, es el
del lugar en donde se encuentra el inmueble. Este puede intervenir a pedido del titular de la servidumbre, para
requerirse que libre mandamiento a fin de permitirle el ingreso al predio para realizar las obras necesarias.
También interviene por acción iniciada por el propietario del predio servido, en caso de falta de acuerdo
respecto al monto de la indemnización por la constitución de la servidumbre. Todas las acciones que se
inicien tramitan por juicio sumario.
En el supuesto en que la servidumbre impida al predio sirviente un destino económico racional, el propietario
puede demandar al titular de la servidumbre por expropiación inversa.

Los terceros ocupantes del predio, con anterioridad a la notificación de la constitución de la servidumbre,
pueden demandar al titular por daños y perjuicios. Esto constituye una clara diferencia con lo que sucede en
casos de expropiación.

Sugerimos la lectura del fallo de la Sala B de la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario del 2 de

noviembre de 20174 y del fallo de la Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso


Administrativo Federal del 9 de febrero de 2017.

Lectura obligatoria: Indemnización a consorcio por servidumbre


administrativa

CNACABsAs (2017) Indemnización a consorcio por servidumbre


administrativa de electroducto..pdf
199.9 KB

Fuente: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal. Sala I. 09 de febrero de

2017. Consorcio Propiedad Ruiz Huidobro 3737 c/ Edenor S.A. s/ expropiación – servidumbre administrativa.

Cita: MJ-JU-M-103315-AR | MJJ103315 | MJJ103315. Recuperado de:

https://aldiaargentina.microjuris.com/2017/04/25/indemnizacion-a-consorcio-por-servidumbre-administrativa-

de-electroducto-que-se-explota-dentro-del-inmueble/

Lectura obligatoria: Indemnización por la restricción del dominio provocada


por una servidumbre de electroducto

Fallo CNARosario (2017) Indemnización por la restricción del


dominio provocada por una servidumbre de electroducto.pdf
641.2 KB
Fuente: Cámara Federal de Apelaciones de Rosario. Sala B. 02 de noviembre de 2017. Partes: Servicios
Portuarios S.A. c/ H. I. E. Argener S.A. s/ indemnización servidumbre de electroducto. Cita: MJ-JU-M-108404-
AR | MJJ108404 | MJJ108404. Recuperado de:
 https://aldiaargentina.microjuris.com/2018/05/23/indemnizacion-por-la-restriccion-del-dominio-provocada-
por-una-servidumbre-de-electroducto/

Servidumbre de gasoducto
Esta servidumbre se encuentra regulada por la Ley 240764. Se trata de un derecho real constituido sobre un
inmueble ajeno en razón de interés público. 

La servidumbre importa la obligación para el dueño del fundo sirviente de tolerar la realización de todas las
obras necesarias para el trazado de la red de gas natural. 

Esta red requiere la realización de innumerables e importantes obras de infraestructura que permiten la
circulación del gas natural desde la boca de extracción hasta el domicilio de cada uno de los consumidores. 

Debido a la magnitud de las obras que atraviesan una cantidad enorme de superficies, fue necesario
reglamentar los derechos y obligaciones en torno a las referidas propiedades atravesadas, a través de una
legislación específica que crea servidumbres o meras restricciones según el caso.

Gozan de esta servidumbre los transportistas y servidores de gas, en los términos de lo dispuesto por el
artículo 22 de la Ley 24076. La servidumbre en estudio es continua, puede ser aparente o no aparente. No
necesariamente es onerosa. También puede ser gratuita, lo que depende de lo pactado entre el titular y el
dueño del inmueble, tal como lo establece el artículo 22 de la ley, que a su vez, remite al artículo 66 y al 67 de

la Ley 173195 de hidrocarburos.

El monto de la indemnización puede ser acordado por las partes, quienes de arribar a este, deben acudir ante
el ENARGAS (Ente Nacional Regulador del Gas) para que lo apruebe mediante acto administrativo. 

En el caso en que las partes no se pongan de acuerdo respecto al monto indemnizatorio, deberán acudir ante
el ente regulador, quien será el encargado de fijar el monto provisorio a todos los efectos de la ley de
expropiación. 

Una vez fijado el monto por el ente regulador del gas, este debe notificar fehacientemente al propietario del
terreno servido, a fin de que exprese o no su conformidad. En caso de silencio o disconformidad, el titular de
la servidumbre deberá consignar el monto fijado por el ente ante el juzgado federal competente, ante quien
tramitará el proceso para el monto indemnizatorio definitivo.

El plazo para la interposición de la acción por parte del licenciatario es de 30 días contados a partir de la
denegatoria expresa o tácita del propietario del fundo. “La promoción de las acciones de consignación y de
determinación judicial deben ser comunicadas al ente regulador” (Massimino, 2016, https://bit.ly/322rpXi).

Los derechos que surgen de la constitución de la servidumbre para el titular son:

- Ocupación del inmueble, para poder concluir con el armado de la infraestructura necesaria para el
cometido de fin público con que se constituyó. Ello importa constituir oficinas, apoyar maquinarias, instalar
depósitos, circulación de personal, etcétera.

- Paso y circulación sobre el inmueble, permitiendo un rápido y fácil acceso.

- Extracción y paso de agua y acueductos.

 La constitución de la servidumbre debe ser registrada en el Registro de la Propiedad.

Expropiación
La expropiación es un acto por el cual el Estado priva a un particular de su derecho real de dominio sobre un
bien, fundado en una causa de utilidad pública declarada por ley y previo pago de una indemnización integral
del valor del bien. 

Como explica Gordillo (2014), tal instituto importa la pérdida del derecho de propiedad sobre un bien o cosa
por parte de un particular y como corolario de dicha pérdida nace para él un derecho personal al cobro de una
indemnización.
Si bien mucho se ha discutido acerca de la naturaleza jurídica de la expropiación, la doctrina mayoritaria
sostiene que se trata de un instituto íntegramente regido por el derecho público.

A diferencia de lo que sucede con las simples limitaciones o restricciones al dominio que no importan un
menoscabo al derecho subjetivo de su titular, sino la imposición de condiciones para su ejercicio, la
expropiación produce –lisa y llanamente– la privación o eliminación del derecho real de dominio. 

El derecho de propiedad privada queda en este caso extinguido, con miras a un interés público, siendo
sustituido por un derecho de carácter personal, esto es, el pago de una indemnización. Importa a su vez,
para el expropiado, la imposición de un sacrificio especial, en tanto debe soportar o tolerar la pérdida de un
bien propio por una causal de utilidad pública. 

Esto diferencia a la figura de las limitaciones al dominio, ya que las últimas importan una delimitación
abstracta del contorno de un derecho que se extiende por igual a todos los titulares que se encuentran en la
misma condición.

Este sacrificio especial en el que se coloca a determinados sujetos en pos de beneficiar a la comunidad
toda es el que impone al Estado el deber de compensarlo con una indemnización, a fin de que ese sacrificio
no se convierta en una carga pública para ser soportada por el titular del derecho real de dominio que quedó
suprimido. La indemnización viene, entonces, a garantizar que la carga pública que supone la extinción de la
propiedad se distribuya en toda la colectividad.

Como explica la doctrina en general, la expropiación se encuentra inspirada en el propio texto constitucional,
que consagra la inviolabilidad del derecho de propiedad, al tiempo que prescribe cuatro principios esenciales
que lo garantizan: 

a) necesidad de una sentencia por la cual se prive a un sujeto de su derecho de dominio;


b) necesidad del dictado de una ley que declare la utilidad pública que sirve de fundamento a la
sentencia;
c) necesidad de que el sacrificio especial creado por la expropiación sea satisfecho mediante
indemnización; y
d) que esta sea previa. 
El autor citado agrega como calificativos de la indemnización que sea justa, integral, actual y pronta.

 A nivel nacional, el instituto de la expropiación se encuentra regulado por la Ley 214996. Por su parte, cada
una de las provincias dicta sus propias normativas locales en la materia, las que en su gran mayoría han
reproducido el texto nacional.

Elementos de la expropiación

Causa
La causa de la expropiación es la utilidad pública y surge del artículo 1 de la Ley de Expropiación, en cuanto
establece que “la utilidad pública que debe servir de fundamento legal a la expropiación, comprende todos

los casos en que se procure la satisfacción del bien común, sea éste de naturaleza material o espiritual”7.

 De la norma transcripta se desprende, en primer término, que la única causa que puede dar origen a un
proceso expropiatorio es la declaración de utilidad pública, y en segundo lugar, que dicha declaración debe

ser realizada por ley del Congreso. Así lo disponte también la Constitución Nacional en el artículo 178.

Respecto a qué se entiende por utilidad pública, para indagar la verdadera causa expropiandi, encontramos
que su justificación reposa en la obligación que posee cada miembro de la comunidad de contribuir al bien
común o bienestar general, en virtud del vínculo que lo enlaza con el Estado, derivado de una relación de
justicia social.

Esta justicia impone un deber de contribución común, a través de prestaciones obligatorias de los
particulares, que en el caso de la expropiación es de carácter real. “Así como el bien común impone el
sacrificio de la propiedad, la inviolabilidad de éste resulta garantizada mediante la conversión del derecho
real en un derecho creditorio” (Cassagne, 2011).

Ahora bien, todos estos términos, utilidad pública, bien común, bienestar general, son conceptos jurídicos
indeterminados, razón por la que la existencia o no de utilidad pública es una situación que queda a criterio
del legislador. Dentro del ámbito de sus facultades discrecionales, debe decidir cuándo se presenta una
situación que amerite la declaración y, por el contrario, cuándo esta no se verifica. 

En relación con este punto, autores como Gordillo (2014) opinan que los jueces pueden, dentro del ejercicio
del control judicial de razonabilidad, verificar si las circunstancias que rodearon el dictado de la ley que
declaró la utilidad pública no resultan arbitrarias, en cuyo caso podrá ser declarada la inconstitucionalidad de
dicha norma. 

 En oposición, la doctrina mayoritaria, incluida la jurisprudencia del máximo tribunal de la nación, considera
que la ley de utilidad pública es un acto político y, por lo tanto, se encuentra exento del control de los
magistrados. Solo puede ser cuestionable el monto en que el Estado fijó la indemnización.

 La calificación de utilidad pública puede ser específica para un bien determinado, o por el contrario, general
e indeterminada. Este último supuesto se encuentra autorizado por el artículo 5 de la Ley de Expropiación, en
cuanto refiere a los bienes que sean necesarios para la ejecución de una obra o la elaboración de un
proyecto. Para estos casos, se utiliza la locución declaración genérica de utilidad pública.

Objeto
Se encuentra definido en el artículo 4 de la Ley 21499, el que dispone que “pueden ser objeto de expropiación
todos los bienes convenientes o necesarios para la satisfacción de la "utilidad pública", cualquiera sea su

naturaleza jurídica, pertenezcan al dominio público o al dominio privado, sean cosas o no”9.

Puede ser objeto de expropiación cualquier bien o cosa susceptible de ser objeto del derecho de propiedad,
tales como bienes inmuebles, muebles, universalidades jurídicas, derechos como la propiedad intelectual
(de reproducción, no de autoría) o el subsuelo con independencia de la propiedad del suelo (conforme el
artículo 6 de la ley).

El artículo transcripto hace referencia a bienes, pertenezcan al dominio público o al privado. En relación con
los bienes del domino público, no se discute que la nación puede expropiar bienes de las provincias y estas,
a su vez, de algún municipio. No obstante, respecto a la situación inversa, la doctrina se encuentra dividida.
Sujetos de la relación expropiatoria
Como en toda relación jurídica, tenemos un polo activo y un polo pasivo. 

En el caso de la expropiación, el polo activo es el sujeto expropiante y el polo pasivo, el expropiado. 

El sujeto activo o expropiante es el Estado nacional, las entidades autárquicas nacionales y las empresas

del Estado nacional, en tanto se encuentren expresamente autorizadas por sus estatutos10. Obviamente, a
nivel provincial y municipal, los sujetos expropiantes son los Estados provinciales y municipales y sus
respectivas entidades autárquicas y empresas del Estado. El citado artículo 2 de la ley contiene una
referencia a los particulares, ya sean personas físicas o jurídicas, a las que habilita como sujetos
expropiantes siempre que estuvieran autorizados por ley o por acto administrativo fundado en ley. Se trata de
supuestos de particulares que estuvieren ejerciendo función administrativa por delegación.

Gordillo (2014) divide a los sujetos expropiantes en originarios y derivados, según posean, además de la
potestad expropiatoria, la potestad para calificar la utilidad pública. Es así que, para el autor, son sujetos
expropiantes originarios el Estado nacional, provincial y municipal, y sujetos expropiantes derivados o por
delegación, las entidades autárquicas y empresas del Estado.

En el otro polo de la relación, encontramos a los sujetos expropiados, es decir, aquellos a quienes les es
expropiado el bien. Pueden ser tanto particulares como entidades estatales, esto es, personas de carácter
público o privado, tal como dispone el artículo 3 de la ley en comentario.

Indemnización
El último elemento que compone la expropiación y que se erige como el pilar fundamental de la institución es
la indemnización. Su fundamento se conecta con la exigencia derivada del principio de igualdad ante las
cargas públicas, contenido en el artículo 16 de la Constitución Nacional. 

La indemnización es precisamente lo que compensa el sacrificio especial que tiene que soportar el sujeto
expropiado, restableciendo el equilibrio, a fin de que las cargas públicas sean soportadas por todos los
miembros de la comunidad.
Respecto a la indemnización, se postula que debe ser previa, justa, integral, pagada en dinero y única.

Respecto al carácter de previa, viene impuesto por la propia constitución. Ahora bien, en la práctica, este
requisito sufre una gran distorsión, por cuanto la propia Ley de Expropiación establece que una vez
declarada la utilidad pública de un bien, el Estado puede directamente adquirirlo de su propietario pagando el
valor máximo que en concepto total de indemnización estimen sus oficinas técnicas competentes, en caso
de bienes muebles, y Tribunal de Tasación Nacional, para supuestos de bienes inmuebles. 

Es decir que, en la práctica y por expreso imperativo legal, el particular expropiado sufre el
desapoderamiento en forma previa a recibir el pago indemnizatorio integral del que habla el artículo 17 de la
Constitución Nacional, ya que el Estado desinteresa al acreedor pagando lo que él considera justo, obligando
de esta forma al expropiado a iniciar un proceso judicial en caso de considerar que el monto es exiguo.

Respecto del carácter de precio justo que debe reunir la indemnización, también se desvirtúa en la práctica,
debido a la propia redacción de la ley. Repárese que esta solo autoriza a indemnizar el bien y los daños que
sean consecuencia directa del desapoderamiento, tal como establece el artículo 10, dejando de lado otros
rubros que componen una indemnización integral, como son el lucro cesante, valor afectivo, entre otros.
Textualmente, dispone que:

No se tomarán en cuenta circunstancias de carácter personal, valores afectivos,


ganancias hipotéticas, ni el mayor valor que pueda conferir al bien la obra a ejecutarse. No
se pagará lucro cesante. Integrarán la indemnización el importe que correspondiere por

depreciación de la moneda y el de los respectivos intereses.11

Lectura obligatoria: Principio de indemnización pot expropiación

Fallo CSJStaFe (2014) Principio de indemnización por


expropiación justa..pdf
422.4 KB

Fuente: Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Santa Fe. 11-feb-2014. Dirección Provincial de Vivienda
y Urbanismo c/ Anatro Alberto y Castaño, Ricardo L. Y /o s/ expropiación. Cita: MJ-JU-M-85585-AR |
MJJ85585 | MJJ85585. Recuperado de: https://aldiaargentina.microjuris.com/2014/05/14/principio-de-
indemnizacion-por-expropiacion-justa-se-debe-restituir-al-propietario-el-mismo-valor-economico-del-que-se-
lo-priva/

Procedimiento expropiatorio
El procedimiento expropiatorio se inicia con el dictado de una ley que declara la utilidad pública, tal como
surge del propio artículo 17 de la Constitución Nacional, así como del artículo 1 de la ley nacional de
expropiación.

Una vez declarada por ley la utilidad pública, el expropiante posee un plazo de prescripción para llevar
adelante la expropiación, que es de dos años en caso de que esta recaiga sobre un bien determinado
específicamente; de cinco años, para supuestos de bienes comprendidos dentro de una zona determinada; y

de diez años, para bienes determinados genéricamente12. Los plazos de caducidad mencionados no se
aplican en supuestos en que los inmuebles para expropiar se encuentren reservados para obras o planes de
ejecución diferida.

 En los supuestos en que el bien no se encuentre determinado por la ley de utilidad pública, es el Poder
Ejecutivo quien debe determinarla de manera específica.

 Una vez dictada la ley que declara la utilidad pública, las partes intervinientes, esto es, sujeto expropiante y
sujeto expropiado, pueden avenir las condiciones de la expropiación.

 Este procedimiento se denomina expropiación por avenimiento y está contemplado en el artículo 13 de la


ley, en cuanto dispone que, una vez declarada la utilidad pública, el Estado podrá adquirir directamente del
propietario el bien, abonando a ese efecto los valores máximos establecidos por el Tribunal de Tasaciones,
en caso de tratarse de un inmueble, o las oficinas técnicas competentes, en caso de un bien mueble. 

De no mediar avenimiento o acuerdo entre las partes respecto al precio o monto de la indemnización, el
expropiante debe promover un procedimiento judicial.

El artículo 18 de la Ley de Expropiaciones regula la cuestión. A tal fin establece que, “no habiendo

avenimiento, el expropiante deberá promover la acción judicial de expropiación”13.


Tratándose de inmuebles, incluso por accesión, será competente el juez federal del lugar
donde se encuentre el bien a expropiar con jurisdicción en lo contencioso-administrativo.
Tratándose de bienes que no sean inmuebles, será competente el juez del lugar en que se

encuentren o el del domicilio del demandado, a elección del actor.14

Iniciada la demanda, el expropiante debe consignar a la orden del juzgado el monto de la valuación que hizo
del bien el Tribunal de Tasaciones en caso de inmuebles, y en caso de bienes muebles, el monto fijado por
las oficinas técnicas. 

Efectuados los depósitos, el juez otorgará al expropiante la posesión del bien. Para que el expropiado pueda
retirar las sumas consignadas en los supuestos de inmuebles, debe previamente justificar su dominio y que
el bien se encuentra libre de gravámenes.

Presentada la demanda, se corre traslado al expropiado por un plazo de quince días. Trabada la litis, se
anotará en el Registro de la Propiedad.

Una vez contestada la demanda, en caso de existir hechos controvertidos, deberá abrirse a prueba la causa
por el plazo que el magistrado estime conveniente. Debe tenerse presente que la falta de avenimiento puede
deberse a diferentes motivos, uno de ellos es el monto indemnizatorio. No obstante, también puede existir
controversia respecto al alcance de los bienes a ser expropiados. Según cuál sea la causa que lo motiva,
varía el trámite que seguir.

Así, si el desacuerdo radica en el monto del bien a ser expropiado, tratándose de un bien inmueble, el tribunal
debe requerir dictamen del Tribunal de Tasaciones de la Nación. Este organismo tiene un plazo de 90 días
para emitirlo. 

Por el contrario, si lo discutido es el monto por indemnizar por la expropiación de un bien mueble, debe
sustanciarse una prueba pericial, pudiendo cada parte proponer peritos de control. Cerrada la etapa
probatoria, se correrá traslado a las partes para presentar alegatos, vencido el cual, se dictará decreto de
autos para sentencia.

Tal como dispone el artículo 20, la sentencia que dicte el juez interviniente fijará el monto de la
indemnización, teniendo en cuenta el valor del bien al tiempo de la desposesión.
La expropiación se encuentra “perfeccionada cuando se ha operado la transferencia del dominio al

expropiante mediante sentencia firme, toma de posesión y pago de la indemnización”15 fijada.

“La acción del expropiado para exigir el pago de la indemnización prescribe a los cinco años”16 de que quedó
firme la sentencia que lo impuso.

Efectos del inicio del proceso judicial


Una vez iniciado el proceso y otorgada la posesión judicial del bien al expropiante, quedan resueltos los
contratos de arrendamiento; ello por cuanto el proceso expropiatorio posee primacía y superioridad por sobre
cualquier otro tipo de relación conexa. Al mismo tiempo, “ninguna acción de terceros puede impedir la

expropiación ni sus efectos”17.

Acción de retrocesión
Este procedimiento se encuentra regulado a partir del artículo 35 de la Ley 21499. Cassagne (2014) define a
la retrocesión como

el derecho que permite al expropiado obtener el reintegro a su patrimonio del bien objeto de
la expropiación cuando a este último se le diere un destino distinto del previsto en la ley
expropiatoria o cuando no se le asignare destino alguno. (P. 35).

Se trata de una acción real administrativa que es procedente en dos ocasiones:

Cuando al bien expropiado se le diere un destino diferente al previsto en la ley


expropiatoria, o cuando no se le diere destino alguno en un lapso de dos años computado

desde que la expropiación quedó perfeccionada en la forma prevista en el artículo 29.18

En el primer supuesto, 

Cuando al bien no se le hubiere dado destino alguno dentro del plazo mencionado en el
artículo 35, a efectos de la acción de retrocesión el expropiado deberá intimar
fehacientemente al expropiante para que le asigne al bien el destino que motivó la
expropiación; transcurridos seis meses desde esa intimación sin que el expropiante le
asignara al bien ese destino, o sin que hubiere iniciado los respectivos trabajos, los que
deberá mantener conforme a los planes de obra aprobados, la acción de retrocesión
quedará expedita, sin necesidad de reclamo administrativo previo.

Si al bien se le hubiere dado un destino diferente al previsto en la ley expropiatoria, deberá

formularse el reclamo administrativo previo.19

Esta acción puede iniciarse incluso cuando la expropiación hubiese tenido lugar por avenimiento. Además,

esta acción “corresponde únicamente al propietario expropiado y a sus sucesores universales”20. Son
legitimados pasivos el expropiante y los terceros a quienes se hubiese transferido el bien.

Si se hiciera lugar a la retrocesión, el expropiado deberá reintegrar el importe que obtuvo en concepto de
indemnización, con la actualización que establezca el juez.

La acción por retrocesión prescribe a los tres años, computados desde que, habiendo quedado
perfeccionada la expropiación en la forma prevista en el artículo 29, al bien se le dio un destino ajeno al que
la determinó, o desde que no habiéndosele dado al bien destino alguno, hubieren transcurrido los plazos

previstos en los artículos 35 y 39.21

Expropiación irregular
Consiste en la posibilidad que la ley le otorga al expropiado de iniciar el proceso expropiatorio. Su
fundamento radica en la garantía constitucional de inviolabilidad de la propiedad privada consagrada en el
artículo 17 de la Constitución Nacional.

La expropiación irregular procede en los siguientes casos:

a) Cuando existiendo una ley que declara de utilidad pública un bien, el Estado lo toma sin haber cumplido
con el pago de la respectiva indemnización.
b) Cuando, con motivo de la ley de declaración de utilidad pública, de hecho una cosa mueble o inmueble
resulte indisponible por evidente dificultad o impedimento para disponer de ella en condiciones normales.
c) Cuando el Estado imponga al derecho del titular de un bien o cosa una indebida restricción o limitación,

que importen una lesión a su derecho de propiedad.22

Para el inicio de esta acción, no resulta necesario iniciar reclamo administrativo previo. “La acción de
expropiación irregular prescribe a los cinco años, computados desde la fecha en que tuvieron lugar los actos

o comportamientos del Estado que tornan viable la referida acción”23.

1 Art. 2162, Ley N.° 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación [Aprobado por Ley N.° 26994; B. O.

08/10/2014. Suplemento. Promulgado según Decreto 1795/2014; B. O. 08/10/2014. Vigencia: 1 de agosto de

2015]. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2FYGGOH


2 Art. 2, Ley N.° 19552. (1972). Energía Eléctrica. Poder Ejecutivo Nacional. Recuperado de https://bit.ly/2LtfGve
3 Art. 83, Ley N.° 24065. (1991). Régimen de la Energía Eléctrica. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Recuperado de https://bit.ly/2FH5BE9
4 Ley N.° 24076. (1992). Gas Natural. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
5 Ley N.° 17319. (1967). Hidrocarburos. Poder Ejecutivo Nacional.
6 Ley N.° 21499. (1977). Expropiaciones. Poder Ejecutivo Nacional. Recuperado de https://bit.ly/2np9reK
7 Art. 1, Ley N.° 21890. (1977). Expropiaciones. Poder Ejecutivo Nacional. Recuperado de https://bit.ly/2np9reK
8 Art. 17, Ley N.° 21499. (1977). Expropiaciones. Poder Ejecutivo Nacional. Recuperado de https://bit.ly/2np9reK
9 Art. 4, Ley N.° 21499. (1977). Expropiaciones. Poder Ejecutivo Nacional. Recuperado de https://bit.ly/2np9reK
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LECCIÓN 2 de 2

Referencias

Doctrina

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CASSAGNE, Juan Carlos. Curso de Derecho Administrativo. 10° Edición actualizada y ampliada. Tomo I. La
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LORENZETTI, R. (2015). Código Civil y Comercial de la Nación Comentado. Buenos Aires, Rubinzal Culzoni
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 Legislación

Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). [Aprobado por Ley N.º 26.994; B.O.
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