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UNIVERSIDAD PRIVADA DEL ESTE

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


LICENCIATURA EN ENFERMERÍA

ENFERMEDAD DE RESPIRACIÓN
NEUMONIA

AUTORA.
❖ Geidi Jazmín Caballero González

MATERIA
Sociología

Presidente Franco, Alto Paraná - 2022.

1
Índice

Introducción............................................................... PAG-3
Desarrollo…………………………………………………PAG-4
Definición, clasificación…………………………………PAG-6.7.8.9
Ventilación alveolar………………………………………PAG-9
Mecánica voluntaria………………………………………PAG-9
Diagnóstico diferencial……………………………………PAG-9
Tratamiento…………………………………………………PAG-10
Síntomas……………………………………………………PAG-10.11
Causas………………………………………………………PAG-11
Factores de riesgo……………………………………….PAG-11.12
Complicaciones…………………………………………….PAG-12
Prevención…………………………………………………...PAG-13
Conclusión…………………………………………………….PAG-14
Bibliografía…………………………………………………….PAG-15
Anexo……………………………………………………………PAG-16

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Introducción.
La neumonía es la infección del espacio aéreo distal. Es una entidad muy
frecuente en la práctica clínica con implicaciones sanitarias muy importantes por su
frecuencia, su coste económico y social y por la morbilidad y mortalidad asociadas, por
la neumonía y por otras causas. En la valoración y tratamiento de la neumonía, dado
que generalmente no se va a disponer del agente etiológico, es imprescindible una
correcta clasificación pues de ella dependerá la etiología probable, el pronóstico y la
actuación diagnóstica y terapéutica.
La clínica y radiología de la neumonía no es específica; por
ello, y en ausencia de un diagnóstico microbiológico seguro, hay que tener siempre
presente que otras enfermedades pulmonares y sistémicas pueden presentarse con un
cuadro similar. En este capítulo se desarrolla el concepto de neumonía, su clasificación
y el diagnóstico diferencial en adultos. La neumonía en niños tiene diferencias
relevantes y no será tratada en este capítulo.

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Desarrollo.
Los síntomas de la neumonía fueron descritos por Hipócrates (c. 460 aC – 370 aC). Sin
embargo, Hipócrates se refiere a la neumonía como una enfermedad “, llamada por los
antiguos.” También informó de los resultados de un drenaje quirúrgico de los
empiemas. Las bacterias fueron vistos por primera vez en las vías respiratorias de las
personas que murieron a causa de la neumonía por Edwin Klebs en 1875.

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ENFERMEDAD DE
RESPIRACIÓN
NEUMONIA

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UNIDAD I
1.1 Definición.
La neumonía puede definirse como una lesión inflamatoria pulmonar en respuesta a la
llegada de microorganismos a la vía aérea distal y parénquima.
1.2 Clasificación de Neumonía
Las neumonías pueden clasificarse en función del agente causal: así, por ejemplo,
neumonía neumocócica, neumonía estafilocócica o neumonía por Klebsiella
pneumoniae o por Legionella pneumophila. Esta clasificación es muy poco práctica
desde el punto de vista clínico pues, aunque puede haber ciertas particularidades en
relación al agente etiológico concreto, no son suficientes para establecer
un diagnóstico con un mínimo grado de confianza, y el patógeno causal generalmente
no se conoce en el momento del inicio del tratamiento. La
diferenciación radiológica entre neumonía y bronconeumonía es poco útil clínicamente
La clasificación más importante se hace en función del tipo de huésped,
inmunocompetente e inmunodeprimido (o inmunosuprimido), y en función del ámbito de
adquisición.

CLASIFICACIÓN DE LAS NEUMONÍAS.


• Clasificación en función del tipo de huésped
Las neumonías se clasifican en neumonías en inmunocompetentes o neumonías en
inmunodeprimidos. Esta diferenciación es esencial pues determina un espectro
etiológico totalmente diferente. El tipo de inmunodepresión, su intensidad y su
duración influyen en las principales etiologías a considerar, el diagnóstico
diferencial, el pronóstico y el manejo diagnóstico y terapéutico aconsejable,
aspectos a los que se dedica un capítulo específico dentro de esta monografía. La
inmunodeficiencia celular específica, como en la infección VIH avanzada,
tratamientos inmunosupresores o pacientes trasplantados, predispone a neumonía
bacteriana con mucho mayor espectro bacteriano que en los inmunocompetentes
incluyendo P. aeruginosa y S. aureus, tuberculosis, neumonía por gérmenes
oportunistas como el P. jiroveci, micosis invasivas, L. pneumophila, neumonías
virales, citomegalovirus, helmintos o protozoos. El ámbito de adquisición en este
contexto es menos relevante, aunque en las de adquisición intrahospitalaria
debe tenerse en cuenta el patrón local de gérmenes y sus resistencias.

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• Clasificación en función del ámbito de adquisición
Las neumonías se clasifican en neumonía adquirida en la comunidad (NAC) o
extrahospitalaria y neumonía nosocomial o intrahospitalaria (NIH)(5). Esta
diferenciación es muy importante por las diferencias en la etiología microbiana. Los
principales gérmenes causales de NAC y de NIH
La neumonía intrahospitalaria puede definirse como aquella que se desarrolla en
pacientes hospitalizados más de 48 horas y que no se estaba incubando en el
momento del ingreso. Esta definición se ha ampliado en las recomendaciones
americanas para incluir las neumonías que se producen en personas
institucionalizadas en residencias de ancianos u otros centros de cuidados crónicos,
en personas que han estado ingresadas en los últimos 90 días, en personas que
reciben tratamientos intravenosos domiciliarios, quimioterapia o en pacientes en
hemodiálisis. La razón es que la etiología de la neumonía en este grupo de
pacientes es similar a la de la NIH. La paciente con ventilación mecánica y vía
aérea artificial durante más de 48 horas.

• Clasificación de la neumonía adquirida en la comunidad


Clásicamente se ha diferenciado la NAC en neumonía típica y neumonía atípica, y
se ha propuesto para orientar el tratamiento. La neumonía típica, ejemplificada por
la neumonía neumocócica, se caracteriza por un cuadro brusco de fiebre alta, dolor
pleurítico, tos y expectoración purulenta o herrumbrosa, leucocitosis con neutrofilia y
datos en la exploración y radiológicos de consolidación pulmonar. La neumonía
atípica tiene un inicio más larvado, fiebre de bajo grado, tos escasamente
productiva e infiltrados no segmentarios parcheados o intersticiales, como la
neumonía por M. pneumoniae. Aunque puede orientar el diagnóstico en gente joven
y sin comorbilidad, esta clasificación carece de utilidad en la actualidad(1-3). Sí se
mantiene el término de gérmenes atípicos para nominar los gérmenes
intracelulares, en contraposición a las bacterias causantes de neumonía
piógena. Se reconoce por la presencia de factores de riesgo, como enfermedad
periodontal, pérdida de conciencia, patología esofágica, trastornos de deglución o
aspiración previa, o por la cavitación radiológica, muy sugerente de la
participación de gérmenes anaerobios, aunque la mayor parte son polimicrobianas.

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• Clasificaciones pronósticas de Fine y CURB65
La clasificación pronóstica de Fineo PSI (pneumonia severity índex), elaborada
sobre una cohorte grande de pacientes y validada en otra cohorte, asigna una
puntuación en función de 20 parámetros. Con esa puntuación se clasifica en uno de
cinco estratos, diferenciados por su mortalidad. Es una buena clasificación
pronóstica pues trabajos posteriores han confirmado la fiabilidad de las
predicciones. Esta clasificación pronóstica ayuda en la valoración de la necesidad
de ingreso. La etiología de la neumonía también difiere en función del
grupo de riesgo de Fine.
• Clasificación en función de la necesidad de ingreso hospitalario
La clasificación prioritaria de la NAC en la
actualidad está en función de la necesidad de
ingreso: NAC que puede tratarse ambulatoriamente, NAC que requiere ingreso
hospitalario y NAC que requiere ingreso en una unidad de cuidados intensivos
(UCI). Esto va a depender de la gravedad y del pronóstico,
en lo que ayudan escalas como la de Fine o la CURB-65, de circunstancias sociales
y personales del paciente y del juicio del médico responsable. En la mayoría de
estudios, un 30-40% de pacientes con clases de riesgo bajas son ingresados
justificadamente.
Por tanto, la clasificación para elegir el lugar de cuidados se debe hacer en tres
pasos:
En primer lugar, hay que considerar si existe alguna condición que comprometa el
cuidado en el domicilio, como la insuficiencia respiratoria aguda o crónica,
inestabilidad hemodinámica, descompensación grave de otra enfermedad,
problemas psiquiátricos o sociales importantes, etilismo o la incapacidad para
ingesta oral. En segundo lugar, evaluar el pronóstico con una de las escalas, como
la de Fine. El tercer paso es el juicio clínico del médico responsable sobre las
condiciones y salud global del paciente y la idoneidad del tratamiento ambulante. La
necesidad de ingreso no implica por fuerza la necesidad de tratamiento intravenoso;
el tratamiento oral de pacientes ingresados con NAC no grave tiene una eficacia
similar, con menor estancia hospitalaria y menor coste, según un metanálisis
Otro estudio similar demuestra la seguridad y eficacia del tratamiento secuencial.
La necesidad de ingreso del paciente en UCI también determina una aproximación
diagnóstica y terapéutica más agresiva, pues la etiología es ligeramente diferente,
con mayor proporción de L. pneumophila y de P. aeruginosa.

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• Clasificación de la neumonía intrahospitalaria
Las NIH se clasifican en función del tiempo de aparición, en precoces, las que se
desarrollan hasta el 4º día de ingreso, y tardías, las que se desarrollan a partir del y
de ciertos factores de riesgo. En concreto, son factores de riesgo para presentar
neumonías por gérmenes resistentes, además de la aparición a partir del quinto día,
haber recibido tratamientos antibióticos en los últimos 90 días, inmunosupresión, la
alta frecuencia de patógenos multirresistentes en el entorno en que se produce y las
neumonías en pacientes internados en residencias. Hay otros factores de riesgo
para gérmenes concretos, como la aspiración para gérmenes anaerobios, coma
para S. aureus o esteroides para L. pneumophila y Aspergillus. La etiología en
ambos grupos es diferente lo que influye en las recomendaciones terapéuticas.
La NIH incluye la neumonía asociada a ventilación mecánica, cuantitativamente
mucho más importante y mucho mejor estudiada, y la NIH en unidades
convencionales. La incidencia de éstas es mucho menor que en pacientes
ventilados, pero su espectro etiológico es similar, al menos por lo que respecta a la
alta frecuencia de P. aeruginosa, y se clasifican dela misma forma. Su mortalidad,
aunque menor que la de pacientes en ventilación mecánica, es sustancial: 21% en
un trabajo sobre 2.466 pacientes con NIH postoperatoria.

1.4 Ventilación alveolar


La ventilación alveolar (VA) determina renovación clínica del volumen de gas alveolar,
para lo cual es necesario: a) un sistema conductor (árbol traqueobronquial) y b) una
fuerza motriz capaz de generar el flujo inspiratorio y vencer la resistencia que el
parénquima pulmonar y la caja torácica ofrecen a su paso (mecánica ventilatoria)
1.5 Mecánica voluntaria
Como consecuencia de la contracción activa de diafragma y de los musculos
intercostales, el volumen de la caja torácica aumenta, la presión alveolar se hace
inferior a la atmosférica y aparece el flujo inspiratorio.
1.6 Diagnóstico diferencial
El diagnóstico de neumonía suele basarse en la clínica y en la radiología. Para el
diagnóstico diferencial hay que antecedentes del paciente, factores de riesgo,
características del cuadro clínico y posibles manifestaciones extrapulmonares(41). Hay
que valorar la posible exposición a sustancias y gases tóxicos, a antígenos orgánicos o
inorgánicos, profesional o no, y a fármacos o drogas. Entidades muy frecuentes en la
práctica clínica, como el embolismo pulmonar, el edema pulmonar o el síndrome de
distrés respiratorio del adulto, pueden plantear, en función de su presentación,
problemas de diagnóstico diferencial con la neumonía.

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1.7 Tratamiento
El manejo inicial de la neumonía adquirida en la comunidad es empírico y la selección
del antibiótico se basa en edad del paciente, factores de riesgo y hallazgos clínicos. La
introducción de antibióticos redujo los índices de mortalidad en pacientes con
neumonía adquirida en la comunidad. La duración apropiada del tratamiento
antibiótico sigue siendo controversial. Sin embargo, en pacientes con neumonía leve y
moderada se ha sugerido un tratamiento mínimo de 5 a 7 días (nivel de evidencia 1).
En pacientes con neumonía severa que requieren hospitalización se debe considerar el
manejo inicial con fluoroquinolonas (levofloxacino (750 mg/ día), moxifloxacino,
gemifloxacino). La combinación de antibióticos en pacientes con neumonía severa
adquirida en la comunidad en la Unidad de Cuidados Intensivos no parece aumentar la
supervivencia. El uso de macrólidos (azitromicina, claritromicina y eritromicina) es una
recomendación en pacientes previamente sanos sin uso de antibióticos en 3 meses
previos. En pacientes con enfermedades comórbidas y que han recibido antibióticos en
los últimos 3 meses, la es una fluoroquinolona o betalactámicos más macrólido.
El uso de oseltamivir y zanamivir no se recomienda en pacientes con síntomas de más
de 48 horas sin complicaciones; sin embargo, pueden, ser utilizados en pacientes
hospitalizados para disminuir la sintomatología viral. La terapia con esteroides no se
recomienda en el tratamiento de pacientes con neumonía severa.
1.8 Síntomas
• Tos: La tos es el síntoma mas frecuente del paciente respiratorio, las causas de
la tos puede ser muy variadas, razón por la cual el síntoma tos es altamente
inespecífico. A pesar de esta inespecificidad, siempre deben investigarse
diversos aspectos relacionadas con la tos. Los mas importantes son las
siguientes:
1- Tiempo de instauración. La tos puede ser instauración reciente (aguda) o de
tipo crónica.
2- Frecuencia. Es importante averiguar si la tos es de presentación diaria o
esporádica y si tiene predominio diurno o nocturno.
3- Intensidad. Para cuantificar la intensidad de la tos es útil preguntar al
paciente si le permite descansar por la noche o no.
4- Productividad. Como se vera en el apartado siguiente, es importante conocer
si la tos es productiva o no, es decir si se acompaña o no de expectoración.
• Expectoración. El individuo sano no tose ni expectora, sin embargo, produce
unos 100 ml/24 h de moco. En condiciones normales, el sistema mucociliar
transporta dicha mucosidad hacia la faringe y posteriormente es deglutida.
• Hemoptisis. La hemoptisis es la emisión por la boca de sangre procedente del
aparato respiratorio. Es un síntoma que suele indicar presencia de una
enfermedad grave (neoplasia broncopulmonar, tuberculosis, bronquiectasias).

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• Disnea. La disnea es la sensación subjetiva de la falta de aire junto a la
percepción de trabajo respiratorio excesivo.
• Dolor torácico. Suele ser un síntoma que obliga al paciente a acudir al medico
con premura.
1.9 Causas
La neumonía se clasifica según los tipos de gérmenes que la causan y el lugar
donde se contrajo la infección.
Puede ser causada por lo siguiente:
• Bacterias. La causa más común de la neumonía bacteriana en los Estados
Unidos es el Streptococcus pneumoniae. Este tipo de neumonía puede
ocurrir por sí sola o después de haber tenido un resfriado o una gripe. Puede
afectar una parte (lóbulo) del pulmón, una afección llamada neumonía
lobular.
• Organismos similares a las bacterias. Mycoplasma pneumoniae también
puede causar neumonía. Típicamente produce síntomas más leves que otros
tipos de neumonía. La neumonía ambulatoria es un nombre informal que se
le da a este tipo de neumonía, que típicamente no es lo suficientemente
grave como para requerir reposo en cama.
• Hongos. Este tipo de neumonía es más común en personas con problemas
de salud crónicos o sistemas inmunitarios debilitados, y en personas que han
inhalado grandes dosis de los organismos. Los hongos que lo causan
pueden encontrarse en el suelo o en los excrementos de las aves y varían
según la ubicación geográfica.
• Virus, incluso COVID-19. Algunos de los virus que causan resfriados y gripe
pueden causar neumonía. Los virus son la causa más común de neumonía
en niños menores de 5 años. La neumonía viral suele ser leve. Pero en
algunos casos puede llegar a ser muy grave. El coronavirus 2019 (COVID-
1.10 Factores de riesgo
La neumonía puede afectar a cualquiera. Pero los dos grupos de edades que
presentan el mayor riesgo de padecerla son los siguientes:

• Niños de 2 años de edad o menores


• Personas de 65 años de edad o mayores
Otros factores de riesgo incluyen los siguientes:
▪ Estar hospitalizado. Tienes un mayor riesgo de contraer neumonía si te
encuentras en la unidad de cuidados intensivos de un hospital,
especialmente, si estás conectado a una máquina que te ayuda a respirar
(ventilador).

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▪ Enfermedad crónica. Eres más propenso a contraer neumonía si tienes
asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o una enfermedad
cardíaca.
▪ Fumar. El fumar daña las defensas naturales que tu cuerpo presenta contra
las bacterias y los virus que causan neumonía.
▪ Sistema inmunitario debilitado o suprimido. Las personas que tienen
VIH/SIDA, que se han sometido a un trasplante de órganos o que reciben
quimioterapia o esteroides a largo plazo están en riesgo.
1. 11 Complicaciones
Incluso habiendo recibido tratamiento, algunas personas que tienen neumonía,
especialmente aquellos que se encuentran en los grupos de alto riesgo, pueden
experimentar complicaciones, incluidas las siguiente:
▪ Bacterias en el torrente sanguíneo (bacteriemia). Las bacterias que
ingresan en el torrente sanguíneo desde los pulmones pueden propagar la
infección a otros órganos y, potencialmente, provocar una insuficiencia
orgánica.
▪ Dificultad para respirar. Si la neumonía es grave o si tienes enfermedades
pulmonares crónicas ocultas, posiblemente tengas problemas para obtener
suficiente oxígeno al respirar. Es posible que debas hospitalizarte y utilizar un
respirador artificial (ventilador) hasta que tus pulmones sanen.
▪ Acumulación de líquido alrededor de los pulmones (derrame pleural). La
neumonía puede causar la acumulación de líquido en el fino espacio que hay
entre las capas de tejido que recubren los pulmones y la cavidad torácica
(pleura). Si el fluido se infecta, es posible que deban drenarlo a través de una
sonda pleural o extraerlo mediante una cirugía.
▪ Absceso pulmonar. Un absceso tiene lugar si se forma pus en una cavidad
en el pulmón. Normalmente, los abscesos se tratan con antibióticos. A veces,
se necesita una cirugía o un drenaje con una aguja larga o una sonda que se
coloca en el absceso para extraer el pus.

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1. 12 Prevención
Para contribuir a prevenir la neumonía:
▪ Vacúnate. Existen vacunas para prevenir algunos tipos de neumonía y la
gripe. Habla con el médico sobre estas y otras vacunas. Las pautas de
vacunación han cambiado con el tiempo; por lo tanto, asegúrate de revisar el
estado de tus vacunas con tu médico incluso si recuerdas haberte vacunado
anteriormente contra la neumonía.

▪ Asegúrate de que los niños se vacunen. Los médicos recomiendan una
vacuna para la neumonía diferente para niños menores de 2 años y para
niños de 2 a 5 años que son particularmente propensos a contraer la
enfermedad neumocócica. Los niños que concurren a una guardería grupal
también deben recibir la vacuna. Los médicos además recomiendan la
vacuna contra la influenza para niños menores de 6 meses.
▪ Practica una buena higiene. Para protegerte de las infecciones respiratorias
que a menudo derivan en neumonía, lávate las manos regularmente o usa un
desinfectante para las manos a base de alcohol.
▪ No fumes. El tabaquismo daña las defensas naturales que protegen a tus
pulmones de las infecciones respiratorias.
▪ Mantén fuerte tu sistema inmunitario. Duerme lo suficiente, ejercítate
regularmente y lleva una dieta saludable.

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Conclusión.
La neumonía ad- quirida en la comunidad es causa frecuente de ingreso
hospitalario. La etiología bacteriana es la causa más frecuente. Los sínto- mas
respiratorios son los más importantes. El tratamiento adecuado y oportuno mejora el
pronóstico y la mortalidad.

La identificación del agente causal permite el ajuste del tratamiento antibiótico, de


acuerdo al mismo. Se realiza una mayor proporción de cambios en el tratamiento en los
casos de neumonía de etiología filiada (3/4) que en los de etiología desconocida (1/3).
Basándose en los resultados de los cultivos se pudo reducir el espectro antibiótico en
1/3 de la población estudiada.

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Bibliografía.
• Libro-MEDICINA INTERNA-FARRERAS ROZMAN
• mayoclinic.org
• neumonias-concepto.pdf

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Anexo.

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