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INSTRUCCIONES:
Teniendo en cuenta los procesos de producción de textos (planificación, textualización y revisión) produce tu texto
expositivo sobre un tema vinculado a tu carrera profesional.
Rafael Chanjan Documet, Erika Solis Curi y Flavio Cesar Puchuri Torres.
Autor(es) Javier Miranzo Diaz.
Yván Montoya.
Tema delimitado
Tipos y consecuencias de la corrupción.
Informar sobre los tipos y consecuencias que trae consigo la corrupción en la sociedad.
1.3 Revisión de fuentes de información (referencia tres fuentes según la norma de
redacción científica aprendida).
A.
Rafael Chanjan Documet, E. S. (2018). Sistema de Justicia Dleitos de Corrupción y Lavado de Activos.
Lima - Perú: Pontificia Universidad Católica del Perú.
https://cdn01.pucp.education/idehpucp/wp-content/uploads/2019/03/01173032/sistema-
de-justicia-delitos-web-2.pdf
B.
C.
Montoya, Y. (s.f.). Sobre la corrupción en el Perú Algunas notas sobre sus características, causas,
consecuencias y estrategias para enfrentarla.
https://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/con4_uibd.nsf/
98F34F32106A975A05257E0600627371/$FILE/Sobre_la_corrupci%C3%B3n_en_el_Per
%C3%BA._Montoya.pdf
1.4 Esquema numérico (dos subtemas)
1. INTRODUCCIÓN
2. DESARROLLO
2.1.1. Cohecho
2.1.2. Colusión
2.1.3. Negociación incompatible
2.1.4. Malversación de fondos
2.1.5. Peculado
2.1.6. Tráfico de Influencias
1. CONCLUSIÓN
1.1 Síntesis
1.2 Reflexión
2. TEXTUALIZACIÓN
Existen seis tipos de corrupción, los cuales se encuentran tipificados en el titulo 18 del código
penal.
2.1.1. Cohecho
2.1.2. Colusión
2.1.5. Peculado
2.2.2. Económico
“Si la corrupción es una enfermedad, la transparencia es una parte medular de su tratamiento” Kofi
Annan. La corrupción consiste en el mal uso del poder público para conseguir una ventaja de forma
ilegal, que se da de forma secreta, para beneficio personal o de terceros . A continuación, se darán a
conocer los tipos y consecuencias de la corrupción, que se dan tanto en el ámbito político –
democrático y económico.
Existen seis tipos de corrupción, los cuales se encuentran tipificados en el título 18 del código penal .
En primer lugar, se tiene el cohecho, el cual consiste en ofrecer o recibir regalos, a cambio de favores
vinculados a un cargo público, ya sea en beneficio propio o de un tercero. En segundo lugar, se tiene
la colusión, que vendría a ser cuando un funcionario público queda con un particular, para favorecerlo
en un determinado proceso de licitación. Esta se puede dar de dos modalidades, la primera la
modalidad simple, que consiste en que el funcionario público concreta con los interesados para
defraudar a la Entidad del Estado. Por otro lado, la modalidad agravada es cuando el funcionario
público estafa patrimonialmente a la Entidad del Estado. En tercer lugar, se tiene la negociación
incompatible, para este delito se requiere que el funcionario público competente, se interese
indebidamente en un determinado contrato de operación, para obtener un beneficio para sí o para un
tercero. En cuarto lugar, se tiene la malversación de fondos, esta se da cuando un funcionario público
gasta el dinero del Estado en actividades diferentes a las destinadas, ya sea para beneficio propio o
de allegados. Cabe mencionar, que la sanción es más drástica cuando se malversa el dinero que está
destinado para ayuda social. Por otro lado, se tiene el peculado, este viene a ser el abuso de poder
de funcionarios públicos al romper sus valores y lealtad; es decir para configurarlo como peculado se
debe hacer uso para beneficio propio de un bien estatal. Finalmente, tenemos el tráfico de influencias,
este se da cuando el funcionario público, aprovechando su cargo para favorece a una persona o
empresa y obtener una ventaja a favor suyo ya sea en los ámbitos judiciales o administrativos.
Asimismo, podríamos asumir que “posiblemente el efecto más perverso de la corrupción sea el
falseamiento del mismo sistema democrático y la consolidación de una forma de vida más bien
alejada de los hábitos y virtudes propias de la democracia” conforme afirma el profesor (Arana, 2012)
. Las principales consecuencias que tiene la corrupción, se dan en el ámbito democrático-político y
económico. En primer lugar, se tiene las consecuencias en el aspecto democrático – político, que
generalmente se ve reflejada en la pérdida de confianza de la sociedad en sus autoridades, por la
falta de credibilidad en los políticos que postulan y ostentan cargos públicos, puesto que durante los
procesos electorales prometen ser radicales contra la corrupción, sin embargo, una vez en el cargo se
olvidan de ello. Teniendo como consecuencia que la ciudadanía sienta empatía por políticas
radicales, ya sean de izquierda o derecha, que prometen erradicar la corrupción. Finalmente, se
tienen las consecuencias en el aspecto económico, estas son diversas, como refiere el Presidente del
Banco Mundial Jim Yong Kim, “la corrupción es el uno de los mayores obstáculos para el desarrollo
económico y social, dado que debilita el Estado de derecho y las bases institucionales de las que
depende el crecimiento” (Mundial, s.f.). En tal sentido, se puede mencionar que la corrupción afecta
en el desarrollo del mercado, generando desigualdad en la competencia de oportunidades, al crear
normas y leyes que favorecen a determinado grupo económico, quienes al tener el poder comercial
influyen en el aumento de precios en la prestación de bienes y servicios, afectando a la ciudadanía en
general.
En conclusión, podemos entender que la Corrupción es uno de los mayores problemas que viene
afrontando nuestra sociedad, desde muchos años atrás, por lo que, la lucha contra la corrupción
viene siendo el principal objetivo de los candidatos políticos, sin embargo, una vez alcanzado el
poder, vemos que ellos únicamente velan por sus intereses personales y el beneficio de terceros,
haciendo de lado a las personas quienes votaron por ellos buscando un cambio. “Es cierto que los
gobernantes no encarnan el Estado en su conjunto y es asimismo cierto que concretos casos de
criminalidad gubernativa no convierten al Estado en una organización criminal; pero es
incuestionablemente cierto que los gobernantes son órganos del Estado, y sobre todo que
representan la imagen visible del mismo. La conclusión es evidente: la criminalidad gubernativa
tiende a difuminar la ecuación entre Estado y legalidad y, por consiguiente, tiende a deslegitimar el
Estado ante los ciudadanos” como bien señala (Picazo, 2000).
Referencias Bibliográficas
Arana, J. R. (2012). Ética Institucional Mercado. Mexico.
3.2. Aproximaciones conceptuales a los delitos contra la administración pública Los delitos contra la
administración pública
Están tipificados en el Título XVIII del Código Penal y prohíben aquellos comportamientos que
contravienen el correcto funcionamiento de la administración pública y socavan la legitimidad de las
instituciones públicas. Los principales delitos contra la administración pública tipificados en el Código
Penal son los siguientes:
3.2.1. Cohecho Los delitos de cohecho están regulados en los artículos 393°, 393°-A, 394°, 395°, 397°,
397°-A y 398° del Código Penal, y conforman un conjunto de ilícitos que se caracterizan por la
compra-venta de la función pública, así como por la bilateralidad o participación necesaria de actores
en la comisión del delito. Para su configuración es importante la existencia de dos partes o actores: i)
el funcionario/a o servidor/a público/a que acepta o solicita el pago por la venta de la función pública
y ii) el particular que compra el servicio o recibe el ofrecimiento de este primero. El bien jurídico
protegido es la gratuidad y no venalidad de la función pública, así como evitar la parcialidad o abuso
en el ejercicio del cargo. Cabe precisar que este delito tiene una clasificación dual del tipo penal
porque, por un lado, está el cohecho pasivo que sanciona al funcionario/a o servidor/a público/a que
recibe, acepta o solicita recibir de una persona una ventaja o beneficio de cualquier índole, a cambio
de realizar algún acto conforme o contrario a sus funciones públicas o por haber realizado,
anteriormente, uno de estos actos. Por otro lado, existe el cohecho activo que sanciona a la persona
que ofrece, da o promete donativo, ventaja o beneficio al funcionario/a o servidor/a público/a para
que, en conformidad o contravención de sus funciones, lo favorezca en los supuestos que prevé la
ley. 3.2.2. Colusión Este tipo penal está previsto en el artículo 384° del Código Penal y busca proteger
la asignación eficiente de recursos públicos en las operaciones económicas que el Estado realiza. La
norma sanciona al funcionario/a o servidor/a público/a que, directa o indirectamente, concerta con
un particular interesado para obtener un fin ilícito, dirigido a defraudar al Estado y realizado en el
marco de cualquier tipo de operación, contrato administrativo o civil que tenga naturaleza
económica con participación estatal.
3.2.3. Negociación incompatible Este delito está regulado en el artículo 399° del Código Penal y
sanciona la conducta del funcionario/a o servidor/a público/a que, en el marco de contratos u
operaciones económicas en las que participe el Estado, se aprovecha de su cargo para sí o para otro,
al mostrar un interés indebido que entra en colisión con los intereses públicos o estatales. La
consumación del delito no requiere la concretización de la operación económica, sino solo la
verificación del interés del funcionario/a o servidor/a público/a en la celebración o realización de
dicha operación. Es preciso evidenciar que el interés o participación del particular sea idóneo y
relevante para concretar la operación económica, así como no se exige verificar que el funcionario/a
haya obtenido ventaja indebida alguna o una conducta que cause un efectivo perjuicio patrimonial a
la administración pública.
3.2.4. Malversación de fondos El delito de malversación de fondos, regulado en el artículo 389° del
Código Penal, protege la ejecución debida del gasto y el empleo de bienes y dinero públicos, bajo una
organización racional y ordenada de los recursos38. Este tipo penal sanciona dar al dinero o a los
bienes públicos un destino distinto al establecido previamente en las normas administrativas. En
otras palabras, se sanciona al funcionario o servidor público que invierte el dinero o bienes públicos
que administra en actividades estatales diferentes a las establecidas. Cabe indicar que la sanción se
agrava cuando el dinero o bienes públicos corresponden a programas de apoyo social.
3.2.5. Peculado El artículo 387° del Código Penal regula este delito, el cual busca evitar el abuso de
poder de los funcionarios o servidores públicos al quebrantar sus deberes de probidad y lealtad, así
como proteger el deber de no lesividad de los intereses patrimoniales de la administración pública.
Las conductas sancionadas son i) la apropiación, que se configura cuando el funcionario hace suyos
los caudales o efectos estatales conferidos por razón de su cargo, los aleja de la esfera pública y los
coloca, de manera definitiva, en una situación de disposición personal como 3.2.5. Peculado El
artículo 387° del Código Penal regula este delito, el cual busca evitar el abuso de poder de las
funcionarios o servidoras/es públicos al quebrantar sus deberes de probidad y lealtad, así como
proteger el deber de no lesividad de los intereses patrimoniales de la administración pública.
Fuente 2
En las últimas décadas, los efectos de la corrupción sobre el Estado de Derecho se han hecho más
patentes por diversas razones. Se ha producido en la UE un paso gradual de lo que se denominaba
“política ideológica” –en la que los ideales políticos, marcadamente definidos en corrientes de
pensamiento claras y diferenciadas entre partidos– a un nuevo panorama en la política democrática
que se ha denominado “política de confianza”, en la que pierde peso la defensa de los intereses de
los votantes a favor de la credibilidad, veracidad, y honestidad de los políticos, de forma casi
independiente de la ideología que profesen. Esto provoca que los escándalos políticos sean
confundidos, en las pugnas electorales, con los casos de corrupción, y que ambos fenómenos
influyan notablemente en la confianza de la civilización en los representantes políticos, las
instituciones y la gestión pública. La corrupción, en este nuevo orden político, tiene una mayor
incidencia en la confianza de la población en la Administración, y por tanto sus efectos son más
notables En este sentido, algunas investigaciones desarrolladas revelan cómo en aquellos climas o
sistemas corruptos, se crea un gran sentido del “ellos” y el “nosotros”, de manera que se generan
una gran brecha, tanto de manera vertical como horizontal, entre las “élites” y el “pueblo”. La
situación de enfrentamiento total, unido al sentimiento de desesperación por parte de los electores,
hace que la corrupción tenga como efecto, en un gran número de los casos, que los votantes sientan
atracción por políticas extremistas, ya sean “de derechas” o “de izquierdas”, que prometen erradicar
la corrupción, facilitando la llegada de los denominados “outsiders”. Por tanto, tiene un claro efecto
sobre el comportamiento electoral de los votantes. Además, la proliferación de prácticas corruptas
crea un canal alternativo para la tramitación de los diferentes procedimientos y expedientes
administrativos, que mediante el abuso de fondos públicos, la adquisición de privilegios indebidos y
la generación de nuevas reglas del juego, sustituyen y destruyen el entramado procesal jurídico-
democrático, atentando directamente contra el Estado de Derecho y la eficiencia gubernamental. La
corrupción, de extenderse de forma general, puede llegar a desembocar en una verdadera parálisis
de la Administración, relegando al sistema legal administrativo vigente a un papel residual o
simbólico dentro del funcionamiento de la protección de Derechos y la gestión de intereses y
capitales públicos. Supone una frontal oposición a los principios de imparcialidad (art. 103 CE), buen
gobierno y de buena Administración (art. 26.2.a) Ley 13/2013).
El estudio de la corrupción cuenta con diferentes dificultades, pero sin duda una de las más
importantes y difíciles de superar es que, debido a la complejidad del fenómeno, su carácter
transversal y su naturaleza clandestina, la medición de su magnitud y de su impacto económico en la
sociedad se antoja prácticamente imposible. Únicamente los casos conocidos y detectados por los
organismos de control de la legalidad pueden afirmarse totalmente como ciertos. De esta forma, los
datos a partir de los cuales se estima normalmente la magnitud de la corrupción no nos ofrecen una
visión exacta de qué parte de la contratación pública ocupa estrictamente la corrupción, sino
únicamente una perspectiva aproximada, y ésta situación provoca, a su vez, que los cálculos de los
costes de la corrupción varíen de unos estudios a otros. Las consecuencias que la corrupción puede
tener en economía de una nación son numerosas, y así organismos como el Banco Mundial han
afirmado que la corrupción es el uno de los mayores obstáculos para el desarrollo económico y
social, dado que debilita el Estado de derecho y las bases institucionales de las que depende el
crecimiento84. Así lo expresó su presidente Jim Yong Kim, quien afirmó que nuestros objetivos [del
Banco Mundial] están inextricablemente enlazados con la lucha contra la corrupción, y esto
constituye un desafío que demanda atención constante.
Frente a la creencia, extendida sobre todo hasta la década de los 90, de que la corrupción podría
incluso, en su “justa medida”, tener determinados resultados beneficiosos para las economías, en
particular en las de aquellos países emergentes o en desarrollo, hoy en día existe unanimidad en la
doctrina a la hora de afirmar los efectos perversos que tiene la corrupción. El Parlamento Europeo
alertaba de estos efectos en su resolución de 6 de mayo de 2010, en la que afirmaba que estas
conductas ilícitas condicionan el mercado, provocan un aumento de los precios y las tarifas abonadas
por los consumidores para la adquisición de bienes y servicios, y siembran la desconfianza respecto a
la UE, y alerta sobre los efectos devastadores de la corrupción en términos de inflación de costes,
adquisición de equipos innecesarios, inadecuados o de calidad inferior.
Fuente 3
Sobre la corrupción en el Perú Algunas notas sobre sus características, causas, consecuencias y
estrategias para enfrentarla
EFECTOS
Pues bien, esta generalidad y extensión de la corrupción, así como las nuevas características que
viene adquiriendo en este último tiempo, llevan consigo efectos sumamente graves en la vida
política, económica y social de un país. 1. En el ámbito político, efectivamente, la corrupción influye
en la inestabilidad política de los Estados. Los cambios de régimen, en mayor o en menor medida,
son explicables desde la constatación de factores de corrupción precedente. Y es que este fenómeno
socava brutalmente la confianza de la ciudadanía en el funcionamiento regular de las instituciones
políticas. Esta desconfianza detiene precisamente el desarrollo de estas instituciones y encuba
situaciones que pueden determinar un explosivo ambiente de insatisfacción social. Como señala la
profesora Ackerman, “la corrupción sistemática socava la legitimidad de los gobiernos,
especialmente la de los democráticos, los que incluso pueden verse amenazados por golpes de
Estado dirigidos por líderes totalitarios” Rose Ackerman, Transparencia en la contratación estatal,
Fundación Interamericana de Abogados – BID, 1997, p. 28. Paradójicamente afirma esta autora que
en los países no democráticos, esto es, autoritarios o dictatoriales, la corrupción no siempre es
desestabilizadora, aunque –señala– siempre opera contra las reglas de un poder abierto y justo.