Está en la página 1de 4

Nombre del/la estudiante: María Jesús Saavedra.

Curso: Metodología de la investigación.

Nombre profesora: Megumi Andrade Kobayashi.

Nombre ayudante: Génesis Martínez.

La curiosidad y la imaginación como impulsos a la producción de conocimiento .

El presente trabajo busca trazar una línea entre diversos escritos en que la imaginación es un
enfoque representativo. Se buscará exponer cómo la imaginación es el primer motor de desarrollo
del conocimiento, y lo infravalorado que se perciben muchas expresiones de curiosidad y deseo de
conocimiento en la época contemporánea.

Mary Ruefle en su ensayo Sobre la imaginación, se expresa de una forma que se podría considerar
intima, de un tú a tú. Ruefle expone como la imaginación esta atada a la mente de las personas, la
describe como parte de un todo, como se puede interpretar en la siguiente cita: “[…] Una mujer y
su imaginación son uno. Para mí es imposible escribir sobre la imaginación; es como pedirle a un
pez que describa el mar” (7). Liga el concepto de pensar e imaginar como un igual,
ejemplificándolo con el acto de hablar, al escuchar una palabra como ‘árbol’ se debe hacer el
trabajo de pensar en la imagen e imaginarla en la mente, por lo que podría atribuirse los
planteamientos del signo lingüístico según Saussure -significado, significante y concepto- al
desarrollo del lenguaje. Por otra parte, la autora hace alusión al interés (21), y como este despierta
la curiosidad que a su vez genera ideas y pensamientos que podrían desencadenar en
conocimiento; no todo debe concluir con un gran hallazgo o descubrimiento.

Siguiendo con lo anterior, Alberto Manguel en su libro Curiosidad. Una historia natural, menciona
como la imaginación fue fundamental para el subsistir del hombre primitivo “[…] el homo sapiens
desarrolló la capacidad de reconstruir la realidad externa en la mente y concebir situaciones a las

1
que podría enfrentarse antes de que sucedieran” (14). El autor interrelaciona la imaginación y la
cuirosidad como conceptos que se desarrollan simultáneamente, la curiosidad es el detonante de
la imaginación; por ejemplo, las expresiones artísticas se deben a la curiosidad y sus
intermitencias, o sea sus fracasos.

Sobre la curiosidad, Valeria Luiselli en sus ensayos Nidos y paradigmas y Relingos, tiene una
postura simplista, no tiene mayores pretensiones con su curiosidad. Dentro de Nidos y
paradigmas, Luiselli narra como su pequeña hija reparo en un nido de pájaro insignificante en
primera instancia que dio un lugar a reflexiones. Luego de ese incidente estuvo atenta a los nidos
de pájaros escondidos en la ciudad por el simple deseo de notar lo que anteriormente pasaba por
alto, reentrenando su mirada y percibiendo las cosas desde una nueva perspectiva. Siguiendo con
lo anterior, en Relingos, la autora relata como encuentra fascinante el como concebir una idea, el
trabajo pensar e imaginar, sobrevive al olvido mediante una alianza entre la memoria y la
imaginación; la idea puede persistir mientras siga en la mente (4).

Con respecto a la simplicidad dentro de la curiosidad, Ordine en su libro La útil inutildad


señala que ve la utilidad -interés- en conocimiento que no tienen aparente utilidad o un fin
lucrativo inmediato; conocimientos que seguían por el desinterés y se aleja de un fin practico o
comercial (1) como menciona en la siguiente cita: “cada vez es más complicado sentir interés por
cualquier cosa que no implique un uso practico e inmediato para <<fines técnicos>>” (30).
Montaigne señala que sus mayores trabajos se originaron en estudios con fines de diversión, sin
mayores pretensiones y aparentemente inútiles. La penicilina se describió por error, de placas con
muestras aparentemente inútiles y sin utilidad práctica inmediata, guiados por este deseo de
conocimiento, Florey; Chain; y Heatley, elaboraron el primer antibiótico basado en los estudios de
Fleming; retomando lo que plantea Montaigne: "No hay nada inutil, ni siquiera la inutilidad
misma" (19).

Gabriela Mistral en su ensayo Pasión de leer, continua con la línea del saber desinteresado.
Plantea que el conocimiento se debe inculcar desde la infancia, debe prometer y generar placer
(229). Podría percibirse como una distracción, pero lo que en realidad produce es invitar al lector
a cuestionarse porque “muchas veces nos hinca mejor en lo nuestro” (231). Como explica

2
Montaigne dentro del ensayo de Manguel: “giran sobre si mismas y se convierten en preguntas”
(13); para Mistral podría considerarse como autorreflexivo, conocimiento que genera
conocimiento.

Para sintetizar, el interés y curiosidad es el motor de arranque para el conocimiento y


descubrimientos de la contemporaneidad, a pesar de que con el discurrir del tiempo se ha
separado entre útil e inútil basado en la practicidad y lucratividad del producto del conocimiento.
La apariencia inútil del interés podría haber pasado por alto algún conocimiento significativo,
como dice Luiselli, el notar las cosas que antes se pasaba por alto y reentrenar la mirada
desencadena en el cambio de la perspectiva. Tanto Ordine como Mistral coinciden en que el
conocimiento es autorreflexivo, el conocimiento, y el fracaso, generan conocimiento.

3
Bibliografía

-Ruefle, Mary. Sobre la imaginación. Cuadro de tiza ediciones, 2017.

-Manguel, Alberto. “Prefacio”. Curiosidad. Una historia natural. Almadía, 2015, Pp. 11-26.

- Luiselli, Valeria. “Relingos”. Papeles falsos. Sexto piso, 2017, pp- 39-42.

-Luiselli, Valeria. Nidos y paradigmas.

- Ordine, Nuccio. La útil inutilidad. Acantilado, 2013, pp. 6–30.

- Mistral, Gabriela. "Pasión de leer". Revista Anuales, n.º 6, 2014. pp. 229-231.

También podría gustarte