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CONTEXTO HISTÓRICO:

En las primeras décadas del siglo XV, surgió una visión renovada de los valores del espíritu en
la cultura italiana y, más precisamente, en la Toscana, que al desprenderse claramente de la
Edad Media de la que también se deriva en ciertos aspectos, da lugar al período histórico y
artístico del Renacimiento. Del vivo, y profundo interés por el estudio de la antigüedad clásica,
a través de los monumentos restantes, se forma en el hombre una conciencia segura del
propio valor y se enorgullece de los objetivos filosóficos, artísticos y científicos alcanzados
desde la antigüedad. Es una nueva visión del mundo, en el centro de la cual el hombre se
coloca a sí mismo: una nueva perspectiva espiritual, que pronto encuentra su expresión más
fiel en las artes figurativas de la época.

Los mismos señores y familias adineradas de la burguesía que, como mecenas, dan a las artes
un maravilloso impulso, se convierten en promotores del estilo más antiguo del mobiliario
italiano y los edificios públicos y privados se enriquecen con muebles de factura sobria y
refinada.

ASPECTOS SIMBOLICO-SOCIALES: El mobiliario en el renacimiento:


La casa representaba el nombre de la familia, y los objetos que contenía eran conservados a lo
largo de las generaciones. Alrededor de 1400, la casa florentina no encerraba más que
muebles y objetos de primera necesidad, en 1500 el espacio comenzó a llenarse de objetos de
lujo que no tenían siempre una función práctica.

Los muebles son el reflejo del gusto de la época: a la medida del hombre, con decoraciones
inspiradas en la estética grecorromana, donde los frontones, las columnas y los frisos se
alternan con relieves mitológicos, bustos y medallones.

Cassone:

El cassone ("cofre grande") fue uno de los muebles más importantes del Renacimiento, trofeo
de los ricos comerciantes y aristócratas en la cultura italiana, desde finales de la Edad Media
en adelante.

El cassone se fabricaba a menudo con ocasión de un matrimonio y formaba parte de la dote de


la joven esposa, ofreciendo con su decoración la imagen más fiel de la vida cotidiana en
Florencia a principios del Renacimiento. Una narración continua se desplegaba sobre la parte
delantera, donde el espacio ilusionista era sacrificado generalmente por una superficie
decorativa. Las extremidades del cofre estaban pintadas con escenas adicionales o con los
escudos de la familia, mientras que el interior de la tapa se adornaba con escenas de amor, o a
veces imitando lujosas telas, que hacían referencia a la ropa que contenía. La decoración
representaba un acontecimiento memorable del matrimonio, como una justa, una batalla, o
las festividades que acompañaban la boda

ANÁLISIS FORMAL:
Sus formas son innumerables, semejante al baúl o al banco, con los ángulos redondeados, -
algunos de los modelos se utilizaban como muebles de asiento-, otras con una clara influencia
de los sarcófagos romanos de piedra que se descubren precisamente en esta época.
La estructura del Cassone, es sencilla, un alto zócalo escalonado de mucha inclinación, con
escocias, golas y cuartos boceles, o con patas en prolongación de los montantes, luego en el
siglo XVI, estas arcas, irán aisladas del suelo por medio de unas garras talladas, que sostienen
el cuerpo del mueble, este, tiene en los ángulos pilastras o patas de consola; y la tapa con
cornisa que lleva adorno de ovas, y ábaco corrido oblicuo, que ofrece un armónico enlace con
el resto del mueble. En muchos casos, el panel delantero muestra pinturas, también se ven en
las arcas paneles con taracea, pero el relieve de estuco, tan frecuente en el último gótico, no
aparece en Florencia hasta el siglo XVI.

Los frentes van tallados, dorados y preparados con aparejo de escayola, o decorados con
marquetería, también a veces pintados con escenas de la época, de la ciudad, de santos, de
bodas y de otro tipo de fiestas tanto cívicas como religiosas. También van forrados totalmente
con terciopelo o cuero o totalmente ornamentados con taraceas. Las arcas florentinas son muy
arquitecturales de composición, sobria y elegante; en cambio, en Venecia son más suntuosos,
con profusión de tallas y ricos elementos decorativos. Otros cassoni son, a veces, de forma
curva, con las tapas molduradas y escalonadas hacia adentro, los frentes se componen como
verdaderas fachadas, con pilastras y frisos, y su línea se enriquece y acentúa con cariátides,
gallones, niños desnudos -"putti"-, escudos, cartelas, ménsulas y medallones, todo con
molduras de perfiles violentos.

ASPECTOS TECNOLÓGICO–MATERIALES:

La diferencia entre los últimos muebles góticos y los primeros renacentistas consiste en que en
aquellos la obra había llegado a ser ebanistería pura y, en cambio, a éstos se llevan elementos
arquitectónicos y se superponen molduras, columnas, arcadas y hasta fachadas enteras sobre
las estructuras. Los perfiles empleados en las molduraciones son los mismos de la arquitectura
clásica, cuidados extraordinariamente, tanto que de ellos depende la pureza y personalidad del
mueble, siempre equilibrado, lo mismo en su estructura que en su decoración, dentro,
naturalmente de las normas de la época y las características del material empleado.

El cassone estaba construido de madera, podía estar incrustado o tallado, preparado con yeso
molido y luego pintado y dorado (aparecen nuevas técnicas, como la pastiglia, que consistía en
recubrir los muebles con una mezcla de yeso y cola que se pegaba a una tela y ésta finalmente
a la superficie. Esta pasta permitía la impresión de un molde con motivos decorativos
complejos, y una vez seca la pasta, se pintaba o cubría con láminas metálicas de estaño, plata y
oro).

ASPECTOS FUNCIONALES:

El cassone se utilizaba para guardar y ordenar la ropa. En esta época el uso quería que se
pusieran en las habitaciones, para servir de cofres, grandes cajas de madera que parecían
ataúdes con cubiertas de diferentes formas y colores.

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